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CAPÍTULO I “MÍO CID”

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1. ¿Qué se entiende por Edad Media?Es un periodo de casi mil años situado entre dos etapas de espléndido desarrollo cultural: la Antigüedad clásica grecolatina y el Renacimiento. Tradicionalmente, se han señalado dos acontecimientos históricos que marcan el comienzo y el fin de la época medieval: la caída del Imperio Romano de Occidente, en el año 476, y el descubrimiento de América en 1492.

2. ¿Cuál era el sistema político económico que regía a la Edad Media y en qué consistía?El feudalismo, se caracterizaba por los conceptos de vasallaje y el beneficio. El vasallaje consistía en la relación señor – vasallo en la que el vasallo le obedecía era fie a su señor feudal a cambio de protección. El beneficio consistía en el pago por estos servicios.

3. ¿Cuál era la base arquitectónica? Se construyeron los castillos sobre los que girará toda la vida. También surgirán los monasterios que desarrollarán una gran labor cultural. Con el paso del tiempo, las ciudades tendrán una gran importancia debido al comercio y en ellas se construirán catedrales que reflejarán la fe cristiana y la riqueza de la época.

4. ¿En qué consiste la Alta Edad Media?Estuvo marcada por el estancamiento cultural, al irrumpir los pueblos bárbaros en el Imperio Romano, y por el aislamiento geográfico entre los diversos reinos surgidos tras la fragmentación del Imperio. En España se consolidó el reino visigodo.

5. Realiza una breve descripción de la sociedad en esta etapa.La sociedad era rural y la vida de los campesinos y vasallos giraba alrededor del castillo del señor feudal, cuya actividad principal era la guerra. La cultura se refugió en los monasterios, donde los monjes realizaban la lenta tarea de recopilar los saberes en los libros manuscritos. Los modelos sociales fueron el caballero y el monje.

6. ¿En qué año ocupan los musulmanes la Península y que da como resultado?En el año 711, los musulmanes ocuparán la Península, se establecerán en ella durante 8 siglos y llamarán Al-Andalus al territorio conquistado. Los cristianos tendrán que refugiarse en las montañas del norte de España e iniciarán la Reconquista que durará también 8 siglos

7. ¿En qué consiste la Baja Edad Media?En la Baja Edad Media se mantuvo la estructura social (nobles, religiosos y campesinos), pero surgió un nuevo grupo: la burguesía. Dedicado a la artesanía y al comercio, que prefería vivir en villas y ciudades. Al mismo tiempo se produjo un renacimiento intelectual que coincidió con importantes manifestaciones culturales.

8. ¿Qué diferenciaba a España de otros países Europeos durante la Edad Media?En que la base de la edad media era el geocentrismo y todo estaba centrado en Dios y en la Iglesia, pero por la conquista musulmana del territorio sur de España, estos tuvieron que convivir varios años con los pueblos judíos y musulmanes, mientras que en los demás países Europeos, la comunidad era puramente católica.

9. Explica brevemente algunas de las manifestaciones culturales de esa época: Las Universidades: Con la creación de las primeras universidades europeas, que sustituyeron a las escuelas

de los monasterios, se inició un lento proceso de recuperación de los saberes de la Antigüedad. La arquitectura religiosa: El estilo gótico se extendió a partir del siglo XIII, se trata de un arte más rico en su

ornamentación. La influencia del oriente: El contacto con los reinos europeos medievales con los musulmanes había sido

fluido. A través de esta vía llegaron a occidente la seda, el algodón, e incluso el papel, su uso se convirtió en elemento esencial para la difusión cultural que provocaría la imprenta.

10. Desde el punto de vista intelectual ¿dónde se situaron los focos de influencia Árabe y cuáles fueron sus consecuencias?

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En Andalucía y Sicilia. Con ello aparecieron en Europa elementos tan decisivos como los números, el ábaco o regla de cálculo, el astrolabio, así como las traducciones de los médicos Avicena y Avernes, permitieron que en Occidente se recuperara el contacto con la filosofía de Aristóteles.

11. ¿A qué se le llama Reconquista en la España Medieval?Tras la caída del Imperio Romano se asentó en la Península la monarquía visigoda hasta la entrada de los musulmanes a comienzos del siglo VIII. La lenta recuperación del territorio conquistado dio lugar a una larga guerra denominada Reconquista. Se inició en el año 711 y concluyó en 1492, cuando se produjo la conquista de Granada, último reino musulmán en España, por parte de los reyes Católicos.

12. ¿En qué consistió el mestizaje cultural?En numerosas ciudades y pueblos convivieron tres razas y religiones: judíos, musulmanes y cristianos, lo que dio lugar a un profundo mestizaje cultural, una de cuyas manifestaciones más importantes es la Escuela de Traductores de Toledo.

13. ¿A quienes se les llamaba mozárabes, mudéjares y moriscos?Los mozárabes eran cristianos que permanecieron fieles a su fe en territorio conquistado por los musulmanes. A medida que avanzaba la Reconquista, aumentó el número de mudéjares, musulmanes que conservaban religión y costumbres en las tierras recuperadas por los cristianos. Cuando se convertían al cristianismo recibían el nombre de moriscos.

14. ¿Qué es el Camino de Santiago?Es preciso destacar la importancia cultural de la peregrinación a Santiago de Compostela, por el llamado camino francés, que recorría buena parte del norte peninsular, desde los Pirineos hasta Galicia. Por este camino penetraron en España las más importantes influencias literarias y artísticas de Europa.

15. ¿A que se le denomina el Prerrenacimiento?Dentro de la Baja Edad Media se conoce como Prerrenacimiento al movimiento cultural y artístico de transición hacia el Renacimiento que se produce a lo largo del siglo XV. Durante este periodo la literatura deja de tener un sentido didáctico o propagandístico para acercarse a los modelos grecolatinos y tratar temas antes olvidados, como el amor humano, el dolor por la muerte o las veleidades de la Fortuna.

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1.2 Características Literarias

1. ¿De qué lengua dispone la literatura medieval que aparece en España a partir del siglo X?Dispone de una legua arcaica, formada tras la fragmentación del latín vulgar en los diversos territorios del antiguo Imperio Romano. Por ello, la historia de la literatura medieval es en gran medida también el proceso de creación de un idioma cada vez más flexible.

2. ¿Cómo se transmitía la literatura en ese entonces?La transmisión es oral, debido a que la mayoría de la población era analfabeta y al carácter restringido y carísimo de los libros. La literatura se deba a conocer a través de la escucha colectiva de los textos literarios.

3. ¿Cuántos tipos de literatura existían?Existían dos tipo de literatura: literatura popular y literatura culta. Cada uno de los estamentos sociales – nobles, clero y pueblo – se identifica y proyecta sus ideales en cada uno de los géneros literarios.

4. ¿Cuáles eran los géneros literarios?Poesía lírica, Poesía narrativa, Teatro, Prosa y Novela.

