Pesca Total Digital N° 66

www.pescatotaldigital.com.uy Revista PESCA TOTAL digital -2

PESCA TOTALPESCA TOTAL

digitaldigital

PESCA TOTAL — REVISTA DIGITAL Es una publicación gratuita que se distribuye vía mail, realizada por amantes de las actividades al aire libre y pescadores deportivos para pescado-res deportivos Para recibir la revista enviar un mail solicitándola a la siguiente dirección: [email protected] o registrarse en nuestra página WEB www.pescatotaldigital.com.uy Para enviar artículos, sugerencias o comentarios a la revista, enviar el artículo adjunto a: [email protected] Preferentemente en formato Word con las fotos aparte. Visite: www.pescatotaldigital.com.uy COLABORADORES DE PESCA TOTAL Roberto Tagle Fernando Troccoli Prefectura de Canelones Carlos Damiano Fernando Ricca Daniel Siri Dr. Fabián García Jorge Curbelo José L. Reboulaz Diego Gutierrez Uruguay Sánchez Fernando Martinez Ricardo Faccini Dirección y Edición: Raúl Bove Jefe de Redacción: Miguel Trípani Dep. de Turismo: Lic. Alberto Guardia Pesca Total digital es una revista digital mensual que se distribuye en forma gratuita. Las notas firmadas no reflejan necesariamente la opinión de la editorial, por lo tanto, corren por cuenta exclusiva de sus autores.

Registro derecho de autor LEY Nro. 9739 Inscripto en el libro 31 del registro con el número 369

Otorgado el 25 de abril de 2008

INDICEINDICE

6666

EDITORIAL

TRAVESÍA Y PESCA EN EL YÍ MIGUEL TRIPANI

MERCADO DEL PUERTO ANÓNIMO—FUENTE WEB

NEGRITA CHIQUITITA NICOLÁS BARBÉ

ATLÁNTIDA—CANELONES LIC. ALBERTO GUARDIA

TORNAZOLES EN EL NORTE IGNACIO MARTINEZ

TAMBERAS Y BLANCAS FERNANDO MARTINEZ

MOSQUEANDO EN EL RÍO NEGRO ARTURO SAFFORES

ENERO EN ATLANTIDA ROBERTO TAGLE

CONOCIENDO NUESTRAS ESPECIES

CORREO DEL LECTOR

LAS RECETAS DE DOÑA RAMONA

CUENTOS DE FOGÓN

PESCA TOTAL PESCA TOTAL PESCA TOTAL digitaldigitaldigital BrótolasBrótolas

Vedettes de la Vedettes de la temporadatemporada


EDITORIALEDITORIALEDITORIAL Este segundo mes de año llega con varios y muy buenos eventos, que más allá de la competen-cia que plantean, son la disculpa para reencontrarnos con viejos amigos y conocer nuevos. La ciudad de Mercedes se vestirá por dos veces con sus mejores galas. El domingo 12 de febrero, organizada por el club Ayuí, se realiza la decima cuarta fiesta de pesca de la boga. Fue con la participación en este evento que supimos cosechar un número importante de amigos, habiendo colaborado con nuestro pequeño granito de arena para difu-sión del mismo, que de una prueba prácticamente local se extendió a todo nuestro país y paí-ses limítrofes. El fin de semana siguiente, el 18 y 19 es el Yachting y Pesca de Mercedes el encargado de recibirnos en la fiesta y pesca del dorado en su décima edición. En la última oportunidad en que concurrimos al evento, pudimos verificar la alta asistencia y la gran organización por parte del club. Y como si esta otra actividad fuera poco el domingo 26 de febrero el Yacht Club Atlántida organiza su fiesta anual de pesca de la corvina blanca. En esta oportunidad se desarrollaran dos pruebas paralelas, por un lado los amantes del PEK y por otro las lanchas tradicionales que nos acompañan desde hace ya muchos años. Como pueden ver la actividad es continua y variada y además puede ser cada una de ellas el lugar para que los amigos de PESCA TOTAL digital, nos podamos encontrar y conocernos un poco más. El equipo de la revista va a cubrir todos estos eventos y será motivo de sendas notas en los números sucesivos con toda la información tal cual ustedes lo merecen. Los esperamos a todos en Mercedes y Atlántida.

GRACIAS A TODOSGRACIAS A TODOSGRACIAS A TODOS

POR HACER CADA VEZ MAS POR HACER CADA VEZ MAS POR HACER CADA VEZ MAS GRANDE AGRANDE AGRANDE A

PESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digital

www.pescatotaldigital.com.uywww.pescatotaldigital.com.uywww.pescatotaldigital.com.uy

Por: Raúl Bove


Tremenda experiencia merecía más que una no-ta y una buena idea del amigo Marcos Aranda “El Paragua”, fue que la escribiera en tres par-tes, una por cada día de aventura, además fotos habían más de doscientas así que a escribir se ha dicho. Todo comenzó el sábado 7 de enero a las cinco de la mañana en la ciudad de Durazno, en la ca-sa del baquiano que nos guiaría en esta aventu-ra, El Paragua. Es increíble lo que nuestro foro a generado, es mucho más grande de lo que podemos imaginar ya que por ejemplo en ese momento nos conocíamos personalmente, no solo con El Para-gua, si no también con Daniel Lambry “El Belga” y parecíamos amigos de la vida que hacía tiempo no se veían. Pues bien, pasamos nuestra embarcación de

nombre “Combatanja” del auto de Ignacio Silva “Negrete”, el cuarto integrante del grupo, y la engan-chamos a un pintoresco camioncito Opel, de mediados de siglo pasado, el cual contratamos con su dueño “El Pelado” Devita, un tipaso, para que así nos acercara a Polanco del Yí, lugar donde comenzar-ía nuestra travesía. A las ocho y cuarto llegamos a Polanco y unos treinta minutos después estábamos iniciando esta gran aventura.

Texto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel TripaniTexto y Fotografía: Miguel Tripani


Muchas fueron las dudas antes de salir ya que el río se encontraba muy bajo y como si eso fuera poco, no sabíamos unos de los otros, como res-ponderíamos en semejante aventura. El Paragua con la chalana de su suegro, que tiene treinta años y más de cincuenta veces hecho el recorri-do que haríamos nosotros, estaba seguro que remando se sobraba para hacer el trayecto.

Por otro lado nosotros con la “Combatanga” nuestra embarcación, de cuatro metros cua-renta de eslora y un metro treinta de manga no era la más indicada para estas condiciones de navegación, a lo que le sumamos que no tenía-mos remos pero que finalmente no necesitamos ya que el sistema de pértiga a lo gondolero de Venecia resultó más práctico de lo que creía-mos que sería y en los tramos profundos el nuevo Parsun “chinito” 15 hp se porto como si fuera nipón o gringo aliviando los brazos. La primera corredera nos esperaba a unos me-tros de la salida, arenales y ensenadas que se cerraban con sarandíes en ambos lados era el panorama de los primeros metros. Luego lagu-nitas con alguna barranca y playitas hasta que llegamos a una laguna no muy grande pero en la cual el viento nos derivaba río abajo y aprove-chamos para ir haciendo los primeros intentos de pesca.


Todos con señuelos para un lado y para el otro y desde la embar-cación de los extranjeros por decirlo de algún modo, Paragua-yo y Belga, se escucha. _ ya tu-vimos el primer ataque pongan señuelos verde o amarillo fluo-rescentes! A lo que Nacho tenía por las dudas armado su equipo de fly con una mosca tipo stre-mer justamente verde fluores-cente y quedo probando suerte consiguiendo de este modo la primera tararira del día. Continuamos metiendo pincho para cumplir con el objetivo que nos habíamos trazado y la pri-mera parada para dedicar algo de tiempo a la pesca, sería en la laguna más grande del trayecto, la cual es conocida cómo la lagu-na Naval. Extraordinaria, cautivante co-mo cada laguna que conocemos por primera vez en donde sea en nuestro país. Algo inesperado por lo menos para Nacho y para mi, fue en-contrar en ésta, tres campa-mentos, dos lanchas haciendo trolling y de lo más feo de la aventura, encontrarnos con re-des y espineles. Tratamos de ignorar lo que ve-íamos, sin antes sacarle las co-rrespondientes fotografías; no olviden que estamos en un río que hace casi dos años fue de-clarado área protegida y lamen-tablemente aún no se han arre-glado para ver como van a fis-calizar y así hacer que las leyes y normas que se crearon en de-fensa de los peces, la flora y

animales del monte se respeten. Aparentemente es de público conocimiento quienes son los de los establecimientos que dejan entrar a este tipo de seudo pescadores deportivos a dicha laguna. Creo que es cuestión de ir y darles un tirón de orejas con la debida advertencia y un periódico patrullaje es suficien-te para cuidar este paraíso. Es invaluable la riqueza que hay en éste río. Cuidemos, así las futu-ras generaciones lleguen a dis-frutar lo que hoy disfrutamos nosotros. Volviendo a la pesca, hicimos tres pasaditas en modalidad

trolling y en la primera de ellas otra ves Negrete “suertudo” si los hay, prende bicha, tres kilos y pico pesó la luchadora torna-sol luego tres pasadas más y en todas salió pieza. Una de ellas una lagunera la cual sería la úni-ca del fin de semana. Como vimos que de inmediato los compañeros se alejaron con rumbo a seguir con la travesía, cortamos la pesca y fuimos don-de ellos. Paragua nos explicaba que no podíamos seguir mostrándoles la cantidad de tarariras que había, porque de seguro en unos días volvían con más redes bus-cando liquidar la laguna.


Por tal motivo continuamos marchando con la idea de lle-gar a la desembocadura del arroyo Maestre Campo, el cual estaba aún muy lejos y donde pretendíamos pasar la primera noche. Fueron muchas las lagu-nitas que pasamos el resto del día y de pasada en todas las que probamos pescar o tiramos un artificial logramos alguna pieza. Los compañeros con su chalana más ágil sobre todo en las zo-nas más llanas como las corre-deras de canto rodado, se nos adelantaron tratando de llegar a destino a tiempo pero al ver que nosotros no aparecíamos ar-maron el campamento en un paletón que se encontraba antes de pasar por las correderas trabadas que nos separaban de la desembocadura del arroyo, por lo que teníamos de media hora a una hora para llegar a dicho lugar. Ahí nomás pintó asado con wisky de aperitivo; a las diez y treinta de la noche estábamos durmiendo bajo la chalana del Paragua junto al fuego que nos abrigó hasta la mañana, acom-pañados por la luna casi llena.


La verdad que para resumir lo que aprendimos de la pesca de tarariras tornasol en el río Yí, bas-taría con decir que borramos casi todo lo que sabíamos de antes y aprendimos a pescarlas de nuevo, o bien podríamos decir que pescar las ta-rariras del Yí es como pescar otra especie, lejos de parecerse en hábitos, costumbres y otros me-nesteres a las del río Negro o a las de la cuenca del río Uruguay. Es que más de veinte veranos dedicándole un pro-medio de tres a cuatro días semanales hacen que el Paragua las conozca al detalle, al igual que al río y eso hizo que siguiendo sus concejos lográra-mos no solo piques porque eso lo logra cualquiera, lograr cobrarlas era el tema y a las pruebas me remito con las notas gráficas.

