Upload
marcela-isabel-cayuela
View
228
Download
0
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Compendio de micro relatos género suspense y misterio resultado de un Certamen literario dentro del grupo AMANTES DE LAS LETRAS / SOLO PARA LOCOS. 24 Micros con hasta 200 palabras con una diversidad de estilos que os sorprenderán. De varios autores de excelente categoría. Un libro que no debe faltar en tu colección de cabecera para noches de tormenta y soledad......
Citation preview
2
MICRO RELATOS PARA INQUIETAR TÚ NOCHE
Resultado de un Certamen de Micro Relatos de Suspense y
Misterio dentro del grupo literario AMANTES DE LAS LETRAS /
SOLO PARA LOCOS
Convocatoria del mismo grupo encabezada por Dayana Rosas y
Marcela Isabel Cayuela
Edición: https://www.facebook.com/groups/938779992839995/
Año 2015
Idea Original: Dayana Rosas y Marcela Isabel Cayuela
Edición y Correcciones: Marcela Isabel Cayuela y Dayana Rosas
4
MICRO RELATOS
PARA INQUIETAR
TU NOCHE
AUTORES VARIOS
https://www.facebook.com/groups/938779992839995/
5
© Ediciones AMANTES 2015
1° Edición
Nro. de Registro: 1512216070030
Editor: Marcela Isabel Cayuela
Imágenes: Web
Edición de Portada: Marcela Isabel Cayuela
Edición literaria: Dayana Rosas
6
Dedicado a
A los seres que más
amamos, familia, hijos
amigos y muy
especialmente a
nuestros compañeros
de grupo literario
AMANTES DE LAS
LETRAS/SOLO PARA
LOCOS
7
PROLOGO
El misterio y el suspenso han sido desde siempre motivo de desvelos
y metas literarias. Tanto para el lector como fundamentalmente para
los autores, entre quienes se conlleva implícita, la responsabilidad
del logro plasmado en letras.
Sin la inspiración y la técnica, el esfuerzo y el esmero, sería
prácticamente imposible que el lector disfrute de una historia.
En nuestro grupo literario, hemos convocado un certamen de micro
relatos, con ésta temática de gran convocatoria entre el público
lector. Los textos a continuación son el resultado final del mismo,
expuestos en orden de votaciones, desde el ganador hasta los
subsiguientes escritos más votados.
A través de estas letras, viajaremos por diferentes planos o universos
alternos. 24 historias en menos de 200 palabras que destilan
imaginación, suspenso, misterio y finales sorprendentes, expuestos
por nuestros mejores escritores seleccionados por más de 1500
compañeros, entre colegas y lectores, aficionados y profesionales.
Esperamos que nuestro esfuerzo encuentre en vosotros la reacción
tan ansiada, el efecto de inquietar sus mentes. Con solo eso, nos
damos por satisfechos.
MARCELA ISABEL CAYUELA – DAYANA ROSAS
8
AUTORES
DANIEL CASTILLO (Primer Lugar)
DIONISIO LOPEZ RAMOS (Segundo Lugar)
MARCELA ISABEL CAYUELA (Tercer Lugar)
LUCHO SANCHEZ
PEDRO RAMIREZ
JOSE LUIS MACHADO
MARITZA ALVAREZ
DAYANA ROSAS
HANNA POE
EDUARDO CORRALES
SHERMAN PEQUE
NORMA BEATRIZ VILLAFAÑE
EDUARDO MANSILLA (Mención Especial)
9
CRUCIGRAMA
DANIEL CASTILLO
(Primer Lugar)
No podía encontrar la palabra. El fuego ardía en la chimenea y
las figuras sobre la pared eran un juego de luces y sombras.
Era de noche y estaba solo en la casa. Para distraerse, se había
puesto a resolver ese bendito crucigrama. La faltaba muy poco
"palabra de nueve letras sinónimo de crimen". Comenzaba con
A y terminaba en O, era todo lo que sabía.
En ese momento le pareció escuchar unos tenues pasos en la
escalera. Absurdo. La puerta estaba bien cerrada, se había
asegurado. Solo su esposa tenía las llaves, pero se había
marchado de viaje y no volvería sino hasta la semana siguiente.
Así que siguió enfrascado en la lectura. De repente, una sombra
se deslizó sigilosamente detrás de él y le golpeó en la cabeza
con el atizador de hierro. La sangre comenzó a gotear
copiosamente sobre las blancas baldosas del piso.
