57
NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS BAJAS MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona The term «settlement pattern» does not, 01 course, embrace only residential structures: delensive earthworks, sacbeob, lield walls, terraces, and raised lields all lorm part 01 man's division 01 the landscape, and residence and economy are so interwiner tha! the pattern 01 settlement can be uniderstood only as an entity and as a dynamic system now lossilized in discuse. Hammond, 1982: 172-3 La teoría, la práctica, el valor y el uso del concepto de «patrón de asentamiento» (Settlement Pattern) es una herramienta de trabajo de extraordinaria importancia y complejidad para la investigación antropológica (Ashmore and Willey, 1981 :16), como más adelante podrá observarse, a pesar de que su utilización como tal, sea relativamente reciente en la arqueología. Si tratamos de comprender su función y significado con palabras sencillas, pero claras, podemos decir que consiste en algo parecido a un molde, tal vez un crisol en el que nace, se forma, se desarrolla e inclusomuere todo o la mayor parte del ambiente cultural de una determinada localidad, quizás de un pueblo entero (Ashmore and Willey, 1981: 3, Smith, 1972: 128, Willey, 1953:1). Su conocimiento y utilidad, junto con la eficacia de su aplicación, (orientados hacia la comprensión de las facetas más significativas de una determinada cultura), fueron intuidas, desde hace tiempo, por varios investigadores (Thompson, 1886: 252-3; Ashomore and Willey,\1981 :6; Hammond, 1974: 314; Willey, 1953:1). Ellos aportaron diferentes concepciones y enfoques-sobre la misma idea. Sin embargo, 203

NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS BAJAS

MAYAS

A Croacia, en la seva lIuita

per la lIibertat.

Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona

The term «settlement pattern» does not, 01 course, embrace only residential structures: delensive earthworks, sacbeob, lield walls, terraces, and raised lields all lorm part 01 man's division 01 the landscape, and residence and economy are so interwiner tha! the pattern 01 settlement can be uniderstood only as an entity and as a dynamic system now lossilized in discuse.

Hammond, 1982: 172-3

La teoría, la práctica, el valor y el uso del concepto de «patrón de asentamiento» (Settlement Pattern) es una herramienta de trabajo de extraordinaria importancia y complejidad para la investigación antropológica (Ashmore and Willey, 1981 :16), como más adelante podrá observarse, a pesar de que su utilización como tal, sea relativamente reciente en la arqueología. Si tratamos de comprender su función y significado con palabras sencillas, pero claras, podemos decir que consiste en algo parecido a un molde, tal vez un crisol en el que nace, se forma, se desarrolla e inclusomuere todo o la mayor parte del ambiente cultural de una determinada localidad, quizás de un pueblo entero (Ashmore and Willey, 1981: 3, Smith, 1972: 128, Willey, 1953:1).

Su conocimiento y utilidad, junto con la eficacia de su aplicación, (orientados hacia la comprensión de las facetas más significativas de una determinada cultura), fueron intuidas, desde hace tiempo, por varios investigadores (Thompson, 1886: 252-3; Ashomore and Willey,\1981 :6; Hammond, 1974: 314; Willey, 1953:1). Ellos aportaron diferentes concepciones y enfoques-sobre la misma idea. Sin embargo,

203

Page 2: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

su puesta en práctica, por lo que se refiere a cualquier pueblo desaparecido o actual, es relativamente reciente (Blanton et al., 1981: 251; Willey 1965:7).

Un total desconocimiento de su realidad, de la complejidad de su función, la incomprensión de su valor y contenido, cuando tratamos de aplicarlo al análisis cu,ltural de cualquier pueblo, ha sido, en buena parte, la causa de su escasa resonancia y de su exigua utilidad, en la antropología, en particular, hasta hace relativamente poco tiempo (Ashomore, and Willey, 1981 :4; Blanton et al, 1981: $ y 243; Smith, 1972: 128: 1238; Tringham, 1972; Willey 1956: 113; Willey, 1981: 386). De un tiempo a esta parte, se trata de dejar de utilizar fragmentos de su contenido y realidad, para abordarlo como un todo (Sanders, 1981: 353). Este concepto es cada vez más necesario y eficaz para comprener y conocer a fondo un área o un lugar, quizás un cultura. Pero hasta hace relativamente poco tiempo no se intuyó como lo que ha de ser en realidad la documentación arqueológica: una importan-te herramienta para la comprensión de un ambiente cultural (Willey: 1956,1).

f> Las condiciones naturales del medio ambiente y los factores de tipo cultural, combinados, desempeñan un papel integral en la dispersión de los grupos humanos y sus poblaciones en una área particular. Una evolución de la influencia que tienen dichos agentes en los patrones de asentamiento, nos proporciona bases para comprender la dinámica política y económica de una cultura y su utilidad en la comprensión de diversos factores de un conjunto cultura. (Ford, 1962: 124).

Tal vez por el tema o la forma de exposición e intención de estas notas nos falta, a menudo, lo que podríamos llamar la envolente, la «cáscara» del patrón de asentamiento, o sea en nuestro caso, la arquitectura; ésta la hemos de entender en esta ocasión, como el espacio en el que se desarrolla todo un múltiple y complejo mundo de acontecimientos y actividades de orden cultural, así como otras funcio­nes de semejante índole (Ashmore, 1981: 39). O sea, orientar nuestra exposición hacia unos escasos aspectos del abigarrado contenido de la expresión «patrón de asentamiento» (Ashmore, 1981: 39; Ashmore and Willey 1981: 3-4).

En parte, esta orientación es necesaria para lograr la comprensión de su valor en la totalidad y amplitud de aquella expresión. Caeremos, sin duda alguna, en el análisis del aspecto espacio-arquitectura y la sociedad en el patrón del asentamiento, un tema muy característico e interesante de las Tierras Bajas mayas (Ashmore, 1981 : 38); no olvidando la atención y en buena parte el enfoque del presente trabajo que se orienta hacia el estudio de la parte material, en cierta forma el envolente de la c()mpleja expresión patrón de asentamiento, junto con el contenido social que su presencia implica (Ashmore, 1981: 38). Todo ello materializado en la arquitectura pública-monumental y los conjuntos de habitación que la determinan y le dan una próspera vida (Ashmore, 1981: ed., Sanders, 1981: 353; Smith, 1972: 128). Sin olvidarnos que existe una estrecha relación entre patrón de asentamiento y actividad económico-social (Blouet, 1972: 3) y, sin duda, con la organización social de su tiempo y la demografía de un espacio escogido de antemano.

A pesar de que la arquitectura sea una sección destacada del concepto de patrón de asentamiento y que se encuentra en la base misma de su aplicación en

204

Page 3: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

la arqueología americana (Ashmore y Willey, 1981: 6) hay que tener en cuenta que no es más que una herramienta importante en la reconstrucción de culturas, a pesar de su destacado valor (Ashmore and Willey 1981; Hammond, 1982: 172).

En la arquitectura ha quedado registrada la historia de la humanidad. Sin embargo, desde un punto de vista estrictamente arqueológico la arquitectura es la parte formal, hasta cierto punto funcional y de comportamiento cultural, elemento bastante más dinámico, se identifica con la expresión total (Willey, 1981: 387). No obstante no hemos de olvidar que "the fundamental unit of settlement is the household» (Ashmore, 1981: 47).

Es cierto que recientemente se está avanzando bastante en la comprensión de diversos aspectos de la cultura maya de las Tierras Bajas, como puede ser, por ejemplo, en los modos de subsistencia y su incidencia en la economía (Harrison and Turner, 1978), en la densidad de población, alejándonos cada vez con más insistencia del fantasma de una demografía débil (Ashmore and Willey, 1981: 16; Rice, 1979), así como en la comprensión de su compleja sociedad (Hammond, 1982: 189; Proskouriakoff, 1966), el orden político y la importancia del comercio y la guerra en la realidad cultural del pueblo maya (Hammond, 1982: 221; Webster, 1977: 335). A pesar de lo que viene diciéndose apenas estamos investigando, con cierta profundidad, el complejo mundo de los patrones de asentamiento (Ashmore and Willey, 1981: 4; Willey, 1956: 113).

El enfoque arquitectónico

Prehistaric Sttlement in the Maya lawlands is still a matter lar speculatian and debate ratherthan lar statement al lact. (Willey. 1956: 113).

Todo O buena parte de lo que se ha mencionado con anterioridad son proposi­ciones que, a menudo, resultan lógicas a pesar de que tal vez sean criticables en algunos puntos; puesto que existe todavía un considerable desconocimiento del tema, lo cual propicia la existencia de una gran diversidad de opiniones y de proposiciones acerca, por ejemplo, de la opción urbana de una determinada localidad; una buena parte de las cuales son realmente aplicables a la naturaleza del trabajo que se está iniciando (Blanton, 1981; Flannery, 1066: 162-172; Folan 1983; 1; Willey ed., 1956). A pesar de la compleja función de los asentamientos (Trigger, 1968: 53; Rouse, 1972: 75), en el presente estudio el enfoque del patrón de asentamiento se orienta hacia una concepción muy particular. Dirección investigadora en buena parte buscada, pre­meditada e intuida, en laque influyen el tiempo y el espacio disponible. Así, el patrón de asentamiento aplicado a las tierras bajas mayas, durante el horizonte cultural Clásico, se le busca una orientación hacia uno de los componentes más visibles, tal vez más importantes y, al mismo tiempo, fáciles de apreciar y de analizar, como puede ser la arquitectura que se da en el interior del concepto patrón de asentamiento, lo cual puede calificarse de tendencia u orientación urbana.

Aquel todo del que se ha hablado con anterioridad, indispensable para el enfoque correcto de un concepto tan heterogéno como puede ser la expresión

205

Page 4: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

"patrón de asentamiento» (Hammond, 1982: 172), se verá, en esta ocasión, alterado en parte hacia una orientación casi exclusivamente arquitectó'nica (Ashmore, 1981; Iglesia, 1977: 31; Rouse, 1972: 95-6; Smith, 1972: 128; Trigger, 1968; Voght, 1956). Arquitectura entendida particularmente como un lugar de cobijo, sin olvidarnos de jos aspectos lúdicos, religiosos, administrativos, etc. La arquitectura, como ya se ha indicado, resulta ser algo así como el marco, el entorno, quizás la «escenografía» sin abordar estas palabras en el sentido peyorativo de los términos empleados, en cualquier patrón de asentamiento. Además la arquitectura puede llegar a ser el andamiaje, tal vez el cimiento, la parte material, física en una palabra ayuda a conformar el patrón de asentamiento en una localidad escogida de antemano (Ashmore, 1981: 56; Thompson, 1931: 233).

En ella se ubican la mayor parte de los conceptos, de las presiones artísticas, así como de las realidades y necesidades de todo un pueblo, junto con la mayor parte de aquellos conceptos a menudo inmateriales que, en cierta forma, completan la idea de patrón de asentamiento (Amábilis, 1956: 38; Ashmore, 1981: 56; Marquina, 1946: 596; Price, 1978: 165; Robina, 1959: 607; Robina, 1969; Stierlin, 1964; Willey and Bullard, 1965: 360). Así, por ejemplo, para captar con cierta amplitud la compleja organización social de un pueblo es impresindible la investi­gación de unos espacios en los que se desarrolla -las obras arquitectónicas son, en buena parte, espacios limitados (Zevi, 1958)- y en donde se cobija una élite así como las diversas categorías de estamentos que se entrelazan en cualquier pueblo (Ashmore, 1981: 56; Trigger, 1968: 57-68). En este sentido resultan muy expresivas y adecuadas las palabras que nos proporciona Barbara Price, cuando nos comenta que: "A building if appropiate realized, is theorically capable to providing information on a fairly wide range of problems» (Price, 1978: 165).

Para el asiento de unas concepciones religiosas también son indispensables unas realidades arquitectónicas con el fin de expresar o materializar aquellos ideales o fervores religiosos (Trigger, 1968: 69). Y también para las expresiones lúdicas pueden existir estructuras adecuadas (Stierlin, 1964: 106; Vela, 1967: 189, Marquina, 1946). Todo ello sin contar además con los edificios destinados a albergar a la familia en sus diversas formas y categorías (Hammond, 1982: 165 y 167; Havilland, 1981; 100-2; Rice and Puleston, 1981: 140; Triggar, 1968: 57). En fin, para un sin número de actividades es necesario un espacio arquitectónico adecuado abierto o cubierto (Zevi, 1958). Es precisa la presencia de unas estruc­turas adecuadas a la función de la institución o del estamento social que se desea cobijar (Hammond, 1982: 241-3; Marquina, 1951; Morley, 1956: 352; Pollock, 1965; Proskouriakoff, 1963; Stierlin, 1964). Este aspecto arquitectónico del patrón de asentamiento se relaciona, sobre todo, con los diferentes estamentos sociales, además nos habla de la densidad de población, de sus deseos y anhelos, de su manera de asentarse, de su manera de convivir, desde un punto de vista bastanta general, ya sea de manera compacta o dispersa (Robina, 1959: 607).

Este es el aspecto en que debe hacerse mayor hincapié al analizar las diferEmtes formas de patrón de asentamiento en las tierras bajas, y húmedas y calurosas del centro del área maya durante el horizonte Clásico. Se habla de la influencia que ejercen el clima y el entorno sobre la localización de las unidades

206

Page 5: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

de habitación (Shok and Preskouriakoff, 1956: 93; Willey, 1956: 110-3; Willey and Bullard, 1965). La importancia de la ecología y de la misma geografía en la conformación de la sociedad (Borhegyi, 1956: 101). Al mismo tiempo trata de evitarse la investigación de algunas de las características de la arquitectura, en esencial de sus formas y materiales de construcción, ya que no se trata aquí y ahora de participar en una historia de la arquitectura. A pesar de ello, se procurará, eso sí, basar siempre la función de los patrones de asentamiento en las estructuras arquitectónicas, analizando tanto su aspecto social como ecológico (Borhegyi, 1956; Voght, 1956).

The term settlement Pattern relers to a size an grouping 01 dwellings, the relationship 01 these to public or ceremonial buildings, and the relation 01 all these to natural environment, this affording inferences us to the economic, social political and religious aspects 01 ancient Mesoamerican societies. (Willey et al, 1964: 456).

No vamos a profundizar en otros temas tales como la tecnología, la organización social, el comercio, etc., que concurren y forman parte del patrón de asentamiento -y que ya han sido tratados en líneas precedentes- por las razones ya expuestas. Algunos de los aspectos del patrón de asentamiento se presentan de una forma tan clara en los restos arquitectónicos y artísticos conservados (que han sobrevivido hasta nuestros días) que se hace innecesario un tratamiento o justificación, la escritura, los estamentos sociales, etc. Finalmente, los conocimientos científicos que forman arte de la base de aquella compleja y estratificada sociedad maya clásica -tales como astronomía, calendarios, numeración, historia, etc.- son tan conocidos, que la inclusión de todos estos elementos obscurece, a nuestro parecer, la interpretación de la presente nota. Recuérdese que estas notas no son más que la introducción a la composición de diversos elementos culturales en el interior del área maya clásica.

Las dificultades para la obtención de los datos

Al querer aplicar algunas de las ideas ya expresadas, tal vez con demasiada brevedad, a unas áreas culturales y lugares arqueológicos específicos, surgen bastantes dificultades. Contrariedades que aumentan a la hora de obtener los datos necesarios, con la idea de ir conformando y, al mismo tiempo, reconstruyendo el pasado bastante lejano de una determinada comunidad mediante sus formas o sistemas de asentamiento. A pesar del cúmulo de contratiempos, la mayor parte de las veces lógicos y naturales, que se manifiestan al tratar de analizar los asentamientos mayas de época precolombina, en el periodo clásico de las tierras bajas, dichos espacios resultan ser en la actualidad una de las áreas más activas de la civilización mesoamericana con constantes temporadas de exploraciones arqueológicas; en lo referente a su desarrollo cultural (Ashmore ed., 1981 ; Ashmore andWilley, 1981: 16-7; Hammond, 1982:57-60), pero todavía con un mayornúmero de interrogantes en este campo de la investigación antropológica (Ashmore and Willey, 1981: 4; Hammond, 1982: 165; Willey 1956: 113).

207

Page 6: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Hasta hace poco tiempo, los estudios de la cultura maya en sus aspectos relacionados con los asentamientos, así como la indispensable arquitectura que los materializa, se han dirigido casi exclusivamente a los grandes monumentos de los más destacados centros ceremoniales (Hammond, 1982: 172). Concepción orientada exclusivamente hacia los conjuntos más sobresalientes de la arquiectura público­monumental y las restantes artes plásticas, sin tener en cuenta, en la mayoría de las ocasiones, el entorno ecológico, el medio ambiente físico y cultural que envuelve aquellos lugares durante su construcción y posterior utilización. La organización que hizo posible su erección y mantenimiento, los medios económicos para lograrlo, así como la indispensable existencia de especialistas de tiempo completo y del pueblo en general que lo hicieron posible (Andrews, 1975: 18; Ashmore and Willey, 1981: 3; Hammond, 1982: 56-7; Willey, 1956: 108; Willey and Bullard, 1965: 360).

The lascination 01 Maya archaeology tems in on small part Irom the beauty and majesty 01 Maya art and architecure. But behind these outward manilestations lies a complex civilization whose anatomy has challenged archaelogists lor decades. (Schwartz, 1981: X).

A partir de aquel punto de vista, son más o menos bien conocidos algunos de aquellos centros ceremoniales en buena parte reconstruidos mediante «selectas» temporadas de exploración y «escogidos arqueólogos", que realizaron las excavaciones e investigaciones antropológicas. Algunos de los edificios más sobresalientes fueron restaurados, pero en ciertas ocasiones reconstruidos en exceso, casi hasta verse transformados en nuevas estructuras religiosas o civiles, con la consecuente pérdida de su verdaderos valores arquitectónicos y culturales originales; pero, sin lugar a dudas, han generado importantes aportes de divisas a través de un importante y asiduo turismo (Marquina coord., 1970). En la arquiectura mesoamericana existen muchos ejemplos que se orientan en este sentido, entre los más importantes cabe citar: partes importantes de Teotihuacán, Cholula, Tula, Tolapacoya o incluso Xochicalco en las tierras altas del centro. Por lo que respecta a las tierras bajas mayas, los ejemplos abundan pero son bastante menos "dramáticos". A pesar de ello es posible mencionar algunas partes de Palenque, Dzibilchaltún, Zaculeu, etc. En algunos casos los arqueólogos se transformaron en verdaderos constructores de pirámides.

De un tiempo a esta parte se está combinando la forma de proceder en este sentido, ya que se tiende a llegar, (o como mínimo se intenta), a los orígenes, a la esencia misma, del mundo maya y de sus centros de población, evitando, en parte, tan sólo la excesiva búsqueda de lo que podríamos llamar arquitectura monumen­tal, sino, sobre todo evitar la excesiva reconstrucción. Con ello se trata de dar a los centros ceremoniales una explicación de su existencia, tal vez en algunas ocasiones, menos esotérica y bastante más mundana, junto con el pueblo identificado de lleno con aquellos centros cívico-religiosos por medio de sus áreas de residencia, de sus convicciones religiosas y de sus obligaciones de orden civil (Ashmore and Willey, 1981: 16-8; Willey et al., 1965: 5 y 15).

Para lograr el nuevo propósito, la otra cara de la interpretación, se parte de una profunda investigación acerca de la localización y el entorno de un sitio arqueoló-

208

Page 7: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

gico, con la finalidad de llegar a comprender la verdadera razón de su misma existencia en aquel lugar y, en consecuencia, entender quien y porqué mandó construir aquellos esplendorosos centros de convivencia extraordinariamente identificados con la idiosincracia y el que hacer cultural maya del horizonte clásico (Becker, 1979: 16; Borhegyi 1956 y 1956; Willey 1956: 1). Tarea bastante difícil y problemática sobre todo si tenemos en cuenta el medio ambiente en el que se levantan la mayor parte de aquellas construcciones (Ashmore, ed., 1981 ; Hammond and Ashmore, 1981: 23-4; Havilland 1965).

These settlements were towns vith nuclear 01 civic and religious buildings, which typically included pyramidal substructures oftemples. Until recently archaeologicalworkwasconcentrated on these nuclear or «ceremonial centers», and data on the extent 01 sites and on the arrangement 01 dwellings units with them are very scan!. The widely held opinion that ceremonial centers particulary in the Maya area, served scatererd rural population and had lew permanent inhabitans has recently been challenged. (Borhegyi 1956).

Al tratar de encasillar aquellos centros de convivencia en el interior de diferentes categorías de patrones de asentamiento, con el fin de facilitar su estudio y el de la cultura maya clásica íntimamente relacionada con ellos (Andrews, 1975: 22-5; Ashmore, 1981: 41 y 55; Bullard Jr. 1960; Flannery 1976: 163-4; Hammond, 1981, 173; Rice and Puleston, 1981: 146; Sanders y Marino, 1973: 103), nos damos cuenta que uno de los primeros problemas que surgen para la obtención de los datos básicos y más representativos para profundizar luego en su estudio, radica en la forma de conseguir la información necesaria y adecuada para ordenar la problemática de su clasificación, evolución y desarrollo: localización, identifica­ción, registro, etc. (Hammond, 1981: 172-3). En este sentido, uno de los momentos más difíciles de la ordenación en estadios o categorías, consiste en conocer y lograr discernir, de la manera más exacta posible, hasta que punto el ejemplo que se ha seleccionado para trabajar es, desde cualquier punto de vista, realmente representativo de lo que se está tratando de demostrar, o sea si forma parte de una categoría de centros (Ashmore, 1981: 54-5; Hammond, 1982: 172-3; Morley, 1956).

El mayor problema surge cuando se analiza en el campo la muestra previa­mente elegida, a fin de conocer si en realidad se trata de un ejemplo claro de la categoría de sitios que se postula o sí, por el contrario, tan sólo nos enfrentamos común buen ejemplo de la dinámica cultural de una región específica. Sin embar­go, puede ocurrir, como sucede a menudo, que se trate de un lugar característico del área maya que estamos estudiando y pretendemos ordenar en diversas formas de patrones de asentamiento (Ashmore, 1981; Hammond, 1981: 172; Vohgt, 1956).

