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Programa integrado de exploración neuropsicológica TEST BARCELONA REVISADO TB R Normalidad, semiología y patología neuropsicológicas

Normalidad, semiología y patología neuropsicológicas

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P rog rama

in teg rado

de exp l o r ac i ón

neu rops i co l óg i ca

TESTBARCELONA

REVISADO

TBR

Normalidad,semiología y patologíaneuropsicológicas

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P rog rama

in teg rado

de exp l o r ac i ón

neu rops i co l óg i ca

TESTBARCELONA

REVISADO

TBR

Normalidad,semiología y patologíaneuropsicológicasJ o r d i Pe ñ a - C a s a n o v aDirector de la Sección de Neurología de la Conducta y Demencias,Servicio de Neurología, Hospital del Mar(Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria), Barcelona;

Director del Máster de Formación Profesional en Neuropsicología,Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal,Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Barcelona

www.barcelona-test.com

Con la colaboración deDomènec Gil, Adolfo Jarne y Joan Guardia

Prólogo a la segunda ediciónJosé Manuel Martínez-Lage

Prólogo a la primera ediciónAndré-Roch LecoursYves Joanette

2.ª edición

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MASSON, S.A.Travessera de Gràcia, 17-21 - 08021 Barcelona (España)Teléfono: (34) 93 241 88 00www.masson.es

MASSON, S.A.21, rue Camille Desmoulins - 92789 Issy-les-Moulineaux Cedex 9 - Paris (Francia)www.masson.fr

MASSON S.P.A.Via Muzio Attendolo detto Sforza, 7/9 - 20141 Milano (Italia)www.masson.it

MASSON DOYMA MÉXICO, S.A.Santander, 93 - Colonia Insurgentes Mixcoac - 03920 México DF (México)

Primera edición 1991Segunda edición 2005

Reservados todos los derechos.No puede reproducirse, almacenarse en un sistema de recuperacióno transmitirse en forma alguna por medio de cualquier procedimiento,sea éste mecánico, electrónico, de fotocopia, grabación o cualquier otro,sin el previo permiso escrito del editor.

© 2005 MASSON, S.A.Travessera de Gràcia, 17-21 - Barcelona (España)

ISBN 84-458-1472-9 Normalidad, semiología y patología neuropsicológicasISBN 84-458-1448-6 Obra completaDepósito Legal: B. 42.872 - 2004Composición y compaginación: RF Digital, S.L. - Pi i Margall, 40 - Barcelona (2005)Impresión:Aleu, S.A. - Zamora, 45 - Barcelona (2005)Printed in Spain

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En el puenteQuiera Dios que no tengamos

ni casa ni haciendani aturdidora comodidad en nuestra vidaQuiera Dios

que estemos donde estemos,Siempre estemos en el puente.En el puente

para siempre inscrito en el cielo.En el puente que hace sagrado a quien lehabitaEn el puente

sobre el tiempo,sobre toda

la vanidad y la mentira.

(E. Evtushenko, «En el puente». Traducciónde Jordi Peña-Casanova, octubre de 2004.)

Boat-swing. Londres:Flegon Press, 1966; 111.

JEAN-LOUIS SIGNORETVerae amicitiae sempiternae sunt(Cicerón, «De Amicitia», 9, 32)

JULIETA HERES PULIDOMéxico en el corazón

ALEKSANDR ROMANOVICH LURIA

Memento

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Para Anna, a quien tanto debo

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En esta revisión los reconocimientos estánespecialmente dirigidos a todos aquellos profe-sionales que directa o indirectamente han con-tribuido al desarrollo del proyecto.

Imma Bertrán y Rosa María Manero hanintervenido en el desarrollo de la versión abre-viada y en el estudio de múltiples pacientes.

Adolfo Jarne (Profesor Titular, Facultad de Psi-cología, Universidad de Barcelona), GemmaEspel, Ana Martí y María Meza han contri-buido al desarrollo de la versión abreviada.

Joan Guardia (Profesor Titular, Facultad de Psi-cología, Universitat de Barcelona) ha realizado eldesarrollo de la puntuación global de la versiónabreviada del test y ha contribuido al desarro-llo del perfil de afasias.

Peter Böhm ha participado en el desarrollo dela versión abreviada, el estudio del banco de afa-sias, de casos de trastorno cognitivo leve y ca-sos de demencias. Ha contribuido al desarrollode la versión catalana de los subtest verbales.

Teresa Villaseñor ha intervenido en el des-arrollo del perfil de afasias.

Sonia Quiñones ha contribuido a la selecciónde los casos ilustrativos de las versiones abre-viada y de afasias.

Rafael Blesa, Miquel Aguilar, GonzaloHernández, Josep María Sol y el grupoNORMACODEM han permitido el estudio delTest Barcelona en este proyecto de normaliza-ción y en su validación funcional.

Pilar García, Nina Gramunt, Jordi Gich,Juan Carlos Cejudo, Anna Serra y Marga-rita Benito han realizado estudios específicos apartir del banco de datos de la versión abreviada.

En la ampliación de la muestra, relacionada conel proyecto NEURONORMA, han participado:Stel·la Badenas, Yolanda Buriel, Laia Co-mas, Ana Escanilla, Susana García, EsteveGudayol, Eliana Henao, Ixchel Herrera,Sandra Ingles, Carolina López, Silvia Pa-dró, María Pino, Sonia Quiñones, ElisendaRodés, Beatriz Sanz y Núria Vidal.

Raquel Lluent (Grupo de Gramática Teórica,Departamento de Filología Catalana, UniversitatAutònoma de Barcelona) ha realizado el trabajocentral de la versión catalana de los subtestverbales.

Antonio Monllau ha intervenido en la valida-ción ecológica del Test Barcelona con datosNORMACODEM.

María José Rey (Banco de Tejidos Neurológicos,Universitat de Barcelona-Hospital Clínic) ha partici-pado en estudios neuropatológicos de pacientes.

