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POLÍTICA NACIONAL DE LA AUDITORÍA SOCIAL DE HONDURAS (PNASH)
MESA INTERSECTORIAL DE TRANSPARENCIA, RENDICIÓN DE CUENTAS Y
AUDITORIA SOCIAL
Dr. Lester Ramírez Irías 29 de abril de 2014
1
Presentación
La auditoría social (AS) surge en Honduras en un momento crítico de la historia del país, cuando la
capacidad de respuesta del Estado se ve exacerbada por la demanda ciudadana que produce el
Huracán Mitch en 1998. Fue durante esa crisis humanitaria y en los años posteriores de
reconstrucción, donde quedó evidenciada la necesidad e importancia de construir espacios de
colaboración y cogestión entre gobiernos y ciudadanía.
A partir de entonces, la relación entre gobiernos y sociedad civil ha ido cobrando cada vez más
fuerza, como parte importante de los procesos de desarrollo del país. Los y las hondureñas con
mayor frecuencia exigen gobiernos libres de corrupción y políticas públicas que promuevan el
desarrollo y la equidad, así como mayor involucramiento en el proceso de toma de decisiones y
formulación de las políticas públicas, al igual que en su implementación y seguimiento de manera
participativa.
Es en esa línea de ideas que se formula la Política Nacional para la Auditoria Social de
Honduras (en adelante denominada, PNASH). Esta política pública ha sido diseñada bajo un
enfoque de nueva gobernanza, el cual no considera a la auditoria social como un fin en sí mismo,
sino en un medio para incentivar la participación ciudadana y desarrollar una ciudadanía activa,
asegurar la transparencia en la gestión de lo público y la rendición de cuentas por parte de las
autoridades públicas, producir gobiernos más responsivos a las necesidades de la población, y
promover mayor colaboración entre gobiernos y ciudadanía, en búsqueda de un Estado más
democrático y cohesionado.
Se espera que a través la PNASH, los diferentes niveles de gobiernos, los entes públicos que
realizan control institucional y jurisdiccional, y los prestadores de servicios públicos tengan una
mejor comprensión de la AS, se vuelven más receptivos al rol que tiene la ciudadanía en el
monitoreo y evaluación de la gestión pública y hagan de la AS un complemento a su gestión.
Asimismo, se espera que a través de la PNASH, la ciudadanía se motive más a participar en la
gestión de lo público, mejorando la calidad de los servicios públicos a través de sus intervenciones
e incidencia, haciendo más transparentes a sus autoridades, accediendo a información y
motivando la rendición de cuentas. También que fortalezca, potencie y se apropie de la auditoria
social como una herramienta propia de la ciudadanía.
2
Índice
I. Introducción ........................................................................................................................ 3
II. Objetivos de la PNASH ........................................................................................................ 3
1. Objetivo General........................................................................................................................ 4
2. Objetivos Específicos ................................................................................................................. 4
III. Marco Conceptual ............................................................................................................... 5
1. Auditoria Social.......................................................................................................................... 5
2. Gobernanza ............................................................................................................................... 6
3. Transparencia proactiva ............................................................................................................ 6
4. Rendición de Cuentas Social ...................................................................................................... 7
IV. Normativa aplicable a la PNASH ......................................................................................... 7
V. Alcance de la PNASH ........................................................................................................... 8
VI. Sujetos de la PNASH ............................................................................................................ 8
1. Sujetos beneficiarios .................................................................................................................. 8
2. Sujetos a ser auditados socialmente .......................................................................................... 8
VII. Lineamientos estratégicos para la operativización de la PNASH ......................................... 9
1. Promover una ciudadanía activa y plural que participe en la toma de decisiones. .................... 9
2. Impulsar la transparencia proactiva y acceso a información con utilidad social. ......................10
3. Fortalecer la auditoría social a través del conocimiento y de capacidades organizativas .........11
4. Promover el dialogo y la colaboración entre gobiernos y ciudadanos. .....................................11
5. Vincular los esfuerzos y resultados de la auditoría social con el combate a la corrupción. .......12
6. El papel de la auditoría social en la gobernabilidad democrática local .....................................12
7. El rol de auditoría social en la prestación de servicios públicos. ...............................................13
8. La ética en la auditoría social y el compromiso social. ..............................................................13
9. No hay una metodología única para la auditoria social ............................................................14
10. Desarrollar una auditoria social sostenible e independiente. ...................................................14
VIII. Mecanismo de Monitoreo y Evaluación de la PNASH ....................................................... 15
3
I. Introducción
La auditoría social (AS) en los últimos años se ha convertido en unos de los ejercicios más efectivos
de democracia participativa en Honduras, ejerciendo presión en viejas costumbres autoritarias,
modificando comportamientos en las administraciones públicas, obteniendo reconocimiento del
poder político, medios de comunicación y sociedad civil en general. Sus humildes inicios a finales
del siglo pasado en el occidente del país impulsaron todo un movimiento social y vino a replantear
el rol que debe tener la ciudadanía en la democracia hondureña, pues por primera vez su
participación trascendía lo electoral, y se encaminaba a convertirse en un actor activo en las
políticas públicas y en el control de la gestión pública1.