El primer detalle que saltó en el primer intento de pesca fue la elección del color de los artificia-les. Confieso que nunca antes había reparado tanto en el color y eso se desprende de mis notas anteriores. Justamente a primera hora del día con un pique que se afirmaba a las diez de la mañana, la prefe-rencia era por colores fuertes vivos como los fluorescentes antes nombrados. Podríamos agregarle que al color le sumábamos una manera definida de hacer trabajar los señue-los. Me refiero a que para efectivizar el pique lo mejor era traer los artificiales lentamente, como pescados heridos por el fondo, eso hacía la dife-rencia temprano en la mañana. Todo esto son enseñanzas del Paragua y en estas líneas yo simplemente retransmito.


Ya avanzado el medio día, el agua más caliente, los señuelos más apuraditos y el color muy otro. Tonos azulados con brillos, o solamente brillan-tes, cucharas giratorias plateadas e imitaciones a Cabeza Amargas dieron los mejores resultados. Pero también cambiaban los lugares donde colo-car los artificiales. Mientras que en la mañana buscábamos colocar los artificiales en las zonas menos profundas, preferentemente playas de arena, donde al agua calienta primero; con el sol pegando bien de arri-ba cualquier sombra en el agua podía ser refugio natural de nuestras compañeras de juego y ahí atinábamos la puntería. Por la tarde, artificiales de colores oscuros con algún brillo eran preferidos por las Hoplias La-cerdae del río Yí. Con el agua al pecho, tanteando el fondo las buscábamos preferentemente en los

pozos donde el agua estaba claramente más fría y la diferencia entre buscarlas de una manera, a la otra, era muy grande dando por ende el éxito o el fracaso de cada pescador. Para el mes que viene les entregaremos la segun-da parte con el segundo día de travesía donde muchas cosas fueron diferentes y en la parte técnica les hablaremos de los detalles a tener en cuantas antes de pescar, para lograr el mejor de los éxitos en piques y piezas cobradas.


n lo que respecta al edificio del Mercado del Puerto, varias generaciones escu-

chamos con admiración a nuestros mayores cuando nos contaban que era una estación ferroviaria que via-jaba hacia Bombay y que por una sucesión de errores terminó en el puerto de Montevideo. ¡Pero si es idéntica a una estación de ferrocarril! Pero no, su historia es mu-cho más noble que el resul-tado de una equivocación o

una tempestad según otra versión que la volvía a calificar como una estación ferroviaria pero destina-da a Bolivia. Los historiadores Fernando Assuncao y Bomset Franco aseguran que en 1865 “se consti-tuyó una sociedad por acciones a iniciativa del comerciante Pedro Sáenz de Zumarán con el fin de construir un mercado en Montevideo”. Esta es la cita de un artículo demasiado breve insertado en la Wikipedia y coincide con la información suministrada en la web oficial del Mercado y en la del Municipio de Montevideo (ver abajo). “Con este destino, continúa la Wikipedia, se compraron los terrenos a la costa norte de la bahía, en el paraje conocido como “El Baño de los Padres”, parte de la manzana limitada por las actuales calles Pérez Castellanos, Piedras, Maciel y Rambla 25 de agosto de 1825”. Así que la cosa viene inspirada por tipos preclaros quienes, tras consultar al ingeniero inglés R. H.

Fuente: WEBFuente: WEBFuente: WEB Autor: AnónimoAutor: AnónimoAutor: Anónimo


Mesures, concluyeron que era posible levantar en Montevideo, lo que resultó la primera cons-trucción de su tipo en América, en toda Améri-ca. Para que tengas una idea: la Torre Eiffel es bien posterior, pues data de 1889. Así continúa la Wikipedia: “El ingeniero Mesures debió vigilar las fundiciones metálicas realizadas en los talle-res de la Union Foundry de K.T. Parkin, en Liver-pool, y viajar luego a Montevideo con una escua-dra de primeros oficiales herreros para dirigir la obra. El armazón original fue levantado sobre el trabajo de albañilería del constructor francés Eugenio Penot. La construcción demoró tres años”. “Fue inaugurado el 10 de octubre de

1868 con la asistencia del Presidente de la Re-pública, Lorenzo Batlle e integrantes de su gabinete ministerial. Su destino era el de mercado pro-veedor de frutas, verduras y carnes a los buques que arribaban a la bahía montevideana y a las fami-lias adineradas que por entonces levantaban sus mansiones en los alrededores”. Alrededores según Figari, para mostrar a sus amigos que era un dibujante de primera línea y en su segunda versión, para demostrarse a su mismo lo que era arte. Todo lo cual ilustra muy bien la cues-tión arquitectónica, pero no te cuenta porqué esa verdulería para barcos se transformó en el lugar

donde recalaban cantores como Carlos Gardel o Enrico Caruso, o porqué diablos la alegre cofradía de Pedro Figari se reunía por allí. Justamente, hay dos cuadros hiperrealistas de Pedro Figari que muestran la esquina y dice otra leyenda urba-na, que los pintó de esa manera porque alguien lo acusó de pintar como lo hacía simplemente porque no sabía dibujar. Entonces, dice la leyenda, los sacó a la calle, les pidió que eligieran una esquina y al otro día les


trajo el cuadro. Y como lo acu-saron de haber tomado una fo-tografía, les exigió que escogie-ran otra y repitió su hazaña. Y nunca más pintó de otra manera que sobre cartón con sus ne-gros bailando, sus ombúes y sus lunas. ¿Vos te creés que las celebri-dades de entonces sólo toma-ban sus virundelas en el Tupí Nambá? No señor, tenían un impresionante circuito de boli-ches, pese a lo cual continuaban

fieles al Mercado del Puerto y no solo porque allí estaba Roldós o porque se comía la me-jor carne de Montevideo. No señor, a la gente famosa de aquél tiempo le rechinaba el lu-jo y no solo andaban entre los cajones de verdura del Merca-do del Puerto, sino que también se sentaban sobre ellos en “Las Telitas” una verdulería en la Plaza Zabala que de noche se atiborraba de gente que iba a escuchar a Edmundo Rivero.

Eran tiempos donde no encon-trabas un cartel en inglés ni con lupa; era un Uruguay más afran-cesado, aunque para nada pi-tucón. Y aquí justo está el se-creto del Mercado del Puerto, una cualidad que felizmente conserva aunque bastante veni-da a menos. Muchos como yo fuimos testigos de Presidentes de la República (Eduardo V. Haedo), al menos en la época del colegiado, que se acodaban al mostrador de Roldós y dis-cutían de política no con el Em-bajador de Inglaterra (que pu-do ser el caso), sino con un changador del puerto o un ba-gayero de aquellos que nos vendían las primeras radio “Spica”. Todo siguió así hasta que un “gobierno de facto” o los cambios de costumbre, nos pu-sieron del revés. Los boliches de adentro van y vienen; si quieren prosperar tienen que tener barra para acodarse, buen vino y alguna picada que pueda competir con los sándwiches de Roldós (¿probaste de los de roquefort y nueces?). Los de afuera, desparramados sobre la peatonal, se lucen con recetas propias o traídas de


lejanas latitudes. Y así te las cobran. Pero, ¡que querés que te diga! Si querés lucirte con un extranjero, pasealo un poco por el Mercado, hablale de la histo-ria, del reloj (ver abajo) y de las fuentes. Contale que en los alrededores estaba el pequeño estadio de box del Boston, que las prostitutas (¿qué puerto podría prescindir de este servi-ciio?) hablaban mano a mano con las damas, ambas respetuosa-mente, que los bares de copas (y de minas) también se entre-veraban por ahí sin que nadie pudiera avizorar el más mínimo riesgo ni la más mínima distin-ción de clase. Ese es el Uruguay que deberías mostrarle a tu amigo extranje-ro. Y apurate, porque todo eso se nos está acabando a toda velocidad. Felizmente, los uruguayos que somos tan reacios a elogiar a los gobiernos, deberíamos lle-narnos la boca con una inter-vención urbana que lo merece.


La peatonalización, un estupen-do museo del Carnaval, el empe-drado que juiciosamente está conservado, los permisos para vendedores callejeros que su-pongo deben cumplir algunas formalidades, los artistas que agregan lo suyo, la limpieza que podría ser mejor pero es bas-tante buena y el aporte de los barcos que, calle por medio, ru-gen su bocina lamentado que deban irse. ¡Pero si hasta esos japoneses que sacan fotos cuando los no-ruegos no les tapan la visual, completan un paisaje tan yoru-gua que da ganas de cantar el himno!

For export y para el más auten-tico folklore, pero tené cuidado con los foráneos. Cuidado con la carne.

Ahora, si llevaste a un extran-jero seguro de que lo vas a im-presionar, tené cuidado con la carne, no cometas el error que yo cometí. Resulta que traje a un grupo de periodistas de Chi-le, Perú, Brasil, Colombia y México y se me ocurrió pedir para todos cuatro parrilladas completas. Cuando vinieron los braseros cargados hasta el tope, posible-mente para impresionar a perio-distas influyentes, uno de ellos se me enfermó. Resultó que el colombiano del diario El Tiempo, un joven pa-riente del actual Presidente Santos, no era vegtariano pero andaba muy cerca.


El espectáculo de tanta carne, vísceras, chorizos, morcillas y todo lo demás, fue demasiado para él. Y mientras mexicanos y brasile-ños le daban de punta a un pulpón, yo tuve que llevar al hotel al colombiano, previa pa-sada por una farmacia para con-seguir un antiácido. Si realmente querés lo tradicio-nal, llevá a tus invitados un sábado a mediodía que es cuan-do los montevideanos llegan en bandada, lo cual es bueno en cierto sentido y pésimo en otro. Puede ser demasiada gente. El reloj. Si es la primera vez que vas al Mercado del Puerto, andá temprano y con tiempo. Te recomiendo mirar con deteni-miento el formidable edificio de la Aduana al que no le damos importancia porque estamos acostumbrados, caminar un po-co por la zona mirando una ar-quitectura singular por lo por-tuaria y de variada inspiración, recorrer los puestitos de arte-sanos, con un poco de suerte ver una cuerda de tambores o alguna pareja tanguera y luego detenerte en medio del edificio para dominar su techado y con-

templar su reloj. Si estás mostrándole todo a un extran-jero, lucite con esta informa-ción que salió publicada en El País referida al estupendo reloj que está ante vos. El artículo dice que el reloj solo estuvo pa-rado diez años. Pero yo lo re-cuerdo fuera de servicio en las décadas del 50 y 60, cuando porfiadamente marcaba las 12..36, buena hora para almor-zar aunque más bien era la hora de tomar el té. ¿Tomar el té en el Mercado del Puerto?