Una mano femenina tomó entonces delicadamente el lápiz de
sus manos y completó la palabra que faltaba. Qué tonto era,
estaba muy fácil.
(ANONYMUS)
10
SE APAGA LA LUZ
DIONISIO LOPEZ RAMOS
A veces, la vida teje alrededor de las ilusiones.
Fantasmas sin nombre que atrapan. Espejismos con
huecos absorbentes tragando en tu interior, te comen
el alma y se adueñan de tus sueños. Después, vomitan
lo mejor de ti; demasiado tarde... se apaga la luz.
11
LA CENA
MARCELA ISABEL CAYUELA
Fue una velada encantadora, y las visitas habían resultado
exquisitas.
Satisfecha de sí misma, limpió delicadamente la comisura de
sus labios, secó los extremos de sus esbeltos y pálidos dedos
y, dejando caer displicentemente la servilleta sobre el plato, en
silencio, se levantó de la mesa.
Antes de salir del gran salón echó una mirada al magnífico
escenario que brindaba la engalanada mesa con los restos del
espléndido banquete y sonrió complacida.
Descendiendo por largas escaleras, llegó a su habitación.
Se desvistió en completa oscuridad. Desnuda y añorando el
descanso, se introdujo en su lecho.
Una última preocupación le impidió conciliar el sueño: ¿Qué
serviría en la próxima cena? Las provisiones se habían acabado.
Pensó con la mirada fija en la oscuridad hasta que se dijo,
confiada, que ciertamente antes del ocaso llegarían nuevas
visitas y el problema quedaría resuelto.
Ya tranquila, alargó su brazo y bajó la tapa de su ataúd.
12
CORTINA DE HUMO
DIONISIO LOPEZ RAMOS
Esta mañana he intentado acabar con mi egoísmo; pero
él, me exige dialogar dentro del silencio un pacto entre
caballeros que no acepto. Yo pretendo redimirme de
ciertos comportamientos, él pretende ocultarse detrás
de una cortina de humo para volver a aflorar de nuevo.
13
CELOS
LUCHO SANCHEZ
-¡Doctor!, espero que esta cirugía clandestina que está a punto de realizar
sea todo un éxito
-¡Claro que sí!, no por nada soy uno de los mejores cirujanos. Pero…
¡cuénteme la verdad!, ¿Por qué quiere someter a su hermana a tan riesgosa
operación?-
-Usted no me lo creerá… lo que pasa es que mi ¡hermanita! Se cree el centro
del universo, siempre llamando la atención. Sus más primitivos deseos son
cumplidos de inmediato; es más, a mí me arrastra siempre a sus alocadas
travesuras, no importa que me niegue, me lleva de aquí para allá. Somos
seres tan distintos, pero con una vida ligada; inclusive… ¡me ha obligado
a dormir con hombres borrachos y otros muy rugosos!; es una vida
desesperante la que tengo, un verdadero infierno.
- No logro entender… ¿cómo diablos la convenció para que se realice esta
intervención?-
-Ja, ja, ja, ¡no sea iluso doctor!, me toco dormirla con somníferos y realicé
una gran proeza al traerla, aquí estamos. Solo yo quiero ser el personaje
central de esta historia… la que mande en ella. ¡No pregunte más y trabaje!-
El galeno, inicia la complicada redistribución de cabezas en las siamesas.
14
Deuda de un deudo
Pedro Ramírez
Hace unos días murió mi madre. Hacía rato que no iba
a visitarla, a saludarla, a abrazarla y besarla como
corresponde a un hijo. De modo que decidí ir al
cementerio a cumplir con mi deuda.
Ya me puse en campaña para conseguir un pico y una
pala...
15
Final
Jose Luis machado
Se colocó la boina de guía de época, y examinó el estado
de las señales y el movimiento del cambio de las
manecillas. Comprobó que los senderos estuvieran
despejados hasta donde alcanzaba el horizonte.
Inmediatamente, completando el rito, confirmó la
suspensión de los espectros, y como ordena el
protocolo de los artífices, acarició la noche. Todo estaba
en orden, encendió su pipa e hizo vibrar los estandartes.
Entonces, su compañera, se inclinó para conectar la
bruma con el agua, y él, en persona, dio la salida a los
fantasmas.
Del otro lado los mortales, no saben lo que les espera.
