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Noticias Pro Vinci as California

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Alta California

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  • N O T I C I A S

    D E L A P R O V I N C I A D E C A L I F O R N I A S

    EN TRES CARTAS

    DE UN SACERDOTE RELIGIOSO

    SI JO DEL REAL CONVENTO

    DE PREDICADORES DE VALENCIA

    ^ A UN AMIGO SUYO.

    C A R T A I.

    E N V A L E N C I A

    POR IOS HERMANOS DE ORGA.

    M.DCG.XCIV.

    CON LAS LICENCIAS NECESARIAS*

  • AL QUE LEYERE.

    l i a s presentes noticias de la P r o v i n c i a de las Cal i fornias son m u y apreciables en nuestros dias, as por la escasez de semejantes noticias exactas , como por ser estas de autor fidedigno. E s es-te un Sacerdote R e l i g i o s o , hijo d l a C i u d a d de V a l e n c i a , y de su R e a l C o n v e n t o de Predicadores , test igo ocular de casi todo quan-to refiere, que corr i todas aque-llas regiones como Mis ionero A p o s t l i c o , y con tan laudable y santa oportunidad emple mu-chos aos en varias fundaciones de Pueblos , expediciones y d e -marcaciones de terrenos y n a -vegaciones por aquellas costas. E n todas e l l a s , mientras la o c a -sin lo permit a , d i v i d i el t iem-po entre las fatigas de su sagra-do minister io, y la invest igacin

    A 2

  • de las curiosidades de aquella P r o v i n c i a y sus habitantes , cu-y a s noticias recopi l al fin de sus peregrinaciones en tres car-tas , para satisfacer con ellas un amigo que le instaba por se-mejantes noticias. E n esta pr i -mera hace una breve d e s c r i p -cin de aquellos terrenos , con una cabal noticia de los Indios, sus costumbres , incl inaciones idiomas ; de los animales , p e -ces , plantas , yerbas y dems; dexando para las otras dos c a r -tas la conquista espiritual y tem-poral de aquel Pais , y las v a -rias pocas de sus Misiones : las que en breve se darn al P b l i -c o , si este recibiere la pr ime-ra con la benignidad que acos-tumbra.

  • Muy Seor mo : N o s o y c a -paz de explicar bastantemente e l gusto que en medio de mis f a -t igas Apostl icas me dio la f a -vorecida de V m . , refirindome las particulares ocurrencias de esa mi amada Patr ia V a l e n c i a , de m i venerado C o n v e n t o de P r e d i c a d o r e s , y de mis c o n o c i -dos , parientes y amigos. P o r l o q u e m toca puedo asegurarle, que no he podido satisfacer los v i v o s deseos de V m . en c o m u -nicarle las noticias de esta d i -latada Provincia de Ca l i fornias , p o r lo m u y fat igado que me v e o entre Gent i les de instruccin, entre enfermos que estn mi c a r g o , entre sustos de los B r -baros , la poca seguridad entre

  • 6 CARTA I.

    e l l o s , la mucha escasez de v -veres , y sobre todo ,e l verme so-lo y muy distante de mis c o m -paeros. Pero ya gracias D i o s , he logrado la satisfaccin de ha-ber levantado la Misin Pueblo de San V i c e n t e Ferrer , y funda-do de nuevo otra con el t tulo de San M i g u e l , que es la que une la Cal i fornia antigua con la nue-v a : por c u y o mot ivo v o y dar-le una exacta noticia de los I n -dios , de sus g e n i o s , i n c l i n a c i o -nes y enfermedades , de las c a l i -dades de estos terrenos , de sus rboles , frutas y semillas que producen , y dems que pue-dan hacerle formar idea de esta P/ovincia y sus habitantes. C o n -fieso que no estarn formadas con aquella pureza de estilo que corresponde; pero s con toda la verdad posible , pues la m a y o r parte de quanto escribo , ha p a -sado por mis ojos.

  • DE IAS CAIIFORNIAS. 7

    Supongo que V m . habr l e -do la noticias de la Ca l i fornia , escritas en tres tomos i m p r e -sas en el ao 1 7 5 7 ; pero le ad-vierto , que aquel las estn e n -vueltas con algunas e q u i v o c a c i o -nes , y a por la facil idad con que los principios se c r e y los Indios ( c u y o s dichos se deben tener regularmente por sospecho-sos ) , y a por no haber penetrado hasta entonces mas que hasta e l grado 28 y 29 , y finalmente, porque no se tenia conocimiento de su idioma r i d c u l o : pero d e s -pus habindose internado los Rel ig iosos de nuestra Sagrada Orden de Predicadores , y a d -quirido alguna intel igencia en los idiomas de estas N a c i o n e s , se han visto muchas especies de consideracin que faltan en di-cha obra , y advert ido otras, que no son conformes con las que andan impresas.

  • 8 CARTA I.

    L a grande extension de esta P r o v i n c i a ha m o v i d o a l Supe-rior Gobierno d iv id ir la en dos p a r t e s : la una , que comprehen-de todo el terreno desde el g r a -do 32 hasta el 38 , y dems que se v a y a descubriendo y conquis-tando , se l lama California nue-va : la otra , que abraza todo e l terreno que h a y desde el g r a d o 22 hasta el 32 , se l lama Cali-

    fornia antigua , la que es el o b -je to de esta Car ta .

    Esta pues es una lengua de t ierra , que sale de las costas Septentrionales de la A m r i c a , y se abanza entre el Oriente y Medioda : est cercada por a m -bos lados de las aguas del mar O c a n o o c c i d e n t a l : la punta de esta lengua entra en la Zona tr-r ida , en donde h a y dos cabos puntos, que reconocen los N a -vegantes ; el uno se l lama San Bernab, por otro nombre el de

  • DE LAS CALIFORNIAS. 9

    la Por f a ; y el otro el de San L -eas , en medio de los quales h a y na Baha hermosa para fondear los barcos. A n t i g u a m e n t e esta P r o v i n c i a era tenida por la Isla m a y o r del mundo , segn el dic-tamen del P. T o s c a ; pero y a en el dia se sabe ser una Pennsula d i la tads ima, c u y o s l mites t o d a -v a se ignoran. E l rio C o l o r a d o , c u y o curso es de N o r d e s t S u d -est , la d iv ide de la Sonora y dems Prov inc ias internas d e l N u e v o M x i c o . E l famoso rio C o -lorado se l lama a s , no por la abundancia de coral que dixeron los antiguos producan sus m r -genes , sino por sus aguas que regularmente estn turbias , y la mucha tierra c o l o r a d a que trae en sus avenidas. E l G o l f o en donde d e s a g u a , se l l a m a mar Bermejo , por la semejanza que tiene con el seno de A r a b i a : e s -te G o l f o se forma de las aguas

  • I O CARTA I.

    del mar Pac f i co , que dando vuel-ta por el cabo de San Leas , tocan la costa de la P r o v i n c i a de Sonora en una punta que l laman de Corrientes, la que con el cabo de San L e a s forma la boca del G o l f o : la entrada de l se v una Isleta l lamada San Juan , y mas arriba otras tres con el nombre de las tres Ma-r a s : la una parte del G o l f o est la clebre Baha de la Paz , donde estuvo el famoso H e r -nn C o r t s , segn la opinion co-mn de la Provinc ia . H a y otros puertos l lamados Pitchilingues, y Tembabich , y su frente se v la Isla grande del C a r m e n , la que forma Ja entrada para el puerto principal l lamado nues-tra Seora de L o r e t o , en donde entran todos los barcos que salen de nueva Espaa para abastecer los M i s i o n e r o s , Tropas I n -dios. L l e v a n d o el rumbo para el

  • DE LAS CALIFORNIAS. I I

    N o r t e se descubre el puerto de S . B r u n o , en donde el A l m i r a n t e O t o n d o E s p a o l J u n t a m e n t e con

    y o sitio se bautizaron los pr i -meros C a l i f o r n i o s en n m e r o de trece. Subiendo mas arriba es-tn los montes l lamados V r -g i n e s , en que apenas se v una ..^Nr^ mata de yerba , solo s muchos ?, V o l c a n e s de a z u f r e , que sirve J'/ de abasto todas las P r o v i n - S | vj-U; \ cias : en la angostura de esteV; v G o l f o h a y una mult i tud de I s -lctas , y por ser el paso peligro-so para los barcos , se l laman Sal si puedes. l t i m a m e n t e est el puerto de San L u i s , en don-de dan fondo los barcos que l l e -van v v e r e s , ropas y dems uten-silios para las fronteras de los Gent i les . E l fiuxo y refluxo que se advierte , es grande i r regu- ,

    - V - ,

  • 12 C A R T A I .

    l a r ; anega todas las playas del desemboque del r io C o l o r a d o , dexando infinitos pantanos , de modo que no se atreven su-bir las lanchas mas pequeas.

    CALIDADES DE LA

    J L a longitud de esta P r o v i n c i a no corresponde la lat itud. E n el cabo de San L e a s apenas se miden ocho leguas de a n c h o , so-bre ser leguas mucho mas c o r -tas que las de Espaa , aunque mas trabajosas por los var ios montes , barrancos , pedregales, espinos , falta de agua y otras incomodidades. E n la Misin de nuestra Seora de Guadalupe est lo mas a n c h o , y se miden c o m o veinte leguas : en la de San Fernando Velli-Kat solo se miden s i e t e : y de all p o -C Q y a es todo tierra cont igua

    PROVINCIA.

  • DE IAS CALIFORNIAS. I 3

    con la Sonora y N u e v o - M x i -co.

    E l temperamento var a sen-siblemente , como se ver en e l estado general de Misiones que pondr despus : los calores en t iempos son freqentes y exor-bitantes , m o t i v o por que l o s In-gleses la l lamaron C a l i f o r n i a ; es-to es , horno caliente nueva A l b i o n . L a porcin de tierra que toca con la Cal i fornia nueva , es sumamente fria en algunos t iem-pos , c u y a frialdad es ocasiona-da de los vientos del mar del Sur , que suelen soplar con tal furia , que por el mes de A g o s -to algunas veces es necesario aco-gerse al fuego. L a s l luvias en e l Invierno son irregulares ; pero en el V e r a n o son temibles por la multitud de truenos , r a y o s y centellas ; y suelen formarse unas como mangas en las n u -b e s , y despiden tanta agua , que

  • 14 CARTA I .

    en una hora destruyen las c a -sas , las sementeras , y el tra-bajo de los Indios y Misioneros de muchos aos. A l contrar io en las tierras de arriba , apenas l lue-v e en V e r a n o , y en el Invier-no l lueve t a n t o , que con dif i -cultad se puede emprender v i a -ge. T o d a s las Misiones por l o comn estn fundadas en los arroyos , y expuestas todas las avenidas.

    M . r de F e r , clebre Frances , en las noticias que escribi de la Cal i fornia , coloca en la cos-ta del mar Pacfico en altura de 26 grados un rio c a u d a l o -so l lamado Santo T o m ^ a d -v i e r t e haberse descubierto en e l ao 1684 y 86 una m u l t i -tud de Pueblos de Indios s a l v a -ges , y con la misma satisfac-c in habla, el P. K i n o ; pero ni se v , ni h a y indicios del rio ni de las Poblaciones , ni aun

  • DE LAS CALIFORNIAS. 15

    los Indios vecinos dan not ic ia de ta l existencia ; sin duda se equivocaron , dando el nombre de rio al barranco de Contun-da , que traeria agua por a l g u n t e m p o r a l ; pero lo c ierto es que siempre est s e c o , ni aun agua tiene para beber ; por c o n s i -guiente , ni los Pueblos ni las gentes ni las sementeras que suponen , han existido.

