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ROBERT MERTON TEORÍA Y ESTRUCTURA SOCIAL www.visionlibros.com

Merton Robert -Teoria y Estructura Social

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  • ROBERT MERTON

    TEORA Y ESTRUCTURA SOCIAL

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  • Merton Robert King (1910- ), socilogo contemporneo estadounidense, realiz importantes

    aportaciones a la teora social del funcionalismo.

    Nacido en Filadelfia, se doctor en filosofa por la Universidad de Harvard en 1936. Profesor en Tulane

    y catedrtico de sociologa en la Universidad de Columbia, particip en el Bureau of Applied Social

    Research de esta universidad.

    Merton propone el anlisis funcional como base del estudio de la sociedad, pero desde un punto devista relativo. Opuesto al funcionalismo absoluto de Bronislaw Malinowski, demuestra que es excesivo

    mantener que todo elemento cultural o social desempea una funcin y es, por tanto, indispensable.

    Merton introduce el concepto de disfuncin, contraria a funcin, como aquella que obstaculiza la

    adaptacin o ajuste de un sistema social determinado, y realiza un interesante anlisis sobre la anomia

    en la sociedad. Asimismo, divide las funciones en manifiestas y latentes: las manifiestas son las

    funciones comprendidas y deseadas por los participantes del sistema, y las latentes aquellas que no son

    comprendidas ni deseadas.

    En el campo de la metodologa, se dedica a elaborar las que denomina teoras de medio alcance, teorasrestringidas y aplicadas a sectores concretos de la organizacin social. Destacan sus obras: Ciencia,

    tecnologa y sociedad en la Inglaterra del siglo XVII (1938), obra en la que analiza la influencia del movimiento

    puritano (vase Puritanismo) en el desarrollo cientfico de Inglaterra, Teora y estructuras sociales (1949),

    Teora social y anlisis funcional (1969) y Ambivalencia sociolgica y otros ensayos (1979).

  • TEORA Y ESTRUCTURA SOCIAL

    SOBRE LAS TEORAS SOCIOLGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO

    Como muchas palabras excesivamente usadas, la palabra teora amenaza quedar vaca de sentido. Lamisma diversidad de cosas a que se aplica, desde pequeas hiptesis de trabajo, pasando porespeculaciones generales pero vagas y desordenadas hasta los sistemas axiomticos del pensamiento elempleo de la palabra con frecuencia oscurece el entendimiento en vez de aclararlo.

    A lo largo de este libro, el trmino teora sociolgica se refiere a grupos de proposiciones lgicamenteinterconectados, de los que pueden derivarse uniformidades empricas. Constantemente enfocamos loque he denominado teoras de alcance intermedio: teoras intermedias entre esas hiptesis de trabajosmenores pero necesarias que se producen abundantemente durante las diarias rutinas de la investigacin(1) y los esfuerzos sistemticos totalizadores por desarrollar una teora unificada que explicara todas lasuniformidades observadas de la conducta, la organizacin y los cambios sociales. (2)

    La teora intermedia se utiliza principalmente en sociologa para guiar la investigacin emprica. Es unateora intermedia a las teoras generales de los sistemas sociales que estn demasiado lejanas de los tiposparticulares de conducta, de organizacin y del cambio sociales para tomarlas en cuenta en lo que seobserva y de las descripciones ordenadamente detalladas de particularidades que no estn nadageneralizadas. La teora de alcance intermedio incluye abstracciones, por supuesto, pero estn lo bastantecerca de los datos observados para incorporarlas en proposiciones que permitan la prueba emprica.

    Las teoras de alcance intermedio tratan aspectos delimitados de los fenmenos sociales, como lo indicansus etiquetas. Se habla de una teora de los grupos de referencia, de la movilidad social, o de conflicto depapeles y de la formacin de normas sociales, as como se habla de una teora de los precios, de unateora de los grmenes o de una enfermedad, o de una teora cintica de los gases.

