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HACIA UNA NUEVA POLÍTICA DE DROGAS Una perspectiva Global. Según la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDD) en su informe mundial sobre drogas 2012, el volumen de consumo mundial de drogas ilícitas entre el 3,4% y el 6,6% de la población con rango etario de 15 a 64 años se mantuvo estable durante cinco años hasta finales de 2010. Sin embargo, entre un 10% y un 13% de los usuarios de drogas siguen siendo consumidores problemáticos con drogodependencia y/o trastornos relacionados con el consumo de drogas como la prevalencia del VIH (estimada en aproximadamente un 20%), la hepatitis C (46,7%) y la hepatitis B (14,6%). Según el mismo informe de la ONUDD, a nivel mundial las dos drogas ilícitas de mayor consumo siguen siendo el cannabis y los estimulantes de tipo anfetamínico (excluido el “éxtasis”, aunque los datos relativos a su producción son escasos) Se ha observado que la producción y el cultivo totales de coca se mantienen estables, mientras que la producción de opio ha vuelto a alcanzar niveles comparables a los de 2009. La prevalencia anual mundial correspondiente a la cocaína y a los opiáceos (opio y heroína) se ha mantenido estable. Este documento otorga una perspectiva introductoria, y totalmente mejorable y ampliable, sobre nuestra política de drogas. Abarca un análisis sobre la perspectiva global, la discusión latinoamericana y los cambios legales como sanitarios necesarios.

Política de drogas

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HACIA UNA NUEVA POLÍTICA DE DROGAS

Una perspectiva Global.

Según la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDD) en su

informe mundial sobre drogas 2012, el volumen de consumo mundial de drogas

ilícitas entre el 3,4% y el 6,6% de la población con rango etario de 15 a 64 años se

mantuvo estable durante cinco años hasta finales de 2010. Sin embargo, entre un

10% y un 13% de los usuarios de drogas siguen siendo consumidores

problemáticos con drogodependencia y/o trastornos relacionados con el consumo

de drogas como la prevalencia del VIH (estimada en aproximadamente un 20%),

la hepatitis C (46,7%) y la hepatitis B (14,6%).

Según el mismo informe de la ONUDD, a nivel mundial las dos drogas ilícitas de

mayor consumo siguen siendo el cannabis y los estimulantes de tipo anfetamínico

(excluido el “éxtasis”, aunque los datos relativos a su producción son escasos) Se

ha observado que la producción y el cultivo totales de coca se mantienen estables,

mientras que la producción de opio ha vuelto a alcanzar niveles comparables a los

de 2009. La prevalencia anual mundial correspondiente a la cocaína y a los

opiáceos (opio y heroína) se ha mantenido estable.

Este documento otorga una perspectiva introductoria, y totalmente mejorable y ampliable, sobre nuestra política de drogas. Abarca un análisis sobre la perspectiva global, la discusión latinoamericana y los cambios legales como sanitarios necesarios.

Aunque las sustancias psicoactivas se consumen desde hace miles de años, en

los últimos decenios el problema de la droga ha cobrado ciertas características

clave ante un telón de fondo punteado por rápidas transiciones socioeconómicas

en varios países. Actualmente el consumo de drogas ilícitas se caracteriza por su

concentración entre los jóvenes, en particular de los hombres jóvenes de entornos

urbanos- y por una creciente gama de sustancias psicoactivas y aunque en

muchos países desarrollados los mercados establecidos de drogas ilícitas han

mostrado señales de estabilización, el aumento del consumo de drogas parece

seguir siendo una constante en muchos países en desarrollo.

Una de las repercusiones más importantes del consumo de drogas ilícitas son las

consecuencias adversas que ello tiene para la salud de los miembros de la

sociedad. El consumo de drogas también supone una gravosa carga financiera

para la sociedad. En términos monetarios, se requerirían unos 200.000 a 250.000

millones de dólares (entre un 0,3% y un 0,4% del PIB mundial) para abarcar todos

los costos de tratamiento relacionados con las drogas en todo el mundo. En

realidad, las sumas reales destinadas al tratamiento de la toxicomanía son muy

inferiores y menos de una de cada cinco personas que necesita dicho tratamiento

lo recibe.

