MUNDO Ciudadanos

del

H I S T O R I A Y V I S I Ó N

N E W M A N S C H O O L

Citizens of the WORLDHISTORY AND VISION · NEWMAN SCHOOL

In Memoriam

Augusto Franco Arbeláez

[1930 - 2016]

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Un hombre de familia, espiritual y práctico. De las ciencias sociales, progresista y pacifista.Investigador y dirigente de organizaciones públicas y privadas al servicio de la educación.

Muchas veces profesor, siempre alumno, siempre educador.

Este paisa nacido en Yolombó, Antioquia, con temperamento decidido y emprendedor, integra un hogar del que surgen empresas de familia.

Recibe las lecciones de una vida ilustrada. Los principios y los valores de la casa ignaciana; la filosofía y la economía en la academia colombiana y en la foránea. Las lecciones de universalidad a

partir del pensamiento del cardenal John Henry Newman. Y pasa por los claustros –referentes universales– en diferentes roles, siempre con honores.

Ejerce hasta el final de sus días, para los otros, con inagotable dedicación hasta que consolida el proyecto que resume todo su saber: el Newman School. Y traza una ruta para llenar de significados

en favor del desarrollo de Colombia, a partir de sus niños.

A spiritual, practical, family man. Progressive, pacifist, fond of social sciences.Researcher, leader, head of both public and private organizations concerned with education.

Many a time, teacher; at all times, student; always, educator.

A man of determined and enterprising nature, born in Yolombó, Antioquia, paisa through and through, stock and home of family enterprises.

Recipient of an enlightened life and education: the values and principles of Jesuit tradition; philosophy and economics in Colombian and foreign Academies.

The notion of universality gathered from Cardinal John Henry Newman’s work. Plus a long run on many faculties ‒the universal referent‒ in many guises, always with honors.

He worked for others until his dying day, with unending commitment, until he finally brought together the project with which he managed to coalesce all his knowledge and learning:

the Newman School. And hence charted a course, to be filled with meaning, for the benefit of Colombia’s development and based on its children.

Cardenal John Henry Newman.

Inglaterra [1801-1890]

Estehombrereligioso,filósofo,teólogoyeducador,elaboróparalaposteridadplanteamientossobreunaeducaciónliberal y universal con alto contenido

axiológico.

Dosvecesordenadosacerdote,porlaiglesiaanglicanaylacatólica,sehizocardenalenestaúltimayfuebeatificadoenel2010.

Uno de sus legados, The Idea of a University,escritoen1852,compilaconferenciasenlostemaseducativosqueinspiraronaAugustoFrancoArbeláez,fundadordelNewmanSchool [Cajicá, Colombia] y contiene

losvaloresqueestecolegioimprimealalumnadocontemporáneo.

Cardinal John Henry Newman.

England [1801-1890]

Aphilosopher,theologian,educator,and all in all a religious man, set out

forposterityimportantideasvis-à-vis a liberal and universal education with

deepaxiologicalcontent.

Twiceordained,firstbytheAnglicanChurch,andafterconversion,bytheChurchofRome,wherebyJohnHenryNewman eventually became a Catholic

cardinalandlaterbeatifiedin2010.

Oneofhisbooks,The Idea of a University,writtenin1852,acompilationoflecturesoneducationalmatters,inspiredColombia’sNewmanSchoolfounder–AugustoFrancoArbeláez–and harbors the values which are

bequeathedtoitscontemporarystudents.

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Contenido Contents

I. El Newman School 13 El sueño de Augusto Franco Arbeláez 13 Colombia en la década de 1990 18 La filosofía del cardenal John Henry Newman, Un nombre… un hombre 22 Propuesta educativa y pedagógica 26 Los valores newmanistas 29 El gobierno escolar 32 II. Un espacio para la educación: sedes y campus 39 Suba distancia, espacio y tiempo, son relativos 39 Cajicá 41

Una jornada de siembra permanente 45

III.Un cuarto de siglo 45

Friendly Town 49

IV. Lo que viene 51

I. Newman School 97 The dream of Augusto Franco Arbeláez 97

Colombia in the 1990s 102

Cardinal John Henry Newman´s philosophy – A name… a man 106 Educational and Pedagogical Proposal 110 Newmanist Values 113 School governance 116 II. A place for education: headquarters and campuses 123

Suba Distance, space and time are relative 123

Cajicá 125

An ongoing sowing season 129 III. A quarter of a century 129 Friendly town 133

IV. What is to come 135

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El Colegio

Localizado en la vereda

RíoGrandedeCajicá,Cundinamarca, el Newman

School es un colegio de

naturalezaprivada,bilingüe,concalendarioB,orientadoaformarseres integrales y ciudadanos

universales.

Comprometidoconunaeducacióndeexcelencia,elNewmanSchoolprivilegialabúsqueda de la verdad como

propósitocientíficoyubicaelcorazónenelamorcomopropósitoparalaconvivenciadelos ciudadanos del mañana.

The School

The Newman School is located in

theRíoGrandedistrictofCajicá,Cundinamarca. It is a bilingual

school,followsaBcalendar(theschoolyearstartsinAugust),andaimstoshapeall-round,structured,‘universalcitizens’.

Committed to excellence in the

educationitimparts,theNewmanSchoolfavorsthesearchfortruthinscienceasitsmainpurpose,andatthesametimeplacesthehumanheartatthecenterofloveandpeacefulcoexistencewithtomorrow’scitizensinmind.

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I nspirarse en la filosofía del cardenal John Henry Newman ha sido un acto compartido por muchos emprendedores de proyectos educativos alrededor

del mundo. La universalidad del pensamiento newmanista se refleja en los múltiples establecimientos que hoy llevan el nombre del cardenal o su identidad como insignia.

Principalmente en el Reino Unido –lugar de origen del cardenal– se desarrollan proyectos educativos newma-nistas. También los hay en Argentina, España, Canadá, China, Estados Unidos y Australia, en diferentes moda-lidades de colegio. Entre este conjunto de alternativas de enseñanza se encuentra el Newman School de Cajicá, Co-lombia, que concreta el sueño de un educador y pedagogo de origen antioqueño.

Augusto Franco, formado en la perspectiva ignacia-na, toma la imagen de un católico converso –proveniente de la iglesia anglicana– y plantea que a través del New-man School gestará una nueva realidad social en la Sabana Centro de Cundinamarca, lugar en el que se entrecruzan

realidades disímiles que van desde el desarrollo y el auge empresarial hasta la carencia y la exclusión de parte de la población.

Franco decide formar alumnos con una conciencia so-cial que genere cambios y participe desde el colegio en el desarrollo social de Cajicá –municipio que alberga la es-tructura física del Newman School–, intención concretada entre otros en Friendly Town un proyecto de educación en inglés para la comunidad estudiantil del municipio.

Afirma el profesor Carlos Eduardo Vasco Uribe, im-portante representante de la educación en Colombia y co-nocedor de la trayectoria de Augusto Franco y del proyecto newmanista:

Desde mucho antes de la fundación del Colegio Newman empecé a ver por mí mismo cómo se iba concretando y materializando el sueño de educador y formador que tuvo siempre Augusto Franco Arbeláez. Primero lo conocí como organizador del sistema

I. El Newman School

El sueño de Augusto Franco Arbeláez

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universitario colombiano desde el Fondo Universitario Nacional, el Icetex y el equipo redactor del Plan Básico para la Educación Superior y la Ley de , y luego como rector de la Universidad Pedagógica Nacional, siempre con el libro de John Henry Newman La idea de una Universidad debajo del brazo.

Seguí luego su experiencia como rector de un colegio de excelencia en Bogotá, el Anglo Colombiano, en donde Augusto aprendió lo mejor de la educación inglesa al estilo Eton con sus cuatro casas, sus lemas y rituales. Esas peculiaridades solo se conocieron mucho más tarde en Colombia a través de los libros de Harry Potter y su Colegio Hogwarts.

Cuando empezó el Colegio Newman en una casa de campo no muy apta para la educación en la vía Suba- Cota, comenzó a configurarse cada vez más en su imaginación la estructura de una institución educativa familiar y acogedora que desde la arquitectura, la rectoría, la cafetería y los servicios generales hasta la última actividad escolar o extraescolar fuera formando niños y niñas más auténticos, más comprometidos, más cultos y más felices, sin importarle mucho ni las certificaciones de calidad ISO ni los puntajes del Icfes sino más bien el logro de las metas y proyectos de vida, familia y profesión que se fueran proponiendo los bachilleres del colegio.

Nunca quiso que el colegio creciera más allá del número de estudiantes que su memoria prodigiosa

le permitía recordar, además del nombre del papá, de la mamá y los hermanos de cada niño o niña.

Poco a poco fue conformando la Carta de cidadanía Newmanista y las sucesivas versiones del PEI y del Manual de Convivencia, pero nunca se confió en los documentos escritos sino en su relación personal con los profesores y profesoras que entrevistaba él mismo para las vacantes y preparaba personalmente para iniciarlos en su labor docente. Me impresionaba en el Consejo Directivo el cuidado de mencionar el nombre y el área de cada profesor o profesora que se retiraba o del que llegaba a remplazarlo, para que quedara en el acta. Pero su aprecio y su amistad con cada profesor o profesora nunca le hizo temblar la mano para enviarle una carta de no renovación del contrato si veía que no compartía su visión de la formación integral del estudiante newmanista o que, aunque la compartiera, no había encontrado la manera de concretarla en el día a día de su labor docente.

Su visión fue cambiando y ampliándose con las visitas e intercambios con otros Colegios Newman en distintos países, y con la atención a cada problema delicado del propio colegio o de los otros colegios de la Unión de Colegios Bilingües UCB, con el estudio de los documentos y decretos del Ministerio de Educación y con las conversaciones, conferencias y encuentros en los que participaba como ponente o como oyente, siempre atento a los cambios en las teorías pedagógicas y en la legislación educativa.

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Para Augusto, un tema clave sobre la orientación general del proyecto formativo newmanista, que compartí de corazón con él, pero muy difícil y riesgoso de tratar en público –y más todavía por escrito– era su visión de la espiritualidad, que muchos confunden con la religión, o con la jerarquía, o con el clero. Como católico, como religioso y como jesuita –que siempre seguimos siéndolo de corazón a pesar de nuestro retiro formal de la Orden– conocía, apreciaba y practicaba la sabiduría del Evangelio de nuestro común maestro

Jesús de Nazareth, el acumulado espiritual de las tradiciones de las órdenes religiosas católicas y la potencia transformadora de la espiritualidad ignaciana de los “contemplativos en la acción”.

Pero como sociólogo y como educador sabía también –y tan bien– las trampas y peligros de la adhesión a religiones, credos y partidos fanáticos y excluyentes, y había sufrido él mismo, así como muchos de sus amigos y discípulos, la represión a la libertad de expresión, a la crítica y a la creatividad de los estudiantes y

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profesores en los colegios y universidades confesionales. Afortunadamente tenía en la mano los mejores manuales para caminar por esos campos minados: La idea de una Universidad, los Discursos sobre el fin y la naturaleza de la educación universitaria y el Ensayo para contribuir a una gramática del asentimiento del cardenal Newman.

Como lo hizo después Augusto en el orden inverso, también el mismo cardenal Newman fundó un colegio de secundaria, llamado por los católicos “El Oratorio” y por los anglicanos “El Eton católico”, y fue rector de la entonces recién fundada Universidad Católica de Irlanda, hoy University College-Dublin. Buen presagio del futuro.

Como Newman en su tiempo, Augusto logró mantener el Colegio Newman abierto y respetuoso con todas las confesiones religiosas o laicas, pero claramente cristiano y católico –desde su mismo nombre– en su orientación y su espiritualidad, predicando el Evangelio más con el ejemplo, con la manera de relacionarse con todos los participantes en la comunidad newmanista y con los criterios para tomar las decisiones cotidianas que con la palabra explícita, sin caer en el proselitismo ni el exclusivismo. Difícil y retadora tarea para los directivos y docentes del presente y el futuro Colegio Newman.

Cuando se enteró de la gravedad de la enfermedad que le sobrevino sin aviso previo, quiso precisar más su visión y preparar un sucesor, pero la expectativa

optimista de tres a cinco años de sobrevivencia que nos prometíamos después de la intervención quirúrgica nos defraudó a todos y la crisis definitiva no le dio tiempo para hacerlo.

