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Cartas al Director Milia en placa, nunca ma ´is Milia en plaque, never again Sr. Director: Bajo el tı ´tulo )Millium, nunca ma ´is*, el Prof. Sa ´nchez Yus, en una carta publicada en esta revista en el an ˜ o 2003 1 , insistı ´a en llamar la atencio ´n sobre lo erro ´ neo de la utilizacio ´n del te ´ rmino millium, y proponı ´a en su lugar quiste miliar, lo que efectivamente nos parece correcto. Recientemente se ha publicado en la seccio ´n )Casos para el diagno ´ stico* un nuevo caso de la entidad denominada como milia en placa 2 . Como coautor de 2 trabajos sobre esta entidad 3,4 , siempre he albergado dudas en cuanto a lo apropiado que pueda resultar esta denominacio ´ n acun ˜ ada por Hubler et al 5 en 1978. En el primero de los artı ´culos 3 al que hago referencia no se planteaba ninguna disquisicio ´n ling ¨ uı´stica y se utilizo ´ el te ´ rmino milia en plaque de amplia aceptacio ´ n en la literatura me ´dica anglosajona, mientras que en el segundo, publicado en esta misma revista 4 , se utilizo ´ el te ´ rmino milium equivocadamente traducido como milio como equivalente de quistes miliares. La reiteracio ´n en el uso de una desacertada sinonimia me motivo ´ a investigar sobre lo adecuado de estos te ´ rminos. Como conclusio ´n de estas indagaciones se considera probable que la confusio ´n proceda de una equivocada traduccio ´ n del latı ´n. El nombre latino milia (millia) -ium se utiliza para el plural de mille (miles, millares; mille passuum equivaldrı´a a milla), mientras que el te ´rmino milium, -ii es el nombre que designa al cereal mijo. El Diccionario de la Real Academia Espan ˜ ola acepta la palabra miliar, derivada del latı ´n milium y de amplia utilizacio ´n en Dermatologı´a, para lo que tiene el taman ˜o y la forma de los granos de mijo; el te ´rmino aceptable para designar microquistes es, por tanto, el de quistes miliares. Sin embargo, el te ´ rmino milium (no millium, milio o milia) sı ´ se ha utilizado con frecuencia en nuestra literatura me ´ dica como sino ´ nimo de los quistes miliares y ası ´ podemos encontrarlo en los libros de Peyrı ´ y Castells 6 y Gay Prieto 7 por citar 2 textos ma ´ s cla ´ sicos, aunque debe mencionarse que posteriormente en su texto el Prof. Go ´ mez Orbaneja 8 utilizo ´ de forma equivocada millium. Como conclusio ´n, y a nuestro entender, podrı ´an utilizarse tanto el te ´ rmino quiste miliar como su nombre latino milium, pero no el vocablo milia. Es llamativo que la denominacio ´n milia prevalezca en la literatura me ´ dica en ingle ´s, de mayor difusio ´ n, mientras que en la literatura me ´ dica francesa se utilice la palabra milium 9,10 . Otro aspecto para )redondear* la discusio ´ n de la denomi- nacio ´ n en castellano de la entidad que nos ocupa radica en la utilizacio ´n del te ´rmino en placa o en placas. Aunque como lesio ´ n cuta ´nea el te ´ rmino placa se ha ido imponiendo en nuestra terminologı ´a dermatolo ´gica, no tiene aquı´ lugar, dado que por muy densamente agrupadas que este ´ n las lesiones microquı´sticas no alcanzan a conformar una aute ´ ntica placa. Proponemos, por tanto, como ma ´ s correcta la designacio ´ n de milium o quistes miliares agrupados (alguien podrı ´a proponer como alternativa otro vocablo extravagante: agminados). Para finalizar, y remedando al Prof. Sa ´nchez Yus, por favor, querido director, )milia en placa(s) nunca ma ´is*. BIBLIOGRAFI ´ A 1. Sa ´nchez Yus E. Millium, nunca ma ´ is. Piel. 2003;18:460. 2. Martı´nez-Mora ´ n C, Moterno A, Huerta Brogueras M. Placas preauriculares asintoma ´ ticas. Piel. 2009;24:387–9. 3. Losada-Campa A, De la Torre-Fraga C, Cruces-Prado M. Milia en plaque. Br J Dermatol. 1996;134:970–2. 4. Mayo Pampin E, De la Torre Fraga C. Placas agrupadas retroauriculares. Piel. 2005;20:143–4. 5. Hubler Jr WR, Rudolph AH, Kelleher RM. Milia en plaque. Cutis. 1978;22:67–70. 6. Peyrı´ J, Castells A. Dermatologı´a, 2 ed. Barcelona: Editorial Miguel Servet; 1943 p. 369. 7. Gay Prieto J. Dermatologı´a, 4 ed. Barcelona: Editorial Cientı´fico Me ´dica; 1957 p. 706. 8. Go ´mez Orbaneja J. Dermatologı´a. Madrid: Aguilar SA; 1972 p. 488. ARTICLE IN PRESS www.elsevier.es/piel PIEL FORMACION CONTINUADA EN DERMATOLOGIA Piel (Barc., Ed. impr.) 2010; 25(5) :281–289

