Nirenberg Sistematizacion Cap 6

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Cómo sistematizar

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  • CAPTULO

    La sistematizacin de experiencia

    La sistematizacin de experiencias es una actividad q~ debera formar parte de la gestin de los proyectos, aunq no siempre se realiza o, por el contrario, en ocasiones se llegado a presentar en reemplazo de la evaluacin. AbordJ mos la temtica en este captulo, previo a la evaluacin c foco en resultados, porque consideramos que se trata una actividad de particular importancia para la evaluad - final debido a su contenido comprehensivo y a su carac acumulativo de la gestin de un proyecto. Si bien, como w remos ms adelante, desde nuestra perspectiva la sistemtt zacin es una herramienta relevante y necesaria del proce evaluativo, se diferencia de la evaluacin tanto por su ob tivo como por su mtodo y ciertamente no la sustituye.

    La sistematizacin de experiencias como campo de inters intelectual

    El inters por el tema surgi a inicios de la dcada 1980, ante la preocupacin de los profesionales que traL jaban directamente con grupos populares por producir c: nocimientos que ampliaran los marcos de accin

  • comprensin de sus experiencias. Desde un punto de vista metodolgico, tambin fue estimulado por el cuestiona-rniento de las formas tradicionales de evaluacin, particu-larmente en el marco de la crisis de los paradigmas,1 al considerar que aquellas no daban cuenta de la riqueza de l o s procesos, trabajaban con categoras que contraponan el s u j e t o que conoce y el objeto a conocer, eran inadecuadas joara explicar problemas complejos y no brindaban elemen-t o s oportunos para la toma de decisiones.

    En el transcurso de pocos aos, desde diversos lugares c l e Amrica launa y a partir de experiencias muy variadas, se t^-eneraron propuestas y formas diferentes para la recupera-n y el aprendizaje a partir de las experiencias acumla-l a s , enfatizando en esos procesos la participacin de los

    :xopios interesados: el personal de los proyectos y la pobla-r i n a la que se orientan sus acciones. De este modo se ha c o creando en torno a la sistematizacin de experiencias, articularmente en las reas vinculadas a la educacin de ciultos, la promocin, la educacin y el trabajo popular, un a inpo de debate e inters intelectual que cuenta con sus i~opios discursos, instituciones y especialistas.

    Sin adentrarnos en la compleja relacin entre teora y r~ctica implicada en muchos de los debates, podemos se-a lar que este campo se ha estructurado en torno a la bs-j e d a de modalidades de produccin de conocimientos Irre prcticas de intervencin o de accin social en una

    1. Nos estamos refiriendo al debate en el campo de la investigacin r ia l que enfrent, en las ltimas dcadas del siglo pasado, la tradicin s i t i vista, que concibe la realidad social como una estructura objetiva x t e r n a al sujeto y su contexto, con enfoques comprensivos e interpre-v o s ms ligados a la tradicin weberiana, segn los cuales la realidad i a l se constituye a partir de los sentidos subjetivos que orientan la ac-

    de los sujetos, debate que en el campo de la evaluacin se tradujo l a oposicin entre evaluacin cuantitativa y cualitativa (Nirenberg, w e r m a n y Ruiz, 2000, captulo 3).

  • realidad especfica. Un desafo permanente ha sido la a< cuacin de estas modalidades a la forma de pensar d e "profesionales de la accin", es decir, a las condition e capacidades de quienes trabajan en terreno, en estrecha terrelacin con la realidad que procuran transformar, y c tienen modos de acceder a la informacin y de proces a diferentes de los del mundo acadmico.

    Esta bsqueda se ha plasmado en una diversidad, perspectivas epistemolgicas respecto del tipo de con o mientos resultantes. Estos incluyen saberes populares, d cripciones, conocimientos cientficos, teoras soc i a l reinterpretaciones fundamentadas y acuerdos consensual Tambin varan los abordajes metodolgicos para su o b t e cin: dependiendo del enfoque adoptado, implican d e s miradas de tipo ms emprico-analtico que apuntar transformar la experiencia en conocimiento ordenado, F u damentado y transmisible, hasta el uso de metodologas

  • enr iquece r y cambiar las prcticas. Es decir que rescatan su s e n t i d o crtico y transformador y el rol relevante de los protagonistas de la accin en la produccin del conoci-ctriiento. En cuanto a la evaluacin, afirman que mientras s u nfasis est puesto en los resultados logrados, en la efi-c a c i a , eficiencia e impacto del proyecto sobre la realidad y o s sujetos sociales, la sistematizacin se preocupa por res-c a t a r los procesos, dar cuenta de cmo se actu y reflexio-n a r acerca del carcter de las relaciones que se generaron Mit re los sujetos-protagonistas de estos procesos. Atribu-' e n al monitoreo el objetivo de "dar cuenta", es decir, de n formar sobre el desarrollo de los procesos; por ende, una m licin de la sistematizacin sera enriquecerlo mediante r n aporte crtico.

