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Para recuperar y mantener el equilibrio del mundo Paradigmas de la epistemología andina Por :Javier Lajo (27/03/17) “El niño”, es un fenómeno atmosférico y marino que periódicamente afecta la parte del Océano Pacífico, en la costa del Perú y Ecuador, y es una cálida corriente tropical marina que viniendo del oeste por la zona ecuatorial, supera la fría corriente de Humbolt e invade zonas de las costas indicadas, ocasionando enormes desastres climatológicos, por las lluvias y tormentas que debe soportar toda esta zona de Sud América. Esta sub región antes era ocupada por la confederación de pueblos del Tawantinsuyu y ahora por el Perú, Ecuador y Bolivia. Estos países afectados necesitan forzosamente hacer uso de la ciencia y la tecnología andinas, con las que muestros antepasados forjaron una civilización milenaria; y no solo a pesar del “niño”, sino con una ciencia y tecnología que surgieron del desastre, de una geografía y climas “chúcaros”; donde fuimos convirtiéndonos con los milenios en hijos del riesgo, de las catástrofes, de la diversidad, del trabajo y la competencia desigual contra los sismos, las “lloqllas y waycos” (Avenidas “furiosas” de agua, lodo y piedras que destruyen todo a su paso). Así surgió nuestra civilización Andina y sociedad Inca antigua, somos hijos del “desastre” y la dificultad extremas, pero sobre todo somos hijos de la unión en la diversidad, o confederatividad, que ha obligado a nuestros pueblos a defenderse de estos duros temporales. Pero... ¿exísten acaso ciencia y tecnología andinas?. Claro que existen, sino los “niños” no nos hubieran permitido la gloria y la felicidad (Vida Plena o Sumaq Kawsay) de la confederación Inka; pero ¿cuáles son las bases epistemológicas del mundo andino?... De esto trata este corto resumen, pero diremos como introducción que si el hombre actual sufre, y no solo en el Perú, sino en el mundo entero, sufre, digo, los embates y el castigo de la madre natura o Pachamama, es porque los humanos nos hemos apartado de su regazo, hemos roto el vínculo, amarre o ”watana” (Vínculo, en Quechua) que nos tenía disfrutando de élla y de la “vida plena” o Sumaq Kawsay que nos prodigaba. Bien, es necesario re-par-ar estos vínculos y “amarrarnos” nuevamente a la pacha, es decir y sobre todo lo urgente y necesario es recuperar nuestras "watanas" (Ídolos extirpados por los cristianos), que son las que nos "vinculan" al cosmos, a la naturaleza, que fueron nuestros “contratos” con la Pachamama. Estas son la cinco (5) “Pes” de nuestra Epistemología Andina que estamos recordando, re-par-ando y desarrollando como paradigmas epistemológicos andinos: - La paridad sobre la unidad. - La proporción antes que la medición. - La precisión y no la exactitud. - La percepción mejor que la experimentación. - La proporcionalidad de lo cualitativo con lo cuantitativo.

Paradigmas de la epistemología andinaredepistemologiaandina.com/revistas/00/Paradigmas... · instintos. Este método espistemológico andino, lo estamos nombrando desde el idioma

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Para recuperar y mantener el equilibrio del mundo

Paradigmas de la epistemología andina Por :Javier Lajo

(27/03/17)

“El niño”, es un fenómeno atmosférico y marino que periódicamente afecta la parte del Océano Pacífico, en la costa del Perú y Ecuador, y es una cálida corriente tropical marina que viniendo del oeste por la zona ecuatorial, supera la fría corriente de Humbolt e invade zonas de las costas indicadas, ocasionando enormes desastres climatológicos, por las lluvias y tormentas que debe soportar toda esta zona de Sud América. Esta sub región antes era ocupada por la confederación de pueblos del Tawantinsuyu y ahora por el Perú, Ecuador y Bolivia. Estos países afectados necesitan forzosamente hacer uso de la ciencia y la tecnología andinas, con las que muestros antepasados forjaron una civilización milenaria; y no solo a pesar del “niño”, sino con una ciencia y tecnología que surgieron del desastre, de una geografía y climas “chúcaros”; donde fuimos convirtiéndonos con los milenios en hijos del riesgo, de las catástrofes, de la diversidad, del trabajo y la competencia desigual contra los sismos, las “lloqllas y waycos” (Avenidas “furiosas” de agua, lodo y piedras que destruyen todo a su paso). Así surgió nuestra civilización Andina y sociedad Inca antigua, somos hijos del “desastre” y la dificultad extremas, pero sobre todo somos hijos de la unión en la diversidad, o confederatividad, que ha obligado a nuestros pueblos a defenderse de estos duros temporales.