Somos nosotros los familiares de Augusto, los miembros del Consejo, los profesores y profesoras, los egresados y los alumnos mayores los que tenemos que repensar, reformular y renovar esa visión que él tenía. Ya no podremos reproducirla exactamente como él lo hubiera querido, pero estoy seguro de que él tampoco hubiera querido que nos limitáramos solo a tratar de adivinar sus pensamientos, a rumiar nuestros recuerdos y a revisar sus escritos, sino que nos seguiría animando a pensar más allá de lo presente, a soñar como él mismo lo hubiera hecho si siguiera con nosotros, sin dormirnos sobre logros y laureles, y a seguir construyendo un proyecto siempre mejorable, siempre consciente de sus limitaciones y siempre abierto a lo nuevo y –como lo diría su maestro, colega y amigo, el padre Alfonso Borrero Cabal– “a la educación superior, en lo superior y para lo superior”.

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Colombia en la década de 1990

El Newman School nace al comienzo de una década agita-da, llena de contrastes.

Caen en pedazos viejos paradigmas, nuevas nacio-nes obtienen el derecho a la autodeterminación. Se forjan enormes alianzas y estallan profundos conflictos. Conoce-mos a Dolly, el primer mamífero nacido a partir de un pro-ceso de modificación genética y se utiliza por primera vez un sistema de almacenamiento simultáneo de datos e imá-genes en movimiento: el DVD.

Se derrumba el modelo soviético, dando paso a nuevos regímenes y naciones en Europa del Este. El orden mun-dial se reorganiza tras la terminación de la Guerra Fría. Y en Asia, la República Popular China abre sus fronteras al comercio internacional y a la inversión extranjera.

Así se recompone el mapa geopolítico con cambios a los que nuestros abuelos hubieran dado el menor crédi-to: ¿Una sola Alemania? ¿Europa unida? ¿Seis nuevas na-ciones en remplazo de la ex Yugoslavia de Tito? Si bien el mundo se enfrenta en guerras sanguinarias y genocidios

como los del Golfo Pérsico, Kosovo o Ruanda, también se reciben noticias esperanzadoras como la terminación del Apartheid en Sudáfrica, tras años de la lucha liderada por Nelson Mandela.

En el concierto latinoamericano, Colombia inicia una década turbulenta y también llena de contrastes. Los no-venta implican apertura y reformas legislativas tan crucia-les como la del régimen de seguridad social, la de la edu-cación o aquella que cambió el modelo de prestación de los servicios públicos domiciliarios. Se abren las puertas al mercado internacional, en consonancia con las tendencias globalizadoras. Y en esa apertura a la competencia se aban-donan monopolios como el que tradicionalmente detentó el Instituto de Seguros Sociales –ISS– y se sientan las bases para liquidar empresas como Telecom.

Las guerras de carteles y guerrillas vienen producien-do inestabilidad política. Al mismo tiempo, el M-, an-tiguo movimiento al margen de la ley, se incorpora a la vida civil.

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Caen figuras financieras tan emblemáticas como la antiguamente apetecida Unidad de Poder Adquisitivo de Valor Constante –UPAC–; se derrumba la solidez cafetera tras la ruptura del Pacto Internacional del Café en y en su proceso de desinversión los cafeteros venden su ban-co, pierden su flota naviera y su aerolínea, entre otros. El segundo diario de circulación nacional entra en crisis y por un largo tiempo El Espectador es semanario.

Un país que inició la década esperanzado, se ve en-frentado, al terminarla, a resolver la crisis más profunda del siglo XX.

En este panorama difícil de sortear, Colombia estre-na una nueva Constitución Política para recomponer el orden. Como resultado de la estrategia de la “séptima pa-peleta” del movimiento estudiantil Todavía podemos sal-var a Colombia –que en pidió en silencio un cambio

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profundo para el país–, se integra una Asamblea Nacio-nal Constituyente, representativa de las diferentes fuerzas y partidos políticos, con el encargo de redactar la nueva nor-ma fundamental. El país tiene un aire de esperanza, propio de la certeza juvenil en el cambio.

A partir de Colombia se define como un Estado Social de Derecho y se reconoce en su diversidad: país de múltiples creencias, distintas lenguas, diferentes culturas. Los colombianos adquirimos herramientas que devuelven

la dignidad al ciudadano tales como la acción de tutela o el derecho de petición. Se crea una Corte Constitucional que se desempeña como la conciencia jurídica nacional y se restablece la extradición –controvertida herramienta de combate al narcotráfico–.

La Constitución de traza el nuevo horizonte pa-ra la educación en Colombia: la educación se regula como un derecho de la persona y como un servicio público con una función social. Colombia le apuesta a educarse en es-

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te nuevo marco constitucional de libertades –libertad de enseñanza, de aprendizaje, de investigación y de cátedra–, siendo el Estado, la sociedad y la familia los responsables del proceso.

En se promulga la Ley General de Educación que define la esencia de la educación como un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes, y regula los diferentes aspectos del proceso educativo, contribuyendo a la expansión del sistema en términos de cobertura.

Dentro de este marco temporal, social, político y eco-nómico nace en el emprendimiento encabezado por Augusto Franco Arbeláez, quien desde el sector privado asume la construcción del proyecto educativo del Colegio Cardenal John Henry Newman.

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La filosofía del cardenal John Henry Newman

Un nombre… un hombre

En Argentina, Canadá y los Estados Unidos de Norteamé-rica; en Europa, Asia y Oceanía, existen proyectos escolares fundados en torno a la filosofía planteada por el cardenal inglés John Henry Newman en el siglo XIX. Su pensa-miento sigue vigente e inspira la creación y la evolución de proyectos educativos escolares y universitarios. Augusto Franco Arbeláez trajo al mundo escolar colombiano la filo-sofía newmanista al fundar, en , el Newman School, hoy en Cajicá, Cundinamarca.

Cuando Franco se dio a la tarea de buscar un nombre para el proyecto escolar que tenía en mente, tuvo una pri-mera aproximación a la figura de Agustín Nieto Caballero, colombiano de vanguardia y educador por excelencia, fun-dador del Gimnasio Moderno y del Gimnasio Femenino. Fue entonces cuando recibió la propuesta que le formulara el padre Alfonso Borrero S.J. de darle al colegio el nombre del cardenal Newman: si el pensamiento y filosofía del car-denal sirven como base del nuevo proyecto educativo, qué más coherente que reiterarlo en su nombre.

Este hombre religioso, filósofo, teólogo y educador, ex alumno del Trinity College de Oxford, nace en Londres en y muere en Birmingham en . Su vida transcurre en variados entornos: durante su infancia vive la abundan-cia y en su juventud la escasez producida por el impacto de las guerras napoleónicas en la banca inglesa, en la que se desempeñaba su padre. Más adelante y después de estu-diar durante varios años ( a ) dos religiones, hace el tránsito de la iglesia anglicana –en la que fue ordenado sacerdote en – al catolicismo que lo ordena como sa-cerdote en , lo hace cardenal –durante el papado de León XIII–, y finalmente lo beatifica en .

Con sólidos fundamentos Newman adoptó posiciones controvertidas, consciente de los riesgos que comportaban. Así asume la desconfianza que le generó el ser “un converso” que abjuró de la religión de sus padres. Otro tanto le crea-ron su planteamiento de los fundamentos liberales para la universidad, cuando asumió el reto de crear una universidad católica en Dublín, para el pueblo irlandés, en un contexto

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en el que se esperaba ante todo una referencia confesional. En el desempeño de este oficio, Newman escribe en un compendio de conferencias que titula The idea of a Uni-versity, texto clásico sobre la misión de la academia que sirve como base para Augusto Franco Arbeláez en el desarrollo y en la dirección del Newman School.

Identificar al colegio con los postulados humanistas y con procesos de formación universal provistos de un alto contenido axiológico fue el motivo de inspiración para Au-

gusto, quien encontró en los fundamentos newmanistas lo que él quería reflejar. Fue así como la filosofía de Newman imprimió carácter al colegio, donde aún su impronta se vive a diario, plasmándose en las principales declaraciones filosóficas, como la Carta de Ciudadanía Newmanista, y fundamentando cada acción y decisión escolares.

Newman le atribuye innumerables bondades a la edu-cación en las artes liberales o Liberal-Arts Education como proceso de formación del intelecto: es un fin en sí misma;

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un poder o un instrumento para obrar; una educación fi-losófica –en contraposición a la instrucción mecánica– y una cultura intelectual. La educación en las artes liberales, por demás, alimenta las relaciones interdisciplinarias y el diálogo del conocimiento a partir del cual se encuentra la verdad.

Esta educación en las artes liberales desarrolla la in-teligencia del educando de manera que el alumno se sien-

ta atraído por la satisfacción connatural del saber. Tal co-mo lo retoma el padre Alfonso Borrero S.J., esta educación es la educación del “amor del saber”, fruto singular de la educación.

La educación en las artes liberales es beneficiosa en tanto permite amplitud de pensamientos y educa para pensar, para aportarle una incesante postura reflexiva ha-cia la vida, lo que por ende genera estudiantes con pensa-

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miento crítico que desarrollan un criterio suficientemente argumentado y objetivo.

Llegan las últimas preguntas desde la academia: ¿con qué propósito se imparte esta educación en las artes libera-les? ¿Qué clase de ciudadanos quiere formar? Y la respuesta no se hace esperar: el objeto del conocimiento es uno y es el universo. A partir de una educación en las artes libera-les se educan individuos universales: se forman Ciudadanos del mundo.

Como complemento a la formación del intelecto, Newman nos habla del sentimiento, de la fe. Basta ver la leyenda que imprime a su escudo de armas: Cor ad cor lo-quitur, El corazón habla al corazón –inscripción grabada en la piedra fundacional de la sede de Cajicá del Newman School– para entender el complemento. Siempre creyente en la posibilidad de ver integradas la ciencia y la fe en el mismo tiempo, en los mismos espacios e individuos, New-man anheló ver al unísono los oráculos de filosofía y los santuarios de devoción.

Con la mente en la verdad y el corazón en el amor, frase identitaria del Newman School, proclama una intención de confluir al mejor estilo newmanista. Augusto Franco Arbeláez trae al ambiente escolar lo que en se pensó para la universidad. Y funda un colegio en el que se prepa-ran unos niños para vivir el universo.

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Propuesta educativa y pedagógica

Formar la mente en la verdad y el corazón en el amor

Una propuesta de aprendizaje estratégico para la construc-ción de un mundo mejor.

Apuntarle con tino a lo fundamental que deben tener los ciudadanos del mundo del siglo XXI fue un acierto de Augusto Franco Arbeláez. Siempre basado en los postula-dos de la filosofía de John Henry Newman, Franco trajo los postulados de la educación universitaria al colegio y anticipó para muchos niños la entrega y la generación de unas herramientas que les servirán por décadas.

El colegio le apuesta a formar seres humanos de men-te abierta y universales, respetuosos del otro, conscientes de los valores que fundamentan su acción y técnicamente capaces. Seres conscientes de la realidad en la que habitan, de su ciudad y país, como parte del concierto global, com-prometidos siempre con mejorar su entorno y las condi-ciones de vida que el mismo ofrezca. En síntesis, personas con sentido social.

Seres analíticos, críticos, respetuosos y admiradores de la naturaleza y de las manifestaciones culturales y artísticas.

Guardianes de la salud y por lo tanto, conocedores de las bondades incuestionables del deporte.

A través del Programa Educativo diseñado para el Newman School y a partir de la convivencia escolar, el co-legio reafirma en los alumnos la ética, la disciplina, la soli-dez en la argumentación, la solidaridad, el deber de repa-rar el daño y un tema a destacar: el desarrollo de una vida espiritual, sin nombres propios.

Más allá de los logros académicos que se traza y cum-ple, el Newman School se empeña en generar una comu-nidad de alumnos, trabajadores y padres, apta para que el niño adquiera las fortalezas que lo hagan un ciudadano au-tónomo, capaz de tomar decisiones responsables y orienta-do a la construcción de ese conocimiento integral para las generaciones futuras.

El Newman School forma ciudadanos del mundo que se comunican en diferentes idiomas, que dominan ante to-do la lengua materna como base del aprendizaje y que in-corporan el inglés como conector universal, diestros en el

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conocimiento de los lenguajes tecnológicos contemporá-neos que les aportan eficiencia y un gran angular para di-fundir sus mensajes.