Desde entonces la AS ha sufrido transformaciones, experimentado diversos cambios y ha sido
participe de los diversos contextos sociopolíticos que se han dado en el país. Como todo proceso
democrático, la AS requiere de fortalecimiento, el involucramiento activo de la ciudadanía y de la
institucionalidad del Estado, y la capacidad de poder adecuarse a las necesidades y realidades
cambiantes de los contextos. Es a partir de tal planteamiento que se formula la Política Nacional de
la Auditoria Social de Honduras (PNASH), considerada como un marco orientador sobre el papel
que debe tener la AS en la democracia y gestión pública.
Esta política pública es el resultado de más de cinco años de consultas y valoraciones ciudadanas,
incluyendo la participación de actores del sector público y la cooperación internacional. Asimismo
toma en cuenta la vasta experiencia de los ejercicios de AS en el país, tanto a nivel local como
central. Utiliza la rica literatura elaborada por organizaciones de la sociedad civil hondureña como
marco referencial y también se apoya con aportes internacionales. La PNASH se mantiene en
armonía con el desarrollo normativo e institucional del país, al cual busca complementar desde la
democracia participativa y la rendición de cuentas societal.
Para finalizar esta sección introductoria, la PNASH ha sido diseñada con una visión de gobernanza,
el cual no considera a la auditoria social como un fin en sí mismo, sino en un medio para incentivar
la participación ciudadana y desarrollar una ciudadanía activa, asegurar la transparencia en la
gestión de lo público y la rendición de cuentas por parte de los que ostentan poder, producir
gobiernos más responsivos a las necesidades de la población, y promover mayor colaboración entre
el sector público y la sociedad en búsqueda de un Estado más democrático y cohesionado. La
PNASH, no busca reglamentar el ejercicio de la AS, regular las personas u organizaciones que
realizan AS o limitar su campo de acción, pues se estaría contraviniendo derechos humanos,
tratados internacionales y los principios democráticos que estructuran al Estado hondureño.
A continuación se desarrollan los conceptos básicos, objetivos, alcances, actores relevantes de la
política, los lineamientos estratégicos y el mecanismo de monitoreo y evaluación de la PNASH.
1 El término de “ciudadanía” que se utiliza en la PNASH, va más allá de la visión formal, jurídica e
institucional, y subraya la importancia de la evolución de la ciudadanía como resultado de la
lucha social, la existencia de movimientos sociales y las nuevas orientaciones de la ciudadanía
cultural y los derechos humanos.
4
II. Objetivos de la PNASH
1. Objetivo General
Ser un marco referencial para que la ciudadanía conozca y haga uso de la auditoria social como un
ejercicio de democracia participativa y una herramienta de control social para el logro del buen
gobierno y una gestión pública más acorde a las necesidades reales de la población. Asimismo,
desarrollar en la institucionalidad del Estado, autoridades públicas, prestadores de servicios
públicos y gestores de fondos públicos una mayor comprensión, apertura y respeto al derecho que
tiene la ciudadanía de vigilar, monitorear, controlar y evaluar la gestión pública, a través de la
Auditoría Social.
2. Objetivos Específicos
Desprendiéndose del objetivo general, cuatro son los objetivos específicos que política pública
busca lograr. A la vez, se consideran ejes trasversales que están presentes en los lineamientos
estratégicos descritos en la Sección VII, Infra.
a) Promover la participación ciudadana como un proceso democrático para participar
activamente en la gestión de lo público, mediante el acceso a información, la toma de
decisiones y el control.
b) Desarrollar y fortalecer la transparencia proactiva y la rendición de cuentas social,
con el propósito de que la ciudadanía tenga acceso a información de utilidad para la toma
de decisiones, y pueda contribuir a la prevención y combate de la corrupción mediante la
respuesta que brindan los entes contralores y judiciales.
c) Lograr que los gobiernos, autoridades públicas, prestadores de servicios públicos y
gestores de fondos públicas escuchen, atiendan y respondan a las demandas
ciudadanas que se presentan a través de los procesos, resultados y hallazgos de la
auditoria social. Logrando de esta manera, mejorar su desempeño, brindar servicios de
mejor calidad y generar confianza en la ciudadanía.
d) Motivar el desarrollo de espacios de colaboración e intercambio en entre instituciones del
sector público, autoridades electas, prestadores de servicios públicos, gestores de fondos
públicos, organizaciones de sociedad civil, colectivos ciudadanos y la academia, con el
propósito de mejorar y fortalecer el entendimiento del rol de la auditoria social en la
gobernanza hondureña.
