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El Colegio del Estado de HidalgoIntroducción a las Políticas PúblicasDr. César Ignacio Cruz Islas
Políticas ambientales aplicadas para el mejoramiento de la calidad de vida
urbana: caso del Programa ECOBICI en el Distrito Federal.
Arq. Tito Armando Cruz Aguirre
Este ensayo pretende abordar la importancia que han tenido las políticas
ambientales para el mejoramiento de la calidad de vida en una ciudad tomando como
ejemplo el Programa ECOBICI el Distrito Federal, señalando el proceso que tomo la
implementación del tema de movilidad sustentable en la esfera política y cómo los
agentes sociales tuvieron especial influencia en la determinación de la agenda política
para incentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Por último, se hará una
breve evaluación de los beneficios ambientales que ha traído este programa, así como las
implicaciones sociales de su existencia.
Introducción
Ante la crisis ambiental que está afectando a las ciudades del mundo por la mala
calidad del aire causada en gran parte por las emisiones nocivas de los automóviles, las
ciudades mexicanas aún tienen las posibilidades de promover alternativas de transporte
más eficiente, económico y sostenible para enfrentar el desafío de abordar una
problemática urbana compleja. Una de las alternativas que muchas ciudades a nivel
mundial reconocen como solución es el impulso al uso de la bicicleta, la cual juega un rol
importante para mejorar la movilidad y la calidad de vida urbana. Además, ya existe a
nivel internacional un reconocimiento de que su integración al sistema de transporte es
una solución
La protección del medio ambiente se ha convertido en un tema de suma
importancia para las agendas de los gobiernos internacionales, sin embargo, este objetivo
se contrapone a los deseos de desarrollo urbano, económico e industrial de las ciudades
que pretenden aparecer en el escenario global. Existe una evidente tensión que coloca en
situación antagónica a la ciudad y al medio ambiente bajo la premisa de que no se puede
preservar la biodiversidad y la belleza natural de las regiones intactas, y simultáneamente
reproducir el mismo desarrollo que caracteriza a las regiones más avanzadas del planeta.
El grado de deterioro ambiental, evidente a simple viste en las principales ciudades
mexicanas, ha propiciado que la sociedad, instituciones nacionales e internacionales y las
ONG´s demanden la atención del gobierno hacia estos problemas y se tomen acciones
para revertir los daños ambientales causados por el proceso de crecimiento urbano, cuyos
costos ambientales representan fuertes gastos económicos, y aún más importante, ponen
en peligro la calidad de vida de sus ciudadanos. El panorama se vuelve aún más
desalentador cuando persisten políticas públicas que privilegian el automóvil, mediante la
construcción de autopistas urbanas, subsidios a la gasolina y al estacionamiento, así
como la eliminación del impuesto a la tenencia.
De acuerdo al INEGI, para el año 2010, en el ámbito nacional se contabilizaron 31
millones 636 250 automóviles, mientras que en el Distrito Federal se registraron un total
de 4 millones 166 mil 756 vehículos, de los cuales el 96 por ciento era de uso particular, 3
por ciento era de carácter público, y el 1 por ciento para uso oficial, cabe mencionar que el
total del Distrito Federal corresponde al 13 por ciento del total nacional. Para el mismo
año, la población correspondía a un total de 8 millones 851 mil 080 habitantes, es decir,
aproximadamente dos vehículos por habitante en el D.F. Las diferentes zonas
metropolitanas en el país, como la Zona Metropolitana del Valle de México, Monterrey y
Guadalajara, son las que registran las mayores intensidades de los uso de los
automóviles, debido s que son las que concentran el mayor parque vehicular en el país.
Políticas públicas ambientales
La política puede significar la realización de una acción específica ante una
situación social deseada. Sin embargo, el diseño y desarrollo de las políticas obedece a
las correlaciones de poder de los diversos actores sociales y al dilema de realizar
planificación intelectual, tecnocrática o política con interacción social y participación
ciudadana. Las políticas públicas, por lo tanto, se reconocen como un proceso de
aprendizaje colectivo para aumentar la capacidad de resolver problemas e influyen de
manera decisoria en la formulación y legitimación de la agenda pública a través de un
proceso de interlocución y comunicación democrática entre sociedad y gobierno.