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El Programa integrado de exploración neu-ropsicológica, del que forma parte el Test Bar-celona, es el resultado del esfuerzo coordinadode una serie de clínicos e investigadores quehan contribuido en partes específicas de los tra-bajos. La investigación constituyó la base deuna tesis doctoral (J. Peña-Casanova, 1986) y fueobjeto de una beca del Instituto Municipal deInvestigación Médica (Barcelona). Es obligadohacer mención de las siguientes colaboraciones:

Domènec Gil (Neurólogo) diseñó los formatosiniciales del test, estudió pacientes con demen-cia, pacientes con enfermedad de Parkinson ycolaboró en la normalización.

Adolfo Jarne (Profesor Titular de Psicopatología,Facultad de Psicología, Universidad de Barcelona)intervino en tareas de exploración de pacientescon demencia, estudio de un grupo de pacien-tes esquizofrénicos, normalización, manipula-ción informática y estudio estadístico.

Joan Guardia (Profesor Titular de Metodología,Facultad de Psicología, Universidad de Barcelona)realizó el asesoramiento y las tareas estadísti-cas finales de normalización y fiabilidad.

Carmen Arasanz (Psicóloga y Neuropsicóloga,Hospital de la Cruz Roja, Barcelona) colaboró en

las primeras etapas de discusión estadística yde diseño de métodos de puntuación.

Montserrat Juncadella (Hospital Universitaride Bellvitge, Barcelona) intervino en las discusio-nes iniciales del proyecto, en la normalizacióny el estudio de pacientes.

Javier Sangorrín (Doctor en Psicología, Serviciode Neuropsicología, Hospital del Mar, Barcelona)participó en las tareas iniciales de diseño, en larealización de material (lámina-estímulo dellenguaje oral, dibujos de caras y de los test desuperposición de imágenes) y en el estudio depacientes.

Lilianne Manning (Profesora Titular, Facultadde Psicología, Universidad Autónoma de Madrid)dirigió la normalización en Madrid con la cola-boración de: M.ª Carmen Blasco, Ana Bláz-quez, Arantxa Bengozoa, M.ª Ángeles Es-pinosa, Carmen García, Núria Muguel, Car-men Molera y Marta Rivera.

Marian Torres (Licenciada en Psicología, Más-ter en Neuropsicología, Barcelona) colaboró en laversión definitiva del manual y de los protoco-los de exploración, así como en la exploración depacientes. Sonia-Laura Bilbao (Psicóloga, Uni-versidad de México) y Miquel García (Psicólogo)controlaron archivos y establecieron grupos de

Reconocimientos a la primera edición

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Reconocimientos a la primera ediciónXII

pacientes. Contribuyeron en el estudio de lossubtest verbales del programa.

Secundino López (Doctor en Medicina; Neuró-logo) participó en el diseño de dibujos de lasláminas.

Josep M.ª Manubens (Neurólogo, Pamplona)proporcionó las bases para la maqueta de losprotocolos de exploración.

Carme Pla (Logopeda) colaboró en la explora-ción de pacientes y en múltiples detalles desecretaría y colaboración técnica.

Josep Bagunyá, Teresa Roig, Dolors Reñé,Rosa Gene, Magda Bagaria, MontserratMartinell y Mercedes Delgado estudiarondiversos grupos de pacientes.

Ferran Sanz (Departamento de Informática yBioestadística, Instituto Municipal de InvestigaciónMédica) asesoró en las primeras fases del diseñoinformático y estadístico.

Miguel Ángel Villa (Profesor, Universidad Nacio-nal Autónoma, México) colaboró en el diseño defases preliminares del test y en la exploraciónde pacientes durante el año sabático en quepermaneció en la Sección de Neurología de laConducta y Demencias del Hospital del Mar.

Adis Ferrer Sarmiento (La Habana, Cuba)colaboró en la preparación de materiales expe-rimentales durante su asistencia al Servicio.

Rosa María Díaz (Psicóloga, Escuelas Superioresde Psicólogos del Lenguaje y de Logopedia, Univer-sidad Pontificia de Salamanca) coordinó trabajosde normalización en Salamanca.

Teresa Villaseñor (Psicóloga, Hospital Civil deGuadalajara, Jal. México; Asistente, Sección de Neu-rología de la Conducta y Demencias, Hospital delMar) revisó la bibliografía.

Julia Asensio colaboró en tareas de secretaríay en la confección de los índices.

También se debe expresar el reconocimiento atodos los estudiantes, asistentes y profesiona-les que en un momento u otro han colaboradoen el estudio de pacientes.

Se manifiesta un agradecimiento especial a losprofesores Lluís Barraquer y José ManuelMartínez Lage, quienes dirigieron los trabajosiniciales de esta investigación (Peña-Casanova, J.Programa Integrado de Exploración Neuropsi-cológica Computarizada. PIENC-Barcelona1986. Tesis, Universidad de Navarra, Pamplona,1986).

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El método clínico neuropsicológico

Uno de los mayores placeres de que dis-fruto en los últimos años –cuando ya otrossolamente anidan en algunas proteínas cere-brales– es recibir y devorar peer reviews, quecontengan artículos, cuanto más memorables,mejor, dentro de mi monográfica área de cono-cimiento que desde hace dos décadas es la enfer-medad de Alzheimer. Ayer tuve uno de talesgozos. La portada de Science de 15 de octubrede 2004 anunciaba que ese número especialque dedica cada año a neurociencia intentabaesta vez hacer una sinopsis de los más recien-tes avances que, como producto de una trans-fertilización interdisciplinaria, han tenido lugaren el conocimiento de cuáles son los sustratosactivados mientras fluyen las funciones corti-cales superiores y cómo tales sustratos interac-túan con las estructuras implicadas en orientarnuestra conducta. Peter Stern, Gilbert Chin yJohn Travis, en la introducción que hacen(Stern y cols., 2004) a los cinco estupendosartículos que sobre cognición y conductapublica tal revista, destacan el cambio que seha producido en muy pocos años en el enfoquedel viejo problema «cerebro-mente» que arras-tramos desde la época de Platón y Aristóteles.Problema a cuyo discernimiento, permítasemeel inciso, contribuyó Alois Alzheimer al aportar

sus descubrimientos en la paciente AugusteDefner. Él reveló que los atributos distintivosdel ser humano, la cognición y la conciencia,tienen su asiento en partes específicas delcerebro, según afirmó Richard Wurtmann en1989 durante un simposio conmemorativo del125 aniversario del nacimiento del psiquiatradel microscopio, celebrado en su casa natal enla ciudad de Marktbreit (Whitehouse y cols.,2000).

