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1/2 por David L. Dawson “…para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” PERFECCIONANDO A LOS SANTOS Efesios 4:12 P ERFECCIONANDO A L OS S ANTOS

por David L. Dawson - Perfeccionando a Los Santos · que Jesús dio a sus discípulos. Hoy, se conoce ese mandamiento como la Gran Comisión. Si nos entregamos a Dios, Él tomará

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1/2por David L. Dawson

“…para la obra del ministerio,para la edificación del cuerpo de Cristo”

Perfeccionando a Los santos

Efesios 4:12

PERFECCIONANDOA LOS

SANTOS

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Perfeccionando a Los santosPERFECCIONANDO

A LOS

SANTOS Guía de Aplicación: Discípulo

Memorización De Las Escrituras

Ministerio: Evangelismo / Seguimiento / Discipulado

Lectura Adicional

Auxiliar Para La Organización Personal y Espiritual

Estudio Bíblico

Apuntes Del Tema

Nombre del Alumno Grupo FechaTemaLección

CompletadoNoSí

Retrato Del Discípulo

Repasar La Gran Comisión y su Cumplimiento

Leer La Necesidad del Momento y estar listo para discutirlo

Orar por dos personas que puedes ganar para CristoOrar por una persona que puedes discipular

Memorizar Mateo 28:18-20Repasar todos los versículos memorizados

El Laico y la Gran ComisiónLa Gran Comisión y su Cumplimiento

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Perfeccionando a Los santosPERFECCIONANDO

A LOS

SANTOS

Repasar Oración (1/11)

Completar La Seguridad de la Oración Contestada (1/5)

Leer Cómo Obtener Resultados A Través de la Oración (1/11) y estar listo para discutirlo

Comenzar a llenar la Lista de Oración (1/11)

Memorizar Mateo 18:19Memorizar Juan 16:24Repasar todos los versículos memorizados

Vida Cristiana BásicaOración

Memorización De Las Escrituras

Ministerio: Evangelismo / Seguimiento / Discipulado

Lectura Adicional

Auxiliar Para La Organización Personal y Espiritual

Estudio Bíblico

Apuntes Del Tema

Nombre Del Alumno Grupo FechaTemaLección

CompletadoNoSí

Retrato Del Convertido

1/2Guía de Aplicación: Convertido

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APUNTESPerfeccionando a Los santos

LA GRAN COMISIÓN Y SU CUMPLIMIENTO

INTRODUCCIÓNEn el último estudio, observamos nuestras vidas desde el punto de vista de Dios. Descubrimos que Su deseo es que invirtamos nuestras vidas en las cosas eternas que a Él le pertenecen, y no en las cosas temporales que se pierden en el plano terrenal. Hemos visto también que sólo existen tres elementos eternos: Dios, Su Palabra y las almas de hombres y mujeres. Esto, está mejor explicado en un mandamiento que Jesús dio a sus discípulos. Hoy, se conoce ese mandamiento como la Gran Comisión. Si nos entregamos a Dios, Él tomará nuestras vidas para invertirlas en la Gran Comisión. La Comisión exige que discipule-mos a los hombres y a las mujeres de todas las naciones. La manera de discipularlos es enseñándoles todas las cosas que Jesús mandó, las cuales se encuentran en la Palabra de Dios. Conse-cuentemente, lo que es eterno, (Dios, su Palabra y las almas de personas) se puede entender mejor a la luz de la Gran Comisión.

LA GRAN COMISIÓNPero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:16-20

Este pasaje comienza con el encuentro de Jesús con sus discípulos en la cima de una montaña después de su resurrección. Mateo nos dice que algunos dudaban. Jesús les hizo saber que Él poseía toda autoridad tanto en el cielo como en la tierra.

Basándose en ese poder, los discípulos habrían de ir a todas las na-ciones a hacer discípulos. Tendrían que hacer discípulos enseñándoles todo lo que Jesús les había mandado. Jesucristo termina Sus palabras diciendo que Él estaría con ellos para siempre.

PERFECCIONANDOA LOS

SANTOS

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6 La Gran Comisión y su Cumplimiento

APUNTES

TODA POTESTAD

me es dadaMateo 28:18,20

enseñándoles QUE GUARDEN

yo estoy con vosotros

Objetivos

Rec

urso

s

por tanto ID

A TODAS LAS NACIONES

TODAS LAS COSASque os he mandado

SIEMPRE

HACED DISCÍPULOS

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APUNTESPara poder entender mejor la Comisión y las implicaciones que encierra para nuestras vidas, tenemos que examinarla frase por frase.

LOS RECURSOSToda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id,...

Lo primero que Jesús enseña a sus discípulos es que todo poder o autoridad le ha sido dado a Él. Basándose en esto, les dice: “Por tanto, id,...” Cuando encontramos en un texto las palabras “por tanto”, o “así que”, significa que debemos hacer una pausa y examinar la declaración anterior. Lo que será dicho después se apoyará en la declaración que le precede. Entonces, ¿cuál es el significado de: “Toda potestad me es dada”?

Por el contexto se desprende que Jesús está hablando de un recurso, pues Jesús les está ordenando alcanzar a los 250.000.000 de habitantes del mundo de aquel tiempo. Esto significa que cada uno tendría que al-canzar alrededor de 22.000.000 personas. Si ellos hubiesen tenido que depender de sus propios recursos, no hubieran podido lograr terminar la tarea. Jesús estaba diciendo: “cualquier cosa que necesitéis del cielo o de la tierra para realizar esta obra, yo os la daré, pues tengo el poder y la autoridad para ello.” Apoyándose en este recurso, no era gran cosa que Jesús les dijese: “Id, y haced discípulos a todas la naciones.”

Es interesante notar que Jesús empieza por mencionar un recurso. Él no da simplemente la orden de realizar esta inmensa labor, abandonándolos a sus propias fuerzas, sino que les asegura que los recursos necesarios para realizar la tarea están disponibles. Es muy importante observar también, que Jesús termina Sus palabras refiriéndose a Su presencia continua como parte de los recursos a disposición del cristiano:

... y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Él promete que estará con nosotros siempre. Esto significa que Él proveerá cualesquiera que sean nuestras necesidades. Si no entendemos el significado del versículo 18, jamás seremos capaces de comprender adecuadamente los versículos 19 y 20. Nótese que en el diagrama (página 2), los dos recursos se encuentran unidos por una línea.

