2
MONOLOGO DE LA RANA EN LA LLUVIA Érase una vez…, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad crecía en justa proporción a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas. Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el día en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. ¿Por qué?, se preguntó. De pronto se le ocurrió que la causa del daño era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella. Indignadísima por el perjuicio del que sintió era objeto, sin pensarlo dos veces ordenó a la rana, de muy mala manera, que se alejara de inmediato. Y la rana piel color negro y rosa, más bien que defender su derecho natural de continuar roncando donde más le placía, y responder con voz de trueno su justa protesta, con voz apacible, solamente dijo: Este día, tú decides chumbera amiga; adiós , y se alejó, dando brincos anchos. Al otoño sigue el solsticio de invierno, y éste en breve anuncia la primavera. La rana, piel color negro y rosa y mirada atenta, estaba de paso y casi no la pudo reconocer. La chumbera, en plena lluvia se había desvigorizado en demasía, sus flores estaban sin néctar y sus espinas no lucían amenazantes como antes. _Vaya, amiga chumbera, tu aspecto luce muy ajado _dijo la rana_, ¿fue el frío penetrante o el estío prolongado? _No _dijo la chumbera_, desde que te fuiste la cochinilla del carmín me ha chupado sin misericordia, día tras día y noche tras noche y no hay manera de recobrar mi vitalidad por mucho que lo intente.

Monologo de La Rana en La Lluvia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Érase una vez…, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad crecía en justa proporción a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas.Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el día en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. ¿Por qué?, se preguntó. De pronto se le ocurrió que la causa del daño era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella.

Citation preview

MONOLOGO DE LA RANA EN LA LLUVIArase una vez, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad creca en justa proporcin a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas.Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el da en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. Por qu?, se pregunt. De pronto se le ocurri que la causa del dao era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella.Indignadsima por el perjuicio del que sinti era objeto, sin pensarlo dos veces orden a la rana, de muy mala manera, que se alejara de inmediato. Y la rana piel color negro y rosa, ms bien que defender su derecho natural de continuar roncando donde ms le placa, y responder con voz de trueno su justa protesta, con voz apacible, solamente dijo: Este da, t decides chumbera amiga; adis, y se alej, dando brincos anchos.Al otoo sigue el solsticio de invierno, y ste en breve anuncia la primavera. La rana, piel color negro y rosa y mirada atenta, estaba de paso y casi no la pudo reconocer. La chumbera, en plena lluvia se haba desvigorizado en demasa, sus flores estaban sin nctar y sus espinas no lucan amenazantes como antes._Vaya, amiga chumbera, tu aspecto luce muy ajado _dijo la rana_, fue el fro penetrante o el esto prolongado? _No _dijo la chumbera_, desde que te fuiste la cochinilla del carmn me ha chupado sin misericordia, da tras da y noche tras noche y no hay manera de recobrar mi vitalidad por mucho que lo intente.Mirndola siempre serena, la rana dijo: Chumbera amiga, reina de la primavera, productora de los ms exquisitos frutos en la transicin temporal, cuando estaba constante a tu lado, en mi dieta rica en protenas y grasas insectiles, las de la cochinilla del carmn, la ms agresiva de esta regin, predominaban. Moraleja: Prejuiciados (circunstancia en la que los argumentos flotan sobre la nada), muchas veces tratamos con desprecio a los dems. Partiendo de supuestos falsos: el monologo de la rana en la lluvia de pronto le pareci a la chumbera que era la causa de su desgracia. Juzg mal, y entonces decidi que era un estorbo: ya no serva para nada. Que desatino! sell