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PALABRAS DE EDUARDO GALEANO

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PALABRAS DE EDUARDO GALEANO EN LA ENTREGA

DE LA CONDECORACIN SIMON RODRIGUEZ

Este 11 de Septiembre, en el marco de la conmemoracin de los 40 aos del Golpe de Estado en Chile, fue condecorado por el Presidente Nicols Maduro el intelectual uruguayo Eduardo Galeano, le fue conferida la Orden Simn Rodrguez, y una condecoracin del Consejo de Cultura de los pases del Alba. A continuacin brindamos a nuestros lectores las palabras pronunciadas por el autor de Las Venas Abiertas de Amrica Latina:

Es un inmenso honor para mi recibir esta condecoracin que lleva el nombre de Simn Rodrguez, que fue llamado el loco, lo conocan como el loco Rodrguez, en la primera mitad del siglo XIX, porque este loco fue capaz de hacer la primera revolucin educativa de Amrica latina, que est todava a medio hacer, pero l fue el profeta y el que la puso en prctica durante los aos que vivi. Despus pas casi medio siglo, ms de 50 aos a lomo de mula recorriendo las costas del pacfico y las montaas andinas, fundando escuelas en todas partes, donde se realizaba ese ideal educativo, que es tambin nuestro ideal educativo de estos das que estamos viviendo tan intensamente aqu y en toda Amrica latina por qu? Porque Simn Rodrguez haba luchado, era un hombre muy valiente, y a lomo de mula andaba recorriendo pueblo por pueblo y ciudad por ciudad, siempre con su proyecto de las escuelas nuevas, de las escuelas revolucionarias, y a los que mandaban, a los que mandaban el loco Simn les deca:copiones! ustedes que copian todo, todo lo que viene de estados unidos y de Europa, por qu no le copian los ms importante que es la originalidad.Eso deca el loco Rodrguez, y por eso lo llamaban loco, justamente, porque l propona una escuela nueva jams vista en estas tierras, sobre la base de lo siguiente, voy a decirlo textualmente, tal como l lo escribi, era el consejo a los educadores:enseen a los nios a ser preguntones, para que pidiendo el por qu de lo que se les manda a hacer, se acostumbren a obedecer a la razn, no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estpidos. En las escuelas deben estudiar juntos los nios y las nias, primero porque as desde nios los hombres aprenden a respetar a las mujeres, y segundo, porque las mujeres aprenden a no tener miedo a los hombres.

Fjense, todo esto formulado a viva voz all por el ao 1830, 1835, en tierras que no estaban acostumbradas a escuchar semejantes locuras, por eso el loco era llamado el loco, porque para colmo de males en sus escuelas predic y practic la enseanza manual simultneamente con la enseanza intelectual, acab con un divorcio heredado de la poca colonial que nos ense a despreciar la mano humana. En los documentos monrquicos, espaoles, se hablaba de los oficios viles, eran los oficios manuales: carpintera, albailera, agricultura, eran oficios viles y se denunciaba a quien practicara un oficio vil, porque en el acto perda el derecho de hidalgua y en lo sucesivo no poda llamarse noble. Y contra eso, Don Simn Rodrguez, en sus escuelitas modestas, enseaba que los varones deben aprender los tres oficios principales: albailera, carpintera y herrera, porque con tierras, maderas y metales, se hacen las cosas ms necesarias. Y deca, este profeta loco, deca:se ha de dar instruccin y oficio a las mujeres, para que no se prostituyan por necesidad, ni hagan del matrimonio una especulacin para asegurar su subsistencia.Y deca tambin:al que no sabe, cualquiera lo engaa, y al que no tiene, cualquiera lo compra. Fjense ustedes qu frase, de hace aos de aos, este hombre a lomo de mula, solito, cada vez ms solo, ms y ms solo por predicar la verdad y por practicarla, y por proponer un maana que no fuera una repeticin del ayer y del hoy, sino un tiempo diferente y libre para todos los habitantes de las americas.

