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1 Revista Digital Cuatrimestral N° 3 - Diciembre 2018 ISSN 2618-1908

N 3 - Diciembre 2018 Revista Digital Cuatrimestral · nes: en, entre, de, desde, hacia, por, sin) abre cami-nos para el fortalecimiento de lo sano y la reparación posible de los

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Revista Digital Cuatrimestral

N° 3 - Diciembre 2018

ISSN 2618-1908

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N° 3 - Diciembre 2018Registro DNDA en trámiteISSN 2618-1908Dirección: Azcuénaga 1265 1° A, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ArgentinaTeléfono: (54 11) 4825-0009 E-mail: [email protected] site: www.arteterapiarevista.com.ar

Dirección General: Paula GimbattiDirección de Redacción: Silvia LifschitzDirección de Arte: Gabriela BacchiGestión y Administración: Silvia KokliaRelaciones Institucionales: Laura Uribarri

Diseño de Tapa: Gabriela BacchiEdición y corrección: Noelia PoloniDiseño y Diagramación: Oscar AlonsoDiseño web y puesta online: María Clara Diez

STAFF

La responsabilidad por los juicios, opiniones, puntos de vista o tra-ducciones expresados en los artículos aquí publicados correspon-den exclusivamente a sus autores. Los autores son responsables de haber obtenido los permisos necesarios para la utilización de las imágenes de sus pacientes y/o consultantes, así como de mante-ner la debida confidencialidad y reserva con respecto al material clínico que utilizan.

Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación es propiedad de:Paula Gimbatti, Silvia Patricia Lifschitz y María Gabriela Bacchi.

ARTETERAPIA. Proceso Creativo y Transformación es una realización editorial de:

Teléfono: (54911) 6741-5693E-mail: [email protected] site: www.milenium.com.ar

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. No se permite un uso comercial de la obra original ni de las po-sibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original.

Revista Digital Cuatrimestral

ARTETERAPIAProceso Creativo y Transformación

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SumarioEditorial

Haciendo foco • Debates actuales. Alejandro Reisin

Caleidoscopio de lenguajes • Fototerapia. La vida misma ha dejado de ser real para vivirse exclusivamente como imagen.

Julio Castellano • Lenguajes expresivos y arteterapia en el abordaje de TCA: ¿por qué es importante conectarse

con el arte en tiempos de penuria? Mariana Vigneau

Encuentros conversados• Entrevista a Montserrat Montané

Experiencias arteterapéuticas • Arteterapia en un equipo interdisciplinario de rehabilitación cognitiva. La experiencia en INECO.

Clara Miraldi y Cecilia Cavallo • Arteterapia y autonocimiento. Una vía de exploración hacia uno mismo. Luis Formaiano • El arteterapia con orientación antroposófica. Gabriela Porák de Osman • El antídoto de Ana. Abordaje arteterapéutico con una joven con conductas autoflagelantes.

Gustavo Sarthou • Experiencia con arteterapia en discapacidad. Yamila Albana Grespán

De libros y autores• The power of your other hand

Arteterapeutas en acción• Experiencias profesionales contadas en primera persona

Aplausos• Abrazo, una obra puente

Te contamos…• Presentación del libro Psicoterapias Psicoanalíticas

Agenda de congresos y encuentros

Galería de lenguajes arteterapéuticos

Humor

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El potencial transformadordel arteterapia

Editorial

Cuando imaginamos el nombre que portaría la revis-ta, Jean Pierre Klein acudió a inspirarnos en aquel acto iniciático de nominación. El arteterapia –nos ayudaba a reflexionar el psiquiatra y arteterapeuta francés– es el encuentro entre dos proyectos, uno artístico y otro tera-péutico, que permite a las personas generar un proceso de transformación de sí mismas y les ayuda a integrarse en sus grupos de referencia social, de una manera crítica y creativa. En otras palabras, el potencial del arteterapia se proyecta en lo personal pero también en lo comuni-tario, en lo individual y en lo grupal, en lo privado y en lo público.

Este número que presentamos es un reflejo de esta cua-lidad del arteterapia que habilita otros saberes, instan-cias y dinámicas para circular con los otros, dando lugar a otros discursos y develando otros sentidos. Y estas habi-litaciones se producen en términos personales y sociales, cualidad medular en tiempos en que los vientos soplan buscando la uniformidad y la homogeneidad de miradas o, como expresó recientemente la poeta y crítica de arte Annie Le Brun, en una coyuntura en que el sueño, la poe-sía y el silencio están amenazados.

El artículo que integra la sección ”Haciendo foco” fue realizado por Alejandro Reisin y recupera los principales debates que se plantean en torno al arteterapia, partien-do de la aseveración de que estamos adiestrados para pensar el lado llano y visible de las ideas desde una lógica científica, mientras se excluyen las zonas inciertas, caóti-cas e imprecisas que plantea el arte.

”Caleidoscopio de lenguajes” fue concebida para mostrar la diversidad de expresiones creativas que pueden utili-zarse en una sesión de arteterapia, y en esta oportunidad presentamos la fototerapia como una técnica de gran re-levancia en un tiempo en que la imagen es el lenguaje privilegiado culturalmente para expresar emociones y conceptos, para llamar la atención sobre la realidad, para hacer visible lo invisible.

En cuanto a las experiencias arteterapéuticas, una rica variedad de artículos conforman esta sección. Desde distintos encuadres teóricos, como la teoría junguiana, la terapia cognitiva o la antroposofía, arteterapeutas de reconocida trayectoria nos cuentan los recorridos realiza-dos con personas que buscaban distintos objetivos con sus tratamientos terapéuticos. También mostramos las posibilidades que ofrece el arteterapia para el trabajo con personas con discapacidad o con trastornos en sus con-ductas alimenticias.

En el encuentro conversado de este número cruzamos imaginariamente el océano y entrevistamos a Montse-rrat Montané, que en su carácter de miembro fundador de la Asociación Profesional Española de Arteterapeutas en 1999 y como docente de la formación de profesionales en Metáfora, nos cuenta su propio recorrido y el de la dis-ciplina en aquel país que se encuentra embarcado, como muchos, en el reconocimiento oficial de la profesión. La generosidad y riqueza de sus respuestas habilita aquellas preguntas, saberes y maneras de relacionarse que surgen cuando el arteterapia es presentado por una profesional con conocimientos y experiencia.

En esta edición continuamos con los comentarios de libros que esperamos sean un incentivo para la lectura, y con la agenda de eventos y congresos que permitirán a nuestros lectores preparar sus trabajos para exponer o participar en cualquier modalidad. Pensamos, sin embargo, que de-bíamos sumar una sección que intitulamos ”Aplausos” y que inauguramos solicitando a una arteterapeuta argen-tina que contara el proceso de construcción grupal de una obra plástica entre pacientes y profesionales en un hos-pital público de la Ciudad de Buenos Aires. La obra que se expuso finalmente en el Carrousel du Louvre en París fue gestada y coordinada por el sector de arteterapia del hos-pital. En el futuro seguiremos sumando hechos que nos parecen destacables para nuestra disciplina e invitamos a los lectores de otros países a que nos envíen escritos del mismo tenor. Que disfruten la lectura de esta edición. ■

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Debates actuales

Haciendo foco

Proponemos la investigación como metodo-logía clínica, construyendo de manera inter-subjetiva nuestro andar, a diferencia del mo-delo de investigación de la ciencia dura, que supone otros procedimientos de contraste y control, con un enfoque estadístico y norma-tivo necesario para sus fines objetivos.

Bifrontes

Estamos adiestrados desde una lógica ”científica” para pensar el lado llano y visible de las ideas, mas las zonas inciertas, caóticas, imprecisas, típicas del arte, son excluidas. Es necesario buscar tanto las variables estables como las inestables para incluir sus órdenes y sus desórdenes, pensándolas como sistemas crí-ticos y, por lo tanto, inestables. La impredecibilidad genera riquezas creativas, supone un ordenamiento mayor, un estado de mayor potencial donde no está todo dicho ni predicho. La previsibilidad es una ilu-sión positivista que intenta conocer y manejar todas las variables, provocando muchas veces así una im-plosión, un estallido del sistema, al dejar afuera de lo posible de expresión, lo no dicho, lo inexpresado.

Y el arte, en tanto metáfora, complejidad, presencia en la representación, es un terreno de muchos y di-ferentes decires. El arteterapia es bifronte... ni arte, ni terapia, es más como el filo de lógicas diversas, conjugadas en un borde inacabable, su andar persiste mientras sostenga ambos mundos y no decida entrar solo en uno de ellos. La conjugación de dos mundos tiene como espacio de unión un borde con un deter-minado grosor, que funciona como una bisagra que los articula de algún modo. Ese borde, como si se tra-tara de la orilla de un mar o de un margen, permite andar entre esos dos mundos (la tierra, el mar, el cielo; el arte, lo terapéutico). Ese espacio atrae tránsitos, de-

moras, velocidades, contemplaciones y acciones en la posibilidad de vislumbrar el otro frente.

Lo ”bifronte” se apoya en uno de ellos pero no pierde el otro frente de la vista, navega en andares cercanos y profundos que hace que la construcción de ese hacer componga nuevos posicionamientos subjetivos.

El hacer del arte conjuga metafóricamente, síntesis simbólica de lo humano mismo; en un trazo, un gesto, una palabra o un sonar, se devela la condición de la fuerza y la vulnerabilidad que habitan y coexisten en lo imposible del ser, haciéndolo, al menos, visible.

El hacer de lo terapéutico tiene como sitio de la mirada esa particular modalidad del otro de vivenciar la rea-lidad de su mundo y de cómo puede ser posible lograr

Alejandro Reisin*

* Licenciado en Psicología. Profesor de Psicología en Nivel Medio y Superior. Psicólogo social. Magíster en Gestión Educativa. Cofundador y codirector de la Primera Escuela Argentina de Arteterapia. Fundador del Movimiento Argentino de Arteterapia. Autor de diversos libros, entre ellos: Creatividad, Psiquismo y Complejidad, Poéticas del tiempo, Arteterapia. Semánticas y Morfologías y Clínica del Pensamiento Arteterapéutico.

El hacer arteterapéutico propone caminos metaforizantes para una transformación. Es

un hacer en lo real que trans-forma cosas, sustancias, objetos, discursos, y que habilita vislumbrar otras transformaciones de orden

simbólicas y subjetivas.

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Hacie

ndo

foco una torsión o un desvío en esa construcción que habi-

lite otras modalidades subjetivas más potenciadoras.

El hacer arteterapéutico propone caminos metafori-zantes para una transformación. Es un hacer en lo real que trans-forma cosas, sustancias, objetos, dis-cursos, y que habilita vislumbrar otras transformacio-nes de orden simbólicas y subjetivas. Un gráfico de toroides en movimiento podría representar lo interno y lo externo como momentos de un proceso íntegro: el adentro del sujeto, el afuera del objeto, el adentro del objeto, el afuera del sujeto.

Claro está que esa juntura de espacios requiere y ofre-ce muchos ámbitos de reflexión y pensamiento para procesar todo lo que allí sucede y se pone en juego, para comprender esas particulares modalidades de articulación de ambos mundos, para, incluso, ”aceitar” la bisagra o revisar su óptimo funcionamiento.

El arte como recurso terapéutico (y otras preposicio-nes: en, entre, de, desde, hacia, por, sin) abre cami-nos para el fortalecimiento de lo sano y la reparación posible de los padecimientos subjetivos en pos de una cura. Pensar los recursos, los cursos (caminos), las recursiones, las incursiones, plantea un mapa de sendas a recorrer en implicada atención responsable. Evidentemente, el plano actitudinal es condición ne-cesaria –aunque no suficiente– para poder abrir estos caminos.

Métodos…

¿Cuáles son los debates del arteterapia con el mé-todo científico? ¿Cuáles son las luchas con el para-digma positivista? El método científico procura una definición precisa de su campo de injerencia y tiene una estructuración que argumenta por qué pone cada disciplina su barrera.

Primer punto: ¿Quién espera - qué cosa - para ser explicada?

Segundo punto: ¿Qué es explicar? Argumentar ra-zones, justificaciones de causas y efectos.

El método científico tiene que ver con este carác-ter analítico de separar cada elemento (análisis sig-nifica ”separar cada parte”); si el paciente hizo un movimiento hacia la derecha o hacia la izquierda, será (…xxx…).

Pensamos otro recorrido más integrador, no exclu-sivamente desde un discurso de sesgo academi-

cista y tecnocrático que procura la comprobación observable de los hechos, sino el de la indagación, la escucha activa, el acompañamiento, la continua revisión de lo identitario, en pos de la potencia del sujeto en su singularidad.

Proponemos la investigación como metodología clínica, construyendo de manera intersubjetiva nuestro andar, a diferencia del modelo de investi-gación de la ciencia dura, que supone otros proce-dimientos de contraste y control, con un enfoque estadístico y normativo necesario para sus fines objetivos. Claro está que de forma continua deben corregir sus procedimientos según los resultados obtenidos.

¿Cómo saber entonces si el camino que tomamos en la praxis es el correcto, es el que nos lleva ha-cia donde pre-tendemos? La palabra <investigar> proviene de ”ver en los vestigios” (in por dentro). Y el término <corrección>, aquí, significa ”regir con”.

Investigar clínicamente supone, como primer pun-to, preguntarnos (y explorarnos) acerca de cómo vemos los vestigios (¡a veces lo obvio nos es invi-sible!). Luego, evaluar de modo general si hemos de tomar esos vestigios o hemos de descartarlos, lo que hará que investiguemos por ahí o sigamos otro andar. Si no los tomamos e insisten, es enton-ces alguna resistencia de nuestra parte la que no los toma, es decir, algún punto ciego o resistente ante una e-videncia que queremos evitar. De nue-vo, tendremos que torsionar la percepción para ver lo invisible.

Como metodología, una manera de concebir el an-dar es seguir investigando (viendo vestigios) aun-que estemos –o supongamos estar– en el proceso apropiado. Porque aunque creamos saber de qué se está tratando, siempre nos podemos sorprender,

Para investigar, necesitamos preguntarnos. La pregunta es clave, es el motor que indaga en busca de ampliar visiones, campos. Incluso es más relevante la

pregunta que las respuestas… Porque ¿qué haríamos si tuviéramos solo respuestas y

no supiéramos a qué preguntas responden?

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por eso, la íntima conexión con la mirada crítica. A esto me gusta llamar ”humildad epistemológica”, y es una advertencia continua de nuestro no saber.

Respecto de investigar metodológicamente, todo el tiempo estamos haciendo pasos de un camino que, a la vez, se hace al andar. De alguna manera, por el ca-rácter dialéctico entre lo buscado y lo encontrado, la metodología es puro estallido, múltiples vías poten-tes que se abren... estoy acá; ahora: ¿adónde voy? La previsión de ese camino (método) nos permite tomar elementos del recorrido hecho o a hacer y sirve para no perderse tanto... da un marco para estar en esa ida y vuelta. Porque no se puede pensar de manera lineal ni simple lo creativo. No estamos midiendo gotas en una lluvia, estamos en la complejidad de la transformación subjetiva a través del arte.

Para investigar, necesitamos preguntarnos. La pre-gunta es clave, es el motor que indaga en busca de ampliar visiones, campos. Incluso es más relevante la pregunta que las respuestas… Porque ¿qué ha-ríamos si tuviéramos solo respuestas y no supiéra-mos a qué preguntas responden? Si la pregunta es auténtica y dispuesta a encontrarse con diversidad de respuestas, entonces abre otro espacio, que mos-trará nuevos andares, nuevos procedimientos, nue-vas preguntas, en un diálogo entre lo buscado y lo encontrado.

Lo metodológico tiene que estar en función de poder sostener dónde están esos cortes del flujo del andar, dónde están esas potencias, dónde está esa sensibi-lidad de ese sujeto, dónde están los padecimientos… y, sobre todo, ¡dónde está ese poder que el otro tie-ne! Cómo problematizar, y en ese sentido, lo recursi-vo no es siempre buscar una solución o un problema, sino buscar los recursos. Y la multiplicidad de recur-sos nos puede dar multiplicidad de problematizacio-nes y de respuestas. No hay un único camino para llegar a un único lugar.

En la dialéctica de lo buscado y lo encontrado, de-bemos utilizar inexorablemente los emergentes. No se trata de dilematizar entre planificación estructu-ral y dinámica de emergentes. Es relevante tomar el emergente porque delata algo del existente, por eso, no es mera casualidad ni distracción.

Tenemos que dialectizar lo que emerge, lo que tenía-mos imaginado y planificado, y el territorio real de lo posible. Existe una dialéctica entre la estructura de la tarea y la dinámica de lo que se trabaja. Es una construcción compleja y dinámica.

Emergentes

Hay que confiar que el emergente es la otra cara del exis-tente. ¿Por qué nos podemos apoyar en los emergentes? Porque no son una pura casualidad o un error. El emer-gente es lo que podemos ver, como si fuera lo visible de un iceberg sobre la superficie de agua, algo que emerge de ahí. Está lógicamente sostenido por el existente.

Cuando trabajamos con el emergente, estamos mirando por una rendija, pispeando qué pasa con el existente. Y es una apoyatura enorme, es inacabable. Porque siem-pre hay algo que esté existiendo.

Estamos hablando de cómo podemos palpar eso, cómo podemos escuchar, acompañar, percibir, registrar el im-pacto propio, esto del lugar del observador, aquello de lo que los físicos hablan, cómo modifica el observador, con su presencia, lo observado.

¿Cómo poder incluir los emergentes, cómo salir de lo li-neal?

La mirada del arteterapeuta necesariamente debe in-cluir en su intervención el cómo toma el otro lo que le sucede, es decir, debe poder escuchar eso que el otro aloja. Además, tenemos que estar advertidos de que ese decir está codificado, metaforizado, en el formato de un lenguaje con una significación singular, histórica, simbólica.

Esa transformación que construye su propia trans-formación (hermenéutica) y en co-laboración con esa transformación del otro. ¡Eso sí es continuamente re-cursivo!

Y un asunto: lo autopoiético refiere a ”la capacidad de los sistemas de producirse a sí mismos”. ■

En la dialéctica de lo buscado y lo encontrado, debemos utilizar

inexorablemente los emergentes. No se trata de dilematizar entre planificación estructural y dinámica de emergentes.

Es relevante tomar el emergente porque delata algo del existente, por eso, no es

mera casualidad ni distracción.

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s FototerapiaLa vida misma ha dejado de ser real para

vivirse exclusivamente como imagen

La fototerapia es una técnica terapéutica que expresa, analiza y comprende fragmentos que pertenecen a nuestro ser interior. Se tra-ta de la utilización de fotografías como ayuda en el alivio de síntomas psicológicos y en el crecimiento personal, que permiten la explo-ración de contenidos individuales menos evi-dentes. Julio Castellano*

* Experto en Arteterapia y Creatividad (Universidad Pontificia Comillas, Madrid, España). Psicoterapeuta Transpersonal (Escuela Española de Terapia Transpersonal). Licenciado en Artes (Academia de Arte de la Universidad de Estocolmo, Suecia). Fotógrafo.

Las fotografías tienen significados más allá de sus contenidos visuales, que las palabras por sí ”solas” no pueden expresar. Las memorias y las emociones que inconscientemente desencadenan son de una gran utilidad para ayudar a los individuos a explorar diferentes aspectos de sí mismos y de sus vidas. Cada fotografía tomada por una persona es una forma de autorretrato, una especie de ”espejo con memoria”.

Las imágenes son entes dinámicos, poseen vida pro-pia. Poseen vida porque una vez creadas pasan a re-lacionarse dialécticamente con todo lo que las rodea. Y así comienzan a dar sentido a lo que vemos, a la vez que toman sentidos nuevos: de otras imágenes, de los comentarios de las personas, de las circunstancias históricas en que son creadas o a las que sobreviven.

Las imágenes prolongan nuestra capacidad para en-tendernos a nosotros mismos y a la realidad, más allá de nuestros límites físicos, tanto corporales y geográ-ficos como temporales.

Racionalmente sabemos que las fotografías no son ”reales”, que ”no dicen la verdad”, ya que representan elecciones específicas, construcciones, momentos de-cisivos. Sin embargo, proporcionan significado. Preci-

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samente, esta contradicción y esta tensión las vuelven en extremo productivas en el proceso terapéutico. El significado se encuentra, no tanto en sus factores visuales, sino en lo que estos detalles evocan en cada observador (incluso las reacciones que tenemos hacia postales, fotos de prensa, revistas y fotos tomadas por otros, pueden proporcionarnos pistas que echen luz acerca de nuestra vida interior y sus secretos).

