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MINISTERIO DE INTERCESION – CON LA COALICION

DEL ESPÍRITU SANTO

“EN MI CASA SE HACE: LO QUE YO OBEDEZCO”

ESTUDIO DE LA PALABRA – Mayo 19 de 2019

Corporación Social Sembradores de Cristo, Bogotá - Colombia.

“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que 1 tu Dios te da”. Éxodo 20:12

“Honra a tu padre y a tu madre, como , tu Dios, te ha mandado, para que sean prolongados tus días y para que te vaya bien sobre la tierra que

tu Dios, te da”. Deuteronomio 5:16

Honrar es el acto de dar honor a aquel que representa con decoro su rol, por haber asumido con responsabilidad la función encomendada; es un homenaje a la dignidad de quien ostenta el título o posición conferidos y para el caso del núcleo familiar, los siguientes son los títulos recibidos: esposo o esposa, padre o madre, hijo o hija, hermano o hermana, pues estos representan los roles que le acompañan.

Hogar, dulce hogar… Evoca el refugio de la cercanía de un padre y de una madre, o es el letrero de bienvenida situado en un cuadro o en el felpudo tapete de entrada a la casa, o simplemente es un adorno que acompaña las fiestas de fin de año. Como quiera que sea, es el hogar, el que da testimonio de las relaciones que tienen sus miembros con sus semejantes, porque justo allí se anidan y fortalecen los vínculos de amor que hablan a nuestro Creador y al prójimo.

¿Qué podemos decir acerca de esta posición y función que nos fueron concedidos?

1 Tetragrama YHVH en hebreo

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¿Cómo ha sido mi relación como esposo(a)?

En la posición de esposo y como cabeza del hogar, ¿he amado a mi mujer entregando mi vida por ella2, cuidándola como a vaso frágil3 y sustentándola4?

En la posición de esposa, ¿he respetado a mi marido5, sujetándome en el temor de Dios, siendo prudente y casta6?

¿Cómo ha sido mi relación como padre/madre?

En la posición de padre, ¿he provisto para mi casa y soy el guía de mi familia7? ¿he instruido a mis hijos por el camino de la verdad8? y ¿he criado a mis hijos en disciplina y amonestación de Dios9?

En la posición de madre, ¿he direccionado a mis hijos en función de la instrucción del padre10?

¿Cómo ha sido mi relación como hijo(a)?

En la posición de hijo(a) ¿he atendido la instrucción de mi padre y la dirección de mi madre, dándoles honra con mi obediencia11?

¿Cómo ha sido mi relación como hermano(a)?

En la posición fraternal ¿existe una relación de amistad y afecto con los hijos de mi padre y los hijos de mi madre, al punto de perdonarnos las ofensas12?

Si obedeciéramos las instrucciones que están implícitas en cada pregunta, de seguro daríamos honra y seríamos honrados, por tanto, sugiero antes de seguir adelante, tomarnos un tiempo delante de Dios para responder las preguntas anteriores y meditar en sus respuestas. Y también, preguntarle lo mismo a nuestra familia y meditar en sus respuestas. …

2 Efesios 5:25,28, Colosenses 3:19 3 1 Pedro 3:7 4 Efesios 5:29 5 Efesios 5:21-22,33, Colosenses 3:28 6 Tito 2:5 Castidad: virtud relacionada con el dominio propio en el área sexual 7 Proverbios 1: 8a 8 Proverbios 22:6 9 Efesios 6:4 10 Proverbios 1:8b 11 Proverbios 1:8, Malaquías 1:6, Efesios 6:1, Colosenses 3:20 12 Génesis 33:4, 45:1-5, 50:15-21

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Basados en los conceptos expuestos al comienzo, podríamos estar tentados a juzgar diciendo: ¡no se lo merecen! o justificarnos exponiendo: ¿Acaso alguien me enseñó a hacerlo? ¿Acaso tuve un modelo para lograrlo? si en mi casa la figura paternal no existió o se desdibujó por el abandono, o porque quedé huérfano(a) desde muy pequeño(a) y mi viuda madre se vio obligada a realizar los dos roles y en consecuencia, el rol de ella se confundió; o porque, si bien tuve padre en casa, no se encontraba por estar completamente ocupado en sus asuntos laborales, o como él decía, en “sus cosas”. Otros dirían: en mi caso la figura maternal no existió, porque fui abandonado(a) por ella desde muy pequeño(a) o porque murió dándome a luz y sustituido el rol por una institutriz, crecí; o mi abuela o alguna tía asumió este papel. Unos más expondrían, yo fui huérfano(a) de padre y madre, crecí en un orfanato o en la calle y como pude me levanté. Quizá pocos llegarían a decir que crecieron bajo el abrigo y amor de sus dos padres y en armonía con sus hermanos. Casos por millones de hogares abandonados llenan la historia y causas por cientos arrebatan el amor filial de uno o de ambos padres.

Pero quiero hacer notorio en la definición de honrar, que ella está direccionada a asumir un rol y responder a sus expectativas y responsabilidades, y no en responder al comportamiento de la parte relacionada. Si así fuera, ya se hablaría de un amor condicionado, inclinado de manera cualificada a hacer el bien cuando recibo bien y responder con mal cuando recibo mal.

Y aunque la instrucción ha sido dada a los hijos diciendo: hijos obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo13, ¿qué nos parece si con el rol de esposos y padres, facilitamos esta labor asumiendo con temor nuestra responsabilidad delante de Dios? ¿Qué tal si aprendemos un poco de estos roles conforme a las escrituras14? Si tomamos las acciones necesarias para restaurar los perjuicios que pudimos causar a nuestros hijos hasta hoy y si en adelante mantenemos con integridad la posición y autoridad como esposos y padres, que nos han sido confiadas por Dios. ¡Dios nos ayude en este viaje!

Y si ahora mismo no eres esposo/a, ni tienes hijos; si eres hijo de Dios, como tal, tienes una responsabilidad ante tu Padre celestial y debes obediencia a sus instrucciones, mandamientos y ordenanzas contenidas en su Palabra. Por lo demás es que te lleves unos buenos consejos para cuando llegue la hora.

13 Efesios 6:1 14 Escritura: Palabra de Dios registrada en la Biblia

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¡Obediencia! ¿Acaso no se trata de esto el mandamiento que hoy nos ocupa?... ¡Sí! de obediencia. No nos mintamos. ¿Qué es lo que más aprecian los padres de sus hijos? ¡Sí! que seamos obedientes.

