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Bake Palabras paz GESTO POR LA PAZ Número 50 Zenbakia Año XI Urtea 3 . Vs

Palabras Bake paz - gesto.org · CCarartatas a la cars a la cartata Bake 2 de odio, y el odio sólo se cura con amor. Curiosamente, la gramática h e b r ea podría venir aquí en

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Bake Palabraspaz

GESTO POR LA PAZ

Número 50 Zenbakia Año XI Urtea 3 €.

Vs

Cartas a la cartaCartas a la car ta

Bake

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de odio, y el odio sólo se curacon amor.Curiosamente, la gramáticah e b rea podría venir aquí ennuestra ayuda.Dicen los entendidos que elverbo amar se conjuga enhebreo de dos maneras distintas:amar a Dios tiene su comple-mento en acusativo, y expresadeseo de acercamiento al objetode nuestro amor; pero paraamar a los semejantes se utilizael "dativo ético", constru c c i ó ngramatical de difícil traducciónp e ro que significaría algo asícomo "mostrar amor con obras","ofrecer obras de amor", "desearlo bueno para alguien". Sinduda, fue el dativo ético el queutilizó Jesús al hablar de amor alenemigo.No se trata pues de sentir "cari-ño" por el enemigo que nosodia. Sobre los sentimientos difí-cilmente manda la voluntad. Setrata simplemente de desearle elbien (empezando por el bien dela conversión de corazón) y, enla medida de lo posible, hacerpatente ese deseo con obras. Aún así, hay que reconocer que,en situaciones como la de Euska-di hoy día, hace falta ciert ogrado de heroísmo para amar endativo ético. Sí, quizá son héroesdel amor cristiano lo que senecesita para salir de la espiralde odio.

Gonzalo Arias

Muchos somos los que pertene-cemos al inmenso "club de lospacifistas", incluidos algunosque por edad y origen, fuimos

sabiamente formados en pro dela defensa del débil, sabiendoque la calidad humana siemprereside en colocarse solidariamen-te en "el lugar del perseguido".Nos impactó cómo transcodificóBuñuel una pésima novela dePérez Galdós, en la película de"Tristana", que comienza con unaescena en la que el hidalgo veni-do a menos, don Lope, se jactade "defender al débil" ante su,entonces, sobrina y pupila, enga-ñando a la policía al indicarlese rróneamente por dónde hahuido un mozalbete ladronzuelo.Quizá nunca fuimos tan quijotescomo para "salir a vagar por loscaminos del mundo en busca deaventuras para enderezar entuer-tos y emprender una cruzadapara defender al débil y al desva -lido", pero sí creímos que eranbienaventurados los acorralados,y, más aún, los amenazadosinjustamente.En el crepúsculo del terrorismo,en nuestra Euskadi, todos cono-cemos casos de inocentes hosti-gados. Recuerdo ahora dos casoscercanos: docentes, mujeres, unadirectora de un colegio público,modelo y referencia de la educa-ción vasca, otra especialista eninnovación educativa, con unastrayectorias personales y profesio-nales encomiables, que por elm e ro hecho, completamentehonorable, de presentarse comoconcejala o miembro de una eje-cutiva política, son coaccionadasy viven la zozobra cotidiana delacoso. Ante todos los que sufren estoi-camente esta maldición debemosentonar el "mea culpa" por nohabernos rebelado antes y haber-nos plantado todos nuestra ama-rilla "estrella de David", que diga"también yo soy judío". Nunca es

Amar en dativo

"Habéis oído que se dijo: Amarása tu prójimo... Pues yo os digo:Amad a vuestros enemigos yrogad por los que os persigan".(Mt 5, 43-44)Siempre se ha visto en este man-damiento de amor universal, queincluye a los enemigos, la esen-cia del revolucionario mensajeético del Sermón de la Montañay, por ende, de la moral cristiana.Pero raros son los cristianos quehan puesto empeño en llevar elprecepto a sus últimas conse-cuencias.He tratado de encontrar algúneco del mandamiento de amor alenemigo en los pronunciamien-tos públicos de quienes desdedistintas posiciones han habladode los problemas de Euskadi.Vano intento. Ni, por supuesto,en las declaraciones de los políti-cos. Ni en los textos de quienescon coraje cívico se sacuden elmiedo que tratan de imponer losterroristas. Ni en aquellos queasumen explícitamente posicio-nes de "noviolencia". Ni tampoco–y esto es quizá lo más significa-tivo– en las pastorales de losobispos.¿ P redicar a un terrorista el"amor" a los odiados represen-tantes del "Estado español", oincluso a los vascos no naciona-listas? ¿Predicar a las víctimas delterrorismo el "amor" a quienesamenazan sus vidas o han asesi-nado ya a sus seres queridos y,no contentos con ello, los insul-tan y calumnian después demuertos? ¿Quién se atreverá atanto?Y sin embargo, es un hecho quela sociedad vasca está enferma

¡Nostra culpa!

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tarde para manifestar:1º Nuestra solidaridad fraternalcon todos los intimidados, ynuestro apoyo incondicional, asícomo señalar que si este amparoha podido no ser demasiadoexplícito es por pura vergüenzade parecer excesivamente obse-quiosos, y de ayudar a restarimportancia a la trágica circuns-tancia de convivir en esas condi-ciones.2º Nuestra enérgica denunciapor esta flagrante violación delos derechos humanos de todoslos perseguidos. Todos debemosdefender el cumplimiento detodos los derechos humanos,para todas las personas, sinexcepciones.3º Nuestra condena del inmensolatrocinio que causa este necesa-rio y costosísimo despliegue deescoltas (entre 3.500 y 5.500,según las diversas fuentes), juntoal incalculable estrago ético,moral, educativo, social y econó-mico del siniestro e irr a c i o n a lterrorismo. 4º Nuestra adhesión a esa cita deKofi Annan, que recuerda fre-cuentemente el Lehendakari Iba-rretxe, y que sentencia que «sepuede amar y defender lo que sees, sin odiar lo que no se es».5º Nuestra felicitación, una vezmás, a Gesto por la Paz por todasu labor histórica, a la que seañade esta última y acert a d acampaña de sensibilización de laciudadanía "Contra la violenciade persecución".Desde el 25 de junio de 1998,cuando mataron al concejalManuel Zamarreño, hasta el 21de enero de 2000, cuando fueasesinado en Madrid el militarPedro Antonio Blanco, vivimosun periodo de paz. Queremos lapaz definitiva, indefinida y paratodos. Necesitamos esa paz,m e recemos esa paz,… y lao b t e n d remos por persuasión.Pronto será así, seguro.Mientras nos queda… la espe-ranza y la educación. Quizá pre-viamente a enseñar los legítimospatriotismos, debamos instru i rs o b re una identidad futuracomún de todos como sere s

humanos, como pacifistas ycomo "PAZiotas", antes quecomo patriotas de allá o de aquí.

Mikel Agirregabiria

Cuando ayer una comúnamiga me dijo que era posibleque el periodista muerto fueratu hijo, me quedé con unagran intranquilidad, con desa-sosiego, pero poco más tarde,mi hermana me llamó y medijo que se había confirmadoque era Julio A. Parrado –llevatu apellido- todo se convirtióen tristeza. Tristeza, porque esejoven de 32 añazos había sidoasesinado por esa locurahumana que nos arrastra adestrozarnos como si fuéramosanimales. Pero, si te digo la ver-dad, sobre todo sentí tristezapor ti. En ocasiones, hay per-sonas con las que no sabes porqué, pero te sientes bien desdeel primer momento. A mí mepasó eso contigo. Por eso,ayer, cuando supe que a tuhijo Julio le habían asesinadose me encogió el corazón alimaginar cómo estarías, mellené de tristeza al re c o rd a rcuando me contabas con unaalegría desbordante que osibais a pasar la Navidad aNueva York, al decirme, comosi fueras una niña impaciente ouna madre, que Julio estabaen Córdoba y que me lo que-rías presentar...Ayer y hoy me acuerdo muchode ti, Antoñita. Todos los asesi -nos de estos mundos, del ricoy del pobre, amanecerán y casino recordarán la desgracia quehan causado el día anterior.Seguirán impertérritos su vidacomo si fuera natural lo que esradicalmente antinatural.Muchos permanecerán indife-rentes como si esa injusticia no

fuera con ellos, como si fuerauna película más de Spielberg.Pero tú piensa que en estemundo, en el rico y, quizás,también en el pobre, haymucha gente que trabaja, quese moviliza, que se deja partirla cara por desterrar la violen-cia, por cambiar esta estúpidadependencia de acción-re a c-ción. Sólo cuando seamosconscientes de que la violenciano es solución de nada, sinoun gran problema en sí mismay la causante de mucho dolor,todo el mundo renunciará ausarla, incluso, para combatiral ignorante.Antoñita, quizás haya más gue-rras. Para ti, como para la fami-lia de José Couso, ya no habrámás porque sólo bastó éstapara dejaros sin lo que másduele perder a una madre. Tuya tienes tu víctima para siem-pre y nadie podrá devolvérteloy, como soy consciente de queno hay palabras que puedanconsolar cuando el dolor es tangrande, sólo puedo ofrecertetodo mi cariño y mi abrazo.

Isabel Urkijo

BakeApdo. 10.15248080 Bilbao

Si quieres expresar tuopinión sobre algúnasunto que te parezcai n t e resante, envíanostu carta.

Tfn.: 944 163 929 Fax: 944 153 285 [email protected]

E s c r í b e n o s

Querida Antoñita

NUEVA DIRECCIÓNc/ Banco de España, 3-2º Dcha.

48005 Bilbao

Apto. de correos 10.15248080 Bilbao

Esta revista se edita con lacolaboración de la Direcciónde Derechos Humanos del

Departamento de Justicia delGobierno Vasco.

Bake

D.L.: BI-160-93I.S.S.N.: 1137-3016

EQUIPO REDACTOR

J. Herrero ArranzE. Mesperuza Rotger

I. Urkijo AzkarateH. Arbide Aza

A. Arregi Anasagasti

Nº 50 Año XImayo de 2003

no se identificanecesariamente con las opinio-nes aquí expresadas. Autorizala reproducción de sus trabajos,siempre que se indique su pro-cedencia.Hemen agertzen diren eritziakez dira derrigorrezenak izango. berelanak besteek har ditzaten bai-mena ematen du, haien iturbu-rua aipatuz.

DIRECCION

A.R. Gómez Moral

DISEÑO Y MAQUETACION

A. Arberas

ILUSTRACIONES

B. Gómez Moral

O P I N I O N

Antígona en EuskadiJESÚS PRIETO MENDAZA

Notas sobre la guerraHIBAI ARBIDE

Ahorro responsableANGEL TOÑA GÜENAGA

EDUCAR PARA LA PAZ

BARRUTIK

· Prensa: - Ante el cierre de Egunkaria- Sobre la concesión de la Gran Cruz de Reconocimiento Civil aMelitón Manzanas- Ante la ilegalización de Batasuna- Campaña de sensibilizzación contra la violencia de persecu-ción.- Libertad y convivencia

· Movilización: - Acto de agradecimiento en Durango- Declaración en favor de la libertad y la convivencia- Reivindicar lo obvio

. Recordatorio

. Premio Emakunde 2002

RESEÑAS 82

G A I A : C A S T I G O V E R S U S R E I N S E R C I Ó N

Repaso a la carcel actualGABRIEL OTÁLORA

Una reflexión pendienteFLORENCIO DOMÍNGUEZ

La mirada invertida de las víctimas o sufundamental razónGUADALUPE PÉREZ SANZBERRO

El cumplimiento íntegro y efectivo de las penasADELA ASUA

Barreras constitucionales a las reformas penalesJOSÉ AMTONIO MATÍN PALLÍN

Proyecto de medidas de reforma para elcumplimiento íntegro y efectivo de las penasRAMÓN MUGICA

Entrevista a Ruth AlonsoLa reforma del código penal para elcumplimiento íntegro y efectivo de las penasJOSÉ MIGUEL ZUGALDÍA ESPINAR

Entrevista a Esteban González PonsLa reforma del PP y la reinserciónNICOLÁS GARCÍA RIVAS

Entrevista a Margarita UriaEn torno a la eficaciaKEPA AULESTIA

Entrevista a Juan Fernando López AguilarLa resocialización de presos de organizacionesterroristasPABLO MARTINEZ LARBURU

Publicación editadapor la

COORDINADORAGESTO POR LA PAZDE EUSKAL HERRIA

EUSKAL HERRIKOBAKEAREN ALDEKOKOORDINAKUNDEA

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BakeBake

Acualquier delito tipificado en elCódigo Penal le corre s p o n d euna condena que ha de barajar

t res importantes elementos de cuyaconjugación dependen principios tanesenciales para la sociedad como sonla seguridad y la justicia. En síntesis,esos tres elementos que componen lapena serían disuasión, castigo y re i n-s e rción. Así pues, la pena tiene un efec-to disuasor sobre la comisión de delitosque intenta promover la seguridad enla sociedad en general. Si aún así, secomete el delito, la pena aparta aldelincuente de la vida en común parala que re p resenta un peligro, de mane-ra que redunda en la seguridad a lavez que actúa como un elemento de lajusticia que le es debida a la víctima deldelito. Asimismo, la pena contiene unap a rte dirigida a la re i n s e rción del delin-cuente que también responde a un

principio de justicia, puesto que nosería justo, ni para el propio delincuen-te ni para la sociedad, que un indivi-duo no pueda volver a ser re c u p e r a d opara una convivencia normalizada. Resulta necesario combinar equilibra-da y armónicamente estos tres elemen-tos (disuasión, castigo y re i n s e rc i ó n )para poder influir de forma real y prác-tica en la seguridad y la justicia socia-les. Por eso, en este número de BakeHitzak, tratamos de dilucidar qué cam-bios introducen en esa delicada combi-natoria las re f o rmas penales delg o b i e rno para delitos de terrorismo yqué efectos pueden tener en la bús-queda de la seguridad y la justicia.Como siempre que se trata de asuntoslegales, resulta arduo introducirse porlos vericuetos de las jerarquías de lasleyes y de la positivización de sus prin-cipios, pero, al mismo tiempo, es esen-cial dedicar un mínimo de atención ap roblemas que constituyen los funda-mentos de un estado de derecho. q

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PRESENTACIÓN

opiniónJesus Prieto Mendaza

Hibai Arbide

Angel Toña

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La idea que me ha empujado a escribir esteartículo, no me pertenece.

Mi nivel intelectual está muy lejos del de el profe-sor de la Universidad de Deusto y colaborador deBakeaz, además de habitual de estas páginas,Xavier Etxebarria.Es en su libro "Ética de la diferencia", donde heencontrado el humus filosófico adecuado paraque brotaran, de forma fértil, estas líneas; y másen concreto, en su análisis de la obra de Sófocles,Antígona.Sobre la misma se han vertido ríos de tinta y se laha analizado en su aspecto dramático, literario,filosófico, antropológico, etc... Se la ha diseccio-nado en busca de su capacidad de comunicar, desu puesta en escena, desde la hermeneútica ocomo reláto mítico. Mi intención es, fundamen-talmente, aportar una nueva perspectiva y relacio-nar esta con las valientes actitudes de muchas víc-timas de la violencia terrorista.Hoy, desde Euskadi , percibo aspectos hasta ahorainéditos para mí, de la figura de Antígona: la insu-misión activa y la resistencia ante el horror que nosdeshumaniza.Observo con tristeza, al igual que ocurre en la tra-gedia griega, que son las mujeres quienes repre-sentan de forma valiente esta modalidad de luchapor la dignidad.

No me estoy refiriendo al secular conflicto entre laoposición femenina y el poder masculino. No esesto lo que me interesa resaltar, sino la oposiciónactiva contra el terror, contra el asesinato, y enmuchos casos contra la actuación del poder esta-blecido- sea este estatal o autonómico- que inten-ta velar ,sobre todas las cosas, por la seguridad dela prosperidad política o económica.Al igual que en Antígona se han visto reflejados los

valores humanísticos, ese enfrentamiento a lacoacción legal de la polis, observo desde una pru-dente distancia un fenómeno equiparable ennuestra tierra.Mujeres, casi siempre mujeres, que se posicionancon una increíble carga de coraje cívico contra loconsiderado políticamente correcto, bien sea enMadrid o en un Batzoki. Jóvenes o señoras deedad, que denuncian lo evidente y prioritario,frente a quienes pretenden levantar el andamiajede una construcción identitaria sobre los cimientosde la más obscena ignominia.Reconozco, aun sin aplaudir alguno de sus plan-teamientos, que la imagen de Maite Pagazaurtun-dua defendiendo el buen nombre de su hermanoasesinado, trajo a mi memoria todo lo que Antí-gona representa: valor, coraje y oposición a la

La imagen de Maite Pagazaur-tundua defendiendo el buen

nombre de su hermano asesina-do, trajo a mi memoria todo lo

que Antígona representa : valor,coraje y oposición a la inflexibili-

dad y prepotencia de Creonte

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Antígona en Euskadi

Jesús Prieto MendazaMiembro de Gesto por la Paz

Vitoria - Gasteiz

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inflexibilidad y prepotencia de Creonte.Ella se enfrenta y alza la voz contra la tiranía. Supe-rando el miedo o la prudencia de Ismena, noduda en pedir para Polínice, su hermano muerto,la honra y el descanso en su tumba. Sueño eterno,libre de calumnias, que pueda conducirle, en paz,hasta el Hades.Cuantas veces esta posición ha sido representadoen Euskadi por hermanas, madres, hijas o esposasde innumerables víctimas de nuestro letal fanatis-mo. Han sido muchas, sin duda demasiadas, las oca-siones en las que mujeres de este traumatizadopaís han gritado contra el poder más tiránico queexiste: la despótica fuerza del miedo o de unacómoda indiferencia.Poder, este, asentado con la normalidad de una

enfermedad que por crónica se nos hace habitual,en la conciencia colectiva del pueblo vasco y, engeneral, de gran parte del pueblo español. Creonte afirma : El enemigo no es amigo nunca,ni siquiera cuando muere.Antígona responde: Yo no he venido a estemundo para compartir el odio, sino para compar-tir el amor.Hermanas, madres, esposas, compañeras, hijas devíctimas de E.T.A. o de los G.A.L... tantas y tantasmujeres a las que hemos puesto rostro a través delas fotografías de agencia en un periódico, o en elnoticiario de una cadena televisiva. Mujeres que han denunciado la muerte de susseres queridos, y muchas veces lo han hecho enun ámbito de soledad tan solo compartido porféminas; como si el mundo masculino se identifi-cara más con el duro y viril estereotipo de " debe-mos cumplir con nuestro deber" o el " algo habráhecho".Maldita masculinidad, la que juzga como femeni-nas la sensibilidad, la compasión y , en último tér-

mino, la humanidad.Decidan ustedes por sí mismos , quien debe ocu-par, en esta sociedad vasca del tercer milenio, ellugar de Creonte y de Antígona. Yo, a pesar de mis recelos o diferencias ideológi-cas, hace tiempo que lo he decidido; siempre esta-ré junto a ella. q

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Maldita masculinidad, la quejuzga como femeninas la sensibi-lidad, la compasión y , en último

término, la humanidad

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Guerra

La terrible guerra que ha sufrido el pueblo ira-quí ha sido interpretada de muy diferentes for-mas.

Hay quien dice que ha sido una guerra imperialis-ta de manual: una potencia que invade un territo-rio para apoderarse de su riqueza. Estados Unidospretende, según esta lectura, la dominación de lazona manu miliari, para hacerse con el control desus materias primas, sobre todo petróleo. Algunasde las razones que le habrían impulsado a ello se-rían el empeoramiento de las relaciones con Ara-bia Saudí y la permanencia de Hugo Chávez en elpoder de Venezuela, tras los fallidos intentos dederrocarle en golpes militares y huelgas generalescontra natura fomentadas por las centrales deempresarios en alianza con el sindicalismo amari-llo; Arabia y Venezuela han sido hasta ahora susdos principales proveedores de crudo.Así, el petróleo ha sido, de entre todas las posibles,la razón que más se ha nombrado para explicar laguerra de ocupación. Efectivamente, en Irak seencuentran las segundas mayores reservas mun-diales y sus pozos son de muy fácil extracción. Esdecir, mucho oro negro y a muy bajo coste. Cabe recordar que en ninguno de los países delgolfo pérsico las petroleras locales controlan másde un 40% del negocio; la mayor parte pertenecea multinacionales occidentales, sobre todo esta-dounidenses. Excepto en Irak, que nacionalizó elpetróleo a finales de la década de los 80. La pri-

mera guerra de golfo (que teniendo en cuenta laque hubo entre Irán e Irak debería ser considera-da la segunda) no tuvo su origen en la invasiónde Kuwait (esa sólo fue la excusa), como preten-dieron hacernos creer ya que, como supimos des-pués, Tarek Aziz, ministro de exteriores de Irak, sereunió con representantes de los gobiernos deEstados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China yRusia, miembros permanentes del consejo deseguridad de la ONU, para informarles de la inva-sión de Kuwait: ninguna de las potencias seopuso, con el argumento de que era un asunto

interno. De todas formas, la nacionalización delpetróleo fue sin duda el principal motivo de laguerra que George Bush padre lideró, pero puedeque ahora otras razones hayan tenido igual eincluso mayor peso.Algunos autores como Michael Hardt, interpretanque ésta, al igual que la de Afganistán, ha sidouna guerra civil en el contexto de una soberaníaglobal (el Imperio). Es decir, Estado Unidos haactuado como policía mundial, garante del libremercado globalizado. Del mismo modo que elimperialismo fue la fase superior del capitalismo, elImperio es la culminación del imperialismo. Unavez que se ha logrado imponer un mercado glo-bal, las guerras no son un medio de expansión del

Una vez que se ha logrado impo-ner un mercado global, las guerrasno son un medio de expansión delcapitalismo, sino un mecanismo de

control para que éste funcioneadecuadamente

Notas sobre la guerra

Hibai ArbideMiembro de Gesto por la Paz

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capitalismo, sino un mecanismo de control paraque éste funcione adecuadamente.Israel, que es la punta de lanza del neoliberalismoen Oriente Medio, es el principal aliado de los Esta-dos Unidos. Aunque es el país que más resolucio-nes de la ONU ha incumplido (seguido de Turquíay Marruecos, también aliados de Estados Unidos),sus defensores suelen argumentar que es "el único

estado democrático de la zona, amenazado porlos regímenes autoritarios de alrededor". Una"democracia" con un régimen de apartheid quesufren los palestinos y cuyo Tribunal Constitucio-nal autoriza expresamente la tortura contra éstos;una "democracia" en la que se aplican castigoscolectivos prohibidos expresamente por la conven-ción de Ginebra como la demolición de casas(incluso con sus habitantes en el interior). En fin,una democracia de baja intensidad que posee almenos 220 cabezas nucleares y toneladas dearmas químicas y biológicas. Además, Israel es un viejo enemigo de Sadam Hus-sein, debido al explícito apoyo que éste siempre hadado a la resistencia palestina (apoyo moral, perotambién apoyo logístico y económico). Siempre hasupuesto un obstáculo para los planes de los dife-rentes gobiernos israelíes y es indudable que unIrak sometido y una Siria en el punto de mira, alla-nan su camino. No es casualidad que los acuerdosde paz de Oslo (que a pesar de que le favorecie-ron ampliamente, Israel nunca ha respetado) se fir-maran tras la primera invasión anglo-americana,en 1991.Por lo tanto, puede que uno de los objetivos deEstados Unidos fuera facilitar la integración de Is-rael y la "normalización" de las relaciones con susvecinos, eliminando a los más belicosos, para asíacometer una reestructuración de toda la zona enla que su influencia fuera aún más notable. Dehecho, George W. Bush telefoneó a Ariel Sharonmedia hora antes de que arrancaran los bombar-deos para informarle de lo que estaba a punto decomenzar. A su lacayo Aznar no le llamó hastavarias horas después, cuando ya todas las televi-siones informaban de ello.Es probable que otro de los objetivos cumplidospor Estados Unidos haya sido asegurar y reforzar

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Puede que uno de los objetivos deEstados Unidos fuera facilitar la

integración de Israel y la "normali-zación" de las relaciones con sus

vecinos, eliminando a los más beli-cosos, para así acometer una rees-

tructuración de toda la zona

su hegemonía mundial que, a medio plazo, podíaestar amenazada por potencias emergentes (Euro-pa o China) como reconocían informes del Depar-tamento de Estado norteamericano. Efectivamen-te, tras la guerra, la Unión Europea tras la amplia-ción cuenta con 25 miembros, pero vive susmomentos más difíciles debido a las discrepanciasinternas. Además, muchos de los gobiernos de losnuevos estados socios, son verdaderos caballos deTroya al servicio de los Estados Unidos. La nuevaEuropa frente a la vieja, como diría Rumsfeld.Valga como ejemplo que unidades de elite delejército polaco son las únicas que han combatidoen la primera línea del frente junto a los marinesamericanos y las "ratas del desierto" británicas,mientras soldados australianos, españoles o ucra-nianos eran relegados a la retaguardia. Respecto aChina, la abolición de facto del poder del Consejode Seguridad, le hace perder notablemente suinfluencia en el resto del mundo. Además, puedeque la neumonía atípica remate en el ámbito eco-nómico el trabajo político del gobierno norteame-ricano.Aunque respecto a la ONU, mejor ni hablar: Kofi

Annan ha demostrado ser el pelele que parecía ysi Hans Blix tuviera un mínimo de dignidad no sededicaría a hacer estúpidas proposiciones como lade retomar las inspecciones de armas tras la gue-rra. Los profesores de derecho internacional públi-co tienen ahora dos opciones: o no enseñar nada,o seguir divulgando leyendas en clase.Anti-guerraLa diversidad de análisis, lejos de suponer un obs-táculo, han estimulado diversas respuestas que,por otra parte, han sabido confluir en enormesmanifestaciones unitarias. De Barcelona a SanFrancisco, de Londres a Damasco, de Bilbao aManila millones de personas han salido a la callepara protestar contra el genocidio perpetrado enIrak, en lo que ha supuesto la mayor movilizaciónsocial de la historia, si exceptuamos las nadaespontáneas manifestaciones que el Part i d oComunista Chino ha realizado alguna vez.Hemos vivido la mayor contestación que una gue-rra haya tenido jamás. Incluso en Estados Unidos

Es probable que otro de los obje-tivos cumplidos por Estados Uni-dos haya sido asegurar y reforzar

su hegemonía mundial que, amedio plazo, podía estar amena-zada por potencias emergentes

(Europa o China)

la movilización no es comparable, ni en número nien diversidad, con la que se produjo contra laguerra de Vietnam ni contra ninguna otra. El 15de febrero, siguiendo la convocatoria lanzada enel Foro Social Europeo, se llevó a cabo la primeramanifestación simultanea en todo el mundo.Saramago habla ya del nacimiento de una super-potencia: la sociedad civil global; una afirmacióntan aventurada como estimulante.Términos, lemas y conceptos que hasta hacepoco sólo usaba la izquierda social extraparlamen-taria como "democracia participativa", "guerra glo-bal permanente" o el "otro mundo es posible" quelos foros sociales de Porto Alegre y Florencia popu-larizaron, se cuelan en el discurso de los grandesmedia y partidos políticos. Se ha llegado hastasituaciones ciertamente extravagantes como oír aZapatero parafraseando (probablemente sin saber-lo) a Toni Negri.No obstante, esto no nace de la nada: en los últi-mos años, han sido frecuentes las manifestacionesde los globalizados contra los globalizadores. Encada reunión que organizaban, los amos demundo han tenido que oír a los ciudadanos, aun-que se hayan negado a escucharles.El movimiento anti-guerra, está ineludiblementeunido al movimiento por la justicia global, contrala globalización neoliberal, por los derechos ocomo se quiera llamar; camina necesariamentedentro del movimiento de movimientos.Por lo tanto, opino que la pregunta "¿y ahoraqué?" debe ser contestada con un "ahora más ymejor".Para empezar, porque me parece erróneo pensarque la guerra ha terminado; es verdad que losB52 ya no descargan sus bombas sobre Bagdad,pero la guerra sigue. Sigue porque Irak ha sido tansólo una batalla más de la guerra global perma-nente que el imperio declaró tras los bárbarosatentados del once de septiembre de 2001 enNueva York y Washington. La guerra sigue y ade-más lo hace con diferente intensidad dependien-do del lugar: los recortes de libertades y las cam-pañas de criminalización de los movimientos socia-les en Europa, las actuaciones de bandas paramili-tares en América Latina o los asesinatos "selecti-vos" en Palestina son diferentes piezas de unmismo engranaje; todo vale bajo el paraguas del"anti-terrorismo". Los aviones de combate actúancuando el resto de dispositivos de control fallan,según el principio de subsidiariedad.Así que más y mejor: más movilización, más deso-bediencia, más pasión, más rebeldía.Más y mejor, porque la guerra no es más que elresultado de un modelo mundial repugnante ymientras ésto no se acabe, Irak no será el últimocapítulo. q

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tro ahorro, naturalmente dejo de lado aquellascantidades de dinero que donamos en formasdiversas a instituciones y a ONGs como miembroscolaboradores porque se trata de cuestiones biendiferentes. Los donativos, las subvenciones, inclu-so la dedicación de un % de los ingresos (1%, 5%,¿10%?) a fines sociales son bienvenidos. Perocuando hablamos de ahorro solidario no nos esta-mos refiriendo a ésto. Las personas e instituciones que ahorramos lohacemos para disponer de una cierta cobertura denecesidades futuribles o para hacer frente a nece-sidades actuales: para pagar o arreglar la casa,para los hijos y su educación, para nuestra vejez,para hacer frente a necesidades sanitarias, tam-bién para nuestras vacaciones, para el coche, paranuestras "necesidades sociales". Y no se puedeponer en duda que se trata de la disposición en

forma de gasto o ahorro de unos ingresos que losconsideramos legítimamente nuestros y para nues-tro uso. Por lo tanto, si parte de estos ingresos losahorramos, desde luego, no podemos aventurar-nos a perderlos. Esto es una verdad evidente, legi-timada y que creo que nadie pone en duda.Y este discurso es más evidente si nos referimos alos ingresos de las empresas privadas. Pero es tam-bién aplicable a todo tipo de entidades: entidadessin ánimo de lucro, entidades públicas, entidadesreligiosas, entidades sociales,... todos tenemosa rgumentario y legitimación interna suficientepara preservar nuestro patrimonio.Bien, damos estas afirmaciones por evidentes. Nolas ponemos en duda, de otra manera nuestrasociedad no funcionaría. Quizás podemos imagi-nárnosla pero no deja de ser un sueño imposible.N u e s t ro patrimonio es nuestro y punto. Unapequeña parte del mismo podremos donarlo(¿0,7%?) pero nada más.

En la actualidad, conceptos como ahorro res-ponsable, inversiones sociales, banca ética,comercio justo, consumo responsable, res-

ponsabilidad social corporativa, códigos éticos,códigos de buen gobierno de sociedades, ética dela empresa, empresa ciudadana, economía solida-ria, instituciones sin animo de lucro, marketingcon causa, tercer sector, economía alternativa,...están de plena actualidad. La solidaridad está demoda. La publicidad, la propaganda, las relacionespúblicas, los medios de comunicación, todos noshablan y nos presentan posibilidades de consumiro ahorrar dándole a ello un cierto sentido solida-rio.Detrás de todo esto, hay un trasfondo de ciertoconsenso público convencional en relación condiversas cuestiones: la potenciación de la protec-ción del medio ambiente y el desarrollo sostenible,el convencimiento de que nuestros comporta-mientos económicos afectan positiva y negativa-mente a terceras personas, la moda de la solidari-dad, etc..De todos modos la mayoría de la población denuestro país no tiene muchas posibilidades dehacerse estas preguntas, sencillamente porquecon sus ingresos no llegan a fin de mes o pasanapuros (el 60 % según las últimas estadísticas).Otro sector de nuestra población ni siquiera gozade ingresos mínimos suficientes para lo que consi-deramos vivir con dignidad.Uno de los aspectos mas relevantes es el que serefiere a la utilización social de nuestros ahorros.Algunas personas físicas e instituciones cada vezmás y más frecuentemente nos hacemos esta pre-gunta. De entrada es una pregunta que sólopuede responder quien tiene posibilidades de aho-rrar.Cuando me refiero a la utilización social de nues-

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Mi patrimonio es mío, pero puedotenerlo, guardarlo, ahorrarlo demanera que también cumpla una

función social. ¿Es esto posible? Sí

Ahorro responsableÁngel Toña Güenaga

Profesor de la Universidad de Deusto yPresidentede la Fundación FIARE

rencias. Algunos seguimos pensando que este tipode alternativas tampoco responden adecuada-mente a nuestra inquietudes.Entonces, ¿existen productos financieros y posibili-dades de ahorro menos convencionales y más soli-darios con los colectivos más necesitados, tanto de

nuestro país como del mundo entero?. Larespuesta es también – afort u n a d a-

mente – afirmativa. Pero ciertamen-te es poco conocida y en ocasio-

nes puede conllevar algún tipode riesgo que en nuestra cul-tura occidental no estamosdispuestos a asumir. No estade más hacer aquí unareferencia a la Banca Islámi-ca muy asentada en la cultu-ra árabe, en los que el depo-

sitante asume el riesgo afavor o en contra de la renta-

bilidad de la inversión realizadacon sus depósitos por el banco.