Con la finalidad de resolver aquella duda, o sea, de acertar en la elección del sitio más adecuado para el estudio de los diferentes tipos de patrones de asentamiento durante el horizonte Clásico, en nuestra área de estudio, existe la ventaja de que las investigaciones realizadas con anterioridad sobre arquitectura constituyen uno de los elementos más definidores de aquellos centros ceremoniales y de sus diferentes categorías; a pesar de que en la actualidad ya se utilizan otros recursos,

209

Page 8: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

tales como los glifos-emblema (Marcus, 1976: 47). A pesar de lo cual la calidad arquitectónica se considera, a menudo, como un elemento característico y definidor del patrón de asentamiento maya (Ashmore, 1981: 56; Ashmore and Willey, 1981: 14; Hammond, 1981: 50; Havilland, 1981: 100-1; Price, 1968: 165; Trigger, 1968: 55; Turner, 1981: 75).

A building, il appropiately analyzed, is this theoreticallycapable 01 proving information on a fairly wide range of problems. (Kurjack 1974: 70).

Junto con lo anterior, hoy en día existe una nueva orientación por medio de la cual en algunos sitios mayas no se ha estudiado tan sólo su arquitectura público­monumental como base de las investigaciones realizadas, sino que también se han explorado los recintos ceremoniales cercanos, las áreas de habitación y sus zonas de influencia hacia el exterior, como si se tratara de una unidad (Cae, 1965; Hammond, 1975 y 1976; Hammond, 1981: 57).

En algunos casos las exploraciones se han realizado con un gran sentido de responsabilidad y conocimiento de la problemática del lugar, o se ha considerado al centro ceremonial y sus dependencias, como un conjunto con gran unidad y afinidad cultural, en todas o en la mayor parte de sus ramas; ejemplos de los trabajos de esta índole son todavía escasos, por el gran esfeurzo que significa su realización. De entre los existentes sobresalen en nuestra área de estudio Copan, Tikal Seibal, Valle del río Belice, Uaxactún y una parte de Lubaantún (Hammond, 1975; Jones etal., 1982; Ricktson and Ricketson, 1973; Willey, etal., 1965; Williams and Leventhal, 1979). Fuera de nuestra zona de estudio vale la pena mencionar Dzibilchaltún (Andrews V. 1981 : 331-41) Y Cobá (Folan et al., 1983), en lazona norte de la península de Yucatán, sitios cronológicamente también pertenecientes al horizonte Clásico y, finalmente, Mayapán, más cercano en el tiempo (Pollock et al, 1962).

A partir de este nuevo enfoque y de los aportes de las investigaciones ya realizadas, conjuntamente con los sitios en los que en la actualidad se está trabajando (Sanders, 1973: 325-6), se trata de investigar, además de la arquitectura público-monumental, las poblaciones rurales o sub-urbanas que dan vida a aque­llos centros de convivencia y que, a su vez, los complementan, los realizan, los mantienen, y les proporciona su razón de ser (Trigger, 1968: 55-68). En un buen número de ocasiones, se trata todavía de lugares en proceso de investigación, la mayor parte de los cuales son sitios grandes, de los considerados de primer orden, puesto que, hasta hace poco tiempo, los centros ceremoniales más pequeños, los clasificados como de segunda o tercera «categoría» han recibido muy poca atención, por no decir casi ninguna, ya sea por su tamaño, por la escasa calidad de su arquitectura monumental, por la ausencia de estelas entre otras razones (Willey etal,1965).

El error al tratar de ordenar el contenido, la importancia, la influencia cultural, política, social y religiosa del patrón de asentamiento maya por excelencia, por medio de los llamados centros ceremoniales mayores, es no tener en cuenta los sitios menores, de alguna manera subordinados, a los mayores pero que en

210

Page 9: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

algunas ocasiones desempeñan un importante papel en el interior del que hacer cultural de la sociedad maya. La razón de la poca atención prestada a ellos es por considerarlos, por parte de algunos investigadores, poco característicos y porqué, en suma, los grandes contienen elementos investigadores, poco característicos y porqué, en suma, los grandes contienen elementos culturales bastante más espectaculares. Por fortuna en la actualidad estos criterios -aunque lamenta­blemente no siempre- no se está siguiendo un criterio con esta orientación. Cuando se toman en cuenta se obtienen excelentes investigaciones y afortunados resultados de lugares relativamente pequeños. Ejemplos de este proceder son, por ejemplo, la interesante secuencia de patrones de asentamiento obtenidos por Gordon R. Willey, en el valle del río Belice (Willey et al, 1965), además los trabajos realizados por Norman Hammond en otras partes de Belice y del resto de la península de Yucatán, en sitios tales como: San Esteban, Cerros, Holmul, Lubaantún y otros (Hammond, 1975 y 1981). La mayor parte de los trabajos arqueológicos realizados en centros ceremoniales que en algunas ocasiones pueden ser clasificarse de menores, como puede ser el caso de Chawacol (Hammond, 1981: 170; Hammond, 1982: 169), o bien en los grandes conjuntos residenciales (Haviland, 1981: Webster and Abrams, 1983; Willey and Laventhal, 1979) en ellos se exploran no los grandes basamentos piramidales, sino su periferia y la «insignificante •• arquitectura doméstica.

Sin embargo, siguiendo la técnica anunciada con anterioridad se ha procurado, en ocasiones profundizar en diversos sitios de los clasificados como secundarios. Lugares que nos pueden proporcionar la clave de la existencia de un patrón de asentamiento bastante más diversificado; pero debe, tal vez, analizarse y conocer primero lo que ocurre, partiendo de este nuevo enfoque, en los grades centros de vida y de cultura (Haviland, 1966; Kurjack, 1974). Siguiendo este procedimiento, hace unos pocos años se inició el mapeo de algunos lugares grandes e importantes por su localización, tamaño, facilidad de estudio, de su contenido cultural y arquitectónico pertenecientes al mundo Clásico de las tierras bajas mayas del centro. Las campañas emprendidas, por ejemplo, por la universidad de Pennsylvania en Tikal son un buen ejemplo de la idea que se viene preconizando. Tikal es uno de los centros de convivencia más sobresalientes del mundo cultural maya y por esta circunstancia se escoge como un de los primeros sitios destinados a llevar a cabo una profunda investigación de acuerdo con la mencionada orientación (Carr and Hazard, 1981; Cae, 1965; Haviland, 1965; Jones et al, 1981). Más adelante le sigue la pequeña localidad (si la comparamos con Tikal) de Seibal (Willey et al., 1975), a ella le siguen Ozibilchaltún y Cobá, (Anrews V., 1981; Folan et al., 1983) y otros lugares de menor o semejante importancia, pero de bastante prestigio y renombre en el interior del panorama cultural maya. En el interior de esta jerarquía vale la pena colocar sitios de la categoría de Edzná (Andrews, 1969), Lubbaantún (Hammond, 1975), Nohmul (Hammond, 1983), Copán (Willey and Levenhal, 1969: 75-102) Y tal vez Altar de Sacrificios (Smith, 1972: 128-9). Hasta ahora, tan sólo en un caso se han ampliado los estudios, investigando una unidad algo más extensa a causa de su cercanía material e identificación cultural compuesta de varios sitios. Tal es el caso del triángulo Tikal-Uaxactún-Yaxhá.

211

Page 10: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

La vivienda popular

Cronológicamente hablando, en el área maya se han investigado primero los sitios mayores. En el interior de ellos las grandes estructuras arquitectónicas, y después se ha emprendido el estudio de los menores, siguiendo la misma idea y secuencias de trabajo (Becker, 1979; Gussinyer, 1974: 155; Willey and Ashmore, 1981: 16-8). El propósito fue desde el inicio de los trabajos tratar de encontrar las estructuras sociales, las necesidades económicas y los razonamientos de cual­quiera otra índole que los definen como tales (Ashmore, 1981; Becker 1979; Hammond, 1982: 172-3).

Cuando le llegar el turno al estudio del medio ambiente y de la realidad arquitectónica de uno de aquellos patrones de asentamiento surge de inmediato una pregunta, no siempre contestada de manera satisfactoria en cualquier parte de Mesoamérica, pero en especial en el interior de las tierras bajas mayas durante el horizonte Clásico. Se trata de un aspecto íntimamente relacionado con el conjunto del centro ceremonial pensado como un todo, como una unidad perfec­tamente ordenada. Hasta cierto punto, se trata de un elemento ajeno al centro ceremonial propiamente dicho, desde el punto de vista de arquitectura público­monumental. Nos referimos a la investigación de los restos de estructuras no ceremoniales.

Dicho tema tiene un profundo carácter antropológico y arquitectónico al mismo tiempo y se orienta básicamente hacia el estudio de los restos de casas-habitación, la mayor parte de las Qcasiones de índole popular, y su relación con la demografía y otros aspectos de cultura (Sherburne and Heizer, 1968: 114-5). Construcciones que, por decir de alguna manera, envuelven, como ocurre en cualquier población antigua aquellos centros cívico-religiosos (Kurjack and Garza, 1981: 300; Landa, 1941; 62-3; Sjoberg, 1967: 44).

Los ciudadanos más pobres se veían obligados a vivir en las afueras de la ciudad, como también los labradores propiamente dichos y los que sólo practicaban la labranza ocasionalmente; sus dispersas viviendas acababan por confundirse con el campo libre. (Sjoberg, 1967: 44) .

... and at the outskirts of the town were the houses of the lower class. (Landa, 1941: 62).

Faceta de la investigación arqueológica de mucha importancia y significación, pero que hasta hace poco tiempo no había interesado. Relevancia e importancia que nos recuerda la preocupación sobre este tema de algunos ivestigadores, en cierto modo precursores del enfoque actual (Ashmore and Willey, 1965: 8-9; Becker, 1979: 16; Thompson, 1931; 233;Wauchope, 1934;Wauchope, 1962:232; Willey, 1965: 113-4; Willey and Bullard, 1965: 364). Aspecto de la vidade un pueblo de mucho valor para comprender su composición y proceder interno y externo, junto con la realidad de una determinada forma de entender los asentamientos y, con ellos, el problema demográfico ycultural que implica su conocimiento para una localidad específica o una región escogida de antemano. Sin embargo, dicha unidad de cultura puede ser definida de muchas maneras (Ashmore, 1981: 48; Haviland, 1965: 17; Smith, 1962: 127; Wauchope 1938).

212

Page 11: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Relacionado con el aspecto demográfico de un patrón de asentamiento y la vivienda popular se encuentra la costumbre maya, y del resto de Mesoamérica, de levantar las casas-habitación popular con materiales perecederos, o no, pero a menudo sobre una plataforma en ciertas ocasiones bastante elevada (Ashmore, 1981 :47; BullardJr., 1960: 359; Willeyetal., 1965: 11; Willey and Bullard, 1965: 361).

Large mesonry buildings are easy to map, but, curiously enough, so are the simple huts 01 the common people, lor the ancient Maya conveniently raise their houses on low rectangular mounds 01 earth and stone to evo id the summer floods. (Coe, 1967: 91).

En un ambiente como el de las tierras bajas, húmedo y caluroso, la presencia de tales plataformas poco elevadas facilita la localización de las estructuras de habitación por parte de los arqueólogos (Cae, 1967: 25; Hammond, 1982 fig. 3-4; Hammond and Shmore 1981: 23; Haviland, 1965: 17; Morley, 1956). Pero, según parece, la habitación campesina no siempre se levanta, como era costumbre en el resto de Mesoamérica, sobre un pequeño basamento hay que contar también con algunas localidades en las que los «jacales» o viviendas populares, se levantan a ras de suelo. De ahí que al poco tiempo de no utilizarse desaparece todo resto de su presencia en la superficie de la tierra, al quedar los vestigios ocultos debajo de una gruesa capa de humus producida por la espesa y frondosa vegetación de estas regiones en las que abunda un medio ambiente tropical húmedo (Andrews, 1975; Hammond, 1982: 172; Willey, 1981: 388). En algunas zonas no muy extensas se da esta circunstancia: en localidades específicas, como, por ejemplo, en Tikal, Seibal y Los Cerros. Se han localizado datos suficientes para pensar en esta posibilidad, a pesar de que esta circunstancia se constriñe a pequeñas áreas de sus conjuntos habitacionales (Hammond, 1982: 172).

Dicha práctica, según parece, no se trata de una moda o una necesidad, sino más bien de una tradición, que de vez en cuando asoma en algunas localidades del horizonte Clásico.

There is al so some evidence that the houses were occasionally built directly on the ground with no supporting, platform. (Andrews, 1975: 47).

Tal vez el origen de las viviendas debería buscarse en etapas antiguas, pero localizadas en lugares específicos, periodos que correspnden a los inicios de un lejano horizonte Preclásico, por ejemplo, o quizás antes (Hammond, 1982: 172). Sin embargo, el caso más común son las pequeñas plataformas, más o menos elevadas, que sirven de base o de soporte a la casa-habitación propiamente dicha; tradición que con toda probabilidad se inicia cuando las primeras comunidades agrícolas sedentarias empezaron a cultivar sus milpas en lugares pantanosos, cercanos a los cauces de los ríos y lagos, para aprovechar la humedad natural del suelo superficial, zonas a veces inundadas temporalmente, o bien en áreas bajas algo hundidas, junto a las cuales, o en sus proximidades, se levantan las viviendas (Andrews, 1962; Cae, 1967: 91; Flannery, 1972; Pollock, 1962: 196-7; Willey, 1981: 388-9; Willey et al., 1965: 8-9), o sea lugares en los que se aprovecha la humedad natural de los espacios cultivables.

213

Page 12: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Es importante tener en cuenta esta falta de «visibilidad superficial», cuando uno se refiere a las áreas de vivienda popular, como ocurre, por ejemplo, en el Petén; región en donde las raices de los innumerables árboles y las enormes cantidades de hojarasca procedentes de la intensa, tupida y alta vegetación, junto con la humedad reinante en el medio ambiente, destruyen, ocultan y dificultan la visión, localización y conservación de los restos arqueológicos de escaso desarrollo arquitectónico (Heviland, 1965:17).

En algunas otras partes de nuestra área de estudio -como pueden ser el valle del río Motagua y, en especial, el área del río Copán- podemos observar que, además de la dificultad anterior, las avenidas del río han ido cubriendo y destruyendo periódicamente un gran número de plataformas de casas-habitación, como ocurre en lugares tan destacados por su significación e importancia arqueológicas como pueden ser, Quiriguá, Copán y el valle del río Belice (Willey, et al., 1965: 562; Willey and Leventhal, 1979: 86).

La situación expuesta, contrasta con la investigación de la arquiectura doméstica en otras áreas del mundo maya, a menudo mucho más propicias para averiguar la localización de viviendas, como puede ser el norte y las áreas centrales de la península de Yucatán (Andrews, 1981: 313; Folan, 1983: 40). En ellas, el escaso suelo superficial (Landa, 1941) Y la insuficiente pluviosidad de la región (Hammond, 1982), llevan consigo una pobre vegetación (Coe, 1967; Morley, 1956; Relaciones Geográficas ... , 1889; Hammond and Ashmore, 1981). En consecuencia, cualquier resto arquitectónico por superficial y poco elevado que sea es mucho más fácil de localizar. Además el ambiente es bastante más seco que el anterior, y la escasa vegetación, a causa de la pobreza del suelo superficial, no logra ocultar o destruir los restos arqueológicos, como acontece en la mayorpartede las tierras bajas del centro.

De lo anterior se desprende que la visibilidad superficial para la localización de restos culturales pretéritos de la índole que estamos tratando, junto con los recorridos de superficie, juegan un papel muy destacado en este estadio de la interpretación arqueológica. Sobre todo, en temas relacionados con los patrones de asentamiento, en los que se da mucha importancia a elementos culturales tales como: la documentación demográfica, los agrupamientos habitacionales o la propia casa-habitación (Ashmore, 1982: 65; Bullard, 1960: 366; Kintz and Fletchr, 1983: 192-203; Willey, 1982 et al., 1965: 9 y 575; Willey and Bullard, 1065). De lo anterior se deduce la necesidad de realizar una extensiva e intensiva ejemplificación de los datos obtenidos, con la finalidad de no caer en errores posteriores de interpretación, puesto que la realización de «muestrarios» nos ayuda a la comprensión del problema en regiones diferentes y algo distantes (Bullard, 1960; 367; Hammond, 1982: 172; Willey and Bullard, 1965: 375).

Existe todavía una fuerte tendencia, consciente o no, a darle al término o expresión «patrón de asentamiento» una profunda connotación arquitectónica, hasta cierto punto lógica, ya que se trata, en la mayor parte de las ocasiones, con documentos culturales de esta índole o muy relacionados con ella, como puede comprobarse con expresiones tales como:

The fundamental funtional unít of settlement is the household. A «settlement» must provide

214

Page 13: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

shelter and resource-procurament activities for at least one household. (Ashmore, 1981: 47).

A veces, el concepto patrón de asentamiento, consecuencia de aquella tendencia, se desvía demasiado hacia connotaciones de raíz arquitectónica y demográfica (Shmore, 1982: 65) relacionadas en especial con las estructuras de habitación (Ashmore and Willey, 1982: 8; Sanders y Marino, 1973: 103; Rice and Puleston, 1982: 129 y 146). Estructuras que a su vez, como acaba de indicarse, presentan una profunda raíz demográfica que Morley la intuye en una fecha tan temprana como 1923, cuando nos recuerda que:

... evidence multiplies that this section ofthe Old Empire was one ofthe most densely populated areas of its size in the whole world ... and the ocupation of the land between the different larger centers must have be en practically continuos. (Morley, 1923).

Pero, como se ha insinuado antes, esta disposición es mucho más explícita en la arqueología del Viejo Mundo (Piggot, 1965: 40; Tringgam, 1972: XIX). En la de América, en especial la de Mesoamérica y en particular la del área maya, la inclinación ha sido, hasta hace poco tiempo. todo lo contrario; puesto que se trataba de investigar la cultura maya, desde el punto de vista arqueológico, entre los monumentos situados en el interior de los grandes conjuntos de arquitectura público-monumental, en especial aquellos que presentan cierta relación con temas religiosos, tanto por su tamaño, como por su «monumentalidad». Es así como los investigadores se olvidan casi por completo de aquellas estructuras de la casa­habitación cuyo estudio es tan necesario y útil para reconstruir cualquier cultura, no tanto algunas veces por su valor arquitectónico, sino por su significación antropológica y cultural (Thompson, 1931: 336; Trigger, 1968: 55-60). Por lo general el olvido es siempre para cualquier tipo de vivienda, lo cual abarca desde las viviendas ocupadas por la élite, hasta el sencillo y humilde jacal habitado por el pueblo agricultor; lo cual dicho sea de paso, implica y lleva consigo un total desconocimien­to de su composición arquitectónica, localización, materiales de construcción, número de ocupantes, etc., pero, sobre todo una insuficiencia de su relación con los grandes o pequeños centros ceremoniales o sea de actividad cívico-religiosa. Con todo y lo dicho, la importancia de la vivienda en el complejo mundo de la cultura va más allá de lo que se ha insinuado hasta ahora, puesto que existe la tendencia u orientación y ya viene de antiguo. Para demostrarlo basta citar un ejemplo.

Ya en 1931, Thompson insistía sobre esta idea al comentar que:

The small residential mounds offer much greater possibilities of a reconstructions of Maya history than do the ceremonial centers. (Thompson, 1931: 336)

Sin embargo, para el problema que nos ocupa, conscientes de la complejidad del término patrón de asentamiento se procura a causa de la orientación de las presentes notas utilizar, o mejor dicho manejar, los datos más cercanos o más relacionados con la base misma del concepto patrón de asentamiento o sea la residencia de la familia de cualquier categoría social y de cualquier conformación

215

Page 14: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

antropológica sin olvidarnos, por ello, de la gran arquitectura pública de la cual depende y a la que está íntimimamente relacionada la casa-habitación. O sea, de la residencia humana, física en este caso, material, arquitectónica, antropológica ... , en resumen considerándola siempre como un aspecto del patrón de asentamiento, y no con su finalidad misma, de acuerdo con la concepción europea de este elemento de cultura.

De ahí, que la' presencia de estructuras de habitación en toda su gama de expresiones y tendencias conforma una de las unidades de mayor eficacia para comprender la dinámica interna de un patrón de asentamiento. Ya que aquellas moradas y sus habitantes en el interior de cualquier orden social deben ser y en realidad son, los protagonistas y los responsables de los grandes conjuntos arquitectónicos y escultóricos de los centros ceremoniales que, dicho sea de paso, también forman parte del patrón de asentamiento; todo lo cual se completa con una gran diversificación de estructuras relacionadas con una extensa gama de elementos y unidades arquitectónicas ubicadas en el interior de un centro de convivencia tales Gomo pueden ser áreas de defensa -que han sido localizadas en Tikal, Tulum, Edzná, Becán, Aké, Muná, etc. (Adams, 1973: 33-4; Adams, 1981: 234; Andrews, 1983: 169; Graham, 1967; fig. 29; Rupert and Denison, 1943: 22; -Flechter, 1983: 89; Turner et al., 1982: 76; Willey, 1981: 393 y 398. Los célebres «sacbeob», otro ejemplo (Adams, 282: 231; Andrews, 1975,381; Bustillos, 1964; Kurjackand Garza, 1981: 300; Folan, 1983: 81; Leventhal, 1981: 198), junto con las obras relacionadas con la casa-habitación popular, de entre ellas las que cabe mencionar: las terrazas de cultivo, los «raised fields», losmuros delimitando milpas, las áreas de «calmil", los bancales, etc. (Flannery, 1982; Hammond, 1982: 172; Harrison and Turner li, 1978; Turner, 1979). Todo ese cúmulo de elementos culturales y otras que podrían citarse, se entrelazan con la presencia de una arquitectura pública que en algunas ocasiones se caracteriza por su monumentalidad, el soporte de una compleja economía y de una élite dirigente que no sólo presiona para la ampliación de un peculiar concepto de patrón de asentamiento, sino que su influencia se orienta hacia áreas, zonas o regiones mucho más extensas que las que se relacionan con una localidad determinada.

Tal vez el enfoque que se le da al patrón de asentamiento en las condiciones de las presentes notas sea demasiado reducido, cerrado en una palabra, cuando su verdadero valor y significado deben orientarse, como se ha insistido en varias ocasiones, hacia expresiones bastante más complejas y de enfoque regional, cuando sea posible. Pero de cualquier manera hay que empezar por abajo, por las formas y las expresiones más sencillas, en este caso: la vivienda, para alcanzar las adelante conceptos y panoramas bastante más amplios en el interior de un orden de intenciones urbanas.

