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Asociación Misioneros Laicos de Yarumal MILAYA
Por Lina Margarita Herrera Martínez Presidente Asociación Misioneros Laicos
Hemos empezado un nuevo año civil, y con él entró a regir también para nuestro querido Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal un nuevo Consejo de Gobierno con el Padre Germán Mazo Mazo mxy como Superior General. Pues bien, de acuerdo con su mensaje de año nuevo que recogía el pensar y sentir de la XIII Asamblea General respecto de los laicos dentro de la Iglesia y del Instituto y que hace relación a que se debe cambiar el concepto de los "laicos como simples colaboradores", se acoge por tanto conceptos y planteamientos que a nivel general vienen imperando ya, de que la misión es de Dios y no propia de uno u otro y que los laicos y laicas estamos llamados a "compartir" esa misión o experiencia de aquellos que recibieron los carismas, sin que dejemos o abandonemos nuestra propia vocación laical. Quiero invitarlos a todos a que asumamos pues con valentía nuestra vocación laical dentro del Instituto y sigamos apasionándonos y comprometiéndo-nos con la misión ad gentes.
...Y serán mis testigos Medellín, No. 8 — Agosto 2018 ...Y serán mis testigos Medellín, No. 9 — Enero 2019
¡EN HORA BUENA!
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Espíritu Santo, alma, guía y protagonista de la misión. Acudimos a Ti en esta tarde para pedirte que ilumines la mente e inflames el corazón de cada uno de los miembros del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal. Todos, desde quienes inician y conforman el consejo general, los obis-pos misioneros, sacerdotes, hermanos, seminaristas, bienhechores, familiares y nosotros misioneros laicos, deseamos vivir una nueva etapa de evangelización y de conversión pastoral con un anuncio renovado y alegre; crecer en el celo ardiente hasta el sacrificio legado de nuestro funda-dor el Venerable Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez y hacer extensivo nuestro carisma ad gentes entre los más pobres y excluidos.
A María, la siempre dócil al Espíritu, la mujer del sí, la estrella de la evangeli-zación, le pedimos que interceda por nosotros.
Queremos remar mar adentro con Jesús misionero del Padre y por Él te pedimos, oh Santo Espíritu, “ven y envíanos”.
Bienvenido Nuevo Gobierno General Misioneros Javerianos de
Yarumal 2018— 2024
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Con mucha emoción nos hacemos partícipes del emotivo y hermoso mensaje del Go-
bierno general del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal con motivo de la Navi-
dad y Año Nuevo.
Hermanos Javerianos,
La novedad de esta época navideña es Cristo mismo. El mundo de hoy busca ca-
da año la novedad de este tiempo en lo original de los regalos, en lo moderno de
las luces, en lo fantástico de los diferentes espectáculos, entre otras cosas. Pero
la novedad de esta época tiene nombre propio, y es Cristo mismo.
Por esto, sólo buscando verdaderamente a Cristo, podremos sentir que estos
tiempos de adviento, Navidad y Año Nuevo no son “repetición anual”, sino que en
Cristo sentiremos su novedad, descubriremos lo nuevo que ellos traen. Sólo bus-
cando a Cristo podremos adentrarnos en el misterio profundo de la Navidad.
Acabamos de celebrar las sesiones de la XIII Asamblea General del Instituto, ellas
nos llevaron nuevamente a nuestras raíces, permitiéndonos constatar de nuevo
que somos fruto de una iniciativa novedosa del Espíritu de Dios que se posó en
nuestros fundadores para regalarnos el carisma de la misión ad gentes de mane-
ra específica.
Las sesiones de la Asamblea estuvieron marcadas por el llamado insistente
a una Nueva Etapa Evangelizadora, al mismo estilo del papa Francisco (EG 1),
Etapa que en nuestros fundadores se manifestó en la mística misionera de mon-
señor Builes; en la entrega abnegada de Luis Eduardo García; en la pastoral pro-
fética de Valencia Cano y en el compromiso hasta el martirio del Beato Jaramillo,
entre otras expresiones.
La primera novedad de la Asamblea ha consistido en hacernos más cons-
cientes que el IMEY es una obra del Espíritu, que hace nuevas todas las cosas,
obra iniciada en la inspiración carismática de monseñor Builes; concretizada en el
servicio a los más pequeños de Mons. García, continuada en el espíritu profético
de Valencia Cano y actualizada en el compromiso martirial de nuestro beato.