Tas loco. Mandate una morcilla al pan con un vasito de vino co-mo para engañar al estómago. Era lo que hacía cuando salía del Club Neptuno con mis amigos, o me aburrían las cátedras de griego a las que asistía (de no-velero que era) en aquella Fa-cultad de Humanidades que el Profesor Rodolfo Tálice había transformado en un caso quizás único a nivel mundial. Pues bien, el artículo de El País celebra la restauración del viejo reloj a cargo de don Dardo Sánchez, pues al artefacto inglés, que tiene 128 años, le había dado por soltar las campanadas sin cesar, volviendo locos a todos hasta que alguien trepaba y lo sometía a rigor. Ahora vuelve a sonar cada hora, repetir a los tres minutos y saludar con un prudente único golpe de badajo, cada media hora. Algún lagrimón cayó cuando volvió a sonar y to-dos presencian como ceremonia sacra cuando, cada cinco días, don Dardo Sánchez trepa para darle cuerda.


Un fenómeno el Dardo, que también cuida al reloj de la Ca-tedral, de la ex embajada ar-gentina y de la Iglesia de Melo. El reloj debió esperar, pues cuando la Comisión del Mercado tuvo dinero propio y aportado por el Municipio, lo primero que debió hacerse era reparar ba-ños, claraboyas e iluminación. Recién en 1996 le llegó el turno al viejísimo reloj, que estaba descompuesto pero con poco desgaste de tan noble que es su construcción. Llegó a Uruguay junto con toda la estructura de hierro y como Johnnie Walter, sigue tan campante. En cuanto al edificio metálico en sí, su proyecto y construc-ción fueron encargados al inge-niero R.V. Mesures, quien tuvo también a su cargo la tarea de contralor de la fabricación de las piezas de fundición metáli-ca, hechas en los talleres de la “Union Foundry”, de K.T. Parkin, en la ciudad de Liverpool, Gales.

(Wikipedia) Las versiones con-sultadas aseguran que en el centro de la construcción hubo, hasta 1897, una fuente de hie-rro de forma circular con un chorro surgente, una verja pro-tectora y una serie de bancos. Esto resulta contradictorio con otra información según la cual allí estuvo el reloj desde la in-auguración del Mercado. En to-

do caso, no debería olvidarse que antes de OSE el suministro de agua lo hacía una empresa británica, a la cual también per-tenecían las fuentes que hoy pueden verse en la calle peato-nal y en la plazoleta. De manera que pudo ser cierto y un orna-mento donado sustituyó al otro traído de Liverpool.


Vacaciones en el Este… esperado relax con los míos… encuentro con el resto de la flía., con mis

amigos, la barra de la pesca, descanso, playa… yyy la oportunidad para mí de reencontrarme con los bichos

del mar esteño. Muchas ganas de pescar sobretodo lenguados y negras… no

siempre se da... no siempre se dejan... Este año prepare algunas moscas para el fly… y como siempre las cosas de casting y el equipo lenguadero…. y algo de atado…chiquicientas cañas y enseres…. Siempre con el plan familiar… pesca al amanecer y luego familia. Empecé plomeando pero la cosa estaba dura, escasa… luego un pernocte en Garzón, sin novedades... primer pe-je lagunero a mosca, pero terminé enfermo con las lisas…. Un día dándole duro al mar en las piedras sólo…, nada de bichos con ganas de suicidarse en mis moscas, mucha agua fría hasta el cogote, mucho enredo… Luego ya apareció Gonza… salida al mar... amanecer en plena eclosión de ninfas rubias y morochas de minis cor-tas y tacos altos, complicado para concentrarse en la pes-ca… más mar sin suerte un rato… pero pasamos impeca-ble. Otra ida con Gonza al mar… condiciones ideales… obvia-mente no nada interesante y terminamos haciéndole un millón de tiros a los pejes en la orilla… Gonza logra su debut en el SW con un lindo peje pero los muy asquerosos no se querían entregar, venían a la carrera atrás de la mosca, solo para saludarla… Aparece Lucas por el Este y quedamos para ir otro día los

3 a dónde sea. Salida familiar a la playa y aparece el mensaje de Seba Díaz... ¿dónde andaban? la Boca explota de moro-chasss…. Luego la orden, mañana 9 hs. en los espero en la boca sin falta…. Lucas que me confirma que va… Gonza ídem. Pahh ¿cómo hacer? Esa mañana me tocaba quedarme en casa, le tocaba libre y disponible a mi Sra.… por suerte acomodó las cosas para que me fuera a pescar y luego salía el plan familiar Ocho y treinta pasaba Lucas… a las siete ya estaba en pié revisan-do líderes… plomos (de los chiqui-titos) y moscas… un poquito ansio-so nomás… nada que uno no esté acostumbrado.

NEGRITA CHIQUITITANEGRITA CHIQUITITANEGRITA CHIQUITITA O COMO DEBUTÉ CON LAS POGONIASO COMO DEBUTÉ CON LAS POGONIASO COMO DEBUTÉ CON LAS POGONIAS

Texto y Fotografía: Nicolas BarbéTexto y Fotografía: Nicolas BarbéTexto y Fotografía: Nicolas Barbé


Salimos p’ a la Boca… llegamos y estaba Gonza mateando… unos cuantos pescadores con plomo y muchos mosqueros… 2 o 3 en el agua... llega el Seba y Cayetano y ya éramos mas mosqueros que de los otros… agua clarona … un buen chorro de agua clara saliendo hacia el mar… día espectacular. Charla va y viene… mate va y vie-ne… y me comían los nervios… Seba impertérrito nos cuenta que ayer las encontró pero no se entrega-ron… un reventón y pocos roces… a esa altura mi ansiedad era impre-sionante… Armamos tranquis entre mate y mate, sale la caja de moscas, pogo-nias special edition 2012, estupen-das… Seba manda bajar el tippet a 40 máximo para no romper cañas… Otro rato después… (ya el corazón

no me aguantaba más) dice, Che muchachos vamos a pescar? ¡Obvio hermano!!! salí a la carrera hacia el agua… El Mostro deja la mochila se sube a una piedra y dice: ESTAN Ahí ya se transfiguro y nos acomodó, vos Lucas acá conmigo en la piedra, vos Nico acá al lado en el agua, Gonza allá… hay 3 por allá… 2 más allá... dale Gonza tira ahí , Nico más allá, Lucas para allá… y nosotros obedientes haciendo lo que podíamos sin ver absolutamente nada… pero nada mismo…. nadísima.. Y seguimos meta tiro a ciegas, corto, largo, con más deriva, con un plomito más en el líder, ola que viene y me ensopa… la línea en las patas… en las rocas… en las algas… olas mojando los lentes, lisas por todos lados… sol que quema, pero de moro-chas na de na… Yo meta preguntas al Seba, vo que hay que ver? están? estripeo corto? o así? y Seba impertérrito meta correcciones…mamaaá!!! En fin... el hombre: Que están allá! Que más corto!, que ahí viene la Mary con la prima,… que éste año están mas gorditas.. que allá hay 3 que no conozco…lo venían a saludar al hombre!… las conocía a todas! y todos meta moscazosa… Lucas y yo tirando lo mas lejos que podíamos a ciegas y Seba pura órden pidiéndonos tiros prolijitos… Gonza ya se había rajado p' al medio del río hacia la angostura con Cayetano, al rato cansado y fue al primero en dedicarse a los vicios… mate + pucho…. dejó la esssquisita RPLXi 9 tirada entre las piedras pidiendo agua… A ese entonces el agua se había tranquilizado una nada… el sol subió un poco… y para ese entonces los avisos de Seba empe-zaban a materializarse… efectivamente, algun movimiento raro se diferenciaba algo en el agua… era como cazar fantasmas… pero por lo menos daba para pensar que podía haber algo de realidad en lo que el hombre nos decía… Ya los brazos pesaban… la mano de stripear dolía y los dedos sobre los que corre la línea se empezaban a marcar…pero había que seguir. Obviamente cada tanto me mandaba dar unos pasos hacia atrás… si en cualquier momento me ponía la máscara de bucear y salía arpón en mano a darles captura era tal la impotencia. Hasta ahí yo con mi fiel TFO Professional 7 línea sinking tip de eurofly + polilíder + 2 plomitos y nicomosca…. de repente Gonza tiene la mala idea de decir… Nico, ¿querés usar la princesa? la carne es débil… en 2 zancadas la tenía en mis manos y bué … de una 7 con línea baratona a una 9 bellísima y con una Río, hay un poquito de diferencia!!… de vuelta al frente de batalla y a darle p’ a que tengan... una delicia. Al rato Lucas abandona la piedra... queda Seba sólo y me subo de un salto… ahhh! de arriba es otra cosa Del lado izquierdo se me complicaba... , castear para atrás no es mi fuerte… pero ya más cómodo era otra cosa… A hacer los deberes… Meta y ponga la mosca en el agua… Al rato se va Seba a ver a los demás cómo venían… y quedo solito… sólo me faltaba clavar pitones y atarme para que no me bajaran… Al buen rato de palo y palo… algún movimiento en el banco y me empieza a enloquecer… tiro p’ a allá adentro, ade-lante, al costado, atrás… Se materializaba y desmaterializaba al rato… pero no pasaba nada… De repente un movimiento cerquita, casi abajo mío a la derecha, no me acuerdo cómo les tiré o si ya tenía la línea hacia ese lado, pero si de apurarme para acercar la mosca ... detenerla estripear y de repente la línea sale disparada con una veloci-dad increíble hacia el canal quemando y cortándome los dedos… no la clavé con la mano o por lo menos no me acuerdo, si me acuerdo de levantar la caña, la izquierda tratando de guiar la línea que no viniera enredada o no estuviera enganchada en las piedras o zapatos… Creo que grité… salté al agua hacia el banquito a la izquierda todavía con la línea saliendo pero sin llegar al reel todavía… de esa manera podía irme nadando atrás del bicho si cuadraba, pero reventar no estaba en mis planes…


Y los astros se alinearon…… y la línea venía libre… llego al reel y ya es un respiro… Ahí se acercan Seba y Gonza… Seba impecable me-ta consejo, el UNO sin dudas! y Gonza lo mismo pero me lo imagino mirando la caña a ver que anima-lada hacía! Pobre que horrible…. Debe de ser una sensación de impotencia espantosa!! Otro fenóme-no! Lucas cerca también… El bicho ahora si empacado en el canal… corridas cortas pero ya el freno lo aguantaba bien, un rato de paseo… que no vaya a las piedras por favor!! La últimas corridas cortas polentonas… no se cuanto duró 5 – 10 – 15 o 20 minutos… para mi fue una vida. Ya cerca se empezó a ver… retrocedo hacia la are-na... freno más flojo… Seba que la acorrala, mano-tea y 3 kilos de plata vieja quedan bien abrazados afuera del agua!!!! Yo me sentía tocando el cielo!! Fotos! Abrazos! faltó el champán…. Y al agua de vuelta las moscas… Ya en otra piedra… de frutilla se suicida un lenguadito Bb. en mi mosquita… también debut con ellos… hay días que uno está ligón. La familia que me reclama y me fui con ellos a la playa con una sonrisa que me dura hasta hoy….. Debut con las corvinas, debut con las negritas… disfrute con amigos… justo en ese lugar mítico, en que me hicieron pesca-dor de negras a puro cangrejo hace ya un montón de años, que quiero mucho y tengo tantos colegas y amigos, qué más se puede pedir! Gracias a todos los que han sido tan generosos conmigo haciendo algo muy remotamente parecido a un pescador con mosca de mi, gracias amigos. Gracias a Lucas y a Gonza, mis asociados de éstos días y sponsors… Pero sobre todo gracias al monstruo del SR. PESCADOR DON SEBASTIÁN DIAZ! Y por transitiva a DON CARLOS MONTAÑEZ. Y por supuesto que gracias a mi flía, que me bancan en todas mis locuras… NICO