¿De qué nos sirven las instrucciones o los consejos de Dios si no obedecemos a ellos? Tanto el obedecer como el desobedecer trae consigo sus propias consecuencias: Si honras a padre y madre, se prolongarán tus días y te irá bien sobre la tierra. Si desobedeces al mandamiento, ¿qué pasará15?

“Hijo mío” dice nuestro Padre en el libro de Proverbios16 y a continuación recibimos, o una razón prudente, o una instrucción, o un consejo de prudencia. También conocemos de justicia, de juicio y de equidad; elementos necesarios y suficientes para adquirir sabiduría, inteligencia y cordura17, los cuales se traducen en capacidades que nos permiten vivir bien sobre la tierra, todos los días que Dios nos da debajo del sol.

El “hijo sabio”, se diferencia del “hijo necio”, por los resultados que ocasionan en sus padres18. El “hijo sensato” frente al “hijo que avergüenza” da cuenta de su prudencia19 y a los “hijos de los hombres” Dios habla verdad20.

Por todo ello, agradecemos a Dios, nuestro Padre, por su palabra de exhortación21, agradecemos su palabra de reprensión22 y agradecemos aun su azote23, pues ello demuestra su amor para con nosotros. Porque al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere24.

« Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello25 »

15 Génesis 6:3, Salmos 90:9-10 16 Proverbios 1:8,10,15; 2:1; 3:1,11,21; 4:1,20; 5:1,7,20; 6:1,3,20; 7:1; 19:27; 23:15,19,26; 24:13,21; 27:11 17 Proverbios 1:2-4 18 Proverbios 10:1; 13:1; 15:20; 17:25; 19:13,26; 23:24 19 Proverbios 10:5; 28:7 20 Proverbios 7:24; 8; 13:22,24; 14:26; 17:6; 19:18; 29:17 21 Hebreos 12: 5a; 22 Hebreos 12:5b; 23 Hebreos 12:6; Proverbios 3:11; 13:24 24 Proverbios 3:12 25 Proverbios 1:8-9

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Para finalizar esta introducción, permítanme mediante una comparación, resaltar las funciones del padre y de la madre, con la invitación de ver las instrucciones de nuestro Dios y Padre Celestial, y la dirección que nos da la Escritura:

«Hijo mío, no te olvides de mí Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos, porque muchos días y años de vida y de paz te aumentarán26»

« Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán

los años de tu vida27 »

« Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;

guarda la ley y el consejo, y serán vida a tu alma, y gracia a tu

cuello28 »

« Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino29,

porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y

camino de vida las reprensiones que te instruyen30 »

« Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la

enseñanza de tu madre; átalos siempre en tu corazón,

enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando andes; cuando

duermas te guardarán; hablarán contigo cuando despiertes.

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y

camino de vida las reprensiones que te instruyen31 »

Así las cosas, nuestro Padre se encarga de dar la instrucción conforme a su Ley; la Palabra nos da la dirección en función de la instrucción del padre; y el hijo es responsable de obedecerla teniéndola siempre presente en su corazón.

¡Nosotros también lo haremos, porque Su Espíritu está en nosotros!

26 Proverbios 3:1-2 27 Proverbios 4:10 28 Proverbios 3:21-22 29 Salmos 119:105 30 Proverbios 6:23 31 Proverbios 6:20-23

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Entonces, Dios nos guie para recibir las bendiciones de la obediencia, haciendo dos cosas sencillas: recibiendo una mente favorecida que escucha las instrucciones del Padre y permitiendo que el lazo de amor de Dios, que es su Palabra, direccione nuestras vidas. Nuestra parte será obedecer, porque: ¡en mi casa se hace: lo que yo obedezco!

1. Una mente favorecida que escucha las instrucciones del Padre

El siguiente mensaje ha sido atribuido a diferentes autores y pensadores;

escritores se han adjudicado su origen y otros lo han adaptado o adoptado:

Siembra un pensamiento y cosecharás una acción. Siembra una acción y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.

Esta cascada pensamiento-destino, concluye que mi realidad de hoy, es el

resultado de mis pensamientos de ayer y mi realidad de mañana, será el

resultado de mis pensamientos hoy. Y en el pensamiento colectivo declara

que la realidad de una nación hoy, es el resultado de su cosmovisión32 de ayer

y la realidad de una nación mañana, será el resultado de su cosmovisión de

hoy.

En el entorno bíblico se ha relacionado este pensamiento con estos

proverbios:

« Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él33 »

« Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la

abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de

cierto va a la pobreza34 »

Pero, el cuestionamiento de este modelo pensamiento-destino, surge cuando

escuchamos que nuestro camino es un Camino de retorno al Padre35, un

Camino de reconciliación con Dios36, un Camino que ya caminaron otros:

32 Cosmovisión: Manera de ver o interpretar el mundo 33 Proverbios 23:7 34 Proverbios 21:5

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« Así ha dicho : “Deténganse en los caminos y miren.

Pregunten por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y

anden en él; y hallarán descanso para sus almas”37 »

En el pensamiento del pueblo de Dios declaramos: nuestro origen es nuestro

destino y también nuestro objetivo, el retorno al origen es la razón de ser;

todo va al lugar, de dónde todo vino.

Por ello, he de poner tu atención en el origen de los pensamientos (el cual no

está incluido en la cascada pensamiento-destino y si está de manera

implícita, no se declara como inicio de la cascada), y decir que la capacidad

de pensar, propia del ser humano, se desarrolla con la madurez de cada uno,

tratando de entenderse a sí mismo y al mundo que lo rodea; siempre

buscando dar solución a lo que considera “puede hacer mejor” día tras día y

estimulando su comprensión y aprendizaje para orientar sus acciones en

función de “vivir bien”.

Y para no convertir esto en un asunto filosófico, sencillamente diré que el

origen del pensamiento está en las “creencias”; es decir, el conjunto de

pautas que estructuran la visión del mundo que cada uno tenemos. Este

sistema de creencias está influenciado por un sinnúmero de conocimientos

generalmente aceptados como verdades y por su aceptación, ya no

cuestionados, hasta que se somete a un nuevo análisis, por los resultados

que ofrece38.

