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Neanderthales: primos no tan cercanos La secuenciación del genoma neanderthal arroja resultados sorprendentes, y abre una nueva puerta para futuros estudios. El velo de misterio que rodea a nuestros extintos primos homínidos, los neanderthales, ha sido levantado (al menos parcialmente), revelando resultados sorprendentes. Los neanderthales son los parientes homínidos más cercanos de los humanos modernos. Las dos especies co-existieron en Europa y en Asia occidental hasta hace unos 30 000 años.© American Museum of Natural History Científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) del Departamento de Energía de los EE.UU. y 1

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La secuenciación del genoma neanderthal arroja resultados sorprendentes, y abre una nueva puerta para futuros estudios.

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Neanderthales: primos no tan cercanos

Neanderthales: primos no tan cercanos

La secuenciacin del genoma neanderthal arroja resultados sorprendentes, y abre una nueva puerta para futuros estudios.

El velo de misterio que rodea a nuestros extintos primos homnidos, los neanderthales, ha sido levantado (al menos parcialmente), revelando resultados sorprendentes.

HYPERLINK "http://www.lbl.gov/Science-Articles/Archive/assets/images/2006/Nov/15-Wed/Neanderthal_2D_src.jpg"

Los neanderthales son los parientes homnidos ms cercanos de los humanos

modernos. Las dos especies co-existieron en Europa y en Asia occidental hasta

hace unos 30 000 aos. American Museum of Natural History

Cientficos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) del Departamento de Energa de los EE.UU. y del Instituto Conjunto del Genoma (JGI) han secuenciado ADN genmico procedente de huesos fsiles neanderthales. Sus resultados demuestran que los genomas de los humanos modernos y de los neanderthales son al menos un 95,5 por ciento idnticos, pero que a pesar de esta similitud gentica, y de que las dos especies cohabitaron la misma regin geogrfica durante miles de aos, no hay evidencia de ningn entrecruzamiento significativo entre ambas.

Basados en estos resultados iniciales, Homo sapiens y Homo neanderthalensis compartieron por ltima vez un ancestro comn hace aproximadamente 700 000 (setecientos mil) aos.

En un artculo publicado en el nmero del 17 de noviembre de 2006 de la revista Science, un equipo de investigadores encabezado por Edward Rubin, director de las divisiones genmicas de JGI y de Berkeley Lab, informa sobre el desarrollo de una biblioteca metagenmica neanderthalense, que los cientficos utilizaron para caracterizar a ms de 65 000 pares bsicos de ADN de origen neanderthal. Sus resultados no solamente proporcionan nueva informacin sobre los neanderthales, sino que tambin indican el camino hacia una nueva estrategia para el estudio de aspectos de la biologa neanderthal que quizs nunca seran evidentes en fsiles o en artefactos arqueolgicos.

Adems, la tecnologa descrita en el artculo marca tambin un importante avance en el campo de la metagenmica, la que est siendo utilizada cada vez ms para la secuenciacin de mezclas complejas de microbios descubiertos en el medioambiente. Las tcnicas metagenmicas son consideradas cruciales para la explotacin del potencial de los medioambientes terrestres que contienen ms microbios exticos, a los efectos de encontrar soluciones basadas en la biologa para los problemas de la produccin de energa renovable, de la limpieza medioambiental, y de la captura del carbono, as como para realizar avances en reas crticas tales como la agricultura y la farmacologa.

El estado actual de nuestros conocimientos en lo que concierne a los neanderthales y a su relacin con los humanos modernos es solamente inferencia y especulacin basadas en datos arqueolgicos y a un nmero limitado de restos homnidos, afirman los autores en su artculo de Science. En este estudio, hemos demostrado que las secuencias genmicas neanderthales pueden ser recuperadas utilizando una aproximacin basada en una biblioteca metagenmica, y que secuencias neanderthales especficas pueden ser obtenidas a partir de esas bibliotecas.

El ttulo del artculo de Science es Sequencing and analysis of Neanderthal genomic DNA (Secuenciado y anlisis de ADN genmico neanderthal). Junto a Rubin, fueron co-autores del mismo James Noonan, Graham Coop, Sridhar Kudaravalli, Doug Smith, Johannes Krause, Joe Alessi, Feng Chen, Darren Platt, Svante Pbo y Jonathan Pritchard.

Dijo Rubin: Predecimos que en un futuro cercano los antroplogos podrn desarrollar hiptesis sobre nuestros ancestros extintos a travs del examen de miles de millones de pares base de secuencias de ADN disponibles en la red, en lugar de nicamente poder estudiar el nmero limitado de restos seos y artefactos asociados que estn disponibles en colecciones de museo y en campos de trabajo de difcil acceso. Adems, las nuevas tcnicas que hemos desarrollado tendrn aplicaciones tiles a lo largo de una gran extensin de esfuerzos genmicos relacionados con misiones de energa y medioambiente.

En el verano de 1856, se descubri el esqueleto parcial de un homnido en la cueva de Feldhofer, en el valle del Neander en Alemania. Finalmente, este esqueleto sera denominado como el hombre de Neanderthal y su descubrimiento gener una enorme curiosidad pblica y un gran debate cientfico que ha continuado a lo largo de los ltimos 150 aos.

A partir de 1997, los cientficos comenzaron a aplicar tecnologa gentica al estudio de los neanderthales. Una investigacin encabezada por Svante Pbo, quien actualmente trabaja en el Instituto Max Planck de Antropologa Evolutiva en Leipzig, Alemania, estableci que eran primos, ms que ancestros de los seres humanos. Esta investigacin indic tambin que los humanos y los neanderthales se dividieron en especies separadas hace unos 500 000 aos.

Sin embargo, esos estudios se basaban en anlisis de ADN mitocondrial (mtADN), un material gentico que se encuentra fuera del ncleo de la clula. Aunque el mtADN tiende a preservarse por ms tiempo que el ADN nuclear, proporciona una informacin biolgica limitada. La mayor parte del genoma se encuentra en el ADN nuclear, el que contiene casi todos los genes.

Toda la biologa se ubica en el ADN nuclear, dijo Noonan, un miembro post-doctoral en el grupo de investigacin de Rubin que tiene enlaces con el laboratorio Berkeley y JGI. Si se desea comprender cmo es que estn codificados ciertas caractersticas como el lenguaje y el conocimiento, se debe estudiar el ADN nuclear.

El Dr. Edward Rubin es un geneticista investigador del JGI. Ha sido pionero en el campo de la metagenmica, en la cual el ADN es extrado directamente de una muestra ambiental y utilizado para obtener un perfil de la comunidad microbiana dentro de la muestra. James Noonan es un miembro post-doctoral en el grupo de investigacin de Rubin. Roy Kaltschmidt, Berkeley Lab Creative Services Office

El estudio de genomas antiguos a partir de material fsil y secuenciando directamente el ADN, tal como ha sido hecho para los genomas de humanos y de otros organismos contemporneos, representa un gran reto. A medida que el fsil envejece, su ADN resulta degradado por procesos qumicos. Tambin se contamina con el ADN de los microbios que colonizan tanto al fsil como a su medioambiente cercano, y por otros organismos, incluyendo a los humanos que manejan el fsil.

Mientras que el grupo liderado por Pbo intenta secuenciar directamente el genoma neanderthal, Rubin, Noonan y sus colegas estn enfrentando el reto ADN con una solucin nica, que es descrita como una aproximacin dirigida. Esencialmente, inmortalizan todo el ADN de una muestra fsil en bibliotecas metagenmicas donde los fragmentos individuales del ADN antiguo son propagados en microbios. Este ADN propagado puede ser secuenciado, o secuencias especficas pueden ser especficamente rescatadas de la biblioteca para su estudio.

Dijo Noonan: Como la secuenciacin directa es aleatoria, no se pueden perseguir secuencias especficas para genes que puedan ser diferentes entre los neanderthales y los humanos modernos. En lugar de eso, hay que esperar que las secuencias aparezcan en las lecturas, lo que puede tomar muchsimo tiempo. Al mismo tiempo, con la secuenciacin directa, una vez que el ADN ha sido secuenciado, se ha perdido, y hay que conseguir ms a partir del espcimen. En principio, el uso de la aproximacin dirigida en la biblioteca permite eludir ste y otros problemas. Una vez que el ADN neanderthal ha sido clonado utilizando nuestro mtodo, lo tenemos para siempre, y podemos tomar secuencias especficas de la biblioteca cada vez que las necesitemos.

Como los hallazgos informados en el artculo de Science sugieren que nicamente un 0,5 por ciento del genoma neanderthal difiere del genoma humano moderno, el enfocar la atencin cientfica sobre esas secuencias promete ser ms eficiente y ms barato que el intento de secuenciar directamente todo el genoma neanderthal. A la vez, la aproximacin de la biblioteca metagenmica permite a los cientficos obtener secuencias especficas de mltiples especmenes neanderthal con precisin y sin la necesidad de generar una gran cantidad de secuencias aleatorias.

Para obtener los resultados informados en su artculo de Science, Rubin, Noonan y sus colegas extrajeron todo el ADN de un fmur de 38 000 aos de antigedad de un espcimen neanderthal macho de Vindija, Croacia. Utilizando una combinacin de tecnologas de secuenciacin desplegadas en el Proyecto Genoma Humano, ms una nueva tecnologa de pirosecuenciacin paralela masiva, en la cual enormes cantidades de secuencias ADN son generadas rpidamente y con bajo costo, pudieron recuperar seis millones de pares base de ADN contaminante en el fsil. Un factor crtico para ayudar a confirmar que el ADN recuperado era neanderthal y no humano moderno fue la corta longitud de las secuencias individuales neanderthal.

Dijo Rubin: Hemos determinado que los antiguos fragmentos de ADN neanderthal en la muestra tenan una longitud de 50 a 70 pares base, en comparacin con los cientos o miles de pares base en longitud del ADN humano contemporneo que podra haber contaminado al fsil. Esto tiene sentido, ya que el ADN humano moderno no habra sufrido 38 000 aos de ataques que ha experimentado el ADN neanderthal.

La comparacin del genoma neanderthal con los genomas de los humanos modernos y de los chimpancs mostr que en mltiples lugares las secuencias del ADN neanderthal coincida con el ADN chimpanc pero no con el humano moderno.

Esto nos permiti calcular por primera vez en qu momento de la prehistoria Homo sapiens y Homo neanderthalensis se unen en un genoma nico, agreg Rubin.

Los estudios genmicos comparativos de esta investigacin indicaron que el ancestro gentico comn de los neanderthales y de los humanos modernos vivi hace unos 706 000 aos. Los ancestros de todos los humanos modernos y de los neanderthales se separaron en dos especies diferentes unos 330 000 aos despus.