Siguiendo este orden de ideas, las políticas ambientales buscan evitar el deterioro
ambiental y mejorar la calidad de vida del colectivo urbano, este concepto se refiere al
conjunto de objetivos, criterios y orientaciones generales dirigidas a la protección del
medio ambiente, estas políticas deben reflejar las prioridades ambientales. El surgimiento
de estas políticas puede ser originado desde dos frentes particulares, ya sean políticas de
carácter explícito o implícito. Las primeras (explícitas) refieren a las que originan en los
organismos centrales de la administración pública que tienen como objetivo la protección
al medio ambiente; las segundas (implícitas) son aquellas que se toman en otros ámbitos
de la política pública o de los sectores productivos, y que influyen en la transformación del
medio ambiente, puede ser la sociedad civil organizada. (Gligio, 1997)
En el caso que motivo este trabajo, las políticas ambientales deben enfocarse en
la mitigación de los daños, riesgos y peligros ambientales causados por la actividad
humana en el contexto urbano. Esta necesidad debe involucrar necesariamente la
participación ciudadana y la conciencia social con la finalidad de que promuevan la
transformación en los hábitos cotidianos que están afectando al medio ambiente. La
cuestión de la movilidad es el principal problema urbano involucrado en este análisis,
entendida como la necesidad de desplazarse, así como el derecho de tener libre acceso y
circulación dentro de la ciudad.
Conjugando los conceptos de política ambiental y el de movilidad, surge la
necesidad de la creación de políticas de movilidad sustentable, refiriéndonos a aquellos
planteamientos que permitan la equidad, el acceso universal y sin discriminaciones, la
reducción de la congestión vehicular y el respeto al medio ambiente, por medio de la
utilización de mecanismos de desplazamiento que produzcan los menos daños posibles al
medio ambiente, ya sea por no utilizar combustibles fósiles como los vehículos eléctricos,
o por sus nulas emisiones atmosféricas como la bicicleta
Los problemas generados por la movilidad no son sólo la congestión o la mala
comunicación, como pareciera deducirse del tratamiento prioritario que dan a estos
asuntos los medios de comunicación. Hay un gran número de impactos ambientales y
sociales que produce el transporte motorizado, que tienen una fuerte y negativa
repercusión en la calidad de vida de las personas.
En aras de transformar a nuestras ciudades en organismos saludables, equitativos
y sustentables es necesario transformar nuestros paradigmas de movilidad urbana que
privilegian el uso excesivo e indiscriminado del automóvil, estos patrones se ven
impulsados por la acelerada expansión de las ciudades, así como por patrones de
urbanización periférica caracterizados por la fragmentación y dispersión; estos fenómenos
obligan a las personas a utilizar el automóvil para acceder a los bienes y servicios que
requieren para su vida diaria.
Los diseños urbanos se proyectan por y para el coche, quedando relegados otros
usuarios de la ciudad; el coche nos tiraniza con sus condicionantes y excluye otras
posibilidades de desplazamiento más razonables. El imperio del coche como medio de
trasporte urbano y dueño de la ciudad debe tocar a su fin. Una nueva cultura de la
movilidad debe surgir en nuestra sociedad, y estos cambios deben surgir desde la cultura
del ciclismo y de la movilidad alternativa. (Silvente Ortega)
Las consecuencias del modelo de transporte actual nos afectan por vías distintas;
por un lado, están los problemas relacionados con la congestión, que se materializan en
una pérdida de tiempo a la hora de desplazarse; por otro, tenemos las afecciones directas
a la salud por la contaminación acústica y del aire; por último, no hay que olvidar las
afecciones indirectas a la salud por las repercusiones psicológicas debidas a la ocupación
y fragmentación del territorio, que limitan o imposibilitan la utilización de las calles cómo
algo más que canales de transporte.
En síntesis, nuestro paradigma de movilidad es un atentando directo para nuestra
calidad de vida y representa un problema que nos afecta en nuestro diario vivir;
paradójicamente, existe una aceptación y dependencia de la sociedad hacia este modelo,
lo cual dificulta que las alternativas de solución permeen en el contexto urbano y sean
vistas como innecesarias. Estos problemas tienen una característica particular, la
afectación a todos los habitantes de la ciudad, por lo que los mismos habitantes deben ser
parte de la solución, y las transformaciones deben venir desde el abandono a la
dependencia de los modelos actuales de movilidad, así como la concientización social y
ambiental de los problemas que produce.
