O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

1ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

2ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

3ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

A la izquierda, postal de la Salas de las Camas, Palacio de Comares, laAlhambfa. Sobre estas lineas, Interior de un patio de Sevilla, porAuguste Bréal, colección particular. Abajo, Odalisca con pantalónrojo. 1 g21, París. Centro George Pompidou: a la derecha. Odali$¢asentada. 1926, Nueva York. Metrnpolitan Museum, ambas de Matisse.

52

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

4ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

5ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

COINCIDIENDOconelcentenario de un viaje muy especial,el realizado por el pintor Henri Matisse(Cateau-Cambrésis, 1869-Niza, ] 954)a España con escalas en Madrid, Sevi-lla, Córdoba, Granada, Toledo y Bar-celona, entre noviembre de 19 ] 0 yenero de 1911, el Patronato de la AI-hambra y Generalife y la Sociedad Es-tatal de Conmemoraciones Culturales, con la colaboración de la Fundación La Caixa, han sumado esfuerzospara recordar este capítulo poco co-nocido en la biografía del artista y,hasta ahora, no suficientemente va-lorado. La muestra Matissey/aAlflambra (1910-2010), abierta en las sa lasde exposiciones temporales del Mu-seo de Bellas Artes de Granada en laplanta principal del Palacio de Car-los V, dentro del Conjunto Monumen-tal de la Alhambra, entre el 15 de oc-tubre de 2010 y el 28 de febrero de2011, quiere reconstruir la fascinación que Matisse sintió por el mun-do oriental y especialmente su en

des monumentos hispanomusulmanes, especialmente la Alhambra, per-miten valorar su obra desde una pers-pectiva más completa, que se sumaa la mucho mejor conocida y doeu-mentada estancia de Matisse en Ma-rruecos. En la AIhambra, el pintor queda fascinado por las formas decora-tivas y la luz filtrada a través de ce-Iosias en los espacios interiores palatinos y siente allí una gran emoción alcontemplarlos, según revela en cartaa su esposa, En esta visita el artista entiende el monumento como un bino-mio perfecto entre arte y decoración,como un sistema continuo y sin lími-te en el que el piano, como espaciode representación, se transforma eninteligente artificio prorrogado por laluz, el agua, el color o las formas delos atauriques, decoraciones vegetales estilizadas muy características delarte nazarí, tan similares a sus "ara-bescos" plásticos.

Matisse, que se encontraba en pieno proceso de búsqueda estética ha-

do lo conocido hasta ahora, un hallaz-go que le predispone a solucionesplásticas de gran novedad.

COMPRAS EN EL OASISMatisse había viajado a Argel, concretamente al oasis de Biskra, en 1906donde adquirió alfombras y objetosde cerámica que muy pronto incor-poró como motivos o fondos en losbodegones de esta época, del que esrepresentativo Platos y fruta con al-fombra roja y negra { 1906, Sa n Pe-tersburgo, Ermitage). Algo más tarde, en 1909, pinta LaArge/ina(París,Centro Georges Pompidou) dondecondensa, a modo de manifiesto, ladepuración plástica del color en unasimplificación de perfiles y planos deinfluencia expresionista. La obra contrasta con sus grandes creaciones delmomento: Ninfa y sátiro (1908-1909), La Danza (1909) LaMÚsiea(1909-1910), todas ellas actualmente en el Ermitage de San Peters-burgo, provenientes de la Colección

LA RECONSTRUCCIÓN DEL VIAJE Y EL ENCUENTRO DEL ARTISTA CON LOS GRANDES MONUMENTOS

HISPANOMUSULMANES, ESPECIALMENTE LA ALHAMBRA, PERMITE VALORAR SU OBRA DESDE

UNA PERSPECTIVA MÁS COMPLETA, QUE SE SUMA A LA QUE SE TENLA DE SU VIAJE A MARRUECOS

cuentro con los palacios nazañes, du-rante los días 9, 10 y 11 de diciem-brede 1910.

