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Naturaleza y cultura LA CULTURA [Autoría del texto principal: César Tejedor Campomanes, Introducción al pensamiento filosófico, SM, Madrid, 1996, pp. 2931. Se han hecho pequeñas modificaciones ajenas al autor] 1) ¿Qué significados contenía la palabra cultura en el pasado? 2) ¿Cómo define cultura el antropólogo Marvin Harris (19272001)? ¿Y el filósofo Jesús Mosterín? 3) ¿Qué quiere decir el término meme? 4) ¿Poseen los animales cultura? 1

Naturaleza y cultura - · PDF fileJesús Mosterín, Ciencia, filosofía y racionalidad , Gedisa, Barcelona, 2013, Capítulo 1: “Ciencias y humanidades” . Jordi Sabater Pi

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Naturaleza y cultura LA CULTURA

[Autoría del texto principal: César Tejedor Campomanes, Introducción al pensamiento filosófico, SM, Madrid, 1996, pp. 29­31. Se han hecho pequeñas modificaciones ajenas al autor]

1) ¿Qué significados contenía la palabra cultura en el pasado?

2) ¿Cómo define cultura el antropólogo Marvin Harris (1927­2001)? ¿Y el filósofo Jesús Mosterín?

3) ¿Qué quiere decir el término meme? 4) ¿Poseen los animales cultura?

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LA CULTURA «El famoso pincho de tortilla servido en bares deEspaña con

su típica disposición con tenedor clavado» (Wikipedia).

Todo comportamiento que no es “natural” es “cultural”. Comer es natural; comer alimentos cocinados es cultural; comer tortilla de patata pertenece a la cultura española; comer la tortilla de patata con cebolla y un poquito de salsa de tomate… eso ya parece sólo un gusto personal. Sin embargo, definir la cultura simplemente como “lo que no es naturaleza o natural” no parece que sea suficiente.

QUÉ ES LA CULTURA

La palabra “cultura” deriva del latín colere (“cultivar”); y el término cultura (“cultivo”) se usaba en la Antigua Roma en expresiones como agri cultura (cultivo del campo), llamándose cultus a un campo

cultivado.

Portada de L’Encyclopédie(1751), extraída de Wikipedia.

En el siglo XVIII ­a pesar de que en la Enciclopediade Denis Diderot (1713­1784) y Jean le Rond D’Alembert (1717­1783) significa todavía únicamente “agricultura”­ “cultura” empieza a significar “cultivo del espíritu”, recuperándose la expresión metafórica latina cultura animi (cultivo del alma):

«Atque, ut in eodem simili verser, ut ager quamvis fertilis sine cultura fructuosus esse non potest, sic sine doctrina animus; ita est utraque res sine altera debilis. Cultura autem animi philosophia est; haec extrahit vitia radicitus et praeparat animos ad satus accipiendos eaque mandat eis et, ut ita dicam, serit, quae adulta fructus uberrimos ferant. Agamus igitur, ut coepimus. Dic, si vis, de quo disputari velis»

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Cicerón, Disputaciones Tusculanas, introducción, traducción y notas de Alberto Medina González, Editorial

Gredos, Madrid, 2005, p. 214. (Sigue leyendo AQUÍ).

También en el siglo XVIII aparece el término “civilización” (en latín tardío, civilitas, derivado de civitas, ciudad), como expresión de la cumbre del desarrollo humano, y en contraposición con salvajismo o barbarie y, desde luego, con “naturaleza”.

Ambos términos ­cultura y civilización­ poseen, pues, una significación elitista (no todos son “cultos”, por supuesto) y etnocéntrica (los otros pueblos son “incivilizados“).

Sólo a finales del siglo XIX y con la investigación de los antropólogos ­que se ponen en contacto directo con “otras culturas”­ el término “cultura” empieza a perder las connotaciones elitistas y etnocéntricas.

Edward Burnett Tylor (1832­1917) (en Primitive culture, de 1871) da la primera definición de cultura o civilización en sentido etnográfico amplio. A partir de entonces, puede decirse que hay tantas definiciones como autores. En 1952 Alfred Louis Kroeber (1876­1960) y Clyde Kluckhohn (1905­1960) publicaron un artículo (Culture: a critical review of concepts and definitions) en el que recopilaban hasta 164 definiciones distintas. Naturalmente, añadieron la 165. ¡Y eso fue en 1952! Quizá la principal desavenencia radica en que para algunos autores la cultura incluye también los productos materiales (cacharros, máquinas, obras de arte, etc.), y para otros, no.

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“Cultura”, en Pierre Bonte y Michel Izard, Diccionario Akal de Etnología y Antropología, traducción de Mar

Llinares García, Ediciones Akal, Madrid, 2008, pp. 201­207.

Una definición restrictiva es, por ejemplo, la de un antropólogo muy leído, Marvin Harris (1927­2001):

«Culture refers to the learned, socially acquired traditions of thoughts and behavior found in human societies. It is a socially acquired lifestyle that includes patterned, repetitive ways of thinking, feeling, and acting»

Marvin Harris y Orna Johnson, Cultural Anthropology, Pearson, 2006, p. 10.