Rubin y sus colegas pudieron tambin arrojar nueva luz sobre la antigua cuestin sobre si los neanderthales y los humanos modernos se entrecruzaron a lo largo de los miles de aos durante los cuales las dos especies cohabitaron en diferentes lugares de Europa. Algunos cientficos han sugerido que en lugar de extinguirse, los neanderthales desaparecieron por entrecruzamiento con las poblaciones aplastantemente ms numerosas del Homo sapiens.

Diferenciacin humano moderno-neanderthalEl anlisis del ADN genmico proveniente de huesos de neanderthales indic que Homo sapiens y Homo neanderthalensis compartieron por ltima vez un ancestro comn hace aproximadamente 700 000 aos. Los dos homnidos se separaron en especies diferentes hace unos 400 000 aos, sin que haya evidencia de cruzamiento significativo entre ellas, despus de ese momento. J. Pritchard / University of Chicago / Berkeley Lab (pulsar sobre la imagen para ampliarla)

Dijo Rubin: Si bien no podemos concluir definitivamente que el entrecruzamiento entre las dos especies de humanos no ocurri, el anlisis del ADN nuclear de los neanderthales sugiere una baja probabilidad de que haya ocurrido en algn nivel apreciable.

Con su aproximacin basada en una biblioteca metagenmica para el anlisis y la secuenciacin de genomas, Rubin y Noonan creen que, en el futuro, los cientficos podrn estudiar secuencias especficas dentro del genoma neanderthal para determinar los cambios genticos que distinguen a los humanos modernos de sus primos neanderthales. Entre otras ventajas, esto podra ayudar a responder al ms persistente de los misterios: Por qu se extinguieron los neanderthales?

Adems, dijo Rubin, la investigacin de la biblioteca del genoma neanderthal facilitar futuras exploraciones cientficas, basadas en secuencias, de las caractersticas neanderthales, caractersticas que posiblemente nunca podran haber sido exploradas basndose en los pocos huesos y artefactos asociados que han podido identificar los antroplogos.

Los co-autores Smith, Alessi, Chen y Platt estn relacionados el el JGI. Los co-autores Pritchard, Coop y Kudaravalli trabajan en el Departamento de Gentica Humana de la Universidad de Chicago. El co-autor Krause es miembro del grupo investigador de Pbo en el Instituto Max Planck de Antropologa Evolutiva.

Esta investigacin fue apoyada por Berkeley Lab y financiada parcialmente por becas de los Institutos Nacionales de Salud. El Departamento de Energa de los EE.UU. proporciona apoyo operativo para los usuarios de la instalacin JGI.

Berkeley Lab es un laboratorio nacional del Departamento de Energa de los EE.UU. localizado en Berkeley, California. Realiza investigacin cientfica no clasificada y es administrado por la Universidad de California.

Gibraltar, el ltimo refugio para el hombre de Neandertal

Paul Rincon. Reportero cientfico, BBC News, Gibraltar

Recientes hallazgos sugieren que nuestro "primo evolutivo": el Neanderthal, podra haber sobrevivido en el sur de la pennsula ibrica hasta hace apenas 24.000 aos.

Nuestro primo lejano, el Neandertal, podra haber sobrevivido en Europa mucho ms tiempo del que se crea.

Un estudio publicado en la revista Nature seala que esta especie habra vivido en la cueva de Gorham, Gibraltar, hace 24.000 aos.

Se crea que el hombre de Neandertal haba desaparecido unos 35.000 aos atrs, al tiempo que el hombre moderno se abra paso a travs del continente.

Pero las nuevas pruebas sugieren que los Neandertales permanecieron muy al sur de Europa tras la llegada del Homo sapiens.

El equipo de investigadores cree que el Neandertal de Gibraltar pudo llegar a ser el ltimo de su especie.

"Sin lugar a dudas, el estudio demuestra que la actual cueva de Gorham fue el ltimo lugar del planeta donde sabemos con certeza que vivieron los neandertales," afirma el principal autor del estudio, el profesor Clive Finlayson, director de patrimonio cultural del museo de Gibraltar.

Herramientas avanzadas

A pesar de que en el pasado se mantena que los neandertales fueron nuestros ancestros, hoy en da son considerados como una especie que dej de evolucionar.

Entraron a formar parte de la prehistoria hace aproximadamente 230.000 aos y, en su plenitud, estos rechonchos y forzudos cazadores se impusieron a lo largo de un amplio territorio que se extenda desde las islas Britnicas y el oeste de la pennsula Ibrica hasta el sur de Israel y el este de Uzbekistn.

Nuestra propia especie, el Homo sapiens, evolucion en frica y cerca de 40.000 aos despus de su llegada a Europa desplaz al Neandertal.

Cientficos de Gran Bretaa, Espaa, Gibraltar y Japn realizaron la prueba del Carbono 14 sobre el carbn vegetal empleado en las antiguas hogueras que fue desenterrado a gran profundidad en la cueva de Gorham, situada en Gibraltar, una montaosa pennsula en el extremo sur de Espaa.

El carbn procede de las capas de tierra de la cueva donde los arquelogos haban extrado con anterioridad ciertas herramientas de piedra creadas exclusivamente por el hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis).

Las primeras muestras de carbn datan de hace 33.000 aos mientras que las ms recientes son de hace 24.000 aos, mucho ms recientes de lo que nadie se hubiera imaginado.

Sin embargo, no hay pruebas determinantes de su existencia hace 24.000 aos y por ello los investigadores solo pueden afirmar con certeza que los neandertales estuvieron en la cueva hasta hace 28.000 aos.

Grandes recursos naturales

Con todo, esta fecha convierte a la cueva de Gorham en el lugar de ocupacin de los neandertales ms reciente que se conoce.

Los cientficos creen que se trataba de un lugar privilegiado donde las partidas de caza se refugiaban del fro durante la ltima glaciacin.

El refugio rocoso tiene buena ventilacin y est relativamente bien iluminado, con una cubierta alta y abovedada destinada a que el humo del fuego encendido ascendiera desde la parte inferior de la cueva en lugar de quedarse al nivel del suelo asfixiando as a sus ocupantes.

Debido a que en aquel entonces el nivel del mar era inferior, el pen estaba rodeado de una llanura costera en lugar de agua. Cubiertas por pantanos en algunos lugares y por dunas de arena en otros, las llanuras se convirtieron en el hbitat de numerosos y diversos animales.

El profesor Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, afirma que el Pen habra proporcionado un estratgico coto para el cazador neandertal: "Excelente si uno pretende controlar sus recursos y averiguar por donde aparecer su prxima comida. En lo alto del pen es posible que hubiera animales como bices, y en la llanura abierta ciervos y probablemente caballos y conejos. Sabemos que se alimentaban de mariscos y hasta de tortugas, que seguramente se cocan en su propio caparazn".

Un cambio radical

El profesor Stringer cree que el emplazamiento permite comprender los motivos de la extincin del hombre de Neandertal: "Durante aos la mayora de nosotros solamos buscar un nico motivo para la desaparicin de los neandertales, como que nos habamos cruzado genticamente, que nos habamos impuesto o que los habamos aniquilado". Segn Stringer, "las pruebas halladas en Gibraltar refuerzan la teora que en los ltimos aos ha tomado fuerza de una serie de acontecimientos complejos como la causa. El hombre moderno no apareci y el neandertal desapareci sin ms".

Una de las teoras sobre la extincin del hombre de Neandertal los haca desaparecer rpidamente a medida que el hombre moderno se extenda por Europa. El hombre moderno est bajo sospecha aunque las nuevas pruebas apuntan hacia la importante influencia del cambio climtico.

Durante las anteriores glaciaciones, los neandertales sobrevivieron en reducidos grupos locales, reapareciendo cuando las condiciones mejoraban. Aunque parece que la ltima glaciacin se caracteriz por una serie de rpidos e intensos cambios climticos que alcanzaron su mximo exponente hace 30.000 aos.

Es probable que estos cambios fueran ms pronunciados en la zona ms septentrional de Europa, donde se podra haber desequilibrado la balanza entre el neandertal y el hombre moderno en favor de este ltimo.

El clima de Gibraltar sirvi de abrigo durante la mayora de esos cambios aunque empeor con el paso del tiempo. Los ltimos datos registrados a gran profundidad del mar revelan que las temperaturas descendieron bruscamente hace unos 24.000 aos, lo que pudo ocasionar condiciones de sequa en la zona y al mismo tiempo la disminucin del nmero de presas que los neandertales podan cazar.

En declaraciones del profesor Finlayson a BBC News: "Si la poblacin de neandertales se redujo al lmite, eso fue suficiente para abocarles a su extincin".

El estudio al completo se presentar en la Conferencia de Calpe, que se celebrar del 14 al 17 de septiembre en Gibraltar.

Recostruccin del nio Neanderthal de Devils Tower

Los restos del nio de Devils Tower (Gibraltar), que se descubrieron en 1926 (GARROD, 1928) y cuyas caractersticas se pueden incluir dentro de las musterienses ya que las comparte muchos otros fsiles neandertales euroasiticos aunque no se pueda considerar geogrficamente como tal. Se piensa que probablemente derivase de la poblacin neandertal tpica europea (1). Consiste en una mandbula y un maxilar derecho asociado a la misma, junto a otros restos craneales atribuidos a un nico individuo, un nio de unos 3-5 aos. Tambin en Gibraltar, se encuentran los yacimientos de Forbes Qarry, y de Gorham's Cave, donde se encontr al llamado Hombre de Gibraltar, un Homo Neandertalensis errneamente atribuido en un principio a una nueva especie el Homo calpicus (de Calf, antiguo nombre de Gibraltar)(2).

Reconstruccin estereolitogrfica.Crdito: Christoph P.E. Zollikofer______________________________________________________________________________________

1. M. C. Dean, C. B. Stringer, T. G. Bromage. Age at death of the neanderthal child from Devil's Tower, Gibraltar, and the implications for the studies of general growth and development in the neanderthals. American Journal of Physical Anthropolog. 70: 301-309 (1986), pp. 301-309.

2. G. Grant Mc. Curdy. Neandertal man in spain: the lower jaw of Baolas. American Anthropologist. New Series, Vol. 17 (Oct-Dec 1915) pp. 759-762.

Tejido suave desde un nio moderno de 4 aos al nio Neanderthal de Devils Tower

Crdito: Christoph P.E. Zollikofer

Modelando el tejido suave.Crdito: Christoph P.E. Zollikofer

Modelo reconstruido.Crdito: E. Days (Pars) / Christoph P.E. Zollikofer

Humanos modernos y neanderthales.