5. ¿Qué es la poesía lírica?En ella destacan dos tendencias: la lírica tradicional, que trata de asuntos amorosos y folclóricos en poemas breves, y la lírica culta, que sigue tres vertientes que son el cancioneril (amor cortés), moral (reflexiones sobre la vida y la muertes), llano, satírica (con críticas sobre la situación política) y el popular.

6. ¿En qué consistía la poesía narrativa?Cumple una misión esencialmente informativa y presenta dos escuelas: Mester de juglaría y Mester de clerecía.

7. ¿A qué se le denomina Mester de juglaría?Cantares de gesta o poemas épicos que tratan asuntos heroicos en versos de arte mayor, eran recitados por los juglares ante el pueblo.

8. ¿A qué se le denomina Mester de clerecía?Temas religiosos y vidas de santos en versos medidos y rimados. Mezcla etilo popular y culto.

9. Da una breve explicación sobre el teatro.Tiene un escaso cultivo en la Edad Media. Presenta doble vertiente: Teatro Religioso, donde se representaban escenas del nacimiento o la muerte de Cristo en los pórticos de los monasterios, y el Teatro Profano, representaciones con temas pastoriles y amorosos, escenificados en los alones de los nobles.

10. ¿En qué consistía la prosa?Su despertar es más tardío que los otros géneros literarios, pues durante casi toda la Edad Media la lengua para transmitir el saber científico, filosófico o literario seguía siendo el latín

11. ¿En qué consistía la novela?Surge con fuerza a partir del S. XV y entre sus modalidades figura la novela sentimental y la novela de caballerías.

12. Anota las características básicas del Mester de Juglaría.Aparece en el siglo XII, las obras son anónimas, se emplea una métrica irregular, aunque predominan los versos de entre 13 y 16 sílabas y trata de asuntos heroicos o legendarios con base histórica.

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13. Anota las características básicas del Mester de Clerecía.Aparece en el siglo XIII, algunos de los autores cultos ya son conocidos, se emplea una métrica regular. Se usa estrofa llamada Cuaderna Vía, que consta de cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) con la misma rima asonante. Se inspira en asuntos religiosos o ascéticos, procedentes de la Biblia o de la tradición latina.

14. En qué consistía el oficio de los juglares.Consistía en recorrer villas y pueblos, en cuyas plazas y ante el público recitaban de memoria composiciones en verso, en las que se relataban hazañas de conocidos héroes, batallas famosas o acontecimientos legendarios de interés para la comunidad.

15. ¿Cuáles era los temas de los que se ocupaban los Mesteres de Juglaría?La épica castellana se desarrolló en torno a tres núcleos temáticos: Ciclo de los condes de Castilla, cuya figura principal es el conde Fernán González; Ciclo del Cid, al que pertenece el único poema épico conservado integro; y el Ciclo francés, surgido a ambos lados del Pirineo y entrado en la figura del Emperador Carlomagno, el héroe Roldán y la batalla de Roncesvalles.

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1.3 Características del Poema “Mío Cid”

A lo largo de casi cuatro mil versos se narra el proceso de recuperación de la honra y posterior ascenso social por parte del caballero burgalés Rodrigo Díaz de Vivar (1043-1099), calumniado por sus enemigos ante el rey Alfonso VI, quien lo destierra de Castilla.

Autor y fechaEl Cantar debió de componerse a comienzos del siglo XIII, cuando aún se mantenían en la memoria popular las hazañas del héroe castellano. Su redacción se atribuye a dos juglares procedentes de la zona de Medinaceli (Soria) y de San Esteban de Gormaz (Burgos). La versión que se ha conservado es la que llevó a cabo un copista llamado Per Abbat en el siglo XIV.

ArgumentoSe divide en tres partes o cantares:

TemaEl Cid representa el ascenso social de la baja nobleza castellana –los infanzones- frente a la alta nobleza leonesa, representada por los Condes de Carrión. Por eso, los temas centrales del poema son la recuperación del honor y su ascensión social al emparentar con reyes.

EstiloEl Cantar de Mio Cid muestra todos los rasgos expresivos propios de la épica castellana: epítetos épicos que definen de inmediato a un personaje (el burgalés cumplido), abundantes enumeraciones (tantas lanzas…tantas adargas…tantos pendones…); uso de fórmulas fijas (el que en buen hora ciñó espada).También podemos señalar la presencia de la afectividad del juglar en comentarios como: “Salía el sol,Dios qué hermoso apuntaba”

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1. ¿En qué genero se encuentra ubicado el Cantar de Mío Cid?Mester de Juglaría (Cantar de Gesta).

2. ¿Quién es el personaje principal?Rodrigo Días, el Campeador.

3. ¿Cuántos versos constituyen el Cantar de Mío Cid?3,735 versos.

4. ¿Quién fue su autor y la fecha en que se escribió?Se atribuye a dos juglares procedentes de la zona de Medinaceli (Soria) y de san Esteban de Gormaz (Burgos) a comienzos del Siglo XIII.

5. ¿En cuántas partes se divide y cuáles son?Se divide en tres partes: Cantar del Destierro, Cantar de las Bodas y Cantar de la Afrenta de Corpes.

6. ¿De qué trata el Cantar del Destierro?Tras ser expulsado de su tierra por el rey Alfonso VI, el héroe sale de Burgos, se despide de su familia a la que ha dejado en el monasterio de Cardeña y va obteniendo, Castilla abajo, una serie de triunfos militaresante los musulmanes, que culminarán con la conquista de Valencia.

7. ¿De qué trata el Cantar de las Bodas?El rey perdona al Cid, que le había entregado Valencia. El Cid ha recuperado su honor; sus dos hijas se casan con los infantes de Carrión, nobles ambiciosos y cobardes, cuyo comportamiento deshonroso se evidencia durante el tiempo que viven en Valencia, en el palacio del Cid. Su cobardía queda patente cuando en el castillo se escapa un león que estaba enjaulado, produciendo pavor en los infantes ante el regocijo de los presentes.

8. ¿De qué trata el Cantar de la Afrenta de Corpes?En el viaje de regreso desde Valencia a sus tierras, los infantes –envidiosos y resentidos con el héroe y su corte- maltratan y abandonan a las hijas del Cid en el robledal de Corpes. Rodrigo pide justicia al rey y las cortes de Toledo se reúnen bajo la presidencia del rey para reparar su honra. Allí, los de Carrión son batidos en duelo y las hijas del protagonista se casan con los infantes de Aragón y Navarra.

9. ¿Cuál es el tema principal del Cantar?El Cid representa el ascenso social de la baja nobleza castellana, frente a la alta nobleza leonesa, así que los temas centrales del poema son la recuperación del honor y su ascensión social al emparentar con reyes.