DOMINGO 12 DE FEBRERO


l Departamento de Ca-nelones, entre sus nume-

rosos atractivos natura-les, dispone de una exten-

sa zona de privilegio compuesta de playas, bosques, arenas y atraccio-nes. Con más de 60 kilómetros de playas sobre el Río de la Plata. La Costa de Oro, nos invita a disfru-tar de unas espléndidas vacaciones donde podemos encontrar, desde el lugar ideal para el descanso con una tranquilidad absoluta, como también entornos más movidos, donde la actividad recreativa y vida social se viven de manera in-tensa. Atlántida, uno de los primeros bal-nearios de esa zona, que en su ori-gen era conocido con el nombre de

Santa Rosa en homenaje a un ber-gantín portugués que se acercaba a la costa a comerciar mercaderías, hoy es considerada la capital de la Costa de Oro y constituye el cen-tro turístico de mayor desarrollo

del departamento de Canelones. Conservando aún un entorno de antiguas y hermosas casas, de ex-celente gusto arquitectónico, ubi-cadas frente al mar y que junto a los barrancos en la Playa Mansa sirven de balcón entre altos euca-liptos y pinos para disfrutar de los bellos atardeceres que nos regala un sol que en su ocultamiento nos brinda un espectáculo visual natu-ral incomparable. Atlántida surge por 1911 cuando un grupo de personas adquieren y fo-restan esos terrenos. Ese mismo año se bautiza el lugar con el nom-bre de Atlántida, en alusión a la mítica ciudad perdida de Platón.

Texto y fotografía : Lic. Alberto GuardiaTexto y fotografía : Lic. Alberto GuardiaTexto y fotografía : Lic. Alberto Guardia

ATLÁNTIDAATLÁNTIDA CANELONESCANELONES

Caracterizada por sus barrancos en sus playas, sus montes que junto al sol permiten Caracterizada por sus barrancos en sus playas, sus montes que junto al sol permiten Caracterizada por sus barrancos en sus playas, sus montes que junto al sol permiten disfrutar a pleno sus perfumados bosques de pinos y eucaliptos, el suave rumor de sus disfrutar a pleno sus perfumados bosques de pinos y eucaliptos, el suave rumor de sus disfrutar a pleno sus perfumados bosques de pinos y eucaliptos, el suave rumor de sus olas y algo imposible de perder, sus atardeceres.olas y algo imposible de perder, sus atardeceres.olas y algo imposible de perder, sus atardeceres.


El 5 de diciembre de 1940 es de-clarada centro poblado y el 7 de setiembre de 1967 se le designa ciudad. Ubicada a 46 kilómetros de Montevideo, a 90 de Punta del Es-te y aproximadamente a unos 230 de Colonia, cuenta con variados y excelentes accesos. El 19 de octubre de 2011 se celebró el centenario del primer amanza-miento y trazado de avenidas de la llamada playa de Santa Rosa, fecha considerada como clave en el proce-so fundacional. Hoy cien después sigue siendo el principal balneario de Canelones. Este mes de enero conti-nuaron los festejos de estos jóvenes cien primeros años. En la década del 20 comenzaron a surgir las primeras fincas, ya en 1939 el Sr. Natalio Michelizzi com-pra grandes extensiones de terre-ros en el balneario construyéndose algunos hoteles y edificios impor-tantes, así ya hacia 1939 se cons-truye el edificio “El Planeta” ubica-do en Rambla Mansa y Calle 22. Una imponente construcción que en

su época fue un lujoso hotel y es una construcción con forma de cru-cero transatlántico que apunta a la playa Mansa donde se daba cita la aristocracia platense, actualmente hoy día convertido en un edificio de apartamentos ha mantenido sus rasgos originales - un símbolo em-blemático del balneario. La cercanía de Montevideo nos hace fácil acceder a un disfrute con cierta regularidad, y nos per-mite descubrir sus encantos, sin importar la época del año. En sus más de tres kilómetros de playas que a su vez se dividen en Playa Mansa y Playa Brava, encon-tramos sol, mar, deportes, diver-sión, aguas tranquilas y seguras que nos invitan a nadar y zambullir-nos en ellas. Blancas arenas y un entorno con mucha vegetación y bellezas naturales y a todo esto se agrega una gran variedad y exce-lente calidad de sus servicios. Una interesante propuesta de granjas, estancias turísticas y hostales no faltan a la hora de elegir donde pasar los días.

Hoy día debo decir que la presen-tación de este hermoso lugar al turismo no está a la altura de otros balnearios, ni de otros años, nos referimos a su limpieza y esta-dos de sus calles, al cuidado de la higiene de sus arenas. Para uno que desde hace muchos años la visita y la vive nos duele encontrarla así. Volviendo al tema, Atlántida ac-tualmente es una combinación de modernas construcciones y de pin-torescas casas, mansiones y edifi-cios de época que muestran todo su esplendor, hermosos barrios enjardinados, arbolados destacan por la tranquilidad y belleza de sus paisajes. El visitante dispone de una amplia variedad de opciones de alojamiento, desde campings orga-nizados, cabañas, bungalows, hote-les y hostales de campo, hasta apartamentos o casas o los denomi-nados chalets. Una excelente in-fraestructura de restaurantes, cines, discotecas, centros noctur-nos, casino, recitales, ferias arte-sanales, clubes de pesca, nuevos paradores, un anfiteatro en la Pla-ya Mansa donde la actividad prácticamente no cesa, todo esto y mucho más completan la oferta turística. La actividad diurna es rica y varia-da. Los deportes náuticos, realiza-dos tanto en la mar como en el arroyo Solís Chico se convierten en una actividad clásica con una im-portante oferta: el surf realizado en la playa brava, windsurf, jet sky etc.


Al esconderse el sol comienza el agite nocturno. Ce-nar, tomar un helado, un paseo, disfrutar las suaves brisas que caracterizan nuestro verano. Otros, los jóvenes se preparan para disfrutar de las discos has-ta la madrugada. Otro aspecto es la existencia de ferias artesanales, que se convierten en una excelente muestra de arte-sanos que ofrecen sus artículos en un hermoso y pin-toresco paseo de compras. Igual que el sol, la playa, la pesca es otra opción bus-cada en esta zona, dada la existencia de varios pes-queros y una importante variedad, calidad y cantidad de especies posibles de capturar, tanto en pesca de playa como embarcado. Es de destacar el pesquero de la Piedra Lisa.

Un pequeño zoológico con más de 200 ejemplares hace de las delicias de los más pequeños, ubicado en Avda. Circunvalación y calle 8, allí se puede apreciar ejem-plares de animales autóctonos y exóticos. Es de des-tacar la prolijidad, el cuidado y el estado que allí se encuentra, un elogio para los funcionarios a cargo de él. La existencia de una placita antes de llegar a él no dice lo mismo con juegos infantiles que lo convertirían en un lugar ideal para la recreación de los más peque-ños no están en muy buenas condiciones desde hace ya tiempo con clavos herrumbrados, falta de tablas, etc.


La entrada de Atlántida caracteri-zada por su trébol sobre la ruta interbalnearia y donde llega al fin de su recorrido la ruta Nº 11 y co-mo dándonos la bienvenida al bal-neario nos recibe el Monumento a la Madre, obra del escultor Juan P. Morra inaugurado en 1974, ro-deado de un marco natural muy hermoso. Más adelante nos encontramos la Plaza de los Fundadores de Atlántida, situada en su avenida principal, Artigas, brinda de día como de noche un agradable es-pectáculo de agua y luces; un espa-cio público para disfrutar, homena-je a quienes hicieron realidad el sueño de fundar este balneario, siguiendo por Avda. Artigas en la intersección con Roger Balet se encuentra la Iglesia Sagrado Co-razón, una hermosa y sencilla edi-ficación orgullo de la congregación católica de la zona.

En ella se destaca un hermosos vitral, una gran araña y una replica del la imagen de Mater Admirabilis o la Madonna del Lirio, como se llamó originalmente al fresco de la Virgen María (1844). Otro sitio que no hay que dejar de visitar es “La Parroquia Cristo Obrero y Sra. de Lourdes”, (1960) convertida en un icono del balneario, ubicada sobre Ruta 11, a la altura del km. 164 junto a la

Estación Atlántida, una verdadera joya arquitectónica y orgullo para la zona, que forma parte del patri-monio histórico nacional y también considerada Patrimonio de Améri-ca. Conocida como Iglesia de Dieste, esta peculiar construcción realiza-da por el Ingeniero Eladio Dieste, es visitada por enorme cantidad de público. Realizada en ladrillo con paredes curvas y techos aboveda-dos sostenidos sin columnas, alber-ga en su interior un Cristo obra del escultor catalán Díaz Yepes. Eladio Dieste extrae como nadie el valor del ladrillo en un elemento expresi-vo creando estructuras y espacios únicos. Una replica de ella se encuentra en la ciudad de Madrid.


La Casa del Aguila es otro tradicional paseo de la zo-na. Situada en Villa Argentina, en su Rambla Costane-ra, su nombre original era “La Quimera”. Una particu-lar arquitectura de una cabeza de águila sobre la proa de un barco que asemejaba el cuerpo de un pez, da forma a una obra ideada por un excéntrico italiano, el Sr. Natalio Michelizzi. Sobre esta enigmática y mística construcción se han tejido múltiples leyendas, como ser un punto de reu-nión de piratas, que desde ella espías alemanes duran-te la Segunda Guerra Mundial se encargaban de hacer señales luminosas a sus buques, o lugar de vigilia de la entrada de barcos al Río de la Plata. Se dice también que en el lugar existen misteriosos poderes sobrenaturales, que excita la imaginación de muchos. Construida en piedra, con seis metros de altura, su interior estaba decorado con motivos relacionados con el mar y a su alrededor destacaban hermosos jar-dines; actualmente se ha frenado su deterioro que

sufre por la erosión marítima y fluvial que sufre el barranco sobre el cual se encuentra. Este símbolo de la costa canaria, se ha ido recuperando gracias al em-peño de las fuerzas vivas del balneario para que ad-quiera nuevamente la belleza de antaño cuando emerg-ía imponente y no se destruya parte del acervo cultu-ral de una zona. Cuando se construyó el edificio del águila no se veía des-de la playa. Inmersa en un bosque espeso, el acantilado distaba unos cincuenta metros por delante de los que tiene actualmente; la erosión hizo el resto y recién a fines de los cincuenta el águila comienza a vislumbrarse desde la costa. La idea original era el que sirviera como capilla para una virgen proveniente de Buenos Aires, que por dis-tintos motivos no pudo ser, así que le agregó piezas y lo convirtió en un lugar para el descanso, para leer, pintar y escribir o reunirse con amigos.