    Las ideas germinales en tales teoras son caractersticamente sencillas: pinsese en Gilbert acerca delmagnetismo, en Boyle acerca de la presin atmosfrica, o en Darwin acerca de la formacin de losatolones de coral. Gilbert comienza con la idea relativamente sencilla de que puede concebirse la Tierracomo un imn; Boyle, con la idea sencilla de que puede concebirse la atmsfera como un mar de aire;Darwin, con la idea de que se pueden concebir los atolones como crecimiento, hacia arriba y hacia abajo,de coral, en islas que desde haca tiempo se haban sumergido en el mar. Cada una de estas teoras nosofrece una imagen que origina inferencias. Para tomar un solo caso: si se piensa en la atmsfera como unmar de aire, entonces, como infiri Pascal, debe haber menos presin de aire en la cima de una montaaque en su base. La idea inicial sugiere as hiptesis especficas que se someten a prueba al ver si susinferencias son confirmadas empricamente. La propia idea se prueba por su fertilidad al observar lagama de problemas tericos e hiptesis que permiten identificar nuevas caractersticas de la presinatmosfrica.

    De la misma manera, la teora de los grupos de referencia y la privacin relativa comienza con la sencillaidea, iniciada por James, Baldwin y Mead, y desarrollada por Hyman y Stouffer, de que la gente toma lasnormas de otras personas importantes como base de su propia apreciacin y evaluacin. Algunas de lasinferencias extradas de esta idea van contra lo que pudiera esperar el sentido comn, basado en ungrupo no examinado de supuestos evidentes. El sentido comn, por ejemplo, sugerira que cuantomayor sea la prdida real experimentada por una familia en un desastre general, ms agudamente sesentir privada. Esta creencia se basa en el supuesto, no examinado, de que la magnitud de la prdida,

  • objetiva est relacionada linealmente con la apreciacin subjetiva de la prdida y que esta apreciacin selimita a la experiencia propia. Pero la teora de la privacin relativa nos conduce a una hiptesis muydistinta: que las propias apreciaciones dependen de las comparaciones que la gente hace de su propiasituacin con la de otra gente, las cuales se perciben como comparables entre s . Esta teora, por tanto,sugiere que, en condiciones especificas, las familias que sufren serias prdidas se sentirn menos privadasque las que sufren pequeas prdidas si estn en situaciones que las llevan a compararse con gente quesufren prdidas an ms graves. Por ejemplo, hay personas en la zona de mayor dao de un desastre,que, aun cuando considerablemente afectadas, son las ms capaces de ver otras a su alrededor que hansido ms severamente afectadas. La investigacin emprica sostiene la teora de la privacin relativa,antes que los supuestos del sentido comn: el sentimiento de haber salido relativamente mejor queotros se incrementa con la prdida objetiva hasta la categora de la prdida mayor, y solamente entoncesdisminuye. Esta pauta se refuerza por la tendencia de las comunicaciones pblicas a centrarse en lasvctimas ms extremas [que] tiende a fijarlas como grupo de referencia, frente al cual incluso otrasvctimas pueden compararse favorablemente. A medida que se desarrolla la investigacin, se encuentraque estas pautas de autoapreciacin a su vez afectan la distribucin de la moral en la comunidad de lossobrevivientes y su motivacin para ayudar a otros (3). Dentro de un tipo de conducta particular, portanto, la teora de la privacin relativa nos conduce a un grupo de hiptesis que pueden someterse aprueba emprica. La conclusin confirmada puede darse entonces bastante simplemente: cuando pocosestn daados casi en el mismo grado, el dolor y la prdida de cada uno parecen grandes; cuandomuchos estn daados en grado sumamente variado, incluso prdidas bastante grandes parecenpequeas cuando se comparan con las mayores. La probabilidad de que se hagan comparaciones esafectada por la visibilidad diferente de las prdidas de mayor o menor grado.

    La especificidad de este ejemplo no debe oscurecer el carcter ms general de la teora de alcanceintermedio. Obviamente, la conducta de la gente que se enfrenta a un desastre general solamente esparte de una serie infinitamente vasta de situaciones particulares, a las que la teora de los grupos dereferencia puede aplicarse de manera instructiva, como ocurre con la teora del cambio en laestratificacin social, la teora de la autoridad, la teora de la interdependencia institucional, o la teora dela anomia. Pero es igualmente claro que tales teoras de alcance intermedio no se han derivadolgicamente de una sola teora de aplicacin general de los sistemas sociales aunque, una vezdesarrollada, aqullas puedan ser consistentes con una. Adems, cada teora es ms que una merageneralizacin emprica, una proposicin aislada que resume las uniformidades observadas de lasrelaciones entre dos o ms variables. Una teora comprende un conjunto de suposiciones de las cuales sehan derivado las generalizaciones empricas.