La Bicicleta como alternativa de solución
La bicicleta actualmente está recobrando mucha popularidad debido a los
problemas ambientales que actualmente perjudican nuestros ecosistemas y nuestra
salud, en varios países se están implementando programas para promover el uso de este
vehículo para reducir el uso y producción de gases contaminantes, sin duda una gran
alternativa para el uso de un transporte; pero también hay un beneficio personal.
Actualmente, México es el primer lugar en obesidad y el uso de la bicicleta es una muy
buena opción para empezar a solucionar este problema que afecta a miles de personas,
además de ser un vehículo que ofrece característica que otras opciones para la solución
de este problema.
En el caso del Distrito Federal y su área conurbada, que se extiende sobre más de
mil 500 km2, de esta enorme superficie se estima que el 70 por ciento es propicia para el
uso de la bicicleta pues cuenta con pendientes menores al 6 por ciento. Por otro lado, se
sabe que 40 por ciento de los viajes en la ciudad son de menos de 15 minutos y menos
de ocho kilómetros, lo cual convierte a la bicicleta en un medio potencial de interconexión
con el transporte público, ya que 70 por ciento de los viajes en la capital del país se
realizan con este sistema. Pero además, la mayoría de los usuarios necesita dos o más
medios de transporte para llegar a su destino final, lo que incrementa los tiempos de viaje
y disminuye la calidad de vida. De acuerdo con un censo que la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) realizó en el 2010, el gasto diario en transporte público es
de 17 pesos, lo cual significa que el grupo de habitantes con menores ingresos gasta en
promedio el 35 por ciento de sus ingresos en transporte. Si se logra aumentar el uso de la
bicicleta, lo anterior puede cambiar pues la bicicleta urbana disminuye el uso de vehículos
motorizados, reduce los congestionamientos viales y mejora la salud. (Suárez, 2012)
El uso de la bicicleta se convierte en una alternativa de movilidad no motorizada y
sustentable para mejorar las ciudades. La bicicleta es el modo de transporte más rápido y
eficiente para hacer viajes de hasta cinco kilómetros, con una velocidad promedio de 16.4
Km/hr, comparado con la velocidad promedio de otros modos de transporte, como la de
un auto en hora pico que es de 15 Km/hr. Inclusive, la velocidad de la bicicleta es
competitiva con la del transporte público en distancias cortas; hasta los cinco kilómetros,
la cadena “caminar-esperar-autobús-caminar” suele tomar más tiempo que usar la
bicicleta. Es la opción ideal para viajes cortos y medianos, para desplazarse dentro de
una colonia o entre colonias y para realizar viajes más largos en conexión con el
transporte público.
La tendencia mundial indica que las ciudades con altos porcentajes de ciclistas
son percibidas como lugares más seguros y más humanos. Al aumentar el uso del
espacio público, se crea un sistema cívico de seguridad informal que transforma la vía
pública en un espacio más incluyente y con un tejido social más robusto. Además,
transitar en bicicleta posiciona a los ciudadanos como iguales, aumenta la
democratización y la equidad al desplazarse por la ciudad, demerita el significado social
que confiere el uso del automóvil y suaviza la brecha que separa a los ciudadanos cuando
conviven en el espacio público
Bicicleta y agenda pública
El tema de la bicicleta como medio de transporte ha sido colocado en la agenda
pública principalmente por los esfuerzos de los ciclistas, pues su presión ciudadana ha
impulsado en buena medida las políticas favorables y han guiado las acciones del
gobierno. A través de actividades de fomento del uso de la bicicleta como recorridos por
las principales calles de la ciudad, cursos de conducción y mecánica básica, convivios,
manifestaciones y hasta protestas, es como se ha ido construyendo la conciencia social
acerca de los beneficios que trae el ciclismo a las interacciones sociales y al desarrollo
urbano sustentable.
El papel de la participación de la sociedad civil y de las ONG´s en la construcción
de políticas públicas ha tomado particular importancia. En este contexto, destaca la
organización de ciclismo urbano conocida como Bicitekas A.C., cuyas actividades
culturales y campañas sociales se orientaron a la demanda de políticas públicas que
incentiven el uso de la bicicleta como una opción en el transporte dentro de la ciudad y
como una herramienta que contribuye a construir ciudades más humanas. Esta
sensibilidad social a favor de la bicicleta ha aumentado en los últimos años, en paralelo al
incremento de la concienciación de la sociedad por los temas medioambientales, impacta
directamente a las autoridades con competencia en materia de movilidad, en los distintos
niveles de la administración, orillándolos a reconocer y asumir la viabilidad de este medio
de transporte.
