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PHIL READ

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PHIL, READ

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F C

Phil Read corrió su primera carrera so­

bre una BSA Gold Star en el año 1956,

y aún hoy, 5 0 años más tarde, ¡sigue

involucrado en el mundo de las carre­

ras! Ahora bien, para ello cuenta con un respaldo

de 100.000 € que le brinda el entusiasta francés

Jean-Jacques Hennequart, que le ha conseguido

la réplica de una Patón de 5 0 0 ce para disputar el

Campeonato Europeo de Motos Clásicas.

Se trata de carreras de verdad, no de s im­

ples exhibiciones. Además de la Patón, pintada

en color rojo en lugar del verde tradicional por

ser considerado un color que trae mala suerte,

también compite sobre una Yamaha TZ 3 5 0 . A

pesar del accidente sufrido en el circuito alemán

de Bremerhaven en mayo pasado, en el que quedó

inconsciente durante una hora despertando des­

pués en el hospital, el británico se ha propuesto

no dejar de correr.

¿Por qué lo hace? "Porque todavía soy c o m ­

petit ivo. Me encanta pi lotar y el reto tecnológico

que supone este deporte. Además, tengo mul t i ­

tud de amigos por todo el m u n d o que m e ayu­

dan y apoyan. ¡Es una vida fenomenal!" . En la

práctica, Phil es uno de los pocos pilotos realmen­

te cualif icado para entender de técnica. Estuvo

cinco años de aprendiz de mecánico y continuó

sus estudios hasta lograr el t ítulo de MIMechE

(Miembro del Instituto de Ingenieros en Mecánica),

la cualif icación más alta que un ingeniero británico

puede conseguir.

Los primeros pasos Phil Read nació el 1 de enero de 1939. A los

pocos años, sus padres se separaron y Phil, hijo

único, fue criado por su madre en una casa cerca­

na a la fábrica de Vauxhall en Luton. Ella había em­

pezado a montar en moto en los años ' 2 0 sobre

una New Hudson con transmisión por correa, y se

Read abordando el famoso ángulo de Le Source, en Spa-Francorchamps, ¡obre la MV 500 en 1973.

moto 72

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p r i n c i p e v e l o c i d a d

C u a n d o s e h a b l a d e los p i lo tos es t re l la d e t o d o s los t i e m p o s , Phil R e a d t i ene u n h u e c o e n t r e t o d o s e l los . A p e s a r d e u n a c o m p e t e n c i a fe roz , g a n ó ©2 G P y 7 C a m p e o n a t o s del M u n d o , s i e n d o , j u n t o a M i k e H a i l w o o d [y Va len t ino Ross i , el ú n i c o p i lo to e n c o n s e g u i r t í tu los e n t res c a t e g o r í a s .

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^ P i l o t o s d e l e y e n d a j -P H I L R E A C

MickWoollett, pionero del Mundial

En mi primera época como integrante de la redacción de Motociclismo, años setenta, un periodista inglés nos cubría asiduamente el

Mundial de Velocidad, el de Nieto y los esporádi­cos Cañellas, incluso Grau, Bordóns y Palomo: Mick Woollett, quien daba a sus comentarios un toque es­pecial, acompañado por unas fotografías, en blanco y negro, simplemente geniales (una de ellas, en que se ve a Nieto totalmente aplanado sobre la Derbi 50 del 72, creo, negociando la recta del "Estadio" en Montjuic, me dio pie para empezar a nombrar a es­tas Derbi como las "balas rojas" por la imagen "de bala" que el conjunto piloto-moto ofrecía) Han pasado muchos años ya, pero casualidades de la vida, Mick, que veranea en Menorca, nos ha brin­dado su apoyo a esta aventura de Fórmula Moto, y rápidamente le hemos tomado la palabra para que nos escriba relatos del Mundial, aquel Mundial de los '50, '60 y 70 que él conoce como pocos, y para que nos facilite fotografías como las que han ilustra­do los reportajes de Norton (N° 6) y Assen (N° 7) de Fórmula Moto. En esta ocasión, Mick nos brinda, y como documen­to exclusivo, la carrera deportiva del controvertido Phil Read, al que le une una gran amistad desde hace más de 45 años.

