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Petra El Misterio de Piedra Rosa en El Desierto R-006 Nº093 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2

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redes verticales que alcanzan los 75

metros de altura: el Siq. For fin, trasun trayecto de 1.200 metros Éntreesas paredes, surge ante elios un es-pectacular edificio escarbado en lapiedra. Es el lemPlo del tesoro delFaraón, con una bellísima fachadaadornada con herrnosos relieves Y

columnas que Parece surgir de lasentrañas de la misma montaña.

Los cuatro jinetes adrniran duranteunos instantes !a eniErnática hellezadel primer edificio de Fetra. Después,el docto¡'Jones, su hijo Emdiana, Y

sus fieles arnigos el doctor lVXarcus

Brodi y el guía egipcio Safla&ri (com-pañero de aventuras de lndiana Jo-nes en su busca del Arca Perdida)descienden de los caballos Y Pene-tran a través del templo en la monta-ña. Dentro, un grupo de tiranos nazisintentan acceder al Santo Grial, el cá-liz de Cristo que un anciano cruzadocustodia en la mítica ciudad de Petradesde hace srglos. Pero sÓlo lndianaJones, tras superar las tres iniciáticaspruebas, conseguirá llegar hasta é1.".

Hasta aquí la fantasía que el magnifi-co cineasta Steven Spielberg imaginóen su entrega cie las aventuras de /n-

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diana ,,lones en La ultima cruzada.Spielberg, €sa es la clave de su éxito-,ha sabido combinar a la perfección uncontexto real con sus fantásticos eimaginativos guiones. Cierlo es que enPetra no se esconde el Santo Griai cus-tooiado por inn'lodaies cruzados, ni enel Templo del tesoro del Faraón existengalerías o túneles secretos; al menos,nada parece demostrario. Sin embar-go, ia extraordinaria Petra, la ciudadperdida de los nabateos, encierra entresus piedras muchos enigmas. Peira, ensí misma, es un auténtico enigma en-clavado en el desierto...

"La ciudad de Petra se levanta enun valle escondido en el interior de uncirco de montañas, /as cu,ales son muyescarpadas y están cortadas a Pico

por su parte exterior. En la ciudadabunda el agua, con la que se rieganhueftos y jardines. El territorio exteriora esta muralla es deséftico, sobre todohacia elOeste...". Esta breve descrip-cién, que un geógrafo griego escribióhace dos mil años, desató la imagina-ción de aventureros y exploradoreshasta que, en 1812, Johann LudwigBurkhardt redescubrió Petra, tras si-

Elos de haber permanecido olvidada yperciida en el desiefto jordano.

Petra se encuentra a unos dos-cientos sesenta kilómetros de Am-mán, capital de Jordania. A travésde la moderna autopisla ReY Hus-sein cubrimos esa distancia en Po-co más de tres horas. Veinte kilé-metros después de dejar atrásMaan, adentrándonos ya en la zonadesértica y cuando todavía nosrestan diez kilómetros hasta Petra,avistamos la cadena rocosa que laflanquea. Realmente resulta difíciladivinar que dentro de aquella cor-dillera, protegida por las entrañasde la tierra, se oculta la prodigiosaciudad rosa del desierto.

Por fin, a unos dos kilÓmetros dePetra, tras haber dejado atrás AYnMusa (La fuente de Moisés), alquila-mos caballos para continuar viaje.Las características del Siq, el desfila-dero que se adentra en la montañapara llevarnos a la legendaria ciudadperdida, obligan a que ese traYectotan sólo pueda hacerse a pie. en ca-rreta, en camello c a caballo. LaGuardia iordana, en traie de eiiqueta,

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protege la entrada al Siq; a medidaque penetramos en su interior, com-prendemos la emoción que tuvo queembargar a Burkhardt al descubrirla.

