Persona y ciudad, Meinvielle

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  • 8/7/2019 Persona y ciudad, Meinvielle

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    El problema de la persona y la ciudadJ U L I O M E I N V I E L L E

    Buenos Aires

    Desde hace cas i t re inta aos , autores de gran autor idad en el to-mismo contemporneo , han u t i l i zado e l t ex to de San to Toms : homonon ordinatur ad communitatem politicam secundum se totum etsecundum omnia sua, en form a ta l , qu e exclui r an d e la sujecin ala comu nidad pol t ica a la person al ida d, somet indole en camb io laind iv idua l idad .En la presente comunicacin voy a refer i rme a es ta pos icin se-a lan do los jus tos trm inos en qu e, a la luz de la doctr ina de SantoTom s , s e ha n de es tab lecer las r e lac iones de l a per sona h um an a yde l a c iudad .En la cues t in veint iuna de la Pr imera de la Segunda par te de laSuma Teolgica, despus de pro ba r San to Toms en e l a r t cu lo t e rceroque todo ac to bueno o malo de l hombre merece o demerece con res -pec to a l a comunidad po l t i ca , p rueba en e l cuar to que merece odemerece de lan te de Dios . Pero s i todo ac to merece o demerece an tela soc iedad po l t i ca , cmo puede merecer o demerecer t ambin de-lan te de Dios? Es ta es la objecin qu e se form ula San to Tom s en ela r t cu lo cuar to , en los s igu ien tes t rminos : "E l ac to humano t i enerazn de mr i to o de demr i to , en cuan to se o rdena a o t ro . Pero nose orden a a Dios todo ac to hu m an o. Lu ego , de lan te de D ios , no t i enenrazn de mr i to o de demr i to todos los ac tos de l hombre" . Y a l aobjecin as pro pu es ta contes ta en la s iguiente form a: " el ho m bre nose ordena a l a comunidad po l t i ca to ta lmente (secundum se totum)y en todas sus cosas (secundum omnia sua); y por es to no es menes-ter que cada uno de sus actos sea mer i tor io o demer i tor io en ordena la comunidad pol t ica . Pero todo lo que el hombre es y lo que t ieney puede , debe ordenar se a Dios ; y por es to , todo ac to de l hombre

    1898

    Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofa, Mendoza, Argentina, marzo-abril 1949, tomo 3

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    E L PROBLEMA DE LA PERSONA Y LA CIUDAD 1899

    bueno o malo t i ene r azn de mr i to o de demr i to de lan te de Dios ,en cuan to a l a misma razn de ac to" .Esta respuesta de Santo Toms parece dejar en c laro que hay unaspecto del hombre que no se ordena a la comunidad pol t ica y que, encambio, c ier tamente se ordena a Dios. Pero s i es to fuere verdad cmojustif icar aquellos textos categricos de la Suma, en los cuales SantoTom s ensea qu e : " s i end o un so lo ho m bre pa r t e de l a com unidad ,cada hombre en esto mismo que es y que t iene, es de la comunidad,as como cada par te , en esto que es , es del todo?" (1 .11.96,4) y tam-b in : " l a per sona se compara a l a comunidad como la par t e de l todo"( ILI I .61 ,1 ) , "pero porque todo hombre se o rdena como a f in , a todala comunidad , de l a que es par t e" . Sed quia ipse totus homo ordina-tur ut ad finem ad comm unitatem^ cujus est pars (11.11.65,1).

    Dos cues t iones se p lan tean en tonces : l a una , e l examen de l a in -terpretacin de los tomistas modernos, a que nos refer imos antes , queensean que este aspecto del hombre que no se suje ta a la comunidadpol t ica y que slo se sujeta a Dios ser a la personalidad y que, encam bio, aqu el aspecto que se sujeta a la comu nida d pol t ica , ser a laindividual idad; o t ra , e l f i jar la doct r ina que conci l ie es tos textos , a lparecer antagnicos, de los cuales , en unos ensea Santo Toms queel hombre con todo lo que es y t iene per tenece a la comunidad pol -t ica y en ot ros , que no per tenece a e l la to ta lmente .Si la personalidad debe ser excluida de la comunidad polticaCon respecto a la pr im era cuest in, de s i la pers ona l idad debe r aexclui rse de la sociedad pol t ica , como quieren estos autores , ent iendoqu e se pu ed e form ular con toda cer teza la s iguiente conclu sin : den