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Al contemplar a nuestros fundadores, descubrimos un nuevo llamado para
el IMEY de hoy: Vivir la misión desde dentro hacia fuera. Si en otros momentos
de nuestra historia, sentimos el impulso de ir más allá de nuestras fronteras;
hoy, ese mismo impulso nos reclama redescubrir “la novedad” que movió a nues-
tros fundadores a ponerse en salida misionera.
Hermanos Javerianos, próximos a comenzar un nuevo año y en el inicio de
este nuevo sexenio, les queremos invitar a entrar todos en esta Nueva Etapa de
Evangelización a partir de una conversión pastoral, que nos permita abrirnos a
nuevos caminos en nuestra historia de javeriana
Algunos aspectos a considerar, y que le permitirán al IMEY entrar en esta nueva
etapa evangelizadora, son los siguientes:
1. La fraternidad nos hace libres: la misión se hace en equipos de dos en dos;
si estamos viviendo solos, dejemos que alguien entre a caminar con nosotros.
2. La pastoral profética va más allá de estructuras: ella parte de la realidad,
no de doctrinas. Podemos desde ahora hacer que las doctrinas se adapten a la
realidad.
3. La creatividad nos debe llevar a buscar nuevos estilos parroquiales:
Las parroquias funcionales que tenemos en la actualidad nos desgastan por su
estructura y administración. Tenemos que hacerlas más misioneras, más novedo-
sas.
4. Los laicos, por el bautismo, tienen la misma misión que nosotros. Esta-
mos llamados, ya no a que nos colaboren, sino a trabajar mano en mano con
ellos para que realicen su misión con nosotros.
5. La misión nos exige encarnarnos en las culturas: podemos desde ahora,
hablar la lengua de nuestro pueblo, para escuchar la voz de Dios en él.
Si estamos dispuestos a integrar estos y otros aspectos en nuestra tarea de
evangelizadores, estaremos viviendo la novedad que el Espíritu nos invita a vivir
en este tiempo de gracia. Nuestra tarea como orientadores en este nuevo sexe-
nio, será motivarlos a todos a entrar en la novedad, a vivir la alegría de lo autén-
ticamente nuevo.
¡Feliz Navidad 2018, y un año 2019 lleno de la novedad de Dios!
Germán Mazo M. mxy
Consejo General IMEY.
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Itinerario Formativo de los Discípulos Misioneros
El Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoameri-
cano y del Caribe, Aparecida, Brasil, mayo de 2007, dedica el capítulo 6 al itinerario formativo que deben desarrollar los discípulos misioneros para desempeñar bien la labor que les corresponde.
El artículo 276 es muy claro al expresar que la vocación y el compromiso de ser hoy discípulos misioneros de Jesucristo requieren una clara y decidida opción por la formación de los miembros de nuestras comunidades, en bien de todos los bautiza-dos, cualquiera sea la función que desarrollen en la Iglesia. (Cf. Art. 276 y ss).
En este proceso Aparecida (Cf. Art. 278) destaca cinco puntos fundamentales:
A) El Encuentro con Jesucristo. Se ha de propiciar este encuentro con Cristo que da origen a la iniciación cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio persona, el anuncio del Kerigma y la acción misionera de la
comunidad.
B) La Conversión. Es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor, cree en
Él por la acción del Espíritu Santo y cambia su forma de pensar y de vivir, acep-tando la cruz de Cristo, consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida.
C) El Discipulado. La persona madura y crece en el conocimiento, amor y segui-miento de Jesús. Persevera en la vida cristiana y en la misión en medio del mun-do que los desafía.
D) La Comunión. No puede haber vida cristiana sino es en comunidad: En las fami-lias, las parroquias, las comunidades de vida consagrada, las comunidades de ba-se, otras pequeñas comunidades, comunidades y movimientos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna.
E) La Misión. El discípulo, a medida que conoce y ama a su Señor, experimenta la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado, de ir al mundo a anunciar a Jesucristo, muerto y resucitado, a construir el Reino de Dios.
En todo este proceso no se debe olvidar que la “misión principal de la formación es ayudar a los miembros de la Iglesia a encontrarse siempre con Cristo” (DC 279).
