Preparación de aperturas ( y II)

En esta segunda y última parte delartículo dedicado a la preparación deaperturas, voy a comenzar con loprometido: ofrecer una propuestapráctica para estudiar el contexto delas aperturas y reconocer las posi−ciones críticas.

Empezamos tratando de entender elcontexto de una línea o posición deapertura y para ello podemos elegirentre las siguientes tres opciones:

1) Consultar una publicación (encualquier formato) sobre la apertura.

2) Pedirle a un "experto" de la líneaque nos haga una síntesis.

3) Utilizar una base de partidas deajedrez para obtener datos de unaposición en concreto.

La primera de las alternativas es lamás clásica, y si la publicación esbuena nos ahorra mucho tiempo.

Por otro lado, si conocemos a unexperto de la línea y además tene−

mos la suerte que sea nuestro amigoo profesor, podemos estar contentos,ya que en poco tiempo nos dirá lasjugadas que hay en una determinadaposición y el tipo de posiciones a lasque se llega.

Pero sin duda, lo primordial esaprender a trabajar por nuestracuenta con nuestro ordenador y conlas bases de datos. En nuestro méto−do vamos a utilizar principalmentela "búsqueda en referencia" del pro−grama Chessbase, aunque otros pro−gramas similares también puedenservir.

En el Chessbase, al poner una posi−ción de apertura y activar la búsque−da en referencia, se ven tres módu−los, siendo los dos más útiles los deestadísticas de jugadas y la lista departidas. Es muy importante usarlosde la siguiente forma:

1− Observar cuales son las jugadasprincipales, por número de partidasjugadas y también (muy importantesi hay una cantidad aceptable de

partidas), por estadísticas. Esto nosda una idea de las jugadas principa−les que hay que mirar.

2− El segundo paso es ver "quiénjuega" cada una de las líneas y"cuándo". Cada uno tiene su propiosistema, pero a mi lo que me gustaes pasarme al listado de partidas yordenarlas por ELO, y ver los nom−bres de los jugadores más fuertesque la han empleado. Llamadme eli−tista, pero entendamos que los juga−dores Top tienen a muchas personasque trabajan para ellos y suelen ele−gir muy bien sus aperturas. Peroademás de ver los jugadores, tam−bién miramos el año ya que hay queapreciar si una línea se está jugandoen la actualidad o no.

Esta forma de trabajar nos allana elcamino para reconocer las posicio−nes críticas (también para descubrira los expertos). Veamos algunosejemplos:

− Si una línea se empleaba mucho enla elite pero, después de una partidade jugadores fuertes, se dejó dejugar, lo más probable es que sea poresa partida, por el plan o la jugadaque se haya empleado. Así que noperdáis el tiempo en mirar las otrasjugadas o partidas, primero resolvedlos problemas de "esa" posición crí−tica.

− Si en una posición hay tres juga−das principales (por número de par−tidas), pero la tercera es la queemplean los expertos y tiene una es −tadística más favorable que las otrasdos, ésta es la que tienes que mirarprimero.

Todo es de sentido común, pero cre−edme, no hay tanta gente que sepa

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G.M. Javier Moreno Carnero

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Pantalla de ChessBase 10, con la vista de “búsqueda en referencia”

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utilizar bien estas herramientas, y sesuele cometer el horror de ponerse amirar partidas y posiciones que notienen ninguna importancia o que noson las críticas (ver anécdota delnúmero anterior de Peón de Rey,página 88).

Una vez reconocidas las posicionescríticas de una apertura, hay muchosjugadores que esperan a que salgauna novedad que solucione los pro−blemas, pero muchos otros, a los quenosotros vamos a seguir e interesar−nos por ellos, intentan por sí mismosbuscar novedades para defender orefutar una línea.

Quiero hacer una aclaración: cual−quier jugador de cualquier nivelpuede convertirse en un investigadorde aperturas, ya que desde un puntode vista pedagógico y para el des−arrollo ajedrecístico, más importan−te que el valor de la novedad en sí,es el ejercicio de la búsqueda.

Mirar con los propios ojos

A veces, cuando se estudian apertu−ras, uno pierde la perspectiva y sedeja llevar por todo lo que se hahecho con anterioridad, por lo quedicen los módulos de análisis, asícomo por las notas de los comenta−ristas.

Recuerdo que en el año 2005, en elmagistral de Biel, estando comosegundo del GM Yannick Pelletier,éste se iba a enfrentar al día siguien−te con Magnus Carlsen. Por suerte,en esa época Magnus no tenía unrepertorio tan amplio como el quetiene ahora, así que era más fácilprepararse contra él.

Entre sus opciones estaba la de jugarel siguiente gambito:

1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 4.£c2d5 5.cxd5 c5?!

No sólo Carlsen lo había empleadocon anterioridad sino que inclusoTopalov había ganado una partidacon él. Yannick y yo estuvimosdurante un rato tratando de refutar lavariante, probando las líneas másofensivas que ya se habían jugado,pero sin ningún resultado.