Tener un tamaño apropiado para la cohesión de la fa-milia escolar, considerar el seguimiento permanente como eje de la evaluación, transmitir el “aprender a aprender” –fundamento de uno de los reconocimientos que anual-mente entrega el colegio a alumnos destacados por su Es-píritu Autoformativo– o la incorporación del diálogo y de la negociación –tan vívidas en este país– como las herra-mientas para resolver el conflicto, son algunos ejemplos de las diversas estrategias puestas al servicio de la pedagogía para cumplir los propósitos newmanistas y son algunos de los trazos con que Augusto Franco fijó el norte para este proyecto educativo.

Teniendo en cuenta el contexto y las vicisitudes con-cernientes a las dinámicas del siglo XXI, el colegio en la incesante búsqueda por formar Ciudadanos del Mundo, busca el equilibrio entre el desarrollo intelectual y el afec-tivo de sus estudiantes, los cuales se caracterizan por tomar decisiones asertivas y por evidenciar una alta conciencia social y cultural.

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Los valores newmanistas

Inspirado en la filosofía del cardenal John Henry Newman, Augusto Franco Arbeláez redactó la Carta de Ciudadanía Newmanista –documento equivalente al Manual de Convi-vencia Escolar– que rige la comunidad educativa del colegio.

La carta establece compromisos, reconocimientos, oportunidades, estímulos, derechos y deberes para esta co-munidad –que además de educadores y educandos, incluye padres de familia, operadores y gobernantes del colegio–. Es a la vez una guía que ilustra los procesos y procedimien-tos para la toma de algunas decisiones, como establecer consecuencias o recuperar una falla. Y contiene el sistema de evaluación de los alumnos en las tres dimensiones: aca-démica, de convivencia y socio-afectiva. La Carta prevé la regulación necesaria para desarrollar el proyecto educativo newmanista como una vivencia en comunidad.

Hoy en día en su quinta versión –adoptada en –, la Carta de Ciudadanía Newmanista establece los tres va-lores esenciales del colegio como faros que orientan la ruta a seguir en la cotidianidad del proceso educativo hacia el

rumbo escogido, esa ciudadanía universal, provista de las mejores calidades expresadas en el siglo XIX por el carde-nal Newman.

La aproximación de la realidad al cumplimiento del sueño de Augusto Franco, se debe en gran medida al rigor con que la comunidad educativa aplica los valores del co-legio que la Carta de Ciudadanía Newmanista define así:

La responsabilidad, como capacidad del ser humano para responder integralmente por sus acciones, pensamientos y obligaciones.

El respeto, como la actitud de atención y consideración hacia sí mismo, los demás y su entorno social. Es un valor que se da y se exige en relación con los otros, con el hábitat y con la naturaleza.

La honestidad, como el camino a la verdad como centro de la formación newmanista, entendida como

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la posibilidad de trascender de las sombras y las apariencias a la claridad y como la opción de actuar de manera auténtica, asertiva y con veracidad en todo momento.

El Colegio Newman se reconoce como una comu-nidad educativa con sentido humano en la que todas sus actuaciones están orientadas por unos principios que ar-monizan con el propósito de brindar “Una educación que forme el entendimiento en la verdad y el corazón en el amor”.

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El gobierno escolar

La Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. otorga la personería jurídica a la Fundación Cardenal John Henry Newman el de noviembre de . Así nace a la vida legal esta entidad de utilidad común, que ha promovido proyectos tan trascendentes como el Newman School y Friendly Town. Diseñada para realizar proyectos en el campo de la educación y la formación integral en todos los nive-les educativos y para fomentar, desarrollar e incentivar la educación privada y la investigación en general, la Fun-dación Cardenal John Henry Newman, con sus obras, cumple sus cometidos.

La familia Franco Vasco creó esta Fundación e integró el Consejo de Fundadores –principal órgano de dirección y administración– con padres e hijos, así: Augusto Franco Arbeláez y Margarita Vasco de Franco, y Andrés, Carolina, Ángela, Santiago, Ignacio y Paula Franco Vasco.

El Consejo de Fundadores tiene como principal tarea velar por el cumplimiento de los principios que orientan la Fundación y dar las directrices para cada proyecto y activi-

dad. En ejercicio de estas competencias, toma las decisio-nes de mayor trascendencia y se pronuncia sobre los planes y programas de acción global de la organización, decide la reforma de los estatutos, la elección de los miembros del Consejo Directivo, del Rector y del revisor fiscal y aprueba los estados financieros.

El Consejo Directivo, integrado por cinco () miem-bros principales con sus respectivos suplentes, busca tener la representación de la comunidad educativa, científica y em-presarial, para cumplir el cometido de desarrollar los planes y programas de acción global de la Fundación aprobados por el Consejo de Fundadores. También se pronuncia sobre el Proyecto Educativo Institucional (PEI), las tarifas educati-vas y asuntos internos de la organización, como la planta de personal y la autorización para celebrar contratos.

En cumplimiento de lo dispuesto en la Ley General de Educación –Ley de – y en las normas posterio-res, el Newman School es gobernado por un conjunto de instancias que reúnen las diversas voces de la comunidad

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educativa. Padres, alumnos, ex alumnos, maestros, auto-ridades y expertos contribuyen a orientar las decisiones de los dirigentes del colegio a través de su participación en las diferentes instancias que trabajan de manera armónica.

El Consejo Directivo se transforma en Consejo Direc-tivo Ampliado cuando se suman miembros provenientes de la comunidad educativa, representantes de los padres de familia, uno por la Asociación de Padres –ASONEW-MAN– y otro por el Consejo de Padres, de los alumnos –un estudiante escogido por el Consejo Estudianti–, de los profesores –dos profesores elegidos por el cuerpo do-cente-, de los exalumno– el designado anualmente como Presidente de la Asociación de antiguos alumnos del cole-gio –ASOEXNEWMAN– y un representante del sector productivo.

La ampliación del Consejo Directivo cumple el propó-sito constitucional de democratizar la vida escolar y permite atender las diferentes voces de la comunidad educativa en los términos y para los propósitos establecidos en la Ley Ge-neral de Educación. Este cuerpo colegiado considera inicia-tivas relacionadas con la formulación de normas escolares, la promoción de actividades que desarrollen la mente, el espí-ritu y la expresión de los alumnos, las finanzas y la pedagogía escolar, en torno al propósito de hacer de la participación en la vida escolar una práctica democrática constante.

El Rector es el representante legal del colegio, y tiene como responsabilidad llevar a la ejecución todas las deci-siones de los Consejos mencionados. En él confluyen la

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organización y la comunicación entre las diferentes instan-cias del gobierno y de dirección escolar para que todo el sistema opere eficazmente.

La Coordinación Académica, además de la efecti-va prestación de los servicios académicos, se encarga de la convivencia estudiantil. Realiza seguimiento continuo y permanente al estudiantado, coordina el trabajo de los profesores y vela por la actualización del currículo.

La Dirección Administrativa se ocupa de la gestión de todos los recursos humanos, físicos y financieros ins-

titucionales y de la correcta operación del colegio, de su sistema de información y de la debida prestación de los servicios generales.

El Consejo Académico actúa como órgano asesor del colegio en asuntos educativos cuando se pronuncia sobre el PEI y adquiere carácter decisorio en asuntos como el currículo, el plan de estudios y los sistemas de evaluación. Está integrado por el Rector –quien lo preside–, el Coor-dinador Académico, el Director Administrativo, los Coor-dinadores de las secciones Infantil, Primaria y Bachillerato,

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los Coordinadores o Jefes de Área y un representante estu-diantil escogido anualmente por el mismo Consejo.

De otra parte, el Personero Estudiantil es un alumno de grado once, elegido por los estudiantes, quien vela por el respeto de los derechos y el cumplimiento de los deberes de los estudiantes mediante la presentación ante el Rector de propuestas sobre estos tópicos específicos.

En atención a lo previsto en la Ley de , el Newman School cuenta con un Comité de Convivencia Escolar, instancia asesora que promueve la educación para

el correcto ejercicio de los Derechos Humanos, sexuales y reproductivos y para la prevención y mitigación de la vio-lencia escolar. Este cuerpo colegiado vela por el desarrollo y aplicación del Manual de Convivencia. Presidido por el Rector, lo integran el Personero Estudiantil, el Presidente del Consejo de Padres, el Presidente del Consejo Estudian-til, el Coordinador Académico y el Sicólogo Escolar.

El Consejo de Padres está integrado por los represen-tantes de cada curso, elegidos anualmente. Apoya la admi-nistración del colegio principalmente en el análisis de sus

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resultados, en la generación del mejor clima de confianza y en la programación de actividades para cultivar el cuerpo, la mente y el espíritu de los alumnos, a la vez que diseña y ofrece programas de capacitación a los padres.

El Consejo Estudiantil congrega a los representantes de los cursos elegidos anualmente para la participación en las actividades del colegio y en los cuerpos mencionados.

Una instancia de participación para los padres es la Asociación de Padres de Familia del Colegio Newman,

Asonewman. Entidad independiente, con personería ju-rídica propia, que se organiza de acuerdo con los estatu-tos aprobados en el año para orientar a los padres hacia una participación positiva en la comunidad new-manista –compuesta por ellos y por los alumnos, las di-rectivas, los profesores y los integrantes de los equipos de apoyo–.

Asonewman busca la cohesión y coordinación de los padres de familia a fin de contribuir en el logro de los ob-

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jetivos del colegio; divulga sus principios y valores educa-tivos; sirve de órgano consultivo y de conducto institu-cional en lo referente a las relaciones entre los padres y las directivas del colegio; colabora en los Comités establecidos a solicitud del Rector, y propone y realiza actividades cul-turales, técnicas y de promoción social en beneficio de las familias asociadas.

Por último, la Asociación de Exalumnos del Colegio Newman, Asoexnewman, es una entidad con personería jurídica independiente encaminada a apoyar a los egresa-dos del colegio y a asesorar el progreso institucional desde quienes se han convertido en ciudadanos del mundo.

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SubaDistancia, espacio y tiempo,

son relativos

¡E s tan lejos!, fue la exclamación a la que hicieron caso omiso los padres fundadores del Colegio Cardenal John Henry Newman cuando op-

taron por educar a sus hijos allí. Llevaron a los niños cuando el colegio abrió sus puertas en Suba, el ° de septiembre de , guiados por diversas razones, todas ellas relacionadas de una u otra forma con la pedagogía y la trayectoria de Au-gusto Franco Arbeláez.

La sede escolar tenía una casa que parecía traída del sueño congelado en por Wilhelm y Jacob Grimm: Hänsel y Gretel. Puertas en arco, ventanas y balcones peque-ños en maderas redondeadas, techo tejido… todo a escala infantil. Se construyó una casita en un árbol, que además de ser el principal refugio durante el recreo, constituye la refe-rencia de esta sede para los primeros alumnos preescolares del colegio.

En este entorno rural, varios colegios vecinos acogieron al naciente Newman: el Nuevo Campestre y el St. George’s School apoyaron el inicio de operaciones enviando profe-

sores de educación física, arte y música y dando referencias para el personal operativo. Fue así como llegó Betty Jare al colegio –primero en la cocina y hoy en servicios generales–, compañera de vida y habitante permanente del Newman desde su fundación.

El colegio inició con tres cursos que rápidamente fue-ron cuatro cuando se instaló Prejardín a solicitud de las pri-meras familias newmanistas.

La familia Franco Vasco, toda comprometida con el co-legio fundado por el padre, vivió a su lado las dificultades del arranque y recorrió con él la distancia hacia el punto de equilibrio económico, permitiendo a Franco consagrarse hasta el último día a este empeño educativo que fue el pro-yecto de su vida.

Desde cuando el colegio inicia operaciones, Augusto Franco Arbeláez y su equipo –al que rápidamente se sumó su hija Carolina Franco Vasco– se dan a la tarea de desarro-llar programas y pedagogías, edificar aulas e instalar juegos para el bienestar de los alumnos y pobladores del Newman.

II. Un espacio para la educación: sedes y campus

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Entre otros, llegan Lilly Gutiérrez, Blanquita Mejía de Delgado –secretaria de Augusto Franco–y Catalina Pérez –primera encargada de Admisiones, con quien se construye-ron el primer Manual de Convivencia y el primer PEI–. Así se va sumando talento a esta familia hoy tan numerosa, re-gida desde el inicio por los valores del respeto, la responsa-bilidad y la honestidad. Llegan también Patricia Castillo y Sergio Néstor Osorio, hoy padre de alumnas newmanistas; Sergio Castellanos y Carlos Andrés Jácome –a sicología y posteriormente en la academia–, sumándose al equipo que va reflejando el alma del colegio.