10. ¿Cuál es el estilo que maneja?Muestra todos los rasgos expresivos propios de la épica castellana: epítetos épicos que definen de inmediato a un personaje, abundantes enumeraciones y uso de fórmulas fijas.

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1.4 Fragmentos del “Mío Cid”

Cantar primero

Destierro del Cid

El rey Alfonso VI de Castilla y León envía al Cid para cobrar las parias del rey moro de Sevilla. Éste es atacado por el conde castellano García Ordóñez. - El Cid, amparando al moro vasallo del rey de Castilla, vence a García Ordóñez en Cabra y le prende afrentosamente.- El Cid torna a Castilla con las parias, pero sus enemigos le indisponen con el rey. - Éste destierra al Cid.Envió el rey don Alfonso a Ruy Díaz mio Cid por las parias que le tenían que dar los reyes de Córdoba y de Sevilla cada año. Almutamiz, rey de Sevilla, y Almudafar, rey de Granada, eran en aquella sazón muy enemigos y se odiaban a muerte. Y estaban entonces con Almudafar, rey de Granada, unos ricos hombres que le ayudaban: el conde García Ordóñez y Fortún Sánchez, el yerno del rey don García de Navarra, y Lope Sánchez, y cada uno de estos ricos hombres con su poder ayudaban a Almudafar, y luego fueron contra Almutamiz, rey de Sevilla.

Ruy Díaz el Cid, cuando supo que así venían contra el rey de Sevilla, que era vasallo y pechero del rey don Alfonso, su señor, lo tomó muy a mal y le pesó mucho; y envió a todos cartas de ruego para que no viniesen contra el rey de Sevilla ni le destruyeran su tierra, por la obligación que tenían con el rey don Alfonso (y les decía que si, a pesar de todo, querían hacerlo, supiesen que no podría estarse el rey Alfonso sin ayudar a su vasallo, puesto que era pechero suyo)El rey de Granada y los ricos hombres no atendieron en nada a las cartas del Cid, y fueron todos con mucha fuerza y destruyeron al rey de Sevilla toda la tierra hasta el castillo de Cabra.

Cuando aquello vio Ruy Díaz reunió todas las fuerzas que pudo de cristianos y de moros, y fue contra el rey de Granada para echarlo de la tierra del rey de Sevilla. Y el rey de Granada y los ricos hombres que estaban con él, cuando supieron que iba con ese ánimo, le mandaron a decir que no se marcharían de la tierra porque él lo quisiera. Ruy Díaz, cuando aquello oyó, pensó que no estaría bien el no acometerlos y fue contra ellos y luchó con ellos en el campo, y duró la batalla campal desde la hora de tercia hasta la de mediodía, y fue grande la mortandad que allí hubo de moros y de cristianos en la parte del rey de Granada, y vencióles el Cid y les hizo huir del campo. Y cogió prisionero el Cid en esta batalla al conde García Ordóñez y le arranchó un mechón de la barba y a otros muchos caballeros y a innumerables guerreros de a pie. Y los tuvo el Cid presos tres días, y luego los soltó a todos. Después de haberlos cogido prisioneros mandó a los suyos recoger los bienes y las riquezas que quedaron en el campo, y luego se volvió con toda su compaña y con todas sus riquezas adonde estaba Almutamiz, rey de Sevilla y dio a él y a todos sus moros todas las riquezas que reconocieron como suyas y aún de las demás que quisieron tomar. Y de allí en adelante llamaron moros y cristianos a este Ruy Díaz de Vivar el Cid Campeador, que quiere decir batallador.

Almutamiz le dio entonces muchos buenos regalos y las parias que había ido a cobrar. Y tornóse el Cid con todas sus parias hacia el rey don Alfonso, su señor. El rey le recibió muy bien, se puso muy contento y se declaró satisfecho de cuanto el Cid hiciera allá. Por esto le tuvieron muchos envidia y le buscaron mucho daño y le enemistaron con el rey.

El rey, como estaba muy sañudo y entrado en ira contra él, dio crédito a lo que hablaban contra el Cid y le mandó decir por su carta que saliese del reino. El Cid, después que hubo leído la carta real, aunque le causó gran pesar, no quiso hacer otra cosa, porque sólo le quedaban de plazo nueve días de salir de todo el reino.

Tirada 1

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1. El Cid convoca a sus vasallos; éstos se destierran con él.Adiós del Cid a Vivar.(Envió a buscar a todos sus parientes y vasallos, y les dijo cómo el rey le mandaba salir de todas sus tierras y no le daba de plazo más que nueve días y que quería saber quiénes de ellos querían ir con él y quiénes quedarse.

A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago;también a los que se quedan contentos quiero dejarlos.Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano:"Con vos nos iremos, Cid, por yermos y por poblados;no os hemos de faltar mientras que salud tengamos,y gastaremos con vos nuestras mulas y caballosy todos nuestros dineros y los vestidos de paño,siempre querremos serviros como leales vasallos."Aprobación dieron todos a lo que ha dicho don Álvaro.Mucho que agradece el Cid aquello que ellos hablaron.El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado,allí deja sus palacios yermos y desheredados.

Los ojos de Mío Cid mucho llanto van llorando;hacia atrás vuelve la vista y se quedaba mirándolos.Vio como estaban las puertas abiertas y sin candados,vacías quedan las perchas ni con pieles ni con mantos,sin halcones de cazar y sin azores mudados.Y habló, como siempre habla, tan justo tan mesurado:"¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto!Contra mí tramaron esto mis enemigos malvados".

2 Agüeros en el camino de Burgos

Ya aguijan a los caballos, ya les soltaron las riendas.Cuando salen de Vivar ven la corneja a la diestra,pero al ir a entrar en Burgos la llevaban a su izquierda.Movió Mío Cid los hombros y sacudió la cabeza:"¡Ánimo, Állvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan,pero cargados de honra hemos de volver a ella! "

3 El Cid entra en Burgos

Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró.Sesenta pendones lleva detrás el Campeador.Todos salían a verle, niño, mujer y varón,a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó.¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor!Y de los labios de todos sale la misma razón:"¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!"

4 Nadie hospeda al Cid.Sólo una niña le dirige la palabra para mandarle alejarse.El Cid se ve obligado a acampar fuera de la población, en la glera.