Hasta hace relativamente poco tiempo,cerebro y mente se estudiaban de manera com-pletamente independiente bien en las faculta-des de medicina (neurobiología), bien en lasde psicología y, hasta cierto punto, también enlas de economía y lingüística. Pero, actual-mente se han ampliado los tradicionales confi-nes de estas especialidades y se han logradoextraordinarios progresos en el conocimientoíntimo de las bases biológicas de los procesosneuropsicológicos, los más esenciales del reinohumano. Hasta tal punto esto es así que estecambio de actitud ha dado origen a nuevos cam-pos de investigación como es, por sorprendenteque parezca, el de la neuroeconomía (Glimcher yRustichi, 2004). Hay autores que defienden unarelación de inducción entre cerebro y decisión.Economía, psicología y neurociencia puedenconverger en una disciplina singular unificadacapaz de revelar los mecanismos neurobiológi-

Prólogo a la segunda edición

Rien ne va de soi. Rien n’est donné. Tout est construit.

GASTON BACHELARD, La formation de l’esprit scientifique, 1952

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cos subyacentes a la toma de determinadasdecisiones sociales y financieras. Esto no esciencia-ficción sino puntos de vista de escuelasde pensamiento líderes de opinión.

Pero no era mi intención caminar por estosderroteros a la hora de prologar la segundaedición de este libro sobre el Test BarcelonaRevisado (TBR), tarea que me enorgullece enextremo. ¿Por qué me piden a mí –Jordi Peña-Casanova es reincidente– prólogos para librosde materias neuropsicológicas cuando, aúnsiendo mi campo las demencias, conozco muypoco la neuropsicología? Uno es neurólogo, ylo fue toda su vida. Primero aprendí el oficio,luego lo practiqué y lo enseñé, como hacíanlas sacerdotisas vírgenes vestales consagradas ala diosa romana del hogar y protectora portanto del espíritu tradicional de las familias,comparación que hizo hace años MacdonaldCritchley (1900-1997) y que glosó Lluis Barra-quer en la nota necrológica que publicó sobreél (Barraquer, 1998). Cada familia de Romatenía en su casa un santuario en honor de Vestacon un fuego sagrado siempre encendido. ¿Seráque Jordi quiere que no se apague este fuegofamiliar neurológico-neuropsicológico? ¿O serámás bien que busca mi testimonio para hacerun paralelismo entre el método clínico neuro-lógico y el neuropsicológico?

Curso a curso me esforzaba en enseñar aestudiantes y médicos residentes los pasos deldiagnóstico neurológico: la anamnesis, el insus-tituible interrogatorio amoroso del enfermo,primero espontáneo y luego dirigido, y de susfamiliares; la exploración mimada, es decir, lasmaniobras físicas que interrogan, provocandoun reflejo o mirando el fondo de ojo, el estadode las funciones del sistema nervioso sobre unsólido conocimiento aplicado de la semiolo-gía; la elaboración de una hipótesis diagnós-tica primero topográfica (¿dónde puede estar lalesión?), luego etiológica (¿a qué puede debersetal lesión?) y finalmente la nosológica (¿dentrode qué proceso morboso puede encuadrase?),pasando revista a las distintas posibilidadescontándolas con los dedos de una mano o delas dos, y las pruebas complementarias, solici-

Prólogo a la segunda ediciónXIV

tadas sobre una sospecha razonada que confir-maban o negaban la primera hipótesis.

¿No ha de actuar de manera muy parecidael neuropsicólogo que, en modo alguno, puedeser un simple psicometrista? Bien lo escribió elprofesor Peña-Casanova en el prefacio a la pri-mera edición de este libro: el neuropsicólogonecesita tener un buen conocimiento clínicodescriptivo de la entidad o síndrome que sesospecha, dominar la semiología neuropsicoló-gica –tiene en sus manos un libro que con auto-ridad, ciencia y experiencia la sistematiza porprimera vez–, ha de entender su fisiopatologíay tener criterio de las posibilidades terapéuticas.

Admiro yo a estos neuropsicólogos ortodo-xos. He de recurrir obligadamente a ejemplosrelativos al Alzheimer. Es imperioso que elneuropsicólogo conozca que las lesiones deeste proceso van asentando progresivamentede manera selectiva, afectando topográfica-mente a determinadas regiones cerebrales yneuronalmente a tipos concretos de neuro-transmisores. Es capital que sepa cómo estaslesiones se van propagando a otras zonas corti-cales y a otros sistemas neurotransmisores a lolargo de los años. Ha de deducir tras los testque realice la distorsión que se va produciendoen la conectividad de los sistemas, redes y cir-cuitos neurales haciéndoles perder su capaci-dad para procesar debidamente la información.Para ello ha de manejar con agilidad mentalesquemas de tal procesamiento en condicio-nes normales.