Mil aos de convivencia

Ha surgido nueva evidencia de que nuestros primos habitaron junto a nosotros el centro de Francia por al menos un milenio.

Pocos captulos en la aparicin del Homo sapiens, que es como se conoce a la humanidad moderna, han generado tanto debate como el destino de los neanderthales.

Ms bajos y rechonchos que el Homo sapiens, pero con cerebros ms grandes, los neanderthales vivieron en Europa, en partes de Asia Central y en Medio Oriente durante unos 170 000 aos.

Pero los vestigios de los neanderthales desaparecen hace entre 28 000 a 30 000 aos.

En ese punto el Homo sapiens, una sub-especie lista y en ascenso de humanos que se origin en el este de frica, se convirti en la indiscutida duea del planeta.

Pero que sucedi con los neanderthales?

Reconstruccin de mujer neanderthal.

Crdito: Bacon Cph/Morton Jacobsen

Una corriente de opinin dice que los neanderthales no desaparecieron sbitamente del mapa, sino que gradualmente se mezclaron con el Homo sapiens, culturalmente y quizs sexualmente. Como resultado, hubo entrecruzamiento, lo que significara que hoy supuestamente llevamos algo del legado gentico de los neanderthales.

Pero un estudio reciente da un fuerte golpe a esta teora. Muestra que los dos homnidos s co-existieron durante largo tiempo, pero no hay ninguna evidencia de entrecruzamiento.

De hecho, apunta a la probabilidad de que los neanderthales se agotaron, y su linaje desapareci entre la hambruna y el fro de la Edad de Hielo.

Paul Mellars, un profesor de prehistoria y evolucin humana de la Universidad de Cambridge y sus colegas fecharon huesos fsiles preservados por arquelogos franceses que excavaron cuidadosamente capas de terreno en un sitio denominado la Grotte aux Fees (la Gruta de las Hadas).

La cueva, localizada en Chatelperrron entre los valles del Loire y del Allier, ya es famosa como un antiguo hbitat neanderthal. Pero lo que lo hace de especial inters son los artefactos de hueso y pedernal que llevan los tpicos sellos del Homo sapiens y que fueron hallados tambin aqu.

El equipo del profesor Mellars aplic la moderna herramienta del fechado por radiocarbono para obtener una idea precisa sobre la edad de las herramientas de hueso y compar esas fechas con las capas de terreno en las que se encontraron y con los datos sobre el clima que exista en aquella poca.

Los investigadores descu- brieron que los neander- thales vivieron en la cueva aproximadamente entre 40000 y 38000 aos atrs, cuando el clima era (para la ltima Edad de Hielo) relativamente sua-ve.

Luego, lleg un sbito y prolongado golpe fro, cuando la temperatura descendi tanto como 8 grados centgrados y el Homo sapiens (que aparentemente migraba hacia el sur en busca de climas ms clidos) habit las cavernas por unos 1 000 o 1 500 aos. Despus de so, el clima volvi a calentarse ligeramente.

En ese punto, Homo sapiens se mud y los neanderthales regre-saron, permaneciendo por un perodo que se extendi desde hace 36 500 aos hasta hace 35 000 aos. Y despus de eso, ya no hubo ms signos de ellos.

Es la primera prueba categrica de que los neanderthales y los seres humanos modernos vivie-ron juntos en Francia durante ms de 1000 aos, dijo el pro-fesor Mellars. Tambin dice que hay evidencia convincente de la vulnerabilidad de los neande-rthales frente al cambio clim-tico y al surgimiento de rivales ms listos y adaptables.

Muchos destacan que los neanderthales estaban mejor adaptados biolgicamente que los humanos modernos para vivir en condiciones glaciales, que estaban construidos en forma parecida a los esquimales y que eran anatmicamente mejores para enfrentar las condiciones fras, mientras que los humanos modernos provenan de frica, donde haban evolucionado con cuerpos que eran ms altos y delgados y que no conservaban tan bien el calor, dijo.

Sin embargo, aqu est la evidencia de que los humanos modernos podan enfrentar las condiciones fras mejor que los neanderthales gracias a la cultura y a la tecnologa, por ejemplo con mejores ropas, mejor control del fuego y quizs con mejores refugios.

El profesor Mellars dice que los neanderthales y el Homo sapiens vivieron probablemente unos junto a otros por largos perodos. Pero dice tambin que no se ha encontrado evidencia de interaccin cultural y que los exmenes de ADN en muestras tomadas a 1 000 europeos no han encontrado ningn rastro de genes neanderthales.

En resumen, los indicadores apuntan a la probabilidad de que Homo sapiens aplast o expuls a los neanderthales en la lucha por la supervivencia.

Anciano neandertal, segn una reconstruccin de los hermanos Adrie y Alfons KennisVendrn nuestros grandes cerebros de los Neanderthales?

Los cientficos han venido debatiendo desde hace largo tiempo si los Neanderthales, que desaparecieron hace aproximadamente 35 000 aos, se cruzaron alguna vez con los humanos modernos Homo sapiens.

Recientemente un equipo de antroplogos anunci el hallazgo en Rumana de unos extraos restos humanos con rasgos tanto de Neanderthales como de Homo sapiens. Ahora, otro equipo, tras estudiar cierto gen, sugiere que ambas especies pudieron realmente cruzarse.

WASHINGTON (Reuters) Los Neanderthales podran haber dejado a los humanos modernos, por quienes fueron reemplazados, un regalo valiossimo: un gen que nos habra ayudado a desarrollar nuestro cerebro superior, segn informaron cientficos estadounidenses este pasado martes.

Y la nica forma por la que pudieron transmitirnos ese regalo tendra que ser la hibridacin entre especies, coment el equipo del Instituto Mdico de la Universidad de Chicago.

El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, aporta evidencias indirectas de que los modernos Homo sapiens y los as llamados Neandertales se cruzaron entre si en algn momento, cuando ambas especies convivan en Europa.

Encontrar evidencias de esta mezcla es algo absolutamente sorprendente, pero nuestro estudio demuestra la posibilidad de que el entrecruzamiento contribuyera con variantes ventajosas al conjunto de los genes humanos, las cuales se transmitieron posteriormente, dijo Bruce Lahn, investigador del Instituto Mdico de la Universidad de Chicago que dirigi el estudio.

Los cientficos han debatido desde hace largo tiempo si los Neandethales, que desaparecieron hace unos 35 000 aos, procrearon alguna vez con los Homo sapiens. Se considera que los Neandertales eran ms primitivos, con huesos ms robustos pero con un menor intelecto que los humanos modernos.

El equipo de Lahn encontr un gen en el cerebro que parece haber entrado en el linaje humano hace aproximadamente 1,1 millones de aos, y que posee una forma moderna (o alelo) que apareci hace 37 000 aos; justo antes de que se extinguieran los Neandertales.

El gen microcefalin (MCPH1) regula el tamao del cerebro durante la fase de desarrollo y ha experimentado una seleccin positiva en el linaje que condujo al Homo sapiens, escriben los investigadores.

La seleccin positiva quiere decir que el gen confiri alguna clase de ventaja, de modo que las personas que lo posean tenan ms posibilidades de transferrselo a sus descendientes que los que no lo tenan. El equipo de Lahn estim que el 70 por ciento de todos los seres humanos vivos poseen esta variante de tipo D del gen.

Este hallazgo no constituye, bajo ningn concepto, una prueba definitiva de que los Neandertales sean la fuente de la copia original de este alelo D. Sin embargo, nuestras evidencias demuestran que es uno de los mejores candidatos, coment Lahn.

Los investigadores alcanzaron sus conclusions tras efectuar un anlisis estadstico de la secuencia del ADN del gen microcefalin, del que se sabe que juega un papel importante en la regulacin del tamao del cerebro en los humanos. Las mutaciones en este gen causan el desarrollo de un cerebro mucho ms pequeo, condicin conocida como microcefalia.

Rastreando mutaciones pequeas y ms regulares, los investigadores pudieron observar el reloj gentico del ADN y fechar la variacin gentica en hace 37 000 aos.

Se dieron cuenta de que este alelo D es muy comn en Europa, donde los Neandertales vivieron, y ms raro en frica, donde no existieron. Lahn coment que no est muy claro la clase de ventaja que el alelo D dio al cerebro humano.

Tal vez los alelos D ni siquiera cambiaron el tamao del cerebro; tal vez solo hicieron que el cerebro fuese un poquito ms eficiente, si es que de verdad afectaron a las funciones cerebrales, coment Lahn.

Ahora su equipo est buscando evidencias de origen Neanderthal en otros genes humanos.

Fuente noticia: CNN.com

Traducido por Miguel Artime para

La diversidad gentica de los neanderthales

Una secuencia de ADN de 100 000 aos de antigedad arroja nueva luz sobre esa especie humana extinguida.

Al recuperar y secuenciar ADN intacto de un espcimen neanderthal especialmente antiguo, los investigadores descubrieron evidencia que sugiere que la diversidad gentica entre los neanderthales era mayor que la supuesta previamente.

Los hallazgos sugieren tambin que la diversidad gentica pudo haber sido mayor en perodos neanderthales ms tempranos con relacin a los ms tardos, ms prximos al arribo de los humanos en Europa.

Un nuevo haplotipo neanderthal fue recuperado de un espcimen de 100 000 aos de edad de la cueva de Scladina. Confirma que los neanderthales y los humanos modernos son nicamente parientes lejanos, pero concomitantemente revela que la diversidad gentica de los neanderthales haba sido subestimada hasta ahora. Photo courtesy of G. Focant, Ministere de la Region Wallonne, Belgium. Publishing in the June 6th, 2006 Current Biology

Se cree que los cambios en la diversidad gentica a lo largo del tiempo reflejan los eventos poblacionales, tales como los cuellos de botella de baja poblacin causados por enfermedades o cambio medioambiental, as como la influencia de cambio gentico aleatorio.

Los descubrimientos son publicados en el nmero del 6 de junio de Current Biology por un grupo de investigadores entre los que se encuentra Ludovic Orlando y que es liderado por Catherine Hni de la Ecole Normale Suprieur en Lyon, Francia.

Los neanderthales fueron los nicos representantes del genus Homo en Europa durante la mayor parte de los ltimos 300 000 aos, y se extinguieron poco despus de la llegada al continente de los humanos modernos, hace alrededor de 30 000 aos.

Trazas de secuencias ADN mitocondrial (ADNmt) que todava se encuentran en huesos fosilizados han sido utilizadas en estudios anteriores en un esfuerzo por identificar y rastrear el potencial legado gentico de los neanderthales entre los europeos modernos. Aunque tal continuidad gentica podra haber sido el sello de inter-fecundacin entre los humanos modernos y los neanderthales durante el perodo de su coexistencia europea, las secuencias ADNmt de nueve especmenes neanderthales que han sido analizadas hasta la fecha, y que vivieron durante la poca de cohabitacin, no se corresponden con las que se encuentran en los humanos modernos, sugiriendo que tuvo lugar un muy poco entrecruzamiento, si es que sucedi.