De grado le albergarían, pero ninguno lo osaba,que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha saña.La noche pasada a Burgos llevaron una real cartacon severas prevenciones y fuertemente sellada

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mandando que a Mío Cid nadie le diese posada,que si alguno se la da sepa lo que le esperaba:sus haberes perdería, más los ojos de la cara,y además se perdería salvación de cuerpo y alma.Gran dolor tienen en Burgos todas las gentes cristianasde Mío Cid se escondían: no pueden decirle nada.Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba;cuando a la puerta llegó se la encuentra bien cerrada.Por miedo del rey Alfonso acordaron los de casaque como el Cid no la rompa no se la abrirán por nada.La gente de Mío Cid a grandes voces llamaba,los de dentro no querían contestar una palabra.Mío Cid picó el caballo, a la puerta se acercaba,el pie sacó del estribo, y con él gran golpe daba,pero no se abrió la puerta, que estaba muy bien cerrada.La niña de nueve años muy cerca del Cid se para:"Campeador que en bendita hora ceñiste la espada,el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta,con severas prevenciones y fuertemente sellada.No nos atrevemos, Cid, a darte asilo por nada,porque si no perderíamos los haberes y las casas,perderíamos también los ojos de nuestras caras.Cid, en el mal de nosotros vos no vais ganando nada.Seguid y que os proteja Dios con sus virtudes santas."Esto le dijo la niña y se volvió hacia su casa.Bien claro ha visto Ruy Díaz que del rey no espere gracia.De allí se aparta, por Burgos a buen paso atravesaba,a Santa María llega, del caballo descabalga,las rodillas hinca en tierra y de corazón rogaba.Cuando acabó su oración el Cid otra vez cabalga,de las murallas salió, el río Arlanzón cruzaba.Junto a Burgos, esa villa, en el arenal posaba,las tiendas mandó plantar y del caballo se baja.Mío Cid el de Vivar que en buen hora ciñó espadaen un arenal posó, que nadie le abre su casa.Pero en torno suyo hay guerreros que le acompañan.Así acampó Mío Cid cual si anduviera en montaña.Prohibido tiene el rey que en Burgos le vendan nadade todas aquellas cosas que le sirvan de vianda.No se atreven a venderle ni la ración más menguada.

5 Martín Antolínez viene de Burgos a proveer de víveres al Cid.

El buen Martín Antolínez, aquel burgalés cumplido,a Mío Cid y a los suyos los surte de pan y vino;no lo compró, que lo trajo de lo que tenía él mismo;comida también les dio que comer en el camino.Muy contento que se puso el Campeador cumplidoy los demás caballeros que marchan a su servicio.Habló Martín Antolínez, escuchad bien lo que ha dicho:"Mío Cid Campeador que en tan buen hora ha nacido,descansemos esta noche y mañana ¡de camino!porque he de ser acusado, Cid, por haberos servidoy en la cólera del rey también me veré metido.Si logro escapar con vos, Campeador, sano y vivo,el rey más tarde o temprano me ha de querer por amigo;las cosas que aquí me dejo en muy poco las estimo."

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Tirada 6

El Cid, emprobrecido, acude a la astucia de Martín Antolínez.Las arcas de arena.

Habla entonces Mío Cid, que en buen hora ciñó espada:"¡Oh buen Martín Antolínez, el de la valiente lanza!"Si Dios me da vida he de doblaros la soldada.Ahora ya tengo gastado todo mi oro y mi plata,bien veis, Martín Antolínez, que ya no me queda nada.Plata y oro necesito para toda mi compaña,No me lo darán de grado, lo he de sacar por las malas.Martín, con vuestro consejo hacer quisiera dos arcas,Las llenaremos de arena por que sean muy pesadas,bien guarnecidas de oro y de clavos adornadas.

OpiniónEsta primera parte realiza la descripción de cómo el Cid es desterrado, con llanto en los ojos se va con los caballeros que le acompañan, me parece que lo describe de una manera muy poética, aún cuando el texto no es de algo que no cuente alegrías, nos transmite los sentimientos que se generan en cada uno de los personajes, además de las descripciones que brindan de ellos, así mismo nos va dando algunas características del Campeador que nos permite irlo conociendo y el porqué de su ascenso a la nobleza.

Cantar segundo

Bodas de las hijas del Cid

Tirada 64

El Cid se dirige contra tierras de Valencia

Aquí se empieza el poema de Mío Cid el de Vivar.Ya ha poblado Mío Cid aquel puerto de Alucat,se aleja de Zaragoza y de las tierras de allá,atrás se ha dejado Huesca y el campo de Montalbánde cara a la mar salada ahora quiere guerrear:por Oriente sale el sol y él hacia esa parte irá.A Jérica gana el Cid, después Onda y Almenar,y las tierras de Burriana conquistadas quedan ya.

65 Toma de Murviedro

Ayudóle el Creador, el Señor que está en el cielo,y con su favor el Cid pudo tomar a Murviedro.Bien claro ha visto que Dios siempre le va socorriendo.En la ciudad de Valencia ha cundido mucho miedo.

66 Los moros valencianos cercan al Cid. Éste reúne sus gentesArenga

Aquello a los de Valencia muy poco gusto les da.En consejo se reúnen y al Cid fueron a cercar.Marcharon toda la noche; cuando el alba fue a rayar,

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allí cerca de Murviedro sus tiendas van a plantar.El Campeador al verlos se empieza a maravillar:"¡Alabado sea Dios, Señor espiritual!Nos metimos en sus tierras, les hacemos mucho mal,el vino suyo bebemos y nos comemos su pan.Con buen derecho lo hacen si nos vienen a cercar,como no sea con lucha esto no se arreglará.Salgan mensajes a aquéllos que nos deben ayudar,los unos vayan a Jérica y los otros a Alucat,desde allí pasen a Onda y después hasta Almenar,que las gentes de Burriana se vengan ya para acá.Pronto tiene que empezarse esta batalla campal.Nuestro provecho en Dios fío que con ella crecerá".Al pasar el tercer día todos juntados están.Mío Cid el bienhadado entonces empieza a hablar:"Sálveos el Creador, mesnadas, y ahora escuchad:después de que nos salimos de la limpia cristiandad-y no fue por nuestro gusto, no se pudo remediar--,gracias a Dios nuestras cosas siempre hacia adelante van.Hoy las gentes de Valencia nos han venido a cercar;si en estas tierras nosotros nos quisiéramos quedar,muy firmemente a estos moros tenemos que escarmentar".

67 Fin de la arenga del Cid

"Cuando se pase la noche y ya venga la mañana,tenedme bien preparados los caballos y las armas;entonces iremos todos a atacar a su mesnada.Hombres desterrados somos, estamos en tierra extraña,en la lucha se ha de ver quién merece la soldada".