«Cultura es el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos, de los miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar (es decir, su conducta)»

Marvin Harris, Antropología cultural, traducción de Vicente Bordoy y Francisco Revuelta, Alianza Editorial, Madrid, 2000, pp. 19­20.

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Actualmente algunos autores restringen más todavía el concepto, identificando cultura e información:

«Cultura es la información transmitida (entre animales de la misma especie) por aprendizaje social»

Jesús Mosterín, Filosofía de la cultura, Alianza Editorial, Madrid, 1994, p. 32.

Frutilla silvestre (Wikipedia).

Aunque sea, evidentemente, criticable (cfr. Carlos París, El animal cultural, Crítica, Barcelona, 1994, pp. 209 y ss.), nosotros vamos adoptar aquí esta última concepción, entre otras razones porque también hemos definido la naturaleza como información (genética innata). Y estableceremos estas otras

convenciones: a las conductas y los productos materiales no les llamaremos “cultura”, sino conductas y productos “culturales” (del mismo modo que el dormir o las fresas silvestres no son “naturaleza”, sino conductas o productos naturales).

Cuando un niño o una niña nacen, traen consigo toda la información genética que hemos llamado “naturaleza”. Esta información es innata, heredada. No les bastará para poder vivir de un modo satisfactorio. La sociedad en la que han nacido les transmitirá una nueva y amplísima información, y deberán asimilarla. La cultura es información transmitida por aprendizaje social. Y si un gen es una unidad de información genética, a cada unidad de

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información cultural se le podrá llamar meme (término que hace referencia tanto a “memoria”, como a “mímesis“, imitación).

Richard Dawkins, El gen egoísta. Las bases biológicas de nuestra conducta, Salvat Editores, Barcelona, 1993,

Capítulo XI: “Memes: los nuevos replicadores” (seguir leyendo AQUÍ).

El mismo término “meme” (ver, también, “meme de Internet“) es un buen ejemplo de lo que es un meme. Lo introdujo Dawkins; se propagó ampliamente en la cultura científica, y estos apuntes están contribuyendo a que se difunda aún más. Otros autores han hecho propuestas menos afortunadas: cultural instructions (Ted Cloak) o culturgens (Charles J. Lumsden y E. O. Wilson). Este sería un curioso caso de selección cultural. ¿Por qué se ha difundido la expresión “meme” y no las otras? No sería disparatado pensar que se debe, entre otras cosas, a que es más divertida. En cambio, la expresión clásica “rasgo cultural” tiene mayor extensión, ya que incluye también los objetos (materiales) y los hábitos culturales.

En este momento, uno podría pensar que la “diferencia” entre el ser humano y el animales que este último no posee cultura. ¡Craso error! Los animales también se comunican y se transmiten información; por tanto, también poseen cultura, cultura animal.

«Los chimpancés piensan en cosas que pueden ver, tocar, oler…, en definitiva en cosas concretas, tangibles, que puedan ser percibidas a través de los sentidos. Pero no discurren en términos abstractos, son incapaces de entender qué es la gravedad o la fuerza, así como tampoco pueden razonar sobre estadosmentales como los deseos o las creencias. Sin embargo, es un

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error comparar la mente humana con la de los demás primates. Éstos no son una mala versión nuestra, sino una especie única con un tipo demente diferente y capacidades diferentes, a pesar de las semejanzas genéticas. Redes trata de adentrarse en el modo de pensar de los chimpancés y lo hace entrevistando a uno de los mayores especialistas en este campo, el profesor Daniel Povinello, profesor de Biología del Comportamiento de la Universidad de Louisiana (Estados Unidos). Para este científico, los animales tienen su propia cultura; mientras que los humanos hemos mitificado excesivamente la nuestra». Redes, Cultura animal (capítulo 250, emitido el 20 de octubre de 2002).

David Sobrevilla (Ed.), Filosofía de la cultura, Editorial Trotta, Madrid, 2013, p. 33. [Leer más AQUÍ]

Por ejemplo, muchos pájaros están ya programados genéticamente para emitir el canto particular de la especie: criados en aislamiento, lo emiten sin más. Otros deben aprenderlo; incluso pájaros de la misma especie pueden aprender diversas melodías, y éstas pueden variar geográficamente: unos cantan “por jotas” y otros “por sevillanas”, e incluso “por dubstep“, y esto es, sin duda, cultura.

Pájaro cantando dubstep del usuario de Youtube Rainykauke.

Entre los animales superiores, por ejemplo los simios, se da la utilización e incluso la cuasi­fabricación de instrumentos muy simples (por ejemplo, una esponja hecha con hojas masticadas). Pero, en cualquier caso, siempre se trata de una cultura muy rudimentaria.

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«Seguramente la conducta cultural de un animal más conocida, la utilización de herramientas por parte de los

chimpancés, es un descubrimiento hecho por Sabater Pi» (Wikipedia).

WORDPRESS: https://empezandoafilosofar.wordpress.com/el­ser­humano/naturaleza­y­cultura­2/ YOUTUBE: https://www.youtube.com/channel/UCHRxJ­PzCtcBLqU7554F2xg/videos

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