Molina 2015

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  • 1 Evolucin del sistema pronominal en el siglo XX: proceso gradual o cambio abrupto? Isabel Molina Martos Universidad de Alcal [email protected] Resumen: La evolucin del sistema pronominal en el Madrid republicano de los aos 30 estuvo directamente mediatizada por el cambio social que los espaoles intentaron durante ese periodo. Pese a la guerra civil y a la dictadura que siguieron, la eleccin de un sistema pronominal ms solidario ya haba comenzado a difundirse en la ciudad de Madrid y haba alcanzado altura social.

    1. Introduccin En estas pginas se hace una reflexin sobre la evolucin del sistema de tratamientos pronominal en Espaa, un cambio lingstico universal que afecta a la estructura gramatical del idioma y codifica lingsticamente las relaciones interpersonales. Como todo cambio lingstico, se prolonga a lo largo de los siglos pero en un determinado momento se precipita y desborda lmites hasta ese momento infranqueables. Ese punto de inflexin tuvo lugar con el cambio de siglo, como consecuencia de una transformacin social profunda pero no lineal. 2. Cambio pronominal en el trato familiar durante la Restauracin

    borbnica (1875-1931). En Espaa, la extensin del tuteo ms all del mbito familiar es un proceso relativamente reciente, que comienza a manifestarse entre 1920 y 1930 y se propaga durante el siglo XX hasta llegar a ser el uso predominante en la mayora de las relaciones. Durante el XIX, el trato de usted rega la mayora de los vnculos sociales, mientras que el tuteo estaba limitado por normas muy estrictas (Caldern Campos 2010: 553). En el contexto de un proyecto de investigacin sobre la Evolucin de frmulas de tratamiento en el espaol de Andaluca (1812-1936), Garca Godoy concluye que durante el primer tercio del XIX el tuteo a los padres en el espaol europeo era una novedad limitada a la clase aristocrtica de la capital, pero en la segunda parte del siglo se extiende de hijos a progenitores convirtindose en el cambio ms

  • 2 significativo del sistema de tratamientos (Garca Godoy 2010: 597, 599; Bustos & Iglesias 2003). En el Madrid de principios del XIX, el tuteo fue promovido y liderado entre las clases aristocrticas por (a) los nobles que en torno a 1830 tenan entre 15 y 20 aos. Aunque hasta esas fechas haba estado limitado a los crculos nobiliarios, el nuevo tratamiento comienza a generalizarse en la Espaa de la Restauracin hasta convertirse en la frmula preferida por (b) los jvenes madrileos de clase media urbana que en 1890 tenan menos de 20 aos (Garca Godoy 2010: 603, 608). El avance del tuteo se ha desarrollado en paralelo a las formas nominales: (1) Padre/madre + V > (2) padre / madre + T > (3) pap / mam + T Los primeros ejemplos de pap / mam se documentan en textos madrileos de finales del XVIII, que Corominas vincula con usos cortesanos afrancesados (Garca Godoy 2010). La combinacin del pronombre con la forma de trato familiar marca la diferencia social pues, aunque en Madrid se haba generalizado el tuteo de hijos a padres, los galicismos mam / pap distinguan a la burguesa alta y media de las clases bajas urbanas y rurales, que combinaban el tuteo con los sustantivos patrimoniales padre / madre (Lapesa 1996; Bustos & Iglesias 2003). La familia es la estructura social donde primero comienza a relajarse la jerarqua de poder, pero habrn de transcurrir todava algunas dcadas hasta que esa relajacin desborde los lmites de la familia y comience a instalarse en relaciones de no consanguinidad. En lo que se refiere a la geografa espaola del cambio, este prende antes en Madrid que en Andaluca, impulsado por la generacin de menos de 30 aos de la alta y media burguesa urbana, y por las mujeres (Caldern Campos 2010 citando a Garca Godoy). Adems de entre padres e hijos, el tuteo se extiende entre primos y cuados de ambos sexos, y tardar un poco ms en asentarse en las relaciones