Algo inimaginable para nosotros yque de alguna manera nos enseña

–una vez más-, que otras culturas tienenaspectos enormemente positivos y solidarios.En nuestro país existen numerosas entidades deintervención y cooperación social de ayuda aexcluidos, inmigrantes, cooperación nort e - s u r,redes de economía alternativa,... que necesitanfinanciación y que acuden a un pequeño círculode personas que conocen sus pro d u c t o s(bonos,...) y les ayudan a la financiación de susproyectos. Fuera de nuestro país también existendiversas entidades que con mayor tradición yexperiencia canalizan ahorro responsable a inver-siones responsables: Oikocredit (Holanda), Finan-sol (Francia), Banca Popolare Etica (Italia), etc...Para el desarrollo y expansión de este tipo de aho-rro e inversión responsable, que obedezca a unoscriterios elevados de exigencia ética, al tiempo quese realice la gestión de una manera transparente,profesional hemos desarrollado el proyecto FIARE,Fundación para la Inversión y el Ahorro Responsa-ble – Inbertsio eta Aurrezki Erantzulea Fundazioa([email protected]). En poco tiempo, más de cincuen-ta organizaciones de diferentes ámbitos del PaísVasco nos hemos juntado como socios fundadorespara desarrollar este proyecto al objeto de ofreceral conjunto de la sociedad vías e instrumentos deahorro e inversión que decididamente canalicenfinanciación hacia colectivos necesitados y con unnivel de exigencia ética y posconvencional quepueda contribuir positivamente a que la canaliza-ción de la solidaridad financiera sea también undistintivo de nuestra sociedad. Los vascos somossolidarios y esta es una expresión más. q

A partir de esta evidencia retomamos la preguntasobre el ahorro responsable. De acuerdo, mi patri-monio es mío, pero puedo tenerlo, guardarlo,ahorrarlo de manera que también cumpla unafunción social. ¿Es esto posible? Sí, y aunque escierto que hay gente que no se hace esta pregun-ta (¿la mayoría?), no nos referimos ellos, sinoa los que pretendermos dejarnos inter-pelar por la misma.Decimos que se le puede dar unafunción social a nuestro ahorro,pero la respuesta es tan diversacomo el tipo de preguntasque nos podamos formular.Podemos entender por finsocial, solidario, ético,...utili-zaciones bien diferentes deldinero. Cada tipo de pregun-ta tiene su propia respuestaimplícita.Para muchos, invertir en Fondosde Inversión tradicionales, en labolsa, en renta fija, en obligacioneses ya cumplir con un fin social de susahorros: que sirva para el desarrollo de la eco-nomía de su país.Para bastantes, ahorrar en depósitos de Cajas deAhorros, Cooperativas de Crédito, deuda publica ybonos,... es un paso más en esa utilidad social yconsideran socialmente adecuado este tipo deahorro.Y también hay personas e instituciones que se pre-guntan sobre si este tipo de inversiones cumplenadecuadamente la función social que ellos entien-den adecuada. Y la respuesta es que no, que noplenamente, que es necesario buscar otras alter-

nativas menos convencionales y mas comprometi -das para el ahorro, con las inversiones que tenganque ver con una directa utilización en fines socia-les, responsables, éticos.También aquí pueden darse diversos niveles yalternativas: prácticamente toda la banca conven-cional ha sacado al mercado los denominadosFondos de Inversión Éticos y/o Solidarios. La dis-tinción entre unos y otros no podemos realizarlaen este marco pero ciertamente hay muchas dife-

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Es necesario buscar otras alternati-vas menos convencionales y más

comprometidas para el ahorro, conlas inversiones que tengan que ver

con una directa utilización enfines sociales, responsables, éticos

Gabriel Otalora

Florencio Domínguez

Guadalupe Pérez Sanzberro

Adela Asua

José Antonio Martín Pallín

Ramon Mugika

Ruth Alonso

José Miguel Zugaldía Espinar

Esteban González Pons

Nicolás García Rivas

Margarita Uria

Kepa Aulestia

Juan Fernando López Aguilar

Pablo Martinez Larburu.

gaia

La guillotina de la RevoluciónFrancesa "humanizó" la penacapital al tiempo que marcó el

punto de inflexión a partir del cualla condena a muerte fue dejandopaso a la pena de prisión coinci-diendo en la historia con el avan-ce de las penas de privación delibertad. Apenas 200 años des-pués, la crisis por la que atraviesala solución carcelaria actual comoprincipal fuente de justicia penalp a rece evidente, cuestionadaincluso por los penalistas queadvierten de la inutilidad de la pri-

sión como solución a una socie-dad enferma y estructuralmenteviolenta. Y los que nos decimoscristianos debiéramos tener máspresente que el Concilio VaticanoII propugna la humanizaciónevangélica de todo sistema peni-tenciario. ¿Cómo es la cárcel de hoy? ¿Con-sigue los objetivos con la fórmulapunitiva vigente? ¿Cuántos inter-nos son enfermos toxicómanos osufren patologías psiquiátricas? Almenos debiera preocuparnos quemás de 50.000 personas están en

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la cárcel, la mayoría provenientede las capas sociales más bajas¡Nuestras cárceles están llenas depobres! La prisión del siglo XXI es esen-cialmente injusta, alejada de lospostulados de reinserción que lamisma ley propugna. En la prácti-ca siguen primando los criteriosde retención y custodia en detri-mento de la rehabilitación de per-sonas facilitadora de la paz social,tan unida a la esencia de Justicia.Con la reforma penal emprendidase acentúa el maniqueísmo debuenos y malos lejos de la rein-serción social del recluso despla-zada por el creciente protagonis-mo del castigo, sobre todo paraalgunos. Llama la atención la des-proporción que supone el que,entre todos los delitos que con-templa el Código Penal, el tráficode drogas y los que atentan con-tra la propiedad acaparan másdel 70% de las causas de encar-celamiento. Con todo lo que han avanzado la

Gabriel OtaloraLicenciado en Derecho y miembro de Gesto por la Paz

REPASO A LA CÁRCEL ACTUAL

Gaur eta hemen, askatasunik eza eskarmentu-zigortzat jodezagun nahi da, antza. Presoa bergizarteratzea helbur uduen kartzelak porrot egin du. Espetxeratutakoei askatasu -na gabetu ez ezik, bestelako eskubideen urratu ere egiten da.XXI. Mendean bertan oraindik ere gogorarazi behar dugukontua ez dela presoari sufriarazi eta mendekua irenstea,pertsona berriro gizartera ekartzea baizik. Baina dirudie -nez, errazagoa da presondegiak eraikitzea eta ez prebentziolanetan aritzea. Hiri segurtasuna hobetze aldera, zigorrahartzen da sendabide, prebentzioaren kaltetan.

psicología, la pedagogía, la psi-quiatría... es difícil explicar elescaso avance producido en elsistema de re p rensión vigentecomo principal solución a la vul-neración de las leyes penales. Laconducta carcelaria no permitepredecir el comportamiento encomunidad del preso (alguienafirmó que es muy difícil pronos-ticar la capacidad de vuelo de unpiloto en un submarino). Los por-centajes de reincidentes siguensiendo altísimos, y son bien cono-cidas las graves consecuenciasque sufre el preso por el efectod i recto del internamiento, aveces irreversibles. Para colmo, elfracaso del sistema cae de llenoen el recluso y por extensión ensus seres queridos, fracaso quecontinúa en forma de exclusión ymarginación social cuando salede la cárcel. Si no se atajan lascausas estructurales y el delin-cuente se encuentra con los mis-mos condicionantes, volverá areincidir en cuanto abandone laprisión agravándose aun más elproblema. Sin querer juzgar aquísi la pena es necesaria o no,debemos pensar si sirve paraalgo más que para su aplicación:si la sociedad está reconciliandoal preso, resocializándolo, o soloimputándole su delito, en pala-bras de J. Antonio Pagola.También saltan a la vista la juven-tud de la población penitenciaria,el número creciente de emigran-tes y la toxicomanía como princi-pal característica del recluso tipoque sobrevive en un ambienteominoso, rutinario y hacinado; lopropicio para cultivar la ansiedad,la hostilidad y las frustraciones. Enprisión se cumple la máxima delp remio Nobel ruso, JosephB ro d s k y, que definía la cárc e lcomo la ausencia de alternativasen medio de un maligno equili-brio que aúna dos re a l i d a d e stemibles: la falta de espacio conun exceso de tiempo muerto queactiva eficazmente el mecanismorepresivo. Así no puede haber jus-ticia.

La paz tampoco encuentramucho espacio entre los murosde la cárcel. Nuestra sociedad

sigue poniendo parches cada vezmayores pero sin actuar sobre lasraíces de los males que fabrican alos presos de difícil reinserción.Apenas hablamos de políticas pre-

ventivas ni se invierte en ellas,cuando la realidad es que las pri-meras víctimas son muchos de los

que han cometido un delito. Elsistema penitenciario actual estámuy lejos de aplicar los mediospara conseguir los resultados pro-clamados en los derechos consti-

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Zigorra beharrezkoa den ala ez eztabaidatu bainolehen, hausnartu behar dugu ea bere helburuabenetan betetzen duen: ea gizartea presoa bereonera ekartzen ari den, bergizarteratzen edo,beste barik bere delitua egozten

tucionales. De hecho, el "nuevo"Código Penal de 1995 endurecióel sistema punitivo y las recientesmedidas legislativas se alejan dela filosofía reinsertadora. Lo quesí es seguro es que se va a pro-ducir un mayor hacinamiento dela población reclusa que encona-rá la marginación y la conflictivi-dad de las cárceles. Hoy y aquí, se está utilizando laprivación de libertad como escar-miento más que otra cosa. Noasimilamos que la prisión siguefracasando en su pretensión legalde reinsertar al recluso. La sub-cultura carcelaria existe, la ociosi-dad prolongada es un peligrolatente como germen de nuevosdelitos y la pérdida del sentidovital de la esperanza hace quemuchos reclusos se desmoronenen plena juventud desarrollandoconductas que marcan de porvida: un castigo infinitamentesuperior al que marca la ley. Estoes gravísimo y éticamente intole-rable. Son seres humanos connombre y apellido que sienten elrechazo social y, lo que es peor,que la sociedad no desea su rein-serción sino que se pudran en lacárcel. Se ven a sí mismos comoun lastre no productivo, comosujetos de un gasto a soportar porla comunidad. Muchos de elloshan tocado fondo sintiéndose víc-timas y culpables al mismo tiemposin lugar para la autoestima. En elcamino se han podido dejar fami-lia, amigos y oportunidades. Lamayoría están llenos de inseguri-dades y problemas, pero muchossaben recibir y dar en cuantoalguien se digna a hacerles unguiño de acogida y paz que lesayude a salir de su part i c u l a rinfierno. A los presos se les condena con laprivación de libertad; pero en lapráctica, el encarcelamiento reper-cute en muchos más derechos.Hace tiempo que nuestra socie-dad debió dejar atrás las mediastintas para desarrollar otras fórmu-las de justicia jurídica para superaruna realidad penitenciaria cadu-

ca, ineficaz y poco justa (por vio-lenta), que conviertiría la priva-ción de libertad en algo máshumano con efectos resocializa-dores, como se ha propuesto enmuchas ocasiones. Por este cami-no mejoraría la salud física y men-tal de los reclusos, facilitaría elacceso al mercado laboral y sería

una carga mucho menos onerosapara el Estado porque disminuiríala delincuencia y la poblaciónreclusa. En pleno siglo XXI hayque recordar que de lo que setrata es de reinsertar a personas,no de vengarse ni hacer sufrir.Pero es más fácil construir másc á rceles sin tomar en serio lainversión en prevención.

Si miramos datos recientes, elnúmero de nuevos presos ha cre-cido, entre enero y septiembre de2002 a un ritmo cinco vecessuperior a como lo hizo el añoanterior. A finales del pasado año,4500 nuevos reclusos pueblan lascárceles (un 10% más) con unincremento del 15,5% de los pre-

ventivos, lo que supone que laspersonas a la espera de juicio ysentencia firme (¡sin condena!)suman la cuarta parte del total dereclusos. Estamos en el tercer país de Euro-pa por número de encarcelados ytenemos la mayor tasa de muje-res recluidas. Los juicios rápidosprevistos en 2003 pueden engor-

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Gehienek ziurtasun eza eta arazoak dituzte, bainabehin laguntza emango, behin konplizidade etainfernuko zulo horretatik ateratzen laguntzekoeskua luzatuko

dar más el número de presos si seproducen muchas condenas. ElPlan Integral contra la Delincuen-cia anunciado como algo grandepor algunos, incrementará elnúmero de presos provisionales yfijos con los cambios legales. Sehan suprimido beneficios peni-tenciarios, modificada la libertadpreventiva con los presos multi-reincidentes y 4 faltas suman undelito, sin olvidar que los llama-dos arrestos de fin de semanahan sido un fracaso.Lo más grave es que en todo estosubyace el grave error de no valo-rar la situación social y personalde tantas personas marg i n a l e sque jamás delinquirían si nopadeciesen fuerte desigualdad ensus oportunidades o estuviesen atratamiento en un centro sanitarioen lugar de la celda. Tampoco sehan molestado en consultar aquienes trabajan voluntariamentepara lograr con los presos resulta-dos de justicia. La reclusión parareinsertar cede terreno a la reclu-sión de castigo como solución-

amenaza a la creciente inseguri-dad ciudadana. Hasta la termino-logía falla, pues penitenciario se

llamaba al castigado por la Inqui-sición; y penitencia era el castigopúblico que imponía dicho tribu-nal a algunos reos.

El periodista Jesús Quintero escri-bió un libro de entrevistas conreclusos de diferentes cárc e l e s .Sus palabras refuerzan el espíritude denuncia moral que he puesto

a la consideración del lector: "Enla cárcel he visto que la cárcel nosirve para nada, que no mejoraal hombre, que lo endurece o lodestruye. En la cárcel he visto,sobre todo, que los monstruosno existen. Hasta el más sangui-nario asesino es un ser humano,a veces fieramente humano. Noson la escoria de la sociedad sinop roducto de la sociedad, unespejo de sus contradicciones,de sus luchas, de sus desigualda-des e injusticias, de su agresivi-dad, de su falta de amor yhumanidad. No son la escoria.Son un síntoma de que elmundo está enfermo. Todos losdías, las puertas de las cárceles seabren para recibir a alguien, nosiempre más culpable que tú. Yo,después de lo que he visto yescuchado, tengo clara unacosa: no soy inocente."Junto a los grandes avances denuestro tiempo penden grandesdesafíos de justicia; la cárcel esuno de esos desafíos para lograrmás paz. Necesitamos más per-sonas de la talla de ConcepciónArenal, el espejo en el que debe-

rían mirarse (quizá sonrojándose)quienes propugnan el nuevoorden legislativo. Ojo a las pala-

bras de Jacinto Benavente: "Si lajusticia parece venganza, ¿cómoimpediremos que los humanoscrean alguna vez que la vengan-za puede ser justicia?" q

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Hemen larriena zera da, ez dugula behar bezalabaloratzen haien egoera sozial zein pertsonala,hain zuzen behartutako egoera batean egongo ezbalira, delitua inondik ere egingo ez luketena,batez ere bergizarteratze-zentru baten egongobalira

Justiziak mendekuaren antzik hartzen badu, nola-tan baztertu gizaki batzuek uste dutena, alegia,mendekua justizia izan daitekeela?

Cerca de cuatrocientas perso-nas ligadas a los diferentesgrupos terroristas que han

actuado en el País Vasco se hanacogido a medidas de reinsercióny se han desvinculado de las orga-nizaciones armadas a las quehabían pertenecido.La política de reinserción ha cono-cido dos etapas diferenciadas. Laprimera es la que se inicia en1982 con la decisión de la rama'octava' de ETA pm de abandonar

las armas y aceptar las vías políti-cas. Aquella decisión provocó elinicio de unas conversaciones conel Gobierno de UCD fruto de lascuales fue la aplicación de medi-das de reinserción utilizando unavieja ley de 1870 que había sidoderogada en su día, pero que,paradójicamente, fue actualizadapor el franquismo. Aunque elacuerdo se negoció con la UCD,la aplicación le correspondió alPSOE a raíz de su histórica victoria

en las elecciones de octubre de1982. Esta primera etapa duróhasta 1986 y se cerró, simbólica-mente, con el asesinato de MaríaD o l o res González Katarain,'Yoyes', que supuso un factor dedisuasión para quienes pudierantener la tentación de desvincular-se de ETA y reinsertarse en lasociedad.La segunda etapa se desarrollóentre 1989 y 1995 y estuvo vin-culada a la política de dispersiónde los presos que conllevó la rup-tura de las comunas y de la orga-nización interna y disciplinadaque ETA mantenía dentro de lascárceles. El resultado fue que másde un centenar de reclusos apro-v e c h a ron aquella circ u n s t a n c i apara desvincularse de ETA y obte-ner ventajas penitenciarias queles permitieron salir de prisión demanera anticipada reintegrándo-se en la sociedad. La ruptura delconsenso político sobre la disper-sión que había existido hasta1995 y una actitud crítica del PP

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Florencio DomínguezPeriodista

UNA REFLEXION PENDIENTE

Espainian ezarritako bir g i z a rteratzeak ez du erakundeterroristaren barnean disidentziarik eragiteko balio izan;armak uztea erabaki dutenek erabilitako bidea izan da.Autorearen arabera, besteren ereduak aztertzeko ahaleginbizia egon da eta ez da talde armatuetako kideen banantzeprozesuen azterketa lasairik egin, etorkizunerako esperien-tzia eta ondorio baliotsuak atera ahal izateko. Artikuluarenbukaerako gogoetan, terroristak sistema politikoan sartzea -ren inguruko itxaropena eta ondorioz, baita euskaldunenartean ere, barkamena eskaintzeko prestasuna, galdu egindela dio.

hacia la re i n s e rción fre n a ro nprácticamente esta política queen los años siguientes se aplicócon cuentagotas.Esos son los antecedentes históri-cos que han precedido a lareciente decisión de los partidosmayoritarios de endurecer lascondiciones para la reinserción.Habría que citar como detonantede esta medida una serie deacuerdos del Juzgado de Vigilan-cia Penitenciaria de Bilbao queha aplicado las ventajas propiasde la reinserción -tercer grado yconcesión anticipada de la liber-tad condicional- a reclusos queno han mostrado el menor dis-tanciamiento público de ETA :han mantenido los abogados tra-dicionales, han seguido las direc-trices de ETA sobre los gradospenitenciarios, han secundado lasconsignas de protesta en el senode las cárceles y cuando han sali-do a la calle han sido homenajea-dos por los sectores afines a laorganización terrorista. La inter-p retación judicial aplicada enestos casos ha sido corregida porórganos superiores.La reinserción aplicada en Españase ha mostrado moderadamenteútil como la "vía de salida parafomentar la disidencia y las deser-ciones dentro del grupo terrorista"que propugna el psiquiatra italia-no Franco Ferracuti, especializadoen el estudio del terrorismo. Sinembargo, no ha servido para pro-vocar esas disidencias en el senode los grupos terroristas. Cuandoéstas han existido, la reinserciónha sido el cauce utilizado porquienes querían abandonar lasarmas. Es en este punto donde seecha de menos una reflexión quedebería haber sido abord a d adesde ámbitos universitarios espe-cializados en las ciencias sociales.Ha faltado un análisis sereno delos procesos de disociación de losmiembros de grupos armados quepermitiera extraer experiencias yconclusiones válidas para el futu-ro. Tanto debate político como hahabido sobre la cuestión debería

haber estado acompañado de laa p o rtación de la Universidadsobre las experiencias que en elPaís Vasco y en España han fun-cionado en el pasado. Se hahecho demasiado esfuerzo porestudiar modelos ajenos y nohemos visto lo que ha aportadonuestra propia sociedad.No obstante, alguna reflexión seha hecho, como la de IgnacioSánchez Cuenca, en su libro "ETAcontra el Estado. Las estrategiasdel terrorismo" (Tusquets, 2001),quien aporta una visión hetero-doxa de esta medida. Apunta esteautor que la reinserción ha podi-do ser para ETA la válvula de esca-pe que alivia las tensiones inter-nas al permitir que los críticosabandonen el barco dejando laorganización siempre en manosde los más radicales. Se quedanlos incondicionales y se facilita lacontinuidad de la línea dura. Es laforma en que se hace realidad loque escribía Luciano Rincón: "ETAno cambia, los etarras, sí".Pese a ello todavía tenemos queseguir discutiendo desde los pos-tulados ideológicos de cada unode nosotros y desde las interpre-taciones que aisladamente poda-mos hacer sobre ese pasado.El endurecimiento de penas, lasrestricciones a la reinserción, la ile-galización de Batasuna, al mar-gen de los aspectos jurídicos, que

no son cuestión menor, son posi-bles porque se ha producido uncambio en la sociedad que recla-ma más firmeza contra el terroris-mo. Se ha perdido la esperanzade la integración de los terroristasen el sistema político y con ello seha acabado la generosidad. Hacealgunos años este tipo de iniciati-vas no sólo no hubieran contadocon respaldo suficiente, sino que,posiblemente, nadie se hubieraatrevido a dar el primer paso paraponerlas en marcha.Incluso en la sociedad vasca retro-cede la disposición a perdonar alos terroristas y aumenta la exi-gencia de firmeza. El último Eus-k o b a r ó m e t ro señalaba que lospartidarios del perdón a los terro-ristas que se arrepientan y expre-sen su decisión de abandonar lasarmas eran algo más de un terciode los ciudadanos. Otro 28% opi-naba que el perdón sólo debíaaplicarse a quienes no tuvierandelitos de sangre y un 23% semostraba a favor del cumplimien-to íntegro de las penas. Lo rele-vante era que desde la ruptura dela tregua de ETA, quienes defen-dían lo primero habían retrocedi-do 12 puntos y quienes postula-ban lo tercero habían aumentadoen 16. La disposición al perdónestá re t rocediendo de maneranotable entre los vascos. Estodebería hacernos pensar a todos. q

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Las víctimas están saliendo delfrío y oscuro territorio al queles habíamos desterrado. Su

versión de la realidad de los acon-tecimientos en nuestra sociedadha resultado durante mucho tiem-po minusvalorada, si es que efec-tivamente era valorada en algunamedida. ¡Tan cargadas ellas deemocionalidad!; ¡con una visióntan sesgada!. Ofrezcámoslas algode ayuda económica, un poco deapoyo psicológico, y asuntoresuelto. ¿Qué asunto está resuel-to en estas condiciones? Desde

luego no el asunto crucial. Elasunto que vincula a las víctimascon la "justicia", el asunto quehace de las víctimas una "cuestiónpolítica" fundamental.Reyes Mate se ha referido a la"mirada invertida" de las víctimas,recogiendo el paralelismo queestableciera Adorno entre las vícti-mas del campo de concentracióny los condenados en la EdadMedia que eran cru c i f i c a d o sdurante horas cabeza abajo hastala muerte. A las víctimas delcampo de concentración se les

presentaba ante los ojos, como aaquellos crucificados, una parti-cular visión de la realidad, dife-rente de la que aprecian el restode los individuos, y, en particular,el verdugo. Su mirada invierte larealidad. "La inversión de la mira-da quiere decir que la víctima vealgo que escapa al verdugo o alespectador, a saber, el significadodel sufrimiento declarado insigni-ficante por la cultura dominante".La mirada de la víctima nos per-mite observar la realidad incorpo-rando la injusticia, la humillación,incorporando a los perdedores dela Historia.La voz y la mirada de la víctima sedirigen a evocar la injusticia, ae s c l a recerla. Eso es algo queinquieta, provoca, molesta; natu-ralmente a los ganadores. Evocarla injusticia incomoda al quequiere enterrarla, al que quiereminimizarla para salvarse o salvar"su causa". Las víctimas tienen asíuna autoridad moral particular, laque procede de ese sufrimientoinjusto que hace percibir la reali-dad de manera radicalmente dis-

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GuadaLupe Pérez SanzberroProfesora de Derecho penal en la Universidad de Deusto

LA MIRADA INVERTIDA DE LAS VÍCTIMASO SU FUNDAMENTAL RAZÓN

Desiragarria izango litzateke sistema judizial penalak er ru-dunaren beraren ahaleginei askoz ere garrantzi gehiagoematea biktimaren begirada bereganatzeagatik. Orain arte,zigor baten bidez beste gizaki bati gaizkilearekin alkar re-taratzerakoan sortutako mina baztertzean sistema penalakez-erruduntasuna bultzatzeko eragin kaltegarria sortzenbadu, beharrezkoa litzateke eragindako kaltearekiko er ru-dunaren ur runeratze-prozesu hauek neutralizatzea. Hor re-gatik biktimaren ikuspegitik, kolokan jar daitezke biolent -ziaren arazoa zigorrak gogortzera dakarten er reformak,baina era berean biktimari berezagutzeko beste une bat era -gozten diotenak: bere berdugoari zor diona.

tinta. Si, como sentenciaba Ador-no, "dejar hablar al sufrimiento esla condición de toda verdad", nopodemos prescindir de la voz delas víctimas, de la lucidez que pue-den trasmitirnos sobre una partede la realidad que sólo ellas cono-cen. Por eso, cualquier intento deacallarlas, de menospre c i a r l a s ,además de profundizar en su victi-mización, añadiendo más dolor yhumillación, nos sitúa ante unarealidad sesgada, ante una a-reali-dad en la que nuestras pretensio-nes de justicia serán difícilmenterealizables.En un reciente artículo en el diario"El Correo" titulado "La razón delas víctimas" José Luis Zubizarreta,refiriéndose a las víctimas delterrorismo, trata de precisar enqué consiste esa razón, y señalaque "la razón que siempre asiste alas víctimas no es ni más ni menosque el reverso de la sinrazón quecondena a sus verdugos", aña-diendo que "la razón se limitapues al acto de victimización". Lepreocupa que se haga de las vícti-mas la única razón que validetodo razonamiento político y quese conviertan "en objeto de apro-piación y exclusión". Esa preocu-pación está justificada dadas lascondiciones en las que se desen-vuelve la vida social y política enla sociedad vasca. Sin embargo,creo que es necesario precisar queel proceso de victimización pade-cido por personas que han sidoobjetivo de la violencia, y de laamenaza terrorista, no se ha limi-tado únicamente a ese momentoen el que se ha producido la direc-ta relación con el verdugo (aun-que naturalmente éste haya sidoel principal factor de su victimiza-ción). Cuando la víctima no esreconocida como la víctima ino-cente que es, se ahonda en suproceso de victimización; aún máscuando se la insulta o se la llega aculpabilizar. Esto ya ha ocurrido ysigue sucediendo. Por otra parte,la existencia de las víctimas, comoseñala Reyes Mate "complica elanálisis político, al introducir un

elemento que obliga a revisar ycuestionar todas las seguridadesanteriores". La razón fundamentalque les asiste tiene que ver con elhecho, de enorme significadopolítico, de "que no son sólo unp roblema que re s o l v e r, sino elpaso obligado de cualquier solu-ción, pues tienen la clave de laposible integración de la parteviolenta en la futura comunidadpolítica reconciliada".Tratar de contemplar la realidad através de la mirada de la víctima,supone estar dispuestos a dejar-

nos interpelar por ella. Esto repre-senta un proceso complejo, noexento de dificultades que puederesultar enormemente conmove-dor, no en un sentido sentimen-tal, sino en el sentido de alterar yremover ciertas seguridades. Creoque esta es una de las decisivascarencias que se dan todavía enla sociedad vasca. La limitada dis-posición a dejarse interpelar porlas víctimas. Esto representa unadimensión distinta, aunque seacompatible, a aquella en la quecabe situar los homenajes o lapresencia en los funerales.Cuando una sociedad, y las ins-tancias de poder correspondien-tes, no dicen con rotundidad quese van a poner todos los mediosposibles para identificar a los ver-dugos y exigirles responsabilida-des, o cuando hecha esta decla-ración no se lleva a la prácticacon coherencia, se priva a la vícti-ma de la oportunidad de partici-par en ese acto, tan significativode reconocimiento público de sucondición de víctima inocente,que tiene lugar cuando se con-cluye un procedimiento judicial yrecae una condena sobre el cul-pable.Sería deseable además que el sis-tema de justicia penal concedierauna particular relevancia, muchomayor que la concedida hasta el

momento a los esfuerzos del pro-pio culpable por adoptar la mira-da de la víctima, poniendo a dis-posición mecanismos que neutra-lizaran esos procesos tan habitua-les de distanciamiento del culpa-ble respecto al daño producido.El sistema penal provoca con fre-cuencia el contrapro d u c e n t eefecto de estimular la desrespon-sabilización. El culpable "salda" sudeuda con la sociedad a travésde la pena sin haber sentido lanecesidad de enfrentarse cara acara con el dolor provocado a

otro ser humano. La víctima pier-de así la oportunidad de otro actode reconocimiento, el que ledebe su verdugo.Por eso, también desde la pers-pectiva de la víctima, puedencuestionarse re f o rmas penalesque tratan de zanjar el problemade la violencia y sus víctimas conun endurecimiento de penas quetienen ya de por sí un significati-vo grado de dureza.Cuando una sociedad, y las ins-tancias de poder correspondien-tes, recelan de las víctimas y con-denan sus voces disonantes hastael punto de colocarlas al mismonivel del que las han humillado,insultado o coaccionado; cuandose las tacha de locas o de cual-quier otro modo se pretende susilencio, se les están privandotambién de ese reconocimientoe x p resivo de la disposición adejarse interpelar por ellas, pasonecesario del difícil y siempreimperfecto proceso de lucha porla justicia.Asumir que las víctimas trasfor-man radicalmente la realidad nosimpone unas exigencias de lasque aún parece que no somosdemasiado conscientes. La luci-dez que todavía podemos conse-guir viene de su "mirada" y enello reside su fundamental"razón". q

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Biktimak, kultura dominatzaileak baliogabekotzatemondako oinazearen esanahia ikusten du

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Adela AsuaCatedrática de Derecho Penal Universidad del País Vasco

1. Entre los múltiples efectosdevastadores del terrorismose encuentra su capacidad de

erosionar las convicciones demo-cráticas. Ante la brutalidad de lalógica belicista, no es fácil mante-ner la serenidad que nos protejadel contagio de ese discurso quedivide la sociedad en amigos yenemigos, y que pretende susti-tuir el imperio del derecho por elimperio de la fuerza bruta. Por elloes necesario fortalecer la confian-za en el sistema jurídico, lo cual

significa ser firmes en la aplica-ción de la ley que expresa lareprobación del crimen y de suestrategia de atemorización, y serfirmes en la observancia de lasgarantías que identifican el proce-der de una sociedad democrática. Los terroristas se burlan de lasreglas y los límites que rigen laconvivencia basada en el recono-cimiento de la dignidad humana.Responder a esa burla sin renun-ciar a los límites que ellos despre-cian, es una necesidad para la

supervivencia de la civilidad sobrela barbarie. Por ello, pese a labarbarie, hemos renunciado apagar con la misma moneda,hemos declarado ilegítima lapena de muerte, hemos prohibi-do los castigos inhumanos ydegradantes, y estamos conven-cidos que el castigo severo escompatible con el respeto a lahumanidad inherente a toda per-sona, incluidos los criminales máscontumaces. La lucha contra laimpunidad se libra en la eficaciaen la investigación para detener alos culpables y ponerlos a disposi-ción de la justicia. Una vez quese dicta el castigo correspondien-te, éste también debe cumplirseconforme a las pautas y límitesasentados en el sistema degarantías constitucionales. Uno de esos límites deriva delprincipio constitucional de ree-ducación y reinserción social quees a la vez una pauta y un límitepara los poderes públicos respon-sables de la ejecución de las

Un slogan efectista contra el principio constitucional dereinserción social.