J. H.

convirtió en la auténtica promotora del interés de

Phil por las motos. En 1952, cuando tenía sólo 13

años, le compró una Matchless de 2 5 0 ce del año

1930. Le costó entonces sólo 3 libras (5€).

En realidad, su carrera deportiva empezó en

1954, cuando asistió a su primera carrera de mo­

tos en Silverstone, a tan sólo una hora de cami­

no desde su casa en Luton. Allí, las imágenes de

Geoff Duke ganando en la categoría de 5 0 0 ce

sobre Güera y de John Surtees en 3 5 0 con una

Norton, le inspiraron de tal manera que le hicieron

soñar en convertirse en un piloto de carreras.

Pero fue dos años antes cuando tuvo la edad

suficiente para obtener la licencia para correr. Du­

rante aquel tiempo, ahorró todo el dinero que pudo

y en 1956 se compró una BSA Gold Star de 3 5 0

ce nueva en el distribuidor de su zona "No pude

llegar a t i empo para la pr imera cita en Mallory de

aquel año. En mi pr imera carrera me caí. ¡Esta­

ba demasiado nervioso!", recuerda Phil. Remontó

hasta hacer decimotercero. Aquel primer año to ­

mó parte en seis carreras más. Entonces vendió

la BSA, a la que sustituyó por otra BSA con un

motor especial que Geoff Duke había construido

para el piloto Alan Rutherford. No contaba con el

dinero suficiente y Phil se tuvo que contentar con

hacer unas pocas carreras en 1957. La temporada

terminó antes de t iempo al caer en Silverstone y

romperse una muñeca.

Siendo consciente de que debía subirse a

una Norton Manx si lo que quería era progresar,

vendió la BSA Duke y compró una Manx 3 5 0 ce,

con dos temporadas a cuestas, a su amigo Peter

Ferbrache, con la que hizo la temporada 1958 .

Aquel cambio significó todo un vuelco a su carre­

ra. Inmediatamente se encontró entre los pilotos

punteros, ganando su primera carrera en Mallory

Park en el mes de marzo. Los buenos resultados

continuaron a través de las 2 0 citas que disputó

aquel año.

Para poder competir en más de una carrera al

día, añadió una N S U 2 5 0 ce a su garaje, no una

radical Sport Max, sino una de serie modif icada

para los circuitos. Incluso así, era lo suficientemen­

te rápida para conseguir un segundo puesto en el

circuito londinense de Cristal Palace, siendo batido

por otro piloto de reciente aparición, que respondía

al nombre de Mike Hailwood.

A f inales del año 1 9 5 8 tuvo su primera ex­

periencia en el Manx TT de la Isla de Man, en

la categoría para pilotos amateur. Finalizó tercero

sobre su Norton en la carrera para debutantes y

decimoséptimo en la categoría Manx 3 5 0 ce.

Tras esta carrera, Phil vendió la Norton para

adquirir una nueva Pero su entrega se retrasó, lo

que le obligó a perderse la primera carrera de las

siete del año 1959. Fue un año para consolidar re­

sultados, en el que también se deshizo de la NSU

para hacerse con una Manx de 5 0 0 ce, pudiendo

así concentrarse en las dos principales categorías

de las carreras británicas.

Hasta finales de la temporada 1959, él mismo

se hacía el mantenimiento de sus motos. Entonces

llegó a la conclusión de que, si quería seguir su

carrera ascendente, debía hacerse con los servi­

cios de un especialista en motores. De este modo,

en 1 9 6 0 se unió a su equipo Bill Lacey, antiguo

f o r m u l a ^

milito 74

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piloto dedicado a romper récords de velocidad en

el antiguo circuito de Brooklands y que también

colaboraba con el equipo de Hailwood.

La combinación de la destreza técn ica de

Lacey y las evidentes mejoras en el pilotaje de

Read trajeron de inmediato sus frutos. Durante

1960, comenzó a ganar carreras de forma regu­

lar. Siempre se encontraba entre el grupo de ca­

beza, es decir, entre los Hailwood, Derek Mister,

John Hartle, Bob Mclntyre y el resto de estrellas

del momento.