  • 3 jerrquicas no paterno filiales (abuelos-nietos, suegros-yernos, tos-sobrinos), donde todava predomina usted (Caldern Campos 2008). 3. El siglo XX: la extensin del tuteo en las relaciones entre iguales Hiptesis: al mismo tiempo que el tuteo avanza en la familia, la generacin que durante las dcadas de 1920-1930 accedi a la universidad en Madrid lo adopta como forma de tratamiento para dirigirse a sus compaeros, colegas, amigos y conocidos de su misma edad. Segn relata Lapesa (1996: 357), en los comienzos del siglo XX: en el trato familiar se haba aflojado ya la respetuosa rigidez en la relacin entre padres e hijos: el galicismo pap y mam y el tuteo entre padres e hijos se haban generalizado en los estratos sociales alto y medio, mientras el

    padre y madre y el usted, ustedes de hijos a progenitores se mantenan en los ambientes populares y rsticos. El mismo autor relata cmo, en las primeras dcadas del nuevo siglo en Madrid, el tuteo se difundi entre las nuevas generaciones al tiempo que: El tratamiento recproco de usted entre jvenes fue disminuyendo: si en 1923-1925 poda darse todava entre varones compaeros de estudios o de oficina, en los aos treinta el tuteo se haba impuesto incluso entre ambos sexos. (Lapesa 1996: 357). Este nuevo impulso innovador fue posible gracias a una atmsfera social que empezaba a relajar la formalidad en las relaciones. Como testigo de aquellos aos, Lapesa testimonia el avance del tuteo durante la dcada de la Segunda Repblica: En la juventud madrilea se puede observar cierta preferencia por la diccin relajada, sin precisin articulatoria, lo que est a tono con el desdn por las frmulas sociales consagradas y con el desarrollo del tuteo a costa del

    usted respetuoso y distanciador. Bien es verdad que la extensin del t no es cosa de la ltima hornada, pues cundi en el decenio 1930-1940 con la camaradera reglamentaria en partidos polticos de diverso signo, y se afianz con la sacudida de la guerra (Lapesa 1996: 407). Los relatos de testimonios como el de Rafael Lapesa y sus coetneos Zamora Vicente y Dmaso Alonso coinciden en destacar que fue durante este periodo cuando visiblemente comienza a prender en la sociedad madrilea un sistema de tratamientos acorde con las tendencias progresistas de la poca. Desde las

  • 4 primeras dcadas del siglo hasta el estallido de la guerra civil en 1936, Madrid fue el epicentro de un cambio sociolingstico desde arriba, dirigido por jvenes universitarios, intelectuales, pensadores y creadores que se haban formado en los ideales republicanos y confluyeron en Madrid en una etapa de gran efervescencia social y poltica. La Segunda Repblica (1931-1936) supuso la cristalizacin del ideario de laicismo, republicanismo, y justicia social que haba propugnado la filosofa krausista en Espaa con Giner de los Ros y que se constituye en movimiento organizado a partir de 1868. Los supuestos tericos republicanos estaban en la base de un cambio lingstico que codifica una concepcin nueva de las relaciones personales. (1) La libertad como derecho irrenunciable, (2) la democracia como sistema de gobierno del pueblo y (3) la desaparicin de las grandes desigualdades sociales conformaban el ideario republicano (Fernndez Lagunilla 1985: 28) que impregnaba la atmsfera social en que se desarrollaron las nuevas generaciones nacidas con el cambio de siglo. Al ideal de justicia social se aada (4) el espritu universalista y (5) una concepcin moralizante de la poltica derivada del Krausismo, cuya influencia fue grande en muchos intelectuales republicanos de la segunda mitad del XIX y principios del XX, quienes vieron en la regeneracin educativa de Espaa el paso necesario para la regeneracin poltica y econmica (Fernndez Lagunilla 1985: 28). A la bsqueda de ese igualitarismo social, en la dcada de los 30 tuvo lugar una serie de modificaciones en la estructura sociopoltica que iban a encontrar su reflejo en el idioma. 4. Cambio generacional y cambio lingstico: la gradualidad de un cambio lingstico desde arriba En estas pginas argumentar que es precisamente la generacin nacida con el cambio de siglo, que accede a la Universidad Central de Madrid en los aos 20 y 30, educada en los ideales krausistas, con un alto nivel de formacin y conciencia social, la que protagoniza el cambio lingstico desde arriba que resquebrajar definitivamente las estructuras del sistema de tratamientos decimonnico.