Pero... ¿exísten acaso ciencia y tecnología andinas?. Claro que existen, sino los “niños” no nos hubieran permitido la gloria y la felicidad (Vida Plena o Sumaq Kawsay) de la confederación Inka; pero ¿cuáles son las bases epistemológicas del mundo andino?... De esto trata este corto resumen, pero diremos como introducción que si el hombre actual sufre, y no solo en el Perú, sino en el mundo entero, sufre, digo, los embates y el castigo de la madre natura o Pachamama, es porque los humanos nos hemos apartado de su regazo, hemos roto el vínculo, amarre o ”watana” (Vínculo, en Quechua) que nos tenía disfrutando de élla y de la “vida plena” o Sumaq Kawsay que nos prodigaba. Bien, es necesario re-par-ar estos vínculos y “amarrarnos” nuevamente a la pacha, es decir y sobre todo lo urgente y necesario es recuperar nuestras "watanas" (Ídolos extirpados por los cristianos), que son las que nos "vinculan" al cosmos, a la naturaleza, que fueron nuestros “contratos” con la Pachamama.

Estas son la cinco (5) “Pes” de nuestra Epistemología Andina que estamos recordando, re-par-ando y desarrollando como paradigmas epistemológicos andinos:

- La paridad sobre la unidad.

- La proporción antes que la medición.

- La precisión y no la exactitud.

- La percepción mejor que la experimentación.

- La proporcionalidad de lo cualitativo con lo cuantitativo.

Son un resumen muy sintético de los argumentos básicos e iniciales, a manera de hipótesis de trabajo, pues esta publicación solamente es un adelanto del trabajo que venimos desarrollando para la recuperación de nuestras filosofía, ciencia y tecnología global andinas, que fueron extraña pero criminalmente “extirpadas”, por mentes desidiosas e ignorantes, cuyos descendientes y representantes hoy están recibiendo el castigo de la Pachamama.

1. La ciencia Occidental usa la unidad como patrón de medida y paradigma científico general. Nuestro mundo Andino usa la paridad o YANANTIN, como sistema de dos medidas que se complementan y se “proporcionan”. Por eso tildamos al mundo occidental de monomaniaco, por su cos-mono-visión, su cos-mono-gonia y su “cos-mono-latría”.

2. Para la ciencia Occidental ciencia es medir, la medición es su método, porque siendo “La Unidad”, origen y fuente de toda la verdad, el bien y hasta de la belleza; todos los demás objetos del cosmos se “deben medir” desde esa “unidad primordial” que es “razón” y “logos” de su cognición, pero también es Dios de sus religiones monomaniacas. En cambio la ciencia andina tiene su método en la proporción, todo objeto o fenómeno siempre se manifiesta en paridades opuestas y complementarias que se deben "equilibrar” con dos medidas proporcionales, una medida para cada una de las partes de la paridad. El mundo andino tiene sus mitos de origen en el par proporcional o yanantinkuy y así funciona su cognición y su ciencia.

3. La precisión y no la exactitud. La ciencia occidental trabaja hasta ahora con el paradigma de la exactitud, nuestra ciencia Andina, siempre ha trabajado con el paradigma de la precisión, que es una herramienta más estadística que matemática. Sin embargo, en la actualidad la cultura occidental ya dejó de lado eso de "las ciencias exactas".

4. La percepción supera la experimentación. Dado que todo el cosmos es cambiante y no hay leyes científicas eternas, nuestra ciencia Andina, se ha desenvuelto con el paradigma de la percepción, más que la "experimentación". Percibir una muestra científica basada más en el recojo de datos a través de los sentidos, pero usándolos “en equipo”, es decir en forma combinada, es la manera o método de obtener conocimiento sistemáticamente.