    Este punteo de caractersticas atribuidas desde distin-x s enfoques a la sistematizacin nos permite explicitar Lxestra propia concepcin de ella y de sus potencialida-s s en el proceso evaluativo, en particular para la evalua-r n final.

    u entendemos por sistematizacin de experiencias?

    Compartimos con la mayora de los autores consultados e cada proyecto constituye una experiencia nica que e de concebirse como un proceso complejo, escenario de eraccin de diferentes actores sociales, que transcurre x in particular momento histrico y en un contexto eco-

    m i c o , social y poltico-institucional determinado. Con ; stematizacin no se tratara de reconstruir todo lo que e d i , ya que sa sera una empresa imposible, sino de mover un proceso de reflexin desde la perspectiva de protagonistas, y conjuntamente con ellos, acerca de al-

    t o s ejes significativos tanto de los procesos como de los l i t a d o s o cambios logrados en el particular contexto en

    s e desarroll la accin.

  • Su propsito fundamental es poner de manifiesto qu manera se llevaron a cabo las actividades, cmo se e l sarrollaron los procesos que culminaron en ciertos l o g r e de qu forma se sortearon obstculos y dificultades, q i estrategias se implementaron. Esto es necesario porque s : hemos que habr diferencias entre lo que se propona u proyecto cuando se lo formul y lo que verdaderameri ha sucedido o sucede en los diferentes momentos que a t r viesa hasta su culminacin. Ciertos objetivos y formas c actuar previstos inicialmente debieron seguramente ser r < visados para afrontar los contextos reales y cambiante Vinculado con lo anterior, ocurre que los actores que 11 van adelante los proyectos son sujetos activos que in te rpre tan la realidad en forma continua y que intervienen en s transformacin, a Ja vez que van modificando las l n e a previstas para las acciones. Si no se recuperaran mediar tz la sistematizacin esas reinterpretaciones y reformulaci nes, se podra llegar a asumir, equivocadamente, que la e s trategia propuesta al momento de formular el p rogram fue la que verdaderamente se llev a cabo, y rara vez s u c e de as.

    El producto de la sistematizacin es preferiblemente t i r documento escrito (aunque se han producido tambin a f i -ches o videos),' que permite reconstruir para s y para o t r a ; una experiencia particular. Los efectos son mltiples: pai~ los protagonistas es poder aprender de s mismos v de s u s acciones pasadas mediante la reflexin conjunta, y para l o s dems, que no fueron partcipes, acuar aprendizajes p a r a reinterpretarlos, adecuarlos y aplicarlos en otros sitios, l a que dar lugar a otras sistematizaciones y aprendizajes, e n una espiral de creacin colectiva de memorias y conoc mientos.

    3. Nuestra recomendacin es que siempre se redacte un d o c u m e n -to escrito, aunque se agreguen luego otros medios.

  • Sin embargo, con todo el valor que esta tarea tiene, y reconociendo la cantidad de rasgos comunes, le faltan al-g u n a s caractersticas relevantes para ser una actividad propiamente evaluativa. Diremos entonces que la sistema-tizacin es una herramienta para la evaluacin, pero no la reemplaza. Uno de los elementos que la diferencian con-s i s t e en el mtodo, que en la evaluacin se apoya en for-m a importante en comparaciones: respecto de la situacin i n i c i a l , con estndares o normas; en relacin con otros c o n t e x t o s o localizaciones o segmentos poblacionales si-m i l a r e s , con los objetivos y metas que se plantearon. La sistematizacin no se basa en la comparacin, aunque p u e d a usarla, y sobre todo provee el material comparable p a r a la ulterior evaluacin; en s, la sistematizacin se ci- e a lo efectivamente realizado y logrado en una localiza-c i n o un contexto determinado. Mientras que para la avaluacin el documento de formulacin del proyecto y el 1 i agnstico de situacin inicial son elementos imprescin-i i b l e s , tericamente podramos admitir que una siste-na t izac in se realice sin siquiera acudir a ellos. Sus rincipales insumos son los relatos y registros de las ac-i o n e s realizadas, con frecuencia originariamente no es-r i t o s sino orales, creados a partir de la memoria de los u e intervinieron, los que generalmente son grabados y ranscriptos. Por eso hay problemticas epistemolgicas specf icas que son muy discutidas en los mbitos profe-o n a l e s dedicados a la sistematizacin: una es la confabi-c i a d en la memoria, lo que se corrige relativamente (tal i > m o la subjetividad individual) con la intersubjetividad, s decir, con la memoria de diferentes actores; otra es la d e l i d a d de la transcripcin de los testimonios y de la in-:rpretacin de los relatos.