El Comité General de la Asociación de Misioneros Laicos de Yarumal (Milaya) y sus
Juntas Nacionales, han comprendido la importancia de la formación de sus miembros y se ha elaborado un Programa de Formación para las siete formas de participación de la Asociación, teniendo presente, como lo expresa el señor Reinaldo Cadavid, que “apunte a reafirmar en qué consiste el ser laicos”, en tres niveles básicos y que ya está a disposición de todas las Juntas locales.
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A MODO DE INICIO
Un anciano le decía a otro:
Médico que no estudie, cura que no
estudie, profesor que no estudie,
abogado que no estudie…no sirve
para nada.
A lo cual el otro preguntó con asombro:
¿Cómo así? ¿Acaso no estudiaron pa-
ra ser lo que son?
La réplica fue precisa:
Estudiar es ver la vida, interpretarla y
dejarse cuestionar por ella; estu-
diar es reconocer el saber de otros;
estudiar es conocer nuevos estu-
dios, nuevos planteamientos; estu-
diar es formación permanente…
El amigo concluyó de manera sencilla:
Vos tenés la razón!
Pués claro, si una persona orienta y
acompaña la vida de otros, debe
estudiar siempre, debe formarse
siempre. No se puede quedar es-
tancado o convencido de que con
lo que ya estudió le basta.
Esta conversación de dos ancianos ami-
gos la escuché en una cafetería de Son-
són a las once de la mañana de un do-
mingo y la traigo en relato porque en mi
vida como educador eso es parte de lo
que he tenido por convicción, compromi-
so y responsabilidad.
DESAFÍOS
Hoy, de un modo especial, creo que no-
sotros como laicos misioneros de Yaru-
mal, estamos en la estupenda oportuni-
dad de la formación permanente como
laicos.
Si queremos ser laicos misioneros ad
gentes con identidad IMEY, entonces,
formación permanente.
Por Reinaldo Cadavid Restrepo
Junta Local Exalumnos
Plan de Formación Asociación
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Si queremos conocer la historia del
IMEY, formación permanente.
Si queremos profundizar nuestra fé en
Jesucristo y en la misericordia de Dios
Padre a través del encuentro personal
con Cristo para la propia conversión de
vida, oración y formación permanente.
Si queremos conocer la historia de nues-
tra Iglesia, formación permanente
Si queremos saber y reflexionar en torno
a teología de la misión, formación perma-
nente.
Los cristianos laicos estamos llamados a
vivir nuestro bautismo, “a crecer en el Se-
ñor, a dar testimonio de la fecundidad
transformadora y constructora del Evan-
gelio, su riqueza de humanidad nueva, en
los entramados de la propia vida perso-
nal, familiar, laboral y política…impregnar
de espíritu cristiano las leyes, las costum-
bres, las estructuras y ambientes de la
convivencia en la ‘polis’”. (El indispensa-
ble compromiso de los laicos en la vida
pública de los países latinoamericanos.
Recomendaciones pastorales de la Comi-
sión Pontificia para América Latina, 2016)
Si queremos nuestra conversión personal
y pastoral como laicos, debemos asumir
seriamente la vida espiritual fortalecida
por la oración y la formación permanente.
Esto nos debe llevar a cultivar y clarificar
las acciones que realizamos en iniciativas
de voluntariado o en modalidades de libre
asociación caritativa y solidaria para res-
ponder a necesidades sociales.
NUEVAS OPORTUNIDADES
Hoy tenemos al interior del IMEY nuevas
oportunidades que nos pueden llevar a
ser y configurar una nueva generación de
laicos misioneros de Yarumal. Veamos:
Pertenecer y participar con la Asocia-
ción de Misioneros Laicos de Yaru-
mal (MILAYA) del carisma misione-
ro del Instituto, asumiendo el plan
de formación establecido.
Participar en los procesos de forma-
ción del Centro de estudios misio-
neros (CEM) de la Secretaría de
animación misionera.
Participar en los procesos de forma-
ción universitaria que ofrece el Ins-
tituto misionero de antropología
(IMA) en convenio con la Universi-
dad Pontificia Bolivariana (UPB).
Realizar los cursos de misionología
que ofrecen las Obras Misionales
Pontificias (OMP).
Las conclusiones de la XIII Asamblea
General del IMEY, recientemente
realizada.