EL OBjETIvOBellamente acomodado en medio de los dos recursos se encuentra el objetivo:

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado... Mateo 28:19-20

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APUNTESEl objetivo de la Gran Comisión es el de ir a todas las naciones y hacer dis-cípulos. En este objetivo hay varios factores que es preciso considerar.

Hacer discípulosJesús dijo: “Haced discípulos”. Este es el imperativo del pasaje y es aquí donde el énfasis está colocado. Jesús está diciendo que todo lo que tú debes hacer es: HACER DISCÍPULOS. A medida que estudiemos este pasaje, veremos por qué este imperativo es tan importante.

Cómo hacer discípulosJesús dijo: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.” Para hacer discípulos, es necesario enseñar a todos no sólo guardar, sino obedecer. Guardar puede llevar el significado de simple-mente almacenar. Al contrario, obedecer quiere decir tomar los principios y ponerlos en práctica. Así que los principios bíblicos se convierten en realidad. Un discípulo aprende con el propósito de llevarlo a cabo, no para almacenar datos. Jesús les enseñó a los once cómo habrían de vivir si es que iban a ser Sus discípulos. En esta forma, les ordena a los once enseñar a sus seguidores todo lo que Él les había mandado, para que puedan transformarlos en discípulos de Cristo.

Cuando Pedro vio tres mil convertidos el día de Pentecostés, se dio cuenta de que su trabajo apenas había comenzado. Jesús les había dicho “haced discípulos”; Él no dijo “haced convertidos”.

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautiza-dos; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Hechos 2:41-42

No es sorprendente ver que el versículo 42 dice que: “perseveraban en la doctrina de los apóstoles”. ¿Cuál era la doctrina de los apóstoles? Eran todas las cosas que Jesús les había enseñado. Se les había ordenado enseñar a los 3.000 con el propósito de discipularlos.

APLICACIÓN PRÁCTICA

¿Qué debían enseñar los apóstoles a los 3.000 acerca de hurtar?

Podrías contestarme: “No hurtarás.”

¿Qué habrán enseñado los apóstoles acerca del adulterio?

Tu respuesta sería “No adulterarás.” De hecho, Jesús nos advierte que si damos lugar en nuestra mente al solo pensamiento del adulterio, hemos realmente cometido el pecado en nuestro corazón.

Y si te pregunto “¿por qué habrían de enseñar los apóstoles tales cosas a los 3.000?”

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APUNTESProbablemente me contestarías que: “Jesús les mandó a enseñarles todas las cosas que Él les había ordenado. Así que enseñándoles estas cosas se convertirían en discípulos.”

¿QUIéN DEBE IR?Este es un punto clave para asimilar y entender. Donde quiera que he ido, hay personas que me dicen: ‘’Si Dios me llamara, yo iría.’’ Hermano, te tengo una noticia. ¡Dios te ha llamado! La última palabra del cielo fue ‘’Id.’’ Si no has ido, te tengo una pregunta: ¿Dios te ha dicho, ‘’no quiero que vayas, olvídate de lo que he mandado… eso es para los demás… quédate allí donde estás"? Si Dios no ha anulado este mandato, quiere decir que todavía está vigente: Id, pues.

Para algunos esto significa ir con el vecino de al lado, enfrente, en la otra calle, o al otro lado de la ciudad. Para otros significa ir a otra ciudad u otra región. Para unos implica mudarse a otro país. La geografía no es lo más importante. Lo importante es ir a dondequiera que Dios te mande. Los problemas surgen cuando no estás dispuesto a dejar su casa actual e ir al lugar indicado por Dios. No sé adónde debes ir, ni cuándo debes ir, ni con quién debes ir. Pero sí sé que debes ir.

¿QUé DEBO HACER?Jesús dijo que hicieras discípulos, dondequiera que fueras. Si no puedes hacer discípulos donde estás ahora no tiene sentido enviarte a ninguna otra parte. Cuando te hayas adiestrado en el arte y en la habilidad de ser un discípulo, Dios te revelará cuándo, dónde y con quién habrás de ir. Dios puede usarte donde te encuentras ahora, en otra ciudad, o en otro país. La geografía es insignificante en tanto tú te sometas a obedecer e ir a donde Él te ordene.

UN MINISTERIO DE ALCANCE MUNDIAL

Jesús dijo: “haced discípulos en todas las naciones”. Dios desea que todo Cristiano tenga una visión de alcance mundial, así como un ministerio de alcance mundial. En el versículo que sigue, tacha la conjunción incor-

recta y piensa acerca de las implicaciones que tiene.

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, (y/o) en toda Judea, (y/o) en Samaria, (y/o) hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8

La Biblia dice “y” en cada uno de estos lu-gares. Hay numerosas formas en las que una persona puede tener un ministerio de alcance mundial.

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APUNTES

CÓMO TENER UN MINISTERIO DEALCANCE MUNDIAL

• ir personalmenteDios ha llamado a muchos a trabajar en campos extranjeros. Llevar las buenas nuevas de salvación a culturas extranjeras es una labor emocionante. Esta podría ser la voluntad de Dios para ti. Sin embargo, ésta puede no

ser la voluntad de Dios para muchos.

• a través de tus hijosDios puede llamar a uno de tus hijos físicos o espirituales a servirle en alguna de las partes más lejanas de la tierra. Tus hijos son una extensión de tu vida. Nada podría ser más emocionante que ver a Dios extendi-endo tu ministerio a través de alguno de ellos. Es una tristeza que en nuestra visión no queramos que nuestros hijos inviertan sus vidas en el campo misionero en el extranjero.

• a través de tus oracionesTodas las veces que inclinamos nuestras cabezas y nuestros corazones a Dios, tenemos la capacidad de alcanzar al mundo entero. No hay un solo lugar donde no podamos penetrar. Si no podemos hablar de Dios a la gente de otros lugares, al menos podemos hablarle a Dios acerca de ellos. A través de nuestras oraciones podemos participar en el trabajo de los misioneros. Una vez más, es un comentario trágico de nuestras prioridades, cuando rehusamos apartar algo de nuestro tiempo precioso, para interceder por otros.

• por medio de tu apoyo económicoUno puede involucrarse en el trabajo de cualquier misionero mediante el apoyo económico. Tu participación financiera te hace un colaborador del misionero o de los misioneros que elijas sostener. ¡Qué tristeza es que ofrendemos tan escasamente!