Al detener nuestra mirada en una fotografía, por lo ge-neral y de forma espontánea, elaboramos un significa-do que ”creemos” proviene de la foto y este significado puede o no ser el que el fotógrafo originalmente inten-tó expresar.

Las fotografías contienen y poseen historias, razo-nes para haber sido tomadas, para haber posado para ellas, guardadas, añoradas y recordadas. Las memo-rias y las emociones que las fotografías de manera in-consciente proporcionan o desencadenan son de gran ayuda para los individuos en terapia para explorar di-ferentes aspectos de ellos y de sus vidas. La técnica se fundamenta en las reacciones emocionales y raciona-les que los participantes verbalizan ante las imágenes presentadas (o tomadas por ellos) y en la utilización de diferentes ejercicios de dinámica personal o grupal en torno a ellas.

Por medio de la fotografía instantánea, de juegos de rol, poses y posturas corporales y de la utilización del video como herramienta narrativa terapéutica y de observación, externalizamos las sensaciones de nues-tro cuerpo y establecemos las bases para el estudio y la profundización psicológica mediante la reflexión y análisis.

La fototerapia se basa en la idea de que la represen-tación visualmente simbólica está mucho menos ”de-formada” y ”modificada” que la expresión de la expe-riencia sensorial por medio del lenguaje. Berger (2008) afirma que la percepción visual es lo que nos coloca en el mundo, lo que nos rodea, pero lo que vemos está condicionado por lo que sabemos o creemos. ”La per-cepción visual precede a las palabras. Un niño mira y reconoce antes de poder hablar” (Berger, 2008: 21).

Al mirar imágenes, al ser testigos de su flexibilidad, uno considera obvio que ”la verdad” es una construc-ción y que la identidad está fragmentada en muchas ”verdades”.

Este método de autoexploración a través de la foto-grafía provoca, además de la satisfacción causada por

la propia creación, una dimensión lúdica que se enfati-za en terapia. Las personas usan técnicas de fotogra-fía terapéutica para su propia indagación personal o proceso de cambio intencional, mientras que los tera-peutas utilizan las técnicas de fototerapia para ayudar a otras personas (sus clientes) que necesitan resolver problemas emocionales personales.

¿Qué hace la diferencia entre la imagen fotográfica y las otras formas de imágenes, como por ejemplo la pintura o el cine?

Además de las otras características de la fotografía como terapia, podríamos referirnos, por un lado, a la eficiencia presentada por la rapidez de tomar una foto en comparación con la pintura o el dibujo, y también podríamos evitar la frustración de un paciente ante su supuesta incapacidad para dibujar o pintar.

La fotografía (como práctica) no es ”lo fotográfico” (como categoría de pensamiento). Es una distinción importante que siempre hay que tener presente so pena de confusión. La fototerapia trata con símbolos personales, proyectados mediante el sistema visual-mente representado y se manifiesta en forma de una imagen fotográfica. Las fotografías son representa-ciones de la realidad del usuario. Esto se aplica a las fotografías que él crea o en las que se representa, así como a las fotografías que recopila y guarda.

La fotografía es un arte que, usado como terapia, tiene importantes beneficios para las personas que lo prac-tican. Esta disciplina es una excelente herramienta de autodescubrimiento y de recuperación en pacientes que cursan procesos de enfermedad:

a) la fotografía utilizada en el proceso diagnóstico en salud mental; b) como instrumento terapéutico; c) como resultado de orientaciones ocupacionales o de estrategias dirigidas a la superación individual; d) como sublimación de impulsos individuales.

En 1981, Jerry Fryrear y Bob Fleshman abordaron el tema de la cooperación entre diferentes ramas artísti-cas en su obra The Arts in Therapy. Fryrear notó que, a lo largo de la historia, entre las diferentes ramas artísti-cas ha habido conexión (esta tendencia es cada vez más evidente en el arte contemporáneo). Estas tecnologías incluyen: movimiento, dirección y presentación corporal.

Jerry Fryrear e Irene Corbit usan la fotografía en su práctica terapéutica. Lo que hacen es fotografiar a sus pacientes para estudiar su postura y luego usan las

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s respectivas fotografías para la llamada ”confrontación de autoimagen”. Además, invitan a sus pacientes a construir sus propias imágenes y posar para la cáma-ra, imaginando varios estados de ánimo o sentimien-tos. La importancia que dan Fryrear y Corbit a la pos-tura, a la forma en que las personas se sientan frente a la cámara de fotos, se convierte en terapia, ya que nuestra mente reacciona a la expresión que nuestro cuerpo capta (nuestro cuerpo resulta ser una expe-riencia visual que cambia según las emociones y es-tados de ánimo, entre otros).

La fototerapia se encuentra en la intersección de dos espacios lúdicos: el que pertenece al paciente y el que pertenece al terapeuta. Psicoterapia significa dos personas que juegan juntas. En consecuencia, cuando jugar no es posible, el esfuerzo del terapeuta se canaliza para hacer que el paciente pueda jugar. Ya que, solo siendo creativo, uno puede descubrir su yo verdadero.

La utilización de fotografías con fines de tratamiento se remonta cuanto menos a 1851, año en el que es-tas sustituyeron a las trasparencias de papel utiliza-das en las sesiones vespertinas de linterna mágica en el Hospital Psiquiátrico de Pensilvania.

En Inglaterra, Hugh W. Diamond, superintendente del manicomio de Surrey y aficionado a la fotografía, presentó en 1852 una colección de imágenes de sus pacientes. En 1856 dictó una conferencia ante la Ro-yal Society of Medicine acerca de la utilidad de las fo-tografías como reflejo de las diferentes fisionomías, según el tipo de enfermedad mental. Atribuía a los retratos propios cierto papel en la recuperación de los pacientes al ofrecerles de esta manera una ima-gen más precisa de sí mismos.

Una utilización particular de las fotografías es la rea-lizada con ancianos o personas con deterioro cogni-tivo en la llamada ”terapia de la reminiscencia”, que busca tanto estimular la memoria como facilitar la comunicación grupal. Junto a otros objetos cotidia-nos (por ejemplo, libros, prendas, monedas antiguas) que sirven como catalizadores de la conversación, las fotografías permiten rescatar los recuerdos. En casos de amnesia traumática los álbumes familiares pueden cumplir ese mismo objetivo de reconstruc-ción de la historia perdida.

También se pueden utilizar las técnicas fototera-péuticas para trabajar con niños y adolescentes, con pacientes con trastornos de alimentación u otras patologías, con personas que atravesaron experien-

cias traumáticas, con quienes buscan su desarrollo personal y autoconocimiento.

Un ejemplo de utilización práctica de la fotografía como actividad expresiva, ocupacional y medio de superación personal por parte de individuos con una enfermedad mental fue el proyecto ”Well-Being”. Posteriormente publicado en un formato económi-co con el título People say I’m crazy, esta antología de arte, prosa, poesía y fotografía representa el esfuer-zo por parte de usuarios de servicios de salud mental para definir su bienestar, no su enfermedad.

Otro más reciente es el ”Mental Wealth”, iniciado en 2005 en colaboración con ”PhotoVoice”, organización que propugna la utilización de la fotografía docu-mental por aquellos colectivos sociales menos favo-recidos y que suelen ser tradicionalmente el objetivo de la cámara de los fotógrafos documentalistas. La idea del proyecto era proporcionar las habilidades básicas para que utilizaran la fotografía como medio creativo, con el objetivo de producir una serie de imá-genes que comunicaran la realidad cotidiana desde la perspectiva de la persona con enfermedad mental.

Por lo tanto, mirar es lo que nos coloca en el mundo, y usamos palabras para explicarlo y describirlo. El proceso de simbolización toma un objeto del mundo, lo establece en un contexto y lo rodea con un signifi-cado más amplio o más profundo.

La fototerapia ayuda a superar los problemas inicia-les establecidos por los límites y la censura del len-

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Caleidoscopio de lenguajes

guaje verbal, ya que se centra en los símbolos como mensajes. Por lo tanto, no es necesario que un indi-viduo sea hábil en su expresión verbal para describir o explicar su realidad.

Entre los símbolos personales conscientes e incons-cientes no hay límite, ya que sus influencias son recíprocas. Los símbolos inconscientes se forman a través del mismo proceso de formulación que el inconsciente, y sus consecuencias están fuera de nuestra conciencia o alcance. Sin embargo, podemos encontrar ejemplos del funcionamiento de estos símbolos en nuestros sueños, bocetos, arte, literatu-ra, fotografías e incluso en nuestras acciones y mo-vimientos corporales.

Un individuo puede explorar qué tipo de sentimien-tos, recuerdos y pensamientos surgen de una de-terminada asociación, ya que las personas tenemos diferentes identidades, imágenes y gestos que usa-mos de acuerdo con las situaciones, el entorno social y las expectativas que enfrentamos. Esta identidad pública a menudo no permite una idea de quién se esconde dentro, porque las personas modifican su apariencia física y sus relaciones emocionales junto con la persona con la que están interactuando.

En fototerapia, con la ayuda de hacer y crear fotogra-fías, los individuos pueden explorar y abrir una serie de temas, explorar su ser oculto que nadie conoce, visualizar el cambio que quieren lograr, modificar su forma de percibir el mundo que los rodea. Un indivi-duo puede representar todos estos temas por medio de metáforas, esto lo hace sentir más seguro al reve-lar sus puntos de vista.

Entonces, tomar fotografías puede mejorar la propia imagen, ayudar a las personas a establecer metas, resultados futuros deseados y, al mismo tiempo, es una forma de introducir cambios en una relación, ex-plorar fantasías y probar diferentes maneras de co-municación y observar sus consecuencias.

La fotografía nos permite también superar las dife-rencias generacionales, raciales, culturales, sexuales e incluso políticas.Las fotografías recogidas en álbu-mes familiares y otras fotografías biográficas son un campo especial de la fototerapia. La técnica que in-cluye fotografías familiares tiene que ver con el yo de un individuo, que se construye a través de su familia, sus raíces, antecedentes, entorno social y patrones, mensajes y convicciones que se han transmitido de generación en generación.

El potencial terapéutico de la fototerapia se esconde en tres áreas:

a) En la cámara de fotos como accesorio técnico, con cuya ayuda la persona está superando su falta fun-cional.b) En la fotografía como medio para escribir la luz capturada en papel o pantalla. En este caso, esta-mos menos interesados en el proceso de creación de fotografías, pero establecemos las fotografías con anticipación para la sesión terapéutica y la orienta-ción como ejercicios o estímulos para fomentar la percepción, el habla y el lenguaje, la memoria y otras funciones.c) En la toma de fotografías: una actividad creativa para producir una fotografía o un producto digital-mente procesado o manipulado.

Como vemos, la fotografía no es tan solo presio-nar el botón de una cámara, sino mucho más: es el

Una utilización particular de las fotografías es la realizada con ancianos o personas con deterioro cognitivo en la

llamada “terapia de la reminiscencia”, que busca tanto estimular la memoria como

facilitar la comunicación grupal.

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BIBLIOGRAFÍABerger (2008). Way of seeing. London: Penguin Classics.Fleshman, B. y J. Fryrear (1981). The arts in therapy. Chicago: Nelson Hall.Fryrear, J. e I. Corbit (1973). Confrontación de la autoimagen. Seis estu-dios de psicología. En Dale y Lyddon (1989-2000), Harvard University Press Piaget.Klein, J-P. (2007). ”Ejercicios creativos. Arteterapia”. En Arteterapia. Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social, vol. 2, Universidad Complutense de Madrid, Editorial UCM.Duncan, N. (2007). ”Trabajar con las Emociones en Arteterapia”. En Arteterapia. Papeles de arteterapia y educación artística para la inclu-sión social, vol. 2, Universidad Complutense de Madrid, Editorial UCM.Dubois, P. (2008). El acto fotográfico y otros ensayos. Buenos Aires: La Marca Editora. Sontag, S. (2006). On Photography. México: Alfaguara. Santillana Edi-ciones Generales, S.A. de C.V.

movimiento del cuerpo en el espacio, es observar y agudizar los sentidos en la búsqueda de motivos, es planear una obra de arte y una composición liviana, es juzgar y decidir sobre la configuración técnica de la cámara de fotos y el momento de disparar, es pen-sar en el significado y la historia del motivo, es com-promiso emocional y placer en una toma exitosa, es recopilar y organizar fotografías, es un proceso crea-tivo, es un punto de partida para pensar y debatir, es recordar, es una posibilidad de presentarse a sí mismo en una red social y pasar el rato, es impri-mir fotografías en papel, es organizar exposiciones y mucho más.

Por lo tanto, vemos que el proceso es extremada-mente complejo e incluye un alcance muy diverso de actividades creativas que abarcan y activan dife-rentes funciones cerebrales, desde el control de las características motrices, a la percepción, atención, memoria, pensamiento, habla, aprendizaje, funcio-nes ejecutivas, a funciones metacognitivas. Por me-dio de tareas fotográficas planificadas con precisión podemos fomentar y controlar un rango estrecho o

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En fototerapia, con la ayuda de hacer y crear fotografías, los individuos pueden

explorar y abrir una serie de temas, explorar su ser oculto que nadie conoce, visualizar el cambio que quieren lograr, modificar su forma de percibir el mundo

que los rodea.

amplio de operaciones mentales y, por medio de una implementación regular y correcta, podemos influir positivamente en la recuperación.

Las técnicas en fototerapia se realizan con el propó-sito de: aumentar el autoconocimiento, la conciencia y el bienestar; mejorar las relaciones con la familia y otros; activar el cambio positivo; reducir la exclusión social; ayudar en la rehabilitación; fortalecer comuni-dades; enriquecer las relaciones interculturales; dis-minuir el conflicto; llamar la atención sobre cuestio-nes de injusticia social; agudizar las habilidades de alfabetización visual; mejorar la educación; expandir la investigación cualitativa y las metodologías de prevención; producir otros tipos de curación y apren-dizaje basados en fotografías; potenciar la creativi-dad y el desarrollo personal. ”Todas las artes están basadas en la presencia del hombre; tan solo en la fotografía gozamos de su ausencia” (André Bazin).■

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Caleidoscopio de lenguajes

Lenguajes expresivos y arteterapia en el abordaje de TCA 1:

¿por qué es importante conectarse con el arte en tiempos de penuria?

Los trastornos de la alimentación no son en-fermedades en sí mismos, sino síndromes del comportamiento que manifiestan una amplia variedad de características psicológi-cas, sociales y culturales relacionadas con al-teraciones graves de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia. La población en tratamiento abarca desde los 13 años hasta la edad adulta, y su abordaje es integral: psi-cológico, psiquiátrico, nutricional y artetera-péutico.

Mariana Vignau*

*Profesora de Artes Visuales (UNA). Artista visual. Docente de la Primera Escuela Argentina de Arteterapia. Coordinadora de espacios en Macropsicología de lenguajes expresivos, artes y clima emocional.1 Trastorno de conductas alimenticias.

Ofrecer una mirada sensible en espacios de salud, suma

El trabajo creativo, expresivo, nos da la posibilidad de respirar nuestro mundo interno que nos permite sen-tirnos afectados y arrojarnos a descubrir lo que encon-tramos a mano emocionalmente para expresarlo y, tal vez, transformarlo en otra cosa... suma.

Sacar afuera lo que duele, sin tapujos. Alojar sin dis-criminar. Habitar nuestras marcas. Respirar permisos. Expresar sin juzgar. Vivir la mancha como la vida. Per-cibir desde los sentidos. Contemplar nuestra existencia posible. Hacer añicos el deber ser. Colorear la posibili-dad singular. Disfrutar el aroma de un color. Tragar una textura. Olfatear una caricia. Escuchar lo que dibujo. Mirar para adentro y no para afuera. Reconocer emo-ciones. Saltar del azul al negro. Del negro al magenta. Del llanto intenso y dulce a la sonrisa sin fin. Así, con mi mundo me ofrezco al mundo del otro.

Arte, expresión, mirada sensible, salir de la etiqueta, romper paradigmas, ir más allá de nuestros límites, buscar nuevos horizontes en salud y educación. Tra-bajo desde el arte y el arteterapia con mujeres con el alma rota, con problemas o desórdenes en la conducta alimentaria.

El dolor es parte de nuestra vida y la mirada integral, empática y solidaria, nos abriga y colabora para poder estar diferentes en el camino. Confío y creo plenamen-te en que la existencia humana no está acabada; somos seres en proceso y, en ese proceso, el arte nos permite ser y habitar el mundo de otro modo.

-… ¿cómo estás?- Rara, siento que tengo la mirada perdida.- ¿Perdida de dónde?- No sé… a veces me pierdo en un lugar.- ¿Y cómo es ese lugar?- Como yo, raro.

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s - ¿Tiene color?- No existe ese color.- ¿Y una textura?- Sí, es como el papel de lija. Es un laberinto.- ¿Y sentís algún aroma?- Sí. Es ácido. - ¿Te gustaría intentar salir?- A veces sí y a veces no.- ¿Y hoy ganas de qué tenés?- De salir.- ¿Con música o en silencio?- Acompañada con música.- ¿Con qué música saldrías?- Clásica o Tonolec.- Bueno, la busco y vos intentá respirar y percibir cómo es salir de ese lugar. Si podés, registrá sensaciones, emociones, sentimientos… lo que vos puedas. Yo estoy acá con vos. (Solo sabe que estoy…).(Ella se mueve, se expresa desde su vulnerabilidad, se cae, sus puntos de apoyo son frágiles, está muy desnutrida, toma las paredes como apoyo).— ¿Y? ¿Cómo te sentís?— Mucho mejor, más aliviada. ¡Gracias!— A vos, por confiar en mí. ¿Cuándo ves a la psicóloga?— No sé, igual casi ni hablo con ella.— Un vínculo se construye… date tiempo, ya llegarás. Dame un abrazo, nos vemos la próxima.

¿Qué aporta el arteterapia en el abordaje integral del TCA?

La función primera del arteterapia es llevar a la persona a un estado de apertura y autoconfianza. Caminar ha-cia la flexibilidad. Trabajar la aceptación hacia sí misma y hacia los demás. Facilitar el pensamiento reflexivo. Descubrir y desentramar prejuicios y etiquetamientos. Desarrollar una mirada sensible. Derribar la autocrítica. Abordar la autoexigencia.

Es importante tomar dimensión de la mirada integral hacia el sujeto y, sin descuidar la problemática alimen-taria, abordar la tarea desde las posibilidades singula-res para posicionar a ese sujeto en un lugar de oportu-nidad.

El proceso creativo es el entrenamiento hacia un posible cambio y complementa el tratamiento inte-gral en TCA.El proceso arteterapéutico tiene como objetivo ampliar la perspectiva del sujeto, ya que, a través del trabajo expresivo artístico, tiene la opor-tunidad de evaluar sus conductas y profundizar su clima emocional sin necesidad de vincularla direc-tamente al trastorno alimentario. Aceptar quienes somos, aprender a estar conectados con lo impor-tante, tramitar el error como una oportunidad, po-

sibilitar el abordaje del trauma y darle otro sentido. Son grandes objetivos…

Por otro lado, es pertinente recordar que las personas que presentan problemáticas relacionadas con TCA se enfrentan a la dificultad para expresar sus emociones, a una mirada propia sumamente cruel y perfeccionis-ta con elevados niveles de autoexigencia y autocrítica; una gran insatisfacción personal y baja autoestima que las lleva a preocuparse de manera excesiva e indefinida por su imagen y su estética. Temen ser juzgadas por su entorno y necesitan de algún modo agradar a los de-más, aunque sienten que jamás lo logran. Su elevada ansiedad y desconfianza interpersonal las lleva a tener dificultades para socializar.

Ingredientes para un buen comienzo de construcción vincular

Es en la confianza del vínculo arteterapeuta/paciente donde se comienza a articular la posible vía de expre-sión de vivencias, recuerdos, emociones y sentimientos más profundos que, a través de las capacidades singu-lares, ayudaremos a que puedan ser pintadas, presen-tadas y observarlas.