    E n la costa del mar Pac f i -co no h a y cosa d igna de c o n -sideracin , solo una Isla l lama-da de Pinos , por la mucha a-bundancia que produce de el los: esta costa y a se ha descubierto que sigue hasta el estrecho de B e r i n g o , en donde estuvo el c-lebre K o c K u , y observ en el estrecho c o m o unas treinta leguas a lgo mas , y la otra parte la Siberia junto con la T a r t a r i a oriental ; por lo que no tendria dificultad en soste-

  • 16 CARTA I .

    ner , que la poblacin de toda la A m r i c a se h izo por este es-trecho ; bien que todava se i g -nora si el fin del d icho estre-cho desagua en el mar G l a c i a l , tiene tierra firme; pero sea l o que fuere , la distancia es c o r - ta , y fci lmente podan t rans-portarse hasta la Siberia , de al l por e l estrecho nuestra C a l i f o r n i a , y de aqu lo res-tante del pais. L o cierto es , que los R u s o s baxron de la R e p -blica de Kamtcba nuestro c o n -tinente de Cal i fornias , y han establecido cerca de ella v e i n -te y dos Poblaciones , en d o n -de los P i lo tos Espaoles r e c i -bieron infinitos obsequios , quan-do en los aos 1786 y 87 h a c i e n -d o el registro de la costa , se e n -contraron impensadamente con ellos. U n R e l i g i o s o F r a n c i s c o Histor iador Alemn , escribi sobre este trnsito Poblac in,

  • DE IAS CALIFORNIAS. 17

    asegurando que fu por la T a r -taria O r i e n t a l , Siberia , & c .

    Y o a p o y a r este dictamen con la creencia de los Indios , pues tienen por tradicin , que quan-do mueren, todos , vuelan para el N o r t e ver los primeros y antepasados que los pusieron en la Cal i fornia . Adese esto, que los Indios Gent i les se man-tienen de semillas , y quando el ao es escaso mueven guerras unos contra otros , y los venci-dos se van retirando parages despoblados , baxando siempre del N o r t e para el Medioda.

    E n fin, y o mismo le o decir al clebre Capi tn Ingles C o l o n e t , que el idioma de los Indios G e n -tiles de Onalasca , N o n a , B r i s -tol y otras P o b l a c i o n e s , tenia co-nexin con el de los Rusos y T r -taros , y aun muchos trminos de los mismos. L o s Rusos nos han dado mucha luz para los

    B

  • 8 CARTA r.

    descubrimientos en el mar P a -cfico ; pero siempre deberemos decir para gloria de nuestra E s -paa , que el los navegaron s o -bre las noticias que recibian de los Espaoles .

    E n esta P r o v i n c i a se hal lan todas las especies de animales domsticos que sirven al uso c o -mn ; pero trasladados por l o s Misioneros desde la Sonora p a -ra su procreacin. H a y infini-tos L e o p a r d o s , Onzas y B e r r e n -dos : estos son , no como dice el Histor iador de .la ext inguida C o m p a a vestidos de lana c o m o Carneros , sino unos Carneros montaraces , pero sin lana ; su p ie l .semejante la del C i e r v o V e n a d o ; sus cuernos retorcidos son de mucha resistencia , pues quando ellos se vn perseguidos suelen arrojarse de cabeza des-de los montes mas encumbra-dos , y solo quedan como amor-

  • DE LAS CALIFORNIAS. 19

    tecidos , y no reciben lesion al-guna. Aunque los Leopardos son m u y feroces , con todo la n a -turaleza ha hecho su c o n s t i t u -cin de ta l modo , que tienen un tendon que baxa de la fren-te la nariz , en el qual dndo-les un golpe quedan como muer-tos. H a y tambin C o y o t e s , que son semejantes los Perros en la figura ; pero lo mismo que las Zorras en sus astucias.

    D e los insectos h a y V b o r a s de diferentes calidades y m u y venenosas : unas tienen algunos cascavel i l los en la cola , y quan-do estn furiosas la menean con v i o l e n c i a , h a c e n r u i d o , y con es-to huyen las gentes : otras h a y largas como de dos varas : otras de dos palmos y de color de la tierra , pero son las mas v e -nenosas ; y otras se han v is to de dos cabezas. As imismo hay C u l e -bras, L a g a r t o s , Escorpiones-, C a -

    B 2

  • 20 CARTA I .

    maleones , Salamanquesas , A l a -cranes , Tarntulas y otras. E s cosa digna de notarse , que des-de el grado 22 hasta el 29 no se v una P u l g a , y desde el 2 9 para arriba son tantas , que pa-recen plaga.

    E n t r e las aves se cuentan las mismas que en Espaa , aunque abunda de Cardenales , que son m u y hermosos ; los Censoncles , que cantan primorosamente ; y C h u p a - m i r t o s , que hacen di fe-rentes visos en su cuerpo por sus colores.

    L a s p l a n t a s , rboles y f ru-tos no son uniformes en toda la P r o v i n c i a : por e l cabo de San L e a s est la t ierra poblada de palo c h i n o , pinos , robles , g u e -r i b o s , encinas , palmas y brasil : en el centro de la P r o v i n c i a apenas h a y palo de considera-cin ; solo inmediato la M i -sin de G u a d a l u p e se v n a l g a -

  • DE LAS CALIFORNIAS. 2 1

    nos gueribos , y en una sierra llamada Tubai algunos p i n o s : y lo restante todo es arbustos que ni aun sirven para s o m b r o , c o -m o son jojoba , jaras , c h o y a s y otros m u y espinosos.

    E n t r e las plantas r b o -les frutales de que abunda esta tierra , debe tener el primer l u -gar el me scale , que es m u y se-mejante nuestras piteras : as los montes como los val les es-tn m u y poblados y verdes : es-tos son los que sirven de m a -nutencin ios Indios infelices: sirven de comida y de bebida , y de ellos sacan h i l o s , y hacen cor-deles para sus usos : la penca de esta pitera mescle soasada es m u y a g u a n o s a , y suple para b e -ber , mantenindose muchos dias solo con tener en la boca d i -chas pencas sin probar el agua: las cabezas raices de dichos arbustos las tateman soasan,

  • 22 CARTA I .

    y sueten ser tan sabrosas c o -m o Ja mejor carne de membri-l l o con dulce : despiden estas matas unos vastagos largos c o -mo de una vara , y soasados les sirven de al imento : en la ex-tremidad de estos vastagos se cria una flor m u y grande con muchos tubos , y estos por la maana aparecen cubiertos de una agua m u y dulce semejante la miel : de las pencas v e r -des sacan unos hilos l a r g o s , y tan fuertes como el cordel de camo , y con l forman los hombres algunas a lpargatas p a -ra correr por las espinas ; y las mugeres hacen de lo mismo unos delantalil los para cubrir la n a -turaleza.

    Despus de esta fruta se s i -gue la pitajaya , c u y a fruta es tanto mas delicada y sabro-sa como qualquiera de Europa: h a y de dos calidades , dulce y

  • DE LAS CALIFORNIAS. 23

    agridulce : la fruta es semejante nuestras m a n z a n a s ; pero el r-bol es m u y raro : sus ramas son manera de palos verdes sin hojas , vestidos de infinitas esp inas , y entre ellas sale la fru-ta. Estos arbustos se crian en los montes , y quando l lueve m u -cho no se mantiene la fruta tanto ni conserva su dulzura : es-te arbusto solo existe desde e l grado 23 hasta el 30 , y en a d e -lante no h a y ni rastro de esta fruta.

    Despus entra el cardn, en la figura lo mismo que el ante-cedente , solo que los palos son m u y gruesos , semejantes las b i g a s , pero solo sirven para e l fuego : produce una flor, y es-ta tiene unas semillas semejan-tes la m o s t a z a , pero m u y sa-brosas y saludables.

    D e las higueras que en E s -paa se l laman chombas h i -

  • 24 CARTA I.

    geras de pala , hay abundancia: h a y tambin batatas si lvestres. H a y un rbol e s p e c i a l , que so-lo se conoce en una Misin , y se l lama cirio: no da fruto a l -guno ni aun sirve para el fue-g o ; es m u y a l t o , carece de ra-mas y hojas , y en la copa for-ma una flor amaril la con pun-tas encarnadas , que parece p a v i -lo encendido : h a y algunos m u y g r u e s o s , pero todos estn hue-cos : su corteza es m u y delgada , y si se pone al fuego despide un hedor intolerable. O m i t o otras muchas yerbas que les sirven de a l imento los Indios , pues son de poca consideracin.

    E n las Misiones y Pueblos reducidos , con el cuidado de los Rel ig iosos se han plantado ol ivos , higueras , granados , v i - a s , duraznos y otros de nues-tra Espaa , y todos produ-cen abundantemente. A s i m i s m o

  • DE LAS CALIFORNIAS. 2J

    h a y muchas plantas m e d i c i n a -les , de que y o mismo me he valido para tabardil los , l lagas, dolores de costado y otras en-fermedades. S hubiera por e s -ta Prov inc ia hombres curiosos y dedicados al examen de d i -chas yerbas , podran l ibertar la naturaleza de varios insultos: en su lugar hablar en part icu-lar de algunas de ellas. A l pa-so que la tierra es tan estri l , sus mares son abundantsimos: en ambas costas h a y variedad de peces , M e r o s , C a b r i l l a s , C u r -binas , Atunes , P a r v o s , Bonitos , L i s a s , L u c e s , R o n c a d o r e s , Cazo-nes , Tiburones , Mantas , R a y a s , Boquerones , Jureles , Sardinas, Bogas y otros infinitos. E n el G o l f o son mas sabrosos que en el Ocano. H a y Galpagos , T o r -tugas , Almejas , & c , L a concha es abundantsima , y de di fe-rentes colores ; pera entre ellas

  • 26 CARTA I .

    h a y algunas que tienen un lus-tre tan v i v o , como el nacar mas subido : estn cubiertas de un celage a z u l , el qual es como una teli l la delicadsima , c o m o un barniz sobrepuesto y traspa-rente , por entre el qual brilla y sobresale lo plateado del fondo.

    D e los Anfibios solo se c o -nocen los L o b o s marinos y las N u t r i a s , que en V a l e n c i a se l l a -man Lludr ias : estas son aprecia-bilsimas por sus pieles : r e g u -larmente son n e g r a s , y tan sua-ves al t a c t o , como el mas fino c a s t o r : el negro es m u y subido, y segn dicen obra maravi l lo-sos efectos. L o s C h i n o s y J a p o -nes hacen tanto aprecio de ellas, que l legan dar por una hasta cien pesos fuertes y a lgo mas. L o s Rusos han establecido un Comercio ventajoso con los In-dios , lo que tal v e z movera otras N a c i o n e s navegar por

  • DE LAS CALIFORNIAS. 2y

    estos mares con el objeto de las pieles. N u e s t r o C a t l i c o M o n a r -ca Car los I I I , que de D i o s g o -ce , mand tomar informes so-bre el particular , y cerc iorado su Magestad de las ventajas que podian lograr sus vasal los , sin-gularmente en la A m r i c a , c o -merciando con los C h i n o s , en-tregndoles pieles por azogues (de que tanto se necesita en las minas de plata y oro , y de que abundan aquellos Pases ) d i s p u -so , que los Re l ig iosos recau-dasen quantas pieles pudiesen, y se les pagaria en efectos t i -les los Indios y M i s i o n e s : y en efecto se puso en prctica. L l e -garon los Comis ionados nues-tras Mis iones , y l l e v r o n l a s N u -trias pagndolas diez pesos fuertes , otras s e i s , y otras ocho , y su vuelta de C h i -na traxeron alguna porcin de azogues y otros gneros ti les

  • 28 CARTA I.

    para la Prov inc ia de N u e v a E s -paa ; pero soy de parecer , que si por parte de Espaa no se to-man las mas serias providencias sobre este asunto , perderemos mucho por la ojeriza que tienen otras Nac iones nuestras con-quistas , y por el inters part i -cular de los que manipulan di-cho comercio. Estas pieles de N u t r i a tan celebradas sirven para vest idos talares los C h i n o s y J a p o n e s , para capoti l los cortos las seoras , y hacen unas c o m o cintas , y sobre ellas colocan un h i lo de perlas de buen oriente, y forman una vista deliciosa : son clidas en e x t r e m o , y sirven para que la generacin sea mas act iva .