El nuevo Equipo de gobierno y anima-
ción general del IMEY
El magisterio pontificio, la doctrina so-
cial de la Iglesia y los documentos
de la Conferencia episcopal lati-
noamericana.
La propia autoformación en clave de
fe, oración, conversión y acción.
Se trata de nuestro propio plan de vida.
Se trata de nuestro propio y comunitario
bienser.
¡Enhorabuena!
Diciembre 1 de 2018
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Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)
¿Qué es la JMJ?
Es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, en un ambiente festivo,
religioso y cultural, que muestra el dinamismo de la Iglesia y da testimonio de la
actualidad del mensaje del Jesús. “Es mucho más que un acontecimiento. Es un
tiempo de profunda renovación espiritual, de cuyos frutos se beneficia toda la socie-
dad” (Benedicto XVI). Un medio extraordinario de evangelización para fortalecer la
pastoral juvenil. Se realiza cada tres años y el último se llevó a cabo en Cracovia en
el año 2016.
Objetivo de la JMJ
El fundador y el primer promotor de la JMJ fue san Juan Pablo II. Con el objetivo de
favorecer el encuentro personal con Cristo, que cambia la vida; promover la paz, la
unidad y la fraternidad de los pueblos y las naciones del mundo, a través de la
juventud como embajadora. Y desarrollar procesos de nueva evangelización destina-
da a los jóvenes.
Comienzo de la JMJ
La JMJ quedó instaurada el 20 de
diciembre 1985. Fue durante un
encuentro de Navidad cuando san
Juan Pablo II dijo a los Cardenales y
trabajadores de la Curia Romana
que quería que la JMJ se organizará
cada año en Domingo de Ramos co-
mo un encuentro de diócesis y cada
dos o tres años como un encuentro internacional en un lugar fijado por él mismo.
Esta vez se realizará en Panamá, del 22 al 27 de enero de 2019. convirtiéndose en uno
de los eventos más esperados por la juventud del mudo católico, bajo el lema: “He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra” Lc. 1,38
Panamá 2019: Con los jóvenes sí es posible...
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MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO A LOS JÓVENES Queridos jóvenes: Nos aproximamos a la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Pana-má el próximo mes de enero y tiene como lema la respuesta de la Virgen María a la llamada de Dios: «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu pala-bra» (Lc 1,38). Sus palabras son un “sí” valiente y generoso. El sí de quien ha comprendido el secreto de la vocación: salir de uno mismo y ponerse al servicio de los demás. Nuestra vida solo encuentra significado en el servicio a Dios y a los demás. Hay muchos jóvenes, creyentes o no, que al final de una etapa de estudios mues-tran su deseo de ayudar a otros, de hacer algo por los que sufren. Esta es la fuer-za de los jóvenes, la fuerza de todos ustedes, la que puede cambiar el mundo; esta es la revolución que puede desbaratar los grandes poderes de este mundo: la “revolución” del servicio. Ponerse al servicio de los demás no significa solamente estar listos para la acción, sino que también hay que ponerse en diálogo con Dios, en actitud de escucha, como lo hizo María. Ella escuchó lo que el ángel le decía y después respondió. De ese trato con Dios en el silencio del corazón, se descubre la propia identidad y la vocación a la que el Señor llama; esta puede expresarse en diferentes formas: en el matrimonio, en la vida consagrada, en el sacerdocio… Todas ellas son modos para seguir a Jesús. Lo importante es descubrir lo que el Señor espera de noso-tros y ser valientes para decir “sí”. María fue una mujer feliz, porque fue generosa ante Dios y se abrió al plan que tenía para ella. Las propuestas de Dios para nosotros, como la que le hizo a Ma-ría, no son para apagar sueños, sino para encender deseos; para hacer que nues-tra vida fructifique y haga brotar muchas sonrisas y alegre muchos corazones. Dar una respuesta afirmativa a Dios, es el primer paso para ser feliz y hacer felices a muchas personas. Queridos jóvenes: Anímense a entrar cada uno en su interior y decirle a Dios: ¿Qué es lo que quieres de mí? Dejen que el Señor les hable; ya verán vuestra vida transformada y colmada de alegría. Ante la inminente Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, los invito a que se preparen, siguiendo y participando en todas las iniciativas que se llevan a cabo. Les ayudarán a ir caminando hacia esta meta. Que la Virgen María los acompañe en este peregrinaje y que su ejemplo los anime a ser valientes y generosos en su respuesta. ¡Buen camino hacia Panamá! Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Hasta pronto.