• por medio de tu vocaciónEscoge un misionero y planea pasar tus vacaciones con él, apoyándole en su ministerio. Si puedes ganar y discipular personas para Cristo, tú puedes ser de gran ayuda para cualquier obra misionera. Tal vez, posees alguna habilidad especial que pudiera ser de beneficio en una área específica. Tu servicio no solamente sería una bendición para el misionero, sino que serviría de mucho para reforzar tu visión mision-era y tu conducta cristiana. No hay ningún talento o habilidad de un cristiano que no pueda cubrir una necesidad en alguna organización misionera.

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APUNTES¿DE QUIEN ES LA RESPONSABILIDAD DE LA GRAN COMISIÓN?No tienes que mirar muy lejos para darte cuenta de que la Gran Comisión no se está llevando a cabo. Las naciones no se están discipulando. ¿Te has preguntado alguna vez, de quién es la responsabilidad? Es obvio que quién sea que hallemos responsable ha de ser despedido del cargo, y reemplazado de inmediato por alguien más capacitado. Pero, ¿quién es aquél a quién debemos despedir?

Podrías decir que es responsabilidad de la Iglesia. Sin embargo, cuando se habla de Iglesia, la gente normalmente piensa en el edificio de la esquina, con paredes de cemento y ladrillo, cristales emplomados y suave música de órgano. No nos tomaría mucho tiempo observar que Dios no responsabilizó a semejante conjunto. Entonces, ¿quién es responsable?

La ilustración al principio de este capítulo nos muestra cómo el objetivo nos es transmitido y nos muestra también, cómo la responsabilidad es transmitida de generación en generación:

“Enseñándoles todas las cosas que os he man-dado.”

A estas alturas, muchos de nosotros nos sentimos muy incómodos. No queremos aceptar la responsabilidad. Si nos fuera delegada, el trabajo nunca se llevaría a cabo.

Mi respuesta a Su habilidadNuestras razones para no desear tan tremenda responsabilidad, son ciertamente comprensibles. Nosotros no somos lo suficientemente in-teligentes, ni lo suficientemente ricos, ni lo suficientemente fuertes para hacer el trabajo. Entonces, ¿cómo es posible que Dios nos cargue con una tarea que está más allá de nuestras posibilidades?

Debemos notar que la palabra “responsabilidad” es la yuxtaposición de otras dos: “respuesta” y “habilidad”. Nos sentimos nerviosos porque no tenemos la “habilidad”. Sin embargo, estamos tratando con un argumento equivocado. El argumento correcto es este: ¿Está Dios habilitado para la tarea? Ciertamente, estaremos todos de acuerdo en que Dios es lo suficientemente inteligente, lo suficientemente rico y lo suficientemente fuerte, para llevar a cabo la tarea. Nosotros no lo somos pero Él sí. En este caso, nuestra “respuesta” a Su “habilidad” es lo que debemos entender por responsabilidad. Es por esto que he dicho anteriormente que si no tenemos un claro entendimiento de Mateo: 28:18, nunca po-dremos comprender los versículos 19 y 20 que siguen. Ahora si podemos entender, que las primeras palabras de Cristo a los once discípulos en la cumbre de la montaña, se referían a Sus recursos infinitos.

Dios está buscando hombres y mujeres que crean que Él es capaz y que respondan a Su capacidad. Es imperativo que tomemos esta re-

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APUNTESsponsabilidad. Tal y como van las cosas, las naciones no están siendo discipuladas. ¿Responderás a Su capacidad para que el trabajo se lleve a cabo a través de tí? Si tú, como su discípulo dices no, entonces a quién nos dirigiremos?

La responsabilidad de todos es la responsabilidad de nadieLa historia que se relata a continuación trata de cinco creyentes con nom-bres muy peculiares: Todos, Alguien, Cualquiera, Nadie, y Ninguno.

Había un trabajo importante para hacer, y Todos fueron nombrados para realizarlo. Todos tenían confianza que Alguien lo haría. Cualquiera pudiera haberlo cumplido, pero Nadie lo hizo. Alguien se quejó de eso, porque fue el trabajo de Todos. Todos pensaron que Cualquiera podría hacerlo, pero Nadie se dio cuenta que Todos culparon a Alguien, aún cuando Nadie acusó a Ninguno.

Conclusión: Si Todos se animan a participar en ese trabajo que Cualqui-era puede hacer, entonces Nadie tendrá que culpar a Ninguno; porque Alguien habrá cumplido el trabajo que requiere la ayuda de Todos.

CUMPLIENDO CON LA GRAN COMISIÓNJesús no sólo dio a los once la responsabilidad de alcanzar a las naciones, sino que les dio también, el poder y los recursos necesarios para realizar la obra. En esta sesión, deseo que veamos cómo Jesús les dio el plan para completar la tarea. En ninguna parte de la Escritura encontramos que los discípulos convocaran a una reunión para discutir cómo iban a alcanzar a los 250.000.000 que en aquel entonces, habitaban el mundo. Ellos hicieron simplemente lo que Jesús les mandó que hicieran.

¿ALCANzARON ELLOS EL MUNDO?Cuando Pablo escribió a la Iglesia en Colosas, cerca de treinta y tres años después de la muerte y resurrección de Cristo dijo:

... A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra ver-dadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad. Colosenses 1:5-6

Ahora bien, ¡esta es una declaración asombrosa! Pablo está diciendo, que el Evangelio ha llegado a todo el mundo. Sin embargo, el versículo 23, es aún más asombroso.

Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que

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APUNTEShabéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro. Colosenses 1:23

No solo había llegado a todo el mundo, sino que toda criatura lo había escuchado. De una manera real y rotunda, Pablo está diciendo: “¡Lo hemos logrado!”

La historia y la tradición eclesiástica nos dicen que diez de los once apóstoles fueron martirizados; la mayoría estaban en el extranjero predicando el Evangelio. Si Dios los usó a ellos como usó a Pablo en el relato anterior, es lógico que tuvieron un gran impacto también. La Biblia ha guardado silencio en cuanto a los ministerios individuales de los once, los ministerios de los setenta que fueron entrenados por Jesús y enviados de dos en dos, los 120 en el aposento alto, los 500 testigos, y los 3.000 en el día de Pentecostés.