    Otro caso de teora de alcance intermedio en sociologa puede ayudarnos a identificar su carcter y sususos. La teora de los grupos de papeles (4) comienza con la imagen de cmo se organiza la posicinsocial en la estructura social. Esta imagen es tan sencilla como la imagen de Boyle de la atmsfera comosi fuera un mar de aire, o la de Gilbert de la Tierra como si fuera un imn. Pero como con todas lasteoras de alcance intermedio, sin embargo, la prueba radica en no valerse de la respuesta inmediata a lasideas que las originaron como obvias o extraas, sino como derivadas de una teora ms general, oconcebidas para tratar un tipo particular de problemas .

    A pesar de los significados tan diversos dados al concepto de posicin social, una tradicin sociolgicaconstantemente la utiliza para referirse a una posicin en un sistema social, con su serie distintiva dederechos y obligaciones designadas. En esta tradicin, como lo ejemplifica Ralph Linton, el conceptorelacionado de papel social se refiere a la conducta de los que ocupan una situacin, conducta orientadahacia las expectaciones pautadas de otros (quienes otorgan los derechos y exigen las obligaciones) .Linton, como otros de esta tradicin, lleg a formularla desde hace tiempo reconocida observacinbsica de que cada persona en la sociedad inevitablemente ocupa mltiples categoras y que cada una destas tiene su papel asociado.

  • Es en este punto donde las imgenes de la teora del grupo de papeles se apartan de esta tradicin largotiempo establecida. La diferencia inicialmente es pequea-algunos diran tan pequea que llega a serinsignificante, pero el cambio del ngulo de la visin produce diferencias tericas cada vez msfundamentales. La teora del grupo de papeles comienza con el concepto de que cada situacin socialimplica no un solo papel asociado, sino una serie de papeles. Este rasgo de la estructura social origina elconcepto del grupo de papeles: ese complemento de las relaciones sociales en las que las personas estninvolucradas sencillamente porque ocupan una situacin social particular. As, una persona de lacategora de estudiante de medicina desempea no slo el papel de estudiante frente a la situacincorrelativa de sus maestros, sino tambin una serie de otros papeles que lo relacionan de manera diversacon otros en el sistema: otros estudiantes, mdicos, enfermeras, trabajadores sociales, tcnicos, mdicosy dems. Asimismo, la situacin de maestro de escuela tiene un grupo de papeles distintivos que lorelacionan no slo con la relacin correlativa, la del alumno, sino tambin con los colegas, el director dela escuela y el superintendente, la Junta de Educacin, las asociaciones profesionales y, en los EstadosUnidos, con las organizaciones patriticas locales.

    Obsrvese que el grupo de papeles difiere de lo que los socilogos han descrito ampliamente comopapeles mltiples. Este ltimo trmino tradicionalmente se ha referido no al compIejo de papelesasociados con una sola situacin social, sino a varias situaciones sociales (a menudo, en diferentes esferasinstitucionales) en que se encuentra la gente; por ejemplo, una persona podra tener diversas categoras,como mdico, marido, padre, profesor, feligrs, miembro del Partido Conservador y capitn del ejrcito.(Este complemento de categoras distintas de una persona, cada una con su propio grupo de papeles, esun grupo de situaciones. Este concepto origina su propia serie de problemas analticos, que se examinanen el Capitulo Xl ).

    Hasta este punto, el concepto de grupo de papeles es solamente una imagen para pensar en uncomponente de la estructura social. Pero esta imagen es un principio, no un fin, pues nos conducedirectamente a ciertos problemas analticos. La nocin del grupo de papeles nos lleva al punto a lainferencia de que las estructuras sociales enfrentan a los hombres con la tarea de articular loscomponentes de innumerables grupos de papeles; es decir, la tarea funcional de arreglrselas de algunamanera para organizar stas de modo que se obtenga una grado apreciable de regularidad social,suficiente para permitir a la mayora de las personas la mayor parte del tiempo continuar con sus asuntossin llegar a paralizarse por los conflictos extremos de sus grupos de papeles.