La expresión artística visual es una instancia de expre-sión y visualización de nuestras emociones: la elección de colores, de texturas, de climas y su organización en la composición, nos aportarán datos para poder cons-truir un puente hacia ellas.

Es necesaria una mirada amplia, amable y amorosa del arteterapeuta. Un acompañamiento empático, con-tenedor y habilitante. Que pueda acercarse a la bús-queda que emprende la persona desde un lugar no estereotipado. Que trabaje desde la construcción de un vínculo que acompañe. Que motive la pregunta, la exploración. Que favorezca la búsqueda sensible en el propio mundo del sujeto. Que lo conduzca a luga-res de fortaleza interna. Que facilite un mundo posi-

El proceso arteterapéutico tiene como objetivo ampliar la perspectiva del sujeto,

ya que, a través del trabajo expresivo artístico, tiene la oportunidad de evaluar sus conductas y profundizar su clima emocional sin necesidad de vincularla directamente al

trastorno alimentario.

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Caleidoscopio de lenguajes

ble sin metas a largo plazo. Que lo convoque a estar aquí. En el transcurso de un proceso arteterapéutico se crece, se madura y se buscan formas creativas para reformular y resolver los problemas. Es muy importante generar un espacio de escucha abierta, sensible y racional; de dialogo y debate posterior, ya que en el intercambio crecemos.

El proceso del tratamiento es largo y lleno de altibajos. Aportar a la persona recursos para vivir sus recaídas como parte del proceso y no como fracasos es un gran objetivo. Acercar el error como maestro en el apren-dizaje, ayuda a no sentir que todo se derrumba ante un atracón o la inducción del vómito. Acompañarlos a transitar los grises y salir de los extremos, blanco o ne-gro, es un gran aporte.

Ejemplo del proceso arteterapéutico con Sol, una pa-ciente de 25 años Sol tiene 25 años, viene con un diagnóstico de bulimia, se asiste en el dispositivo de arteterapia de modo indi-vidual y en espacios grupales cada semana. Sol ha ido fortaleciendo su capacidad de comunicarse por medio del arte, reforzando su autoestima y valorando enor-memente su posibilidad de crear nuevos mundos in-ternos posibles.

Su capacidad de aceptar y regular sus emociones va siendo trabajada. En cada encuentro y a su ritmo va encontrando nuevas maneras de mirar su realidad. Sol entra en sus propios laberintos y genera recursos para salir de ellos sin sentir que es el fin, sino un camino en el cual reconocer sus fortalezas y sus dificultades en su andar. Sol sigue en tratamiento actualmente.

● Disparador: “Construyo un círculo donde estén mis viven-

cias positivas y respiro pensando en un círculo y por afue-ra intento ubicar los pensamientos que me están haciendo daño”.

Observaciones: a veces Sol es tomada por una sensa-ción de descontrol, de desorden de sus sensaciones, emociones y pensamientos.

La posibilidad de observar y visualizar la representa-ción de sus emociones en el dibujo la ayuda a ordenar-se y a asustarse menos.

● Disparador: “¿Cómo me veo?” (Figura 2a) - “¿Cómo me ven?” (Figura 2b).

Observaciones: aceptar y ser consciente de su percep-ción, en algunos momentos es doloroso pero necesario para poder trabajarse.

Figura 1

Figura 2a Figura 2b

Figura 3

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● Disparador: intento sacar a “Ana” (nombre que le dio a la anorexia) de adentro de mi cuerpo.

Observaciones: Ana vive adentro de Sol, es chiquita de tamaño y de edad adulta. A veces Sol puede sacar a Ana de su cuerpo y visualizarla fuera de ella. El ar-teterapia dentro del tratamiento interdisciplinar se manifiesta como una importante herramienta para el registro emocional y el reconocimiento del mun-do interno como valioso y singular, favoreciendo el corrimiento del mundo de la perfección, los estereo-tipos y los patrones sociales y culturales de belleza.

● Disparador: “¿Cómo me siento hoy?”

Figura 4a: las flechas van hacia ella. En la interacción grupal las compañeras le preguntan y sugieren si no se sentiría mejor si las flechas fueran hacia afuera. La mirada sensible y constructiva de sus pares le permite mirarse de otra manera y desplegar con más libertad sus alas (Figura 4b).

El acto de crear la propia subjetivad, la posibilidad de simbolización mediante imágenes, la expresión de emociones y la verbalización son pasos para crecer, para madurar, para ser más conscientes de lo que nos pasa y, de a poco, tramitar el dolor, el trauma, los miedos y confiar en nuestros propios recursos como seres humanos.

El camino de salida del tratamiento de la anorexia y la bulimia suele ser largo, pero tiene su fin:

A modo de cierre de este pequeño relato de cómo abordar la problemática en TCA desde el arteterapia, me remito a palabras de Frida Khalo, artista mexicana: “Nunca pinto sue-ños o pesadillas, pinto mi propia realidad”. En síntesis, expre-sarnos a través del arte es un derecho.■

Figura 4a Figura 4b

2 Texto escrito por Sol.

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Entrevista a Montserrat Montané

Encuentros conversados

Agradecemos el tiempo que nos dedicás en este re-portaje. Quisiéramos comenzar a reflexionar sobre tu propia formación académica. ¿Cuáles son los saberes y formaciones que más te sirvieron en tu desempeño pro-fesional como arteterapeuta?

Gracias a vosotras por esta entrevista y por estable-cer puentes, humanos y profesionales. Respondiendo a vuestra pregunta, lo que más me ha servido, eviden-temente, ha sido la formación en arteterapia, sumada a los años de terapia personal, a la supervisión del tra-bajo clínico y al rol como docente durante estos últimos trece años. El bagaje personal, tanto a nivel de estudios como de experiencia vivida, se conjuga y se integra con la formación, de manera que cada arteterapeuta ad-quiere su propio estilo. Así lo veo en mis colegas y en mí misma.

Respecto a la formación, la llevé a cabo en el Máster en Arteterapia de la Universidad de Barcelona-Metáfora. Ha sido para mí, sin ninguna duda, una formación pro-fundamente transformadora y útil. No solo me ha per-mitido ejercer como arteterapeuta, porque proporciona la base para ello, sino que al mismo tiempo, al igual que muchas compañeras y ex alumnas/os, ha significado un cambio radical en mi vida, un antes y un después a partir de estos tres años de formación.

A nivel profesional considero que proporciona los cono-cimientos necesarios para ejercer con rigor, porque está estructurada y tejida desde la experiencia, de forma que teoría y práctica están completamente relaciona-das. Las asignaturas teóricas, las prácticas clínicas, la supervisión y el constante trabajo en grupos, sumado a la terapia personal, forman un todo que da un carácter

especial a la formación. Asimismo valoro que la forma-ción haya sabido evolucionar sin perder su seriedad y que en este momento el cuerpo teórico y el experiencial funcionen en un marco de arte-psicoterapia relacional.

A nivel humano la formación tiene un sello único, diría que se vive y se trabaja desde una manera muy sencilla y profunda de entender la vida y el ser humano.

Posteriormente lo que me ha ayudado más en el ejerci-cio de la profesión ha sido la supervisión y la formación continua, los años posteriores de terapia personal, así como la evolución inevitable que genera la docencia. Se aprende muchísimo de los pacientes pero también de las alumnas/os. Trabajo clínico y docencia son dos campos que se benefician siempre mutuamente.

Desde un punto de vista más personal, lo que siento que nutre y clarifica mi trabajo es mantener mi propio proceso creativo y la meditación.

Sos miembro fundador de la Asociación Profesional Es-pañola de Arteterapeutas, ¿Cuál fue el recorrido realiza-do por los arteterapeutas españoles para conformar la asociación? ¿Cuáles fueron las dificultades y los debates que enmarcaron la constitución de la asociación?

La ATe se gestó en Metáfora desde los inicios de la for-mación en 1999. La iniciativa surgió tanto de Carles Ra-mos y Joaquim Català, los creadores del máster, como de la ilusión de las alumnas y alumnos de las primeras dos promociones. El objetivo de la asociación en sus inicios era la regularización de la profesión y velar por su buen ejercicio, haciendo de algún modo las funciones de lo que sería un colegio profesional. Posteriormente,

Montserrat Montané

“Para mí, el arteterapia tiene una gran am-plitud de posibilidades, desde proyectos so-ciales más cercanos al arte (pero no iguales a proyectos de artes llevados por artistas) hasta el trabajo con diversos colectivos e ins-tituciones”.

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s con el nacimiento de la FEAPA, la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Arteterapia, la ATe, que es uno de sus miembros, redefinió sus objetivos, ya que es la primera la que ha asumido la responsabi-lidad, entre otras, de conseguir el reconocimiento de la profesión en España.

En la primera junta de la ATe se crearon los estatutos, el régimen interno y el código ético, que ahora están de nuevo en vías de revisión. En aquel momento fue necesario establecer pequeños grupos que dedicaron muchísimas horas de trabajo para debatir punto por punto los tres documentos. Era un tiempo en el que el arteterapia era una disciplina completamente desco-nocida en España y en Cataluña, lo cual suponía iniciar un camino realmente nuevo. Estos documentos es-tructurales estuvieron basados, en parte, en otros del mismo tipo, como los de la BAAT1 y la AATA2, adaptados en cada apartado a nuestra realidad aquí, en algunos aspectos bien distinta a UK o USA. Para ello se crearon diferentes comisiones y grupos de trabajo, como las del código ético y homologación, entre otros.Después sur-gieron otras al tiempo que la profesión tomaba forma y generaba nuevas necesidades: el grupo de la revista, el de investigación, el grupo OnA de arteterapia y oncolo-gía, el de arte o el de formación continua.

En este momento la ATe ha conseguido tener su sede en Barcelona, lo cual ha supuesto un gran avance para llevar a cabo las diferentes actividades internas, de for-mación continuada o en relación al vínculo con la FEAPA.

Nos gustaría conocer tu evaluación sobre el arteterapia en España en términos del reconocimiento de la disci-plina, las formaciones, y los lugares de inserción para arteterapeutas. ¿En qué situación está España?

En España el arteterapia aún no es una profesión re-conocida oficialmente. Desde 1999, cuando nació el Máster en Arteterapia de la Universidad de Barcelona – Metáfora, el crecimiento ha sido constante. Han sur-gido muchas más formaciones, en la misma Barcelo-na, en Gerona y en diversas provincias españolas como Madrid, Murcia, Valencia, Sevilla, Granada o Bilbao. A través de esas formaciones y de los profesionales y asociaciones que han surgido de ellas, el arteterapia ha empezado a ocupar un lugar cada vez más visible en nuestra sociedad.

En este momento podría decirse que el arteterapia va resultando familiar al público en general, si bien a ve-

ces de una forma un tanto confusa. Como me dijo hace unos años una alumna ”antes el problema era que la gente no sabía que era arteterapia y ahora el problema es que la gente cree que lo sabe”. La situación es que con este crecimiento, aparte de ser obviamente posi-tivo, han surgido muchas ”arteterapias”, de manera que se le da el mismo nombre a conceptos y formas de trabajar completamente diferentes. A ello se suman cosas que, aunque parezcan insignificantes, confunden aún más a la gente, como por ejemplo el boom de libros de ”Arteterapia, pintar para relajarse”, que son simple-mente libros de pinta y colorea, para relajarse pintando dibujos de línea, que con toda facilidad son bautizados como arteterapia. Con eso no niego sus beneficios, pero no son arteterapia. No ayudan a que la gente pueda saber que arteterapia es una disciplina reconocida en diversos países, que tiene muchísimas posibilidades de aplicación y que para formarse en esta profesión es necesario tener un grado o diplomatura previa en arte, psicología, educación o sanidad y cursar un postgrado y un máster, incluida la terapia personal durante al me-nos los tres años de formación.

Sin embargo, por lo que he constatado en estos años, la fuente de reconocimiento más útil ha surgido en los centros de prácticas de los alumnos y alumnas del máster. Son escuelas, centros de educación especial, hospitales, geriátricos, centros de salud mental, ins-tituciones para personas con discapacidad o centros penitenciarios, entre otros. En ellos si hay una clara valoración de lo que puede aportar el arteterapia en cada uno de estos ámbitos. Hay escuelas en las que llevamos enviando alumnas desde hace 16 años; en algunas buscan formas alternativas para poder seguir teniendo arteterapeutas profesionales trabajando en el equipo, ya que en las escuelas públicas, por cuestio-nes legales y de falta de reconocimiento no sea posible hacer un contrato.

Eso, junto con el trabajo de muchas arteterapeutas en diversos proyectos e instituciones año tras año, así como la labor de investigación que empieza a desarro-llarse y las publicaciones que contribuyen a su difusión, es lo que realmente va mostrando los resultados y la validez de la profesión.

En este momento hay ya muchas arteterapeutas tra-bajando en distintos tipos de centros, como geriátricos, centros para discapacitados, hospitales, entre otros, y también en práctica privada. Aún no pueden llevarse a cabo contratos bajo el epígrafe ”arteterapeuta”, pero

1 British Association of Art Therapists. 2 American Art Therapy Association.

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Encuentros conversados

poco a poco se van encontrando formas de entrar en el mundo laboral ejerciendo nuestra profesión. Ha sido y es un camino duro, que requiere de un trabajo extra de difusión y de creatividad para generar proyectos y bus-car opciones de trabajo, pero confío en que en un futuro próximo la profesión acabará consolidándose y siendo reconocida oficialmente.

Sos miembro de la Asociación Winnicott Barcelona. ¿En qué sentido Winnicott contribuye a fortalecer y a enten-der el encuadre arteterapéutico?

Winnicott es una pieza clave dentro del cuerpo teóri-co del máster en el que me formé y en el que trabajo como docente, como también lo es para algunas de las otras formaciones. Hay varias razones para ello, pero la esencial es que es la base de la orientación relacional desde la que trabajamos y enseñamos.

Entre las diferentes aportaciones de Winnicott, desta-caría que nos proporciona comprensión a cerca de la capacidad y el proceso creativos. Sus teorías sobre el espacio transicional y los fenómenos transicionales, que para nosotros son espacios potenciales e inter-subjetivos, nos ayudan a comprender la relación y la interacción entre paciente y terapeuta, así como mu-chos aspectos de nuestro papel y funciones como ar-teterapeutas, de forma análoga al concepto de ”madre suficientemente buena”.

Tal vez los puntos más significativos en cuanto a las aportaciones de sus teorías tendrían que ver con:

● La forma en la que entiende el bebé, como un ser en relación a alguien que lo cuida.● La relación entre realidad interna y realidad externa. La consideración que se le ofrece a la realidad del pa-ciente, desde su subjetividad, pero no sólo desde sus proyecciones.● El concepto de ”madre suficientemente buena” (tera-peuta suficientemente bueno).

● El espacio transicional, entre la no integración y la in-tegración.

Es cierto que formé parte del grupo fundador de la Aso-ciación Winnicott Barcelona, si bien finalmente se ha redefinido y asentado en el que ahora es el Institut Ca-talà D. W. Winnicott (Instituto Catalán D. W. Winnico-tt). Ha sido fundado por Francesc Sainz, psicoanalista de la IPA, pionero en la introducción de Winnicott en la formación de terapeutas en Cataluña desde hace mu-chos años. Su forma de entender a Winnicott es des-de la perspectiva relacional, la cual concreta en su libro ”Winnicott y la perspectiva relacional en el psicoanáli-sis”. Fue precisamente Francesc Sainz quién en el año 2003 empezó a dar clases sobre Winnicott en Metáfora, y desde entonces es docente de la parte teórica dedica-da a este autor y ha contribuido sin duda a la evolución del máster hacia un modelo relacional.

Este próximo mes de diciembre viajará a Argentina, donde participará en el XXVII Encuentro Latinoameri-cano sobre el Pensamiento de Donald Winnicott, que tendrá lugar en la sede de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires.

¿Qué otros autores o teorías son indispensables para sostener la práctica arteterapéutica?

Hay muchos autores que aportan comprensión a nues-tro trabajo clínico, tanto del mundo del arteterapia como de la psicoterapia en general. Pienso, por ejemplo, en las arteterapeutas pioneras, como Tessa Dalley, Caroline Case, Joy Shaverien, Andrea Gilroy, Margaret Naumburg o Edith Kramer. Algunas de ellas han seguido escribien-do e investigando, junto con otras y otros como Marian Liebmann, Sally Skaife, Kathy Evans, Michelle Wood, Susan Hogan, Bruce L. Moon, Frances F. Kaplan, Noah Hass Cohen y Richard Carr, entre muchos más.

Dentro de la psicoterapia en general, los autores que forman parte de nuestra base teórica, además de Win-nicott, son los psicoanalistas y psicoterapeutas que se encuentran, dentro de lo que sería un escenario rela-cional: Ferenczi, Fairbain, H. Kohut, Sullivan, Stephen Mitchell, Balint. En especial también los creadores y afines a la teoría del Apego y la Mentalización, como John Bowlby, Fonagy o Lanza Castelli por mencionar al-gunos. Añadiría a Erich Fromm y Karen Horney porque son dos autores que me encantan. En Cataluña y Espa-ña destacan en especial Joan Coderch, Francesc Sáinz, Àngels Codosero y Alejandor Àvila.

Como trabajamos muchísimo en grupos, en este cam-po nos resultan muy útiles las aportaciones teóricas de

En este momento podría decirse que el arteterapia va resultando familiar al público en general, si bien a veces de una forma un

tanto confusa. Como me dijo hace unos años una alumna “antes el problema era que la

gente no sabía qué era arteterapia y ahora el problema es que la gente cree que lo sabe”.

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Bion, Foulkes y en especial Irvin Yalom. También todos los que tratan sobre la creatividad y del mundo del arte.

Durante muchos años realizaste arteterapia con perso-nas que tenían una enfermedad oncológica y sos miem-bro del grupo OnA de artetearapia y oncología. Varias preguntas sobre tu práctica: ¿qué autores te permitie-ron encuadrar tu práctica arteterapéutica?, ¿qué len-guajes potencian la expresión cuando se padece una enfermedad de este tipo y qué beneficios registraste en la utilización del arteterapia con esta población?

Formé parte del grupo Ona durante un tiempo y fue sin duda una buena experiencia para mí. Los autores que más me sirvieron con este colectivo me siguen sien-do útiles en otros en los que he seguido trabajando. En realidad, aunque el factor común de los miembros de los grupos era el cáncer, los temas o características que más vinculaban y más peso tenían eran, además, el hecho de ser en su mayoría mujeres en una franja de edad similar, la violencia de género, los problemas con los hijos o la depresión, por citar algunos ejemplos. Destacaría a Yalom, a Fromm y a diferentes autores que han trabajado con enfermos de cáncer, como Michelle Wood y Caryl Sibbett. Pero sobre todo, como indicaba antes, en la base están los autores relacionales, que me aportan una mirada muy útil en cualquier colectivo.

La utilización de los materiales artísticos es de un gran valor en las sesiones con personas que padecen una enfermedad como el cáncer. Ayuda a la cohesión y el vínculo entre los miembros del grupo, permite expresar y acercarse a experiencias difíciles, dolorosas o confu-sas de una forma vivida como segura; facilita al mismo tiempo entrar en contacto con emociones en la medi-da que la persona necesite y elaborarlas, tanto si pos-teriormente hay o no una forma verbal de expresión. Creo también que el acto creativo es una expresión del sí mismo, una forma de juego que conecta directamen-te con la salud en todos los sentidos.

Durante los seis años que estuve en la institución on-cológica pude apreciar beneficios y grandes cambios en muchas de las personas, incluso aunque murieran. Para algunas supuso detrás atrás la depresión y situaciones de vida poco dignas o limitantes. Para otras fue tomar las riendas de su vida y tener un papel más activo en la curación de su enfermedad. En personas terminales, sin duda uno de los beneficios era poder cerrar temas personales, la valoración de su vida y la posibilidad de poder hablar de la cercanía de la muerte, desde una perspectiva que acogiera cualquier sentimiento, inclui-da la vertiente espiritual y la posibilidad de despedirse de sus familiares. Diría pues que el arteterapia ayuda

a mejorar la calidad de vida, y en ocasiones también la calidad de muerte.

Sos parte del equipo docente del Master en Arteterapia de Metáfora, ¿cuál es el perfil de arteterapeutas que de-sean formar?