Entre tanto, los alumnos de Suba viajan y disfrutan de un predio ubicado en la vereda Río Grande de Cajicá a donde hacen salidas pedagógicas y picnics. En llegan a Cajicá para instalarse en la segunda sede del colegio, don-de los esperan un nuevo edificio y una cafetería, suficientes para ampliar horizontes.

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CajicáCor ad cor loquitur

El corazón habla al corazón

En Augusto Franco Arbeláez llevó el Newman School al predio El Candil en la vereda Río Grande de Cajicá, Cundinamarca, su sede propia y actual. Los integrantes de la comunidad newmanista celebraron este comienzo con la postura de la primera piedra, acompañada de la siembra de árboles y de esperanza. El lema cardenalicio de John Henry Newman, Cor ad cor loquitur, acompañado de un globo terráqueo, son los símbolos tallados que evocan el conocimiento universal para el ejercicio de la ciudadanía del mundo, en un marco de afectividad en el que se habla de corazón a corazón.

Abre sus puertas el Edificio Newman, primero en la sede, “y todo transcurre allí dentro”, como recuerda Liliana Montoya, exalumna del colegio y actual Coordinadora de Admisiones y Talento Humano. Este primer edificio mar-ca la identidad arquitectónica newmanista. El ladrillo será la constante que comunica aulas y edificios, transmitiendo sobriedad, sencillez, equilibrio, fortaleza y orden. El co-legio tendrá espacios definidos, funcionales y suficientes,

vegetación que oxigena el ambiente y apertura al paisaje de la sabana.

Dos han sido los autores del complejo arquitectónico: Juan Manuel Gutiérrez, quien concibe el Plan Maestro y participa en la primera etapa de su desarrollo, y la firma de arquitectos fundada por Álvaro Rivera, ARR y Asociados, con el arquitecto Alberto Ayerbe. Esta firma da continui-dad al trabajo del arquitecto Gutiérrez a partir de , año de su deceso.

Se levanta el edifico Betancourt, cuyo nombre hace honor a Gabriel Betancourt Mejía –colombiano destaca-do en el sector de la educación–, quien entre infinidad de proyectos y obras educativas lideró la creación del Instituto para el Fomento de la Educación Superior –Icfes–, empe-ño en el que coincidió con Augusto Franco Arbeláez. Así se suman nuevas aulas, oficinas y laboratorios al colegio.

Posteriormente la firma ARR y Asociados diseña y construye el Centro de Recursos Educativos –CRE– ins-pirado en las disposiciones contenidas en la filosofía del

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colegio relacionadas en el Proyecto Educativo Institucio-nal –PEI– que demanda condiciones propicias para formar ciudadanos del mundo. Éstas se traducen en el CRE en lu-gares aptos para la indagación y el estudio, y en concreto, en áreas de biblioteca infantil (como semillero de futuros lectores e investigadores), zona de libros de referencia, co-lección general y espacios para la consulta individual y en grupo, una sala auditorio y salas de tecnología a disposición del proceso educativo.

Cuando se contrata el diseño del Coliseo, siguiente edificio construido, el colegio selecciona la propuesta de la

firma ARR y Asociados, proyecto que logra un espacio des-pejado, amplio e iluminado que invita a cultivar el cuerpo con disciplina y constancia y a expandir el alma. Recinto de asambleas, competencias y de muestras del talento artístico de los estudiantes, el Coliseo constituye un desarrollo de la naturaleza polifuncional pretendida, cumpliendo los regla-mentos técnicos de cada especialidad que aloja de manera equilibrada. El arte y el deporte, dos actividades que cohe-sionan la comunidad, se suceden en armonía en esta cons-trucción que sin duda sigue la línea newmanista: sencilla, sobria, acogedora y funcional.

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En la actualidad, el colegio avanza hacia la construc-ción de un nuevo edificio: el Centro Preuniversitario. Ya se cuenta con el diseño, elaborado por la firma ARP y Aso-ciados. Los estudiantes de los dos últimos años escolares podrán ambientar su tránsito hacia la vida universitaria ha-ciendo uso de nuevos recursos como laboratorios de cien-cias, química y física, talleres de oficios, aulas escalonadas con todas las ayudas tecnológicas y un Centro de Indaga-ción y Estudio. Tendrán terrazas de descanso y encuentro dotadas con un mobiliario y ambientación que siguen los diseños propios de los espacios universitarios.

En el Newman School se logra un desarrollo físico or-denado, en una escala acorde a las posibilidades de mante-ner la calidad. Se conserva la idea primera de sostener un predio con baja ocupación, muchas zonas verdes de juego y deporte, senderos y plazoletas peatonales y una clara de-finición de las zonas académicas, administrativas y de arte y deporte.

El Newman School se consolida como una alterna-tiva contemporánea de educación, bien caracterizada y próspera. Basta recorrer el campus para percibir una justa dimensión.

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Una jornada de siembra permanente

V einticinco años han pasado, tiempo de siem-bra y consolidación del Newman School, que permite contar esta historia inspiradora. Una

buena luz y el fundamento en los principios y valores newmanistas han encausado el desarrollo de la creativi-dad. La honestidad, la responsabilidad y el respeto son los pilares que orientan el desarrollo de esta organización educativa. La identidad lograda por el Newman vista por su gente, por terceros o por comunidades que integra –como la Unión de Colegios Bilingües UCB– permite concluir qué pasa allí y cuáles semillas prosperaron.

Carlos Eduardo Vasco Uribe, Vicepresidente del Consejo Directivo del Colegio, al definir el ADN new-manista, considera la enseñanza que brinda el Newman School como “Una formación permanente integral, in-tegrada, integradora e íntegra de estudiantes, docentes, empleados y directivos para la convivencia, la paz y la de-mocracia, con una visión de ciudadanía local, nacional,

regional y global que orienta a los y las estudiantes desde el momento presente y desde cualquier sitio, tiempo y profesión, hacia la construcción, mantenimiento y per-feccionamiento de comunidades locales ecológicamente sostenibles, anidadas en comunidades regionales cada vez más amplias, sin fronteras nacionalistas ni étnicas ni reli-giosas, afiliadas a su vez a una gran comunidad universal de países empeñados en proteger y mejorar el ambiente o hábitat de nuestra casa grande, el globo terráqueo, para el bienestar de todos y cada uno de sus habitantes”.

Ese ADN catapulta a los egresados del Newman School hacia la integración consciente y cualificada de la sociedad, lo cual no obedece a otra cosa que a formar verdaderos Ciudadanos del Mundo.

Aquellos creyentes, los primeros matriculados, cuen-tan cómo recorrieron con expectativa las calles destapa-das de Suba esperando encontrar el colegio, hasta toparse con una casita en la que disfrutaron de su encanto, del contenido recibido, de las delicias culinarias de siempre

III. Un cuarto de siglo

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y por supuesto, de la casa en el árbol, primer e inolvida-ble juguete.

Era entonces cuando los alumnos iban a Cajicá de picnic a un terreno del cual serían habitantes perma-nentes, a partir de cuando se mudaron y ocupa-ron el predio y el Edificio Newman. La casita de Suba se vació en el Edificio Newman y su contenido se enri-queció. Los espacios del colegio continúan expandién-dose hasta hoy.

Toda esta comunidad hasta la actual, ha presencia-do, construido y vivido ser el Newman School.

Perdonarán todos los autores de las frases que reu-nimos en este collage de emociones, grandes y peque-ños, el no citarlos personalmente. Es el conjunto de sus expresiones, referencias y recuerdos el que transmite los visos de la identidad newmanista.

Quienes llegan al colegio afirman conocer una ver-dadera comunidad en la que no encuentran jerarquías ni

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protocolos innecesarios y en la que se prioriza el vínculo personal sobre el académico.

Frases como estas evocan el sentir en el Newman:

Lo primero que sorprende es la familiaridad.

En el Newman las personas se miran a los ojos como pares y gozan de relaciones cálidas y respetuosas entre sí… Los padres y los maestros se conocen…

Es una verdadera familia que conoce al niño a fondo… Como en una familia, la parte humana es clave.

En el Newman hay tiempo para la gente… Se abre el espacio para el otro… Las cosas fluyen…

Se construyen relaciones para toda la vida.

Con el sistema de casas, el Newman nos enseña a cuidar de los más pequeños.

El Newman es un acto de amor.

Y cuando se averigua por lo principal, esto es:

El equilibrio entre el ser y su conocimiento.

La orientación por un sueño de formar país. La coherencia entre el discurso y la práctica.

La coherencia con la persona.

La confianza como base para trabajar.

La comunicación amistosa, efectiva, asertiva.

El acceso.

El trabajo en equipo.

La conciencia del servicio social.

Así, entre una formación académica estructurada, una planeación que ha dado resultados paso a paso en términos de sostenibilidad y un clima gobernado por propuestas y actos concretos de solidaridad, el Newman logra un pro-yecto educativo de gente comprometida, cuya descripción resume el profesor Vasco en las siguientes palabras:

El estudiante, docente, empleado o directivo que se haya contagiado de este ADN newmanista sentirá una fie-bre recurrente que no lo dejará dormir tranquilo mientras haya guerras, bombardeos, hambrunas, matanzas, despla-zados, refugiados y niños y niñas con frío, hambre, miedo o que sufran y mueran por enfermedades evitables o cu-rables. Desarrollará además tan alta resistencia a los anti-

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bióticos y calmantes, que no lo dejará doparse, quejarse o echarle la culpa a otros, sino que lo energizará para poder tomar parte en o para organizar grupos y estrategias de in-tervención que tiendan a cambiar las situaciones que no lo dejan dormir tranquilo, empezando por las del mismo vecindario en que vive o estudia, hasta los ambientes de los laboratorios satelitales más lejanos.

El tiempo revela la visión de Augusto Franco al for-mar ciudadanos que pueden desempeñarse en el mundo y

en el país en épocas de conflicto, de post conflicto y de paz. Los acentos del Newman School forman educandos para el mundo actual.

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Friendly Town

El primer día de clase del segundo ciclo escolar es un día especial para los niños del grado ° de primaria de los co-legios públicos de Cajicá, quienes inician un bimestre en Friendly Town.

Todo cambia: se habla inglés, conviven con los niños de todos los colegios públicos del municipio, hay nuevos maestros y nuevos métodos de enseñanza. La lúdica y la experiencia imprimen emoción al aprendizaje, suscitan la curiosidad y sostienen el interés.

Los niños no se van de sus colegios. Siguen matricula-dos en el Pompilio Martínez, el San Gabriel, Rincón Santo, en el Antonio Nariño, Capellanía y en el Pablo Herrera, a donde pertenecen. Durante el bimestre en Friendly Town, los niños visitan sus colegios de origen todas las mañanas y todas las tardes. La jornada diaria en Friendly Town trans-curre en el Polideportivo de la Sabana, sede asignada por el municipio de Cajicá a este programa.

El campo de juegos de Friendly Town es de un colori-do variado: cada colegio se identifica con un color de uni-

forme específico. La mixtura refleja la convivencia de los futuros habitantes del municipio.

Durante el bimestre en Friendly Town los niños ha-cen inmersión en la lengua inglesa y realizan un programa que trascurre acorde con los propósitos de su ciclo de edu-cación, que para el caso apuntan al desarrollo cognitivo, comunicativo, socio-afectivo y psicomotriz, articulados al-rededor de tres ejes transversales: la experiencia, la creativi-dad y la identidad cultural.

Este proyecto se gesta en e inicia actividades en cuando se firma el convenio entre el municipio de Cajicá y el Newman School: sellan una alianza en la que “todos ponen”. El municipio aporta el alumnado, su trans-porte, refrigerio y la sede para operar con su dotación ini-cial. El Newman School aporta el contenido del progra-ma, su gerencia, los maestros y complementa la dotación, haciéndose partícipe de una alianza público-privada que apunta al cumplimiento de la labor estatal, como una em-presa socialmente responsable.

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En empiezan a llegar a Friendly Town diez ni-ños de tercero de primaria de cada uno de los seis colegios públicos de Cajicá, cada nueve semanas. Desde el inicio el programa trabaja con todos los colegios municipales. En Friendly Town continua actividades con el de los niños de tercero de primaria de los colegios públicos de Cajicá y amplía su radio de acción con más alumnos: pasa de atender niños a cubrir , triplicando su ámbito de acción.