En el libro de los Hechos, la Biblia sí nos da una idea del impacto que ellos tuvieron. En el capítulo dos, vemos como los 3.000 que habían llegado de todo el mundo para el día de Pentecostés, se convirtieron en discípulos reproduciéndose en el capítulo 6. En el capítulo nueve, ya vemos que las iglesias están multiplicándose; y al llegar al capítulo diecisiete, encontramos la acusación que han trastornado al mundo entero. Cuando observamos cómo comienzan en Jerusalén en Hechos 1-8, y luego se extienden a Judea y Samaria en 9-12, y después a la Asia Menor, Europa, y a todo el mundo; podemos entender cómo es que Pablo pudo decir: “El evangelio ha llegado a todo el mundo y toda criatura ha escuchado el mensaje.”

¿PODEMOS ALCANzAR EL MUNDO ACTUAL?Han transcurrido veinte siglos y el mundo se ha multiplicado grande-mente desde que los primeros cristianos alcanzaron su mundo. Los demógrafos nos dicen que en los tiempos de Cristo, el mundo estaba habitado por 250 millones de personas.

Desde los tiempos de Cristo hasta...

1850 la población mundial creció a 1.000 millones de personas1930 la población mundial creció a 2.000 millones de personas1960 la población mundial creció a 3.000 millones de personas1975 la población mundial creció a 4.000 millones de personas1987 la población mundial creció a 5.000 millones de personas1995 la población mundial creció a 6.000 millones de personasYa para el año 2000, la población mundial será de 7.000 millones de personas

¿Sería posible hacer el trabajo con una explosión demográfica de tales proporciones? Creo que sí podemos, principalmente porque hay otro tipo de gente que está alcanzando al mundo con sus propias ideas.

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APUNTESCoca-ColaHay una historia acerca de un hombre llamado George Pemberton, que vivió hace casi 100 años. Un día George mezcló una combinación de líquidos a la que llamó Coca-Cola. El primer año vendió dos galones del jarabe. Actualmente, cien años después, se consumen 100.000.000 de botellas al día. Coca-Cola se puede encontrar en casi todos los países

del mundo. Los productores de esta bebida, han encontrado el modo de llevar su producto hasta lo último de la tierra. Sin embargo, ellos no son los únicos que han tenido éxito.

Compañías de discosHace unos años una joven de nombre Debbie Boone, interpretó la can-ción “Tú Iluminaste Mi Vida”, y en cosa de sólo unos cuantos meses, se hizo tan popular, que comenzó a cantarse en todo elmundo. Las compañías de discos han encontrado la manera de hacer llegar sus mensajes hasta el fin del mundo. Pero los hijos de Dios, que poseen todo el poder de Dios… no sólo en la tierra, sino también en el cielo… no han podido realizar su trabajo. (Quizá deberíamos de contratar al presidente de Coca-Cola o de alguna compañía fabricante de discos para que nos dirija.)

EL PODER DE LA MULTIPLICACIÓN¿Se puede alcanzar el mundo de hoy a pesar de la actual explosión demográfica? La respuesta es “Sí”.

Existe una antigua historia que nos hace pensar en las sorpresas que podemos encontrarnos cuando un pequeño número como el dos se multiplica por sí mismo muchas veces:

El Rey Shirham de la India, se puso muy contento cuando su Gran Visir, Sissa Ben Dahir, le presentó el juego de ajedrez. El Rey lo quiso premiar y le dijo que él mismo estipularía su recompensa. La petición fue tan modesta que el feliz Rey la concedió inmediatamente.

Lo que el Gran Visir pidió fue esto: que un grano de trigo se colocara en el primer cuadro del tablero de ajedrez–

2 granos en el segundo cuadro4 granos en el tercer cuadro8 granos en el cuarto cuadro16 granos en el quinto cuadro

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APUNTES…y así sucesivamente duplicando la cantidad de trigo en cada uno de los siguientes cuadros hasta completar los 64 cuadros.

Cuando el tesorero del Rey llegó al décimo séptimo cuadro el tablero se había llenado. Cuando llegó al vigésimo sexto cuadro la cámara real se había llenado con una considerable cantidad de trigo, y el Rey, nervioso, ordenó a su tesorero que apresurara el conteo. Cuando llegaron al cuadro número cuarenta y dos, el lugar se había llenado completamente de granos de trigo.

Entonces, sintiéndose atrapado, el Rey comprendió lo que los matemáticos de la corte le dijeron: que de seguir el conteo, el trigo requerido cubriría toda la india con un espesor de más de 15 metros.

¿MULTIPLICANDO O SUMANDO PARA EL REINO?La diferencia que existe entre multiplicar y sumar, es tan grande como la diferencia que existe entre discipular y sólo lograr convertidos. Per-mítanme ilustrarlo de esta forma: Si yo fuera el único creyente en Cristo sobre la tierra, ¿de quién sería la responsabilidad de discipular a las naciones? Ustedes me contestarían: “Sería tú responsabilidad.” Así que, empezaría yo a compartir el evangelio y la primera persona viene a Cristo. El resultado sería entonces que habría yo pasado de 4.500.000.000 de personas, a 4.499.999.999 personas. Entusiasmado con mi éxito, voy y busco a la segunda persona y la traigo a Cristo; y de esto me resulta la siguiente proporción: 4.499.999.998 1Si continúo ganando una persona tras otra, llegaré a lo siguiente:

4.499.999.997 4.499.999.996 4.499.999.995 4.999.999.994 1 1 1 1

4.499.999.993 4.499.999.992 4.999.999.991 4.499.999.990 1 1 1 1

Bueno, ahora tengo una pregunta: ¿Estoy haciendo lo que Cristo me mandó? Piensen cuidadosamente antes de contestar.

Su contestación sería: “No, no estás haciendo lo que Jesús mandó.”¿Qué es lo que está equivocado en lo que estoy haciendo?“Estás consiguiendo decisiones, o haciendo convertidos.”

¿Qué dijo Jesús que hiciera?

