Narración:

Morte

Nuestros cuerpos desnudos se agitan con gesto brusco y violento, mientras nos miramos como perros rabiosos a los ojos, deseándonos, aumentando nuestro deseo por devorarnos. Nuestro lenguaje es primitivo, pertenece al de los cuerpos, al de nuestros cuerpos que se asesinan, penetrándose con cuchillos criminales. Su carne es tersa, morena, suda, puedo ver las pecas que se contraen y expanden en su espalda cada vez que le beso. El ansia por satisfacernos, por volvernos bestias, esa imposibilidad eterna por ser esclavos de nuestros cuerpos y del placer, estamos cayendo en un abismo del deseo.

Por unos momentos hemos perdido toda capacidad de habla, no somos capaces de razonar, estamos en un acto sagrado de descomposición, en la que nuestra razón se desintegra y solamente nuestros cuerpos responden. Se besan, se acarician, se lamen y se masturban como bestias, no somos capaces de controlar esto que nos posee a ambos.

Estoy a punto de terminar, la oscuridad se ha apoderado por completo de mi cuerpo, de mi mente, un abismo enorme está abriendo las fauces para tragarme a su interior y perderme ahí por siempre. Agitamos con mas rapidez y violencia nuestros cuerpos, la oscuridad del cuarto, el olor de la piel, los gemidos entre cortados, todo se mezcla cual sueño más perverso… ¡estamos a punto de explotar, de corrernos, de morir…!

Una bestia amorfa, enorme, se traga mi cuerpo y caigo en un pozo sin fondo. Un silencio de muerte ensordece mis oídos ¿ donde estoy? ¿ sigo vivo? ¿ pertenezco al mundo de los muertos? Caigo en la noche, en un vacío profundo, dos amantes han estallado en una noche de cuerpos primitivos y caen rendidos en la cama blanca, nuestra cama ha sido nuestro sepulcro. Jadeamos, cerramos nuestros ojos y dejamos que la oscuridad de la habitación nos ahogue.

Fumamos sumergidos en la oscuridad, no hemos intercambiado ninguna palabra, ni estamos intentando reparar toda la fuerza que nuestros cuerpos han desperdiciado. Ahora nos sentimos como criminales, como si hubiéramos cometido un enorme crimen y quizás es cierto, probablemente hemos asesinado nuestros cuerpos esta noche, el uno al otro, quizás somos asesinos y es mejor permanecer en la oscuridad, sin saber ni siquiera nuestros nombres.

Descripción: SELFIE

Alexis, es el nombre de aquel chico de 24 años que posee una belleza inigualable. Su belleza es deseada por cientos de seguidores en las redes sociales, y saca provecho de ella prostituyéndose y cumpliendo las fantasías de sus clientes más exigentes.

Alexis, está obsesionado con su propia belleza, es un verdadero narcisista y lo demuestra en cada uno de sus selfies donde hace lucir sus brillantes ojos color miel, largas pestañas oscuras, cejas medio pobladas pero bien formadas, una sonrisa cautivadora que seduce a hombres y mujeres (y por la que la mayoría de sus clientes están dispuestos a pagar) , unos labios carnosos y rosados ( que provocan un ansia por besarlos), en su barbilla se forma un hoyuelo que le da un toque joven e inocente, a la vez que varonil. Posee un arete en su oreja izquierda y su cabello casi rapado y de color castaño hace que luzca mejor aquellos hermosos ojos brillantes.

Su cuerpo es su herramienta de trabajo, aquello por lo que cobra 3500 pesos la hora y media, ni un minuto más. Dedica tres horas diarias al gimnasio, su estatura de 1.80 cm hace que su cuerpo delgado y atlético tenga un perfecto equilibrio entre altura, volumen y peso. Sus pezones poseen al igual que su oreja izquierda, un arete cada uno. Justo abajo del pezón derecho, una minúscula cicatriz hace relucir sus pectorales, incluso sus defectos le hacen más bello. Posee un tatuaje muy característico que recorre desde su brazo hasta su pecho, en el que se forma una ave abriendo sus alas de colores azulados y verdosos. Esa ave me hace recordar a un pavo real, lo que significa uno de los animales más hermosos a la ves que vanidosos. Tanto sus piernas como sus brazos están perfectamente definidos, no hay nada que quitarle, no hay nada que ponerle. Su espalda y pecho posee apenas unos cuantos vellos castaños que se le enchinan curiosamente. Más allá de eso, supongo que es uno de los chicos más bellos que he visto. Uno de los más perfectos.

Ahora mismo ha publicado una nueva foto en su cuenta de Facebook. Aparece semidesnudo, solo un calzoncillo de licra le cubre su sexo que se marca de forma obvia y provocativa para todos sus admiradores. Está recostado sobre un sillón color rojo, el es el autor de sus propias fotos, no necesita ni siquiera un fotógrafo profesional para lucir bien en ellas. Con una sonrisa infantil a la vez que perversa, y una mirada inocente a la vez que siniestra me mira de frente, me ínsita sin ni siquiera decirme una palabra. Está allí esperando recibir los mensajes de cientos de admiradores que le desean, que le quieren besar, follar, o que simplemente están enamorados de su belleza. Y este es uno de esos mensajes.