Entonces, ajustando la cascada diríamos “siembra una creencia y cosecharás

un pensamiento”, para concluir hasta el momento que, si deseo un cambio,

debo intervenir en la creencia, aunque a veces afirmemos que es en el

pensamiento. De hecho, todo lo que estoy escribiendo y pretendo decir, está

sujeto a mi sistema de creencias.

35 Parábola del hijo que prodigó su herencia Lucas 15:11-32 36 2 Corintios 5:19 37 Jeremías 6:16 38 Definición de paradigma

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Así las cosas, sencillamente concluiría que mi presente, es el resultado de mis

creencias.

Por todo ello, debo inclinar mi orientación en ver quién está detrás de la

creencia, porque justo allí, encontraremos el origen de nuestra realidad y

también de nuestro destino.

Jesús dijo a los judíos que habían creído en él39:

«Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis

verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la

verdad os hará libres. Así que, si el Hijo os liberta, seréis

verdaderamente libres. Yo hablo lo que he visto estando

junto al Padre, y vosotros hacéis lo que habéis oído junto a

vuestro padre40 »

Y luego les declara (a los mismos que habían creído en él):

«¿Por qué no entendéis mi lenguaje? ¡porque no podéis

escuchar mi palabra! Vosotros sois de vuestro padre el diablo.

El que es de Dios, las palabras de Dios oye, por esto no las oís

vosotros, porque no sois de Dios41 »

Entonces, Jesús evidencia que hay dos padres: Dios, el Padre que habla

verdad, y el diablo, el padre que haba mentira (cuando habla mentira, de

suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira42).

Como el diablo ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la

verdad -porque no hay verdad en él-, de seguro entenderás que la mente

favorecida es la mente con la capacidad de escuchar las palabras de Dios que

son verdad, la capacidad de guardarlas en su corazón y la capacidad de

39 Juan 8: 31a 40 Juan 8:31b, 36, 38 41 Juan 8:43, 44, 47 42 Juan 8:44

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ponerlas por obra. Y por el contrario, una mente desamparada43, es la mente

que ni siquiera puede escuchar las palabras de Dios.

Como quiera que sea, lo cierto es que en todo tiempo somos obedientes:

obedientes al Padre de verdad u obedientes al padre de mentira.

¿Cómo sabes que tienes o no una mente favorecida?

Creer que Dios en Jesús –el hijo del hombre- habitó en carne entre

nosotros44, porque en Jesús habitó la plenitud de la deidad45, es el principio;

los demonios también creen que Dios uno es y tiemblan46, porque le

conocen47, pues Jesús y el Padre, uno son48; sin embargo, como engañadores,

niegan que Dios habitó en carne sobre la tierra49.

Creerle a Su palabra, obedeciéndola, es permanencia; es seguridad para

saber que somos verdaderamente sus hijos; la evidencia de ello está en que

tenemos amor los unos por los otros50, y el resultado, ser verdaderamente

libres; libres del orgullo, la vanidad, la altivez y los deseos egoístas. No

obedecer las palabras de Jesús es continuar en esclavitud, esclavos del

egocentrismo, de los deseos egoístas, del individualismo, y el resultado,

permanecer en muerte51.

El pensamiento de los hijos de Dios es un pensamiento de colectivo, ocupado

en las necesidades del prójimo, en los intereses comunes, mientras que el

pensamiento de los que nos son hijos de Dios, es un pensamiento

individualista, ocupado en satisfacer sus propios deseos: primero yo, segundo

yo y tercero yo y este es el pensamiento con el cual está cegado el mundo

43 Romanos 1:18-32

44 Juan 1:1-5, 14

45 Colosenses 2:9

46 Santiago 2:19

47 Lucas 8:28

48 Juan 10:30

49 1 Juan 4:3

50 Juan 13:35

51 Juan 8:24

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entero producto de su avaricia, de su codicia, dejándose sobornar y

pervirtiendo el derecho52.

Por eso debes saber que Dios mismo, en Cristo Jesús vino para deshacer las

obras del diablo53, a fin de que no practiques más los deseos egoístas, pues

todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente

de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios; más el

que no hace justicia y no ama a su hermano, no es de Dios54. Y también debes

saber que Dios no mejora nada de la naturaleza caída. En esa vieja simiente y

como hijo de desobediencia55, las palabras de Dios no oye y menos puede

obedecerlas. Por ello, Dios hace todo nuevo: un nuevo nacimiento, un nuevo

espíritu, un nuevo corazón y su Espíritu en el nuevo hombre cual Simiente (la

cual es Cristo56) que permanece en él.

«Nadie echa vino nuevo en odres viejos. De otra manera, el

vino nuevo romperá los odres, el vino se derramará y los

odres se perderán57 y nadie remienda un vestido viejo con un

paño de tela nueva, porque la tela nueva estira la tela vieja, y

la rotura se hace peor58 »

Y hablando de simiente, la siguiente comparación de los descubrimientos del

hombre de cara a la creación de Dios, es aplicable para ilustrar nuestra

comprensión: Así como el ADN59 contiene la información genética con las

características que se transmiten de los padres hacia los hijos en los genes,

así también la “simiente” de Dios se transmite a sus hijos para ser

participantes de su naturaleza Divina. Y así como este conjunto de

información genética denominado “genoma”, proviene de nuestra madre y

de nuestro padre, así también la simiente de Cristo proviene del agua (la

Palabra) y del Espíritu60. Esta misma simiente está depositada en la nueva

52 1 Samuel 8:3; Deuteronomio 16:19 53 1 Juan 3:8; hebreos 2:14 54 1 Juan 3:9-10 55 Efesios 2:2 56 Gálatas 3:16 57 Lucas 5:37 58 Mateo 9:16 59 Ácido desoxirribonucleico 60 Juan 3:5-7

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criatura, pues como guardián y protector61, Dios se encargó de enviar a

nuestro corazón el Espíritu de Su Hijo que clama “Abba, Padre”, y nos adoptó

como hijos suyos62.