    Si esta idea relativamente sencilla del grupo de papeles tiene un valor terico, generar problemasdiferenciados para la investigacin sociolgica. El concepto de grupo de papeles lo hace (5). Plantea elproblema general pero definido de identificar los mecanismos sociales -es decir, los procesos socialesque tienen consecuencias designadas para partes designadas de la estructura social, los cuales expresanlas expectativas de los del grupo de papeles, lo suficiente para reducir los conflictos del que ocupa unacategora. Origina el problema ulterior de descubrir cmo surgen estos mecanismos de manera quepodamos tambin explicar por qu los mecanismos no operan eficazmente o no surgen en algunossistemas sociales. Por ltimo, al igual que la teora de la presin atmosfrica, la teora del grupo depapeles seala directamente la investigacin emprica pertinente. Se han escrito monografas sobre lasfunciones de diversos tipos de organizacin formal, empricamente basadas de las dimensiones tericasde cmo operan en la prctica los grupos de papeles.(6)

    La teora de los grupos de papeles ilustra otro aspecto de las teoras sociolgicas de alcance intermedio.Frecuentemente son congruentes con una diversidad de los llamados sistemas de la teora sociolgica.Hasta donde se puede decir, la teora de los grupos de papeles no es incongruente con orientacionestericas tan amplia como la teora marxista, el anlisis funcional, el conductismo social, la sociologaintegral de Sorokin o la teora de la accin de Parsons. Esta puede ser una horrenda observacin para

  • aquellos de nosotros que hemos sido preparados para creer que los sistemas del pensamientosociolgico son conjuntos de doctrina estrechamente enlazados y mutuamente excluyentes. Pero enrealidad, como observaremos posteriormente en esta introduccin, las teoras sociolgicas generales sonlo suficientemente laxas, internamente diversificadas y traslapadas mutuamente que una teora dada dealcance intermedio, que tiene una medida de confirmacin emprica, puede a menudo subsumirse enteoras comprensivas, ellas mismas discrepantes en algunos aspectos.

    Esta opinin razonablemente heterodoxa puede ilustrarse al volver a examinar la teora de los grupos depapeles como teora de alcance intermedio. Nos apartamos del concepto tradicional al suponer que unasola categora en la sociedad implica, no un slo papel, sino una serie de papeles asociados, querelacionan al que ocupa una categora con otras diversas. Segundo, observamos que este concepto degrupo de papeles origina problemas tericos distintivos, hiptesis y, por tanto, la investigacin emprica.Un problema bsico es el de identificar los mecanismos sociales que articulan el grupo de papeles yreducen los conflictos entre ellos. Tercero, el concepto de grupo de papeles dirige nuestra atencin haciael problema estructural de identificar arreglos sociales que integran y tambin oponen las expectativas devarios miembros del grupo de papeles. El concepto de papeles mltiples, por otra parte, limita nuestraatencin a un problema distinto y sin duda importante: los individuos que ocupan categoras, cmoresuelven las muchas demandas a veces conflictivas que resultan de dichas categoras? Cuarto, elconcepto de grupo de papeles nos lleva a otra interrogante de cmo surgen estos mecanismos sociales; larespuesta a esta pregunta nos permite explicar muchos ejemplos concretos en los cuales el grupo depapeles funciona ineficazmente. (Esto no supone que todos los mecanismos sociales son funcionales, ascomo la teora de la evolucin biolgica no implica el supuesto comparable de que no hay desarrollosdisfuncionales). Por ltimo, la lgica del anlisis que muestra esta teora sociolgica de alcanceintermedio es desarrollada totalmente en trminos de los elementos de la estructura social, ms que paraproporcionar descripciones histricas concretas de sistemas sociales particulares. As, la teora de alcanceintermedio nos permite trascender el falso problema de un conflicto terico entre lo nomottico y loidiottico, entre lo general y lo totalmente particular, entre la teora sociolgica generalizadora y elhistoricismo.

    Por todo esto, es evidente que segn la teora del grupo de papeles siempre hay un potencial paradiferentes expectacin es entre los del grupo de papeles, en lo que se refiere a cul es la conductaapropiada para quien ocupa una categora. La fuente bsica de este potencial para el conflicto y esimportante observar una vez ms que en este punto estamos a la par con tericos generales tan distintoscomo Marx y Spencer, Simmel, Sorokin y Parsons se encuentra en el hecho estructural de que otrosmiembros de un grupo de papeles son capaces de ocupar varias posiciones sociales que difieren de lasdel que ocupa la categora en cuestin. En la medida en que esos miembros de un grupo de papelesestn situados diversamente en la estructura social, pueden tener intereses y sentimientos, valores yexpectativas morales, que difieren de los del que ocupa una categora. Esto, despus de todo, es uno delos principales supuestos de la teora marxista, como lo es de muchas otras teoras sociolgicas: ladiferenciacin social genera intereses distintos entre los individuos situados diversamente en laestructura de la sociedad. Por ejemplo, los miembros de un consejo escolar con frecuencia pertenecen aestratos sociales y econmicos que difieren significativamente del estrato del maestro de escuela. Losintereses, valores y expectativas de l os miembros del consejo han de diferir, por consiguiente, de los delmaestro, quien puede ser as sometido a expectaciones conflictivas de estos o aquellos miembros de sugrupo de papeles: colegas profesionales, miembros influyentes del consejo escolar y, digamos, el ComitAmericanista de la Legin Americana. Un elemento educativo esencial para uno puede ser juzgado comosecundario por otro, o como una clara subversin, por un tercero. Lo que sin duda es conveniente parauna categora lo es, en un grado identificable, para los ocupantes de otras categoras queestructuralmente estn relacionados a travs de su grupo de papeles con otros que, por su parte, ocupandiferentes posiciones en la sociedad.