EL "CUMPLIMENTO INTEGRO YEFECTIVO DE LAS PENAS":

Zigor zorrotza gizaki orori datxekion gizatasunarekin bate -ragarria da eta, hor regatik, zigorra ere berme konstituzio -naldun sistemaren arau eta mugen –besteak beste, zigortua -ren berreziketaren eta birgizarteratzearen printzipioa- ara -bera bete behar da. Honen haritik, Gobernuaren Egitasmo -ak, hau da, zigorrak oso-osorik betetzeko neurriak hartzeak,erantzukizun zibilari dagokionez izan ezik, atzerapen han -dia dakar indar rean dagoen kartzela-sistemari dagokionez,gehiena eskatzeko lehiak posible, desiragarri eta onargarriam e s p rezatzea dakarrelako eta konstituzioaren aldetikzalantzazkoak diren murrizketak sartzen dituelako.

penas. Lo cual se plasma por unlado, en la obligación de organi-zar el cumplimiento de las penasde prisión de forma que se ofer-ten los medios para la rehabilita-ción del penado, atendiendo a losfactores que le llevaron a delin-quir; por otro lado en la obliga-ción de establecer mecanismosque neutralicen o reduzcan eldeterioro personal y la "desociali-zación" que la vida carcelaria llevaconsigo. Conforme a la re g l a s

penitenciarias europeas y a lasrecomendaciones internacionales,ello debe traducirse en la facili-tación de contactos con el mundoexterior y en la atenuación pro-gresiva del régimen de cumpli-miento para preparar la reincor-poración en su momento a lalibertad. Los permisos de salida, la

"progresión de grado" hacia elrégimen abierto – semilibert a dcon la obligación volver cadanoche a prisión- , y la libertadcondicional en el último estadiode la condena, son plasmacionesde esa orientación hacia la rein-s e rción social, como re c u e rd areiteradamente el Tribunal Consti-tucional. Pero como es sabido, ni todos lospenados acceden cumplir la penaen régimen abierto, - únicamente

una media del 10% de los inter-nos se encuentran en ese régi-men - ni la concesión de la liber-tad condicional se produce auto-máticamente. La intensidad de loscontactos con el exterior dependelógicamente de varios requisitos:la buena conducta en prisión, lagarantía de que el sujeto no se

sustraerá al cumplimiento de lacondena, y el pronóstico rigurosode no recaída en el delito. Elloexplica que la operatividad delprincipio de reinserción sea bas-tante más restrictiva en la prácticade lo que pudiera deducirse de lalectura de la ley penitenciaria. Laexperiencia confirma que el siste-ma de cumplimiento bajo estaspremisas funciona razonablemen-te bien, con un número muyreducido de fallos en el diagnós-tico sobre el comportamiento enlibertad. No es en el sistema peni-tenciario donde puede hablarsede "lagunas de impunidad", ni deutilización ingenua de los crite-rios de reinserción, y menos aúnen relación a delitos de terroris-mo, donde las cautelas se extre-man. La severidad del régimenpenitenciario para condenadospor terrorismo, y la excepcionali-dad de la concesión del régimenabierto o de la libertad condicio-nal confirman que la regla gene-ral es la de restricción máxima.

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Terrorismoaren eragin suntsitzaile ugarien artean,uste demokratikoak hondatzeko gaitasuna dago

2. El Proyecto presentado por elGobierno bajo el título de "medi-das para el cumplimento íntegro yefectivo de las penas" da a enten-der que en la actualidad éstas nose cumplen en su totalidad. No seaportan sin embargo datos quep e rmitan tal diagnóstico, salvore f e rencias a los efectos de la"redención de penas por el traba-jo" aplicable a quienes fueron juz-gados – o todavía pueden ser juz-gados - por la normativa quederogó el código penal de 1995.Sobre esa premisa que sugiere eltítulo, lo que se trasluce es unfuerte recelo del sistema de indivi-dualización penitenciaria confor-me al principio de reinserción, yuna atracción por un "neoretribu-cionismo" que desprecia la con-fianza en la capacidad del serhumano para evolucionar. Unplanteamiento que parece acom-pañarse de una desconfianza enel quehacer de los profesionalesde los equipos de tratamientopenitenciarios, y en la actuaciónde los juzgados y tribunales queconforman la red de control deaplicación de la ley.El grueso de la reforma, a salvo dela valoración positiva de lo referi-do a la responsabilidad civil a laque luego aludiré, conduce auna regresión importante respec-to al sistema penitenciario vigen-te. Y aunque en principio la refor-ma se dirige a modificar el trata-miento del terrorismo, y de pasoel de los condenados por delin-cuencia organizada, el endureci-miento que se introduce no va are p e rc u t i r, o apenas, sobre lospenados por los delitos más gra-ves de esta clase, sino paradójica-mente, sobre aquéllos, losmenos, que por sus circunstan-cias especiales y por su desvincu-lación del grupo criminal puedenacceder hoy a las formas atenua-das de privación de libertad.

3. La modificación más relevantese cifra en la restricción, y prácti-camente la exclusión, del régi-men abierto y de la libertad con-

dicional para condenados porcualquier delito de terrorismo ocometido en el seno de organiza-ción criminal. Para acceder aaquéllos, se impone una condi-ción extraordinaria: que prestenuna colaboración activa con lasautoridades para impedir nuevosdelitos del grupo criminal, paraayudar a identificar a responsa-bles de tales delitos, o para impe-dir el desarrollo de tales organiza-ciones. Sin duda la "colaboraciónactiva" es deseable, y cuando seproduzca debe tener un reflejopositivo en el régimen de cumpli-miento, en consonancia con laimportante atenuación de la penaque el código penal establececuando esa "colaboración activa"se produce antes de que se dictesentencia (arts. 579,3 para elterrorismo, art. 376 para el narco-tráfico). Pero convertir en exigen-cia la realización de una conduc-ta que no se corresponde con elsentido del principio de reinser-ción (que el condenado acreditesu disposición inequívoca de res-petar la ley), supone eludir elmandato constitucional medianteuna presunción de peligrosidadque no se funda en el examen

individual de la evolución delcomportamiento. Supone en defi-nitiva una sanción encubierta porla no "colaboración activa",cerrando el paso a las legítimasexpectativas del reo indepen-dientemente de que "muestren

signos inequívocos de haberabandonado los fines o losmedios terroristas", requisito ésteque con la reforma pasa a con-

v e rtirse en irrelevante en símismo. El empeño en exigir lomáximo, lleva a despreciar lo queresulta posible, deseable y plausi-ble. Tengamos en cuenta que esterequisito extraordinario afectatanto a sentenciados a larg a spenas de prisión, como a los quereciben penas de menos años,sea por una "colaboración con elterrorismo" de menor rango, pordistintos supuestos de kale borro-ka o por apología del terrorismo(si se denegara la suspensióncondicional de la pena de prisióno su sustitución por otras noprivativas de libertad). La exigen-cia sitúa en peor posición a quienno pueda aportar "informaciónfehaciente" sobre otros delitos osobre el grupo, ya sea porque suparticipación en la organizacióncriminal ha sido periférica, seaporque su desvinculación con elgrupo durante el trascurso de lacondena le impide suministrardatos de interés. Por otro lado, anadie se le oculta que, en lamayoría de los casos, la "colabo-ración activa con las autoridades"supone afrontar un alto riesgopersonal de convertirse en vícti-

ma de una revancha del grupocriminal. Pero el espíritu que guía la refor-ma parece girar alrededor de unaconvicción apriorística que noadmite matices: los "terroristas" ylos que actúan a través de una

o rganización criminal no sonre i n s e rtables por definición. Lavaloración de su conducta duran-te la condena no puede quedar a

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Basakeria galanta izan arren, uko egin diogu txan-pon beraz ordaintzeari

Gobernuaren erreformak gaizkilea etsaitzat estig-matizatzen duen sistemaranzko joera arriskutsuadakar

expensas del equipo de psicoló-gios o expertos, o del Juzgado deVigilancia; es necesario que supe-ren una prueba especial distinta ala exigible a cualquier otro con-denado. Se presume la contuma-cia y por ello la subrepticia consi-deración de que no merecen eltratamiento común previsto parael resto de los ciudadanos. Unapeligrosa inclinación hacia un sis-tema que estigmatiza al delin-cuente como enemigo, abriendoel portillo para reductos deexcepción a la vigencia de laspautas democráticas.La Decisión Marco de la UniónEuropea en materia de terrorismo(de 13 de junio de 2002), no vatan lejos. Simplemente indica,consagrando una regla ya conso-lidada en la mayoría de los paí-ses, que los Estados miembros"podrán" establecer una reduc-ción de las penas previstas paradelitos terroristas si el autor deldelito a) abandona la actividadterrorista y , b) proporciona a lasautoridades administrativas ojudiciales información que éstasno hubieren podido obtener deotra forma, y que les ayude a :impedir o atenuar los efectos deldelito, identificar o procesar aotros autores del delito, encon-trar pruebas o impedir que secometan otros delitos terroristas.Una previsión que se dirigeexpresamente a la reducción dela pena, es decir la duración delamisma, pero no a impedir el juegoordinario del principio de reinser-ción.

4. El proyecto aprovecha el viajepara reducir con carácter generalla aplicación del régimen abiertopara condenados a pena de pri-sión superior a 5 años. No podránser calificados en "tercer grado"(imprescindible para llegar al régi-men abierto y a la libertad condi-cional) sino después de la mitadde la duración de la condena. Noobstante, salvo para terrorismo ycriminalidad organizada, dejaabierta la posibilidad de acceder a

dicho grado transcurrido el pri-mer cuarto de la pena, en funcióndel "pronóstico individualizadofavorable a su reinserción social,y valorando en su caso, las cir-cunstancias personales del reo yla evolución del tratamiento reso-cializador". Los nuevos plazos novan a suponer tampoco un cam-bio de lo que venía siendo prácti-ca común en la clasificación delos penados. Pero al introducirlosahora de forma explícita en elcódigo penal, afectará a aquelloscasos especiales que merecenuna concesión temprana del régi-men abierto conforme a lo queestablece la ley penitenciaria: "en

ningún caso se mantendrá a uni n t e rno en un grado inferiorcuando por la evolución de sutratamiento se haga merecedor asu progresión"(art. 72.4 LOGP).Bajo el lema de "lucha enérgica"contra la delincuencia másgrave, la reforma afectará denuevo a quienes se encuentranmás lejos de esa gravedad.

5. Para los condenados por múl-tiples delitos de especial grave-dad, la actual limitación de lacondena en 30 años se eleva a40 años; y si se trata de terroris-mo o de delincuencia organizaday se impide el acceso al tercer

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grado y a la libertad condicional,e incluso a los permisos de salidaordinarios si la suma de penaspor los varios delitos alcanzaramás de 80 años. Esta es la nove-dad más efectista de la reforma,un golpe de efecto que nos sitúaante el debate sobre lo incon-mensurable. Cuando ya no sirvenlas operaciones aritméticas de lasque nos servimos para traduciren medidas de tiempo magnitu-des de sufrimiento humano, ladiscusión ya no puede centrarseen cuál es la respuesta justa,sino a partir de qué magnitud larespuesta adquiere tintes deinhumanidad en emulación de laque demostró el asesino. El casti-go de encierro continuadodurante 30 años supone ya unadestrucción irreparable de la vidapersonal cuya dureza alcanza elumbral de lo tolerable. Prolongaresa duración no aporta sinocrueldad y ésta es incompatiblecon la justicia en una sociedadcivilizada.La historia nos muestra que inclu-so condenados por los más gravesdelitos pueden evolucionar yt r a n s f o rmar su experiencia enaportación positiva a la vida colec-tiva. Por ello, las leyes penales delos países de nuestro entorn oeuropeo no excluyen atender aesta evolución y mantener la posi-bilidad de una salida en libertaden la última fase de la condena.La reforma que ahora se preten-de, elimina esta posibilidad paralos condenados a múltiples delitosgraves, en materia de terrorismo yde criminalidad organizada, inclu-so cuando cooperaran con la jus-ticia en el descubrimiento de otrosdelitos o en el desbaratamientode la organización criminal. Perolo que se cierra con la reforma noimpedirá que sea rectificado conel paso de los años, o que seacuda a la vía del indulto, esemecanismo que los gobiernos uti-lizan para corregir los excesos delas leyes o para atender a criteriosde oportunidad de distinta natu-raleza. Por eso la pena de 40 años

de prisión no resulta ni más disua-soria ni más ejemplarizante nimás verosímil en cuanto a sucumplimiento que la de 30 añosfijada en el código de 1995 ahoravigente. Recordemos además que todavíaun importante grupo de conde-nados por delitos graves de terro-rismo continúan bajo el régimendel código penal de 1973, y porello se acogerán a la "redenciónde penas por el trabajo" y podránterminarán de cumplir su conde-na en 20 años aunque en la sen-tencia leamos un total de más de100 años. No hay razón paraescandalizarse por ello, porqueun encierro de 20 años no es uncastigo benigno. A partir de estaduración, no está acreditado unmayor efecto disuasor del delito.A partir de esta duración la pro-longación de la privación de liber-tad choca con los límites deriva-dos del prohibición constitucionalde penas inhumanas y degradan-tes. Así lo entendió el Tribunal

Constitucional alemán en 1977cuando declaró que la pena deprisión perpetua sería inconstitu-cional si no se permitiera al reo laposibilidad de alcanzar la libertaden un periodo de 15 años. En lospaíses europeos que mantienennominalmente la pena de prisiónperpetua se fijan límites tempora-les a partir de los cuales se obtie-ne la libertad condicional, salvoque se mantenga un pronósticodesfavorable respecto a futurasconductas delictivas. Alemania yAustria lo fijan en 15 años; Fran-cia en su nuevo código penal, en18 años o en 22 años en casosmás graves, Italia a los 26 años. Elreciente Estatuto de la Cort ePenal Internacional que juzgarácrímenes contra la humanidad,establece que el condenado a pri-sión perpetua podrá alcanzar lalibertad a los 25 años, si cooperacon la Corte en la investigación,colabora en la reparación a favorde las víctimas y muestra condi-ciones adecuadas para su puesta

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en libertad. Incorporar a nuestro código penalrespuestas más duras que las pre-vistas en el propio Estatuto de laCorte Internacional, excluyendoel juego de los criterios de indivi-dualización y flexibilidad, notiene justificación razonable. Aun-que la reforma quiere presentarsecomo un medio de lucha eficazcontra el terrorismo, tal objetivoe n c u b re la mera voluntad deendurecimiento de la penas comoexpresión del firme compromisoen aquella lucha. Compromiso enque el Gobierno legítimamentepuede reclamar el apoyo unáni-me, pero ello no equivale a avalaracríticamente cualquier medida.No al menos las que debilitan lasseñas de identidad democráticaasentadas en la universalidad deprincipios básicos. Y la presentereforma supone una involución alintroducir restricciones de dudo-sa constitucionalidad desde elprisma de los principios de rein-serción, de humanidad y de pro-p o rcionalidad. Claudicacionesinnecesarias.

6. No todo es negativo en el Pro-yecto. El refuerzo de la exigenciadel pago de la responsabilidadcivil derivada del delito es unamedida sin duda positiva. Es laconsecuencia más "civilizada" dela reacción jurídica: atender mate-rialmente al a la víctima o perjudi-cados en la reparación de losdaños generados por el crimen.La indemnización obligada a laspersonas concretas que sufre ndirectamente el daño es elementoimprescindible de justicia. En lamaraña del leguaje jurídico que amenudo llevan a situar el delito enel ámbito exclusivo del "Estadoversus el procesado", situar a lavíctima en su lugar de principaldamnificada, frente a la que elagresor tiene que dar cuenta y lasociedad tener bien presente, esotra exigencia de humanizaciónde la justicia. Ciertamente quiencontando con medios econó-micos oculta su patrimonio para

eludir la obligación en que haincurrido de indemnizar a la víc-tima, se niega a afrontar las con-secuencias de sus actos y portanto no es creíble que haya asu-mido las reglas de la convivencia.

Por ello es consecuente la refor-ma en establecer la satisfacciónde esta obligación como condi-ción para acceso al régimen abier-to y a la libertad condicional, entanto esta exigencia no implique

un trato desfavorable para quienno tiene medios económico. Esasimismo congruente que seatienda a la capacidad económicadel reo, presente y futura, demanera que se asegure, en sucaso, el pago periódico de unacuota que se retraiga del salarioo emolumentos que pueda recibirel condenado. En esta línea debiera seguir avan-zándose para reconocer comoindicador de voluntad de rehabili-tación los actos que suponganreconocer la injusticia cometidacontra la víctima, la petición deperdón o de disculpas, o lose s f u e rzos para mitigar el añomoral en lo que fuera posible.

7. En la lucha contra el terroris-mo, el "frente" de la justicia penalcuenta con instrumentos enérgi-cos suficientes de los que nopuede predicarse ni debilidad nifracaso en sus cometidos. Los éxi-tos policiales de los últimos tiem-pos han permitido afort u n a d a-

mente una incidencia importanteen el debilitamiento de la organi-zación terrorista. En el "frente" dela deslegitimación social, por elcontrario, queda todavía muchocamino por recorrer y es en el que

se necesitan refuerzos idóneos.La desesperación ante la pervi-vencia del terrorismo de Eta, vaunida a la constatación de que sup e rversa filosofía no recibe larepulsa unánime en el País Vasco,

como correspondería a una socie-dad vigorosa democráticamente.La tarea de deslegitimación socialy política de las manifestacionesque de forma directa o indirectaavalan la práctica del terro r,requiere de un empeño que nece-sitamos articular de forma queresulte abrumadora, visible eindubitada, especialmente en lacercanía de las fuentes en que senutre la aberración fundamenta-lista. Esta tarea es tan urgentecomo la de desarticulación decomandos y la de investigaciónde las tramas de cooperación consu actividades criminales. Noempeñarse en abordarla constitu-ye también una claudicación dela que debemos dar cuenta espe-cialmente la ciudadanía del PaísVasco. Probablemente la contun-dencia de una reacción socialcontra Eta permitiría contener laregresión de las leyes que pre-tenden, con torpeza, intensificarel reproche mediante incremen-tos interminables de castigo. q

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Delinkuentziarik larr i e n a ren aurkako "borro k akementsua" goiburupean, larritasun horre t a t i kurrunen daudenengan izango du eragina errefor-mak

Delinkuentziarik larr i e n a ren aurkako "borro k akementsua" goiburupean, larritasun horre t a t i kurrunen daudenengan izango du eragina errefor-mak

El Derecho no puede situarseal margen de la realidad ydebe procurar, una respuesta

proporcional y legal, a las accio-nes que supone una alteración dela convivencia pacífica de los ciu-dadanos. No se puede discutirque la actividad terrorista quemata, extorsiona, amenaza ysecuestra, perturba el libre desen-volvimiento de las libertades. Sucapacidad de destrucción y su ver-satilidad para actuar en los másdiversos países, ha generado unaconciencia mayoritaria para que larespuesta penal sea efectiva. En mi opinión, los instrumentos

legales de que disponíamos antesde las Reformas propuestas, enrelación con el cumplimiento ínte-gro y efectivo de las penas pordelitos más graves y en materiade prisión provisional, eran sufi-cientes para dar una respuestaadecuada a la Constitución. Sinembargo, los que tienen en susmanos la capacidad legislativahan decidido y así lo exponen enla Exposición de Motivos del pri-mer Proyecto de Ley que: "lasociedad demanda una protec-ción más eficaz frente a las formasde delincuencia más graves, enconcreto, los delitos de terroris-

mo, los procedentes del crimenorganizado y los que revisten unagran peligrosidad, pro t e c c i ó nque el Estado de Derecho no sólopuede sino que tiene la obliga-ción de proporcionar”.A pesar de las protestas que losre d a c t o res del Antepro y e c t ohacen sobre su intención de flexi-bilizar el cumplimiento de laspenas y los beneficios penitencia-rios, se dice claramente que lalegislación debe evitar que seconviertan en meros instrumen-tos al servicio de los terroristas ylos más graves delincuentes, paralograr un fin distinto.En tiempos más tranquilos ycuando el debate científico yreflexivo era posible, se llegó a lapráctica unanimidad, entre lasescuelas de derecho penal ysobre todo los especialistas enpenología, que una pena privati-va de libertad, de duración conti-nuada durante veinte años, cons-tituía el tope al que podía llegar elsistema, sin el riesgo de anular la

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José Antonio Martín PallínMagistrado Tribunal Supremo

BARRERAS CONSTITUCIONALES A LASREFORMAS PENALES

Askatasun gabetzaileen zigor epeen luzaketaren inguruan,zenbait burutazio egitea behar rezkoa da. Konstituzioake z a rtzen duen moduan, per t s o n a ren duintasunak izanbeharko luke iraupena mugatzeko er referentzi markoa, bes -telako oinarrizko printzipioekin batera, hots, proportzional -tasun printzipioa, eta legezkotasun printzipioa. Tamalez,gaur egungo egoera larriak ez dio azterketa lasaiari ez etaeztabaida doktrinalari ere inolako laguntzarik ematen.

personalidad del delincuente yhacer inviable su reinserción.N u e s t ro sistema punitivo, quehabía mantenido la pena demuerte, con la posibilidad de con-mutarla por treinta años de pri-sión, nunca contempló la posibili-dad de la cadena perpetua, limi-tándose a llegar al tope máximomencionado en los supuestos másgraves, en que no se ejecutaba lapena de muerte. El legislador de1.995, inspirándose en las doctri-nas a las que antes hemos hechoreferencia, estableció una penabásica de veinte años de prisiónque, en casos excepcionales,podía elevarse hasta veinticinco,con un máximo en los supuestosde acumulación de delitos muygraves, hasta una pena de treintaaños de prisión.Cuando creíamos que este mode-lo era más o menos pacífico, sei n t roduce la re f o rma penal de2.003 que tiene como objetivo elcumplimiento íntegro y efectivode las penas por delitos más gra-

ves, prolongando la duración dela prisión hasta un máximo decuarenta años, cuando el sujetohaya sido condenado por dos omás delitos y al menos dos deellos estén castigados por la leycon pena superior a veinte años(artículo 76.1.c). Asimismo se lle-gará a los cuarenta años, cuandoel sujeto haya sido condenado

por dos o más delitos de terroris-mo y alguno de ellos esté castiga-do por la ley con pena de prisiónsuperior a veinte años (artículo76.1.d).Consideramos que esta elevaciónresulta desproporcionada y exa-cerbada, con el riesgo grave deser incluida en el catálogo de laspenas inhumanas y degradantes,

prohibidas no sólo por nuestraConstitución, sino por todos lostextos internacionales de Dere-chos Humanos, y que ha sidoobjeto de rechazo por algunasresoluciones del Tribunal Europeode Derechos Humanos de Estras-burgo. La gravedad de la medidase acentúa, por la redacción quese da, en el Anteproyecto, al artí-

culo 78.3 que excluye la posibili-dad de acortar la pena, aplicandobeneficios penitenciarios, cuandose trate de delitos de terrorismo ocometidos en el seno de organi-zaciones criminales. La concesiónde la libertad condicional (artícu-lo 90), se admite para los delitosde terrorismo o los cometidos enel seno de organizaciones crimi-

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Nire ustez, aldaketen aurretik genituen baliabide-ak, zigorren betetze osoari eta aldibateko gartze-larapenari dagokionez, erantzun egokia ematekogai ziren, konstituzioarekin bat eginez

nales, sólo en el caso de colabo-ración activa con las autoridadespara identificar y capturar a otrost e rroristas. La medida pare c etotalmente ilusoria ya que, desdeel centro penitenciario, el que nohaya colaborado en la fase deinvestigación de los hechos delic-tivos, es muy difícil que tengadatos para cumplir los requisitosexigidos en el artículo antes men-cionado.El propósito que anima funda-mentalmente a los redactores deeste Anteproyecto que va com-plementado por otras reformasposteriores, como la relativa a lamodificación de la Ley de Enjui-ciamiento Criminal en materia deprisión provisional, parece quetiene como único objetivo, limitarlas facultades judiciales de aplica-ción e interpretación del dere-cho, cercenando una part eimportante del papel que corres-ponde a los jueces en un sistemacomo el nuestro de división depoderes. El automatismo preten-de ser absoluto y dejar muy esca-sos resquicios al Juez de Vigilan-cia Penitenciaria para poder aco-modar la respuesta punitiva a laevolución del tratamiento peni-tenciario y a sus efectos, mante-niendo en prisión a personas quepodrían estar plenamente reinser-tadas y haber extinguido sudeuda pendiente con la socie-dad.Como decíamos anteriormente ydesde otra perspectiva, la modifi-cación de la prisión provisionalconstituye una pieza clave entodo sistema de investigación ypersecución de los delitos, quetiene que conjugar los principiosconstitucionales de pre s u n c i ó nde inocencia y del derecho a lalibertad con la necesidad de ase-gurar la persona del delincuentey evitar su fuga en los casos dedelitos graves.A pesar de que, una vez más, seinvoca la jurisprudencia del Tribu-nal Constitucional, lo cierto esque la reforma que camina en unsentido contrario y que rompe el

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principio de proporcionalidad delas penas y sobre todo de los dere-chos fundamentales antes men-cionados. Se trata de paliar estadeficiencia, insistiendo en la nece-sidad de que toda persona dete-nida preventivamente, debe serjuzgada en un plazo razonable oser puesta en libertad durante elp rocedimiento. Conviene re c o r-dar que estos propósitos, en lamayoría de los casos, sobre todocuando se trata de delitos com-plejos de investigar como el terro-rismo y la criminalidad organiza-da, es muy difícil de conseguir enla práctica.Pero además de estos males direc-tos, conviene señalar la posibili-dad de que esta reforma de la pri-sión provisional conlleve la pro-ducción de los que eufemística-mente, en plena contienda bélica,se conocen como "daños colatera-les".En este sentido Amnistía Interna-cional, acaba de hacer público unanálisis, que hacemos nuestro ,sobre las repercusiones que lasmodificaciones propuestas pue-den tener sobre la integridad físi-ca y psíquica de los detenidos.El Comité contra la Tortura, hae x p resado su preocupación al

Gobierno Español por la deten-ción incomunicada y las restriccio-nes durante el régimen de inco-municación y ha recomendado lai n t roducción de medidas, quepudieran paliar los efectos negati-vos de su duración incontrolada,por lo menos, con fases en las

que el control no puede ser efec-tivo. Entre estas medidas el Comi-té propuso, grabar en vídeo losinterrogatorios policiales y que elexamen médico se hiciese con-juntamente por los especialistasforenses y por un médico de laconfianza del detenido. Demomento, parece que ningunade estas recomendaciones va aser seguida.La reforma que se propone afectano sólo a los delitos de terrorismoy a las formas graves de delin-cuencia, sino a cualquier delitopor mínima que sea la pena priva-tiva de libertad propuesta. Se dejamuy poco espacio de decisión y

valoración al Juez o Tr i b u n a l ,salvo en los casos de enfermedadque entrañen grave peligro parala salud del imputado que podrádisfrutar del régimen de arrestodomiciliario sin perjuicio de suinternamiento en un Centro Hos-pitalario con la debida vigilancia. El artículo 509 del Anteproyecto,no sólo no sigue las recomenda-ciones del Comité contra la tortu-ra, sino que amplía los períodosde incomunicación, que sonprácticamente automáticos en loscasos de terrorismo y delincuen-cia organizada, por un períodoque puede durar hasta trece días.Se admite una segunda incomu-nicación que no excederá en nin-gún caso de tres días.Como puede verse, a través de lalectura de las líneas que prece-den, se ha acudido, una vez más,a políticas de seguridad, sin ape-nas concesiones al principio deproporcionalidad, que según rei-terada jurisprudencia del TribunalConstitucional está implícitamen-te contenido en el principio delegalidad. No sabemos cuál va aser la andadura parlamentaria de

estos textos y cual su resultadofinal, pero podemos anticiparque, en todo caso, supone unretroceso que estimamos no eranecesario, a la vista de los instru-mentos legales de los que dispo-níamos.La actividad política y legislativa,juntamente con la eficacia poli-cial, son los pilares claves sobrelos que se debe construir la res-puesta del Estado de Derecho alas agresiones graves del terroris-mo sobre los bienes más precia-dos del ser humano, como suvida, su integridad física y psíqui-ca y su libertad. q

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Beste garai batetan, noiz eztabaida lasaiarako gai-tasuna zegoen, zuzenbidearen eskola ezberdinguztiak ados zeuden hogei urteko zigorrak mugaizan behar zutela

I. La tiranía del eslogan. Ladescalificación en estribillo.

En la aproximación crítica al Pro-yecto de Medidas de Reform aexiste el riesgo evidente de desvir-tuar el contenido del texto o de"alquilar las orejas" y reproducirmecánicamente caricaturas depensamiento que han sido pues-tas en circulación por quienes hanvalorado la propuesta legal dede

el prejuicio político ("todo lo queemane de este Gobierno ha deser descalificado, por sistema"),desde la urgencia que los mediosde comunicación imponen odesde la pereza intelectual. Laurgencia mediática está con fre-cuencia en la raíz del pensamien-to por pancartas y del seguidis-mo. También la pereza intelec-tual. Realmente es trabajoso refle-xionar. Preferimos mover las pier-

nas y dar voces. Nos adherimoso c u rrencias ajenas como nospodíamos colocar pegatinas.A un vecino se le ocurrió decir:" ¡ C o rred, corred!" Algunoscomenzaron a dar grandes zan-cadas a su lado. Uno de elloscomentó: "el gobierno va aampliar la presa". La mujer sequedó con la palabra "presa" yexclamó: "algo pasa con lapresa". Otros que le oyeron grita-ron: "¡se desploma la presa!", y yauna marea de gente corría comoposesa. Subieron todos a la mon-taña y vieron desde el alto que lapresa resistía. Entonces preguntóun niño a un jadeante anciano:"¿Por qué corríamos?". Y el ancia-no sintió vergüenza.Es el sino de la época: el "fasttime". Al fast food le correspondeel fast think (?). Pero así como lacomida rápida no es comida, elpensamiento píldora no es pensa-miento. El eslogan es a la inteli-gencia lo que el futbolín al fútbol.El modelo es Alejandro y el filo de

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Ramón Mugica AlcortaAbogado del Estado y Profesor de la Universidad de Deusto

PROYECTO DE MEDIDAS DE REFORMAPARA EL CUMPLIMIENTO ÍNTEGRO YEFECTIVO DE LAS PENAS.

Gobernuak proposatzen dituen er reformei buruzko topikoe-tatik aldentzen saiatu da egilea. Egungo zigor ren betetzee-tan dagoen hutsunea jokatzen den gehiegizko zabaltasunada, ezarritako zigor ren nondik-norakoa ez baita ondo jaki -ten. Zigor horiek betetzearen aldeko neurriak gogortzea on-tzat jotzen du, espetxeratutakoaren duintasuna zauritzen ezbadu, askatasuna lortuko duen itxaropena ez galtzea, ale -gia. Aitortzen du, ordea, zigorra betetzeak ez dakar relaezinbestean kriminaltasuna murriztea.Amaierako hausnarketaren arabera, gizartea da jopuntuaoro har, eta bereziki biktimak eta justizia: ziurtasun, babeseta arintzearen zirrarak.