5
III. Marco Conceptual
Es oportuno aclarar algunos términos para poder comprender como se pone en operación la
PNASH.
1. Auditoria Social
Un concepto muy completo y hecho a la medida para Honduras es el que define a la AS como una
“Modalidad de participación ciudadana basada en el ejercicio de derechos humanos, que
consiste en la vigilancia, el monitoreo y la evaluación de la gestión de lo público, sea esta
estatal o privada, con la finalidad de lograr cambios en términos de eficiencia, eficacia y
transparencia, y de contribuir a la prevención, identificación y sanción de la corrupción”2.
De este concepto, se desprenden cinco elementos fundamentales de la AS:
a) La AS es participación ciudadana (individual o colectiva), más específicamente de una
ciudadanía “activa”, que participa en la gestión pública y que busca convertirse en agentes
de cambio.
b) A través de la AS se ejercitan y se hacen efectivos los derechos humanos, entre algunos,
la libertad de expresión, el derecho de asociación, el derecho a la petición, el derecho al
acceso a información pública.
c) La AS es un proceso que implica la vigilancia, monitoreo, seguimiento y/o evaluación de
la gestión pública, sea estatal o privada.
d) La AS busca producir cambios positivos en la ciudadanía, autoridades públicas,
representantes electos y en los gobiernos.
e) La AS es un importante socio en la prevención, identificación y sanción de la corrupción,
que contribuye mediante la investigación, la vigilancia, el control, la denuncia y el
seguimiento o incidencia.
La AS en Honduras toma diversos nombres, según las diferentes visiones de las organizaciones,
sus interpretaciones o propósitos que buscan. Algunas la llaman “monitoreo social”, otras
“veeduría social” o “contraloría social”. Para los fines y objetivos de la PNASH, todos estos
términos son valederos y equivalentes en significado al de “auditoría social” porque comparten un
denominador común: son formas de participación ciudadana que se centran en el desempeño del
gobierno y la rendición de cuentas.
2 Fuente: Hernández, E. et al (2007) Metodología de Auditoría Social a Políticas Públicas. Grupo Tripartito en
apoyo al Consejo Consultivo de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza.
6
2. Gobernanza
El tratamiento de los diversos problemas públicos ha dejado de concebirse como resultado de la
acción unilateral del gobierno, y ahora se acepta como resultado de un proceso de colaboración e
interacción constante entre el gobierno y la sociedad.
Si antes la sociedad era un receptor pasivo de los resultados que producían las políticas públicas,
ahora la sociedad está dispuesta a opinar en el diseño de las políticas y, sobre todo, a supervisar y
evaluar las acciones de gobierno. Pensar en términos de gobernanza ayuda a pensar en nuevas
prácticas administrativas para dirigir a una sociedad y alcanzar metas colectivas, suplantando
parcialmente las estructuras jerárquicas de gobierno por esquemas de gestión más dinámicos y de
participación social continua.
De tal manera, la gobernanza se puede entender como “el arte o manera de gobernar que se
propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional
duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”3
.
3. Transparencia proactiva
La vinculación entre el derecho del ciudadano al acceso a la información pública y el ejercicio de
otros derechos no es casual: precisamente la garantía del acceso resulta ser el fundamento básico
para el ejercicio libre y responsable de otros derechos fundamentales y el desarrollo de la vida
pública y privada de las personas. Es por eso que el acceso a información constituye el primer
eslabón de la participación ciudadana, pues posibilita a las personas, oportunidades para formar
opiniones, criterios, preferencias y buscar respuestas ante sus gobiernos y autoridades.
La transparencia proactiva se considera como el “conjunto de actividades e iniciativas
ordenadas que van más allá de las obligaciones que marca la ley, y que tienen como
propósito elevar en forma sostenida la publicación de información y bases de datos en
formatos abiertos de información pública gubernamental, que permitan la rendición de
cuentas, promuevan la participación activa de la sociedad en la solución de problemas
públicos de manera permanente y den respuesta a la demanda ciudadana de
información.”4
Con la transparencia proactiva, lo que se busca es generar información relevante y de la utilidad
social para que los ciudadanos tomen decisiones mejor informadas respecto a los servicios
públicos brindados (servicios municipales, educación, salud, infraestructura vial, etc.). La
3 Fuente: Real Academia Española; consultado en http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=gobernanza 4 Fuente: Instituto Federal de Acceso a la Información de México (IFAI). Consultada en
http://goo.gl/UDWPxH.