    tro de la doctrina de Santo Toms la personalidad se sujeta a la comunidad poltica. No podemos aqu s ino ind icar a lgunas r azones quedamos por extenso en e l l ibro Crtica de la concep cin de Ma ritainsobre la persona humana.En pr imer lugar cuando San to Toms hab la de l hombre , parte omiembro de la ciudad, no usa p rec i samente l a expres in ind iv iduosino persona y as escr ibe: "Porque as como una persona singular(singularis persona) es par te de la casa , as un hogar es par te de laciudad o re in o " (11.11.50,2) ; * 'de acu erdo a es to , e l b ien de cua lqu ierv i r tud , sea que o rdene un hombre para cons igo mismo, sea que l e

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    1900 JUL IO MEINVIELLE

    ordene con respecto a las otras personas singulares, es referible elbien comn, al cual ordena la just icia" (11.11.58,5). "Se ha de decirque el bien comn es fin de las personas singulares (singularunpersonarum) qu e existen en la com unid ad, as como el bie n de l todo , esfin de cada una de las partes. El bien de una persona singular, encambio, no es fin de la otra" (11.11.58,9, ad 3), e tc . Luego, es total-mente injust i f icado excluir la personal idad de la vida comunitaria enSanto Toms, cuando s te expresamente la inc luye .En segundo lugar, Santo Toms ensea en forma categrica y sinres t r icc iones que "es to mismo que e l hombre es y que t iene , es de lamult i tud, as como cada parte , esto que es, es del todo" (1.11.96,4),de manera que de excluir la personal idad sera excluir , no slo algo,o \o princ ipa l , s ino a todo e l hombre .

    En tercer lugar, que la exclusin de la personal idad slo se just i -f icar a s i pud iera ten er a lgn fund am ento en los pr inc ip ios tomis tasla dist incin de individuo y persona que estos autores defienden. Aho-ra bien, esta dist incin est excluida por Santo Toms, para quien lapersona hu m an a es p rec isam ente persona p orq ue ver if ica m s verda-deramente que toda o t ra substancia i r rac ional , l a condic in de indi-vidual. En efecto, ensea en la cuest in 29 de la Primera parte de laSuma, al de terminar e l concepto de persona , lo s igu ien te : "Pero ande modo ms especia l y ms perfec to se encuent ra lo par t icu lar y loind iv idual en las substancias rac ionales , que t ienen dominio de sua c t o ; y no slo son movidas, como las otras cosas, sino que se mue-ven por s mismas. Las acciones estn en los singulares. Y por esto ,en t re todas las substancias rec iben un nombre especia l los s ingularesde na tura leza rac ional ; y es te nombre es e l de persona" . Ahora b ien ,s i en Santo Toms e l hombre es persona porque es ms individuo oindividual no corresponde disociar en l la personal idad de su indi-v idual idad . La conciliacin de los textos antagn icos

    Para encontrar la conci l iacin de estos textos al parecer antagni-cos, basta atender a la naturaleza de cada una de estas sujeciones,a saber, a la de la persona con respecto a la ciudad y con respecto aDios , y entonces surge con mayor esfuerzo que la totalidad de la su-jec in de la persona a Dios es de na tura leza ms profunda e n t imaque aquel la total idad de sujecin de la persona a la ciudad.

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    E L P R O B L E M A D E L A P E R S O N A Y L A C I L U A P 1 9 0 1

    En efec to, para Santo Toms la sujec in de la persona s ingulara la com unid ad pol t ica es la de una causa par t i cu lar a la de un a causauniversa l de segundo grado, mientras que la sujec in a Dios es la deuna causa par t icular a una causa absolutamente universa l ; la sujec ina la comunidad pol t ica se compara a la de una par te con un todo deorden y la sujecin a Dios, a la de un instrumento con su causap r inc ipa l .Santo Toms sos t iene que una persona s ingular t iene en s pr inc ipios de perfecc ionam iento, p . e j . la s indres is (1.11.91,3 a d 2 ) , p ero