16
LA VENGANZA DE LAS SOMBRAS
MARITZA ALVAREZ
Caminaba por el parque a sabiendas de que era seguida por
alguien o por algo, varias veces volteó y no vio nada. Pero sentía
la energía de otro cuerpo .Agilizó el paso y comenzó a sudar
copiosamente, se detuvo y en ese instante los pasos que
escuchaba detrás de sí también lo hicieron. Giró la cabeza y vio
la sombra a su lado, cobró valor y le preguntó:- ¿Quién eres? En
ese instante una voz como de mil trompetas le respondió: -tu
sombra. Se tranquilizó y siguió caminando tranquilamente sin
sospechar que al llegar al final algo pasaría. Y justo antes de
llegar al final sintió la daga en su espalda, dio un traspié, y quedó
tendida sobre la grama del parque asesinada por su sombra. Al
día siguiente todos los periódicos del lugar reseñaba el suceso
con muchas conjeturas y ninguna certeza...Cada día aparecían
mujeres muertas en el lugar y nadie investigaba .Mientras yo
sigo escribiendo mi novela la venganza de las sombras y desde
la ventana observo el parque que me inspiró para recrear el
espacio donde se desarrollaba, maravillado por las sombras que
dan los árboles al caer la tarde y como cambian en la noche.
17
Atrapada
Marcela ISABEL cayuela
Sentada en aquella mecedora por horas, observando
inescrutable la ventana, doña Margarita dejaba correr el día
displicente. Sola, desde hace más de 20 años, cuando su esposo
desapareció en el pantano y los hijos emprendieron cada quien
su derrotero.
Jamás regresaron. Como si ella también hubiese muerto,
tragada por el lodo que anegó la vida de su padre, hace tanto
tiempo. Nunca encontraron el cuerpo. Pero aquella mañana del
terrible suceso, recogieron prendas y artículos de su
pertenencia flotando sobre el cieno oscuro y misterioso, frente
a la cabaña.
Era una antigua construcción, con una pésima fama. Se
murmuraba, estaba habitada por fantasmas. Margarita odió a su
marido desde el día en que depositó su joven y prometedora
vida, en aquel distante paraje en medio de la nada. Pudo
marcharse luego de su muerte. Pero la casa jamás lo permitía.
Nada más llegar al sendero de partida, una extraña fuerza la
devolvía.
Solo le estaba permitido caminar por el viejo puente de madera
sobre el pantano, para mirar desde el cieno, el reflejo de aquella
mano tan conocida, que no quiso aferrar, para salvar su vida.
Y aún… dormía junto a ella, embardunándolo todo con el sucio
lodo.
18
El ventilador
Dayana rosas
Ella veía en el fondo una puerta entreabierta, sonaba
algo que parecía un ventilador, pero realmente no era
eso. Era el cuarto de su hermana, que debía estar
estudiando. No hay luz, extraño, piensa. Camina y entra
al cuarto. . . Un hilo de sangre por el piso, un cuerpo en
el suelo y el ventilador girando descontrolado. . . Una
letras en rojo. . . No fui yo.
19
¡me duele!
Dayana rosas
¡Duele, duele, duele demasiado! Amputada mi pierna,
pero duele, duele. ¿Qué pasa? ¿Qué tengo? No lo
soporto. Me tiro al piso y me retuerzo de dolor.
Frustración, desesperación, tormento. . . Mientras que
en otra parte, su pierna está siendo descuartizada por
un hacha. . . Allí mismo, donde el jardinero corta su
grama…
20
Muerte en el museo roca
MARITZA ALVAREZ
Aquella noche se premiarían a los escritores ganadores de
concurso de micro cuentos. En el museo Roca se encontraban
todos reunidos. Recuerdo que éramos más de doscientos de
todas las nacionalidades. Nos habíamos conocido en las
páginas propias para este fin. Por supuesto que no
imaginábamos la macabra idea de los organizadores del evento.
Al comenzar la premiación, noté que había como una especie de
bruma cubría el salón, le resté importancia porque el museo está
en un edificio antiguo y creí que era producto del aire
acondicionado y el frío propio de Argentina. Observaba a mi
alrededor y muchos se veían como sofocados y otros parecían
dormidos, les confieso que me dio miedo. Sin embargo me
quedé tranquila. En ese momento todo fue paz y calma… la luces
se apagaron, el aire dejó de funcionar… intenté incorporarme y
no pude, toqué a mi compañero y estaba rígido y frío…Dios
estaba muerto. Lo entendí todo fuimos asesinados con el vapor
del aire, sí, la bruma que vi era el veneno. Pero ¿por qué? Si no
éramos ningún peligro para nadie, solo personas apasionadas
por la escritura. Abrí mis ojos y ya estábamos en una fosa del
cementerio de la Recoleta.