68 Minaya da el plan de batallaEl Cid vence otra lid campalToma de Cebolla

Oíd ahora lo que el bueno de Álvar Fáñez quiso hablar:"Mío Cid, lo que habéis dicho como os place se hará,dadme a mí cien caballeros, no os quiero pedir más,vos con los otros que quedan de frente iréis a atacar.Heridlos sin compasión, atacad sin vacilar,que yo con los otros ciento por otro lado iré a entrary fío en el Dios del cielo que el triunfo nuestro será".Muy bien le parece al Cid lo que Minaya fue a hablar.La mañana ya llegó y se empezaron a armar,sabe cada cual el puesto que en la batalla tendrá.Con el alba Mío Cid contra los moros se va:"Por Jesucristo y Santiago que allá en los cielos están,atacad, mis caballeros, a esos moros de verdad.Aquí está Rodrigo Díaz, aquí está el Cid de Vivar".Viérais allí tanta tienda romper y desbaratar ;los postes los arrancaban, se empiezan a derrumbar.Pero los moros son muchos y se quieren recobrar.Minaya por otro lado ya los venía a atacar;los moros, mal que les pese, por derrotados se dan,a uña de caballo escapan los que pueden escapar.A dos emires mataron en la caza que les dany hasta la misma Valencia van los cristianos detrás.Grandes ganancias ha hecho Mío Cid el de Vivar,

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todo aquel campo saquean, luego se vuelven atrás.Con las ganancias que llevan en Murviedro entraban ya,una alegría muy grande se corre por el lugar.A Cebolla toman luego y tierras de más acá.Miedo tienen en Valencia, no saben lo que se harán;ya va haciendo mucho ruido la fama del de Vivar.

OpiniónEn esta parte se describen las luchas que enfrenta el Cid, y sus victorias, el Cid manda nuevos presentes al rey, éste se alegra tanto que perdona al Cid de su destierro. Los infantes de Carrión aprovechan la oportunidad y piden al rey la mano de la hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol, el rey concerta una cita con el Cid para tal proposición, aunque no es él quien las entrega, las bodas se celebran en Valencia, presididas por el Obispo don Jerónimo. En esta parte la idea de recuperar el honor es concretada por el Cid.Cantar tercero

La afrenta de Corpes

Tirada 112

Suéltase el león del CidMiedo de los infantes de CarriónEl Cid amansa al leónVergüenza de los infantes

Estaba el Cid con los suyos en Valencia la mayory con él ambos sus yernos, los infantes de Carrión.Acostado en un escaño dormía el Campeador,ahora veréis qué sorpresa mala les aconteció.De su jaula se ha escapado, y andaba suelto el león,al saberlo por la corte un gran espanto cundió.Embrazan sus mantos las gentes del Campeadory rodean el escaño protegiendo a su señor.Pero Fernando González, el infante de Carrión,no encuentra dónde meterse, todo cerrado lo halló,metióse bajo el escaño, tan grande era su terror.El otro, Diego González, por la puerta se escapógritando con grandes: "No volveré a ver Carrión."Detrás de una gruesa viga metióse con gran pavory, de allí túnica y manto todos sucios los sacó.Estando en esto despierta el que en buen hora nacióy ve cercado el escaño suyo por tanto varón."¿Qué es esto, decid, mesnadas? ¿Qué hacéis aquí alrededor?""Un gran susto nos ha dado, señor honrado, el león."Se incorpora Mío Cid y presto se levantó,y sin quitarse ni el manto se dirige hacia el león:la fiera cuando le ve mucho se atemorizó,baja ante el Cid la cabeza, por tierra la cara hincó.El Campeador entonces por el cuello le cogió,como quien lleva un caballo en la jaula lo metió.Maravilláronse todos de aquel caso del leóny el grupo de caballeros a la corte se volvió.Mío Cid por sus yernos pregunta y no los halló,aunque los está llamando no responde ni una voz.Cuando al fin los encontraron, el rostro traen sin colortanta broma y tanta risa nunca en la corte se vio,tuvo que imponer silencio Mío Cid Campeador.Avergonzados estaban los infantes de Carrión,

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gran pesadumbre tenían de aquello que les pasó.

113 El rey Búcar de Marruecos ataca a Valencia

Así estaban los infantes dolidos de gran pesar,cuando fuerzas de Marruecos Valencia quieren cercar.Allí en el campo de Cuarto van los moros a acampar,cincuenta mil tiendas grandes allí plantadas están.Mandábalos el rey Búcar, de quien habréis oído hablar.

114 Los infantes temen la batallaEl Cid los reprende.

Al Cid y a todos los suyos gran contento les entró,van a tener más ganancias y dan las gracias a Dios.Pero mucho lo sintieron los infantes de Carrión,y al ver tanta tienda mora muy poco gusto les dio.Entonces los dos hermanos se apartaron a un rincón:"Calculamos las ganancias, pero los peligros no.Ahora aquí en esta batalla tendremos que entrar los dos,me parece que ya nunca volveremos a Carrióny que enviudarán las hijas de Mío Cid Campeador."Aunque hablaban en secreto, los oye Muño Gustiozy fue a contarlo en seguida a Rodrigo su señor."Ahí tenéis a vuestros yernos. De tan valientes que sonal ir a entrar en batalla echan de menos Carrión.Idlos vos a consolar, por amor del Creador,que no entren en la batalla y se estén en paz los dos.Con vos nos basta a nosotros y ya nos valdrá el Señor."Mío Cid el de Vivar muy sonriente salió:"Dios os guarde, yernos míos, los infantes de Carrión,mis hijas en vuestros brazos están, más blancas que el sol.Yo suspiro por batallas y vosotros por Carrión.Quedáos aquí en Valencia, holgad a vuestro sabor,que de luchar con los moros ya entiendo bastante yoy a derrotarlos me atrevo con merced del Creador."

115 Mensaje de Búcar Espolonada de los cristianos Cobardía del infante Fernando(Laguna el manuscrito: cincuenta versos que se suplen con el texto de la "Crónica de veinte reyes.")Generosidad de Pedro Bermúdez

Cuando estaban hablando de esto envió el rey Búcar al Cid que le dejase Valencia y se marchase en paz; que, si no, le pagaría todo lo que había hecho. El Cid dijo a aquél que trajera el mensaje: "Id a decir a Búcar, a aquel hijo de enemigos, que antes de tres días ya le daré yo lo que pide."Al día siguiente mandó el Cid que se armasen todos los suyos y salió contra los moros. Los infantes de Carrión le pidieron entonces atacar en primer lugar, y cuando el Cid ya tuvo formadas sus filas, don Fernando, uno de los infantes, se adelantó para ir a atacar a un moro llamado Aladraf. El moro, cuando le vio, arrancó también contra él, y el infante, con el gran miedo que le infundió el moro, volvió riendas y huyó, y ni siquiera se atrevió a esperarle.Pedro Bermúdez, que iba junto a él, cuando vio aquello fue a atacar el moro, luchó con él y le mató. Luego cogió el caballo del moro y se fue tras el infante que iba huyendo, y díjole: "Don Fernando, tomad este caballo y decid a todos que vos matasteis al moro, su dueño, y yo lo atestiguaré."

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El infante le dijo: "Don Pedro, mucho os agradezco lo que decís."