Este éxito le brindó la oportunidad de contar

con el apoyo de la petrolera Esso, con lo que pu­

do costearse la preparación de sus motores para

el Manx TT de 1 9 6 0 . Después de su promete­

dor debut en 1958, la carrera del año 1959 fue

muy negativa. A pesar de ello, con dos años ya

de experiencia, Read estaba seguro de poder ha­

cer un magníf ico papel, y optar, incluso, al primer

puesto.

Sin embargo, la semana no comenzó bien, ya

que rompió su motor de 3 5 0 ce en la primera vuel­

t a En cambio, las cosas fueron muy distintas en la

carrera de 5 0 0 ce. La gran Norton no dio ningún

problema y consiguió la victoria con el nuevo ré­

cord de velocidad de 95 ,38 mph (153 ,49 k m / h )

y con un registro de vuelta rápida a 97,09 mph

(156,25 km/h ) .

Piloto profesional Phil Read ya estaba ahí. Tras cinco años de

aprendizaje, decidió que había llegado el momento

Un jovencísimo Phil Read sobre la Yamaha 250 en el TT de 1965. Con Bill Ivy (tras él en Brno y en la foto grande) tuvo relaciones tormentosas: fue su mentor para entrar en Yamaha pero luego desobedecería las ordenes de equipo que daban prioridad a Ivy). Arriba, Read sobre Güera 500, en 1963.

nsu primer año como rofesional, ganó en la Isla de an por delante de Gary Hocking

y la MV Agusta 350 oficial.

de convertirse en piloto profesional. La temporada

1961 se presentaba alentadora, con un par de

Norton preparadas por Bill Lacey y el patrocinio

de Esso.

El éxito fue rotundo desde el primer momento.

Ganó en el TT de la Isla de Man en la categoría de

3 5 0 ce, entonces puntuable para el Campeonato

del Mundo, por delante de Gary Hocking y su MV

Agusta oficial de cuatro cilindros. Después llegó

un impresionante debut continental en el Duth TT,

donde finalizó cuarto en la carrera de 5 0 0 ce y

quinto en la de 3 5 0 ce.

En Gran Bretaña, Read ya se había estableci­

do como un piloto entre la élite. A f ína les de 1961

sorprendió a todos con el abandono de Norton y

su paso a A J S en 3 5 0 ce, con las máquinas of i ­

ciales del equipo de Tom Arter, y a Matchless en

5 0 0 ce, llevándolas a Sudáfrica para una exitosa

gira durante el invierno de 1 9 6 1 - 6 2 . Pero cuan­

do volvió a Gran Bretaña, abandonó también las

máquinas de Arter cuando John Surtees le ofreció

las "desmo" de Ducati.

Las Ducati bicilíndricas de 2 5 0 y 3 5 0 ce, ori­

ginalmente construidas por la f i rma italiana para

Mike Hailwood, fueron un verdadero desastre. No

estuvieron preparadas hasta el TT de junio y, aún

entonces, se mostraron muy poco fiables. Ello obli­

gó a Phil a volver a sus Norton para el resto de la

temporada A pesar de todo, mostró su calidad al

terminar tercero en el Campeonato del Mundo de

5 0 0 ce, siendo batido únicamente por Hailwood

(MV Agusta) y Alan Shepherd (Matchless).

Aquel año 1 9 6 2 todavía le quedó t iempo para

ganar las dos carreras de larga duración más im­

portantes del calendario británico: las 5 0 0 millas

7 5 inSto

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de Thruxton y los 1.000 km de Silverstone. En

ambas participó con la Norton SS twin de 6 5 0 ce,

compartiendo montura con Brian Setchell.

La primera gran oportunidad Para el año 1963, Read contaba con un par

de Norton preparadas por Steve Lancefíeld. Los

planes eran, en un principio, concentrarse en las

carreras británicas. Pero entonces llegó la gran

oportunidad que s iempre había soñado: Geof f

Duke convenció al Commendatore Giuseppe Gi-

lera para dejarle las 5 0 0 ce de cuatro cilindros que

corrieron la temporada 1957, fundando la "Scu-

deria Duke".