5. La proporcionalidad entre lo cualitativo y lo cuantitativo, es otro paradigma de la epistemología andina. El dato cualitativo es una característica del objeto, que el sujeto percibe principalmente con la emocionalidad ó sentimiento. Percibidas así, las “cualidades” del objeto científico, éstos quedan como características dinámicas en los objetos o “entes”; estos cambios de los “pares” son producto de una relación de oposición, complementariedad, y proporcionalidad, que son las características que tienden a un equilibrio inestable, cuando ésta proporcionalidad de opuestos complementarios, llega a sus extremos, entonces el equilibrio se rompe y devienen cambios cualitativos, pero también cuantitativos.

La ciencia andina, de esta forma, postula el intercambio recíproco de información entre el sujeto y el objeto, y de esta forma conjunta y paritaria forjan y “componen” toda realidad objetiva y cognición subjetiva.

Todos estos paradigmas científicos andinos, los venimos trabajando, para superar la “razón" que nos inculca la escuela occidental, y que nos anula la facultar de “illanar”,

nos enseñan a razonar como facultad puramente "mental", "abstracta", "cerebral"; estamos actualmente incorporando intensivamente herramientas epistemológicas cualitativas, que es lo que va incorporando en la “fabricación de ciencia” o en la sistematización del conocimiento, el uso de las emociones, del sentimiento y de los instintos. Este método espistemológico andino, lo estamos nombrando desde el idioma qhapaq simi o Puquina, usando el verbo: ILLANAY, o el “rumiar del alma”, (ver, Federico Aguiló, 2000 “El idioma del Pueblo Puquina, Pág. 70), que es una Capacidad, función o habilidad superior propia del “AJAYU” (otro concepto Puquina, con significado parecido al de “alma”).

El “íllay” andino que significa “iluminación” de la mente y proporcionalmente también, la iluminación de la pasión, nos ha permitido encontrar este vocablo puquina, que es el “Illanay”, y otro vocablo también puquina que es el “illawi” (en F. Aguiló 2000, Pág. 69, Illawi: Idolo puquina. Dice Aguiló, “ídolo de Ilave”(**) que representa a un hombre mirando al oriente y una mujer mirando hacia el poniente, ambos cubiertos de gruesas víboras, el varón con ‘qoas’ y la mujer con ‘asirus’”) y que nosotros interpretamos como la “iluminación de la mente y de la pasión de varón y mujer en unión con la naturaleza”; estos vocablos y conceptos nos hablan de herramientas o particulares formas de pensar y sentir al unísono; o mejor aún: una aptitud mutua instintiva-racional, del equipo también mutuo de varón y mujer; facultad olvidada por el ser humano occidental, pero que aquí en la sociedad andina, nuestros abuelos la usaban bien, como una capacidad o facultad, o como un Instrumento de saber-conocer-sistematizar-comunicar, aprendida desde la cuna, que es superior al razonar simple del occidental, cual es una función puramente cerebral, o producción mental, o “forma de pensar” que en lo fundamental, intenta o exige la exclusión de todo sentimiento, emoción o pasión, por la absurda ‘idea’ griega de que los sentimientos o “tymos” son volubles, cambiantes y deleznables y por contradicción las “razones” o “ideas”, son “eternas”, como los “dioses”.

De aquí viene también la contraposición occidental y cristiana entre “Í-dolo” (Dolo: Engaño, fraude o simulación) contra la "Í-dea”, o “Í-Deus”, entre el Ídolo y el Dios, que era el principal argumento de los sacerdotes cristianos “extirpadores de idolatrías”, para perseguir a las religiones andinas, y que en aquellos tiempos los curas hablaban y defendían la ciencia occidental, como “ciencia cristiana” y a Cristo como todo “logos y razón”.