A los 80 aos escribi una frase terrible, pero que no quiero dejar de leer, por mal que les vaya a sonar:yo quise hacer de la tierra un paraso para todos y la hice un infierno para mi. Yo dije: solo, que estaba solo, pero en realidad no del todo solo, y les voy a leer un texto que yo escrib a propsito, del ltimo tiempo de Simn Rodrguez en la tierra, es algo que est fechado en 1853 en el puerto de Paita, un puerto triste de Per, y se llama los tres porque este relato tiene tres protagonistas: uno que es un fantasma, pero vivo, que tambin se llamaba Simn, como Simn Rodrguez (ya se imaginan de quin hablo) y otros dos:

Ya no viste de capitana, ni dispara pistolas, ni monta a caballo, no le caminan las piernas, todo el cuerpo la desborda de gorduras, pero ocupa su silln de invlida como si fuera trono, y pela naranjas y guayabas con las manos ms bellas del mundo.

Rodeada de cntaros de barro, Manuela Senz, reina en la penumbra del portal de su casa.

Ms all se abre entre cerros del color de la muerte, la baha de Paita.

Desterrada en este puerto peruano, Manuela vive de preparar dulces y conservas de frutas, los navos se detienen a comprar y gozan de gran fama en estas costas sus manjares, por una cucharita suspiran los balleneros. Al caer la noche, Manuela se divierte arrojando desperdicios a los generales que fueron desleales a Bolvar, convertidos en perros, Santander, Pez, Crdoba, Lamar y Santa Cruz disputaban los huesos. Y ella encenda su cara de luna, cubra con el abanico su boca sin dientes, y se echaba a reir y rea y rea con todo el cuerpo y los muchos encajes volanderos.

Y el tercero, viva en el pueblo de Amotape, fue el ltimo de sus destinos, y siempre montado en lomo de mula vena a verla, vena a ver a su vieja amiga Manuela Senz, el viejo amigo que le quedaba que era Don Simn Rodrguez.

El andariego Simn Rodrguez se sentaba en una mecedora junto a Manuela, y los dos fumaban, y charlaban y callaban, las personas que ms quiso Bolvar: el maestro y la amante.

Cambiaban de tema si el nombre del hroe se colaba en la conversacin.

Cuando Don Simn se marchaba, Manuela peda que le alcanzaran el cofre de plata, lo abra con esa llave que llevaba escondida en el pecho, y acariciaba las muchas cartas que Bolvar le haba escrito, haba escrito a la que llamaba nica mujer, mujer nica, gastados papeles que todava decan: quiero verte y reverte y tocarte y sentirte y saborearte

Entonces Manuela peda el espejo y se cepillaba largamente el pelo por si l vena a visitarla en sueos.

Muchas Gracias.

Carta de manuela a los colombianos de hoy

Qu buena vaina con los hombres que solo ven virtud en una, si se comporta como ellos! so s!, sin tomarse las licencias que se toman ellos.

Si una aprende a leer y a escribir, si una lee libros trascendentes, si una monta a caballo a horcajadas, si una se vistiese de hsar y aprende a usar las armas de guerrera, si una es valiente al ver de frente el enemigo, si una habla de poltica con propiedad y demuestra ser hbil estratega, si una es guerrera, se entrega al combate, es leal y visionaria en la lucha, todo esto sin dejar de cumplir los deberes de una mujer, entonces estn complacidos y repiten hasta aurrirnos que somos como ellos.

Pero cuando se pone de manifiesto lo que somos, ese delicioso encanto por el que nos hacemos adorar; el hecho simple de que una es una hembra, tiene sus necesidades y estn en la edad de merecer, la mandan a una para el carajo.

Tambin estn los otros, los que estn convencidos de que nuestro sitio es la cocina o comedor o la sala, cuando se trata de hacer los honores de la casa. Que nuestra nica tarea son las labores del hogar. Que si una aprende a leer es solo para seguir el misal los domingos, que los nicos hierros que debe haber en nuestras manos son ollas y sartenes, y las agujas de coserle los calzones.

stos son ms brutos y por ello ms honestos que estos otros caballeros, gentiles hombres, que nos admiran y nos creen virtuosas si logramos hacer las cosas que se suponen slo deben hacer ellos, pero que secretamente aspiran a que seamos eunucas.