    E l modo con que se cogen dichas pieles es tan propio y peculiar de los Indios , que ni los Ing leses , Holandeses ni E s -paoles han podido entrar en ello. L o dir como lo he v is to

  • DE 1AS CALIFORNIAS. 29

    muchas veces : F o r m a n los In-dios unas canoas m u y peque-as : en unas N a c i o n e s son de madera , en otras son de aque-l la bova que se cria en los pan-tanos. Solo los Indios que de nada forman aprehensin , pu-dieran arrojarse al mar con unos buques de tan poca resistencia; pues cogen los acecitos mano-jos de dicha b o v a , los atan y unen con unas varas largas , y le van dando la figura de un barco pequeo , que solo puede l levar un hombre, y este quan-do ha de entrar en el mar se la pone sobre la cabeza , y es-tando dentro del agua la dexa caer , y con l igereza se pone sobre ella de rodillas ; tiene prevenido un palo y un cordel largo con dos anzuelos , y quan-do descubre la N u t r i a , se di-r ige hacia el la. L a N u t r i a regu-larmente anda nadando , y car-

  • 2 O C A R T A I .

    g a sobre s sus h i jue los , en-sendoles d i v i d i r el agua con sus manecitas , y v iendo la c a -noa se zambulle debaxo del agua, y dexa sus hijuelos sobre l a misma agua : al instante l l e g a el Indio , ata el cordel una piernecita de la N u t r i a c h i c a , e l un anzuelo se queda inmediato a l pie y el otro en distancia de un palmo : hecha esta operacin se retira el Indio con su canoa dndole cuerda , y corta d i s -tancia da golpes en el cordel pa-ra lastimar la N u t r i a , y l lora esta por el dolor ; sale su ma-dre los clamores , y como v al Indio que est distante , se le arr ima , la abraza y se la quiere l levar ; pero como el Indio la tiene presa con el c o r d e l , no pue-de : entonces la N u t r i a grande con los pies empieza pernear para quitar el cordel su hijita, y regularmente queda ensarta-

  • DE LAS CALIFORNIAS. 31

    da en uno de aquellos anzuelos; y a p r e s a , corre el Indio con su canoa y un palo en la mano , le da un golpe en la c a b e z a , y que-da dueo de e l l a : para esta o -peracion y a se v qunto t iem-po necesitan los pobres Indios; veces en todo e l dia no c o -gen ni u n a , veces solo u n a , y veces, lo pierden todo con a l -gun golpe de mar , y se ahogan. T a m b i n suelen coger las quando duermen sobre el agua , quan-do salen la ori l la refrescar-se. N o tiene duda que se podran matar con bala con s a e t a ; pe-ro entonces no se a p r o v e c h a -ran de la p i e l : L a s N u t r i a s chi-cas la tienen m u y endeble y el pelo m u y corto , y por eso no s i r v e n : unas h a y de dos pelos, otras medio blancas ; pero las mas apreciables son las negras. Su figura es semejante un M o -no grande ; pero tienen el h o c i -

  • 32 CARTA I.

    o largo : su carne no es del to-do mala. L o s Indios y las I n -dias suelen hacerse de estas p i e -les unos medios capot i l los para libertarse de la crueldad de los frios. Unas son de cerca de dos varas , otras de vara y media , y otras de una vara. L o s Rusos y los Ingleses les dan un pedazo de cobre mal cortado , y les sa-can quantas quieren. L o s M i s i o -neros les damos tr igo , tabaco, cintas y alguna ropita : y creo, que si se abastecieran todas las Misiones de estos gneros jamas faltarian N u t r i a s ; pero h a y m u -cho descuido sobre este asunto por la codicia de algunos secu-lares , que solo atienden su con-veniencia.

    E n el G o l f o de Cal i fornias h a y placeres * de perlas ricas , y

    * As se laman los sitios en donde se crian las Conchas.

  • DE IAS CALIFORNIAS. 33

    son m u y abundantes : en t i e m -pos pasados se habia hecho c -lebre esta Provinc ia por las m u -chas que sacaban los Buzos ; p e -ro en el dia est este comer-cio en la mas fatal constitucin; pues las pocas disposiciones que se toman , y demasiada adhesion a l d ic tamen de ciertos G o b e r -nadores de ella , han sido c a u -sa de que muchos Comerc iantes h a y a n desamparado este ramo, pensando aquellos aumentar la R e a l H a c i e n d a : con sus proyec-tos y planes se han hecho odiosos los interesados , y apenas h a y quien quiera exponerse las con-seqencias mas fatales. D i c h o s placeres por lo comn no tienen mas que ocho nueve brazas; otros h a y de q u a t r o , y otros de tres : en su fondo regularmente existen las conchas , las sacan los Buzos , las abren , y debaxo de la carne h a y unas como c a -

  • '^ 4 CARTA I.

    sillas , y al l se descubren las perlas mas finsimas y del m e -j o r oriente. D i o s quiera que vuelvan los Superiores al mto-d o a n t i g u o , para que as se r e s -t i t u y a el comercio que enton-ces corria con tantas ventajas. Sobre los minerales de plata y oro he odo los mas i n t e l i -gentes , que en esta P r o v i n c i a h a y todos los seales y Tepuste-tes * de plata la mas fina. P e r o la pobreza de algunos Espaoles que en ella v i v e n , las pocas p r o -porciones para trabajarlas , la fa l ta de v v e r e s , a g u a , ropa y g e n t e s , no permiten ni aun h a -cer pruebas ni averiguacin exac-ta . ; pues el que quiere trabajar una mina , es menester que de antemano tenga otra mina de dinero.

    * Son ciertas guijas qite arrojan las minas de plata.

  • DE LAS CALIFORNIAS. 3 J

    E n el grado 2 4 , y cerca de la Misin de T o d o s S a n t o s , h a y un Pueblo de Mineros , que ca-si todos son Mulatos , N e g r o s y m u y pocos E s p a o l e s : este P u e -blo se l lama el R e a l de Santa A n a , en donde se saca plata la mas pura y apreciable; pero m u y lentamente por lo que l l e v o d i -c h o : de modo , que ni las d i -chas minas ni los placeres de oro que en algunos lances se han descubierto , han podido sacar aquellos infelices de sus miserias. A l g u n o s E s p a o l e s , que atraidos de estas noticias entraron en es-te D e p a r t a m e n t o con el deseo de hacerse ricos , jamas lo han l o g r a d o ; pues unos fueron muer-tos por los Indios Cal i fornios , y otros que fueron mas d i c h o -sos , se volv ieron del mismo m o-do que entraron. E n algunas o c a -siones que l lueve por el V e r a -no , y corren los arroyos con

    C s

  • 36 CARTA I .

    furia , se han visto en los are-nales de los mismos muchos g r a -nos de oro , y y o he tenido a l -gunos m u y finos , los quales se creen arrojados de las minas con la v io lenc ia de los aguaceros. Y y o soy de d i c t a m e n , que si de h e c h o entrasen trabajar las mi-nas , se podria sacar mucha r i -queza ; pero se perderian los I n -d i o s , se acabaria la poca R e l i -g i o n que al l se observa , y los Espaoles serian v c t imas del furor de los Brbaros : pues se h a v i s t o , que aquellos Indios que tratan mas con los Espaoles , han salido mas traidores , mas insolentes , menos obedientes y m u y mal Christ ianos : el m o t i -v o es bastante notorio los M i -sioneros ; pero no es l c i to el po-ner lo por escrito y con public i-dad : i y quntas veces nos h e -mos v is to los Rel ig iosos en los m a y o r e s apuros!

  • TSS LAS CALIFORNIAS. 37

    CARCTER T COSTUMBRES DE LOS INDIOS.

    JEn casi todas las Misiones de la antigua Cal i fornia debemos suponer reducidos medio r a -cionales sus naturales ; bien que esta regla general no carece de excepcin , pues se han v i s t o hbiles y dispuestos para todo. L o s mas v iven por ser y a C h r i s -tianos ( no hablo ahora de los Gent i les ) un poco olv idados de sus costumbres gent l icas , s u -persticiones y vanas observan-cias , y por consiguiente saca-dos un poco del caos de la i g -norancia : c u y o beneficio se d e -be al cuidado y trabajo c o n t i -nuo de los Misioneros. Sus g e -nios suelen ser distintos , al p a -so que en sus extravagancias se diferencian m u y poco. L o s I n -dios de las Misiones de Loreto^ Comund , Cadegomo , Guadalu-

  • 38 CARTA I.

    pe y Molexe son asquerosos , fal-sos y dexados : los de San F e r -nando y Rosario son humildes , pacficos y d c i l e s : los de San-to D o m i n g o y San V i c e n t e son inquietos , soberbios y r e v o l t o -sos ; y estos de San M i g u e l , e n -tre quienes v i v o , y es la l t i -ma frontera de Genti les , t ienen un genio recio , indci l , a l t i -vos sobremanera , valientes y guerreros , y en todo t iempo han dado que hacer la Tropa . L a estupidez , dexamiento , d e -sidia y falta de reflexion suele ser la misma generalmente en todos. Estas y otras circunstan-cias que tocamos todos los dias con nuestras manos los M i s i o -neros , movieron en otro t iempo la disputa si ellos serian v e r d a -deros racionales ; y si esto ( co-m o se lee ) se deca de los I n -dios de la N u e v a Espaa , q u diran los eruditos de estos C a -

  • DE LAS CALIFORNIAS. 39

    l i fornios , que son tenidos por los mas salvages ? O decir un hombre que habia caminado por muchas tierras , mares , puertos y Provinc ias , miembro de la A c a d e m i a R e a l de las C i e n c i a s , que estos Cal i fornios parecan racionales de segunda especie. S o y de parecer , q u e e n el m u n d o tal vez no habr N a c i o n e s tan p o b r e s , tan infelices y tan fa l -tas de especies intelectuales c o -mo estas. Apenas pasan de las primeras aprehensiones,, y estas por lo comn son erradsimas: los movimientos de la voluntad suelen ser proporcin de las cortas luces del entendimiento; solo en el desahogo de sus pa-siones brutales suelen ser a c t i -vos y eficaces : estas se reducen ser tenidos por valientes y crueles , aunque por otra parte sean los mas cobardes del mun-do : quieren ser tenidos por l i -

  • 40 CARTA I.

    geros y corredores ; y en fin, suelen jactarse de hombres de corazn , arrojndose de los pe-ascos , y exponindose ot ros pel igros en que suelen perder l a v ida. E n t r e ellos siempre h a y a lguno mas desahogado y atre-v i d o , que se reviste con el ca-rcter de C a p i t n : pero ni este tiene jurisdiccin alguna , ni le obedecen , y en estando algo vie-jo lo suelen quitar del mundo: solo en los lances que les tie-ne cuenta siguen sus d ic tme-nes , y son regularmente quando quieren invadir otros Indios, y a para quitarles las semillas, y a para robarles sus mugeres. Sus deseos por lo comn se o r -denan procurar el al imento d e l dia , ni se afanan por tenerlo seguro en el dia de maana : e l cuidado de la comida es pecu-liar de la muger , pues el h o m -bre se debe contemplar como un

  • DE tAS CALIFORNIAS. 41

    ocioso v a g a m u n d o ; y aunque la muger tenga hijos , est en cin-ta que acabe de parir est v ie ja , siempre ha de buscar agua, comida , lea y quanto es nece-sario para la subsistencia , a u n -que sea p r e c i s o , como a c o n t e -ce , caminar quatro , c inco seis leguas para buscar semil las si lvestres , y entonces andan ellas solas sin hombres , y v u e l -ven cargadas con todo como si fueran muas. N i es arbitra la pobre muger para replicarles; porque como ellos no reconocen Superiores , al instante se v a l e n de la fuerza , las lastiman las matan : solo temen los parien-tes de la m u g e r , los quales lue-go se preparan para la v e n g a n -za , y esta la exercitan hasta la quarta , quinta y l t i m a g e n e -racin : este es el m o t i v o por qu entre ellos hay tantos h o -micidios ; y no es necesario para

  • 42 CARTA I .

    e l lo alguna injuria g r a v e , basta una palabra , una accin y a l -guna mirada sin reflexion. L o s Indios Gent i les y los C h r i s t i a -nos antes de bautizarse jamas han probado el pan ; porque no c o -nocen el t r i g o , cebada ni m i -j o : del mismo modo ni cono-cieron Carneros , Bacas , M a -chos Cabros ni G a l l i n a s ; de mo-do , que sus comidas son m u y simples , de yerbas , frutas s i l -vestres , Conejos , V e n a d o s , V -boras , Culebras , R a t a s , L a g a r -tos y otros animales del monte.