Con esta intención, los cristianos adjudicaron la categoría de “dios” al “I” de los Puquinas, cuando más bien nuestro abuelos y científicos puquinas sabían bien que "I" era el eje del planeta, cuyo ángulo óptimo aseguraba la estabilidad y el equilibrio climático, ángulo que lo mantenían "amarrado" con sus "Watanas" o "Intiwantanas", a lo largo del Qhapaq Ñan (una viejísima y milenaria ciencia que hoy algunos le llaman despectivamente “radiestecia” y otros con más respeto Tecnología Haarp, ciencia en la que Manco Qhapaq y Mama Waco eran expertos, temas que requieren de más espacio), asegurando que estas, las condiciones planetarias en equilibrio son las que producen y “guardan” la vida en su mejor condición o Sumaq Kawsay. (Ver: El dios “I” de los puquinas y los pachakutis en: http://www.alainet.org/es/active/59346).

Notas

(*)http://rebelion.org/noticia.php?id=224546. Original del 06 /11/2012 –corregido el 25/03/2017 - Este artículo es un adelanto, extractado del libro de Javier Lajo: “Sumaq Kawsay, la vida plena o el equilibrio del mundo”.

(**) Ilave (ilave), es una localidad o ciudad ubicada en las orillas del lago Titicaca, en la Región Puno, en El Perú, este vocablo que da nombre a este pueblo deriva del vocablo puquina “ILLAWI”.

REFERENTE MATERIAL DE LA EPISTEMOLOGÍA ANDINA

Por: Javier Lajo (*)

Es importante precisar muy bien las diferencias entre nuestros paradigmas

filosóficos y civilizatorios andinos y los de la cultura Occidental.

El paradigma andino más importante es el “pareamiento” andino del círculo con el

cuadrado; ambos, el círculo o Pachamama, la “madre cósmica” y el cuadrado o Pachatata o

“padre cósmico”, respectivamente, ambos conceptos recogidos de los templos celebratorios

de la isla de Amantani1 (Ver imagen N°1)

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Imagen N°1- Amantani, isla inscrita en el alineamiento Qhapaq Ñan y sus “Templos paritarios”.

(*)Material extractado por Javier Lajo de su libro: Qhapaq Ñan, la Ruta Inka de Sabiduría. Lima, Amaro Runa Ediciones, 2005. Corregido y complementado para la Conferencia Internacional sobre Epistemologia Andina, realizada en Quito, julio del 2018. 1 Amantani: Isla del lado peruano del Lago Titicaca, ubicada frente a la península de Capachica.

Isla que queda al frente de la península de Kkap’akk Chekka2 en el Lago Titicaca,

ubicado a 3.800 m.s.n.m. en el altiplano del Perú, de donde cuenta la leyenda que salieron

Manco Qhapaq y Mama Ocllo, a esto hay que sumarle la operación geométrica (Ver

imagen N°2) que da lugar a lo que vulgarmente se conoce como “chakana”, descrita como

“encontrar un círculo y un cuadrado que tengan ambos el mismo perímetro”, y que nos da

como resultado la Cruz del Tiwanaku o “Tawa Paqa”, su nombre puquina.

_____________________________________________________________________________ Imagen N° 2- Obtención del “ángulo óptimo” de giro del Axis Mundi, con tres círculos y tres cuadrados concéntricos y la diagonal o “Chekkalluwa” o “Línea de la Verdad”, al ser el cálculo geométrico del ángulo optimo del eje de la Tierra o Axis Mundi. que sería la “causa primordial” del Sumaq Kawsay.

Esto es muy diferente a lo que occidente denomina la “cuadratura del círculo”,

puesto que la ciencia occidental ha tratado inútilmente de encontrar un imposible valor

numérico absoluto que relacione el círculo con su diámetro y que sirva para “medir la

circunferencia”; mientras que en la cultura andina se trata de encontrar “un elemento

común” y un valor para el ángulo del diámetro del círculo en su relación de complemento y

proporcionalidad con el cuadrado, es decir, las preocupaciones epistemológicas andinas son

de vincularidad entre las dos figuras o símbolos de las “dos esencias” cósmicas, y no

simplemente para medir cuantitativamente uno de ellos (el círculo) desde la naturaleza

rectilínea del otro, porque el valor de PI (π) se cumple solamente cuando el valor del

diámetro es “la unidad”, valor que además, por ser PI (π) un número infinitamente

incompleto (i-rracional) nunca nos da un valor “exacto”, pero si “preciso”, es decir

“aproximado”; en cambio el “valor angulatorio” de nuestro ejercicio geométrico andino,

2 Verdadero nombre en lengua puquina, del castellanizado: Capachica.

que es de 20° 43’ (en la Imagen N° 2, es el ángulo existente entre la vertical y la diagonal

de doble línea) se cumple para todo círculo y cuadrado convenientemente “pareados”.