Una buena parte de los elementos enumerados (economía, sociedad, religión, comercio, etc.) u otros que no aparecen, no son de carácter arquitectónico del todo, aunque si se encuentran en relación con el arte de construir (Adams, 1966: 10; Andrews, 1975: 15; Childe, 1973: 43-50; Schavelzon, 1979: 114; Sjoberg, 1965: 27; Trigger, 1972; Willey and Bullard, 1965: 376). Además hay que tener en cuenta que sí se encuentran íntimamente relacionados con el hombre y con su obra de altera-

2'16

Page 15: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

ción o modificación de su entorno. La mayor parte de estos aportes relacionados con el mundo maya son indispensables para comprender la tendencia urbana de algunos de los asentamientos mayas de las tierras bajas del centro, y están dándonos a entender la presencia de una clara vocación hacia el concepto de propiedad y de vida sedentaria plena. En definitiva enraizada en un lugar de forma permanente con la presencia e inclinación hacia una formas de economía en donde ciertas formas de agricultura intensiva jugaban un papel bastante destacado (Flannery et al., 1982; Harrison y Turner eds. 1978). De ahí que residencia y economía, en nuestro caso, van íntimamente relacionados por la presencia de complejas formas agrícolas. De lo anterior se desprende una importante premisa relacionada con la función del concepto patrón de asentamiento, entendido como un sistema dinámico, sobre todo en las tierras bajas húmedas y calurosas, en las que existió una constante lucha del hombre con el medio ambiente que lo envolvía y, hasta cierto punto, trata de obligarlo a una economía y una forma de vida específica, de la que quiso y supo librarse la población maya ayudándose con el comercio, las artesanías (entendidas en muchas ocasiones como verdaderas obras de arte), la agricultura intensiva e hidráulica, etc. A pesar de ello, el pueblo maya logró durante el horizonte Clásico lo que se propo­nía: crear núcleos de población compactos o no, pero sí con la mayor parte, yen muchas ocasiones, la totalidad de las características que definen a un centro urbano en la forma de entender occidental; o sea una residencia para sus dioses, sus dirigentes, sus intelectuales, sus artesanos y como centro de habitación y relación de una densa población campesina y suburbana, así como un lugar de reunión e intercambio en el sentido más extenso de la expresión; o sea la presencia de una compleja economía y un intenso comercio, todo ello envuelto y protegido por un sofisticado estamento teocrático o militar (Andrews IV, 1962: 149; Andrews, 1975: 17-9; Caballero, n/d: 32; Folan, 19-83: 1-2 y 49-50; Hammond, 1975: 80 y 1982: 176: Haviland, 1970: 186.

La necesidad de una nomenclatura adecuada

Como ya hemos expresado, de ahora en adelante conservaremos un enfoque arquitectónico para la expresión patrón de asentamiento; este es necesario para la orientación y encauzamiento de las presentes notas. Enfoque que, como ha podido observarse, ha sido a su vez aceptado por la mayor parte de los investigadores del comportamiento cultural maya precolombino. Como primer paso de su análisis surge la necesidad de intentar un profundo estudio de la vivienda, tratando de efectuar agrupamientos de las estructuras de habitación y de aquellas otras construcciones relacionadas con ellas (trojes, temascales, capillas, cocinas, etc.). (Becker, 1971: 183; Bullarsr, 1966; 139; Haviland, 1965: 18; Haviland, 1970: 193; Kintz, 1983: 134-6, 141; Tourtellot, 1970: 412); unidades indispensables para organizar su estudio (Flannery, 1976: 163-4; Hammond, 1982: 176).

Sin embargo, una vez preparadas las diferentes unidades se presenta, para el caso americano, un problema difícil de resolver. Cuestiones que se refiere a la denominación de los supuestos agrupamientos de las casas-habitación y de los

217

Page 16: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

otros conjuntos arquitectónicos relacionados con ellas (Willey et al., 1965: 561 y 572). Unidades o conjuntos que, en ciertas ocasiones, se caracterizan por un escaso número, mientras en otras aumenta la cantidad. Algunas veces se acomodan de forma compacta en otras dispersa, y su emplazamiento gira alrededor de un centro ceremonial menor compuesto de templo o de varias estructuras religiosas similares (Bullard, 1960: 357-61; Bullard, 1964: 139-43; Rice y Puleston, 1981: 146).

Para todas estas y otras expresiones y formas de asentamiento, no existe en el área maya un léxico apropiado o sea un juego de palabras necesarias e impres­cindibles -para las diferentes unidades de patrón de asentamiento-- muy útil al investigador y el profano con el fin de diferenciar y comprender (por diversas razones que no vale la pena comentar) unos conjuntos de otros,. al referirnos a las diversas formas de asentamiento. Sin embargo, es necesario buscarle o tratar de encontrarle la nomenclatura adecuada a los conjuntos registrados por los arqueólogos y anotados en los levantamientos topográficos (Ashmore, 1981: 41-5; Hammond, 1982: 173).

En la actualidad, el léxico empleado para ordenar las diferentes categorías de patrones de asentamiento es extraordinariamente pobre para los temas america­nos, como puede observarse en las citas anteriores y como más adela~te podrá comprobarse (Willey, 1981: 388-92); creándose a menudo confusiones en su utilización (Ashmore, 1981: 45-51 ; Rice and Puleston, 1981: 137). Y no solamente es pobre, sino que además es impreciso y confuso, ya que tan sólo disponemos de las expresiones tradicionales que nos han llegado de otras áreas, o se relacionan con términos prestados de las culturas del Viejo Mundo. Términos que en muchas ocasiones se refieren a situaciones semejantes, pero no exactas en su forma o contenido, ni representativas de la idiosincracia maya, por ejemplo, referentes a los hallazgos o a los conjuntos localizados en Mesoamérica y, en especial en el área maya (Willey et al., 1965: 5). O sea, se tiende a seguir, de un tiempo a esta parte con la utilización de unos vocablos, hasta el momento adecuados a situaciones que tal vez se adaptan bien a los problemas de la arqueología del Viejo Mundo y ajustados para la problemática de aquellas latitudes. A pesar de ello, es necesario encontrar una terminología propia para las situaciones americanas, puesto que las expresiones y los conceptos del Viejo Mundo se refieren en diversas ocasiones a situaciones en cierto modo ajenas a la problemática americana (Hammond, 1982), sobre todo a su propia forma de ser, a pesar de que el hombre tenga reacciones semejantes frente a un determinado problema en cualquier parte del mundo que nos rodea.

Resulta que el léxico utilizado por los investigadores del Viejo Mundo, sobre todo cuando es aplicado a situaciones y ambientes culturales de otras partes, en en algunas ocasiones, totalmente diferente. Desde el punto de vista cultural, así como desde el ecológico, pueden oscurecer o confundir el valor, el significado y la categoría de un hallazgo arqueológico en culturas tan lejanas en el tiempo, el espacio y la corología y, además en el interior de un medio ambiente totalmente diferente a las del origen de la nomenclatura utilizada, como puede observarse en el mundo cultural del maya clásico.

218

Page 17: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Como consecuencia, se trata de llegar a la utilización de denominaciones más adecuadas a la problemática de la arqueología americana, en nuestro caso a la mesoamericana, aunque sea ratificando o adoptando de forma definitiva algunas de las expresiones tradicionales procedentes del Viejo Mundo, o tratar de buscar otras más apropiadas. Entre las que más se utilizan en la actualidad se destacan las siguientes: plazuela, sitio, ranchería, grupo, estructura, centro ceremonial mayor o menor, primario o secundario, vacant centers, minimum residencial unit, junto con los términos derivados de tales expresiones o subordinados a ellas (Becker, 1979: 11; Bullard, 1960; Marcus, 1973: 13; Marcus, 1976: 47, Sanders, 1973; Schaedl, 1969: 8; Willey and Shinkin, 1973: 478). Locuciones que resultan también impreci­sas poco adecuadas; sin olvidarnos de la complejidad e incierto significado del término urbanismo (Borhegyi, 1956: 93), aplicado además, con un valor y un significado occidental a la civilización mesoamericana (Schaedel, 1969: 8-12).

De entre ellos cabe destacar, por ejemplo, casa-habitación, residencia de la élite, palacio, plataforma de danza, adoratorio, observatorio, etc. (Ashmore, 1981: 50-4; Culbert, 1977; 513; Hammond, 1975; Willey, 1981: 389-95; Willey et aL, 1965:3). Todos o la mayor parte de los vocablos mencionados son expresiones con un profundo sentido objetivo, en ciertas circunstancias subjetivo, significados que en muchas ocasiones resultan ser más implícitos que corroborados.

De vez en cuando, la distribución o la forma misma de las estructuras que conforman una unidad nos acerca, o quizás nos anuncia su función y tal vez denominación. Ello es especialmente notorio cuando se trata de una o de escasas estructuras: sin embargo, en otras ocasiones, al desconocer su verdadera función a menudo caemos en expresiones tan imprecisas, inexactas y ambiguas tales como grupo informal, centro ceremonial mínimo, área ceremonial, conjunto cívico­religioso (Bullard, 1966; Haviland 1981: 117; Marcus, 1973; Webster, 1977; Willey and Bullard, 1965; Willey et aL, 1965: 579), utilizando expresiones de esta índole cuando no comprendemos su verdadera función y componentes, o no entendemos su ordenamiento (Hammond, 1982: 173). De la misma manera que le damos el nombre de objeto ritual o doméstico sin precisar su función a aquellos objetos o restos arqueológicos de los que desconocemos su función.

Una vez se ha conseguido dar nombres y funciones a las estructuras arquetectónicas y a sus conjuntos -construcciones que, por lo general, delimitan o conforman un sitio más o menos importante y a sus áreas satélite~ es el mo­mento, si lo requiere el investigador, de iniciar estudio y la interpretación de los datos obtenidos; o sea, darle un sentido cultural al documento arqueológico. En tal caso existen diversas formas de enfocar el problema.

Uno de las orientaciones más utilizadas en trabajos de campo de esta índole, y bastante empleado por los arqueólogos que se dedican a la problemática de los patrones de asentamiento (Willey and Bullard, 1965: 360), consiste en partir de los supuestos modelos más simples y de más sencilla composición hasta llegar, analizando por etapas o por complicación o composición arquitectónica, a las unidades más complejas (Bullard, 1960: 367-9; Hammond, 1982: 176; Schaedel, 1969: 9; Willey et aL, 1965: 561).

Con preferencia debemos circunscribirnos a una sola proposición que puede

219

Page 18: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

ser, y de hecho es, en la mayor parte de las ocasiones, la de asentamiento­arquitectura. De este modo y con este enfoque partimos de uno de los elementos básicos más representativos de la arquitectura y, hasta cierto punto, del patrón de asentamiento, como puede ser, por ejemplo, la casa habitación (Ashmore and Willey, 1981: 6-8; Thompson, 1931: 336; Trigger, 1968: 55-60; Willey, 1981: 390). Con una proposición de esta índole vinculamos a la vivienda toda una serie de actividades que nos ayudan a resolver bastantes problemas que se encuentran relacionados con la arquitectura en cualquiera de sus facetas, especialmente con la civil, como pueden ser, por ejemplo, la forma de vida y composición familiar, la economía doméstica, el ajuste interno de la familia, su status social, etc., hasta llegar pasando de un estudio a otro a la compleja vida urbana materializada en unas formas arquitectónicas peculiares.

Vale la pena recordar la importancia de la casa-habitación a través de algunos investigadores de entre los que sobresale Gordon R. Willey, quien, en su ya clásico trabajo de la cuenca del río Virú en la costa de los Andes Centrales define el patrón de asentamiento allí existente como:

... lhe way in which man disposed himsell over a landscape on which he lived.

En esta ocasión el término se refiere a:

... lo dwellings, lo lheir arrangemenl, and lo lhe nalure and disposilion 01 olhers buildings pertaining lo communily lile. (Willey, 1953: 1).

Puntos intermedios de aquellos dos extremos pueden estar relacionados con la densidad de habitación y su distribución en el espacio de una región específica (Ashmore, 1981: 65; Willey et aL, 1965: 9 y 575). Otros pueden ser de nuevo la calidad, la abundancia y, en consecuencia, el significado, la finalidad y la distribu­ción de las estructuras de habitación y sus dependencias (Bullard, 1960: 357; Haviland, 1981; Willey et aL, 1965: 7-8), junto con su conexión con los centros de arquitectura pública y de vez en cuando monumental, de los que aquellas unidades de habitación dependen, se integran y forman parte y viceversa (Willey, 1956: 113).

Además, hay que agregar a las razones de una determinada situación los niveles individuales, ya sea para los grupos de habitación, ya sea para los centros cívico-religiosos de un determinado conjunto de asentamientos. A todo lo anterior debemos añadir las alteraciones que se producen en el entorno de una determinada localidad, o la finalidad misma de su presencia en un lugar específico; en la forma de un grupo más o menos compacto de viviendas, ya sea con la condición de transformarse en un centro religioso, comercial o tal vez en una extensa unidad relacionada con una forma de gobierno regional que engloba todas estas y otras finalidades en un solo y específico espacio.

A la definición de estos esquemas, la interpretación de los datos y la realización de aquellos modelos ayudan las muestras, los testimonios y la documentación etnohistÓrica. Aunque en nuestro caso no se refieran directamente a la problemática del presente trabajo. Pruebas documentales obtenidas de los primeros relatos coloniales, tales como las relaciones geográficas referidas a Yucatán (Relaciones

220

Page 19: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

geográficas ... 1898) a las obras de los primeros frailes (Landa, 1966; López Cogolludo, 1957; Remesal, 1932; Villagutierre, 1933, Ximenez, 1929 y 1967), junto con los testimonios en lengua maya escritos en nuestro alfabeto (Memoriales de Sololá, 1981; Popol Vuh, 1984; los Chilams Ba/amas, los Chortí (Maya) texts, 1972, etc.) y otros documentos de marcado interés histórico; al igual que la documentación del Archivo General de Indias, el Archivo General de Centro América, el de Simancas, o el Archivo General de la Nación, en México. Fuentes que en realidad pueden funcionar, y de hecho sirven muy bien, para etapas relativamente recientes de la cultura maya precolombina. Periodos todos ellos cercanos a la conquista y definitiva destrucción de la cultura maya. Dichas épocas corresponden, desde el punto de vista arqueológico a un horizonte cultural postclásico avanzado. Datos, informes y descripciones fáciles de aunar a estos estadios tardíos de la historia precolombina maya, pero que, en la mayor parte de las ocasiones, son bastante difíciles de encajar, de acomodar, a la realidad de algunas etapas de un ya lejano horizonte Clásico relacionado con las tierras bajas mayas del área central. A pesar del tradicional conservadurismo del que ya se ha hablado con el que a menudo se etiqueta el comportamiento cultural de la mayor parte de los pueblos y culturas mesoamericanas precolombinas, a pesar de ello hay que tener en cuenta que muchas facetas de la cultura maya posclásica del norte tienen, sin lugar a dudas, sus raíces en el horizonte clásico de las tierras bajas del centro.

Si en verdad reflejan los datos del principio de la colonia «situaciones mucho más antiguas» como suponen la mayor parte de los arqueólogos (Hammond, 1982: 174; Willey, 1956: 113-14), entonces dichos datos nos pueden ser útiles para trabajos de investigación del tema que estamos tratando. Testimonios como los que nos proporcionan, por ejemplo, fray Diego de Landa, Antonio de Remesal, fray Diego de Cogolludo, así como las Relaciones geográficas del siglo XVI u otras fuentes semejantes y las investigaciones etnográficas (Bequelin, 1973; Sanders, 1981; Voght, 1981, 1964 Y 1968). Todos ellos son documentos de una gran utilidad para conocer una parte del desarrollo cultural maya, referido, en este caso, a la península de Yucatán o, como ocurre en las obras de fray Antonio de Remesal (Remesal, 1932) y las de fray Francisco Ximenez (Ximenez 1929), que nos permiten, reconocer las últimas etapas del periodo precolombino en las tierras altas mayas. Regiones que están situadas en las cercanías de las tierras mayas del centro.

Por desgracia no contamos con ninguna relación u obra importante de la calidad, por ejemplo, de la de fray Diego de Landa o del padre Remesal que se refiere de forma directa al área de nuestro estudio o excepción de la Historia delltzá. Quizás una situación de esta índole obedezca al hecho de que en la época de la conquista aquellas tierras eran poco importantes y se hallaban en franca decadencia, cuyo origen pueda, tal vez situarse en el momento de la caída del horizonte Clásico. Sin embargo, no hay que olvidar que la última resistencia indígena de toda Mesoamérica tuvo lugar en esta zona con la caída de Tayasal en el lago Petén Itzá en 1694, bajo la dirección de Pedro de Ursúa (Morley, 1956; 145). Sin embargo, a pesar de la escasez de trabajos existentes lo compensa la enorme riqueza arqueológica de la zona y la obra de Villagutierre (1985) y algún otro cronista (Hellmuth, 1977).

221

Page 20: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Alejándonos un poco más en el tiempo, pero no en el espacio y, siguiendo con la idea del tradicional conservadurismo que viven hasta hoy día los pueblos mesoamericanos, las investigaciones etnográficas de aquella área o de espacios cercanos a ella (Becker, 1979, 9; Becquelin, 1973: 46; La Farge, 1962; Voght, 1961), pueden ayudarnos a encontrar una solución a la problemática que representa la clarificación de la función de determinadas formas arqueológicas de patrón de asentamiento en las tierras bajas mayas del centro. Por supuesto que estos testimonios serán siempre utilizados con mucha precaución para no caer en falsas interpretaciones y conclusiones.

Un ejemplo típico de la utilización de datos de índole etnográfica, hecha con la finalidad de resolver problemas de índole o naturaleza arqueológica relacionados con los patrones de asentamiento y otras formas de cultura, lo constituyen en el área maya, los dos estudios considerados ya como clásicos en este género de inves­tigaciones. Uno de ellos es el conocido trabajo de Robert Redfield: The 'olk culture o, Yucatan (Redfield, 1941). Sin lugar a dudas, se trata de un estudio serio y científico y de bastante utilidad para destacar un ambiente relacionado con el mundo maya precolombino, pero que, por desgracia, se refiere al área del norte de Yucatán.

Desde el punto de vista cronológico, 9icho trabajo, se encuentra emparentado con el realizado en colaboración con Alfonso Villa Rojas y titulado Chan-Kom a Maya village (Redfield and Villa Rojas, 1934) así como los trabajos de Z. Voght, 1961, 1964, 1968). El estudio o de la población de Chan-Kom es una publicación casi exclusivamente dedicada a un pueblo maya actual. Sin embargo, se trata de una investigación que ha sido de bastante provecho para algunos trabajos dedicados al pueblo maya precolombino, a pesar de que sus datos, como los relativos al promedio de miembros que se compone una familia nuclear en la localidad de Chan-Kom cuya cifra es de 5.6 personas, deben de ser utilizados con mucha precaución, puesto que el hecho de transportarlos a la unidad familiar nuclear durante el horizonte Clásico de las tierras bajas mayas del centro implica un cierto riesgo; sobre todo si tenemos en cuenta que, según las fuentes del siglo XVI, referidas al área Chortí-Iacandón resulta bastante elevado el promedio colonial.

Census records of the period 1694-1712 suggest an average minimum of 6.9 people per house. These counts are quite definitely per single structure, not for a house groups or compounds are no mentioned. The Spanish are quite explicite about «en dada casa". (Hellmuth, 1979; 439).

La importancia del patrón de asentamiento en las Tierras Bajas mayas

Para penetrar en el complejo mundo de la cultura maya y profundizar en su dinámica interna, analizando aspectos tan sugestivos como pueden ser, ponga­mos por caso, su organización social, la cual se halla reflejada en sus logros científicos y artísticos, para, en fin, comprenderla y estudiarla en su totalidad, o hacerlo en alguna de sus partes más importantes puede realizarse por varios caminos. Uno de ellos es, como ya se ha indicado, la lectura o interpretación de

222

Page 21: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

los textos jeroglíficos. Otro camino -bastante utilizado, por cierto- es el estudio de su religión. Aún otro puede ser el análisis de su maravilloso arte y espléndida arquitectura, enfoque que nunca ha dejado de emplearse. Pero conjuntamente con estas y otras orientaciones de índole similar existe un aspecto, tal vez no tan trascendental, desde el punto de vista cultural, como lo son los anteriores, pero que resulta ser muy necesario y quizás puede clasificarse como indispensable a pesar de que hasta ahora ha sido poco utilizado para comprender el comporta­miento del pueblo maya como una cultura bien diferenciada. Punto de vista que, dicho sea de paso, no se ha tomado en cuenta hasta la actualidad. Se trata de los patrones de asentamiento.

En esta ocasión, se desea emprender el estudio de los antiguos mayas a través de su distribución sobre el suelo de su espacio cultural, y de esta manera, observar como un ordenamiento de esta índole puede, de alguna manera, condicionar sus relaciones entre sí y con el exterior, con su entorno inmediato o lejano, con su medio ambiente, generalizado para toda el área de nuestro estudio. Este enfoque representa un buen principio una nueva orientación, una forma adecuada para comprener, más adelante, su compleja cultura y al mismo tiempo entender su estructura de clases sociales, tratando de demostrar la presencia de determinados y muy específicos comportamientos socio-económicos, así como ciertas expresio­nes artísticas del pueblo maya, puesto que todo ello influye en su proceder como pueblo y a la vez contribuye a comprender la alteración que hicieron los mayas precolombinos del medio ambiente a fin de conseguirlo hasta alcanzar formas de asentamiento tan complejas como pueden ser la situación de verdadera vocación urbana.