HACED DISCIPULOS

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16 La Gran Comisión y su Cumplimiento

APUNTESDISCíPULOS¡Exacto! Luego, haciendo convertidos, sólo cumplo con parte del trabajo. Estoy agregando al Reino de Dios. Estoy en el proceso de sumar convertidos. Si realmente quiero hacer lo que Cristo me ordenó que hiciera, debo regresar con la primera persona para discipularla y entrenarla hasta que sea capaz de compartir su fe y de entender que es su responsabilidad el alcanzar al mundo. Si logro esto, automática-mente la proporción se reduce de 5.000.000.000 a una proporción de 2.500.000.000. 1 1

Luego, si los dos somos capaces de reproducirnos en las vidas de otras dos personas, de modo que ellos también se reconozcan responsables, podríamos reducir la proporción a 1.250.000.000 1

y si los 4 nos reproducimos a la vez, el radio sería:

de…

562.500.000 / 1

a 281.250.000/1a 140.625.000 / 1a 70.312.500 / 1a 35.156.250 / 1a 17.578.125 / 1a 8.789.062 / 1

¿Comprenden la diferencia entre multiplicar y solamente agregarr?

En el cuadro siguientese puede apreciar mejor

la diferencia entre sumar y multiplicar.

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La Gran Comisión y su Cumplimiento 17

APUNTES

Está en nuestro poder el alcanzar cualquier pueblo, región, país, o el mundo entero para la causa de Cristo. Sólo necesitamos creyentes que acepten que:

• Es su responsabilidad.

• Es posible.

• Dios quiere usarlos.

• Es necesario invertir la vida en ello.

¿En que estás invirtiendo tu vida?¿En las cosas eternas de Dios,

o en las cosas temporales del mundo?

gente gente requerida radio radio requerida 1 5.000.000.000 — 5.000.000.000 1

1 4.999.999.999 — 2.500.000.000 2

1 4.999.999.998 — 1.250.000.000 4

1 4.999.999.997 — 625.000.000 8

1 4.999.999.996 — 312.550.000 16

1 4.999.999.995 — 156.250.000 32

1 4.999.999.994 — 78.125.000 64

1 4.999.999.993 — 39.062.500 128 1 4.999.999.992 — 19.531.250 256 1 4.999.999.991 — 9.765.625 512

1 4.999.999.990 — 4.882.813 1.024

1 4.999.999.989 — 2.441.406 2.048

1 4.999.999.988 — 1.220.703 4.096

SUMAR MULTIPLICAR

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La Gran Comisión y su Cumplimiento 18

APUNTES

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La Necesidad del Momento 19

TAREA DE LECTURAADICIONAL

LA NECESIDAD

DEL MOMENTO

POR

Dawson E. Trotman

usado con permiso

PERFECCIONANDOA LOS

SANTOS

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La Necesidad del Momento

Conozco gente que dice, “si tan sólo pudiésemos entrar a cierto lugar.” Durante muchos años ha habido gente en la frontera con Nepal diciendo: “si tan sólo pudiéramos entrar a trabajar en este país.” Para ellos la necesidad del momento es una puerta abierta para poder entrar a Nepal. Hay también cientos de personas que dicen: “Si pudiéramos entrar a predicar en China.” La Biblia dice: “Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta...” (Fil. 4:19). Si la necesidad fuera una puerta abierta a China, ciertamente Dios la abriría. ¿Por qué entonces no la abre Dios? “Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre. He puesto delante de tí una puerta abierta la cual nadie puede cerrar.” (Apoc. 3:7-8).

Pablo se encontró con puertas cerradas, pero esto para él no era un problema. Realmente pienso que estas puertas cerradas no eran sino una forma que Dios usó para enseñarle qué camino tenía que seguir. Pienso que si Dios quisiera poner su mano sobre este gran país de China, confundiendo a los Comunistas para que empezaran a matarse unos a otros (cosa que ya están haciendo ahora), Él podría hacerlo en un momento y creo también que en cuarenta y ocho horas las puertas de China se abrirían a los misioneros.

Más aún, algunos dicen: “Necesitamos más tiempo; si tuviéramos más tiempo.” Otros dicen: “Si al menos yo no fuera tan viejo; si fuera otra vez joven.” Hay algunas personas que me han dicho: “Dawson, si a los veinte años yo hubiera sabido lo que sé ahora, hubiera hecho cien veces más para el Señor. ¿Por qué no fue así?”

Muy frecuentemente, la necesidad del momento que parece ser la más grande es la del dinero. “Si sólo tuviéramos más dinero... Esa es la respuesta para poder tener más personal, más facilidades, más impresos, comunicaciones y transportes... si tan sólo tuviéramos dinero.”

¿Cuál es la necesidad del momento? La respuesta depende de la persona que vive ese momento. Si al ir yo caminando por la calle encuentro a un mendigo que extiende hacia mí su mano con una lata en ella, ¿cuál será en este caso la necesidad del momento? ¡Una moneda! Si una mujer se encuentra en camino al hospital, ¿cual es la necesidad del momento? ¡Un médico! Pero en la obra cristiana, ¿cual es la necesidad del momento? Para encontrar la respuesta, comencé por hacer una lista de las cosas que frecuentemente pensamos son necesarias, y que, si son provistas, terminarían con nuestros problemas.

Algunos dicen: “Si al menos tuviera un grupo mayor de gente capacitada...” ¿Dicho grupo sería la respuesta? Hoy en día, muchos ministros quisieran tener un asistente, y muchas organizaciones misioneras quisieran tener más misioneros. El clamor de todos aquellos obreros que regresan del campo misionero es siempre por más hombres y mujeres que cubran las vacantes... para ellos, ésa es la necesidad del momento.

Otros dicen, “no necesitamos más obreros; si tan sólo tuviéramos más facilidades, si sólo contáramos con mayor espacio en la oficina y más edificios y terrenos y una base de operaciones... si tuviéramos un lugar adecuado, entonces podríamos hacer la obra.”

En ciertas partes del mundo, se quejan de la falta de los medios de comunicación, o de transporte, o de mejores condiciones de higiene. La necesidad del momento en muchos campos misioneros, es simplemente un radio. Pero si se proporciona el radio, se encontrará que existen otras necesidades. Más aún, muchos piensan que es la literatura. En mis viajes alrededor del mundo, he escuchado esto: “Tan sólo nos hace falta más literatura.”

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¿Cuál es la necesidad del momento? Francamente, no creo que sea ninguna de las mencionadas. Estoy convencido que el Dios del Universo tiene todo bajo control, y que Él proporcionará todas las necesidades a Su manera y a Su tiempo.