Duke, que había ganado tres campeonatos

del mundo de 5 0 0 ce con estas máquinas, había

f ichado a las estrellas británicas Derek Minter y

John Hartle. Antes de que comenzase la tempo­

rada, Minter sufrió un fuerte accidente en Brands

Hatch que le ocasionó graves lesiones en la es­

palda. Ante la pérdida de su piloto número uno,

Duke ofreció el puesto a Phil.

Las renacidas Güera añadieron un aliciente

imprescindible a una categoría monopolizada por

MV Agus ta Sin embargo, después de un comienzo

prometedor, no supusieron ningún impedimento

para Mike Hailwood. Read acabó tercero detrás

de Hailwood y Hartle en el TT de la Isla de Man

y segundo en el Duth TT y en el G P de Bélgica.

No obstante, su relación con Duke no era muy

f ruct í fera

En su libro "Geoff Duke, en busca de la perfec­

ción", Duke explica: "Read era un individualista, no

un pi loto de equipo. Aunque lo peor era que pa­

recía incapaz de aceptar los consejos de nadie,

sin importar le si eran por su bien y procediesen

de personas con mucha experiencia".

La época Yamaha Mientras que Read no había impresionado a

Duke, su estilo y agresividad habían cautivado a

los hombres de Yamaha El equipo japonés se in-

Phil cosechó grandes éxitos en el TT. En la foto pe­queña, felicitando a Hailwood, vencedor en 1967 en 250 por delante de él, y en presencia del padre de Mike. En la foto grande, los dos mismos protagonis­tas disputando la carrera de Fórmula TT1 en 1978, uno con Ducati y el otro con Honda.

Yamaha ficha a Read para llevar sus motos en 1964 y "les paga" ganando el Campeonato del Mundo de 250, el primero de una r'dos tiempos" en esta cilindrada.

tradujo en la competición en Europa el año 1963,

durante la celebración del TT de la Isla de Man.

Allí, a pesar de la inexperiencia, Fumio Ito finali­

zó segundo en 2 5 0 , muy cerca de Jim Redman

y su Honda. Incluso podía haberse impuesto si

no hubiese sido por un error durante una parada

en boxes.

La Yamaha R D 5 6 era una bicilíndrica de dos

tiempos refrigerada por aire, y el resultado en el TT

no fue por casualidad. Ito consiguió un segundo

puesto en el Dutch TT y una sensacional victoria

en el G P de Bélgica. Curiosamente, Yamaha re­

gresó a sus cuarteles generales en Japón, dejan­

do de participar en las tres últimas citas europeas,

para preparar al detalle la cita del G P de Japón, a

disputar en noviembre.

En Yamaha sabían que necesitarían un piloto

puntero para apoyar a Ito y le ofrecieron una moto

a Read. Aceptó y concluyó la carrera de Suzuka

tercero detrás de Redman e Ito. Era su primera ca­

rrera al máximo nivel sobre uñados tiempos (había

corrido antes con una Bultaco prestada durante

media vuelta en el TT de 125 ce del año 1961) e,

inmediatamente, le ofrecieron un contrato para la

temporada 1964.

Fue un año sensacional en la ci l indrada de

2 5 0 ce, durante la cual tuvo que luchar para domar

la difícil Yamaha y pelear contra la Honda cuatro

cilindros oficial del veterano Jim Redman, una mo­

to que había dominado la categoría durante los

tres últimos años.

La batalla fue tan cerrada que la di ferencia

entre ambos en la suma total de t iempos en los

grandes premios de Holanda, Alemania Occiden­

tal y Alemania Oriental, fue de tan sólo 3,4 segun­

dos. Read consiguió f inalmente el título al ganar el

G P de Italia en Monza Era el primer Campeonato

del Mundo de una dos t iempos en la categor ía

de 2 5 0 ce.

El compañero de Read en el TT de la Isla de

Man, el inglés Tony Godfrey, sufrió un grave acci­

dente, lo que le obligó a dejar su puesto al cana­

diense Mike Duff para el resto de la temporada.

Su inclusión fue todo un éxito, por lo que Yamaha

le f ichó para la temporada 1965.