En su nuevo trabajo, la Dra. Hni y sus colegas informan ahora sobre la ms antigua secuencia ADNmt neanderthal jams recuperada. El espcimen analizado consiste en un molar de un nio de 10 a 12 aos de edad que vivi en el valle de Meuse (cueva de Scladina, en Blgica), hace unos 100 000 aos. El espcimen proporcion 123 bp de ADNmt, una seccin muy corta de ADN para los estndares modernos de secuenciacin, pero todo un logro tcnico considerando la muy antigua fuente del tejido.

Neanderthal ABC net: http://www.abc.net.au/beasts/evidence/prog6/page5.htm

La razn para elegir un espcimen tan antiguo fue simple: sin duda alguna es anterior al perodo en el cual los neanderthales cohabitaron con los humanos modernos. Comparando esta secuencia con las secuencias neanderthales ya publicadas, considerablemente ms recientes, los investigadores buscaron revelar si el pool de ADNmt exhiba una estabilidad de largo plazo o alguna modificacin drstica alrededor de la poca de cohabitacin con los humanos modernos. Haba una segunda razn para prestar atencin al molar de Scladina: haba sido descubierto muy poco tiempo antes. Esto significaba que todos los individuos que haban estado en contacto con l eran conocidos, y sus ADN podan ser secuenciados para detectar cualquier posible contaminacin de la muestra neanderthal con ADN humano moderno.

La secuencia neanderthal de Scladina confirma que los neanderthales y los humanos modernos son apenas parientes lejanos; las secuencias neanderthal estn ms cerca unas de otras que a cualquier otra secuencia humana conocida. Pero el estudio revela tambin que la diversidad gentica de los neanderthales haba sido subestimada. De hecho, la muestra de ADNmt de Scladina es ms divergente con relacin a los humanos modernos que el ADNmt de neanderthales recientes, sugiriendo que los neanderthales eran un grupo genticamente ms diverso que lo supuesto previamente.

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Ludovic Orlando y Catherine Hnni de CNRS, UCB Lyon 1, y Ecole Normale Suprieure de Lyon en Lyon, Francia; Pierre Darlu de INSERM y Hpital Paul Brousse en Villejuif, Francia; Michel Toussaint del Ministre de la rgion Wallone en Namur, Blgica; Dominique Bonjean de ASBL Archologie Andennaise en Sclayn, Blgica; Marcel Otte of Universit de Lige en Lige, Blgica.

Orlando et al.: "Correspondence: Revisiting Neanderthal diversity with a 100,000 year old mtDNA sequence." Current Biology 16, R400-402, June 6, 2006. www.current-biology.com

Reconstruccin de un nio y anciano neandertales realizada por Elisabeth Daynes

El "origen remoto" del Homo sapiens:

Una teora alternativa de la evolucin humana

Juan Luis Domnech Quesada

Resumen

Cada nuevo descubrimiento paleoantropolgico aade ms confusin a las teoras sobre la evolucin humana. Resulta ya obvio que ninguno de los dos modelos actualmente existentes, el "origen multiregional" y el "origen africano reciente", ha conseguido explicar los entresijos de nuestros, cada vez ms inciertos, orgenes.

La primera de estas teoras sostiene que la especie humana se vendra fraguando durante largo tiempo, unos 2 millones de aos, en diversas partes del mundo, a partir de las poblaciones de Homo erectus, aunque vinculadas entre s, por intercambio gnico. El segundo modelo sugiere que todas las poblaciones humanas modernas descienden de una misma poblacin que surgira en frica, hace unos 150.000 aos.

En este artculo ofrecemos una teora alternativa capaz de dar respuesta a la ingente cantidad de interrogantes abiertos en la ltima dcada: el "origen remoto del Homo sapiens", la cual se basa en la evolucin regresiva que siguieron todas las lneas de homnidos conocidos, y que les ha llevado, invariablemente, a la extincin.

Introduccin

Anteriormente, realizamos una interpretacin alternativa del rbol evolutivo de los homnidos, basada en la evidencia de que las formas que, hasta hace poco tiempo, figuraban como destacados y cruciales antepasados del Homo sapiens, estaban siendo paulatinamente apartadas de nuestra lnea evolutiva: los casos ms destacados eran el hombre de neandertal y algunas formas de Homo erectus, pero similares indicios se daban en todas las dems lneas de homnidos y Homo conocidas (Domnech, 1999).

Decamos que el origen de los homnidos podra ser miocnico (el perodo que va desde los 25 a los 5,5 millones de aos -ma en adelante-) y no pliocnico (desde los 5,5 ma hasta la actualidad); que dicho origen podra ser euroasitico y no africano; que todas las lneas homnidas conocidas presentan indicios de reversin a condiciones ancestrales o simiescas; y que la antiguedad de Homo y del hombre moderno podra ser mucho mayor de lo que se piensa, derivando de ellos todos los dems.

Ni la tesis de la antiguedad del H. sapiens es nueva, ni, por supuesto, la idea de reversin evolutiva. E. Mayr deca en 1979 que "cuando se estudia la tendencia de un carcter resulta incoherente, ya que cambia de direccin repetidamente, y, a veces, incluso se invierte". J.L Arsuaga (2001) opina que "las reversiones, o vuelta atrs, en el tamao de los molares y en el grosor del esmalte no son, ni mucho menos, impensables, ya que dependen del cambio en las dietas". Son muchos los paleontlogos o evolucionistas modernos que saben que la reversin evolutiva es un hecho, aunque esta sea mucho ms frecuente de lo que habitualmente se cree. No merece la pena citar a los antiguos paleontlogos que vieron claro este fenmeno, en el cual se fundamentaron teoras como la de la "senilidad racial", segn la cual, todos los linajes tienden al envejecimiento y a la extincin tras un periodo de desarrollo y madurez (Bowler, 1985).

Desconcertantemente, tal hecho, crucial en evolucin, pasa desapercibido en toda interpretacin evolutiva y, especialmente en las dos teoras predominantes sobre la evolucin del hombre (figura 1): a) el modelo del "origen multirregional", por el que todas las poblaciones humanas modernas remontan al Homo erectus y evolucionan de forma independiente, aunque intercambiando los suficientes genes entre s como para mantenerse dentro de la misma especie (Thorne et al., 1992); y b) el modelo del "origen africano reciente", por el que el hombre moderno derivara de una nica poblacin ancestral del "tipo erectus" (en el momento actual Homo ergaster) que habitara un nico lugar, probablemente frica, hace unos 150.000 a 200.000 aos (Wilson et al., 1992).

Figura 1. Modelos que intentan explicar el origen del hombre moderno. A la izquierda el "modelo multiregional" y en el centro el modelo del "origen nico africano reciente" o de la "sustitucin" (tomado de Ian Tattersall, 1997). A la derecha el "origen remoto del hombre", modelo alternativo a los anteriores, segn el cual la poblacin original aparecera antes que las formas del "tipo erectus", probablemente en Eurasia, y de la cual se iran segregando las diferentes formas de homnidos conocidas. frica y otras zonas clidas seran zonas poco propicias para la generalizacin, la cooperacin y el progreso y ms idneas para la especializacin, la competencia y el retorno a antiguas condiciones simiescas.

Son muchos los cientficos, como Lawrence G. Strauss, de la Universidad de Nuevo Mxico, que admiten abiertamente que con cada nuevo hallazgo paleontolgico se incrementan los enigmas, haciendo que nuestras teoras se tambaleen por todos los flancos. Ante esta perspectiva, parece evidente que debemos contar con nuevas interpretaciones y nuevas alternativas que nos permitan buscar una salida.Ofrecemos en este artculo la hiptesis del "origen remoto del H. sapiens", por la cual ste aparecera mucho antes que cualquier forma conocida del "tipo erectus", es decir hace al menos unos dos millones de aos, y probablemente fuera de frica. De esta lnea progresiva derivaran todas las poblaciones de homnidos conocidas posteriores.

Regresin de Homo floresiensis

Si partimos de uno de los ltimos homnidos que han vivido, el recientemente descubierto Homo floresiensis, con tan solo unos 18.000 aos de antigedad, podemos ver con claridad la esencia de la evolucin regresiva que vamos a tratar en este artculo (figura 2). A pesar de la existencia de variantes pigmeas en muchas especies animales (caballos, gallinas, etc.), la mayor parte de los evolucionistas se niegan a aceptar la existencia de evolucin inversa, por ejemplo en el tamao del cuerpo o cualquier otra caracterstica morfolgica.

Figura 2. Evolucin regresiva del Homo sapiens. Se acumulan los indicios que apuntan a la existencia de una lnea homnida "progresiva" muy antigua, a partir de la cual radiaran o segregaran todos los homnidos pliocnicos conocidos. (1) dentro de Homo erectus podramos incluir otras formas, como H. antecessor u H. georgicus, si bien este ltimo (como H. modjokertensis y otros restos asiticos similares) parece ser ms bien el punto final de la regresin de los Homo habilis; (2) representamos en una nica lnea a todos los australopitecos "grciles", o "chimpancs bpedos", nombre que podemos atribuir tambin al grupo Ardipithecus-Orrorin-Sahelanthropus, del que tambin podra haber derivado el chimpanc actual.

Pero, ahora, ya no queda ms remedio que aceptar que el pigmeo Homo floresiensis -que, segn leyendas indgenas, podra haber vivido hasta hace unos 300 aos- tuvo que derivar de una especie que se cree que habit en el sudeste asitico hasta hace unos 27.000 aos: el robusto Homo erectus (ro Solo, en Ngandong, Java). Sea por aislamiento o por la razn que sea, los expertos no encuentran otra explicacin.

Pero, no debemos olvidar que el hombre moderno tambin habit estas tierras, y mucho ms profusamente que el H. erectus, durante al menos los ltimos 60.000 aos, fecha atribuida al esqueleto de Lago Mungo 3, el ms antiguo de Australia. Noble et al (1997) fijan, de hecho, el origen del pensamiento simblico en la travesa martima que tuvo que efectuar el hombre moderno, hace ms de 40.000 aos, para llegar a Australia. Parece pues evidente y mucho ms probable que Homo floresiensis pueda haber derivado de Homo sapiens.