Un ejemplo de los resultados de los trabajos iniciados por la Red Nacional de
Ciclismo Urbano (BiciRed) en 2010 es la campaña “5% por la bicicleta” con la cual se
solicitó al gobierno y a los candidatos de las próximas elecciones, que el presupuesto
enfocado al transporte considere dicho porcentaje para el fomento del uso de la bicicleta
como medio de transporte sustentable y equitativo, dentro de los egresos
gubernamentales del 2012. La campaña se enfocaba en tres estrategias clave, las cuales
abarcan la creación de infraestructura de calidad para el uso de la bicicleta, el fomento de
una cultura para la convivencia segura de los diversos vehículos en las calles, y el trabajo
por un marco regulatorio enfocado a la creación de una ciudad justa y equitativa. Si bien
no se logró que se aprobara el porcentaje deseado, si lograron incluir criterios de
movilidad no motorizada en el Presupuesto de Egresos de la Federación del año 2012,
aunque este rubro solo representó el 0.03 por ciento de las inversiones en movilidad del
Fondo Metropolitano en el año 2012 para un total de 429 proyectos de infraestructura
ciclista.
Los medios de comunicación han jugado un papel muy importante en el tema de la
movilidad no motorizada, se convirtieron en una alternativa para la difusión de los valores
y los beneficios de la movilidad en bicicleta, y tomaron relevancia como espacio de
denuncia de los ciclistas organizados ante los abusos y peligros a los que se exponen por
el carente respeto al ciclista por parte de los automovilistas. De este modo, los medio de
comunicación han tenido dos funciones principales, la primera es promover la conciencia
social y la segunda es ejercer presión a los grupos políticos e institucionales involucrados
en el diseño urbano para incorporar infraestructura y un entorno propicio, adecuado y
seguro para llevar a cabo esta actividad.
A pesar de la apertura de la esfera política hacia la incorporación de este tema en
la agenda pública, y de la participación de los medios de comunicación en la difusión de la
relevancia y necesidades del ciclismo, los avances más importantes se han dado gracias
a la organización colectiva de la sociedad a través de la interacción y las campañas
emprendidas por parte de las diferentes ONG´s que promueven esta actividad, Esta
premisa pone de manifiesto que la participación ciudadana, los medios de comunicación y
las redes sociales son capaces, sin duda alguna, de fijar la agenda púbica en nuestra
entidad, a diferencia de lo que se puede pensar en el ámbito político. Sin embargo, aún
hay que estar pendientes de cómo se construyen y desenvuelven las políticas públicas
porque una cosa es estar en la agenda y otra muy diferente la manera en la que se
abordan y se buscan alternativas de solución, por lo que es muy importante que la
sociedad civil siga muy de cerca la acciones políticas, de seguimiento al presupuesto,
logre ser integrada en las comisiones que deciden como etiquetar los recursos, auditarlos
y evaluarlos, entre otras muchas cosas más que permitan el bienestar colectivo y el
desarrollo sustentable.
En los últimos dos años, la Ciudad de México consiguió lograr que se realizarán
las modificaciones al reglamento de tránsito que reconocen a la bicicleta como vehículo
que reconocen a la bicicleta como vehículo, dándoles la referencia en el uso del “espacio
público de los diferentes modos de desplazamiento”, entre otros beneficios que le dan
prioridad sobre los vehículos motorizados.
ECOBICI
Los sistemas de Bicicletas Públicas son parte de las modalidades que tienen los
Planes de Movilidad Urbana Sustentables en su categoría de transporte no motorizado y
se definen como “los servicios de préstamos de bicicletas en los núcleos urbanos,
impulsados generalmente por la administración pública. Están pensados para prestar un
servicio de movilidad práctico y rápido para el uso cotidiano”. Los sistemas de Bicicletas
Públicas han evolucionado, en la actualidad se encuentran en la tercera generación, es
decir, ocupan tecnologías que evitan la necesidad de cableados y tarjetas inteligentes de
prepago con chips recargables que pueden utilizarse para efectuar pagos en los
diferentes sistemas de transporte público.