Milia en placa, nunca máis

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Page 1: Milia en placa, nunca máis

Cartas al Director

Milia en placa, nunca mais

Milia en plaque, never again

Sr. Director:

Bajo el tıtulo )Millium, nunca mais*, el Prof. Sanchez Yus, en

una carta publicada en esta revista en el ano 20031, insistıa en

llamar la atencion sobre lo erroneo de la utilizacion del

termino millium, y proponıa en su lugar quiste miliar, lo que

efectivamente nos parece correcto.

Recientemente se ha publicado en la seccion )Casos para el

diagnostico* un nuevo caso de la entidad denominada como

milia en placa2. Como coautor de 2 trabajos sobre esta

entidad3,4, siempre he albergado dudas en cuanto a lo

apropiado que pueda resultar esta denominacion acunada

por Hubler et al5 en 1978. En el primero de los artıculos3 al que

hago referencia no se planteaba ninguna disquisicion

linguıstica y se utilizo el termino milia en plaque de amplia

aceptacion en la literatura medica anglosajona, mientras que

en el segundo, publicado en esta misma revista4, se utilizo el

termino milium equivocadamente traducido como milio

como equivalente de quistes miliares. La reiteracion en el

uso de una desacertada sinonimia me motivo a investigar

sobre lo adecuado de estos terminos. Como conclusion de

estas indagaciones se considera probable que la confusion

proceda de una equivocada traduccion del latın. El nombre

latino milia (millia) -ium se utiliza para el plural de mille

(miles, millares; mille passuum equivaldrıa a milla), mientras

que el termino milium, -ii es el nombre que designa al cereal

mijo. El Diccionario de la Real Academia Espanola acepta la

palabra miliar, derivada del latın milium y de amplia

utilizacion en Dermatologıa, para lo que tiene el tamano y

la forma de los granos de mijo; el termino aceptable para

designar microquistes es, por tanto, el de quistes miliares. Sin

embargo, el termino milium (no millium, milio o milia) sı se

ha utilizado con frecuencia en nuestra literatura medica

como sinonimo de los quistes miliares y ası podemos

encontrarlo en los libros de Peyrı y Castells6 y Gay Prieto7

por citar 2 textos mas clasicos, aunque debe mencionarse que

posteriormente en su texto el Prof. Gomez Orbaneja8 utilizo

de forma equivocada millium.

Como conclusion, y a nuestro entender, podrıan utilizarse

tanto el termino quiste miliar como su nombre latino milium,

pero no el vocablo milia. Es llamativo que la denominacion

milia prevalezca en la literatura medica en ingles, de mayor

difusion, mientras que en la literatura medica francesa se

utilice la palabra milium9,10.

Otro aspecto para )redondear* la discusion de la denomi-

nacion en castellano de la entidad que nos ocupa radica en la

utilizacion del termino en placa o en placas. Aunque como

lesion cutanea el termino placa se ha ido imponiendo en

nuestra terminologıa dermatologica, no tiene aquı lugar, dado

que por muy densamente agrupadas que esten las lesiones

microquısticas no alcanzan a conformar una autentica placa.