Normalmente, los estímulos sensitivos,auditivos y visuales llegan constantemente alas áreas poscentrales primarias y secundariascorrespondientes de la corteza parietal, tempo-ral y occipital. Desde allí, cada tipo de señalpasa a las extensas áreas de asociación queguardan relación con las secundarias y prima-rias sensitivosensoriales. Una vez procesadosestos estímulos en la corteza de asociación pos-central, las señales llegan a la corteza precen-tral, primero a la prefrontral a través de largasconexiones corticocorticales, donde se inicianlas reacciones que van a ejecutar finalmente lasáreas motoras, particularmente las neuronas

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Prólogo a la segunda edición XV

del área motora primaria precentral (Gsell ycols., 2004). Es bueno que el neuropsicólogo,como el neurólogo, sepa que hay tres bucles ocircuitos que regulan el procesamiento corticalde la información: el primero, circuito límbico(CL); el segundo, circuito estriado (CE); y, eltercero, circuito cerebeloso (CC). El CL, querecoge constantemente información de la co-rriente que fluye incesante entre las áreas pos-centrales de asociación y la corteza prefron-tral, es responsable del mantenimiento de lamemoria y del mundo emocional. Tanto el CE,situado entre las áreas de asociación prefronta-les y las áreas motoras secundarias, como elCC, que une las áreas motoras secundarias yprimarias, integran la función de los gangliosbasales, los numerosos núcleos del tronco cere-bral y el cerebelo con el fin de regular la salidade estímulos corticales. Dentro del CL, la regiónentorrinal y el complejo hipocampo-amigda-lino son las zonas de relevo para los impulsosque llegan de las áreas neocorticales donde sehan de procesar los datos. Estas estructurasgobernadoras, en las que se inicia precisamentela patología de la enfermedad de Alzheimer,son las que inervan el neocórtex prefrontal. Laenfermedad de Alzheimer, al iniciarse en el CLy propagarse hacia áreas poscentrales y algomás tarde a las precentrales, rompe la conexiónentre las áreas sensoriales de asociación con lasmotoras de la misma categoría. A su vez, ladenervación motora asociativa altera el CE ydesconecta las áreas motoras secundarias, loque acarrea la interrupción del CC y llega adenervar, muy al final de la enfermedad, lasáreas motoras primarias. El conocimiento deeste procesamiento de la información en elcerebro hará variar la estrategia de la evalua-ción neuropsicológica empleando, si es el caso,test complementarios que completen los datosobtenidos en la exploración protocolizada.

¿Estoy pidiendo demasiado a los neuropsi-cólogos? Creo que no. En este excelente librode Jordi Peña-Casanova, con méritos para con-tar con una versión inglesa, se exponen y anali-zan las características y aportaciones del TBRdel Programa integrado de exploración neuro-

psicológica (PIEN) que va camino de cumplirlos veinte años. Sus lectores, mejor, quienesquieran aprender la neuropsicología actual yfutura de su mano, van a poder consultar unlistado semiológico completo, disponer de laspuntuaciones normales en los grupos control ylas características cualitativas fundamentalesde las ejecuciones de los enfermos con diferen-tes lesiones cerebrales y contrastar los datospatológicos más importantes relacionados concada subtest. Personalmente, considero lasorientaciones clínicas y topográficas funda-mentales implicadas en cada una de las prue-bas un valor de máxima categoría en este libro.

Todos sabíamos que Jordi Peña-Casanovaes el forjador de la neuropsicología española.Este libro lo corrobora. Por ello, le expreso a él ya todos los profesionales que directa o indirec-tamente han contribuido al desarrollo de estemagnífico proyecto mi más efusiva felicitacióny deseo a todos mucho pulso y mucho tientoen el largo «camino que queda por recorrer».

Pamplona, octubre de 2004

JOSÉ MANUEL MARTÍNEZ LAGE

Profesor y Consultor de Neurología,Unidad de Trastornos de Memoria,Clínica Universitaria, Universidad de Navarra

Bibliografía

Barraquer Bordas Ll. Macdonald Critchley (2.2.1900-13.10.1997). Neurología 1998; 13: 159-161.

Glimcher PW, Rustichi A. Neuroeconomics: the con-silience of brain and decision. Science 2004; 306:447-452.

Gsell W, Jungkunz G, Riederer P. Functional neuro-chemistry of Alzheimer’s disease. Curr PharmDes 2004; 10: 265-293.

Stern P, Chin G, Travis J. Neuroscience: higher brainfunctions. Science 2004; 306: 431.

Whitehouse PJ, Maurer K, Ballenger JF. Concepts ofAlzheimer disease. Bilogical, clinical, and culturaperpectives. Preface. Baltimore: Johns Hopkins,2000: xiii.

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Mucho antes de adoptar el nombre quetiene actualmente, la neuropsicología, tema deeste libro, ya cimentaba dos caminos de elec-ción a través de la observación sistemática deanomalías del comportamiento propio de laespecie: localizar en términos de neuroanato-mía macroscópica las lesiones que causan lasenfermedades del telencéfalo humano, e inten-tar comprender el funcionamiento y las disfun-ciones de éste, como sustrato de las diversasaptitudes cognitivas. La neuropsicología conti-nuaría sin duda planteando lo mismo aunque,por motivos científicos o corporativistas, se lecambiara el nombre. En efecto, desde la Psycho-logie physiologique, de Jean-Martin Charcot yThéodule Ribot (Signoret, 1983), hasta la Be-havioral neurology de los discípulos de NormanGeschwind, pasando por la Neuro-psycho-patho-logie de Julián de Ajuriaguerra y Henry Hécaen(De Ajuriaguerra y Hécaen, 1949), los neurop-sicólogos –clínicos o investigadores, o ambosa la vez– han tenido el buen hábito de compar-tir, a través de sus publicaciones, los mediosque han usado para observar y describir las

patologías del comportamiento en compara-ción con normas establecidas por decreto, esdecir, implícitamente consideradas como pro-cedentes del sentido común, o mediante medi-das realizadas en individuos neurológica-mente sanos y considerados representativosde la especie o de uno de sus subconjuntos.Esta participación la han hecho exponiendo,con más o menos refinamiento según la natu-raleza y la extensión de sus conocimientos,los test que han inventado para dar cuenta desus observaciones de trastornos del compor-tamiento debidos a disfunciones cerebrales. Enciertos casos han justificado sus test por refe-rencia a hipótesis en relación con la anatomíadel cerebro o con su funcionamiento, a vecesincluso con referencia a teorías explícitas sobreéste.

Así pues, fue muy tempranamente, al albade su corta historia, cuando la neuropsicologíase dotó de protocolos de examen del compor-tamiento. Algunos de estos protocolos hansido promovidos por la literatura especializada,testigos de preocupaciones clínicas o teóricas

Prólogo a la primera edición

Quand l’eau courbe mon bâton, ma raison le redresse:la raison décide en maîtresse, mes yeux moyennant ce secours.Ne me trompent jamais en me mentant toujours.