El Siq es un imponente desfiladerocuyas paredes, en algunos tramos,se acercan en su pañe superior hastacasi tocarse, creando la sensación alviajero de encontrarse en un oscurotúñel que le-conduce a otro tiempo.Esa angosta garganta, abierta en latierra por un movimiento sísmico, esel único acceso a la fastuosa Petra. Aambos lados del camino, a poco másde metro y medio del suelo, todavíaquedan restos de los dos canales deagua que los antiguos habitantes dePetra construyeron a lo largo de todoel Siq para transporlar el más precia-do tesoro líquido del desierto. Unaobra de ingeniería digna de los másingeniosos y hábiles arquitectos, au-téntico secreto de la supervivencia dePetra, que supo proveerse de agua apesar de su inaccesible ubicación.

A medida que avanzamos, nos en-contramos algunas tumbas, restos deestatuas y pequeños altares erosio-nados por el paso de los siglos. Amedio camino, un gran cubo de pie-dra llama nuestra atención. Entre lasdos columnas que decoran una desus caras todavía se adivina la formadel dios Dushara, "dios de todos losdioses", uno de los muchos altaresde ofrendas que exisien en Petra.

Por fin, cuando el desfiladero se es-trecha más sobre nuestras cabezas yla luz ha menguado tanto que parecehaber anochecido, una claridad al finaldel camino ilumina una espectacularconstrucción. El Siq termina de golpey llegamos a una gran explanada en laque se erige el Templo del tesoro delFaraón, fastuosa construcción quenos deja absorlos durante unos minu-tos. Tan absortos como aparecían enla pantalla el doctor Jones y sus ami-gos ante una edificación que parecesalida de un cuento de hadas.

1OS DESGENDIENTESDE ABRAHAN'I

Diodoro de Sicilia escribió: "Lascaravanas transportan al mar Medite-rráneo incienso, mirra y dlversas es-pecies llegadas desde la Arabia Fe'liz... En el país de los nabateos se alzaun peñasco sumamente sólido ("Pe-tra" en el texto griego), con una solasubida, y al cual únicamente ascien-den unos pocos para suministrar víveres... Es un lugar muy firme perosin murallas, y dista de la comarcahabitada dos dras de viaje".

Petra es un nombre griego quesignifica "piedra", pero ya Flavio Jo-sefo la menciona en su Antrgtúeda-

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des judaicas señalando que en épo-ca de Moisés se llamaba Arke. Conel paso del tiempo fue conocida co-mo la Batra árabe, la Se/a hebrea,etc. En el siglo lX a.C. fue el rey deJudá, Amazías, quien la bautizó co-mo Jozkil. Pero a pesar de tal varie-dad de nombres, para la mayoría deautores el nombre original de Petrafue Reqem, que significa "tela demúltiples colores", nombre muyapropiado para describir la especta-cularidad de las paredes de Petra.

No está muy claro quién construyóPetra, pero sí puede datarse el iniciode su protagonismo histórico. A padirdel siglo Vl a.C. el pueblo nómada delos nabateos se asentó en la magnífi-ca ciudad de piedra rosa del desiertojordano de Edom, aunque el origende aquellos árabes pre-islámicos escasi tan remoto e inciefto como el dela misma Petra. La tradición bíblicalos hace descender del hijo mayor delsmael, Nebayot, nieto a su vez delpatriarca Abraham.

Lo que sí está claro es que la gran-deza y opulencia de los nabateos enPetra era conocida en todo el contor-no. El geógrafo griego Estrabón citaen sus crónicas clásicas la grandiosacapital del imperio nabateo que, se-gún éste, estaba gobernada por unrey al que le gustaba celebrar grandesfiestas en las que nadie bebía más deonce vasos de exquisito licor en reci-pientes de oro siempre distintos.

Poco se sabe de la historia de Pe-tra antes de los nabateos, salvo queéstos sucedieron en su conquista alos edomitas. Las primeras noticiasde este cambio de gobierno de Petradatan del 312 a.C., cuando los gene-rales de Antígono Monoftalmos, lu-garteniente de Alejandro Magno, in-tentaron en dos ocasiones conquistarla inaccesible "rosa del desierto".