Otro rincón a visitar es el Museo Paseo de Neruda, ubicado en Rambla Mansa y Calle 10 donde se atesora una gran va-riedad de documentos, fotos y distintos datos de este famoso escritor chileno como también apreciar distintas exposi-ciones que allí se exhiben. En la Plaza Artigas nos encontramos con un Reloj de sol diseñado y fundido en bronce en 1940, realizado en los talleres de la marina de la Armada Argentina. Se ubica en la Calle 11 y Roger Balet. Para llegar a Atlántida desde Montevideo se debe transitar por Ruta Interbalnearia hasta el Km. 45 donde nos Para llegar a Atlántida desde Montevideo se debe transitar por Ruta Interbalnearia hasta el Km. 45 donde nos Para llegar a Atlántida desde Montevideo se debe transitar por Ruta Interbalnearia hasta el Km. 45 donde nos encontraremos con El Trébol tomando la derecha.encontraremos con El Trébol tomando la derecha.encontraremos con El Trébol tomando la derecha.

Desde el litoral se accede por Ruta 3 has-Desde el litoral se accede por Ruta 3 has-Desde el litoral se accede por Ruta 3 has-ta empalmar con Ruta 11 en San José. Esta ta empalmar con Ruta 11 en San José. Esta ta empalmar con Ruta 11 en San José. Esta nos lleva directamente al balneario pues nos lleva directamente al balneario pues nos lleva directamente al balneario pues culmina su recorrido en el Trébol sobre culmina su recorrido en el Trébol sobre culmina su recorrido en el Trébol sobre Ruta Interbalnearia; desde Fray Bentos se Ruta Interbalnearia; desde Fray Bentos se Ruta Interbalnearia; desde Fray Bentos se puede acceder por Ruta 2 hasta la locali-puede acceder por Ruta 2 hasta la locali-puede acceder por Ruta 2 hasta la locali-dad de Ismael Cortinas allí tomaremos la dad de Ismael Cortinas allí tomaremos la dad de Ismael Cortinas allí tomaremos la Ruta 23 hasta empalmar con Ruta 11 en la Ruta 23 hasta empalmar con Ruta 11 en la Ruta 23 hasta empalmar con Ruta 11 en la localidad de Juan Soler.localidad de Juan Soler.localidad de Juan Soler. Desde Rivera, Tacuarembó se toma por Desde Rivera, Tacuarembó se toma por Desde Rivera, Tacuarembó se toma por Ruta 5 hasta Ruta 11; desde Cerro Largo, Ruta 5 hasta Ruta 11; desde Cerro Largo, Ruta 5 hasta Ruta 11; desde Cerro Largo, Treinta y Tres, por Ruta 8 y luego la 11; Treinta y Tres, por Ruta 8 y luego la 11; Treinta y Tres, por Ruta 8 y luego la 11; desde Rocha por Ruta 9 y Ruta Interbal-desde Rocha por Ruta 9 y Ruta Interbal-desde Rocha por Ruta 9 y Ruta Interbal-nearianearianearia...


es cuento que entresemana anduve por mis pagos en Arti-gas visitando la familia, de

paso aproveché para des-puntar el vicio.

Fuimos de pesca a una estan-cia privada a la que concurri-mos habitualmente en la zona de Catalán, arroyo del mismo nombre. Pudimos comprobar que las tarariras están picando a ple-no. Los arroyos en Artigas son el

ámbito ideal para la tornasol, pero sobre todo en la zona mencionada, la mayoría con lechos de piedra y aguas muy claras y no muy profundas, lo que hace que ya a fines de julio y en las partes bajas, hayan buenas respuestas. Debido al calor imperante, la pesca se dio a media agua y a fondo, por lo que en la mayoría de las ve-ces pesqué con cucharas giratorias de colores plateado, amarillo y rojo fluo. En total en una jornada de pesca, mañana y tarde, obtuve18 tarariras y dos cabeza amargas de muy buen porte. Por lo tupido del monte, y al no poseer bote, la pesca la hacemos vadeando con el agua por la cintura y el pecho, lo cual resulta sumamente refrescante dado que por éstos días las altas temperaturas de la zona fueron noticia.

Texto y Fotografía: Ignacio MartínezTexto y Fotografía: Ignacio MartínezTexto y Fotografía: Ignacio Martínez


Las tarariras curiosamente, casi todas era como salidas del mismo molde ya que eran cortonas y es-taban muy gordas. Utilicé un equipo muy liviano compuesto por microreel cargado con nylon 0.25 del bueno y una caña de fibra, larga y muy fina, por lo que las bichas mostraron toda su potencia, teniendo que pelearlas por unos cuantos minutos para poder cansarlas. Fue una pesca muy deportiva, todo con devolución para que sigan creciendo. La mayoría de los ejemplares rondaron el kilo de peso en promedio, salvo en la última laguna que pes-camos, donde usé un viejo señuelito tucan de Del y al caer la tarde obtuve dos ejemplares que llegaron al kilo y medio. Hacía tiempo que no pescábamos tan bien!!! Adjunto fotos de las más grandes que salieron así como del arroyo Catalán. Adelante con la revista que está muy buena!!! NR: Gracias Ignacio por la colaboración y la muy buena pesca.


l nuevo año se ha iniciado en lo que a la pesca

de costa se refiere arrastrando las mismas características que estuvieron presentes en los

meses de noviembre y diciembre de 2011.

Muy poca fue y sigue siendo la pesca desde costa, obligando a los aficionados a cambiar frecuente-mente de apostaderos siguiendo las noticias que van llegando anunciando una pesca que se presenta a cuenta gotas. Es así que levantando datos que llegaron a AIPIQUE concurrimos junto a nuestro amigo Felipe Vázquez al arroyo Solís grande en busca de las esquivas tamberas. Llegamos cuando el sol ya estaba tratando de ocul-tarse totalmente, así que una vez ubicado el vehí-culo en el estacionamiento que se encuentra a la derecha antes de cruzar el puente, caminamos la

cuadra y poco que nos separaba del apostadero que es referente de todas las incursiones desde hace muchos años. La pesca de esta especie, totalmente de espera, hace que despleguemos más de un equipo por pescador. El pique se hizo esperar hasta el mo-mento en que la caña de Felipe se do-bla violentamente ante el pique y arre-metida de la corvina, iniciando este una corta carrera para manotearla y comenzar la lucha franca y potente que este tipo de ejemplares ofrece para diversión del pescador.

TAMBERAS Y BLANCASTAMBERAS Y BLANCAS

PESCANDO DE COSTAPESCANDO DE COSTA

Texto y fotografía: Fernando MartinezTexto y fotografía: Fernando MartinezTexto y fotografía: Fernando Martinez


Realmente no fueron abundante las capturas en esa oportunidad, pero sirvieron para marcar nueva-mente la presencia de “las negras” en un tradicional apostadero que pese a la merma en la especie sigue manteniendo intactas sus características. Si hablamos de corvinas blancas, debemos señalar también lo esporádico de su presencia en la costa, contrariamente a lo sucedido en la pesca de embarque. Muchos “mingos” y alguna corvina y brótola entreveradas resultaron las principales capturas en los que va del mes de enero.


Una vez más los informes proporcionados por Celso de AIPIQUE nos fueron guiando por los aposta-deros de la costa canaria, obteniendo resultados variados incluso en pescas nocturnas.

Los registros gráficos realizados en distintos apostaderos confirman nues-tro relato. En todas las oportunidades y en todos los pesqueros utilizamos elementos apropiados para alcanzar grandes dis-tancias, ya que en todo momento el car-dume se encontraba más allá del banco, en lo que conocemos como la segunda canal. Apelamos entonces a cañas de metros 3.90 mínimo, apropiadas para plomos hasta 150 gramos y reel Daiwa SL20SH o similar.

Abarcamos en este relato la mayoría de las pesca que hemos realizado en este primer mes del año, en distintos hora-rios, no desechando alguna pesca entre semana en horas de la noche. Cuando llegaban noticias frescas de buen pique y el horario laboral no per-mitía la presencia, una vez finalizado el mismo salíamos disparados en busca de las anheladas capturas.


HOMBRES DE PESCAHOMBRES DE PESCAHOMBRES DE PESCA Domingos 9.30 horas por América SportDomingos 9.30 horas por América SportDomingos 9.30 horas por América Sport

En Internet En Internet En Internet http://www.soltv.com.arhttp://www.soltv.com.arhttp://www.soltv.com.ar En radio por AM 1450 Radio el SOLEn radio por AM 1450 Radio el SOLEn radio por AM 1450 Radio el SOL

Por último podemos señalar que en la última semana el pique se afirmó un poco más, siendo factible que el mes de febrero nos reserve alguna sorpresa, permitiendo de esta forma disfrutar de toda la energía que estos ejemplares nos entregan al momento de su captura en beneficio de nuestra diver-sión.

NR: PESCA TOTAL digital agradece la colaboración de Fernando Martínez y como aperitivo final les dejamos los registros gráficos de la pesca de embarque lograda por el amigo Lorenzo (El Tano) a bordo de su embarcación IALDA, que confirma la aseveración en el sentido de la presencia de buenos ejemplares de corvina blanca en esta modalidad.


n este pequeño artículo me gustaría comen-tarles la pesca realizada en los primeros días de enero en la zona de Palmar

(Rio Negro, y estancia Santa Sofía). Llegué el día dos a primera hora de la mañana luego de recorrer los

casi 300 km que separan Palmar de Montevi-deo en un viaje tranquilo. Tenía la gran expectativa de ver como estaba el rio, por lo que me mandé de una hacia la ba-jada de las lanchas, el estado del rio era el habitual en esta época; casi seco a causa de que la represa no estaba generando. Con estas condiciones el rio queda casi seco; casi, ya que en el medio se forman innumera-bles correderas pequeñas las cuales se pue-den recorrer vadeando con cuidado por lo res-baloso de las rocas. En estas correderas acechan los dorados ca-zando pequeños sábalos mojarras etc. así que rápidamente armé mi equipo numero “6 línea de flote” varias moscas y al agua.

PUBLICITE EN PUBLICITE EN PUBLICITE EN

PESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digital Comuníquese con nosotros vía mail Comuníquese con nosotros vía mail Comuníquese con nosotros vía mail

[email protected]@[email protected]

MOSQUEANDO MOSQUEANDO MOSQUEANDO EN EN EN

EL RIO NEGROEL RIO NEGROEL RIO NEGRO Texto y Fotografía: Arturo SafforesTexto y Fotografía: Arturo Saffores


En la primer corredera que pruebo “primer cast” y pique inmediato. Doradito afuera y devolución, de esta forma se mantuvo el pique hasta más o menos las 7,30 cuando se corto totalmente. Los dorados seguían ahí pero no tomaban mis moscas, cosa que ya me pasó en varias oportunidades y que me llevo a grandes desvelos de porque esto ocurría ya que los dorados seguían cazando pero no tomaban más las moscas (por suerte luego de unos días este misterio se develaría).