7
transparencia proactiva es una característica de un gobierno abierto, que sabe escuchar a la
ciudadanía y que puede responder a sus necesidades, que muestra sus procesos, que rinde
cuentas por ellos y que consecuentemente colabora con la ciudadanía en la construcción del bien
común.
4. Rendición de Cuentas Social
Definida de manera simple, la rendición de cuentas es “la obligación de quienes tienen el
poder de asumir responsabilidad por sus acciones”5. Desde este punto de vista, la rendición
de cuentas tiene un propósito político (controlar el abuso de poder por parte de un actor político)
y un propósito operativo (garantizar el funcionamiento efectivo de los gobiernos). Para ser
efectiva, la rendición de cuentas debe tener dos componentes: la capacidad de dar respuesta –la
obligación de rendir cuentas y el derecho a obtener una respuesta; y la capacidad de hacer cumplir
–garantizar que se tomen medidas o se provean reparaciones cuando falle la rendición de cuentas.
Tradicionalmente, los esfuerzos gubernamentales para abordar problemas de rendición de
cuentas se han centrado en mejorar y/o fortalecer el “lado de la oferta” de la gobernabilidad
democrática. Conforme a esto, se ha desarrollado toda una institucionalidad estatal con
procedimientos administrativos, controles internos, requerimientos de auditoría y legislación. Esta
visión horizontal de la rendición de cuentas, hace énfasis en las instituciones del Estado y su
interacción dentro y entre ellas, con poco o nula interacción con el ciudadano, que es el que sufre
los vejámenes de la mala gestión y la corrupción.
Con la PNASH, el gobierno pone su mirada en el “lado de la demanda” de la gobernabilidad
democrática, reconociendo la voz y la capacidad de los ciudadanos para exigir una mejor gestión,
mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de sus autoridades públicas y prestadores
de servicios. Este enfoque vertical- social no se desvincula de la visión horizontal-institucional de la
rendición de cuentas, sino que la complementa y servirá para catalizar su accionar.
IV. Normativa aplicable a la PNASH
La PNASH, es una política pública que se fundamenta en el principio republicano de la
democracia participativa, en los derechos humanos inherentes a todas las personas, en
los instrumentos internacionales ratificados por el Estado de Honduras, como son la Carta
Internacional de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la
Naciones Unidas, la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la Convención de las
Naciones Unidas contra la Corrupción y la Convención Interamericana de Contra la Corrupción.
5 PNUD (2010) Promover la Rendición de Cuentas Social. De la Teoría a la Práctica. Centro de Gobernanza de
Oslo.
8
La PNASH, tiene la flexibilidad de adecuarse a cualquier legislación o disposición del derecho
interno actual o futura que se promulgue, siempre y cuando se enmarquen en los derechos
fundamentales de todos y todas las hondureñas consagrados en la Constitución de la República.
V. Alcance de la PNASH
En términos de cobertura, la PNASH es de aplicación en todo el territorio nacional de Honduras.
En términos de su aplicación, la PNASH se aplica a toda actividad de la gestión pública, incluida
pero no limitada a procesos, servicios, presupuestos, políticas, programas, proyectos, planes,
funciones, decisiones, procesos, desempeño y resultados.
VI. Sujetos de la PNASH
1. Sujetos beneficiarios
Los beneficiarios de la PNASH es toda persona, ya sea de nacionalidad hondureña o residente en
el país, pues los derechos humanos no tienen fronteras físicas ni limitaciones jurídicas. No puede
ser impedimento para realizar ejercicios o procesos de AS la edad, el sexo, la educación, la religión,
la situación socioeconómica, lugar de residencia, etnia, ideología política, afiliación a partido
político, discapacidades u orientación sexual.
La AS la puede hacer un ciudadano en forma personal, o la puede realizar a través de un colectivo
u organización, sin necesidad que tenga reconocimiento jurídico o político. Mediante la AS se
ejercen derechos humanos que no se pueden restringir a nadie; y la gestión pública es de interés
general; en consecuencia, todos y todas gozan del derecho y deber de vigilar, monitorear y evaluar
su desempeño.
2. Sujetos a ser auditados socialmente
La AS, es un ejercicio exclusivo de la ciudadanía que se centra en vigilar, monitorear y evaluar la
gestión pública y exigir rendición de cuentas a los responsables de cumplir una función pública. En
el contexto del diseño institucional hondureño, esto implica que los tres poderes del Estado, las
instituciones autónomas, los entes desconcentrados, los entes de control y jurisdiccionales, las
municipalidades y los demás órganos e instituciones del Estado están sujetos a ser auditados por
la ciudadanía. Asimismo, las organizaciones no gubernamentales (ONGs), las organizaciones
privadas de desarrollo (OPD) y las fundaciones sin fines de lucro que reciben o manejan fondos
públicos; los concesionarios de servicios públicos, a nivel central como local; entes privados
9
prestadores de servicios públicos, y en general todas aquellas personas naturales o jurídicas que
gestionen o administren fondos públicos, cualquiera que sea su origen, sea nacional o extranjero,
también podrán ser auditados por la sociedad hondureña.