Fue un año mucho más sencillo. Read ganó

las primeras cuatro carreras antes de que H o n ­

da perfeccionase su modelo de seis cilindros que

había debutado en Monza el año anterior. Poste­

riormente, Redman ganó tres carreras a mitad de

temporada, pero Read volvió a vencer en Che­

coslovaquia y Ulster para hacerse con la corona.

Para el G P de Italia en septiembre en el circuito

de Monza, Yamaha sorprendió a todos con la pre-

f ó r m u l a ^

moto 76

Page 7: PHIL READ

sentación de un nuevo modelo de cuatro cilindros.

Sus dos pilotos se retiraron antes de terminar al

carrera, no sin antes impresionar con velocidades

máximas en torno a 2 6 0 k m / h .

Durante 1965 , Yamaha también disputó de

forma ocasional la categoría de 125 ce con una

dos t iempos bicilíndrica refrigerada por agua, la

RA97. Aunque nadie lo sabía en aquel momen­

to, esta moto sirvió de base para el desarrollo de

la cuatro cilindros de agua que hizo su debut en

Monza. Es decir, algo tan sencillo como multiplicar

por dos el pequeño twin. A pesar de su estado de

prototipo, la RA97 se mostró una moto ganadora

al vencer Read a Luigi Taveri (Honda) en la Isla de

Man y vencer Duff en el Dutch TT en Assen.

Bill Ivy entra en escena Cuando Duff sufrió graves lesiones durante

una sesión de pruebas en Japón antes del G P lo­

cal a disputar en noviembre, Yamaha le preguntó a

f ó rmu la —

moto 78

Curiosa estampa, con los espectadores en lugar de privilegio, en la que vemos a Phil Read sobre la MV Agusta en el GP de Checoslovaquia, antiguo Brno, en 1973. A la Izquierda, con la Norton 750 del equipo lohn Player en las 200 Millas de Daytona de 1972.

Yamaha abandona las carreras de forma oficial en 1968, pero Read todavía ganará otro título con esta mecánica, pero de privado, en 1971.

Read quién era el piloto adecuado para sustituirle.

Phil propuso a Bill Ivy, quien entonces ya sobresa­

lía en las carreras en los circuitos británicos. Ya­

maha pidió a Phil que le telefoneara y le invitase

a Japón para disputar el GP.

Ivy, que no tenía pasaporte y nunca había sa­

lido de Inglaterra, respondió con un tercer puesto

en la carrera de 2 5 0 ce y un cuarto en 125 ce.

Impresionó tanto a Yamaha que firmó allí mismo

para hacer equipo con Read para 1966 .

Fue este un año difícil para Read. Primero te­

nía que aprender a pilotar una moto totalmente

nueva, la rápida pero compl icada R D 0 5 cuatro

cilindros que terminó con la carrera de Duff. Ade­

más, tenía que afrontar el reto de Mike Hailwood y

la extraordinaria Honda seis cilindros, después de

poner éste término a su etapa en MV Agusta.

Resultó ser una lucha desigual. Hailwood domi­

nó la categoría de 2 5 0 ce ganando 10 de las 12 ca­

rreras del campeonato, con Read en segundo lugar

por delante de Redman, sobre la segunda Honda.

Aquel año, Yamaha fue un serio aspirante en la c i­

lindrada de 125 ce, primero con la RA97 twin y, más

tarde, con la versión de cuatro cilindros, la R A 3 1 ,

que hizo su aparición en el G P del Ulster.

Bill Ivy, pequeño en tamaño pero enorme en

talento, era el piloto número uno de Yamaha pa­

ra la categoría del octavo de litro. Aunque luchó

con todas sus fuerzas, perdió por escaso margen

frente a la Honda del veterano suizo Luigi Taveri.

Read acabó en cuarto lugar.