21
Ella
Hanna poe
La última discusión no tenía precedentes.
Se le fue de las manos.
Como imaginar que se apoderaría de él, semejante, tremenda
iniquidad, transformándolo en un monstruo.
Solo quería humillarla, desguazarle su serenidad, su belleza,
jirón a jirón. Dejarla. Derribar sus barreras.
Que su miseria saliera a la luz.
Verla babear, orinarse en sus blancas ropas.
Sentir que se quebraba, como un jarrón de la más fina
porcelana… Luego, revolver sus pedazos en su propia
porquería.
Lo había intentado muchas veces, siempre salía airosa,
lastimada, sangrando… Y sin embargo se levantaba, acomodaba
su pelo y su ropa, triunfante, gallarda (con su sonrisa
enrojecida).
Él huía…
Ahora que lo había logrado, se sentía inquieto y asustado.
22
Entró en la casa de los dos, no había rastros del infierno
desatado. Todo estaba en su lugar, limpio, reluciente. Flores en
los búcaros y comida en el horno.
Ella en la cama, con su mejor vestido, níveo, espléndido.
Solo había algo fuera de lugar… Un diminuto frasco azul caído
en la alfombra, del que emanaba un sutil olor a almendras. Y ese
olor, tan etéreo, como la mujer que quiso destruir, le hizo saber
que una vez más, ella había ganado.
23
payaso
Dionisio López ramos
Y lo peor de todo, es haber nacido con cara de chiste.
Pero no porque se rían conmigo o de mí
constantemente; si no porque no me hacen caso y me
toman por el pito de un sereno, pero no importa yo les
dejo. Después, a la noche, les llevo a mi mundo...
¡Jamás vuelven a saber de ellos! ¡Yyyyaaggggg!
24
El misterio del monasterio
Maritza Álvarez
Nadie sospechaba lo que sucedía en aquel monasterio ubicado
en las afueras de la ciudad. Desde hacía más o menos cinco
años al iniciar el mes de agosto se veía salir un humo gris de la
chimenea del lugar y la carroza de la funeraria llevaba un nuevo
ataúd. Yo decidí preguntare al cura del pueblo, el cual con mirar
enjuto me dijo:- es una ceremonia que hacemos en agosto y
nada tiene que ver con fallecimientos de monjes, ni asesinatos,
ni nada de eso…ocúpate de cosas del pueblo. La vida en el
monasterio es cosa de nosotros. Por supuesto que la respuesta
no me gustó y decidí seguir investigando en otras fuentes, pero
nada. Todo era silencio en torno al monasterio. De pronto todo
cambio porque un incendió en la lavandería arrojó un centenar
de fallecidos que al ser examinados por el forense se observó
que muchos de los cadáveres no eran de ese momento trágico
sino que tenían mucho tiempo de muertos y en el sótano habían
restos de madera de ataúd. Mi teoría era cierta, fallecían y se
quedaban enterrados allí o mejor dicho en el sótano en sus
ataúdes… guardados para siempre en el monasterio cruel.
25
Cada noche
Marcela ISABEL cayuela
Se estremece mi piel bajo las sabanas, esa extraña sensación de
no estar sola en la penumbra de la noche, iluminada por la luna
atravesando el cristal de la ventana. Aferrada a mi almohada,
repaso todas las razones posibles y fundamentadas para lo que
sucede cada noche en ese cuarto. Intento tomar el control de
mis sensaciones y sentidos; inculcándole a mis miedos, la
banalidad de su misterioso origen.
Lucha vana, indeclinablemente perdida… horas de esfuerzo
desvelado.
Mientras la plateada luz, recorre con su haz los rincones en
penumbras, mi ansiedad aumenta descontrolando mis
latidos…pronto se reflejará en el antiguo espejo. Será como
cada noche, el clímax de mi angustia, el límite entre lo razonable
y el pánico desatado.
Cierro fuertemente los ojos. Más una extraña fuerza me obliga a
observar el destello del astro sobre el cristal enmarcado. Y allí
está, como cada noche, dibujada en plata, el contorno de una
figura inescrutable, observándome…invitándome a seguirle.
Esta vez, decido enfrentarle, camino hacia ella…La luz me
envuelve…desaparezco en el reflejo. Siento que finalmente voy
adonde pertenezco.