"Ojalá llegue algún día en que esto pueda ser pagado."Allí el infante y don Pedro los dos juntos se tornaron.Don Pedro dice que es cierto lo que cuenta don Fernando.Mucho le ha gustado el Cid y también a sus vasallos."Todavía creo yo, si quiere el que está en lo alto,que luchando en campo abierto mis dos yernos serán bravos".Así hablaba el Cid, y mientras las fuerzas se iban juntandoy en las huestes de los moros los tambores van sonando;por maravilla lo tienen muchos que aquellos cristianosque nunca vieran tambores porque son recién llegados.Más que todos se asombraban don Diego y don Fernando;si atendieran a su gusto de allí se habrían marchado.Oíd ahora lo que habló Mío Cid el bienhadado:"Ven acá, Pedro Bermúdez, tú, mi sobrino tan caro,cuídame tú de don Diego, cuídame de don Fernando,que los dos son yernos míos y cosa que mucho amo.Los moros, si Dios ayuda, no han de quedar en el campo."

116 Pedro Bermúdez se desentiende de los infantesMinaya y don Jerónimo piden el primer puesto en la batalla

"Yo os digo, Mío Cid, y espero esa caridad,que este día los infantes por ayo no me tendrán,acompáñelos quien quiera, que a mí poco se me dan.Yo en vanguardia con los míos los moros iré a atacary vos con los vuestros, Cid, aquí a retaguardia estad,y si hubiere algún peligro ya me vendréis a ayudar."El buen Minaya Álvar Fáñez entonces se fué a acercar:"Escuchad lo que os digo, Cid Campeador leal,esta batalla de ahora el Señor es quien la hará,vos gozáis de su favor, y con vos ha de luchar.Decidnos a cada uno dónde tiene que atacary todos su obligación cual vos mandéis cumplirán.Con Dios y con vuestra suerte veamos lo que va a pasar."Mío Cid dijo: "No hay prisa, tengamos tranquilidad."Llega entonces don Jerónimo, muy armado que está,delante de Mío Cid se fue el obispo a parar:"Hoy os he dicho la misa de la Santa Trinidad;si he salido de mi tierra y aquí os vine a buscares por ganas que tenía de algunos moros matar,honrar quiero yo mis armas y mi orden sacerdotaly ser en esta batalla quien primero atacará.Traigo yo pendón y armas que de lejos se verán,si así place al Creador hoy las querría ensayar,porque así mi corazón tranquilo se quedará,y vos, Mío Cid, por eso aún me estimaríais más.Si ese favor no me hacéis de aquí me quiero marchar"Dijo entonces Mío Cid: "Tal como queréis se hará,allí estan los moros, id vuestras armas a probar,de aquí veremos nosotros qué tal pelea el abad."

OpiniónEn este canto, los infantes de Carrión demuestran su miedo y cobardía ante un león, al que después el Cid somete fácilmente, ante la vergüenza de los infantes, quienes le guardan resentimiento. Después de las batallas, cuando es repartido el botín, los infantes se vieron tan ricos que decidieron volver a Carrión, pero antes desquitan su

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resentimiento con las hijas del Cid llevándoselas y golpeándolas, pero después el Cid les despoja de todos sus bienes y son retados por a duelo por caballeros del Cid, quienes los derrotan y humillan, y las hijas del Cid son desposadas ahora con los infantes de Navarra y Aragón, mayor linaje que Carrión, cobrándose así lo que habían hecho ellos con sus hijas.

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CAPÍTULO II

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“EL BARROCO”

2.1 Marco Sociocultural

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2.2 Características Literarias

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2.3 Vida y Obra de Sor Juana Inés de la Cruz

Biografía

Juana Inés de Asbaje y Ramírez; San Miguel de Nepantla, actual México, 1651 - Ciudad de México, id., 1695. Escritora mexicana. Fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora.

Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.

Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés, cuya obra introdujo en el virreinato, y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad.

En su celda también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida biblioteca, compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro, en los que se aprecia la influencia de Góngora y Calderón, hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales.

Perdida gran parte de esta obra, entre los escritos en prosa que se han conservado cabe señalar la carta Respuesta a sor Filotea de la Cruz, seudónimo de Manuel Fernández de la Cruz, obispo de Puebla. En 1690, éste había hecho publicar la Carta atenagórica, en la que sor Juana hacía una dura crítica al «sermón del Mandato» del jesuita portugués António Vieira sobre las «finezas de Cristo», acompañada de una «Carta de sor Filotea de la Cruz», en la que, aun reconociendo el talento de la autora, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres.

A pesar de la contundencia de su respuesta, en la que daba cuenta de su vida y reivindicaba el derecho de las mujeres al aprendizaje, pues el conocimiento «no sólo les es lícito, sino muy provechoso», la crítica del obispo la afectó profundamente, tanto, que poco después sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca y todo cuanto poseía, destinó lo obtenido a beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa.

Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII.

Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, sor Juana Inés de la Cruz (1689), Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700).

La obra de Sor Juana Inés de la CruzAunque su obra parece inscribirse dentro del culteranismo de inspiración gongorina y del conceptismo, tendencias características del barroco, el ingenio y originalidad de Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente particular. Ya desde la infancia demostró gran sensibilidad artística y una infatigable sed de conocimientos que, con el tiempo, la llevaron a emprender una aventura intelectual y artística a través de

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disciplinas tales como la teología, la filosofía, la astronomía, la pintura, las humanidades y, por supuesto, la literatura, que la convertirían en una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas.

En la poesía de sor Juana hay numerosas y elocuentes composiciones profanas (redondillas, endechas, liras y sonetos), entre las que destacan las de tema amoroso, como los sonetos que comienzan con "Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba..." y "Detente, sombra de mi bien esquivo...". También abunda en ella la temática mística, en la que una fervorosa espiritualidad se combina con la hondura de su pensamiento, tal como sucede en el caso de "A la asunción", delicada pieza lírica en honor a la Virgen María.

Mención aparte merece Primero sueño, poema de casi mil versos escritos a la manera gongorina en el que sor Juana describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio de puro y libre goce intelectual. El trabajo poético de la monja se completa con varios hermosos villancicos que en su época gozaron de mucha popularidad.

En el terreno de la dramaturgia escribió dieciocho loas, dos sainetes (la comedia de capa y espada Los empeños de una casa y el juguete mitológico-galante Amor es más laberinto), un sarao o fin de fiesta, así como tres autos sacramentales: El divino Narciso, San Hermenigildo y El cetro de San José. Aunque la influencia de Calderón resulta evidente en muchos de estos trabajos, la claridad y belleza del desarrollo posee un acento muy personal.

La prosa de la autora es menos abundante, pero de pareja brillantez. Esta parte de su obra se encuentra formada por textos devotos como la célebre Carta athenagórica (1690), y sobre todo por la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), escrita para contestar a la exhortación que le hiciera firmando con ese seudónimo el obispo de Puebla para que frenara su desarrollo intelectual. Esta última constituye una fuente de primera mano que permite conocer no sólo detalles interesantes sobre su vida, sino que también revela aspectos de su perfil psicológico. En ese texto hay mucha información relacionada con su capacidad intelectual y con lo que el filósofo Ramón Xirau llamó su "excepcionalísima apetencia de saber", aspecto que la llevó a interesarse también por la ciencia, como lo prueba el hecho de que en su celda, junto con sus libros e instrumentos musicales, había también mapas y aparatos científicos.