En cualquier caso, este descubrimiento ha roto (una vez ms, pues existen varios ejemplos) con la idea de la encefalizacin o tamao creciente del cerebro. As que, si la capacidad cerebral del H. erectus o del H. sapiens supera los 1000 centmetros cbicos (en adelante cc).; y si estos dan lugar a un hombre de apenas un metro y medio, unos 30 kilos de peso, y apenas 400 cc de capacidad craneal (menos que la del chimpanc), de qu otra forma se puede llama a ese tipo de evolucin?. Algunos autores se sienten incmodos con la idea de una evolucin regresiva, pero habr que poner algn nombre a un tipo de evolucin que, en este caso, ha hecho retroceder a este linaje hacia las caractersticas simiescas de sus antiguos parientes, los chimpancs.

Debido a tan diminuto tamao cerebral, Marta Mirazn, de la Universidad de Cambridge, niega que las herramientas lticas encontradas junto a los restos le pertenezcan, as como las que ya previamente se haban encontrado, con una antiguedad de unos 800.000 aos. Sugieren que tales herramientas tienen que pertenecer a especies ms avanzadas. Vamos a ver que este ejemplo se ha repetido numerosas veces en la evolucin humana.

Existen otros ejemplos de regresin reciente a partir del hombre de Cro-Magnon, referidos a tamao cerebral (Martn, 1994) o al tamao corporal (Kelso, 1978; Kates, 1994). J.L. Arsuaga (1999) cita, por ejemplo, la gran robustez del hmero de los auriacienses de Vogelherd (Alemania), destacando que "el esqueleto de los hombres posteriores de Cro-Magnon se hace ms ligero a lo largo del Paleoltico Superior, y aun ms en el Mesoltico", regresin que continuara hasta nuestros das.

Evolucin regresiva de neandertal

Si vamos un poco ms atrs en el tiempo nos encontramos con otro ejemplo absolutamente claro de regresin: la del neandertal, nuestro directo antecesor hasta hace poco tiempo, cuya idea ha tenido que ser abandonada ante la aplastante evidencia de las pruebas acumuladas.

Dicha involucin queda patente, por ejemplo, en el prximo oriente, donde han sido encontrados restos fosilizados de unos 100.000 aos de antigedad (Skhul o Qafzeh) atribuidos a H. sapiens, mientras que los restos neandertaloides encontrados en la misma zona (de Amud, Kebara o Tabun) tienen unos 60.000 a 28.000 aos, es decir, exactamente lo contrario de lo esperado (Bar-Yosef et al., 1993). Los indicios aumentan: 1) antes de la aparicin de estos sapiens no haba neandertales en esa regin; 2) la industria ltica de los hombres de Skhul y Qafzeh era musteriense, es decir, la tpica de los neandertales, lo que indicara que ya se encontraban en regresin hacia estos; 3) su desaparicin fue repentina, sin dejar rastro; 4) una de las mandbulas de los ltimos neandertales de la zona presentaba mentn, reminiscencia clara de sus antecesores.

La evidencia de que el hombre moderno ya no deriva del hombre de neandertal, sostenida hoy en da por muchos autores, entre ellos Ian Tattersall, Jeffrey H. Schwartz o Christopher B. Stringer, se apoya sobre todo en la divisin admitida de dos grupos de neandertales: los "progresivos" que, curiosamente, resultan ser los ms antiguos; y los "regresivos", o neandertales "tpicos", que son las formas ms recientes.

Como seala J.S. Levinton, de la Universidad de Nueva York, los ejemplos de reversin evolutiva son mucho ms frecuentes de lo que se cree y son provocados por la misma seleccin natural cuando una especie se hace muy especializada, reocupan ecosistemas abandonados antao, sobre todo en climas clidos, o las nuevas condiciones ambientales llevan a la lnea evolutiva a situaciones pasadas. Como dice Ernst Mayr esa especializacin suele llevar a la especie, no pocas veces, a un callejn sin salida y a la extincin.

El retroceso hacia condiciones ya pasadas vendra dado por una adaptacin y especializacin creciente hacia determinadas condiciones geogrficas y ambientales, alejndose de las caractersticas generalistas de la poblacin original (como las que presenta el hombre actual, principal motivo de su gran xito evolutivo). Resulta sugerente observar que el principal ncleo fosilfero procede de frica, un lugar muy propicio a la especializacin hacia condiciones de vida selvtica y arborcola.

Entre los primeros neandertales, ms generalistas (tambin llamados pre-neandertales), tenemos, por ejemplo, a los conocidos crneos de Steinheim (Alemania) y Swanscombe (Reino Unido), con una antigedad de entre 320.000 y 380.000 aos, tradicionalmente considerados Homo sapiens "arcaicos", y que, por determinadas caractersticas avanzadas (crneo posterior redondeado, sin prognatismo, fosas caninas como el H. sapiens, etc.) se suelen excluir de los neandertales clsicos. Tambin se aprecian algunos rasgos "modernos" en el crneo de Petralona (Grecia) con alta cara, sin prognatismo y unos 1230 cc de capacidad craneal; o en los restos de Vrtesszlls (Hungra), con ms de 1200 cc de capacidad craneal.

Luego vendra otro grupo, de entre 245.000 y 100.000 aos, con caractersticas que, segn Cervera et al. (2000), les entroncan claramente con los neandertales clsicos, como el crneo de Ehringsdorf (Alemania), que presenta reborde orbitario y moo occipital parecido a los neandertales, pero tambin rasgos avanzados: dolicocfalos, gran capacidad craneal (1450 cc), frente relativamente elevada y apfisis mastoides bien desarrolladas. Otros restos incluidos en este grupo son Fontechevade (Francia), quizs con 150.000 aos; Saccopastore (Italia), con unos 120.000 aos, Krapina A (Yugoslavia), con unos 100.000 aos, etc., presentando, todos ellos, rasgos ms modernos que sus sucesores. En Fontechevade, por ejemplo, se encontraron crneos sin la clsica arcada supraorbitaria, entre otros que s la presentaban. Aunque algo ms antiguos, los restos de la Sima de los Huesos de Atapuerca podran incluirse en este grupo ya que presentan algunos caracteres pre-neandertales en el crneo y mandbula.

Y, finalmente, tenemos a los neandertales clsicos, mucho ms especializados (es decir, menos generalistas o adaptables), casi todos con menos de 50.000 60.000 aos de antigedad, tales como el crneo de Gibraltar (unos 50.000 aos), el cual presenta frente huidiza, grueso reborde supraorbitario, rbitas muy grandes, moo occipital y cara en hocico; Monte Circeo (Italia), de unos 45.000 aos; Neander (Alemania), con unos 50.000 aos; La Chapelle o La Quina (Francia), con unos 50.000 aos, etc.

La hiptesis regresiva explica tambin el problema de los "hibridos" sapiens-neandertal. Tal "hibridacin" o mezcla de rasgos sapiens-neandertal, se encuentra por doquier, como, por ejemplo, en los fsiles de Vogelherd, en el sudoeste de Alemania, en los de Mladec, en Moravia, o en los de los Crpatos, en Rumana, representantes de los Homo sapiens europeos ms antiguos (30.000 a 36.000 aos). Curiosamente, tambin se encuentra esta mezcla de caracteres entre los neandertales ms recientes, como en los restos de Vindija, en Croacia (28.000 aos), y Lapedo, en Portugal (24.500 aos). Estos indicios de "hibridacin" morfolgica es lo que hace que algunos autores aun piensen (en contra de la mayora) que neandertal es nuestro antecesor. Se encuentran entre este grupo David W.Frayer, Milford H. Wolpoff, Erik Trinkaus o Cidlia Duarte.

La hiptesis regresiva explica perfectamente esta incongruencia: la presencia de crneos hbridos (con caracteres neandertales y sapiens) no puede explicarse suponiendo que sapiens deriva de neandertal, ya que las pruebas de ADN lo desmienten, pero s suponiendo justo lo contrario: si admitimos que todos los neandertales derivan de una forma moderna que existira hace ms de 400.000 aos, las primeras segregaciones presentaran ms cantidad de rasgos modernos que las ltimas, que es justo lo que se observa.

Esto explicara adems, las clsicas manifestaciones culturales atribuidas a Neandertal, como los famosos enterramientos encontrados por toda Europa, las supuestas herramientas avanzadas, junto a indicios de cabaas y hogares (Grotte du Renne o Saint-Csaire, en Francia), las lanzas de Krapina (Croacia), la caza organizada (Siria), etc: solo seran las lgicas reminiscencias de una cultura heredada superior, en continuo retroceso.

La nica poblacin que permanecera intacta, sin cruzarse (debido probablemente a barreras de tipo cultural), sera la poblacin "sapiens" o pre-sapiens original, la que dara lugar directamente a la humanidad moderna actual, motivo por el cual los genetistas no han encontrado indicios neandertales en nuestros genes (Sykes, 2001).

Incluso en frica existen indicios de este retroceso: el "hombre de Rodesia", encontrado en Broken Hill, Zambia, en 1921, con unos 200.000 aos de antiguedad (como su pariente el "hombre de Saldanha", Sudfrica) posea un crneo con frente inclinada, huidiza, como los neandertales europeos, incluso con una fuerte arcada ciliar, ms acusada y con el post-crneo anguloso. Sin embargo, los lados verticales del crneo eran "modernos", su capacidad enceflica era de 1300 cc, y los huesos de las extremidades eran ms esbeltos que los de neandertal. Tales caractersticas "modernas" hacen que, aun hoy, muchos autores, empeados en el origen africano del hombre, consideren - a falta de candidatos ms apropiados- que es antecesor del Homo sapiens actual, lo que vendra corroborado por los recientemente descubiertos restos de hombres modernos de Idaltu (Etiopa), los cuales, con una antiuedad de unos 160.000 aos, acabaran dando lugar al hombre actual.

Pero, nuestra interpretacin es justo la contraria, pues en absoluto est aclarada la relacin del hombre de Rodesia o de Idaltu con sus antecesores, el H. ergaster (extinguido 800.000 aos antes) o el H. antecessor (aun no descubierto en frica), ni con sus sucesores, el hombre artista europeo de hace 60.000 aos, cuyo avanzado arte aun no se ha encontrado en frica. Ms bien, el hombre de Idaltu apunta a lo siguiente: a) que en alguna parte del mundo existi un hombre moderno con una antigedad de cerca de 200.000 aos, edad muy prxima ya a los mismos orgenes del neandertal; b) que, en consecuencia, ste ltimo debe ser descartado como antecesor del hombre moderno, como tambin asegura la gentica; c) que existen muchas poblaciones, posteriores al hombre de Idaltu, ms primitivas, que, en consecuencia, pueden haber derivado de ste por simplificacin o regresin.