Oremos:

Señor Jesús63, Padre Eterno64 y Espíritu de Verdad65, gracias por hacer de mí una nueva criatura, con un nuevo corazón, un nuevo espíritu y tu Santo Espíritu en mí. Gracias por desarrollar los nuevos sentidos de esta naturaleza Divina, que me permiten ahora, ver, oír y entender tu Palabra. Gracias por la gracia de haber sido labrado por tus manos haciendo de mí una buena tierra. Gracias por tu simiente, tú buen Espíritu, para ser la buena semilla que has de sembrar en la tierra. Gracias por permitirme ver todas las cosas nuevas que haces en mí y en tus hijos: mis hermanos. Gracias por permitirme reconocer a Cristo como mi Señor, y entender que mis transgresiones han sido perdonadas y hoy me encuentre en la capacidad de andar en esta nueva vida: salvo del pecado por la obra redentora tuya en la cruz. Gracias por hacerme creer en todo momento a tu Palabra y ponerla por obra. Gracias por adoptarme como un hijo tuyo, un hijo de la fe. ¡Tu hijo! Gracias por reconciliarme contigo y poder entrar nuevamente en tu casa. Tu misericordia me afirma en seguridad para estar lejos de tu ira. Gracias por permitirme aceptar voluntariamente tu gobierno y autoridad, y reconocer los dones que me diste para el servicio de tu Cuerpo –la Iglesia–. Gracias por quitar el velo que no me permitía ver a Cristo. Gracias por hacerme un siervo bueno y fiel al que tú puedas declararle al final del siglo: Siervo bueno y fiel, entra en el reposo de tu Señor. Gracias por concederme que siga el amor y no las riquezas. Gracias por hacerme uno de tus verdaderos discípulos pues el amor de Cristo crece en mí. Gracias por la gracia de amarte a ti con todo mi espíritu, con toda mi alma y con todas mis fuerzas y de amar a mis semejantes, porque así sé que te sirvo a ti y no a las riquezas. Gracias por el poder que me diste para perdonar, así me has hecho libre de los

61 Próstata: del griego prostátes; uno que se pone delante de, un guardián, un protector. 62 Gálatas 4:1-7 63 Hechos 2:36 64 Isaías 9:6 65 Juan 14:17

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verdugos que persiguen mi alma. Gracias por tu Espíritu, quien me guía cuando soy tentado a no perdonar a mi hermano. Gracias por esta gracia de perdonar y ser perdonado.

Entiendo Señor Jesús, la necesidad que tienen de ti los habitantes de la tierra, pues no saben dónde suplir el vacío que les produce ansiedad. Sin tí, esta vida es vacía y el afán de correrla con deseos egoístas, no conduce más que a la muerte. Entiendo que me has dado una mente favorecida para vivir esta vida, una mente dirigida hacia el colectivo, con la gracia de dar y de servir, porque tú Espíritu está en mí. Entiendo que hay una voz en este desierto clamando porque nuestros ojos vuelvan a ti y que requieres obreros para extender tu reino sobre la tierra y recoger tu mies, por ello, heme aquí señor:

Llevaré tu gloria a las naciones.

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2. El lazo de amor que direcciona nuestras vidas, ¡Tu Palabra!

Ya hemos pronunciado en varias oportunidades, que solo en una nueva

naturaleza se puede evidenciar en nosotros el cumplimiento del nuevo pacto.

Cuando tomamos los mandamientos, estatutos y leyes como una instrucción

que debemos y tenemos que cumplir para alcanzar sabiduría, entendimiento,

santidad y poder servir a , nos vemos en la penosa decepción de vernos

imposibilitados para lograrlo, pues nuestra vieja naturaleza da testimonio de

ello, cumpliéndose las palabras pronunciadas por Josué previas a su muerte,

cuando afirmó:

«No podréis servir a , porque él es Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros pecados66»

Entonces, ¿qué tal si tomamos las siguientes palabras contenidas en el Salmo

119 como una evidencia de la nueva creación, creada según Dios, y

verificamos en cada renglón su manifestación en nosotros? Confirmemos el

misterio que había estado oculto desde los siglos y edades: Cristo en

nosotros la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo

hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar

perfecto en Cristo Jesús a todo hombre67.

¿Qué tal si realizamos este recorrido verificando también que cada palabra

escrita en este salmo, se cumplió en Jesús el Cristo y ahora en Cristo Jesús,

nosotros que en otro tiempo estábamos lejos, hemos sido hechos cercanos

por la sangre de Cristo68? ¿Qué tal si de este acróstico69 hecho con el alfabeto

hebreo, evidenciamos otros tantos acrósticos que hablan de lo infinito de

Dios?, pues si tomáramos como ejemplo solamente los primeros versículos

de cada serie de 8 versículos y luego los segundos y así sucesivamente, ya

tendríamos otra bella composición, sin que se alterare en manera alguna la

plenitud de esta alabanza, para la honra del Padre y de Su Palabra.

66 Josué 24:19 67 Colosenses 1:24-29 68 Efesios 2:11-13 69 Poema que, con las letras iniciales, intermedias o finales de sus versos, forma una expresión o una palabra.

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ה׃ 1 הו ת י תור ים ב כ הל רך ה ימי־ד מ י ת ר אש

והו׃ 2 ש ר ד ב י ל־ל כ יו ב י עדת ר רי נצ ש א

כו׃ 3 ל יו ה כ ר ד ה ב ל עלו עו א־פ א ף ל

ד׃ 4 א ר מ מ ש יך ל ד ק ה פ ית ו ה צ ת א

יך׃ 5 ק ר ח מ ש י ל כ ר נו ד כ א חלי י

יך׃ 6 ות צ ל־מ י אל־כ יט הב וש ב א ז לא־אב

ך׃ 7 ק ד י צ ט פ ש י מ ד מ ל ב ב שר לב י ך ב וד א

ד׃ 8 א י עד־מ נ ב ל־תעז ר א יך אש מ ק א ת־ח

1. Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de .

2. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan;

3. Pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. 4. Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos. 5. Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos, 6. Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus

mandamientos. 7. Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere tus justos juicios. 8. Tus estatutos guardaré; no me dejes enteramente.

ך׃ 9 ר ב ד ר כ מ ש ו ל ח ר ער את־א זכה־נ ה י ב מ

יך׃ 10 ות צ מ י מ נ ג ש יך אל־ת ת רש י ד ב ל־ל ב כ

ך׃ 11 א־ל חט א א ען ל מ ך ל ת ר מ י א ת נ פ י צ ב ב ל

יך׃ 12 ק י ח נ ד ה למ הו ה י ב רוך את

יך׃ 13 טי־פ פ ש ל מ י כ ת ר פ י ס ת פ ב ש

ון׃ 14 ל־ה ל כ ע י כ ת ש יך ש ות רך עד ב ד

יך׃ 15 חת ה אר יט אב ה ו יח ש יך א ד ק ב פ

ך׃ 16 ר ב כח ד א אש ע ל תעש ש יך א קת ב ח

9. ¿Con qué limpiará el joven su camino? con guardar tu palabra. 10. Con todo mi corazón te he buscado; no me dejes desviarme de tus

mandamientos. 11. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.