Visión desde otro ángulo

la espada ante el nudo gordiano;han caído en desuso la reflexión yla paciencia.La propuesta del Gobierno sobreel cumplimiento íntegro y eficazde las penas no se puede despa-char con un bombazo verbal.Descalificarla poniéndole la eti-queta de "talionazo" es una des-honestidad o un fraude intelec-tual.Desde mi particular visión delasunto voy a tratar de hacer unareflexión crítica y autónoma delproyecto de Ley. Sin duda en esteempeño tampoco yo estoy exen-to de prejuicios y limitaciones. Amedida que me aproximo alasunto descubro mayores lagu-nas en mi conocimiento y, lo quees más grave aún, hay otro smuchos aspectos (me temo quede una estremecedora extensión)de los que no tengo siquieraconciencia de ignorarlos. Pero loque sí puedo prometer son doscosas: que no repetiré eslóganes;y que mis reflexiones no quedancerradas, sino abiertas a matiza-ciones y rectificaciones. Madura-rán sin duda a la luz de otras con-sideraciones ajenas que estimulenen mí nuevas interrogantes y lanecesidad de encontrarles unarespuesta.El punto de partida es, obligada-mente, conocer el proyecto deLey. Ley que se nos quiere pre-sentar por algunos, de form aapresurada y con intención tur-bia, con la antipática faz de lare p resión. La andanada de lo"soft", la apelación a un senti-miento de misericordia, es la care-ta de otros propósitos. Pero pro-duce un efecto inmediato: sinco-pada la reacción en eslóganes,llega como saeta al corazón y atodos nos conmueve (las masas segobiernan por emociones, comomuy bien saben los grandes mani-puladores). Sin embargo la cues-tión es más honda: ¿esa reacciónprimaria que excita nuestros mejo-res sentimientos es garantía de losmejores resultados? Hacer bien, sí.Pero para hacerlo se necesitan

también inteligencia y cálculo.Puede que no sólo sea Dios elque escriba con renglones torci-dos, y que en esto también elhombre haya de tomar buenanota del Creador.Puestos a ser benevolentes, y aserlo además de la forma en quemuchos lo son, esto es, sin asumircoste personal, me parece mássugerente la fórmula que me dejó

sobre la mesa hace años un des-conocido para que la estudiara yle diera luego mi opinión. Suplan, en su formulación bruta, eramuy sencillo: planteaba que seacabaría con la delincuencia y ladrogadicción si los Estados crea-ran para criminales y drogadictosunas ciudades ideales dotadas delos servicios de ocio y salud másavanzados y sofisticados: centrosde talasoterapia; sauna finlande-sa; programas de esparcimiento;deportes VIP; etc. Esta recupera-

ción del proyecto Utopía, a mimodo de ver, y así se lo hice saberpor escrito al autor de la idea,encerraba un escollo: tan atracti-vo parecía el sistema de curacióny resocialización, que era casiimposible no imaginar dos gravespeligros: el del efecto estímulosobre las buenas gentes, que sinduda se sentirían motivadas acometer un delito o a cultivar la

marihuana para ganarse el pasa-porte a tan magnífico paraíso; yel del efecto reincidencia, porque,a ver ¿quién que hubiera proba-do las delicias del edén, cuandofuera expulsado de él por haberalcanzado el estatus de resociali-zado, no iba a intentar volver deinmediato poniendo de su partelo que fuera necesario?

II. La reforma proyectadaa) Lo que no dispone el Proyecto.Puede resultar sorprendente que

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Garai honen patua da: "fast time". Fast food ize-nekoari fast think dagokio(?). Baina janari azkarrajanaria ez den heinean, pilula-pentsamoldea ere ezda pentsamendua. Adimenarentzat eslogana denbezainbatean, futbolarentzat futbolina

para explicar lo que la reformapropone sea preciso explicar antesqué es lo que no pretende. Peroello es de todo punto necesario,porque se está propalando unadesinformación que puede indu-cir a confusión.La reforma ni define nuevos deli-tos o infracciones penales ni elevalas penas que el Código Penalestablece para cada uno de losdelitos que actualmente define.Los delitos y las penas no experi-mentan modificación alguna.Tampoco se modifica el procesopenal, de suerte que no se redu-cen las garantías del enjuiciado enla causa. Entre las descalificacio-nes "volando" que he tenido oca-sión de leer las hay que confun-den churras con merinas al afir-mar que la reforma propuesta nosdevuelve de golpe a la justicia delAntiguo Régimen, en que el pro-cedimiento penal era inquisitorioy secreto, y pivotaba sobre la ideade la presunción de culpabilidad.Ciertamente, este tipo de reaccio-nes son tramposas, al tratar deenturbiar algo que es evidente:que la reforma no afecta al proce-so, al enjuiciamiento criminal, y sísólo al cumplimiento de las penas.Por último, el Proyecto no incideexclusivamente sobre los delitosde terrorismo, aunque sí pareceque éstos son su objetivo funda-mental.b) Lo que sí hace el proyecto eselevar el tope máximo de cumpli-miento de la condena en caso deacumulación de penas por comi-sión de una pluralidad de delitos,así como regular las condicionesde acceso a los beneficios y la"promoción" o progreso por lasdistintas etapas o grados de lacarrera penitenciaria. El sentido de la reforma, inequívo-camente, es el de endurecer elcumplimiento de la condena en elsentido de buscar la mayor corre-lación posible entre la pena pre-vista en la ley y su ejecución. Estoes, trata de evitar que en el proce-so de realización de la pena se"debilite" la definición que de la

misma ha hecho el tipo penal. Enello quizás haya pesado la impre-sión, bastante extendida, de quela legislación penitenciaria espa-ñola es tan permisiva que resultauna de las más blandas de Euro-pa. Esta valoración (muy común,según se ha dicho, pero no uná-nime) es un reproche que se haceal vigente Código Penal -"CódigoBelloch"-, del que se afirma rebajólas barreras del delito al abaratarsu comisión.En la Exposición de Motivos delProyecto se explica que la expe-riencia muestra cómo en el cum-plimiento de las penas existenamplios ámbitos de discrecionali-

dad, de suerte que no es posiblep redecir con certeza todas lascondiciones de su ejecución. Seresiente así la seguridad jurídica,porque el pronóstico sobre la res-puesta del Derecho a nuestra ini-ciativa permanece bajo un halode incert i d u m b re. Aquí radicauno de los fines de la propuestanormativa, que se formula comocumplimiento íntegro y efectivode las penas (sin duda, desdedeterminada perspectiva –y parti-cularmente desde la del delin-cuente- esta explicación suena asarcasmo: él preferiría no tener laseguridad jurídica de cumpliríntegramente las penas, y gusto-so asumiría el "riesgo" de la even-tualidad de su minoración). P e ro, además, la Ley persigueotra finalidad: luchar más efecti-vamente contra la criminalidad,porque considera que la sociedaddemanda una protección más efi-caz frente a las formas de delin-cuencia más graves, en concreto,los delitos de terrorismo, los pro-cedentes del crimen organizado ylos que revisten una gran peligro-sidad.

Un inventario sintético de lasre f o rmas propuestas puedepresentarse así:1) Se modifica el artículo 36 delCódigo Penal (CP) para introducirel denominado "período de segu-ridad", conforme al cual el pena-do no podrá acceder al tercergrado penitenciario hasta quehaya cumplido la mitad de lapena impuesta, si ésta es superiora cinco años de prisión. 2) Se modifica el artículo 76 delCP en el sentido que más adelan-te expondremos con detalle. Enél focalizaremos nuestra atenciónpor ser quizás uno de los aspec-tos de la re f o rma que suscita

mayor atención en el público.3) Se modifica el artículo 78 CPpara que los beneficios peniten-ciarios, los permisos de salida, laclasificación en el tercer grado yel cómputo de tiempo para lal i b e rtad condicional en lossupuestos de delitos especialmen-te graves se refieran siempre a latotalidad de las penas impuestasen las sentencias. Con esta reglay frente a supuestos de condenasa cien, doscientos o trescientosaños, el delincuente cumplirá enla práctica de forma íntegra yefectiva el límite máximo de con-dena.4) Los artículos 90 y 91 CP, sobrelibertad condicional, se modificanpara añadir al requisito del cum-plimiento de las tres cuartas par-tes de la condena la condición desatisfacer las re s p o n s a b i l i d a d e sciviles en los supuestos y términosp revistos en la Ley Org á n i c aGeneral Penitenciaria, y el de lacolaboración activa en contra dela organización criminal cuandose trata de delitos de terrorismo ycriminalidad organizada. Según el Consejo General del

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Erreformak helbururik izango badu, azken baten,legearen araberako jasotako zigorra eta benetanbeteko den zigorra uztartu beharko dira, pareka-tu, zigorrak gogortzera behartuta bagaude ere

Poder Judicial los nuevos requisi-tos establecidos en el Anteproyec-to son en realidad medidas quelimitan la discrecionalidad del Juezde Vigilancia en la apreciación delpronóstico favorable de reinser-ción social en orden a la clasifica-ción del penado y el otorgamien-to de la libertad condicional. Seobjetivan así los factores de losque depende la decisión judicial,de suerte que el riesgo de desvia-ción argumental arbitraria quedalimitado.Frente a ello no se puede oponerexpectativa alguna del penado,pues éste, incluso aunque ya estécumpliendo condena, no tienederecho a que se consolide unadeterminada interpretación judi-cial en función de los ampliosmárgenes de discrecionalidad quepermite la ley aún vigente.5) Se introduce un nuevo aparta-do en la Disposición AdicionalQuinta de la Ley Orgánica delPoder Judicial en el que se esta-blece el efecto suspensivo del

recurso contra resoluciones enmateria de clasificación de pena-dos o concesión de libertad provi-sional para evitar la posibilidad deque la excarcelación se produzcasin la intervención del órg a n ojurisdiccional revisor, en los casosde delitos graves, con el fin deimpedir que una excarc e l a c i ó ninmediata por una decisión delibertad condicional haga imposi-ble el cumplimiento de la even-tual resolución contraria que envirtud de un recurso de apelaciónpueda dictarse.6) En la Ley Orgánica GeneralPenitenciaria se modifica el artícu-lo 72, de suerte que la clasifica-ción o progresión al tercer gradode tratamiento requerirá, ademásde los requisitos previstos por laLey, que el penado haya satisfe-cho la responsabilidad civil deriva-da del delito y que muestre signosinequívocos de haber abandona-do la actividad terrorista, colabo-rando activamente con las Autori-dades en la lucha contra el terro-

rismo.7) Se modifica el artículo 989 dela Ley de Enjuiciamiento Criminalpara dotar a la Administración deJusticia de más medios legalesque le permitan una eficaz ejecu-ción de las sentencias. A tal fin,los jueces y tribunales podránencomendar a la Agencia Estatalde Administración Tributaria o, ensu caso, a los organismos tribu-tarios de las Haciendas Forales,las actuaciones de investigaciónpatrimonial necesarias paraponer de manifiesto las rentas y elpatrimonio presentes y que vayaadquiriendo en el futuro el con-denado hasta tanto no se hayasatisfecho la responsabilidad civildeterminada en sentencia.

III. Análisis crítico de un puntode la reforma: la elevación dellímite de cumplimiento de laspenas.La extensión y densidad de lareforma propuesta hacen imposi-ble, dadas las pretensiones de

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estos comentarios, un examenexhaustivo de sus contenidos.Por eso, como ya se ha anuncia-do, centraremos esta aproxima-ción en un aspecto que quizásresulte, para los más profanos enla materia, especialmente llamati-vo. Al hombre de la calle le cues-ta encontrar explicación a unhecho que se publica con algunareiteración en los MCS: ¿cómopuede ser que a un criminal, con-denado a trescientos años porhaber cometido una larga seriede asesinatos, se le libere des-pués de haber cumplido doceaños? ¿Milagros de la aritmética?¿Son distintos los relojes del Códi-go Penal y del centro penitencia-rio? ¿O alguien está contandomal el tiempo? En parte este misterio se desvelagracias a un concepto jurídico, aun tecnicismo: el "concurso realde delitos", que consiste en impo-ner un determinado tope al cum-plimiento de las penas privativasde libertad acumuladas que porsu propia naturaleza no son sus-ceptibles de cumplimiento simul-táneo. Para tal caso, y a fin deevitar la destrucción de la perso-nalidad del condenado por lapérdida de esperanza de obtenerla libertad (por no ver la salida deltúnel), la ley dispone que, cual-quiera que sea la duración de laspenas acumuladas, no se cumpli-rán –se extinguen- a partir dedeterminado momento.El artículo 76 del C.P. vigente esta-blece, para fijar ese momento, undoble límite: el máximo de cum-plimiento efectivo de la condenadel culpable no podrá exceder deltriple del tiempo por el que se leimponga la pena más grave, sinrebasar nunca los veinte años,aunque este segundo límite podráampliarse, en razón de la grave-dad de los delitos cometidos,hasta los veinticinco o los treintaaños. Pues bien, lo que la reforma pro-pone es elevar este tope absolutoa los cuarenta años cuando elsujeto haya sido condenado por

dos o más delitos y al menos dosde ellos estén castigados por laley con pena de prisión superior aveinte años, o por dos o más deli-tos de terrorismo y alguno deellos esté castigado con prisión demás de veinte años.¿Es constitucional esta medida? ElInforme del Consejo General delPoder Judicial sobre el Antepro-yecto rebate anticipadamente lastachas de inconstitucionalidadque se podrían intentar:i) No es incompatible con la prohi-bición constitucional de someteral penado a tratos inhumanos ydegradantes (artículo 15 C.P.). Deeste parecer participan también el

Tribunal Europeo de Dere c h o sHumanos, la Corte Constitucionalitaliana y el Tribunal constitucio-nal alemán. Este último, en sen-tencia de 21 de junio de 1977,afirmaba que la pena perpetuaresultaba necesaria para mante-ner en la población la concienciadel Derecho y el sentimiento deseguridad jurídica en el caso dedelitos especialmente graves deextraordinario contenido de injus-to y culpabilidad. En este caso lasconsideraciones humanitariasceden a la prevención general.Ahora bien, la constitucionalidadde esta pena queda condiciona-da a que la prisión perpetua no

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lesione la dignidad humana, ysiendo cierto que toda prisión delarga duración puede minar lapersonalidad, deben adoptarsepaliativos a través de una ejecu-ción de la pena adecuada, deforma que el condenado conservela esperanza de ser liberado, aun-que sea después de largo tiempo.ii) Puede compatibilizarse con elprincipio constitucional contenidoen el artículo 25.2 C.E., conformeal cual las penas privativas delibertad "estarán orientadas" a lareeducación y reinserción social.El Tribunal Constitucional ha inter-p retado este precepto y tienedeclarado: primero: que no esconstitutivo de derecho funda-mental alguno; segundo: que nopuede entenderse que los finesorientativos que en él se señalansean los únicos que puedan cum-plir las penas privativas de liber-tad, y muy significadamente quela prevención general constituyefinalidad legítima de la pena; ytercero: pero que tampoco puededesconocerse que, al haber pro-clamado el constituyente demodo explícito el fin resocializadorde la pena, aunque éste no seaobjetivo único, es irrenunciable.Las anteriores consideracionesp e rmiten concluir al ConsejoGeneral del Poder Judicial, muyrazonadamente, que la elevacióndel tope máximo de cumplimientoefectivo de la pena a cuarentaaños puede ser una opción legíti-ma del legislador, siempre que lascondiciones de ejecución de lapena no destruyan la dignidad yla esperanza del condenado derecuperar la libertad, lo que ennuestro ordenamiento parece ase-gurado, tanto por el sentido pro-g resista de nuestra legislaciónpenitenciaria como por la posibili-dad de acceder a los beneficiosprevistos en el artículo 78 delCódigo Penal, que perm i t edurante la ejecución de la conde-na que el penado pueda obtenerde hecho un acortamiento delperiodo máximo de cumplimientoen el caso de que presente un

pronóstico favorable de reinser-ción social.

IV. Algunas consideraciones dePolítica Criminal.La estructura de la norma penalha sido bien estudiada. Cuandola norma define o tipifica un deli-to y le asocia una sanción no lohace con el propósito de estimu-lar el crimen y poder jactarse de laeficacia con que se impone lapena. Las normas penales actúan"a contrario": lo que pretenden esque no se realice la conducta cri-minal en ellas definida. El fracaso

del Derecho Penal es, en este sen-tido, que haya necesidad de apli-carlo. La represión, por enojosaque parezca, se presenta comoun medio adecuado a ese propó-sito: "dura lex, sed lex". La normapenal cumple dos fines: el de pre-vención general y el de preven-ción especial. La pre v e n c i ó ngeneral consiste en el efectodisuasorio que despliega sobre lageneralidad de los ciudadanos yles aparta así de la comisión deldelito mediante la amenaza y lapedagogía (la norma enseña queestá mal hacer lo que se castigacomo delito); la prevención espe-cial se dirige al delincuente con-creto, a aquél para el que no hasido barrera la amenaza del casti-go, y trata de ponerle en condi-ciones de no volver a delinquir, yamediante la resocialización, yamediante el aislamiento.Desde el punto de vista de la Polí-tica Criminal, cualquier reformalegislativa capaz de frenar la comi-sión de delitos o de aliviar las esta-dísticas criminales, esto es, capazde reforzar la defensa de los bie-nes jurídicos que se proponenproteger las normas penales (lavida, la libertad, la seguridad, lapropiedad, el medio ambiente,

etc.), se presenta como una aspi-ración irrenunciable. Pero, cuan-do media el comport a m i e n t ohumano, el proceso acción-reac-ción no se produce con la inexo-rabilidad y previsibilidad con queopera en el mundo de la física.Un endurecimiento de las penas,o una agravación de las condicio-nes de su cumplimiento no com-portan necesariamente una caídaen los índices de criminalidad. Aveces las deseables consecuen-cias disuasivas de la prevencióngeneral no se mueven en el sen-tido esperado. El efecto "boome-

rang" ha sido ilustrado con unejemplo histórico: para frenar amediados del siglo XVIII el augedel bandolerismo en los caminosse decidió castigar con la penacapital el asalto a las diligencias.Lejos de retraer a los asaltantesesta medida produjo un efectoimprevisto: los salteadores mata-ban a todos los ocupantes de loscoches para no dejar testigos quepudieran incriminarles, porq u esabían que del silencio de aqué-llos dependía su propia supervi-vencia. También este efecto inde-seable se ha aireado en los pri-meras valoraciones "express" dela reforma proyectada.Suele aceptarse generalizada-mente la conclusión de que care-ce de apoyo empírico la correla-ción "agravación de las penas-descenso de criminalidad". Seañade que no es el endureci-miento de las penas lo que hacemás eficaz la función de preven-ción general del delito, sino la"persecución penal". El conceptode "persecución penal" se vincu-la al incremento del riesgo a sercastigado (aumento en la imposi-ción de penas), lo que dependede varios factores, entre los quese encuentran la "densidad poli-

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Zigorrak betetzerakoan, hautazko esparru zabale-gia dago; izan ere, ezin da taxuz jakin zeintzukdiren zigor horren baldintza zehatzak

cial" y la visibilidad de la policía,los recursos tácticos y técnicospoliciales, la colaboración de lapoblación, el ámbito de aplicaciónde la prisión preventiva, la formade ejecución de la pena, la per-meabilidad de las fro n t e r a snacionales y la colaboración deotros Estados, el grado de comu-nicación entre población y quie-nes ejercen el control del delito,etc. Los estudios disponiblesapuntan a que el marco legalpenal y la gravedad de la pena tie-nen un peso re l a t i v a m e n t emodesto en la evitación del delito,y ejerce mayor influencia el riesgode ser descubierto: cuando seespera evitar el castigo la probabi-lidad de comisión es alta. En fun-ción de las concretas coordenadassocioculturales en que se desen-vuelva la acción pueden ser tam-bién influyentes las expectativasde sanciones informales, en espe-cial a través de la familia (su repro-che, su dolor) y del círculo deamigos.Es difícil alcanzar conclusionesdefinitivas en este punto. Nuncapodremos estar seguros de losefectos positivos o perjudicialesde una política de endurecimien-to de las penas, entre otras cosasporque, hecha la opción por unapolítica concreta, las demás pasana ser puras hipótesis y no arrojanresultados verificables que permi-tan una comparación concluyen-te. La única confrontación quepodría hacerse sería entre dosmomentos o tiempos, en cadauno de los cuales se aplicara unamedida distinta, pero entonces yano se daría la necesaria condición"ceteris paribus" para hacer uncotejo cabal.Los estudios con que contamossólo pueden fundar una conclu-sión, y es que tratándose de Políti-ca Criminal no existen fórmulasmágicas e instantáneas. Hay queactuar en este ámbito con exquisi-to cuidado y hacer un atentísimoseguimiento de los re s u l t a d o sestadísticos. Posiblemente, tratán-dose de delitos de terrorismo, este

seguimiento pueda arrojar infor-mación más fiable que en otroscampos delictivos. Aquí el riesgode "cifra negra" de la criminali-dad, que cuestionaría la validezde los resultados, es significativa-mente menor que en otras áreasde delincuencia. Y ello porqueuna de las condiciones de laacción terrorista estriba precisa-mente en la notoriedad: ni seoculta el hecho ni se niega laautoría del grupo. Al contrario: secomunican uno y otra a los MCSpara afirmar la presencia y lacapacidad operativa del terror.No obstante, si el análisis científi-co no arroja resultados conclu-yentes que sirvan para corroborarla ecuación de "a más pena,menos delito", hay un sentimien-to natural o, si se prefiere, "intui-ción", que afirma en el ánimoinmediatamente una impre s i ó ndistinta, sobretodo cuando unose hace a sí mismo la pregunta:

"¿me disuadiría de cometer un cri-men el cálculo de una penamayor?". A mí sí, y creo que ao t ros muchos, aunque habríaotras razones no menos podero-sas que también influirían en midecisión. Pienso por eso que noestá todo dicho ni todo definitiva-mente explicado en relación conla función de prevención generalde la pena, y que también aquí sepueden rescatar aquellas palabrasdel juez americano Oliver Wen-dell Holmes, que trataba de expli-car lo que era el Derecho ponién-dose en la prespectiva del "badman", del hombre que estaba apunto de tomar la decisión decometer o no un delito: "las previ-siones sobre lo que los tribunales

harán de hecho, y no otra cosamás pretenciosa, es lo que yodesigno con el término Derecho".En fin, acaso merecería la penaanalizar con cuidado esta nuevaintuición que formulo: al terroris-ta muy comprometido, que ya"ha quemado las naves", que seha cerrado el retorno, tal vez nole influya en la toma de decisiónde delinquir una medida dee n d u recimiento de las penas;pero al indeciso, al que dudaentre incorporarse o no a la orga-nización terrorista o asumir den-tro de ella roles de participacióndirecta en el crimen, puede serque le condicione decisivamente.

V. Otros fines de la pena.Pero no es la disuasión el únicofin de la pena. El alivio, que nonecesariamente el espíritu devenganza, de las víctimas se ali-menta en ella. Y la sensaciónsocial de seguridad y de amparo:

de que hay capacidad y voluntadde reacción y recursos dentro dela legalidad para proteger a lasociedad de una amenaza terriblepor sistemática y despiadada; laopinión común de que el ordena-miento jurídico puede ser resta-blecido, esto es, la confianza enel Derecho.Esta idea de la confianza en elDerecho o en la majestad delDerecho no es un fuego fatuoque manejan los juristas paradarse pompa. Es un re q u i s i t oindispensable de la vertebraciónsocial, de la constitución de unorden de convivencia. Es ideaprofundamente arraigada en lanaturaleza humana, que estudiosantropológicos identifican incluso

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Azken baten, berrogei urterako zigor-igoera horilegegilearen esku egon daiteke, beti ere zigor horibetetzeko espetxeratutakoaren duintasun etaitxaropena -askatasuna berreskuratzearena, ale-gia- larriki zaurtiko ez baditu, gure lege gordeanziurtaturik dagoena

en los pueblos menos civilizados.Así, según relata James Frazer (seha dicho que Frazer es a la Antro-pología lo que Einstein a la Física),entre los Dyaks, nativos de Mada-gascar, que consideran a los ani-males seres vivos dotados dealma, cuando un cocodrilo comea un miembro de la tribu, elpoblado, con su jefe al frente, sedirige a la orilla del río, lanza unarpón con un cebo y saca fuera aun hermano del animal asesino.Entonces es sometido a un estric-to interrogatorio, al que siguenuna sentencia de muerte y su eje-cución. Una piedra marcará paralo sucesivo el lugar de su muerte.Así queda satisfecha la reivindica-ción de justicia y "la majestad dela ley".A esta función, en términos másdepurados y elegantes, se refiereel Informe del Consejo Generaldel Poder Judicial: "la pena ha decumplir una misión (política) deregulación activa de la vida socialque asegure su funcionamientosatisfactorio, mediante la protec-ción de los bienes de los ciudada-nos. Y modernamente, la ideapreventivo general no se agota enuna simple amenaza o temor quese inspira al potencial delincuente

para disuadirle de cometerhechos punibles (pre v e n c i ó ngeneral negativa), sino junto aella, la prevención general ofrecela significación de robustecimien-to de la pretensión de validez delas normas jurídicas en la concien-cia social a través de la pena (pre-vención general positiva o pre-vención por integración), resta-bleciendo la confianza del Dere-cho mediante la contraposiciónsimbólica de la pena."En suma, estas consideracionesp e rmiten concluir que no sepuede reducir el planteamiento ala contraposición de dos miedos,el que genera la pena y el queaspira a producir el terror o elterrorismo. No se trata de unchoque de trenes, porque la legi-timidad de uno y otro no tienenparangón.

La satisfacción de la víctima y laatención a la demanda social deseguridad constituyen, pues,argumentos a considerar al aco-

meter una re f o rma penal. Eldelincuente no es el único perso-naje en el campo del DerechoPenal. Puede ser el protagonistaprincipal de la "escena del cri-men", a lo más. Por eso será tuer-ta la visión que reduzca la PolíticaCriminal al criminal, y que se ciñaa actuar desde los ejes de la pre-vención general, la prevenciónespecial y la recuperación socialdel delincuente. Hay otros intere-ses muy dignos de atención quedeben ser ponderados.

VI. Sobre la retroactividad.El efecto hacia el pasado de lanorma siempre ha constituido unasunto delicado y difícil. La sus-picacia con que se mira a lanorma "con vocación de ayer" hatomado carta de naturaleza en lapropia ley. Así, baste recordar que

la Constitución garantiza la irre-troactividad de las disposicionessancionadoras no favorables orestrictivas de derechos individua-

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Krimen Politikari dagokionean, ez dago berehala-ko formula majikorik. Tentu handiz eta datuestatistikoei erreparatu behar diegu

les en su artículo 9.3. FULLER escribió que la retroactivi-dad de la ley penal en perjuiciodel reo "es el brutal absurdo demandar hoy a un hombre quehaga algo ayer". No obstante, lasexpresiones sentenciosas resultanrudas para tratar de aprehenderuna figura tan sutil como la de laretroactividad. Por eso mismo seha tratado de introducir matices,pues las retroactividades puedenser de muy diverso grado yhechura, y no todas sus especiesadmiten el mismo tratamiento.Baste recordar que la doctrina ylos jueces han distinguido entreretroactividad auténtica y retroac-tividad impropia, esto es, y res-pectivamente, entre retroactividady retrospección.El artículo 25 CE sanciona el prin-cipio de irretroactividad en rela-ción con el de legalidad de losdelitos y las penas: "nadie podrá

ser condenado o sancionado poracciones u omisiones que en elmomento de producirse no cons-tituyan delito, falta o infracciónadministrativa, según la legisla-ción vigente en aquel momento".No existe posibilidad de que lareforma proyectada violente estemandato constitucional, porqueen ella no se definen nuevos deli-tos o tipos penales ni se estable-cen o agravan las sanciones pre-vistas en el Código Penal. ElAnteproyecto se refiere, como yase ha repetido, a las condicionesde ejecución de las penas, funda-mentalmente. No obstante, acasoeste planteamiento resulte enexceso formalista. Si nos concen-tramos en el punto de la reformaal que venimos dedicando mayoratención, esto es, en la amplia-ción del tope de cumplimiento depenas privativas de libertad hastalos cuarenta años, sin duda,

desde el punto de vista de lainfluencia psíquica pre t e n d i d arespecto de los potenciales delin-cuentes, esto es, desde el puntode vista de la prevención generalque ha de cumplir la pena, sóloes posible que se realice tal obje-tivo en la medida en que el crimi-nal pueda tener conocimientoanticipado de esa ampliación deltecho de condena, lo que requie-re de la previa aprobación y publi-cación de la ley. Previa, esto es,anterior a haber tomado la deci-sión de emprender o no la acciónprohibida. Pero desde este plan-teamiento más sustancialista lamodificación propuesta para elartículo 76 CP es plenamente irre-troactiva y no merece reprochede inconstitucionalidad, porqueai bien es cierto que introduceuna norma penal no beneficiosa,su aplicabilidad se contrae a losdelitos cometidos con posteriori-

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dad a su entrada en vigor.Se podría, no sin cinismo, perver-tir el razonamiento alegando queuna cierta dosis de inseguridadjurídica podría ejercer una influen-cia higiénica, preventiva. Ante laposibilidad de aplicar retroactiva-mente una vuelta de tuerca a laspenas o a las condiciones de suejecución todos se guard a r í a nmás de delinquir. Claro que paraello habría que sacrificar conquis-tas jurídicas irrenunciables. Cierta-mente, la mayoría de los argu-mentos se pueden retorcer, peroresulta impúdico poner la inteli-gencia al servicio de cualquiercausa con el afán de demostrar lapotencia o la brillantez intelec-tual.

VII. Conclusión. Mirar con losojos de las víctimas.Son tantas las víctimas del terror;tan grande el daño que éste se lesha infligido; tales el coraje y lagrandeza de espíritu que necesi-tan reunir para rescatar su futuro,que me parece legítimo concluirque cualquier acción frente alterrorismo tiene que tomar comoreferente inexcusable el punto devista de las víctimas. Hablando yade Aquí, no habrá solución, nohabrá un futuro esperanzadorpara el País Vasco o Euskadi, cual-quiera que sea la concreta fórmu-la de definición política que sequiera ensayar, sin haber antesalcanzado la reparación moral ymaterial completa de las víctimas.A veces da la impresión de quenos identificamos más con el cri-minal que con la víctima, y trata-mos de aliviar el daño del conde-nado, tal vez por suponer que eldaño a la víctima es irremediable.Es un error: se escarnece a la vícti-ma con esa consideración almiba-rada del criminal y es posible quese desprotega a las víctimaspotenciales. La actitud descrita,fruto de una benevolencia ñoña,me recuera el caso del tirano quesiempre atendía las demandas delMinistro de Interior de mejorar lascondiciones de vida en los presi-

dios, dotándolos de las instalacio-nes más sofisticadas y lujosas. Porel contrario, no accedía nunca amodernizar las escuelas. El cons-ternado Ministro de InstrucciónPublica un día, armándose devalor, le interpeló:-¿Por qué Su Excelencia acogefavorablemente la reforma de lascárceles y, en cambio, se niega ainvertir en enseñanza?.