Incluso los llamados "pre-modernos" africanos posteriores, de alrededor de 130.000 120.000 aos, parecen ms primitivos que el hombre de Idaltu, como los restos del Klasies River Mouth (Surfrica), Ngaloba 18 (Tanzania), Ybel Irhoud (Marruecos) u Omo-Kibish (Etiopa). Como era de esperar, varios neandertaloides africanos, aun posteriores, como los de Libia (de unos 45.000 aos), sugieren que la pauta era exactamente la misma que la encontrada en Europa. Es tambin la misma regresin que ya observamos anteriormente con los hombres modernos de Skhul y Qafzeh, los cuales aparentemente desembocaron en las ms primitivas poblaciones de Amud, Kebara o Tabun (una de cuyas mandbulas, por cierto, tena mentn, quizs como una reminiscencia heredada de sus antecesores sapiens).

Deriven o no, los hombres de Skhul y Qafzeh, del hombre africano de Idaltu, su rastro se pierde de nuevo para reaparecer ms tarde, ahora en Europa, y ya como un autntico hombre de Cro-Magnon. No tengo la menor duda de que durante todo ese tiempo, la poblacin original se encontraba en algn lugar, pero ...dnde?; y sobre todo, desde cuando?.

La regresin de Homo heidelbergensis

Hoy en da todo el mundo admite que el corpulento hombre de Heidelberg, de 600.000 a 400.000 aos, es el antecesor de neandertal, lo que directamente equivale a admitir la regresin de toda esta lnea evolutiva. Entre los primeros representantes heidelbergenses tenemos la famosa y robusta mandbula de Mauer (Alemania) que dara nombre a la especie, con ms de 500.000 aos de antigedad, la misma edad que el hombre de Boxgrove, al sur de Inglaterra, del que se posee una tibia "completamente humana" a decir de sus descubridores. Podramos incluir entre estos, a los restos de Tautavel (Francia) o de Vrtesszlls (Hungra), con unos 400.000 aos.

Con las teoras surgidas a raz de los restos de Atapuerca, predomina la idea de que existira un antecesor comn (el Homo antecessor), de alrededor de 800.000 aos de antigedad, que dara lugar a la lnea "sapiens", por un lado, y a la lnea terminal Heidelberg-neandertal, por otro. Segn los descubridores de H. antecessor, este presenta algunas caractersticas ms modernas que las de sus sucesores (entremezcladas con otras de tipo heidelbergense o ergaster), como, por ejemplo, reduccin de los dientes, gracilizacin de la mandbula, incremento de la capacidad craneal, etc. Por este motivo, principalmente, se les apart de H. heidelbergensis y se cre una nueva especie. Una prueba de que H. antecessor derivara de formas ms avanzadas y de que l mismo se encontrara ya en regresin hacia Heidelberg-neandertal, es que fabricaba utensilios pre-achelenses (Modo I), ms primitivos que los de su supuesto antecesor africano Homo ergaster. Podemos establecer pues, la antigedad de esta lnea regresiva en alrededor de un milln de aos.

Un ejemplo de que el mismo proceso involutivo estaba sucediendo en frica, se encuentra con las robustas mandbulas de Ternifine, en Argelia (Atlanthropus), de unos 700.000 aos.

As pues, cada vez parece ms claro que la lnea Heidelberg-neandertal sigui un proceso degenerativo que culmin, como es obvio, con su extincin. Nada de extincin a manos de cromaones, nada de extincin por inadaptacin al fro, como ahora se sugiere (una absurda incongruencia cuando siempre se afirm que neandertal surgi como una adaptacin al fro europeo). Su extincin se debi, seguramente, a su creciente y excesiva especializacin. La robustez y fuerte constitucin de los primeros neandertales les ponen en relacin con algunas alteraciones patolgicas observables hoy en da, como la acromegalia, por ejemplo, un desorden de tipo hormonal que provoca crecimiento anormal de manos, pies y extremidades; grosor anormal de los huesos; degeneracin de la osamenta; descalcificaciones, artrosis, artritis, roturas seas, abultamiento de los huesos de la frente y mandbula; alargamiento del hueso nasal; diastemas dentales; piel gruesa, tosca y aceitosa, con tendencia al oscurecimiento; deformaciones de la cavidad nasal, lengua y cuerdas vocales, etc., como las que frecuentemente se observan o se asocian a los restos de neandertal.

No hay que descartar que alteraciones de este tipo, as como muchas otras de carcter gentico, entre las que destaca la inhibicin o inactivacin de genes, con la correspondiente (y frecuente) regresin a caracteres simiescos (Morn et al., 1983; Ayala, 1994) hayan afectado a otras poblaciones de homnidos anteriores, igualmente en trance de regresin y extincin. Todos estos caracteres pueden favorecer adaptaciones y especializaciones puntuales o parciales que acaban conduciendo a la lnea evolutiva a un callejn sin salida. No estara de ms recordar la famosa evolucin por atavismo o degeneracin gentica de William Bateson, que tanto dio que hablar en sus tiempos y cuyo recuerdo, por desgracia, se va perdiendo, como tantos otros, en el campo de la evolucin (Bowler, 1985).

Son muchos los autores que han notado dicha regresin. As por ejemplo, para Ardrey (1990), neandertal no solo deja de avanzar fsica y culturalmente sino que incluso retrocede. Para kurtn (1993), el esqueleto de algunos neandertaloides de hace unos 200.000 aos parece totalmente humano, mientras que los huesos de los neandertales posteriores son ms gruesos, desproporcionados (paticorto), cara en cua y con una cadera extremadamente ancha que origina una postura patizamba poco ventajosa desde el punto de vista mecnico.

Su debilidad ante un vigoroso croman, su inadaptacin a cambios diversos del entorno, etc., seran consecuencias obvias, entre muchas otras, del "envejecimiento racial" que la lnea neandertal vendra sufriendo desde haca cientos de miles de aos. Para ms datos sobre la antigua teora de la "senilididad racial" de Alpheus Hyatt ver Bowler (1985) y Domnech (1999).

La regresin de Homo erectus

Hemos visto pues, que nuestra hipottica poblacin moderna ancestral podra ser anterior a Heidelberg y a H. antecessor, contando as con una antigedad de alrededor de un milln de aos. Podemos indagar aun ms atrs en el tiempo?

Un posible candidato a antecesor del hombre moderno parece ser el Homo erectus africano u Homo ergaster (para muchos, la misma especie), cuyo mejor representante es el "nio de Turkana" (KNM-WT 15000), de 1,6 millones de aos, del que se ha encontrado un esplndido esqueleto que en edad adulta hubiera alcanzado entre 1,80 y 1,90 metros de altura y una capacidad craneal cercana a los 1000 cc. Ian Tattersall (1997) dijo textualmente que este esqueleto corresponda a una especie "claramente como nosotros". Junto con la industria achelense de los bifaces (Modo II), que aparece un poco ms tarde en frica, y a la cual se le asocia, parecen motivos suficientes para asignarles nuestra paternidad, tanto a la especie como al continente.

Pero, existen varios problemas para ello. El primero es que muchos de los restos posteriores a ergaster son ms primitivos, como por ejemplo OH12 de Olduvai, de unos 700.000 aos de antigedad y capacidad craneal de unos 750 cc. Aunque los investigadores de Atapuerca suponen que el ergaster africano tuvo que dar lugar al antecessor europeo, lo cierto es que el primero se extingue en frica hace un milln de aos (restos de Eritrea) y que el segundo aun no se ha encontrado en ese continente. No queda ms remedio que admitir, por lo tanto -mientras este ltimo no se encuentre- que la rama ergaster-erectus africana fue una rama tan muerta como la rama de neandertal o la de los Homo erectus asiticos que vamos a ver ms abajo.

El segundo problema es que la industria Achelense Modo II podra no ser propia de frica, como se mantuvo hasta ahora, pues los restos arqueolgicos de Ubeidiya, en el Levante mediterrneo, poseen prcticamente la misma antigedad que los africanos: 1,4 millones de aos. Tambin, algunos autores atribuyen industria del Modo Tcnico II (aunque no achelense) a ciertos restos del sur de China, de unos 800.000 aos.

El tercer problema es que el Homo ergaster africano podra no ser el Homo del "tipo erectus" ms ancestral, pues se han encontrado restos de homnidos relacionados tanto en Dmanisi, repblica caucsica de Georgia, cerca de Europa, como en China y en el sudeste asitico. A los primeros se les atribuye una antigedad de 1,8 millones de aos, y los segundos podran ser aun ms antiguos (1,9 ma los de Longgupo, China; 1,8 ma algunos restos de Java y otros ms antiguos aun), lo que deja en entredicho el supuesto origen africano de la lnea evolutiva humana. El llamado Homo georgicus, presenta algunos rasgos primitivos que le asemejan tambin al H. habilis, como su pequeo cerebro (600 cc), su estrecha frente y sus grandes caninos, pero la presencia de otros rasgos similares a ergaster dejan entrever cierta relacin y complica el origen africano.

Por otro lado, ya nadie duda de que los clsicos Homo erectus asiticos, de gruesas paredes craneales, occipital saliente, crestas sagitales y gran toro supraorbital, apenas evolucionaron un pice, ni fsica ni culturalmente (aun no se ha encontrado industria del Modo Tcnico II en todo el sudeste asitico), en sus dos millones de aos de existencia (Dez, 1994; Arsuaga, 2001). Tampoco se duda de que constituyeron una rama muerta que no dej descendencia (a lo sumo, el citado H. floresiensis). Como representantes ms conocidos tenemos a los H. erectus de Java (el antiguo Pitecanthropus erectus que dio nombre a la especie), de unos 500.000 aos de antigedad, o al "hombre de Pekn" (el antiguo Sinanthropus pekinensis) con unos 300.000 a 600.000 aos. Entre los primeros, por cierto, y como en muchos otros yacimientos, apareci un fmur moderno que algunos atribuyeron al Homo sapiens.

Pero, como en el caso del neandertal y en el centro de la disputa sobre el "origen multiregional" del hombre moderno, el Homo erectus asitico tambin presenta mltiples casos de fsiles "hbridos" con caracteres modernos y primitivos. Junto con las mltiples migraciones que los partidarios del "origen africano" tienen que esgrimir para explicar su teora, son motivos suficientes para los partidarios de la teora multiregional (como Alan G. Thorne o Mildford H. Wolpoff). Dennis Etler de la Universidad de California y Li Tianyuan del Instituto chino de Hubei tambin son multirregionalistas y tienen razones para ello: los crneos que hallaron en el yacimiento chino de Yunxian, de unos 350.000 aos de antigedad, pertenecan a individuos que parecan tener "una cara moderna incrustada en un crneo de H. erectus". Nuevamente, la explicacin es sencilla desde la ptica regresiva: como en el caso de neandertal, la segregacin de diferentes poblaciones a partir de una poblacin original ms moderna, dara lugar a diferentes mezclas de caracteres modernos y primitivos, tanto ms acusadas cuanto ms alejada estuviera esa poblacin del momento de la separacin. De este modo, y si la tendencia regresiva es universal, no resulta extrao que entre la amalgama de caracteres encontrados en estas poblaciones asiticas, se encuentren tambin (y para desconcierto de los descubridores) rasgos neandertaloides.