Sobre mi mesa de noche, reposan amarillentas y olvidadas, las
invitaciones a un funeral…hace 150 años. Todas, llevan mi
nombre impreso.
26
El número 13
Norma Beatriz Villafañe
Todos los años se reunían a la misma hora y en el
mismo lugar, jamás faltaron a la cita.
Siempre estaban los doce, y como todos los años
había un invitado especial, que cumplía con los
requisitos requeridos.
El invitado llego dos horas antes, ansioso y curioso por
participar en tan honorable reunión.
Nunca se imaginó que él sería la cena....
27
El momento de la verdad
Pedro Ramírez
No se resignaba a estar solo. Sentado en el diván,
pensó en los momentos felices que habían compartido
y lloró amargamente. Las cosas habían sucedido muy
rápido, y no se había despedido como hubiera querido
hacerlo.
Surgió en él unas ansias irrefrenables de verla una vez
más. Se levantó desesperado, salió de la casa
corriendo y bajó las escaleras como un torbellino, pero
al alcanzar la calle solo llegó a ver como en la esquina
doblaba el coche fúnebre.
28
El otro
Pedro Ramírez
He vivido mi corta vida aterrorizado, y cada año que
pasa me agrega nuevos terrores.
Vivo temiendo que acontezca lo inesperado, lo
inverosímil: que el fuego irradie frío, que la belleza
muestre sus dientes, que la flor despida hediondez,
que la juventud devenga en decadencia, que nadie
responda a mi voz, que nadie recuerde mi nombre...
Y cada noche, al tratar de conciliar el sueño, me asalta
mi peor temor: que mi vida sea un sueño y al despertar
me encuentre con que soy otro en un mundo en donde
todos mis temores son reales.
29
Hambre
Eduardo corrales
Entre las sabanas de verano hay calor. Calor a pesar de estar
desnudo. Calor a pesar de todo.
En medio de este clima me voy hundiendo hasta llegar al umbral
onírico. Raro, Hace mucho tiempo sufro de insomnio, desde el
preciso instante que te fuiste de casa. La psicóloga me dijo que
es una transición, pero de esto ya llevo 6 años, sinceramente, te
extraño más cada día que pasa y para ser honesto observo,
diariamente, embelesado, ese precioso vestido color ámbar que
te regale para usar en la playa.
Me despierto con un increíble aroma a sándalo,
Es obvio que como vivo solo, no hay nada rico para comer a la
madrugada. Tengo hambre.
Un rayo de luna apunta directo a tu foto y yo me derrito de
amor/calor o calor/amor.
Me como la foto.
Coloco ese precioso vestido color ámbar directo al rayo de luna
y lo como. Me siento desahogado pues ya no me queda nada
más tuyo para ver. Luego de esto pretendo dormir. Ya dije que
sufro de insomnio desde el preciso instante que te fuiste, desde
el momento exacto en que comí tu carne… y fue la comida más
exquisita.
30
Envase
Eduardo corrales
Amor mío, no creo que de esta noche nada me sorprenda ya.
Solo espero que toquen las veinticuatro. Tanto tiempo de no
hablarnos me ha calado muy profundo y lastimado mucho.
Inclusive padezco insomnio.
Amor, ¿quién dijo que tenías derecho a dejarme?
Has muerto y debido a ello, hace ya dos años, frecuento lugares
metafísicos, espiritistas, alquimistas y esotéricos; donde he
aprendido infinitas formas de vincularme con vos. Cosa que
hoy, cuando toquen las doce, espero poder concretar.
Coloco piedras oceánicas debajo de tus restos. Ellas poseen la
energía necesaria, para que tu cuerpo retrase la putrefacción
que avanza.
Cielo, faltan quince para las veinticuatro.
Vida, falta un minuto. A lo lejos, predomina el aullido de los
perros. Enciendo las cinco velas negras. Bebo la última pócima,
producto de la licuación de tus ojos blancos y nubosos, me
acuesto sobre vos. Te abrazo fuerte. Mis brazos fracturan tus
restos. Te beso profundamente en la boca, esperando que
toquen las veinticuatro y allí, por fin, me voy fundiendo dentro
tuyo, y así lograr vivir juntos y enamorados, como siempre,
hasta el fin de los siglos de los siglos.
Dentro del mismo envase.
31
El adelantado
Sherman peque
Año 2123.
La tierra está devastada, necesitamos otro planeta.
El futuro de la humanidad ya no es incierto, la desaparición
próxima de todos los seres llamados humanos es una certeza,
o casi.