    Son m u y buenos pescadores, y algunos abastecen todo un concurso de parientes ; solo que tienen la vana observancia de que el pescador no debe comer el pescado que c o g e , porque se-r desgraciado en el mar ; y as los dems comen todo el pesca-do , y l se contenta con las fru-tas que le traen sus parientes.

  • DE 1AS CALIFORNIAS. 43

    E n la caza son diestr s imos; usan de s a e t a s , honda y palo ; y mi-ran la caza con tanta del icade-za , que si siguen a l g u n V e n a -do , Conejo L i e b r e , y no pue-den m a t a r l o , y los otros les ha-cen b u r l a , suelen ahorcarse ellos m i s m o s , se arrojan los b a r -rancos.

    A u n q u e los Indios C a l i f o r -nios son pobres , como l l e v o dicho , h a y entre ellos otros mas pobres : estos jamas se les o y e una palabra quando conversan los d e m s ; se ponen en un r in-cn , comen los desperdicios de los o t r o s , son obedientes to-dos , y si acaso los maltratan mucho , h u y e n los bosques, y al l v i v e n solos c o m o fieras. L a codicia en orden bienes raices es semejante la de aque-l los que nada conocen en el mun-d o : esta constitucin de nimo, as como los abandona una su-

  • 44 C A R T A I .

    ma desidia y perpetua ociosidad, as los hace dciles quando son inducidos al bien al m a l ; con solo alguna leve insinuacin que dexen las cuevas y los montes para ser instruidos en e l C h r i s -t ianismo , se aprontan con ace-leracin , y Su permanencia por l o regular dura mientras no h a -ya a lguno que los convide los montes y las cuevas ; de m o -do , que con la misma f a c i l i -dad que las dexan para ir la Misin , con la misma dexan la Misin para volverse ellas : excepcin de los pequenelos que se crian de otro modo, j M i r a n con indiferencia los b e -neficios que se les hacen , y en un momento se o l v i d a n de sus b ien hec ho r es : son t midos y c o -bardes , y aunque en lo exterior suelen manifestar animosidad y valent a echando b r a b a t a s , t o d o esto persevera hasta que h a y a l -

  • DE I A S CALIFORNIAS. 4J

    guno que les d a lgunos azotes les escarmiente con a lgunos latigazos.

    R e g u l a r m e n t e no tienen g o -bierno ni conocen R e y , s o l o , co-m o dixe a n t e s , a lgun C a p i t n ; y como no poseen fincas , casas, bie-nes raices ni tienen forma de Pue-blos ( excepcin de los C h r i s -tianos que reconocen nuestro C a t l i c o Monarca , y v i v e n en forma de C o m u n i d a d ) , la nece-sidad de bagamundear para l o -grar su a l imento les o b l i g a no establecerse en parages fixos. Se mudan continuamente de un sitio otro , y en distancia de muchas l e g u a s , y quando hacen su establecimiento en lugar d e -terminado , no se cuidan si h a y no agua , pues la suplen con las pencas de las piteras. Segn e s t o , aquellos que son mas astu-t o s , y que no quieren v i v i r en cuevas . hacen una ranchera

  • 46 CARTA I.

    compuesta de las familias de sus parientes : cada qual se gobier-na segn su antojo , y todos se unen para los bay l e s , fiestas y guerras , y entonces se previenen para ellas en quanto les dicta su talento. Estos que v i v e n en r a n -cheras forman dos tres casas largas de catorce quince varas , les echan por el techo ramas y una poca tierra'; son m u y b a -xas , y las puertas semejantes una r a t o n e r a , y sin respira-dero , y todas estn siempre l l e -nas de humo ; y esto lo hacen para que si a lguno pasa por la puerta no vea los que estn d e n -tro : otros hacen unas barracas pequeas semejantes aquellas que tienen en los campos los que g u a r d a n las vias.

    A la gula dan toda la l iber-tad posible : no tienen horas se-aladas para saciar su apetito: comen quanto hallan por delan-

  • DE LAS CALIFORNIAS. 47

    te ; hasta las cosas mas sucias sirven su g u l a : la sal jamas en-tra en sus c o m i d a s , ni cosa de manteca ni azeyte .

    T o d o s andan desnudos , aun-que las mugeres suelen cubrir su naturaleza con unos de lanta-l i l l o s d e hilos de p i t a , y de pieles forman un como medio c a p o t i -l lo para el pecho. L o s hombres, excepcin de los C a p i t a n e s , que l levan estos mismos capot i l los , nada se cubren : el adorno de la cabeza en las mugeres se redu-ce un casquete de j u n c o s , y en los hombres de plumas : y al-gunas veces forman c o m o unos gorros de barro y se los p o -nen sobre la cabeza. E n el cue-l lo l levan unas sartas de cara-coles m u y pequeos , Conchi-tas piedrecitas con el m a y o r primor. E l color en todos es m u y moreno , aunque h a y Indias bas-tantemente b l a n c a s ; pero y o creo

  • 48 C A U T A I .

    que esto tal v e z provendr de la mezcla que hubo en t iempos p a -sados con los Ingleses que entra-ron en la Cal i fornia , y de la que suele haber con algunos E s -paoles : todos usan de embixes pinturas en su cuerpo , pero las mas r i d i c u l a s ; unos la cara ne-gra , el pecho amari l lo , y las piernas blancas ; otros al contra-r io ; y otros en fin lo que les v iene la imaginacin : unos se cortan un pedazo de oreja , otros las dos ; otros agugerean el l a -bio inferior , otros las narizes, y es cosa de risa , pues all l le-van co lgando r a t o n c i l l o s , lagar-tijitas , Conchitas , & c . E l fin de pintarse todos hasta los recien nacidos , es para hacerse h o r -ribles.

    L a s alhajas de sus casas se reducen una pequea red de h i l o para guardar semillas , un poco de tabaco si lvestre con su

  • DE LAS CALIFORNIAS. 49

    pipa de barro , unos pedazos de pedernales para flechas , unos huesos para labrarlas , algunas p lumas de pxaro para su ador-no , un plato de juncos para re-coger las semillas , dos palos pa-ra sacar fuego , lo que c o n s i -guen con facil idad restregndo-los entre s , un arco y saetas , un palo de tres palmos para matar. Conejos , y si es pescador a l g u -nos cordeles y anzuelos : este es todo el axuar que se r e d u -cen los bienes de los Indios ; bien entendido, de aquellos que se re-putan por m u y ricos ; porque h a y otros que nada tienen. Quando quieren mudar de sitio todo lo l leva la muger encima , solo e l hombre debe l levar el arco y las saetas.

    H e m o s hal lado los M i s i o n e -ros algunos parages , s ingular-mente uno que se l lama Via-tacot, en donde los Gent i les n o

    D

  • JO CARTA I.

    admitan la P o l i g a m i a , pues c r e -an que el que tenia muchas m u -geres no podia ser f e l i z , y pron-t o morira : pero lo mas ordina-r io es tener con el t tulo de S o a -sadoras quantas mugeres quieren: el adulterio es m u y comn -r con ttodo , es un del i to que miran con alguna delicadeza ; pues repudian la muger , la m a -tan infel izmente. Sus casamien-tos son m u y ridculos : unos para casarse ensean sus cuerpos las m u g e r e s , y estas e l l o s ; y adop-tndose su g u s t o , se casan: otros en fin , que es lo mas comn, se casan sin ceremonia ; se en-cuentran en un monte en un barranco , se juntan su s a l v o -conducto , y luego avisan que y a estn casados : estos y los pr imeros mudan la muger quan-do y como quieren , pero todos las miran como Esc lavas . J a m a s se vn dos parientes c a s a d o s , e x -

  • DE tAS CALIFORNIAS. f i

    cepto en alguas partes que con-servan la costumbre que tenian los H e b r e o s : saber , que muer-to el mar ido , su hermano pariente mas inmediato se ca-sa con la viuda. E l amor y cui-dado con los hijos es m u y fri: si la madre se halla enferma y no h a y quien los cuide , los aban-dona los mata ; porque el ma-rido , aunque vea perecer su muger y sus hijos , no move-r el pie para nada , todo lo m i -ra con indiferencia.

    L a s paridas despus del par-to acostumbran baarse su cuer-po con agua a lgo tibia , despus entra en un h o y o , el que> est y a templado con el fuego ; a l l se coloca boca arriba , la cubren con ramas y tierra hasta el cue* l io , y s b r e l a tierra suelen" p o -ner piedras gruesas para que su-d e ; cuya operacin repiten tres quatro dias : y todo esto no im-

  • J 2 CARTA It

    pide que la muger acabando de parir v a y a por los montes buscando lea , agua y semillas. Y en toda la N a c i n de C a l i f o r -nias ( q u e se l lama Add) el m a -r ido se acuesta en el sit io don-de pari la muger , recibe las enhorabuenas de u n o s , y c o n -templaciones de otros.

    A l nio reciennacido le cor-tan el o m b l i g o con un pedernal, l o lavan con agua tibia y lo en-tierran cubriendo su cuerpeci to con ceniza hasta la g a r g a n t a , su-pl iendo la ceniza la falta de la ropa : y a grandecito lo co locan sobre unos palitos formados m o d o de arco , a l l lo aseguran con c o r d e l e s , y sobre su pecho le ponen una almohadita de a r e -na , la aprietan bien para que no se cr ie con pechos levanta-dos , porque lo tienen por d e -formidad.

  • DS tAS CALIFORNIAS. J3

    RELIGION DE LOS INDIOS,

    JLos grandsimos deseo de sa-ber fondo qu R e l i g i o n obser-vaban estos Indios , como asun-to tan interesante , han m o v i -do mi curiosidad al mas escru-puloso examen de sus e x t r a v a -gancias ; y aunque vemos por lo comn , que muchos de los I n -dios no tienen notic ia de R e l i -g i o n , ni saben si h a y causa p r i -mera de todas las c o s a s , ni si el alma es i n m o r t a l , y otros pun-tos semejantes ; porque por su mucha estolidez, jamas les v ie-ne la imaginacin el pensar si son r a c i o n a l e s , si hay a l g u n o superior que los gobierne , & c . con todo referir lo que y o he v isto y averiguado : P r i m e r a -mente debemos suponer , que al principio de los d e s c u b r i m i e n -tos se suscit en R o m a la ques-tion si los Indios recien c o n -

  • 54 CAB T A I .

    quistados en M x i c o se les e-bv> administrar el B a u t i s m o t u d o s , darlo los que manifes-tasen comprehension , y negarlo los mas insensatos. Si esto se disput de unos Indios que son l inces respecto de los C a l i f o r -nios , qu concepto podremos formar de estos en quanto su R e l i g i o n ? E n esta pues P r o v i n -cia se han visto algunos h o m -b r e s , en quienes existe una no-ticia confusa de la R e l i g i o n ; pe-ro desfigurada con mil extrava-gancias , y con unas especies tan ridiculas , que causan risa aun los hombres mas serios. Jamas han tenido T e m p l o s ni d o l o s , ni Al tares ni lugares destinados los sacrificios , y por consi-guiente nunca se ha v is to la Ido-latra : no adoran al Sol ni la L u n a , solo tienen sus vanas ob-servancias y cuentos ridculos en orden la F e .