Por suerte, cuando ya se nos echabael tiempo encima, entramos en razóny empezamos a mirar la posicióncon nuestros propios ojos y lo quepercibíamos con ellos. Este cambiode actitud llevó a que evaluásemoscorrectamente que tras la simple9.e4 (ver partida a continuación) lasblancas tenían una ventaja muycómoda. Me podréis decir, "pero sies evidente, es obvio que esa posi−ción era ventaja blanca", y tenéisrazón, pero también habreis experi−mentado que, al estudiar aperturas,uno muchas veces no es objetivoporque mira las posiciones utilizan−do "unas lentes" que deforman larealidad. Por ello os recomiendo,lavaos la cara, mirad las posiciones ydecíos a vosotros mismos, ¿qué veisrealmente?

Os dejo a continuación la partidacompleta, con breves anotacionespara que veáis cómo, incluso unjugador como Carlsen (el jugadorcon más ELO en la actualidad),

puede jugar muy mal cuando no sele dan bien las cosas en la apertura.

6.dxc5!? Si las blancas capturan el peón con6.dxc6 £xd4 7.cxb7 ¥xb7 entonceslas negras obtienen una compensa−ción interesante por el peón.Otra opción es 6.¥g5 aunque lasnegras obtienen buen juego como sepuede apreciar en las siguientes dospartidas: 6...£xd5 7.¥xf6 gxf68.dxc5 £xc5 9.¦c1 ¤c6 10.¤f3¥d7 11.g3 (11.e3 ¦c8= Johan nes −sen,L−Carlsen,M. Sandnes 2005)11...¥xc3+ 12.£xc3 £xc3+13.¦xc3 ¢e7= Bareev,E −Topalov,V.Monte Carlo 2005.

6...¤xd5 7.¥d2 ¥xc5 8.¤xd5 £xd59.e4!N

Con este movimiento las blancasobtienen una cómoda ventaja sincomplicaciones. Se había jugado9.¦c1 ¤d7 10.b4 ¥b6 11.e4 £h512.¤f3 0−0 13.¥e2 ¤f6 14.¤g5¤g4 15.¦f1 h6 y aunque las negrasestán un poco mejor aquí, termina−ron perdiendo la partida. L'Ami,E −Carlsen,M. Schagen 2005.

9...£d4?! Mejor era 9...£d6 10.¦c1 ¤d711.¤f3 0−0 12.e5 igualmente conuna ventaja blanca muy definida.

Preparación de aperturas

RINCŁN DEL ENTRENADORPeón de Rey nº 89

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Biel 2005 Def. Nimzoindia [E 34]

Pelletier, Y SUI 2545

Carlsen, M NOR 2545

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10.0-0-0 ¤d7 Perdía en el acto 10...£xf2? 11.¤h3£d4 12.¥g5+−.

11.¥b5

11...0-0?? Éste sin duda no era el día deCarlsen y es posible que haya perdi−do una de sus peores partidas siendoya GM. Mejor era 11...£d6 12.¥c3£e7 13.¤f3 0−0 14.e5 aunque estáclaro que a las negras les iba a tocarsufrir bastante en esta posición.

12.¥c3 £xf2 13.£xf2 ¥xf2 14.¥xd7¥e3+ 15.¢c2 1-0

Sed perseverantes y creativos en labúsqueda de novedades

Durante el proceso de escribir ellibro "Juegue la Najdorf", JulenArizmendi y yo, nos encontramoscon un problema bastante gordo enesta posición:

1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 4.¤xd4¤f6 5.¤c3 a6 6.a4 e5 7.¤de2

La última jugada del blanco, si bienno era muy empleada, tenía bastantelógica, y como el nuestro era unlibro de repertorio para emplear connegras, debíamos ofrecer una formade jugar contra cada alternativa ra −zonable por parte de las blancas.

El problema era que, por razones decoherencia con el resto de las va −riantes propuestas en el libro, nopodíamos sugerir esquemas Scheve −ningen (6...e6), y lo que era peor,tampoco nos ayudaba hacer ahora7...¥e7, ya que luego de 8.g3 setransponía a la variante 6.g3 contrala Najdorf, pero con un pequeñoobstáculo, puesto que en esa varian−te, nosotros con negras proponíamos6...e5 7.¤ge2 b5!? (para evitar va −riantes con a4) y en la posición deldiagrama el peón ya está en a4 y noservía de nada lo que habíamos pre−parado.

Entonces ¿qué hacer? Mirad laposición una vez más. Realmente noes fácil sugerir una jugada razonableque no sea una de las dos antes cita−das y que no lleve a una posicióninferior. La necesidad nos obligó aperseverar a la búsqueda de alterna−tivas y en un momento se nos ocu−rrió una idea diferente: 7...d5!? conla intención de responder a 8.exd5

con 8...¥b4, y aunque las negras norecuperan el peón logran un juegomuy promisorio con una compensa−ción más que suficiente.

Esta anécdota nos enseña que si unoquiere descubrir una novedad, si unopersevera en la búsqueda siendocreativo, se pueden encontrar nuevasideas incluso en las primeras juga−das.

Como conclusión de este artículo yel anterior, me gustaría reafirmarmeen lo que ya expresé en la primeraentrega de esta sección (Peón de ReyNum. 17), con respecto a cómo sedebe enseñar ajedrez. En este casoconcreto, "Enseñar aperturas" en miopinión, también debería ser "ense−ñar a estudiar aperturas", y esperoque las técnicas aquí descritas ayu−den en ese propósito p

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