10
Sobrevivencia de los Laicos en el Eje Cafetero
Por Audier Mancera Uribe
Misionero Laico de Yarumal. Pereira
Pereira “Capital del Eje”, tierra de esperanza y de muchos hombres y mu-
jeres consagrados.
Los laicos Misioneros de Risaralda, Caldas y Quindío. Conformaban la gran familia de Misio-
neros de Yarumal que contaba con la casa de animación Misionera de propiedad del instituto
de Misiones y ubicada en la ciudad de Pereira (Risaralda) a la cual llegaban las muchedumbres
de todo el Eje Cafetero, parte del norte del valle y regiones aledañas del Tolima.
Centrándonos en la historia de la casa Misionera y la de sus Misioneros sacerdotes y laicos
encontramos poco que contar por dificultades como ya nos enteraremos en el recorrido.
Los misioneros llegan a Pereira en la década de los 80’s ubicados en la carrera 4ta # 21 -20.
De la cual partirían años mas tarde a la calle 20 entre careras 3ra y 4ta a una gran casona co-
mo en la de aquellas épocas, casa cual seria adecuada como un gran lugar de acogida a todos
los laicos que se aglomerarían para junto con los sacerdotes celebrar eucaristía, actividades,
banquetes, reuniones, misiones y formación de los grupos. los cuales se llamarían círculos mi-
sioneros.
Eran numerables los círculos pues cada circulo contaba con doce integrantes y su nombre co-
rrespondiente, las actividades eran por doquier en la ciudad, municipios, veredas y departa-
mentos vecinos como los nombrados al comienzo. La acogida de los misioneros de Yarumal
fue tan grande que fue necesario aumentar el de los sacerdotes e incluso seminaristas de
apoyo.
-Quisiera tener más información para compartir, pero debido a mi poco tiempo y las pocas
personas que conformamos la junta, comparto solo la poca información recolectada-
Compartiré el resumen de dos de las compañeras misioneras:
Edilma Palacio
Es actualmente la personita que por años se ha encargado del ropero y nos cuenta algo de
lo vivido con los misioneros de Yarumal.
Testimonio Misionero desde el Eje Cafetero
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Soy Edilma Palacio Mesa.
Inicie con los Misioneros de Yarumal hace unos 24 años a raíz de la muerte de mi esposo. El
padre Guillermo Betancur fue quien celebro la misa de exequias, al padre lo acompañaba un
seminarista.
En la casa de la calle 20 entre 3ra y 4ta fue una época muy bonita de nuestras vidas porque
se vivía mucha familiaridad, fue en esa casa donde uno de los grupos laboramos por muchos
años en las actividades de la venta de las empanadas los lunes y jueves.
Los domingos nuestra felicidad se desbordaba en la celebración de la Santa Eucaristía a las
10 am. La alegría era tal que la vivíamos como la mejor de las fiestas con la multitud de
presentes.
En una época recolectábamos regalos que luego llevábamos a los barrios de mayor pobreza
de la ciudad. Los padres nos acompañaban a dichas labores.
Era una época muy linda por la multitud de jóvenes que se animaban a ser misioneros y en las
épocas de Semana Santa y Navidad se iban de misión a diferentes regiones y sus pueblos. Re-
gresaban para el día 25 y así como familia misionera celebrar con una gran cena navideña.
Dolores Palomino
Nuestra compañera de misión, Dolores Palomino nos cuenta también su vivencia con los
misioneros.
Soy Dolores Palomino C.
Soy de Rio Sucio Caldas, hace aproximadamente 20 años conocí a los Misioneros de Yarumal
y desde entonces comencé el caminar junto a ellos, ayudaba en el canto de las eucaristías en
semana a las 7 pm y los domingos a las 10 am.
El padre Octavio hiso el pesebre sobre el mapa de la tierra donde nació el niño Dios, eso me
gusta mucho porque amo el significado del pesebre. Con el padre Marco Tulio Chacón tuve
mas confianza e integración para el canto y para hacer el pesebre durante muchos años y así
mismo con los padres que iban llegando a la casa de misiones. A mi padre le gustaban mucho
las empanadas que se hacían los lunes y me decía: - hija hoy hay misioneras. Y las empana-
das eran la comida de él.