Así pues este puede ser un buen principio para el estudio y la profundización de la cultura maya. Interpretación que hasta hace poco tiempo se tomó en poca o en muy escasa estima, por considerarse irrelevante (Smith, 1972: 128; Willey et al., 1965-5). A pesar de ello los procedentes -vagos e imprecisos al principio- se iniciaron a los pocos años de la conquista española (Ashmore and Willey, 1981: 5). Tener en cuenta y concebir la naturaleza, distribución y configuración de sus viviendas, agrupándolas de acuerdo con su naturaleza en categorías o número de habitantes-vivienda sola, ranchería, aldea, villa y, tal vez, ciudades- u ordenarlas por su calidad constructiva -jacales, estructuras residenciales, suburbanas, etc.­junto con otros aspectos no tan destacados como pueden ser los tipos de suelos sobre los que se establece una determinada forma de asentamiento, pensamos que una connotación de esta índole constituye un gran paso. Con estos nuevos argumentos y otros que se enumerarán más adelante, puede observarse como la utilización de los patrones de asentamiento se orientan hacia una forma determi­nada.

oo. the archaelogist has an entering wedge of inference that will open the way to more realistic interpretations the intangible aspects of the old Maya life. (Willey et aL, 1965: 5)

/

También es necesario entrar en contacto con el estudio de su distrubición, ya sea de manera dispersa o agrupada, junto con las composiciones arquitectónicas que desarrollan una o varias estructuras, así como las respuestas al clima, la

223

Page 22: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

estructura de la familia, su organización y forma de acoplamiento y otras muchas facetas que podemos descubrir en la casa-habitación y su integración a los patrones de asentamiento (Trigger, 1968: 55-60).

Más adelante, procurar investigar o adivinar algo acerca de la división territorial próxima o lejana, ya fuera esta de carácter público, cívico o religioso (ciudad­estado, gobierno regional, la posible presencia de sentimientos imperialistas, gobiernos monolíticos, teocracias, etc.) (Coe, 1967: 96; Genet, 1927; Hammond, 1975: 97; Marcus, 1976: 47; Sanders and Price, 1968: 204-5; Thompson, 1936: 18; Willey and Shimkin, 1975: 478). Otro enfoque incluso puede ser el de penetrar en aspectos internos o externos de la composición de la familia, tales como el número de estructuras que conforman la unidad de habitación, el potencial económico y el rango social de sus asentamientos, si fueron éstos grandes o pequeños, pero siempre relacionados con el medio ambiente que los envuelve y en los que el pueblo maya se había desplazado y asentado definitivamente desde muy antiguo, (Coe, 1967: 30; McQuown, 1970: 69).

Ya más adelante, en determinadas ocasiones, limitarnos en el espacio y llegando al detalle de analizar con cierta insitencia los tipos de suelos, por ejemplo. Localidades más propicias a la agricultura o aquellos sitios en los que las condicio­nes del suelo habían sido alteradas con la construcción de obras destinadas a hacerlas más productivas -bancales, terrazas, raised fields, etc-o así como las formas vegetales aprovechables o no y los alcances de la fauna e, incluso de la vegetación silvestre, todo ello formando parte indispensable de la subsistencia y economía doméstica. Si a ello le añadimos el estudio de sus restos de cultura material -cerámica, artefactos, enterramientos, etc.- encontrados en los asentamientos, entonces tendremos que la mayor parte de tales datos pueden ser considerados, y de hecho deben serlo, como elementos muy importantes para lograr la comprensión de la cultura maya como una unidad de difícil o imposible desarticulación, a través de los patrones de asentamiento y la casa-habitación como uno de los componentes más sobresalientes.

Con todo y estos alicientes en puerta las ventajas y la importancia de los asentamientos en las tierras bajas, así como su estudio y aprovechamiento para comprender el complejo mundo cultural maya, es todavía algo relativamente reciente (Ashmore and Willey, 1981:10; Smith, 1972:128-29; Willey ed., 1956; Willey et al., 1965:7-11). Hasta hace poco tiempo el énfasis y quizás las finalidades primordiales de las exploraciones científicas se orientan hacia las estructuras arqueológicas de los grandes centros ceremoniales, hecho que con anterioridad se ha esbozado, y puede comprobarse en publicaciones de gran calidad científica, como pueden ser las de Ignacio Marquina o Federico Mariscal (Mariscal, 1928; Marquina, 1928 y 1951) e incluso otras bastante más recientes (Heyden and Gendrop, 1975; Pollock, 1965; Proskouriakff, 1963; Stierlin, 1967), para demostrar­nos que la desviación perdura hasta nuestros días.

Por supuesto que nos encontramos ante unas formas peculiares de patrón de asentamiento. Se trata de espacios en los que alteran elementos de cultura material y espiritual, o sea, lugares de culto y residencia del estamento religioso y en buena parte civil y lugares de mercado. En esta ocasión nos referimos a los denominados

224

Page 23: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

centros ceremoniales mayores (Haviland, 1981 :117; Thompson, 1979:11), com­puestos básicamente de altas plataformas piramidales con sus diminutas celdas en la parte superior (arquitectura religiosa). Junto con estas estructuras de carácter religioso, cabe señalar otras a veces de difícil identificación ya menudo clasificación con motivaciones de índole cívico-religiosas Uuegos de pelota, palacios, obser­vatorios, etc.) y espacios de índole civil, como pueden ser, por ejemplo, los mercados. Todos estos edificios a la mayor parte de ellos delimitan un sinnúmero de plazas grandes o pequeñas junto con algunos «patios hundidos", unidades arquitectónicas compuestas de espacios abiertos los cuales son básicos e indis­pensables para comprender algo de la composición interna de los centros de convivencia mesoamericanos de cualquier categoría y lugar en general y del área maya en particular (Hammond, 1975:50-67; Hammond, 1976:78-88). La mayor parte de estas unidades con sus respectivos espacios abiertos o cubiertos están conectados interior y exteriormente por amplias, rectilíneas y bien construidas calzadas y sacbeob (Bustillo, 1964; Folan, 1983:81-7; Kuujack and Garza, 1981 :300-1; Leventhal, 1981 :198).

Debajo de estas plazas o en el interior de algunas de las estructuras religiosas, pueden todavía localizarse importantes enterramientos de la élite gubernamental (Hammond, 1982:210; Haviland, 1981:102; Ruz, 1965, 1968, 1973). Completa la importancia civil y religiosa de aquellos lugares -verdaderos centros de encuentro, convivencia y oración-la presencia de una compleja y bella escultura y, a menudo, pintura mural, conteniendo, además, muchas plazas estelas, altares y paneles «decorativos" en la celia del templo, así como abundantes relieves y junto a ellos todavía indescifrables textos jeroglíficos (Bernal, 1963; Caso, 1969:358; Flores Guerrero, 1962:216; Fuente, 1965:175-80; Thompson, 1965; Villagra, 1949).

En estas condiciones resulta que, por la calidad de aquellas construcciones (Pollock, 1965; Thompson, 1936:81; Marquina, 1951, Stierlin, 1964), por sus grandes posibilidades escultóricas (Proskouriakoff, 1965; Thompson, 1936:17), y, como consecuencia la enorme cantidad de datos culturales que contienen los edificios monumentales de los centros ceremoniales han sido, hasta hace poco tiempo, la finalidad primordial, por no decir única, de los trabajos arqueológicos de un gran número de investigadores (Andrews, 1975:18). Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el interior de estos centros cívico-religiosos el contenido humano permenente se consideraba hasta hace poco tiempo escaso, pero, por supuesto, selecto de acuerdo con las opiniones de un buen número de estudios que trabajaron en aquellos lugares (Thompson, 1936:18). En la actualidad se considera que le bullicio humano era muy importante aunque tal vez la residencia permanente fuera escasa. Estas condiciones se reflejan en la mayor parte de las poblaciones, en el interior del centro ceremonial propiamente dicho puede encontrarse un complejo mundo social y económico que implica y obliga al mantenimiento de una cultura tan sobresaliente como la maya precolombina del horizonte clásico. De ahí surge la idea anterior del «empty vacant center», utilizado por bastantes arqueólogos (Andrews, 1975:18; Becker, 1979).

in this, the principal Maya sites were bewlived to have been only temple-and­palace precints-essentially «vacant cities»- inhabited only by a priestly aristocracy

225

Page 24: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

and their retenues, who were supported by a lowly agrarian peasantery living in scattered farmsteads or hamplets at somo distance from these centers of the elite. (Willye and Hammond, 1979:XII).

En la actualidad, la antigua opinión «the vacant cities" tiende a cambiar totalmente, puesto que hoy en día se considera al centro ceremonial como un lugar de convivencia y residencia permanente o temporal de una compleja sociedad integrada en su interior en forma de diversas categorías y estamentos sociales (Becker, 1973:398 y 401; Folan et al., 1983; Hammond, 1982; Haviland, 1970; Haviland, 1981 :100-4; Ribe and Puleston, 1981 :141; Willey et al., 1965:350).

La preposición de unos espacios vacios de actividad mundana proviene de una teoría expuesta por J.E.S. Thompson en una de sus publicaciones, hoy, a pesar de ello, clásica no sólo por su contenido, sino también por la repercusión que tuvo y tiene todavía sobre la mayalogía. Premisa que con algunas modificaciones conti­nua siendo válida y que ha perdurado hasta nuestros días, como acaba de indicarse, sobre todo si tenemos en cuenta que la publicación del pequeño libro The Civilization of the Mayas tuvo lutar en 1927.

En ella, J.E.S. Thompson expone su concepto de centro cermonial, utilizzando las siguientes palabras:

El nombre de «ciudad" aplicado a las ruinas mayas es inexacto. Es casi seguro que eran centros religiosos a donde el pueblo, que vivía en pequeños poblados diseminados por el comarca circunvecina, acudía con fines religiosos, y quizás también a los mercados y a los tribunales de justucia. La población permanente de los grandes centros se reducía probablemente a un cierto número de sacerdotes y de jefes civiles. No es rom oto que estos centros religiosos juntamente con sus territorios circundantes constituyeran ciudades-estados semejantes a las de la Antigua Grecia. (Thompson, 1936:18).

Hoy como viene anotándose, nuestra idea es de mucho mayor «bullicio", actividad y tal vez residencia de lo que propone J.E.S. Thompson, aunque las circunstancias de acogida fueran semejantes. Sin empbrgo, en algunos otros puntos todavía persisten sus ideas. En la actualidad, según parece, se acepta en cierto modo la inadecuada expresión de centro ceremonial para estos grandes patrones de asentamiento (Thompson, 1965:349).

Puesto que, junto a aquella supuesta élite cívica y religiosa o ambas cosas a la vez, que ocupa determinadas estructuras como lugares de residencia, de admi­nistración o de culto, ya fuera de forma temporal o permanente forman parte de la sociedad maya un número mucho mayor de personas. De entre ellas sobresalen: el pueblo-agricultor que mantiene y en cierta forma defiende a la élite; el pueblo­comerciante que le proporciona las materias primas y los productos exóticos y el pueblo-artesano que plasma sus sueños en los altares o templos, hace realidad la extraordinaria arquitectura y registra sus proezas en relieve y secuencias jeroglífi­cas; reflejando todo este conjunto la vida, las ambiciones y las realidades de una estereotipada y al mismo tiempo suntuosa nobleza cívico-religiosa. Situación que en buena parte nos refleja la casi totalidad de las esculturas y la pintura mural de los templos y edificios civiles, los relieves en estelas y otros lugares en donde fuera necesario utilizarlos (Adams, 1970:493-7). Unos espacios llenos de vida y movi-

226

Page 25: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

miento como nos proporciona Norman Hammond (Hammond, 1975 y 1976), Y sobre todo Gordon R. Willey en sencillas pero claras palabras, cuando nos recuerda que:

There is a little question that at this time such villagers were a part 01 a large and complexly knit society which built and sustained ceremomial centers, such as the one at Benque Viejo, and which maintained close religious, intellectual, an comercial, il not political, ti es with more distant centers in the Peten and elsewhere. (Willey et al., 1965:570).

Como puede observarse, una cuantiosa población compuesta básicamente de agricultores, artesanos, hombres de oficio (carpinteros, estucadores, canteros, etc.) tienen dos opciones de ubicación y dependencia hacia aquellos centros ceremoniales. Por un lado, considerarse integrados al conjunto monumental y en consecuencia formar parte de aquella unidad arquitectónica (Willey, 1981 :3999; estableciéndose en su interior o aliado mismo de los centros ceremoniales; y, por el otro, asentarse en zonas más alejadas formando dispersa en áreas próximas y en espacios adecuados a su especialidad (barrios?), con una dependencia no tan directa hacia los grandes centros de convivencia y, en consecuencia, observar posiciones y relaciones algo diferentes, más independientes, de aquellos grandes conjuntos de arquitectura (Borhegyi, 1956:101; Willey, 1956:110). Todos ellos forman parte de un ambiente cultural, de la religión y de una unidad política bastante más extensa. Toda la población, en cualquiera de las tres formas de integración, vive en casas-habitación, que se distribuyen de diferentes maneras, conformando diversas categorías de agrupamientos, a los que estamos acostumbrados a darles nombres específicos, algunos de tradición occidental (vivienda, ranchería, caserío o aldea). Algunas veces, y de acuerdo con el tamaño de la población, las áreas habitadas están establecidas mucho más cerca y hasta cierto punto conformando una unidad con el centro ceremonial propiamente dicho (Blanton et aL, 1981 :199; Folan, 1983:1-2y49-50; Haviland, 1966:36; Haviland, 1972:138; Rice and Puleston, 1981 :146; Willey, 1981 :415).

En otras ocasiones, los grupos de habitación se instalan alrededor de unidades muy extensas e importantes, con un remarcable carácter socio-político. Conjuntos, la mayor parte de las veces, subordinados a un gran centro ceremonial. Unidades, estas últimas, que pueden funcionar a manera de capital política e, incluso, religiosa, o ambas cosas a la vez, (Blanton et aL, 1981 :201-2; Hammond, 1975:97 y 116; Hammond, 1982:177; Marcus, 1973 y 1976; Thompson, 1936:18; Webb, 1973:367 -89). Lo que viene diciéndose, resulta del análisis interno de una vivienda (composición familiar) (Kintz, 1983:140) y externo (composición y distribución arquitectónica.) (Kintz, 1983:135) de la casa-habitación, considerada como el elemento básico de residencia. Su ubicación, a veces está relacionada con el medio ambiente, y se realiza en las pequeñas unidades religioso-administrativas de las que depende la población de su entorno. Todo ello está sujeto a los mal llamados centros ceremoniales más sobresalientes, o destacados, lo cual ocurre debido a alguna actividad determinada, ya fuera civil o religiosa. Todo eso se nos presenta como uno de los aspectos más sobresalientes de la dinámica de los patrones de asentamiento, en estas regiones de la cultura maya (Ashmore, ed. 1981 ; Hammond, 1982:167-77; Willey, 1965:7).

227

Page 26: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

La casa-habitación como elemento básico del patrón de asentamiento: sus antecedentes.

Es relativamente reciente, pero no del todo, el interés por las viviendas de la población con escasos recursos económicos (Ashore and Willey, 1981 :8; Gussinyer, 1974:155; Curkjack and Garza, 1981; Thomposon, 1931 :336; Trigger, 1968:55). Casas-habitación que se han materializado después de varios siglos de abandono, en las llamadas plataformas arqueológicas de habitación (Ashmore, 1981 :47; Rice and Puleston, 1981 :137; Wauchope, 1934; Willey et aL, 1965:11). Hasta hace poco tiempo habían interesado tan sólo los grandes conjuntos arquitectónicos y escultóricos, reunidos en los llamados centros ceremoniales más destacados, como ya ha sido indicado en diversas ocasiones. A pesar de ello, también existe, pero en menor cantidad alguna propuesta para conocer en donde, cómo y en qué circunstancias vivía la población que colaboró, y materialmente construyó aquellos excepcionales centros ceremoniales (Ashmore and Willey, 1981 :6; Margain, 1956; Rangel, 1980:56; Simth, 1950:71; Thompson, 1964; Wauchope, 1934:17-9; Wauchope, 1962:232).

En esta etapa de la investigación arqueológica, la atención de los expertos se centra en la localización y el estudio de la casa-habitación individual, como una unidad independiente de residencia, presentándola, queriendo o sin quererlo, sin relación alguna con su entorno; o sea que, se la estudia como a una construcción independiente, ajena a lo que ocurre a su alrededor, tratando de descubrrir en ella únicamente su distribución arquitectóncia interna y algo sobre los sistemas cons­tructivo que se hacen realidad en la excavación (Balnton et aL, 1981: 192; Smith, 1950:17-8; Wauchope, 1934:128-30). O sea, que se trata cuando muchO, de un estudio eminentemente arquitectónico y, en el sentido más prístino de la palabra, de sus aspectos superficiales; puesto que no existe la más mínima preocupación, en aquella época, por su relación con otras estructuras, su agrupamiento, la distribución de acuerdo con la topografía local y el medio ambiente, el emplazamiento y sus vínculos con los centros de población más cercanos; significado de su distribución y materiales de construcción, además del número de sus componentes, con el fin de inferir la composición familiar y finalmente relacionar todo ello con el medio ambiente cultural que las debió envolver (Joyce, 1970: 303-4; Smith, 1950: 17-19 y 72; Willey et al., 1965: 7-8).

Parece ser que uno de los primeros interesados en la significativa complejidad de la sencilla casa-habitación del agricultor o humilde artesano, con relación al ambiente cultural en el que esta inmersa la vivienda, es E.H. Thompson a finales del siglo XIX (Wauchope, 1934: 130), cuando de manera clara y concisa se refiere a la enorme cantidad de plataformas de habitación que existen en las cercanías de Labná (Thompson, 1892: 262 y 266-7). Otro ejemplo casi contemporáneo, al anterior, lo constituye la exploración arqueológica de una unidad de habitación. Actividad que corrió a cargo de Byron Gordon (Gordon, 1896: 26), en las cercanías de la localidad de Copán, en el otro extremo del área maya (Willey et aL, 1965: 7). Ya en nuestro siglo, el célebre investigador alemán Eduard Seler, exactamente en el año 1901 (Seler, 1901,43-4), Y algo más avanzado en el tiempo, E.L. Hewett

228

Page 27: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

(Hewett, 1912; 42-3) se preocupan por la abundante presencia de extensas regiones del noroeste de Guatemala, en Quiriguá y algunas otras partes cercanas al valle del río Motagua de extensas zonas con casas-habitación (Wauchope, 1934: 131 ).

A pesar de ello no iba a ser hasta el1913 cuando empieza a notarse una cierta preocupación por algo más profundo que la simple cita y algo de la composición arquitectónica de la casa-habitación, y, en consecuencia, se tiende a ampliar la información. Hecho que sobre todo se desarrolla cuando A. Tozzer incrementa la aportación acerca del tema que estamos tratando con nuevos datos. De esta manera se amplía la información sobre la vivienda, al darnos además de los temas rigurosamente arquitectónicos, otros relacionados con su espacio de localización, haciendo énfasis en el hecho de que aquellas viviendas se establecen, por lo general, a lo largo de lo que se supone son caminos, y que con toda probabilidad deben unir centros ceremoniales de alguna importancia, como ocurre, por ejemplo entre Tikal y Yaxhá, o entre el mismo Yaxhá y Benque Viejo.

Insiste el mismo investigador, por medio de un riguroso análisis, en la impor­tancia de la localización de las viviendas del pueblo agricultor junto y a lo largo de aquellos sencillos caminos .

... it may be noted that the ruins shown on the map are simply those met along the trails connecting the large sites. No doubt many more sites will be lound along the same paths on lurther investigation, to say nothing 01 the mounds in the intervening territory. These rough trails through the country lollow in general the ridges, and there is little doubt that the ancient roads lrom city coincide in many cases with the modern trails ... (Tozzer, 1913: 149-50).

Todavía de acuerdo con él estaban situados a lo largo de las partes elevadas de los cerros y las colinas del área maya central, compuesta por una orografía muy sencilla. Se trata, como ya se ha indicado, de evitar de esta forma las áreas pantanosas de los llamados «bajos» y de las «aguadas», algo más al norte.

Si tenemos en cuenta que estos detalles de localización de las viviendas populares lo escribe Tozzar en una fecha tan temprana, y además nos informa acerca del número de estructuras de habitación de las que está compuesta la unidad, junto con interesantes datos constructivos y sobre la forma de las estruc­turas, entonces nos damos cuenta de la importancia de su investigación. Además, hemos de añadir la presencia en su estudio de una de las primeras insinuaciones de la manera de agruparse las viviendas, dándonos el número de cuatro o cinco colocadas alrededor de un patio más o menos extenso. De la misma manera como, unos años más tarde R. Bullard Jr. los encuentra en el centro del Petén (Bullard, 1960: 357-9).

The mounds noted in the map vary Irom low single structures to groups 01 lour or live arranged around a court with others more or less deteched. (Tozzer, 1913: 150).

En este caso, se trata de las formas más frecuentes y tradicionales de asentamiento en el área maya de las tierras bajas, concepto de agrupamiento que

229

Page 28: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

se relaciona con el resto no sólo del área maya, sino de Mesoamérica (Willey et al., 1965:8).

Esta forma de asentamiento ya nos lo insinúa fray Antonio de Remesal cuando nos habla de los asentamientos indígenas de las tierras altas mayas, recordándo­nos en su excelente obra que:

... vivían los indios en su gentilidad ... estaba una casa, acullá otra, a otro trecho otra y por esta razón un lugar de quinientos y de menos vecinos ... ocupaba una legua de tierra. (Remesal, 19).

El mismo Remesal afirma más adelante que los indios vivían en « ... Ios montes, donde estaban esparcidos por barrios, y caseríos que ninguno llegaba a seis casas juntas y esas no alcanzaban la una a la otra con un tiro de mosquete ... » (Remesal, 1932: v. Ii, 243-5).

Además, A. Tozzer y algún otro investigador de su época no se detienen sólo en estos aspectos tan superficiales de la vivienda precolombina de por sí novedosos, de acuerdo con su tiempo, sino que intuyen un nuevo aporte ya mencionado, bastante importante, además de ser muy solicitado en la actualidad y, al mismo tiempo, está bastante relacionado con nuestro concepto de patrón de asentamiento: se trata de la densidad de población en aquella área y, por supuesto, en época anterior a la llegada de los destructores de la civilización mesoamericana. Por medio de este dato, se nos quiere dar a entender la posible presencia de áreas con una densidad de población muy razonable, cuando nos asegura que aquellos montículos de habitación de los que habla con cierta insistencia pueden encontrar­se « ... everywhere along the trails» (Willey, 1965: 8), y que para N. Hellmuth, citando a A. Tozzer, los « ... Chorti-Iacandon arranged their houses together like a town» (Tozzer, 1913: 503). De acuerdo con N. Hellmuth las cosas ocurren de esta forma ya que:

The Cholti-Lacandon settlements were semi-permanent; the villages certainly did not shift location every year and so. Furthermore, the Indians livedfull time in their villages, except when away on salt gathering expeditions, away on treding expeditions, or during crop harvest in the milpas. (Hellmuth, 1977: 440).