12. Bendito tú, oh ; enséñame tus estatutos. 13. Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. 14. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. 15. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. 16. Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras.

ך׃ 17 ר ב ה ד ר מ אש ה ו י ח ך א ד ל־עב ל ע מ ג

ך׃ 18 ת תור ות מ א ל פ ה נ יט אב גל־עיני ו

יך׃ 19 ות צ י מ נ מ ר מ ת רץ אל־תס א י ב נכ גר א

ת׃ 20 ל־ע כ יך ב ט פ ש ל־מ ה א תאב י ל ש ה נפ ס ר ג

יך׃ 21 ות צ מ ים מ שג ים ה ים ארור ת זד ער ג

17. Haz bien a tu siervo; que viva, y guarde tu palabra. 18. Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. 19. Forastero soy yo en la tierra; no encubras de mí tus mandamientos. 20. Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo. 21. Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus

mandamientos.

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י׃ 22 ת ר יך נ צ י עדת וז כ ה ו ב פ לי חר ע גל מ

יך׃ 23 ק ח יח ב ך י ש ד ב רו ע ב ד י נ ים ב ר בו ש ש גם י

י׃ 24 ת י עצ ש י אנ ע דתיך שעש ם־ע ג

22. Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, porque tus testimonios he guardado.

23. Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; mas tu siervo meditaba en tus estatutos,

24. Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.

ך׃ 25 ר ב ד י כ נ י י ח ש ר נפ פ ה לע ק ב ד

יך׃ 26 ק י ח נ ד י למ נ תענ י ו ת פר י ס כ ר ד

יך׃ 27 אות ל פ נ ה ב יח ש א י ו יננ יך הב קוד רך־פ ד

ך׃ 28 ר ב ד י כ נ מ י ה ק תוג י מ ש פ ה נ פ ל ד

י׃ 29 נ נ ך ח ת תור י ו נ מ ר מ ס קר ה רך־ש ד

י׃ 30 ית ו יך ש ט פ ש י מ ת ר ח ה ב רך־אמונ ד

י׃ 31 נ יש ב ה אל־ת הו יך י ות ד ע י ב ת ק ב ד

י׃ 32 ב יב ל ח י תר וץ כ ר יך א ות צ רך־מ ד

25. Abatida hasta el polvo está mi alma; vivifícame según tu palabra. 26. Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; enséñame tus

estatutos. 27. Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus

maravillas. 28. Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra. 29. Aparta de mí el camino de la mentira, y en tu misericordia concédeme tu

ley. 30. Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.

31. Me he apegado a tus testimonios; Oh , no me avergüences. 32. Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi

corazón.

קב׃ 33 נ ה ע ר אצ יך ו ק רך ח הו ה ד י י נ הור

ב׃ 34 ל־ל כ נ ה ב ר מ אש ך ו ת ור ה ת ר אצ י ו יננ ב ה

י׃ 35 ת צ פ ו ח י־ב יך כ ות צ יב מ ת נ י ב יכנ ר ד ה

צע׃ 36 ל אל־ב א יך ו ות י אל־עד ב הט־ל

י׃ 37 נ ך חי כ ר ד א ב ו אות ש יני מר ר ע העב

ך׃ 38 ת ר א י ר ל ש ך א ת ר מ ך א ד עב ם ל ק ה

ים׃ 39 יך טוב ט פ ש י מ י כ ת ר ר י ג י אש ת פ ר ר ח העב

י׃ 40 נ ך חי ת ק ד צ יך ב ד ק פ י ל ת ב א נה ת ה

33. Enséñame, oh , el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.

34. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón. 35. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi

voluntad. 36. Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. 37. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino. 38. Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. 39. Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios.

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40. He aquí yo he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.

ך׃ 41 ת ר מ א ך כ ת וע ש ה ת הו ך י ד י חס נ יבא ו

ך׃ 42 ר ב ד י ב ת טח י־ב ר כ ב י ד פ ענה חר א ו

י׃ 43 ת ל ח ך י ט פ ש מ י ל ד כ א ת עד־מ בר־אמ י ד פ ל מ אל־תצ ו

ד׃ 44 ע ם ו עול יד ל מ ך ת ת ה תור ר מ אש ו

י׃ 45 ת ש ר יך ד ד ק י פ ה כ ב ח ר ה ב כ הל את ו

וש׃ 46 א אב ל ים ו כ ל עדתיך נגד מ ה ב ר וא דב

י׃ 47 ת ב ה ר א יך אש ות צ מ ע ב עש ת אש ו

יך׃ 48 ק ח ה ב יח ש א י ו ת ב ה ר א ותיך אש צ ל־מ י א א־כפ אש ו

41. Venga a mí tu misericordia, oh ; tu salvación, conforme a tu dicho. 42. Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. 43. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en

tus juicios espero. 44. Guardaré tu ley siempre, para siempre y eternamente. 45. Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. 46. Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré; 47. Y me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado. 48. Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en

tus estatutos.

י׃ 49 נ ת חל ר י ל אש ך ע ד עב ר ל ב כר־ד ז

י׃ 50 נ ת י ך ח ת ר מ י א י כ י נ ע י ב ת מ את נח ז

י׃ 51 ית ט א נ ך ל ת ור ת ד מ א י עד־מ נ יצ ים הל ד ז

ם׃ 52 נח את ה ו הו ם׀ י יך מעול ט פ ש י מ ת ר כ ז

ך׃ 53 ת י תור ב ז ים ע ע ש י מר נ זת ח ה א פ ע זל

י׃ 54 גור ית מ ב יך ב ק י ח יו־ל רות ה מ ז

ך׃ 55 ת ה תור ר מ אש ה ו הו ך י מ ה ש ל י י בל ת ר כ ז

י׃ 56 ת ר יך נ צ ד ק י פ י כ ה־ל ת י את ה ז

49. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. 50. Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. 51. Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.