El descubrimiento hace algunosaños de la firma del pintor, registradaen el libro de visitas del monumento,ha permitido a los comisarios de lamuestra, María del Mar Villafranca Ji-ménez, directora genera[ del Patro-nato de la Alhambra y Generalife, yFrancisco Jarauta Marion, catedráticode Estética de la Universidad de Murcia, llevar a cabo una investigaciónque revela los propósitos del viaje ylas consecuencias para su trabajo pos-terior. En esta labor ha sido fundamen-tal la consulta en los Archivos Matis-se, en el archivo del Museo Pushkin deMoscú y en la sección de manuscritosy raros de la Biblioteca Beinecke de laUniversidad de Yale, que conservanla mayor parte de la correspondenciamantenida por el pintor con su fami-lia y amigos durante su estancia en España. La reconstrucción del viaje yel encuentro del artista con 1os gran-

cia un espacio pictórico autónomoy de renovación formal, constata yafianza en este encuentro un caminoque desarrollará progresivamente alo largo de toda su trayectoria artísti-ca, con manifestaciones discontinuasy diversas, que le llevará a confesarmucho más tarde en una entrevistarealizada en 1947: "La revelación mevino de Oriente".

La relación de Matisse con el arteislámico tuvo bastante que ver conuna de las constantes de su vida, lacuriosidad y el aprecio por las colec-ciones patrimoniales conservadas enlos museos franceses. Sabemos de suscontinuas visitas a los Museos del Lou-vre y al de Artes Decorativas de Parísy de su particular interés por las mi-niaturas persas y los tejidos y alfom-bras musulmanes que, incluso, llegóa coleccionar. El repertorio de formasy composiciones representadas porlos artistas orientales se presentaba asus ojos como el registro de un uni-verso cultural nuevo y diferente a to-

Shchukin y consideradas obras maes-tras de ese período. Matisse había es-tado ultimando durante el veranode 1910 los dos grandes paneles des-tinados a decorar la nueva mansiónde Shchukin en Moscú, que se expu-sieron previamente en el Salón deOtoño de ese año. El rechazo de lacdtica y el público a las obras fue uná-nime; sólo Apollinaire le defendería,lo que causó una fuerte conmociónen el artista. Tal vez fuera ésta la ra-zón que determinó su rápido viaje aMunich, para visitar la gran exposi-ción de arte islámico que estaba apunto de clausurarse en esta ciudad.Acompañado de su colega y amigoAuguste Marquet, de su discípuloHans Purrmann y del filósofo MatthewPrichard tuvieron tiempo para el ocioy para el estudio. Visitaron una de lascervecerías más famosas de la capi-tal bávara, la L6wenbr~u-Keller, se hi-cieron fotografías empuñando grandes jarras de cerveza y visitaron a al-gunos de los primeros coleccionistas

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

6ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

alemanes de obras de ~,,q

Matisse, como el barón ~" ~"Tshcudi, director de losmuseos de Baviera ymiembro destacado delcomité cientifico de laexposición de arte islámico. Expuesta en elgran salón de exposicio-nes de la Residenz delgran duque Leopoldo II,pod[a considerarse lamayor y más numerosacolección de objetosorientales jamás reunidahasta la fecha. Provenientes de coleccionesprivadas europeas seexhibian alfombras, telas de seda y algodón,cristales taIlados y es-maltados, bronces, miniaturas y manuscritosiluminados, cerámicas ypaneles de azulejos detodas las etapas históri-cas del arte islámico. Una excelenteselección de artes decorativas de dis-tintos períodos, que incluye dos delas piezas que participaron en aqueIla exposición de Munich: el gran J3rrón Fortuny-Sirnonett¿ de la Colección del Museo de la Alhambra, y laminiatura persa procedente del Mu-seo de Artes Decorativas de Paris titulada Premiére entrevue du princeHoumay et de laprl)?cesse Houmayoun, también podrá contemplarseen Granada para contextualizar losmomentos previos al viaje a Andalu-cia y de alguna manera cumple tarobién con el objetivo de recordar elcentenario de dicha muestra, tan importante para la revafoñzación patrimonial de estas colecciones en elcontexto occidental del siglo XX. Lamuerte del padre del artista, acae-cida el 15 de octubre de 1910, lacontrariedad que representó el re-chazo de cdtica y público y hasta delpropio Shchukin, en un primer mo-mento, de los grandes paneles de LaDanzay la Músl¿a, hicieron mella enel estado de ánimo de Matisse, quiendecidió realizar de inmediato un nueyo viaje con destino decidido ya enMunich: España y, más concretamen.te, Andalucia, donde podña contem-plar los grandes monumentos hispa