Digámoslo así, sirve para aplicar DOS “medidas” variables de proporción, como lo es en su

caso el “Tupu” o la “Papacancha”3. Este ángulo, sería la calibración fina y óptima para que

el eje de la tierra rote produciendo el milagro de la vida (Ver imagen N° 3) y que esta

“vida” surja en su dimensión “plena y total” es decir en su dimensión Sumac Kawsay, la

vida en su plenitud, o la “espléndida existencia”4.

3 J. Earls, 1977 4 J. Lajo, Sumaq Kawsay, UPRP, 2013

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Imagen N° 3 – Ángulo de giro del Axis Mundi, óptimo para la Vida Plena

Correspondiente a este análisis, sobre la línea diagonal en 45° o “Camino de los Justos” (o

Qhapaq Ñan, ver línea verde en dibujo abajo), se hallan pues los famosos “Intiwatanas” o

“piedras donde se ata al sol” (Ver imagen N°4), o lo que es más propio: “donde se amarra

el ángulo de incidencia del sol sobre la tierra”; camino o “ruta” que se presenta así como un

gran instrumento de “fertilidad” gracias a la calibración de esta verdadera “hierogamia” del

sol sobre la tierra, para producir el fenómeno

de la vida óptima (o Sumac Kawsay).

Precisamente el significado de “chekkalluwa”

es pues “diagonal” o “línea de la verdad”5 y

“Chiqa” que en idioma Aymara significa

“verdad” y más aún el vocablo Puquina,

“Cheka-Cheka” que significa a la vez “Nueve”

y “Verdadero”. Estos son claros rastros y

evidencias de nuestra ciencia y “religión” o

espiritualidad andina. _______________________ Imagen N° 4

Intiwatana, o Piedra de amarre del ángulo de caída de los rayos solares

Una de las reflexiones que se desprenden de nuestro texto, sugiere la pre-existencia

en el mundo andino de una vincularidad cosmos-hombre, o pacha-runa, o lo que es lo

mismo: el Yanan-Tinkuy: o vínculo de oposición y complementaridad, entre Intin-Pacha-

Runa, (o Wiracocha6-Pacha-Runa)7 alcanzado en la sociedad Inka, les habría permitido a

5 Lira, 1982, p. 63. 6 Wiracocha, es el “Sol de los Soles” o el centro del cosmos. 7 Rivara, 2000: Cap. I

nuestros antepasados, entre otras cosas: Entender y mantener el “orden natural” u “Orden

Andino” e intentar el control sobre el equilibrio del eje terrestre en su ángulo óptimo de

rotación, a través de la ritualización colectiva del “vínculo” con la cadena de “watanas” del

Qhapaq Ñan y usándolas para “apalancar” el eje del planeta o “axis mundi”, y con ello el

mantenimiento del equilibrio del planeta u “ORDEN DEL MUNDO” (Ver Imagen N°5) ;

dado que la inclinación mayor del eje, por la pérdida sucesiva y continua de la energía

cinética de la Tierra, genera un conjunto de desórdenes climáticos que se empeoran cada

año y que pueden propiciar una “apocatástasis” o lo que sería un “cataclismo planetario” o

vuelco total del planeta, fenómeno que nuestros pueblos andinos conocen como un

“Pachakuti-cósmico”.