52. Me acordé, oh , de tus juicios antiguos, y me consolé. 53. Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley. 54. Cánticos fueron para mí tus estatutos en la casa en donde fui extranjero.

55. Me acordé en la noche de tu nombre, oh , y guardé tu ley. 56. Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.

יך׃ 57 ר ב ר ד מ ש י ל ת ר מ ה א הו י י ק חל

ך׃ 58 ת ר מ א י כ נ נ ב ח ל־ל כ ניך ב י פ ית ל ח

יך׃ 59 י אל־עדת ל ג ה ר יב ש א י ו כ ר י ד ת ב ש ח

57. Mi porción es ; he dicho que guardaré tus palabras. 58. Tu presencia supliqué de todo corazón; ten misericordia de mí según tu

palabra. 59. Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus testimonios.

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יך׃ 60 ות צ ר מ מ ש י ל ת ה מ מה ת א ה ל י ו ת ש ח

י׃ 61 ת ח כ א ש ך ל ת ור י ת נ ד ו ים ע ע ש י ר ל חב

ך׃ 62 ק ד י צ ט פ ש ל מ ך ע הודות ל קום ל ה א ל י ות־ל חצ

יך׃ 63 קוד י פ ר שמ ל וך ו רא ר י ל־אש כ י ל נ ר א ב ח

י׃ 64 נ ד יך למ ק רץ ח א ה ה א ל הו ה מ ך י ד חס

60. Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos. 61. Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley. 62. A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios. 63. Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus

mandamientos.

64. De tu misericordia, oh , está llena la tierra; enséñame tus estatutos.

ך׃ 65 ר ב ד ה כ הו ך י ד ם־עב ית ע ש טוב ע

י׃ 66 ת נ יך האמ ות צ מ י ב י כ נ ד עת למ ד עם ו וב ט ט

י׃ 67 ת ר מ ך ש ת ר מ ה א עת ג ו י שג ענה אנ רם א ט

יך׃ 68 ק י ח נ ד יב למ ה ומט טוב־את

יך׃ 69 קוד ר פ ב׀ אצ ל־ל כ י ב נ ים א קר זד י ש ל ו ע ל פ ט

י׃ 70 ת ע עש ך ש ת י תור נ ם א ב לב ל ש כח פ ט

יך׃ 71 ק ד ח מ מ ען אל י ל י־ענית י כ וב־ל ט

סף׃ 72 כ ב ו י ז ה פ אל יך מ ורת־פ י ת וב־ל ט

65. Bien has hecho con tu siervo, Oh , conforme a tu palabra. 66. Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído. 67. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu

palabra. 68. Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. 69. Contra mí forjaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo

corazón tus mandamientos. 70. Se engrosó el corazón de ellos como sebo, mas yo en tu ley me he

regocijado. 71. Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. 72. Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.

יך׃ 73 ות צ ה מ ד מ אל י ו נ ינ ב י ה ונ נ כונ י י ו שונ יך ע י ד

י׃ 74 ת ל ח ך י ר ב ד י ל חו כ מ ש י י ו אונ ר ראיך י י

י׃ 75 נ ית נ ה ע אמונ יך ו ט פ ש דק מ י־צ הו ה כ י י ת ע י ד

ך׃ 76 ד עב ך ל ת ר מ א י כ נ נחמ ך ל ד א חס י־נ ה י

י׃ 77 ע עש ך ש ת ור י־ת יה כ ח א יך ו י רחמ באונ י

יך׃ 78 קוד פ יח ב ש י א נ י א ונ ת ו קר ע י־ש ים כ ד שו ז יב

יך׃ 79 י״ עדת ע יד עו׳ ״ו י ד יך ׳ו רא י י י שובו ל

73. Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

74. Los que te temen me verán, y se alegrarán, porque en tu palabra he esperado.

75. Conozco, oh , que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste.

76. Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.

77. Vengan a mí tus misericordias, para que viva, porque tu ley es mi delicia.

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וש׃ 80 א אב ען ל מ יך ל ק ח ים ב מ י ת ב י־ל ה ;Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado .78 יpero yo meditaré en tus mandamientos.

79. Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios. 80. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.

י׃ 81 ת ל ח ך י ר ב ד י ל ש ך נפ ת שוע ת ה ל ת ל כ

י׃ 82 נ נחמ י ת ת ר מ אמ ך ל ת ר מ א יני ל לו ע כ

י׃ 83 ת ח כ א ש יך ל ק ור ח יט ק אד ב נ י כ ית י י־ה כ

ט׃ 84 פ ש י מ פ רד ה ב י תעש ת ך מ ד י־עב מ ה י כמ

ך׃ 85 ת תור א כ ר ל ש ות א יח ים ש י זד רו־ל כ

י׃ 86 נ ר ז י ע פונ ד קר ר ה ש יך אמונ ות צ ל־מ כ

יך׃ 87 וד ק י פ ת זב י לא־ע אנ רץ ו א י ב לונ מ עט כ כ

יך׃ 88 ות פ ה עד ר מ אש י ו ך חינ ד חס כ

81. Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra. 82. Desfallecieron mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83. Porque estoy como el odre al humo; pero no he olvidado tus estatutos. 84. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que

me persiguen? 85. Los soberbios me han cavado hoyos; mas no proceden según tu ley. 86. Todos tus mandamientos son verdad; sin causa me persiguen; ayúdame. 87. Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos. 88. Vivifícame conforme a tu misericordia, y guardaré los testimonios de tu

boca.

ם׃ 89 י מ ב בש צ ך נ ר ב ה ד הו ם י עול ל

ד׃ 90 תעמ רץ ו ת א ך כוננ ונ ת דר אמ ר ו ד ל

יך׃ 91 ד ל עב י הכ ום כ דו הי מ טיך ע פ ש מ ל

י׃ 92 י נ ע י ב ת ד ב ז א י א ע ך שעש ת י תור לול

י׃ 93 נ ית י ם ח י ב יך כ קוד כח פ ם לא־אש עול ל

י׃ 94 ת ש ר יך ד קוד י פ י כ נ יע י הוש נ ך־א ל

ן׃ 95 בונ יך את דת י ע נ ד אב ים ל ע ש וו ר י ק ל

ד׃ 96 א ך מ ת ו צ ה מ ב ח ץ ר י ק ית א ה ר ל כ ל ת כ ל

89. Para siempre, oh , permanece tu palabra en los cielos. 90. De generación en generación es tu fidelidad; tú afirmaste la tierra, y

subsiste. 91. Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te

sirven. 92. Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido. 93. Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has

vivificado. 94. Tuyo soy yo, sálvame, porque he buscado tus mandamientos. 95. Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus

testimonios. 96. A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.