Y le contestó el dictador:-Mire, no es nada personal contrausted, don Benigno. Ocurre, sim-plemente, que ninguno de losdos tenemos ya edad para ir a laescuela; en cambio, a la carcel,quién sabe...Por lo que queda dicho piensoque esta reforma penal proyecta-da debe mirarse antes de nadacon los ojos de las víctimas ¿Quéles parece a ellas, a esas víctimas

que sufren –porque aún puedensufrir- la pérdida del padre, delhijo, del esposo, del novio-? ¿aesas víctimas de la amenaza quesienten –con razón fundada- suvida en peligro y que prolongansus días en un sinvivir?No sólo ellos sufren. Es cierto.También sufren los parientes delos terroristas que cumplen pri-sión. Equiparar el dolor de unos yotros es, simplemente, obsceno, ysuena a insulto tratar de ilustrarlas diferencias, porque en su ori-gen son abismales. Entablar unacompetición o concurso de pesa-dumbres es un error y no condu-ce a nada. El dolor sin culpa es

una injusticia absoluta y cadacual siente su propio sufrimientocomo una carga infinita. El dolorque causan los terroristas en supropio entorno personal no esdespreciable. Merece ser aliviadoy aligerado, siempre que ello nocomprometa el éxito de la accióncontra el terrorismo. El principiode personalización de las penasobliga a tratar de contener la vis

expansiva de la sanción dentrode la frontera de la propia piel deldelincuente. Este ideal es con fre-cuencia imposible de alcanzar. Esmuy fácil caer en la tentación deresponder: a esos parientes de losterroristas que sufren la carambo-la de su mala fortuna hay querecordarles que su sufrimiento noviene de la cárcel, del juez ni dela policía. Si quieren encontrar sufuente han de remontarse al cri-

men y, por éste, al mismo crimi-nal, al que no le frena el cálculodel dolor que va a causar en sucírculo familiar. Pero este argu-mento no contribuiría a apaci-guar la pesadumbre de nadie.Yo no soy legislador. Confío enque la acción del creador delDerecho esté inspirada, al menosen una parte importante, por elpropósito de llevar consuelo a lasvíctimas, reflejando en la normala sensibilidad de éstas. Es lomenos que merecen. A fin decuentas ellas son las que estánpagando con el tesoro de su viday de su libertad la locura delterror. q

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Baliteke zigor-gogortze horrek delitua egiterakoanmuzinik ez eragitea, baina ezbaian edota zalantza-tan dagoena erakunde terroristan sartuko ote,edo barruan aldez edo moldez parte hartzean,birritan edo pentsatuko du eskuhartu baino lehen

Erreforma penalaren aurrean kontuan hartzekoakdira biktimaren asebetetzea eta denok nahi dugunziurtasuna

Bake Hitzak: En los últimos diezaños, ¿cuántos presos por delitosde terrorismo se han reinsertado?¿se hace un seguimiento de su vidauna vez dejan la cárcel? ¿cuántosde ellos han vuelto a implicarse enla organización ter rorista?

Ruth Alonso: Si por reinserciónentendemos el acceso al tercergrado de clasificación y posteriorl i b e rtad condicional, los pre s o spor delitos de terrorismo que hanoptado por dicha vía han sido,más o menos, unos 350; de loscuales, casi 100 han sido progre-sados por el juez de vigilanciapenitenciaria de Bilbao, no cons-tando en ninguno de ellos lareincidencia, pudiendo concluirse

que el proceso de re i n s e rc i ó nsocial se está realizando. Todo ellose ha podido constatar a travésdel seguimiento que se les realizadurante el periodo que dura lalibertad condicional hasta el licen-ciamiento definitivo de las causas.

BH: Se sabe que hay personas quehan vuelto a cometer delitos simi -lares –de terrorismo, nos referi-mos- una vez abandonada la cár -cel. ¿De cuántos casos estamoshablando? ¿Cree que un endureci -miento de las penas evitaría queocurrieran estas cosas?

RA: Sí, es cierto. Se han contabili-zado creo que tan sólo 2 ó 3casos de internos que una veze x c a rcelados por cumplimientototal de sus condenas, es decir,por licenciamiento definitivo, hanvuelto a reingresar en prisión encalidad de presos preventivos porla supuesta comisión de delitosde terrorismo. Se trata de pena-dos que en ningún caso habíanoptado por la vía de la reinser-ción.El endurecimiento de las penasen delitos de este tipo, es decir,en delitos denominados de con-vicción, no es un factor disuaso-

rio. Hasta qué punto 40 años decondena intimidarían a los posi-bles autores más que 30 años.

BH: ¿Cree que la actual legisla -ción penal en materia de ter roris-mo es suficiente? ¿no estamos res-tando, cuando menos, calidad alEstado de derecho a cambio deuna pretendida eficacia que estápor demostrar?

RA: Creo que el actual código de1995 es suficiente en materia deterrorismo, habiéndose demostra-do que con 20 ó 30 años de cum-plimiento incluso menos, lospenados no han vuelto a reinci-dir, siendo totalmente fiable elpronóstico de reinserción socialrespecto a los mismos elaboradopor las correspondientes juntasde tratamiento, subdirectores detratamiento o psicólogos de losrespectivos centros penitencia-rios. La pena no debe entendersecomo un instrumento de luchacontra el terrorismo, sino que aéste habrá que combatirlo conmedidas policiales y políticas.

BH: ¿Cómo concilia usted laorientación resocializadora queseñala el artículo 25.2 de la Cons -

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Juez de Vigilancia Peniten-ciaria

- Castigo Vs. Reinserción -Entrevista

ALONSORuth

titución con estas nuevas medi -das?

RA: Las nuevas medidas previstasen el anteproyecto de reformadel Código Penal son un claroretroceso en el proceso de rein-serción regulado en el Artículo25.2 de la Constitución Española,no siendo conciliable un pena de40 años, o como se pretende, decumplimiento íntegro de laspenas, si la pena a cumplir resul-tase inferior a la mitad de la sumatotal de las impuestas con la posi-bilidad de la resocialización. Ver-daderamente con esta reforma loúnico que se conseguirá es "quese pudran en la cárcel". Una vezpodridos, será en ese estadocomo retornarán a la sociedad.¿Este resultado es el deseado porla Constitución?

BH: ¿No supone esta nueva Ley elreconocimiento de un fracaso enla tarea de recuperación de laspersonas penadas que las institu -ciones penitenciarias tienen enco -mendada? ¿la política penitencia -ria debe ser un instrumento másde la lucha contra el ter rorismo odebería regirse por otros criterios?

RA: La pretendida reforma delCódigo Penal supone un granretroceso de más de 50 años,quedando seriamente dañado ycuestionado uno de los principiosbásicos de política criminal queinspiran el Código Penal, es decir,el de reinserción social, pudién-dose lesionar derechos funda-mentales y libertades públicas delos ciudadanos que la cart amagna reconoce y garantiza. Noolvidemos que lo dijo Montes-quieu "toda pena que no se deri-ve de la absoluta necesidad estiránica".Se puede argumentar que existenpaíses democráticos de nuestroe n t o rno geográfico y culturaldonde sigue vigente la prisiónperpetua, pero en ellos existenfórmulas legislativas que permitenla suspensión de esta pena cuan-

do el condenado haya cumplido15 años de prisión efectiva. Conla actual reforma, en España, noserían 15 años, sino casi el triple,incluso más, como se ha apunta-do anteriormente.

BH: ¿Qué opinión le merece quese esté pretendiendo centralizar enla Audiencia Nacional la laboractual de los jueces de vigilanciapenitenciaria?

RA: Considero que los juzgados

de Vigilancia Penitenciaria en laAudiencia Nacional no son nece-sarios produciéndose indefensióny vulnerando principios tan fun-damentales como el de igualdad.Son más los problemas que surgi-rán que lo "positivo" que pudie-ran aportar. Pensemos que ya, enla actualidad, los recursos de ape-lación los resuelve el tribunal sen-tenciador y, en el caso concretode delitos relacionados con elterrorismo, por las distintas sec-ciones de la Audiencia Nacional. q

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El Gobierno ha hecho públicorecientemente el "Antepro-yecto de Ley Orgánica de

Medidas de Reforma para el cum-plimiento íntegro y efectivo de laspenas" que tiene por finalidad,básicamente, endurecer los requi-sitos que permiten la obtenciónde beneficios penitenciarios –bási-camente, el tercer grado y la liber-tad condicional- y garantizar quelos terroristas y autores de delitosespecialmente graves cumplan demanera efectiva una pena de cua-renta años de privación de liber-tad. Desde el punto de vista jurídico,en mi opinión, la reforma queahora se anuncia es innecesaria.Téngase en cuenta que nuestro

Código Penal prevé ya penas dehasta treinta años de privación delibertad cuya ejecución se basaen la regla general del cumpli-miento efectivo, lo que significaque la concesión de los beneficiospenitenciarios obliga a tener encuenta el pronóstico de reinser-

ción del penado, por lo que sidicho pronóstico no es favorable(porque el penado, por ejemplo,no tiene intención de cesar en suactividad terrorista), el beneficiopenitenciario no deberá ni podráser concedido. Además, el art. 78

del Código Penal, para casos muygraves, prevé la posibilidad deprivar prácticamente al reo decualquier beneficio penitenciarioque se derive del régimen gene-ral de cumplimiento de las penas.La imagen del condenado a cien-tos o miles de años de privaciónde libertad que era liberado trashaber permanecido en prisióna p roximadamente quince añospertenece al pasado (esto es, apersonas que fueron condenadasbajo la vigencia del Código Penalde 1973 en el que existía la insti-tución de la redención de penas

por el trabajo, que mitigaba elrigor penal reduciendo automáti-camente las penas prácticamentea la mitad). En la actualidad, porel contrario, contamos con dispo-siciones penales que garantizan,por ejemplo, que una persona

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José Miguel Zugaldía EspinarCatedrático de Derecho Penal

LA REFORMA DEL CODIGO PENAL PARAEL CUMPLIMIENTO INTEGRO YEFECTIVO DE LAS PENAS

Egilearen ustez, zigorrak osorik eta era eragingarrian bete-tzeko Kode Penalaren erreforma ez-beharrezko ez ezikinkonstituzionala ere bada, besteak beste bergizarteratzea -ren kontrakoa delako. Etsaiaren aurka "dena ez dela zile -gi" dio eta erreforma honen alternatibatzat oraingo lege -riaren ezarpen egokia defendatzen du.

I r a g a rtzen den erre f o rma konstituziokontrakoairuditzen zait

joven que tiene que cumplir unapena de treinta años de prisiónpueda salir de la cárcel sin otrapreocupación que la de la formade organizar su jubilación. Legis-lar ahora sobre estos extremosresultaría reiterativo.Pero la reforma que se anunciame parece también inconstitucio-nal en un triple sentido. En primertérmino, porque los efectos de laspenas de muy larga duraciónsobre las personas que las sufrenson altamente nocivos desde elpunto de vista psicológico (ani-quilamiento de la personalidad odespersonalización) lo que lasconvierte en inhumanas y contra-rias al art. 15 CE. En segundo tér-mino, por ser contrario a la ideade reinserción a la que debenorientarse las penas privativas delibertad (art. 25, 2 CE): una penade prisión de larga duración encuya ejecución no se tome enconsideración en absoluto la rein-serción o el pronóstico de com-portamiento futuro del penadono puede orientarse, por defini-ción, a su reinserción, por lo queno pasaría de cumplir la funciónde inocuización o segregación delpenado del grupo social a travésde su aislamiento. En tercer lugar,porque se impide que el penadopueda influir con su comporta-miento en la duración final de lapena. A este respecto, convienerecordar que el Tribunal Constitu-cional Alemán –Sentencia de 21de junio de 1977- condicionó laconstitucionalidad de la cadenaperpetua a que "el condenadopudiera conservar la esperanzade ser liberado en algún momen-to como consecuencia de su com-p o rtamiento". De ahí que la"cadena perpetua" que ya existeen el Código Penal vigente puedaconsiderarse constitucionalmentec o n f o rme en tanto en cuantopuede dejar de ser "perpetua" alpoder recuperar el penado el régi-men general de cumplimiento (ysus beneficios) si así lo acuerdamotivadamente el Juez de Vigilan-cia Penitenciaria habida cuenta la

evolución de su tratamiento y supronostico de reinserción social.Los problemas de constitucionali-dad apuntados han determinado-según informa la prensa- que elGobierno haya pactado con laoposición que los condenaos acuarenta años de prisión podránver revisada su situación –y obte-

ner el tercer grado- a partir de lostreinta y dos años y beneficiarsede la libertad condicional a partirde los treinta y cinco años. Escorrecto que el comportamientodel autor pueda influir sobre laduración de la pena; pero sonnotoriamente excesivos los plazosde treinta y dos y treinta y cinco

años exigidos para revisar la situa-ción del penado (concretamenteen Alemania, dónde existe laLebenslange Freiheitsstrafe –penaprivativa de libertad de por vida-se permite la revisión de la situa-ción del penado a partir de losquince años).El justo y merecido reconocimien-to social e institucional de todos

aquellos que de una u otra formahan sufrido el terrorismo ha con-tribuido, sin duda, a que la balan-za del Estado de Derecho se hayainclinado más del lado de la penainocuizadora que de la pena reso-cializadora. Creo que la alternati-va a la reforma anunciada es la deaplicar bien la legislación penalde la que ya disponemos, que esde por sí bastante contundente yque cumple, entre otras, la lícitafunción simbólica de trasmitir a la

sociedad mensajes valorativosque inciden en la conciencia desus miembros. Por el contrario,llevar a cabo la reforma anuncia-da supondría entrar en la espiralde un simbolismo radicalmenteilícito consistente en una inadmi-sible utilización del Derecho Penalpara la ilusión del truco, esto es,

para llevar a cabo exclusivamenteuna política de gestos cara a lagalería y a la opinión pública, conefectos balsámicos de sentimien-tos colectivos, dando una falsaimagen de solución de proble-mas. Los sistemas democráticoshan tenido siempre unos enemi-gos tradicionales en las personas

integradas en org a n i z a c i o n e sterroristas. El "enemigo" evidente-mente existe en nuestra sociedady también es evidente que ellegislador intenta elaborar unD e recho Penal de excepciónespecífico para él. Pero ante estefenómeno es tarea de la cienciapenal identificarlo y describirlopara poner de manifiesto –como

afirma Jakobs- que frente al ene-migo "no todo está permitido"pues es inadmisible que se hagatabla rasa con los principios limi-tadores del poder punitivo delEstado y que el Estado de Dere-cho llegue a generar un DerechoPenal que no se manifiesta enrealidad como Derecho, con elefecto perverso, además, de divi-dir a los que deberíamos estaríntimamente unidos en torno a larazón frente a la sinrazón. q

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Zigortuari bere portaeraren bidez zigorraren azke-neko iraupenean eragitea eragozten zaio

Iragarritako erreformaren alternatiba da orain ber-tan daukagun legeria penala ondo ezartzea

Etsaiaren aurka "dena ez da zilegi"

Bake Hitzak: ¿Cree que la actuallegislación penal en materia deterrorismo es insuficiente?

Esteban González Pons: Es evi-dente que hasta ahora resultabainsuficiente, que nuestro país erael que se enfrentaba a mayoresproblemas de terrorismo de Euro-pa y sin embargo era en másbenévolo en las condenas y por lotanto nuestra legislación no esta-ba actuando como instrumentode disuasión para los terroristas

BH: No hay ninguna prueba deque el endurecimiento de las penassea eficaz contra el delito. De

hecho, en países como EstadosUnidos, donde sigue vigente lapena de muerte, la poblaciónreclusa es cada vez más numerosa.Entonces, ¿no estamos restando,cuando menos, calidad al Estadode derecho a cambio de una pr e-tendida eficacia que está pordemostrar?

EGP: Todo lo contrario, el Estadode derecho se fortalece si utilizatodos los instrumentos a su alcan-ce para acabar con la impunidadde los terroristas que sólo buscanla desintegración de ese estadode derecho y el desmoronamien-to de nuestro sistema democráti-co.No considero que el caso de Esta-dos Unidos sea comparable conel de España, lo que si sé con cer-teza es que desde que se calificóla violencia callejera como terro-rismo el número de delitos deeste tipo ha disminuido significati-vamente y esa es la única eficaciaque multiplica la calidad del Esta-do de derecho.

B H : ¿Cómo concilia usted la

orientación resocializadora queseñala el artículo 25.2 de la Cons -titución con estas nuevas medi -das?

EGP: La Constitución dice que laspenas estarán "orientadas" haciala reeducación y re i n s e rc i ó nsocial, lo que significa que la ree-ducación no es el único sentidode la pena. La Pena tiene dos sen-tidos un sentido reparador y unsentido vindicativo que es el prin-cipal, sólo así se entiende que latipificación de los delitos de cual-quier Código Penal establezca lapena correspondiente sin que enella intervenga el factor resociali-zador que no sólo depende de laduración de las penas sino de laactitud del propio terrorista, de suvoluntad de cooperar activamen-te con la democracia y de su des-vinculación efectiva con la orga-nización terrorista.

BH: ¿No supone esta nueva Ley elreconocimiento de un fracaso enla tarea de recuperación de laspersonas penadas que las institu -ciones penitenciarias tienen enco -

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Senador del Partido Popularpor Valencia. Portavoz delg rupo parlamentario popularen el Senado

- Castigo Vs. Reinserción -Entrevista

EstebanGONZÁLEZ PONS

mendada? Más concre t a m e n t e ,¿tiene conocimiento de algún pr o-grama específico para la reeduca -ción de presos por delitos de terro-rismo?

EGP: Lo que supone es que hastaahora la reinserción era un ins-t rumento en beneficio de losterroristas pero ahora podermoshablar de verdadera re s o c i a l i-zación de dar nuevas oportuni-dades sólo a aquellos que tenganun arrepentimiento activo.Causa verdadera alarma social elque terroristas condenados pordelitos de sangre sin mostrar nin-gún tipo de arrepentimiento sal-gan en libertad provisional oaccedan al tercer grado despuésde haber cumplido menos de lamitad de la condena.

BH: ¿No es preferible un terroris-ta que, tras el cumplimiento deuna parte significativa de la penay tras la renuncia a la violenciacomo forma de imposición de susideas, salga en libertad, a un ter ro-rista que cumpla su pena íntegra,pero salga a la calle sin ningúnasomo de arrepentimiento?

EGP: Lo que es preferible es queningún terrorista piense que sushorrendos crímenes les puedensalir gratis y España es el país en elque salía más barato.

BH: ¿Cree usted que no hay ningu -na esperanza de recuperar a ni unosolo de los condenados por terro-rismo antes del cumplimiento ínte -gro de 40 años de prisión? Si exis -tiera esa esperanza, aunque sólofuera para uno de esos presos, ¿nose estaría cometiendo una injusti -cia con él?

EGP: Creo que no se trata denuestra esperanza sino de suvoluntad para dar la espalda a laorganización terrorista y compro-meterse activamente con las vícti-mas y el Proyecto de Ley prevéeste supuesto, el arrepentimeintoactivo, la colaboración en contra

de la banda armada y el compro-miso con las víctimas.

BH: ¿Qué se les puede decir a laspersonas que actualmente llevanuna vida normalizada, pero que,de haber estado vigente esta nuevaLey, permanecerían aún en pri -sión?

EGP: Que si se han arrepentidono tienen por qué preocuparse,porque el Estado de Derecho es yserá generoso con ellos.

BH: Con estas medidas, ¿no seestá tendiendo hacia una cadenaperpetua encubierta?

EGP: A lo que se está tendiendoes a luchar eficazmente contra elterrorismo desde la Constitución yadecuándonos a nuestro entornoeuropeo. La ley prevé medidas dereinserción con unas condicionesmuy estrictas, la reinserción sigueabierta pero se hace más rigurosa.

BH: Si se defiende la independen -

cia del poder judicial, incluida lade los jueces de vigilancia peni -tenciaria, entonces, ¿por qué sequiere centralizar esta instituciónen la Audiencia Nacional?

EGP: Desgraciadamente sabemosque cuando hablamos de delitosde terrorismo hablamos de que laindependencia de los jueces tratade ser coartada continuamentepor las amenazas, a veces triste-mente cumplidas, de los crimina-les. La Audiencia Nacional estámenos sometida a la posibilidadde ‘presión’ por parte de los terro-ristas y, por lo tanto, la sociedadtiene más garantías de que losbeneficios penitenciarios se otor-garán en cumplimiento de la ley yno de otros intereses. Y, en segun-do lugar, estamos hablando deterrorismo, no de delitos comu-nes, y al igual que la Justicia parael terrorismo se centraliza en laAudiencia Nacional, es lógico quetambién las consecuencias de laaplicación de esa Justicia se cen-tralicen en la Audiencia Nacional. q

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El pasado mes de febrero, elGobierno envió al Congresoun Proyecto de Ley de medi-

das para el cumplimiento íntegroy efectivo de las penas. Bajo esac o b e rtura jurídica se pre t e n d erealmente cerrar todos los cami-nos posibles para la reinserción delos condenados por delitos det e rrorismo. Por una parte, enestos casos se eleva el máximo decumplimiento íntegro de laspenas hasta los cuarenta años(por ahora el límite se sitúa entreinta). Por otra, cuando la con-dena sea superior a ochenta años

de prisión, por considerarse alautor responsable de varios asesi-natos, el Tribunal sentenciadorpodrá disponer que el cómputode tiempo para la libertad condi-cional y los beneficios penitencia-rios se realice desde la totalidadde la pena, ya sea de ochenta ycinco, noventa o ciento cincuentaaños. Como es obvio, en estoscasos el condenado permanecerá"efectivamente" en prisión cua-renta años, lo cual, salvando loseufemismos, equivale a una cade-na perpetua, despreciando olím-picamente cualquier medida de

reinserción que permita al reclusosalir en libertad antes de los cua-renta años, por tratarse ya de unapersona ajena a la violencia. ElProyecto es flagrantemente con-trario a la Constitución en variosaspectos. En primer lugar, el art. 25.2 CEexige que cualquier pena estéorientada hacia la re i n s e rc i ó nsocial. Sería inconstitucional unamedida que la impidiera comple-tamente, tal y como hace el Pro-yecto del Gobierno. Para mayorconfusión, éste pretende redefinirel contenido de la reinserción,vinculándolo con la obligación dedelatar a otros componentes dela banda armada. Sin embargo,no es éste el contenido de la rein-serción. Desde hace mucho tiem-po se admite que re i n s e rt a r s esocialmente es equivalente acomportarse de acuerdo con lasnormas jurídicas y evitar la comi-sión de delitos en el futuro. Noforma parte del contenido de lareinserción la asunción por parte

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Nicolás García RivasCatedrático de Derecho penal. Decano de la Facultad deDerecho de la Universidad de Albacete

LA REFORMA DEL PP Y LAREINSERCIÓN DE LOS PRESOS DE ETA

Gobernuak zigor ren betetze oso eta eraginkorra ziurtatzekobultzatu diruen neurriak Konstituzioaren aurkakoak dira,artikulugilearen arabera. Neurri hauen bidez ez da presoa -ren birgizarteratzea eragiten, beste taldekide batzuk sala-tzeari lotuta daudelako edo presoa ber rogei urteko kondenabetetzera behartzen delako, azterketa-mekanismo bakar batere kontuan hartu gabe. Birgizarteratzea kultura juridikoa -ren lorpena dela dio azkenean autoreak, eta, pertsona iza-tearren, edozein gaizkileri eskaini behar zaiola.

del recluso de una ideología con-traria a la suya (tal y como garan-tiza el art. 16 CE). Si un sujeto escondenado por terrorismo ypuede pronosticarse que en elfuturo no realizará ningún hechorelacionado con la banda armadapuede decirse sin lugar a dudasque esa persona está reinsertadasocialmente, aunque siga profe-sando una ideología abertzale yvote a los partidos de ese signo. Ya este respecto conviene saberque los miembros de ETA no rein-ciden una vez que han cumplidosu condena, como lo demuestran(sin lugar a dudas, también) lasestadísticas oficiales. El Gobiernopretende confundir a la opiniónpública mezclando una medidade atenuación de la pena en lasentencia: la delación, con el com-portamiento debido después de lasentencia: un comport a m i e n t opacífico, por muy independentistaque sea quien lo realice. Única-mente podría negarse la reinser-ción a aquel recluso de quien sepudiera prever que volvería aenrolarse en la banda armadacomo mero colaborador, porqueentonces no existiría el pronósticode un comportamiento pacífico:la colaboración con la bandaa rmada también constituye undelito, aunque sea de menor gra-vedad que el asesinato.Pero el Proyecto puede calificarsede inconstitucional, sobre todo,porque si se obliga al recluso apermanecer cuarenta años entrerejas, se está vulnerando tambiénel art. 15 CE, que proscribe laspenas inhumanas o degradantes.El Tribunal Constitucional, en suSentencia de 31 de marzo de2000, al analizar una petición deextradición procedente de Italia(país que cuenta con la cadenaperpetua) estudió la cuestión asu-miendo la jurisprudencia del Tri-bunal Europeo de Dere c h o sHumanos, según la cual vulnera-ría aquella proscripción cualquierpena de larga duración (calificati-vo aplicable a las penas de más deveinte años de prisión) carente de

mecanismos de revisión que per-mitan al recluso salir en libertadcon anterioridad al cumplimientoíntegro de la condena, siempreque su comportamiento seasocialmente aceptable. Eso es jus-tamente lo que ocurre en el Pro-yecto del Gobierno, al que la opo-

sición socialista pretende maqui-llar situando la revisión "resociali-zadora" que aquí se reclama almomento en el que el condena-do haya cumplido treinta de losc u a renta años, lo cual re s u l t aprácticamente irrelevante, porquela pena seguirá vulnerando el art.15 CE. Por lo demás, el pasado 21 de

marzo entró en el Senado el Pro-yecto de Ley por el que se creanlos Juzgados Centrales de Vigilan-cia Penitenciaria, nueva figura enel marco de la Jurisdicción con-centrada de la AudienciaNacional cuya principal misiónserá expropiar de sus competen-cias a los Juzgados de VigilanciaPenitenciaria diseminados por elterritorio español y que actual-mente resuelven todas las cues-tiones relativas al cumplimientode la condena por parte de lospresos de ETA (permisos, quejas,sanciones, etc.) y que más prontoque tarde se resolverán enMadrid, sea cual fuere el lugardonde se encuentre el sujeto con-denado por terrorismo. Se trata

de un Proyecto que cuenta con elrespaldo de los grupos de la opo-sición, salvo PNV y EA (la votaciónfinal del Proyecto en la sesión ple-naria del Congreso del día 13 demarzo arrojó un resultado aplas-tante: 270 votos a favor y 12 encontra), pero cuyo tenor distorsio-

na completamente la función delJuez de Vigilancia Penitenciaria,que debe estar capacitado pararevisar la situación del recluso yconocer los problemas del centroo centros bajo su jurisdicción,misión manifiestamente imposiblecuando éste se encuentre a qui-nientos o seiscientos kilómetrosde distancia.

Como puede observarse, la rein-serción de los presos de ETA tienemuy mala prensa en nuestro paísy no cuenta con muchos adeptos.Pero no me cabe ninguna dudade que utilizar la Ley para impe-dirla supone vulnerar la Constitu-ción por muy execrables e injusti-ficados que sean sus crímenes: elderecho a la resocialización no esuna gracia que se conceda a losdelincuentes poco peligro s o s ,sino una conquista de la culturajurídica que debe extenderse acualquier delincuente por elhecho de ser persona. Mientrasesta idea no cale en el legislador(y por ahora parece que nomucho) el espíritu de la CartaMagna seguirá en entredicho. q

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25.2 CE artikuluaren arabera, zigor guztiek birgi-zarteratzeari begira egon behar dute. Inkonstitu-zionala litzateke hori erabat galarazten duen neu-rria, Gobernuaren Egitasmoarekin gertatzen denbezala

Gobernuak iritzi publikoa nahastu nahi du sen-tentzian zigorraren arintze-neurria nahasiz: sala-keta, bidezko portaerarekin sententziaren ostean:portaera baketsua, egiten duena guztiz indepen-dentista izan arren

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Bake Hitzak: ¿ Cree que la actuallegislación penal en materia deterrorismo es insuficiente?

M a rgarita Uria: C reo que no,tanto en la legislatura pasadacomo en la actual se han ido per-filando los tipos penales, en unoscasos con el simple aumento depenas, pero en otros mejorandodefiniciones, evitando impunida-des y procurando una mejor pro-tección de las personas amenaza-das.

BH: No hay ninguna prueba deque el endurecimiento de las penassea eficaz contra el delito. Dehecho, en países como EstadosUnidos, donde sigue vigente lapena de muerte, la poblaciónreclusa es cada vez más numerosa.Entonces, ¿no estamos restando,

cuando menos, calidad al Estadode derecho a cambio de una pr e-tendida eficacia que está pordemostrar?

MU: Esa es nuestra (o mi) pers-pectiva, sobre todo si ni siquierael Gobierno aporta datos crimino-lógicos que justifiquen el cambio.No hay explicación a este puntoni en la memoria del proyecto, nien la exposición del Ministro o delos representantes de los Gruposque apoyan el cambio. En unarespuesta a pregunta mía porescrito, se me reconoce que niInterior ni Justicia tienen ni hanmanejado datos al respecto.

B H : ¿Cómo concilia usted laorientación resocializadora queseñala el artículo 25.2 de la Cons -titución con estas nuevas medi -das?

MU: El artículo 25.2 de la Consti-tución no contiene un derechosubjetivo de todo recluso a serreinsertado, pero sí obliga al legis-lador a que el sistema que esta-blezca lo posibilite. Aquí radica elroce: los tiempos mínimos a cum-plir, si se es autor de más de un

delito grave, aunque se acreditenfehacientemente el abandono yalejamiento de la organizaciónarmada y se reconozca el dañocausado, exceden con mucho delos límites de duración de unavida… la reinserción es, será dehecho, imposible en muchoscasos.

BH: ¿No supone esta nueva Ley elreconocimiento de un fracaso enla tarea de recuperación de laspersonas penadas que las institu -ciones penitenciarias tienen enco -mendada? Más concre t a m e n t e ,¿tiene conocimiento de algún pr o-grama específico para la reeduca -ción de presos por delitos de terro-rismo?

MU: Frente a la expresión utiliza-da por políticos notables de queel preso etarra debe “pudrirse enla cárcel”, considero una opciónmás deseable, en lo individual yen lo social colectivo, el que seaparten de la organización terro-rista y sean recuperables para ladefensa de valores propios de unsistema democrático.No conozco programas específi-cos genéricos, pero sí aptitudespersonales de jueces de vigilan-

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- Castigo Vs. Reinserción -Entrevista

Margarita

Diputada del Partido Naciona-lista Vasco por Vizcaya. Grupo Parlamentario Vasco.

cia. En el pasado la idea inicial dela dispersión de presos de ETAestuvo también basada en moti-var procesos individuales de refle-xión, al margen de consignas degrupo. Ahora no hay orientaciónni finalidad alguna; el alejamientoes agravamiento de la pena.

BH: ¿No es preferible un terroristaque, tras el cumplimiento de unaparte significativa de la pena ytras la renuncia a la violenciacomo forma de imposición de susideas, salga en libertad, a un ter ro-rista que cumpla su pena íntegra,pero salga a la calle sin ningúnasomo de ar repentimiento?

MU: Mi perspectiva coincide conla pregunta. Creo en que laspenas por delitos deben cumplir-se, existe la finalidad retributiva,pero acreditado un cambio devaloración, un repudio de la vio-lencia, un sentimiento por el dañocausado a las víctimas, la sociedaddebe acoger a tales personas enmejores condiciones y sale benefi-ciada, frente al cumplidor íntegroque no cambia un ápice sus plan-teamientos iniciales.

BH: Con estas medidas, ¿no se estátendiendo hacia una cadenaperpetua encubierta?

MU: El tiempo a cumplir se acerca

mucho a la duración normal deuna vida. Sí cabe hablar de cade-na perpetua, sin que se preveacomo en otros países europeosrevisiones obligatorias de aptitudtranscurrido un período de tiem-po.

BH: ¿Qué valoración realiza sobr eel hecho de que, según las encues -tas, estas medidas que endurecenlas actuales condiciones peniten -ciarias reciban una apr o b a c i ó nmuy mayoritaria en España ysean más cuestionadas en el PaísVasco?

MU: Es quizá la razón última deesta política legislativa y de suapoyo para casi todos los Grupos:las políticas represivas dan votos.La justicia como venganza essocialmente atractiva, sobre todosi se trata de crímenes tan cruelescomo los de ETA. En el País Vascose es, en general, consciente deque el endurecimiento no arregla-rá ni hará avanzar nada en ordena la pacificación o a la mejora delclima social.

B H : ¿La política penitenciariadebe ser un instrumento más de lalucha contra el ter rorismo o debe-ría regirse por otros criterios?

MU: La imposición y el cumpli-miento de una pena es castigo

por una conducta terrorista, perouna política penitenciaria esmucho más que eso. Deberíamoshaber sido capaces de propiciarun sistema de recuperación de laspersonas para el respeto a la viday a las ideas por encima de"patrióticos" ideales defendidosfrente a otras personas y conarmas.

BH: ¿Se debe centralizar en laAudiencia Nacional la laboractual de los jueces de vigilanciapenitenciaria?