Pretendemos y ponemos nuestro esfuerzo en formar buenas y buenos arteterapeutas: personas conscien-tes capaces de aportar conciencia allí donde trabajen. Más que conceptos teóricos, para mí el objetivo es desarrollar capacidades personales: la capacidad de mentalización incluiría muchas de ellas (empatía, ca-pacidad reflexiva, etc.), la capacidad de contención, de ”saber estar”, de trabajar en un equipo multidisciplinar, de asumir la responsabilidad que supone el trabajo con los usuarios y con los centros, la creatividad en las in-tervenciones, así como la versatilidad, ya que preten-demos que cada persona formada tenga los conoci-mientos y las herramientas para trabajar en diversos colectivos y en diferentes niveles de intervención. Para mí el arteterapia tiene una gran amplitud de posibili-dades, desde proyectos sociales más cercanos al arte (pero no iguales a proyectos de artes llevados por artis-tas), al trabajo con diversos colectivos e instituciones.

Procuramos también que nuestras alumnas y alumnos sean capaces de llevar a cabo proyectos de investiga-ción y de comunicar sus experiencias de forma escrita. Esto último se ejercita a través de los diversos traba-jos académicos y de la tesina final de máster, donde se desarrolla un estudio de caso, y en la que se potencia la posibilidad de escribir posteriormente sobre el trabajo clínico.

Sabemos que te encuentras especialmente ligada a las prácticas de los futuros arteterapeutas que se forman en Metáfora. ¿Cuáles son las características de estas experiencias y en qué tipo de centros las desarrollan?

He sido coordinadora de prácticas del máster durante once años, del 2005 al 2017. En este momento la coor-dinadora es mi compañera Rosa Barquero, que está poniendo mucha ilusión en la función que le ha tocado desempeñar y que sin duda aportará un aire nuevo.

Si bien desde en un momento dado me fue difícil conti-nuar con esa tarea por cuestiones familiares, conservo en mí la experiencia como algo muy valioso. Aprendí mucho del contacto con los centros de prácticas, en especial porque me permitió conocer personas de una gran vocación y calidad personal. Por otra parte en-tiendo que las prácticas son el eje del máster, donde las alumnas y alumnos integran la formación teórica

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Encuentros conversados

y experiencial en el inicio de su trabajo clínico. La su-pervisión, las tutorías, la continuidad de las asignatu-ras teóricas y los grupos experienciales, junto con su terapia personal, les permite acceder a esta etapa de una forma segura y bien asentada. Pongo énfasis en la importancia de la terapia personal, ya que es básica en toda la formación, pero de forma especial en las prác-ticas. Es una responsabilidad como futuro profesional del arteterapia.

Los tipos de centros en los que se desarrollan las prácti-cas son en su mayoría públicos y en áreas muy diversas: niños (escuelas de educación infantil y primaria), adoles-centes (Institutos de educación secundaria), niños con necesidades especiales (escuelas de educación especial), salud mental de niños y adultos, geriatría y enfermos de alzheimer, casas de acogida de niños, adolescentes, ma-dres y adultos sin techo, discapacitados físicos y psíquicos, centros hospitalarios (unidades de oncología, pediatría, pa-liativos, entre otros), trastornos alimentarios, centros peni-tenciarios, violencia de género, atención a inmigrantes en distintas instituciones, drogodependencias, familiares de enfermos y equipos de trabajo, etc.

Diversos autores sostienen y propician que los artete-rapeutas tengan una práctica artística personal. Si la respuesta es afirmativa, ¿en qué sentido contribuye a potenciar su rol de arteterapeuta?

Sí, lo considero fundamental; es algo que compartimos las compañeras de equipo y también en la ATe. En mi caso, la necesidad de seguir y mantener mi propio pro-ceso creativo está en mi esencia, porque es mi oficio y mi primera vocación. Esto es más visceral que reflexivo, y no excluye que podamos ver los factores que contri-buyen a una mejor práctica clínica.

Hay literatura sobre este tema, pero de forma sencilla podría decir que, por una parte, contribuye a cuidarnos

y a mantener nuestra evolución personal, junto con la terapia, para mí de forma similar al trabajo con los sue-ños; por otra nos ayuda a comprender el engranaje y las posibilidades del proceso creativo. Nos enfrentamos a circunstancias que también viven nuestros pacientes, como la incertidumbre, las diferencias del contacto con los distintos materiales, el placer, la fusión y la poste-rior distanciación (como decía una paciente al observar su obra ”nos estamos conociendo”). Todas estas cosas nos ayudan a entender la vivencia del paciente y tam-bién a experimentar nuevas posibilidades para trasla-darlas a la clínica.

Otra cuestión es el uso del arte en nuestras obras res-puesta, cuyos beneficios son muy amplios. En el más-ter la creación de la obra respuesta vinculada a la su-pervisión es algo ya instaurado, practicado tanto por las alumnas como por el equipo docente en relación con sus pacientes.

¿Qué es la obra respuesta y qué características tiene?

La ”obra respuesta” o ”respuesta artística”, es una práctica que llevamos a cabo algunas/os artetera-peutas, con el fin de tener una mayor comprensión del trabajo clínico, ya que ayuda a potenciar la empatía, a discernir mejor acerca de nuestros sentimientos y de nuestra contratransferencia, o a explorar aspectos in-conscientes. Consiste, en la mayoría de los casos, en la creación de obra artística por el arteterapeuta después de las sesiones, a veces a partir del mismo material que ha dejado el paciente. Puede llevarse a cabo enseguida que ha acabado la sesión o posteriormente y es un ele-mento importante en la supervisión. Sin embargo, hay autores que consideran también oportuna la realiza-ción de obra por parte del terapeuta dentro de la sesión junto con el paciente; en mi caso no suelo hacerlo, salvo en algunas situaciones muy concretas, de forma más cercana al concepto de tercera mano de Edith Kramer.

La revista Inspira que dirigís lleva seis años de edición, ¿Cómo surgió la idea de tener un medio de difusión y cómo construyen cada número anual?

La idea surgió en el 2002 entre las compañeras de mi promoción, la segunda del máster. Aún conservo los do-cumentos que redactamos al respecto. Después, la tarea como secretaria de la junta, el trabajo en el máster y con mis pacientes no me dejó mucho tiempo para ese pro-yecto, aunque lo valoraba y contribuía a su gestación.

Los fundamentos estuvieron en una de la primeras comisiones de la ATe, la de publicaciones, donde par-ticipaba Margaret Hills, pero fue finalmente en el 2012

Hay ya muchas arteterapeutas trabajando en distintos tipos de centros, como geriátricos,

centros para discapacitados, hospitales, entre otros, y también en práctica privada. Aún

no pueden llevarse a cabo contratos bajo el epígrafe “arteterapeuta”, pero poco a poco se van encontrando formas de entrar en el

mundo laboral ejerciendo nuestra profesión.

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Encu

entr

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sado

s

Grupo experiencial P15, Junio 2017 Reunión del equipo Metáfora, Septiembre 2018

Fin de la promoción en Metáfora Reunión de equipo, Octubre 2018

cuando conseguimos armar un grupo sólido las perso-nas que ahora formamos el equipo editorial. El objetivo de la creación de la revista era ofrecer una plataforma desde la cual arteterapeutas en su mayoría, aunque no exclusivamente, procedentes de un enfoque psicodiná-mico, pudieran publicar sus trabajos: artículos clínicos, de investigación, teóricos, reseñas de libros, etc. La idea era potenciar la difusión del trabajo en arteterapia que se lleva a cabo en España y también en otros países

Aunque el último volumen ha tardado mucho en edi-tarse, cuando sale uno a la luz ya está en marcha el si-guiente. A partir del próximo empezaremos volúmenes monográficos de forma alterna. Este primero, el volu-men 7, será sobre trauma, y contará con artículos de arteterapeutas y de psicoterapeutas que trabajan en este campo.

La construcción de cada volumen se inicia con el anun-cio de la salida del anterior y con las fechas para la nue-va recepción de artículos. Muchos de ellos provienen de arteterapeutas de Metáfora, pero también de otras formaciones y países. A veces, con relación a un tema o a una persona, invitamos directamente al autor para colaborar con un artículo. En cada volumen incluimos

una entrevista a algún profesional que consideremos relevante dentro del contexto del contenido previsto y, si es posible, también la reseña de un libro bajo el mis-mo criterio y la editorial.

Confiamos en potenciar la calidad de los artículos clí-nicos, teóricos y de investigación, ya que eso beneficia tanto a la difusión como a la práctica.■

Por Paula Gimbatti

Dentro de la psicoterapia en general, los autores que forman parte de nuestra

base teórica, además de Winnicott, son los psicoanalistas y psicoterapeutas que se encuentran, dentro de lo que sería un

escenario relacional: Ferenczi, Fairbain, H. Kohut, Sullivan, Stephen Mitchell, Balint.

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Experiencias arteterapéuticas

Arteterapia en un equipo interdisciplinario de rehabilitación cognitiva

La experiencia en INECO

La disciplina de arteterapia en el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) tiene la particu-laridad de integrar el departamento de Tera-pias Basadas en las Artes (TBA) junto a otras disciplinas, como musicoterapia, teatrotera-pia y movimiento expresivo terapéutico.

Arteterapia en INECO se inserta en las diversas clínicas dentro del trabajo interdisciplinario de rehabilitación, en el cual se pone en juego el abordaje de objetivos específicos a partir de un objetivo general que se acuerda luego de la eva-luación inicial, con todos los integrantes de equipo, previo al inicio de tratamiento. Cabe destacar que arteterapia forma parte del entramado institucional, compartiendo reuniones interdisciplinarias, evolución en HCI (Historia Clínica Infor-matizada), diseños de planes de tratamiento, informes de tratamiento para las obras sociales1 y las familias, al igual que el resto de las disciplinas terapéuticas y asistenciales de INECO. El intercambio con el equipo sobre el proceso terapéutico es semanal, imprescindible y necesario para el andamiaje del tratamiento y a su vez es una oportunidad para concientizar y educar a otros profesionales acerca de los modos de intervención, trabajos específicos y avances de nuestra disciplina.

En el área de rehabilitación de INECO, arteterapia es un recurso que realza el tratamiento de pacientes con lesión cerebral adquirida en su gran mayoría por secuelas de ac-cidentes cerebrovasculares (ACV) y traumatismo de cráneo (TEC). Puntualmente, el trabajo hace foco en la recupera-ción de memoria y en la flexibilidad cognitiva, conexión y autorregulación emocional para expresar su frustración y cambio de vida. Al ser una mirada holística e integral, en

la evaluación inicial también se tiene en cuenta el compro-miso motor y sensitivo, lo cual direcciona las actividades e intervención.

Desde arteterapia, la estimulación cognitiva, de la comu-nicación y el lenguaje –entendido más allá de la palabra escrita o hablada– puede dar posibilidades de trabajo que no se encuentran desde otras disciplinas. Sobre todo, en personas que presentan afasia, facilita y habilita otra vía de comunicación no verbal de los pensamientos y vehiculiza-ción de emociones, promoviendo el contacto y la expresión de las mismas.

Esta modalidad de trabajo tiene como fin recuperar, mejorar y/o estimular a través del arte visual y audiovisual aquellas funciones cognitivas, sociales y emocionales que se encuen-tran disminuidas, alteradas o afectadas en cada paciente, repercutiendo de manera singular en cada persona.

Si bien el arte, implementado con objetivos terapéuticos adecuados al proceso que transita cada persona, puede utilizarse con diversos objetivos, tales como facilitar la ex-presión, el manejo y regulación de las emociones, el apren-dizaje de habilidades de afrontamiento, el mejoramiento de la comunicación, la disminución del dolor y la relajación entre otros, cabe destacar que, desde esta línea de traba-

Clara Miraldi*

* Arteterapeuta, egresada del Posgrado del IUNA (2010). Egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes ”Prilidiano Pueyrredón” (2003). Licenciada en Terapia Ocupacional (UBA). Integrante del Departamento de Terapias Basadas en las Artes de INECO.** Licenciada en Fonoaudiología (UBA, 2009). Diploma de honor. Exresidente del Hospital de Clínicas ”José de San Martín” (UBA). Integrante del Departamento de Lenguaje de INECO.1 Las obras sociales son entidades encargadas de organizar la prestación de la atención médica de los trabajadores en Argentina.

Cecilia Cavallo**

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jo, buscamos la expresión de la emoción para modelar el razonamiento cognitivo y así modificar la conducta de la persona en el aquí-y-ahora.

La modalidad de trabajo se adecua a los objetivos indivi-duales de cada paciente. Puede ofrecerse trabajo indivi-dual, grupal, de pareja, intervención familiar, por proyecto. Se promueve la socialización, se fortalece su autoestima a través de la aceptación de la obra producida y de las emo-ciones que puedan emerger durante el proceso de produc-ción, adquiriendo mayor coherencia interna y autenticidad mediante la integración de aspectos personales trascen-diendo así los ”límites” de la sesión propiamente dicha.

En este contexto de trabajo interdisciplinario, en el cual nos desempeñamos, es que consideramos significativo com-partir la experiencia realizada en el dispositivo de taller im-plementada en conjunto con la Lic. Cavallo. Dicho espacio integra arteterapia y escritura creativa dentro del Progra-ma de Reactivación Funcional. A continuación, presentare-mos el espacio.

Escritura creativa en INECO

El taller se implementa dentro del Programa de Reactiva-ción Funcional (PRF) en Salud Mental, destinado a jóvenes y adultos con trastornos psiquiátricos. La modalidad de trabajo singular que implementamos nos brinda la posibi-lidad de coordinar las intervenciones de forma combinada. Algunas de las integrantes del grupo tienen una historia personal sumamente ligada a la escritura de poesía o pro-sa y a la narración literaria, mientras que otras manifiestan que ”no saben escribir así”.

Por suerte, la poesía a veces responde esas inquietudes, como en este fragmento de ”Poética”2 de Joaquín Gian-nuzzi:

La poesía no nace.Está allí, al alcance

de toda bocapara ser doblada, repetida, citada

total y textualmente.

Este proyecto de pensar la articulación de ambas discipli-nas es relativamente joven, comenzó con una paciente que supo contar lo que hacía en arteterapia en su espacio de terapia del lenguaje. Ese contar se transformó en poesía. Y con ese gesto de decir, armó un puente que nos permitió empezar a dialogar. La posibilidad de escribir nació en ese encuentro (entre imagen y palabra, entre paciente y tera-

peuta, entre terapeutas) y desde ahí empezó su recorrido. La escritura se fue haciendo lugar, trazando un surco, una huella. En nuestra experiencia, para que eso sucediera, pri-mero estuvo ese diálogo inicial: un decir, una escucha y un ofrecimiento de nueva palabra para que la rueda gire. En estos primeros momentos tomamos como eje el apare-cer de la voz propia, entendiendo la voz en sus múltiples acepciones: como fenómeno sonoro con sus característi-cas acústicas, como soporte del lenguaje, como pieza de nuestra identidad, como marcas subjetivas que quedan en la escritura y también pueden tomar forma y color.

Dentro de este entramado de arteterapia y escritura crea-tiva exploramos con ambos estímulos, de modo vivencial y de manera integrada:

- Texturas y emociones.- La voz como textura.- La forma de la voz.- La voz que no está siempre igual y la convivencia de as-pectos que parecen contradictorios, complementarios, in-tegrales.

Algunas imágenes del proceso:

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Modelado personal a partir del registro de emociones cotidianas.

Creación de una composición grupal a partir del trabajo personal de cada una. Dactilopintura. Figura-fondo.

2 Giannuzzi, J. (1977). Señales de una causa personal. Ed. Cuarto Poder.

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Experiencias arteterapéuticas

La voz, desde la percepción individual hacia la construc-ción grupal

Frente a la obra plástica terminada, en la propuesta de escritura, se propone hacer foco en el relato del proce-so como actividad creadora de forma individual y luego grupal.

El título del trabajo grupal da cuenta de las emociones puestas en juego, flexibilidad e integración de estas. Desde nuestra experiencia, la escritura creativa en el contexto de rehabilitación está íntimamente relaciona-da con arteterapia y a su vez potencia el proceso creati-vo de cada persona. Creemos que los primeros encuen-tros y reconocimientos son significativos en nuestro quehacer clínico para gestar la propuesta de trabajo.

Aspectos formales

La experiencia de escritura creativa la llevamos a cabo junto a pacientes de diferentes clínicas (TEC, ACV, Par-kinson y Salud Mental) en sesiones individuales o gru-pales. En algunos casos, se plantean consignas forma-les de escritura y en otros, donde el espacio de escritura

A partir de la experiencia sensorial de tacto, se realiza actividad indivi-dual de escritura creativa para pensar la voz.

Composición escrita grupal, con formato de poema sobre la voz propia y las voces familiares.

lleva más tiempo funcionando, son los pacientes los que activamente proponen y escriben. Invitamos a es-cribir como posibilidad expresiva, invitamos a escribir porque desempolva la voz propia, invitamos a escribir para explorar lo polisemia de las palabras y escapar de lo unívoco.

Nuestro quehacer transcurre dentro de un equipo in-terdisciplinario donde vamos armando lazos de mane-ra singular, articulando nuestras propuestas de trabajo con las de otras terapias. Haciendo foco en el proceso creativo promovemos la estimulación de áreas cere-brales que aún funcionan de manera adecuada. Porque es en el hacer creativo donde entra en juego la memo-ria emotiva, las reminiscencias y el trabajo significati-vo desde la memoria autobiográfica subjetiva de cada persona. Es en el hacer creativo donde se construyen nuevas formas de comunicación, nuevos vínculos, nue-vas voces, y esto cuenta para todos los que transita-mos el camino de la rehabilitación. ■

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Con motivo de haber participado en el Segun-do Encuentro Nacional Junguiano, organizado por la Fundación Jung Córdoba, donde pre-senté un estudio de caso sobre arteterapia y autoconocimiento, me mueve ahora una re-flexión que trata de ahondar aún más en las particularidades de este abordaje.

Sabemos que el arteterapia es una herramienta ideal para trabajar con todo tipo de patologías, de esto da cuenta el interés, hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, por el llamado ”arte del insano” o ”arte psicopatológico”. Por esa época era usual que muchos psiquiatras, como Franz Prinzhorn -o más cercano a nosotros, Nise da Silveira- recopilasen las obras pro-ducidas por internos de instituciones psiquiátricas. Por supuesto que esas producciones captan, aún hoy, el interés de quienes buscan desentrañar su rica y abigarrada simbología. Por otro lado, también recor-demos que en sus comienzos, el arteterapia fue utili-zado por Adrian Hill para contribuir a la recuperación emocional de los heridos en la Segunda Guerra Mun-dial, quienes, padeciendo de estrés postraumático, encontraban alivio en dibujar y pintar. Sin embargo, y basándome en las teorizaciones de la psicología ana-lítica, sostengo que el arteterapia es una herramienta ideal para el autoconocimiento. Esta afirmación parte de la premisa de que uno de los objetivos más impor-tantes de todo ser humano es el autoconocimiento y la plena realización de sí mismo.

En el capítulo 4 de The Handbook of Art Therapy, Ca-roline Case y Tessa Dalley dicen sobre la psicología analítica de Jung:

Los símbolos representan la unificación de opuestos en una sola entidad. Pueden ser considerados como un intento natural del psiquismo para reconciliar y reunir opuestos a menudo muy separados uno de otro. Esta

capacidad del símbolo de unir lo consciente y lo incons-ciente en una nueva síntesis es lo que Jung llamó la función transcendente. En su trabajo, Jung utilizaba dos técnicas. Una era el camino de lo creativo que abarcaba la fantasía, los sueños, los símbolos, el arte y la imagi-nación activa. La segunda era la forma de comprensión que utiliza conceptos intelectuales, formulaciones ver-bales, la toma de consciencia y el insight. Él consideraba estas dos aptitudes de la mente como teniendo una re-lación de compensación. Sentía que la actividad creativa de la imaginación liberaba al hombre de una instancia crítica hacia el lado más ”lúdico” de su naturaleza (Case y Dalley, 1992: 91).