Mati5se y Amelie, su mujer, er, una de la~ habitaciohes del Hotel Villa de Francia, en Tánger, rodeados de telasde su colecc~Ön.

nomusulmanes y particularmente laAlhambla.

Partió desde Padsenben. el 16 denoviembre de ese año, en un largotrayecto con escalas en Cahors, TouIouse, Bayona, hún y Madrid. Se alojó en la capital de España en el HotelInglés, cercano al Museo del Prado,una de sus primeras visitas, cuya im-presión transmite telegráficamentea su amigo Manguin: "(...) el tiempo

Vista desde la ventana, Tánger III, po~Matisse, 1912.

es magnifico, las vistas pintorescas,el P~ado exquisito, espero que todosiga así". También visita a anticuariosy compra un magnifico tapiz alpujafreno del siglo XIX, de fondo azul intenso y grandes motivos de granadasen color crudo que reproducida enalgunas de sus obras más inmediatas,También adquirió un vistoso mantónde Manila que regalada a su esposay otros objetos de cristal y cerámica.Fue el encuentro en Madrid con elpintor Flancisco Iturrino, amigo deParis, el 2? de noviembre cuando sedirigía a Andalucia lo que le hizo cam-bia= de planes sobre su primera ideade instalarse brevemente en Granada y ap~ovecha el ofrecimiento detrabajal juntos en Sevilla y, de cami-no, saludar a otro amigo, AugusteBréal, pintol aficionado y diletanteque se convirtió en su cicerone sevillano, dándole a conocer la ciudade inboduciéndole en el flamenco. Enla exposición pueden verse juntos porprimera vez los cuadros que un diafueron pintados por los dos artistasen el estudio que compartieron en laciudad, usando los mismos tubos dep~Trtu~~ y el rrrJsmo motivo. BodegónSPvilla I ( 191 O) y Bod~gón SevzTla (1910.1911), peltenecientes a la Co-lección del Dmitage de San Peters

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

7ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

8ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

LA VISITA DE MATISSE A LA ALHAMBRA, REALIZADA EL ] 0 DE DICIEMBRE DE "I 9 1 O, ACTIVÓ SUS

CAPACIDADES CREATIVAS, REVELÁNDOSE ANTE SUS OJOS lOS ACORDES DE tAS COMPOSICIONES

ORNAMENTALES ALHAMBREÑAS COMO EL OBJETO PLÁSTICO PERSEGUIDO DESDE HACIA TIEMPO

A la izquierda, Naturaleza muerta con granadas, 1947, Matisse. Enesta página, arriba, Bodegón Sevilla II, 1910 1911, Matisse y abajo,Plato y frutas con alfombra roja y negra, 1906, Matisse. Sobre estaslineas, una postal del comedor de la pensión Villa Carmona enGranada, donde el pintor francés se aloió.

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

9ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000

Postal con eiJarón de las Gacelas expuesto en la Sala de Dos Hermanos de la Alhambra yRincón del estudio, por Mat]sse. 1912.

burgo, pueden considerarse el resultodo del feliz encuentro de Matissecon la Alhambra. Ambos transmitenla vibración y el ritmo del impulso conel que fueron concebidos, tras que-dar el artista fascinado y emocionado al contemplar los espacios palati-nos nazaríes. La visita, realizada eldia ] ] de diciembre, activó sus capa-cidades creativas revelándose antesus ojos 1os acordes de las composiciones ornamentales alhambreñas como el objetivo plástico perseguidodesde hacía tiempo. La continuidadde las formas decorativas constituidapor los zócalos de azulejos polícromos de las distintas salas y patios dela Alhambra, los paneies de yeseriasprofusamente ornamentados y los techos de madera con sus características composiciones de lazo confor-maban un auténtico tapiz arquitec-tónico, una superficie que expresabala riqueza p;ástica de la cuJtura refi-nado que los concibió.