Imágen N° 5 Ch’ekkalluwa o Sierpes custodios del “Orden del Mundo”

Entonces, esta línea de reflexión nos lleva a sostener la hipótesis de que con el

sistema de Intiwantanas del Qhapaq Ñan y en general con lo que hemos denominado como

“pensamiento paritario” o “pensamiento Qhapaq”, y con la “instrumentalización” de este

principal C’eqe8 del Tawantinsuyu, desde la sociedad humana, desde su “vincularidad” y

desde su equilibrio “Hampi”9, con la naturaleza se intentaba mantener la inclinación

óptima, calibrando la regularidad de las estaciones climáticas y precisión de los solsticios y

equinoccios, de tal manera de asegurar su calidad y permanencia o en su defecto, revertir el

deterioro, y hasta “rectificar el ángulo” del axis mundi o eje del planeta, a través de un

“Pachakuti humano”, lo cual forzaría la regeneración o restablecimiento del vínculo

deteriorado entre Intin-Pacha-Runa (Sol-Naturaleza-Humanos).

Es decir, este “Pachakuti humano”, al revés del “Pachakuti cósmico”, es el

“retorno” del ángulo del eje de la tierra a su posición óptima; pero no es solo eso, sino que

esta “regeneración” tiene una dimensión espiritual, mística, teleológica, y “escatológica”.

Cuentan las leyendas amazónicas que “el Inka era sagrado, porque sabía el secreto de la

vida..., por eso los Inkas eran los Guardianes de la Vida sobre el planeta” (Imagen N° 6).

8 Ver: R.T. Zuidema. El sistema de ceques del Cuzco. Lima: PUC, 1995. Perú. 9 Kreimer, 1999.

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Imagen N° 6 –Manco Qhapaq-Mama Ocllo, fundadores de la “Vida Plena”

Llegados a este punto y analizando la espiritualidad del pueblo Puquina

(Fundadores del Tiwanaku, y siglos después y en alianza con los quechuas, fundaron la

Confederación de los Inkas o Tawantinsuyu) haremos un paralelo entre los datos recogidos

por Federico Aguiló sobre el “Dios” Puquina “I”, y el dato de Dante Aligheri en su

magistral Divina Comedia, donde dice que Adán sabía que “el primer nombre de Dios” era

“I”, dado que en varios alfabetos de idiomas de culturas tradicionales, representa la novena

letra de su abecedario y de donde proceden también entre otros: “Iod”, “Ihave”, “I Ching”,

“Ídolo”, “Ilota” y otros.

Existe pues una identidad evidente y coincidencia, entre esta conclusión sobre “el

ángulo del eje terrestre” el “ángulo de incidencia de los rayos del sol sobre la tierra” y la

espiritualidad proto-andina del Dios Puquina “I” y del “Dios” pan-andino “INTIN”. Para

avanzar evidencias, no podemos pasar por alto la información que da F. Aguiló, al referirse

a “esa vertiente cuasi-panteística del Dios ‘I’, como el dios panandino de la luz, el brillo,

el reflejo, etc.”10, y la “enorme fecundidad de los vocablos que empiezan con ‘I’ en los

10 Federico Aguiló, El Idioma del Pueblo Puquina, p. 21

cuatro idiomas andinos: quechua, aymara, puquina y kallawaya”11; y que señala

como:“[...] la huella de esa religiosidad transmitida de generación en generación y que

hoy todavía tiene su plasmación popular, aunque en forma muy subconsciente, pero no

menos real, porque sella la idiosincrasia andina, quechua, aymara y puquina”12.

Siguiendo a Aguiló, dice: “Los puquinas, pues, en tiempos muy remotos

compartieron por igual con lo aymaras, quechuas, urus, kallawayas y muchos otros grupos

insertos en los Andes, esa creencia que se refleja en la misma gestación de los idiomas, la

toponimia del Dios ‘I’, aparece por doquier en los Andes”13. Y la demostración más

contundente es que el desarrollo de nuestra cultura andina vino a desembocar en la

confederación I-N-KA, que tenía su centro en la divinidad “I-N-TIN” (recordando el

análisis morfológico del YANA-N-TIN que realizamos en el libro Qhapaq Ñan: La ruta

inka de sabiduría) que correspondientemente y según también Aguiló, significa “La

globalidad centralizada del Dios I”14. A este significado dado por Aguiló, se hace

necesario corregirlo o explayarlo brevemente, ayudándonos con el método develado por el

entendimiento de YANA-N-TIN, según los párrafos antes citados.