Yo fui amante del Libertador Simn Bolvar, no fui la nica, ni puedo asegurar que fui la que l ms quiso, pero ninguna otra lo amo a mi manera. Ador al hombre y vener al genio, quise al filsofo como al general, segu sus pasos en el baile y en la guerra, admir tanto al hroe como al estadista, o atenta todas sus palabras: las de la batalla, las de paz, las del amor.

Brind sus triunfos y me com sus derrotas. Salv dos veces su vida, pero eso no tiene ninguna importancia ante el hecho cierto de haber salvado su gloria.

Dorm con l, muchas lo hicieron!, pero slo yo so su sueo y cuando no fue posible ms, cuando la felona nos tom por asalto y lo oblig a despertar, cuando el admiti que su Repblica no era en este mundo, an all, permanec a su lado y compart su destino.

Bueno! No todo su destino. Despus de morir, abatido por las traiciones y la pobreza, l fue reivindicado, aunque no as su proyecto poltico. Pero hoy se le trata de Libertador y hasta de padre de la Patria. No hay cuidad importante en este continente que no tenga una plaza, una calle, un edificio o una institucin con su nombre. Hay medallas y premios en su honor, es el epnimo de escuelas y universidades. Su biografa se ha escrito decenas de veces, unas para endiosarlo y otras tantas para seguir vilipendindolo.

Sus objetos personales, desde su adorada vajilla de plata hasta sus desgastados pantalones de montar, las camas donde durmi, las sillas en las que se sent, los aguamaniles con los que se lav, todo lo que en vida l toc es hoy objeto de culto, y sin embargo a mi, que fu su posesin ms preciosa, a mi la historia, o mejor dicho, los historiadores, me siguen tratando de puta.

Pero saben qu? No me importa! Acaso me import ser hija del adulterio en el Quito del siglo XVIII? Acaso me import abandonar el convento al que mi padre me envi a estudiar y huir con aquel oficial que despert mi concupiscencia? Acaso me import dejar a mi marido, el pesado James Thorne, por el Libertador Simn Bolvar y hacer pblico que era su amante estando an casada con el otro.

An recuerdo aquella carta que una vez le envi a Thorne, quien no se resignaba a que siendo legalmente su esposa nunca ms viviera con l. Lo mismo les digo ahora a ustedes:Yo no vivo de las preocupaciones sociales inventadas para atormentarse mutuamente.

Si no me import cuando habit entre ustedes, por qu habra de importante ahora que todo est consumado? Para qu querra yo, Manuela Senz!, que ustedes me hicieran un lugar en sus altares patrios?

Mucho me diverta viendo el trabajo que pasan tratando de beatificarme. Siendo yo coronela del Ejrcito Libertador de Colombia y habiendo estado en combate, en la Batalla de Ayacucho, Tendra estatuas ecuestres? Me haran sentar de lado sobre el caballo, como aquellas delicadas cortesanas que en largos y abultados trajes iban de paseo al campo, o me dejaran montar a horcajadas, en pantaln bombacho con cotaina blanca, luciendo aquel dolman rojo con brandenburgos dorados que yo adoraba y que era bastante parecido, por cierto, al que usaba el Libertador?

Estara al mismo nivel que el mariscal Antonio Jos de Sucre, por haber sido ambos los oficiales ms cercanos a Bolvar, sus principales colaboradores en la redaccin de la constitucin de Bolivia bajo la cual buscaba unir definitivamente a las provincias de Venezuela, Bogot, Guayaquil, Quito, Per y Alto Per en la Repblica de Colombia.

Antonio Jos y yo fuimos sus principales incondicionales en el trabajo militar y poltico de crear Colombia en la batalla contra Francisco de Paula Santander y todos los que, finalmente, hicieron periclitar la patria grande, Merecer el honor de estar al lado del Gran Mariscal de Ayacucho?