Así paso el tiempo y los padres fueron llegando año tras año, los que recuerdo: Pdre, Marco
Tulio Chacón, Pdre, Jaime, Pdre, José, Pdre, Luis Arturo, Pdre, Arturo López, Pdre, Luis
Eduardo, Pdre, Melquisedec. Luego llegaron los esposos Daniel Vera y gloria, ellos llegaron
haciendo la labor misionera.
Luego de vender la casa misionera un padre llegaba a celebrar la Santa Misa en la Iglesia del
Corazón de Jesús de la calle 19 con 5° la cual se sigue celebrando actualmente cada primer
sábado de mes.
12
Después se llevaron a los esposos Daniel y Gloria quedamos como huérfanos; en mi casa se
celebró la Santa Eucaristía muchas ocasiones a la cual asistieron mucha persona de las cua-
les guardo el recuerdo en las fotos, pues muchos ya han partido a ese encuentro de la Tierra
prometida.
Ahora ya después de haber pertenecido a los Círculos Misioneros por mucho tiempo y de
desintegrarse los grupos, todavía quedamos algunos integrándonos como Misioneros Laicos
de Yarumal, aunque pocos, pero estamos presentes uniéndonos en oración y como Junta local
en apoyo a los Misioneros.
En los años de vida que llevan los misioneros haciendo presencia en el Eje Cafetero se han vi-
vido numerables historias de alegrías, bendiciones, traiciones y sufrimientos. Con el paso del
tiempo y por razones de malas decisiones la casa de Misiones fue vendida circunstancia que
llevo a la desintegración los laicos con el Instituto de Misiones de Yarumal, los sacerdotes se
fueron y la región queda con un sin sabor ya que en su mayoría no estuvieron de acuerdo con
cuya decisión, los laicos se reunían pero ya las cosas no eran igual poco a poco esta región
fue quedando sin laicos y el espíritu de los Misioneros también partió.
Edilma Palacio no queriendo dejar perder la vida de los Misioneros dio la idea de organizar
un ropero y así esa llamita de los Misioneros siguiera encendida y junto a ella otras personas
se unieron por lo cual los sacerdotes venían cada mes a celebrar la eucaristía en la iglesia que
describió Dolores Palomino en el anterior testimonio. Unos años después de que un pequeño
grupo se sostuviera toman la decisión de hablar con el señor Obispo del seminario de Pereira
para que diera acogida a los misioneros a lo cual el acepta dándoles como lugar de misión la
parroquia de Santa Ana en el B/ villa santa Ana de la misma ciudad. Y allí desde hace unos 6
años hacen presencia nuestros sacerdotes Misioneros.
A el grupo de laicos asistían dos laicos de Manizales y dos de armenia los cuales hace dos
años y medio dejaron de volver y el grupo quedó reducido a 6 personas las cuales aún conti-
núan en la perseverancia de la junta.
Yo, Audier Mancera Uribe, ingresé a la Junta hace año y medio por la animación del
Padre Jairo Franco Uribe, misionero en Kenia (África). Hace 6 meses fui elegido por los com-
pañeros como el coordinador de la junta lo cual es tarea difícil pero no imposible.
Gracias a la bendición de Dios y su providencia divina los laicos nos hemos reintegrado con los
sacerdotes y estamos en trabajos de ordenar y darle formación a nosotros los laicos. para
seguir con la obra de nuestro fundador Monseñor Miguel Ángel Builes,; son muchos los
deseos de ésta, la mas pequeña de todas las Juntas de laicos y confiamos en la gracia de Dios
que su obra se vera en esta gran región que vive sedienta de Dios.
13
Trinidad de Tiquié (Vaupés) En plena selva, a 34 minutos de vuelo de Mitú, capital de Vaupés, en avioneta, está ubicada la Parro-
quia Santísima Trinidad, de Trinidad de Tiquié. El padre Juan Manuel Cruz, misionero javeriano de
Yarumal, acompaña a varias comunidades indígenas de la región.
En el suroriente del departamento de Vaupés se encuentra la Parroquia de la Santísima Trini-
dad, del Vicariato Apostólico de Mitú. Se inició como estación misional en 1985.