Concepto aquél muy importante para la investigación arqueológica. Elemento de cultura que ya comienza a tomarse en cuenta y a compartir la idea de una demografía bastante desarrollada para el área maya del centro.

Deevey (1979), trabajando con métodos enteramente distintos, ha calculado un clímax de población para las tierras bajas mayas clásicas de más de cinco millones de habitantes, cifra que hubiera resultado increíble antes de las recientes descubrimientos referentes a la agricultur intensiva maya. (Palerm, 1981: 284).

Idea utilizada por algún otro investigador, puesto que al poco tiempo se iba a afirmar, ya confirmar mediante estudios contemporáneos, que los antiguos mayas habían poblado y cultivado todas las tierras propias aptas para el desarrollo agrícola en las Tierras Bajasde El Petén (Adams 250; Rice: 319;y Puleston 1981 : 144-5; Rivera '1982: 30; Willey 1981: 401). Viviendo en la mayor parte de las ocasiones, no lejos de

230

Page 29: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

las milpas, y haciéndolo en diferente forma de agrupamiento (Willey e1. al. 1965: 8). Relacionado con lo anterior, y siguiendo con la misma idea, A., Tozzer insistía en una época tan temprana de nuestro siglo como ya ha sido señalado, que él había podido observaren diferentes ocasiones y áreas del noreste de El Peté n una gran abundancia de plataformas de casa-habitación, como pudo ratificar, algunos años después, en 1960, William R. Bullard Jr. Así mismo, otros investigadores del primer cuarto de nuestro siglo también insisten en ideas semejantes (Joyce e1. al. 1928).

Al poco tiempo, pero todavía dentro del primer cuarto del siglo XX, T.A. Joyce nos informa de sus experiencias de campo en áreas tan signifcativas, desde el punto de vista arqueológico, como pueden ser Lubaantun y Pusilhá, y se refiere a la existencia de abundantes restos de plataformas de habitación en aquellos espacios, así como en otros lugares (Joyce 1926). Montículos que Joyce relaciona o encuentra bastante similares con las viviendas actuales del pueblo maya. Semejanza que T.A. Joyce descubre en la disposición interna, la forma externa y los materiales de construcción (Joyce 1970: 303-4). Más adelante, en posteriores publicaciones, T.A. Joyce, junto con Thomas Gaan y otros investigadores, insisten en este mismo tema (Joyce et al. 1928: 325-50). Profundizando en su estudio y, en consecuencia, comenzando a proponer formas específicas para la planta de las estructuras de habitación-rectangulares o circulares-, dimensiones generales-10 metros de lado o de diámetro-, junto con algunos otros elementos e, incluso, datos extra arquitectónicos, como son, por ejemplo, la relación de la arquitectura popular con la vida familiar y con otras formas de la cultura material -cerámica, enterramientos, tecnología, etc.-, además de proporcionarnos datos para su localización y, tal vez, algo de su relación con el entorno (Joyce 1926: 207-9; Willey et el. 1965: 8-9).

Después de estos primeros ensayos, tenemos que superar el primer cuarto de nuestro siglo para encontrar nuevos aportes. Ya en 1927, J.E.S. Thompson (Thompson 1931: 238-48) intenta la primera reconstrucción de un área con arquitectura doméstica, destinada, no al pueblo propiamente dicho, sino, tal vez, a la nobleza o «élite». Por la calidad de su arquitectura, su subordinación a un centro ceremonial, este investigador intuyó, por vez primera, la presencia de zonas de habitación residencial alrededor o muy cerca de las estructuras religiosas de los centros ceremoniales más destacados. Como nos recuerda fray Diego de Landa:

" ... en torno de los templos estaban las casas de los señores y de los sacerdotes, y luego la gente más principal, y así iban los más ricos y estimados más cercanos a éstos y a los fines del pueblo estaban las casas de la gente más baja.» (Landa 1966: 28)

Se trata en esta ocasión, de un conjunto de estructuras conocido con el nombre de Mountain Cow, en el actual Belice. Composición arquitectónica compuesta de dos grupos de construcciones, en la que se incluían un pequeño centro ceremonial, propiamente dicho, y otras estructuras anexas; todo ello realizado por medio de una sencilla arquitectura, pero con pretensiones constructivas -según el investiga­dor- de carácter monumental: Hatzcap Ceel y Cahal Pichik. Entre los elementos

231

Page 30: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

arquitectónicos que conforman aquellas unidades, se cuentan algunos basamen­tos piramidaldes de poca altura, bastantes plataformas bajas, un juego de pelota de tradición maya, varias estelas lisas y un altar. Cada uno de los conjuntos cívico­religioso estaría abastecido por una pequeña área de arquitectura de carácter residencial; zonas a las que se les ha querido dar nombres. En dichos conjuntos se señala la presencia de supuestas unidades de habitación, que se encuentran cerrando varios patios delimitados por estructuras domésticas (Ashmore 1981 : 9 Willey y Bullard 1965: 363-4; Willey et al. 1965: 8-9).

Es en esta experiencia arqueológica, cuando J.E.S. Thompson, ensaya por primera vez, una denominación específica para los grupos de estructura de habitación, muy numerosas en esta ocasión, que se reunían alrededor de un patio, y que él denominó «plazuelas» (Thompson 1931: 233). Nombre que ha sido aceptado por la mayor parte de los arqueólogos (Adams, 1981 : 244; Ashmore, 1981 : 49; Hammond, 1981: 176; Leventhla, 1981: 194y202; Riceand Puleston, 1981: 140; Willey 1981: 390). De la misma manera que en otra ocasión introduce la denomina­ción de «centro ceremonial», para designar a los conjuntos monumentales cívico­religiosos que conocemos con este término (Thompson, 1931: 334) al igual que su no menos célebre «priest-peasant hypothesis» (Thompson, 1936: 12-26).

Por la calidad arquitectónica de las plataformas estudiadas, así como por la importancia de las ofrendas y de los enterramientos explorados, se imagina uno que se trata de un espacio residencial, de un tipo de arquitectura que en la actualidad llamamos de lujo, y por lo tanto corresponde a un determinado estamento privile­giado; a pesar de que el aspecto arquitectónico resulta difícil de comprobar o de aseverar con el análisis de la arquitectura y de los hallazgos relacionados con ella, según anota el propio investigador. Se supone que en una zona algo alejada de este conjunto y en unas áreas no exploradas por J.E.S. Thompson, se encuentran las zonas ocupadas por los jacales o las viviendas destinadas al pueblo bajo, ma­yormente agricultor. De todas maneras, lo que parece ser que no ofrece muchas dudas -a tenor de investigaciones más recientes llevadas a cabo en aquellos espacios- es el hecho de que aquel conjunto se inicia durante el horizonte Preclásico tardio, y que, ya en el interior del Clásico avanzado, los dos conjuntos que antes tan sólo se relacionaban entre sí por la cercanía, a partir de un momento determinado funcionan como una sola unidad (Ashmore, 1981: 8-9; Willey and Bullard, 1965: 363-4; Willey et al., 1965: 8-9).

En su estudio sobre las ruinas de san José, localizadas en Belice, J.E.S. Thompson hace una breve pero muy significativa referencia al tema que estamos tratando al proporcionarnos una opinión muy sugestiva, digna de ser tomada en cuenta, al aclarar en las primeras páginas de su publicación (Thompson, 1939: 3) que los sitios pequeños pero destacados por sus conjuntos arquitectónicos, como puede ser el caso de san José, deben de haber sido abundantes S"n el área maya.

232

Villages, such as San Jose, with a small resident population and constituting religious ando perhaps, market centers lor the district within a radius 01 5-15 kilometres appear to have been very numerous i all parts 01 the Maya rea. (Thompson. 1939: 3)

Page 31: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Así por ejemplo, puede ocurrir que su función más destacada no fuera la de centro religioso exclusivamente, sino principalmente de mercado y como conse­cuencia tal vez administrativo. Conjuntos compuestos de pequeñas unidades territoriales con características y finalidades socio-políticas; unidades que abarcan un radio que puede alcanzar una longitud entre los cinco y quince kilómetros, ocurriendo tal vez algo semejante a lo que sucede con nuestros municipios actuales (Ashmore, 1981 : 55; Bullard, 1960: 350-609; Haviland, 1981 : 90; Rice and Puleston, 1981: 143; Willey, 1956: 111).

Por fin, en 1937, aparece por primera vez una publicación relacionada con un proyecto arqueológico, en el cual se dio un fuerte énfasis al patrón de asentamiento a través de la casa-habitación, y considerándolo como un elemento importante en las Tierras Bajas mayas durante el horizonte Clásico. A pesar de centrar su estudio en una localidad secundaria -Uaxactún, El Petén-, se obtuvieron resultados muy significativos acerca de la demografía del lugar, hasta transformarse en una obra pionera en este sentido (Ricketson and Ricketson 1937). Sin lugar a dudas, se trata de una verdadera novedad para su tiempo, motivo por el que posteriormente ha sido utilizada con mucha insistencia en trabajos relacionados con la demografía y el patrón de asentamiento por parte de muchos investigadores. A ella tienen que referirse constantemente la mayor parte de los especialistas de la cultura maya (Ashmore ed. 1981; Folan et al. 1983; Margain n.d.: 7-8; Morley 1956: 347-50; Rice and Puleston 1981: 144-5; Sterlin 1964; Willey and Bullard 1965: 364; Welley et al. 1965: 9-10).

A pesar de los años que hace que fue publicada, sigue siendo, hasta cierto punto, actual, en gran parte, a la seriedad con que se llevó a cabo la investigación. De aquí, que la mayor parte de los investigadores acuden y se refieren al trabajo de O.G. Ricketson Jr. al tratar de explicarse la realidad y la importancia de la casa­habitación, así como su destacado papel en la demografía y la función de una gran parte de los centros ceremoniales mayas del horizonte Clásico. De entre estos investigadores, cabe destacar a Gordon R. Willey (Willey et al. 1965: 9-10; Willey and Bullard 1965: 364), Carlos R. Margáin (Margáin 1956: 7-8), Sylvanus G. Morley (Morley 1956: 346), Normal Hammond (Hammond, 1982), etc.

Más adelante, aquella investigación se amplía con un importante estudio de las plataformas de habitación llevado a cabo por Robert Wauchope (Wauchope 1934 y 1938). Con el tiempo, se fueron generalizando las conclusiones obtenidas en Uaxactún al resto de la arquitectura popular y así se pudo observar su permanencia en las Tierras Bajas durante el horizonte Clásico -haciendo de paso algunas referencias al Posclásico-, y llegando a nuestros días a través del período colonial (Landa 1941; Moya 1982; Rangel 1980; Wauchope 1962). Así mismo, se puede observar la íntima relación que existe entre la demografía y las casas-habitación populares. Finalmente, los trabajos sobre Uaxactún y su área de influencia enumerados hasta ahora se vieron complementados con un minucioso estudio de sus conjuntos de arquitectura monumental más sobresalientes, realizado por AL Smith 1950.

En esta investigación se analiza la evolución arquitectónica de la unidad A-V, trabajo que se lleva a cabo con un gran sentido de responsabilidad profesional,

233

Page 32: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

aplicando un sistema de exploración arqueológica impecable. Principian sus primeras etapas durante un Preclásico tardío ("Pre-vault Phasse»), hasta convertirse, mediante varias suersposiciones, en uno de los conjuntos más destacados e importantes de la arquitectura del lugar durante el horizonte Clásico tardío. De esta unidad, posteriormente Tatiana Proskouriakoff hizo una reconstrucción y un aná­lisis muy sugestivos (Proskouriakoff 1963: 111-29). En la investigación realizada por A.L. Smith se incluyen unos detallados estudios de varias plataformas de habitación, de carácter más bien residencial, encontradas en el interior del centro ceremonial (Smith 1950: 71-3, y lám.).

Otros investigadores de esta misma época se refieren a la arquitectura domésti­ca de las Tierras Bajas mayas. Entre ellos caba citar a C.L: Lundell. Sus exploraciones se realizan en la localidad Chuchuntún, cerca de la actual población de La Libertad (Lundell 1934:175), en plena región de El Petén, corazón de las Tierras Bajas mayas. El interés por los temas de esta índole prosigue antes de la primera mitad de nuestro siglo, a través de los trabajos de campo de otros investigadores (Ashmore and Willey 1981: 7-8; Pollock 1962: 196-7). Completan este breve panorama de las exploraciones arqueológicas con referencia al patrón de asentamiento a través de la arquitectura de habitación, la publicación de Shook and R.E. Smith (Shook and Smith 1950); investigación vinculada con la localidad de Poptún. En el célebre sitio de Copán, situado en el extremo sur de nuestra área de estudio, J.M. Longyear sigue indicándonos la presencia en el valle del río Copán --como antes ya había hecho otro investigador- de una gran cantidad de plataformas de habitación.

The Valley Iloor and lower loothills are literary covers with ruins. (Longyear, 1952: 2).

Una expresión semejante de T. Maler, realizada en una fecha tan temprana como 1911, cuando en su descripción "ofthe large cityofTikal» llega a la conclusión que:

... monumental sections 01 the city were sourrounded by thousands 01 houses and huts built 01 perishable material and covered with 1001 01 palm leaves (Maler 1911: 55).

En resumen, pues, J.M. Longyear señala que a menudo la estructuras de habitación se agrupan alrededor de patios o de pequeñas plazas. Todo ello corroborado en la actualidad en diversas ocasiones de entre ellas sobresalen las exploraciones de G.R. Willey and Leventhal, 1979: 76).

Hasta aproximadamente la primera unidad del siglo XX, el estudio inicial del patrón de asentamiento a través de la arquitectura doméstica no es, en modo alguno, exclusivo de las tierras bajas mayas, puesto que algunas investigaciones con intenciones semejantes se han llevado a cabo en otras partes del área maya y fuera de ella. Sin embargo, se trata, en este caso, de regiones que por su localización y estructura socio-política, tiempo y espacio, se alejan del área de nuestro estudio: las tierras bajas mayas durante el horizonte Clásico.

A pesar de todo, vale la pena citar los estudios más sobresalientes, aunque en buena parte correspondan a localidades y espacios alejados, desde cualquier punto de vista, de los nuestros, pero que, sin embargo, se encuentran íntimimamente

234

Page 33: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

relacionados con nuestra área de estudio y el resto de la cultura maya. De entre aquellas investigaciones cabe destacar los estudios realizados en la población de Mayapán por varios investiadores entre los que destacan H.E.D. Pollock y A. Ledyard Smith (Pollock and Smith, 1962); localidad considerada por algunos investigadores como una de las pocas poblaciones compactas del área maya (Andrews IV, 1973: 256; Blanton et aL, 1981: 213; Kurjack and Garza, 1981: 304; Sanders and Price, 1968: 160).

Otra pequeña localidad importante por estar considerada agrupada y como la anterior rodeada de murallas, es Tulum (Sanders, 1955; Stierlin, 1964: 181). Circunstancias que se dan en las tierras altas mayas, como puede ser el caso de Chuitinacuit (Smith, 1956: 40) y san Agustín Ocasaguatlán (Kidder, 1935; Willey et aL, 1965: 10-11).

No debemos olvidarnos de los trabajos realizados en Dzibilchaltún, localidad muy próxima a las tierras bajas del Centro, y, al mismo tiempo, una de las más grandes y sobresalientes del mundo cultural maya (Andrews, 1965, 1981; Ashmore ed. 1981; Folan, 1983: 1-2; Sanders and Price, 1968; Stierlin, 1964). En ella se ha realizado un minucioso estudio sobre el área de habitación popular (Andrews IV, 1965: 20-33).

Le siguen en orden cronológico las exploraciones realizadas en Cobá por varios investigadores; de entre ellos se destacan los trabajos arqueológicos de William J. Folan (Fletcher, 1983; Folan ed., 1983; Kintz, 1983).

Finalmente vale la pena citar el importante estudio propuesto y realizado poco después de la primera mitad de siglo bajo la dirección de Goron R. Willey sobre una parte del valle del río Belice y que se publica en el año 1965 (Willey et aL, 1965). Se trata de una aportación fundamental para el problema que estamos tratando, puesto que no se investigan grandes conjuntos cívico-religiosos, sino la población ribereña relacionado con ellos. Por su localización debe considerarse más vincu­lada con las tierras bajas que con cualquier otra de las áreas en las que se establece la cultura maya.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, se presentan otros trabajos realizados con la misma idea (Ashmore and Willey, 1981 : 5; Gussinyer, 1974: 154; Kurjack and Garza, 1981: 289; Ruppert and Smith, 1957; Willey et aL, 1965; 11).

La casa-habitación como elemento básico del patrón de asentamiento: los estudios recientes

Esta breve síntesis de la importancia que poco a poco va adquiriendo el patrón de asentamiento en el área maya por razones de espacio no va más allá de un sencillo resumen histórico-bibliográfico, realizados sin pretensiones exhaustivas. Sinopsis orientada hacia la búsqueda de la importancia y función de los asentamientos humanos en las tierras bajas mayas del centro durante el horizonte Clásico (Ashmore and Willey, 1981: 6). Esquema que termina aproximadamente a fines de la primera mitad del siglo XX, puesto que desde la publicación pionero de G.R. Willey en 1953, el programa y la intención del patrón de asentamiento, así como el

235

Page 34: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

estudio de la casa-habitación han cambiado totalmente (Ashmore and Willey, 1981 : 10). Las publicaciones han sido mucho más frecuentes y la orientación de los investigadores otra muy diferente (Flannery, 1976: 167; Flannery and Winter, 1976: 35-45; Winter, 1976: 25-9).

El período anterior a 1950 consiste, en la mayor parte de las ocasiones, en una etapa de tanteos, de primeros contactos con la realidad y el concepto de patrón de asentamiento. La mayor parte de las ocasiones, se trabaja en el interior de un enfoque bastante confuso, por desconocerse con exactitud su función y sus finalidades. Fase en la que el estudio arquitectónico frío pero bien realizado de las plataformas de habitación es todavía un elemento primordial y bastante más importante que su propia distribución en el espacio, la conformación interna, localización y dependencia hacia los sitios más destacados, como puede comprobarse en cualquiera publicación de la época (Joyce, 1970: 303-4; Pollock, 1940; 106-97; Smith, 1950: 71). Estructuras a las cuales todavía no se las relaciona con el medio ambiente, la topografía de los espacios en los que se establecen, ni tampoco se relaciona con el agricultor y otros estamentos de la compleja organización social de su época, etc. Periodo en el que aún no se profundiza en la esencia del mismo tema, tal vez porqué su análisis y aplicación todavía se concibe o contempla como una parte del arte de construir, digna de tomarse en cuenta en el interior de la maravillosa arquitectura maya precolombina de cualquier época y, en consecuencia, no se aborda todavía su estudio con el análisis y la intención de la actualidad.

Sin embargo, fuera por la calidad de la mayor parte de los investigadores que profundizan en el estudio de la cultura maya (Maler, Maudlay, Tozzer, Morley, etc.) de aquella época, fuera por su intuición de especialistas de un tema muy específico, la verdad es que nos sugieren a menudo el valor y la importancia de los patrones de asentamiento. En otras ocasiones, sin embargo, sitúan el tema y su capacidad de estudio hacia una orientación y unos puntos de vista casi actuales, sobre todo cuando se refieren, por ejemplo, a las su­puestas y elevadas densidades de población, distribución, localización y agrupamiento de los conjuntos o de las unidades de habitación (Ricketson and Ricketson, 1937: 15-24; Thompson, 1931: 233 y 336; Thompson, 1939: 3), o el concepto tan claro que tienen de que aquellas poblaciones fueran ciudades y, como tales se las debe nombrar (Becker, 1979: 6; Tozzer, 1911: 93).

A pesar de ello, parece ser que la mayor parte de las ocasiones les falta él aquellos investigadores profundizar más en el tema, con la finalidad de que la investigación fuera aglutinada y encauzada hacia una idea clara, un con­cepto definido de lo que pretendían o deseaban demostrar. Juicios que a la larga nos conducen primero hacia unos tanteos urbanos para las grandes unidades como, por ejemplo, Tikal, Cobá o Dzibilchaltún, y ya más adelante, llegar al complejo concepto de ciudad. Aunque aquellos investigadores nos l'Iablan a menudo de la ciudad de su existencia e importancia, parece ser que no profundizan en el verdadero significado y la carga de responsabilidad cultural que lleva consigo una expresión de esta índole. A menudo se olvidan de relacionar aquel término con una organización social estratificada o una

236

Page 35: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

economía adecuada, pensada y enfocada hacia la realidad de aquel término, junto con la posesión de unos conocimientos científicos y una realidad históri­ca que nos condujeran a ella.

Ocurre pues que, a menudo, entre los investigadores se utilizan expresiones tales como ciudad, urbe, metrópoli y otras similares, como si en realidad hubie­ran existido en el área maya. Pero, sin embargo, sucede que antes, durante o después de aquellas exposiciones niegan la presencia del concepto de ciudad en la cultura maya. Debe ser, pues, un error utilizar la palabra adecuada para designar algo, cuando están tratando de demostrar que este algo no existe en la cultura maya. Un ejemplo característico de esta confusión nos los proporciona uno de los más importantes mayólogos, cuando nos dice que:

Surgió una ciudad tras otra y la población debe de haber sido muy densa. Las casas de habitación, que eran de madera, palma y adobe, se han derrumbado sin dejar rastro, pero las inmensas ciudades con sus múltiples colinas artificiales, palacios y templos deben haber requerido el trabajo de una numerosa población ... (Thompson, 1936).

Más adelante, en la misma publicación después de una utilización contundente del termino ciudad nos recuerda que «el nombre de ciudad aplicado a las ruinas mayas es inexacto» (Thompson, 1936: 18).

Expresiones o intervenciones como ésta abundan mucho en los trabajos sobre el concepto de ciudad en la cultura maya, utilizando la palabra no sólo de manera totalmente superficial, sino con una intención vaga y vacía de contenido (Brainerd, 1963, Gendron, 1967, Marquina 1951; Morley 1956; Rivert, 1962; Stierlin, 1964; Thompson, 1964; Vela, 1967, etc.).