Su estratégica ubicación en la rutade las caravanas, que une el Mar Ro-jo, Egipto y Arabia con Palmira, Da-masco y Gaza, fueron la causa de suespectacular desarrollo. El simple co-bro de un peaje a las caravanas de es-pecias, oro, plata o sedas proceden-tes de China e lndia con destino almundo mediterráneo y grecorromanoposibilitó que Petra acumulase granfama y riquezas. Su esplendor llegó asu punto más alto durante el reinadodel monarca Aretas lll, quien vivió enel siglo I a.C. Bajo su gobierno, el do-minio del imperio de Petra llegó desdeSalah,la actual Arabia Saudí, hastaDamasco, capital de Siria. En ese pe-riodo, Petra podía tener una poblaciónestable de unos 30.000 habitantes, sincontar a los centenares de peregrinos,comerciantes y camelleros nómadasque la visitaban periódicamente.

Petra fue un reino poderoso eindependiente hasta que en el año106 d.C. Trajano la anexionó a laprovincia de Arabia. A partir deentonces, la ruta de las caravanasse desplazó hacia el norte, hastaPalmira, y la espectacular ciudadpétrea fue cayendo en el olvido.En el siglo Xll se hicieron algunasreferencias a la olvidada Petra porparte de una fortaleza de cruza-dos que se estableció en sus cer-canías, lo que inspiró a Spielbergpara situar a los cruzados custo-dios del Santo Grial en el mismoTemplo del tesoro del Faraón querecibe a los visitantes de Petra alfinal del escarpado Siq.

En lo póg. onterior, tumbos de la necrópolis de Petra hobilitodascorno cosos,'sobre estos líneos, visto frontol de lo

"Tumbo de lo seda"; o lo dcha., arribo, conjunto de viviendosen la zono centrol de Petro; debojo, conjunto conlo "Tumbo de lo sedo" y lo oTumba del Polacio".

EL lUliTICO TESORODE |LIOISÉS

Manuel Delgado, conocido as-troarqueólogo español que ha visita-do Petra en varias ocasiones, com-para su colosal arquitectura con laconstrucción de las pirámides. Del-gado, al igual que Er¡c BalashBlanh, Erich von Dániken y otros,dirige nuestra atención a algunoselementos espec¡almente enigmáti-cos de Petra, como sus sorprenden-tes obeliscos. Los obeliscos de Pe-tra son extremadamente numerosos,al igual que en Egipto. Y si algunosobeliscos faraónicos, como los deLuxor, Karnac o Heliópolis nos im-presionaron por su tamaño, los dePetra sorprenden por su técnica deconstrucción.

En la parte alta de la ciudad,muy cerca del "altar del sacrificio"(donde algunos investigadores afir-man que se producen extraños fe-nómenos), se erigen dos obeliscosseparados entre síjusto por 33 me-tros. Pues bien, esas erectas torresno fueron construidas y transporta-das, sino que toda la parte superi.orde la montaña fue rebajada sietemetros alrededor de los mismos,como si fuesen grandes antenas depiedra que forman parte de la mis-

ma montaña. Podemos imaginar elinmenso trabajo que supone reba-jar una montaña, pero no podemosimaginar por qué hicieron tan colo-sal obra en lugar de construir losobeliscos y, simplemente, plantar-los en ese mismo lugar. Y junto alos obeliscos, el teatro -un audito-rio de 33 filas con capacidad para3.000 espectadores-, los templos,los cientos de nichos mortuorios obetilos y los centenares de cons-trucciones escarbadas en la rocaimpresionan a todo viajero.