JEAN DE LA FONTAINE, Fables, Livre VII, 1673

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que unas veces se revelaron transitorias, rela-cionadas con una época dada, y otras mostra-ron mayor durabilidad, tributarias entonces, alparecer, de un cuestionamiento científico másfundamental e intemporal. Desde el cambiode siglo, algunos de estos protocolos ya habíantomado una forma que se reproduciría, enalgún caso, durante años hasta nuestros días.En este aspecto, los modos de evaluación dellenguaje de los afásicos que detalla FrançoisMoutier (Lecours y Joanette, 1984; Moutier,1908) al inicio de la segunda parte de su monu-mental tesis sobre la afasia de Broca, son aúnclásicos y, salvo ciertos detalles, se reconoce suestructura en un buen número de los exámenesafasiológicos más difundidos a un lado y otrodel Atlántico Norte, a partir de París, por ejem-plo, o de Montréal o Boston.

Pero el desarrollo definitivo de los protoco-los neuropsicológicos con intención cuantifi-cadora iba a aparecer como consecuencia delencuentro entre la neuropsicología y la psico-metría, encuentro casi fortuito, ya que las preo-cupaciones de los psicómetras y sus técnicasno tenían en los inicios nada que ver con laestructura y el funcionamiento del cerebrohumano. Sea como sea, realmente siguiendolos impulsos psicométricos de Alfred Binet yJames Catell (Anastasi, 1966), era como debíasistematizarse y estandarizarse el uso de «bate-rías» de examen neuropsicológico: las mismas«pruebas» de estas baterías se iban a someter acriterios de «validez» y de «fiabilidad», y lasobservaciones del comportamiento realizadasa través de estas pruebas iban a traducirse encifras y perfiles gráficos. De esta forma se cons-tituyó, en 1935, en la Universidad de Chicago ya instancias de Ward Halstead, un laboratorio deneuropsicometría al que se le atribuía la misión–más allá de las teorías, y más allá también delas rutinas cualitativas del examen neurológicotradicional– de elaborar un protocolo exhaus-tivo de examen neuropsicológico que se ajus-taba a las reglas de la alquimia de los números.

Después de esto, la neuropsicología no hadejado de evolucionar, de descubrir a veces ymás frecuentemente de redescubrir; ha defi-

nido mejor, retomando en ocasiones sendas yaestablecidas, pero olvidadas, las cuestiones quele corresponden. Se pregunta, ciertamente,«dónde» están las lesiones cerebrales, pero hoyreconoce los límites heurísticos de las respues-tas que da a estas preguntas. La neuropsicologíacontinúa, ciertamente, preguntándose «cómo»demonios lo hace el cerebro para conocer. Pero,en este aspecto y aun siendo reduccionistas, talcomo lo quiere la naturaleza, distingue las cues-tiones que se plantea desde el ángulo propio dela fisiología, de las cuestiones que sitúa en laóptica de la psicología. La neuropsicología for-mula teorías del funcionamiento cognitivo. Lesda cuerpo lanzando sobre el papel cajas y fle-chas que para el ojo representan mejor el argu-mento que las frases: construye «modelos» dela «arquitectura funcional» del cerebro. Sabeque la cognición humana emana del organismohumano, en particular del cerebro, y profesaque sus modelos tienen el único objetivo deguiar el estudio sistemático, pero ya no consi-dera una necesidad inmediata el emparejamien-to exacto entre los componentes postuladosen sus modelos y los atributos biológicos de laespecie. Procedentes de una misma fuente, peroempíricamente independientes, las cienciasneurológicas y las ciencias cognitivas evolucio-nan por ahora en paralelo: en su interfase, conun ojo jugando al billar y el otro contando lospuntos, la neuropsicología vela, vigila y sobre-vive lo mejor posible, realizando incursiones aun lado y otro y también a los dos lados a la vez–con sus riesgos y peligros, pero es efectiva-mente su último y quizá quijotesco objetivo elhacerlo: ¿no se habla ahora de «neurocienciascognitivas»? (¿El «léxico fonológico de salida»se sitúa en el tercio opercular de la circunvolu-ción frontal ascendente izquierda o en algunaparte del área de Broca (Chertkow y cols.)?)

Ni qué decir tiene, en este quehacer, que elgran proyecto ateórico de Chicago debería per-der y ha perdido parte de su atractivo, y aún desu impacto, y que su desuso ha fundamentadoel renacimiento, por supuesto con un nombrenuevo («neuropsicología cognitiva»), de otroproyecto cuya antigüedad es garante de su for-

Prólogo a la primera ediciónXVIII

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Prólogo a la primera edición

taleza. Las baterías canónicas tienen aún utili-dad, ciertamente, pero los neuropsicólogoscuya senda apunta hacia la validación de unateoría no deberían usar más que test concebi-dos en función de esta teoría. Los componen-tes que se deben sondear son los mismos –seanlas manifestaciones accesibles de las aptitudesatencionales, mnésicas, perceptivas, gnósicas,práxicas y verbales propias de la especie– perolas formas de examen han recuperado sus depen-dencias.

Sobre este telón de fondo, y recordandoque ha sido un estudioso de Alexandr Roma-novich Luria, se debe percibir el hermoso libroque el gran investigador y clínico catalán JordiPeña-Casanova –y no se trata de su primeraobra (Peña-Casanova y Barraquer-Bordas, 1983)presenta ahora a la neuropsicología de hablahispana. Sin tener en cuenta la importancianumérica de los hispanohablantes en el mundocontemporáneo, y sin tener en cuenta el esplén-dido desarrollo que actualmente está reali-zando la neuropsicología en castellano (estelibro es testigo del hecho), la obra de JordiPeña-Casanova representa, en nuestra opinión,una cuádruple hazaña:

1. De entrada, conlleva un inventario ex-haustivo de los test neuropsicológicos útilesen el medio hispanohablante1. Este hecho esimportante, pues lo que es válido en neuropsi-cología en el seno de una comunidad culturaldada no lo es necesariamente en el seno deotra. (Puede haber una gran distancia entre latraducción y la adaptación útil –sobre todo,pero no únicamente, en lo que se refiere a laevaluación de los comportamientos verbales.)

