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Orar Orar es… es… Jean Lafrance

Orar es… es… Jean Lafrance A menudo piensas que orar es desarrollar ante Dios bellas consideraciones intelectuales. Desengáñate, Dios no tiene ninguna

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Orar Orar es…es…

Jean Lafrance

A menudo piensas que orar es desarrollar ante Dios bellas consideraciones intelectuales. Desengáñate, Dios no tiene ninguna necesidad de tus ideas, las tiene infinitamente más bellas que tú.

•Aprende a mantenerte ahí enfrente del Padre en el silencio de todo tu ser y sobre todo con conciencia plena de su amor. Para qué hablar para decirle lo que sabe y ve mucho mejor que tú.

Cuando vienes junto a Jesús, no trates de dar a tu presencia ningún contenido de pensamiento, de sentimiento o de voluntad, sino estáte allí sencillamente, presente al eterno presente. Déjale que te mire y te ame, no escapes a su mirada y consiente en dejarte abrazar por Él.

En cuanto surge en nosotros una amargura o un sentimiento de venganza o de envidia o cualquier agresividad, hay que ponerse de rodillas y suplicar a Dios que nos lo cambie en dulzura

En la oración, que la intrepidez se adueñe de ti como de la viuda ante el juez. Vete a encontrar a Dios en plena noche, llama a la puerta, grita, suplica a intercede. Y si la puerta parece cerrada, vuelve a la carga, pide, pide hasta romperle los oídos

Entre la miseria y la misericordia, está el grito de la oración

Entre la miseria y la misericordia, está el grito de la oración

¿Has oído gemir a un enfermo presa de un intenso sufrimiento? Nadie puede permanecer insensible a esta queja a menos que tenga un corazón de piedra. En la oración, Dios espera que metas ese bemol de violencia, de vehemencia y de imploración para volcarse sobre ti y escuchar tu imploración

Loshombres que oran son los pulmones de la humanidad.

Si quieres orar, empieza por estar atento a tus hermanos. Sé acogedor y silencioso ante ellos, escúchales en profundidad, discerniendo, más allá de sus palabras, el sufrimiento o la alegría que no llegan a expresar. Deja que todo esto penetre tu corazón, desaparece ante el otro; esto es perder la vida por los hermanos.