    sos t iene tambin que no puede a lcanzar la suficiencia perfecta de vidaen lo corporal y en el ejercicio de la virtud (Ethic. 4 ; 11.11,188,8) sino se subo rd ina a una causa univ e rsa l , ba jo cuya depen denc ia produzca su propio perfecc ionamiento. El Es tado es entonces en lo mora l , lo que el sol en lo f s ico, Y "as como en las causas eficientes, elhombre engendra a l hombre como causa prxima y pos te r ior , y e lso l , en cambio , como causa pr imera y remota" (Met. 785) , a s enel obrar mora l de l hombre s ingular , s te es causa prxima y segunda,y e l Es tado, causa pr imera y remota . De aqu que compare con e l sola la jus t ic ia legal que ordena a los hombres a la comunidad pol t ica(11,11.58,6).Pe ro e l Es tado no e s causa absolu tamente unive rsa l o Pr imera .Slo e s absolu tamente unive rsa l l a Causa incor rupt ib le e inmutablequ e es Dio s, y debajo de la cua l debe ejercer su actividad el Estad o(Met. 1207-1209) . Por es to, Domingo Soto jus t i f ica la exis tencia dela ley eterna de la cual derivan su existencia y fuerza los Estados ytodas l a s l eyes hu m an as , de Dios , Pr im er M otor . ( " H ay un orde n enlas causas de ta l manera dispues to, que las infer iores no muevan s inomovidas por vir tud de las super iores . De donde, como dice Aris tte les(8 Fis . ) es necesar io adm it i r un p r im er mo tor de l cual de pe nd antodos los infer iores . Porque s i e l pr imer motor no mueve, en manera a lguna podr a mover los otros . El mismo orden pone tambinen las par te s . Pu es aquel la q ue es ms arqu i tec tn ica , m and e sobrelas otras como pr nc ipe ; as en las leyes porque e l mundo se gobierna , se ha d e bus car y confesar e l mismo ord en, a saber , que ent retodos haya una suprema, la cual sea su cabeza y or igen. A s tal lamam os (como as es) e te rna ". (Dom ingo Soto, Tratado de la Jus-ticia y del Derecho, ver t ido a l cas te l lano por D. J . Torrubiano RipoU,Ma dr id , I . 66 ) .

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    1902 Juno MKINVIELLK

    La sujecin de la persona singular con respecto a la ciudad esrelativamente total , como la de una causa part icular con respecto au n a cau sa u n iv ersa l d e seg u n d o g rad o ; en camb io , l a su jec i n co nrespecto a Dios es absolutamente u n i v e r s a l y p r i m e r a .L a misma d i feren cia d e totalidad en una y otra sujecin aparecede la unidad de orden que existe entre la persona y la ciudad y de lad e l in s t ru men to co n su cau sa p r in c ip a l q u e ex is te en t re la p erso n a in g u lar y Dio s . "P o r q u e h a y q u e sab er en se a San to To m s(Eth. 5) que este todo que es la muchedumbre civi l o la famil ia domst ica t iene slo unidad de orden, de acuerdo a la cual no es algoab so lu tamen te u n o . Y p o r es to la p ar te d e su to d o p u ed e ten er u n ao p erac i n q u e n o es la o p erac i n d e l to d o , co mo e l so ld ad o en e le jrc i to t i en e u n a o p erac i n q u e n o es la d e to d o e l e j rc i to . Tien e ,s in emb arg o , t amb in , e l mismo to d o u n a o p erac i n q u e n o es lapropia de alguna de sus partes s ino del todo, por ejemplo, el comb ate d e to d o e l e j rc i to . Pero h ay to d o s q u e n o t ien en so lamen teunidad de orden sino de composicin o col igacin, o tambin deco n t in u id ad , d e acu erd o a la cu a l u n id ad es u n a lg o ab so lu tamen teto d o ; y p o r es to n o h ay n in g u n a o p erac i n d e la p ar te q u e n o sead e l t o d o ." L a F i l o s o f a m o r a l t i e n e t r e s p a r t e s : l a p r i m e r a o monstica q u eco n sid era las o p erac io n es d e u n so lo h o m b re o rd en ad as a l f in ; l as e g u n d a l l a m a d a econmica q u e co n sid era las o p erac io n es d e laco mu n id ad d o mst ica ; l a t e rcera , q u e co n sid era las o p erac io n es d ela comunidad civi l , y es la poltica*.