2. Además, el autor sitúa muy claramentecada una de las tareas del «PIEN Barcelona» enrelación con una concepción explícita total-mente moderna de la semiología de las afeccio-nes neuropsicológicas. Esto, es preciso recono-cerlo, es una característica que comparten muy

pocas obras de este género, sea cual sea la len-gua en que estén escritas.

3. Por añadidura, Jordi Peña-Casanova, deentrada, ha incorporado claramente a su obra–conservando así lo mejor de la tradición psico-métrica, por otra parte tan oscura y esparta-na como puede llegar a ser– los datos normati-vos que permiten situar los comportamientos deun individuo dado perteneciente a una franja deedad en relación con las personas de similar cul-tura. También aquí se trata de una característicaque comparten muy pocas obras de este género.

4. Por último, el libro de Jordi Peña-Casa-nova integra las concepciones más verificadasde la neuropsicología cognitiva contemporáneae identifica los componentes del «PIEN Barce-lona» susceptibles de suministrar datos a aque-llos cuya senda, clínica y/o de investigación,procede de tales concepciones. Si bien era unanecesidad, teniendo en cuenta el carácter ex-haustivo de la obra, este último punto atesti-guaría por sí solo la originalidad.

Es evidente, para resumir, que la aportaciónde Jordi Peña-Casanova se sitúa entre las obras alas que se reconoce a la vez la inteligencia y lavoluntad de servir en el avance del saber colec-tivo. El autor aporta a la colectividad científicahispanohablante –naturalmente a la de Españamisma, bilingüe o unilingüe, pero también a laotra, a la americana del sur y del norte, mexi-cana o californiana, por ejemplo– un documentoúnico e inédito. Aporta también a la investiga-ción neuropsicológica internacional y pluridis-ciplinar un instrumento cuya productividad serásin duda de dimensión significativa, que desea-rán usar, al igual que los neurólogos que com-partan los intereses del colega que le ha dadoforma, psicólogos, logopedas, lingüistas y psi-quiatras que se dedican a la neuropsicología.

ANDRÉ-ROCH LECOURS

YVES JOANETTE

Laboratoire Théophile-Alajouanine,Centre de recherchedu Centre hospitalier Côte-des-Neiges,Université de Montréal

XIX

1Este objetivo cristaliza en Peña-Casanova J, Gramunt N y Gich J. Test neuropsicológicos. Barcelona:Masson, 2004.

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XX Prólogo a la primera edición

Bibliografía

Anastasi A. Psychological testing. Nueva York: Mac-millan, 1954; 1961; 1966; 1978.

Chertkow H, Bub D, Evans A, Meyer E, Marrett S.Cerebral activation during silent naming studiedwith positron tomography: A cortical correlatefor subvocalization. Neurology, submitted.

De Ajuriaguerra J, Hécaen H. Le cortex cérebral.París: Masson, 1949; 1960.

Lecours AR, Joanette Y. François Moutier or «Fromfolds to folds». Brain and Cognition, 1984; 3:198-230.

Moutier F. L’aphasie de Broca. París: Steinheil, 1908.Peña-Casanova J, Barraquer-Bordas Ll. Neuropsicolo-

gía. Barcelona: Ediciones Toray, 1983.Signoret JL. Une leçon clinique á la Salpêtrière (1887)

par André Brouillet. Revue Neurologique, 1983;139: 687-701.

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El tiempo no pasa en vano ni perdona anadie. Han pasado ya bastantes años desdeaquel 1986 en que el Programa integrado deevaluación neuropsicológica era defendidoante un tribunal de tesis doctoral en la Univer-sidad de Navarra. Luego, tras la presentaciónoficial y la publicación formal del test quedabaestablecida una base metodológica que ha per-mitido estudiar varios miles de pacientes.Pero... las ideas cambian, la experiencia y larealidad modifican cosas que parecían claras, yla evolución general de la ciencia es implacable.Pero esta es la grandeza del avance... el cambio.Así lo decía Bertolt Bretch «Lo firme no es fir-me. Todo no seguirá igual...». En este momen-to, el impacto de las corrientes de la medicinabasada en evidencias es crucial en el avance,científico y objetivo, del quehacer médico. Laneurología de la conducta y la neuropsicologíano son, ni deben ser ajenas a la necesidad deevidencias (pruebas). Estos hechos, junto conlas aportaciones de la neurobiología molecu-lar, la genética, la farmacología, las cienciascognitivas, las técnicas de neuroimagen y lapsicolingüística, por citar algunas de las cien-cias que interaccionan con el quehacer clínico,implican cambios en enfoques conceptuales ymetodológicos.

La presente aportación representa una pri-mera revisión y transición del Programa inte-grado de exploración neuropsicológica hacialas obligadas respuestas que se deben dar a lasexigencias metodológicas de una actividad clí-nica objetiva que cumpla con los requisitos dela psicometría y de la medicina basada en evi-dencias. En este sentido, en esta versión revi-sada, se presentan numerosas mejorías, cientí-ficas y formales.

Una tarea como la que aquí se presenta nose puede realizar sin la contribución de múlti-ples personas y de pacientes. A todos los parti-cipantes se debe un merecido reconocimiento.

Además de los aspectos científicos, unaobra compleja como la presente requiere unequipo con experiencia que diseñe, edite y pre-pare meticulosamente todos los materiales ytextos para la imprenta. En este ámbito cabedestacar el importante papel de coordinacióneditorial de Hubert Hanrath y el trabajo esme-rado de Roser Becerra, exponentes de la profe-sionalidad y excelencia de Masson, S.A.

JORDI PEÑA-CASANOVA

Barcelona, enero 2005

Prefacio a la segunda edición

Quien aún este vivo no diga «jamás». Lo firme no es firme.Todo no seguirá igual...