Jung escribió La Función Trascendente en 1915, pero ese trabajo recién vio la luz en la década del 50. En él, Jung plantea la integración de contenidos inconscientes a la conciencia, utilizando a tal efecto la técnica de la imaginación activa. Esta consiste en entablar un diá-logo interno en un estado de profunda relajación, per-mitiendo el surgimiento de contenidos inconscientes sin intervención de la actitud directiva de la concien-cia. Ante la aparición de una imagen determinada, se le habla como si se tratara de una tercera persona y, una vez finalizado ese diálogo interno, es conve-niente fijar plásticamente, por escrito, o incluso, cor-poralmente a través de una danza lo que surgió. La plasmación en una representación plástica de conte-nidos provenientes de lo inconsciente, acerca mucho esta función a la esencia del arteterapia. Y Jung así lo describe:

Luis Formaiano*

* Licenciado en Psicología (UBA). Arteterapeuta (UNA). Miembro fundador de la Asociación Argentina de Arteterapia. Artista Plástico.

Arteterapia y autonocimientoUna vía de exploración hacia uno mismo

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Experiencias arteterapéuticas

El trastorno afectivo también puede dilucidarse de otra manera, no ya intelectualmente, pero sí al menos grá-ficamente. Los pacientes que estén dotados para la pintura o el dibujo, pueden expresar el afecto mediante una imagen. No se trata de realizar una representación técnica o estéticamente satisfactoria, sino de dejar vo-lar la imaginación y hacer lo que buenamente se pue-da. En principio, este procedimiento coincide con el an-teriormente descrito. También en este caso se crea un producto de influencia inconsciente y consciente que encarna el esfuerzo de lo inconsciente por salir a la luz, y, simultáneamente, la aspiración de la consciencia a la substancia (Jung, 1957: 86).

El caso presentado en el Segundo Encuentro Na-cional Junguiano se refiere a una joven antropóloga de 35 años de edad que llegó a mi consulta mani-festando que le interesaba hacer arteterapia para su autoconocimiento y crecimiento personal. Hacía cuatro años que residía en Buenos Aires, siendo su lugar de origen un país centroamericano, al que es-taba considerando retornar a la brevedad.

Trabajamos con Silvia durante 14 sesiones, con consignas específicas. Al finalizar el relativamente breve recorrido, tuvimos una sesión de cierre con la revisión de todos los trabajos. A efectos de conside-rar los trabajos más significativos, me voy a centrar en tres imágenes en particular, comenzando por el Garabato.

no de muerte, es una parte vibrante… también hay va-cíos… lo verde es como un velo diáfano, el azul también, cielo o agua poco profunda, es natural, fluye…. Siento pla-cidez, y también anhelo, por esa vida que veo allí, lo verde llama la atención...”.

Lo primero que notamos al mirar juntos el garabato es la polaridad, por un lado, la placidez (lo manso, las aguas calmas, “tomarme el tiempo”, dice Silvia) y por otro, el caos, la falta de continuidad, eso le es ajeno, no es coherente, dice: “He tenido que aprender a convivir con rupturas, no me gusta que me desacomoden nada, no me desespera, pero es mi gran anhelo… el lado derecho no me hace nada de sentido, no lo puedo inte-grar en algo coherente”, concluye.

Volvemos al azul y a lo que había identificado como el nacimiento de una estrella, dice: “no sé si se va a in-tegrar, está justo en el borde, siento que todo el garabato tiene borde, yo, personalmente, no me siento desparra-mada, me siento más bien compacta, pero me angustian las cosas sueltas sin conectar, tengo la necesidad de en-contrar un sentido, la falta de sentido me desorganiza”.

Para terminar, titula el garabato como ”Hallazgo”. Y ¿qué es lo que Silvia halló en este Garabato? Que si bien se siente entera, hay aspectos ”sueltos” o “des-conectados” que la angustian. Así como también la polaridad que el garabato expresa, esos aspectos escindidos de ella misma a los que tiene, tal vez por primera vez, empezar a mirar desde su esencia para poder integrarlos.

Para el siguiente encuentro, trabajamos ”Mi Forta-leza”, cuyo disparador fue el relato ”Los Lapachos”, de Mamerto Menapace. Silvia hace un esqueleto en el centro de la hoja que describe como poseyendo lo esencial, sus huesos, y que fue reducido a este es-tado por un ardiente sol. Se pregunta qué es lo que la sostiene a ella. Este trabajo tiene su continuación con la consigna de la sesión siguiente, ”¿Cómo me

Sabemos que el arteterapia es una herramienta ideal para trabajar con todo tipo

de patologías, de esto da cuenta el interés, hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, por el llamado “arte del insano” o “arte

psicopatológico”.

Lo único que Silvia identifica al principio es la len-gua, pero después empiezan a aparecer otras fi-guras: un árbol (en naranja), un sol o una estrella en nacimiento (en el centro), luego pasa a la zona pintada en verde, siente que es lo que le provoca la selva, algo del orden de la vitalidad y la exuberancia. Al lado del sol indica agua y en la punta, un barquito. Y agrega: ”Hay algo viviente bajo el sol, es sangre… pero

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icas defiendo?”, cuyo disparador es el cuento ”El Capara-

zón”, también de Mamerto Menapace. Un rayo aho-ra activa al esqueleto del trabajo anterior.

La cuarta sesión propone ”¿De qué cosas me gus-taría desprenderme?”, y Silvia hace un trabajo clave, porque remite al arquetipo de la ”persona”.

Pincever. Silvia dibuja una persona, pequeña, en la parte central inferior de la hoja –que parece tener algo como un lápiz en su mano– y encima, líneas curvas en ma-rrones y azules que atraviesa la hoja y sobre las cuales ubica, en verde, formas informes, esbozos de palabras y algo que parecen ojos, todo da la sensación de estar cayéndosele encima. Trabajando la ira en la sesión si-guiente, en la que pinta un río de lava como base y el resto un fondo de azul sobre el que esboza figuras, dice: “estoy como en el principio de otro relato, venía trabajando cosas muy concretas, esto es más una sensación… el fondo azul oscuro es tormentoso, pero ese es uno de mis colores fa-voritos, en rosa estoy yo… estoy como invisibilizada, fantas-mal, los otros son simplemente otros… ahora que lo pienso, mis momentos de mayor agresividad se dieron cuando me he sentido invisible… ese piso… ¿es agresividad?, ¿es vita-lidad? ¿o es energía?... es un río, debe ser subterráneo, y le da calidez a algo que es frío… frío, inerte… de ahí crece algo, un sustrato de algo, que es contrario a la esterilidad… es un magma que quema”.

En el siguiente encuentro, al trabajar ”Aprender a es-cuchar la voz interior,” surgida del relato ”Las campa-nas del templo” hace un insight, a partir de dibujar a la silueta rosa del trabajo anterior bebiendo del río de lava, se puede ver su estructura ósea, el azul está ahora rodeado de un gris oscuro sobre el que pinta rayos. Se pregunta si en realidad no se estará haciendo cuerpo, fortaleciéndose, y dice: “… pasando de un estado fantasmal que no se puede aprehender a algo más consistente. Antes, tenía un modo de vivir fantasmal, eran como vestigios… pero no es mi realidad hoy, me toca hacerme materia, el magma ahora, es una fuente”. Y este hacerse cuerpo resignifica esos primeros trabajos donde aparece el esqueleto que luego es activado por un rayo.

Las dos siguientes sesiones trabajamos ”Impresiones Primarias” y algo aún más lejano en el tiempo: ”Mi vida anterior”. En el primero, manchas rosas y ocres permi-ten ver algo amorfo que se mueve detrás, algo que de-fine como un “agua de fuego” y que ”tiene que salir por

Jung escribió La Función Trascendente en 1915, pero ese trabajo recién vio la luz

en la década del 50. En él, Jung plantea la integración de contenidos inconscientes a la

conciencia, utilizando a tal efecto la técnica de la imaginación activa.

Jung dice: Al analizar la persona, disolvemos la máscara y descubrimos que lo que aparentaba ser individual es en el fondo, colectivo, que la persona, en otras palabras, era únicamente la máscara de la psique colectiva… La perso-na es un compromiso entre el individuo y la sociedad que tiene por objeto “lo que cada uno de nosotros aparenta ser” (Jung, 1928: 179).

Y Silvia dice: “Pienso en lo inútil y en el enorme gasto de energía que implica tratar de adecuarse. Hice diferentes máscaras, pero no las puedo identificar… los brazos y las máscaras tapan al verdadero yo, el esfuerzo que implica quitar una y poner otra… Me llaman la atención sus cos-tillas, lo que sostiene, lo vital, lo esencial”.

La consigna ”¿Cuánto peso llevo encima?” tiene como disparador la poesía “Acarrearnos el alma”, de Erica

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algún lado, sin destruir…”. Y del segundo dice, ante la figura de una mujer (ella misma) al calor de un gran sol: “Esta mujer lleva cuatro años dándome vuelta, está para ser develada, hasta ahora no he logrado arrancar ese velo, deve-larlo va a representar un giro que podría no hacer, pero me lo voy a perder sino lo hago… develar un sentido…”.

La siguiente consigna sobre ”El Coraje” la lleva a seguir explorando esta mujer, que ahora aparece ligeramente esbozada con trazos de témpera negra sobre un fondo ocre y amarillo. En la undécima se-sión logra un trabajo de síntesis que resignifica los trabajos anteriores (los trabajos del 12 al 14 abrie-ron una nueva línea que habría ameritado explorar, pero Silvia ya se iba del país). De este trabajo, sobre ”Lo viejo y lo nuevo”, dice: “Es una máquina orgánica, lo óseo se vuelve muscular, de voluntad… es redonda, or-gánica, flexible, natural, es hacer sin esfuerzo, es fluidez, sin presión, es… alineamiento, una vuelta sobre sí mis-ma, un descanso… que tiene un halo protector…”. Y sigue: “…adentro… se está transformando, empieza a palpitar esa estructura como el músculo, es la forma de su cora-zón, la fibra muscular de su corazón”.

BIBLIOGRAFÍAChevalier, J. y A. Gheerbrant (1988). Diccionario de Símbolos. Barcelona: Editorial Her-der.Case, C. y T. Dalley (1992). The handbook of Art Therapy. Londres: Routledge.Jung, C. G. (2002). Obra completa. Volumen 9/1. Los Arquetipos y lo Inconsciente Co-lectivo. 10. Consciencia, Inconsciente e Individuación (1939). Madrid: Editorial Trotta.— (2002). Obra Completa. Volumen 7. La individuación, Dos Escritos sobre Psicología Analítica. 2. Las relaciones entre el yo y lo inconsciente. La Individuación (1928). Ma-drid: Editorial Trotta.— (2004). Obra Completa. Volumen 8. La dinámica de lo inconsciente. 2. La Función Trascendente (1916/1957). Madrid: Editorial Trotta.Malchiodi, C. A. (1998). The Art Therapy Sourcebook. Los Angeles: Lowell House.Stein, M. (2006). El Principio de Individuación. Hacia el desarrollo de la consciencia humana. Barcelona: Ediciones Luciérnaga.

El recorrido de Silvia da muestras de lo que significa el Proceso de Individuación. Jung define la indivi-duación como ”llegar a ser un individuo y, en la me-dida en que por individualidad entendamos nuestra intimísima, definitiva e irrepetible manera de ser, llegar a ser uno mismo. De ahí que podamos también traducir individuación por auto actualización o auto realización” (Jung, 1928: 195).

Ese fue el sentido último de este recorrido, desde lo básico, el hueso, hasta la constitución del mús-culo, un proceso de regeneración y crecimiento que va desde la estructura más simple a la más com-pleja para volver a lo básico como esencial, sin esas envolturas provistas por la máscara. En suma, una secuencia de generación / materialización / des-materialización / transformación, en camino a ser verdaderamente ella misma. ■

Basándome en las teorizaciones de la psicología analítica, sostengo que el

arteterapia es una herramienta ideal para el autoconocimiento. Esta afirmación parte de la premisa de que uno de los objetivos

más importantes de todo ser humano es el autoconocimiento y la plena realización de

sí mismo.

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* Arteterapeuta con orientación antroposófica. Licenciada en Bellas Artes (UNA). Cofundadora de la formación para arteterapeutas con orientación antroposófica, Centro Vertical1 ATA se refiere al arteterapia con orientación antroposófica.

El arteterapia antroposófico es un proceso creativo que se desarrolla por medio del in-tercambio entre el cliente, su trabajo artísti-co y el arteterapeuta. A través de propuestas artísticas concretas, se promueven proce-sos en el tiempo, transitando un camino de transformaciones, buscando despertar las fuerzas creadoras, que son también fuerzas de autosanación.

Sus inicios

El arteterapia con orientación antroposófica se desa-rrolla desde la primera mitad del siglo XX como fruto del trabajo conjunto entre médicos y artistas, y como una ampliación de la medicina antroposófica fundada por Rudolf Steiner e Ita Wegmann en Suiza. Se inicia en el año 1924, en la primera clínica antroposófica en Suiza, cuando la Dra. Ita Wegmann (1878-1943) le en-carga a la Dra. Margarethe Hauschka (1896-1980) y a la pintora Liane Collot d’Herbois (1907-1999) que de-sarrollen ejercicios artísticos para favorecer los pro-cesos de curación de sus pacientes. El primer centro de formación de arteterapeutas con orientación an-troposófica fue creado por la Dra. Hauschka en Bad Boll, Alemania, en el año 1960. Hoy en día se practica el arteterapia en numerosas clínicas y consultorios en todo el mundo, en especial en Alemania, Suiza, Países Bajos y Estados Unidos.

Junto con la medicina antroposófica, el arteterapia con orientación antroposófica también está desarro-llándose en Iberoamérica. En junio del corriente año tuvo lugar el Primer Encuentro Iberoamericano de Ar-teterapeutas con Orientación Antroposófica en Perú.

¿En qué consiste el arteterapia con orientación antro-posófica? El arte ¿puede sanar?

El arteterapia antroposófico (ATA)1 es un proceso creativo que se desarrolla por medio del intercambio entre el cliente, su trabajo artístico y el arteterapeuta. A través de propuestas artísticas concretas, se pro-mueven principalmente procesos en el tiempo, tran-sitando un camino de metamorfosis, transformacio-nes, buscando despertar las fuerzas creadoras que son al mismo tiempo fuerzas de autosanación. Sus efectos se hacen visibles y/o perceptibles en el ámbi-to físico, vital, anímico y espiritual. Por medio del ATA, el alma aprende a abrirse y relacionarse de manera nueva por medio del asombro para con el mundo y la vida, para poder recibir lo nuevo.

El ser humano vive en un mundo de fuerzas polares: de formación y disolución, de luz y oscuridad, de frío y calor, de endurecimiento e inflamación, de orden y caos, de peso y liviandad, adentro y afuera, contrac-ción y expansión. La actuación de estas fuerzas, en forma excesiva o disminuida, favorece el desarrollo de las diferentes enfermedades, al atravesar un límite que nos mantiene saludables. A través del ATA bus-camos un camino para alcanzar un nuevo equilibrio y armonía, desde la enfermedad hacia la sanación, con-siderando la biografía personal, honrando el camino único e individual del cliente. La salud es un estado activo de constante búsqueda del equilibrio entre las polaridades.

Gabriela Porák de Osman*

El arteterapia con orientación antroposófica

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Experiencias arteterapéuticas

¿Qué medios artísticos utilizamos?

Los elementos y técnicas artísticos actúan de maneras muy diferentes, tanto en los procesos anímicos como en los físico-corporales. Las formas y los colores nos rodean en el mundo visible, y ambos elementos son la base para el trabajo artístico. La belleza y la armonía son aspectos muy presentes en nuestro camino, siendo la naturaleza exterior y sus leyes una gran inspiración para nuestra propuesta.

Trabajamos con diversas técnicas de pintura, y es la técnica de acuarela sobre una hoja húmeda la que utili-zamos con mayor frecuencia, ya que el alma fluye en el mundo del color y es allí donde puede fluir y brillar mejor, pudiendo armonizar aquí la relación de la vida psíquica con la vital (estimula la actividad glandular y activa el apetito).

El alma vive entre las polaridades de luz y oscuridad, al igual que el ámbito en donde surge el color. Si observa-mos con atención los colores en el cielo entre la noche y el día, y sus transiciones, podremos descubrir sus le-yes, que son al mismo tiempo las leyes del alma. Por ello, después de un profundo trabajo y conocimiento, el arte-terapeuta puede trabajar a través del color.

Por medio del color y las imágenes nos conectamos pro-fundamente con nuestro sentir. Las transiciones entre un color y otro, o en un mismo color, nos permite respirar con mayor libertad, descubrir los finos matices que viven en el alma y diferenciar las sutilezas de nuestro sentir.

El dibujo es utilizado en sus variadas formas: dibujo de objetos-figurativo, sombreado diagonal, tiza pastel, di-bujo dinámico, geométrico y de formas, con carbonilla. Se promueve un efecto diferente en el hombre según su utilización.

La arteterapeuta Eva Mees-Christeller ha descubierto la relación entre cada forma de dibujo con los efectos pla-netarios, que detallaré a continuación:

● El dibujo figurativo nos ayuda a volver a conectarnos con el mundo, despertando el interés y amor por el entor-no; nos permite aprender a ver de manera objetiva. Esta búsqueda por la fidelidad del dibujo con el propio objeto nos recuerda a un proceso saturnino.

● El sombreado diagonal consiste en una repetición de trazos cortos inclinados, paralelos, que llegan como una suave lluvia a la hoja, creándose una entrada de luz, acompañada por un ritmo, permitiendo que las formas no se encierren por una línea de contorno; las formas

surgen, aparecen dentro de este ritmo, que es siempre conducido por un trazo desde arriba hacia abajo. Puede hacerse con lápiz grafito y, en algunos casos, con lápices de colores. Encontramos aquí la cualidad lunar.

Dibujo con la mano tiza pastel.

● Con la tiza pastel se llega especialmente al sentir. Se puede trabajar con la mano activando el sentido del tac-to, con un gesto suave, cual caricia sobre la hoja. La cua-lidad del planeta Venus se despierta en este modo de trabajar con delicadeza y amorosamente.

● El dibujo dinámico está vinculado a la cualidad mercu-rial, en donde los trazos fluyen en movimientos fluidos, sin fijar una forma determinada, sino mas las dinámicas que hacen a las formas, entrando en la corriente de lo que transcurre y deviene; es una especie de danza con el lápiz.

● El dibujo geométrico nos permite trabajar con las le-yes cósmicas, posibilitándonos ordenarnos y tranquili-zarnos. Pueden ser realizados con reglas y compás, pero el efezcto es aún mayor si logramos realizarlos a mano

”Cisne”.

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icas alzada. Aquí nos movemos dentro de las fuerzas de Jú-

piter.

● El dibujo de formas nos conduce hacia una experiencia solar. A través de las rectas y las curvas, y su combina-ción, buscamos formas armónicas, que se desarrollan en el tiempo y en el espacio (nos recuerdan a las cintas trenzadas de los celtas y longobardos o las guardas or-namentales griegas).

● El dibujo con carbonilla nos invita a trabajar con la oscuridad al servicio de la luz. Se puede trabajar con el polvillo de las carbonillas con la mano y/o con la carbo-nilla entera, cortada en un trozo de unos 3 centímetros de largo. Necesitamos despertar las fuerzas del coraje, pudiendo llegar hasta un proceso dramático, activándose las fuerzas de la cualidad de Marte.

El arte conmueve al ser íntimo e íntegro, permitiéndonos ser activos en nuestra propia sanación; de ser creadores, religando la materia y el espíritu. Por medio del hacer artístico pode-mos introducir el futuro en el presente. La libertad y am-plitud que entraña el arte hace posible que cada persona encuentre el alimento y proceso que necesita transitar. El arte permite objetivar el mundo interior, posibilitando un camino de autoconocimiento a través de un lenguaje no-verbal. El propio cliente trae consigo el camino para su sanación y se va develando en el proceso artístico jun-to al terapeuta artístico.

En la actualidad existen numerosos estudios científicos que testimonian desde la teoría y los resultados alcan-zados, un importante apoyo en los procesos de sanación, activando el potencial del crecimiento interior y el equi-librio del padecimiento y manifestaciones de enferme-

Escultura: ”La Bola de Cristal”. Trabajo con niñ@s

El modelado con arcilla, en donde permeamos a la ma-teria de movimiento y vitalidad, creando metamorfosis y transiciones, nos permite vivenciar la forma, el límite, el sostén, el apoyo, la claridad y el orden en armonía. Acti-vamos las fuerzas que hacen a la vida y al cuerpo porque, como expresa Rudolf Steiner, “en cada hombre habita un escultor” (Steiner, GA 308).

¿Cómo transitamos el camino?