El mismo esquema regresivo se encontrar seguramente (cuando se posean ms datos) con los "erectus" europeos que siguieron a las poblaciones de Ubeidiya, de 1,4 ma, poblacin lo suficientemente avanzada como para fabricar industria achelense. Por lo pronto, las poblaciones de Atapuerca de unos 800.000 aos ya haban perdido dicha habilidad. Queda por averiguar dnde colocar a los exiguos restos de Orce (Granada), de 1,4 a 1,6 ma de antigedad (Agust et al., 1987); igual que a los restos de Checoslovaquia, de 1 ma o los restos de Ceprano y Monte Puggiolo (Italia), con unos 800.000 aos (asimilados a H. antecessor segn Arsuaga, 2001).

Cualquier arquelogo sabe de las numerosas pruebas de regresin social de este tipo de homnidos ya que se han encontrado multitud de yacimientos y pruebas que atestiguan carroeo, canibalismo y antropofagia, ms que las heroicas y mitolgicas costumbres de caza, dominio del fuego, organizacin, etc., que se le suelen atribuir (Dez, 1994). Ningn representante del "tipo erectus" ha dado muestras de evolucin. Tan solo perdura alguna de estas formas como eslabn porque, una vez descartado el hombre de neandertal, no hay muchos ms candidatos. El H. erectus asitico ya ha sido sentenciado y poco a poco asistiremos al desahucio de todas las dems variantes del tipo erectus.

La regresin de Homo habilis

Mientras tanto, debemos indagar en pocas aun ms antiguas, encontrndonos as con la regresin ms clara y, a la vez, ms controvertida de la historia paleoantropolgica: la que concierne al Homo habilis africano, el bautizado como primer Homo, supuesto inventor de las primeras herramientas (choppers y chopping tools del olduvaiense o Modo I) y supuesto antecesor del Homo ergaster, es decir, abuelo del hombre moderno. Pero, esta sencilla explicacin de la evolucin humana estaba muy bien para los museos y folletos didcticos, pero, de nuevo, ha hecho agua por todas partes.

En primer lugar, las primeras herramientas tienen una antiguedad de unos 2,5 ma, mientras que los primeros H. habilis "clsicos" descubiertos por Louis Leakey y otros, como OH7, OH16, OH24, etc., apenas superan los 2 millones de aos, lo que les hace casi contemporneos de Homo ergaster. No hay huesos asociados a las primeras herramientas citadas. En segundo lugar, uno de los ejemplares descubiertos en Kenia por Richard Leakey, el famoso crneo KNM-ER 1470, fechado en 1.9 ma., era totalmente diferente al Homo habilis clsico; tanto, que finalmente hubo que darle otro nombre, Homo rudolfensis. El nuevo problema es que, adems de ser mucho ms avanzada que H. habilis, es tan antiguo como aquel o, como veremos, incluso ms. Basta con observar la forma del crneo, su borde posterior redondeado, su mnima protuberancia supraorbital, o su capacidad craneal de 750 cc para darse cuenta de que posee caractersticas mucho ms avanzadas que cualquier H. habilis posterior. Si excluimos la menor capacidad craneal, su configuracin general es incluso ms avanzada que la de cualquier especie del "tipo erectus".

Como era de esperar a tenor de lo observado con otros congneres en fase terminal, la nula capacidad cazadora mostrada por H. habilis ha permitido establecer que tambin era una especie carroera (Alcazar et al., 1986b; Blumenschine et al., 1992). Su regresin es un hecho perfectamente demostrado y as, ya casi ninguna filogenia actual le sita en nuestra lnea evolutiva.

Eso, por lo que respecta al Homo habilis africano. Pero, llegados a este punto, debemos regresar a las puertas de Europa, a Georgia, pues, como ya dijimos, varias caractersticas "simiescas" del Homo georgicus le aproximan ms al Homo habilis africano que al H. ergaster o al H. erectus. Sobre todo su pequeo cerebro, con unos 600 cc. (el crneo ms pequeo) a 760 cc (el mayor), un volumen inferior al del H. ergaster (su tecnologa era muy simple, Modo I). Teniendo en cuenta que algunos autores (Gore, 2002) no creen que, con tan diminuto cerebro, este homnido haya sido capaz de emigrar de frica en fecha tan temprana, no cabe ms remedio que deducir que proviene de Eurasia. Algunas mandbulas de gran tamao, encontradas junto a los dems restos, estaran indicando H. georgicus es ms bien el punto final de alguna lnea homnida europea desconocida. Quizs la misma o derivada de la que, una vez pasada a frica (y convertida all en el H. rudolfensis), habra dado lugar al H. habilis clsico.

Lo mismo podramos decir de los restos asiticos ms antiguos, inicialmente incluidos en el "tipo erectus", a los que muchos autores han atribuido relaciones con los H. habilis africanos. En los niveles Djetis de la formacin Putjangan de Java, se han encontrado algunos fsiles (Pithecanthropus IV o Sangiran II, Meganthropus, etc.), de alrededor de 2 millones de aos de antigedad, asociados a H. habilis (Alcazar et al., 1986b; Simons, 1977). Von Koenigswald, que ya apreci sus largos caninos y el tpico diastema (o espacio que separa el canino superior del incisivo) propio de los antropoides, tambin lo separ del Homo erectus clsico, denominndolo Homo modjokertensis, tambin situado antao en la lnea evolutiva humana. Tambin los dientes chinos de Longgupo, de 1,8 ma de antigedad, presentan cierto parecido con los restos de Djetis.

Finalmente, un reciente descubrimiento ha arrojado nueva luz sobre el siempre enigmtico KNM-ER 1470. Este crneo haba sido datado originalmente en 3 millones de aos!, dando lugar a una dcada de discusiones que desemboc en una nueva datacin ms ajustada a los cnones establecidos (los actuales 1,9 millones de aos). Es obvio: el 1470 no encajaba en las teoras vigentes. Pero un nuevo y reciente hallazgo puede dar un giro sorprendente a la historia, pues el Kenyanthropus platyops, encontrado en 2001, en Kenia, por Meave Leakey, se parece a un australopiteco aunque con ciertos rasgos modernos, tales como pmulos altos, un rostro total y sorprendentemente plano y unos molares con pequeas coronas, que le relacionan con Homo rudolfensis. Su antiguedad?: 3.5 millones de aos! Y la pregunta obvia: habra que volver a revisar la datacin original de KNM-ER 1470? Por lo pronto, Leakey ya ha propuesto que ambas especies sean fusionadas y que sean denominadas Kenyanthropus ("su" especie, por supuesto). En mi opinin, tales sugerencias ya casi equivalen a proponer retroceder la antigedad de Homo a los 3,5 millones de aos.

Recordemos que tenemos una enigmtica prueba de la presencia humana en tiempos tan antiguos como los 3,6 millones de aos: las huellas "humanas" de Laetoli, en Tanzania, impresas en cenizas volcnicas fosilizadas. Son muchos los autores que nunca relacionaron tales pisadas con el nico homnido conocido a la sazn, el Australopithecus afarensis, por considerarlas demasiado modernas (Alcazar et al., 1986a). Tenemos pues, varios indicios que apuntan a la existencia de una posible poblacin avanzada, muy prxima a los 4 millones de aos.

En cualquier caso, tenemos un nuevo "eslabn" que hay que enviar al cajn de ramas muertas: el Homo habilis, el antiguo candidato que, pasado su momento de gloria, debe seguir los pasos de neandertal y erectus. Y as, todos los eslabones que habamos encontrado, se estn perdiendo de nuevo.

Regresin de los gorilas bpedos

Tambin hemos asistido al desahucio evolutivo de casi todos los australopitecinos, destacando la pasmosa regresin de los Australopithecus denominados "robustos" (hoy llamados Paranthropus), desde el P. aethiopicus, al P. robustus, pasando por el P boisei. El hallazgo del P. aethiopicus (ejemplar KNM-WT 17000), en 1986, rompa, con sus 2,5 ma y su gran robustez, "la continuidad de la progresin" de estos homnidos, propuesta por Johanson y White, de la Universidad de California (Alczar et al., 1986a). Nada nuevo. Pero, la novedad, en este caso, es que la nueva regresin descubierta "in fraganti", bien podra haber desembocado en el actual gorila.

Basta con observar la cresta sea, comn en todos los parantropos, para apreciar tal relacin. Gribbin et al. (1992), opinan que "existe la posibilidad de que esas dos lneas de australopitecinos - refirindose a A. robustus y A. africanus- sobrevivieran y evolucionaran para convertirse en los gorilas y chimpancs modernos". El mismo descubridor de P. robustus, Robert Broom, qued sorprendido cuando observ que, aun siendo casi un milln de aos ms reciente que A. africanus (su supuesto antecesor, en aquella poca), sus rasgos eran ms primitivos, sus mandbulas y molares eran menos parecidos a los del hombre moderno que las del A. africanus y presentaba adems una gran cresta en la cabeza, "similar a la de los gorilas, cuya misin es afirmar los msculos necesarios para la masticacin".

Las investigaciones ms recientes son claras y concluyentes, pues siguen sin encontrarse fsiles antiguos de gorilas o chimpancs, lo que apunta a su origen reciente. Segn David R. Begun, "hay numerosos yacimientos paleontolgicos en frica de entre 14 y 7 millones de aos de antigedad que han proporcionado abundantes restos de animales con hbitat forestal: ninguno contena fsiles de grandes antropomorfos" (Begun, 2003).

Regresin de los chimpancs bpedos

Del mismo modo, el chimpanc parece la regresin, cada vez ms lgica y evidente, de cualquiera de los "chimpancs bpedos", como el grupo de los Ardipithecus o el grupo de los Australopithecus denominados "graciles" El primero, representado por Ardipithecus ramidus, est datado en 4,4 a 5,8 ma, mientras que los australopitecos tienen una antigedad de 2,5 a 4,25 ma. Y no son los nicos: podemos incluir en el primer grupo, otro reciente hallazgo de El Chad, Sahelanthropus tchadensis ("Touma"), cuya antiguedad podra llegar hasta los 7 millones de aos, presenta igualmente algunas caractersticas humanas (caninos pequeos y foramen magnun centrado) y de chimpanc (cerebro pequeo, cara proyectada hacia delante, parte posterior del crneo orientada hacia atrs, msculos occipitales muy desarrollados) (Wong, 2003).