    P o r otra parte, el meollo de la evaluacin es arribar a i c i o s valorativos fundamentados y comunicables sobre s modos de la accin y sus efectos, mientras que el de la stematizacin consiste centralmente en poner de mani-

  • fiesto y entender el modo de la accin; otras accin, e propsitos que vayan ms all trasponen la actividaci sistematizacin para convertirse en evaluacin y/o in^x tigacin.

    [...] con la sistematizacin no se trata de llegar a compus experiencias, ni menos se trata de ver cul pudiera ser n v < que otras. Se trata de compartir crticamente aquellos r e ; tados que surgen de la interpretacin de los procesos, d e locar sobre el tapete de la reflexin colectiva los a p o r t e enseanzas que se aprenden desde lo que cada quien ha v do de forma particular (Jara, 1994).

    Podemos reafirmar que la sistematizacin de experi < cias es una actividad relevante, y su producto es un i n s u r r dentro del proceso evaluativo, pero queda claro que s e do muy necesario no resulta suficiente.

    Aun cuando se realiza (y es conveniente que as s ea ) las etapas finales de los proyectos o tambin luego de tzt minados, ya hemos dicho que sus ejes deben estructura i tanto en torno a los procesos como a los resultados, ya cq se trata de comprender cmo se desarrollaron las a c c i n para sortear dificultades y encontrar los caminos que p e mitieron arribar a logros. Por lo tanto, no se diferencia la evaluacin, como sostienen algunos, porque su foco e t puesto ms en los procesos que en los resultados. N o s < tras rechazamos ese intento de diferenciacin, pues sur- de considerar a la evaluacin desde su concepcin ms t r dicional, como ltima etapa del proceso de gestin, exc l sivamente preocupada por resultados y realizada en f o r r x externa y vertical.

    Queda claro tambin que, tal como la entendemos, sistematizacin es mucho ms que la mera recopi lacix ordenamiento y clasificacin de datos estructurados e categoras, relaciones o en bases de datos o r g a n i z a d a : tarea que comnmente se denomina sistematizacin de rzi

  • formacin (que tambin es una etapa importante de los p rocesos investigativos y de evaluacin). Tampoco se t r a t a de una descripcin ordenada o de la elaboracin de u n informe acerca de todos los procesos que se desarro-l l a n en el marco de un determinado proyecto o experien-c a de intervencin. Va ms all de eso, ya que implica i n t roduc i r la perspectiva e interpretacin de los "profe-s i o n a l e s de la accin" y de otros actores significativos no c o m o meros informantes sino garantizando que quienes v i v i e r o n la experiencia tengan un rol protagnico en su sistematizacin.

    Otra cuestin es qu tipo de prcticas o experiencias conv iene sistematizar. Existe una tendencia a privilegiar m este sentido las llamadas mejores prcticas, es decir, las q u e cumplen con ciertos criterios de xito definidos por t i g~n experto en el campo de actuacin de que se trate. El t rmino -en ingls: bes! practices- fue acuado sobre todo > o r las agencias de cooperacin internacional, y ultim-r t e m e se procur flexibilizarlo por el de "buenas prcti-a s " (goodpractices).

    La lgica subyacente a ese nfasis es que ello es favora-l e para la obtencin de aprendizajes y la produccin de u e v o s conocimientos. Pero a nuestro entender, tambin u e d e significar la justificacin y reproduccin de las l-e a s que se han venido desarrollando, bajo el supuesto de u e stas pueden ser replicadas porque han sido exitosas, i r eemos que esta lgica es engaosa pues, por una parte,

    x i to de una experiencia est condicionado por muchos c t o r e s particulares del contexto local en que se desarro-t y de los actores que intervienen, y por otra parte, y ms portante an, es necesario reconocer que puede ser muy Lrquecedor tambin el aprendizaje a partir de los fraca-s e infortunios.

    E n principio, cualquier experiencia producto de una in--vencin programada puede sistematizarse. Existen fac-

  • tores que pueden facilitar su viabilidad, como el i n t e r s la predisposicin de la institucin responsable de la i n t e vencin y la motivacin de los equipos involucrados. Si trata de seleccionar experiencias afines por el tipo de p>< blacin destinataria, por la problemtica que se intenta x solver o por la modalidad de intervencin adoptada, n parece entonces ms pertinente procurar identificar p r ticas significativas tanto por sus aciertos como por sus e r r< res, interpretados a la luz de los elementos facilitadores obstaculizadores del contexto particular en que se han ci< sarrollado. Tambin pueden presentar particular intex-aquellas prcticas en las que an no hay suficiente c o n o c miento acumulado y que por ende resultan innovadora Los productos de esas sistematizaciones servirn p a : compartir aprendizajes y para inspirar (y no replicar m e e : nicamente) otras intervenciones.

    Cmo sistematizar?

    No existe una nica manera de sistematizar ni recetts sobre la seleccin de tcnicas y procedimientos a uti l iza se dispone en la actualidad de mltiples enfoques y p x o puestas para ello, as como con una amplia batera de t c nicas y herramientas de la investigacin social. Aqu se! puntualizaremos algunos lincamientos generales que c e beran ser tenidos en cuenta.