Es de nuestra preferencia tener un diagnóstico médico y un intercambio personal para acompañar su tratamiento medicinal, en caso de tenerlo. En el consultorio del arte-terapeuta, el cliente pinta dos o tres trabajos libres, sin indicaciones, en donde podemos intuir el comienzo de un camino a transitar, revelándose aspectos del ámbito físi-co, vital, anímico y espiritual.

Pintura húmedo en húmedo.

dades, permitiendo en muchos casos la autorregulación, estabilización y reorientación del cliente, aumentando su autoestima y fuerzas de voluntad, vitalizando y refres-cando.

Campos y ámbitos de acción

El ATA es aplicada en el tratamiento y prevención de enfermedades corporales, psicosomáticas y psíquicas, tanto crónicas como agudas, así como también en pro-blemas de desarrollo, crisis biográficas y en la medicina paliativa. Puede ser ofrecida a niños, jóvenes y adultos. El ATA se trabaja, por lo general, en consultorio privado o en instituciones como hospitales, escuelas, clínicas, geriátri-cos y hospices, en forma individual y a veces en forma grupal, pero con un seguimiento personal. ■

BIBLIOGRAFÍAMees-Christeller, E. (2016). Terapia Artística. Esencia y tarea del dibujo. Buenos Aires: Ed. Antroposófica.

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Experiencias arteterapéuticas

La historia de Ana

A sus cinco años, sus padres se separaron. A los ocho años, su madre consiguió trabajo en el exterior y sus padres dejaron que Ana y su hermano de diez años elijan con quien vivir. Ana optó a último momento por acompañar a su madre. Su hermano se quedó con su padre. Sentía culpa por no haberse quedado con ellos y tristeza por no saber cuándo volvería a verlos. Pero tampoco quería separarse de su madre.

Su estadía fuera del país duró hasta terminar la se-cundaria. Durante esos años, tuvo poco contacto con su padre y su hermano. Refiere que tuvo una adoles-cencia difícil, ya que su madre la cambiaba de colegio constantemente ”por puro capricho”. Esto le imposi-bilitaba tener amigos estables. Se sentía la rara del curso, alejada del resto. Con las pocas amistades que intentó forjar, no podía salir del rol de ”la tercera que quedaba por fuera de todo”.

Las relaciones triangulares, en las que ella termina lastimada, son una constante en su vida. A sus 15 años, la madre la lleva a un ginecólogo ”de confian-za”, quien abusa de ella. Esta escena se repite varias veces. Ana nunca dijo nada. Para ese entonces, co-

mienza a tener ataques de pánico, retraimiento social, constantes enfermedades en las vías respiratorias. Ella asegura que se va a morir de una enfermedad en los pulmones; siente que ”ya no se llenan de aire”.

Ya en Buenos Aires, vive mayormente con su madre y algunas veces con su padre y su hermano, con quienes ha retomado cierta relación, aunque distante. Ambos padres conviven con sus parejas. En ninguna de las dos casas siente que tiene su espacio. En ambos lu-gares dice estar ”de prestada”.

Describe a su madre como invasiva y sobreprotecto-ra y dice que su padre no sabe comunicarse con ella. Desde los 16, en momentos de gran angustia, Ana solo siente alivio produciéndose laceraciones en su cuerpo, antes, con una navaja, actualmente, con un bisturí que le robó a un amigo. Múltiples marcas en sus entrepiernas y sus brazos dan muestra de ello. A veces se cubre sus extremidades para que no se vean, otras veces, busca visibilizarlas llevando minishorts y musculosas. Nadie en su familia lo nota. Nadie la mira realmente. Hace un año comenzó a colocarse pier-cings en diferentes partes de su cuerpo. La mayoría se han infectado, su cuerpo los rechaza. Ante cada in-fección, Ana tiene la certeza de que va a morir.

Gustavo Sarthou*

El antídoto de AnaAbordaje arteterapéutico con una joven con

conductas autoflagelantes

* Licenciado en Psicología (UBA). Profesor de sordos (INSPEE). Arteterapeuta (Primera Escuela Argentina de Arteterapia). Docente en la Primera Escuela Argentina de Arteterapia.1 Es el primer año que se cursa en la Universidad de Buenos Aires.

Ana tiene 22 años y asiste a mi consultorio desde los 20. Llegó a la consulta preocupada porque no lograba aprobar ninguna materia del Ciclo Básico Común.1 Con grandes aspi-raciones artísticas desde niña, al momento de elegir una carrera, se anotó en Economía. Su argumento era: ”me gusta dibujar y pintar, pero debo seguir una carrera que tenga que ver con ”estudiar”.

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icas A lo largo de su proceso terapéutico conmigo, según

su disposición, algunas veces la acompaño desde la palabra, otras, podemos trabajar desde el arteterapia y, algunas otras, Ana solo se queda llorando en posi-ción fetal sobre el sillón. En cada uno de los encuen-tros, Ana sabe que yo estoy allí para ella.

Un recurso arteterapéutico

Le propuse a Ana trabajar de la siguiente manera: le pre-senté tres cajas diferentes. La primera tenía distintos papeles con palabras tales como: alegría, desencuentro, humildad, desconfianza, etc. En la segunda caja había pequeños recortes de cartulinas de diferentes colores y formas. La tercera contenía distintos colores de pastel al óleo.

Primero, debía extraer al azar un papel de la primera caja. Con esa palabra como disparadora, la invité a explayarse sobre la misma. Una vez que el tema se agotaba (solía suceder que esto llevaba toda una sesión), debía, tam-bién al azar, extraer uno de los recortes de la segunda caja y un pastel al óleo de la tercera caja. Así, sobre una hoja, debía ubicar el recorte en el lugar que deseara y con el pastel al óleo debía utilizar el recorte como un estén-cil sobre la hoja. La intención del trazo que utilizara con el pastel al óleo debía estar relacionada con la palabra trabajada. Por ejemplo, si era ”desconfianza”, ese trazo debía hacerse con desconfianza.

A lo largo de los encuentros fuimos trabajando diferen-tes palabras y sobre la misma hoja quedaron plasmados los trazos con distintos colores y formas. Luego de llegar a las 15 palabras, le propuse que, si lo creía conveniente, interviniera lo plasmado en el papel como ella deseara. Y así lo hizo… La Figura 1 muestra el progreso de esta etapa del proceso.

•● En el sector D ve una máscara roja con frente, nariz y boca que oculta un rostro.

•● En el sector A observa una explosión expansiva, crea-tiva. Está justo en la parte superior de la cabeza. Es un mundo lleno de ideas y ganas de crear que no puede salir.

Figura 1

Luego de leerle el listado de las palabras con las que trabajamos le pregunté qué veía. Ana giró la hoja varias veces hasta dejarla en forma vertical.

A continuación, transcribo las observaciones de Ana so-bre cada sector de su dibujo y el diálogo que mantuvi-mos:•● En el sector E reconoce un ojo que mira de perfil.

Figura 2

Figura 3

•● En el sector B también ve una explosión, pero esta es caótica. La ubica en el lugar de la garganta. Es como algo atorado. Es de color verde porque está ”podrido”. Es algo que se pudre por estar tanto tiempo en ese lugar y no puede salir.

Yo: - ¿Qué es lo que hay ahí que se está pudriendo?Ana: - Muchas cosas.- Te propongo que dejes que esas “muchas cosas que se están pudriendo en la garganta” salgan en un dibujo. Exorcizalo en la hoja. (Le ofrezco una nueva hoja).

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Experiencias arteterapéuticas

Ana dibuja:En el dibujo original, en el interior de lo que se pudre, solo hay vacío. Ahora le dio una identidad. Le dio color, forma, textura.

Ana: - Usé otros colores que no fueran verde porque en rea-lidad el verde es lo que se ve, lo que ya está podrido. Pero adentro es más pesado y oscuro. Son muchas cosas.Yo: - ¿Por ejemplo?Lentamente, Ana comienza a hablar. En un principio con voz muy baja, pero, de a poco, se va notando su enojo y va elevando el tono de sus palabras. De ma-nera catártica, Ana no deja de enumerar ”cosas que se están pudriendo en la garganta”, que hasta ahora no se animó a decir. No salían.

Ana: - Tengo una tía que se llama Ana, como yo. Ella nunca me visitaba porque yo vivía en una “zona pobre”. Cuando se fue a vivir a Europa, a veces venía de visita, pero a mí no me veía. Solo me mandaba regalos. Te quiero ver a vos, ¡no quiero regalos! Yo: - Nunca me contaste que tenías una tía que se llama igual que vos.- Sí. Viven diciéndome que me parezco en esto y en aquello a ella. ¿Para qué me lo dicen? Yo no me quiero parecer a ella. Pero nunca se los dije. Y mi mamá: siempre me sobreprote-gió. Siempre me acompañó al colegio. Eso me daba mucha vergüenza. Pero nunca se lo pude decir. ¡Hasta me acompa-ñó a mi primer día de la facu!2 ¿No te das cuenta de lo mal que me hacés? Ya no hay forma de que entienda.

Ana comienza a llorar. Aprieta los puños. Se la nota muy enojada. Pero no se detiene, continúa...

- También me acuerdo de mis dos amigas del último año del secundario. Eran muy caretas3 y nunca decían lo que les parecía. Nunca van a aceptar que son caretas. Y cuando mis papás se separan, mi papá empieza a salir con una mujer. Me la presenta y me dice que no diga nada a mi mamá. ¿Cómo pudo hacerme eso? Yo tenía cinco años. ¡Cinco años! Él nunca dice nada. Siempre me traicionó. Si se acerca no lo hace para ocuparse de mí sino porque va a tomar alguna medida legal contra mi mamá. Siempre fue igual. Nunca le pude decir que ese manejo no me hace bien. Muchas veces prefiero no verlo y le digo que no puedo.- Son muchas cosas no dichas.- Y muchas frustraciones. Cosas que quiero hacer y no logro hacerlas.- Usaste el rojo y el negro para rellenar eso que se pudre. ¿Qué representaría cada color?- El rojo es mi mamá, por lo avasallante. El negro, obvio, mi

papá… es oscuro.- ¿Y qué más ves en el dibujo?- Veo un vaso (señala el sector C).- ¿Un vaso?- Sí, pero está roto por abajo. Se le escapa el contenido. - ¿Ya estaba roto o lo rompiste vos?- Estaba roto… es lo que hay. Su color es neutro. No está ni de este lado (señala la parte A del dibujo, la expansiva), ni de este otro (señala la parte B, la caótica). - Hagamos de cuenta que ese vaso roto podría haber con-tenido la medicina para curar todo eso que está atorado en la garganta. Te propongo que dibujes un vaso sano con su contenido: un antídoto.

Le doy otra hoja. Ana dibuja su vaso con su contenido (ver Figura 4).

- ¿Este es el antídoto que preparaste?- No. No veo que sea un antídoto. Primero respeté el color y la forma, después le agregué el naranja que hay en A, pero después le puse violeta, y ese color no cura. No me imagino una medicina violeta. El violeta no me gusta. Además, está todo revuelto.- Entonces, ¿por qué no dejaste que surgiera la medicina que realmente puede curarte?

Frente a esta pregunta Ana comienza a angustiarse. Como muchas otras veces, llora y se queda hecha un bollo sobre el sillón. Repite una y otra vez: “No lo sé. No lo sé. Siempre hago lo mismo”. Le lleva varios minutos reponerse. Le presento una nueva hoja y con firmeza le digo:

- Aquí y ahora tenés la oportunidad de ver de qué forma

Ana solo siente alivio produciéndose laceraciones en su cuerpo, antes, con una navaja, actualmente, con un bisturí que le robó a un amigo. Múltiples marcas en sus entrepiernas y sus brazos dan muestra de

ello. A veces se cubre sus extremidades para que no se vean, otras veces, busca

visibilizarlas llevando minishorts y musculosas.

2 Facultad, universidad.3 Persona que quiere aparentar un estatus o algo que no posee o tiene.

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puede ser esta medicina. Este fue tu primer intento. Ahora, permitite preparar nuevamente tu medicina, pero sin usar el violeta si creés que no va.

Ana duda, pero se pone a dibujar sin usar el violeta (ver Figura 5).

- ¿Y ahora? ¿Esta es tu medicina?- No, todavía no. Son los colores que tomé de A, pero está todo muy revuelto, con muchas vueltas. En A todo fluye más. Se expande más. - Muy bien. Ya pudiste cambiar el color de tu medicina, pero no todavía la forma y creo que ya sabés cuál es esa forma. En A ya lo dejaste expresado. (Le recuerdo que siempre que tiene que resolver algo en su vida, como la elección de su carrera, va por el camino más sinuoso que, por lo general no la lleva a resolver nada, aun sabiendo cuál es el camino de sus deseos. Lo mismo está haciendo ahora con su medicina). Nuevamente, te propongo que te permitas hacer tu medicina con los colores y las formas que sabés que son.

Le alcanzo una nueva hoja. Ana vuelve a crear (ver Fi-gura 6).

- Ya tenés tu medicina para liberarte de lo que tenés atragan-tado. (Le muestro el dibujo que hizo sobre todo lo que tiene atorado y se está pudriendo). ¿Qué querés hacer con esto?- Destruirlo.- Muy bien. Hacelo.

Ana toma el dibujo y lo rompe cuidadosamente en muchos pedazos. Le propongo que se los lleve a su casa y los entierre en su jardín. Luego, que siembre a su lado alguna planta con flores que se asemeje en color y forma al del último dibujo.

Conclusión

A lo largo de su vida, Ana se vio obligada a callar. No solo la palabra hablada estaba obturada, también su creatividad, sus deseos y el contacto con sus emocio-nes. Todo esto fue acumulándose en su alma con gran dolor y solo encontraba alivio momentáneo al flagelar su cuerpo. Mucho tenía sacar, pero todo lo calló.

En el proceso que relaté con anterioridad, se habilitó a Ana un canal alternativo al terreno verbal, confi-riendo al discurso una exterioridad real y operar so-bre ella desde lo artístico, apelando a sus recursos creativos. Si bien en un primer intento de plasmar una ”medicina” Ana repite lo que ya sabe hacer: lo correcto (el color violeta), nada tiene que ver con sus deseos o recursos ”expansivos”. Ella misma afirma entre llantos ”siempre hago lo mismo”. Con una nue-va hoja, la invité a que salga de esa zona de confort que tanto la oprimía y se explore con aquellos recur-sos que nunca se animó a utilizar. Formas y colores que estaban en ella, se revelan en su interior y sal-tan a la hoja. Incluso logra seguir trabajando en esto y hacer una tercera ”fórmula medicinal”, ya no tan confusa, algo florece.

Al poco tiempo de este trabajo, Ana decidió abando-nar la Carrera de Economía y anotarse en Bellas Artes. Ya está cursando su segundo cuatrimestre. Dejó de lacerarse el cuerpo. Sus ataques de pánico fueron dis-tanciándose con el tiempo hasta desaparecer. Con sus padres aún no logró tener un vínculo más fluido. Los secretos y ocultamientos y la incomunicación familiar continúan. Su madre volvió a irse a vivir al exterior. Ana tuvo la posibilidad de quedarse en la casa de su padre, pero decidió buscar un lugar dónde vivir sola por primera vez. Para mantenerse, consiguió un tra-bajo en una tienda de ropa. Aún le cuestan las relacio-nes con otros; casi no tiene amigos.

De a poco, muy de a poco, Ana asoma a la vida como la flor de su antídoto naranja y amarillo. ■

A lo largo de los encuentros fuimos trabajando diferentes palabras y sobre la

misma hoja quedaron plasmados los trazos con distintos colores y formas. Luego de

llegar a las 15 palabras, le propuse que, si lo creía conveniente, interviniera lo plasmado

en el papel como ella deseara. Y así lo hizo…

Figuras 4, 5 y 6

- ¿Y ahora?- Ahora esta puede ser mi medicina.- ¿Querés modificarla?- No. Ya no. (Ana suspira profundamente. Algo comienza a re-lajarse en su tono muscular).- ¿Ya podemos decir que esta es tu medicina?- Por ahora sí.- ¿Y qué ves?- Una flor.

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Experiencias arteterapéuticas

Licenciada en Psicología (UBA). Especialización en arteterapia (UNA). Atención en discapacidad, tanto en adultos como en niños. Tallerista de arteterapia y estimulación cognitiva.

En el contexto de discapacidad, el taller de arteterapia tendría como hilo conductor po-sibilitar y fortalecer el encuentro de cada uno de los asistentes con aquellos aspectos sa-nos con los que ya cuenta, y brindar un espa-cio seguro y confiable para el surgimiento de nuevas herramientas que le permitan afron-tar su discapacidad utilizando recursos más saludables.

Introducción

El presente taller se realiza en un centro de día, donde concurren los pacientes de lunes a viernes, en turno matutino. Es un centro multidisciplinario, dedicado a la atención y rehabilitación en discapacidad. El taller de ar-teterapia se desarrolla semanalmente, con una duración de una hora y media.

El objetivo de la institución en sí misma, y de los talleres diarios que allí se dictan, es lograr un enriquecimiento de recursos –físicos y subjetivos– que les permitan a los pa-cientes identificarse con los aspectos más saludables de su personalidad, y desde allí enriquecerse como sujetos.

El arteterapia es aquella disciplina que utiliza las herra-mientas de las artes plásticas con objetivo terapéutico. Permite encontrar un lugar de acuerdo entre las leyes de la materia –y su transformación– y de la ideación. Posibilita la expresión y sublimación, como también la construcción y la novedad, el representar y presentarse.

Para Sara Paín, precursora de dicha disciplina, ”el do-minio de la materia es en sí mismo una apropiación del cuerpo”. Así, entonces, el arteterapia vehiculiza el proce-so de formación de imágenes y de construcción de re-presentaciones. Permite acceder a lo potencial, ”a lo po-sible aún no constituido”, en palabras de Héctor Fiorini.

El taller de arteterapia tendría como hilo conductor, en

el contexto de discapacidad, posibilitar y fortalecer el encuentro de cada uno de los asistentes con aquellos aspectos sanos con los que ya cuenta, y brindar un es-pacio seguro y confiable para el surgimiento de nuevas herramientas que le permitan afrontar su discapacidad utilizando recursos más saludables.

Se alentará que se pueda verbalizar en cada taller aque-llo que no se puede lograr o comprender, ya sea referen-te a la consigna o al uso de los materiales en sí mismos, y que por ello puede acarrear ansiedad o frustración. El hilo conductor del taller se basa en buscar el bienestar y no toparse con la discapacidad como factor imposibili-tante al momento de la realización.

A lo largo del desarrollo de los sucesivos talleres se buscarán consignas que tiendan a un mayor desarro-llo –plástico e intersubjetivo– que permita acompañar el proceso plástico, de construcción y los tiempos que requiere.

En Clínica del arte, Carlos de Los Ríos Moller propone que “el arte es utilizado como potente humanista de re-apropiación del sí mismo […] se pasa de la nada mortí-fera al descubrimiento de sentido”. Así, persona y subje-tividad salen a la superficie.

Este será el lineamiento teórico base que permita ir marcando el recorrido a partir de los diferentes talleres semanales. Acompañado también de las formulaciones

Yamila Albana Grespán*

Experiencia con arteterapia en discapacidad

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icas teórico-prácticas de Sara Paín y el concepto de psiquis-

mo creador de Héctor Fiorini, textos pilares a la hora de pensar y construir este proyecto.

Los objetivos propuestos para el taller son: 1) desarrollar la capacidad creadora y expresiva de los concurrentes, llevando ello a alcanzar una mayor plasticidad subjetiva y cognitiva, 2) ampliar los tiempos de procesos de cons-trucción de una imagen, y 3) alcanzar mayor nivel de so-cialización.

Desarrollo

Uno de los concurrentes al taller es Joaquín, de 33 años. Asiste al centro de día desde hace un año y medio. Pa-dece una hemiparesia braquiocrural, producto de un ac-cidente de tránsito a la edad de 8 años, cuando escapaba de una situación de acoso escolar.

En el presente, Joaquín muestra dificultad en la mo-vilidad del lado izquierdo de su cuerpo, pero esta no le imposibilita utilizar el transporte público, jugar al fútbol o realizar actividades plásticas. Muestra mu-cha fijeza respecto a su accidente, y a todo lo que él considera ”heroico” (”héroes fueron los médicos que me ayudaron a seguir viviendo, y me hicieron volver a nacer”).