Entonces, como el ‘I’ (Axis Mundi en su ángulo óptimo de rotación), que es “Dios”, al

que se añade el sufijo ‘N’, es decir, “su complemento” y finalmente ‘TIN’, como sufijo que

significa “inseparablemente juntos”, es decir: Dios y su complemento o paridad en un TIN-

KUY eterno. Además, Aguiló dice que “INTIN” es: “[...] un esfuerzo de unificación del

fenómeno religioso para el control estratégico...”15, luego insiste e invoca que el tema debe

ser “retomado por especialistas en lingüística andina hasta su plena dilucidación y

exhaustiva comprobación... Por ahora el Dios ‘I’ es patrimonio de una religiosidad por

igual puquina-kallawaya, quechua y aymara,... ¿El origen germinal fue puquina? Nos

parece que sí...”16, finaliza (Ver Imagen N° 7). Pero, nos preguntamos, ¿Por qué los

clérigos españoles, estaban tan interesados en escarbar las raíces lingüísticas de un Dios no-

11 Ibíd., p. 21 12 Ibíd., p. 22 13 Ibíd., p. 22 14 Ibid., p. 22 15 Ibid., p.22 16 Ibid., p.23

cristiano, en tierras indígenas? ¿Por qué tanto interés de los frailes cristianos, en el pueblo

Puquina?

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Imagen N° 7 –Puerta del Sol, en Tiwanaku-Bolivia.

Ensayando una respuesta, podemos afirmar que estuvo presente entre los clérigos de

todas las ordenes que llegaron a América luego de 1492, la idea milenarista de “regresar y

reconstruir” aquel “Paraíso Terrenal” del que habían sido expulsados Adán y Eva y esa

creencia impulsaba especialmente a franciscanos, dominicos y jesuitas a desentrañar

enigmas como el significado del Dios “I” de los Puquinas, pero también con la misión de

“extirpar los I-dolos” de la espiritualidad Inka, contrasentido no muy claro, pero muy

explicable en la cruenta misión de los “curas extirpadores” de I-dolatrías (o I-dolos, que

devienen de “dolo”, falso, timo, fraude, etc) en América; esforzados en imponer la I-dea, de

su Dios único, Jesucristo o I-deus.

Finalmente quisiera aclarar que las causas del “desequilibrio del mundo”, obedecen

más bien a causas mucho más complejas que el simple “manejo del carbono” o la

industrialización excesiva, o las explosiones nucleares, o la polución de las grandes

ciudades, o el “extractivismo” inmisericorde, etc. Desequilibrios sociales importantes que

más bien actúan como las consecuencias más visibles de este deterioro del “Vivir bien”,

donde la consciencia humana individualista, primitiva, arcaica, monomaniaca y

oligofrénica, juega un rol preponderante en esta degeneración de la vida en su plenitud, y

avanza su “vida loca” hacia el súper-vivir o sub-existir en que agoniza la civilización

occidental.

Bibliografía citada:

- Earls, Jhon; «Planificación Agrícola Andina; Bases para un manejo cibernético de sistemas de andenes». U. Del Pacífico. Lima, 1984.

- Lajo Javier; en “Debates en Ciencia, Tecnología y Sociedad” N° 12, Nov. 2013; Revista del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad Privada Ricardo Palma. Pág. 4; “Sumaq Kawsay, o espléndida existencia”.

- Lira, A. Jorge; Diccionario Kkechuwa-Español. 2da Edición. Cuadernos Culturales Andinos N° 5 , Bogotá, 1982.

- Rivara, de Tuesta María Luisa; Pensamiento Prehispánico y Filosofía Colonial en el Perú. Editorial: Fondo de Cultura Económica, Lima, 2000.

- Zuidema R.T.; El sistema de ceques del Cuzco. Lima: PUC, 1995. Perú. - Kreimer, Elizabeth; «El Espacio del Juego en el Encuentro Intercultural» Congreso de

Espiritualidad Nativa Tarapoto; 1999.