Después de esta pesca matinal fui a alo-jarme en el hotel de la intendencia de soriano en el pueblo, lugar más que reco-mendable con todas las comodidades para quien busca tranquilidad y descanso. En la tarde baje de nuevo al río y me en-cuentro que la represa estaba largando agua por lo cual el nivel era el optimo pa-ra pescar desde la costa. Aquí la pesca la i n t e n t e c o n “ l i n e a s s i n k i n g tip” (hundimiento) y equipo “número 8”. El resultado fueron unos 5 dorados de aproximadamente 2 kilos que dieron buena pelea en la corriente. En la tarde el dorado remonta el río y se ubica casi sobre la represa donde está el grueso del cardumen y los de mayor tamaño. En ese lugar se los pesca con cañas de lance y el famoso plumerillo o mosca loca, una pesca que a mi modo de ver efectiva pe-ro demasiado pesada para el porte de los dorados, que raramente pasan los 4 kilos. En los siguientes días la situación de pes-ca se mantuvo de forma similar; en la mañana rio seco, con buen pique en las primeras horas y en la tarde menos can-tidad pero mejores portes. De todas formas la pesca fue decayendo a medida que pasaron los días, tal vez fuera la influencia de la luna que pasó de cuarto creciente a llena en esos días.


Tuve la suerte de compartir algunas jornadas, con un par de nuevos amigos MARCOS Y MARIO a los que conocí por medio el foro de PESCA TOTAL

digital. Con ellos pescamos e intercam-biamos experiencias de pesca y varias cosas más, lo cual dio un mejor condimento a la salida, ya que se aprende mucho pes-cando con otras personas. Con Marcos en una mañana sa-camos varios dorados de buen tamaño y muy buena pelea en una especie de flat que se for-maba entre la costa del rio y una corredera central. Una pesca buenísima ya que casi era hecha a pez visto. En la tarde dado que el pique mermaba mucho decidimos ir a la estancia SANTA SOFIA que queda a pocos km de palmar en busca de tarariras. Llegamos al casco de la estancia; pagamos los módicos 100 pesos por persona que cobran para entrar y nos mandamos para una lengua del lago protegida del viento; donde el agua estaba quieta y caliente. Calzamos los wader’s y al agua, con equipos 8 líneas de flote y popers para meter ruido en superficie. Además es bueno acotar que en los 10 o 15 metros siguientes a la orilla hay una especie de alga que hace imposible la acción de cualquier señuelo o mosca que no sea anti enganche, y además molesta mu-cho al enredarse en la línea por lo cual es conveniente meterse al agua para evitar estas algas. La pesca fue poca en cantidad unas diez taruchas entre los dos pero de muy lindo porte y con el condi-mento de los ataques en superficie, lo que hace de esta pesca a mi entender de las mas espectacula-res a realizar. Los resultados fueron pobres en relación a lo que promete el lugar, tal vez el horario y la luna complotaron para esto, pero es más que válida como opción cuando los dorados andan esquivos.

Los últimos dos días de mi es-tadía los compartí con el amigo MARIO gran pescador y con quien aprendí mucho sobre técnica de presentación y cas-teo. La pesca estuvo medio flo-ja en Palmar, por lo que en una tarde decidimos rumbear para Paysandú, a intentar embarca-dos con Juan Laborde guía de la zona, quien nos llevó a una zona llamada CASA BLANCA unos 15 km río abajo de Pay-sandú. En este lugar pescamos cerca del muelle abandonado de un frigorífico, con una pesca espectacular muy divertida de dorados y pyrapitas.


El condimento de este lugar era el desafío de me-ter la mosca bajo palos y restos del muelle en ti-ros de precisión casi quirúrgica para lograr los pi-ques ya que los dorados estaban bajo estos obstá-culos. Y fue ahí donde vi y aprendí las técnicas de como meter una mosca a 15 metros de distancia en un lugar casi imposible. Mientras yo lo intenta-ba mi compañero lo lograba con asombrosa facili-dad, a lo cual era un tiro un pique. Así que pasamos una tarde increíble en un lugar muy bonito con buena pesca y compañía; nada más se puede pedir. De esta forma al otro día, casi finalizando las jor-nadas de pesca, con muchas satisfacciones desde todo punto de vista, pesca, amigos, paisajes increíbles, llegamos a la conclusión de que fueron cinco días inolvidables. Como último comentario les recomiendo a quienes no conozcan esta zona del país se den una vuelta ya que es una excelente opción para pasar tranquilo y descansar en plan de pesca o pa-seo familiar. Gracias a todos los que me iniciaron en la pesca con mosca, estoy comprobando en carne propia lo que me comentaron la primera vez que nos vimos en el parque Miramar "ESTO ES UNA ADICCION" y es así nomas cada vez pesco menos en otras modalidades, por algo será.


El 2012 no comenzó como un buen año de pesca de embarque. Fallaron los pesqueros más lejos de la costa, como: la caracolera, la chacra, la segunda cha-cra, y otros que están más o menos en-tre las 3.5 y 6 millas de la costa de Atlántida. Sin embargo, se dio un pique interesan-te de buenas corvinas cerca de la isla en las inmediaciones de la segunda y tercera baja (piedras que sobresalen apenas a la superficie a las que localiza-mos por la espuma y olas que se for-man). Estas están a una milla de la isla aproxi-madamente. El piso es todo de piedra, lo que representa un “enganchadero” de anzuelo y plomadas importante. Al haber piedra hay mejillón, cangrejos chicos etc, lo se convierte en lo que lla-mamos los pescadores “un buen comede-ro”. Uno de los tantos días de pesca que sa-limos con Raúl en la lancha PATERO,

paramos primero al costado Este de la segunda baja. Durante más o menos una hora, nos visitaron roncaderas de todo tamaño, y decidimos ir hasta un pesquero a 2.3 millas de la costa, con fondo de barro, donde en muchas oportunidades hemos hecho buena pesca de pescadillas y mingos.

Texto y fotograflía Roberto TagleTexto y fotograflía Roberto TagleTexto y fotograflía Roberto Tagle

ENERO EN ATLANTIDAENERO EN ATLANTIDA

PESCA EMBARCADOPESCA EMBARCADO


Ese día parecía el mar muer-to!. El ecosonda no marcó un solo pez. Como a la media hora prendi-mos un “chucho” y una “raya” grandes y decidimos volver a la segunda baja. El agua había cambiado, esta-ba más clara y “hervía” de pe-jerreyes en la superficie. La corriente había cambiado tam-bién, lo que nos permitió an-clar de tal manera que la popa de la lancha quedó hacia la segunda baja y a unos 30 mts. de la misma. Raúl armó su caña para corvina y Yo una currica para el pejerrey. Se veían claramente las corridas de los pejerreyes y comenté que quizás habría alguna anchoa, lo que Raúl me acotó: “ no te extrañe que algún pez sable esté merodeando y correteando los pejerreyes”. Saqué el primer pejerrey y lo hicimos carnada. Armé la currica para a anchoas y encarné con un “bife” de pejerrey. Tiré a la espuma de las bajas donde se veían las corridas de los pejerreyes. A pocos minutos, la boya de anchoa se hunde totalmente y la caña de fibra de carbono cabecea des-esperada. Al recoger, un lindo ejemplar de pez sable se había prendido del pejerrey fresco. La pesca de embarque sigue siendo mucho más firme que la de costa. Aprovechamos este corto relato para incluir algunos registro gráficos de otras pesquerías y con otros actores.

Se emite por canal 5 Se emite por canal 5 TELEVISIÓN NACIONAL TELEVISIÓN NACIONAL

domingos 12 horas.domingos 12 horas. Repetición domingos 24horasRepetición domingos 24horas


Mero Garoupa Nombre científico: Acanthistius brasilianus. Epinephelusmarginatus. Diplectrum radiale. Más de tres especies en nuestras aguas. Descripción Cuerpo: Macizo, rechoncho, bastante grueso y con el abdomen generalmente distendido. Cabeza muy volumino-sa y ojos grandes. Opérculos y preopérculos de bordes espinosos. Coloración: Tonos marrones o vivos, con manchas amarillentas en el dorso y flancos, según la especie. En el ab-domen predominan los tonos amarillentos. La coloración, sin embargo, varía de una especie a otra. Tallas: Los ejemplares de las distintas especies que pueblan nuestras aguas, pueden sobrepasar los 60 centí-metros de longitud y los 8 kilos de peso. Aletas: Una única aleta DORSAL sostenida por más de 10 radios espinosos fuertes. Tanto la aleta ANAL como la pélvica, también están sostenidas por radios espinosos. La aleta CAUDAL es entera y lobulada. (borde distal convexo) Hábitos y localización: Todas las especies están asociadas a fondos rocosos, localizándose a profundidades variables ( de 6 a más de 100 metros ), según la especie. Son de hábitos sedentarios, ya que una vez que han elegido una zona de caza en donde, dispongan de un buen refugio, permanecerán en él, incluso, durante años. Fecundación y desarrollo: La fecundación al igual que en los demás peces óseos, es externa y el desarrollo oví-paro. Sin embargo, en estos peces, acontece algo muy llamativo y asombroso que es el hermafroditismo y tam-bién la posibilidad de invertir el sexo cuando envejecen. En efecto, todos los meros jóvenes son machos, capa-ces de producir esperma, pero cuando envejecen, se transforman en hembras capaces de producir óvulos. Alimentación: Son depredadores que se valen de su gran boca para atrapar peces y crustáceos. La misma actúa cual si fuera una gran bomba de succión, atrayendo y engullendo a las desprevenidas víctimas que nadan en sus cercanías. Status: Residente de fondos rocosos, algo escaso. Modalidad de pesca: Línea de fondo. Carnada: Lisa, pejerrey y anchoita. Apostadero: Embarque sobre fondos rocosos. Utilidad gastronómica: Media alta. Recomendado: Al horno.

Fuente: Peces marinos de las costas Uruguayas – Lic. Pablo A. Núñez Gutiérrez Edición: Comuna Maldonado


De: BRUNO FERRERA Fecha: 24/01/2012 02:27:31 p.m. Para: [email protected] Asunto: foto NR: Recibimos de Bruno el registro de un muy buen lenguado. Felicitaciones

De: Gonzalo Méndez Fecha: 27/01/2012 02:46:38 p.m. Para: [email protected] Asunto: Primera pesca en la playa de Valentín. Hola Raúl, como estas? Muy feliz año para vos y toda tu familia, te mando fotos de mi hijo Valentín Méndez de 4 años que con la caña y el reel que le regalo Miguel en su cumpleaños. Pescó borriquetas, un sarguito y un pampanito en la playa de San Luis. Estaba loco de la vida porque había pescado mas que yo, que en lances mas largos en busca de corvinas, miraba pescar a Vale senta-do en la reposera También pesco roncaderitas que las devolvió todas como debe ser, y lo demás mar-cho en una fritada . Saludos y buenas pescas. NR: Como pasa el tiempo! Lo conocimos de bebé con pañales y ahora todo un pescador. Te felicito Yaca por el Junior, en cualquier momento lo sacamos a pescar embarcado.

De: Guilherme Fecha: 02/01/2012 08:17:46 p.m. Para: [email protected] Asunto: Gerardo_Jose_sarandi_1.jpg Estimado Señor Raúl Bove, Recién estuve de pasaje por Montevideo, oportunidad en la cual pude rever a un gran amigo (Gerardo Addiego) quien me indicó hace unos años su revista digital. Esto amigo es un fanático por pesca (así como yo). En esa oca-sión tuve la suerte de salir con él a conocer en detalles al Muelle Sarandí, donde me pareció que todo uruguayo empezó a lanzar sus primeras carnadas al mar. En la próxima allá estaremos debidamente equipados con nuestras cañas… ¡Un feliz 2012 lleno de éxitos! Saludos desde Brasil, NR: Gracias por los saludos amigo Ghilherme, retribuidos. Y gracias por estas junto a nuestra publicación.