  • Como teora de alcance intermedio, pues, la teora de los grupos de papeles comienza con un concepto ysus imgenes asociadas y genera una serie de problemas tericos. As, la supuesta base estructural para laperturbacin potencial de un grupo de papeles plantea una doble pregunta (la cual, como lo muestra lahistoria, no haba surgido en ausencia de la teora): Qu mecanismos sociales, si los hay, funcionan paracontrarrestar la inestabilidad, tericamente supuesta, de los grupos de papeles? Y, correlativamente, enqu circunstancias no funcionan estos mecanismos sociales, con la resultante ineficacia, confusin yconflicto? Como otras cuestiones que histricamente han brotado de la orientacin general del anlisisfuncional, stas no suponen que los grupos de papeles invariablemente funcionan con una eficaciaesencial . Esta teora a de alcance intermedio no est interesada en la generalizacin histrica del gradoen que prevalece un orden o conflicto social en el mundo, sino, en cambio, en el problema analtico deidentificar los mecanismos sociales que producen un grado mayor de orden o menor de conflicto de loque se obtendra si estos mecanismos no entraran en juego.

    SISTEMAS COMPLETOS DE LA TEORA SOCIOLGICA

    La bsqueda de las teoras de alcance intermedio exige del socilogo un compromiso diferente que labsqueda de una teora totalizadora. En las siguientes pginas supongo que esta bsqueda de un sistematotal de teora sociolgica, en que toda suerte de observaciones de cada aspecto de la conducta,organizacin y cambios sociales, encuentren desde luego su lugar prefijado, implica el mismo desafojubiloso y la misma pequea promesa que los grandes sistemas filosficos totalizadores que han cado enmerecido desuso. El problema puede unirse fcilmente. Algunos socilogos todava escriben como siesperasen, aqu y ahora, la formulacin de la teora sociolgica general, lo bastante amplia para abarcargrandes cantidades de detalles exactamente observados de la conducta y organizacin sociales, y lobastante fructfera para dirigir la atencin de miles de investigadores a problemas de investigacinemprica. Yo considero sta como creencia prematura y apocalptica. No estamos listos. An no se hahecho el trabajo preparatorio suficiente.

    Un sentido histrico de los cambiantes contextos intelectuales de la sociologa debe ser lo bastantehumilde para liberar a aquellos optimistas de esta esperanza extravagante. Por una parte, algunosaspectos de nuestro pasado histrico todava permanecen en gran parte con nosotros. Debemosrecordar que la primera sociologa se desarroll en una atmsfera intelectual (7) en la que se introducanpor todos lados sistemas filosficos generales. Cualquier filsofo del siglo XVIII y de los albores delXlX que se respetara, tena que desarrollar su propio sistema filosfico; siendo los ms conocidosnicamente Kant, Fichte, Schelling y Hegel. Cada sistema era una apuesta personal por la concepcindefinitiva del universo, de lo material, de la naturaleza y del hombre.

    Estos intentos de los filsofos por crear sistemas totales sirvieron de modelo a los primeros socilogos ,y as el siglo XIX fue un siglo de sistemas sociolgicos. Algunos de los padres fundadores, como Comtey Spencer, estaban imbuidos del esprit de systeme, expresado en sus sociologas y en el resto de susfilosofas de largo alcance. Otros, como Gumplowicz, Ward y Giddings, posteriormente trataron de daruna legitimidad intelectual a esta nueva ciencia de un tema muy antiguo. Esto requera que seconstruyera un marco general y definitivo del pensamiento sociolgico en lugar de desarrollar teorasespeciales destinadas a guiar la investigacin de problemas sociolgicos especficos dentro de un marcoprovisional y en evolucin.