La complicidad de un visionario como Augusto Fran-co y la delicadeza y la firmeza de Trudy Martínez, sumados al conocimiento y el arrojo de ambos, coinciden para po-ner en marcha este programa educativo experiencial. Au-gusto anima a Trudy a emprender una empresa educativa trascendente, tal como él lo hizo al momento de su “retiro laboral”, cuando fundó el Newman School. La apuesta de fondo: aportar al cierre de la brecha entre la educación pú-blica y la educación privada en Colombia.

Friendly Town, una experiencia educativa sin par, ins-tala semillas en las mentes y en los corazones de los niños de Cajicá: inquietudes y destrezas de la lengua inglesa, de la convivencia, del cuidado por el planeta… todo para ir más allá… Más allá en el saber, en el conocimiento y en el respeto por el otro, en la responsabilidad por el entorno, es decir, en la ciudadanía.

La “sostenibilidad de la lengua”, como califica Trudy Martínez al fundamento de este proyecto, se centra en la posibilidad de trabajar con los mejores profesores de inglés

tanto en los colegios públicos de Cajicá como en Friendly Town. El objetivo es, durante los próximos cuatro años –tiempo del acuerdo renovado con el municipio– seguir sembrando y cosechando logros con los niños de la región para ver los resultados en futuros bachilleres con buen ni-vel de inglés.

El reto también consiste en consolidar un modelo re-plicable en otros municipios del país, donde el agente pú-blico confíe e invierta de manera decidida y el aliado priva-do rentabilice socialmente el recurso aportado.

Friendly Town, territorio políglota: conjuga en inglés los lenguajes de la inclusión, la responsabilidad y el res-peto. Aporta a la construcción de más ciudadanos de un mundo en paz.

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L a solidez de los cimientos del Newman School se puso a prueba: soportaron la evolución y la expansión del colegio. Los ideales de su funda-

dor, Augusto Franco Arbeláez, dieron frutos. Existe una impronta newmanista que seguirá perfilándose y re-signi-ficándose en los días venideros en la reafirmación y el de-sarrollo continuo de los postulados de la formación espiri-tual, académica y social que el colegio imparte.

Y el Newman School sigue a prueba, como lo han es-tado, con los más gratificantes resultados, la solidaridad y el afecto de todos los amigos del colegio en los momentos más difíciles. El fallecimiento de Augusto Franco Arbeláez, fundador y rector del colegio hasta el año , ha llevado a Carolina Franco Vasco, su hija y cómplice, a conducir es-ta organización. A favor de la perdurabilidad de esta obra, además del legado de Augusto, están los integrantes de un equipo profesional, con buen criterio y alta capacidad de entrega y las familias que le confían la educación escolar de sus hijos.

Las raíces del colegio son profundas; la universalidad y la vigencia de la filosofía del cardenal Newman, el arraigo al municipio y al país y la pertenencia sentida de las fami-lias y de los equipos de trabajo, aportan a su solidez. Allí llegan nuevos talentos que rápidamente se incluyen a par-tir de procesos amables.

Nuevos acentos marcarán las rutas del Newman como respuesta a las demandas cambiantes del entorno: el mun-do contemporáneo exige innovación, movilidad, adaptabi-lidad, comunicación eficiente, capacidad para trabajar con otros... Las nuevas situaciones exigen rutas alternativas pa-ra solucionar los conflictos o salvar los obstáculos… nues-tras industrias y empresas requieren creatividad y empren-dimiento: el mundo se globaliza, los estudiantes se inter-nacionalizan y muchas desigualdades tristemente se hacen más profundas.

Del análisis del hoy y de la proyección futura surge la necesidad de tener mente crítica, con capacidad de consi-derar múltiples aristas, de proponer nuevas formas y solu-

IV. Lo que viene

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ciones y de reafirmar identidades. En síntesis, mentes inte-grales que promuevan un desarrollo humano sostenible: a esto le apunta el Newman School.

Los nuevos retos hacen que el colegio tenga una bue-na capacidad de escucha de la realidad y del otro, y ge-nere respuestas adecuadas. Los nuevos acentos del colegio mejorarán las herramientas y la capacidad de comunica-ción de los niños; apuntarán a que haya una mayor com-prensión del otro y entre los pueblos. Para estos propósitos promoverá el bilingüismo, el conocimiento de los idiomas informáticos y la apropiación de la tecnología en general;

apuntará a desarrollar la flexibilidad y la adaptabilidad de quienes serán ciudadanos de un mundo de actores y de equipos diversos. El ciudadano newmanista hará uso de la conciencia de ser parte de un todo: ese universo en el cual tiene su origen.

Así se proyecta el Newman School. Una organización que impacta, que genera cambio y transformación en la sociedad. Lo orienta la misma brújula newmanista lega-da por Augusto Franco: cada decisión, cada paso, estarán guiados por consideraciones de respeto, responsabilidad y honestidad.

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La Fundación Cardenal John Henry Newman anida-rá iniciativas como las que sueña el profesor Carlos Vasco para el futuro:

Quiero verlo no solo como un gran colegio, sino como un gran sistema educativo newmanista de excelencia, integrado por redes de colegios preescolares de tres grados que no sean escolares; con varios colegios de primaria de seis grados que sean muy flexibles e innovadores; con dos o más colegios internacionales de secundaria de otros seis grados en Bogotá y otras ciudades de Colombia que tengan intercambios de un año con otros colegios newmanistas de Colombia u otros países; con al menos un gran Colegio de Pregrado en Artes y Ciencias (al estilo de los mejores “Four-year Colleges” de la Costa Este de los Estados Unidos), con flexibilidad para que cada estudiante pueda escoger un área o dos de concentración y con exigencia de intercambio internacional en el tercer o cuarto año, pero sin facultades de educación ni de otras profesiones, sino con posgrados de muy alta calidad en aquellas especialidades en las que todos los que entren a obtener una especialización o maestría quieran ser maestros y maestras de esa misma área en cualquiera de los distintos niveles de la educación para los que sientan un llamado o vocación para serlo.

Con la mente en la verdad y el corazón en el amor.

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M any entrepreneurs of educational projects around the world have been inspired by the philosophy of Cardinal John Henry New-

man. The universality of Newmanist thought is reflected in numerous institutions that bear his name or his identity as their insignia.

There are Newmanist educational projects underway mainly in the United Kingdom, where the cardinal was born. There are also some in Argentina, Spain, Canada, China, the United States, and Australia, among others, even if different types of schools. One of these teaching alternatives is the Newman School in Cajicá, Colombia. It fulfills the dreams of an educator and pedagogue born in the Department of Antioquia, Colombia.

Augusto Franco, though educated under Jesuit guid-ance, takes on the ideas of a Catholic convert –formerly an Anglican– and asserts that the Newman School will help bring about a new social reality in the middle of the Sa-bana de Bogotá, in the Department of Cundinamarca, a

place where quite different realities, ranging from boom-ing entrepreneurial developments to deprivation and ex-clusion of part of the population, overlap.

Franco undertakes the education of students with the kind of social awareness that can bring about change and make real part of Cajicá’s social development –the town where the Newman School facilities lie. His purpose crys-tallized, among other things, with Friendly Town: an Eng-lish teaching project for the town’s student community.

Professor Carlos Eduardo Vasco Uribe –a member of the school’s board of directors– who knows a lot about education and about Augusto Franco and the Newmanist project, describes the evolution of the project:

Long before the foundation of Newman School, I witnessed the gradual dream of a teacher and educator taking shape and materializing, the dream which Augus-to Franco Arbeláez had always cherished. I first met him as an organizer of Colombia’s University System, working from the Fondo Universitario Nacional, the ICETEX, and

The dream of Augusto Franco Arbeláez

I. Newman School

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the team at that time drafting the Master Plan for Higher Education and Act of , and then as rector of Uni-versidad Pedagógica Nacional… John Henry Newman’s book, The Idea of a University, always under his arm.

I followed his experience as principal of a school of excellence, the Anglo-American School, where Augus-to learned and implemented the best of Eton-like Eng-lish education with its four houses, its mottos and ritu-als. These peculiarities became known to Colombians only years later, thanks to Harry Potter’s books and his Hog-warts School lore.

When the Newman School got under way in a coun-try house lodged on Suba-Cota road, not far from Cajicá, a building that was not quite fit for educational purpos-es, he began to envisage the structure of a friendly and welcoming teaching institution whereby its architecture, the principal’s office, the cafeteria, and all the staff therein, i.e., each and every activity, be it curricular or extracurric-ular, would contribute to the education of more authen-tic, committed, learned, and happier girls and boys. All this without caring much for quality certificates, such as ISO , or the ICFES score (Colombia’s national high school exit test), but rather caring for the fulfillment of students’ life, families, and professional goals and projects.

He never wanted a school with over students, number within the bounds of his prodigious memory, which allowed him to recall the names of all of them, to-gether with that of every child’s parents and siblings.

Little by little he drafted the Carta de Ciudadanía New-manista (Newmanist Citizenship Charter) and the various versions of the Proyecto Educativo Institucional (PEI, ac-ronym in Spanish for Institutional Educational Project) and the Manual de Convivencia (Coexistence Manual). However, he never relied on written documents, but rather on person-al relationships with teachers whom he interviewed when-ever there was a vacancy and whom he trained personally to introduce them into their teaching jobs. I was impressed when during the meetings of the Board of Directors he care-fully mentioned the name and area of each teacher that had retired, or of a new one, so that they would be registered in the minutes. But his appreciation and friendship with every teacher never stopped him from sending a letter notifying the non-renewal of a contract if he saw that one of them did not share his vision of integral education of Newman-ist students, or even if the teacher did share it, but had been unable to materialize it in his or her everyday teaching tasks.

His vision kept changing and enhancing with the vis-its and exchanges with other Newman Schools from differ-ent countries; with the attention he paid to each delicate problem in the school or in any other school of the UCB (acronym in Spanish for Union of Bilingual Schools); with the close examination of documents and decrees of the Ministry of Education; and with the conversations, lec-tures, and meetings in which he participated as a lecturer or simply as an attendee… no, always attentive to changes in the pedagogical theories and the education legislation.

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For Augusto, a key issue in the overall guidance of the Newmanist educational project, which I heartily shared with him, was his vision of spirituality, a concept that ma-ny confuse with religion, hierarchy, or clergy. It is a dif-ficult and risky topic to discuss in public –more so when it is written–. As a Catholic, a religious man, and a Jesuit (which we keep on being in our hearts, in spite of our for-mal retirement of the Order) he knew, appreciated and

put into practice the wisdom of the gospel of our common master, Jesus of Nazareth, as well as the spiritual collec-tion of all the traditions of Catholic religious orders and the transforming force of Ignatian spirit inviting us to be “contemplative in action”.

But as a sociologist and educator, he also knew –and well indeed, for that matter– the traps and dangers of ad-hering to religions, creeds, and fanatical and excluding

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parties. He himself had experienced, as well as many of his friends and disciples, the curtailment of speech, of criti-cism, and creativity (of both students and teachers) in con-fessional schools and universities. Fortunately, he always had the best manuals to go through these minefields: Car-dinal Newman’s The Idea of a University, Lectures on the End and Nature of University Education and Grammar of Assent.

Just like Augusto long after, but the other way around, Cardinal Newman also founded a secondary school which Catholics called “The Oratory” and Anglicans “The Catho-lic Eton”, and was President of the then recently founded Catholic University of Ireland, known today as University College-Dublin. A good omen as in fact it turned out to be.

Like Newman in his time, Augusto managed to keep Newman School open and respectful of all religious and secular beliefs, and yet clearly Christian and Catholic –from its very name– in its orientation and spirituality. He preached the gospel more through his own example, through his way of relating to all the members of the New-manist community, and with criteria enough to make and articulate everyday decisions with explicit words, avoid-ing proselytism and exclusivism. A difficult and challeng-ing task for directors of the current and future Newman School.

When he found out about the seriousness of the dis-ease which had appeared so suddenly, he wanted to state his vision more precisely and prepare his successor, but we

were all disappointed in the optimistic hope that he would live three or five more years after the surgery, but the final crisis didn’t give him enough time to fulfill this purpose.

It is up to us now, Augusto’s relatives, members of the Board of Directors, teachers, former and senior cur-rent students, to reconsider, restate and renew the vision he had. We will not be able to do it as he would have done it, but I am sure he would not have wanted us to just try and guess what his thoughts were, or to reflect over and over again on our memories, or to reexamine his writings. Instead, he would have kept on encouraging us to think beyond the present; to dream as he would have done, were he still among us, without resting in our own laurels and accomplishments; to carry on building a project which can always be improved, aware of its limitations and always open to what is new. As Father Borrero Cabal, Augusto’s master, colleague, and friend, would have said: “to higher education, in and for the highest.”