Permítanme ahora expresar, lo que para mí es la necesidad del momento. Quizá debería de llamarla “La respuesta a la necesidad del momento.” Yo creo que es un ejército de soldados, dedicados a Jesucristo, quienes creen, no solamente que Él es Dios, sino también que Él puede cumplir toda promesa que haya hecho, y que no hay nada difícil para Él. Esta es la única forma de llevar a cabo el deseo de Su corazón: “Llevar el Evangelio a toda criatura.”

En 1948, estuve seis días en Alemania. Me habían puesto en contacto con el Coronel Paul Maddox, Jefe de Capellanes de toda Europa, y mediante su recomendación al Comandante General, entré a Alemania. Invité a cincuenta alemanes a reunirse conmigo durante tres días y veinticinco de ellos aceptaron. Les hablé todas las noches durante tres horas, comenzando por presentarles la Gran Comisión y compartiendo con ellos mi idea de que Alemania no sólo necesitaba el Evangelio, sino que los mismos alemanes debían obedecer la Gran Comisión enviando misioneros.

En cada reunión les di oportunidad de hacer preguntas y de vez en cuando se levantaba una mano. Traté de sembrar en sus corazones lo mismo que el Señor sembró en los corazones de Sus discípulos cuando les ordenó: “Id a toda criatura, haced discípulos en todas las naciones, comenzando en Jerusalén y hasta lo último de la tierra.” Uno de ellos dijo lo siguiente: “Pero Sr. Trotman, usted no comprende. Aquí en Alemania, en este mismo cuarto, algunos de nosotros ni siquiera tenemos un Antiguo Testamento; sólo tenemos un Nuevo Testamento.” A lo que contesté: “Cuando Jesucristo dio este mandamiento, aquellos discípulos no tenían ni siquiera el Nuevo Testamento.

Después otro dijo “pero Sr. Trotman, en este país tenemos muy pocos libros evangélicos buenos.

En Estados Unidos ustedes sí los tienen.” Le contesté: “¿Cuántos libros tenían los discípulos del Señor? Otro más dijo: “¿Es cierto que en Estados Unidos pueden oír el Evangelio cualquier día? “Sí”, contesté. “¡Si nosotros tuviéramos esa oportunidad! Pero nosotros no podemos oír el mensaje en ninguna estación de radio.” “Ustedes tienen automóviles, nosotros manejamos bicicletas.” Yo les recordé que los discípulos no tenían bicicletas y que Jesús había montado en un burro prestado.

Todas estas preguntas no se realizaron en una sola reunión, una tras otra -de haber sido así, lo hubieran entendido antes- sino que en el transcurso de las nueve horas en que nos reunimos.

Finalmente, uno de ellos expresó lo siguiente: “En Estados Unidos, tienen dinero. Yo trabajo doce horas al día y gano sesenta centavos. Nosotros no tenemos mucho dinero.” A lo que yo contesté: “Los discípulos fueron enviados sin bolsa ni alforja.” (Lucas 10:4).

Toda clase de excusas fueron discutidas, “No tenemos esto, ni aquello. No tenemos edificios; no tenemos facilidades.” Y a cada excusa contesté: “Los discípulos tampoco, y Él los envió.”

Casi al final, un hombre un poco mayor de edad que el resto, y quizá con cierta amargura en el rostro, se levantó y dijo: “Sr. Trotman, en Estados Unidos no han sufrido nunca una ocupación armada. Ustedes no saben lo que significa tener rondando por las calles soldados de otro país. No somos dueños de nuestras almas.” A lo cual yo le dije: “Los discípulos vivieron en los tiempos de Cristo y sus almas no les pertenecían. Los soldados romanos los oprimían.”

Entonces vino a mi mente algo que no había considerado antes, que cuando Jesucristo envió a los once, Él permitió que existiera una situación tan mala como nunca ha existido otra. Sin imprenta, sin automóvil, sin radio, sin televisión, sin teléfono, sin edificios, ni una sola iglesia, sin uniformes, sin vestuario. Él no les dejó ni siquiera

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un pequeño emblema. Él les dejó solamente una tarea, pero junto con ella dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id.” (Mateo 28:18). ¿Que significa este “por tanto?” Significa: “Tengo poder para ordenároslo y tengo poder para respaldaros hasta el último momento.” Él tiene poder en el cielo y en la tierra... no solo en el cielo, sino también en la tierra; todo el poder, no parte del poder, sino que todo el poder; lo que significa poder sobre los romanos y sobre los comunistas.

Poco antes Jesucristo había dicho a este mismo grupo: “De cierto, de cierto os digo, el que cree en Mí...” ¿El que cree en quién? “...cree en Mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará...” (Juan 14:12). ¿Crees que esta declaración es verdadera? Tienes que admitir que por un momento te hace reflexionar. ¿Podría verdaderamente ser posible, que el Hijo de Dios dijera a un ser humano: “Las obras que yo hago tú las harás también, y aún mayores que estas harás?”

Yo creo con todo mi corazón que la razón por la cual muchos buenos cristianos no realizan más en sus vidas, es que no creen que lo que Jesús dijo es verdad. Ellos no han llegado a reconocer que el Todopoderoso, que los comisionó, pudo a la vez habilitarlos para realizar estas grandes obras. Lo último que dijo fue: “Toda potestad me ha sido dada... ahora les estoy ordenando... id y enseñad a todas las naciones y ved que toda criatura escuche la Palabra.”

Desde luego, amigos, pensamos que va a ser una tarea ardua, aun teniendo imprentas, radios, aviones y la medicina moderna. ¿Qué piensan ustedes que los primeros discípulos pudieron haber pensado? Cuando Pablo escribió a los romanos dijo: “Gracias a mi Dios ... que vuestra fe se divulga por todo el mundo.” (Romanos 1:8). Cuando escribió a los Tesalonicenses dijo: “Nuestro Evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre...(1 Tesalonicenses 1:5). Y les dijo a los Tesalonicenses: -que no eran tan fuertes como los de Berea- “Porque partiendo

de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido... (1 Tesalonicenses 1:8).

¿Cómo llegó el mensaje? No llegó por medio del teléfono ni por la televisión, sino que por medio de la comunicación de persona a persona. Esa era el único método de que disponían. Era tan simple como eso. Cada uno tenía que comunicárselo a otro: “Creí por lo cual hablé...” (II Corintios 4:13), era la fuerza que los impulsaba.