    En primer lugar es necesario explicitar su finalidad ( p a ra qu se quiere sistematizar). Puede responder a la prop> iniciativa de los equipos responsables de la ejecucin e l e proyecto para mejorarla y aprender acerca de su dinmica Pero en relacin con la evaluacin con foco en resultado; consideramos que la reconstruccin, anlisis e interpreti cin de una experiencia en un contexto particular no se>l< debe dar por resultado un proceso de autoaprendizaje

  • produccin de conocimientos a partir de la prctica, sino q u e debera servir para:

    Brindar un insumo relevante para la evaluacin final o ex post (como se ver en el prximo captulo, este corte evaluativo debe recuperar la informacin sig-nificativa producida a lo largo del proceso de imple-mentacin del programa o proyecto que permita apreciar por qu se obtuvieron o no determinados resultados).

    Contar con un marco para comprender diferencias y semejanzas y poder establecer, en una ulterior eva-luacin, comparaciones entre diversos proyectos, modalidades de intervencin y/o prcticas, particu-larmente cuando forman parte de programas socia-les complejos.

    Producir transferencias y capacitaciones a otras or-ganizaciones y/o actores en otros contextos.

    La segunda cuestin a definir es qu se quiere sistemati-zar, es decir, qu aspectos principales de la experiencia van i interesar ms. En funcin de las finalidades recin pro->uestas, la seleccin de los ejes en torno a los cuales se tra-a r de orientar el proceso de reflexin debera vincularse

    l a s dimensiones del modelo evaluativo consensuado des-e e l inicio que se relevarn en la lnea de base y que se han r e v i s t o retomar en la evaluacin final (vase el captulo 7). .a reflexin e interpretacin de quienes tuvieron protago-i s m o en su gestin, sistematizada en torno a las dimensio-e s relevantes que fueron definidas desde su inicio, m e n t a r y contribuir a fundamentar los juicios valora-d o s del equipo evaluador.

    Finalmente es necesario destacar que, en forma similar l o sealado para el proceso evaluativo, la sistematizacin u n a actividad que debera ser programada desde el inicio

  • de la gestin. Se debe prever cundo se realizar, con q i recursos, quienes coordinarn y participarn de la a c t i v dad y qu procedimientos tcnicos y tipo de instrument se utilizarn. No obstante, es claro que recin en el l t i r r tramo de la gestin se podr determinar con mayor esp< cificidad qu aspectos interesa sistematizar y, en cons cuencia, decidir mejor las tcnicas y los instrumentos m : apropiados.

    Ya hemos mencionado que en funcin de las finalidad* propuestas y aun cuando puedan realizarse actividades c reflexin durante la gestin, es conveniente que la s i s te rn tizacin se realice como una actividad integradora hac ia 1 finalizacin de los proyectos. De este modo se recupera r la memoria colectiva de todo el proceso.

    Con respecto a quienes participarn, les cabe por s u p u e s to un rol fundamental a los protagonistas de la accin, e particular a los equipos tcnicos, incorporando en la m e d i da de lo posible a representantes de la poblacin y de las o r ganizaciones locales y a aquellos actores que en a l g i i : momento formaron parte del proyecto y por distintos m o vos ya no estn.

    La sistematizacin involucra momentos de r e c u p e r a cin histrica, anlisis e interpretacin de la exper iencia momentos no lineales, puesto que la reflexin y el d e b a te implican reconstruir y ordenar lo que se hizo, e v e n -tualmente volver sobre los marcos conceptuales4 q u e orientaron la prctica, explicitar y explicar el camino s e -guido, revisar estas concepciones a la luz de los d e s a f o s del contexto y de las condiciones reales en que se d e s e n -volvi, y extraer conclusiones sobre las principales lecc o -

    4. Algunos autores los denominan contexto terico. Tiene que ver c o n la formacin no slo explcitamente acadmica o conceptual, sino t a i n -bien con los valores, normas, conceptos de moda, etctera, que e s t a r presentes en quienes se aproximan y llevan a cabo la experiencia.

  • r e s aprendidas. Reiterando el protagonismo que deben t e n e r los actores involucrados, se necesita adems, como e n la evaluacin, una mirada orientadora, facilitadora y or-denadora del proceso, cuyo papel variar segn el mo-m e n t o .

    En efecto, para que la sistematizacin sea til para la 2 "valuacin final, se requiere que un metodlogo contribu-y a a identificar las prcticas significativas, a seleccionarlos j e s que posibiliten la comparacin, a formular las pre-g u n t a s adecuadas, a sugerir las tcnicas ms tiles y a ecupe ra r los grmenes susceptibles de comprensin pos-

    e rior de semejanzas y diferencias en experiencias diver-a s, tarea propia del proceso evaluativo. En este sentido, c lquiere relevancia una mirada externa, conocedora del

  • estos instrumentos y a la sensibilizacin de los p ro tagox tas acerca de sus propsitos, ajustar con ellos sus c o n nidos a fin de contar con consignas adecuadas, en leng-u comprensible y con significados compartidos, y reali z sugerencias acerca de las formas ms convenientes p a r a aplicacin.