MU: La vigilancia penitenciariarequiere inmediatez con el reclu-so para seguir su evolución ygarantizar sus derechos –que lostiene- Dos jueces para toda Espa-ña –que incluye incluso Canarias-aunque viajen sin parar, no pue-den ni llegar a conocer los casos,mucho menos valorar evolucio-nes o procesos de reflexión.Se propician además dificultadesen el derecho de defensa por losproblemas de acceso constantecon sus abogados. ¿Serán dedonde es el preso, de donde estárecluido, de Madrid, donde estáel Juzgado? ¿Qué colegio desig-nará a los de oficio? ¿Quién paga-rá las defensas gratuitas? Con lacentralización la posibilidad dereinserción y el derecho de defen-sa padecen. q

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Las recientes reformas de lalegislación penal, penitencia-ria y procesal han sido pre-

sentadas por el Gobierno comonecesarias y argumentadas en vir-tud de la eficacia disuasoria quese les supone. Además, las modifi-caciones legales inspiradas por lalucha antiterrorista han sidodefendidas con tal vehemenciaque sus mentores han llegado asugerir que la legislación vigentehasta ahora favorecía la perpetua-ción de la violencia de ETA. Unode los argumentos menos contes-tados de tal defensa ha sido lapráctica desaparición de los actosdenominados de "kale borroka"

explicada como resultado de quesus eventuales autores son cons-cientes del agravamiento de laspenas que pudieran serlesimpuestas por la comisión de esetipo de atentados. La idea esen-cial de la iniciativa gubernamen-tal, mitigada en su rotundidadtras el acuerdo alcanzado con elPSOE, es que el aumento en laduración de las penas que pen-den sobre el terrorismo y la prác-tica imposibilidad de acceder a laredención de las mismas antes decumplir un período prolongadode estancia en prisión disuadirá alos extremistas de hacer uso de laviolencia. Incluso alguien podría

aventurar que su eficacia se estáevidenciando ya, con la aprecia-ble reducción del número deatentados cometidos por ETA. Sin embargo, es probable que elorden de los factores esté siendootro. La "kale borroka" protagoni-zada por jóvenes ha remitido deforma tan drástica que sería exa-gerado interpretar el hecho comoconsecuencia exclusiva de ladisuasión penal. Quizá sea másacertado concluir que, si bien ele n d u recimiento de penas y elcumplimiento íntegro de las mis-mas cobraron especial fuerza enlos momentos más cruentos de laviolencia de persecución, su plas-mación en modificaciones legalesha coincidido con una etapa deextraordinaria debilidad de ETA.El razonable escepticismo con elque se pudiera contemplarentonces la capacidad disuasoriadel endurecimiento punitivo de lalegislación penal se ha convertidohoy en la también razonable con-vicción de que ETA está tan debi-litada que su final definitivo no

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Kepa AulestiaAnalista político

EN TORNO A LA EFICACIA

Gobernuak, Kode Penalaren er reformarekin, legeak orainarte izan ez duen gaitasun disuasorioa lortuko duela esatendu eta hain zuzen ere, hor retan oinarritzen du bere beha -rrezkotasuna. Gobernuak uste du gero eta lege zor rotzagoe-kin, are eta terrorismo gutxiago pairatuko duela gizarteak.Artikulu honetan hori aztertu eta biolentzia desagertzendenerako zenbait gogoeta egiten dira.

puede hallarse muy lejos. De talsuerte que dicho endurecimientodifícilmente podría suponer unfactor añadido al funcionamientode la espiral acción-represión enla que trata de encerrarse siem-pre la intolerancia violenta. Quizásea ésta una visión optimista enexceso, pero cabría imaginar lasrecientes reformas como la tapaque se le pone a una olla con uncaldo en ebullición tras apartarladel fuego.Pensar que ETA pueda dejar deatentar por efecto de la disuasiónque sobre sus integrantes ejercela legislación penal sería tantocomo admitir que si hasta ahoraha atentado ha sido porque parasus activistas quince o veinte añosde cárcel resultaba un lapso detiempo llevadero. Porque lo queha cambiado no es tanto la dura-ción de la pena (un cambio porotra parte tan reciente que impideextraer conclusión alguna sobresu incidencia en el ánimo terroris-ta) como el significado del tiempode prisión para los partícipes deun movimiento en auge respectoa los integrantes de una organiza-ción en franco declive. Los añosde cárcel de los 80 –década en laque fueron detenidos muchos delos etarras que ahora recuperan lalibertad- nada tienen que ver conla perspectiva que se les presentaa quienes hoy afronten la posibili-dad de una larga estancia en pri-sión. Esto es lo que ha cambiadofundamentalmente.Lo cual obliga a plantearse unacuestión ineludible para la socie-dad y sus instituciones, aunquehoy resulte poco simpática y hayaquien la tache de improcedente.Lógicamente las decisiones políti-cas, legislativas y judiciales adop-tadas frente al terrorismo han sidopensadas en medio de la coaccióny la amenaza que ETA extiendesobre una buena parte de los ciu-dadanos y sobre el sistema delibertades. Pero ¿qué ocurrirá conlos condenados por terrorismo siéste desaparece? Admitamos, amodo de concesión dialéctica,

que la perspectiva de la reinser-ción no favorece sino que retardael final de la violencia en Euskadi.Que la relación de terroristas quehayan podido romper lazos consu pasado acogiéndose a losbeneficios penitenciarios re s u l t apoco elocuente frente a la sensa-ción de impunidad que tal pers-pectiva ha inducido en el ánimode los activistas del terror. La posi-bilidad de que un terro r i s t apueda verse beneficiado tras rec-tificar de conducta social ha sidodificultada al extremo. Pero ¿quéocurriría con él si el terrorismodejara de representar una amena-za cierta? La persistencia de ETAha cerrado las puertas a la rein-s e rción individual de sus inte-grantes. Pero ¿qué pasaría si ETAdeja de existir?Sin duda es ésta una cuestión quesólo podría dilucidarse definitiva-mente en el momento en el quetal eventualidad se convierta enun hecho irreversible. Pero ello noobsta para que el tema sea abor-dado con el necesario rigor y conlas cautelas precisas. El tard í oreconocimiento de las víctimasdel terrorismo por parte de lasociedad vasca ha aportado a lalectura colectiva de las normaspenales una dimensión que hastahace bien poco no era tenida encuenta: el re s a rcimiento moralque toda medida punitiva repre-

senta hacia la memoria y la digni-dad de las personas que el terro-rismo ha convertido en objetivode su crueldad. Eso mismo nosha señalado también la condiciónprimera que debería cumplir todoproceso de perdón en Euskadi: elreconocimiento del mal causadopor parte de los terroristas. Proba-blemente sea también ese elrequisito que la sociedad precisa-rá ver cumplido para admitiralgún día que ETA ha dejado deexistir. Pero, también probable-mente, entre el momento en quepueda certificarse el final de laviolencia física y ese otro momen-to en que se produzca el recono-cimiento del mal causado comocondición para la definitiva desa-parición de la violencia moraltambién se le deberá exigir efica-cia a la Ley, para que la perspecti-va de recuperar la libertad puedallevar al condenado a reconocerel mal causado, dando así inicioal procedimiento del perd ó nsocial. El escepticismo con el quecabe contemplar la eficacia disua-soria del endurecimiento depenas no es mayor que el quecabría mantener ante la posibili-dad de que la violencia moralpueda llegar a su final si tras elfinal de la violencia física no seprodujera un cambio de actitudrespecto a los terroristas de unterror pasado. q

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Bake Hitzak: ¿ Cree que la actuallegislación penal en materia deterrorismo es insuficiente?

Juan Fernando López Aguilar:El principal problema en la luchacontra el terrorismo no es el de undéficit de legislación. Recordemosque la legislación antiterro r i s t aespañola es de las más completasdel mundo y que incluso, somosen la UE el país que con mayorclaridad y mejores razones insertael problema del terrorismo en elp ropio texto constitucional. Ennuestras leyes penales hay instru-mentos suficientes para hacerfrente al terrorismo de ETA, peroeso no significa que estén todoslos instrumentos posibles.Ahora bien, la sociedad españolatiene muy claro que el PSOE está

comprometido en la lucha antite-rrorista: acabar con el terrorismoes una prioridad absoluta. Porello promovimos y firmamos elPacto por las Libertades y contrael Te rrorismo. Dentro de estePacto estaremos siempre dispues-tos a arrimar el hombro para com-pletar, si es necesario, como ésteha sido el caso, la legislaciónexistente, del modo más eficaz enla lucha contra el terror.En la lucha contra ETA no cabenfisuras. Por ello acudimos conespíritu constructivo a todas lasnegociaciones que tienen comoobjetivo mejorar los mecanismosde lucha antiterrorista. Así ha ocu-rrido con las medidas reciente-mente acordadas con el Gobier-no, y así esperamos que sigasucediendo cuando estemos denuevo los socialistas en el Gobier-no de España, hasta la desapari-ción definitiva de ETA y de suamenaza.

BH: No hay ninguna prueba deque el endurecimiento de las penassea eficaz contra el delito. Dehecho, en países como EstadosUnidos, donde sigue vigente la

pena de muerte, la poblaciónreclusa es cada vez más numerosa.Entonces, ¿no estamos restando,cuando menos, calidad al Estadode derecho a cambio de una pr e-tendida eficacia que está pordemostrar?

JFLA: Lo que resulta perjudicialpara el Estado de Derecho esabdicar frente al terror o renun-ciar al uso de alguno de los meca-nismos de los que dispone paraluchar contra quienes actúancontra la vigencia del Estado deDerecho, imponiendo por la fuer-za de las armas lo que no puedeimponerse por la fuerza democrá-tica o por la vía de la Ley y delDerecho. Las reformas legislativas empren-didas garantizan un sistema ade-cuado con la letra y el espírituconstitucional, con sus principios,v a l o res, derechos y garantías,incluso con la jurisprudencia quelos interpreta. De ello nos encar-gamos los socialistas. La nuevaestrategia de endurecimiento delas penas para terroristas ademásde ser un instrumento legal es uninstrumento legítimo, en el que

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- Castigo Vs. Reinserción -Entrevista

LÓPEZ AGUILARJuan Fernando

Diputado del Partido Socialistapor Las Palmas. Grupo Parlamentario Socialista.

queda garantizado que el con-junto global de medidas resultecoherente desde una perspectivapolítico criminal. Cual sea sugrado de ineficacia es algo queestá por demostrar.

BH: ¿Cómo concilia usted laorientación resocializadora queseñala el artículo 25.2 de la Cons -titución con estas nuevas medi -das?

JFLA: La orientación resocializa-dora de las penas es un principioconstitucional que nos compro-mete a todos. Por ello, los socia-listas teníamos claro que las medi-das propuestas debían ser respe-tuosas con la Constitución, mate-rial y formalmente, y por supues-to con la finalidad constitucionalde las penas (art. 25 CE): reedu-car al penado para poder regre-sar a una vida en libertad.El proyecto de ley, actualmenteen tramitación, garantiza la rein-serción y resocialización de losterroristas, aunque establece unaserie de requisitos de acceso. Sonrequisitos rigurosos, sí, pero nece-sarios, para que dicha reinserciónsea creíble, sea veraz y sobretodo esté objetivada en y desdela ley. Se puede acceder a la rein-serción mediante una declaraciónexpresa de repudio de las activi-dades delictivas y de abandonode la violencia, una peticiónexpresa de perdón a las víctimasde su delito, y unos informes téc-nicos favorable que acre d i t e nque el preso está verdaderamen-te desvinculado de la organiza-ción terrorista y de su entorno. Estos requisitos fueron introduci-dos gracias a la aportación socia-lista, y con ellos creemos que estesistema mejora el actual, donde elmargen de discrecionalidad deljuez para permitir el acceso delpenado a los beneficios peniten-ciarios es demasiado amplio. El nuevo sistema es una mayorgarantía para el penado y para lasociedad. Al penado le aseguraque accederá a dichos beneficios

si demuestra verdadera vocaciónde reinserción. A la sociedad leasegura que ningún falso arre-pentido con delitos de terrorismova a salir de prisión para podervolver a delinquir, malversandopara ello los fines y objetivos quela ley establece respecto a losbeneficios penitenciarios.

BH: ¿No supone esta nueva Ley elreconocimiento de un fracaso en

la tarea de recuperación de laspersonas penadas que las institu -ciones penitenciarias tienen enco -mendada? Más concre t a m e n t e ,¿tiene conocimiento de algún pr o-grama específico para la reeduca -ción de presos por delitos de terro-rismo?

JFLA: No podemos decir que laexigencia de ciertos re q u i s i t o spara el acceso a determinados

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beneficios penitenciarios sea reco-nocer el fracaso de las institucio-nes penitenciarias en la tarea derecuperación de las personaspenadas. La ley permite la rein-seinserción y resocialización de lost e rroristas. Pero se establecenalgunas cautelas para que el juezpueda valorar más objetivamentecuando se ha producido verdade-ramente el arrepentimiento delpenado, pudiendo acceder atodos los programas de reeduca-ción a los que tienen acceso cual-quiera otro preso.

BH: ¿No es preferible un terroristaque, tras el cumplimiento de unaparte significativa de la pena ytras la renuncia a la violenciacomo forma de imposición de susideas, salga en libertad, a un ter ro-rista que cumpla su pena íntegra,pero salga a la calle sin ningúnasomo de arrepentimiento?

JFLA: Las medidas antiterroristasde las que hablamos no son res-puestas concretas a casos indivi-duales, sino respuestas globalesdentro de una política antiterroris-ta global, que quiere mandar unclaro mensaje al terrorismo: losterroristas no arrepentidos no vana poder utilizar los beneficiospenitenciarios para salir antes detiempo de la cárcel y continuarcometiendo actos terroristas.

BH: Con estas medidas, ¿no se estátendiendo hacia una cadenaperpetua encubierta?

JFLA: A nuestro juicio esta es otracrítica infundada. La re f o rm agarantiza la proporcionalidad delas penas, de modo que se distin-ga claramente entre las distintasformas de actuación de bandasterroristas. Sólo en el caso del terrorista quees un asesino múltiple (es decir alos que superan los 80 años depena) puede tener aplicación elcumplimiento de las penasimpuestas, hasta un máximo de40 años, y aun así, si acreditan su

reinserción social, podrán cumpliren ese caso hasta 32 años de con-dena (acceso al tercer grado) ohasta 35 (acceso a la Libertadcondicional). Tanto la gravedad de los delitoscometidos acumuladamente,como el re p roche social quegeneran justifican razonablemen-te este endurecimiento del siste-ma penal, que distingue entre elasesino múltiple y el que no lo es.Nadie puede ignorar que elgrado de deuda con la sociedadque adquiere el que coloca uncoche bomba que mata a variaspersonas, a niños, a transeúntesque pasaban por allí. Sin embar-go, debemos tener presente queeste tipo de terroristas sólo consti-tuyen el 1% de los presos porterrorismo. Luego, no es cierto -yademás no sería posible constitu-cionalmente hablando-, que lareforma sea la imposición de lacadena perpetua para los delitosde terrorismo.

BH: ¿Qué valoración realiza sobr eel hecho de que, según las encues -tas, estas medidas que endurecenlas actuales condiciones peniten -ciarias reciban una apr o b a c i ó nmuy mayoritaria en España ysean más cuestionadas en el PaísVaco?

JFLA: La especial situación que sevive en el País vasco y Navarra,con la conocida reducción ded e rechos para los ciudadanos,hacen que su percepción del pro-blema del terrorismo sea triste-mente diferente y más cruda delresto de los españoles. Entre otrascosas porque los vascos y vascas,n a v a rros y navarras convivenhabitualmente con él.

B H : ¿La política penitenciariadebe ser un instrumento más de lalucha contra el ter rorismo o debe-ría regirse por otros criterios?

JFLA: Si algo hemos aprendidoen estos 25 años de democraciaes que en la lucha antiterrorista

no podemos dejar al descubiertoningún frente del problema, nopodemos dejar de utilizar ningúnrecurso. La lucha antiterro r i s t adebe ser una batalla global: legal,penitenciaria, política, financiera,mediática etc… Utilizar la políticapenitenciaria para luchar contrael terrorismo es uno más de losrecursos que debemos poner enfuncionamiento, y además eslegítimo, porque la política peni-tenciaria es otro de los instrumen-tos de los que dispone la políticade interior y de seguridad.

BH: ¿Se debe centralizar en laAudiencia Nacional la laboractual de los jueces de vigilanciapenitenciaria?

JFLA: Hemos dado finalmente luzverde al informe de la ponenciasobre este proyecto de ley, quesupone la modificación de la LeyOrgánica del Poder Judicial, de laGeneral Penitenciaria y de la deDemarcación y Planta Judicial yque creará el juzgado central devigilancia penitenciaria. En el texto remitido por el Ejecu-tivo se establece que el juez cen-tral de Vigilancia Penitenciariatendrá atribuciones para el con-trol de la ejecución de las penas alos condenados por delitos com-petencia de la AudienciaNacional -terrorismo y narcotráfi-co, sobre todo-. Desde el PSOEp retendemos, y así hemosexpuesto a través de nuestrasenmiendas, que se circunscribasólo a delitos de terrorismo. Debemos insistir en la necesidadde que se creen al menos dos juz-gados centrales y se delimite sucompetencia a los delitos deterrorismo, con el fin de que sepueda cumplir el principio consti-tucional de proximidad al preso,pues, según el informe de la Fis-calía General del Estado,dependerían de ese juzgado cen-tral 3.667 presos, lo que impedi-ría la atención personalizada queel magistrado titular debe prestara los internos. q

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La Constitución Española, ensu artículo 25.2 establece quelas penas privativas de liber-

tad estarán orientadas hacia lareeducación y reinserción social yno podrán consistir en trabajosforzados. Por ello, cabe pregun-tarse cómo afronta la administra-ción penitenciaria dicho mandatoconstitucional con respecto a lospresos de ETA.Así, la Ley Orgánica en su artículo59 define el tratamiento peniten-ciario como el conjunto de activi-dades directamente dirigidas a laconsecución de la reeducación yreinserción social de los penados,y establece que el tratamiento pre-tende hacer del interno una per-

sona con la intención y la capaci-dad de vivir respetando la LeyPenal, así como de subvenir susnecesidades. Además, establecedos principios básicos con rela-ción al tratamiento: su voluntarie-dad y la individualización científi-ca.Con relación a la voluntariedad,hay que resaltar que el colectivode presos de la org a n i z a c i ó nrechaza de plano participar en laplanificación o ejecución de sutratamiento. Consideran quetodos los trabajadores penitencia-rios son parte de las fuerzas repre-soras del Estado y que cualquierintervención por parte de los pro-fesionales penitenciarios del área

de tratamiento para modificaraquellos rasgos de personalidadque incidieron especialmente enla comisión del delito es una inva-sión en la esfera personal, por loque mantienen una postura dis-tante hacia estos trabajadores ydesprecian el juego de permisosordinarios de salida y clasificaciónen grados como herramientas detratamiento.Además, el principio de indivi-dualización científica nos llevaríaa tener en cuenta como uno delos factores básicos a la hora deestablecer el programa de inter-vención, el móvil del delito y lasc i rcunstancias que ro d e a ron aéste, proponiendo y aprobandouna intervención que abord eespecialmente dicha motivación.En el caso de reclusos pertene-cientes a la organización terroris-ta ETA, su motivación es emi-nentemente política, lo que difi-culta la intervención, pues notendríamos que centrarnos tantoen completar procesos de apren-dizaje o en detectar care n c i a spersonales, como en el cambiode los principios, valores y actitu-

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Pablo Martínez LarburuFuncionario del cuerpo técnico de Instituciones Penitencia-rias. Nanclares de la Oca

LA RESOCIALIZACION DE PRESOS DEORGANIZACIONES TERRORISTAS

Presondegiko tratamendua, presoen ber reziketa eta birgi -zarteratzea lortzera zuzendutako ekintzak dira, beraiekLege Penala er respetatuz bizitzeko gaitasuna eta asmoaduten pertsona egiteko. Horretarako, ezinbestekoa da preso-aren aldetik borondate positiboa egotea eta preso horibakarka hartzea. Hala ere, ETAko presoei dagokienez,hauek erabat uko egiten diote kartzelara eraman dituendelitua egitera bultzatu zituen jokaera aldatzea dakar renedozein egitasmotan parte hartzeari.

des de dichos penados, así comoen rectificar determinadas distor-siones cognitivas de los que par-ten dichos presos en el momentode tomar la decisión de incorpo-rarse a la organización terrorista.Por todo ello, dada la complejidadde la intervención que sería nece-saria abordar y la necesidad deque el interno participara de unmodo voluntario en dicho trata-miento, modificando así su siste-ma dinámico-motivacional, pode-mos decir que en este momento,no existe ningún programa espe-cífico ni se está realizando ningu-na intervención terapéutica con-creta con los presos de ETA.Sin embargo, y a pesar de esto,hay que intentar que el periodode permanencia en prisión sea lomenos agresivo y desestructura-dor posible, para que, en elmomento en que alcance su liber-tad, pueda afrontar debidamentesu nueva situación y se adaptefácilmente a la vida en la calle.Esto es especialmente importanteen los casos de encarcelamientosde larga duración.Para ello, son necesario tres tiposde medidas:• Medidas que faciliten el mante-nimiento de las relaciones sociofa-miliares de los internos. Es muyimportante que puedan comuni-car frecuentemente con sus fami-liares y amigos, tanto para conser-var dichos contactos, como paratener personas con quien compar-tir las angustias y tensiones pro-pias de la permanencia en prisión.Además, esta red que a su alrede-dor se crea va a ser imprescindibleen el proceso de reincorporacióna la vida en libertad.• Medidas que faciliten el accesode los internos a medios decomunicación para que conozcanel mundo real del exterior de laprisión, las reacciones de la socie-dad frente a los actos terroristas,las tensiones que éstos provocan.Es importante que puedan ente-rarse y abordar todos estos temas,no sólo por los medios de comu-nicación propios del MLNV, sino

desde una óptica mas abierta yplural.• Programas o actividades edu-cativas, formativas, deportivas yocupacionales: estos recursos oprogramas sí son utilizados porestos presos. Ayudan a superar eltedio y la monotonía de la vidarutinaria en prisión y pueden ser-vir en el futuro para encauzar laactividad laboral de los excarcela-dos. Para esta tarea, habría quecontar tanto con los servicios op rogramas gestionados dire c t a-

mente por la administración peni-tenciaria, como con aquellos degestión por medio de asociacio-nes. No se puede olvidar que, enestos momentos, son muchas lasorganizaciones que trabajan ennuestras prisiones, con las garan-tías y la seguridad recogidas en lalegislación penitenciaria, llevandoadelante programas de diversaíndole. El acceso y la part i c i-pación de los internos en dichosp rogramas les sería de granayuda en el momento de afrontarsu vida en libertad.Por buscar otro modelo de hipo-tética intervención en prisionescon presos de org a n i z a c i o n e sterroristas, podríamos estudiar eltrabajo que se realizó en el casode Irlanda. Los puntos principalesserían:- Los trabajadores penitenciariosno realizaban ningún tipo deintervención sobre esa poblaciónreclusa. La gran mayoría los pre-sos de motivación política esta-ban presos en una única prisión ylos servicios penitenciarios sededicaban a la seguridad y vigi-lancia, pero no al tratamiento.- En Irlanda existen dos comuni-dades claramente diferenciadas yexcluyentes con sus respectivospresos. Por ello, toda la sociedadera muy consciente y estaba sen-sibilizada con la cuestión, por lo

que en todo momento, se facilitóla apertura de la prisión de Mazeal exterior, al entender y sentirque toda la sociedad salía ganan-do con ello.- La solidaridad dentro de cadagrupo era muy fuerte y se con-cretaba en visitas, aportacioneseconómicas y apoyo moral. Ade-más, cada grupo tenía su propiared de apoyo e intervención a losreclusos, de tal modo que dichasasociaciones estaban facultadas aentrar en la prisión y llevar ade-

lante programas de tratamiento,gestionados directamente poréstas.- (en Irlanda) Los grupos de ex-reclusos se convirtieron en el pilaresencial para afrontar el momen-to de enfrentarse de nuevo almundo y reincorporarse a la vidaen libertad. No son sólo gruposde autoapoyo sino verd a d e r a sredes de solidaridad y de reinser-ción social.Como podemos ver, la realidad esbien diferente a la nuestra y segu-ramente sólo confirma la posiciónde partida de los presos de ETA:no están dispuestos a participarvoluntariamente en pro g r a m a sde tratamiento que intervengandirectamente sobre su personali-dad.Habría que buscar mecanismosque posibiliten el aprovechamien-to del tiempo de permanencia enprisión, sobre todo con progra-mas y actividades gestionadaspor las asociaciones que ya inter-vienen normalmente en las prisio-nes a la población reclusa engeneral, para mitigar los efectosnocivos de la prisión y preparar elmomento de la excarcelación. Eslo único que, en estos momentos,la prisión puede aportar para lareinserción de presos de motiva-ción política y acercarse así alobjetivo constitucional. q

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Une honetan, ez dago berariazko egitaraurik etaez da gauzatzen inolako esku hartze terapeutiko-rik ETAko presoekin

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¿Dónde está Tanta?

Erase una vez una gotade agua llamada Tanta.Estaba muy acostum-brada a viajar. Bailaba

en el cielo los compases que lemarcaba el viento, pasando des-pués por el mar, se mezclaba conlas plantas, los animales, las risasde los niños y niñas y con las arru-gas de las personas ancianas. Eraen esos momentos cuando sentíaque su vida de gota era la mismavida del mar, de las plantas, de losanimales, de la gente.

Viajando de esta manera fuecomo descubrió muchas lenguas,f o rmas y estilos diferentes deaprender, comprendiendo que enel fondo, todas valían para expre-sar los mismos sentimientos.

Con esta vida se sentía feliz, yse sentía aún más feliz cuando lle-gaba el momento de la AsambleaAnual, donde se reunía con todassus compañeras gotas. Gota quete gotearás cada una contabaentonces sus experiencias. Juga-ban, bailaban, cantaban las can-ciones del mundo. Luego descan-saban, dejándose balancear porlas olas y tomando los rayos delsol.

Pero un año cuando Tanta ibade camino para la Asamblea, derepente una fuerza misteriosa letapó los ojos, le ató las manos, lecubrió la boca y la arrebató vio-

lentamente del cielo. Sin sabercómo, se encontró en un lugarmuy muy pequeño…Le quitaron la venda, rompieronlas cuerdas y la empujaron aalgún lugar oscuro, dejándolamuy sola.

Abrió los ojos pero ¡ay! Allí nohabía luz. Intentó buscar una sali-da, pero fue en vano. A tientasfue palpando las paredes que lerodeaban; eran duras, eran frías,estaban mudas. ERAN PIEDRAS.Tanta hablaba, preguntaba perolas paredes callaban.Tanta se sentía impotente, triste,abandonada.

Fueron pasando días, días ymás días. Se sucedieron lossilencios, silencios y mássilencios, tinieblas y mástinieblas.

Mientras tanto llegó eltiempo de la AsambleaAnual. Allá comenzaron a lle-gar sus compañeras: Gota,Gutta, Pinga, Dro p ,G o u t e … p e ro faltabaTanta…¿ Dónde estáTanta?…

Llego el amanecer, llego elocaso y entre las luces y lassombras ¿ Dónde está Tanta?Después de buscar por doquiersin obtener resultado algunodecidieron pedir ayuda. El sol seprestó a iluminar toda la tierra,

pero Tanta no aparecía. Entoncesllamaron al Arco Iris él extendiósus colores cuanto pudo parabuscarla. No se consiguió nada…El viento soplo, soplo y requete-soplo para que todas sus ráfagasbuscasen a Tanta. Imposible.

Entonces convocaron a losárboles, los peces, los pájaros, lasnubes, las vacas…juntos decidie-ron utilizar todas sus fuerzas paragritar lo más alto posible

¡TANTAAAAAAAAAA!

Tal fue la intensidad del grito,tanto tembló la tierra que ante talsusto la roca estalló. Tanta enfla-quecida, con mal color pero felizfue transportada por el viento ale n c u e n t ro de sus compañeras

Gota, Gutta, Pinga, Drop, Gout-te y las demás con las que

se fundió en un granabrazo. q

E D U C A R

Este relato surgió en el III Encuentro Galego-Portu-gués de Educadores/as por la Paz, en Vilanova deCerveira, el 14 de abril de 1996, día de la libera-ción de José María Aldaia, secuestrado por ETA.Fue en el transcurso del taller titulado "los otroscuentos" cuyo objetivo principal era dejar constan-cia de que otro tipo de cuentos, aquellos que trans-miten valores coherentes a una cultura de paz, sonposibles. Este taller estuvo formado por Mª DosAnxos Rodriguez Mourenza, Susana Harillo, Miguel

Anxo Mouriño y Carmen Sestelo.Posteriormente se ha publicado junto a otros cuen-tos igualmente alternativos en "Setemorros e outroscontos" de Calo Iglesia. Están editados por EDToxosoutos y por el Seminario Galego de Educa-ción para a Paz.Asimismo por la relación que con dicho seminariohemos mantenido hemos sabido que ha pasado aser escenificado por algunos escolares y que exis-ten de ello algunas versiones en video.

Acto celebrado en Vitoria-Gasteizsobre Educar para la Paz.22 de febrero de 2003.

Prensa

Movilización

Recordatorio

Premios

barrutik

Bake

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Desde el respeto al sistema judicial, la Coor-dinadora Gesto por la Paz de Euskal Herriadesea mostrar su preocupación por el cierre

del periódico Egunkaria.

Es obligación de la Justicia perseguir el delito, perodesde el punto de vista ciudadano es necesarioexigir el máximo rigor y transparencia cuando selleva a la práctica una medida provisional de la

transcendencia de la llevada a cabo. El cierre deun periódico afecta de forma determinante a lalibertad de expresión y a la pluralidad informativa.Y esta preocupación se ve aumentada por lo ocu-rrido en el pasado con medidas similares, como elcierre de Egin, sobre el que todavía no existe unasentencia firme después de cuatro años.

En este sentido exigimos un esfuerzo máximo deceleridad en la Justicia y de justificación clara delas medidas tomadas, ya que no existe posibilidadde reparación real en el caso en que no se confir-men los delitos.

Asimismo, desde la defensa a ultranza de la inde-pendencia de los poderes judicial, legislativo y eje-cutivo debemos mostrar nuestra extrañeza por laforma en que se ha difundido este hecho, que pro-voca en el ciudadano serías dudas sobre la nece-saria independencia de poderes que hay que man-tener en un Estado Democrático y de Derecho. q

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

Nota de prensa hecha publica el

21 de febrero de 2003

Ante elcierre de Egunkaria

P re n s a

B A R R U T I K P re n s a

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N U M E R O 50

Ante la noticia hecha pública de que el Tri-bunal Supremo ha desestimado el recursopor el cual se solicitaba la retirada de la

Gran Cruz de Reconocimiento Civil a Melitón Man-zanas, la Coordinadora Gesto por la Paz de EuskalHerria desea comunicar lo que sigue:

1. Consideramos que todas las víctimas del terro-rismo merecen nuestro más profundo respeto yreconocimiento como víctimas del terror y de lamayor expresión de intolerancia.

2. No hemos sido ni somos partidarios de hacerdistinciones entre unas víctimas y otras porqueprecisamente su calidad de víctimas las iguala.

Por ello, respecto al caso relacionado con la con-cesión de la Gran Cruz de Reconocimiento Civil aMelitón Manzanas, deseamos expresar que, aunhabiendo sido una persona sobre la que existenpruebas fundadas de su sistemática conculcaciónde Derechos Humanos fundamentales a numero-sos ciudadanos desde sus responsabilidades comofuncionario policial, en base al principio de igual-dad que defendemos, entenderíamos la concesión

de dicho reconocimiento. Sin embargo, existendos aspectos que nos hacen cuestionar sobre sirealmente este reconocimiento es moralmenteaceptable:

En primer lugar, por el propio texto del Reglamen-to de la Real Orden de Reconocimiento Civil a lasVíctimas del terrorismo que dice: “es, por consi-guiente tanto la expresión del principio de solida-ridad que vertebra el Estado de Derecho, comouna muestra de gratitud por el servicio doloroso yfecundo prestado en aras de la libertad y la convi-vencia en paz de todos los españoles”. Este puntonos invita a juzgar su trayectoria en vida, aspectosobre el que Gesto por la Paz se ha posicionado encontra en reiteradas ocasiones porque, comohemos dicho, estas personas son merecedoras denuestra solidaridad, respeto y reconocimiento porser víctimas, no por lo que hayan hecho hasta elmomento de su muerte. Si de juzgar sus vidas setrata, teniendo en cuenta el currículum de MelitónManzanas, entendemos que haya muchas perso-nas y colectivos muy molestos con la concesión dedicho reconocimiento.