Si en Bodegón Sevilla/, la composición se explicito como escenario derepresentación donde objetos, telas,chales y tapicefias conviven en un sóIo plano que acerca y aleja al mismo

tiempo a través de un manejo elo-cuente de contrastes de color, en Bo-degón Sevilla//, con mayor protagonismo de la alfombra alpujarreña adquirida en este viaje y su dominantepolicromía azul y blanca nos aproxima al primer plano como si un objetivo fotográfico lo aumentara, refle-jando con nitidez el dominio del ara-besco, esas líneas sinuosas tan carac-terísticas de Matisse que tomó pres-tadas de la estética oriental y aplican-do el color con el impulso de la emo-tividad tal y como habia explicitadoen sus Notas de un p/ntor, publicadasen 1908.

EL ORIENTE DEL ARTISTAEn Sevilla también se interesó porel flamenco, visitó lugares tipicos como la Academia Otero y retrató a lagitana Joaqu/na(1911, Galería Na-rodni de Praga), obra que se ve porprimera vez expuesta en España jun-to a la Gitanade Iturrino. La contex-tualización de su estancia en SeviliD y Granada, con breve visita a Córdoba para ver la Mezquita, es posible gracias a las fotografías, postalesy cartas que acompañan a la mues

tra y que han podido Iocalizarse pa-ra esta ocasión única.

Aunque el foco de interés reside enesta sección, la exposición continúa,a modo de relato, con el Oriente deMatisse: los viajes a Tánger, la actividad frenética en su estudio de Issy leMolineaux, las estancias en Antibes yNiza, donde las miradas de las mu-jeres occidentales y orientales se c,uzan en paisajes exteriores e interio-res, con presencia destacada de Con-versación bajo los olivos ( 1 921, Colección Carmen Thyssen Bornemisza).Y una selección de las mejores odaliscas pintadas por Matisse: Odah}cacon pantalón rojo (1921, CentroGeorges Pompidou), Oda/isca senta-da[1926, Nueva York, Museo Metropolitan) y la exquisita Oda/iscays//Ja turca (1927-1928, Museo de Arte Moderno de la Villa de Pads), quepueden valorarse en contraste esté-tico, junto a algunas piezas artísticasexcepcionales del Museo de la AIham-bra que remiten a los interiores inti-mistas recreados por el artista en es-te periodo. Completa esta secciónuna de las mejores series litográficasde la misma temática que pertene-cieron en su día a Marguerite, la hi-ja del pintor, y que se conservan enel Museo Victoria y AIberto de Loadres. Pueden verse junto a una excepcional selección de tejidos islámicosde distintas épocas históricas y porlos que Matisse sentia predilección.

Una última sección, que coincideprecisamente con la década final dela vida del artista instalado en Vence, cuando cambió los pinceles porlas tijeras y se reinventó a si mismoa través de los papiers co//és, despide esta exposición en la que Matisse, con la misma vitalidad que Dnimó sus trabajos más comprometidosen la búsqueda solitaria de las com-posiciones estéticas del arte musulmán, vuelve a los recuerdos del viaje a Andalucía ofreciéndose, de nuevo, como la revelación que un día tuyo a partir de la experiencia acumulado en este viaje¯

DATOS Ü[!iESMatisse y la Alharnbra (1910 2010}

Museo de Bellas Artes de Granada, Palacio deCarlos V

De 15 de octubre a 28 de febre/o de 201 !www.alhambra-pat ronato.es

O.J.D.:

E.G.M.:

Fecha:

Sección:

Páginas:

18696

117000

01/10/2010

ARTE

1,50-58

10ALHAMBRA Y GENERALIFE DE GRANADA

Tarifa (€): 87000