    La dimensin comunicativa constituye un aspecto i portante de todo el proceso de sistematizacin. T a n t a su programacin como en su desarrollo se pondrn juego habilidades de comunicacin. Pero no cabe d v i que en la elaboracin de su producto final, bajo la fot~i de un documento escrito o a travs de otras vas expos vas, stas se convierten en elemento central. Se trata a

  • Ejemplo: Gua de sistematizacin de experiencias de proyectos de OSC

    ^Jota preliminar

    La presente gua se basa en !a utilizada en el Programa de Ntencin a Nios/as y Adolescentes en Riesgo -ProAme I-, L evado a cabo por la ex Secretara de Desarrollo Social y 1 Banco Interamericano de Desarrollo -BID- durante el erodo 1995-2000. El mismo consisti en apoyar finan-i e ra y tcnicamente a proyectos ejecutados por Organiza- e n e s de la Sociedad Civil -OSC- pertenecientes a once e n t r o s urbanos de las nueve provincias argentinas que en J momento mostraban los mayores ndices de pobreza. a poblacin beneficiara fueron los nios y adolescentes e: hasta 18 aos, pertenecientes a grupos de pobreza y en truaciones de vulnerabilidad. Se promovieron enfoques t tegrales acerca de las problemticas sociales as como es-a regias de participacin social y la gestin asociada entre s diferentes actores sociales locales. Los proyectos desa-collaron componentes tales como: educacin inicial, apo-> escolar, complementacin alimentaria, cuidado diario i centros de da, albergues para nios y/o adolescentes e r a de sus familias, capacitacin laboral o entrenamiento r a el trabajo, microemprendimientos productivos, pro-rocin y prevencin de la salud, prevencin y atencin del nbarazo temprano, prevencin y atencin de la violencia, 0 mocin / difusin de derechos y asistencia jurdica, ac-1 dades recreativas, deportivas y artsticas, entre los ms evantes. E l propsito de la gua fue facilitar la sistematizacin de experiencias, con la finalidad de:

    Posibilitar un proceso de autoaprendizaje y fortale-cimiento a partir de la propia experiencia.

  • Brindar un marco comn que permita establecei comparaciones entre los proyectos y realizar sntesis, con vistas a la elaboracin de un informe final d e l programa que los contena.

    Brindar un insumo relevante para la evaluacin e x post.

    Posibilitar transferencias y capacitaciones a otras o r -ganizaciones en otros contextos, particularmente a las que se involucraran en la segunda etapa d e l ProAme.

    La estructura de la gua es simple y se compone de t r e s grandes tems:

    I. Informacin para ratificar o corregir datos i d e n -tificatorios tanto de la organizacin como d e l proyecto.

    II. Informacin relacionada con la gestin del p r o -yecto, en trminos de estructuras y procesos d e -sarrollados, as como los factores facilitadores y los obstculos encontrados.

    III. Informacin relacionada con los resultados, efectos o cambios logrados en la poblacin b e -neficiara y en las organizaciones, debido a l a s actividades de los proyectos.

    La sistematizacin propiamente dicha es la contenida en el tem II- El tem III claramente se solapa con propsitos evaluativos.

    En el anexo (vase pg. 168) se proponen indicadores y mo-dos de obtenerlos, para cumplir con la informacin del captu-lo 3 referida a cambios en los beneficiarios; vale agregar q u e se desarrollaron 14 instrumentos para obtener informacin relativa a esos indicadores. Se incluyen a modo ilustrativo.

    El proceso de sistematizacin mediante esta gua fue realizado por los equipos tcnicos de los proyectos, los q u e

  • rxabajaron en forma grupal y contaron con el acompaa-m i e n t o y la asistencia tcnica de los respectivos gerentes rovinciales del programa. Se realiz una capacitacin i c e r c a de la utilizacin de la gua para los gerentes provin-: i ales y mediante talleres en cada una de las provincias, de 1 e s jornadas de duracin, con los miembros de los equipos d cnicos de los proyectos, que explicaban el sentido de la r e a y su forma de uso.

    Ratificacin o correccin de datos identificatorios de la OSC y del proyecto

    . Datos de la OSC 1.1. Nombre 1.2. Direccin 1.3. Provincia 1.4. N de personera jurdica 1.5. Antigedad de la OSC en aos 1.6. Misin institucional (Segn estatutos) 1.7. Tipo de organizacin (asociacin civil, fundacin,

    cooperativa o mutual, cooperadora de escuela u hospital, organizacin vecinal, club social o de-portivo, iglesia o parroquia, otras).