En Inglaterra, ya comenzaron a usar materiales para estudios bíblicos y de memorización. Al principio, fue difícil hacerlos ver su valor real, pero cuando lo descubrieron, algunos de ellos sintieron que estos materiales eran muy necesarios. Una lluviosa noche, durante la campaña de Billy Graham en el Estadio de Wembley, cerca de 3000 personas pasaron al frente a hacer su decisión. Dos clérigos corrieron hacia mí diciéndome: “Sr. Trotman, Sr. Trotman, ya se nos acabaron los materiales.” A lo que les respondí: “Calma, probablemente se les deben de haber acabado también en el día de Pentecostés.” Me miraron por un minuto, y obviamente entendieron lo que yo quería decir, y dijeron: “¡Muy cierto!”

La respuesta es el hombre mismo, no los materiales. Quizá uno de nuestros más grandes problemas el día de hoy es que intentamos imprimir aquello que debiera ser llevado de labios a oídos, y de corazón a corazón. De otro modo, si no ponemos demasiado énfasis sobre los materiales impresos, la gente no puede entender el por qué. Los materiales son las herramientas, y las herramientas por sí mismas son inútiles. Por ejemplo, aquí tenemos un joven principiante de medicina con todos los instrumentos modernos para una operación de cirugía mayor, y un doctor de edad, con experiencia, pero que sólo cuenta con una navaja de rasurar y una simple aguja torcida, con algo de hilo quirúrgico. Yo me pondría en las manos de este último para que me operara, y no en manos del principiante, con todos sus modernos instrumentos. ¿Tú no? No son sólo los instrumentos los que cuentan, sino

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el hombre que los maneja.

¿Cuál es la necesidad del momento, amigos? Les diré cual. Es creer que Dios controla el Universo y que cuando el dijo: “...la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.” (Isaías 11:9), dijo la verdad. Eso es exactamente lo que ocurrirá. ¡La tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor!

Actualmente, en muchos de nuestros países civilizados, más gente que nunca ha oído acerca del Señor Jesucristo, debido a la radio, literatura, sociedades misioneras, campañas evangelísticas, etc. Pero la gente sólo ha oído de Él y no le ha conocido. La Biblia dice que “La tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.” (Habacuc 2:14). ¿Qué tanto cubren las aguas el mar? ¿Puedes pensar que cada centímetro cuadrado del mar contiene agua? ¡Pues sí! Así es cómo cada lengua, y tribu y nación en todo rincón y en cada región apartada de la tierra, va a oír acerca de Jesucristo y de Su gloria.

¿Cuál es la necesidad del momento? Es creer que “Tu Dios reina.” A lo mejor piensas que no llueve lo suficiente para tener buenas cosechas. ¿No puede Dios mandar la lluvia si es necesario? Y si no la manda ¿puedes decir “Gracias Señor?” Eso es lo que Él quiere. “En todas las cosas dad gracias.”

No hay cosa que tú necesites, que Él no pueda suplir. ¿Necesitas conocimiento? ¿Necesitas fortaleza? Dios puede hacer más a través de un creyente débil que se somete y confía en Él, que a través de un creyente fuerte que ni se somete ni confía. “Porque todas las promesas de Dios son en Él sí, y en Él amén, por medio de nosotros para la gloria de Dios.” (II Corintios 1:20).

Deseo que los jóvenes y las jóvenes que asisten a nuestro estudio, se retiren con este único pensamiento firme en sus mentes: “Señor, nunca permitiré que la falta de algo, me persuada a tal grado que la labor que me has encomendado sea estorbada.” Prefiero que se retiren con esto en vuestros corazones que con métodos, materiales

e ideas que pudiéramos compartir con ustedes, porque conozco el potencial de un hombre cuando llega a decir hora tras hora, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, y año tras año: “Señor, yo creo que mi Dios reina.”

Escuchen: Pueden tener una excusa si quieren. Pueden tener más de una excusa. Pueden tener cientos de ellas. Eso no es lo que nos detiene. Lo que nos detiene es que no vivimos, ni predicamos el hecho de que Él está en Su trono, y de que siendo Él el que dirige el negocio, se va a ocupar de proporcionar todo lo que necesitemos.

De camino a la India en 1948, me detuve en Hong Kong, y un vuelo de la línea Pan American se retrasó tanto que me hizo perder mi conexión en Bangkok. Pregunté si había algún otro vuelo para llegar a Calcuta. La tripulación dijo: “No, ni de casualidad.” Entonces alguien dijo: “Tenemos órdenes de que este avión llegue a Calcuta, pero debido a ciertos reglamentos, esta tripulación no puede conducirlo.” Así que oré: “Señor, Tú sabes acerca de las reuniones en Calcuta, y para Tí, resolver esta situación, es nada.”

Al cabo de un rato, se recibió un mensaje de radio: “No tenemos tripulación para traer esa nave a Calcuta. Su tripulación ha sido ordenada para traerlo.” Sólo cuatro personas viajamos en ese inmenso DC-6, tres de las cuales, no tenían que hacer nada en la India sino hasta después de tres días. Llegué a tiempo para las reuniones, y como resultado, un hombre de Nepal vino al conocimiento del Señor. Este hombre llegó a ser más tarde, la llave que abriría la puerta de aquel país del Himalaya, que había estado cerrado al Evangelio, durante tantos años.

La necesidad del momento, en lo que a mi me concierne, amigo, es creer que Dios es Dios y que Él tiene mucho más interés en que la Gran Comisión se lleve a cabo que tu y yo. De modo que, si Él está más interesado en que se realice el trabajo, Él tiene todo el poder para realizarlo y nos ha comisionado a ti y a mi para ello, nuestro deber, entonces, es obedecerle... alcanzando al mundo para Él y confiando que Él nos ayudará.

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El Señor pudo muy fácilmente haber dicho a los discípulos: “Ustedes son sólo once hombres, carecen de facilidades y de medios de transporte, de manera que todo lo que yo deseo que hagan es que enciendan el fuego de la fe en Jerusalén.” Pero Él no dijo eso. Los creyentes en el sur de la India, dan testimonio de que están felices de que Tomás creyera que Jesucristo lo mandaba hasta lo último de la tierra. Tengo entendido, que la iglesia de Mar Thoma, la más grande en el sur de la India, data de 1900 años atrás, y que debe su origen al trabajo de este discípulo. ¿No te da gusto de que Tomás no le dijera a Jesucristo: “No puedo ir porque no tengo un avión DC-6?”