    Dentro de este contexto, casi todos los pioneros de la sociologa trataron de modelar su propio sistema.La multiplicidad de sistemas , cada uno de ellos con pretensiones de ser genuina sociologa, llevaron,muy naturalmente, a la formacin de escuelas, cada una de ellas con su grupo de maestros, discpulos yepgonos. La sociologa no slo se diferenci de otras disciplinas, sino que se diferenci internamente.Esta diferenciacin no era, sin embargo, cuestin de especializacin, como en las ciencias, sino ms biencomo en filosofa, cuestin de sistemas completos, tpicamente sostenidos como mutuamente

  • excluyentes y dispares. Como lo observ Bertrand Russell a propsito de la filosofa esta sociologa totalno capt la ventaja, comparada con las [sociologas] de los constructores de sistemas, de ser capaz deresolver problemas uno a la vez, en lugar de tener que inventar de una plumada un bloque terico detodo el universo [sociolgico] (8)

    Los socilogos han seguido otro camino en su deseo de establecer la legitimidad intelectual de sudisciplina: han tomado su prototipo de sistemas de la teora cientfica en lugar de sistemas filosficos.Esta va tambin ha llevado a veces al intento de crear sistemas totales de sociologa, meta quefrecuentemente se basa en una o ms de tres bsicas concepciones errneas sobre las ciencias.

    La primera concepcin errnea supone que los sistemas de pensamiento pueden desarrollarseefectivamente ante una gran masa de observaciones bsicas que se han acumulado. Conforme a estaopinin, Einstein podra haber seguido de inmediato a Kepler, sin necesidad de los siglos deinvestigacin y pensamiento sistemtico acerca de los resultados de la investigacin que se necesitaronpara preparar el terreno. Los sistemas de sociologa que parten de este supuesto tcito son muyparecidos a los introducidos por los hacedores de sistemas en medicina en un lapso de 150 aos: lossistemas de Stahl, Boissier de Sauvages, Broussais, John Brown y Benjamin Rush. Hasta bien entrado elsiglo XIX, personajes eminentes de la medicina pensaron que era necesario desarrollar un sistematerico de la enfermedad mucho antes que la anterior investigacin emprica se hubiera desarrolladoadecuadamente. (9) Estos senderos ya se han cerrado en medicina, pera esta clase de esfuerzo todavaresurge en sociologa. Es esta tendencia la que llev al bioqumico y socilogo por vocacin, L. J.Henderson, a observar:

    En su evolucin, se observa una diferencia entre la mayora de los sistemas construdos en las cienciassociales y los sistemas del pensamiento y clasificacin en las ciencias naturales. En las ciencias naturalestanto las teoras como los sistemas descriptivos se desarrollaron mediante la adaptacin al incrementodel conocimiento y experiencia de los cientficos. En las ciencias sociales, los sistemas a menudo surgencompletamente formados de la mente de un hombre. Entonces pueden ser muy discutidos si atraen laatencin general, pero es rara la modificacin progresiva de adaptacin como resultado de los esfuerzosconjugados de un gran nmero de hombres. (10)

    La segunda concepcin errnea sobre las ciencias fsicas radica en el supuesto equivocado de lacontemporaneidad histrica, de que todos los productos culturales que existen en el mismo momento dela historia tienen e/ mismo grado de madurez. En realidad, para percibir aqu las diferencias se deberaalcanzar un sentido de la proporcin. El hecho de que la disciplina de la fsica y la disciplina de lasociologa son, ambas, identificables en la mitad del siglo XX, no significa que los logros de una debanser medida para la otra. Cierto, los cientficos sociales de hoy viven en un tiempo en el que la fsica haalcanzado un grado comparativamente alto y una precisin de la teora y el experimento, un gran arsenalde instrumentos de investigacin y una abundancia de productos laterales tecnolgicos.

    Viendo esto muchos socilogos toman los logros de la fsica como norma para su propia apreciacin.Quieren comparar sus bceps con sus hermanos ms grandes. Ellos, tambin, quieren contar. Y cuandose hace evidente que no tienen el rudo fsico ni la capacidad de asestar el golpe mortal de sus hermanosmayores, algunos socilogos desesperan. Comienzan a preguntarse: Es realmente posible una ciencia dela sociedad sino instituimos un sistema total de sociologa? Pero esta perspectiva no toma en cuenta elhecho de que, entre la fsica del siglo XX y la sociologa del siglo XX, se levantan miles de millones dehoras-hombre de investigacin contnua, disciplinada y acumulativa. Quizs la sociologa todava no hamadurado para tener su Einstein porque todava no ha encontrado su Kepler, sin hablar de su Newton,Laplace, Gibbs, Maxwell o Planck.