Manuel Delgado vuelve a reclamarnuestra atención sobre la precisióntécnica de los desconocidos cons-tructores de Petra con un nuevoejemplo: una enorme puerta construi-

da en piedra de una sola pieza, con-servada actualmente en el Museo Ar-queológico de Ammán. Dicha puertase abre y cierra perfectamente a tra-vés de unas ingeniosas bisagras en-garzadas en la roca de forma natural.La técnica de construcción, horadan-do la roca de arriba hacia abajo y sinandamios, sorprende a los arquitec-tos contemporáneos; sin embargo, elmotivo de esa construcción, en la quesin duda se inviftió sangre y sudor amares, continúa siendo un enigma.

La implicación de Petra en el Pen-tateuco bíblico es otro de sus aspec-tos más fascinantes. En Petra, porejemplo, se conserva todavía la tum-ba de Aarón, el hermano de Moisés.Y algunos buscan aún entre sus edi-ficaciones un mítico tesoro que, se-gún la leyenda, Moisés habría oculta-do en algún lugar de Petra.

Actualmente las excavacionesarqueológicas continúan. Los bala-zos en la corona del Templo del te-soro del Faraón, originados por losdisparos de muchos buscadoresque creían que ahí se ocultaba eltesoro, son sólo cicatrices del pa-sado. El Gobierno jordano coordi-na ahora la investigación científicade Petra que, sin duda, todavía es-conde muchas incógnitas.

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EL VERGONZOSO NEGOCIO DEL SIDAA pesar de los miles de millsnes destinados a su ínvestigacién,el §lDA sigue cfreciendo rnt¡chas más incégnitas que respues*tas. ¿Existe realmente un vir¡¡s responsable de la enfermedad?¿Qué intereses se esconden tras multinacionales y po!íticasgubernamentales? Lluís §otinas plantea algunas de las cue§-tiones más cscurras de la supuesta epidemia.

EL TÚNEL DE LA DISCORDIAl-os recientes dist¿¡rbisls protagonizados por judíos ypalestinos *n les al¡'ededores del que fuera Templo de§alomón tienen una lectura esotérica qi.§e pocüs rnediosde contur¡icación han recogida. Wiliiam §avendish yJavier Sierra nos rev*lan §os secretsg co¡'¡cernientes a lallegada del 'overdaders'n Mesías y el polémic* T{¡nel de losAsmoneos, a! que hernos accedid«r para csnocer de cercasus misterio*"

E¡- ATEO Y EL AVATAREn los añoc sesenta el doetor Kovcor se lanaaba a la cazade falsos santones y milagrercs fraudulentos. Be todosel[os, Sai Eaba s* convirtié en su pnincipal obietivo. Entreaeusaciones de trarnpas y encendidas defensas de sus pro-digios, la figura del avatar hind¡i ha lograde sobrevivir sinmerrnar su pcder. Fiobert Gaodman nos relata esta historiaentre la n'lentira y el nnilagro.

CRÓNICA DE UN CONTACTO OVNI FALLIDOLa inve*tigación üVtül está salpicada de falsas alarmas yde frauduleütos protagenistas qu* sólo buscan publicidado dinero. üe*lindar ls verdadero de lo falsc no es sencillo.En esta ocasión nuestro ccnnpañerc, Javier Sierra nosabre las pu*rtas s! uno de estos sasos fallidos, desve-lando ai p{rhilco las luces y scmbras de un mundo com-plejo y a lreces delirante-

GREENPEACE: 25 AÑOS DE LI.JCHA VERDEDesde las prinneras denuncias sobre la caza de focas y balle-mas en los años setenta, Greenpeace ha orquestado especta*culares accioRes de denuncia en su esfuerze per la conserva-cién del planeta. Tan ensalzados por su ímpetu cüms dencsta-dos por sus técnicas guerrilleras, el fenómenc Greenpeaee-que cumple 25 añas- sigue vivo. Santiago Carnacho repasa Iahistoria de esta lueha verde.

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tD!loteca M.A.{J. Mts Arcntvos HJPertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferrada

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