En segundo lugar y en virtud de nuestro interésporque la aplicación de esta Ley sea lo más gene-rosa posible, por una cuestión que arrastra esta leydesde su aplicación y que nos parece muy impor-tante: la aceptación como víctimas del terrorismode víctimas que aún no han sido reconocidaslegalmente.

Finalmente, tan sólo nos resta comentar que laargumentación del Tribunal Supremo de que laevolución que ésta u otras personas pudieranhaber experimentado con la llegada de la demo-cracia es una pura especulación que no puede ser-vir de argumento a favor o en contra de este tipode reconocimientos. q

Sobre la concesión de laGran Cruz de Reconocimiento

Civil a Melitón Manzanas

Nota de prensa hecha publica el

13 de marzo de 2003

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

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Ante la sentencia del Tribunal Supremo quedecide por unanimidad ilegalizar la coali-ción Batasuna y su diferentes denominacio-

nes electorales por incumplimiento de la Ley dePartidos Políticos, la Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria quiere dar a conocer susimpresiones ante una resolución tan importante:

1) Toda sentencia judicial nos merece respeto por-que creemos en las reglas del sistema democráti-co y en las instituciones que de él emanan. Esterespeto no impide entrar a valorarla y aportar pun-tos de vista diversos.

2) Queremos subrayar la enorme gravedad quesupone la ilegalización de un partido o coaliciónpolítica por su importancia en el sistema políticodemocrático.

3) Esto no resta gravedad al hecho de que un par-tido político participe o colabore con una organi-zación terrorista, por lo que si así ha sido, ya cuan-do se suscitó desde el Gobierno español la necesi -dad de reformar la Ley de Partidos Políticos, nues-tra postura fue que debíamos valernos fundamen-talmente de la vía penal como suficiente paraencausar a quien pudiera delinquir dentro de eseámbito, y dudábamos de la necesidad de reformar

una Ley, que además no concitó ni siquiera el con-senso de la Ley que sustituía, para tratar dedemostrar la comisión de esos delitos con mayorceleridad. Si esa ley nos generaba dudas, su apli-cación no está exenta de ellas, por lo que desea-mos se den a conocer cuanto antes las pruebasque han permitido acreditar, en aplicación de laLey de Partidos, esta ilegalización. No las sospe-chas de complicidades entre el mundo de Batasu-na y el de ETA, sino las pruebas jurídicamente váli-das que puedan justificar la ilegalización de unpartido político.

4) Llamamos a la ciudadanía y, en especial a laclase política, para que, sea cuál sea la valoraciónque le merezca esta sentencia, la exprese con sere-nidad, racionalidad argumentada y no desde lavisceralidad. Así pues, instamos a la clase política aque, desde estas diferencias -legítimas y enrique-cedoras-, no se produzca el sistemático descréditodel adversario político, acusándole de mantenerposturas no democráticas o de no querer el fin deETA por promover estas medidas o por rechazar-las, según fuera el caso.

5) Queremos insistir en que lo que se debe juzgary castigar es sólo la colaboración con organizacio-nes terroristas y no ideas o proyectos políticos quese expresen democráticamente y sean respetuososcon los Derechos Humanos.

7) Convendría recalcar que queremos seguir cre-yendo en la Justicia con mayúsculas, que investigay juzga con independencia absoluta. Lamenta-blemente estamos asistiendo a la escenificación deun poder judicial que en diversas ocasiones haefectuado manifestaciones que, en nuestra opi-nión, oscurecen su imparcialidad.

8) Nos parece preocupante que en la búsquedade una supuesta mayor eficacia antiterrorista sepueda llegar a limitar principios de democracia yde respeto a los derechos humanos. q

Ante la ilegalizaciónde Batasuna

Nota de prensa hecha publica el

19 de marzo de 2003

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

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Hedabideei deialdia egin diegu Bakearenaldeko Koordinakundeak- Gesto por laPazek jazarpen indarkeriaren kontrako sen-

sibilizazio kanpaina bati ekingo diolako berehala.

Dakizuen bezala, 2000 urtearen erdiaz geroztikgure Koordinakundeak indarkeria mota hau gai-tzesteko eta pairatzen dutenenganako elkartasunekitaldiak eta hausnarketak uztartu ditu. Urte har-tako uztailean hain zuzen, "Bakearen aldeko Koor-dinakundea jazarpen indarkeriaren aurrean" doku-mentua kaleratu genuen eta harrez gero hainbattokitan elkartasun ekitaldiak burutu ditugu: Agu-rain, Amurrio, Andoain, Bilbao, Deustuko Uniber-tsitatean, Donostia, Durango, EHU, Ermua, Deus-tua, Gasteiz, Getxo, Iruñea, Kortezubi (Omakobasoan), Lazkao, Langraitz-Oka, Ordizia, Portuga-lete, Santurtzi, Sopelana eta Zarautzen.

ETAren ingurukoek diharduten jazarpen indarke-riaren ondorio lazgarriak, tamalez, ondo asko eza-gutzen dituzte bai zuzen-zuzenean jasaten dituz-tenek, bai euren senide eta hurbilekoek eta, nolaez, gizarteak berak. Etengabeko mehatxupean bizidiren pertsonen kopurua gutxitu barik, areagotuegin da: poliziak, enpresariak, polikariak, espetxee-

tako funtzionarioak, kazetariak, epaile zein fiskalak,unibertsitateko irakasleak, edota oro har, pentsa-molde zehatz bat adierazten duen oro.

Geure inguruko 42.000 pertsona baino gehiagomehatxupean bizitzearen presio eta beldurra aridira jasaten. Erasopean, nola edo halako jazarpe-na eta estortsioa ari dira pairatzen. Hauez gain,Euskadi eta Nafarroan hainbat eta hainbat pertso-nak euren etxea eta bizimodua bertan behera utzieta alde egin behar izan dute, ETAk mehatxatuta-ko alderdien ingurumarian hedatutako beldurrez-ko kanpaina dela-eta. Honelako oinazea sufrituduten askotxok, euren senitartekoak ez kezkatzea-rren edo, ez dute ezer ere agertzen, mina barru-barrutik eta bakardadean daramatela.

Batzuetan, alabaina, jendearen laidozko esanakentzuten ditugu, esate baterako "eurek nahi dute-lako daude horrela", edo "zer dela-eta sartu zirenpolitikan?" edo "alda dezatela lana"...Agian, nahigabe, ditxosozko erasoak ari dira justifikatzen. Ezdago inolako arrazoirik zuzentza banatu, egunero-koaz informatu, gure botoari esker aukeratutakopolitikaria izateagatik, eta abarrengatik, erasoedota jazarrita egoteko, inolakorik ez. Gure taldebakezale honetatik, erruz aldarrikatu dugu bizitze-ko eskubidea eta, oraingo honetan, adierazpenaskatasuna ere babestu nahi eta behar dugu,banaka batzuek askoren aukera libreak isilarazinahi dituztelako. Gainera, beldurra dela bide, isil-du eta euren iritziak ezkutatu egiten dituztenak erebadaude.

Herri-hiritarrok ezin dugu lozorroan geratu hone-lako jazarpen indarkeriaren aurrean, pert s o n abaten hilketa bezain larria ez den egoeraren aurre-an gauden arren. Haiei guztiei egin nahi diegudei, mehatxatutako pertsona, auzokide edo taldezehatz hauek pairatzen duten egoera latz honetazjabetu daitezen, hala nola elkartasun bideak jorra-

Campaña de sensibilización contrala violencia de persecución

Si te amenazan, nos agreden.

Mehatxua zuri, erasoa guri

Rueda de prensa hecha realizada el

11 de abril de 2003

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

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tu ditzagun, askatasuna murriztua duenare n adefendatuz guztion askatasuna lortuko baitugu.

Hau guztia dela eta, norbanako guztiongana hel-tzeko asmotan, sensibilizaziorako kanpaina batiekingo diogu. Jazarpen indarkeria honek dakar-tzan ondorio larriez ohartarazten duen dokumen-tu bat kaleratu eta hedatu nahi dugu. Berton, Eus-kadin eta Nafarroan 42.000 (berrogeitabi mila)pertsona baino gehiago mehatxupean bizi direlaagertzen dugu, hala nola indarkeria eragiten dute-nek gizarteari berari jasanarazten dioten oldarra.Mehatxatutakoen egoera zehatzak ere azaltzenditugu, eta azkenik, denoi egindako deia, geldike-ria apurtu eta elkartasun bidean abia gaitezen.

Bihar, larunbata, Bilbao, Gasteiz, Donostia eta Iru-ñeko kaleetan 25 bat mahai jarriko ditugu doku-mentu honen 40.000 (berrogei mila) banatzeko.Gure asmoa etxe guztietara helaraztea da, ahalbalitz udal eta bestelako erakundeen laguntzabaliatuz eta, jakina, Gestoren ahalegin sendoarenbitartez.

Bestetik ere, irratietan iragarki bat emango dute.Bertan, urrats batzuen bidez jazarpena adierazinahi dugu. Segituan abots batek zera dio: JAZAR-

PEN INDARKERIARI EZ, eta honen ondoren elkar-tasuna dator, Nabucoren koroak direla medio.Azkenik, gure leloa: Mehatxua zuri, erasoa guri.Laster batean airean egongo dira iragarkiok.Amaitzeko, igandean, apirilak 13, egunkarietanere iragarkiak jarriko ditugu.

Gizarte honetako kide guztiok ikutzen gaitu bat-zuek jasaten duten jazarpen indarkeria horrek.Izan ere,

1. Euren askatasuna babestea gu guztion askata-suna bermatzea delako.2. Euren ogibideen duintasuna indartzeak, gizarteosoaren ogibideen duintasuna sendotzea dakarre-lako.3. Aukera eta ideia desberdinei sostengua ema-teak gure gizartearen aniztasuna sendotzen baitu.

Babesa eta sostengua behar dute. Gutako bakoit-zak lortu behar dugu euren isolatzea eragozteaeta bizikidetza gordetzea.

Erantzun dezagun: hurbil gaitezen eurengana,gure elkartasuna erakutsiz.

MEHATXUA ZURI, ERASOA GURI

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Hemos convocado esta rueda de prensa paracomunicaros que la Coordinadora Gestopor la Paz de Euskal Herria va a iniciar una

campaña de sensibilización de la ciudadanía con-tra la violencia de persecución.

Como sabéis, desde mediados del año 2000,Gesto por la Paz viene compaginando la difusiónde sus reflexiones sobre este tipo de violencia, conactos de denuncia de la misma y de solidaridadhacia las personas afectadas. En el mes de julio de2000 elaboramos el documento "La CoordinadoraGesto por la Paz de Euskal Herria ante la violenciade persecución" y, desde entonces, hemos convo-cado actos en Amurrio, Andoain, Bilbao, Donostia,Durango, Ermua, Getxo, Kortezubi (Bosque deOma), Lazkao, Nanclares de la Oca, Ordizia, Ordu-ña, Pamplona, Portugalete, Salvatierra, Santurce,Sopelana, Universidad de Deusto, UniversidadUPV, Vitoria-Gasteiz y Zarautz.Lamentablemente, son conocidos los efectosdevastadores de la violencia de persecución ejerci-da por el entramado violento de ETA, tanto en laspersonas que la padecen directamente, sus fami-liares y allegados, como en la sociedad en gene-ral. También sabemos que ha aumentado el núme-ro de personas y colectivos que viven bajo unaconstante amenaza: fuerzas de seguridad, empre-sarios, políticos, funcionarios de prisiones, perio-distas, jueces y fiscales, profesores de universi-dad..., y en general quien exprese públicamentedeterminadas ideas.

Más de 42.000 vecinos y vecinas nuestras vivendiariamente bajo la presión de la amenaza y, con-secuentemente, con el miedo que esta provoca.Viven acosados, sufren agresiones, son extorsio-nados, etc. Además, a las personas que sufren laviolencia de persecución directamente, podríamosañadir las familias que han tenido que abandonarsus hogares en el País Vasco y Navarra por lacoacción ejercida contra ellas, las personas indi-rectamente amenazadas por estar en las sedes delos partidos amenazados por ETA o por acudir asus actos públicos, así como aquellas personascuya amenaza no se ha dado a conocer. Algunasvíctimas de esta violencia de persecución decidenguardar silencio para no alarmar a sus seres queri-dos o por otras razones, lo cual significa que noexteriorizan su sufrimiento y que lo viven en sole-dad.En ocasiones, se escuchan comentarios que resul-

tan realmente ofensivos e injustos, como "ellos selo han buscado", "que no se hubieran metido enpolítica", "podrían cambiar de trabajo"... DesdeGesto por la Paz queremos hacer frente a este tipode mensajes porque, aún sin pretenderlo, termi-nan justificando las agresiones de las que sonobjeto jueces, periodistas, políticos, etc.. No existeninguna razón por la que quien se dedica a impar-tir justicia, informar de lo que ocurre, ser nuestrorepresentante político, opinar en un periódico,etc., tenga que vivir acosado, amenazado, contemor. En Gesto por la Paz llevamos muchos añosreivindicando algo tan básico como el derecho a lavida y, en esta ocasión, entendemos que es abso-lutamente necesario reivindicar la libertad deexpresión de las personas a las que la violencia depersecución pretende acallar y el respeto por laopción de cada uno al dedicarse a cualquiera delas profesiones mencionadas que, además, sonbásicas para un sistema democrático y de derecho.Sin olvidar que existen otras muchas personasque, sin estar directamente amenazas, decidencallarse y ocultar sus opiniones por miedo a verseen la misma situación que las anteriores.

La sociedad no puede permanecer impasible antela violencia de persecución, aunque ésta no seatan grave ni tan llamativa como el asesinato deuna persona. Nos parece importante realizar unallamada de atención a la ciudadanía respecto a lasituación que viven estos colectivos, estas perso-nas, estos vecinos nuestros, para activar mecanis-mos de solidaridad y porque consideramos quesólo defendiendo la libertad de quien la tiene coar-tada, podremos alcanzar la libertad de todos.

Por todo ello, desde Gesto por la Paz hemos con-siderado necesario llevar a cabo una campaña desensibilización dirigida a toda la ciudadanía con lapretensión de llegar a todos y cada uno de los queformamos parte de nuestra comunidad. Esta cam-paña consistirá en una amplia difusión de undocumento divulgativo sobre las consecuenciassociales y personales de la violencia de persecu-ción. En él se contabilizan las más de 42.000 per-sonas que viven amenazadas en la ComunidadAutónoma Vasca y Foral Navarra y se describe elacoso que sufre esta sociedad por quienes ejercenla violencia; posteriormente, se describen situacio-nes particulares de personas amenazadas; y, final-mente, se realiza un llamamiento a la ciudadaníapara que rompa con la pasividad y dé un paso desolidaridad hacia estas personas.

Mañana, sábado, se hará un reparto de este docu-mento mediante mesas informativas en diferenteslugares de Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Donostia y Pam-

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plona. A través de un total de 25 mesas, se distri-buirán los 40.000 ejemplares de la primera edi-ción. La intención de esta organización es llevarloa cada hogar y trataremos de hacerlo con la cola-boración de ayuntamientos y otras instituciones y,por parte de Gesto por la Paz, realizando unimportante esfuerzo humano y económico.

Por otra parte, se va a emitir una cuña en la radioen la que, mediante unos pasos, se escenifica lasensación de persecución. Posteriormente, unavoz dice NO A LA VIOLENCIA DE PERSECUCIÓN,cesan los pasos y comienza la solidaridad simboli-zada por un coro de voces –coros de la ópera deNabuco-. Termina con la muestra del compromisocívico de realizar un gesto de empatía con la per-sona perseguida: Si te amenazan, nos agraden.Esta cuña se emitirá durante este fin de semana ylos días anteriores a alguno de los actos contra laviolencia de persecución que realicemos próxima-mente.

Finalmente, el domingo, 13 de abril, insertaremosunos anuncios en periódicos que trataremos derepetir en torno a algún acto o a algún eventoclave, según nuestra posibilidades. En el anunciose recoge la imagen de la campaña y un pequeñotexto reflexivo que pretende animar a la ciudada-

nía a ofrecer lazos de solidaridad hacia los vecinosamenazados.

Todos y cada uno de los miembros de nuestrasociedad debemos ser conscientes de la situaciónde las víctimas de la violencia de persecución que,de hecho, nos afecta a todas/os porque, insisti-mos:

o La defensa de su libertad es la consolidación denuestra propia libertad. o La reivindicación de respeto para su función den-tro de esta sociedad, será el fortalecimiento de laspropias estructuras y normas de funcionamientode una sociedad más libre.o El apoyo a la aceptación de la diversidad deideas y opciones, implica el fortalecimiento de lapluralidad de esta sociedad.

Necesitan apoyo. Cada uno de nosotros y nosotraspodemos ayudar a que la violencia no logre aislar-les y no destruya la convivencia.

Reaccionemos: mostrémosles nuestra cercanía congestos de solidaridad.

SI TE AMENAZAN, NOS AGREDEN. q

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Libertad y convivencia

Artículo publicado en el diario

El Mundo el 5 de mayo de 2003

Jesús M. Herrero ArranzMiembro de la Comisión Permanente de

Gesto por la Paz

Durante los últimos años Gesto por la Paz haexpresado en repetidas ocasiones su granpreocupación por la práctica de la violencia

de persecución por parte de ETA y su entorno.Una amenaza permanente condiciona de formasustancial la vida diaria de un gran número de ciu-dadanos. Por este motivo, su propia libertad y lalibertad de su entorno más cercano está significa-tivamente mermada. Uno de los colectivos quemás ha sufrido esta violencia es el de los represen-tantes municipales, especialmente aquellos quedefienden opciones no nacionalistas. Esta circuns-tancia, además del daño que provoca a estas per-sonas y sus familias, también afecta al propio desa-rrollo normalizado de la democracia. Asimismo,Gesto por la Paz ha expresado otra gran preocu-pación, la falta de unidad por parte de los partidospolíticos a la hora de afrontar el grave problemade la violencia terrorista de ETA. Y no sólo no hahabido unidad, sino que estas relaciones se hancaracterizado por la crispación y el desencuentro y

por el serio peligro de que estas actitudes se ins-talen definitivamente en la propia sociedad.

El problema de la violencia terrorista acabarácuando ETA decida abandonar su estrategia debarbarie y de terror. Pero mientras llega ese anhe-lado momento, se debe dar una respuesta unita-ria. En este contexto, Gesto por la Paz ha lanzadorecientemente la Declaración a favor de la libertady la convivencia, que ha contado con el apoyoexpreso de un conjunto plural y significativo depersonas de diferentes ámbitos sociales que siem-pre han estado muy cerca de los planteamientosde Gesto por la Paz.

En esta declaración se agradece, en primer lugar,el esfuerzo y el compromiso de aquellas personasque se ofrecen como candidatas a las próximaselecciones defendiendo las opciones políticas quese encuentran amenazadas y también de aquellaspersonas que se presentan en otras listas que, endeterminados lugares, también se ven sometidas aesta violencia de persecución. Seguro que no hansido decisiones fáciles, ni cómodas ya que tambiénafectan al entorno familiar y más cercano. Esteacto tiene un alto coste, pero gracias al mismo, elejercicio democrático del voto, y por tanto la pro-pia democracia, sigue siendo posible.

Al mismo tiempo que hay que condenar y recha-zar esta violencia de persecución ideológica porparte de ETA y su entorno, se deben llevar a caboiniciativas de solidaridad activa hacia los afecta-dos. Lo más sencillo, y que por tanto debería que-

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dar fuera de cualquier disputa, es que las Institu-ciones proporcionen todas las medidas materialesy de seguridad que sean necesarias. Para ello sedebería atender sus demandas y debería haber undialogo continuo entre todos los partidos políticosy una colaboración fluida entre las Instituciones dela CAV, de Navarra y del Estado, que por desgraciano se da. Esto sería lo más sencillo. Lo más difíciles arropar a estas personas e intentar paliar esasensación de vulnerabilidad que padecen. Estasolidaridad activa pasa por un reconocimientopúblico de esta situación que sufren y por accionescotidianas de acercamiento y de acompañamientoen el día a día. Esos actos y gestos sencillos pue-den ser de gran ayuda. Todos los ciudadanos yciudadanas deben involucrarse en esta tarea, contotal independencia del grado de adhesión que semantenga con las opciones políticas que defien-dan estas personas. Son nuestros vecinos. Es unacuestión de humanidad, no de confrontación i-deológica. Además, quienes forman parte de lospartidos que sufren en menor grado las amenazastienen una especial obligación moral de llevar acabo estas iniciativas de solidaridad.

Por otra parte, en los últimos años, se está insta-lando un clima de continua confrontación ydesencuentro en la vida política. Y ese ambiente seestá trasladando peligrosamente a la sociedad. Seolvida o no se quiere reconocer que el enemigocomún de la democracia es ETA. Ante este graveproblema debe darse una respuesta unitaria detodos los que defiendan los derechos humanos yla democracia. Por este motivo, es necesario quesuenen las alarmas, especialmente para los gober-nantes y dirigentes políticos, y que no se avancemás en ese camino que conduce a la fracturasocial, al abismo, y que puede tener unas conse-cuencias difícilmente reparables, que nadie se atre-ve a aventurar. La confrontación política de los

diferentes proyectos políticos es legítima y necesa-ria, especialmente en un periodo pre e l e c t o r a lcomo éste, pero es urgente que, desde la autocrí-tica, las Instituciones y las fuerzas políticas recons-truyan los consensos básicos, de carácter ético ypolítico, previos a la legítima confrontación parti-dista. Debe darse un acuerdo básico en el planoético y prepolítico.

La sociedad vasca se ha manifestado en repetidasocasiones y en cada contienda electoral como unasociedad tercamente plural. Una y otra vez no sedan sustanciales variaciones entre el apoyo a lasopciones nacionalistas y las no nacionalistas.Ambas colectividades existen. Ante esta realidad,las Instituciones y todos los partidos políticosdeben comprometerse urgentemente en el desa-rrollo de iniciativas integradoras en las que tengacabida toda la ciudadanía con independencia desu sentimiento identitario. Esta diversidad de lasociedad debe ser considerada como un elementoenriquecedor y en ningún caso como un proble-ma que haya que superar. Nadie puede tratar deimponer su ideología. Sólo desde la integración, eldialogo, la heterogeneidad y el consenso es posi-ble vislumbrar un futuro para todos. Y en ese futu-ro no tiene cabida la estrategia terrorista y deimposición de ETA.

Y todo este planteamiento se realiza desde el res-peto escrupuloso a los derechos humanos y al sis-tema democrático, en momentos en que existenserias dudas y preocupaciones por las últimas deci-siones judiciales que afectan a derechos democrá-ticos fundamentales, como los de participación yde expresión. Ante la estrategia terrorista hay queemplear todos los medios legítimos posibles, perono se debería forzar esta legalidad hasta unosextremos que pueden provocar dudas razonablessobre su encaje en el Estado de Derecho. q

D./Dña. con D.N.I. nº

domiciliado/a en c/ C.P.

deseo colaborar con la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herriacon la cantidad de euros.,de forma: anual p semestral p trimestral p mensual pdomiciliación:pppp v pppp v pp v ppppppppp p

Esta aportación me da derecho a la recepción de la revista BAKE y de otros documentos de reflexión deGesto por la Paz. Asimismo, puedo desgravar su 20% en mi declaración de la renta.

Entidad Sucursal D.C. Nº de cuenta

B A R R U T I K

da. Aquí estamos personas de muy diversa ideolo-gía, de izquierdas, de derechas, nacionalistas, nonacionalistas... pero, al margen de nuestras opcio-nes políticas, estamos unidas por una profundaconvicción democrática que necesariamente impli-ca reivindicar con toda firmeza la libertad de losamenazados, porque no concebimos una demo-cracia plena sin la libertad de una gran parte de lasociedad. Su libertad es la nuestra.

A pesar de que la sensación de vulnerabilidad delas personas amenazadas es difícil eliminar, entretodos, ciudadanos de a pie, cargos públicos, res-ponsables políticos, etc. debemos hacer pequeñosgestos que rompan esa sensación de desamparoque les persigue y, así, entre todos, tejer una tupi-da tela que les reconforte de las agresiones de queson objeto.

Todas las personas amenazadas son parte necesa-ria de esta sociedad. Todos y cada uno de los can-didatos amenazados que se presentan a las próxi-mas elecciones son necesarios para mantener vivaesta democracia. Viven perseguidos/as por ETA ysu entorno, que con ello intentan socavar los prin-cipios de la convivencia democrática, aterrorizar-nos y acallarnos a todos y cada uno de nosotros.La respuesta es unánime y clara. La sociedad, conuna sola voz, dice: SÍ a la democracia, SÍ a la con-vivencia plural, SÍ a la vida, SÍ a la paz. SÍ a la liber-tad. Gracias a quienes lo hacen posible.

Bake

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Queremos agradecer públicamente a quie-nes se presentan como candidatos/as enlas próximas elecciones municipales su

esfuerzo y dedicación hacia la sociedad entera.Pero, queremos que este acto sea, sobre todo, unacto de agradecimiento y reconocimiento a quie-nes lo hacen en las listas de los partidos amenaza-dos. Somos conscientes de que su compromisosupone un gran sacrificio personal y, por ello,deseamos trasladarles nuestra solidaridad y apoyo.Que sepan que no están solos.

Queremos desterrar de nuestra sociedad determi-nados comentarios que, aun sin pretenderlo, ter-minan justificando las agresiones de las que sonobjeto todas aquellas personas que sufren la vio-lencia de persecución. En más de una ocasión,ante el acoso a alguno de nuestros concejales,hemos escuchado el "ellos se lo han buscado". No.No podemos permitirlo porque ellos no han bus-cado nada, sino que con mucha generosidad y, enocasiones, poca comprensión, se han ofrecido y seofrecen a representarnos.

Hacemos un llamamiento a la ciudadanía, apelan-do directamente a cada persona, para que seimplique y muestre su cercanía, solidaridad y pro-fundo agradecimiento a quienes de forma tanaltruista a partir del 26 de mayo van a trabajar ennuestros ayuntamientos. No les daremos la espal-

Manifiesto leido en Durango

el 29 de abril de 2003 en el

acto de agradecimiento a las personas

que se presentan candidatas en las

próximas elecciones municipales.

M o v i l i z a c i ó n

GraciasEskerrik Asko

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

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Bake

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H urrengo udal hauteskundeetan hautagaibezala aurkeztuko diren gizon emakumeguztiei gizarte osoari eskainitako ahalegin

eta arduragatik eskerrak eman nahi dizkiegu publi-koki. Hala ere ekintza hau mehatxatutako alder-dien zerrendetan aurkeztuko direnenganako eskeron eta aintzat hartze bihurtu nahi dugu batez ere.Jakin badakigu, beren konpromisoa sakrifizio per-tsonal handia dela, hau dela eta, gure elkartasuneta babesa helarazi nahi dizkiegu. Jakin dezatelaez daudela bakarrik.

Gure gizartetik zenbait esamesa deuseztatu nahidugu, nahi gabe bada ere, jazarpen indarkeriajasaten duten pertsonek sufritzen dituzten erasoakjustifikatzen dituztelako. Behin baino gehiagotan,gure zinegotziek jasandako jazarpenaren aurrean,"beraiek bilatu dute" entzun dugu. Ez. Ezin duguhau onartu, beraiek ez dute eta ezer bilatu, aitzitik,eskuzabaltasun handiarekin eta batzutan ulertuakizan gabe, bere burua eskaini dute gu ordezkatze-ko.

H i r i t a rrei eta, zehazki, zuzen-zuzenean hiritarbakoitzari dei egiten diogu, maiatzaren 26tik aurre-ra eta era altruistan gure udaletan lan egingodutenen aurrean inplikatu dadin eta hurbiltasuna,

elkartasuna eta esker ona aurkeztu diezaien. Ezdiegu bizkarra emango. Hemen ideologia ezberdi-netako pertsonak gaude: ezkerrekoak, eskuineko-ak, abertzaleak, ez abertzaleak… baina gure auke-ra politikoak alde batera utziz, uste sendo demo-kratikoak batzen gaitu, eta honek mehatxatuenaskatasuna irmotasunez aldarrikatzea dakar, ezindugulako demokrazia osotzat jo gizart e a re ngehiengoaren askatasunik gabe. Beraien askatasu-na geurea da.

Mehatxatuta egoteagatik pertsona horiek senti-tzen duten kaltea eta ahulezia kentzea zaila denarren, denon artean –herritarren, kargu publikoen,arduradun politikoen... artean- bizi duten babes-gabetasun sentsazio hori hautsiko duten zeinu txi-kiak egin behar ditugu eta, horrela, guztion arte-an, jasaten dituzten erasoek eragindako saminenaringarri izan daitekeen sare trinkoa josi behardugu.

Mehatxatutako pertsona guztiak gizarte honenatal ezinbestekoa dira. Hurrengo hauteskundeetanaurkezten diren hautagai guztiak eta bakoitzabeharrezkoak dira demokrazia hau bizirik manten-tzeko. ETAk eta bere inguruak jazarrita bizi dira, etahauek bizikidetasun demokratikoaren printzipioakurratu nahi dituzte, gu izutzea eta isilaraztea nahidute. Erantzuna aho batekoa eta argia da. Gizar-teak, aho batez dio: BAI demokraziari, BAI bizikide-tasun pluralari, BAI biari, BAI bakeari. BAI askata-sunari. Mila esker posible egiten dutenei. q

M o v i l i z a c i ó n

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Bake

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Pero también encontramos, y os lo digo por propiaexperiencia, solidaridad, afecto, cariño, compren-sión, cercanía, lucha por la paz, por la libertad, porla vida.

Vida. Vivir. Dicen algunos que vivir consiste tam-bién en construir futuros recuerdos: ahora mismo,aquí, junto a todos vosotros, sé que estamos pre-parando uno de esos recuerdos, de los buenosrecuerdos, de esos que merece la pena recordaren el futuro. Un recuerdo que me traerá, que nostraerá en el futuro cierta melancolía y una sensa-ción de cariño, afecto y cercanía que ahora puedocasi palpar.Pero lo que es más importante y no espera al futu-ro: ahora mismo, aquí, junto a todos vosotros esta-mos abriendo un poco más un espacio a la espe-ranza, a la convivencia plural, a la solidaridad acti-va.

Gracias.

Gracias Gesto por la Paz por ese espacio de afec-to, esperanza y solidaridad, y gracias a los miles deciudadanos que secundan con convicción y firme-za todos y cada uno de los actos que Gesto con-voca.Gracias a los que con vuestra firma y vuestroapoyo en este Manifiesto nos permitís visualizartambién ese apoyo social que no os quepa duda,tanto necesitamos.Gracias a todos los que os sentís cercanos, y com-partís el sentir que trata de transmitir el Manifiesto.Vosotros hacéis que muchos de nosotros pense-mos y creamos que Euskadi todavía merece lapena.Vosotros nos impulsáis a continuar trabajando poresa deseada Euskadi de respeto, libertad y convi-vencia en paz.

Gracias a todos. q

Agradecimiento

Amigos, amigas, hoy es un día, un hermosodía para la solidaridad, y cómo deseo yobservo, también para la expresión pública

de sentimientos de re c í p roco agradecimiento,apoyo y afecto.Algo tan humano, tan sencillo, tan necesario, y ala vez tan difícil y tan olvidado en estos tiemposque en este caso, en este momento, no me cabeduda de que a muchos de nosotros nos ayuda areconciliarnos con la condición humana y a aliviaren cierta manera y durante algunos minutos, losefectos de esa otra cara, de ese lado oscuro de lamisma condición humana.Es precisamente ese lado oscuro el que, comovosotros sabéis, nos obliga a muchos a vivir perse-guidos en esta tierra, y el que también os requierey obliga desde la ética a mostrar y expresar esasideas y sentimientos que habéis plasmado tanclara y crudamente en el Manifiesto por la Libertady la Convivencia.Manifiesto que comparto y apoyo, y que creoretrata resumidamente, pero también con fideli-dad la realidad en que vivimos en esta nuestraquerida Euskadi.Intolerancia, amenaza, coacción, asesinatos.....persecución política en definitiva que nos adentraen el mundo de la inseguridad, del miedo, de lafalta de libertad, del desamparo....Junto a todo ello nos encontramos también con ladesunión, la división, con el desacuerdo políticomás intolerable.Así refleja, con acierto, la situación que padece-mos en Euskadi el Manifiesto.