En el plan de acción de la Unión Europea en materia de lucha contra la droga

2009-2012, confirman que todos los estados miembros reconocen los mismos

principios básicos: la necesidad de un enfoque equilibrado que reduzca la oferta

y la demanda de droga, respetando en todo sentido los principios básicos de la

UE, como lo es; el respeto de la dignidad humana, libertad, igualdad, democracia y

solidaridad. Su objetivo principal es proteger y mejorar el bienestar de la sociedad

y el individuo, proteger la salud pública y ofrecer un alto nivel de seguridad pública.

En nuestro País.

Chile ha instaurado una medición periódica del consumo en diversas poblaciones

y la reformulación reciente de la estrategia nacional sobre drogas. Con todo, el

problema está lejos de ser resuelto: la fracción de personas que consume en el

país según la medición de 2002 fue mayor que la de 1994 (primera medición de

SENDA), a pesar de ser levemente inferior a la cifra del año 2000; el comercio

ilegal de sustancias (marihuana, pasta base, cocaína, etc.) amenaza barrios y

poblaciones; las cárceles reciben cada vez más personas –especialmente

mujeres- condenadas por tráfico, y la oferta de programas de rehabilitación es

insuficiente. Por eso, el debate sobre qué hacer está plenamente vigente, aunque

continúa bastante teñido de prejuicios y escaso en argumentos objetivos.

En SENDA, Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación de consumo de

drogas y alcohol, en su Estrategia Nacional de drogas y alcohol 2011-2014, se

enfoca principalmente en la Reducción de la demanda, enfocado en los

componentes de Prevención, a nivel Escolar, Comunitario y laboral, además de

componentes relacionados con la Recuperación, tratar-rehabilitar e integrar, estos

últimos para un mayor entendimiento, los llamaremos Tratamiento, Rehabilitación

y Reinserción social, líneas de acción que; también practican algunos países

latinoamericanos como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Uruguay, sin embargo

creemos que enfrentar la droga, sugiere además, enfocar otros aspectos e integrar

otros servicios públicos.

El Reducir la Oferta, menester de la seguridad pública y otras entidades, y

autoridades, se podría trabajar entre otras cosas, aumentando la eficacia del

control de producción y tráfico de estupefacientes.

Para trabajar de manera complementaria y simultánea debemos realizar el

máximo esfuerzo en coordinar mesas de diálogo entre los equipos de SENDA,

SENAME, Servicios de Salud, Seguridad Pública, Defensoría, Fiscalía y Jueces;

además a nivel de reinserción, debemos tener una mayor cercanía con centros

educacionales, centros de capacitación y un mayor número de empresas que

contraten a las personas rehabilitadas. En muchas ocasiones las personas que

consumen drogas y que tiene un proceso exitoso, sobre todo los adolescentes en

conflicto con la ley; tienen muchas dificultades para su reinserción laboral,

producto de la escases de oferta para esta población.

La despenalización de la marihuana

Vamos a partir definiendo algunos conceptos, ya que se puede observar que

incluso la prensa confunde la despenalización, con la legalización, conceptos muy

deferentes que no tienen una definición universalmente aceptada. Según Tom

Blickman, Investigador del TNI (Transnacional Institute) y Martin Jelsma,

Coordinador del programa Drogas y Democracia del TNI, la Despenalización

suele abarcar el consumo personal y el tráfico en pequeña escala, y en general

conlleva la eliminación o la reducción de las penas de prisión, de esta manera se

deja de castigar a quienes están involucrados en la posesión, uso o distribución de

drogas para consumo personal, así , aunque las leyes que prohíben estas

actividades sigan existiendo y los infractores puedan ser arrestados, no podría

aplicarse sanciones, penales o administrativas. La Legalización se refiere a la

eliminación de la sanciones por los delitos relacionados con estupefacientes:

consumo, tenencia, cultivo, producción, tráfico, etc. Por ejemplo en Holanda, el

consumo de drogas está prohibido, pero la particularidad es que no se persigue

penalmente la venta y consumo de hasta cinco gramos de Marihuana en coffee

shops, si se cumplen condiciones muy estrictas.

Una Guerra Perdida.

El control de drogas tiene su origen en el deseo de proteger el bienestar humano.