Conscientes de que tenían que mejorar la 2 5 0

si querían que Read fuera un aspirante al título en

toda regla para 1967, Yamaha construyó una moto

totalmente rediseñada, la RD05A. Era más ligera y

mucho más baja que las precedentes. La recom­

pensa fue una lucha épica entre Read y Hailwood

que concluyó con la misma cantidad de puntos ne­

tos para ambos, 50. Sin embargo, Hailwood consi­

guió el campeonato por sus cinco victorias contra

las cuatro de Read. Si se hubiese disputado por las

reglas vigentes hoy día, Read habría sido el cam­

peón (entonces se contabilizaban los resultados

obtenidos en la mitad de las pruebas disputadas

más una, o medía si eran impares)

Para 1967, Yamaha decidió que la categoría

de 125 ce era esencial e Ivy consiguió el Mundial

con Read en segundo puesto. Honda, viendo que

el desarrollo de sus nuevas motos les costaría una

fortuna para enfrentarse al ataque de las dos t iem­

pos, decidió retirarse de las carreras a finales de

1967. Con Suzuki también fuera de escena, Ya­

maha se encontró en solitario para 1 9 6 8 en las

categorías de 125 y 2 5 0 ce.

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^ P i l o t o s d e l e y e n d a j

Fue entonces cuando los responsables de

Yamaha tomaron una extraña decisión. A pesar

de los fantásticos esfuerzos de Read durante los

pasados cuatro años, se decantaron por Ivy como

piloto número uno en 1 9 6 8 para las cilindradas

de 125 y 2 5 0 ce. Read, naturalmente, no lo encajó

nada bien: "Yo he hecho todo el t rabajo duro y

pel igroso, he t raído a Ivy al equ ipo y ésta es mi

recompensa", dijo.

Pero Read es un hombre inteligente y metó­

dico, y en la temporada 1 9 6 8 , cuando Yamaha

apenas tenía oposición, consiguió superar a Ivy

en ambas categorías y finalizar con doblete en el

Campeonato del Mundo.

En 125 ce, Read logró seis victorias de nue­

ve posibles, por las dos únicas de Ivy. Habiendo

conseguido de forma muy prematura el título en

esta cil indrada, puso todo su empeño en la del

cuarto de litro. Ivy tomó una pequeña ventaja al

comienzo, con cuatro victorias a mitad de campa­

ña, lo que hacía presagiar un título seguro. Pero

Read no abandonó y ganó la últ ima carrera en

Monza, empatando a puntos con su compañero

de equipo, desafiando las órdenes de equipo que

le instaban a secundar a Bill Ivy en la clasificación

final, uno de los momentos más controvertidos en

la historia del Mundial de Velocidad. Ambos te ­

nían cinco victorias y dos segundos puestos, por

lo que el Mundial se decidió por el t iempo total de

las carreras que ambos habían finalizado. Y Read

resultó vencedor.

La era MV Agusta Cuando Yamaha abandonó las carreras, Read

se quedó sin equipo. Durante 1 9 6 9 y 1970 se

mantuvo activo en carreras de segundo orden con

Yamaha TZ bicilíndricas, fundamentalmente en ca­

rreras británicas. Entre bastidores, Yamaha estaba

preparando un nuevo ataque para el Campeonato

del Mundo de 2 5 0 ce del año 1971 . El propulsor

de dos cilindros, el mismo de las carreras-cliente

que cualquier piloto podía comprar, fue prepara­

do por la estrella de los sidecares Helmut Fath

en Alemania e integrado en una chasis diseñado

por el propio Read y fabricado por Eric Cheney, un

renombrado técnico de chasis para motos de trial

y moto cross. Read añadió un segundo freno de

disco delantero, un elemento pionero en la épo­

ca, y presentó sus credenciales para los Grandes

Premios de nuevo.

Comenzó con una brillante victoria en A lema­

nia, además de Isla de Man y Assen, para después

pasar por una crisis de resultados que permitió a

Rod Gould (Yamaha) acercarse y superarle. Un

segundo puesto en Monza detrás de Saarinen en

septiembre le dio el título, un gran regreso des­

pués de dos años en el anonimato.

Read comenzó la temporada 1972 con la nue­

va Norton bicilíndrica de 7 5 0 ce del equipo John

Player en las 2 0 0 millas de Daytona, prueba que

lideró en sus primeros compases, finalizando cuar­

to. Aquel año se uniría a Giacomo Agostini dentro

de la escuadra MV Agusta, el equipo de carreras

más famoso y con más éxito en aquellos años.

f ó rmu la —

molo so

Phil Read (MV Agusta) por delante de Jarno Saarinen (1973) y Giácomo Agostini (1975), estos con Yamaha, con los que protagonizó batallas épicas. A la derecha, nuestro protagonista en la Sikers Classic 2004 en Spa;a su lado,Takehiko Hasega wa, ant iguo responsable de carreras de Yamaha, retirado como presidente de la marca.