  • B E IAS CALIFORNIAS. J J

    D i c e n pues que un C a p i t n grande ( a s se expl ican qua ndo quieren expresar el c a r c t e r , y ponderar las circunstancias de un s u g e t o ) h izo el C i e l o , la tierra y quanto existe en el los. E s t e C a p i t n se l lamaba Meni-chipa ( hablando segn el id ioma y tradicin d e l P u e b l o Viata-cot Mis in de nuestra Seora del R o s a r i o ) ; que luego cr i otro semejante s m i s m o , y se l lamaba Togomag ; que despus hizo un hombre y una muger; que estos tuvieron un hijo l l a -mado Emai Cuao: este lo p r o -hij el C a p i t n grande , y le dio todo su p o d e r , y todas la cosas y facultades se las puso en sus manos : este hijo perteneca e l cuidado de los casados , y este es el que dis tr ibuy los casa-mientos de los hombres con Jas mugeres : Menicbipa, aunque ha-ba cr iado todas las cosas , las

  • j 6 C A R T A I .

    dex m u y imperfectas ; pero e l prohijado las perficion , endul -z las semillas que eran a m a r -gas , y amans los animales que eran feroces : para que las gen-tes no tuvieran tanto fri c o l o -c fuego debaxo de la t i e r r a , y quejndose los hombres que el calor era mucho , escupi sobre la tierra , y su saliva se c o n v i r -t i en mares , rios , fuentes y l a g u n a s : enojados los hombres de v e r tantas aguas lo quis ieron perseguir , y entonces e m p e z l lorar , y sus lgr imas forma-ron las l luv ias : despus puso nombres todas las cosas , les ense el modo de la generacin, pues la primera mult i tud de g e n -tes las fu l fabricando con su propia mano , y fat igado , ense los hombres p r o c r e a r : m a n -d celebrar bayles y fiestas , y los impuso hacer exequias los d i -funtos que hubiesen m u e r t o con

  • D E LAS C A L I F O R N I A S . 57

    muerte n a t u r a l ; que los de muerte v io lenta los quemasen: los que fuesen mas va l ientes en muriendo irian debaxo del N o r -te , donde es taan todos los fun-d a d o r e s , y al l comerian V e n a -dos , R a t o n e s , Conejos y L i e -bres. M a n d que las mugeres e s -tuv ieran sujetas los hombres, y que entre estos hubiera a l g u -nos que fuesen creido s sin r p l i -ca. A a d e n , que Menichipa fu h e r i d o por los hombres , y ha-ciendo el muerto se l e v a n t ; pe-ro que los malhechores h u y e -ron , y hasta ahora no se sabe donde estn. H a b i n d o l e s y o preguntado , que dnde estuvo Menicbipa antes de cr iar las c o -sas , respondieron , que debaxo del N o r t e h a y una bola de t ier -ra que se cr i repentinamente con Menicbipa ; que al l v i v i a m u y triste , porque no tenia com-paeros ; y de aqu se movi

  • 5 8 C A R T A .

    cr iar lo todo. C o n c l u y e n , que Menichipa cr i mucha gente s o -berbia y mala , y queriendo que todos estuvieran en paz , los des-terr del m u n d o , y los encer-r debaxo de la tierra ; sin em-bargo permite que de quando en q u a f d o salgan engaar los h o m b r e s : esta gente soberbia en unos parages l laman Cbilichs^ en otros Tevigol, en otros Cbi-lay, que equivale D e m o n i o : es-te anda vis iblemente entre el los en muchos parages a p o y a n d o sus m a l d a d e s ; en otros se les aparece de noche revest ido de f u e g o , y les amenaza ; y poseidos de e s -te terror practican quantas m a l -dades les inspira ; pero los y a Chris t ianos se defienden ya con el santo R o s a r i o , como lo puedo atest iguar en unos Indios de Vi-atacot, y a con las C r u c e s , que por influxo de los Misioneros se colocan en los montes , en los

  • E IAS C A L I F O R N I A S . ,59

    bosques y en los caminos : y es tanto e l respeto que los G e n t i -les suelen tener la Santa C r u z , que jamas la tocan ni queman: y aun de palos forman ellos o-tras y las l levan sus cuevas , pues vn palpablemente los fa-vores que reciben del Santo M a -dero. O m i t o otras e x t r a v a g a n -cias , pues con lo referido se po-dr inferir su estupidez y r i d i -culeza : en otras N a c i o n e s ni la mas mnima noticia tienen de D i o s ni del D e m o n i o , ni aun siquiera en confuso.

    DE LOS CURANDEROS DE LOS INDIOS.

    E n sus extravagancias y en me-dio de sus ridiculeces tienen unos viejos , l lamados de unos Quamas y de otros Cusiyaes , que vale lo mismo que hechizeros. A l g u n o s de los Misioneros estuvieron persua-

  • CARTA .

    d idos , pero falsamente , que es* tos viejos eran sus Sacerdotes: pero qu fin haban de tener tales Sacerdotes , c u a n d o ni t i e -nen sacrificios ni d o l o s ? Estos viejos son unos hombres los mas desenvueltos ; su extremada f a -cundia , infatigable parla , y sin-gular eficacia en acciones y m o -vimientos ridculos , es causa de ser tenidos por orculos , y sus mentiras son credas de estos in-fel ices con mas firmeza , que quanto les dicen los Rel ig iosos : de aqu n a c e , que los pobres m i -serables se v n obl igados por e l temor ( pues continuamente les amenazan con la m u e r t e ) d a r -les las semillas si lvestres que traen las mugeres , servir les con el m a y o r empeo , c o n -descender con quanto quieren, buscarles lea , agua , pescado y todo lo dems , y d ichos v ie-jos pasan una v i d a m u y ho lga-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 6l

    zana , sin tener que afanarse por la comida ni bebida : hasta las mugeres no se atreven n e g a r -se sus brutales apetitos : t o d a el temor de ellos y de ellas na-ce de que el viejo las engaa, d i c i n d o l e s , que el D e m o n i o es su a m i g o ; y que ellos solos son capaces de acabar con todo el mundo ; y aunque vean que la T r o p a y los Misioneros los c a s -t iguen con a z o t e s , y que no pue-den res is t i r , con todo creen los miserables , que todo quanto ha-cen es porque l quiere. E s d i g -no de notarse , que todos los I n -dios son lampios , no tienen barba ni nada de ve l lo en el cuer-po ; y lo mismo las m u g e r e s , excepcin de la cabeza ; pero en-tre ciento suele salir a l g u n o con una perilla sin b i g o t e , se la d e -xa c r e c e r , y hace la figura de un choto , y este regularmente se ya criando para este e m p l e a

  • 6z C A R T A .

    Cuntanles las costumbres de sus antepasados , y para e n g r a n -decer su razonamiento no d u -dan mezclar quantas mentiras pueden , con la satisfaccin de n o hallar oposicin en los c i r -cunstantes ; pues todos , c o -m o dixe , estn poseidos de un terror pnico (aun contra la mis-ma exper iencia) de que aun so-la su saliva es capaz de quitar la v ida sus mulos , y de dar-la igualmente sus amigos. Son l lamados para qualquiera enfer-medad , c u y a imaginaria curacin consiste en unas sobas frie-gas de todo el cuerpo , m o v i -mientos ridculos , b r a m i d o s , y otras acciones descompuestas y solapadas ; y si por cont ingen-cia muere el enfermo , dice el viejo , y lo creen t o d o s , que l o m a t , porque no era a m i g o su-y o no lo regalaba , porque no vengaba los agravios que h a -

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 63

    bian recibido sus parientes. S i la enfermedad desaparece con so-las las fuerzas de la naturaleza, c lamorea haberlo curado perfec-tamente , porque era de los su-y o s , y porque era m u y val ien-te ; y los Indios son de tan cor-tos alcances , y en este part icu-lar tan s e n c i l l o s , que todo se l o creen solo porque l lo dice.

    Estos viejos son de mucho impedimento para la conquista; porque abandonados sus locu-ras y extravagancias , persuaden los dems , que no admitan los Misioneros , que les quitan la l ibertad de las pasiones : les dicen que si quisieran harian b a -xar piedras de las nubes contra los Re l ig iosos ( pero nunca lo cumplen , aun brindados ) , que solamente ellos son los Dioses; de modo , que es cosa de risa ver quando se juntan algunos de ellos delante de los I n d i o s , d i -

  • 64 C A R T A I .

    ce el uno que es el D i o s del agua, el otro de los animales , el otro de las semillas , y as de las de-mas cosas. Los pobres Indios vn muchas veces estos viejos te -ner hambre , sed , fri , y que son castigados con a z o t e s , y con todo creen que as es como el los dicen. C o n esto se v el poco talento de estos miserables , y el poco discernimiento en sus cosas. Son hbiles los Indios pa-ra amansar bestias , pelear con fieras , infamar qualquiera , ro-bar todo el mundo ; pero en hablndoles de R e l i g i o n , de estos v i e j o s , se v que estn m u y alucinados. Son tenacsimos en conservar costumbres de sus an-tepasados , y quantas mentiras quieran decirles todo lo reciben con gusto , y lo oyen con aten-cin ; y aunque despus Se h a -gan C h r i s t i a n o s , hemos visto por la experiencia , que muchos se

  • E E LAS C A L I F O R N I A S . 6j

    E

    vuelven sus c h o z a s , y tanto se les da el ser Christ ianos c o -mo el no serlo : si h u y e n de la Iglesia y de la T r o p a , los bus-can , los sacan de los bosques y los castigan : y aunque los bus-quen cien veces , y los castiguen bastante , otras tantas vuelven huir , y siempre los hallan en un mismo sitio ; y todo esto d e -pende de estos v i e j o s , pues les dicen que no teman los a z o -tes , y que en queriendo el los no les castigarn , pero nunca se verifica esto. Sus e x t r a v a g a n -cias en orden los difuntos son dignas de risa , como veremos: solo es de advert ir , que los G e n -tiles acerca de los viejos nada quieren a v i s a r ; porque saben se-guramente , que luego los bus-can los Misioneros con la T r o -pa , y los ponen en el cepo , pa-ra que no impidan la conquista.

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    FIESTAS, ENTIERROS y EXEQUAS DE LOS INDIOS.