La comunidad internacional se ha preocupado tanto del tema, que comenzó a

prohibir una serie de sustancias y a establecer medidas para eliminar su

producción, distribución y consumo, desde ahí nace La convención Única de 1961

sobre estupefacientes (ONU). Así comienza la era de las políticas prohibicionistas,

basadas en la represión de la producción y la distribución, así como la

criminalización del consumo, cuestiones que no han producido los resultados

esperados. La violencia y el crimen organizado asociados al tráfico de drogas

ilícitas constituyen uno de los problemas más graves, es por la anterior que es

imperativo rectificar la estrategia de “guerra a las drogas” aplicada en los últimos

treinta años en América Latina. Pero primero debe existir un reconocimiento por

parte de los estados del fracaso de las políticas actuales y sus consecuencias.

Según La Comisión Latinoamericana sobre drogas y democracia, el modelo actual

de política de represión de las drogas está firmemente arraigado en prejuicios,

temores y visiones ideológicas. El tema se ha transformado en un tabú que inhibe

el debate público por su identificación con el crimen, bloquea la información y

confina a los consumidores de drogas a círculos cerrados donde se vuelven aún

más vulnerables a la acción del crimen organizado.

Sin embargo en los últimos años se ha incrementado el debate sobre la posibilidad

de generar nuevas políticas sobre droga, varios pases en Latinoamérica han

puesto sobre la mesa el tema, y que hablar de la Unión Europea (UE), donde se

observan grandes avances desde el modelo de Reducción de Daños, política que

se enfoca en el consumidor y su bienestar físico y metal, un gran trabajo que se

realiza en algunos países de la UE, que se ve reflejado en la disminución de

muerte por sobredosis de heroína y una disminución en la cantidad de personas

consumidoras en las cárceles, pero que no ha tenido un real impacto en la

disminución de la demanda de drogas.

En relación a la cantidad de personas consumidoras en las cárceles, las últimas

dos décadas han mostrado un crecimiento rápido de la población carcelaria en

casi todo el mundo, en parte debido a un endurecimiento de las leyes antidrogas.

En Estados Unidos, Rusia y China se han producido encarcelamientos masivos, y

en gran parte de Europa y América Latina se ha registrado también un fuerte

incremento. La crisis carcelaria y la ausencia de un impacto positivo en términos

de una reducción del mercado de las drogas ilícitas, han servido para impulsar

campañas de despenalización de diferente tipo.

Una nueva Esperanza.

En varios países, el consumo personal y próximo en el tiempo no es sancionado,

pero una real política, debe ir de la mano también con el control de la producción y

comercialización, la idea es que el consumidor pierda el vínculo con el traficante,

de esta manera el consumidor disminuye los riesgos y el traficante pierde poder.

En muchos casos la policía y el sistema judicial simplemente han bajado la

prioridad de la persecución a usuarios de Marihuana. En algunos países, como

Holanda, Suiza, Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Irlanda, Reino Unido y en una

decena de estados en los EEUU, se han producido cambios en las leyes para

despenalizar la posesión de la Marihuana en cantidades pequeñas.

Debido a la cantidad de países productores de drogas y a la geografía (amplias

fronteras), América Latina, debería actuar en bloque, sí solo un país implementa

una política menos prohibicionista, esta no sería sustentable en el tiempo, sin

embargo hay varios líderes en la región que discuten seriamente el tema.

En Argentina por ejemplo durante el año 2012 se discutieron varios proyectos en

relación a la modificación de su ley de drogas y además se puede mencionar

varios fallos de la corte suprema que sentaron jurisprudencia.

“El Presidente de la Corte Suprema Argentina, Ricardo Lorenzetti,

afirmó que no se trata sólo del respeto de las acciones realizadas en

privado, sino del reconocimiento de un ámbito en el que cada individuo

adulto es soberano para tomar decisiones libres sobre el estilo de vida

que desea” http://www.ricardolorenzetti.com/page/6/

“El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti: Es evidente que el

problema del narcotráfico existe en todo el mundo. Hay países que lo

resuelven legalizando el consumo, otros con una prevención muy fuerte y

otros que todavía tenemos que acordarlo y discutirlo. Estoy a favor de

debatir la no criminalización del consumo de alguna droga blanda y con un

gran consenso de todos, entre ellas la marihuana”

http://www.minutouno.com/notas/276672-bonfatti-propone-despenalizar-el-

consumo-marihuana

“El Ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc, defendió en el

Congreso la despenalización de la marihuana, señalando que la droga

debía recibir el mismo trato que el cigarrillo y el alcohol para evitar alimentar