  • Tercero: en ocasiones, los socilogos interpretan mal el estado real de la teora en las ciencias fsicas.Este error resulta una irona, pues los fsicos estn de acuerdo en que no han logrado un sistema tericoque abarque todo, y la mayora ve pocas perspectivas de ello en un futuro cercano. Lo que caracteriza ala fsica es una serie de teoras especiales, de mayor o menor grado, junto con la esperanza,histricamente fundamentada, de que stas continuarn conjuntndose en familias de teoras. Unobservador seala: Aunque la mayora de nosotros abriga la esperanza, es cierto, de poseer una futurateora que lo abarque todo, unificando los diversos postulados de la fsica, no la espera antes deproseguir con los importantes asuntos de la ciencia (11) Ms recientemente, el fsico terico RichardFeynmann inform con desmayo que: Hoy nuestras teoras de la fsica, las leyes de la fsica, son unamultitud de partes diferentes y de piezas que no embonan todas muy bien. (12) Pero quizs sea mselocuente la observacin hecha por uno de los tericos ms generales, quien dedic los ltimos aos desu vida a la bsqueda incansable, pero vana, de una teora unificadora para todas estas disciplinasparticulares, consistente en un mnimo de conceptos y relaciones fundamentales, del que todos losconceptos y relaciones de las disciplinas particulares pudieran derivarse por un proceso lgico. A pesarde su propio compromiso profundo y solitario con esta bsqueda, Einstein observ:

    La mayor parte de la investigacin fsica se dedica al desarrollo de las diversas ramas de la fsica, en cadauna de las cuales el objeto es la comprensin terica de campos ms o menos restringidos de laexperiencia, y en cada uno de los cuales las leyes y los conceptos siguen relacionados lo msestrechamente posible con la experiencia. (13)

    Estas observaciones podran ponderarlas aquellos socilogos que esperan un slido sistema general de lateora sociolgica en nuestra poca, o poco despus. Si la ciencia de la fsica, con sus siglos de ampliadasgeneralizaciones tericas, no ha conseguido desarrollar un sistema terico que comprenda todo,entonces a fortiori la ciencia de la sociologa, que slo ha comenzado a acumular generalizacionestericas basadas empricamente, de grado modesto, hara bien en moderar sus aspiraciones de un sistematal.

    PRESIONES UTILITARIAS PARA SISTEMAS TOTALES DE SOCIOLOGA

    La conviccin existente entre algunos socilogos de que debemos, desde ahora, lograr un gran sistematerico no slo es resultado de una comparacin fuera de lugar con las ciencias fsicas, sino que tambines una respuesta a la posicin ambigua, de la sociologa en la sociedad contempornea. La mismaincertidumbre acerca de si el conocimiento acumulado de la sociologa es adecuado para satisfacer lasgrandes demandas que le hacen los polticos, los reformadores y reaccionarios; los hombres de negociosy el gobierno, los rectores y estudiantes de las universidades; provoca una conviccin excesivamentecelosa y defensiva por parte de algunos socilogos de que, de alguna manera, a ellos deben estar al nivelde estas exigencias, por prematuras y extravagantes que sean.

    Esta conviccin su pone, errneamente, que unas ciencia debe ser adecuada para satisfacer todas lasexigencias, inteligentes o estpidas, que se le hagan. Esta conviccin se basa implcitamente en elsupuesto sacrlego y masoquista de que se debe ser ominisciente y omnicompetente, de que reconocermenos que el conocimiento total es reconocer la ignorancia total. As, sucede a menudo que losexponentes de una disciplina nueva muestran pretensiones extravagantes de sistemas totales de teora,adecuados a toda la gama de problemas que esa disciplina abarca. Es a este tipo de actitud al que serefiri Whitehead en el epgrafe de este libro: Es caracterstico de una ciencia en sus primeras etapas. . .ser ambiciosamente profunda en sus propsitos y trivial en el tratamiento de los detalles.