    E n dos ocasiones manifiestan estos viejos su autoridad y sus facultades ; la una en las fiestas pblicas b a y l e s ; y la otra en las exequias de los difuntos. Fiesta entre los Indios Gent i les no es mas que una concurrencia de hombres y mugeres de todas par-tes para desahogar los apetitos de luxria y gula : se esmeran los viejos en l lamar quan tos amigos pueden ; pero se ha de advert ir , que en estas no ofre-cen sacrificio , ni hacen adora-ciones , ni cosa alguna que t e n -g a viso de R e l i g i o n : convida-dos pues hombres y mugeres al s i t io sealado , procuran preve-nir quantas semillas silvestres pueden; su objeto es c o m e r , b a y -l a r , rerse , correr y usar de las mugeres. Para las fiestas no h a y

  • DE I A S C A L I F O R N I A S . 67

    t iempo determinado ; pero lo re-gular es en el t iempo de las se-millas , y siempre en L u n a nue-va. E l papel principal de esta fiesta es el viejo ; l es el que mas trabaja y suda por sus v o -ces , bramidos , ademanes , gestos y saltos ; l ordena lo que se debe hacer , y m u y de antemano en-gaa los infelices , prometin-doles m i l habilidades y valen-tas , aunque sea el hombre mas cobarde del m u n d o : se va dispo-niendo poco poco para un ra-zonamiento , que suele durar tres y quatro horas , y veces a lgo mas ; en el qual les dice quan-tas mentiras quiere y puede ima-ginar , acompaando sus palabras con gestos ridiculsimos , y sue-le salir tan fatigado , que queda tendido en el suelo para muchos dias como y o he v isto .

    Mientras se van congregan-do las gentes se forma un c i r -

  • 68 C A R T A .

    co de palos en un bosque en un barranco (pues siempre se escon-den para estas funciones) ; l i m -pian un pedazo de camino para las corridas , y hacen una cas i -ta de ramas para el viejo ; los dems todos estn a l r a s o : esta chocita es de tanta veneracin para las mugeres especialmen-te , que nadie entra ni la v i s i -ta , y estn persuadidos , que a l instante que pongan el pie en el la , al punto mueren : y o les he hecho ver todo lo contrario; y siendo as que cogindolas de la mano las metia y nadie m o- a , con todo , lo creen porque e l viejo lo dice solo. Dispuesto y a el c irco se juntan todos los hom-bres y mugeres , aquellos pinta-tados de mil colores y desnu-dos , y sobre la cabeza un plu-mero m u y grande ; las mugeres tambin pintadas , y unas como diademas en las c a b e z a s , forma-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . tfp

    das de las plumas de las a v e s , pero muy hermosas. E n m e d i o del circo colocan un palo para las operaciones del viejo. Es tas funciones siempre son de noche, y as hacen prevencin de lea para iluminarse y calentarse.

    E l viejo forma de cabelleras de difuntos una como capa plu-v i a l , y los otros viejos mas an-cianos pintados de negro , y con unas pieles grandes de V e n a d o modo de capas atadas con cor-deles se visten , y con unos pa-los largos en las manos , y en el remate algunas cabezas de d i fun-tos , muertos en sus g u e r r a s : h a -biendo paseado el c irco con mu-cha formalidad , y sin hablar pa-labra , se queda el viejo e n m e -dio del c irco , intima si lencio los circunstantes , y les habla sobre el fin de aquella funcin: les d i c e , que el Capitn de t o -dos los animales lo e n v i a , si

  • 7 0 C A R T A I .

    le parece les asegura , que l es D i o s de todo , y lo dice con tal satisfaccin , y lo o y e n con t a n -to g u s t o , que causa admirac in: los otros viejos , como que les tiene cuenta ir con su parecer para repartirse los regalos , con-firman todos sus dichos : les ha-bla de las costumbres antiguas, envueltas con mil contradiccio-nes ; da razn de todas sus h a -bilidades , curaciones , muertes y facultades , y les asegura , que tiene amistad con los difuntos, y luego saca unas tablas pinta-das con mil figurones , las que representan los hombres mas h -biles que han tenido ellos , los mejores curanderos , los mas va-lientes , los mas corredores , y los mas fuertes , y solo de estos forma unos elogios m u y sobresa-lientes ; pero siempre aade, que l es^ mas que todos.

    A mas de estas tablas hay o-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S .
  • 72 C A R T A I.

    te en su choza , y al instante empieza el bay le : es cosa de la m a y o r risa ver la v is lumbre del fuego los figurones mas feos y los movimientos tan extra-os ; todos los hombres bay lan j u n c o s , y despus las mugeres : u-nos pintados de negro , otros de colorado y b l a n c o , otros de ama-ri l lo , todos brincando , y dando bramidos , y al mismo t iempo tales risadas , que admira v e r d a -deramente : de quando en quan-do sale el viejo con su capa plu-via l , y dando quatro seis brin-cos por un lado , por el otro da unos alaridos descompasados, y entonces todos levantan la v o z en seal de regocijo : al paso que se cansan, se va acabando la fiesta , se sientan , reparte el viejo unas pocas de semillas para c o -m e r , y al mismo tiempo que u-rios comen duermen, otros des-ahogan su pasin carnal sin ru-

  • E E I A S C A L I F O R N I A S . 73

    bor ni v e r g e n z a : as pasan t o -da la noche. A l amanecer h a -ce seal el viejo , y l lama las mugeres para que recojan semi-llas para la noche ; en efecto se suelen estar todo el d ia , y vienen por la tarde cargadas como unas Muas , y todo lo depositan pa-ra el bay le ; pero el viejo esco-ge siempre lo mejor , y racin doble para estar mas fuerte. E s t a fiesta suele durar veinte vein-te y c i n c o dias.

    P o r la tarde suelen ser las corridas de los Indios y sus l u -chas , y aquel que queda v i c t o -rioso , es el mas querido de las m u g e r e s ; y el vencido suele sen-tirlo tanto , que algunos se han ahorcado ellos mismos : otros, como y o lo he v isto , se han d e -xado caer de los montes mas en-cumbrados ; y aunque los dems Indios vean que se van ahor-c a r l o l e s dicen cosa alguna :

  • 74 C A R T A r.

    las veces enmedio del bayle se enojan unos con otros , se era-prenden palos y t izonazos , y en un instante se acaba la fies-ta : y aunque en estas funciones se maten , no h a y quien los cas-t igue , pues no reconocen Supe-rior : lo mas gracioso e s , que en-medio del bayle echan unas bra-batas y valentas excelentes , y si por contingencia el Misione-ro lo sabe , y se encamina ha-cia el bayle con la T r o p a para quitarles estas ocasiones , todos huyen ; el uno coge el tambori l , el otro las semillas que puede, y se van escondiendo entre los bosques. Esta operacin del M i -sionero es m u y conveniente ( p e -ro no es para todos , pues se ex-ponen alguna cont ingencia , co-m o m me sucedi los prin-cipios , que con una honda me dislocaron un hueso) para e v i -tar las muertes y dems desr-

  • DE I A S C A I I F O R N I A S . Ji

    d e n e s , y tambin para impedir las resultas del bay le , pues c o -mo all se juntan de tantas par-tes suelen convocarse para pegar fuego la Misin , hurtar ma-tar al Rel ig ioso : si la T r o p a fue-se solamente sin el M i s i o n e r o impedir la funcin , habria m u -chas y m u y malas resultas.

    L a otra ocasin en que los viejos manifiestan su autoridad es en los funerales: regularmente en morirse alguno lo queman, y no hacen prueba de si est no difunto ; en diciendo el viejo, y a fulano m u r i , lo atan y l levan al fuego : y o mismo l ibert una muchacha de catorce aos, que le habia dado un d e s m a y o y la iban q u e m a r , c u y o tiem-po me acerqu, le apliqu un p o -co de vinagre las narices , v o l -vi en s , y con todo el viejo clamaba que estaba m u e r t a , y o que estaba v iva ; unos tiraban

  • 7 6 C A R T A T.

    de una parte para quemarla , o-tros de otra para libertarla , has-ta que enfadados les dimos unos quan tos golpes y la dexron , la l lev la Misin y la bautic, y todava v ive .

    Pasados algunos das de l a muerte del Indio , se juntan t o -dos del mismo modo que para la fiesra , para lo qual convoca el viejo y dice , que el difunto quiere resucitar y comer con ellos , y como y a les d ixo que tenia comercio con los d i fun-tos , fci lmente lo creen : c o n -gregados todos vestidos de c o -lores de carbon y amari l lo , se pone el viejo enmedio del c i r -co , debaxo del brazo tiene una estera de juncos d o b l a d a , en donde escondi la capa pluvia l de la fiesta ; en otro palito tie-ne colgada la cabellera del d i -funto ; intima s i l e n c i o , y se po-ne la capa pluvia l de las cabe-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 77

    lleras de difuntos , y causa ta l horror , que parece un O s o ; to-ca un pito , y les dice , que y a viene el difunto ; pero ellos por mas que miren no lo vn venir : con todo lo creen , y entonces les ensea el palito de la cabe-llera del d i funto , y les d i c e , que al l est , que lo m i r e n , y ellos no vn nada ; sin embargo dan gritos , se tiran de los cabellos, y hacen otras acciones ridicu-las. Y a desahogados con gr i tar los consuela el viejo , hace mi l preguntas la cabellera , y l mismo se da las respuestas su gusto : pongo por caso , pregun-ta el viejo al difunto , si lo pa-sa bien en la casa del N o r t e , y responde que s : le pregunta, si hay otro mas hbil que l , y responde la cabellera que n o , y otras este tenor : hechas las preguntas forma un razonamien-t o del difunto ; si es hombre,

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    que era m u y c o r r e d o r , m u y fuer-te , que sabia tantas fuentes,. que era m u y v a l i e n t e , y o tras s e m e -jantes : si es muger , que habia sido amante de su marido , que habia parido mucho , & c . D e aqu resulta un grande l lanto , singularmente entre los parien-tes : este c lamoreo dura toda la noche , y al amanecer buscan dos viejas l loronas , se ponen en-cima de dos peascos cada qual por su r u m b o , y hacen unos c l a -mores tan tr istes , que causa hor-ror : hecho todo es to , sale el vie-j o enmedio del c irco , les dice que y a el difunto quiere irse; pero que antes quiere presenciar sus habilidades , y entonces pa-ra alegrar al difunto baylan to-d o s , menos los parientes : todos estes en seal de luto se cortan los cabellos.

    Conclu ido el bayle les a v i -sa el viejo , que y a el difunto

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 79

    se da por satisfecho ; pero que necesita de las semillas y f ru-tas para su v i a g e ; entonces el viejo embustero recoge todas las frutas , se las l leva su choza; de quando en quando levanta la cabellera del difunto ; todos le siguen , y son tan simples , que viendo el robo del viejo , y que no hay difunto a l g u n o , todo se lo creen : en fin , quando y a el viejo v que todos estn bien embobados , toca un pito p -fano , y les a v i s a , que y a el d i-funto se quiere ir , que recojan frutas para el otro dia ( q u e es lo que l mas le a c o m o d a ) ; porque seguramente v o l v e r : en-tonces hace quatro gestos , c o r -re con la cabellera en la mano, y todos creen que se va el d i -funto : y aunque vean al viejo que se est regocijando y h a r -tando con las semil las , esrn per-suadidos que son para el difun-

  • 8o C A R T A I .

    to , porque el viejo lo dice : l u e -g o se pone dormir , y avisa los dems que no le molesten, y as los engaa , dicindoles 5 que se v a tambin con el d i fun-t o . N a d i e ser capaz de formar concepto adequado de todo e s -to : parecer increble toda esta relacin , pero ello es a s , y l o he visto muchas veces en los pa-rages l lamados Colecb y Gua-jjamina.