  • 5 Antes de la guerra, Dmaso Alonso recuerda que el tuteo haba prendido en las aulas universitarias en los aos 20, aunque solo entre iguales en edad, sexo y clase social: Sin embargo, ya por aquellos aos de antes de 1936 eran evidentes los avances del tuteo. La juventud de ambos sexos lo admite como una de las formas naturales de su concepcin de vida. Otras causas, no polticas, van a colaborar () Era por 1920: an no haba ocurrido la invasin femenina de nuestra Facultad. Durante aquellos aos de convivencia, jams apeamos a nuestras pocas compaeras el respetuoso usted. Y as tratbamos tambin a algunos compaeros algo ms viejos que nosotros. Y recuerdo otros amigos muy queridos de aquellas horas. Bastaba una pequea diferencia edad, categora social- para mantener frenado el t muchos aos. (Dmaso Alonso 1962: 264-5). Tal y como lo describen testigos de la poca, el proceso fue gradual y no afect a todas las generaciones por igual: los nacidos en la segunda mitad del XIX los primeros formados en los principios republicanos no se incorporaron al tuteo. El cambio se precipit en las primeras dcadas del nuevo siglo y se extendi con rapidez durante la Segunda Repblica y especialmente durante la guerra (Lapesa 1996: 407). Cuando se produce un cambio en el sistema poltico, en especial si es de carcter revolucionario, las repercusiones lingsticas no consiguen penetrar en la estructura del idioma, aunque acusan su reflejo en el lxico1 e incluso pueden alcanzar el sistema fonolgico (Marr apud Rodrguez Gonzlez 1989). Durante la guerra civil espaola todo se precipita y el destino de las personas queda en suspenso hasta la finalizacin del conflicto. En ese contexto, las formas de relacionarse y de comunicarse experimentaron transformaciones importantes aunque efmeras, que no se llegaran a consolidar al instaurarse en Espaa un rgimen totalitario tras el fin de la guerra. De esos cambios pasajeros tambin dieron testimonio testigos de la poca: Orwell, en Homage to Catalonia, menciona expresamente la desaparicin de tratamientos como seor, don y usted durante la guerra en su paso por Barcelona (Rodrguez Gonzlez 1989: 236): Waiters and shop-walkers looked you in the face and treated you as an equal. Servile and even ceremonial forms of speech had temporarily desappeared. 1 Diversos estudios han profundizado sobre el cambio que experimentaron las formas de tratamiento nominal durante este periodo (Fernndez Lagunilla, Garca Santos).

  • 6 Nobody said Seor or Don or even Usted; everyone called everyone else Comrade and Thou, and said Salud! instead of Buenos das (pp 8-9) Y describe una realidad semejante en el frente de Aragn (1938): In the strip of Aragon controlled by Anarchist and P.O.U.M. troops, the same conditions persisted, at least outwardly. The revolutionary atmosphere remained as I had first known it. General and private, peasant and militiam-an, still met as equals; everyone drew the same pay, wore the same clothes, ate the same food, and called everyone else thou and comrade; there was no boss-class, no menial-class, no beggars, no prostituyes, no boot-licking, no cap-touching. I was breathing the air of equality, and I was simple enough to imagine that it existed all over Spain. (p. 66) Pero con la misma rapidez que se propagaron los cambios se revirtieron con la derrota del bando republicano en el campo de batalla unos pocos meses despus: When I first reached Barcelona I had thought it a town where class distinctions and great differences of wealth hardly existed. Certainly that was what it looked like. Smart clothes were an abnormality, nobody cringed or took tips, waiters and flower-women and bootlacks looked you in the eye and called you comrade. I had not grasped that this was mainly a mixture of hope and camouflage. () The revolutionary forms of speech were dropping out of use. Strangers seldom addressed you as t and camarada nowadays; it was usually seor and usted. Buenos das was beginning to replace salud. Este panorama pudiera hacer pensar en un cambio abrupto, cuando lo cierto es que hubo una gradualidad en el proceso: (1) la innovacin se fragu a lo largo de la segunda mitad del XIX, (2) prendi en las generaciones jvenes nacidas con el cambio de siglo y (3) se extendi entre las clases cultas republicanas entre 1920-1930. Durante la guerra, las ciudades que quedaron en zona republicana como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, temporalmente vivieron el espejismo de una sociedad sin clases en un escenario ideal para propagar las formas de tratamiento solidarias, pero el impulso se trunc al finalizar la guerra, con el comienzo de la represin y de la dictadura. Tal vez pueda hablarse de cambio abrupto en cierto sentido, pues la innovacin irrumpe entre dos generaciones que se posicionan de maneras opuestas ante ella: (a) los mayores no la adoptan, mientras que (b) los ms jvenes s lo hacen:

  • 7 a. Generacin de intelectuales nacidos aproximadamente entre 1860 y

    1890 que gest el cambio social: Giner de los Ros, Ramn y Cajal, Ramn Menndez Pidal, Cossio, Juan Ramn Jimnez, Antonio Machado, Amrico Castro, Mara de Maeztu, Navarro Toms, Ortega y Gasset etc b. Generacin de los discpulos educados en esos principios, nacidos con el cambio de siglo, aproximadamente entre 1890 y 1910: Dmaso Alonso, Gerardo Diego, Jorge Guilln, Rafael Lapesa, Garca Lorca, Miguel Hernndez, Mara Zambrano, Rafael Alberti, Rodrguez Castellano, Espinosa, Vicente Aleixandre, Amado Alonso etc. Ambas generaciones siguieron sistemas de tratamiento divergentes que mantuvieron inmutables a lo largo de sus vidas, y es que las pautas de cortesa y la concepcin del respeto de la generacin de Menndez Pidal y Antonio Machado estaban demasiado arraigadas para que se incorporaran al cambio. Es llamativo que personalidades como Amrico Castro, Juan Ramn Jimnez, Mara de Maeztu o Navarro Toms, relativamente jvenes cuando comenz la Repblica, pues estaban en la cuarentena, nunca apearon del usted a sus colegas y amigos: ni a los de su edad, ni mucho menos a los mayores que ellos. El testimonio de Zamora Vicente es revelador en este sentido, cuando refiere cmo en 1936, ya durante la guerra civil, el Gobierno de la Repblica haba hecho sacar las obras del Museo del Prado para protegerlas de los bombardeos y llevarlas a Valencia, donde se estaba trasladando; cuando se sacaban las Meninas de Velzquez se tom una foto: En esa imagen, aparecen las Meninas, tensas, sacadas de su refugio en las Torres de Serrano. Hay mucha gente en esa fotografa. A un lado, junto al cuadro, est Toms Navarro, serio, grave, encorbatado, clamoroso su traje frente a los monos de faena, los equipos seudomilitares, el visible calor del medioda valenciano. Quiz es la nica persona que, en ese momento, trata de usted a los soldados, obreros, carpinteros, funcionarios, curiosos La foto corri por todas partes. El contraste de Toms Navarro con los dems retratados marcaba muy bien el paso del tiempo, el violento hiato que divida nuestra sociedad (Zamora Vicente 1979: 65).

    4. Los datos: Epistolarios Con tan solo los testimonios de los protagonistas de ese periodo es posible imaginar el contexto social y el momento poltico, favorables al cambio, pero los

  • 8 meros testimonios no bastan para documentar el comienzo de la innovacin. Es difcil encontrar datos que atestigen un proceso que se da en el plano de las relaciones solidarias, al margen de la escena pblica, si bien una fuente adecuada para rastrear los nuevos usos pueden ser los epistolarios publicados de personalidades de la poca. Para este estudio he manejado una serie de epistolarios2 de los que he extraido el tratamiento interpersonal de 32 personajes correspondientes al crculo social del que procede la innovacin. La tabla 1 muestra la divisin generacional de las 32 personas junto con el tratamiento pronominal correspondiente:

    I Generacin: Nacidos entre 1850-1889 TRATAMIENTO PRONOMINAL:

    V V (con todos) 1GENERACIN aos 30 = 60-70 aos 2GENERACIN aos 30 = 50 aos 3GENERACIN aos 30 = 40 aos (1) Ramn Menndez Pidal (1869-1968). 1930 tena 61 aos (2) Miguel de Unamuno (1864-1936). 1930 tena 66 aos (3) Felipe Gil Casares (1877-1953). 1930 tena 63 aos (4) Francisco Giner de los Ros (1839-1915). (5) Manuel Bartolom Cosso (1857- 1935). 1930 tena 73 aos (6) Santiago Ramn y Cajal (1852-1934). 1930 tena 78 aos