VII. Lineamientos estratégicos para la operativización de la PNASH
La PNASH desarrolla diez lineamientos estratégicos orientados a fortalecer y reconocer el ejercicio
de la AS, a través de la generación de espacios amplios y plurales de participación ciudadana, la
innovación en la gestión por parte de entidades del sector público, el fortalecimiento de
capacidades organizativas, generación e intercambio de conocimiento, el cumplimiento de la
legislación aplicable y la respuesta a los hallazgos y denuncia que resulten de la AS. Como toda
política pública, la PNASH tendrá sus ajustes en la marcha para adecuarse a los contextos
sociopolíticos y producir mejores efectos. En ese sentido, los cursos de acción se presentan como
un enunciado de propósitos, pudiendo ser completados o reformuladas en el transcurso de la
implementación de la política pública.
Las entidades del Gobierno Central (secretarías de Estado, entes desconcentrados, etc.), los entes
de control del Estado, los gobiernos municipales, incluyendo asociaciones de municipios o
mancomunidades, las universidades, el sistema educación nacional y las organizaciones de
sociedad civil (en adelante denominadas, OSC), han de combinar esfuerzos para implementar
programas y proyectos encaminados a atender los lineamientos que abajo se detallan.
1. Promover una ciudadanía activa y plural que participe en la toma de
decisiones.
La participación no se limita solo a que las autoridades competentes y otros organismos públicos
informen a la población de sus actividades y decisiones o inviten a los ciudadanos a presenciar sus
reuniones o debates, sino que demanda escuchar a la población en la formulación de sus propios
problemas y en la búsqueda de oportunidades y mejoras. La AS debe ser reconocida y atendida
por las autoridades públicas como un medio para encauzar acciones políticas, sociales o
económicas, y un canal ciudadano para participar en las decisiones públicas con propósitos de
cambio.
La democracia participativa auténtica hace énfasis muy especial en dar voz a las personas y a las
comunidades, cuyas opiniones, anhelos y aspiraciones rara vez hallan eco o atención en los
mecanismos tradicionales de la democracia representativa. Es por eso que se debe trabajar en
ambas direcciones. Por un lado, educar, sensibilizar y empoderar a la población en su rol como
auditor social, y por el otro, incidir y hacer monitoreo en la apertura, reconocimiento y respuesta a
la auditoria social que han de tener autoridades públicas, con especial énfasis a nivel local y en
grupos tradicionalmente marginados y vulnerables.
10
Es oportuno reconocer que la sociedad civil hondureña es heterogénea, diversa, informada,
autónoma y compleja. Hoy en día, existe una mayor diversidad organizaciones, intereses,
sofisticación técnica y especialización de funciones. Es por eso que los gobiernos deben esforzarse
de sobremanera en incluir en instancias y espacios de toma de decisiones sobre la gestión pública,
como juntas directivas, comisiones, comités multisectoriales, alianzas público-privado a los nuevos
actores sociales que forman parte de la actual gobernanza hondureña.
2. Impulsar la transparencia proactiva y acceso a información con
utilidad social.
El acceso a la información debe ser visto como una calle de doble vía, que requiere tanto de la
voluntad de las autoridades públicas de abrir su gestión al escrutinio público, como también
necesita de la labor focalizada, incesante y permanente de una ciudadanía requiriendo
información de calidad, no sólo para ejercer control, sino para la toma de decisiones que afecten
sus vidas.
La disponibilidad y confiabilidad de los documentos y datos públicos, son esenciales para las
iniciativas de AS. Mucha de la información que las instituciones del Estado cuelgan en sus portales
de Internet o entregan a la población, es difícil de comprender y de utilizar por el ciudadano o
ciudadana común, lo que dificulta la AS. Es importante “ciudadanizar” la información. En tal
sentido, se debe trabajar en hacer que la información tenga una utilidad para la ciudadanía que
sea de fácil comprensión.
Es importante que el derecho al acceso a la información sea ejercido a nivel local, y no únicamente
se quede a nivel central. Para esto es necesario reducir la brecha digital e informativa del país para
poder generar desarrollo y equidad. Se requiere del concierto y la creatividad del sector público y
de la sociedad civil organizada para innovar en mecanismos y herramientas costo-eficiente para
llevar la información que se produce a nivel central a lo local, y además, motivar los gobiernos
municipales a generar y divulgar información.