    Datos del proyecto 2.1. Nombre 2.2. Nombre del/de la coordinador/a tcnico/a 2.3. Fecha de inicio y fecha de finalizacin 2.4. Monto presupuestario total adjudicado al proyecto 2.5. Poblacin objetivo

    (Sealar el/los grupo/s etreo/s que atiende: 0 a 5, 6 a 14 y/o 15 a 18 aos, as como las condiciones de vulne-rabilidad que considera para determinar sus beneficia-rios.)

  • 2.6. Localizacin: breve caracterizacin del/los b a r n o / s dnde acta Nombrar el/los batrio/s, estimar la cantidad (Q) de ha-bitantes y la Q de la poblacin objetivo; describir las principales caractersticas demogrficas y socioeconmi-cas: poblacin en situacin de pobreza, tipo de empleos predominantes, estimacin del nivel de desempleo, tipo de viviendas predominante, infraestructura social, etc.

    2.7. Principal/'es problema/s de la poblacin objetivo que procura resolver el proyecto.

    2.8. Propsitos y objetivos planteados por el proyecto.

    II. Acerca de la gestin del proyectos

    1. Componentes que incluye. Sealar todos los que hayan ejecutado en el transcurso de la gestin, aunque alguno/s haya/n finalizado antes que el pro-pio proyecto.

    2. Suficiencia y adecuacin de los espacios a los destinos de uso. Describir las condiciones del/de los lugar/es fi'sico/s donde se realizan las principales actividades, la adecuacin en cuanto a tamao, diversificacin de espacios, estado de manteni-miento, instalaciones, y otras condiciones que resulten rele-vantes. Se recomienda incluir opiniones/conformidad de los usuarios o de sus f amiliares y de los recursos humanos rela-cionados con la actividad que se lleva a cabo en el respectivo

    5. La mayora de las cuestiones que se abordan en este tem pueden ser analizadas y respondidas utilizando la dinmica de talleres inultiac-torales.

  • lugar fsico, como tambin opiniones tcnicas de constructo-res/arquitectos.

    3 . Suficiencia y adecuacin de los equipos a los destinos de uso. Describir si los equipos adquiridos mediante los fondos del proyecto son realmente tiles y suficientes para las activida-des que se realizan. Como en el caso anterior, se aconseja in-cluir diversas opiniones.

    I-. Existencia de instancias de participacin. De los propios nios/adolescentes, de sus madres/padres/fa-miliares, de otros actores comunitarios. Sealar regularidad, periodicidad, tipo de actores que participan, sobre qu temas, cmo participan.

    Forma como se toman las decisiones importantes. Identificar entre una y tres decisiones importantes que fue-ron tomadas durante el transcurso del proyecto, explicar cul fue el proceso y quines participaron.

    Gestin asociativa / trabajo en red: Organizaciones o ins-tituciones que se involucraron o asociaron en la ejecu-cin del proyecto segn componentes. Hacer referencia a las organizaciones/instituciones barria-les/ locales; sealar tipo de organizaciones, existencia o no de acuerdos formales, formas de articulacin, actividades en que se articularon.

    Existencia de acuerdos con universidades (y/o estableci-mientos educativos terciarios); incluir pasantes en acti-vidades del proyecto. Si los hubo, sintetizar los acuerdos. Si existieran pasantes, especificar cuntos, de qu carreras y en qu tipo de activi-dades se insertaron.

  • 8. Existencia de personal voluntario trabajando en el p r o -yecto. (Sin considerar ac los pasantes.) Si hubo voluntarios, indi-car para cada componente: la cantidad, si fueron profesiona-les o no y en qu tipo de actividades se involucraron.

    9. Actividades principales que realizan en cada componente. Describir en qu consisten, el enfoque y la modalidad opera-tiva, grado de integralidad, qu productos se obtienen, cor2 qu periodicidad se ejecutan, a cargo de quin/es -profesio-nales, tcnicos, miembros de la comunidad, madres, si sorr rentado/s o no, y todo otro aspecto que permita comprender-la metodologa de trabajo-.

    10. Principales dificultades u obstculos que tuvieron en c a d a actividad o componente y modos en que los a f rontaron o superaron.

    11. Aspectos facilitadores para el desarrollo de las actividades en cada componente. Modos en que los aprovecharon.

    12. Aspectos innovadores en la modalidad de trabajar en l o s temas especficos que abordan. Se considera innovadora la modalidad de ti abajo que no es la habitual localmente en ese tipo de proyectos, y cuyos resul-tados son mejores comparando con las fon/ras de trabajar tradicionales en ese lugar.

    13. Modificaciones introducidas durante el perodo de la gestin del proyecto, en:

    - Los objetivos originarios. - Los componentes y las actividades que se plantearon

    inicialmente. - Las metodologas de trabajo inicialmente propuestas

    para cada componente.