BERTOLT BRETCH, Loa de la dialéctica, 1932

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La evolución de las ramas de la medicina yde la neurología en el último medio siglo nosha brindado la oportunidad de ver el naci-miento y el desarrollo de la neuropsicología.Desde las aportaciones clásicas –que constitu-yen los cimientos del presente– hasta la actua-lidad, se ha producido un continuo floreci-miento de trabajos en los más diversos ámbitosde las relaciones entre el cerebro y las activida-des mentales superiores. Trabajos clínicos,experimentales, neurofisiológicos, quirúrgicos,farmacológicos se concatenan en una íntima yfructífera interrelación que ha significado unavance claro en los conocimientos actuales.

A finales de la década de 1960 sólo disponía-mos de unos pocos libros clásicos y un par derevistas neuropsicológicas. En la actualidad, la«explosión neuropsicológica» es abrumadora.La neuropsicología se ha desarrollado y crececontinuamente en todos sus aspectos: en unmejor conocimiento clínico (mejores descrip-ciones, nuevos síndromes, nuevas técnicasdiagnósticas), en avances del conocimientofisiopatológico y terapéutico, en publicaciones,en sociedades especializadas, en reuniones,simposios y congresos, en el desarrollo de pro-gramas de docencia y en un mayor reconoci-miento público general. El camino que quedapor recorrer es aún muy largo.

Los presentes materiales representan unadoble contribución: metodológica y semioló-

gica. Metodológica en relación con las pro-puestas realizadas, en el contexto de modelosfuncionales básicos. Semiológica en relacióncon la primera sistematización de la semiologíaneuropsicológica después de los esbozos quehiciera Christensen con Luria.

En la exploración neuropsicológica no exis-ten recetas ni un enfoque ideal, pero, dentro delas dificultades intrínsecas de ésta, el programapropuesto creemos que representa un indudableavance para la neurología y la neuropsicologíaclínicas. El avance es patente si se considera queno existía nada previo similar. Los comentariosfavorables de E. Kaplan representan un recono-cimiento de las aportaciones de la sistematiza-ción propuesta. También significa un avance elhecho de ofrecer el estudio de una poblaciónnormal representativa de nuestro medio.

Se puede realizar una serie de críticas a untrabajo como el presente: por su extensión osu simplificación, su tipo de elaboración esta-dística, el estudio de series o el estudio de casosindividuales... El autor y los colaboradores sehan planteado éstas y muchas otras críticas yhan intentado dar respuestas adecuadas a todasellas en los textos de presentación y discusióny en el trabajo en curso. Un instrumento comoel presente debe usarse conociendo para qué sediseñó y cuáles son sus límites.

No se ha pretendido escribir un manual otratado de neuropsicología. La descripción deta-

Prefacio a la primera edición

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Prefacio a la primera ediciónXXIV

llada de los síndromes neuropsicológicos no esel objetivo del libro. Se ha intentado tan sóloestablecer un elemento más en el programaintegrado de exploración neuropsicológica:introducción teórica, planteamientos de conte-nidos, normalidad, fiabilidad y esquemasemiológico y diagnóstico básico de los subtestincluidos. Los listados y orientaciones semioló-gicas y patológicas no son más que una pri-mera delimitación de la complejidad y ampli-tud de las posibilidades clínicas. El examinadorha de concatenar los datos impersonales y teó-ricos con la historia general del paciente.

Los test neuropsicológicos y complemen-tarios al Test Barcelona forman parte de la otrapublicación incluida en el Programa integradode exploración neuropsicológica. Los cuadrosneuropsicológicos actualizados y el estudio desíndromes específicos (enfermedad de Alzhei-mer, afasias, síndromes psiquiátricos, etc.) for-man parte de otra línea de investigación encurso.

Un paciente es ante todo un ser humanocon toda su complejidad y riqueza. La comple-

jidad y riqueza del hombre está mucho másallá de lo que puede aportar una batería omuchos test psicológicos o neuropsicológicos.El Test Barcelona únicamente pretende la sis-tematización de una parte de las actividadesmentales superiores. El examinador ha de sercapaz de reconciliar las aproximaciones clásicas(lo explicativo) y románticas (lo descriptivo),que Luria destacó y que Oliver Sacks justamenteha subrayado en el libro de homenaje a Luriaeditado por E. Goldberg (Contemporary neuropsy-chology and the legacy of Luria. Hillsdale, N.J.:Lea, 1990).

Deseo, por último, rendir un homenajepóstumo a una de las personas que más haninfluido en mi senda profesional, el profesorJean-Louis Signoret, recientemente fallecido. Elpapel del profesor Signoret fue especialmentecapital en mis inicios, ya que representó un estí-mulo importantísimo para mi estancia en París,en La Salpêtrière.

JORDI PEÑA-CASANOVA

XXIV

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PRIMERA PARTEPrograma integrado de exploraciónneuropsicológica: fundamentos,objetivos, contenidos, normalización,validez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Capítulo 1Introducción general . . . . . . . . . . . . . . 3J. Peña-CasanovaConsideraciones generales: antecedenteshistóricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Plan general del programa integradode exploración neuropsicológica-Test Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Nota sobre la versión revisada . . . . . . . . 4Notas sobre la competencia en la exploración neuropsicológica . . . . . 4

Capítulo 2Objetivos y metodología general del Test Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . 5J. Peña-CasanovaObjetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5Metodología general . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

Capítulo 3Análisis de resultados y proceso de normalización . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7J. Guardia Olmos, A. Jarne Esparcia,J. Peña-Casanova y D. Gil SaladiéIntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Técnicas de muestreo . . . . . . . . . . . . . . . . 7Esquema del análisis estadístico aplicadoa los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10Análisis inicial entre los distintos estratos:definición de los grupos normativos de referencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Pacientes: grupos de patología . . . . . . . . 14

Capítulo 4Aproximación al estudio de la fiabilidad y de la validez del Test Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . 15J. Guardia Olmos, A. Jarne Esparcia,J. Peña-Casanova y D. Gil SaladiéIntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Fiabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Validez de contenidos y justificación . . . 17Selección de test complementarios . . . . . 26Validez como herramienta diagnóstica . . 26Validación concurrente con la WAIS . . . . 26