Poco tiempo después de aquellas fechas correspondientes a la primera mitad del siglo XX, iba a iniciarse un nuevo período para el estudio del patrón de asentamiento, en general aplicado a Mesoamérica y en particular a las tierras bajas mayas del centro (Ashmore and Willey, 1981: 10-18; Becker, 1979: 11-19). Espacio en el que siempre ha intrigado su realidad y presencia; región que por su capacidad cultural, por su medio ambiente, por su supuesta densidad de población y por la magnificencia arquitectónica de sus centros ceremoniales localizados -yen buena parte investigados-siempre ha preocupao, ha intrigado y hasta cierto punto ha obsesionado de manera especial a los estudiosos de la cultura maya del horizonte Clásico, su relación con el concepto de ciudad.

Why the lowland Maya settlement patterns the nonspecialist my wonder. Why not all pre­Columbian maya settlement patterns, highland as well as lowland? Why not, in fact, investigate the settlement patern problem in Mesoamerica as a hole? These are reasonable questions. The standard reply would be that the Maya Lowlands constitute a cultural subarea 01 Mesoamerica with its own long, distintive history and that, as such, it stand s apart from the Maya highlands ar other Mesomerican cultural subareas. To this we can add the circunstance of certain special problems posed far research within Maya lowlands. Some 01 these problems relate to the natural environmental setting, to the lush tropical forests and the practical archaelogical difficulties attendant on settlement survey in this environment. Linked to this is the history 01 archaeological exploration in the area. The first explorers or explorer-archaeologists, hacking their way through the Central American jungle, came upon the altogether amazing great stone

237

Page 36: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

buildings and monuments 01 the Maya, hall-hidden by the bush and long deserted by the people who had built and onee lived in them. What were these aggregates 01 pyramids, temples, palaees. Where they true eities, plaees 01 government, eommeree, dwellings lor the masses who must have built them? Or were they something less than, or different lorm, the model 01 the city earried in European minds? It would be loolish to deny that the jungle setting and a lost, mysterious past eontributed a romantie allure to lowland Maya arehaeology. It did then, and it does now. Perhpas one 01 the reasons that settlement pattern investigation has eaugh on as it has in the Maya lowldans is that the area presents an extraordinary ehallenge -the extremely diffieult seareh lor ruins in the jungle and an exploration 01 the «Iost eities» that are to be lound withinit. (Asmore and Willey, 1981: 4-5).

Hay que tener en cuenta que en esta nueva etapa se observa de inmediato un cambio de orientación substancial, ya que rápidamente la investigación se aparta de la tradicional interpretación que hasta aquel momento se había venido dando a los patrones de asentamiento, en estas regiones de la cultura maya; o sea, un enfoque orientado hacia la teoría europea de patrón de asentamiento. Se trata pues de fijar la atención únicamente en las casas-habitación, realizando estudios sobre su forma, sistemas constructivos y, de vez en cuando, su loca­lización, pero nada más. El nuevo interés, el reciente punto de vista acerca de la concepción, el desarrollo y la influencia de los patrones de asentamiento en rnuchas regiones en las que floreció la cultura maya, afectó y esta afectando como se ha insinuado con anterioridad aspectos substanciales del mundo cultural maya. Semblantes que hasta ahora no se les cree relacionados con ellos, o rnejor dicho no se los vincula directamente con los grandes y complejos coportamientos culturales de los patrones de asentamiento entre los mayas precolombinos del horizonte clásico.

De un enfoque eminentemente arquitectónico de los restos de habitación, propio de la concepción decimonónica de los asentamientos, la investigación de los patrones de asentamiento se desplaza hacia aspectos tan sobresalientes, desde nuestro punto de vista, y tan necesarios, como pueden ser, por ejemplo, su íntima relación con la densidad de población, su agrupamiento y localización, su organización social y política, además de vincularse con las más diversas formas de subsistencias (Ashmore, 1981: 3839). Subsistencia que resulta estar relacionada con una compleja agricultura, apoyada por un activo comercio y una importante actividad bélica. Habría que tener en cuenta, a partir de ahora, su ordenamiento en categorías y su ubicación en extensas áreas de carácter socio­político.

Con el nuevo enfoque, se abre un amplio abanico de posibilidades y, tal vez, una nueva función; utilización que hasta ahora ha sido en cierto modo des­aprovechada. Orientación del patrón de asentamiento que a la larga nos con­duce y nos guía hacia un nuevo cauce de la realidad cultural maya. Enfoque que nos lleva hacia una finalidad cada vez más relacionada con el concepto de ciudad, en los términos y las prerrogativas que de esta expresión deduce la civilización Occidental, cuando aplica este elemento cultural a la mayor parte de las otras civilizaciones, incluyendo a la sociedad y a la cultura mayas del ho­rizonte Clásico de las tierras bajas del centro (Ashmore ed., 1981; Folan, 1983: 1-5; Hardoy, 1964 y 1968).

238

Page 37: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Hacia una estructuración de los patrones de asentamiento en el área central maya

El análisis superficial que acaba de realizarse sobre el concepto que tenían, y el interés que mostraban por el patrón de asentamiento los especialistas de la cultura maya hasta la primera mitad de nuestro siglo, en cierta forma puede resumirse en unas pocas palabras, siguiendo, en buena parte el enfoque y la orientación que propone Gordon R. Willey en una importante publicación sobre el tema que nos referimos, trabajo que, en buena parte, se refiere a la zona de nuestra área geográfica y cultural (Willey et aL, 1965: 11). Orientación arqueológica que desarrollan otros investigadores en unas recientes publicaciones de carácter general sobre el mismo tema (Bradwood and Willey ed., 1962; Chang ed., 1965; Ucko et aL, 1972), en particular para el Nuevo Mundo (Willey ed., 1956). Los artículos sobre el tema que estamos tratando y las publicaciones que hacen referencia a ellos son cada día más abundantes (Ashmore, 1981: 417-49; Becker, 1979: 3-20; Willey et aL, 1965: 585-9). Sin lugar a dudas, pueden citarse muchos más en cualquier de los aspectos mencionados, pero los ya citados contienen una amplia bibliografía que subsana esta supuesta deficiencia.

Los trabajos más recientes se refieren, a menudo, a la abundante presencia de pequeñas y poco elevadas plataformas relacionadas, en general, con materiales de construcción bastante pobres (Andrews, 1975: 47-8; Ashmore, 1981: 41-7; Becker, 1979: 8; Bullard, 1960: 357; Hammond, 1982: 165; Smith, 1950: 78; Wauchope, 1934; Willey et aL, 1965: 11; Willey and Leventhal, 1979). Estructuras a veces casi imperceptibles, que han sido aceptadas, sin dudas o escasas reticencias, por la mayor parte de los investigadores como plataformas de habitación (Ashmore, 1981 : 37-56; Harrison, 1981: 268-70; Kintz, 1983: 135; Willey et aL, 1965: 7). Esta identificación de aquellos restos arqueológicos con casas-habitación nos lo de­muestran no solamente las exploraciones realizadas (Haviland, 1965: 17-8), los hallazgos obtenidos o los restos arquitectónicos trabajados /Hammond, 1982: 167; Haviland, 1981: 1 00-1 02); sino las representaciones de las viviendas populares que existen en el interior del arte maya precolombino de diferentes épocas y lugares (Uxmal, Rivet, 1962: 45; Stierlin, 1964: 88, Chichén-Itzá, Coe, 1967; 121; Kubler, 1975: fig. 73; Uaxactún, Smith, 1950: fig. 46, etc. Ya en épocas más recientes logramos nuestros propósitos por medio de abundantes referencias entre las fuentes etnohistóricas (Kintz, 1983: 137), de los primeros cronistas de la colonia (Landa-Tozzer, 1941: 287; Relaciones Geográficas ... 1898, vol. 1,304, Remesal, 1932; Ximenez, 1929: 30 y 1967; etc.) y finalmente para demostrarnos su fidelidad a las formas antiguas puede demostrarse la realidad de aquellos vestigios arqueo­lógicos por medio de las casas-habitación de la población rural maya actual (Basauri, 1940; Briton, 1979; Cerda Silva, 1941: 123-125; Kintz, 1983: 139; Luján, 1972: 27; Tozzer, 1938; Voght ed., 1969; Wauchope, 1938).

Con toda esta documentación en las manos se obtiene o se logra de forma inequívoca una reconstrucción científica y realista de los restos arqueológicos de viviendas, mayormente su aspecto estrictamente arquitectónico. Visión que nos prepara, en cierto modo, el camino hacia posteriores interpretaciones de aquellos

239

Page 38: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

restos, razonamientos que en cierto modo ya se han expuesto. Vestigios de la cultura maya precolombina que a pesar de ser bastante abundantes, de acuerdo con la mayor parte de los arqueólogos y estudiosos del arte maya (Mler, 1911: 55; Tozzer, 1913: 149-50; Willey et al., 1965- 8), Y además, bastante importantes por el análisis que a través de ellos se hace en la actualidad (Ashmore, 1981: 39; Flannery and Winter, 1976: 34-47; Folan ed., 1983), les concedieron poco interés y escasa atención los especialistas anteriores a la primera mitad de nuestro siglo. Investigadores más ocupados, la mayor parte de las ocasiones, en la investigación de los grandes monumentos arquitectónicos de los centros ceremoniales (Ashmore, 981: 37-68). Especialistas de la cultura maya que consideraban aquellas pequeñas y a veces casi imperceptibles plataformas, por lo general de materiales pobres y además difíciles de manejar y de trabajar a pesar de su abundancia (Hamond, 1982: 114-5; Haviland, 1965: 17-23; Flannery ed., 1976; Willey et al., 1965), como elementos secundarios -<:Iesde el punto de vista arquitectónico y artístico- si los comparamos con las grandes estructuras de los centros ceremoniales más desta­cados (Marquina, 1951; Rice and Puleston, 1981: 138; Stierlin, 1964; Gendrop, 1970; Heyden and Gendrop, 1975).

Junt con lo anterior cabe destacar la investigación y exploración de los centros ceremoniales más sobresalientes: Tikal, Yaxchilán, Palenque, Copán, etc. Conjuntos arquitectónicos denominados por algunos investigadores: centros ceremoniales. El calilficativo de centro ceremonial es utilizado por primera vez por J.E.S. Thompson en 1931 (Becker, 1979: 11; Thompson, 1931: 334). Término con el que no están de acuerdo diversos mayólogos (Ashmore, 1981 : 55; Blanton et al., 1981 : 30; Haviland, 1981; 117; Webster, 1977: 354; Willey, 181 : 391). A través de ellos, los arqueólogos se dan cuenta de la presencia de una extensa ya la vez compleja gama de centros de convivencia fuera por el tamaño, la cantidad o la calidad de sus estructuras arquitectónicas (Adams, 1981; Hammond, 1977a; Marcus, 1973; Morley, 1956: 352; Rice and Puleston, 1981: 143; Sanders, 1981; 358; Turner et al., 1981). Partiendo de esta supuesta diversidad se va uno dando cuenta de la presencia, a menudo, de unos centros ceremoniales grandes denominados mayores, y otros que debido al menor número de estructuras y en cierta manera de una calidad arquitectónica inferior, reciben el nombre de menores (Bullard, 1960: 359; Hammond, 1982: 168; Haviland, 1981: 90 y 115). Conjuntos, tanto unos como otros, poco conocidos todavía en la actualidad en el seno de la sociedad de su tiempo. Así, pues, además de ignorar la razón de la presencia de los centros «menores», así como de su existencia no se comprendía su dependencia con respecto a los llamados «mayores» (Ashmore, ed., 1981; Bullard, 1966: 143; Willey et al., 1965). y asimismo aún no se encuentra de forma aparente su relación con la población que les daba vida, que los mantenía y que acudía a ellos. Pero sobre todo, existe un total desconocimiento de su repercusión sobre el concepto maya de distribución territorial y, en consecuencia, de su organización socio-político (Marcus, 1973 y 1976), a pesar de Is proposiciones realizadas (Bullard, 1960: 367-70; Hammond, 1982: 176; Willey, 1956: 110-2; Willey et al., 1965: 561).

Todo este complejo mundo de las categorías entre los patrones de asentamiento estaba y está todavía, relacionado con la escasa adecuación e integración de

240

Page 39: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

aquellas plataformas de habitación presentes en " ... todas partes ... », al decir de William R. Bullard, Jr. y otros investigadores (Bullard, 1960, Rice and Puleston, 1981: 129; Willey et al., 1965: 8), y su íntima relación con los centros ceremoniales "menores», así como la dependencia de éstos y de aquellas estructuras con los llamados "mayores", puesto que en una fecha tan temprana como 1923, el propio Sylvanus G. Morley insiste en su reportaje de aquel año sobre esta idea, cuando asegura:

... evidence multiplies thal this seclion 01 Ihe Old Empire was 01 the mosl density populated areas 01 its size in the whole sorld ... and the occupation 01 the land between the different larger centers must have been practically continuous. (Morley, 1923).

Sin embargo, a pesar del confusionismo imperante, con el tiempo se va aceptando la presencia de un gran número de plataformas de habitación asentadas y esparcidas por doquier a veces, ocupando espacios muy definidos otras veces, no pero siempre relacionados con aquellos conjuntos más o menos « monumentales», llamados centros ceremoniales. Localizados unos y otros, en lugar de fácil apro­vechamiento de agua potable y en espacios bien drenados. A menudo los centros ceremoniales más destacados presentan abundantes estructuras de habitación cercanas, en lugares de estratégica situación y, de vez en cuando por necesidades climáticas, junto a los cauces fluviales (Willye et al., 1965). Otras veces, las casas­habitación se encuentran esparcidas entre los campos de cultivo como puede observarse todavía en la actualidad, asentadas sin una forma aparente y directa relación con los centros de convivencia (Ford, 1982; Hammond, 1977 a; 316).

Con base a exploraciones arqueológicas realizadas en diversos centros cere­moniales, algunos recorridos superficiales y, por desgracia todavía, escasos trabajos en montículos de habitación -todo ello completado con los datos que nos proporcionan las fuentes etnohistóricas y diversos testimonios etnográficos- se llega a finales del siglo XX, con una creencia más o menos realista y efectiva de la presencia de ciudades, o mejor dicho de la problemática urbana en el área maya precolombina a partir del horizonte clásico. Término el de ciudad que a menudo se aplica sin profundizar mucho acerca de su verdadero y auténtico valor como tal, como ya se ha insinuado con anterioridad. Parece ser que el término ciudad aplicado a los centros mayas de convivencia lo introduce Lewis Henry Margan (Margan, 1980; Margan, 1965: 284-306), tomando la denominación y la realidad cultural de la continua utilización que de este término hace J.L. Stephens en sus interesantes publicaciones sobre el área maya, raíz de sus viajes por estas regiones en 1841 y 1843 (Stephens, 1963 y 1969). Sin embargo, Margan cree que el sentido de la verdadera ciudad, el concepto urbano a la manera Occidental es desconocido para cualquier cultura americana, incluso cree que una supuesta realidad es inadecuada con el nivel de su evolución social (Ashmore and Willey, 1981: 6; Kurjack, 1974: 18-22).

A pesar de ello, el término -y la realidad urbana-continúa siendo utilizado por la mayor parte de los investigadores posteriores. Sería inútil dar la abundnte cantidad de referencias bibliográficas de este acontecimiento, a causa de la continua utilización que se ha hecho del concepto de ciudad, sin el menor escrúpulo

241

Page 40: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

de profundizar en su realidad, hasta hoy día. Todavía, en la actualidad se utiliza el concepto ciudad y urbanismo con un total desconocimiento de lo que en realidad significan desde el punto de vista arquitectónico y cultural. Sin embargo, tal vez es Syulvanus G. Morley (Becker, 1979: 12) uno de los primeros investigadores en demostrar su realidad y apuntalar una afirmación positiva de forma científica, y sobre todo basada en datos de otros especialistas, así como en sus propias investigaciones y en la afirmación etnohistórica referida a las últimas etapas del mundo maya precolombino. Para ello utiliza a fray Diego de Landa, cuando nos afirma que:

... existían poblaciones grandes, distribuyéndose sus moradores de una forma muy peculiar alrededor del centro ceremonial propiamente dicho. (Morley, 1956: 346).

Sin embargo, hay que hacer notar que S.G. Morley se basa mayormente en la sugestiva propuesta del padre Landa sin detenerse a otros aspectos necesarios para que una población pueda llamarse realmente ciudad .

... antes que los españoles ganasen aquella tierra, vivían los naturales juntos en pueblos con mucha policía, y que tenían la tierra muy limpia y desmontada de malas plantas, y puestos muy buenos árboles, y que la habitación era de esta manera: en medio del pueblo estaban los templos con hermosas plazas, y en torno de los templos estaban las casas de los señores y de los sacerdotes, y luego la gente más principal; y que así iban los más ricos y estimados más cercanos a éstos, ya los finales del pueblo estaban las casas de la gente más baja. (Tozzer, 1941: 62; Landa, 1966: 28).

Aquel y otros investigadores reconocen, sin embargo, que la estructura de estas supuestas ciudades no es compacta a pesar de existir en épocas tardías algunos ejemplos en el norte de Yucatán y en otros espacios del área maya; tal vez por influencia cultural del Altiplano Central de Mesoamérica (Hardoy, 1964: 277; Kubler, 1975: 185) o por propia evolución de la misma cultura maya, a partir del horizonte Clásico de las Tierras Bajas (Willey, 1956: 113-14). Entre los centros de población compacta, en estas regiones, nos encontramos con Mayapán y Tulum (hardoy, 1964: 282; Hardoy, 1968: 30-31).

De todo ello resulta una afirmación más o menos explícita en la que se acepta que deben haber existido ciudades no compactas, algo diferentes de nuestras poblaciones tradicionales y del concepto general que de ellas se tiene en el Viejo Mundo (Sjoberg, 1965: 45). En nuestro caso, se trata de poblaciones dispersas, con la presencia de una extensa población suburbana y tan sólo con una cierta capacidad de compactación en el área central. Concepto o visión de un problema de este tipo que, hacia la primera mitad de siglo, se basa, sobre todo, en las investigaciones realizadas por O.G. Ricketson, en Uaxactún, durante los años treinta (Ricketson and Ricketson, 1937: 5-20).

De esta manera se encuentra una forma intermedia en la compactación de una ciudad, atenuando así la rigidez de un criterio demasiado estricto al negarse la presencia de ciudades de corte Occidental en el área maya Clásica. Región, una buena parte de la península de Yucatán, con un clima muy diferente al del Cercano Oriente o Creciente Fértil, pero con unas categorías y unos propósitos culturales

242

Page 41: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

muy semejantes, a pesar de encontrarse muy distantes en el tiempo y en el espacio, pero no en el ambiente cultural.

En las poblaciones mayas, se acepta, en buena parte, la presencia de un núcleo central compacto de construcciones público-monumentales y privadas por lo general de alta densidad demográfica a pesar de que el resto de la población se diluie en «barrios» periféricos alrededor del núcleo central (Andrews, 1981: 329; Kintz, 1983: 179; Haviland, 1970). En la primera área se construyen las estructuras ceremoniales y administrativas del llamado centro cívico-religioso. La población, como nos recuerda el padre Landa, se localiza formando más o menos, anillos concéntricos o periféricos alrededor del núcleo central, disminuyendo su densidad constructiva y humana hacia el exterior y, en consecuencia, la compactación a medida que las estructuras de habitación se alejan del centro arquitectónico por excelencia.

Forma de materializarse una ciudad antigua en cualquier parte. Disposición arquitectónica y de densidad humana que concuerda con la proposición de G. Sjoberg (Sjoberg, 1965: 45). El concepto de distribución de la población en un centro de convivencia para el horizonte Postclásico, propuesto por el padre Landa no sabemos si funcionaba en las poblaciones de las tierras bajas del centro, durante el horizonte clásico, pero es muy probable que así sucediera, puesto que en laactualidadsetiende a aceptar una propuesta de esta índole con algunas sencillas modificaciones (Folan, 1976; Hammond, 1975: 86-93; Kintz, 1983: 179-81; Kurjack, 1974).

Hacia una división de las diferentes formas o categorías de patrones de asentamiento en el área central maya

Analizando aquella breve exposición de la primera etapa relacionada con los asentamientos, nos conduce hacia una profunda meditación y estudio del concepto patrón de asentamiento. Más adelante, se trata de aplicar su función y utilidad para las tierras bajas mayas durante el horizonte Clásico. Con su utilizacion nos podemos dar cuenta que una adecuada aplicación del término patrón de asentamiento en el área de nuestro interés puede orientarse hacia diferentes formas de trabajo e investigación. Una de ellas es aquella en la que se analiza con mayor énfasis una localidad o un área escogida de antemano, olvidándonos de su espacio de influencia. A grandes rasgos se comienza por analizar su localización y la distribu­ción en el interior de un determinado espacio de las diversas categorías de estructuras que conforman aquella unidad. En especial se hace énfases en el reparto del espacio e las estructuras ceremoniales y de las de habitación; además se trata de su configuración externa, para, más adelante y a través de ellas, tratar de descubrir la composición interna de los diferentes conjuntos; o sea, su signifi­cado arquitectónico y su utilización.

A partir de una orientación de esta índole debe desarrollarse un enfoque arquitectónico, manejando los materiales obtenidos junto con una interpretación de carácter antropológico; ambas dirigiéndose hacia formas más concretas de análisis como puede ser el aspecto formal de una unidad de habitación y su contenido

243

Page 42: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

expresado en la denominación hombre-albergue-economía. Este puede ser el caso de una unidad de habitación.

Aquella primera etapa de la investigación puede, a su vez, orientarse hacia 1I0s formas diferentes de interpretación antropológico-arquitectónica del fenómeno patrón de asentamiento: una de ellas, es aquella que hace un mayor énfasis en la cartografía de un sitio arqueológico determinado (Carr and Hazard, 1961: 1). Se trata, pongamos por caso, de una parte importante de los estudios realizados en los lugares más destacados tanto por su extensión como por su calidad arquitectónica. Sistemas que han dado excelentes resultados, como pueden ser los casos de las localidades de Uaxactún (Ricketson and Ricketson, 1937: 17-19), la pionera en el sentido más estricto de la palabra, junto con Tikal (Carr and Hazard, 1961) Y Seibal (Willey and Leventhal, 1979), en el interior de nuestro espacio de estudio. Sin olvidarnos de Copán (Willey and Leventhal, 1979) y Lubantún que participan de las dos proposiciones que se exponen (Hammond, 1975; 1976 Y 1982).