Soy la última carta, mi viaje es la mano final.
Acabo de despertar del sueño inducido de 5 años. Durante ese
tiempo, la nave que me transporta ganó velocidad rebotando
en el cinturón de imanes que orbitan el planeta, ahora está
próxima a la velocidad de la luz.
En breve cambiaré de dirección para dirigirme al infinito y
misterioso agujero negro, objetivo de la misión.
El momento llegó. Cambio el rumbo. Velocidad luz.
¿Qué pasó?
Me desvanezco en millones de partículas.
Paz. Soy todo. Soy nada.
Lo entiendo, esa luz es mi destino, me entrego a ella.
32
Dolor. Me estoy reintegrando. Dolor intenso en todo mi ser.
Con la luz cada vez más cerca el sufrimiento es más visceral,
más profundo.
Fin del suplicio.
Calor de unos brazos que me mecen, un pecho que me
alimenta.
Nuevamente la paz, la incertidumbre.
La vida…
33
El espejo
Norma Beatriz Villafañe
Desde que entre a la habitación no he podido apartar mis ojos
del espejo, es como si me atrapara cada vez más.
El primer día que lo vi, note una mancha, aunque traté de
ignorarla, sigue allí, haciéndose cada vez más grande… siento
que me absorbe, yo empequeñezco mientras ella crece
lentamente
Hay días que sigue igual, aunque trato de no darle importancia
siento mis fuerzas decaer, contrariamente ella se fortalece.
Tengo miedo de desaparecer, de que me absorba por completo.
Entonces huyo de la habitación
Pero no puedo alejarme demasiado, es como si me llamara por
mi nombre y nuevamente, me encuentro sentada en el sillón…
mirando fijamente la mancha en el espejo.
Ha pasado un mes y ya no tengo aliento, permanezco en cama
todo el día, desde allí, la veo creciendo cada vez más
Siento que me voy, que mis ojos se van cerrando de a poco,
pierdo el sentido y es como si no sintiera los latidos de mi
corazón.
De pronto, en mi inconsciencia, escucho un llamado suave y
susurrante, me levanto, voy hasta el espejo, apoyo mis manos…
y el me succiona por completo.
34
PLAZA PRINGLES DE ROSARIO
ESDUARDO MANCILLA
(Mención especial)
Caminó por la vereda diagonal y se sentó en uno de los bancos
de madera frente a la fuente. Metió la mano en el bolsillo del
sobretodo y sacó unas semillas de alpiste. Las esparció por el
piso de baldosas geométricas, de inmediato se arremolinaron
palomas a picotearlas. Dos, tres veces repitió la acción. Las
palomas se tornaron gordas y negras, como cuervos y
devoraron las semillas. Tres, cuatro veces más, ahora del otro
bolsillo y los cuervos fueron buitres ingratos, que no dejaron
rastros del viejo porque se comieron hasta el sombrero.
35
INDICE
CRUCIGRAMA – Daniel Castillo…………………………………9
SE APAGA LA LUZ – Dionisio López Ramos………………..10
LA CENA – Marcela Isabel Cayuela……………………………11
CORTINA DE HUMO – Dionisio López Ramos………………12
CELOS – Lucho Sánchez………………………………………..13
DEUDA CON UN DEUDO – Pedro Ramírez…………………..14
FINAL – José Luis Machado……………………………………15
LA VENGANZA DE LAS SOMBRAS – Maritza Alvarez…….16
ATRAPADA – Marcela Isabel Cayuela………………………..17
EL VENTILADOR – Dayana Rosas…………………………….18
¡ME DUELE! – Dayana Rosas…………………………………..19
MUERTE EN EL MUSEO ROCA – Maritza Alvarez………….20
ELLA – Hanna Poe……………………………………………….21
PAYASO – Dionisio López Ramos……………………………23
EL MISTERIO DEL MONASTERIO – Maritza Alvarez………24
CADA NOCHE – Marcela Isabel Cayuela…………………….25
EL NÚMERO 13 – Norma Beatriz Villafañe………………….26
EL MOMENTO DE LA VERDAD – Pedro Ramírez………….27
EL OTRO – Pedro Ramírez…………………………………….28
HAMBRE – Eduardo Corrales…………………………………29
ENVASE – Eduardo Corrales………………………………….30
EL ADELANTADO – Sherman Peque………………………..31
EL ESPEJO – Norma Beatriz Villafañe………………………33
PLAZA PRÍNGLES ROSARIO – Eduardo Mancilla………...34