Capítulo 5Diseño y criterios de definición del perfil de normalidad . . . . . . . . . . . 27J. Peña-CasanovaIntroducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27Los cinco perfiles de las actualesmuestras de normalización . . . . . . . . . . . 27Descripción de los perfiles sumario(hojas de registro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28Dicotomía frente a distribución . . . . . . . 29

Índice de capítulos

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Características específicas de lavaloración neuropsicológica mediantelos perfiles del Test Barcelona . . . . . . . . . 30Comparación con otros perfiles . . . . . . . 31Versión catalana del Test Barcelona . . . . 31Versiones latinoamericanas . . . . . . . . . . . 31

Capítulo 6Test Barcelona abreviado: desarrollo,puntuación global y validación . . . . . 33J. Peña-Casanova, J. Guardia OlmosA. Jarne Esparcia y P. BöhmDesarrollo de una versión abreviada . . . . 33Desarrollo de una puntuación global . . . 37Validación de la puntuación globalnormalizada del Test Barcelona . . . . . . . . 40Validación funcional de la puntuaciónglobal del Test Barcelona . . . . . . . . . . . . . 43Puntuaciones globales, puntos de corte y deterioro cognitivo . . . . . . . . . . . . . . . . 45Fiabilidad test-retest e interevaluador . . . 48

Capítulo 7Perfil de afasias del Test Barcelona . . 49J. Peña-Casanova, P. Böhm,T. Villaseñor Cabrera, J. Guardia Olmos,y R.M. Manero BorrásProblemas de los grupos de referencia en afasiología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49Estudio de un grupo de afásicos . . . . . . . 50Descripción de las puntuaciones de los afásicos en los distintos subtest . . . . . 52Perfil de afasias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

Capítulo 8Proyecto NEURONORMA:ampliación de muestras yredefinición de perfiles iniciales . . . . 59J. Peña-Casanova, S. Quiñones Úbeday P. BöhmProyecto NEURONORMA . . . . . . . . . . . 59Perfiles congnitivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

SEGUNDA PARTENormalidad, semiología y patología neuropsicológicas en el Test Barcelona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Capítulo 9Test Barcelona: normalidad,semiología y patología . . . . . . . . . . . . . 63J. Peña-CasanovaLenguaje espontáneo (expresivo):conversación, narración y descripción . . 63Fluencia y contenido informativo del lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75Orientación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88Lenguaje automático-control mental . . . 91Praxis orofonatoria en imitación . . . . . . . 92Repetición verbal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94Repetición de errores semánticos . . . . . . 102Denominación visuoverbal . . . . . . . . . . . 103Denominación verboverbal . . . . . . . . . . . 114Evocación categorial en asociaciones . . . 115Comprensión verbal . . . . . . . . . . . . . . . . . 117Lectura-verbalización . . . . . . . . . . . . . . . . 126Comprensión lectora (discriminación,reconocimiento y comprensión lectora) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129Mecánica de la escritura . . . . . . . . . . . . . . 138Dictado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143Escritura espontánea . . . . . . . . . . . . . . . . 144Gesto simbólico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150Mímica de uso de objetos . . . . . . . . . . . . 151Uso secuencial de objetos . . . . . . . . . . . . 152Imitación de posturas . . . . . . . . . . . . . . . . 159Secuencias de posturas . . . . . . . . . . . . . . . 160Praxis constructiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161Atención visuográfica (Test de M. Muntada) . . . . . . . . . . . . . . . . 172Orientación topográfica . . . . . . . . . . . . . . 174Discriminación de imágenessuperpuestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174Colores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175Analizador táctil (grafestesia, morfognosia y denominación táctil) . . . . 178Reconocimiento digital . . . . . . . . . . . . . . 183

Índice de capítulosXXVIXXVI

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Orientación derecha-izquierda . . . . . . . . 184Gnosis auditiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184Memoria verbal de textos . . . . . . . . . . . . 186Aprendizaje seriado de palabras . . . . . . . 194Memoria visual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196Cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210Problemas aritméticos . . . . . . . . . . . . . . . 213Información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215Abstracción verbal . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216Clave de números . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218Cubos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219Observaciones de presentación y de conducta y notas sobre los nivelesde conciencia y atención . . . . . . . . . . . . . 222

Capítulo 10Test Barcelona abreviado: perfilesilustrativos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229J. Peña-Casanova y S. Quiñones ÚbedaPerfiles neuropsicológicos . . . . . . . . . . . . 229Enfermedad de Alzheimer de inicioprecoz: validación neuropatológica . . . . 230Trastorno cognitivo leve de tipoamnésico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235Trastorno cognitivo «leve» amnésico-plusde alto riesgo con evolución . . . . . . . . . . 238Demencia moderada: validaciónneuropatológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243Enfermedad de Pick: validación neuropatológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246Amnesia por anoxia cerebral . . . . . . . . . . 251

Capítulo 11Test Barcelona: perfilesde afasia ilustrativos . . . . . . . . . . . . . . . 253J. Peña-Casanova, T. Villaseñor Cabrera,R.M. Manero Borrás y S. Quiñones ÚbedaPerfiles de afasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253Afasia global: grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . 254Afasia de Broca: grupo . . . . . . . . . . . . . . . 255Afasia de Broca: caso DAB . . . . . . . . . . . 256Afasia de Wernicke: grupo . . . . . . . . . . . . 257Afasia motora transcortical:caso RET . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258Afasia sensorial transcortical:caso MCP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259Afasia de conducción: caso ACS . . . . . . . 260Afasia anómica: grupo . . . . . . . . . . . . . . . 261

TERCERA PARTEAportaciones y conclusiones . . . . . . . 263

Capítulo 12Aportaciones generales del Programa integrado de exploraciónneuropsicológica-Test Barcelona . . . 265J. Peña-Casanova

Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 307

Índice alfabético de materias . . . . . . . 327

Índice onomástico . . . . . . . . . . . . . . . . . 335

Índice de capítulos XXVII

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