Fuera de ella cabe destacar por sus magníficos resultados las localidades de Dzibilchaltún (Andrews, 1963 a y 1981) y Cobá (Folan, 1977 y 1977a; Folan et al., 1983), para etapas del horizonte Clásico. Mayapán, para periodos más avanzados en el tiempo, todas ellas localizadas en el norte de Yucatán. La mayor parte de estos sitios desarrollan su actividad cultural dentro de su perímetro urbano y en etapas cronológicas que, en buena parte, inciden en el interior del periodo Clásico en sus diferentes etapas de evolución.

En esta ocasión, la búsqueda y los resultados que se obtienen de la investiga­ción sirven para clarificar la categoría y la dinámica interna de las diferentes formas de patrón de asentamiento del lugar escogido. Además, el estudio se dirige hacia el análisis de la estructura interna de una determinada localidad, en algunas ocasiones bastante extensa, para comprender la composición de todo el conjunto, junto con su localización y distribución externa (Blanton et al., 1981: 7). Enfoque que, en la mayor parte de las ocasiones, gira alrededor de un centro ceremonial grande o pequeño, de acuerdo, por supuesto, con la localidad y las posibilidades económicas para realizar el trabajo, así como el espacio escogido para su estudio. Con este enfoque se hace mucho énfasis en la diversidad arquitectónica y en los grupos de habitaciones dependientes, con la finalidad de comprender la función y el verdadero sentido de todo el conjunto (Hammond, 1982: 165-68).

El segundo de aquellos dos apartados se refiere o consiste, básicamente, en el análisis de un proyecto arqueológico completo, en el interior de un espacio más extenso que el de un sólo lugar más o menos importante. En estos casos, se trata de un estudio de carácter más o menos regional no individual, de una área específica. Un ejemplo característico de este tipo valle del río Virú, situado en los Andes Centrales (Willey et al., 1965), y más recientemente en el norte de Belice, junto con las investigaciones realizadas por Norman Hammond en la localidad de Lubantún y Cozumal, correspondientes en buena parte a esta misma idea (Hammond, 1975; Sabloff and Rathje, 1975).

En este caso se trata de rastrear y de analizar, de la forma más profunda posible las relaciones que de hecho existieron entre las diversas comunidades, incluidas en el interior de una determinada unidad geográfica de cierta extensión y escogida

244

Page 43: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

de antemano por sus características o peculiaridades, o por las relaciones de una comunidad más o menos grande con la región que suponemos tuvo subordinada (Hammond, 1965; Hammond, 1982: 165). Espacio en el que existe la posibilidad de que en su interior se desarrollen unas formas culturales específicas y, por consi­guiente, tal vez algo diferenciadas de sus vecinas, por razones de economía, medio ambiente y configuración cultural interna, lo cual da lugar a la unión entre las diferentes comunidades que se localizan en el interior del espacio escogido.

Este segundo apartado o enfoque al que se dirige el concepto de patrón de asentamiento aplicado a las tierras bajas mayas, abarca y al mismo tiempo, investiga amplias, bien definidas, y a veces, extensas unidades con personalidad propia. No tan sólo las estudia desde el punto de vista geográfico-cultural, sino que puede pensarse en un cierto carácter relacionado con su organización interna. Puede ocurrir y de hecho así acontece que ambos elementos se encuentran juntos. Con frecuencia este enfoque debe de aplicarse a unidades socio-políticas bastante extensas; o sea en buena parte de las grandes comunidades en las que tal vez se subdivide lamayor parte o la totalidad del mundo cultural maya. Unidades con vida propia, pero a menudo muy relacionadas entre sí. Conjuntos poco definidos todavía en la actualidad, pero que antaño tuvieron una composición interna diferenciada, utilizando casi siempre tanto su denominación geográfica como el estudio de sus características propias, tanto de elementos arqueológicos como «históricos», siempre y cuando la unidad escogida los posea de forma utilizable o de otra manera (Marcus, 1973 y 1976). Estos últimos elementos están relacionados, en las tierras bajas, durante el horizonte Clásico, con el desciframiento o la interpretación de los textos e inscripciones jeroglíficas existentes en el interior del área escogida para su investigación; e incluso utilizarse lejanas resonancias etnohistóricas que pueden tener su origen en el horizonte Clásico o tal vez antes, incluyendo los llamados «glifos emblema».

Por desgracia los textos históricos de corte occidental (crónicas, relaciones, etc.) no se presentan ni abarcan esta área, ni esta época del mundo cultural maya precolombino. La información histórica occidental es de escasa incidencia con respecto a nuestra área de estudio, tal vez por no haberse analizado los archivos generales correspondientes. Por supuesto que no goza de la presencia de grandes cronistas, como ocurre, por ejemplo, en el norte de Yucatán con fray Diego de Landa o fray Diego López de Cogolludo, o en las tierras altas con fray Antonio de Remesal, o fray Francisco Ximénez, para citar tan sólo los más conocidos. Sin embargo, no hay que olvidar, por ejemplo, a Juan Villagutierre Soto Mayor (Hellmuth, 1979).

Con los resultados en las localidades donde fuera posible encontrarlos, así como en los lejanos ecos etnohistóricos, es posible conformar un esquema para un determinado espacio más o menos extenso, en el que el patrón de asentamiento toma en definitiva carácter regional.

Con los documentos arqueológicos, la información cultural que de ellos se refiere y, ampliando los apartados anteriores, la documentación que pueden proporcionar los relieves y algunas inscripciones jeroglíficas. Con estas dos facetas de interpretación de carácter arqueológico y un poco de la etnografía, se puede llegar a conocer y comprender como y en que forma los antiguos mayas de las

245

Page 44: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

tierras bajas se adaptan a un medio ambiente muy peculiar, hasta llegar a crear una cultura de una gran sensibilidad y acusada personalidad. Con la información y los datos anteriores, que llevan consigo unas formas muy peculiares de asentamiento, se puede ir indagando cuáles son sus reacciones para lograr que se realice el mundo maya por medio de una cultura con una extraordinaria personalidad, junto con la posibilidad de investigar de qué medios se valieron para alcanzar aquella adaptación, hasta llegar a la creación de una forma de vida muy propia en el interior ele un medio ambiente muy peculiar (Hammond, 1982: 165).

A primera vista, lo más lógico parece ser que es empezar el estudio del patrón de asentamiento de las tierras bajas mayas en época clásica por el primer apartado que se ha propuesto; o sea, por el enfoque que prefiere dar un mayor énfasis en el tamaño y en la distribución externa de los asentamientos humanos en el interior de una determinada localidad-población que, en algunas ocasiones, puede llegar a ser bastante extensa y de compleja vida cultural (Andrews, 1981; Folan ed., 1983; Jones et al., 1981 ; Pollock, 1962). O sea, principar por el estudio de lo que podemos llamar la epidermis del patrón de asentamiento--€n realidad el caparazón envolvente, las diferentes formas arquitectónicas, etc.- y, en cierto modo, su relación con el centro cívico-religioso, el cual funciona como centro neurálgico y cabecera de la localidad en estudio y forma siempre la base clara e inleudible del patrón de asentamiento. Con esta orientación se llega de inmediato a la investigación sobre la capacidad de la localidad popuesta, y a comprender su importancia en el ambiente cultural de la región. Así pues, se principia por su localización. De inmediato se analiza su composición externa, su distribución y manera de agruparse; en fin, su razón de ser en un espacio específico. Y poco después tiene lugar el estudio de las formas de ordenamiento de sus diversas categorías de patrón de asentamiento, principando por los tamaños y calidades de su ambiente arquitectó­nico, incluidas las diferentes denominaciones de sus diversas jerarquías en el interior de la unidad en estudio.

En cuanto a su localización, parece ser qu8e siempre se buscan los espacios más apropiados desde el punto de vista no sólo geográfico, sino también ecológico, teniendo en mente su función así como la manera de ser de la población que se convertirá, con el tiempo, en el foco de atención del centro ceremonial. Así, por ejemplo, su manera de ser y adaptarse a la capacidad y a las pretenciones del área de arquitectura considerada monumental, la cual conforma el epicentro, pensando, a menudo, en futuras ampliaciones, al igual que en su función, así como en las necesidades a menudo, en futuras ampliaciones, al igual que en su función, así como en las necesidades de la poblacion que ocupa el sitio y el medio ambiente que envuelve a la localidad (Willey et al., 1965: 571).

En estos casos, la investigación se orienta hacia la forma y manera de agruparse -dispersa o relativamente concentrada- y, en consecuencia, a la composición interna de la población que ocupa diferentes formas de asentamiento; junto con la conformación externa de aquellos conjuntos; hasta llegar a la definición más o mEmos exacta de su tamaño, ambiciones, relaciones con las comunidades vecinas, y categoría o ascendencia en el interiorde un determinado orden cultural y, quizás, espacial el cual su influencia estaría presente.

246

Page 45: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

En íntima relación con la economía local, el medio ambiente y, sobre todo, la organización social se proponen tres o cuatro ordenamientos o jerarquías de patrones de asentamiento en el interior de una misma categoría, en Mesoamérica (Flannery, 1976: 163) y, también en las tierras bajas del centro, durante el horizonte Clásico (Bullard, 1960; Riceand Puleston, 1981: 145;Willey; 1981: 391). Jerarquías que se ordenan principalmente de acuerdo con su tamaño, complejidad arqui­tectónica, densidad de población, su relación con los glifos-emblema, o área de influencia (Gulbert, 1977: 513-14; Hammond, 1982: 176-77; Marcus, 1976: 47; Morley, 1956: 352; Hammond, 1975). En general se trata de unidades en las que intervienen diferentes aspectos del conjunto cultural al que pertenecen, algunos de los cuales, como ya se ha insinuado con anterioridad, están relacionados con su capacidad demográfica (Sanders, 1981: 365-6; Willey et aL, 1965: 516-17), otros con su tamaño y configuración (Carr and Hazard, 1981).

Otros más con su contenido y ubicación en el orden social de la época (Willey and Laventhal, 1976; Willey et aL, 1979), y todavía unos más pueden relacionarse con una base económica a la que se ven unidos. Estas categorías siempre están de acuerdo con el enfoque que proponen los investigadores que nos las presentan y aplican en sus trabajos de investigación (Rice and Puleston, 1981). Sin embargo, a pesar de estas diferentes categorías el patrón de asentamiento en el interior de una unidad más o menos extensa y de la orientaciójn y la concepción distinta por corresponder a diferentes enfoques son, en muchos aspectos, convergentes en su configuración general (Ashmore, ed., 1981; Willey, ed., 1956; Willey and Bullard, 1965).

A pesar de lo que se ha insinuado la importancia y la necesidad del concepto patrón de asentamiento, y a pesar de lo que acaba de decirse, su aplicación en arqueología es todavía algo vago e incluso impreciso, tal vez no se comprenda aún su función y necesidad. En su interior pueden desarrollarse toda una compleja serie de interrogantes. Sin embargo, como nos recuerda Wendy Ashmore, los patrones de asentamiento:

... pursue one or both 01 two general categories 01 goals, study 01 ancient cultural ecology and investigation 01 ancient social organization.

Sin olvidarnos que:

a specilic kind 01 analysis vital to settlement archaeology is the reconstruction 01 ancient population ligures. (Ashmore, 1981: 38).

De ahí que, en medio de una confusión, vale la pena recordar las palabras de Frank Hale y de Robert F. Heizer sobre este tema, cuando nos dicen que:

... in archaeology the settlement approach has encouraged a shift in locus Irom a study 01 individual artelacts and sites to culture areas and relationships among sites and areas. But although everyone agrees that settlement pattern studies will be part 01 the more sophisticated investigation 01 the luture, there is no concensus on the concepts necessary lor such studies, how they are to be used, what constitues a settlement or community, what is meant by settlement pattern, or even what we can hope to lind out by studying settlement patterns. (Hale and Heizer, 1977: 287).

247

Page 46: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

Bibliografía

ADAMS, RICHARD E.w. 1970 «Suggested Classical Period occupational especialization in Southern Maya

Lowlands», en Bullard ed., 1978a: 489-502. ADAMS, R.E.w. í 973 «The collapse 01 Maya civilization: A review 01 previous theories.» en Culbert ed.,

1973a: 21-34. ADAMS, R.E.w. 1981 «Settlement Patterns ofthe central Yucatan and Southern Campeche regions.» en

Ashmore ed. 1981: 211-57. ADAMS, R.E.w. ANO W.D. SMITH 1981 «Feudal models lor classic Maya civilization» en Ashmore ed., 1981. ADAMS, R.E.w. ANO RICHARD C. JONES 1981 Spacial paterns and regional growth among Classic Maya cities», en American

Antiquity, 46 (301). ADAMS, R. MC 1966 The evolution of urban societyu. Chicago (111): Aldine Publishers Company. AMÁBILlS, MANUEL 1956 La arquitectura precolombina de México. México D.F. Ed. Orión ANDREWS, IV, E.w. 1962 Excavaciones en Dzibilchaltún, Yucatán 1956-1962. Estudios de Cultura maya,

2:149-83, México D.F.; U.N.A.M. ANDREWS, GEORGE F. 1975 Maya Cities: Placemaking and urbanization. Norman (OkL). University 01 Oklahoma

Press. ASHMORE, WENDY (ED.). 1981 Lowlands Maya settlement pattern. Albuquerque (New Mexico) University 01 New

Mexico press. BARRERA RUBIO, ALFREDO 1981 «Patrón de asentamiento en el área de Uxmal, Yucatán en Memoria del Congreso

Interno 1979-71: 83, México, D.F.; LN.A.H. BASAURI, C. 1940 La población indígena de México. 2 vols., México D.F.; Secretaría de Educación

Pública. BECKER,MARSHALLJOSEPH 1971 The identification of a second plaza at Tikal, Guatemala, and its implícations for

ancient Maya social complexity. Philadelphia (Penn) University 01 Pennsylvania Press.

BECKER, M.J. 1 ~~73 «Archeological evidence lor ocupational specialization among the Classical period

Maya at Tikal, Guatemala» American Antiquity, 38 (4); 396-406. BECKER, M.J. 1979 «Priest, peasants and ceremonial centers» en Hammond and Willey ed., 1979: 3-

20. BECQUELlN, PIERRE 1973 «Ethnologie et archaeologie dans I'aire Maya- analogies et evolution culturelle»

en Journal de la Société des Americanistes, 62: 43-55; París.

248

Page 47: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

BERNAL, IGNACIO 1963 Teotihuacán. Instituto Nacional de Antropología e Historia, S.E.P. México D.F. BLANTON, RICHARD E. 1981 «The rise of cities» en Sabloff ed., 1981: 392-400. BLANTON, R.E.; STPEHEN A. KOWALESKI; GARY FEIMAN ANO JILL APPEL 1981 Ancient Mesoamerica: A comparison of change in three regions. London; Cambridge

University Press. BLOUET, BRIAN W. 1972 «Factors influencing the evolution of settlement paterns», en Ucko ed. 1972: 3-15. BORHEGYI, STEPHAN F. DE 1956 «Settlement patterns in Meso-America and the sequence inthe Guatemala Highlands

Past and present», en Willey ed. 1956: 101-6. BRAIWOOD, R.J. ANO G.R. WILLEY EDS. 1962 Courses toward urban life. Chicago (111). Aldine Publishing Company. BRITON, ALAIN 1979 Les Tzeltal de Bachajon. Habitat et organization sociale, Nanterre: Laboratoire

d'ethnologie. BULLARD, JR., W.R. 1960 «Maya settlement patterns in Northeastern Peten, Guatemala, American Antiquity,

25:355-72. BULLARD, JR. W.R. 1966 Settlement pattern and social structure in the Southern Maya Lowlands during the

Clasic periodo. AncientAmerica (Selected Readings): 137-45. Palo Alto California, Peek publicationis (John Graham coord.).

BULLARD, JR. W.A. ED. 1970 Monographs and papers in Maya archaeology. Cambridge (Mass.), Peabody

Museum, Harvard University, (Paper Nº 61). BUSTILLOS CARRILLO, ANTONIO 1964 El saché de los mayas. México, D.F. Costa Amic Editor. CABALLERO BARRUQUE, FERNANDO s.d «El origen de las ciudades mayas en las tierras bajas centrales». Revista de Ar­

queología, 14: 30-9. Madrid. CARR, R.F. ANO J.E. HAZARD 1961 «Map of the ruins of Tikal, El Peten, Guatemala», en Tikal Repports nº 11,

Philadelphia (Penn.), Pennsylvania University Museum (Museum monographs, 21 ).

CHANG, K.C. ED. 1968 Settlement Archaeology, Palo Alto (Ca!.) National Press Books. CHILDE, V.G. 1973 «The urban revolution», en Leone Ed. 43-51. COE, M.O. 1965 «The olmec style and its distribution» en Wauchope and Willey ed. 1965. COE, M.O. 1967 The Maya. México D.F. Ediciones Lara. COE, W.R. 1962 "A sumary of excavation and research at Tikal, Guatemala». Estudios de Cultura

Maya, 111: 41-64 México, D.F. Universidad Nacional Autónoma de México.

249

Page 48: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

COE, W.R. 1962 A Summary of excavation and research at Tikal, Guatemala ••. American Antyquity,

27 (4- 179-507). COE, W.R. 1967 Tikal, a handbook ofancient Maya ruins. Philadelphia, Penn. The University Museum

University of Pennsylvania. CULBERT, T.P. EO. 1973 The Classic Maya collapse. Albuquerque, N.M., University of New Mexico Press. CULBERT, T.P. 1977 «May development and coliapse: An economic perspectiva.» En Hammond Ed. FLANNERY, K.V. 1972 «The origins of viliage as a settlement type in Mesoamerica and the Near East: a

comparative study», en Ucko et al. 1972: 25-53. FLANNERY, K.V. EO. '1976 The early mesoamerican village. London, Ed. Academic Press. FLANNERY, K.V. 197 «Evolution of complex settlement systems», en Flannery, 1976: 162-73. FLANNERY, K.V. 1982 Maya subsistencé. London Ed. Academic Press. FLANNERY, F.V. ANO M.C. WINTER 1976 «Analizing household activities», en Flannery Ed. 1976: 34-47. FLETCHER, L.A. 1983 «Coba and Mayapan: Comparition of soleres household variations, sociopolitical

organzation and land tenure», en Folan et al., Ed. 1983: 121-31. FOLAN, W.J. 1977 «Coba archaelogical mapping project. Interin report nº 2. Coba Quintana Roo

Mexico August 6, 1975». Boletín de la escuela de ciencas antropológicas de la Universidad de Yucatán, 22-23.

FOLAN, W.J. 1977 «Coba archaeological mapping project, interin report, nº 3; Coba Quintana Roo

Mexico. Boletín de la Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, 22-23: 52-71, Mérida, Yucatán.

FOLAN, W.J. 1983 «The importance of Coba in Maya history», en Folan et al. Ed. 1983: 11-20. FOLAN, W.J. 1983 «Urban organization and social structure of Coba», en Folan et al. 1983: 49-63. FOLAN, W.J.; E.R. KINTZ ANO LA FLETCHER EO.S 1983 Coba: A Classic Maya Metropolis. Londong, Ed. Academic Press. FORO, ANABEL 1982 «Los mayas en El Petén: distribución de las poblaciones en el período clásico»,

Revista mesoamericana, 3: 124-4. FORO, A. ANO JEANNE E. ARNOLO. 1H82 «A reexamination of labor investiments at Tikal: Reply to Havilland and Folan,

Kintz, Fletcher and Hyde», American Antiquity, 47: 436.40. GENOROP, PAUL 1970 Arte prehispánico en Mesoamérica. México D.F. Ed. Trillas. GENOROP, P. 1974 «Consideraciones sobre la arquitectura de Palenque», en Robertson Ed. 1974: 81-9.

250

Page 49: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

GENDROP, P. 1977 Quince ciudades mayas. México D. F. Universidad Nacional Autónoma de México. GENOROP P. y OORIS HEYOEN 1975 Arquitectura mesoamericana. Madrid, Ed. Aguilar. GENET, JEAN ET P. CHELBATZ 1927 Histoire des Peuples Mayas-Quitches. Mexique Guatemala Honduras. París. Les

Editions Jenet. GOROON,GEORGEBYRON 1896 Prehistoric ruins of Copan, Honduras. Cambridge Mass. Peabody Museum of

American Archaelogy and Ethnology. Harvard University. GRAHAM,IAN A. 1967 Archaeological explorations in El Peten, Guatemala, New Orleans, La., Middle

American Research Institute, Talane University, pub Nº 33. GUSSINYER, JOROI 1974 ceNotas sobre la arquitectura arqueológica del centro de Chiapas», Anales del

Instituto Nacional de Antropología e Historia, Epoca 7, IV: 145-60, México D.F. GUSSINYER, J. 1982 «Notas sobre el estudio del patrón de asentamiento en el centro de Chiapas:

periodo precolombino, Boletín americanista, 32: 149-226, Barcelona, Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Barcelona.

HALE, FRANK AND ROBERT F. HEIZER 1977 PrehistoricArchaeology: A Brief introduction, New York, Rinehart and Winston ed. HAMMOND, NORMAN 1974 «The distribution of a Late Classic Maya majorceremonial centers in the Central

area», en Hammond editor, 1974: 313-334. HAMMOND, N. ED. 1974 Mesoamerican Archealogy: New approaches, Haustin Tex. University of Texas

Press. HAMMONO, N. EO. 1975 Lubaantum: A classic maya realm. Cambridge, Mss., Peabocy Museum of

Archaeology and Ethnology. Harvard University. HAMMONO, N. 1975 Maya settlement hierarchy in Northerm Melize. Contributions of the University of

California Archaeological Research Facility, 27: 40-5. HAMMONO, N 1976 ce La planificación de un centro ceremonial maya.» en Scientific American ed. 1976:

81-8. HAMMOND, N. 1977 Social process in Maya Prehistory; Studies in honour of Sir Eric Thompson.

London, New York: Academic Press. HAMMONO, N. 1977 «The Early Formative in the Maya Lowlands», en Hammond Ed., 1977: 77-101. HAMMOND, N. 1977 The Earliest Maya. Scientific American, 236 (3): 116-33. HAMMONO, N. 1981 «Settlement Patterns in BelizeL en Shmore Ed. 1981: 241-3. HAMMONO, N. 1982 Ancient Maya civilization. London Cambridge University.