Proponemos, por tanto, como mas correcta la designacion de

milium o quistes miliares agrupados (alguien podrıa proponer

como alternativa otro vocablo extravagante: agminados). Para

finalizar, y remedando al Prof. Sanchez Yus, por favor, querido

director, )milia en placa(s) nunca mais*.

B I B L I O G R A F I A

1. Sanchez Yus E. Millium, nunca mais. Piel. 2003;18:460.2. Martınez-Moran C, Moterno A, Huerta Brogueras M. Placas

preauriculares asintomaticas. Piel. 2009;24:387–9.3. Losada-Campa A, De la Torre-Fraga C, Cruces-Prado M. Milia

en plaque. Br J Dermatol. 1996;134:970–2.4. Mayo Pampin E, De la Torre Fraga C. Placas agrupadas

retroauriculares. Piel. 2005;20:143–4.5. Hubler Jr WR, Rudolph AH, Kelleher RM. Milia en plaque.

Cutis. 1978;22:67–70.6. Peyrı J, Castells A. Dermatologıa, 2 ed. Barcelona: Editorial

Miguel Servet; 1943 p. 369.7. Gay Prieto J. Dermatologıa, 4 ed. Barcelona: Editorial Cientıfico

Medica; 1957 p. 706.8. Gomez Orbaneja J. Dermatologıa. Madrid: Aguilar SA; 1972 p.

488.

ARTICLE IN PRESS

www.elsevier.es/piel

PIELFORMACION CONTINUADA EN DERMATOLOGIA

P i e l ( B a r c . , E d . i m p r. ) 2 0 1 0 ; 2 5 ( 5 ) : 2 8 1 – 2 8 9

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9. Garcıa Sanchez MS, Gomez Centeno P, Roson E, Sanchez-Aguilar D, Fernandez-Redondo V, Toribio J. Milia en plaque in abilateral submandibular distribution. Clin Exp Dermatol.1998;23:227–9.

10. Le Guyadec T, Bosonnet S, Saint-Blancard P, Maccari F, LeVagueresse R, Lanternier G. Milium en plaque �a localisationsmultiples succesives. Ann Dermatol Venereol. 2000;127:208–9.

Carlos De La Torre

Servicio de Dermatologıa, Complejo Hospitalario de Pontevedra,

Pontevedra, Espana

Correo electronico: [email protected] On-line el 4 de marzo de 2010

doi:10.1016/j.piel.2009.11.015

Erupcion del banista marino

Sea bather’s rash

Sr. Editor

Un varon de 50 anos consulto por episodios recurrentes de

lesiones muy pruriginosas en los gluteos, los muslos y el

abdomen tras bano en agua de mar. Estas lesiones se

resolvıan habitualmente en pocas horas, pero en esta ocasion

las lesiones habıan persistido ya mas de 72 h y habıan

aparecido tras bucear en aguas caribenas.

En la exploracion se observaban pequenas papulas urtica-

riformes agrupadas en la region lateral de los muslos (fig. 1)

que confluıan dando lugar a grandes placas

eritematoviolaceas y edematosas, de contornos geograficos,

localizadas en la region posterior de los muslos (fig. 2). Las

lesiones desaparecıan completamente a la vitreopresion y

coincidıan con las zonas de mayor presion del traje de buzo.

En esta ocasion, no se apreciaban lesiones en los gluteos ni en

el abdomen.

Con estos datos se llego al diagnostico de erupcion del

banista marino.

Se pauto prednicarbato crema y se administro levocetiri-

cina; las lesiones se resolvieron en 48 h.

La erupcion del banista marino (seabather0s eruption) es una

dermatitis intensamente pruriginosa que ocurre tras la

exposicion a agua de mar y afecta a areas de la piel cubiertas

por el traje de bano. La primera descripcion de esta

enfermedad se produjo en 1903, en Florida, por parte de un

ARTICLE IN PRESS

Figura 1 – Placas y papulas urticariformes en los muslos, con

tendencia a la coalescencia (vision lateral).

Figura 2 – Placas y papulas urticariformes localizadas en las

areas donde el traje de bano ejercıa mayor presion (vision

posterior).

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