Saarinen y Yamaha hicieron peligrar en dominio de MV en 500, tanto que los italianos ñcharon a Read para acompañar a Agostini en el por entonces más famoso equipo de carreras.

Su paso a MV Agusta se debió a que Giacomo

Agostini tenía serios problemas para mantener a

raya al "finlandés volador" Jarno Saarinen y a su

nueva Yamaha twin oficial en la cilindrada de 3 5 0

ce. Saarinen ganó a Agost in i en el G P de A le­

mania Occidental en el circuito de Nurburgr ing,

lo que provocó el contacto de la fábrica italiana

con Read para la disputa del G P de Austr ia en

Salzburghng.

Pero esa carrera fue casi un desastre para

Read, que sufr ió una violenta ca ída durante los

primeros entrenamientos. A pesar de las fuer ­

tes quemaduras, consiguió finalizar cuarto en el

s iguiente GP, Imola, con la vieja t res ci l indros,

y t ras otros bri l lantes resul tados, c o m o la vic­

tor ia en A leman ia Oriental , se hizo acreedor a

un cont ra to of icial para 1973, cor r iendo tanto

en 5 0 0 ce c o m o en 3 5 0 ce. Phil Read volvía

a lo grande.

Y el inglés aprovechó la oportunidad en toda

su dimensión. Read sorprendió a todos superan­

do a Agostini en la clasificación de 5 0 0 ce, ¡una

categoría que el italiano había dominado duran­

te ocho años! Simplemente, no podía igualar las

prestaciones o la motivación de Read.

Las apti tudes técnicas de Read condujeron

a cambios radicales en MV Agusta. Introdujo f re­

nos de disco y llantas de magnesio, por poner dos

ejemplos. A su lado, Agost ini no se encontraba

cómodo con los nuevos cambios y, sorprendente­

mente, abandonó el equipo italiano para unirse a

Yamaha durante la temporada 1974.

La táct ica de Agostini demostró ser un éxito,

al lograr la corona en 3 5 0 sin la participación de

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wmm

Phil Read en cifras 1 7 campeonato del Mundo (2, 500 ce; 4, 250 ce; 1, 125 ce) 1 Campeonato del Mundo Fórmula 1 TT 52 victorias en GP (27 en 250; 11 en 500; 10 en 125; 4 en 350) 1939 Nace el 1 de enero en Luton (GB).

Comienza su vida motociclista sobre una Matchless 250.

1958 Compra una Norton Manx 350 ce de segunda mano y gana su primera carrera. Corre por prime­ra vez en la Isla de Man.

1960 Gana en la categoría de 500 ce del Manx TT con récord de velocidad media y récord de vuelta.

1 9 6 1 Primera victoria en el Mundial, en la Isla de Man (350 ce).

1962 Tercero en el Campeonato del Mundo de 500 ce con su Norton privada.

1 9 6 4 Campeón del Mundo de 250 ce, Yamaha. 1965 Campeón del Mundo de 250 ce, Yamaha. Gana en

el TT de la Isla de Man en 125 ce.

1 9 6 8 Campeón del Mundo de 250 y 125 ce, Yamaha. 1971 Campeón del Mundo de 250 ce con una Yamaha

privada. 1973 Campeón del Mundo de 500 ce, MV Agusta. 1974 Campeón del Mundo de 500 ce, MV Agusta. 1977 Regresa a la Isla de Man y vence en

Fórmula 1 TT con Honda. 1978 Ültimo año como piloto profesional.

/IV Agusta. Pero en 5 0 0 ce, Read dominó con

lutoridad por delante de su compañero de equipo

^ianfranco Bonera. Agostini naufragó en su pri-

ner año sobre la gran cuatro cilindros dos tiempos

le Yamaha. Ganó dos Grandes Premios, pero se

etiró en nada menos que seis carreras con diver­

sos problemas.