Esta Parroquia, en medio de la selva amazónica y cerca a la frontera con Brasil, dedicada a la
gloria de Dios, Uno y Trino, está habitada por nuestros hermanos indígenas de las etnias
Tuyuca, Bará y Tujupda, especialmente. Son personas que tienen viva su lengua y cultura,
danza, tradiciones. Viven de la agricultura, la pesca y la cacería, principalmente.
La Parroquia atiende pastoralmente 12 comunidades rurales, como son San Javier de Umaña,
San Juan de Mariñá, Puerto Colombia, Bella Vista, Abiyú, San Francisco, Espuma, San José de
Padre Juan Manuel Cruz (tercera fila a la izquierda) con feligreses en su Parroquia
“Vengan y vean…”
14
Timiña y San Gabriel de Caño Colorado. Se las visita pas-
toralmente mínimo dos veces al año, se viaja allá por el
río Tiquié, caño Abiyú, caño Macucú, como también por
caminos.
La Parroquia, como en todo el Vicariato Apostólico, tiene la valiosa colaboración de los cate-
quistas y voluntariado en cada una de las comunidades. En el año anterior, se inició a nivel
del Vicariato la formación de futuros Diáconos permanentes indígenas.
En el pasado fue fundamental la labor misionera integral de los misioneros de Santa Laura y
de profesores y catequistas de otros lugares de Vaupés, en la evangelización del Tiquié y
otros lugares, con los Misioneros Javerianos de Yarumal.
En la actualidad Trinidad de Tiquié tiene Inspección de Policía, Puesto de Salud, Institución
Educativa departamental con 9 pro-
mociones de bachillerato.
Un saludo muy cordial a todos los
laicos misioneros javerianos, les
deseo muchas bendiciones de nuestro
Padre Dios. Favor no olvidar seguir
orando mucho al Señor, Salvador del
mundo, y todos vivamos como her-
manos. Que haya un solo rebaño,
bajo un solo pastor.
Padre Juan Manuel Cruz Cifuentes
Misionero Javeriano de Yarumal
La capilla parroquial es de madera
construida en 1984.
Monseñor Medardo Henao, en visita apostólica al Tiquié
15
Antonio Cardona
Exalumnos Milaya
Continúa el trabajo pasto-
ral y social de los Misione-
ros Laicos de Yarumal—
Exalumnos; es así que en
la navidad pasada nos
desplazamos al corregi-
miento El Totumo, muni-cipio de Necoclí, en el
Urabá antioqueño y reali-
zamos trabajo apostólico y
social con los habitantes de
los sectores y algunas vere-
das, llevando el mensaje de
la epifanía y brindando sonri-
sas con algunos aportes ma-
teriales para los habitantes,
gracias a la colaboración
nuestra, particular y familiar.
Al grupo base de Exalumnos muchas gracias; recuerden estas comunidades, espe-
ran mucho de nosotros y muchos de sus integrantes son materia de primer anuncio.
“Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”
La adoración que se producirá
durante la vigilia en la Jornada
Mundial de la Juventud será
un momento especial para las
decenas de miles de jóvenes
allí presentes, pues uno de los
aspectos más llamativos será
la custodia en la que depo-
sitará el Cuerpo de Cristo.
Se trata de una figura de la
Virgen María de más de tres
metros de altura, siguiendo así el lema mariano de la JMJ, y que alberga en su seno
a Jesús Eucaristía.
Pero lo verdaderamente llamativo de la custodia es el material en el que se ha cons-
truido. Se ha decidido no utilizar oro, plata o materiales preciosos y se ha optado por
algo más simbólico: la custodia que se sitúa en el seno de la Virgen está fabricada
por cientos de balas que se han logrado retirar de circulación y que se han fun-
dido para esta obra que además de albergar el Santísimo sea un signo de paz y re-
conciliación. Del mismo modo, se muestra así el problema con a violencia que tanto
daño hace a muchos de los países centroamericanos. El autor de la obra, el colombiano afin-
cado desde hace 40 años en Panamá, Armando Granja, asegura que “recuperamos miles de
cartuchos de bala y los sacamos de circulación. Los fundimos y los convertimos en la Virgen,
que tiene una carga poética que para mí es fundamental. Es negar la muerte y afirmar la
vida”.
ECOS de la Jornada Mundial de la Juventud
Panamá, enero 22 - 27 de 2019
“He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra” Lc. 1,38