  • - Las metas previstas de beneficiarios a cubrir. - Las metas previstas de prestaciones a brindar. - La localizacin de las acciones.

    (Aclarar en cada caso los motivos que generaron las mo-dificaciones.)

    I I X . Acerca de los resultados o efectos

    1. Alcance / cobertura del proyecto

    < 3 de beneficiarios directos de cada componente

    Q de beneficiarios directos del proyecto como un todo*

    (f> de beneficiarios comunicacionales (audiencias)

    Q de beneficiarios indirectos del provecto como un todo

    Sin considerar ac los comunicaonaks. Se aclara que raramente este total er a suma de los totales por componentes, ya que un mismo beneficiario pue-'e haberse involucrado en ms de un componente, de modo que balrrn de ha-rr~se depuraciones.

    Cambios observables en los beneficiarios directos debido al desarrollo de cada componente. Se proponen indicadores para los distintos componentes y mo-dos para obtenerlos, en el anexo (vase pg. 168).

    Cambios observables en la estructura y dinmica de la OSC a raz de la ejecucin del proyecto. Se recomienda realizar un taller de una jornada con los miembros significativos (actuales y pasados) de la OSC, con una coordinacin idnea, y pautas preestablecidas. Es ade-cuada la tcnica de recuperacin de la memoria histrica de la organizacin, para sealar hitos que permitan distinguir etapas relacionadas con la gestin del proyecto.

  • La sistematizacin de expej'iencias

    Ejemplos de cambios a considerar en la OSC:

    Modificaciones en el estilo de la conduccin ( p e sonalista/participativa).

    Modificaciones en las formas de tomar decisin* relevantes.

    Incorporacin de nuevos miembros. Modificaciones en la distribucin de roles y fun-

    ciones (indiferenciacin / especializacin). Modificaciones en los estatutos. Incorporacin de actividades para la sustentabili

    dad (gestin de recursos). Diversificacin de fuentes de financiamiento el

    la OSC. Inclusin / incremento de estrategias comunica

    cionales. Insercin en redes o foros. Capacidades para la formulacin /ejecucin d t

    otros proyectos sociales. Modificaciones en los vnculos con las reas g u -

    bernamentales. Modificaciones en los vnculos con otras o r g a n i -

    zaciones locales. Modificaciones en la visibilidad local de la O S C .

  • exo: Indicadores2 y modos de obtencin para la ipreciacin de cambios en los beneficiarios directos >egon componentes

    INDICADOR MODO DE OBTENCION

    A . p o y o escolar

    Rendimiento escolar de los ni- o s que reciben apoyo, en el l t imo ao.

    Cuestionario sobre opinin de las docentes de las respectivas escuelas acerca de si el rendi-miento del nio mejor, sigue igual o empeor, en relacin con el momento inicial (antes de recibir el apoyo del PL).

    Porcenta je de nios beneficia-r i o s que recibieron apoyo y promovieron de grado, en el l t i m o ao.

    Anlisis de los registros de promocin de las escuelas adonde concurren los benefi-ciarios.

    C u i d a d o diario / Educacin inicial Porcentaje de nios adecua-

    d a m e n t e estimulados sobre el t o t a l de atendidos durante el l t i m o ao.

    Test. Anlisis de los registros del centro de salud. Cuestionario sobre opiniones de familiares/adultos significa-tivos.

    * Rend imien to escolar en el p r i m e r ao de escolaridad de l o s nios que fueron benefi-c i a r io s durante el ao previo.

    Seguimiento de los beneficia-rios al primer ao de escolari-dad, solicitando opinin de las docentes de las respectivas es-cuelas (en lo posible, compara-do con otros chicos que no recibieron la prestacin en el provecto o similares).

    2 . Esos indicadores son para el tem III.2 de la gua, el cual, como s e aclar, tiene propsitos orientados ms a la evaluacin que a la sis-t a t i zacin propiamente dicha. Aun as, considerando que pueden ser u t i l i d a d , se los incluye para ilustrar la complejidad que tuvo el pro- d e aplicacin de la gua. La mayora de esos indicadores se refirie-i a l ltimo ao de la gestin de los proyectos.

  • jMadres con tiempo disponi-ble para trabajar o procurar insercin laboral.

    Declaraciones de las b e n e f i c rias (mediante cues t ionar io talleres).

    Mejoramiento de la relacin madre-hijo.

    Declaraciones de las b e n e f i c rias (mediante cues t ionar io talleres).

    C a p a c i t a c i n l a b o r a l

    Insercin laboral (aunque sea precaria).

    Seguimiento (censal o m u tral) de los asistentes a los c t sos, luego de dos a seis n i e r de terminados stos, a fin indagar sobre su situacin 1 boral, con cuestionario.

    Incremento de habilidades en el tema especfico.

    Pruebas de nivel t o m a d a s los participantes al i n i c i durante la capacitacin y finalizar.

    Adquisicin de competencias bsicas para el trabajo en ge-neral.