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י׃ 97 ת יח יא ש ום ה י ל־ה ך כ ת י תור ת ב ה ה־א מ

י׃ 98 יא־ל ם ה עול י ל ך כ ות צ י מ נ מ חכ בי ת י א מ

י׃ 99 ה ל יח יך ש ות ד י ע י כ ת ל כ ש י ה ד למ ל־מ כ מ

י׃ 100 ת ר יך נ צ קוד י פ ן כ בונ ים את קנ ז מ

ך׃ 101 ר ב ר ד מ ען אש מ י ל ל י רג את ל ע כ רח ר ל־א כ מ

י׃ 102 נ ה הורת ת י־א י כ ת ר יך לא־ס ט פ ש מ מ

י׃ 103 פ ש ל ב ד ך מ ת ר מ י א כ ח צו ל ל מ מה־נ

קר׃ 104 רח ש ל־א י׀ כ נאת ן ש ן על־כ בונ יך את קוד פ מ

97. ! ¡Oh!, ¡cuánto amo yo tu ley! todo el día es ella mi meditación. 98. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,

porque siempre están conmigo. 99. Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios

son mi meditación. 100. Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos; 101. De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra. 102. No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste. 103. !!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! más que la miel a mi boca. 104. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido

todo camino de mentira.

י׃ 105 ת יב ת נ ור ל א ך ו ר ב י ד ל רג נר־ל

ך׃ 106 ק ד י צ ט פ ש ר מ מ ש ה ל אקימ י ו ת ע ב ש נ

ך׃ 107 ר ב ד י כ ה חינ הו ד י א י עד־מ נענית

י׃ 108 נ ד יך למ ט פ ש מ ה ו הו א י צה־נ י ר בות פ ד נ

י׃ 109 ת ח כ א ש ך ל ת ור ת יד ו מ י ת כפ י ב ש נפ

י׃ 110 ית ע א ת יך ל קוד פ מ י ו ח ל ים פ ע ש ו ר נ נ ת

ה׃ 111 מ י ה ב שון ל י־ש ם כ עול יך ל ות י עד ת ל ח נ

קב׃ 112 ם ע עול יך ל ק ות ח י לעש ב י ל ית ט נ

105. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. 106. Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios.

107. Afligido estoy en gran manera; vivifícame, oh , conforme a tu palabra.

108. Te ruego, oh , que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, y me enseñes tus juicios.

109. Mi vida está de continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley. 110. Me pusieron lazo los impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos. 111. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo

de mi corazón. 112. Mi corazón incliné a cumplir tus estatuto, de continuo, hasta el fin.

י׃ 113 ת ב ה ך א ת תור י ו נאת ים ש סעפ

י׃ 114 ת ל ח ך י ר ב ד ה ל ת י א נ ג י ומ ר ת ס

113. Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley. 114. Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.

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י׃ 115 ת אלה ו צ ה מ ר אצ ים ו רע י מ נ מ ורו־מ ס

י׃ 116 ר ב ש י מ נ יש ב אל־ת יה ו ח א ך ו ת ר מ א י כ נ כ מ ס

יד׃ 117 מ יך ת ק ח ה ב ע אש ה ו ע ש ו א י ו נ ד ע ס

ם׃ 118 ית מ קר תר י־ש יך כ ק ים מח ל־שוג ית כ ל ס

יך׃ 119 י עדת ת ב ה ן א כ רץ ל עי־א ש ל־ר ת כ ב ש ים ה ג ס

י׃ 120 את יך י ר ט פ ש מ מ י ו ר ש ך ב ד ר מ פח מ ס

115. Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no quede yo avergonzado de mi esperanza.

117. Sostenme, y seré salvo, y me regocijaré siempre en tus estatutos. 118. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es

falsedad. 119. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto,

yo he amado tus testimonios. 120. Mi carne se ha estremecido por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.

י׃ 121 ק ש ע י ל נ יח נ דק בל־ת צ ט ו פ ש י מ ית ש ע

ים׃ 122 י זד נ ק ל־יעש וב א ט ך ל ד ב עב ער

ך׃ 123 ק ד ת צ ר מ א ך ול ת ישוע לו ל יני כ ע

י׃ 124 נ ד יך למ ק ח ך ו ד חס ך כ ד ם־עב ה ע עש

יך׃ 125 ה עדת ע אד י ו יננ י הב נ ך־א ד עב

ת ך׃ 126 רו תור פ ה ה ת לעשות ליהו ע

ז׃ 127 פ ב ומ ז ה יך מ ות צ י מ ת ב ה על־כן א

י׃ 128 את נ קר ש רח ש ל־א י כ ת ר ש ל י קודי כ ל־פ ן׀ כ על־כ

121. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores. 122. Afianza a tu siervo para bien; no permitas que los soberbios me opriman. 123. Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por la palabra de tu justicia. 124. Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. 125. Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios.

126. Tiempo es de actuar, oh , porque han invalidado tu ley. 127. Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy

puro. 128. Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y

aborrecí todo camino de mentira.

י׃ 129 ש תם נפ ר צ ן נ יך על־כ ות ות עד א ל פ

ים׃ 130 י ת ין פ יר מב יך י א ר ב תח ד פ

י׃ 131 ת ב יך י א ות צ מ י ל ה כ פ א אש י ו ת ער י־פ פ

ך׃ 132 מ י ש אהב ט ל פ ש מ י כ ננ ח י ו נה־אל פ

ון׃ 133 ל־א י כ לט־ב אל־תש ך ו ת ר מ א ן ב כ מי ה ע פ

129. Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma. 130. La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. 131. Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus mandamientos. 132. Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu

nombre. 133. Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

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יך׃ 134 קוד ה פ ר מ אש ם ו ד שק א י מע דנ פ

יך׃ 135 ק י את־ח נ ד למ ך ו ד עב ר ב א ניך ה פ

ך׃ 136 ת ו תור ר מ ל לא־ש י ע דו עינ ם י ר י גי־מ פל

134. Líbrame de la violencia de los hombres, y guardaré tus mandamientos. 135. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos. 136. Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.