De: Direccion De Turismo Isla Mujeres I M Fecha: 01/19/12 18:01:40 Para: [email protected]; [email protected] Asunto: Invitación a Torneo de Pesca "Grandes Premios"(DIR. de Turismo de Isla Mujeres) " DIRECCION MUNICIPAL DE TURISMO H. Ayuntamiento Constitucional 2011 – 2013 “2011 Año por una cultura de Donación de Órganos”

Lunes 18 de Enero de 2012. PESCA TOTAL La Revista del Pescador. Antes que nada le hago llegar un saludo afectuoso y me permito comentarle que se acerca la fecha para llevar a cabo el 9º Gran Torneo de Pesca “Cosme Alberto Martínez Magaña” de Isla Mujeres, mismo que tendrá lugar en nuestro Municipio del 18 al 20 de Mayo de éste año. La última edición del torneo se inscribieron 98 embarcaciones con un promedio de 600 participantes (pescadores y tripulación) provenientes de diferentes partes de la república como del extranjero, además de los familiares de los participantes que nos visitan año con año para disfrutar de es-tas fiestas, la bolsa de premios ascendió a un monto aproximado de $870 mil pesos, es por ello que dicho evento no solamente contribuyó a incrementar el posicionamiento de las empresas que nos acompañaron como patrocinado-res, sino también a generar una mayor derrama económica en el Municipio durante las fechas del evento que ya se ha vuelto uno de los Torneos de Pesca más Importantes de nuestro Estado. Para ésta edición 2012 nos propone-mos seguir avanzando fronteras en lo que respecta a la promoción del evento, para que el mismo crezca en posicio-namiento a nivel Nacional e Internacional.

Es por ello que nos permitimos sugerir que contemple este evento como una oportunidad para que su em-presa incremente su posicionamiento a nivel Nacional e Internacional como patrocinadora de este importante Tor-neo de Pesca Deportiva, la propuesta es que nos apoye haciendo mención de nuestro torneo en las próximas edi-ciones de su revista, apoyo que sería retribuido teniendo Uds. presencia en toda la publicidad que se manejará co-mo son: pagina Web, lonas, pendones, posters, prensa escrita, radio y TV nacional esto gracias a la cobertura con la que contaremos. Así mismo le hago mención, que como todos los años contaremos con un espacio en el cual podrá exhibir y al mismo tiempo promocionar los servicios que ofrece su empresa, esto sin algún costo, nosotros instalaríamos los toldos y Uds. en su caso, podrán traer la información y módulos (stands) o displays que consideren necesarios para la promoción y/o venta de sus servicios a todos los asistentes al evento asi como turismo en gene-ral.

Esperamos contar con su valioso apoyo y confianza. Nos comunicaremos en breve con ustedes para confir-mar su participación. Si tiene Ud. alguna duda ó sugerencia, puede comunicarse con nosotros al Tel. (998) 877-0307 o bien al correo remitente.

A nombre del H. Ayuntamiento de Isla Mujeres, le agradecemos de antemano su atención a la presente y nos reiteramos a sus órdenes para trabajar juntos en éste 2012.

LAE. EYDER JAHIL HOTH PEREZ DIRECTOR DE TURISMO MUNICIPAL H. AYUNTAMIENTO DE ISLA MUJERES. AV. RUEDA MEDINA No. 130, COL. CENTRO, CP. 77400, ISLA MUJERES, QUINTANA ROO, MEXICO. TEL. (998) 877-0307 CEL. (998) 577-0874

Antes de organizar una salida de pesca infórmese de que está saliendo, dónde y con que. En los comercios del ramo le pueden brindar esta información. No se deje engañar por artículos y publicaciones en las cuales el relevamiento informado tiene varios meses de antigüedad. Lo publicado en PESCA TOTAL nunca es viejo. Tratamos de brindarles la realidad. Además en nuestro FORO tiene el pique, no solo al día, sino al instante. Vea interesantes rincones dirigidos a todas las actividades afines a nuestra afición.


Pastel de polenta y pescadoPastel de polenta y pescadoPastel de polenta y pescado

Un plato fácil de preparar, la única condición es filetear las postas finas, para que se cocinen en el horno.

Sofreír en una cacerola la cebolla, el morrón y el ajo. Agregar el tomate picado. Condimentar con sal, pimienta y pimentón. Reservar. Colocar en una asadera para horno, previamente aceitada, una capa de polenta previamente cocida. Cubrir con una capa de la salsa de tomate y morrón. Colocar uno junto a otro una capa de filetitos bien finos de pes-cado. Condimentar el pescado con sal y pimienta. Cubrir con el resto de la polenta. Hornear durante 50 minutos aproximadamente. Unos minutos antes, retirar la fuente del horno y cubrir con mozzarella rallada y unas cucharadas de queso rallado. Llevar al horno a gratinar.

• 2 tazas de polenta, cocida • ½ kg de filetes de pescado • 1 cebolla • 1 morrón • 3 dientes de ajo • 1 lata de tomates perita • Condimentos, a gusto • 150 g de muzzarella • Queso rallado, a gusto

INGREDIENTES


Qué batalla tan descomunal. Qué experiencia tan fascinante la que había tenido con aquél pez. Mi corazón palpitaba fuertemente y el sudor corría lentamente por la espal-da. Para mí, era algo que jamás se vol-vería a repetir. Pero Martín me alentaba a intentarlo al día siguiente. Nos dimos un fuerte abrazo de camaradería, cuando mi vis-ta se fijó en el horizonte. Una delgada línea de luz tenue naranja quedaba entre las nubes y la tierra que se encontraba a kilómetros de distancia. Otra imagen para el recuer-do. Mi compadre me palmeaba la espal-da tratando de darme ánimo, pero yo irradiaba alegría de haber vivido lo que viví, aunque reconozco que mi ánimo se encontraba por el piso. De cualquier manera ya no me queda-ban ni ganas ni fuerzas para intentar sacar algo más así que decidimos le-vantar todo e ir a descansar un poco antes de la cena. Antes de retirarnos, volví a mirar la laguna como tentando al pez a que lo hiciera nuevamente. Pero en vez de eso, algo que antes no estaba en el horizonte, me llamó la atención. La elegante línea naranja del horizon-te, comenzaba a cortarse de forma vertical. Enseguida me di cuenta que solo un hacho natural ocurre vertical-mente, la lluvia. Paré por un segundo para corroborar lo que estaba viendo, cuando Martín vio lo mismo que yo. Ambos sin decir una palabra apuramos a los chicos a llegar al campamento. Nuestras esposas no entendían qué era lo que pasaba, ni por qué corríamos tan deprisa. Solo pude decir.- Métanse rápido que se viene una tormenta. La verdad era que no sabíamos su di-rección ni su intensidad, pero daba

toda la impresión de que venía hacia nosotros. Mientras acomodábamos el campamen-to para enfrentar la tormenta en caso de que viniera hacia nosotros, pudimos ver como detrás del otro monte de eucaliptus comenzaba a aparecer una nube extraña con un borde blanco. Esa nube era sinónimo de viento. Lo que venía detrás era una cortina de agua que jamás olvidaríamos. Amarre la carpa con toda mi fuerza. Tensé un poco más el toldo y pude ta-par el fuego con una de las puertas de la Combi que se encontraba tirada. Le grité a Martín que se metieran rápido y que si tenían problemas se metieran en la camioneta o en alguno de los autos. Cayeron las primeras gotas y una im-pactó detrás de mi oreja; me pegó tan fuerte que entendí claramente la mag-nitud del aguacero. Entonces sentí que la carpa iglú que había llevado, no resistiría. Le dije a mi esposa que dejara la carpa y se metiera en la combi lo más rápido posible. Y así fue. El pánico comenzó cuando una rama de un eucaliptus se rompió y cayó cerca de la carpa en la que se encontraban los chicos. Los rayos y truenos se hicieron sentir de forma estrepitosa. El epicentro de la tormenta se acerca-ba y ya se podían sentir la furia. La lluvia se hizo cada vez más intensa hasta el punto de no ver la otra carpa. En mi interior una tormenta no era problema, pero cuando se va de campa-mento con mujeres y niños, lo primero en lo que piensas es en la seguridad de los seres queridos. La paleta de cordero se mantenía seca y el fuego era pobre, pero resistía la tempestad. Otro rayo, y otro trueno, ésta vez más fuerte y más cerca uno del otro.

Un enorme árbol se quebró con el vien-to y cayó al otro lado del monte. En ese momento me preocupé por los demás, y grité.- Agárrense que la tor-menta va a pasar por encima de noso-tros. Mi viejo me había enseñado, que a su vez su abuelo le había enseñado, que entre un relámpago, (la parte vi-sual de luz) y el trueno (la parte sono-ra) hay que contar de a uno como si fueran segundos. Dependiendo del viento y la dirección de la tormenta, el tiempo que uno cuenta, es la distancia a la qué uno se encuentra del epicentro de la tormen-ta. Y según mis cálculos mi cuenta a esa altura era de tres segundos. Entonces sucedió lo que me temía. Un relámpago iluminó el cielo, y como en un solo movimiento, el rayo hizo contacto con la tierra. El impacto fue tan impresionante que nos hizo estre-mecer. La fuerza de la onda que emi-tió movió todo lo que estaba alrededor nuestro. No tuve tiempo de contar ni hasta uno. Los chicos gritaron del sus-to. Mi señora me abrazó como si el mundo se fuera a terminar en ese mis-mo instante. Yo solamente la abracé también. Varias imágenes vinieron a mi mente, y recordé mi vida en un segundo. Jamás me había sentido tan vulnerable ni tan insignificante. Todos los recuer-dos de mi casamiento, la pesca, la her-mosa niñez que tuve, o los padres y hermanos que me estaban esperando, pasaron por mí mente. La lluvia no dejaba de caer de forma estrepitosa. Entonces vino otro relám-pago. Comencé a contar, uno, dos, tres, cuatro, cinco, brummmmmm. Respiré profundamente y pensé; la tormenta había pasado y se encaminaba a dejar-nos. Pero la lluvia no paraba, y un ruido extraño comenzaba a sonar cerca de nosotros.