    Opiniones de los capaci t dores de los cursos r e s p e c t vos, mediante c u e s t i o n a r i o en taller.

    Adquisicin de capacidades para la bsqueda de trabajo.

    Seguimiento (censal o m u e tral) de los asistentes a 1< cursos, luego de dos a s e meses de terminados s t o para indagar sobre las f o r m i en que buscan trabajo, o o cuestionario.

  • o i m i e n t o del embarazo, parto y lactancia

    Cumpl imien to de los controles d e l embarazo. Anlisis de los registros de los

    centros de salud y/o de hospi-tales. Declaraciones de las benefi-ciaras (con cuestionario o en taller).

    .Atencin institucional del par-t r o .

    Anlisis de los registros de los centros de salud y/o de hospi-tales. Declaraciones de las benefi-ciaras (con cuestionario o en taller). C u m p l i m i e n t o de los controles

    d el recin nacido.

    Anlisis de los registros de los centros de salud y/o de hospi-tales. Declaraciones de las benefi-ciaras (con cuestionario o en taller).

    Irrlabilidades para la puericultu-r a .

    Cuestionario o taller sobre opiniones de informantes da-ve (familiares, coordinadores de actividades, etctera.) Cuestionario o taller sobre opiniones de las mams bene-ficiaras.

    VTejoramiento de la relacin " r a adre-beb.

    Cuestionario o taller sobre opiniones de informantes da-ve (familiares, coordinadores de actividades, etctera.) Cuestionario o taller sobre opiniones de las mams bene-ficiaras.

    e x e n c i n del embarazo adolescente l e ITS, VIH / SIDA

    c o n o c i m i e n t o de mtodos a r a prevenir embarazo.

    Conoc imien to sobre formas e prevencin y de transmi-< 3 n del virus HIV/SIDA.

    ' s o de mtodos para prevenir r i barazo, ITS y HIV/SIDA.

    ' e m p o transcurrido entre ra barazos (tiempo intergen-

    Declaraciones de los/las be-neficiarios/as (mediante cues-tionario y/o taller).

  • Atencin de la violencia familiar (incluye sensibilizacin / difusin)

    Percepcin acerca de la vio-lencia (como "natural" / como problema).

    Talleres sobre opiniones d e informantes clave (familia-res, coordinadores de activi-dades, etctera). Talleres sobre opiniones d e los/las beneficiarios/as.

    Q de demandas de atencin al equipo del proyecto.

    Anlisis de registros del p r o -yecto.

    Q de denuncias presentadas/ atendidas.

    Anlisis de registros inst i tu-cionales (consejeras, c o m i -saras, etctera.)

    Difusin / atencin de derechos

    Espacios para el tema en los medios masivos de comunica-cin.

    Anlisis de los mensajes po r medios masivos. Cuestionario sobre opin io-nes de informantes clave.

    Q de demandas al proyecto de charlas o materiales por parte de instituciones u organiza-ciones.

    Q de demandas de atencin/ asesoramiento al proyecto.

    Anlisis de registros del p r o -yecto.

    Nios/adolescentes indocu-mentados que obtuvieron do-cumentacin.

  • r d i c a d o r e s para varios componentes

    .Adopcin de hbitos positivos c i conducta.

    IDisminucin de conductas violentas.

    /V'Iejoramiento de los vnculos e n t r e pares.

    .Mejoramiento de los vnculos fami l i a res .

    R e i n s e r c i n en las familias (consanguneas o no)*

    R.einsercin en el sistema edu-c a t i v o

    autoestima.

    e r c e p c i n de utilidad / con-t-rnidad de los beneficiarios sus familiares a cargo) con s prestaciones.**

    Cuestionario y/o talleres so-bre opiniones de informantes clave (familiares, maestros, coordinadores de actividades, etctera.) Cuestionario y/o talleres so-bre opiniones de los/las bene-ficiarios/as.

    Seguimiento de los/las bene-ficiarios/as luego de dos o ms meses de su insercin en el proyecto.

    Cuestionario y/o talleres so-bre opiniones de informantes clave (familiares, maestros, coordinadores de actividades, etctera.) Cuestionario y/o talleres so-bre opiniones de los/las bene-ficiarios/as.

    Cuestionario y/o talleres so-bre opiniones de los/las bene-ficiarios/as.

    EEste indicador es til sobre todo en aquellos proyectos que trabajan os/adolescentes en situacin de calle o con adolescentes embarazadas. S i bien este indicador es aplicable a diversos componentes se re-especialmente su uso para el Componente de Alimentacin, pa-

    n a l no se consideran los efectos en el estado nutricional, sino que e c i a , desde el punto de vista de los beneficiarios o sus familiares, d a d y utilidad de la prestacin brindada, por ejemplo en funcin ron t r ibuc in que ello pudo significar para la economa del hogar t sfaccin de necesidades bsicas de los integrantes del mismo.