El concepto de movilidad urbana ha tomado una función de slogan empresarial o
gubernamental para promocionar un nuevo estilo de desplazamiento más verde, creando
una serie de proyectos, programas y estudios basados en este término. Ahora los
gobiernos a favor del desarrollo sustentable tienen en sus políticas Planes de Movilidad
Urbana Sustentables, tal es el caso de México con el Plan Verde. Como parte del Plan
Verde de la Ciudad de México y tras varios años de promover el uso de la bicicleta, el
programa ECOBICI fue lanzado el 16 de febrero de 2010 con la intensión de integrar
proyectos orientados a la disminución de los viajes en auto particular. Desde la puesta en
marcha en febrero del 2010, es gestionado por la Secretaría del Medio Ambiente del
Distrito Federal, inicio operaciones con 85 cicloestaciones y 1 mil 114 bicicletas,
actualmente cuenta con 275 con un área de cobertura de 21 km en 19 colonias de las
Delegaciones Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, y da servicio a 110 mil usuarios. El Sistema
de Transporte Individual ECOBICI se convirtió en el primer sistema de bicicletas públicas
en México y Latinoamérica. Para su implementación se tomaron como referentes; para su
puesta en marcha se utilizó un monto de original de 75 millones de pesos invertidos,
En el documento “10 acciones de la Ciudad de México para enfrentar el Cambio
Climático” se conceptualiza a ECOBICI como una “herramienta respetuosa del medio
ambiente, que permite a la gente desplazarse con mayor rapidez de un medio de
transporte público a otro, o acercarse a sus destinos finales o intermedios”. Los beneficios
de la implementación del programa de bicicletas públicas, adicionales a los vinculados a
la promoción del uso de la bicicleta y fomento de la cultura ciclista, son los siguientes:
Beneficios ambientales
a) Promover y fomentar la intermodalidad con el trasporte público y ampliar las alternativas de transporte a la ciudadanía, dando una alternativa al uso del automóvil.
b) Promover el uso de un modo de transporte eficiente y no contaminante.c) Reducir la emisión de gases contaminantes tipo invernadero.
Beneficios en salud
a) Reducción de la obesidad por medio del fomento de una actividad física.b) Reducción de los riesgos de muerte por enfermedades cardiovasculares y otras
producidas por el sedentarismo y la obesidad.c) Reducción de los accidentes de tránsito.
Beneficios sociales
a) Promover estilos de vida saludables.b) Incentivar el uso del espacio público y la convivencia.c) Mejorar la calidad de vida.d) Promover la equidad social a través del uso y aplicación de los recursos de la
población.
Beneficios económicos
a) El Sistema ECOBICI también generará beneficios económicos para el GDF a través de los recursos de autogenerados, provenientes de las inscripciones anuales de los usuarios al sistema.
b) Se planea que el usuario pueda realizar viajes ilimitados con un tiempo máximo de 30 minutos incluido en el costo de la membresía anual ($300.00), esto representará un costo de 86 centavos diarios, convirtiéndolo en el trasporte más económico de la ciudad. Lo anterior permitirá a los usuarios, ahorrar aproximadamente en promedio $15.00 por cada viaje que realice, en sustitución de un viaje en microbús, taxi, vehículo propio, etc.
c) Reducir el tiempo dedicado a los desplazamientos diarios, con lo cual se aumentará la productividad al disminuir el número de horas hombre perdidas en la congestión vial.
d) El costo de operación y mantenimiento de la infraestructura y equipamiento representarán una inversión mínima para la ciudad, en comparación con otros modos de transporte.
La empresa Clear Channel fue la que implementó su transporte público sostenible
denominado “SmartBike” el programa ECOBICI. Estas bicicletas funcionan ancladas a
una terminal con cierre automático y sistema de identificación de usuario mediante una
tarjeta magnética. La infraestructura y necesidades requeridas para el funcionamiento del
sistema ECOBICI son:
Estación: se trata de barras modulares unidas que juntas forman la
estación, la cual opera a través de una columna de información o punto de
interacción con el usuario cuyo funcionamiento opera con tecnología
GPRS1. Las bicicletas quedan ancladas a las barras de la estación.
Bicicleta: son ligeras con un peso aproximado de 16.5 kg con 3
velocidades, asiento adaptable, portaequipaje delantero, anclaje situado en
el manillar.
Vehículos: furgonetas adaptadas para la limpieza y mantenimiento de las
bicicletas.