    L a s t a b l a s , los plumeros , las cabelleras y otras cosas perte-necientes fiestas y exequias las guarda el viejo , y con mucha di l igencia ; pues con ellas tiene que comer , y pasa una v ida me-nos trabajosa costa de los i n -felices engaados : de estos a l -gunos quando se hacen Christ ia-nos suelen desengaarse , pero es necesaria mucha cautela ; por-que si despus los encuentran en los montes , se vengan cruel-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 8

    mente , y lo pagan los pobres Christ ianos. L o s mismos viejos quando estn solas les c u e n -tan que son inmorta les ; y v iendo los Indios que tanto se mueren e l l o s , como los dems , lo creen porque ellos lo dicen. Habin-dole y o preguntado uno que se llamaba Gualipai, si sentia c a -lor , fri y hambre , si moriria l como los dems , me respon-di todo que no : entonces man-d un Soldado que hiciera el ademan de meterle la espada por el pecho , y al ver el viejo la a c -cin , empez llorar y huir ; des-pus lo cogieron y le dieron unos azotes , dicindole antes, si sen-tiria el d o l o r , respondi, que no: y lo mismo fu darle dos tres, que empez gri tar y chi l lar como un furioso : hecha la ope-racin se h u y ; junt los su-y o s y les dixo , que no habia querido sacar su h a b i l i d a d , que

    F

  • 82 C A R T A I .

    s hubiera querido con su s a l i -v a hubiera quitado la v ida t o -dos : y los Indios se lo creen porque as l o dicen.

    Estos viejos suelen tener co-nocimiento de y e r b a s medic ina-les , y con ellas hacen algunas curaciones pasmosas ; pero l o que usan mas regularmente es el zumo de tabaco de humo apl i -cndolo l lagas , heridas y c o n -tusiones. Igualmente , en q u a l -quiera parte doliente se apl ican l igaduras de c o r d e l e s , pero m u y apretadas , para que no pase e l humor pecante la parte sana: tambin aplican t izones encen-didos la parte d o l i e n t e , m o -t i v o por qu casi todos estn se-alados en brazos , muslos y piernas : pero la operacin mas comn que hacen estos viejos, s ingularmente en las l lagas tumores , es aplicar la boca a l t u m o r , rebentarlo y chupar to-

  • D E LAS C A L I F O R N I A S . 83

    da la podre hasta que salga san-gre ; esto lo repiten muchas v e -c e s , aunque el humor est en la parte mas asquerosa i n d e -cente ; y ellos no tienen asco d e estas y otras operaciones , pues si lo tuvieran no lo harian , y si no lo hicieran no serian bue-nos curanderos , no los regala-ran , y seguramente se ver an despreciados , sin comida , sin crdito y sin mugeres ; pues por tener esta habil idad todas se le rinden , y se tienen por dichosas.

    ENFERMEDADES DE LOS INDIOS.

    ^Es i n d u b i t a b l e , que el Pais de la California es de un tempera-mento m u y benigno , los ayres son puros , el C i e l o hermoso , la Atmosfera l impia , y la noche m u y clara. L a benignidad de su clima no solo favorece los

    F 2

  • $ 4 C A R T A I .

    n a t u r a l e s , sino que se ext ien-de aun los forasteros , y m u -c h o mas los Espaoles : los Indios c u y a complexion es m u y ardiente , tienen muchas s e m i -llas silvestres que los refrigeran y atemperan su s a n g r e , como son las pitahayas , y con mas efica-cia unos que llaman carambullost semejantes las c i r u e l a s , aun-que m u y coloradas y sin hue-so : pero y o atr ibuyo la salud que gozan los Indios Genti les que sus comidas son m u y s i m -ples : no prueban la s a l , y c o m o casi siempre son yerbas frutas, son de mas fcil digestion : c a -recen de M d i c o s , solo los v ie-jos suelen servir ; pero jamas usan de sangra , ni otros remedios fuertes : adese esto los m u -chos y continuados sudores con que agitan su naturaleza , y aunque alguna vez estn enfer-m o s , siempre duermen en el du-

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . 8j

    ro suelo , y junto al fuego , y este con humo.

    L a s c a r r e r a s , l u c h a s , peleas y otros trabajos voluntarios les ocasionan muchos dolores de pe-cho y otros accidentes : tambin es cierto que han padecido de quando en quando algunas graves epidemias de tabardillos , v i rue-las y l lagas glicas , las que han desolado totalmente las M i s i o -nes y Pueblos : la poca dieta que ellos guardan (pues aunque se es-tn muriendo , si les traen a lgun pescado otra cosa no la d e s -e c h a n ) , el e s t a r la inc lemen-cia , y siempre al lado del fue-go y del humo , aunque haga e l calor mas furioso , el arrojarse dentro del mar en sus enferme-dades , y otras locuras que ellos p r a c t i c a n , pensando errneamen-te libertarse d e s s d o l o r e s , son la causa de que estas epidemias los acaben ; el desamparo de sus

  • 86 C A R T A I .

    conocidos y amigos (pues en v indolos enfermos l o s dexan , y se van otra p a r t e ) , los hace morir de pura necesidad y c o -mo las bestias. Y o mismo he encontrado en los campos a l g u -nos moribundos que despus tra-dos la Misin y al imentados, v iven muchos aos : quando cae alguno enfermo lo cuidan un po-co ; pero si se agrava suelen p o -nerle una oll ita de agua al lado de la cabeza , y lo dexan ; pero tambin hay otros parages en que la muger tiene en los b r a -zos al marido mirndole todos sus gestos hasta que espira.

    L o que aflige en el dia aquellas infelices gentes es el g-l i co , el qual se ha introducido con tanta fuerza y violencia , que despus de haber acabado con toda la N a c i n de los Pericues, (que era d i l a t a d s i m a , y habi-taba el Medioda de esta Pro

  • DE LAi C A L I F O R N I A S . 87

    vinc ia , y no ha quedado ni uno solo , sus terrenos inhabitados y desiertos) ha penetrado por la parte del N o r t e , y ha acaba-do de tal modo con los Pueblos , que en donde se contaban los Indios m i l l a r e s , en el da ape-nas l legan ciento ; y en donde habia seis setecientas perso-nas , casi no l legan t r e i n t a , m o -t ivo por qu jamas pueden l o -grar los Misioneros lo que p r e -tenden. A l g u n o s son de sentir, que esta enfermedad de g l i c o es N a c i o n a l , fundados en que los Gent i les mas remotos ( y y o he visto m u c h o s ) suelen pade-cerla ; pero tambin he a d v e r t i -do , que es equivocacin ; p o r -que no son l lagas las que pa-decen , sino unos tumores que aparecen sobre las ingles , y lue-go desaparecen. P e r o lo que se padece solo en los Pueblos re-ducidos son unas l lagas m a l i g -

  • 88 C A R T A I .

    n a s , que los ponen imposibil i-tados para sus faenas , se trans-funde con prontitud , y salen casi todos inficionados. L a de los Gent i les apenas se propaga, y tal vez sin aplicar remedio a lguno se les quita ; pero la de los Christianos por mas reme-dios que se practiquen , pocos son los que sanan : lo que me ha movido creer , que la que padecen los Genti les no es el morbo gl ico , pues hiciera sen-sacin en sus cuerpos , y no les dexara facultad para correr y baylar como lo pract ican c o n -tinuamente.

    Otros juzgan que la T r o p a , c u y a vida y libertad en aquella Provinc ia es bastantemente l i -cenciosa , y suele ser causa de muchs imo perjuicio en las c o n -quistas , ha comunicado esta en-fermedad ; pues solo en los P o -blados , en donde v i v e la T r o -

  • DE LAS C A L I F O R N I A S . %)

    p , se v este accidente , s ien-do ellos los primeros en sufrir-l a , sobre lo que parece , que tal v e z con sus tratos con las In-dias , y estas con los o tros , se ha propagado este mal tan c o n -tagioso.

    E l principio ( d i c e n los mas) de donde provino este acciden-t e , fu un a lzamiento que h i c i e -ron los Indios contra los E s p a -oles y los Padres Misioneros en esta Prov inc ia , y que D i o s la envi este cast igo por los d e -litos : expondr lo que consta de papeles autnticos y archivados en la Mis in de San Josef del cabo de San L e a s , los que he visto y registrado por m mis-mo. D o s alzamientos se han ve-rificado entre estos Indios llama-dos Perlones, que son los habita-dores de la parte M e r i d i o n a l : el uno sucedi en el ao 1 7 3 4 , y el otro en el ao 1 7 4 0 ; en e l

  • O C A R T A T.

    primero mataron al P . N i c o l a s T a m a r a l de la C o m p a a extin-guida , y en el segundo los criados y los de la N a o de C h i -n a , que estaba fondeada en di-cho Puerto y Misin. E n estos alzamientos se manifestaron m u y brbaros , pues todo lo ta laron y quemaron ; pasados dos aos del lt imo alzamiento , saber en el ao 1742 , les entr una epidemia tan terrible y tan ra-ra , que parecia cast igo del C i e -lo ; los unos no podan sufrirse los otros por la mult i tud de granos que les salan por todas las partes del c u e r p o : murieron en la Misin solamente quinien-tas personas. Esta enfermedad dur dos aos y medio : de esta Misin se propag la de San-t iago ; de esta la de T o d o s San-t o s ; al mismo tiempo que conti-nuaba la epidemia en el M e d i o -da , de repente amaneci en la

  • DE I A S C A L I F O R N I A S . C/

    parte del N o r t e en la l t ima M i -s i n , que entonces era S. Ignacio , y de al l iba infestando las dems Misiones. E s t a peste fu tan g e n e r a l , como el a lzamiento de los Indios ; y era cosa de ad-miracin , el que la epidemia di-cha jamas entr en la G e n t i l i -dad del N o r t e , con la c i r c u n s -tancia de que solo murieron los cmplices en las a t r o c i d a d e s ; pe-ro los que no concurrieron c u -raron con zumo de l imn , re-fresco de naranjas y baos de agua del mar : pero estos m i s -mos remedios apl icados los malhechores les servan de vene-no , y los dos dias moran.

    E n el ao 1748 empez otra epidemia de s a r a m p i n , de la que murieron infinitos , y en el ao 1768 entr en el mismo sitio otra mucho mas pegajosa , que se reduca unos granos m u y m a l i g n o s , c u y a epidemia acab

  • p 2 C A R T A .

    con la m a y o r parte de los I n -dios : se hinchaban todos , y a l cabo de dos dias m o r i a n , y luego rebentaban ; despedan de s un hedor tan molesto , que se a p a r -taban unos de otros por no p o -derse tolerar. N o hubo persona grande ni chica que no e x p e r i -mentase este azote ; pero se v i o claramente que toda la N a c i n de los Pericues , que era l a m a s reboltosa y altanera , y que e n -tonces meditaba acabar con t o -dos , toda se acab , y en el a o de 1789 casi no quedaban dos I n -dios de aquella r a z a , que ascen-d i a millares de almas. E s t a e p i -demia empez por Octubre del ao de 1788 , y en dicho mes se sublevaron e l los , apostataron de la F e , se rebelaron contra E s p a -a y mataron los Misioneros. Y con el mismo orden que el los se manifestaban enemigos de la R e l i g i o n , con el mismo les ac-

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    meta la epidemia ; mas de resul-ta de haberse quedado aquel D e -partamento totalmente despobla-do , se procur enviar gente d e l N o r t e para sus Poblaciones ; pero todos corrieron la misma desgra-cia , y aun quando fueron los Astr logos de Espaa y F r a n c i a observar el paso de V e n u s , y colocaron sus tiendas en esta M i -sin , les acometi todos e l mismo accidente , y muri el Cabal lero Frances miembro de la Academia R e a l de Paris. T a m -bin es d igno de notarse , que en medio de su rebelin l leg e l G a l e n de Fi l ip inas en el ao 1735 , dio fondo en el Puerto de la Misin como lo acostumbra-ba todos los aos , y los Indios engaaron toda la tr ipulacin que venia enferma y los m a t a -ron ; pero al instante los m a l -hechores se vieron con la m i s -ma enfermedad y murieron. T o -

  • C A R T A I .

    das estas circunstancias hacen v e r que esta epidemia fu cas-t i g o del C i e l o ; pero sea lo que fuere para nuestro asunto ; de los granos que afligan los In-dios se iban formando unas l lagas ptridas que salian en los g e n i -tales , y esta enfermedad es la que ha cundido por toda esta Prov inc ia : y aunque ( c o m o dixe) los Gent i les no les aflige ; pe-ro vemos , que lo mismo es ha-cerse Christ ianos , que de all poco y a estn imposibil itados: este es el origen de este mal que por aqu l laman gl ico.