Con el acceso a información de utilidad para la ciudadanía, se tendrán mejores oportunidades para
una participación ciudadana eficaz, que pueda tomar decisiones con conocimiento, que pueda
participar en la gestión pública y que pueda realizar una labor de vigilancia más efectiva. En
sentido opuesto, si se deniega el acceso información o esta se declara bajo secreto de manera
discrecional, la ciudadanía dejará de participar y empezará a desconfiar en los propósitos de las
instituciones públicas y la integridad de sus gobernantes.
11
3. Fortalecer la auditoría social a través del conocimiento y de
capacidades organizativas
La AS requiere de constante fortalecimiento y revalorización de sus organizaciones, especialmente
en áreas del interior del país donde el acceso a información, recursos materiales o económicos son
limitados, y las relaciones de poder entre la ciudadanía y sus gobiernos son desiguales.
Para lograr reducir las debilidades en torno a las capacidades organizativas en materia de AS, es
importante que las OSC con acceso a recursos, experiencias y conocimientos técnicos, desarrollen
programas y ejercicios colaborativos. Asimismo, es importante que dentro del proceso de
fortalecimiento de las organizaciones comunitarias o locales, se promueva y motive el desarrollo
de organizaciones comunitarias democráticas y transparentes, que se motive la participación de
todos sus miembros en la toma de decisiones y en los cargos directivos. Esto ha de generar mayor
inclusión, colaboración, renovación de membresía, participación de la mujer y la juventud en
cargos directivos. Pero sobre todo, ha de incentivar el apropiamiento de todos sus miembros, al
sentirse identificados y parte de la organización.
En lo que se refiere a generación de conocimiento, se debe apostar por el desarrollo de escuelas
de auditoría social en las diferentes regiones del país y el uso de plataformas virtuales para
generar conocimiento, documentar los esfuerzos que se realizan en la materia y brindar asesoría
técnica. Es importante apostar por una formación con especial énfasis en temas como
presupuestos participativos, planificación, compras y contrataciones, gestión de agua, salud,
infraestructura, educación, ambiente, gestión de proyectos y convivencia ciudadana. En otras
palabras, especializar a ciudadanos y ciudadanas con compromiso para convertirse en líderes en
AS y control social municipal, para que sean agentes multiplicadores.
En lo que se refiere a la promoción de una cultura de transparencia, se debe incorporar a la
currícula escolar de educación el tema de transparencia y acceso a la información pública, a través
de la capacitación a maestros y personal de educación.
4. Promover el dialogo y la colaboración entre gobiernos y ciudadanos.
La auditoría social es más efectiva cuando las autoridades gubernamentales están dispuestas a
colaborar y permitir que la sociedad civil proporcione retroalimentación e información acera de
sus actividades y resultados. No obstante, suele suceder que las autoridades públicas se muestran
herméticas y renuentes a la AS. Es necesario que las autoridades públicas comprendan que la AS
es un importante complemento a su gestión y vendrá a mejorar la calidad de los servicios públicos
que presta y sobretodo, vendrá a generar mayor confianza ciudadana.
Dentro de las metodologías de AS, se debe tomar en cuenta los acercamientos con las autoridades
públicas para propiciar voluntad y colaboración. Explicar los beneficios colectivos que puede
brindar la AS para los actores relevantes. Por ejemplo, espacios de intercambio de información,
capacitaciones, mejoras a procesos de gestión, transparencia, prevención de la corrupción y mayor
12
confianza y legitimidad en la gestión de las autoridades. El éxito de las actividades de AS, depende
finalmente, de alguna forma de interacción/alianza y/o colaboración efectiva entre la sociedad
civil y el gobierno. Una acción unilateral del estado, puede culminar en manipulación, mientras
que la acción unilateral de la sociedad civil podría terminar en marginación, represión y violencia.
Se deben encontrar sinergias para fomentar la interconexión e interacción.
Asimismo, es importante que las OSC establezcan vínculos con miembros de la comunidad que
estas representan, a fin de generar credibilidad y aceptación por parte de la comunidad. Las
iniciativas ciudadanas que se originan en organizaciones sin apoyo de la comunidad, pierden
credibilidad y efectividad.
5. Vincular los esfuerzos y resultados de la auditoría social con el
combate a la corrupción.
El elemento más importante y desafiante de una AS, es el ser capaz de obtener una respuesta de
las autoridades públicas y lograr políticas reales, mejorar servicios y modificar comportamientos.
La experiencia en Honduras, ha evidenciado que este reto es aún más grande cuando se trata de
activar u obtener una respuesta de los entes de control o jurisdiccionales del Estado. Este
fenómeno, no solamente se debe a la falta de voluntad política, pero también a la excesiva
formalidad y requerimientos de forma exigidos por las instituciones de control que viene a
desincentivar y frustrar el importante y costoso trabajo que realizan las OSC.