Ciclovías: rutas establecidas para el tránsito de las bicicletas, tienen
diferentes anchos de acuerdo a su ubicación
El funcionamiento del sistema es a través de una tarjeta magnética que el usuario
obtienen después de registrarse en el programa; está tarjeta le permitirá acceder a las
estaciones. El lector de la estación leerá la tarjeta y le permitirá el acceso a una bicicleta
que será desbloqueada en el momento para su utilización, el cual será gratis los primeros
30 minutos. El sistema bloqueará el acceso a una bicicleta cuan ésta haya sido utilizada
más de tres veces consecutivas, lo cual permite un mayor cuidado de la bicicleta.
El Programa Muévete en Bici fue el primero, al cual le siguieron ECOBICI, las
ciclovías, la BiciEscuela, las publicaciones como el Manual del Ciclista Urbano y otros;
cada uno de estos proyectos se convirtió en una oportunidad para vencer las barreras
ideológicas y sociales, mejorando la movilidad a través de la bicicleta.
Este programa no solo ha tenido impactos positivos en el medio ambiente, sino
que también ha repercutido en el mejoramiento de los espacios públicos en la ciudad,
pues ahora los lugares por donde transiten los ciclistas se han convertido en espacios que
propician la cohesión social, interacción ciudadana, encuentros causales y dignos, el
descanso, entre muchos otros beneficios para la vida social y el desarrollo espiritual de
los ciudadano; como alternativa, una vez por semana se cierran algunas avenidas
principales, como Paseo de la Reforma, para el uso exclusivo de la bicicleta demostrando
que en la ciudad también se pueden incorporar otros usos a las vías predominantemente
vehiculares.1 General Packet Radio Service
Reconocimientos
El Sistema de Transporte Individual ECOBICI ha recibido múltiples premios y
galardones, entre ellos destacan: el premio por Mejores Prácticas de la ONU-Hábitat; el
premio del Concurso de Movilidad Amable del Centro de Transporte Sustentable-
EMBARQ México; y el premio I+T Gob el cual es el máximo reconocimiento que entrega
el CIAPEM2 del Gobierno Estatal de Michoacán.
De acuerdo con el Institute for Transportation and Development Policy (ITDP)
menciona que son más de 600 ciudades en todo el mundo las que cuentan con un
sistema de bicicletas compartidas. Es este mismo organismo quien se ha dado a la tarea
de analizar y calificar el desempeño de estas redes de bicicletas compartidas,
implementadas en las diversas urbes del planeta. Dicho estudio lleva el nombre de “Bike-
Share Planning Guide”, el informe de ITDP sitúa al programa ECOBICI dentro del tercer
lugar en su ranking de ciudades con buen funcionamiento en su sistema de bicis
compartidas, tomando en cuenta el número de uso diario por cada bicicleta y el promedio
de viajes diarios por cada mil habitantes; con base en lo anterior, en el sistema de
ECOBICI se realizan 5.5 viajes por bicicleta, con un promedio de viajes de 158.2 por cada
mil habitantes. (seResponsable, 2013)
Problemas
Entre los principales problemas que presentaba el programa se encontraban: las
estaciones fuera de servicio y con mal funcionamiento del sistema de arrendamiento; el
comportamiento de las estaciones en horas pico, estaban llenas y no permitían devolver
la bicicleta o vacías de modo que las personas no podían tomar una para su trayecto; mal
estado de las bicicletas; mal uso por parte de los usuario.
Aunado a estos problemas, el costo de funcionamiento está poniendo en situación
crítica al programa, tan sólo durante el primer año de funcionamiento el Gobierno del D.F
recaudo 5 millones 664 mil pesos, mientras que destinó el 85 por ciento del dinero para el
funcionamiento equivalente a 32 millones 357 mil pesos. Para 2012, con la ampliación a
las fases II y III los costos de mantenimiento ascendieron a 76 millones 806 mil pesos,
mientras que sólo capto 9 millones 499 mil pesos, es decir 9 por ciento de recaudación
por 89 por ciento de gasto presupuestal.
2 Comité de Informática de la Administración Pública Estatal y Municipal
Este programa esperaba que los viajes realizados en este medio, que para 2010
representaban el 1 por ciento, pasaran a 5 por ciento en 2012. Sin embargo, el principal
problema de este programa y por el cual las metas están lejos de alcanzarse, recae en la
nula cultura ciclista del ciudadano mexicano aferrado al automóvil y medios tradicionales
de transporte.