251

Page 50: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

HAMMOND, N. ANO G.R. WILLEY ED. 1979 Maya archaeology and ethnohistory. Austin Tex. University of Texas Press. HAMMOND, N. ANO W. ASHMORE 1981 "Lowland Maya settlement: geographical and archaeological frameworks, en

Shmore ed; 1981: 19-36. HARDOY, JORGE ENRIQUE 1964 Ciudades precolombinas. Buenos Aires, Ediciones Infinito. HARDOY, J.E. 1968 Urban planning in pre-columbian America, New York, Braziller Ed. HARDOY, J.E. 1968 "El proceso de urbanización», en Segre Ed. 1975: 41-62. HARDOY, J.E. 1983 "Notas para el estudio del urbanismo en América Latina», en Hadoy et al., 1983:

4-13. HARDOY, J.E. Y R.P. SCHAEDEL ED. 1969 El proceso de urbanización en América desde sus orígenes hasta nuestros días.

The urbanization process in America from its orignes to the present day. Buenos Aires, Editorial del Instituto.

HARDOY, J.E. ET AL. 1983 Historia gráfica de las ciudades en América Latina, Buenos Aires, Ediciones

Centro de arte y comunicación y Unión Carbide Argentina, S.A.I.C.S. HARRISON, PETER D. 1969 "Form and function in a Maya 'Palace' group». Verhandlungen des XXXVIII

Internationales Americanisten Kongresses, 1: 165-72, Stuttgart-München. HARRISON, P.D. 1981 "Sorne aspects of preconquest settlement in Southern Quintana Roo, Mexico en

Ashmore Ed. 1981: 259-86. HARRISON, P.D. ANO B.L. TURNER 11 ED. 1978 Pre-hispanic Agriculture. Albuquerque, N.M. University of New Mexico Press. HARTUNG, HORST 1969 "Consideraciones sobre los trazos de los centros ceremoniales mayas», Boletín

del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas, 11: 127-37, Caracas Uni­versidad Central de Venezuela.

HARTUNG, H. 1969 "Consideraciones urbanísticas sobre el trazo de los centros ceremoniales de

Tikal, Copan, Uxmal y Chichen-Itzá. en Hardoy y Schaedel Ed. 1969. HARTUNG, H. 1976 "El espacio exterior en el centro ceremonial de Palenque», en Robertson Ed.

1976: 123-35. HAVILAND, WILLlAM, A. 1965 «Prehistoric settlement at Tikal, Guatemala, en Expedition 7 (3): 14-23. HAVILLAND, W.A. 1966 «Maya settlement patterns: a critical review, Middle American Research Institute,

26:21-47. HAVILLAND, W.A. 1970 «Tikal, Guatemala and Mesoamerican urbanism». World Archaelogy, 2 (2): 186-98. HAVILLAND, W.A. 1970. «Maya settlement patterns a critical review». Archaelogical studies in Middle America

23-47, New Orleans, La. Middle American Research Institute, Tulane University.

252

Page 51: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

HAVILLANO, W.A. 1972 "Estimates of Maya population: comments on Thompson's comments. American

Antiquity, 37: 135-39. HAVILLANO, W.A. 1972 "Family size, prehistoric population estimates, and the ancient Maya», American

Antiquity, 37: 135-9. HAVILLANO, W.A. 1981 "Oover house and minor centers at Tikal, Guatemala: an investigation into the

indentification of valid units in settlement hierarchies», en Ashmore Ed. 1981: 89-117.

HELLMUTH, NICHOLAS M. 1977 "Cholti-Lacandon (Chiapas) and Peten-Itza agriculture, settlement patterns and

population, en Ashmore Ed. 1977: 412-48. HEWETT, E.L. 1912 «The excavation of Quirigua, Guatemala, by the school of American archaeology»,

18th International Congress of Americanists: 241-8 London. IGLESIA, RAFAEL E.J. 1977 Arquitectura no reflexiva. Buenos Aires Espacio Editora (Historia). JONES, CH., W.R COE ANO W.A. HAVILLANO 1981 «Tikal: an outline of its fields study (1956-1979) and a project bibliography, en

Sabloff Ed. 1981: 296-312. JOYCE, THOMAS A. 1970 Mexican Archaelogy. New York Hacker art Books, (reprint by ... ). JOYCE, T.A. 1926 «Report on the investigation at Lubaantum, Honduras, in 1926», Royal

Antropologicallnstitute Journal, 56, London. JOYCE, T.A.; T. GANN; E.L. GRUING ANO RC.E. LONG 1928 «Report on the British Museum expedition to British Honduras 1928», Royal

anthropologicallnstitute Journal, 58 London. KINTZ, E.R 1983 «Class structure in a Classic Maya city», en Folan et al. Ed. 1983: 161-77. KINTZ, E.R 1983 «A reconstruction of the prehistoric population at CobaL, en Folan et al. Ed. 1983:

191-210. KUBLER, G. 1975 The art and Architecture of the ancient America: Mexican, Maya and Andean

peoples. Harmondsworth, England Penguin Books. KURJACK BACSO, EOWARO BARNA 1974 Prehistoric Lowland Maya community and social organization: a case study at

Ozibilichaltun, Yucatan, Mexico. New Orleans Middle American Research Institute Tulane University.

KURJKAK B., E.B., S. GARZA TARAZONA. 1981 «Pre-columbian community form and distribution in the northern Maya area", en

Ashmore ed. 1981: 287-309. JOYCE, T.A. 1970 Mexican archaeology. Hacker art books, New York. LA FARGE, OLlVER 1940 «Maya Ethnology: the sequency of cultures» en Hay et al. Ed. 1940: 281-291.

253

Page 52: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

LAMBERG-KARLOVZKY, C.C. AND J.A. SABLOFF ED. 1974 The Rise and fal! of civilization. Melo Park, Call. Cummings Publishing Company­

Havard University. LANDA, FR. DIEGO DE 1966 Relación de las cosas de Yucatán. México D.F.: Porrua Ed.S.A. Biblioteca Porrua

13. LEONE, MARK P. ED. 1973 Contemporaryarchaeology. Chicago 111. Southern Illinois University Press. LEVENTHAL, RICHARD M. 1981 «Settlement Patterns in the South East Maya area», en Ashmore Ed. 1981: 187-

209. LONGYEAR, JOHN M., 111 1952 Copan ceramics: a study of Southeastern Maya pottery. Washington Carnegie

Institution 01 Washington Pub. NQ 57. LÓPEZ DE COGOLLUDO, FRAY DIEGO 1957 Historia de Yucatán, México D.F. LUJÁN MUÑOZ, JOSÉ LUIS 1972 Síntesis de la arquitectura en Guatemala. Guatemala, A.C. Centro de producción

de materiales. Universidad de San Carlos. LUNARDI, CYRUS L. 1934 «Ruins 01 Popol and other archaeological discoveries in the Departament 01 Petan,

Guatemala.» Contributions to American Archaeology, 8; 175-86, Washington Carnegie Institution 01 Washington. Pub. Nº 436.

MALER, TEOBERT 1911 «Explorations in the Departament of Peten, Guatemala.» Memories of the Peabody

Museum of American archaeology and ethnology, 5 (1): 1-91 Cambridge, Mass. Harvard University.

MARCUS, JOYCE 1973 «Territorial organization olthe Lowland Classic Maya,Science 180 (4089): 911-6. MARCUS, J. 1976 Emblem and Sta te inthe Classic Maya Lowlands. Washington D.C. Dumbarton

Oaks Trustes for Harvard University. MARGAIN, CARLOS 1956 La habitación popular en el México Prehispánico. México D.F. Sociedad de ar­

quitectos mexicanos. Ciclo de conferencia sobre la vivienda popular, Nº 5. MARISCAL, FEDERICO 1928 Estudio arquitectónico de las ruinas mayas de Yucatán y Campeche. Contribución

de México al XXIII, Congreso de americanistas. MARQUINA, IGNACIO 1928 Estudio arquitectónico comparativo de los monumentos arquitectónicos de Méxi­

co. Contribución de México al XXI/I, Congreso de americanistas, México, D.F. MARQUINA,I. 1946 "La arquitectura» en México prehispánico: Culturas deidades y monumentos: 596-

601, México D.F. Ed.Emma Hurtado. MARQUINA,I. ·1951 Arquitectura prehispánica.lnstituto Nacional de Antropología e Historia, Memorias

del I.N.A.H. NQ 1. México D.F.

254

Page 53: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

MAROUINA, 1. (COORD.) 1970 Proyecto Cholula. México D.F. Instituto Nacional de Antropología e Historia,

Mamorial ... 1981. de Sololá (Memorial de Tecpán-Atitlán). Anales de los Cakchiqueles Título de los

señores de Totonicapan, México D.F. F.C.E. MORGAN, LEWIS HENRY 1980 "A study of the houses of the American aboriginie.» Annual repoertof the executive

commete, 1: 29-80 Archaeological Institute of North America. MORGAN, L.H. 1881 "Houses and house-life of the american-aboriginies.» Contributions to North

American Ethnology, 4, Washington D.C. Morgan L.H. 1965. Houses and house-life of the American aboriginies, Chicago ILL. Phoenix Books

University of Chicago Press. MORLEY, SYLVANUS G. 1923 Report, 22. Washington, D.C. Carnegie Institutions of Washington. Washington. MOR LEY, S.G. 1956 La civilización maya. México D.F. Fondo de Cultura Económica. MOYA RUBIO, VíCTOR JOSÉ 1982 La vivienda indígena de México y del Mundo. México D.F. Coordinación de Hu­

manidades. Universidad Nacional Autónoma de México. PIGGOT, STUART 1965 Ancient Europa from the beginnings of agriculture to classic antiquity. Chicago 111.

Aldine Publishing CO. POLLOCK, H.E.D. 1962 "Sources and methods in the study of Maya architecture», en Hay et al. Ed. 1962:

179-201. POLLOCK, H.E.D. 1965 "Architecture of Maya Lowlands», en Willey Ed. 1965: (2), 1 Q: 378-440. POLLOCK, H.E.D.; R.L. ROYS; T. PROSKOURIAKOFF ANO A.L. SMITH. 1962 Mayapan, Yucatán, México. México D.C. Carnegie Institution of Washington, Pub.

NQ 619. POPEL-VUH 1984 Las antiguas historias del Ouitché, México D.F. Fondo de Cultura Económica. PRICE, B.J. 1978 "Secondary state formation: An explanation model, en Cohen and Service Ed.

1978. PROSKOURIAKOFF, TATIANA 1963 "Historical data in the inscriptions of Yaxchilan.» Centro de Estudios de Cultura

maya, 111: 149-69, México D.F. Universidad Nacional Autónoma de México. PROSKOURIAKOFF, T. 1963 An album of Maya architecture. Norman University of Oklahoma Press. RANGEL, ALFREDO 1980 "El habitat maya", en Sánchez Lara (Coord.), 1980: 50-9. REDFIELD, ROBERT 1964. The folk culture of Yuca tan. Chicago 111. The University of Chicago Press. REDFIELD, R. ANO A. VILLA ROJAS 1934 Chan Kom, a Maya village. Washington, D.C. Carnegie Institution of Washington

P. NQ 448.

255

Page 54: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

RELACIONES GEOGRÁFICAS DE YUCATÁN 1898 Madrid. Establecimiento tipográfico «Sucesores de Rivadeneyra 2ª serie, 11-3. REMESAL, ANTONIO DE 1932 Historia General de las Indias Occidentales y en particular de la Gobernación de

Chiapa y Guatemala. 2 vol. Ciudad de Guatemala Ed. Guatemala. RICE, DON S. 1979 «Population growth and subsistence decision-making in the Yaxhá-Sacnad region

(Peten Guatemala). Actas del XLII Congrés International des Americanistes, VIII: 313-25. París.

RICE,D.S. ANO D.E. PULESTON. 1981 «Ancient Maya Settlement Patterns in the Peten, Guatemala», en Ashmore Ed.

1981. RICKETSON, JR. D.G. 1933 «The culture of the Maya, I Excavations at Oaxactun.» Supplementary publication

Nº 6.1-11, Washington D.C. Carnegie Institution of Washington. RICKETSON, JR. O.G. ANO E.B. RICKETSON '1937 Uaxctun, Guatemala. Group E 1921-1931, Washington, D.C. Carnegie Institution

of Washington, Pub. Nº 477. RIVET, PAUL 1962 Maya cities. London Elex Books. ROBERTSON, DONALD 1963 Pre-Columbian archtecture. New York, George Braziller. F~OBERTSON, D. 1974 Primera Mesa Redonda de Palenque. Pebble Beach, Calif. I~OBERTSON, D. 1976 The art, iconography and dinastic history of Palenque. (Part 11) Pebble Beach, CiIf. HOBINA, RICARD DE 1959' «La arquitectura» en Noriega Ed. 1959 (2): 607-50. ROBINA R. DE 1959 «Arquitectura prehispánica», en Diversos Autores 261-339. F~OUSE, IRVING 1968 «Prehistory, typology, and the study of society, en Chang Ed. 1968: 10-30. F~OUSE, 1. 1972 «Settlement patterns in archaeology», en Ucko et al. Ed. 1972: 95-107. RUPPERT, K. ANO JOHN H. DENISON 1943 Archeological reconnaissance in Campeche, Quintana Roo and Peten. Washington.

Carnegie Institution of Washington. RUPPERT, K. ANO -A.L. SMITH 1957. House types in the environs of Mayapan and at Uxmal, Kabah, Sayil, Chichen Itzá and

Chacchob. Washington. Carnegie Institution of Washington. RUZ LHUILLlER, ALBERTO 1965 «Tombs and funerary practices ofthe Maya Lowlands», en Willey Ed., 1965: 441-61. RUZ LHUILLlER, A. 1969 Costumbres funerarias de los antiguos mayas. Universidad Nacional Autónoma

de México. RUZ LHUILLlER, A. 1973 El templo de las Inscripciones. México D.F. Instituto Nacional de Antropología e

Historia.

256

Page 55: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

SABLOFF, JEREMY A. ED. 1981 Supplement to the Handbook of Middle American Indians. Vol. 1: Archaelogy Austin,

Tex. University of Texas Press. SABLOFF, J.A. AND W.A. RATHJE ED. 1975 A study of changing pre-Columbian commercial systems. Cambridge, Mass.

Peabody Museum of Archeology and Ethnology, Harvard University. SABLlFF, J.A. AND DA FREIED 1975 «A model of pre-Columbian trading center, en Sabloff i Freidel E. 1975. SABLOFF, J.A. AND DAVID A. FREIDEL ED. 1975 Ancient civilization and trade. Albuquerque, New M. University of New Mexico

Press. SÁNCHEZ LARA, ROSA Mª (COORD.) 1980 Arquitectura vernácula. México D.F. Secretaría de Educación Pública. I.N.B.A. SANDERS, WILLlAM, T. 1973 «The cultural ecology and the Lowland Maya: a reevaluation en Culbert Ed. 1973;

325-65. SANDERS, W. T. 1981. «Classic Maya settlement patterns and ethnographic analogy», en Ashmore ed. 1981:

351-69. SANDERS, W.T. AND BARBARA J. PRICE 1968 Mesoamerica: the evolution of a civilization. New York, Random House. SANDERS, W.T. Y JOSEPH MARINO 1973 Prehistoria del Nuevo Mundo. Barcelona Ed. Labor. SCHAEDEL, RICHARD P. 1969 «On the definitions of civilization, urban, city and town in prehistoric America», en

Schaedel et al. Ed. 1969. SHAEDEL, R.P., J.E. HARDOY, NORA scon KINZER ED. 1969 El proceso de urbanización en América desde sus orígenes hasta nuestros días.

Buenos Aires ed. del Instituto. SCHAVELZON, DANIEL 1979 «La urbanización de América prehispánica», Boletín del centro de investigaciones

históricas y estéticas, 24: 114-48. Universidad Central de Venezuela. SCIENTIFIC AMERICAN, SELECCIONES ... 1968 La ciudad: su origen, crecimiento e impacto en el hombre, Madrid. Ediciones Hernán

Blume. SCHWARTZ, DOUGLAS W. 1981 «Foreword», en Ashmore Ed.1981, XIII-XV. SEGRE, ROBERTO (RELATOR) 1975 América Latina en su arquitectura. México D.F. Ed. Siglo XXI, y UNESCO. SELER, EDUARD G. 1901 Die Alfen ausiedelungen von Chanculá. Berlín. SHERBURNE, F. COOK AND R.F. HEIZER 1968 «Relationships among houses, settlement areas and population in aboriginal

California», en Chang 1968: 79-115. SHOOK, E.M. AND T. PROSKOURIAKOFF 1956 «Settlement patterns in Mesoamerica and the sequence in the Guatemala

Highlands», en Willey Ed. 1956: 93.100. SJOBERG, GIEDION 1965 The preindustrial city, New York The Free Press.

257

Page 56: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

SJOBERG, G. 1967 «El origen y evolución de las ciudades», en Scientilic American Ed. 1967: 34-54. S. GIEDION 1964. La naissance de /'architecture. Editions de la connaisance, Bruxelles. SMITH, A.L. 1962 «Residenctial and associated structures at Mayapan», en Mayapan, Yucatán,

Mexico: 165-320 Washington, Carnegie Institutionol Washington, Pub. Nº 619. SMITH, PHILlP E.L. 1972 «Land-use, settlement patterns and subsistence agriculture: a demographic

perspective en Ucko, 1972: 409-25. SMITH, R.R.L. ED. 1962 The ecology of man: an ecosystem approach. New York Harper Row STEPHENS, JOH L. 1963 Incidents of travel in Yucatan. New York Ed. Dover Publications, Inc. STEPHANS, JOHN L. 1969 Incidents of travel in Central America, Chiapas and Yucatan. New York Dover

publications, Inc. STIERLlN, HENRI 1964 Arquitectura maya: Guatemala, Honduras y Yucatán. Barcelona Ediciones Garriga,

SA THOMPSON, EDUARD H. 1886 «Archeological research in Yucatán. Procedings, n.s., 4: 248-54, Worcerter Mass.

American antiquarian Society. THOMPSON, E.H. 1892 «The ancient structures 01 Yucatan not communal dwellings», Procedings, n.s. 8

(2). Worcerter Mass. American Antiquarian Society. THOMPSON, J. ERIC S. 1931 «Archaeologicallnvestigations in the Southern Cayo District, British Honduras»,

Anthropological series, 17 (3). THOMPSON, J.E.S. 1936 La Civilización de los mayas, México D.F. Secretaría de Educación Pública. THOMPSON, J.E.S. 1939 Excavations at san Jose, British Honduras, Washington Carnegie Institutions 01

Washington. THOMPSON, J.E.S. 1979 Historia y religión de los mayas. México D.F. Ediciones Siglo XXI. TOURTELLOT 111, GAIR 1970 «The peripheral 01 Seibal: An interim report», en Bullard Ed. 1970: 409-19. TOllER, ALFRED M. 1911 "Preliminary study 01 the prehistoric ruins 01 Tikal, Guatemala», Memoirs of the

Peabody Museum of American Archaeology and Ethnology, 5 (2): 93-115 Cambridge Mass. Harvard University.

TOllER, A.M. 1913 A preliminary study of the prehistoric ruins of Nakum, Guatemala. (A report 01 the

Peabody Museum Expedition, 1909-1910, Memoirs, V (2 & 3). Peabody Museum 01 American Archaelogy and Ethnology. Harvard University.

TOZZER, A.M. 1941 Landa's Relación de las cosas de Yucatán. Cambridge University Press (Papers

01 the Peabody Museum 01 American Archaelogy and Ethnology, 18).

258

Page 57: NOTAS SOBRE EL PATRÓN DE ASENTAMIENTO EN LAS TIERRAS … · MAYAS A Croacia, en la seva lIuita per la lIibertat. Jordi Gussinyer i Alfonso Universitat de Barcelona ... enfoque correcto

TRIGGER, BRUCE G. 1968 «The determinants of Settlement patterns», en Chang, Ed. 1968: 53-78. TRIGGER, BRUCE G. 1972 «Determinants of urban growth in preindustrial», en Ucko et al. Ed. 1972; 575-99. TRINGHAM, TUTH 1972 «Introduction: Settlement patterns and urbanization», en Ucko et al. Ed.; 1972:

XIX-XXV-III. TURNER 11, B.L. 1979 «Ancient agriculturalland use in the central Maya Lowland», Actesdu XLI/e. Congrés

International des americanistes, VIII: 419-436, Paris. TURNER 11, B.L. 1981 «Agricultura y desarrollo del Estado en las Tierras Bajas Mayas», Estudios de Cultura

maya XII: 285-306. Universidad Nacional Autónoma de México. TURNER 11, 8.L.; ELLE N SUE; NORMAN 1. TURNER ANO R.E.M. ADAMS 1981 «Volumetric assessment, rank ordering, and Maya civic centers», en Ashmore Ed.

1981: 71-88. UCKO, P.J. ANO G.W. DIMBLEBY ED. 1969 Thedomestication and exploitation of plants and animals. London Gerald Duckworth

Co., Ud. UCKO, P.J.; R. TRINGHAM ANO GW. DIMBLEBY ED. 1972 Man, settlement and urbanismo London, Gerald Duckworth CO. Ud. VELA, DAVID 1967 Plástica maya. Guatemala Seminario de integración social Guatemalteca. VILLAGUTIERRE y SOTO-MAYOR, JUAN DE 1933 Historia de la conquista de la provincia del Itzá. Reducción y progresos de La

Candón. Guatemala Sociedad de Geografía e Historia. Biblioteca Guathemala, 9. VOGHT, EVON Z. 1956 «An appraisal of 'Prehistory settlement patterns in the New World", en Willey Ed.

1956: 173-82. VOGHT, EL 1961 «Some aspects of Zinacantan Settlement patterns and ceremonial organization»

en Estudios de cultura maya, 1: 131-45. Universidad Nacional Autónoma de México.

VOGHT, EL 1964 «Some implications of Zinacantan social structure fer the study of the ancient

maya», Actas del XXXV Congreso internacional de Americanistas. I México D.F. VOGHT, EL 1968 «Some aspects of Zinacantannsettlement pattern and ceremonial organization»,

en Chang, Ed. 1968: 154-73. VOGHT, E.Z. 1969 Handbook of Middle American Indians, vol. 7 partl: Ethnology. Texas University

Press Austin.

259