el tráfico ilegal”

http://deportescl.terra.cl/mundialdeclubes2008/interna/0,,OI3828890-

EI8867,00.html

“El presidente Rafael Correa expresó en Bolivia su apoyo “parcial” a la

despenalización del consumo de drogas y formuló críticas a la forma en

que se lleva a cabo la lucha internacional contra el narcotráfico”

http://www.elcomercio.com/seguridad/Rafael-Correa-legalizacion-parcial-

consumo_0_712728895.html

Y así podemos encontrar declaraciones de políticos y autoridades Chilenas,

colombianas, uruguayas, etc. La percepción de la sociedad sobre el problema,

así como la legislación sobre drogas ilícitas se encuentran en proceso acelerado

de transformación en América Latina.

La profundización del debate en relación a las políticas sobre consumo de drogas

debe apoyarse en evaluaciones rigurosas del impacto de las diversas propuestas

y medidas alternativas a la estrategia prohibicionista, que ya están siendo

probadas en diferentes países, buscando la reducción de los daños individuales y

sociales.

Las pruebas disponibles sugieren que las legislaciones que moderan la

penalización, acompañadas de medidas que ayuden a redirigir los recursos de las

actividades de represión y encarcelamiento hacia la prevención, el tratamiento y

la reducción de los daños, son más eficaces para disminuir los problemas

relacionados con las drogas.

Los temores relacionados con debilitar las leyes de drogas y su aplicación se

traduciría en un drástico aumento del consumo han resultado ser infundados.

(Jelsma, 2009, 4).

Una de las reformas más interesantes que se ha puesto en marcha en Europa, y

últimamente en Latinoamérica, consiste en eximir a los consumidores de drogas

de ser sometidos a arrestos y procesos judiciales por el consumo, simple posesión

o el cultivo para consumo personal de marihuana. Esto disminuye el hacinamiento

en las cárceles y baja los costos, recursos que se podrían invertir en prevención y

tratamiento.

Conclusión.

Hoy en día existe una certeza, la mayoría de los países en América latina y Países

miembros de la UE, tienen claridad en que debe existir un cambio en las políticas

de drogas, hace treinta años que se está trabajado de una forma y no se ven

resultados, es hora de probar con otras formulas, “Las nuevas políticas deben

basarse en estudios científicos y no en principios ideológicos”, es aquí

donde encontramos obstáculos para legislar, un lugar donde pesan otros factores

(que no son científicos) y que dificultan la tarea.

Al parecer muchos coinciden en que una de las claves para un avance en el tema

de drogas, sería la despenalización del consumo personal y próximo en el tiempo,

complementado con la despenalización del cultivo personal (con una cantidad

clara y estricta), de esta manera la interacción entre el consumidor y el traficante

tendería a disminuir, y con esto se espera que también su oferta.

AVANZANDO PROPUESTAS CONCRETAS

1. Modificar la ley 20.000 (Ley de drogas)

1.1. Despenalizar Cultivo y porte

Establecer un peso en gramos por la cantidad de droga cuyo fin exclusivo sea, el

consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo, y de esta manera evitar

la ambigüedad que existe en la ley actual, articulo N° 4, señalando los siguiente:

El que, sin la competente autorización posea, transporte, guarde o porte consigo

pequeñas cantidades de sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas,

productoras de dependencia física o síquica, o de materias primas que sirvan para

obtenerlas, sea que se trate de las indicadas en los incisos primero o segundo del

artículo 1º, será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y

multa de diez a cuarenta unidades tributarias mensuales, a menos que justifique

que están destinadas a la atención de un tratamiento médico o a su uso o

consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo.

Esta disposición deberá considerar una cantidad no penalizada de portabilidad y

cultivo, lo cual requiere reformular el artículo 8 de la misma ley. El techo de

esto deberá ser lo dispuesto para el consumo de uso médico ya que se estima que

es superior al consumo de tipo recreativo.

1.2 Corregir proceso judicial

Con lo anterior se revocará el derecho adquirido por los jueces, de determinar

según su criterio, cual es la diferencia entre un usuario y un traficante,

disminuyendo considerablemente los detenidos en los centros penitenciarios por la

causal de tráfico. Así mismo es necesario eliminar lo dispuesto en el artículo 61

que registra, afectando los derechos laborales, el debido proceso y otros, a los

abogados que defienden a imputados por drogas.