I. DubreuilConcejal del Ayuntamiento de

Ordizia y víctima de un atentado de ETA

Durango 29 de abril de 2003

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Solidaridad activa. Nos comprometemos a fomentar iniciativas desolidaridad activa y de reconocimiento ético ysocial a todas las personas que sufren la violenciade persecución de ETA y su entorno. Las Institu-ciones deben involucrarse en esta tarea y, además,deben facilitar todas las medidas necesarias paragarantizar al máximo la seguridad de estas perso-nas. Todos los ciudadanos y ciudadanas debenarropar a los amenazados en su entorno cotidia-no. Al ya grave problema que sufren, no puedenunir la soledad y el desamparo. Esta es una tareade todos, pero quienes forman parte de los parti-dos que sufren en menor grado las amenazas tie-nen una especial obligación moral de llevar a caboestas iniciativas de solidaridad.

Por la convivencia plural. El clima de crispación y desencuentro que estácaracterizando la relación entre los partidos políti-cos se está trasladando peligrosamente a la socie-dad. Se olvida o no se reconoce que el enemigocomún de la democracia es ETA. Ante esta situa-ción lanzamos un claro mensaje de alarma. Apela-mos a la responsabilidad de todos y en especial delos dirigentes de los partidos políticos para que nose avance más en este camino hacia la fracturasocial, que puede tener unas consecuencias impre-decibles y difícilmente reparables. Es necesario yurgente que, desde la autocrítica, las Institucionesy las fuerzas políticas reconstruyan los consensosbásicos, de carácter ético y político, previos a lalegítima confrontación partidista. Queremos reali-zar una apuesta decidida por la defensa de la plu-ralidad, considerándola un elemento enriquece-dor y no como un problema que haya que supe-rar. Las Instituciones y todos los partidos políticosdeben comprometerse urgentemente en el desa-rrollo de iniciativas integradoras en las que tengacabida toda la ciudadanía con independencia desu sentimiento identitario, ya sean nacionalistas ono nacionalistas.

Declaración en favor de lalibertad y la convivencia

Askatasun eta elkarbizitzaren aldeko adierazpena

El terrorismo de ETA continúa generando unatragedia irreparable en sus víctimas y en todala sociedad. Un gran número de personas

tiene su libertad inaceptablemente mermada porlas amenazas y las coacciones. La gran mayoría dela ciudadanía se opone al uso de la violencia y aesta práctica del terror, pero las respuestas que seestán dando, fundamentalmente desde el ámbitopolítico, se caracterizan por la división y el desen-cuentro. Todo ello provoca una situación de cris-pación muy preocupante, en un grado que no sehabía alcanzado en la reciente historia democráti-ca. Ante esta realidad y desde el rechazo firme aETA, desde la defensa de los derechos humanos ydesde la defensa de la democracia suscribimos lasiguiente declaración:

Agradecimiento. Agradecemos públicamente el esfuerzo y sacrificiopersonal que supone presentarse como candidatoen las próximas elecciones municipales, especial-mente a quienes participan en las listas de los par-tidos políticos amenazados. Hoy en día, ser candi-dato implica un alto coste, tanto para ellos comopara su entorno más cercano. Gracias a estas per-sonas el ejercicio democrático del voto sigue sien-do posible. El escenario político ya está dañadopor esta situación de amenaza, pero si estas opcio-nes políticas no pudieran presentarse en las próxi-mas elecciones, el sistema democrático quedaríagravemente adulterado.

Rueda de prensa celebrada

en abril de 2003

Coordinadora Gesto por laPaz de Euskal Herria

Euskal Herriko BakearenAldeko Koordinakundea

Xabier Aierdi profesor de la UPV; Mercedes Arbaiza, profesora de la UPV; Daniel Arranz, técnico; JosebaArregi, Ex Consejero de Cultura del Gobierno Vasco; Jaime Arrese, periodista; Jesus Astigarraga, profesorde la UPV; Adela Asua, profesora de la UPV; Loli Asua, profesora de la UPV; Bernardo Atxaga, escritor;Kepa Aulestia, analista político; Antton Basagoiti, sacerdote; Javier Beramendi, abogado; Garbiñe Biurrun,magistrada; Fernando Campo, abogado; Josu Cepeda, periodista; Carlos Coello, abogado; Javier Cor-cuera, profesor de la UPV; Jose Angel Cuerda, ex alcalde de Vitoria-Gasteiz; Joantxo Dominguez, eco-paci-fista; Iñaki Dubreuil, concejal de Ordizia; Javier Elzo, profesor de la Universidad de Deusto; Xabier Etxe-barria Zarrabeitia, profesor de la Universidad de Deusto; Xabier Etxeberria Mauleón, profesor de la Uni-versidad de Deusto; Pedro Miguel Etxenike, fisico; Carmen Gallastegi, profesora de la UPV; Carlos Garcíade Andoin, Cristianos en el Socialismo Vasco; Félix García Olano, periodista; Ekaitz Goikoetxea, bertsola-ri; Ana Rosa Gomez Moral, periodista; Carmen Hernandez, viuda de Juan Mª Pedrosa; Gabriel Ibarra, pro-fesor de la UPV; Juan Luis Ibarra, magistrado; Eugenio Ibarzabal; Angel Illarramendi, compositor; GurutzJauregi, profesor de la UPV; Henrike Knörr, miembro de Euskaltzaindia; Kepa Korta, ex alcalde de Ordizia;Ander Landaburu, periodista; Gorka Landaburu, periodista; Maixabel Lasa, Directora Atención a Víctimasdel Gob. Vasco; Andu Lertxundi, escritor; Miren Llona, profesora de enseñanzas medias; Eduardo Madi-na, Juventudes Socialistas; Alfredo Martinez Florez, médico; Ramon Mugica, abogado del estado y pro-fesor de la Universidad de Deusto; Andoni Perez Ayala, profesor de la UPV; Antonio Rivera, vicerrectorCampus Alava; Pello Salaburu, profesor de la UPV; Teo Santos, ertzaina; Carlos Suarez, abogado; AlbertoSurio, periodista; Jaime Tapia, magistrado; Eli Tolaretxipi, escritora; Carlos Trevilla, sindicalista; Angel Toña,profesor de la Universidad de Deusto; Josu Ugarte, Director de Bakeaz; Andoni Unzalu, Fundación Aur-ten Bai; Koldo Unceta, profesor de la UPV; Txema Urkijo, Director de Derechos Humanos. Gob. Vasco;Javier Vitoria, sacerdote; Imanol Zubero, profesor de la UPV; Jose Luis Zubizarreta, analista político.

ETA ren izugarrikeriak biktimak eta gizart e abera jotzen ditu etengabe. Pertsona pilobaten askatasuna baldintzatua dago, meha-

txu eta koakzioak direla medio. Herri-hiritar gehie-nok jazarpenaren eta indarkeriaren aurka egonarren, horri erantzuteko zatiketa eta aurkaritza diranagusi arlo politikoan batik-bat. Honek guztiakdenon arteko ika-mika latzak sortzen ditu, guredemokrazia gaztean inoizkorik latzenak. Egoerahonen aurrean, hala nola ETAri muzinik handienaerakutsiz, bai eta giza-eskubideen eta demokrazia-ren babes tinkoari eutsiz, honako adierazpenaegin nahi dugu:

Eskerrik asko. Hurrengo hauteskundeetan aurkeztuko diren per-tsonen ahalegina eskertu nahi diegu jendaurrean,mehatxatutako alderdien zerrendetan daudeneibereziki. Egun, hautagai izateak arriskuak dakar-tza, bai beraientzat bai euren ingurukoentzat. Per-tsona hauei esker, botoa emate demokratiko horigauzatu daiteke. Mehatxuak direla eta, gure errea-litatea zaurituta dago; baina indar politiko horiekaurkeztu ezinik baleude, gure antolamendu demo-kratikoa guztiz ustelduta geratuko litzateke.

Elkartasun bizia. E TAk darabilen mehatxuzko indarkeria jasatenduten guztienganako elkartasun bizia eta onespen

etikozko ekitaldiak burutzeko konpromisoa hartzendugu. Gure erakundeek ere esku hartu behardute, baita pertsona hauentzako segurtasun neu-rri guztiak abian jarri ere. Herri-hiritar guztiok gurei n g u ruko mehatxatuak babestu behar ditugu,b a k a rdadea eta ahanztura senti ez dezaten.Denon lana da, eta bereziki hain mehatxaturik ezdauden alderdiek halako betekizun morala duteelkartasunezko ekimen hauetan.

Anitza den elkarbizitzaren alde. L i s k a rra eta aurkaritza alderdietan nagusi denoraingo hau, ezin dugu gizartera igaro dadilaonartu. Ahaztuegi dugu, nonbait, demokraziarenguztion etsai bakarra ETA dela. Egoera honenaurrean premiazko mezu bat aireratzen dugu:Guztion eta alderdi politikoetako buruen ardura-pean batik-bat dago pitzadura hori gizartera ezheltzea, ondorio lazgarriak eta konpongaitzak izandaitezkeelako. Ezinbestekoa da, nork bere progra-maren aurretik eta autokritika sakona eginik, era-kundeek eta alderdi politikoek izaera etiko zeinpolitikoa duten adostasunak berreraikitzea. Anizta-sunaren aldeko defentsa tinkoa egin nahi dugu,aberasgarritzat jotzen baitugu, eta ez gainditubeharreko arazotzat. Bateratzaileak eta nork berenaziotasun sentimenduaz haruntzago doazen eki-menak abian jartzeko konpromisoari eutsi behardiote, bai erakundeek bai alderdi politikoek.

B A R R U T I K

Bake

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Adhesiones recibidas hasta la fecha (28 de abril de 2003)

Para adherirse: Tel. 944 163 929- Fax. 944 153 285 - [email protected]

M o v i l i z a c i ó n

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Una de las muestras más evidentes de la faltade normalidad en nuestra vida política ysocial es que haya que estar insistiendo per-

manentemente en cosas obvias; como, por ejem-plo, que nadie debería sentirse amenazado o,incluso, verse obligado a arriesgar la propia vidapara poder representar a los vecinos de su pueblo.Sin embargo, esta es la situación real que se daentre nosotros desde hace ya demasiado tiempocomo la realidad se encarga de recordarnos conmás frecuencia de la que sería deseable. Ante ello,es obligado seguir insistiendo en lo más elemental,en lo más obvio; seguir reivindicando, con másfuerza, si cabe, la obviedad de que si la vida, y enconsecuencia, la libertad de los representantesmunicipales se ve amenazada no existe no yademocracia sino ni siquiera convivencia civilizada.En estas condiciones, el problema fundamentalque tiene planteada hoy en día la sociedad vascaes, ante todo, de carácter prepolítico; entendidaesta afirmación no en el sentido de que dan igualo sobran las distintas opciones políticas, como deforma malintencionada o ignorante (o las doscosas) se nos acusa a veces a quienes sostenemosestas posiciones; sino como la (in)existencia depresupuestos ineludibles en la acción política. Eneste sentido, y paradójicamente, se trataría de lacuestión más radical y profundamente política yaque se refiere a los fundamentos básicos del plu-ralismo y, en definitiva, de la convivencia demo-crática.Es de agradecer que, en medio de las tronantes tri-fulcas con que se nos abruma, alguien, como eneste caso Gesto por la Paz, se haya atrevido, unavez más, a reivindicar lo más elemental, lo obvio, ya llamar la atención sobre lo que, en el sentido yaindicado, puede considerarse "prepolítico". Asaber, que entre nosotros hay personas cuya vidacorre riesgo por el simple hecho de presentarsecomo candidato para representar a sus vecinos enlas listas de las formaciones políticas amenazadaspor ETA. Y que si la democracia se mantiene ennuestro país es precisamente gracias al sacrificiopersonal que supone una actitud como ésta, que

debe merecer el reconocimiento público de todos.Pero no basta con manifestar nuestro agradeci-miento; es preciso, así mismo, como se indica en laDeclaración que comentamos, comprometerse afomentar iniciativas de solidaridad activa con lasvíctimas de la violencia de persecución. No setrata solo de un comportamiento ético, que tam-bién lo es y que nunca estará de más, sino, sobretodo, de un deber cívico, de carácter prepolítico, sise nos permite recurrir a la expresión una vez más,que contribuye a sentar las bases de la paz civil yde la convivencia civilizada.Hay, por último, una cuestión, no menos obviaque las ya señaladas y estrechamente vinculada aellas, como es la necesidad de reconstruir lo queen el texto de la Declaración se caracteriza como"consensos básicos, de carácter ético y político,previos a la legítima confrontación partidaria".Consensos básicos inexistentes desde hace yademasiado tiempo y que, conviene recordarlo unavez más, no pueden ser entendidos en el sentidode que todos tengamos que adherirnos a un pro-yecto político determinado, sea el que sea, sinoque todos podamos defender cualquier proyectopolítico en paz y en libertad. Es decir, un consensosobre el marco de la convivencia plural y en el quela pluralidad no sea un problema a superar sino unvalor a defender.Desde esta pluralidad, que necesariamente implicala legítima confrontación partidaria, sobre todo enun periodo electoral como el presente, hay quehacer también una llamada de atención para queentre todos, con especial mención a los partidospolíticos como principales agentes del pluralismo,evitemos la peligrosa deriva hacia la fracturasocial. Por el contrario, es preciso abrir una diná-mica basada en el desarrollo de iniciativas integra-doras capaces de generar espacios comunes deencuentro entre nacionalistas y no nacionalistas.Reconocer la deuda con quienes, a pesar del ries-go, integran las listas de candidatos municipalesamenazados, solidarizarse activamente con las víc-timas de la violencia de persecución, asumir elvalor del pluralismo, son cosas elementales,obvias, en una sociedad democrática. El hecho deque haya que reivindicarlas es muy ilustrativo de lasituación en que nos encontramos; pero hay quehacerlo constantemente, también en época elec-toral, porque de ello depende algo más importan-te que los propios resultados electorales, como esla normalización de una convivencia plural, en pazy en libertad. q

Reivindicar lo obvioAndoni Pérez Ayala, Garbiñe Biu-

rrun, Javier Vitoria, Pello Salaburu,Juan Luis Ibarra y Carlos Trevilla

Firmantes de la Declaración en favor dela libertad y la convivencia

B A R R U T I K R e c o rd a t o r i o

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Es la lápida de Domingo Durán Díez.

Domingo descansa en un paraje casi idílicode un pequeño pueblo cántabro, junto alas marismas de Santoña.

Muy atrás ha quedado el fatídico 13 de enero de1995, donde 5 asesinos de ETA, decidieron acabarcon la vida de Rafael Leyva y Domingo Durán.Rafael Leyva murió en el acto y a Domingo le con-denaron a la peor de las torturas posibles, unamuerte lenta, dolorosa y cruel que ha durado masde ocho años.Aún recuerdo los días siguientes al atentado, cuan-do se debatía entre la vida y la muerte en la UCIdel hospital de Bilbao. Fui hasta allí, y observé enla distancia el sufrimiento de sus familiares y ami-gos. Me faltó valor para acercarme y expresar a sufamilia que sentía mucho lo ocurrido, y ofrecerlesapoyo o ayuda. Es ese valor que a veces falla enlos momentos que más necesitas, y luego pesa ypesa en la conciencia.

Domingo era del mismo pueblo natal que mimadre, un pequeño pero acogedor pueblo extre-meño, que veía marchar a sus hijos en los años 60y 70 en busca de un futuro y el porvenir que allíno podían encontrar. Poco podía esperar Domin-go el cruel destino que le esperaba, a causa de lasin razón, el odio y la perversidad de una bandaterrorista sangrienta y sin escrúpulos.Inmóvil, sin sensibilidad y sin voz (tuvieron quepracticarle una traqueotomía), ha pasado todosestos años, sufriendo en silencio, con todas susfacultades mentales, junto a Manoli su esposa y suhija Tamara, a la que unos asesinos robaron suinfancia a golpe de pistola.De esta forma, pasé página del suceso, hasta queun buen día llegó a mis manos un artículo deperiódico escrito por Carmen Torres Ripa. El artícu-lo pasaba de mano en mano entre amigos deGesto en Durango. En el artículo, lleno de sensibi-lidad y ternura, la autora relataba la trágica viven-cia de Domingo, y un hecho insólito y tierno queacontecía cada año en la casa donde residía.Estos últimos años, en enero, y coincidiendo conel aniversario del atentado sobre Domingo y Rafa-el, se reunían en esta casa una treintena de vícti-mas del terrorismo, junto al cuerpo inmóvil deDomingo, para celebrar una misa entrañable.La sábana que cubrió su cuerpo destrozado en elatentado, era usada como mantel del ara para laceremonia. Isaac Díaz celebraba la eucaristía.Todos estos amigos de Domingo le acompañabanen su dolor.Era un punto de encuentro, donde viudas, poli-cías, ertzainas, periodistas, políticos……, rezan,reflexionan, lloran, y encuentran en esta casa lapaz, serenidad, amistad y la ternura que necesitanen sus vidas.Es algo de unos pocos, sin televisión, radio o pren-sa que pueda mover intereses o tergiversar lascosas. Solo AMOR y PAZ en torno a la persona de Domin-

Una paloma en vuelo, incrustadaen un corazón inmenso. Junto aesto una preciosa frase "Los queen vida te amaron, en la muerteno te olvidan".

Barse Medina Miembro de Gesto por la Paz en Durango

Domingo Durán Díez

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8 de febrero de 2003

JOSEBA PAGAZARTUNDUA RUIZPolicía Municipal asesinado a tiros por un miembro de ETA en un bar de Andoain

7 de marzo de 2003

DOMINGO DURAN DÍEZPolicía Nacional sobre el que ETA atentó el 13 de enero de 1995 en Bilbao. Muere

ocho años más tarde fruto de las graves lesiones causadas

30 de marzo de 2003

BONIFACIO MARTÍN HERNANDOJULIÁN ENVIT LUNA

Policías nacionales asesinados por ETA con una bomba lapa en Sangüesa

go.Deseaba acercarme hasta allí este año con el fin desumarme al pequeño grupo, pero motivos labora-les me lo impidieron, y de esta forma perdí la opor-tunidad de conocer a Domingo.Al enterarme de su fallecimiento, tuve la necesidadde ir hasta aquella preciosa casa, y como no podíaser de otra forma, Manoli me recibió con los bra-zos abiertos.Era como si nos conociésemos de toda la vida.Manoli es una mujer con una fortaleza impresio-nante, encantadora y llena de vida. Le ha tocadopasar años muy muy duros, con una dedicaciónplena de 24h. al día, robando incluso, el tiempoque su pequeña Tamara necesitaba.Tamara no pudo sentir la cercanía de sus padresen el colegio, en sus actividades y en sus fiestas,como las demás compañeras.Tuvo que padecer en un instante la dureza de estavida, cuando contaba sólo con siete añitos.En todos estos años, Manoli, se ha encargado dellenar de luz esta casa, para que a su marido no lefaltase de nada, y no quebrara su ilusión de vivir.Años duros y difíciles, que no pasaron en baldetampoco para sus seres queridos.Con los ojos humedecidos y enormemente satisfe-cha, me contó cómo logró que nunca se olvidasende Domingo.

La satisfacción que sintió Domingo, cuando lehicieron entrega personalmente de la cruz de orodel Reconocimiento Civil, o cuando el propio Flo-rentino Pérez, presidente del Real Madrid, le otor-gó la insignia de oro del club de fútbol en su pro-pia casa.En Villa Tamara, todos se han preocupado duran-te estos años de hacerle la vida lo más agradableposible y estoy convencido que lo han consegui-do. Villa Tamara es una casa con las puertas abier-tas a toda persona con corazón y sensibilidad.

Amigos de Gesto, queda mucho trabajo por delan-te, un trabajo duro, preferiblemente soterrado,que permita construir unos cimientos sólidos, ypoder esquivar tantas y tantas agresiones e injusti-cia que estamos padeciendo.No podemos permitir el olvido y la ignorancia detodas estas personas que han sufrido la barbarieterrorista. Tenemos que estar con ellos y que sientan nuestracercanía.

"Los que en vida te amaron, en la muerte no teolvidan".

Nosotros tampoco te olvidaremos "Descanse en paz" Domingo Durán Díez. q

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B A R R U T I K N U M E R O 50P re m i o s

Buenas tardes:

Dicen que quien se hace preguntas ha detrabajar para responderlas. Las injusticiasson fuentes inagotables de preguntas. La

opresión y la desigualdad padecida por las muje-res es la injusticia más sostenida a lo largo deltiempo y del espacio universales y, sin embargo, labúsqueda de sus respuestas constituye una formatorrencial de articular la esperanza.

El inicio de una profunda transformación en las

sociedades modernas debido al trabajo desplega-do por las mujeres trasciende su propio ámbito deactuación y puede erigirse, sin ningún complejo,en modelo integral de lo que es posible cambiarpor vías no-violentas. No hay ejemplo más osten-sible de una lucha pacífica exitosa que aquella queestamos protagonizando millones de mujeres enel lugar y la época que nos ha tocado vivir. Ade-más, nuestra experiencia no sólo da respuestas alos problemas que nos conciernen directamente,sino que, a su vez, consigue configurar una nuevaconcepción del mundo, donde también los hom-bres adquieren un sentido más humano que elque ellos mismos han acertado a concederse a lolargo de la historia.

Por último, deseo expresar mi gratitud a quienesme han otorgado este premio y corresponder aeste reconocimiento con la prolongación de micompromiso para seguir buscando respuestas a laspreguntas que me suscitan todas las injusticias.

Muchas gracias. q

Premio Emakunde 2002

Recepción del Premio Emakunde 2002

Vitoria-Gasteiz, 26 de febrero de 2003

Ana Rosa Gómez MoralPeriodísta y miembro de Gesto por la Paz

Bake

N U M E R O 50R E S E Ñ A S

Ha yo r oen la

m e m o r i a ,p e ro hayque sabere n c o n t r a r-lo. Cuandoel resto yah a b í a m o sa b a n d o n a-do a lasm u j e r e smuy mayores como si fueran yaci-mientos agotados de vida, la histo-riadora Miren Llona se afanaba enseguir buscando entre sus relatosese filón de memoria pura que,ahora, forma parte sustancial de sutesis "Entre señorita y garçonne",merecedor del premio Victoria Kentque otorga la Universidad de Mála-ga y que se ha encargado de supublicación. La originalidad de estetrabajo radica en haber sabidoextraer, de la veta historiográficaque constituyen las existencias másantiguas aún vivas, las pepitas deo ro necesarias para ilustrar lareconstrucción de uno de los perio-dos más recientes de la historia, elde las mujeres bilbaínas de clasemedia durante las décadas que vande 1919 a 1939.El libro supera el fin para el que fueconcebido y ofrece un fresco vivode la sociedad de aquella época yde los valores que la regían, al quecontribuye poderosamente elmanejo de otras fuentes historio-gráficas más clásicas, sobre todo, laprensa periódica y la literatura deaquellos años. Gracias al deliciosoensamblaje entre las palabras senci-llas de las más ancianas del lugar yla interpretación penetrante de sussignificados que hace Miren Llona,podemos volver a pasear con"guantes y sombrero" por la GranVía de Bilbao, pero esta vez no paramostrar nuestro pudor y re c a t oante los posibles pre t e n d i e n t e s ,sino como un acto de libertad quedebemos, en su justa medida, aesas primeras búsquedas de realiza-ción personal más allá del ámbitodoméstico. Monjas, maestras y enfermeras fue-ron las primeras señoritas de clasemedia aceptadas fuera de las cua-

tro paredes del hogar, a las quesiguieron las secretarias y las prime-ras universitarias. Además, todasaquellas mujeres, siguieran sujetasa la esfera de la casa o no, tambiénp u d i e ron encontrar un re s q u i c i opara la acción política y social en lasfilas del nacionalismo vasco y en lasorganizaciones asistenciales católi-cas. Sin embargo, tan interesantecomo constatar los obstáculos quelas mujeres iban salvando paracolarse por las rendijas que les per-mitirían vivir el mundo allende elhogar es ver cómo el sistemapatriarcal se veía obligado a redefi-nir, con su clásico modo de natura-lizar los valores culturales de crea-ción humana, aquellos cambiosincipientes.De esta manera, el trabajo de lasmaestras y enfermeras, junto al delas monjas y al de la "madre social"católica y conservadora, era consi-derado una prolongación de lasatribuciones supuestamente natu-rales de la feminidad. En contra dela idea de que "la mujer tiene desti -no propio", ya expresada por EmiliaPardo Bazán a finales del siglo XIX,se seguía considerando a las muje-res no como personas con un fin ensí mismas, sino como "medios" parala educación, el bienestar y la felici-dad de los demás. Asimismo, aun-que el nacionalismo incorporó altrabajo de construcción nacionalprerrogativas de la feminidad comoel sentimiento, el corazón y la emo-ción, siempre trató de interpretar laacción política de las mujeres asimi-lándola a la figura simbólica de lamadre. Por su parte, las secretarias,con su pericia en el manejo de lamáquina de escribir, un invento dela época que era visto como unhíbrido entre el piano y la máquinade coser, se convirtieron en el pro-totipo de la nueva mujer emancipa-da, pero su pecado, haber ocupa-do un espacio tradicionalmentemasculino, mereció la penitencia de

quedar relegadas a la base de lapirámide del trabajo en la oficina,ya que la redistribución de la manode obra se hizo en función del sexo:el trabajo mecánico para ellas y eladministrativo o intelectual paraellos. Por último, las escasas muje-res que lograron el acceso a estu-dios superiores tuvieron que hacerdos carreras paralelas en un entor-no muy hostil: la universitaria y lade la demostración permanente desu valía personal, todo ello paraque, al final y como mucho, lesfuera reconocida una capacidadintelectual debida a su constante ylaborioso trabajo, pero no a sugenialidad, ya que ésta se conside-raba privativa de la "naturaleza"masculina. Como si la idea de Lampedusa atra-vesase los significados de sus vidas,parece que los pequeños cambiospropiciados por estas mujeres eranlos necesarios para que todo siguie-ra igual, tanto en la adjudicaciónde las actividades como en su dese-quilibrada valoración económica ysocial. Sin embargo, tal vez los cam-bios sustentadores del status quo alos que se refería Lampedusa sólorezasen para los acometidos poruna generación, y tal vez los cam-bios acumulados por varias genera-ciones de mujeres hayan supuestouna transformación real y drásticade la sociedad. Al menos, así lo per-cibe una de estas mujeres que nosólo nos ha regalado el oro de sumemoria, sino también el fluir deuna larga y lúcida existencia: "Nohabía ese porvenir que ahoratenéis. Hay muchas cosas quehacer en la juventud. Todas las chi-cas tenéis muchos planes. Entoncesno teníamos planes. O nos casába-mos o nos quedábamos solteras onos íbamos a un convento. Nohabía este florecer. Todas tenéis unporvenir lleno de proyectos". q

Ana Rosa Gómez Moral

"Entre señorita y garçonne. Historia oral de las mujers bil-baínas de clase media (1919-1939)"Miren Llona Editorial: Atenea, Servicio de Publicaciones de la Universi-dad de Málaga, 2003.

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En torno a las campañas demovilización contra los secues-tros de Aldaia y Ortega Lara,

surgieron grupos e distintos puntosde España con objeto de ofrecer uncauce de movilización a la ciudada-nía. La mayoría de ellos desapare-cieron, salvo algunos como Canta-bria por la Paz que sigue con elempeño de crear una sociedad másjusta a través de la no violencia.El 13 de diciembre pasado, esta

Alo largo de 300 páginas, Flo-rencio Domínguez re c o rrelas causas y efectos del

miedo engendrado por el terroris-mo etarra en la sociedad vasca. Así,comienza destacando cómo, ade-más de por la extrema crueldad dela organización terrorista, el climade miedo se ha generalizado desdeel principio gracias a la actuaciónde una amplia red civil afín a losterroristas dedicado a extender ymultiplicar la amenaza, para acabarasí con cualquier resistencia. Exami-na el autor la "espiral del silencio"que se produce en los primerosaños de terrorismo al expresar laminoría violenta su apoyo al terro-rismo y callar por miedo la mayoríaque disiente, de forma que se

extendía una sensación de compla-cencia generalizada con el terroris-mo que alimentaba a su vez elmiedo y con ello, el silencio. A lo largo del libro, Flore n c i oDomínguez analiza el acoso yextensión del terror por parte ETAhacia los diferentes colectivos socia-les, deteniéndose en historias per-sonales concretas. Y examina cómoen los últimos años, al miedo a ETAse ha unido la desconfianza hacialas instituciones vascas. Consideraque al separarse el nacionalismoinstitucional del Paco de AjuriaEnea y acercarse a ETA en 1998uniendo objetivos a través delPacto de Lizarra, se ha retrocedidoen la deslegitimación de ETA y seha desamparado a las víctimas al

efectuar gestos de solidaridad hacialos victimarios, sintiéndose aquéllasabandonadas y despreciadas. Yseñala el autor cómo para reducir elmiedo y falta de libertades es nece-saria una actuación clara de las ins-tituciones en cuanto a la condena yrepresión efectiva del terrorismo. Finaliza Florencio Domínguez refle-xionando sobre la quiebra social delos últimos años. Y afirma que éstaha de superarse volviendo a losvalores básicos comunes, una vezanalizado lo ocurrido y corregidoslos errores pasados, renunciándosea la realización de políticas identita-rias para recuperar la convivenciasocial. q

Begoña Angulo

organización pacifista organizó unamesa redonda en la que participa-ron Gorka Landaburu, Manuel Diosy Javier Sadaba.Gorka Landaburu fue el testimoniode quien ha conocido el exilio en suniñez y de quien se ha comprome-tido activamente con la consecu-ción de la paz y la libertad en Eus-kadi. A partir del 15 de mayo de2001, ETA le convirtió en una desus víctimas. Una interesante llama-da de atención sobre lo que ocurreen esta tierra.La intervención de Manuel Dios,para cualquier persona de Gestopor la Paz, resulta cercana puestoque en una primera parte describeel trabajo que realiza el SeminarioGallego de Educación para la Pazque es similar al que realiza la comi-sión de Educar para la Paz de Gestopor la Paz. Además, hace unas inte-resantes reflexiones sobre lo quesupone una educación para la pazque, quizás, se debieran recoger eno t ro número de Bake Hitzak.Manuel Dios terminó su interven-ción con la lectura de un cuento

titulado “¿Dónde está Tanta?”, escri-to el día de la liberación de Aldaiapor Susana Harillo y que se repro-duce en este mismo numero deBake Hitzak.Javier Sádaba hace unas intere-santes reflexiones. Distingue entreel pacifismo racional –que puedellegar a justificar en determinadoscasos el uso de la fuerza para elimi-nar la violecia- y el pacifismo abso-luto o religioso -al que no concedeningún tipo de viabilidad-. Afirmaque reconocer la agresividad del serhumano no lleva necesariamente aconstruir un mundo violento. Con-sidera que la violencia es "hipertro-fia cultural", que el la incapacidadpara dar salida a nuestros instintosagresivos. Defiende que, desde elpunto de vista de la filosofía moral,luchar contra la acumulación desufrimiento y el dolor es un de lastareas prioritarias. Termina con unacita de Bertolt Brech: "el día en quelos hombres dejemos de desfilar,nuestros sueños se harán realidad". q

Isabel Urkijo

Conferencia: Educar para la paz y la no violenciaCantabria por la Paz. Santander, 13 de diciembre de 2002

"Las raíces del miedo. Euskadi, una sociedad atemorizada"Florencio Domínguez IribarrenEdit. Aguilar. Madrid, 2003