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Ejemplo de sus Obras

Soneto

DETENTE SOMBRA

Detente, sombra de mi bien esquivo,imagen del hechizo que más quiero,bella ilusión por quien alegre muero,dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo,sirve mi pecho de obediente acero,¿para qué me enamoras lisonjerosi has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,de que triunfa de mí tu tiranía:que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,poco importa burlar brazos y pechosi te labra prisión mi fantasía.

OpiniónEste es uno de los sonetos más conocidos de Sor Juana, es un soneto amoroso, utiliza varios recursos literarios, no es sencillo de comprender las metáforas que tiene, sin embargo, es muy bello. Habla del amor mal correspondido, cuando alguien no enamora, y al final ese encanto no nos corresponde, sin embargo, al final aún cuando no se encuentre de manera física la persona amada, esta siempre se encontrará en nuestro pensamiento y nuestra fantasía.

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Prosa

Carta a Sor Filotea de la Cruz

Señora mía: He visto la carta de V. md. en que impugna las finezas de Cristo que discurrió el Reverendo Padre Antonio de Vieira en el Sermón del Mandato con tal sutileza que a los más eruditos ha parecido que, como otra águila del Apocalipsis, se había remontado este singular talento sobre sí mismo, siguiendo la planta que formó antes el Ilustrísimo César Meneses, ingenio de los primeros de Portugal; pero a mi juicio, quien leyere su apología de V. md. no podrá negar que cortó la pluma más delgada que ambos y que pudieran gloriarse de verse impugnados de una mujer que es honra de su sexo.

Yo, a lo menos, he admirado la viveza de los conceptos, la discreción de sus pruebas y la enérgica claridad con que convence el asunto, compañera inseparable de la sabiduría; que por eso la primera voz que pronunció la Divina fue luz, porque sin claridad no hay voz de sabiduría. Aun la de Cristo, cuando hablaba altísimos misterios entre los velos de las parábolas, no se tuvo por admirable en el mundo; y sólo cuando habló claro, mereció la aclamación de saberlo

todo. éste es uno de los muchos beneficios que debe V. md. a Dios; porque la claridad no se adquiere con el trabajo e industria: es don que se infunde con el alma.

Para que V. md. se vea en este papel de mejor letra, le he impreso; y para que reconozca los tesoros que Dios depositó en su alma, y le sea, como más entendida, más agradecida: que la gratitud y el entendimiento nacieron siempre de un mismo parto. Y si como V. md. dice en su carta, quien más ha recibido de Dios está más obligado a la correspondencia, temo se halle V. md. alcanzada en la cuenta; pues pocas criaturas deben a Su Majestad mayores talentos en lo natural, con que ejecuta al agradecimiento, para que si hasta aquí los ha empleado bien (que así lo debo creer de quien profesa tal religión), en adelante sea mejor.

No es mi juicio tan austero censor que esté mal con los versos --en que V. md. se ha visto tan celebrada--, después que Santa Teresa, el Nacienceno y otros santos canonizaron con los suyos esta habilidad; pero deseara que les imitara, así como en el metro, también en la elección de los asuntos.

No apruebo la vulgaridad de los que reprueban en las mujeres el uso de las letras, pues tantas se aplicaron a este estudio, no sin alabanza de San Jerónimo. Es verdad que dice San Pablo que las mujeres no enseñen; pero no manda que las mujeres no estudien para saber; porque sólo quiso prevenir el riesgo de elación en nuestro sexo, propenso siempre a la vanidad. A Sarai la quitó una letra la Sabiduría Divina, y puso una más al nombre de Abram, no porque el varón ha de tener más letras que la mujer, como sienten muchos, sino porque la i añadida al nombre de Sara explicaba temor y dominación. Señora mía se interpreta Sarai; y no convenía que fuese en la casa de Abraham señora la que tenía empleo de súbdita.

Letras que engendran elación, no las quiere Dios en la mujer; pero no las reprueba el Apóstol cuando no sacan a la mujer del estado de obediente. Notorio es a todos que el estudio y saber han contenido a V. md. en el estado de súbdita, y que la han servido de perfeccionar primores de obediente; pues si las demás religiosas por la obediencia sacrifican la voluntad, V. md. cautiva el entendimiento, que es el más arduo y agradable holocausto que puede ofrecerse en las aras de la Religión.

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No pretendo, según este dictamen, que V. md. mude el genio renunciando los libros, sino que le mejore, leyendo alguna vez el de Jesucristo. Ninguno de los evangelistas llamó libro a la genealogía de Cristo, si no es San Mateo, porque en su conversión no quiso este Señor mudarle la inclinación, sino mejorarla, para que si antes, cuando publicano, se ocupaba en libros de sus tratos e intereses, cuando apóstol mejorase el genio, mudando los libros de su ruina en el libro de Jesucristo. Mucho tiempo ha gastado V. md. en el estudio de filósofos y poetas; ya será razón que se perfeccionen los empleos y que se mejoren los libros.

¿Qué pueblo hubo más erudito que Egipto? En él empezaron las primeras letras del mundo, y se admiraron los jeroglíficos.Por grande ponderación de la sabiduría de José, le llama la Sagrada Escritura consumado en la erudición de los egipcios. Y con todo eso, el Espíritu Santo dice abiertamente que el pueblo de los egipcios es bárbaro: porque toda su sabiduría, cuando más, penetraba los movimientos de las estrellas y cielos, pero no servía para enfrenar los desórdenes de las pasiones; toda su ciencia tenía por empleo perfeccionar al hombre en la vida política, pero no ilustraba para conseguir la eterna. Y ciencia que no alumbra para salvarse, Dios, que todo lo sabe, la califica por necedad.

Así lo sintió Justo Lipsio (pasmo de la erudición), estando vecino a la muerte y a la cuenta, cuando el entendimiento está más ilustrado; que consolándole sus amigos con los muchos libros que había escrito de erudición, dijo señalando a un santocristo: "Ciencia que no es del Crucificado, es necedad y sólo vanidad".

No repruebo por esto la lección de estos autores; pero digo a V. md. lo que aconsejaba Gersón: Préstese V. md., no se venda, ni se deje robar de estos estudios. Esclavas son las letras humanas y suelen aprovechar a las divinas; pero deben reprobarse cuando roban la posesión del entendimiento humano a la Sabiduría Divina, haciéndose señoras las que se destinaron a la servidumbre. Comendables son, cuando el motivo de la curiosidad, que es vicio, se pasa a la estudiosidad, que es virtud.

