7
:

Mis mejores cuentos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Recopilación de cuentos de un Cuentista de los de toda la vida, de los que hablan con sus personajes, de los que se quedan mirando al infinito buscando a saber qué, de los vuelcan un bote y no naufragan.

Citation preview

Page 1: Mis mejores cuentos

:

Page 2: Mis mejores cuentos

Extracto gratuito destinado a promoción de la obra Mis Mejores Cuentos del autor Daniel Campodónico, publicada por la editorial Enxebrebooks.

Se puede adquirir la obra completa en formato electrónico o papel en http://www.descubrebooks.com

Page 3: Mis mejores cuentos

Buceo literario

Estábamos todos en silencio. Yo miraba la copa de grapamiel¹ y me recordaba el frío que hacía fuera; tú tenías la vista perdida en mis ojos, dulces de licor, y sentados en una mesa tres niños pequeños devoraban pizzas, haciendo uso de sus manos, manchándose el pantalón, limpiándose la boca con sus mangas y chupándose los dedos, mientras sus padres discutían fuera.

En ese momento entró ella al bar.

Traía consigo una cartuchera de lata, con muchos lápices de colores y varios papelitos sueltos. Pasó con toda su adolescencia junto a nosotros.

Yo levanté la vista, tú encendiste un cigarro. Me llamó la atención esa flor roja que le prendía en el pelo a la altura de la sien y la seguí con la mirada. Vi cuando se sentó en una mesa, aislada, abrió su latita, y comenzaron a surgir palabras. Yo apuré la copa, tú fumabas y los niños seguían a sus anchas cuando le hice la seña al mozo pa´ que me trajera otra grapa:

—¿Por qué camina usted así? —le preguntaste.

—Para no pisarlas —respondió el mozo encogiéndose de hombros y notamos, que había palabras regadas por todo el suelo, hasta la altura del tobillo.

Observé a los padres que seguían discutiendo fuera, mientras los niños chapoteaban en un mar de letras. Tú apagaste el cigarro, yo me agaché para tocar el agua, y allí viste por encima de mi hombro como emanaban las palabras, se escurrían por la mesa de la muchacha y ya las teníamos por la cintura cuando me terminé la grapa. Los padres entraron con las palabras por el pecho, las iban apartando con sus manos y braceando al avanzar, llegaron donde los niños; pasó un

Page 4: Mis mejores cuentos

13trozo de pizza flotando; jugaban una guerrilla de agua locos de la vida. Pero a ti te molestó, porque ya no podías fumar. Claro, es que a esa altura los dos flotábamos. Si yo, para terminarme la grapa, tuve que bucear. El trago se me había quedado abajo y logré sacarlo a flote mientras que el mozo, arrodillado sobre la más alta estantería, de cara contra el techo se niega a traerme la cuenta, insiste en que no las quiere pisar… Y ella cierra su latita, todos caemos, dejamos de flotar, la poetisa se retira, se despalabró el bar.

¹Grapamiel: tradicional bebida uruguaya elaborada a base de grapa y miel de abeja.

Page 5: Mis mejores cuentos

Correo nacional

Se encuentra de espaldas, sentado a la mesa con un espejo colgado en la pared; sus manos con guantes escriben una carta:

Claudia:

Esta será la última carta que recibas de mi parte; si fue tu decisión dejarme, no insistiré. Solo quiero que sepas que yo aún te amo, y lo que siento por ti es inmortal.

Sé que no comparto tus gustos, cambiarme por tu amiga, la fetichista; es algo que jamás entenderé. Sus juguetes no se comparan a lo que yo te puedo dar.

Quiero que sepas que te extraño, y que te recuerdo siempre. Puedo verte de pie frente a mí, riendo, puedo tocarte, escuchar tu voz; porque cada vez que cierro lo ojos, mi amor me permite tenerte de vuelta.

Levanta la vista y su novia está parada frente a la mesa.

—¿Acaso esto es real?

—No, no lo es; tu amor me trajo de vuelta

—¿Por qué me abandonaste?

—Yo no te abandoné, vos falleciste; y llevas muerto ya seis meses, solo que tu conciencia aún no lo sabe. Mírate al espejo.

Page 6: Mis mejores cuentos

15Gira y se ve putrefacto en el espejo, se asusta, y cuando vuelve la vista al frente, la chica ya no está. Ensobra la carta, escribe la fecha, la dirección, y dibuja un corazón flechado al final; entonces se quita los guantes y observa sus manos comidas por los gusanos.

Al día siguiente, el cartero arroja un sobre por debajo de alguna puerta, una chica algo machona lo levanta y al voltearlo, tiene aquel corazón flechado dibujado; mira la fecha y grita:

—¡Claudia…! —molesta— ¡Otra carta vieja de tu noviecito muerto!

Page 7: Mis mejores cuentos

Daniel Campodónico, Cuentista: DCF

Escritor, guionista y dramaturgo

Correo: [email protected]

Este pequeño pescador artesanal, navegante, lleva desde el año ochenta y seis parchando redes y tirando botellitas al mar. He aquí uno de los puertos que me ha dado resguardo. Si estás dispuesto a hacerte a la mar, ata tu bote al mío:

http://literaturateatroaudiovisual.blogspot.com

Juntos, el viaje será más ameno, recuerda que enfrentaremos tormentas y monstruos de mar; juntos, será más difícil naufragar.

kClic

papel o ebook en libro este comprarpara

aquí