    Ah o ra b ien , es tas t res rea l id ad es mo ra les , irreductibles, son fund ad as o co n st i tu id as d i rec tamen te p o r e l au to r d e la h u man a n a tu raleza. N o es la pol t ica la que fund a y const i tuye a los indiv iduo s op erso n as h u man as; n o es tamp o co eUa la q u e fu n d a y co n st i tu y e ala fam il ia . N o es la mons t ica la qu e funda el ord en civil y econm ico.N o es la co m u n id ad d o mst ica la q u e fu n d a la mo n st ica y p o l t i ca ;estos t res rdenes son autnomos y se const i tuyen por s mismos. Tiene leyes especiales que difieren entre s esencialmente. Aq u es t re fu tad o e l in d iv id u al i smo Kan t -Ro u sseau q u e p re ten d e d er iv ar d e lavoluntad individual la naturaleza y existencia de la famil ia y socied ad p o l t ica . Aq u es t re fu tad o Heg el q u e p re ten d e d er iv ar d e l E s tad o lo s d erech o s d e lo s in d iv id u o s y d e las fami l ias h u man as .L o s d erech o s in d iv id u ales y fami l ia res n o so n creac i n d e l E s tad o ;

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    luego, en e l los , no depende e l hombre totalmente de l Es tado , aunque^ depende totalmente de Dios, que con el ser le ha dado estos derechos.Pero aqu se presenta o tra cuest in y es s ta : Esos t res rdenesir reduct ib les de obrar moral marchan to ta lmente separados y desco-nectados o hay entre ellos alguna relacin y cul es sta?La respuesta de Santo Toms la conocemos, y nos es dada en elmismo pasaje de la Etica, en la leccin segunda, cuando escr ibe: ' e l f in (de la pol t ica) , como de c iencia arqui tec tnica , cont ienedebajo de s los f ines de las otras ciencias prcticas". De donde con-cluye que el f in de la polt ica es el bien humano, esto es el msexcelente en las cosas humanas . Y por e l mismo f in muestra que lapol t ica es la ms pr incipal . Porque una causa es tanto ms pr imeray poderosa cuando se ext iende a ms. De donde, tambin e l b ien^ e t i ene razn de causa f ina l es t an to ms poderoso cuando a msse extiende. Y, por esto, "si el mismo bien es de uno y de toda lac iudad parece mayor y ms perfecto tomar , es to es , procurar y sa lvaraque l b ien de toda la c iudad que e l de un solo h o m b r e . . . y se d iceque es ms d iv ino porque ms se asemeja a Dios que es la causa detodos los b ienes" .

    Luego, e l orden de es tas t res rea l idades i r reduct ib les se obt ienepor la subordinacin de una a o tra , subordinacin de la personaingular a la famil ia y sociedades infer iores , subordinacin tambinde personas singulares, de familias y sociedades inferiores a la socie-dad po l t i ca . Subord inac in total, porque las personas s ingulares , lasfamil iares y sociedades infer iores con todo lo que son y con todo loque tienen se subordinan a los f ines de la sociedad pol t ica ; subordi-nacin in tr nseca , porque es tn en la misma l nea de perfeccin quees la pe r fecc in h um ana . Pe ro total de acuerdo a la condic in deltodo de orden (totum ordinis), que es la sociedad polt ica, y que esmuy d i fe ren te de un todo continuo. Subord inac in intrnseca y totalpero a la manera de los todos que t ienen unidad de orden, en los quecada par te conserva su operacin propia .

    Dios , por tan to au to r de la na tu ra leza humana , ha c reado a l hom-bre con vida moral e individual , famil iar y pol t ica ; es tas t res v idasmorales son i r reduct ib les , la una no puede ser absorbida por la o trapero es tn ordenadas de acuerdo a la super ior idad del f in de cadaima, y , en consecuencia , la individual se subordina a la famil iar y unay otra a la pol t ica . Se sub ord inan , como en la subordin acin de todas