Es importante que las instituciones de control y jurisdiccionales, revisen la trayectoria que han
tenido con la ciudadanía, modificando sus formas de interactuar, políticas institucionales,
atendiendo y dando respuesta a los hallazgos y denuncias que se interponen por parte de la
ciudadanía. Es oportuno resaltar que ante los retos en materia de presupuesto, recurso humano y
cobertura que tienen los entes de control y las fiscalías, la sociedad civil organizada, es un aliado
que puede mitigar las limitaciones que tiene la institucionalidad del Estado. En un país como
Honduras, donde los índices de corrupción no han podido ser reducidos a través de los medios
institucionales de rendición de cuentas, es oportuno buscar las alternativas que brinda la rendición
de cuentas social.
Por el lado de la ciudadanía, es necesario contar con una coalición fuerte y capaz de no sólo
negociar el cambio, sino también de hacer seguimiento y monitorear. Tal acción colectiva puede
definirse como una alianza consciente, libremente organizada, activa y duradera de líderes,
organizaciones y ciudadanos que comparten objetivos comunes con relación a una mayor
rendición de cuentas y transparencia, así como a evitar prácticas corruptas.
6. El papel de la auditoría social en la gobernabilidad democrática local
El establecimiento de instancias ciudadanas de control, tiene un rol protagónico en la
gobernabilidad democrática local. La clave de estas instancias es la transparencia y voluntad
13
pública que debe haber en la convocatoria, selección e integración. Por otro lado, está la
idoneidad, la vocación y el compromiso del voluntariado, las oportunidades que se brinda para el
desarrollo de capacidades técnicas, la disponibilidad de recursos financieros, y sobre todo, la
confianza y colaboración que debe existir entre las instancias de gobierno.
Las municipalidades y prestadores de servicios locales han de cumplir la legislación municipal
relevante, las fechas, procedimientos y han de convocar, una amplia representación de ciudadanía
para los procesos. Es importante que líderes comunitarios, las iglesias, la empresa privada, medios
de comunicación y otras OSC formen coaliciones para observar los procesos de selección y
nombramiento de los representantes comunitarios antes los gobiernos municipales.
Se suele pensar a nivel local, que la AS solamente es competencia de aquellas instancias u
organizaciones que han sido reconocidas por una corporación municipal o por un colectivo de
ciudadanos con injerencia política o influencia. El control social es un elemento intrínseco de la
democracia participativa y no debe estar circunscrito a leyes, al poder político o a disposiciones
impuestas por terceros.
7. El rol de auditoría social en la prestación de servicios públicos.
Es importante que la ciudadanía desarrolle herramientas e instrumentos de medición que le
permita evaluar objetivamente la prestación de los servicios públicos y hacerles ver las fallas y
área de incumplimiento a los prestadores para después buscar los correctivos del caso. La
ausencia de instrumentos técnicos desde la sociedad civil hace que los esfuerzos sean difusos y
débiles.
Por otro lado, toda entidad prestadora de servicios públicos debe propiciar espacios y colaborar en
los ejercicios y procesos de AS, como una forma de evaluación ciudadana y mejoramiento de la
calidad. Es importante que la ciudadanía conozca y participe activamente como veedores u
observadores en las compras y contrataciones que se realizan en todos los niveles, tanto por
organizaciones públicas como privadas que administran fondos públicos. También que participen
en el control del agua y saneamiento, en la educación, en la salud, educación y en las actividades
relacionadas con la convivencia social. Para todo esto, las autoridades competentes y prestadoras
de servicios han colaborar, brindando información, atendiendo consultas, facilitando el acceso a
las instalaciones y respondiendo a las recomendaciones que provienen de la ciudadanía.
8. La ética en la auditoría social y el compromiso social.
El ciudadano, al realizar un ejercicio o proceso de AS, contrae una responsabilidad social con su
comunidad y por ende, requiere atender una serie de normas de conducta ética para evitar
14
cometer actos que vengan a afectar su honorabilidad, la integridad del proceso de auditoría o
genere conflictos con la comunidad o con las autoridades.
En primer lugar, no debe utilizar la AS como un instrumento para lograr agendas personalistas o
políticas, de índole ideológica o partidarias. En segundo lugar, la información que se obtenga
durante una AS debe ser interpretada de manera objetiva y en base a elementos jurídicos o
técnicos, sin manipular dolosamente datos o emitir juicios de valor difamatorios. En tercer lugar,
debe procurar respetar el proceso metodológico de la AS, evitando cometer actos que
desacrediten el trabajo o los resultados. Finalmente, el auditor social debe ser ejemplo de
transparencia, rendición de cuentas e integridad ante la comunidad. Una vez concluida la AS, ha
de informar a las autoridades sus resultados, plantearle recomendaciones y mejoras a la gestión, y
explicarle el proceso que utilizó para lograr tales conclusiones. Asimismo debe hacer públicos los
resultados de la AS con la ciudadanía y los entes competentes. El auditor social no puede utilizar
los hallazgos de la AS como una herramienta de negociación para obtener beneficios personales.