    L a epidemia de viruelas la han padecido dos veces solamen-te , y eso fu porque les entr por las familias de la Sonora que y a estaban inficionadas y pa-saron con ella esta P r o v i n c i a . E n e f e c t o , el ao 1781 ( a o memorable para la infeliz C a -l i fornia , pues se acabaron M i -

  • DE LAS CALIFORNIAS. Q-^

    sones y rancheras de I n d i o s ) entr en el Puerto de L o r e t o un barco que traa familias de la S o -nora , pero inficionadas de v i r u e -las. P o r la poca precaucin del Comandante entraron en el P u e -b l o , y al instante se esparci co-m o una exhalacin por todas las M i s i o n e s , sin embargo de e s -tar tan distantes , y caus t a n -to estrago , que solo los que lo v imos l o podemos creer. L o s Pueblos y Misiones quedaron como desiertos , y se ve'ian los cadveres por los c a m i n o s ; pe-ro lo mucho que padecieron los Misioneros , y lo que trabajaron los mismos se dir en su l u g a r : el ningn cuidado de los G e n t i l e s en esta epidemia , las pocas pro-porciones para el a l imento , y los muchos disparates que prac-ticaban , arrojndose al mar quando se empezaba manifes-tar la enfermedad , ha sido la

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    causa de tanta morraldad. A a verdad , qu resultas haban de tener las viruelas , quando a l instante que se descubran las l lagas g r a n o s , unos se lavaban con agua dulce , otros se a r r o -jaban los lodazares , otros den-tro del fuego , y otros con t i -zones iban quemando los granos? E l l o s atribuan estas muertes los Gachupines , que as l laman los Espaoles . U n P. M i s i o -nero quiso hacer l mismo la inoculacin de las v i r u e l a s , pues iba quedarse sin I n d i o s , y t u v o tan buen xito , que ape-nas se le murieron tres qua-tro ; esto fu en la Misin de San Ignacio , y y o me hal l presente.

    E n quanto los remedios que aqu se han experimentado puedo decir V m . que h a y a l -gunos m u y eficaces : el zumo del cardn de que habl y a arriba,

  • D E LAS C A L I F O R N I A S . 97

    es un antdoto para las l lagas gl icas ; pero no se puede sufrir por tan doloroso : el C a m a l e n hace los mismos efectos que las unciones , preparndolo fuego lento , y consumiendo tres par-tes de agua dentro de una ol la , pero se necesita de dieta. L a s raices del chocuit , que es una mata que se cria en los panta-nos , es eficaz para todo g n e -ro de l lagas : y en fin , hay otras yerbas m u y provechosas. Si des-de el principio se hubieran apl i -cado algunos inteligentes h a -cer exacta aver iguacin de e s -tas yerbas , seguramente se p o -dria haber formado un l ibro c u -rioso y de muchsimo provecho. S i los muchos trabajos y o b l i -gaciones indispensables que r o -dean un Misionero puesto en las fronteras de los G e n t i l e s , no le ocuparan la m a y o r parte del d i a , a lgo mas se podria aadir

    G

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    aqu especificando la figura , e l color , extension y dems c i r -cunstancias de dichas yerbas .

    E n algunas Misiones y a re-ducidas se vn los Indios con accidentes de pechos y a lgo fla-cos ; y se advierte por lo comn, que sobre comer solas yerbas quando G e n t i l e s , gastan menos salud despus de C h r i s t i a n o s , quando y a se al imentan de t r i -g o ; lo que sin duda proviene del nuevo mtodo de v i d a , del t ra-b a j o , y de que no tienen tanta l ibertad : y as se procura no qui-tarles de un repente aquel m o d o de v i v i r , sino que poco poco y a se les impone una c o s a , y a otra , hasta que se hagan la v i d a de Chr is t ianos : pues es c o -sa digna de advert ir , que los In-dios que se van c o n v i r t i e n d o , y reciben el B a u t i s m o , aunque sean de diez leguas , jamas v u e l v e n A sus terri torios establecerse

  • B E I A S C A L I F O R N I A S . 99

    en e l l o s , no ser que all se funde algun Pueblo : todos que-dan en el mismo parage de la Misin , para ir poblando y a d e -lantando poco poco aquel ter-r i torio , c o m o se dir en otra carta tratando de las nuevas fun-daciones.

    IDIOMA DE LOS INDIOS.

    J E s tanta la divers idad de id io-mas que se han advert ido en es-ta Provinc ia de Cal i fornias , que verdaderamente causa admira-cin. A l g u n o s pensaron que en esta P r o v i n c i a solo habia dos idiomas d i s t i n t o s ; el uno todo lo que comprehende la parte del Medioda , y l lamaban Ado; y el otro todo lo que abraza el D e -partamento del N o r t e , y l l a -maban Cochimi: no tiene duda que los principios no a d v i r -tieron los Conquistadores mas

  • I C O C A R T A I .

    que estos dos ; pero con los d e s -cubrimientos que se van hacien-do se advierte mucha d i v e r s i -dad , no solo en quanto lo accidental , sino tambin en quanto lo substancial. L o s Pue-blos y Misiones de Santa G e r -trudis , San Ignacio , Santa R o -sala y la Purs ima tienen m u y corta diferencia : los Pueblos de San Francisco de Borja y San F e r n a n d o no se dist inguen entre s , pero mucho de los dems: los del Rosar io y Santo D o m i n -go son distintos en trminos y pronunciacin : el P u e b l o de S. V i c e n t e contiene tres idiomas distintos baxo de un mismo g o -bierno Mis in. E l idioma de los Serranos es m u y diferente de todos , y solo se extiende la distancia de unas siete l e g u a s , y y a vara ; de modo , que causa la m a y o r confusion y afl iccin a l pobre M i s i o n e r o , y se v p r e c i -

  • D E LAS C A L I F O R N I A S . l o t

    sado muchas veces valerse de los Indios I n t r p r e t e s , de quienes apenas se puede tener seguridad, por s e r , como dixe los p r i n -cipios , demasiadamente falsos y mentirosos ; y m u c h o mas , si estn interesados en la materia que solicita saber el Mis ionero .

    L a art iculacin de las v o -ces en el D e p a r t a m e n t o del Sur Medioda es bastantemente s u a v e ; pero en e l D e p a r t a m e n -to del N o r t e es gutural y des-agradable . L a diversidad de idio-mas en un Pueblo M i s i n de-pende de que todos los hijos han de aprender el idioma de su pa-dre ; por lo que una muger que tenga h a y a tenido m u c h o s ma-ridos , y de todos h a y a tenido hijos , y a se v quanta d i v e r s i -dad tendr dentro de su familia. Jamas se habr v isto idioma tan falto de voces ; y es cosa de a d -mirar , que en toda la extension

  • I o 2 CARTA I . de los dos idiomas principales apenas tienen trmino que s i g -nifique hacer; porque esta acc in la explican con el trmino de la cosa hecha , pongo por exemplo: H a z o l l a s , escuin ucbau, que equi-va le acaba las ollas : H a z un h o -y o , mat utrap, que equivale abre la tierra , y as de otros. N o tienen ni declinaciones ni c o n -j u g a c i o n e s : un solo trmino es presente , es pretrito y es futu-ro , solo aadiendo alguna d i c -cin que signifique pasado , p r e -sente por venir , y por el c o n -texto se comprehende lo que el otro quiere d e c i r : la co locac in de los trminos es diametralmen-te opuesta nuestro E s p a o l , pues siempre empieza por la persona paciente.

    L a s letras tienen la misma fuerza que en nosotros , solo que la d y la / jamas las usan. C o -mo los Indios no conocen mu-

  • B E LAS C A L I F O R N I A S . 103

    chas de las cosas que hay en E s -paa , quando las v n , las e x -plican con trminos e q u i v a l e n -tes : pongo por exemplo e s c r i -bir , ellos dicen tenuur, que equi-vale rayar.

    Su modo de contar es m u y diminuto y corto , pues apenas l legan c i n c o , y otros diez , y van mult ipl icando segn p u e -den. Quando en la cuenta e n -tra una mult i tud , la expl ican echando puados de tierra a l a y r e , mirando y soplando a l C i e l o ; pero esta accin es a l g o e q u v o c a , pues sirve para mani-festar alegra en la l legada de un a m i g o . L o s nombres que los Indios ponen sus hijos son los que se les ponen por delante : ca-a , piedra , lodo y as de los d e -mas. Quando se encuentran en los caminos jamas se detienen, no ser que sea asunto de guer-ya de murm ura c in ; pero

  • I 0 4 C A R T A I .

    S o y de V m . afectsimo F. L. S,

    quando es para saludarse y d a r -se algunas n o t i c i a s , sin detenerse se las dan , y siguen cada qual por su camino hablndose desde que se v n , hasta que dexan de oirse. Otros se suben los montes , y desde al l comunican con los de abaxo lo que h a y de nuevo.

    Y a me parece , a m i g o m i , ser necesario suspender un p o -co la pluma , pues lo c o n t e m p l o m u y cansado : reservo para otra C a r t a el asunto p r i n c i p a l , sa-b e r , del modo con que se intro-duxo la R e l i g i o n Chris t iana , sus progresos , entrada de Mis ione-r o s , disposiciones del M o n a r c a para el lo , & c . V m . perdone mis molest ias ; pero sepa que lo es-t i m o , y ruego D i o s lo g u a r -de en su perfecto amor muchos aos. Misin frontera de San M i g u e l en C a l i f o r n i a s , & c .

  • N O T I C I A S

    D E L A P R O V I N C I A D E C A L I F O R N I A S

    EN TRES CARTAS

    VE UN SACERDOTS RELIGIOSO HIJO DEL REAL CONVENTO

    VE PREDICADORES DE VALENCIA

    A UN AMIGO, SUYO.

    C A R T A I I .

    E N V A L E N C I A

    OR LOS HERMANOS DE ORGA.

    W.DCC.XCIV.

    CON LAS LICENCIAS NECESARIAS.

  • AL QUE LEYERE.

    I-zector benvolo : ofrezco la segunda carta de las noticias de la Cal i fornia , en la que se tra-ta de su conquista espiritual y temporal : en ella hace ver su A u t o r qun necesarios y tiles son los Rel ig iosos , pues lo que no se puede conseguir con T r o -pa bien armada , muchas veces se alcanza con palabras , con algunos pequeos dones de los Misioneros : al mismo t iempo los Indios no dexan de advert ir el buen corazn de los R e l i g i o -sos ; porque por lo comn sue-len oponerse las v iolencias , con que muchos Europeos con-templndose seores absolutos, los maltratan y oprimen ; y por eso los Indios generalmente en todas sus tribulaciones y opre-

    A 2

  • 4 AL QUE LEYERE.

    siones acuden al Misionero : por l o qual han acordado los Seo-res V i r r e y e s en todos tiempos, que las conquistas de los Indios brbaros se dexe la discre-c in de los Rel ig iosos ; y la ex-periencia ha enseado , que en pocos aos han adelantado la Re-l ig ion y los D o m i n i o s de nues-tro C a t l i c o Monarca muchs i-mas l e g u a s : de esto nace la gran-de veneracin que tienen los I n -dios los Misioneros , pues sa-ben darles el valor que mere-cen sus fatigas.

    E l A u t o r insinua la diversi-dad de genios en los Indios , y que no son capaces de gober-narse por s solos , ni aprender aquel lo que es mas ventajoso pa-ra su subsistencia : y no hay que extraarlo , pues en a l g u -nas cartas particulares dice , que todo esto proviene de la firm-sima adh