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La empresa San Fernando continúa sacando lustre a su posicionamiento y nos demuestra que la buena familia peruana y sus pequeños vástagos deben ser, sobre todo, auténticos.

Pedro Espino Vargas y el Lovemark san fernando

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La empresa San Fernando continúa sacando lustre a su posicionamiento y nos demuestra que la buena familia peruana y sus pequeños vástagos deben ser, sobre todo, auténticos.

Una refrescante publicidad apareció hace un par de semanas: un colectivo de niños se queja 'airadamente' frente a cámaras porque a sus papás les revienta la camisa, a sus abuelos no les cierra el pantalón y a sus mamás no les entra el bikini. 

La empresa peruana San Fernando tiene más de 60 años en el mercado y desde hace mucho tiempo cuenta con el concepto de 'la buena familia'. Sin embargo, este ha ido mutando casi de la misma forma como lo hizo el marketing.

En un primer momento, 'la buena familia' hacía referencia al origen y calidad de sus animales de granja (marketing orientado al producto).

Un segundo momento llegó cuando 'la buena familia' se trasladó a los valores que compartían las familias felices y unidas gracias a sus productos (marketing orientado al consumidor). 

Pero a inicios de 2011, el verdadero cambio comunicacional de San Fernando llegó de la mano de la agencia Circus y su director creativo Juan Carlos Gómez de la Torre (el mismo que hizo el genial comercial 'Miedos' de Saga Falabella). La nueva campaña empezó a orientarse al concepto de Marketing 3.0 (y publicidad 3.0) que propuso Philip Kotler el 2010, y que también hemos visto en anteriores posts como el del Jockey Plaza, Cristal, Marca Perú, Wong y Cua Cua.

A partir de ahí, una lluvia de insights de familias auténticamente peruanas desfilan por el comercial, identificándonos automáticamente ya sea con los alborotados, los que hablan de política, los que disfrutan en silencio, los que no tienen hijos, los que tienen un hijo muy especial, las famosas familias dentro de otras familias, y un largo etcétera más.

San Fernando está camino a ser una lovemark. Haber peruanizado la marca y darle el valor agregado de lo emocional sumado al humor, otorga beneficios a largo plazo y fortalece una relación de lealtad con tu público que siempre será beneficioso. Al entender lo que es una 'buena familia', San Fernando obvió lo innecesario, hablar irónicamente de sus animales como una buena familia, para explotar lo característico de una familia peruana: lo diversos que somos, lo únicos que nos sentimos y lo auténticos que siempre queremos ser.