“Y me seréis testigos...” no en Jerusalén, o en Judea, o en Samaria, o en el extranjero. Sino que “... cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, ... me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).

Supongamos que eres pastor. Como tal, tienes la responsabilidad de pastorear a tu grey, también tienes la responsabilidad por la gente de otros países. Debes estar preocupado. La única razón por la cual no estás en el campo misionero hablando a otras personas de la salvación, es porque estás entrenando a los creyentes laicos a amar y a servir al Señor Jesucristo en tu ciudad, en tu estado, en tu país y hasta lo último de la tierra.

Para terminar, un poco de historia de los Navegantes. Solía tener un mapa del mundo delante de mí. Ponía mis dedos en algunas de las islas, Australia, Nueva Zelanda, Okinawa, Formosa, y decía: “Señor déjame ganar hombres para ti en estos lugares.” Yo no había sido desafiado a hacer esto a través de algún sermón, sino por la Escritura que dice: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 33:3). En el capítulo anterior Jeremías había dicho al Señor: “¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.” (Jer. 32:17).

Diez versículos después, el Señor le dice a Jeremías: “He aquí yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías 32:2 7). Entonces, unos cuantos versículos más adelante, Él le dice: “Muy bien, si tú crees en Mí, clama a mi y yo te responderé.”

Le pregunté a un amigo “¿Crees en este versículo?” “Sí”, dijo él.” “Yo también”, le dije, “pero nunca he visto estas cosas grandes y ocultas y me gustaría verlas.” Así que, empezamos con una reunión de oración todas las mañanas. Decidimos escoger un cierto lugar para las citas, encender un buen fuego y estar en oración a las cinco de la mañana en punto. No un minuto después de las cinco... habíamos hecho un compromiso con el Señor. Orábamos dos horas durante los días de la semana y los domingos nos reuníamos a las cuatro de la mañana, una hora más temprano, para poder orar por los jóvenes de nuestra Escuela Dominical, por nombre y por grupo. Oramos también por las ciudades de Harbor City, Torrance, Long Beach, San Pedro, Los Ángeles, Pasadena, y las ciudades de alrededor, de donde había recibido algunas llamadas de jóvenes cristianos que me invitaban a ir a visitarlos para contarles como ganaba yo a los jóvenes.

La tercera y cuarta semana, empezamos a incluir ciudades de la costa un poco más al norte, San Francisco, Oakland, Seattle y Portland. Orábamos: “Señor úsanos en estas ciudades.” Para la cuarta o quinta semana, habíamos cubierto con oración todos los estados de la Unión. Conforme los nombrábamos, orábamos: “Señor, úsanos para ganar hombres jóvenes para tí en el estado de Oregon; úsanos también para ganar hombres jóvenes para tí, en el estado de Massachusetts...” y así seguíamos. Cada mañana oramos por cada uno de los entonces cuarenta y ocho estados. Entonces, cerca de la sexta semana, uno de nosotros dijo algo así: “Si creemos que Dios es lo suficientemente grande para permitirnos ganar hombres en los cuarenta y ocho estados, vamos pues, y oremos por el mundo entero.”

Compramos un mapa del mundo y lo llevamos

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a la colina de Palos Verdes. Cada mañana extendíamos este mapa y orábamos que el Señor nos usara en China, y en Japón y en Corea. Al cabo de cuarenta y dos días, sentí que la carga se disipaba. Dejamos de pedirle a Dios que nos usara en esos lugares y a cambio de eso, comenzamos a darle las gracias porque lo iba a hacer.” “Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1), y certeza es certeza. Es realidad; es algo en lo cual puedes creer. “La fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17). Reclamamos las promesas según orábamos. Las promesas eran los tabiques y la oración el cemento que los unía.

Después de estos cuarenta y dos días, interrumpimos nuestra reunión de oración. Y cuarenta y ocho horas después, me encontré en el hospital, acostado sobre mi espalda y con mucho tiempo para pensar… entonces, una gran idea vino a mi mente de la cual nació el trabajo de Los Navegantes.

Tres o cuatro años después, revisando papeles en un cajón de la mesa de la sala, me encontré con una tarjetita morada que decía Washington, Oregon. En otro cajón, había una lista de nombres, Les Spencer de Illinois, John Dedrick de Texas, Gurney Harris de Arkansas, Ed Goodrich de Wisconsin. Descubrí que hombres de cada uno de los estados habían venido al conocimiento del Salvador en esos tres o cuatro años. El Señor había contestado, y esos hombres habían sido entrenados como discípulos. Entonces pensé en el resto del mundo. ¿Por qué, Dios mío, se me ha permitido formar parte de esto? Bueno, pues, por la misma razón de que a cada uno de nosotros se le ha permitido.

“Toda potestad me ha sido dada en el cielo y en la tierra... Es mía, para que tú te la apropies.” Esto no es sólo un privilegio; es una orden. Dios no espera menos.

Dios no quiere que alcances una isla; Él quiere que alcances el mundo. ¿Qué le estás pidiendo a Dios? ¿Qué deseas? ¿Deseas ganar sólo

unos cuántos? Tienes que comenzar con pocos y tener éxito con esos pocos. Puedes hacerlo porque Jesús dijo: “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres.” (Mateo 4:19). No hay un hombre que haya ido en pos de Cristo, que no haya llegado a ser un pescador de hombres. Él nunca deja de cumplir lo que promete. Si no eres pescador de hombres no estás siguiéndole. Tienes que pescar uno, antes de pescar cinco; y cinco antes de quinientos. El mundo esta frente a tí. ¿Qué tan grande es tu fe?

La necesidad del momento son hombres que deseen lo que Cristo desea y que crean que Él quiere darles el poder para hacer lo que Él ha pedido. Nada en el mundo puede detener a tales hombres. ¿Crees esto? ¿Deseas ser uno de ellos? Puedes serlo, pero tienes que pedirlo. “Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 33:3). Años atrás, cuando oré por Formosa, no pude haber comprendido lo que estoy viendo ahora. Pero esta es la forma que Él ha prometido que sería, así que cuando clames, pide en grande.