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Colombia in the 1990s

The Newman School was born at the beginning of a turbu-lent decade, full of contrasts.

Old paradigms fall in pieces, new nations obtain the right to self-determination. Enormous alliances are struck and deep conflicts arise. We learn about Molly, the first ge-netically modified mammal to be born, and we use for the first time DVDs, an optical disc storage format to store large amounts of data, especially high-resolution audiovi-sual material.

The Soviet model collapses, opening the way to new regimes and states in Eastern Europe. There is a new world order after the end of the Cold War. Finally, in Asia, the Popular Republic of China opens its borders to interna-tional trade and to foreign investment.

This is how the geopolitical map is reshaped through changes our grandparents would never have believed to be possible. Only one Germany? Europe united? Six new na-tions replacing Tito’s ex-Yugoslavia? Although the world still witnesses bloody wars and genocides such as the ones

in the Persian Gulf, Kosovo, or Rwanda, it receives nev-ertheless, hopeful news, such as the end of Apartheid in South Africa after years of Nelson Mandela leading the struggle.

In Latin America, Colombia starts a decade full of turbulence and contrasts. The s meant economic open-ing and crucial legislative reforms, such as the ones of the social security system, education or the one that modified the model of domiciliary public utilities. Following glo-balizing trends, Colombia opens the door to international markets. This opening to competition means the end of monopolies, such as the one of the Instituto de Seguros Sociales (Social Security Institute) and opens the way to the privatization of companies such as Telecom.

The war between cartels and guerrillas leads to politi-cal instability. Meanwhile, the M-, an old outlaw guer-rilla movement, returns to civilian life.

Emblematic financial instruments, formerly so de-sired, such as the Unidad de Poder Adquisitivo de Valor

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Constante (UPAC, acronym in Spanish for Constant Val-ue Units of Purchasing Power), tumble down; the strong coffee sector collapses as a consequence of the breakdown of the International Coffee Agreement in , opening the way to a process of disinvestment where their bank is sold, they lose their shipping fleet and airline, among oth-ers. The country’s second most sold national newspaper, El

Espectador (The Spectator), falls into a crisis and becomes for a long time a weekly publication.

A country that was hopeful at the beginning of the decade has to face and solve, at the end of it, the deepest crisis of the twentieth century.

Under these difficult circumstances, Colombia drafts a new constitution in order to reestablish order. In ,

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the student movement Todavía podemos salvar a Colombia (We can still save Colombia), organized a strategy called the “séptima papeleta” (the seventh card), which asked in a silent way for a profound change in the country. As a re-sult, people vote for an Asamblea Nacional Constituyente (Constituent National Assembly). This assembly, which is representative of the different social movements and po-litical parties, is in charge of writing the new fundamental

laws and principles. There is an air of hope in the country, typical of youthful conviction.

From on, the country defines itself as a Social State under the Rule of Law and recognizes itself in its diversity: a country of multiple beliefs, languages and cul-tures. Colombians acquire tools that allow them to restore dignity to the citizen, such as the acción de tutela (guard-ianship action) and the derecho de petición (claim right).

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A new Constitutional Court is created, which acts as the national juridical consciousness, and extradition is rein-stated, becoming a tool to combat terrorism.

The Constitution of brings about a new hori-zon for education in Colombia: education is regulated as a person’s right and as a public service with a social function. Colombia seeks to educate itself under this new constitu-tional frame of freedoms –freedom of teaching, of learn-ing, of researching and of lecture– with the State, the soci-ety and the family responsible for the process.

In , the General Law of Education is promul-gated. It defines the essence of education as a process of continuous, personal, cultural and social education that is based on a comprehensive conception of the individual, on his or her dignity, and on his or her rights and duties. It regulates the different aspects of the educational process and it contributes to the expansion of the system in terms of the population included.

It is in , in the midst of this social, political and economic context, that a private sector enterprise, led by Augusto Franco Arbeláez, takes off: the construction of the educational project Cardinal John Henry Newman School.

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Cardinal John Henry Newman´s philosophy – A name… a man

In Argentina, Canada, and the United States of North Amer-ica; in Europe, Asia, and Oceania, there are educational proj-ects that were founded based on the philosophy outlined by Cardinal John Henry Newman in the nineteenth century. His thought is still valid and inspires the creation and evolu-tion of school and university projects. Augusto Franco Arbe-láez brought to the Colombian education world the New-manist philosophy, when he founded in the Newman School, which is currently in Cajicá, Cundinamarca.

When Franco set off to look for a name for the educa-tional project he had in mind, he first thought of Agustín Nieto Caballero, an avant-garde Colombian educator, founder of the Gimnasio Moderno (Modern Gymnasium) and the Gimnasio Femenino (Feminine Gymnasium). It was then when father Alfonso Borrero S.J. suggested to name the school after Cardinal Newman: if the cardinal’s thought and philosophy were at the basis of the new edu-cational project, what could be more coherent than to em-phasize this with his name.

This religious man, philosopher, theologian, educator, and graduate from Trinity College in Oxford, was born in London in and died in Birmingham in . His life was full of contrasts: abundance in his childhood; scarcity in his youth due to the effects of Napoleonic Wars; later on, and after studying for several years two religions (-), he makes the passage from the Anglican Church –where he had been ordained as a priest in – to the Catholic Church that ordains him as a priest in , as a cardinal –during León XIII’s papacy–, and finally, beatifies him in .

Newman adopted controversial stances, aware of the risks they had, always based on solid grounds. This is how he faces the mistrust people had because of being a “con-vert” who had abjured the religion of his parents. He un-derwent an equivalent situation when he outlined the lib-eral basis for the Catholic university he had accepted to create in Dublin for the Irish people, in a context where some kind of confessional reference was highly expected. While at this job, Newman published in a collection

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of lectures entitled The Idea of a University, a classical text about the mission of the academy, which is the basis upon which Augusto Franco Arbeláez develops and directs New-man School.

Augusto was inspired by the idea of identifying the school to humanist principles and to processes of

universal education with a high degree of axiological content; he found in the Newmanist concepts what he wanted the school to reflect. This is how Newman’s phi-losophy cast the school its character. It is there every day and underlies every school action and decision, and its stamp is on the principal philosophical statements, like

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the Carta de Ciudadanía Newmanista (Newmanist Citi-zenship Charter).

Newman attributes uncountable good qualities to lib-eral education as a process to educate the intellect: it is an end in itself; a power or instrument to act; a philosophical education –as opposed to mechanical instruction– and an intellectual culture. Moreover, liberal-arts education feeds

interdisciplinary relations and the dialogue of knowledge through which we reach the truth.

This liberal-arts education helps develop students’ in-telligence in such a way that they feel attracted by the con-natural satisfaction of knowledge. In the words of father Alfonso Borrero S.J.: this education is the education of “love of knowledge”, education’s extraordinary fruit.

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The academy’s last questions arrive: what is the pur-pose of adopting this liberal-arts education? What kind of citizens does it want to educate? The answer does not take long: the object of knowledge is one, it is the universe. Thanks to liberal-arts education we educate universal indi-viduals, we educate Citizens of the world.

As a complement to intellect’s development, Newman speaks about feelings, about faith. It is enough to see the motto of his coat of arms to understand that complement: Cor ad cor loquitur, Heart speaks unto heart –an inscription carved in the foundation stone of Newman School’s head-quarters in Cajicá. He always believed in the possibility of having science and faith integrated at the same time, in the same places and individuals. He yearned to see the oracles of philosophy and the sanctuaries of devotion in unison.

Con la mente en la verdad y el corazón en el amor (With the mind in truth and the heart in love), is Newman School’s motto. It states the intention of convergence in the best Newmanist fashion. Augusto Franco Arbeláez brought to a school environment what was thought for a university in .

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Educational and Pedagogical ProposalEducate the mind in truth and the heart in love

A proposal of strategic learning for the construction of a better world.

Augusto Franco Arbeláez aimed well at what is fun-damental for st century citizens to have. Always based on the postulates of John Henry Newman’s philosophy, Franco brought the postulates of university education to the school and gave in advance to many kids a set of tools that will be useful for them in the decades to come.

The school’s commitment is to educate human beings that are open-minded and universal, respectful of others, conscious of the values that underlie their actions, and technically competent. Humans that are conscious of the reality they live in, of their city and country as part of a global scenario; who are always committed to improving their environment and the living conditions it offers. To sum up, human beings with social commitment.

Analytical, critical and respectful people, who admire nature and cultural and artistic expressions. Careful with their health and therefore aware of the benefits of sports.

By means of the Educational Program designed by Newman School and with a proper coexistence at school, the institution strengthens students’ ethics, discipline, solid reasoning, solidarity, responsibility to repair any harm caused, and an aspect that needs to be highlighted: development of a spiritual life without a given name.

Beyond the academic goals the school sets itself and achieves, Newman School seeks to create a community of students, employees, and parents that provides the necessary conditions for the children to acquire the strengths that will turn them into autonomous citizens, capable of making re-sponsible decisions and willing to contribute to the construc-tion of comprehensive knowledge for future generations.

The Newman School educates citizens of the world that can communicate in different languages, master their native language as the basis for learning, incorporate Eng-lish as the universal connector, and skillfully use modern technologies that allow them to be efficient and have a wider range of means to disseminate their messages.

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Having an appropriate size to allow cohesion of the school family, considering permanent follow-up as the ba-sis for assessment, transmitting the “learn to learn” –one of the criteria for one of the annual prizes the school con-fers on outstanding students for their Self-educating Spir-it–, and the appeal to dialogue and negotiation (so vivid in our country) as tools to solve conflicts, are just a few ex-amples of the diverse strategies that pedagogy at Newman can count on to meet the Newmanist goals, and they are also some of the traces Augusto Franco left when deciding where the school should lead to.

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Newmanist Values

Inspired on John Henry Newman’s philosophy, Augusto Franco Arbeláez wrote the Carta de Ciudadanía Newman-ista (Charter of Newmanist Citizenship), which rules the school’s educational community.

The charter establishes commitments, recognitions, opportunities, incentives, and rights and duties for the community –which includes not only teachers and stu-dents, but also parents, operators and managing staff–. It is also a guide that illustrates the processes and procedures for decision making, like determining consequences of a fault or how to make up for it. It also has the student’s assessment system in its three dimensions: academic, of coexistence, and socio-affective. The charter envisages the regulation needed to develop the Newmanist educational project as a community experience.

Today, in its fifth version –adopted in –, the Charter of Newmanist Citizenship establishes the school’s three essential values that are like lighthouses that guide the way through the everyday routine of the education-

al process in the chosen direction: that world citizenship with the best qualities described by Cardinal Newman in the th century.

The reason why reality gets so close to Augusto Fran-co’s dream is due to a large extent to the rigor with which the educational community applies the School’s val-ues that the Charter of Newmanist Citizenship defines as follows:

Responsibility: a human being’s capacity to answer in a comprehensive way for his actions, thoughts and obligations.

Respect: attitude of attention and consideration to-wards yourself, others, and the social environment. It is a value that is given and demanded in relation to others, to the habitat and to nature.

Honesty: the path to truth as the center of Newman-ist education, understood as the possibility to transcend shadows and appearances and reach clarity, as a choice to act authentically, assertively and truthfully at all times.

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Newman School recognizes itself as an educational community imbued with human meaning whereby all ac-tions are guided by principles that harmonize with the purpose of providing “An education that shapes the under-standing in truth and the heart in love.”

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School governance

The Mayor’s Office of Bogota D.C. granted legal status to the John Henry Newman Cardinal Foundation on No-vember , . Thus, this institution for the common good, is born to legal life, which henceforth has promot-ed projects as transcendent as the Newman School and Friendly Town. The Cardinal John Henry Newman Foun-dation, designed to carry out projects in the field of edu-cation and personal growth at all educational levels and to promote, develop and encourage private education and re-search in general, fulfills its mission with its deeds.

The Franco Basque family, parents and children, cre-ated this Foundation and joined the Founders’ Council –main governing and administration body–. The members of the family are: Augusto Franco Arbeláez and Margarita Vasco de Franco, and Andrés, Carolina, Ángela, Santiago, Ignacio and Paula Franco Vasco.