Me tocara ms bien estar al lado del general Rafael Urdaneta? Fuimos l y yo oficiales que ms perseveramos en el proyecto bolivariano e incluso, apoyados en el descontento popular contra los Santanderistas, intentamos mantener la unidad de Colombia derrocando en Bogot al presidente Joaqun Mosquera, cuando el caos se haba apoderado del pas y el libertador agonizaba en Cartagena.

Ira al lado del general Daniel Florencio OLeary? Yo, antes que l, fui la encargada de ordenar y custodiar el archivo del libertador, incluyendo la correspondencia ms privada con la que viaj por costas, montaas y llanuras de toda Colombia.

No! Ya han tenido suficiente trabajo en cortar y remendar esa historia patria de ustedes para hacer de Bolvar un manojo de virtudes, pero no de las virtudes propias de un hombre que lucha por la libertad y la justicia en medio de grandes adversidades, atrapado en prfidas circunstancias, sino de las virtudes de un santo.

Y no es igual, no lo fue antes ni lo es ahora. Si un hombre lo abandona todo por un ideal y tiene xito, es un hroe. En todo caso, si le va mal se le considerar un romntico soador. Si es una la que lo abandona todo por un ideal, simplemente no le creen, dirn que se va tras el hombre y no tras la idea y la llamarn loca.

Si un hombre no tiene hijos, dirn que no consigui la persona indicada con la que tenerlos, que la vida fue ingrata con l y ser objeto de lstima. Si es una la que no tiene hijos, se le considerar un ser incompleto, incompetente para realizar su principal misin en la vida y tendr que saborear los ms agrios reproches.

Si un hombre ejercita su sexualidad como le plazca y tienen numerosas amantes de su excelencia se dice que tuvo 58- s le considerar un galn de apasionado verbo, la varonil figura cuya solo presencia subyuga a las fminas, la irresistible tentacin que hara pecar a una santa en su hornacina. Si es una la que hace uso de su sexo como le apetezca le llueven las piedras que no lanzaron contra la Magdalena.

El Libertador y yo lo dejamos todo por un ideal, al ir tras l perdimos familia y fortuna, no engendramos hijos, aunque disfrutamos de nuestra sexualidad como quisimos, pero l es hombre y yo, afortunadamente, soy mujer y ustedes an no pueden con eso.

Para ustedes, cuando mucho me estiman, soy la Libertadora del Libertador, deberan saber que l me llam as pocas veces en la vida, a partir de aquel 25 de septiembre de 1828 cuando, por segunda vez, le salv la vida, pero que comnmente como me llamaba erami amable loca.

Yo, que lo am irremisiblemente, siempre me sent orgullosa y feliz de ser su libertadora y su loca, pero ustedes no tienen derecho a llamarme de una forma ni de la otra. Ustedes nos son Bolvar, el hijo predilecto de la gloria.

Para ustedes slo puedo tener un ttulo,el de Libertadora.

Halt (Halt en alemn significa Alto) Luis Rogelio Nogueras (Poeta cubano)

He aqu el poema grandioso escrito en el 79, y miren a la fecha sigue vigente, recordando, el holocausto judo, y preguntando cmo se les olvido a los judos eso? por qu ahora hacen eso ellos? Por qu la masacre de Palestina, por qu destruir Lbano? por qu? por qu?

Recorro el camino que recorrieron 4 millones de espectros.Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de otoocruje dolorosamente la grava.Es Auschwitz, la fbrica de horrorque la locura humana erigia la gloria de la muerte.Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido denuestra poca.Y ante los edificios desiertos,ante las cercas electrificadas,ante los galpones que guardan toneladas decabellera humanaante la herrumbrosa puerta del horno dondefueron incineradospadres de otros hijos,amigos de amigos desconocidos,esposas, hermanos,nios que, en el ltimo instante,envejecieron millones de aos,pienso en ustedes, judos de Jerusaln y Jeric,pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sin,que estupefactos, desnudos, ateridoscantaron la hatikvah en las cmaras de gas;pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso caminodesde las colinas de Judeahasta los campos de concentracin del III Reich.Pienso en ustedesy no acierto a comprendercmoolvidaron tan prontoel vaho del infierno

Auschwitz-Cracovia, 21-10-79