También es un tema de conflicto su relación con el sexo opuesto, ya que plantea una idea al respecto entre lo ideal y lo inmediato. Recibió varias denuncias por acoso callejero.

Desarrollo de los talleres

1º encuentro. Técnica de collage, donde mediante el uso de materiales conocidos, como revistas y papeles, se busca un acercamiento paulatino al taller y a la expre-sión plástica. A su vez, la consigna apunta a que cada participante se pueda conectar con sus gustos, pudien-do identificarse con imágenes y palabras tendientes al bienestar y a la salud.

En la socialización se apunta a que los participantes puedan presentarse a sí mismos, frente a los otros, a partir de sus gustos y deseos, y no a partir de sus dis-capacidades (como sí viene pasando hasta ahora en los momentos de intercambio grupal, por ejemplo, en los momentos de asamblea o cine debate).

Joaquín comienza a ojear las revistas, distrayéndose con las notas y leyendo su contenido (”me interesa leer las noticias; desde mi accidente y desde que salió en los dia-rios, leo todo lo que puedo, para estar informado”).

A las 11:25 h aviso que quedan cinco minutos para ter-minar la actividad. Joaquín comienza a apurarse, y será desde aquí hasta concluido el taller el único momento en que no elige alternar con la lectura de las notas.

Dice luego: ”yo no sé bien lo que hice […] bah, sí, puse cosas que me gustaban”. No puede dar cuenta de mu-cho más que ello, se lo nota desconcentrado y buscando terminar rápido la actividad para ir a desayunar.

2º encuentro. La técnica será mosaiquismo, y la consigna es que, dadas unas figuras geométricas recortadas, de-berán armar una imagen, de características abstractas o figurativa.

Este taller tiene como objetivo fomentar el impulso creador mediante materiales ya conocidos, y que, por lo tanto, no generan ansiedad. El desafío estará dado en completar la hoja con ellos, lo cual lleva a concentrar la atención más tiempo en su obra y no resolverlo de for-ma expeditiva como sucede con otras actividades plan-teadas a dicho grupo.

Se apunta a que la actividad permita configurar una imagen propia y nueva, mediante lo ya dado (los papeli-tos fueron previamente cortados), como también a posi-bilitar la planificación.

Se comienza a trabajar en la mirada crítica, haciendo foco en si aquello que se realizó se asemeja a lo pensa-do o si hubo un intento resolutivo y rápido de terminar la actividad.

Joaquín muestra mayor concentración que en el taller anterior. Presenta dificultad al manipular las figuras cuando los dedos se le llenan de pegamento y se levan-ta a lavarse las manos reiteradas veces. A las 11:30 h se da por finalizado el taller, produciéndose el momento

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Experiencias arteterapéuticas

de intercambio grupal. Cada uno muestra lo que hizo, y es Joaquín quien impulsa a aplaudir luego de que cada compañero muestra su producción.

tividad: ”yo quiero dibujar una plaza de juego, para jugar al fútbol”.

Al finalizar, en el momento de intercambio grupal, Joa-quín pide hablar primero y dice sentirse muy contento porque por primera vez en el taller logra que la produc-ción tenga similitud con lo que él deseaba plasmar.

3º encuentro. La técnica mixta de este encuentro consiste en realizar un fondo con materiales blandos (acuarela) y luego pegar allí alguna imagen significativa. De esta forma se busca comenzar a representar los segundos planos. ”El fondo anticipado muestra la maduración del sujeto”, dice Sara Paín. Como también, mediante recur-sos gráficos, desarrollar la capacidad de vincular entre sí diferentes partes de una representación para que luego dé lugar a la integración.

El uso de un material acuoso, como las acuarelas, per-mite trabajar con los recuerdos y con el pasado, y con los colores que desde allí se inviten. El contrapuesto de la imagen recortada remite a aspectos más adultos de la personalidad. Se propone el interjuego entre grandes y pequeñas superficies, entre lo que se puede controlar (la imagen recortada) y lo que no (el uso del agua en los pigmentos).

Al inicio del taller, Joaquín pide conectar su mp3 al equipo de música porque quiere escuchar Guns N’ Roses (”por-que llueve y quiero escuchar ”November rain”, aunque no estemos en noviembre”).

Joaquín tiende a utilizar el pincel seco, por lo que se le muestra la necesidad de que prevalezca el agua para di-cha técnica. Debo reiterarle en varias oportunidades que ”no tiene más pintura en el pincel”, pero continúa insis-tiendo en pintar de esta forma, hasta que decide utilizar más agua. Se evidencia una conducta oposicionista (al llegar al taller mencionó que había tenido una discusión con otra tallerista, lo cual lo tenía de mal humor).

Durante el tercer momento de la consigna Joaquín se muestra muy concentrado y dice estar gustándole la ac-

4º encuentro. La técnica esta vez es de modelado en masa, y la temática gira en torno a ”lo monstruoso”. Con esta consigna se apunta a la imago de aquello terrorífico de sí mismos y de su entorno. Permite desarrollar, de manera simbólica y amena, aquello que asusta o desagrada, y que al expresarlo puede relativizarse y quitarle peso.

Para Sara Paín, el modelado remite al propio esquema corporal, Pudiéndose ubicar ”lo monstruoso” afuera, ex-presándolo, es posible poder ponerle palabras y forma. Así se apunta también al surgimiento de lo sensorial. El uso de diferentes herramientas para dar forma, o mar-car a la escultura, permite trabajar las propias marcas, aquello que da identidad pero que también muchas ve-ces limita. De esta manera, se apunta a poner en con-tacto a cada asistente con estos aspectos propios, con

El objetivo de la institución en sí misma, y de los talleres diarios que allí se dictan, es lograr

un enriquecimiento de recursos –físicos y subjetivos– que les permitan a los pacientes

identificarse con los aspectos más saludables de su personalidad, y desde allí enriquecerse

como sujetos.

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icas su esquema corporal y con lo ”monstruoso” –dicho por

ellos– que cada uno ve frente al espejo.

Joaquín se muestra de nuevo muy disperso durante la primera parte del taller, buscando temas de conver-sación tanto conmigo como con el auxiliar de sala, y pidiendo salir al baño dos veces (toda la semana pa-sada fue esta la actitud en todos los talleres a los que concurrió). Luego de recordarle que contamos con un tiempo límite para hacer nuestro trabajo, Joaquín co-mienza la actividad y finalmente parece disfrutarla.

Al momento de cierre, pide hablar primero, dice que su monstruo se llama Pepe y que jugando al fútbol es muy feliz. Afirma que tiene por mascota un lagarto que la gente mira con temor porque lo ve feo, pero que en realidad es bueno y solo quiere hacerse amigo de las personas.

autorreflexión y a poder pensarse a sí mismo, ahora a partir de los nuevos recursos plásticos adquiridos.

Se pide una escala monocromática por dos motivos. El primero es para que permita correrse de la búsqueda de la perfección y del virtuosismo, no queriendo buscar el fiel reflejo de la realidad, sino que sea una actividad más simbólica y lúdica. Por otro lado, una escala mo-nocromática promueve la búsqueda de diálogo entre los diferentes tonos, brindando relatividad y sutileza. Así, el uso de los colores apunta a brindar mayor flexi-bilidad subjetiva.

En el primer momento del taller nos trasladamos a la sala de computación para ver diferentes autorretra-tos, previamente seleccionados. Se busca mostrar di-ferentes estilos y estéticas: cubismo, pop art, algunos más abstractos y otros con mayor nivel de figuración. Joaquín se esfuerza por describir las imágenes desde los aspectos plásticos (”parece cubismo”, ”es más mo-nocromático”). Muestra mayor atención, realizándole muchos detalles a su imagen. A diferencia de otras veces, no se dispersa mediante la actividad con algún comentario que nada tiene que ver con el taller y con el que pretende captar la atención de sus compañeros. Esta vez su concentración es mayor.

En el momento de socializar la obra, dice que se sintió muy contento ”porque esta vez le salió como él que-ría […] es mi parte frankensteiniana”. Sus compañeros aplauden su obra, y una compañera le dice que le gustó mucho, tomándolo de la mano.

5º encuentro. La consigna refiere realizar un autorretrato, con pasteles a la tiza. Al igual que en talleres anteriores, el trabajo se realizará sin dibujo previo. Se apunta a la

6º encuentro. La consigna sostiene que cada partici-pante tendrá en sus manos una cámara fotográfica que usará por el lapso de diez minutos, para sacar fotos dentro de la institución. Luego serán vistas

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Experiencias arteterapéuticas

por todos los concurrentes y seleccionadas para que algunas formen parte de la revista de la institución. Esta consigna tiene por fin permitir a los asistentes al taller ser protagonistas en la decisión de qué espa-cios seleccionar, y el recorte que quieran darle a cada imagen. Fomenta la autoestima y el empoderamien-to. Permite también la apropiación, desde su propio recorte, de la institución. Refuerza la capacidad de elección y discernimiento. El objetivo se completa cuando dichas fotos pasen a formar parte de la revis-ta de la institución, que será distribuida por ellos en sus familias y en el barrio.

El primero que pide realizar la actividad es Joaquín, mostrándose muy contento con la propuesta. A cada uno de los concurrentes los acompañaré yo, pero sin intervenir, más que sobre alguna posible complica-ción que pueda surgir a nivel técnico. Se les transmi-te esto oralmente; Joaquín comienza recorriendo el patio, diciendo que prefiere ese lugar porque hoy no hace frío. Luego va hacia el sum1 y la cocina.

Para el cierre de la actividad, una concurrente propo-ne: ”¿Por qué no elegimos una foto de cada lugar, así todos pueden ver cómo es?”. Joaquín dice que le pa-rece bien. Entonces separamos las fotos y elegimos una de cada sala. Estas se guardan en una carpeta y se comunica que la semana próxima las imprimire-mos y las pondremos en la revista. Joaquín pregunta si podrá ser que ”cada uno firme la foto, para que to-dos vean quién la sacó”.

Conclusiones

Luego de haber atravesado dicha práctica, con sus avatares, desarrollos y acompañamiento, puedo afir-mar que los objetivos propuestos al comienzo fueron alcanzados en aquellos concurrentes que mostraron

mayor asistencia y permanencia dentro del espacio de taller.

Los tiempos de procesos de construcción de las imá-genes se vieron aumentados en las producciones Joaquín, viéndose en ellos un enriquecimiento de di-cho proceso que es acompañado por el consiguiente enriquecimiento plástico.

En lo referente a ampliar la capacidad creadora y ex-presiva de los concurrentes, esto también pudo ob-servarse en Joaquín, junto con el logro de una ma-yor capacidad de planificación y de mayor plasticidad subjetiva y cognitiva. En los momentos de socializa-ción de sus producciones comenzó a poder decir algo más en torno a sí mismo y a las dificultades con las que fue topándose a lo largo de sus producciones, que son las mismas que suceden en su vida cotidiana (por su tendencia a la dispersión, el no aprovechamiento del tiempo y la incapacidad para llevar a cabo aquello que proyecta).

Otro observable a lo largo de los talleres fue el incre-mento en la autonomía de Joaquín, como también el establecimiento de mayores lazos y mejoras en los vínculos interpersonales, posibilitado mayormente eso por el momento de socialización de la obra, que le permitía dar a conocer sus producciones y poder ob-servar, y así conocer, lo realizado por su compañero, pudiendo profundizar más en el otro como un par que acompañaba también el camino singular de cada uno.

De este modo, el arteterapia se propone como una te-rapia complementaria y efectiva para el tratamiento y acompañamiento de diferentes patologías. ■

NOTAS1 Sum: salón de usos múltiples.

BIBLIOGRAFÍADe Los Ríos Moller, C. (2008). Clínica del arte. Altazor edición.— (2009). Psicoarte. Altazor edición.Farías, A. y M. Magnasco (2013). Fundamentos en arte terapia. Editorial Edun.Fiorini, H. (2006). El psiquismo creador. Nueva visión.Jung, C. (1995). El hombre y sus símbolos. Ediciones Paidós.Mannoni, M (1984). El niño retardado y su madre. Ediciones Paidós.Paín, S. (1994). Una psicoterapia por el arte. Teoría y técnica. Nueva visión.Winnicott, D. (1993). Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Ediciones Paidós.

El arteterapia es aquella disciplina que utiliza las herramientas de las artes plásticas con objetivo terapéutico. Permite encontrar un

lugar de acuerdo entre las leyes de la materia –y su transformación– y de la ideación.

Posibilita la expresión y sublimación, como también la construcción y la novedad, el

representar y presentarse.

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También señala que utilizar la mano que casi no ocupa-mos nos ayuda no solo a descubrir nuestras habilidades artísticas ocultas, sino también a liberar emociones alma-cenadas en partes del cuerpo, acceder a la creatividad y tratar los sentimientos de una forma más segura, ya que hala con gran sencillez sobre lo impotente, lo débil y lo su-bordinado de nuestra personalidad.

Según Capacchione, lo único que se necesita para acceder a este poder es un par de bolígrafos, un block o una car-peta con hojas blancas, un espacio libre de distracciones y rotuladores de diferentes colores. A través de diversos ejercicios la mano izquierda puede iniciar el diálogo ano-tando preguntas como: ¿Qué te gusta? ¿Cómo te descri-bes? ¿Qué necesitas de mí? ¿Qué podría hacer diferente para hacerte sentir mejor? Con una pregunta a la vez, la mano no dominante responderá a cada pregunta que se le realice a través de la voz interna que, según señala la autora, no solemos escuchar. Ese ”socio silencioso”, como lo llama, libera las emociones y deseos enquistados en nuestro inconsciente.

El cuerpo teórico de este libro está basado en la fisiología del cerebro, donde se establece que el hemisferio derecho controla el lado izquierdo de nuestro cuerpo, mientras que el hemisferio izquierdo controla el derecho. Contextualiza también el hallazgo de Paul Broca –cirujano y neurólogo francés del siglo XIX–, retomando que existe una pequeña región en la tercera circunvolución del lóbulo frontal iz-quierdo de la corteza, conocida como el ”área de Broca”, y que hasta ese momento era pensada como la única encar-gada de la producción del habla y del lenguaje. El también anatomista llegó a la conclusión de que somos diestros porque tenemos cerebro izquierdo y sugirió que la expre-sión y la destreza manual son atribuibles a la superioridad innata del hemisferio izquierdo en los diestros.

Más adelante, la autora retoma la tesis del sociólogo francés Robert Hertz, quien concluye que somos muchas más las personas diestras por las condiciones naturales y culturales, que establecen una diferencia significativa entre la mano derecha y la izquierda; señala que existe un pensamiento dualista, en el que el universo entero se divide en dos mundos contrarios y la naturaleza se orde-na en pares: el día frente a la noche, lo bueno contra lo malo, izquierdo y derecho. Esta clasificación binaria obliga a asociar la mano derecha con el día, con la luz, con lo co-rrecto, lo justo, mientras que la izquierda se asocia con lo siniestro, lo que está mal, la oscuridad. Este pensamiento favoreció entonces el desarrollo del hemisferio izquierdo pero, a la vez, deja nuestro potencial intuitivo y empático en las sombras.

En esta obra, Lucia Capacchione destina capítulos a brin-dar diversos ejercicios para hablar con nuestro niño inte-rior, para ayudar a nuestro cuerpo a sanar, como auxiliar en la recuperación de adicciones, curar las relaciones y, por último, un apartado para desbloquear la creatividad y canalizar la profunda sabiduría interior del Verdadero Ser, todo ello bajo la premisa de liberar el potencial del hemis-ferio derecho a través de la mano no dominante. ■

Michelle Medrez

The power of your other hand

Lucia Capacchione, consultora y terapeuta de arte, refiere en este libro que al utilizar la mano no dominante (la izquierda para los diestros y viceversa), accedemos a las funciones del hemisferio derecho del cerebro relacionadas con la expresión emocional y la intuición.

The power of your other hand. A course of channeling the inner wisdom of the right brain Autora: Lucia CapacchionePaís: Estados UnidosEditorial: New Page BookCantidad de páginas: 180ISBN: 10:1564145581

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Arteterapeutas en acción

Experiencias profesionales contadas en primera persona

Destinamos este espacio a visibilizar algunos de los ámbitos en los que pueden desempe-ñarse los arteterapeutas graduados en instituciones nacionales y extranjeras. Por eso con-vocamos a profesionales con trayectoria y a jóvenes graduados para que nos cuenten sus formaciones curriculares, su ámbito de desarrollo profesional y en qué consiste su trabajo arteterapéutico. Les presentamos algunas historias más de Brasil y Chile.

Formación e instituciones

• Profesora de Educación Infantil (Inst. ”Sara C. Ec-cleston”, Buenos Aires).

• Profesora de Artes, énfasis Dibujo (Inst. Artes Vi-suales “Regina Pacis”, Buenos Aires).

• Posgrado Educación Especial, énfasis Altas Ha-bilidades/Superdotación (Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Porto Alegre/RS-Brasil).

• Posgrado en Arteterapia en Contexto Social e Ins-titucional (Instituto da Familia de Porto Alegre/RS-Brasil, INFAPA).

Ámbito donde se desempeña como arteterapeuta

Coordinadora de la Formación de Arteterapia del Instituto da Familia de Porto Alegre/RS-Brasil (IN-FAPA). Consultorio particular.

Breve descripción de la tarea

“En el curso de Formación de Arteterapia, del Instituto da Familia de Porto Alegre/RS-Brasil (INFAPA), recono-cido por la AATERGS-UBAAT, trabajo como coordinadora

ejecutiva, profesora de las disciplinas de Creatividad, Ar-teterapia con adultos y tercera edad, Ética profesional y supervisora de prácticas en la formación. Soy Presidente fundadora y, actualmente, del directorio y de la Comisión científica de la Asociación de Arteterapia do Estado do Rio Grande do Sul (AATERGS), y actúo como Consejera de Honra pela AATERGS en la Unión Brasileira de Asociacio-nes de Arteterapia (UBAAT). En 2008 fui la coordinadora responsable del XII Congreso Brasilero de Arteterapia en Canela-RS.

También coordino y trabajo en mi atelier terapéutico particular en Porto Alegre con jóvenes, niños y adultos. Desarrollo proyectos de creatividad y arteterapia en di-versas instituciones educativas, con grupos de profesio-nales, familias e estudiantes.

Fui invitada para dar cursos en universidades e institu-ciones superiores de Buenos Aires, Brasilia, São Paulo y Rio Grande do Sul. Desde 2000, participo de congresos, seminarios y jornadas, ofreciendo conferencias y work-shops sobre el tema de arteterapia, creatividad, altas ha-bilidades, arte y cultura. En la actualidad investigo sobre espiritualidad y arteterapia”.

Angélica Shigihara de Lima

“Coordino y trabajo en mi atelier terapéutico par ticular en Porto Alegre con jóvenes, niños

y adultos. Desa rrollo proyectos de creatividad y arteterapia en diversas instituciones

educativas, con grupos de profesionales, familias e estudiantes”.

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Arte

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Formación e instituciones

• Enfermera (Pontificia Universidad Católica de Chile).

• Licenciada en Arte mención Pintura (Pontificia Universidad Católica de Chile).

• Psicóloga (Universidad de Las Américas, Viña del Mar, Chile).

• Magíster en Arte Terapia (Universidad del Desa-rrollo, UDD, Santiago de Chile).

Ámbito donde se desempeña como arteterapeuta

Docencia universitaria en Salud Mental y Artetera-pia. Trabajo independiente como arteterapeuta.

Breve descripción de la tarea

“Trabajo de manera independiente realizando talleres de arteterapia, individuales y grupales, para el adulto mayor, en clínica y domicilio Los talleres de arteterapia para el adulto mayor tienen como objetivo mejorar la socialización y su bienestar, estimulación sensorial y cognitiva, potenciar la atención y concentración, expre-sión de emociones reprimidas, fomentar la creatividad y psicomotricidad, tanto a nivel individual como grupal. Además, me desempeño como docente en la Universi-dad de Playa Ancha en el ámbito de salud mental y te-rapia ocupacional.

Soy miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Chilena de Arteterapia (ACAT) y autora del libro Arte Te-rapia en Adulto Mayor: Estrategia para comprender su percepción de su etapa vital. También realizo po-nencias de trabajos de arteterapia en congresos y en lo que se refiere al proceso arteterapéutico en el control de emociones para favorecer el bienestar psicológico y al trabajo con adultos mayores”.