The Founders Council›s main task is to ensure com-pliance with the principles that guide the Foundation and to provide guidelines for each project and activity. In ex-

ercise of these powers, it makes the most significant deci-sions and decides on the organization’s overall action plans and programs, pronounces on the reform of the statutes, the election of the members of the Board of Directors, the Principal and the fiscal auditor, and approves the financial statements.

The Board of Directors, consists of five () principal members and their corresponding alternates. It seeks to have the representation of the educational, scientific and business community so as to fulfill the mission of develop-ing the Foundation’s plans and global action programs ap-proved by the Council of Founders. It also pronounces on the Institutional Educational Project, the education fees and internal affairs of the organization, such as the person-nel plan and the authorization to sign contracts.

In compliance with the provisions of the General Ed-ucation Act –Law of – and subsequent norms, Newman School is governed by a set of bodies and instanc-es that bring together the diverse voices of the educational

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community. Parents, students, alumni, teachers, authorities and experts contribute to guide the decisions of the school’s management through their participation in different bod-ies and instances that work in a harmonious way.

The Board of Directors becomes an Extended Board of Directors when members from the educational commu-nity join a session: two parents –one from Asonewman Par-ents Association and one from the Parents Council–, two teachers elected by faculty, a student chosen by the Student Council, a former student, appointed annually as President of Asoexnewman –Newman School Alumni Association– and one person representing the business community.

The extension of the Board of Directors fulfills the constitutional purpose of democratizing school life and allows to respond to the different requests of the educa-tional community in the terms and for the purposes es-tablished in the General Law of Education. This collegiate body considers initiatives related to the phrasing of school norms; promotion of activities that develop the mind, spirit and expression of students; and the school’s finances and pedagogy. All with the purpose of making participa-tion in school life a constant democratic practice.

The Principal is the school’s legal representative, and is responsible for implementing all the decisions of the aforementioned bodies. He brings together the organiza-tion and communication between the different bodies of school government and management so that the whole system works effectively.

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The Coordinación Académica (Academic Management Office), in addition to the effective provision of academic services, is responsible for student coexistence. It conducts a continuous and permanent follow-up of students, coor-dinates teachers’ work and ensures curriculum updating.

La Dirección Administrativa (Administrative Man-agement Office) is responsible for the management of all human, physical and financial resources of the institution and for the smooth operation of the school, its informa-

tion system and the proper provision of cleaning and se-curity services.

The Consejo Académico (Academic Council) acts as an advisory body to the school in educational matters when it states its position on the Institutional Educational Project. It plays a decision-making role in matters such as curriculum, syllabus and assessment systems. It is com-posed of the Principal –who presides over it–, the Academ-ic Coordinator, the Administrative Director, the Coordi-

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nators of the Pre-school, Primary and Secondary sections of the school, the Area Coordinators or Heads and a stu-dent representative chosen annually by the Council itself.

On the other hand, the Student’s Spokesperson is an eleventh grade student chosen by students, who ensures re-spect for students’ rights and fulfillment of their duties by submitting proposals to the Principal on these specific topics.

In response to Law of , Newman School has a School Coexistence Committee, an advisory body

that promotes education for the correct exercise of hu-man, sexual and reproductive rights, and for the pre-vention and mitigation of school violence. This collegial body ensures the implementation and fulfillment of the Coexistence Manual. Its members are: the Principal (who presides over it), the Student Spokesperson, the Chair-man of the Parents’ Council, the Chairman of the Stu-dent Council, the Academic Coordinator and the School Psychologist.

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The Parents’ Council is composed of representatives of each grade, elected annually. It supports the school’s man-agement mainly in the analysis of its results, in the genera-tion of the best climate of trust and in the programming of activities to cultivate the students’ body, mind and spirit. It also designs and offers training programs for parents.

The Student Council brings together the representa-tives of each class. They are elected annually to participate in school activities and in the aforementioned bodies.

A body for parents’ involvement is the Newman School Parents Association, Asonewman. It’s an indepen-dent entity with its own legal status, organized according to the statutes approved in which guides parents to-wards a positive participation in the Newman community (composed of them, students, management team, teachers and the members of support teams).

Asonewman seeks the cohesion and coordination of parents so that they can contribute to the achievement of

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the school’s objectives; it disseminates its educational prin-ciples and values; it serves as a consultative and institu-tional channel in the relations between parents and school management; it collaborates in the Committees estab-lished at the principal’s request; and it proposes and carries out cultural, technical and social promotion activities for the benefit of the associated families.

Finally, the Newman School Alumni Association, Asoexnewman, is a body with independent legal status aimed at supporting school alumni and advising and pro-moting institutional progress from the point of view of those who have become citizens of the world.

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SubaDistance, space and time are relative

I t is so far away! That was the exclamation the found-ing fathers of the John Henry Newman School ig-nored when they chose to educate their children

there. They took their children to the school when it opened its doors in Suba, on September , , driven by various reasons, all related in one way or another to Augusto Franco Arbeláez’s pedagogy and career path.

The campus had a house that looked like it had been brought from Hänsel and Gretel, the s frozen dream by Wilhelm and Jacob Grimm. Arched doors, windows and small balconies in rounded woods, woven ceiling ... all at children scale. Next to it a small tree house was built, which besides being the main refuge during recess, is the venue’s point of reference for the school’s first preschool students.

In this rural setting several neighboring schools wel-comed the nascent Newman: Nuevo Campestre and St. George’s School supported the commencement of opera-tions by sending physical education, art, and music teachers and giving referrals for operational staff. This is how Bet-

ty Jare –life partner and permanent inhabitant of Newman since its foundation– came to the school, first to the kitchen and today in cleaning and security services.

The school started with three courses that quickly be-came four when Pre-kindergarten was set up at the request of the first Newmanist families.

The Franco Vasco family, all committed to the school founded by their father, stood by him and went through all the difficulties of the start. This allowed Franco, from then on and until his last day, to consecrate himself to this educa-tional effort, the project of his life.

Since the school started operations, Augusto Fran-co Arbeláez and his team –quickly joined by his daugh-ter Carolina Franco Vasco– got down to developing pro-grams and pedagogical methods, building classrooms and setting up games for the welfare of Newman’s students and community.

The first to join the community were, among oth-ers, Lilly Gutiérrez, Blanquita Mejía de Delgado –Augus-

II. A place for education: headquarters and campuses

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to Franco’s secretary–, and Catalina Pérez –first person in charge of Admissions, who participated in the construc-tion of the first Coexistence Manual and the first Institu-tional Educational Project–. They are part of the talented people who have joined this family today so numerous. A family governed from the beginning by the values of respect, responsibility and honesty. Patricia Castillo, Ser-gio Nestor Osorio (whose children are now Newman stu-dents), Sergio Castellanos and Carlos Andrés Jácome (first in the psychology service and then a teacher) belong to the pioneers too. They are all part of that team that reflects the soul of the school.

For some time, Suba students traveled to and had fun in a property located in the administrative rural division (vereda) of Rio Grande in the municipality of Cajicá. They used to go there for field trips and picnics. But in , the horizon began to expand when a new building and a cafeteria were waiting for them in Cajicá, in what had be-come the school’s second headquarters.

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CajicáCor ad cor loquitur

Heart speaks unto heart

In Augusto Franco Arbeláez moved Newman School to El Candil estate, in the administrative rural di-vision of Rio Grande de Cajicá, Cundinamarca, its own and current headquarters. The members of the Newman-ist community celebrated this beginning with the laying of the foundation stone, accompanied by the planting of trees and hope. John Henry Newman’s motto, Cor ad cor loquitur, accompanied by a globe, are carved symbols that evoke universal knowledge for the exercise of world citizenship, in a context of affectivity in which we speak from heart to heart.

The Newman Building was the first to open its doors at the headquarters, “and everything goes on in there”, re-calls Liliana Montoya, a former student of the school and current Admissions and Human Talent Coordinator. This first building set the Newmanist architectural identity. Bricks will be the common element that relates classrooms to buildings. They transmit sobriety, simplicity, balance, strength and order. The school will have distinct areas,

functional and sufficient, vegetation that oxygenates the environment and opening to the landscape of the Sabana.

There are two minds behind this architectural com-plex: Juan Manuel Gutiérrez, who conceived the Master Plan and participated in the first stage of its development, and the firm of architects founded by Álvaro Rivera, ARR and Associates, with architect Alberto Ayerbe. This firm has given continuity to the work of architect Gutiérrez since , the year of his death.

The Betancourt building was then built. Its name honors Gabriel Betancourt Mejía, a prominent Colombi-an in the education sector, who among many projects and educational work led the creation of the Institute for the Promotion of Higher Education (ICFES, for its acronym in Spanish), an endeavor in which he coincided with Au-gusto Franco Arbeláez. Thus, new classrooms, offices and laboratories were added to the school.

Later on, ARR and Associates designed and built the Center for Educational Resources –CRE, for its acronym

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in Spanish–, inspired by notions of the school´s philoso-phy as stated in the Institutional Educational Project. The building demanded a special environment conducive to forming citizens of the world. Thus, the CRE has got plac-es suitable for inquiry and study: a children’s library (as a seedbed of future readers and researchers), areas for refer-ence books and the general collection, areas for individu-al and group consultation, an auditorium and technology rooms available for educational purposes.

The design of ARR and Associates was chosen for the construction of the Coliseum, the school’s next major building. It is a building with a large, open space and lots

of light that invites to cultivate the body with discipline and perseverance and to expand the soul. It is a facility that hosts assemblies, competitions and displays of students’ ar-tistic talent. The Coliseum achieved the multifunctional nature intended and meets, in a balanced way, the techni-cal standards required for each of the events it hosts. Art and sports, two activities that give cohesion to the com-munity, come one after the other in harmony in this build-ing that no doubt follows the Newmanist line: simple, so-ber, welcoming and functional.

At present, the school is moving towards the con-struction of a new building: the Pre-university Center. We

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already have the design, prepared by the firm of ARP and Associates. Students of the last two years will be able to prepare their transition to university life by making use of new resources, such as science, chemistry and physics lab-oratories, craft workshops, staged classrooms with all the technological aids and a Center for Inquiry and Study. It will have terraces equipped with furniture in a setting that reminds the designs of university spaces where students can meet and take a rest.

Newman School achieves an orderly physical devel-opment, in a scale it can afford in order to maintain qual-ity. It preserves the original idea of having a terrain with low construction density, many green areas for play and sports, footpaths and pedestrian squares, and distinct aca-demic, administrative, arts and sports areas.

Newman School positions itself as a contemporary alternative of education, well characterized and prosper-ous. You just need to walk around the campus to get a good idea.

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An ongoing sowing season

T wenty-five years have gone by, a time of con-tinuous sowing and consolidation of the New-man School, a time that allows us the telling of

this inspiring story. A good light and the solid foundations of Newmanist principles and values have led to develop-ment of creativity. Honesty, responsibility, and respect are the pillars that guide the development of this educational organization.

The identity achieved by Newman as per seen by its own community, by third parties, or by the different asso-ciations it belongs to –i.e. the Union of Bilingual Schools– provides a clear picture of what is happening there and which seeds have thrived.

When defining Newman’s DNA, Carlos Eduardo Vasco Uribe, Vice-President of the School’s Board of Di-rectors, considers the education provided by Newman School as “A permanent, comprehensive, integrated, in-tegrating and, probe education of students, teachers, em-ployees and managing staff for coexistence, peace and de-

mocracy, with a vision of local, national, regional and global citizenship that guides students from the present moment and from any place, time or profession, towards the construction, maintenance and improvement of eco-logically sustainable local communities, nestled in ever larger regional communities, without nationalist or eth-nic or religious boundaries, that in turn make part of a great universal community of countries committed to protecting and improving the environment or habitat of our large house, the globe, for the well-being of all and each one of its inhabitants”.

This DNA catapults the graduates of Newman School towards the conscious and qualified integration into soci-ety, which is nothing else than an education to become true Citizens of the World.

Those believers, the first to enroll, describe how they walked with expectation through the dirt streets of Suba hoping to find the school, until they came across a little house where they enjoyed its charm, contents, traditional

III. A quarter of a century

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culinary delights and, of course, its tree house, the first and unforgettable toy.

It was then that students used to go to Cajicá for a picnic in a piece of land that they would end up settling permanent-ly in , when they moved and occupied the new New-man Building. All the contents of the house in Suba were enriched when they were moved into the Newman Building. School areas and facilities have expanded since then.

Everybody who has belonged to this community has witnessed, construed and experienced what it means to be Newman School.