Será oportuno, el desarrollo e implementación de un código de ética para la auditoria social, que
sea socializado y asimilado por todos los ciudadanos que realicen auditoría social. Este código de
ética, no debe implicar la pérdida de la independencia o capacidad crítica de los auditores sociales.
Por el lado de las autoridades públicas, también se debe desarrollar todo un marco ético, con sus
respectivas sanciones. Por ejemplo, no debe manipular o alterar la información que brinda a los
auditores u ofrecer sobornos o extorsionar para evitar que los hallazgos de la auditoría sean
hechos públicos. Tampoco debe politizar las organizaciones que realizan AS, así como los procesos
de selección y nombramientos de los representantes comunitarios en las instancias contralores de
la municipalidad. No debe influir o sabotear las agendas de las organizaciones, a través de la
confrontación, el retraso innecesario o trabas administrativas.
9. No hay una metodología única para la auditoria social
La AS no puede estar enmarcada en una metodología definida o única, pues cada proceso o
ejercicio tiene sus particularidades especiales, donde se conjugan elementos técnicos, humanos,
leyes e instituciones que las hace diferentes.
Lo que debe importar en la AS, es la aplicación del método científico, el cual debe estar presente
en todo tipo de AS, desde la más sencilla hasta la más sofisticada. El método científico, se
complementará, según las circunstancias y necesidades con técnicas de investigación,
herramientas de recolección, estrategias de incidencia, mecanismos de monitoreo y evaluación,
planes de comunicación, etc.
10. Desarrollar una auditoria social sostenible e independiente.
Es importante que la AS, sea sostenible en términos programáticos como financieros. Los
ejercicios o procesos de AS en muchas ocasiones dependen de la agenda de un algún actor
externo, ya sea de la cooperación, ONGs y hasta de los mismos gobiernos. En ese sentido, es
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importante que a las OSC se les respeten su autonomía, prioridades y agendas de trabajo. Es
importante brindar acompañamiento, pero no manipular a las organizaciones comunitarias o
locales para satisfacer intereses particulares o mostrar una falsa gobernabilidad democrática.
Será importante que las OSC se articulen en redes para trabajar planes de acción conjuntos,
formular y desarrollar agendas compartidas y estrategias para movilizar recursos o para
protegerse del poder externo. Asimismo, las OCS deben trabajar activamente con los medios de
comunicación, con el fin de mantener a los ciudadanos informados y construir la voluntad de
participar en los procesos de gobierno que afectan sus vidas. Un elemento común de casi todas las
iniciativas exitosas de control social, es el uso estratégico de ambas formas de medios de
comunicación, las tradicionales y modernas, con el fin de crear conciencia en torno a temas de
interés público, difundir hallazgos y crear una plataforma para el debate público.
VIII. Mecanismo de Monitoreo y Evaluación de la PNASH
Para realizar el debido monitoreo y evaluación de la PNASH, se crea el Observatorio de la
Auditoría Social, adscrito a la Mesa Nacional de Auditoria Social (en adelante denominada
“MNAS”). La MNAS se regirán por su reglamento y estará reconocida conforme a legislación
aplicable la MNAS tendrá una asamblea general que estará conformada organizaciones del sector
público que promueven transparencia y rendición de cuentas; realizan actividades de prevención y
combate a la corrupción; efectúan el control externo; promueven los derechos humanos, derechos
de la mujer y de juventud; participan en el sistema de educación; y, traten con municipalidades o
descentralización de servicios públicos. La MNAS tendrá representación de organizaciones de la
sociedad civil que facilitan, asisten técnicamente o realizan ejercicios de AS. La Cooperación
Internacional podrá participar como observador, pudiendo ser consultada cuando se considere
oportuno.
La MNAS tendrá un Comité Ejecutivo que es la instancia responsable de ejecutar las decisiones,
planes y proyectos aprobados en Asamblea. Entre sus funciones que tendrá el Comité Ejecutivo de
la MNAS, será registrar los hallazgos y denuncias que lleguen a conocimiento de la MNAS, y
brindar el debido seguimiento y asesoramiento en torno a las acciones que se viertan ante la
institucionalidad pública.
Para realizar el debido monitoreo y evaluación de la PNASH, se construirá el Sistema de
Información de Auditoria Social (SIAS) que tendrá indicadores para medir los avances en base a los
planes de acción, proyectos y programas en ejecución.
El SIAS también documentará las AS que se realicen a nivel nacional, pudiendo sistematizar
historias de éxitos, mejores prácticas y resultados obtenidos ante las autoridades competentes.
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