יך׃ 137 ט פ ש ר מ י ש ה ו הו ה י יק את צד

ד׃ 138 א ה מ אמונ יך ו דק עדת ית צ ו צ

י׃ 139 ר יך צ ר ב חו ד כ י־ש י כ ת א נ י ק נ ת ת מ צ

ה׃ 140 ך אהב ד עב ד ו א ך מ ת ר מ ה א רופ צ

י׃ 141 ת ח כ א ש יך ל ד ק זה פ ב נ י ו נכ יר א ע צ

ת׃ 142 ך אמ ת תור ם ו עול דק ל ך צ ת ק ד צ

י׃ 143 ע יך שעש ות צ י מ ונ א צ וק מ צ צר־ומ

יה׃ 144 אח י ו יננ ם הב עול יך ל ות דק עד צ

137. Justo eres tú, oh , y rectos tus juicios. 138. Tus testimonios, que has recomendado, son rectos y muy fieles. 139. Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus

palabras. 140. Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo. 141. Pequeño soy yo, y desechado, mas no me he olvidado de tus

mandamientos. 142. Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la verdad. 143. Aflicción y angustia se han apoderado de mí, mas tus mandamientos

fueron mi delicia. 144. Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.

ה׃ 145 ר יך אצ ק ה ח הו י י ב עננ ל־ל כ י ב את ר ק

יך׃ 146 ה עדת ר מ אש י ו נ יע יך הוש את ר ק

י׃ 147 ת ל ח ״ י ך ר ב ד ריך׳ ״ל ב ד ה ׳ל אשוע נשף ו י ב ת מ ד ק

ך׃ 148 ת ר מ א יח ב ש ות ל ר מ יני אש מו ע ד ק

י׃ 149 נ ך חי ט פ ש מ ה כ הו ך י ד חס ה כ ע מ י ש קול

קו׃ 150 ח ך ר ת תור ה מ מ י ז פ בו רד ר ק

ת׃ 151 יך אמ ות צ ל־מ כ ה ו הו ה י רוב את ק

ם׃ 152 ת סד ם י עול י ל יך כ י מעדת ת דע דם י ק

145. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, , y guardaré tus estatutos.

146. A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios. 147. Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra. 148. Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus

mandatos.

149. Oye mi voz conforme a tu misericordia; Oh , vivifícame conforme a tu juicio.

150. Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley.

151. Cercano estás tú, oh , y todos tus mandamientos son verdad. 152. Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, que para siempre los

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has establecido.

י׃ 153 ת ח כ א ש ך ל ת ור י־ת י כ נ צ חל י ו י נ ה־ע א ר

י׃ 154 נ ך חי ת ר מ א י ל נ ל א י וג יב ה ר יב ר

שו׃ 155 ר א ד קיך ל י־ח ה כ שוע ים י ע ש חוק מר ר

י׃ 156 נ יך חי ט פ ש מ ה כ הו ים׀ י יך רב רחמ

י׃ 157 ית ט א נ יך ל ות עד י מ ר צ י ו פ ים רד ב ר

רו׃ 158 מ א ש ך ל ת ר מ ר א ה אש ט קוט את ים ו ד ג י ב ית א ר

י׃ 159 נ ך חי ד חס ה כ הו י י ת ב ה יך א קוד י־פ אה כ ר

ך׃ 160 ק ד פט צ ש ל־מ ם כ עול ל ת ו ך אמ ר ב ראש־ד

153. Mira mi aflicción, y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado. 154. Defiende mi causa, y redímeme; vivifícame con tu palabra. 155. Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.

156. Muchas son tus misericordias, oh ; vivifícame conforme a tus juicios.

157. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, mas de tus testimonios no me he apartado.

158. Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, porque no guardaban tus palabras.

159. Mira, oh , que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.

160. La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.

י׃ 161 ב ד ל ח ״ פ ך ר ב ד מ ריך׳ ״ו ב ד ם ׳ומ נ י ח פונ ד ים ר ר ש

ב׃ 162 ל ר ל א ש מוצ ך כ ת ר מ י על־א נכ ש א ש

י׃ 163 ת ב ה ך א ת ה תור ב י ואתע נאת קר ש ש

ך׃ 164 ק ד י צ ט פ ש ל מ יך ע ת לל יום ה בע ב ש

ול׃ 165 ש כ מו מ ין־ל א ך ו ת י תור אהב ב ל לום ר ש

י׃ 166 ית ש יך ע ות צ מ ה ו הו ך י ת ישוע י ל ת ר ב ש

ד׃ 167 א ם מ אהב יך ו י עדת ש פ ה נ ר מ ש

ך׃ 168 ד י נג כ ר ל־ד י כ יך כ עדת קודיך ו י פ ת ר מ ש

161. Príncipes me han perseguido sin causa, pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162. Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos. 163. La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo. 164. Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios. 165. Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

166. Tu salvación he esperado, oh , y tus mandamientos he puesto por obra.

167. Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera. 168. He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis

caminos están delante de ti.

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י׃ 169 נ ינ ך הב ר ב ד ה כ הו ניך י פ י ל נ ת ב ר ר ק ת

י׃ 170 נ יל ך הצ ת ר מ א ניך כ פ י ל נ ת ח בוא ת ת

יך׃ 171 ק י ח נ ד למ י ת ה כ ל ה י ת ת פ נ ה ש ע תב

דק׃ 172 יך צ ות צ ל־מ י כ ך כ ת ר מ י א שונ ען ל ת

י׃ 173 ת ר ח יך ב קוד י פ י כ נ ר ז ע ך ל י־י ד ה ת

י׃ 174 ע ך שעש ת ור ת ה ו הו ך י ת ישוע י ל ת ב א ת

י׃ 175 נ ר ך יעז ט פ ש מ ך ו ל ל ה ת י ו ש פ י־נ ח ת

י׃ 176 ת ח כ א ש יך ל ות צ י מ ך כ ד ש עב בד בק ה א ש י כ ית ת ע

169. Llegue mi clamor delante de ti, oh ; dame entendimiento conforme a tu palabra.

170. Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho. 171. Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos. 172. Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son

justicia. 173. Esté tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he

escogido.

174. He deseado tu salvación, oh , y tu ley es mi delicia. 175. Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden. 176. Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no

me he olvidado de tus mandamientos.

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