Evaluación ambiental del Programa ECOBICI
Para evaluar el impacto que ha tenido el uso de bicicletas públicas como medio de
transporte con respecto a las emisiones de GEI3 se emplea un metodología basada en la
“Encuesta de Opinión a Usuarios del Sistema ECOBICI”. A partir de esta encuesta se
obtuvo que el 54.1 por ciento de los usuarios sustituyeron otro modo de transporte con la
bicicleta; de estos, el 25 por ciento sustituyó su automóvil particular y/o taxi, lo cual es
equivalente al 13.7 por ciento del total de los encuestados. El porcentaje restante
corresponde a los otros modos de transporte como Metro, microbús, entre otros.
De acuerdo con estas consideraciones, el programa ECOBICI ha evitado un total
de 232 toneladas de CO2 entre los años 2010 y 2012. Estas cifras, de acuerdo a la
Calculadora Mexicana de CO2, equivalen a la plantación de 697 árboles.
El tiempo de traslado es un factor determinante en la actualidad, como se ha
mencionado, se pierde mucho tiempo en los viajes y más aún cuando hay
embotellamientos o congestiones vehiculares. Desde el año de su creación hasta 2012,
ECOBICI ahorro un total de 2 mil 065 días, y tomando en consideración el Valor Social del
Tiempo4 (VST), esto implicó un ahorro de 1 millón 075 mil 412 pesos.
Conclusiones
Es posible afirmar que el programa de ECOBICI no ha tenido los resultados ni los
impactos suficientes para considerarse exitoso, pero esta afirmación no puede culpabilizar
a las estrategias y acciones emprendidas desde el ámbito político o legislativo en las
líneas intrínsecas del programa. Una política de esta magnitud requiere estar
acompañada de otras que la complementen; es decir, el programa ECOBICI, como
3 Gases de Efecto Invernadero4 Parámetro utilizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para contabilizar cuánto es que los
individuos estarían dispuestos a pagar en promedio por evitar el tiempo que asignan a viajar.
cualquier otro que fomente el uso de la bicicleta como medio de transporte y se disminuya
el uso del automóvil, requiere la preexistencia de un sistema de un sistema de transporte
público eficiente, seguro y con mejor servicio, además de una transformación en la cultura
de la movilidad de la población que coadyuve a generar mayor conciencia sobre la
importancia del medio ambiente. El cuidado ambiental no sólo estas siendo promovido por
las instancias jurídicas, sino que se ha buscado transmitir el mensaje a través de la
instauración de días mundiales en pro del cuidado del medio ambiente con la intensión de
promover la conciencia ciudadana sobre este tema.
A pesar de resultados fructíferos en las luchas sociales por el uso de la bicicleta y
las disminuciones en los niveles de contaminación gracias al programa ECOBICI, el
ciclismo en México aún se enfrenta a retos que detienen la expansión de la bici como
medio de transporte. Y es que las ciclo rutas tienden a ser poco eficientes, las rutas están
mal trazadas o no responden a las necesidades de movilidad de las personas, y sobre
todo, el poco respeto del automovilista hacia el ciclista; el miedo de ser violentado o
atropellado por un conductor irresponsable es el principal obstáculo para animar a la
gente a utilizar este medio de transporte, tan sólo basta recordar los constantes
accidentes que terminan con la vida de los ciclistas causados por la imprudencia de los
conductores de vehículos motorizados. El uso masivo de la bicicleta no solo es cuestión
de producir millones de bicicletas, sino también de construir redes de ciclovías,
estacionamientos, reglamentación especial y por sobre todo, de construir una cultura de
respeto y seguridad para todo ciclista. Entre más bicicletas se usen, más seguras serán
las vialidades porque cuando existe una buena infraestructura ciclista, la gente estará
gustosa y animada por utilizar esta alternativa a la necesidad de movilidad urbana
Por último, quisiera resaltar la importancia de este tipo de proyectos no por sus
evoluciones cuantitativas, sino porque las transformaciones en el ámbito cualitativo; pues
están empezando a proponer alternativas para alcanzar el desarrollo sustentable. En el
fracaso de este tipo de políticas, el sector gubernamental tiene un importante grado de
responsabilidad, pero es la sociedad en general la responsable de impulsar y apoyar
estos proyectos, ya sea a través de procesos participativos o con la utilización de estas
opciones amigables con el medio ambiente.
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