Hoy en Chile, existe una gran cantidad de personas consumidoras que solo por

ésta conducta están privados de libertad, conviviendo con delincuentes, que han

cometido delitos y crímenes contra las personas.

“En el futuro vamos a decir; Mira que absurdo lo que hacían en el pasado,

tomaban a un drogadicto y lo encerraban en la cárcel (Medico Brasileño

Drauzio Varella)”

Lo que muchos autores sugieren es evitar la prisionización, y entregar un

tratamiento en el medio libre, respetando sus derechos y siendo tratados

dignamente, lo anterior conlleva además la disminución en los costos de mantener

a personas privadas de libertad, situación que se hará difícil si se mantiene tal cual

el articulo N° 52, que señala lo siguiente: Si el sentenciado no pagare la multa

impuesta sufrirá, por vía de sustitución, la pena de reclusión, regulándose un

día por cada media unidad tributaria mensual. En todo caso, la reclusión no podrá

exceder de seis meses. Este artículo hay que cambiarlo por una condición

sanitaria distinta y no necesariamente penal.

1.3 Permitir y asegurar el derecho a asociación.

Hoy el artículo 50 desconoce el derecho a asociación, siendo represiva no solo en

espacios públicos, sino también ambigua con respecto a espacios privados. Es

necesario modificar este artículo mejorando las libertades de consumo asociativo y

regulando el consumo en espacios públicos, así como eliminando el delito de

consumo concertado.

2. Fortalecimiento del uso medicinal de la Canabbis

Es necesario reformular profundamente el marco legal que impide el uso libre de

la canabbis para uso medicinal. Esto parte por dos aristas

2.1 Actualización del Decreto 0867: éste registra la clasificación de drogas. Sin

mayor fundamentación clasifica las drogas según tipo de peligrosidad. Esta

actualización requiere un estudio científico, encargado nuevamente por las

autoridades pertinentes y que sea realizado de manera permanente. Con esto la

canabbis dejará de ser considerada una droga peligrosa.

2.2. Liberar relación del medicamento: se deberá actualizar los decretos 404 y

405 para permitir el tratamiento con el uso cannabis y que los medicamentos que

la contengan puedan tener la misma circulación que cualquier medicamento.

3. Políticas de prevención y tratamiento

Según SENDA, a nivel de tratamiento abarcan dos segmentos, Población Adulta y

Población Adolescente, esta última sólo se refiere a Adolescentes Infractores de

Ley, desde la implementación de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente.

Pero ¿Qué pasa con la oferta para los adolescentes NO infractores? ¿Qué pasa

con los convenios? Lamentablemente estas personas sólo pueden acceder a

programas o comunidades donde deben desembolsar una alta suma de dinero sin

el respaldo del gobierno y menos responsabilizándose de su mantención o

seguimiento en el tratamiento. Esto debe incluirse también dentro de las políticas

de tratamiento. Por otra parte, el curriculum educativo debe tomar en cuenta el

tema de las drogas, educando sobre su uso responsable.

Documentos y Medios consultados.

• Informe Mundial sobre las drogas 2012, Oficina de Naciones Unidas contra

las drogas y el delito (ONUDD).

• Plan de Acción de la Unión Europea en materia de lucha contra la droga

2009-2012.

• Elementos Orientadores para las políticas públicas sobre drogas en la

subregión, Comisión interamericana para el control de abuso de drogas,

2008.

• Estrategia Nacional de drogas y alcohol 2011-2014, SENDA.

• Ley, 20.000.

• Ley 20.084.

• Documental Breaking The Taboo (2011).

• Jelsma, M. (2009). Innovaciones legislativas en políticas de drogas. 3-4.

• Jelsma, M. (2008). El estado actual del debate sobre políticas de drogas.2,

6, 10, 13

• Nadelmann, E. Los daños de la prohibición de las drogas en las Américas.

232-245.

• Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia. Hacia un cambio

de Paradigma. 5-12.

• Organización de Naciones Unidas. (1961).Convención única de 1961 sobre

estupefacientes. 1-25.

• Organización de Naciones Unidas. (1988).Convención de las naciones

unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias Psicotrópicas.

1-22.