I apologize to all the authors of the quotes that we gather in this collage of emotions, whether big and small, for not quoting them properly. It is the set of their expressions, ref-erences and memories that conveys the idea of Newman’s identity.

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Those who come to the school claim they get to know a true community in which they do not find hierarchies nor unnecessary protocols, and in which priority is given to personal relations over academic ones.

Phrases like the following evoke the Newman feeling:

The first thing that surprises is familiarity.

People at Newman look into each other’s eyes as peers and enjoy warm and respectful relationships with each other ... Parents and teachers know each other…

It is a true family that gets to know children closely … Like in any family, the human side is essential.

At Newman there is time for people… There is always room for others… Things flow naturally…

You build relationships that last a lifetime.

The house system at Newman teaches us to take care of the little ones.

Newman is an act of love.

And when you dig for what is most important, this is what they say:

The balance between being and knowledge.

Focus on a dream to build the country’s future.

Coherence between words and action.

Coherence with the person.

Trust as the basis for work.

Friendly, effective and assertive communication.

Access.

Team work.

Consciousness of the importance of social service.

Thus, between a structured academic formation, a planning that has been successful step by step in terms of sustainability, and an environment governed by propos-als and concrete actions of solidarity, Newman achieves an educational project of committed people. Professor Vasco describes it in the following words:

Students, teachers, employees or school managers who have been infected with this Newmanist DNA will experience a recurrent fever that will not allow them to sleep peacefully while there are wars, bombings, famines,

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massacres, displaced people, refugees and children feel-ing cold, hungry and afraid, or suffering and dying from avoidable or curable diseases. They will also develop such a high resistance to antibiotics and tranquilizers that these will not work against their DNA. They will not complain or blame others, but they will be energized and ready to take part in or to organize groups and intervention strat-egies that tend to change situations that do not let them

sleep peacefully, starting with those in the same neighbor-hood where they live or study, all the way to the environ-ments of the most distant satellite laboratories.

Time has unveiled Augusto Franco’s vision by edu-cating citizens who can play a role in the world and in their country, whether in times of conflict, post-conflict or peace.

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Friendly town

The first day of class of the second school cycle is a special day for children in the rd grade of primary public schools in Cajicá, who begin a two-month course in Friendly Town.

Everything changes: they speak English, they coexist with children of all the other public schools in the munici-pality, there are new teachers and new teaching methods. Play and experience spur excitement to learning, arouse curiosity, and sustain interest.

The children do not leave their schools. They are still en-rolled in Pompilio Martínez, San Gabriel, Rincón Santo, An-tonio Nariño, Capellanía, and Pablo Herrera Schools, where they enrolled. During the two-month period at Friendly Town, children attend their own schools every morning and every afternoon. The school day at Friendly Town takes place at the Polideportivo de la Sabana (Sabana Sports Center), a fa-cility assigned by the municipality of Cajicá to this program.

Friendly Town’s playground is multi-colored: each school is identified with a specific uniform color. The mix

reflects the coexistence of the future inhabitants of the municipality.

During the two-month period at Friendly Town chil-dren immerse themselves in the English language and car-ry out a program that depends on the purposes of their education cycle, which in this case are aimed at cognitive, communicative, socio-affective and psychomotor develop-ment, structured around three transversal axes: experience, creativity and cultural identity.

This project was conceived in and launched in , when the agreement was signed by the municipality of Cajicá and Newman School: they formed an alliance in which both parts contribute. The municipality provides the students, their transportation, snack and a venue. Newman School provides the content of the program, its manage-ment, the teachers and some complementary equipment. Thus, Newman became part of a public-private alliance that aims at helping fulfill the state’s job, as a socially responsible private enterprise.

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In , third graders, from each of the six pub-lic schools in Cajicá started coming to Friendly Town.From the very beginning the program has worked with all municipal schools. In , Friendly Town continued to work with of the third graders from Cajicá’s public schools, but broadened its scope of action to more stu-dents: the number of children participating in the project almost tripled, rising from to .

The complicity of a visionary like Augusto Franco and the delicacy and firmness of Trudy Martínez, com-bined with the knowledge and courage of both, concurred to launch this experiential learning program. Augusto en-couraged Trudy to embark upon this transcendent educa-tional project, just as he did at the time of his “retirement,” when he founded Newman School. The key point was to contribute to closing the gap between public education and private education in Colombia.

Friendly Town, an unparalleled educational experi-ence, plants seeds in the minds and hearts of the children of Cajicá: inquisitiveness and skills in the English lan-guage, care for harmonious coexistence and for the plan-et ... everything to make them go beyond ... Beyond in knowledge, in getting to know and respecting others, in responsibility for the environment, that is, in citizenship.

The “sustainability of language”, as Trudy Martínez calls the foundation of this project, focuses on the pos-sibility of working with the best English teachers in both the public schools of Cajicá and Friendly Town. The goal

is to continue planting and harvesting achievements with the children of the region for the next four years –time for which the agreement with the municipality was renewed– to see results in future high school graduates with a good level of English.

The challenge is also to consolidate the model in order to replicate it in other municipalities of the country, where public officials can trust and invest in it with determina-tion and the private ally can get social profits from the re-sources it allocates.

Friendly Town, polyglot territory: it conjugates in English the languages of inclusion, responsibility and re-spect. It contributes to the construction of more citizens of a world in peace.

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T he strength of Newman School’s foundations has been tested: they withstood the school’s evolution and expansion. The ideals of its

founder, Augusto Franco Arbeláez, bore fruit. There is a Newmanist imprint that will continue shining and re-newing itself in the days to come thanks to the reassertion and continuous development of the postulates behind the school’s spiritual, academic and social education.

And Newman School is still being tested, as have been the solidarity and affection of all the school’s friends in the most difficult moments and with the most rewarding re-sults. The death of Augusto Franco Arbeláez, founder and principal of the school until , has led Carolina Franco Vasco, his daughter and accomplice, to assume the role of leader of this organization. Specially three factors will contribute to ensure the durability of Augusto’s work: first of all, his own legacy; second, a professional team whose members have good judgment and a high degree of dedi-

cation; and finally, the families who entrust their children’s education to the school.

The roots of the school run deep: the universality and validity of Cardinal Newman’s philosophy, the school’s at-tachment to the municipality and the country, and the sense of belonging of families and work teams, contribute to the school’s soundness. New talents keep coming and are quickly included after kind processes.

New accents will mark Newman’s routes as it responds to the changing demands of the environment: the contem-porary world demands innovation, mobility, adaptability, efficient communication, ability to work with others... New situations require alternative ways to resolve conflicts and overcome obstacles ... our industries and companies require creativity and entrepreneurship: the world is be-coming increasingly globalized, students are developing a more international mindset and yet, many inequalities are unfortunately becoming deeper.

IV. What is to come

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From the analysis of the present and future prospects arises the need to have a critical mind with the capacity to consider multiple edges, to propose new ways and solu-tions, and to reaffirm identities. In short, comprehensive minds that promote sustainable human development: this is what Newman School aims at.

The new challenges demand from the school to be at-tentive to reality and to others, and to generate appropriate responses. The school’s new accents will enhance children’s tools and their ability to communicate; they will aim at a greater understanding of others and between peoples. For

these purposes it will promote bilingualism, knowledge of computer languages and adoption of technology in gener-al; it will also aim at developing flexibility and adaptability in those who will become citizens of a world of actors and diverse teams. The Newman citizen will make use of the awareness of being part of a whole: that universe where his or her origin is.

This is how Newman School prepares for the future. An institution with a positive impact, which generates change and transformation in society and which is guided by the same Newmanist compass bequeathed by Augusto

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Franco: every decision, every step, will obey to consider-ations of respect, responsibility and honesty.

The Cardinal John Henry Newman Foundation will support initiatives such as those dreamed by Professor Vas-co for the future:

I envisage it not only as a great school, but a great Newmanist educational system of excellence, composed of three-grade nursery school networks that go beyond mere schooling; several very flexible and innovative six-grade primary schools; two or more international six-grade high schools in Bogotá and other Colombian cities that would have year-long exchanges with other Newman schools in Colombia or other countries; and at least one great College of Arts and Sciences (in the style of the best «four-year colleges» on the East Coast of the United States), with enough flexibility to allow students to choose one or two majors. In one such college students would have to go on an international exchange in the third or fourth year. There would be no education faculty or other regular undergraduate faculties for that matter, but rather high quality graduate programs for those who would like to become teachers in the very same areas they studied for, at whichever educational level they feel they are called for.

With the mind set on truth and the heart on love.

Las casas

Como herramienta de trabajo

transversal, el Newman School

acoge el sistema británico de casas

alinteriordelcolegio.Alrededordelaire,elagua,elfuegoylatierralasfamiliasnewmanistasseconsolidan:pequeñosygrandesseagrupanypermanecenafiliadosasucasaporeltiempodepermanenciaenelcolegio.

Lascasassonunespaciodepedagogíaenlaconvivenciaque genera un alto sentido de

pertenencia.Actividadeslúdicas,deportivasyculturalessirvenparaintegrar a los miembros de cada

casaentornoaunpropósitocomún, generando una sana

competenciaconlosgruposdelasotras casas.

TheFourHouses

TheNewmanSchoolhastakenupthe British school-house system as a

crosssectionworkingtool.Thus,thefourNewmanfamiliesstrengthentheirtiesgatheredroundthefourprimevalelements:Air,Water,Fire,and Earth. Hence, the younger

andolderstudentsaregroupedfortheirstayasmembersofoneoftheHouses.

TheHousesareaspaceforlearningwhile living side by side, they

promotehealthycompetition,andfosteradeepsenseofbelonging.Cultural,sport,andplayactivitiesjoin House members in a common

purposeandbegethealthyrivalrybetweenthedifferentHouses.

NEWMAN SCHOOL

Ca

jicá - Colomb

ia

CONSEJO FUNDACIONAL FOUNDER ’S COUNCIL

Primer presidente / First presidentAUGUSTO FRANCO ARBELÁEZ [R.I .P.]

Presidente / PresidentMARGARITA VASCO DE FRANCO

Miembros / MembersANDRÉS FRANCO VASCO

CAROLINA FRANCO VASCOANGELA FRANCO VASCO

SANTIAGO FRANCO VASCOIGNACIO FRANCO VASCO

PAULA FRANCO VASCO

CONSEJO DIRECTIVO - GOVERNING BOARDPresidente / President

MARGARITA VASCO DE FRANCO

Vicepresidente / VicepresidentCARLOS EDUARDO VASCO URIBE

Principales / Core MemberJUAN GREGORIO VÉLEZ VÉLEZ

MARÍA DEL CARMEN MARTÍNEZ DE TORRESTRUDY MARTÍNEZ DE RUÍZ

Suplentes / Substitute MemberMARÍA CRISTINA ARCINIEGAS DE VÉLEZ

SANTIAGO FRANCO VASCOLUIS ENRIQUE OBREGÓN RENDÓN

MARÍA CRISTINA CALA DE GARTNER

Representante Padres de Familia / Parents’ RepresentativeROSA LEONOR RODRÍGUEZ HERNÁNDEZMARÍA MERCEDES MARTÍNEZ GARZÓN

Representante ex alumnos / Alumni’s RepresentativeL IL IANA ALEJANDRA MONTOYA HENAO

Representante alumnos / Student RepresentativeEDUARDO HOYOS VÉLEZ

Representantes profesores / Teachers’ RepresentativeJAVIER JOAQUÍN PEÑA BUITRAGOR ICARDO ARIEL TORRES CLAVIJO

Rector / PrincipalCAROLINA FRANCO VASCO

PRIMERA EDICIÓNISBN: ----

Editores / Chief editorsÁNGELA SANTAMARÍA DELGADO

MARÍA DEL P ILAR ORDÓÑEZ MÉNDEZ

Diseño interior y de carátula / Cover and layoutPAOLO ANGULO BRANDESTINI

Edición Fotográfica / Photo supervisionNEWMAN SCHOOL

Fotografía / PhotographyJUAN D IEGO CASTILLO RAMÍREZ

JORGE MARIO MÚNERA BUSTAMANTEALFONSO P INZÓN MÉNDEZ

Traducción al Inglés / English translationJUAN MANUEL POMBO ABONDANO

Edición e impresión / Edition and pressPRODUCCIONES SPR S.A.S.

Impreso en Colombia / printed in ColombiaLEGIS S .A.

Este libro

se teminó de imprimir

el 11 de agosto de 2017.

Cor ad cor loquitur.

This book was

printed and bound

the 11th of august, 2017.

Cor ad cor loquitur.