Andrea M. GarcíaCecilia Byrne Asenjo

Formación e instituciones

• Arteterapia (Primera Escuela Argentina de Arteterapia, Buenos Aires).

• Acompañante Terapéutica (RedBA).• Payaso de Hospital (Asociación Civil Los Pa-

yamédicos).• Actriz y Clown Teatral (Escuela La Casona del

Teatro y Laboratorio de clown de Lucas Bruno y María Tibi).

Ámbito donde se desempeña como arteterapeuta

Hospital de día, internación psiquiátrica de agu-dos y crónicos, atención individual en consulto-rio particular y a domicilio, y talleres.

Breve descripción de la tarea

“Mi trabajo en salud mental, en internación de cróni-cos y agudos es acompañar el proceso de adaptación a la internación y facilitar la posibilidad de expresión a través de herramientas creativas que le permitan al paciente abrirse al tratamiento y comenzar a en-contrar maneras de expresar lo que siente.

En Hospital de día trabajo en la reinserción del pa-ciente en la vida social y familiar, dentro de un equi-po multidisciplinario. Desde el arteterapia también facilito recursos creativos y acompaño procesos para que puedan conectarse con sus realidades y emociones, y comenzar a expresarlas; de esta mane-ra se enriquecen los tratamientos con psiquiatras y psicólogos del equipo.

En la actualidad, realizo atención individual en con-sultorio y a domicilio, especialmente con adolescen-tes, adultos y personas de la tercera edad, con y sin

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Arteterapeutas en acción

Pamela Reyes

Formación e instituciones

• Psicóloga (Universidad de la Frontera, Temu-co, Chile).

• Especialista en Educación Artística, Cultura y Ciudadanía (Organización de Estados Ameri-canos).

• Diplomada en Psicoanálisis Intersubjetivo (Universidad Católica, Santiago de Chile).

• Postítulos en Creatividad y Psicodrama, y Teo-ría e Historia del Arte (Universidad de Chile, Santiago de Chile).

• Máster en Aplicaciones Psicoterapéuticas de la Práctica Artística (Universidad de Barcelo-na).

• Doctoranda en Psicología, Universidad del Sal-vador, Buenos Aires. Grupo de Investigación sobre psicoanálisis y/o lo disruptivo, dirigido por el Dr. Moty Benyakar.

patología. Me he abocado desde hace años al tra-bajo con pacientes con afasia secuela de ACV (ac-cidente cerebrovascular) y TEC (traumatismo ence-falocraneano), en algunos casos con discapacidades asociadas (problemas motrices, no videntes y con discapacidad auditiva, por ejemplo) y a conflictivas psiquiátricas. Además, realizo talleres vivenciales de reflexión y creatividad para mujeres y mixtos.

Desde hace un año doy charlas y experiencias viven-ciales en diversos centros del interior del país acerca de los lenguajes creativos y sus posibilidades de in-serción en diversos ámbitos”.

Ámbito donde se desempeña como arteterapeuta

Docencia, investigación y arteterapeuta en consul-torio particular.

Breve descripción de la tarea

”Actualmente dirijo el Máster Artes en la Salud y Artete-rapia en la Facultad de Artes de la Universidad Finis Te-rrae, una maestría orientada a la formación de artete-rapeutas, que entrega una visión amplia de las diversas aplicaciones de la práctica artística y del arteterapia en ámbitos sociales, educativos y de salud. Adicionalmen-te, realizo mi Doctorado en Psicología, donde investi-go el rol del arte en los procesos de cometabolización posdesastres naturales, un tema que vengo abordando hace ya varios años, tanto desde la intervención psico-social a través del arte como en la asesoría de equipos que trabajan en el área.

Trabajo como arteterapeuta en el ámbito clínico en mi consulta particular. He trabajado en salud mental en diversos dispositivos de atención primaria y nivel se-cundario; en todos ellos me he basado en enfoques de salud mental comunitaria y atención integral.

He desarrollado investigación en el campo del artete-rapia, calidad de vida y trastornos mentales severos. He explorado también la relación entre salud y arte a través de la comprensión de los museos como espacios sociales, he apoyado la formación de programas para adultos mayores con vulnerabilidad neuropsiquiátrica en estas instituciones.

En la actualidad, soy docente en el Diplomado de Polí-ticas de Envejecimiento y Vejez, en la Facultad de Cien-cias Sociales, y también soy docente de la Escuela In-ternacional de Verano en la Escuela de Salud Pública, ambas en la Universidad de Chile.

Entre los años 2004 y 2015 fui coordinadora del Pos-título de Arteterapia en la Universidad de Chile, abier-to en el año 2001; fue el primer programa creado en el área en el país. He sido miembro fundador de ACAT (Asociación Chilena de Arteterapia), y en el año 2009 fui Directora del Comité Científico y miembro del Comité Organizador del II Congreso Latinoamericano de Artete-rapia, realizado en Santiago de Chile.

He sido profesora invitada en São Paulo, Porto Alegre, Barcelona, Madrid, Cork y Edimburgo”. ■

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Apla

usos

1 Es una antigua confitería recuperada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos, ubicada a 200 metros del Hospital Penna. En este lugar se realizan talleres de arteterapia con pacientes del Hospital.

Abrazo es una obra de arte colectiva realizada por personal y pacientes del grupo de artetera-pia del Hospital público “Dr. José Penna” de la Ciudad de Buenos Aires, exhibida en el Carrou-sel du Louvre, París, los días 19, 20 y 21 de octubre.

Se trata del primer Hospital público que representa a la Argentina en el exterior con una obra colectiva. Su elabo-ración fue coordinada por Mariela Ballesta, arteterapeuta y técnica en prácticas cardiológicas del Hospital.

La historia comenzó con la invitación de Diego Real, ar-tista plástico argentino y creador de Artes Reales, a Ma-riela, para representar a la Argentina en la Semana del Arte en el Carrousel du Louvre, París, con una obra a crear por el grupo de arteterapia del Hospital Penna. Ante la iniciativa, el grupo respondió con total entusiasmo y aceptación, sabiendo que tendrían que transitar por di-versos desafíos económicos, creativos y de coordinación, entre otros.

El director del Hospital, Gustavo San Martín, y su asesor, Luis Deluca, apoyaron la propuesta desde el momento en que les fue comunicada, y el grupo decidió realizar una obra con la cual todos se sintieran representados.

La primera etapa consistió en la observación de los reg-istros fotográficos que mostraban lo que se había reali-zado en los talleres y encuentros que tuvieron lugar en el Hospital. El propósito fue ver cuáles habían sido las temáticas que atravesaron a los pacientes y profesion-ales de la institución. Las más relevantes que surgieron fueron las relacionadas con los sueños, la ilusión, la emo-ción, el acompañamiento, el amor, la luz y la vida.

En la segunda instancia, se presentó la propuesta a los pacientes del grupo de Arteterapia del Templete,1 quienes la recibieron con mucho entusiasmo. En ese momento surgió la creación colectiva del fondo de la obra; se in-

vitó a todos a poner su impronta en el cuadro y, juntos, eligieron y prepararon los colores, el blanco, el celeste, el rosa y el plateado. El cuadro fue pasando entre los par-ticipantes, cambiando de posición, girando, cada uno de ellos pintó determinada área.

Con el fondo coloreado, el equipo de profesionales forma-do por Marisa Iglesias, Sara Muniz, Alicia Biasotti, Silvia Troiano, Gabriela Pistoia, Adrián Amer y Jorge Echeverría, se reunió para definir los siguientes pasos. El objetivo era transmitir en el cuadro el sentir que acompañó a los par-ticipantes. Surgió entonces la necesidad de incluir a los fotógrafos, por lo tanto, en un tercer paso, fueron convo-cados para llevar al encuentro una foto significativa, que los conectara con emociones. Eligieron una imagen de Jorge Echeverría, enfermero del Hospital, e hicieron una dinámica denominada ”registro de piel”; escuchando la música de Marcelo Mesquida, se agruparon de a dos y, con los ojos cerrados, realizaron un recorrido de registro sensorial por las manos del compañero, sintiendo sus partes blandas, suaves, ásperas, arrugas. Ambos acari-ciaron y fueron acariciados. La experiencia les provocó una gran emoción y sensaciones de cariño y contención. De esa manera surgió la palabra acompañamiento y el gesto de abrazo que se le da a un paciente cuando llega al Hospital. Entonces decidieron que era lo que querían transmitir en la obra.

A partir de ese momento, el cuadro pasó a manos de las artistas plásticas Marisa Iglesias, colaboradora de ar-teterapia, Sara Muniz, técnica de anatomía patológica, Gabriela Pistoia, instrumentadora quirúrgica, María Cris-tina Pereyra, instrumentadora de quirófano de urgencia,

Abrazo, una obra puente

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Aplausos

y Mariela Ballesta, quien acompañó y coordinó el pro-ceso. Ellas pintaron las figuras sobre otro soporte para luego incorporarlo sobre el fondo ya pintado. Utilizaron tintas y acrílicos, y el vestido de la mujer lo hicieron con gasa del hospital. Luego, decidieron dividirse las fun-ciones: una retocó la pollera, otra se dedicó al pelo, una más al cuerpo, y así con toda la obra para, finalmente, lograr la forma que estaban buscando.

Merece ser destacado que los participantes de este trabajo estaban creando una obra colectiva con la cual querían transmitir las vivencias que ocurrían en el Hospi-tal Penna, pero solo podían hacerlo en una representación pictórica que se expondría en el Carrousel du Louvre, en París. Mariela comentó que quienes más disfrutaron del proceso y actuaron de manera más espontánea fueron los pacientes que pintaron el fondo de la obra.

Una vez finalizada la obra, fue presentada en el Hospital. La convocatoria fue enorme, así como también la reper-cusión entre los pacientes, familiares y profesionales. Mariela comentó que “estaban todos muy emociona-dos” y recalcó que esa oportunidad permitió difundir el trabajo que realizaban desde el arteterapia en el Hospi-tal Penna.

Quizás lo que vuelve tan especial a esta obra es la ex-presión concreta del trabajo que se realiza en el Hospital, fruto de la unión de voluntades de enfermeros, médicos, directivos, técnicos, pacientes, administrativos, entre otros colaboradores. Esa fuerza y unión se transmitió enteramente en la obra.

Finalmente, la obra llegó a París unos días antes de la in-auguración de la apertura de la exposición, por la gestión de Diego Real. Mariela Ballesta y Nancy Antunovich, ciru-jana plástica y fotógrafa, viajaron a la muestra ”Art Shop-ping París”, en representación de los integrantes de ”Arte en el Penna”.

Arteterapia en el Hospital Penna

Mariela Ballesta, quien está a cargo de las actividades de arteterapia en el Hospital, es artista plástica y arteterapeu-ta. Hizo danza, psicodrama y se formó en el conservatorio ”Manuel de Falla”. Además, es técnica en prácticas cardi-ológicas.

Coordina un grupo de arteterapia de unos veinte integran-tes en El Templete. Ellos trabajan con diferentes lenguajes artísticos, como el psicodrama, la danza movimiento y la plástica, entre otros. Los pacientes son derivados desde las áreas de Oncología y Neurocirugía del Hospital, y también de la Comuna 42 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene una subsede allí. También se reciben a pacientes en el Hospital, y se trabaja en un espacio designado espe-cialmente para arteterapia. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el año 2017, los nombró grupo oficial de trabajo de arteterapia.

Además, junto a un equipo de treinta profesionales de la institución del programa ”Cuidar al que cuida” –in-

2 Esta Comuna está integrada por los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya. La Ciudad de Buenos Aires se encuentra organizada en 15 Comunas. En ella se desarrollan, entre otras, actividades sociales.

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Apla

usos tegrado por médicos y enfermeros que además son

músicos, fotógrafos y artistas plásticos–, realizan di-versas propuestas tales como biblioterapia, fotografía, música, poesía y narraciones, entre otras.

Conocer a este grupo de trabajo me permitió ver el re-corrido de la obra titulada Abrazo, desde sus inicios en el barrio de Parque Patricios de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que partió a su destino final, París. Se trata de una obra a la cual percibo como un puente: el artetera-

pia viaja de lo más íntimo a lo público; al conocimiento de muchas personas que tal vez nunca escucharon hablar sobre dicha práctica. Y esa labor de difundir es tan valiosa como el trabajo de servicio profundo que ocurre puertas adentro, en la intimidad de un proceso arteterapéutico. El grupo del Hospital Penna plasmó en esa obra lo que significa el arteterapia para ellos, y lo compartieron con el mundo entero. ■

Catalina Villola

¿Cómo fue el proceso de exponer la obra?

Colgamos el cuadro en el stand entre los argentinos que exponíamos. Éramos veinte expositores, quince estábamos allá en París. El primer día que fue la inau-guración, hubo una vernisagge para los artistas.

¿Qué preguntas realizaban sobre la obra?

A cada persona que se acercó le dimos postales que tenían, en una cara, la foto de la obra, y detrás, una in-dicación en tres idiomas: español, inglés y francés, co-mentando que era una obra de pacientes y personal del Hospital Penna. Algunos preguntaban qué era el arteterapia, dónde estaba el Hospital, qué hacía yo en el grupo y si era para niños. Fue un intercambio inte-resante.

¿Qué sentís que fue lo más original o novedoso del planteo que hicieron para llevar la obra a París?

Todos los pasos del proceso fueron novedosos para nosotros y para los que veían la pintura, ya que se sor-prendían del hecho de que se tratase de una obra que no estuviese realizada exclusivamente por artistas. También lo fue el collage con las gasas del hospital en la pollera de la mujer, eso marcó una original diferencia.

¿Qué lecciones podrías compartir de este proceso?

Logramos aprender a trabajar en equipo, a pesar de lo dificultoso, tuvimos que aprender a ceder y a escuchar al otro mucho más. Fue una gran responsabilidad para cada uno que intervenía poner la mano en la obra y sentir que podía arruinar lo que había realizado el otro. También resultó complejo crear algo que no fuese pro-

Mariela Ballesta desde París

pio. Fue un aprendizaje para todo el equipo, nos regaló un proceso de unión muy significativo, no solo al grupo sino al resto del hospital y a los pacientes.

¿Cuáles fueron las repercusiones?

Fueron magníficas. No encuentro adjetivo para descri-bir lo que significó para mí estar ahí, no hay palabras, lo tendría que pintar. Fue maravilloso intercambiar sa-beres con gente de otros países. Estar en ese lugar fue espléndido. Observar a los que se acercaban a nuestro espacio para conocer el arteterapia. Los integrantes del stand de Brasil sabían de qué se trata, también la gente de Alemania, España y Bélgica. Las repercusiones fueron fantásticas. Aunque no nos entendíamos por el idioma, muchos con los que compartíamos se ponían la mano en el pecho, expresándonos su emoción. Todos los que visitaron el stand se llevaron postales de la obra y pins que decían: ”Buenos Aires, Argentina, Arteterapia, Hospital Penna”.

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Te contamos...

Psicoterapias PsicoanalíticasPresentación del libro

Asistimos a la presentación del nuevo libro del Dr. Héctor Fiorini, Psicoterapias Psicoanalí-ticas, que tuvo lugar el 11 de agosto de 2018 en la Alianza Francesa de la Ciudad de Bue-nos Aires (Argentina).

En el libro se reúnen una serie de trabajos vinculados a las psicoterapias psicoanalíticas e incluye un capítulo so-bre una intervención arteterapéutica realizado por la Lic. Estela Garber.

En la oportunidad, el Dr. Fiorini destacó la importancia de reunir en esta obra las prácticas clínicas prevalentes del psicoanálisis contemporáneo, ante el giro histórico que implica la masividad y diversidad de la demanda de prestaciones en salud mental. Este viraje numérico, destacó Fiorini, no solo implica una ampliación de las prácticas, sino que abre la posibilidad de nuevas teorías, lo que implica también la posibilidad de un giro epistémi-co. En este sentido, destacó que su propia investigación en procesos creadores implicó la incorporación de nuevas zonas a la metapsicología freudiana: junto a los principi-os de placer y realidad, se incorporó el tercer principio de creación o transformación sin el cual no pueden entend-erse la combinación de los dos primeros.

El libro reúne reflexiones sobre los procesos arteterapéu-ticos y ahonda en el rol activo-receptivo del terapeuta. Se concede relevancia al abordaje clínico de la crisis y a las etapas en el proceso de elaboración de esta. El artículo de Estela Garber presenta el abordaje arteterapéutico de un caso clínico infantil, cuyo objetivo fue lograr la autonomía ante un vínculo maternal de apego intenso. Como expre-

sa la autora ”en este espacio –separado de sus padres– la niña pudo desplegar libremente su capacidad creadora…, simbolizar e historizar”. La descripción de las sesiones en las que aparecen ricas narrativas lúdicas, dan muestra de cómo hacia el final del tratamiento la niña pudo elaborar y simbolizar conflictos de carácter traumático. ■

Psicoterapias Psicoanalíticas. Las prácticas clínicas prevalentes del psicoanálisis contemporáneo País: Argentina Ciudad: CórdobaEditorial: Ediciones del BoulevardAño de edición: 2018Cantidad de páginas: 267ISBN: 978-987-556-585-2

Presentación en Alianza Francesa. Panel de presentación del libro.

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Internacionales 2018 ● 3 al 5 de diciembre

I Espics - I Encontro Sudeste de Práticas Integrativas e Complementares em Saúde

Arteterapia e Envelhecimento ativo - An-gela Philippini (AARJ, RJ)

Universidade Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasilhttps://www.even3.com.br/espics

Internacionales 2019● 15 al 22 de enero

The Australian and Aotearoa New Zealand Psychodrama Association (AANZPA) 2019 Conference

Duchesne College, University of Queensland, Brisbane, Australiahttps://aanzpa.org/conference/confer19/

● 28 de febrero al 3 de marzo

The 13th IEATA ConferenceRISE UP: the evolution and revolution of expressive arts

Doubletree Berkeley Marina, California, USAhttps://ieataconference.org/

● 11 al 14 de abril

”Beacons and Safe Harbors: Navigating Personal and Societal Challenges through Poetry Therapy”39th Annual Conference, National Asso-ciation for Poetry Therapy

Baltimore, Maryland, USAhttps://poetrytherapy.org/index.php/national-asso-ciation-for-poetry-therapy-annual-conference/

● 11 al 14 de septiembre

Fifteenth European Arts Therapies Confe-renceImagining Windmills. Trust, truth and the unknown in the arts therapiesImaginando molinos de viento. La Con-fianza, la verdad y lo desconocido en las Terapias Artísticas

Alcalá de Henares, Españahttp://www.ecarte.info/conference

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Título: ”Microcosmos”Autora: Florencia MoroTécnica: mandala

Esta sección está destinada a los arteterapeutas, sus obras y sus procesos creativos. Compartimos las producciones de Florencia Moro, Eugenia Saccá, Verónica Cachan y María Gabriela Pérez.

Título: ”Extraña belleza’’Autora: Eugenia SaccáPoema inspirado luego de su participación en el Equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Italiano

Galería de lenguajes arteterapéuticos

Extraña belleza

En las misteriosas garras de las circunstanciascercos de silenciodesasosiego que se nos va de las manos

Sangra pero está erguidamás allá de este lugar de ira y de llantola hallarán sin temor

Es capitán de su almasoltando amarras hacia el infinitohasta volverse esencia;

Muy en lo hondo,allá en el fondo,hay un comienzo

Regresar, inocente.

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Galer

ía de

leng

uajes

arte

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Título: Regresar, inocente. El viaje del héroe”Autora: Verónica CachanTécnica: fotografía

Título: ”Mujer naciendo”Autora: María Gabriela Pérez

Técnica: zentagle

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Los invitamos a construir juntos una ga-lería de lenguajes arteterapéuticos.

Este es un espacio para quienes deseen enviarnos su creación en cualquiera de los lenguajes que se utilizan en un proce-so arteterapéutico.

Pueden escribirnos a: [email protected].

Con la autorización del autor publicare-mos su nombre y apellido, el título de la obra o las palabras que quiera adjuntar. La publicación estará sujeta al espacio disponible. La recepción se realizará has-ta el 15 de febrero de 2019.

ARTETERAPIAProceso Creativo y Transformación

Humor

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ARTETERAPIAProceso Creativo y Transformación