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    las causas, como total idades. He aqu lo que corresponde expl icar paratener comprensin exacta de l pensamiento de Santo Toms.La teora tomista de la subordinacin ensea que dos causas tota-les , actuando cada una en su orden propio, movidas por fines respect i -vamente d iversos , se subord inan la una a la o t ra para que resu l te unefec to comn: comple jo he terogneo , pero uno . La teor a de la subor-d inac in se cont rap one pr opia m ente a la de ins t rum enta l id ad , en laque intervienen asimismo dos causas pero no totales, ya que la causal i -dad de l ins t rum ento es asumida po r la causa pr inc ipa l pa ra produ ci refec tos que subrepujan su propia capacidad .La causa ins t rumenta l , exp l ica Santo Toms, par t ic ipa de la acc inpropia de o t ra , no por su v i r tud , s ino obrando ins t rumenta lmente porvirtu d ajena, a la man era que el aire cal ienta y que m a por vir tud delfuego (L45,5). Es claro que a este efecto del agente principal con-curre e l ins t rumento en cuanto por a lgo propio suyo obra d isposi t i -vamente : s i nada obrase de suyo , en vano se lo pondra a obrar ; yes tar an de ms los ins t rumentos de terminados de de terminadas obras ,as vemos que e l hacha hendiendo la madera , p rop iedad que t ienepor su forma, produce la forma de banco, que es efecto propio delagente pr inc ipa l (Ibd).En las causas subord inadas acaece a lgo comple tamente d i feren te ;pues la causa inferior produce su efecto propio como verdadera causaprincipal y slo concurre al efecto de la causa principal superior encua nto su esfera d e accin se ha lla deb ajo d e la esfera d e accin d eesta l t ima.Debe dec i rse , ensea Santo Toms (L 105 ,5) , que de toda causase deriva "algn orden a sus efectos: teniendo toda causa razn deprincipio. Y por lo mismo, segn la nni l t ipl icacin de las causas semult ipl ican los rdenes, cada uno de los cuales se cont iene debajo

    del otro, como una causa debajo de la otra . Por consiguiente, unacausa no se hal la c ontenid a debajo del ord en de la inferio r, s ino alcont rar io , como se ve en las cosas humanas; porque de l padre defamil ia depende el orden de la casa, el cual se hal la debajo del ordende la ciudad que procede del regente de sta, y ste a su vez del reyque r ige la nac in" .Resul ta claro que la accin de las causas principales subordina-das es d iversa de la causa pr inc ipa l obrando por medio de una causains t rumenta l . En e l p r imer caso tenemos dos esferas de ac t iv idad y .

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    por tan to , dos ef ic iencias con una unidad de jerarqua resul tan te dela condicin de las causas en la que una est comprendida debajo dela o t ra . En e l segundo caso , tenemos una nica esfera de ac t iv idady por tan to un nico f in y una nica ef ic iencia .Hecha esta aclaracin, resul ta que el orden pol t ico abarca y noabarca to ta lmente a las personas s ingulares y a la fami l ia y comunidades infer iores . No las abarca to ta lmente , en e l sent ido de que s tast i enen rea l idad y ac t iv idad mora l y ju r d i ca independ ien temen te dela com unida d pol t ica , acordad a d i rec ta e inm edia tam ente por la leynatura l . Fuera de la comunidad pol t ica , los hombres y fami l ias pueden cumpl i r , aunque imper fec t amen te , sus deberes y de rechos .

    La sociedad pol t ica, que viene posteriormente a la existencia depersonas singulares y de la famil ia y de sociedades inferiores, nosup rime lo que s tas eran y posean . Respeta por tan to su orde n ysu causal idad y su fin. Respeta sus derechos y obligaciones. Pero seagrega a el las, como un orden nuevo y ms perfecto, de causal idadms universa l , y se agrega subordinando a su propio f in fin de o t racategora , con o t ra rb i ta , la rb i ta del b ien comn completo y omnisu-ficiente en lo natural los fines de aqullas, y a su causal idad, lacausal idad de aqul las .La sociedad pol t ica, entonces, tal como Dios la ha inst i tuido,encierra t res esferas o t res rb i tas de causal idad moral y jur d ica :la una de las personas singulares, la segunda de las ent idades econmicas y la tercera de la ciudad pol t ica o Estado.

    Esta sociedad no es ni total i taria ni estat ista, ya que el Estado noabsorbe ni devora a las dos rbi tas de las personas singulares y de lasociedad econm ica , n i es indiv idua l i s ta po rqu e la pr i m era rb i ta ,la de las personas humanas , no devora a la segunda y tercera rb i ta .Sin embargo, en cierto sent ido propio se puede decir, como lo diceSanto Toms, que e l orden pol t ico abarca to ta lmente a las personass ingulares y fami l ias y sociedades infer iores , en cuanto la pr imera ysegunda esfera , respetadas en su in tegr idad , es to es , no convert idasen real idad pol t ica, regulan su ser y act ividad en beneficio de la sociedad pol t ica. La subordinacin es total , pero no total en el sent idode que suprima las esferas pr imera y segunda, s ino en e l sent ido deque la accin de s tas g i ra to ta lmente dent ro de la te rcera esfera .La ordenacin de aqullas a sta es total con total idad de subordinacin pero no de instrumental izacin. Si en manos de la sociedad