Al tener que retrasar cada vez ms la separacin humanos-chimpanc (hasta los 8 millones de aos, por lo menos), el problema no hace ms que agravarse: si cada vez tenemos ms tiempo para que se hayan acumulado fsiles de chimpancs o gorilas, por qu no se encuentran de una vez?. La respuesta parece clara: porque su origen es mucho ms reciente de lo que se cree.

No resulta, por lo tanto, extrao que casi todos los australopitecos hayan sido colocados en la lnea evolutiva que conduce al hombre ... para luego, ms tarde, y de forma invariable, ser apartados de nuevo.

Los ltimos hallazgos son aun ms contundentes, pues los restos de la formacin geolgica Lukeino (Tugen Hills, Kenia), de 6 millones de aos de antigedad, sugieren que debemos apartar a todos los australopitecos de nuestra lnea evolutiva. Martin Pickford y Brigitte Senut creen que esos restos pertenecen a un homnido al que han bautizado Orrorin tugenensis (al que, por su antigedad, podemos incluir en el "grupo Ardipithecus"), que sitan en la ascendencia humana, pues, aunque presentan caninos primitivos, poseen otras caractersticas similares a las nuestras: bipedismo, molares pequeos y esmalte grueso, al contrario que Ardipithecus ramidus que presenta un esmalte fino como gorilas y chimpancs (con los que estaran relacionados). Los australopitecos tienen el esmalte grueso pero presentan grandes molares por lo que tampoco seran nuestros antepasados, sino una rama separada hace ms de 6 millones de aos (Arsuaga, 2001).

Es curioso que algunos autores (la mayora), crticos con la versin de Pickford y Senut, recurran a ciertas reversiones evolutivas (el tamao de los molares o el grosor del esmalte, por ejemplo) para poder asignar nuestra ascendencia a los australopitecos, aun cuando la reversin parece un hecho tab entre los evolucionistas. A pesar de que a algunos autores, como Arsuaga (2001), les parezca "impensable que no haya algn antepasado australopiteco en nuestra lnea evolutiva", lo cierto es que las ideas de Pickford y Senut coinciden con las que en 1946 expresara ya Franz Weidenreich sugeriendo que los australopitecos derivaban de grupos "humanos" ms avanzados, muy antiguos y de gran tamao, idea con la que coincidimos a tenor de ciertos indicios (Gigantopithecus, Meganthropus, heidelbergensis, o el mismo Cro-Magnon).

Y, como averiguamos en el citado libro de Arsuaga, Weidenreich no estaba solo, pues Carleton S. Coon defenda, en los aos 60, las ideas de Weidenreich, as como John T. Robinson, en 1972. Este ltimo propona al Gigantopithecus asitico como antecesor del hombre, el cual habra dado lugar al gigantopiteco del Pleistoceno de China, por un lado, y a los homnidos africanos, por otro. Opinaba que su gigantismo intimidara a los depredadores, propiciando la reduccin de sus caninos.

Parece pues que los australopitecinos, en cualquiera de sus versiones (anamensis, afarensis, africanus, garhi, etc.) tienen tambin los das contados en la lnea evolutiva humana. Entre el grupo de los australopitecos y el grupo de los ardipitecos, nos inclinamos a pensar que el chimpanc deriva ms bien del primero, ya que los ltimos estudios indican una mnima distancia molecular entre el hombre y el chimpanc (un 99 % de los genes son idnticos), sugiriendo una separacin muy reciente.

Los homnidos miocnicos

Sabemos pues, que el origen de los homnidos hay que buscarlo en el Mioceno. Ahora bien, teniendo en cuenta que en frica hay un vaco fsil de unos 7 millones de aos, entre los primeros antropomorfos conocidos de este continente (Proconsul, Afropithecus, Kenyapithecus, Morotopithecus, etc.), con una antigedad mnima de unos 14 ma, y los primeros homnidos, por ahora conocidos, de alrededor de 6-7 millones de aos (Ardipithecus, Orrorn, Sahelanthropus), parece que hay que buscar al antecesor de estos ltimos en Eurasia, donde ya existan multitud de antropoides.

Varios de stos fueron, en ocasiones, situados en nuestra lnea evolutiva, como Gigantopithecus o Sivapithecus. Elwyn L. Simons, por ejemplo, observ, en 1977, relaciones entre Ramapithecus (hoy en da incluido en el gnero Sivapithecus y considerado antecesor de los orangutanes) y algunos Homo habilis, entre los cuales podemos incluir a Sangiran II de Java (para algunos, un H. erectus primitivo). Basaba el parecido, en el tamao de los caninos, mayor que en Australopithecus, y conclua en su artculo que lo ms razonable era considerar alguna especie miocnica, parecida a Ramapithecus, como antecesora de Australopithecus por un lado y de Homo por otro. Siguiendo en parte a Simons, creemos prematuro rechazar estas especies "indicadoras", cuando, aunque no estn situadas en la misma lnea evolutiva humana, bien pueden ser ramas regresivas derivadas de aquella.

Cada vez aparecen ms datos que apuntan al origen euroasitico de los homnidos. No solo aumenta su antigedad, sino que cada vez aparecen ms gneros y especies (Griphopithecus, Oreopithecus, Ankarapithecus, Ouranopithecus, Lufengpithecus, Sivapithecus, Pierolapithecus, etc.), demostrando que la autntica radiacin de este tipo de primates tuvo lugar en estas regiones y que es aqu donde hay que buscar al antecesor de homnidos y grandes antropomorfos africanos actuales. As lo piensa, por ejemplo, David R. Begun (2003), especialista en primates miocnicos, de la Universidad de Toronto.

Nuestra opinin al respecto ya puede ser intuida: es muy probable que algn homnido bpedo euroasitico ya existiese desde pocas quizs muy tempranas del Mioceno, del cual derivaran todos estos gneros por regresin. Indicios de esto seran las caractersticas bpedas o semi-bpedas atribuidas a varios de estos gneros, a lo largo de la historia paleoantropolgica, como es el caso de Ramapithecus, Gigantopithecus, Oreopithecus, Kenyapithecus o Pierolapithecus.

Al fin y al cabo, tambin en 1931 Ernest A. Hooton indic que los orgenes del hombre habra que buscarlos entre los hominoideos fsiles del Mioceno, al igual que pensaba Robert Broom a mediados del siglo pasado, uno de los primeros descubridores de los australopitecos africanos. Este ltimo, siguiendo las ideas de Weidenreich, se decant ms tarde por la idea de una mayor antigedad y de que la lnea de los humanos era anterior a la formacin de todas las lneas de antropomorfos, esto es anterior a los 20 millones de aos. En nuestros trabajos anteriores damos cuenta del resto de posibles regresiones acaecidas en estas pocas profundas de nuestra historia evolutiva (Domnech, 1999).

Conclusin

Ya el paleontlogo Henry F. Osborn deca en 1920 que el hombre no descenda de formas similares a los actuales antropomorfos. Frederic Wood Jones sugera en 1931 que el hombre proceda de los primeros primates, al igual que Arthur Keith, que sugera, tambin en 1931, un origen oligocnico de la lnea humana, emparentando a australopitecos con gorilas y chimpancs. Tambin el prestigioso Willian L. Straus, en 1949, como G. W. H. Schepers (que, como Broom, conoca bien a los australopitecos) se adheran a la teora de la antigedad de la lnea humana, concluyendo el ltimo que son los simios los que proceden del hombre y no al revs.

Ya hemos visto ideas similares con autores como Broom, Weidenreich o Simons. Mucho ms recientemente, en 1993, el paleontlogo y conocido evolucionista Bjorn Kurtn sugiri una gran antigedad de la lnea homnida, basndose en la denticin de Propliopithecus, un mono del Oligoceno de unos 30 millones de aos, considerada "bsicamente humana". Este autor considera muy caprichosa la idea de una evolucin que vaya de los grandes caninos de los antecesores de Propliopithecus a los pequeos caninos de ste, para luego volver a los grandes caninos de los ancestros de gorilas y chimpancs y, finalmente, de nuevo a los pequeos caninos de los homnidos. En consecuencia, opina que la lnea homnida viene de muy antiguo y que los antropomorfos son derivaciones (regresivas, por tanto) de aquella (Kurtn, 1993).

Importantes autores, como M. A. Edey (1993) dan bastante crdito a la teora de Kurtn y cita a su vez a F. C. Howell quien duda del origen reciente de los homnidos, opinando que el asunto "en absoluto est zanjado". Tambin David Pilbean (1984) piensa que algunos antropomorfos miocnicos son homnidos y que la separacin de los antropoides fue anterior a los 15 millones de aos.

Nuestra teora evolutiva de corte ortognica (Domnech, 2005) describe la evolucin como una sucesin de hitos a lo largo de una nica lnea filogentica (la de mayor incremento de complejidad), en cada uno de los cuales surge toda la complejidad que va a desplegar el nuevo grupo, hasta la siguiente emergencia.

Dicha teora induce a pensar que la lnea homnida surgira muy pronto, quizs con las primeras radiaciones miocnicas de los primates superiores, hace unos 22-25 millones de aos, sino antes, en el Oligoceno, donde algunos autores sitan el origen de los antropomorfos. Hemos visto tambin que existen indicios de que podra existir algn Homo avanzado hace, al menos, unos 3,5 millones de aos y quizs antes, hace unos 5,5 ma, en los mismos comienzos del Plioceno.

Figura 3. Evolucin gradual?. Izda.: instrumentos fabricados por algunos de los ltimos pobladores de la costa franco-cantbrica, antes de la aparicin del hombre de Cro-Magnon (bifaz achelense superior del ltimo interglaciar; 64.000 a 128.000 aos; Cabo Busto, Asturias, Norte de Espaa). Dcha.: estatuilla Gravetiense de los primeros hombres de Cro-Magnon (Venus de Brassempouy del suroeste de Francia, "la primera cara humana"; podra tener una antigedad de unos 28.000 aos)

El "origen remoto" del hombre, junto con la preponderancia de la evolucin inversa, se presenta como una alternativa cabal y coherente cuyas implicaciones podran dominar gran parte del pensamiento antropolgico y humanista del siglo XXI. Pero, por lo pronto, mientras aparecen nuevos datos, solo podemos seguir resignndonos a contemplar la sbita y enigmtica aparicin del hombre de Cro-Magnon y sus asombrosas manifestaciones artsticas (figura 3).

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La evolucin de la consciencia a la luz de la hiptesis regresiva[1]

Juan Luis Domenech Quesada

Departamento de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de GijnIndagar en la evolucin de las diferentes facetas de la mente supone introducirse en terrenos (como el de la neurologa, l