    (1) Antonio Machado (1875-1939). 1930 tena 55 aos (2) Jos Castillejo (1877-1945) [JAE]. 1930 tena 53 aos

    (1) Toms Navarro Toms (1884- 1979). 1930 tena 46 aos (2) Antoni Griera (1887-1973). 1930 tena 43 aos (3) Juan Ramn Jimnez (1881-1958). 1930 tena 49 aos (4) Amrico Castro (1885-1972). 1930 tena 45 aos (5) Mara de Maeztu (1881-1948). 1930 tena 49 aos (6) Jos Ortega y Gasset (1883-1955). 1930 tena 47 aos 2 Altolaguirre, Manuel (2005), Epistolario 1925-1959, Madrid, Residencia de Estudiantes; Anderson, Andrew A. & Christopher Maurer (eds.) (1997), Federico Garca Lorca. Epistolario completo, Madrid, Ctedra; Castillejo, David (1999), Epistolario de Jos Castillejo, 3 vols., Madrid, Castalia; Corts Carreres, Santi y Vicent Garca Perales (2009), La historia interna del Atlas Lingstico de la

    Pennsula Ibrica (ALPI). Correspondencia (1910-1976), Valncia, Universitat de Valncia.

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    II Generacin: Nacidos entre 1890-1910 TRATAMIENTO PRONOMINAL:

    T T (con los de su generacin) V V (con los mayores) 4GENERACIN aos 30 = 30 aos 5GENERACIN aos 30 = 20 aos

    (1) Dmaso Alonso (1898-1990). 1930 tena 32 aos (2) Amado Alonso (1896-1952). 1930 tena 34 aos (3) Federico Garca Lorca (1898-1936). 1930 tena 32 aos (4) Vicente Aleixandre (1898-1984). 1930 tena 32 aos (5) Gerardo Diego (1896-1987). 1930 tena 36 (6) Jorge Guilln (1893-1984). 1930 tena 37 aos

    (1) Rafael Lapesa (1908-2001). 1930 tena 22 aos (2) Aurelio M. Espinosa (1907-2004). 1930 tena 23 aos (3) Lorenzo Rodrguez Castellanos (1905-1986). 1930 tena 25 aos (4) M. Sanchis Guarner (1911-1981). 1930 tena 19 aos (5) Anbal Otero (1911-1974). 1930 tena 19 aos (6) Miguel Hernndez (1910-1942). 1930 tena 20 aos (7) Salvador Dal (1904-1989). 1930 tena 26 aos (8) Manuel Altolaguirre (1905-1959). 1930 tena 25 aos (9) Luis Cernuda (1902-1963). 1930 tena 28 aos (10) Mara Zambrano (1904-1991). 1930 tena 26 (11) Rafael Alberti (1902-1999). 1930 tena 28 Tabla 1: Tratamiento pronominal en las relaciones entre iguales de hablantes nacidos entre 1860 y 1910. Los datos que arroja el corpus ilustran con toda claridad y sin excepciones el cambio generacional hacia el tuteo: (A) Generaciones 1, 2, 3: nacidos en la 2 mitad del XIX (1850-1890): se incluye en este grupo las generaciones que en la dcada de 1930 tenan entre 40 y 70 aos. Estos tratan siempre, sistemticamente, de usted a todos sus interlocutores fuera del mbito familiar, sean de su misma generacin, mayores que ellos o ms jvenes, hombres o mujeres; el grado de cercana afectiva no modifica el tratamiento de respeto: se trata de usted al maestro, al discpulo, al colega, al conocido y al amigo. Pese a ser relaciones solidarias que se van estrechando con el tiempo, ni la