Texto: Fernando Rovira 2da. PARTE


Lo primero que pensé, fue; ¿Qué más podía salir mal? La laguna tenía unos desagües para que al llenarse en determinado punto co-menzara a desagotar el nivel del agua. Pero los las tuberías que eran enormes estaban aparentemente tapados o ce-rradas. Entonces comenzó a desbor-darse por la parte más alta y en el ca-mino nos encontrábamos nosotros. El agua comenzó a correr por debajo de la camioneta. Comenzó a llenar la carpa donde nos debíamos quedar, que hasta ese momento había soportado el embate de la lluvia Pero no estaba preparada para soportar, un manto de agua, que cada vez se hacía más fuer-te. El fuego se había extinguido, pero no había tocado la comida que se en-contraba sobre la parrilla. Al cabo de un rato escuchamos los gri-tos. La carpa de Martín comenzaba a llenarse de agua también. Pregunté qué pasaba, pero no respondieron. Me tapé con una lona, me descalcé y crucé has-ta la toldería de los chicos. El agua había invadido la carpa y todos tenían los pies mojados. Entonces les dije que debían ir hasta los autos, donde por lo menos no se iban a mojar más. Uno a uno los fui llevando hasta que todos quedamos secos y a salvo. Ya estábamos seguros de la tormenta y del agua. Al cabo de un rato la lluvia comenzó a cesar. Tan rápido como había venido, nos estaba dejando. Volví por la pierna de cordero y las galletas de campaña que se encontraban secas en la cajuela. A esa altura ya era media noche, y la cena se hizo de forma improvisada. Pues la idea era sacarse el hambre y el frío. Pasado el temporal pudimos salir y ver que todo estaba mojado. No teníamos más opción que pasar la noche en los autos. El mal humor era generalizado. Los chicos todavía tenían frío, pero también les estaba entrando el sueño. Opté por ordenar el campamento, aun-que sea un poco, mientras el resto des-cansaban muy incómodamente en los asientos de los autos. Tampoco había mucho lugar para todos. Así que lo me-jor fue sacarse el frío poniendo orden. Cuando terminé era como la una de la madrugada. Todos se encontraban durmiendo. La noche estaba estrellada y el viento había parado.

Las opciones eran acostarme o volver a probar suerte a la laguna, y aproveché la oportunidad para hacer unos tiros. Encarnando con las mojarras que los chicos habían sacado en la tarde, sola-mente saqué unas palometas o pirañas, y un bagre negro pero todo lo devolví al agua. Cuando el sueño me venció me fui a dormir a la Combi. A la mañana siguiente el sol brillaba entre algunas nubes. Todos se habían levantado temprano, y yo que me había acostado tarde, lo hice a media maña-na. De día el panorama era peor de lo que habíamos visto de noche. Tal es el punto que cuando me desperté todos juntaban las cosas, pues habían decidi-do volver. Uno de los chicos estaba haciendo un poco de fiebre y Claudio no tenía su medicación. El papá de Martín, era una persona mayor y no estaba para soportar otra noche de esas, y las mujeres no decían palabra alguna. Opté por juntar las cosas como todo hacían sin decir nada. Cuando tuvimos todo armado partimos de regreso. Al intentar salir ya tuvimos el primer problema. El suelo donde se encontra-ban los autos estaba resbaloso y si uno pisaba fuertemente el acelerador co-menzaba a patinar en al barro. La idea que plantee era trabajarlo lentamente sin marcar la huella y buscando trac-ción en los pastos altos, buscando lo suficiente como para salir de la loma en que estaban. Nadie me entendió. Entonces pedí permiso para hacer la maniobra en cada uno de los autos. Así fue que primero saqué el Ford Corcel del 74” de Otto, dejándolo en suelo firme, y bajé por el Chevette del 81”de Martín con su tráiler. Efectué la misma maniobra y lo llevé hasta donde se encontraba el otro. El paso siguiente era sacarlo por la misma taipa por la que habíamos veni-do, pero la misma se encontraba abne-gada de agua, y por lo que pudimos ver, de firme no tenía nada. Mi esposa y los chicos comenzaron tomaron la deci-sión de cruzar caminando; nosotros intentaríamos cruzar los autos. Tomé impulso y aceleré paulatinamen-te. Enseguida comenzó a patinar, pero no le aflojé. No mantenía el pie afondo, por miedo a que se enterrara. La di-rección me hizo de timón mientras el auto cabeceaba de un lado al otro. Cuando se me escoraba, tiraba el vo-

lante en sentido contrario, y cuando se enderezaba, era momento de comenzar a tirar el volante hacia el otro lado, pues sabía que se me iba a ir a la otra punta. Un par de veces golpee contra el borde y pude ver el barranco que me esperaba si le erraba a la maniobra, pero zafé. Ahora le tocaba al Chevet-te. . Lo primero que hice fue sacar el tráiler, pues enganchado atrás solo me daría problemas. Y arranqué. Más o menos de la misma forma lo crucé has-ta el otro lado. Volví por el tráiler el cual lo tuvimos que cruzar entre todos, como mulas de tiro. Al llegar a la portera solo faltaba el camino hasta el casco de la estancia, en el cual estaban los chicos esperan-do. Enganchamos el tráiler y continua-mos el viaje hasta la vieja casona, don-de paramos a descansar después de tanto esfuerzo. Ya era media tarde y pretendíamos llegar a la ciudad lo an-tes posible. Nos quedaba el trayecto hasta la por-tera de entrada y estaríamos a salvo. Todos adentro y arrancamos por el sendero de salida. Nuevamente las vacas se acercaron a mirar, y nosotros a ellas. Entonces paramos abruptamente. Descendimos todos y contemplamos el mayor de todos nuestros problemas. La cañada que cruzamos cuando entra-mos, y que medía menos de medio me-tro, ahora era un río descontrolado de dos metros de profundidad. Al parecer la tormenta había caído en todas par-tes y el agua que cayó había sido de tal magnitud como para formar un río don-de no lo había. Perplejos de la situación, dieron ganas de llorar. Lo que el día anterior era un hilo de agua insignificante, ahora era un torrente desmedido que nos imped-ía continuar con el viaje. Me miraron a mí, como buscando una explicación, o algo que les diera espe-ranza. En cambio, encontraron la mis-ma cara de amargura que ellos tenían. Lo primero que hice fue tantear la fuerza y la profundidad. Y la conclu-sión era que no cruzaríamos hasta que no bajara el nivel del agua por lo menos un metro. La incertidumbre se pre-sentó en saber cuándo sucedería eso. No podía calcular cuando bajaría el agua. Solo dije que debíamos esperar, pero que no sabía hasta cuándo. Nos resignamos a quedarnos en los


autos, en recorrer la zona y tratar de contactarnos con alguien. Dos horas después aparecieron dos paisanos a caballo. Pero del otro lado de la orilla. Entre gritos y ademanes les comunica-mos de nuestra situación y si nos podían conseguir ayuda. No prometieron nada, pero dijeron que harían lo posible. Se estaba haciendo la noche y la ayuda no aparecía. Hici-mos un fuego para calentar la comida que en ese momento solo quedaban unos chorizos y galleta de campaña. Para medir el nivel del agua íbamos poniendo piedras que marcaran la ori-lla, pero la bajante era muy lenta. Parecía que nos quedaríamos otra no-che en los autos. Quedaba poca luz cuando pudimos hacer contacto con la ciudad de Arti-gas. Avisamos de la situación, y nos dijeron que esperáramos a ser contac-tados. La noche estaba cayendo y el agua apenas se había retirado. Lo peor era que una nueva tormenta eléctrica se asomaba a nuestras espal-das. Temíamos que si seguía lloviendo el cauce de la cañada en vez de bajar, siguiera creciendo. Una hora después comenzó a llover de nuevo. No era una lluvia como la de la noche anterior pero no queríamos que siguiera lloviendo. La noche apenas comenzaba y ya está-bamos incómodos en el auto. La lluvia caía sin cesar y no nos dejaba bajar las ventanillas para respirar aire fresco. Entonces pudimos divisar un par de luces. Las luces habían desapa-recido detrás de una loma que nos im-pedía ver el camino, por lo que pensa-mos que seguirían de largo. Entonces vimos que venían hacia nosotros. Del otro lado del camino pararon dos vehículos, y bajaron cuatro personas las cuales nos hacían señas. Bajamos con Martín en medio de una lluvia fina pero intensa. Pudimos enta-

blar comunicación en medio del ruido que producían las fuertes aguas que bajaban sin cesar. Se trataban de los oficiales de policía de la estación más cercana, que como suele suceder en éste país eran padres de un amigo de Martín. El resultado era increíble, pues se die-ron cuenta que en los vehículos en que habían venido, no nos podían sacar. La solución era seguir esperando a que bajara el nivel del agua y volverían a la mañana en busca de un nuevo intento. Dada la situación de los chicos, si eso no resultaba había que darle parte al ejército. En mi mente no cabía motivo para que una simple pesquería terminara en ma-nos del ejército. Como era posible que de pasar unos días en el campo a orillas de una laguna, se pudiera transformar en un rescate por helicóptero. Algo inverosímil para cualquier pesca-dor, pero al parecer era lo que suce-dería si no dejaba de llover. Ya era la media noche y la lluvia no paraba de caer, si bien no era abundante, no nos dejaba de bajar de los autos por el momento. Lo más rescatable de la no-che fue el hermoso espectáculo de relámpagos y rayos que nos dejó la tormenta mientras se retiraba. Entrada la madrugada decidí bajar del auto pues ya no encontraba acomodo. Los mosquitos no nos habían dado tre-gua, sumado a la falta de aire fresco y los asientos donde tratamos de dor-mir; debo decir que no pegué un ojo en toda la noche. Antes que comenzara a aclarar el día, ya tenía encendido el fuego, y la calde-ra para el mate con agua de la cañada, se calentaba a fuego vivo. No teníamos más provisiones y nada para desayunar. El baño era lo más improvisado posible ya que tampoco habían árboles cerca.

A esa altura ya nada más podía salir mal. Mi espalda me estaba matando del dolor, mi estomago me decía que era hora de comer algo, y mis pies mojados no aguantaban otro día como ese. Pero de algo estaba seguro y era que ese momento no se iba a repetir más en la vida y decidí sentarme en la orilla de la cañada, a tomar mate, en una roca que sobresalía, y a contemplar el paisaje, mientras esperaba la ayuda. Uno a uno se fueron despertando. La cara de cada uno expresaba la mis-ma sensación de dolor y de ira por el momento pasado. Las palabras brillaron por su ausencia. Cada buen día que escuchaba era como un ladrido. Comencé a compartir el mate entre todo pues no había otra cosa; la idea era ir cambiando de a poco el humor. Pero el ánimo habría de cambiar en poco tiempo. Se sintieron unos motores a lo lejos, parecían ser lo que deseábamos escu-char. Un rato después pudimos divisar un par de vehículos entrar por el cami-no de la estancia. En dos “Mahindras” de la policía que se asomaban a toda velocidad. Y entonces estalló la alga-rabía. No pudimos contener la alegría de ver que venían a rescatarnos. Por fin, toda la odisea terminaría con un final feliz. Por fin, volveríamos a casa, sanos y a salvo. Por fin podría dormir en una cama ca-lentita, darme un baño caliente y co-mer algo rico. Una vez que cruzamos, paré un instan-te y miré hacia atrás. Volví a recapitu-lar todo lo sucedido desde el primer momento en que había decidido salir de pesquería, y mi pensamiento fue uno solo. Dar gracias a la vida por haberme puesto una piedra enorme y muy difícil de sortear; y dar gracias por haberme dejado pasarla, para poder contarlo.

PUBLICITE EN PUBLICITE EN PUBLICITE EN

PESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digitalPESCA TOTAL digital Comuníquese con nosotros vía mail Comuníquese con nosotros vía mail Comuníquese con nosotros vía mail

[email protected]@[email protected]

Documents

Pesca Total Digital N° 66