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    1906 JULIO MEINVIELLE

    las persona s s ingulares y la famil ia fueran ins t rum enta l izada s p erde -r an su p rop ia causa l idad pr inc ipa l .En cambio las personas s ingulares y las familias y asociacionesinfer iores y los Es tados per tenecen totalmente a Dios en el pr imersent ido, aun como ins t rumentos en sus manos , no en el sent ido deque no tengan propia causal idad pr incipal , s ino de que s ta , de ta lsuerte es secundaria, que se mu eve como ins t rum ento r espec to a l acausal idad de la Causa Pr imera. Por es to Santo Toms , antes de for -mularse la objecin que provoca el famoso texto de los adversar ios ,s e hace esta o t r a : "E l ins t rum ento na da m erece o demerece de lan tede aque l que usa de l ins t rumento , pero toda l a acc in de l ins t rumentoes de aque l que usa e l ins t rumento , mas e l hombre es ins t rumentode l a v i r tud d iv ina . . . l uego , no pu ede m erecer o demerecer de lan tede Dios con su obrar bueno o malo" . Y al contes tar no niega quesea ins t rumento : "e l hombre as s e mueve , d ice , como ins t rumento ,s in que por eso deje de moverse por e l l ibre albedr o" ( I . I I . 21,4) .Sabido es , en efecto , cmo Sa nto To m s en De Potencia, III , 7, de-f iende que Dios obra en toda operacin creada, incluso de la voluntadl ibre , como agente pr incipal en la accin del ins t r imiento, porque sloDios puede producir "el ser que es e l efecto pr imero, ms comn ent imo que todos los ot ros efectos" .Podamos acabar aqu es ta comunicac in . Pero qu iz sea opor tunoaadir que es ta depedencia absoluta de la persona s ingular respecto aDios en el ser y en el obrar funda el hecho de que la persona s ingularno puede hal lar su fel ic idad s ino en la contemplacin del ms al tointel ig ible que es Dios . Pero la contemplacin de Dios que con susfuerzas naturales puede alcanzar la persona s ingular en la vida presen-te es t l imi tada por la dependencia en que es t colocada con respectoa lo sens ible , a t ravs de lo cual solamente puede alcanzar la in tel i -gible. Por esto la fel icidad natural de la vida presente es slo imper-fecta, esto es humana, fsica ( I Etica, 9 , 16 ; I I I Sent. 27 , 2 , 2 ; I I IContra Gentiles, 48, 8) , y por lo mismo, no puede alcanzarse s ino,con el concurso de la comunidad de los hombres ( I I . I I . 188,8) y par -t icularmente de la comunidad pol t ica , que es lo ms excelente de loh u m a n o , optimus in rebus humanis (Po l . I . 1 ) .

    La perfecta fel ic idad natural , la que puede colmar la capacidaddel a lma esp i r i tua l , l a verdaderamente contemplativa y metafsica.slo puede obtener la e l a lma en el es tado de separacin, cuando su

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    entendimiento pos ible , puede di r ig i r su mirada a las real idades espi -r i tuales superiores , esto es , a las otras substancias separadas y a Dios(D e anima, 16, 17 y 18) . Aqu ya no t iene nada que hacer la sociedadpol t ica pero aqu tampoco nos encontramos ya en la vida ter res t re .Finalmente advir tamos que, en un exceso de miser icordia . Diosha colocado ya desde este mundo a la persona s ingular en condicionesde fel ic idad contemplat iva que sobrepasa con exceso su pura capaci-dad natural . Pero para es ta contemplacin de fe y de gracia ha ins t i -tu ido tambin una sociedad sobrenatural , la Igles ia , que sobrepuja conexceso a las sociedades pol t icas y a la cual deben stas subordinarse.Pero es to nos apar ta de la cons ideracin puramente f i losf ica y noshace entrar en lo teolgico.La conclus in sea entonces que para Santo Toms , en la presentevida ter res t re y en una cons ideracin puramente f i losf ica y natural ,la sociedad pol t ica es: optimus in rebus humanis, lo ms excelented e t o d o l o h u man o .