Para el año 1975, Yamaha dotó a Agostini de

jna máquina más fiable y rápida. La temporada

;upuso un intenso duelo entre el italiano y el bri-

ánico. Agostini comenzó presionando al lograr la

' ictoria en tres de las primeras cuatro carreras,

o que obligó a Read a luchar en una remontada

;onstante. Consiguió ganar a Agostini en un tú a

:ú en la última cita en Checoslovaquia, pero ya era

jemasiado tarde. El italiano se proclamó campeón

:on 8 4 puntos frente a los 76 de Read.

El comienzo del fin Esto signif icó el final de la cañera de Read

como piloto en la cumbre de los Grandes Pre­

mios. MV Agusta estaba a punto de abandonar la

competición, reconociendo que sus cuatro t iem­

pos no podían enfrentarse ya a la oleada de dos

t iempos liderada por Yamaha y la nueva Suzuki

de Barry Sheene.

Durante 1976, Read corrió con una Suzuki

R G 5 0 0 y una Yamaha TZ 7 5 0 para el equipo ita­

liano Life. Después de un inicio prometedor con un

tercer puesto en Austria y un segundo en Mugello

detrás de Sheene, sus resultados no volvieron a

levantar cabeza

En su país, Read encolerizó a sus seguidores

al criticar el circuito de la Isla de Man, negándose a

participar en él. Pero cuando el TT perdió el status

de Campeonato del Mundo en 1977, Read regre­

só, tentado por las elevadas sumas de dinero de

las primas de salida y por un contrato con Honda

para participar en la carrera de Fórmula 1 TT.

Demostró que, a sus 3 7 años, todavía a te­

soraba calidad y valor para ganar en el Sénior

TT con una Suzuki de 5 0 0 ce y con Honda en

Fórmula 1, categoría esta última a la que, por ex­

trañas circunstancias, la FIM le otorgó el status de

Campeonato del Mundo. Por tanto, Read puede

proclamar en su haber 8 campeonatos mundiales,

7 en los Grandes Premios y uno en Fórmula 1,

Mundial disputado a una única carrera

En el año siguiente, 1978, se produjo el sensa­

cional regreso a la Isla de Man de Mike Hailwood,

después de una ausencia de 11 años. El héroe de

las masas se enfrentaba al villano Phil Read en la

carrera de Fórmula 1, Mike con Ducati y Phil con

una Honda de fábrica. La carrera fue un triunfo

para Hailwood, mientras que Read luchó por man­

tener la segunda posición hasta que diversos pro­

blemas mecánicos le obligaron a retirarse.

Ésta fue la últ ima temporada de Read en la

competición de alto nivel. Después de 2 3 años de

carreras y con 3 9 años, ya sólo se dedicó a par­

ticipar en eventos de clásicas. ¿Cuándo se retira­

rá? "No m e he puesto n inguna fecha para dejar

de correr. Espero seguir durante unos cuantos

años más. Cuando lo haga, me gustar ía tener

mi propio equ ipo en carreras de clásicas", nos

dice Read.

Lejos del mundo de las carreras, Phil también

tiene numerosos pasatiempos. Es un experto pilo­

to de aeroplanos, disfruta construyendo aeronaves

de modelismo y le encanta conducir coches de lu­

jo. Sus más fervientes seguidores todavía recorda­

rán que, a principios de los setenta, Read ya tenía

su propio Rolls Royce.

Casado en tres ocasiones, t iene cinco hijos

y cuatro nietos. Sin embargo, ahora vive solo en

un pequeño pueblo, en Somerset, en el oeste de

Inglaterra. Según Phil: "Me gas to tan to d inero

en carreras que no puedo pe rmi t i rme una es­

posa".

¿De qué momento estás más orgulloso? "Es

fácil. Cuando la Reina me nombró M B E (Miem­

bro de la Orden del Imperio Británico) en Buc-

k ingham Palace en 1969 por mi contr ibución al

motoc ic l i smo depor t ivo bri tánico. Aquel fue un

m o m e n t o muy especial para mi".

Texto y fotos: Mick Woollett

Adaptación: Ramón López

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