A San Jerónimo le azotaron los ángeles porque leía en Cicerón, arrastrado y no libre, prefiriendo el deleite de su elocuencia a la solidez de la Sagrada Escritura; pero loablemente se aprovechó este Santo Doctor de sus noticias y de la erudición profana que adquirió en semejantes autores.

No es poco el tiempo que ha empleado V. md. en estas ciencias curiosas; pase ya, como el gran Boecio, a las provechosas, juntando a las sutilezas de la natural, la utilidad de una filosofía moral.

Lástima es que un tan gran entendimiento, de tal manera se abata a las rateras noticias de la tierra, que no desee penetrar lo que pasa en el Cielo; y ya que se humille al suelo, que no baje más abajo, considerando lo que pasa en el Infierno. Y si gustare algunas veces de inteligencias dulces y tiernas, aplique su entendimiento al Monte Calvario, donde viendo finezas del Redentor e ingratitudes del redimido, hallará gran campo para ponderar excesos de un amor infinito y para formar apologías, no sin lágrimas contra una ingratitud que llega a lo sumo. O que útilmente, otras veces, se engolfara ese rico galeón de su ingenio de V. md. en la alta mar de las perfecciones divinas. No dudo que sucedería a V. md. lo que a Apeles, que copiando el retrato de Campaspe, cuantas líneas corría con el pincel por el lienzo, tantas heridas hacía en su corazón la saeta del amor, quedando al mismo tiempo perfeccionado el retrato y herido mortalmente de amor del original el corazón del pintor.

Estoy muy cierta y segura que si V. md., con los discursos vivos de su entendimiento, formase y pintase una idea de las perfecciones divinas (cual se permite entre las tinieblas de la fe), al mismo tiempo se vería ilustrada de luces su alma y abrasada su voluntad y dulcemente herida de amor de su Dios, para que este Señor, que ha llovido tan abundantemente beneficios positivos en lo natural sobre V. md., no se vea obligado a concederla beneficios solamente negativos en lo sobrenatural; que por más que la discreción de V. md. les llame finezas, yo les tengo por castigos: porque sólo es beneficio el que Dios hace al corazón humano previniéndole con su gracia para que le corresponda agradecido, disponiéndose con un beneficio reconocido, para que no represada, la liberalidad divina se los haga mayores.

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Esto desea a V. md. quien, desde que la besó, muchos años ha, la mano, vive enamorada de su alma, sin que se haya entibiado este amor con la distancia ni el tiempo; porque el amor espiritual no padece achaques de mudanza, ni le reconoce el que es puro si no es hacia el crecimiento. Su Majestad oiga mis súplicas y haga a V. md. muy santa, y me la guarde en toda prosperidad.

De este Convento de la Santísima Trinidad, de la Puebla de los ángeles, y noviembre 25 de 1690.B. L. M. de V. md. su afecta servidoraFilotea de la Cruz.

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Opinión

La importancia del texto radica principalmente en la manera de abordar el tema, tan bien fundamentado, de la igualdad entre hombres y mujeres, ya que hace énfasis en que ambos tienen la misma capacidad intelectual solo que no se les dan los mismos derechos a la cultura y el conocimiento: “Mi entendimiento tal cual, no es tan libre como el suyo, pues viene de un solar”

Es una carta escrita con fundamentos, pero sin dejar de lado el aspecto sentimental que plasmo en toda su obra, cualidades que la hicieron excepcional, y escrito de manera tan inteligente que consiguió no ofender a la institución más influyente de su época: la iglesia “Dejen eso para quien lo entienda, que yo no quiero ruido con el Santo Oficio”Inicia con explicaciones sobre las causas que la orillaron a pospones la respuesta a la carta recibida:El primer inconveniente es “no tener los elementos y la capacidad” para responder a alguien que esta muy por encima de ella: “ La Realidad es no saber algo digno de vos”.

El segundo, es no tener suficientes palabras para agradecer la impresión de su Carta Atenagórica, honor que no esperaba y ni siquiera imaginaba.

Entrando ya en el tema central de esta carta Sor Juana narra desde cuando empezó su curiosidad y el amor al conocimiento, que a mi parecer es algo con lo que muchas veces se nace. Cuenta que no había cumplido los 3 años de edad, cuando su madre envío a su hermana mayor con una Amiga (maestra) para que le enseñara a leer, encendiéndose en Sor Juana el deseo un tanto doloroso por el conocimiento. En breve tiempo aprendió a leer, a los 6 o 7 años sabiendo leer, escribir y con las habilidades propias de las mujeres de su época como la costura, escucho que había Universidad y Escuelas en las que se estudiaban las ciencias, entonces propuso a su madre vestirla de hombre para enviarla a la Universidad, lo que obviamente no sucedió, así que empezó a satisfacer su sed de conocimiento leyendo todos los libros de su abuelo, aún cuando era reprendida.

Era tanta su devoción por el estudio, que rechazaba comer queso (golosina de entonces) pensando que la volvería tonta. Se cortaba el cabello con medida de 4 a 6 dedos, para que cuando creciera, si no sabía alguna cosa que se había propuesto aprender, volvérselo a cortar como castigo: “Sucedía así, que el crecía aprisa y yo aprendía despacio, y con efecto le cortaba… Que no me parecía razón que estuviese vestida de cabellos, cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que era más apetecible adorno”.

Habla un poco sobre su vida en el convento y como destinaba sus ratos libres al conocimiento, lo que para ella era un placer. Explica que lo que la llevo a tomar los hábitos fue que ella no estaba hecha para el matrimonio, y deja ver en todo momento su gran fe en Dios.

La carta es bastante explicita con respecto a los problemas, envidias y limitaciones que Sor Juana tuvo que sufrir, pues la sociedad de su época era una sociedad hecha y educada por hombres. Y es aquí donde ella plantea el inconveniente de que no haya mujeres sabias e ilustradas que puedan educar a las hijas, motivo por el que los padres prefieren conservarlas en su ignorancia y continuar con ese modo de vida (también con el fin de no acercarlas a los hombres) donde su rol principal es la cocina, la costura y el servicio hacia ellos.

Sin embargo, aunque reconoce que desde tiempo atrás las mujeres han vivido con las mismas limitaciones cita a mujeres reconocidas en el ámbito cultural “Así en divinas como humanas letras”: Débora dando leyesMinerva, maestra de toda la sabiduría de Atenas Una Pola Argentaria,que ayudo a su marido a escribir la gran batalla farsálica. La hija del divino Tiresias, más docta que su padre Una Cenobia, reina de Los Palmirenos, tan sabia como valerosa

Por último, ya casi para cerrar la carta hace mención (nuevamente) que ella nunca ha escrito cosa alguna por su voluntad, sino por ruegos y preceptos ajenos; pero menciona que si del obispo es voluntad que se retire de las letras, lo hará a la menor expresión de su deseo.Como despedida, se disculpa si el estilo de la carta ofende con la familiaridad escrita y olvidando la distancia de las jerarquías que existe entre los dos.