  • 10 proximidad afectiva ni el trato prolongado a lo largo de la vida conllevan nunca cambio pronominal. A su vez, en reciprocidad los hablantes de esta generacin son tratados siempre de usted por todos sus interlocutores, con independencia de su estatus, edad o sexo. V V (con todos) Las formas nominales que intercambian en la correspondencia epistolar estas generaciones son:

    seor + apellido seor don + NP y apellido don + NP apellido (B) Generaciones 4, 5: nacidos con el cambio de siglo (1890-1910): se incluyen en este grupo las generaciones que en la dcada de 1930 tenan entre 19 y 39 aos. Estas nuevas generaciones entre colegas, conocidos y amigos: tratan de usted a los de las generaciones 1,2,3, anteriores a la suya V V (con los mayores) tutean a los de su misma edad y a los ms jvenes T T (con los de su generacin y ms jvenes) En los espistolarios, tanto el tuteo como el trato de usted se establecen desde el principio de la relacin y se mantienen invariables a lo largo de la vida. Sorprende comprobar que muchos de aquellos personajes, que llegaron a ser nonagenarios, mantuvieron invariable el patrn a lo largo del siglo XX.

  • 11 Las formas nominales empleadas en la correspondencia epistolar por estas generaciones: Con los mayores:

    don + NP seor + apellido (distinguido) profesor (distinguido) seor mo Con los de su edad y ms jvenes: apellido NP

    Despus de la guerra Aunque es cierto que el final de la guerra supuso un punto de inflexin para el progreso de la sociedad espaola, los epistolarios revelan que no hubo retroceso del tuteo, que permaneci invariable en las relaciones de solidaridad intragrupo en las generaciones jvenes del cambio de siglo. La estabilidad del patrn pronominal contrasta enormemente con la inestabilidad de las frmulas de tratamiento nominales, ms sensibles a los vaivenes sociales y a las modas. Los autores que han estudiado los tratamientos nominales en este periodo coinciden en su carcter efmero (Fernndez Lagunilla, Garca Santos 1987: 94), aunque no guardan paralelismo con la evolucin del sistema pronominal, del que puede afirmarse que, una vez que se dio el salto, este fue irreversible, como irreversible haba sido en las generaciones anteriores la eleccin del usted para toda la vida. 5. Evolucin del sistema en Madrid en la 2 mitad del siglo XX. Aunque no hay que olvidar que el grupo innovador madrileo representaba una avanzadilla social y que sus usos lingsticos no son extrapolables al conjunto de la sociedad espaola, este sector de la juventud de comienzos de siglo puso la semilla de un cambio que continu difundindose durante la segunda parte del siglo XX. Los estudios y testimonios que dan cuenta del proceso coinciden en afirmar que el trato solidario sigui aumentando y permeando las relaciones familiares y no

  • 12 familiares durante los aos 60 y 70 (Fox 1969, RAE, Esbozo 1973, Alba de Diego y Snchez Lobato 1980). El Esbozo de una Nueva Gramtica de la Lengua Espaola (RAE 1973) describe el arraigo del tuteo en mltiples mbitos nuevos: El tratamiento de t tiene un extenso uso en espaol. Es el lenguaje no solamente de la amistad y de la familia, sino tambin de la camaradera y se extiende a muchas situaciones en que se arrostran y conllevan idnticos riesgos, trabajos y afanes (universidades, cuarteles, centros fabriles, etc.). Hay, por otra parte, un t popular, que rebasa estos lmites, pero tambin un

    t aristocrtico y de buen tono () Durante los aos 50, la innovacin prendi en dos estratos sociales que actuaron como difusores: las clases populares y los niveles sociales altos, lo que aseguraba la rpida incorporacin de las clases medias al cambio. El terreno estaba abonado para la consolidacin del proceso durante los aos 70 y, as, muchas de las cuestiones planteadas durante la Segunda Repblica que vieron truncado su recorrido en 1936 volvieron a surgir cuando la Democracia trajo de nuevo las libertades a Espaa (Garca Santos 1987: 94), entre otras, el impulso de las relaciones solidarias y, con ellas, del tuteo. BIBLIOGRAFA Alba de Diego, V. y J. Snchez Lobato (1980), Tratamiento y juventud en la lengua hablada. Aspectos sociolingsticos, BRAE, LX, cuaderno CCXIX, 95-129. Alonso, Dmaso (1962), La muerte del usted, Del siglo de oro a este siglo de

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  • 13 Fernndez Lagunilla, Marina (1985), Aportacin al estudio semntico del lxico

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