    A semejanza de los socilogos que irreflexivamente se cornparan con los cientficos fsicoscontemporneos, porque viven en el mismo instante de la historia, el pblico comn y sus tomadores dedecisiones a menudo yerran al hacer una apreciacin definitiva de la ciencia social sobre la base de su

  • capacidad para resolver los problemas urgentes de la sociedad actual. El masoquismo fuera de lugar delcientfico social y el sadismo involuntario del pblico resultan, ambos, de no recordar que las cienciassociales, como toda ciencia, se desarrollan continuamente y que no existe ninguna disposicinprovidencial que asegure que en cualquier momento dado se adecuar a toda la serie de problemas queconfrontan los hombres. En la perspectiva histrica esta expectacin equivaldra atener prejuzgados parasiempre la categora y el futuro de la medicina en el siglo XVII conforma a su capacidad para dar, en eseentonces, una curacin o incluso un preventivo para las enfermedades cardacas. Si el problema sehubiera reconocido ampliamente -vase la tasa creciente de muertes por trombosis coronaria!- suimportancia misma habra oscurecido la cuestin enteramente independiente de cun adecuado era elconocimiento mdico de 1650 (o 1850 o 1950) para resolver una serie de otros problemas de la salud. Yes precisamente esta falta de lgica la que subyace en tantas demandas prcticas que se hacen a lasciencias sociales. Como la guerra, la explotacin, la pobreza, la discriminacin racial y la inseguridadpsicolgica son plagas de las sociedades modernas, la ciencia social debe justificarse aportandosoluciones a todos estos problemas. Empero los cientficos sociales pueden no estar mejor equipadospara resolver estos problemas urgentes hoy da de lo que estaban los mdicos, como Harvey oSydenham, para identificar, estudiar y curar la trombosis coronaria en 1655. Sin embargo, como loatestigua la historia la insuficiencia de la medicina para enfrentarse a este problema particular no significaque careciera de posibilidades de desarrollo. Si todo el mundo apoya solamente lo que es seguro. quinapoyar, en cambio, lo que est por venir?

    Mi hincapi en la brecha que existe entre los problemas prcticos asignados al socilogo y el estado desu conocimiento acumulado y su capacidad no significa, por supuesto, que el socilogo no deba tratar dedesarrollar de manera creciente la teora general, o que no deba trabajar en la investigacin directamenteaplicable a los problemas prcticos urgentes. Sobre todo, no significa que los socilogos deban buscarpor todos lados el problema pragmticamente trivial. Los diferentes sectores de la gama de lainvestigacin bsica y de la teora tienen diferentes probabilidades de ser afines a problemas prcticosparticulares; poseen diferentes potenciales de pertinencia (14), Adems, es importante restablecer elsentido histrico de la proporcin. La urgencia o magnitud de un problema social prctico no implica suinmediata solucin. (15) En cualquier momento dado, los hombres de ciencia estn cercanos a la solucinde algunos problemas y alejados de otras. Debe recordarse que la necesidad es slo la madre de lainvencin; el conocimiento socialmente acumulado es el padre. A menos que ambos se conjuguen, lanecesidad es estril. Por supuesto, en un futuro puede concebir, cuando se haya acopladoadecuadamente. Pero el consorte necesita tiempo (y mantenimiento) si ha de alcanzar el tamao y elvigor necesarios para satisfacer las demandas que se le harn.

    La orientacin del libro hacia la relacin de la sociologa actual y los problemas prcticos de la sociedades casi la misma que su orientacin hacia la relacin de la sociologa y la teora sociolgica general. Esuna orientacin de desarrollo, ms que una que descanse en las sbitas mutaciones de un socilogo querepentinamente produce soluciones a los grandes problemas sociales o a una simple teora general.Aunque esta orientacin no tiene pretensiones maravillosamente dramticas, ofrece una valoracinrazonablemente realista de la condicin actual de la sociologa y de los caminos por los que en realidadse desarrolla.LOS SISTEMAS TOTALES DE LA TEORA Y LAS TEORAS DE ALCANCEINTERMEDIO

    Por todo esto, parecera razonable suponer que la sociologa avanzar en la medida en que su intersprincipal (aunque no exclusivo) est en el desarrollo de las teoras de alcance intermedio, y se retardar sisu atencin primordial se centra en el desarrollo de los sistemas sociolgicos totales. Tan esto es as que,en su discurso en la Escuela de Economa de Londres, ... H. Marshall abog por los peldaossociolgicos intermedios. (16) Nuestra tarea principal de hoy es desarrollar las teoras especialesaplicables a gamas conceptuales limitadas; teoras, por ejemplo, de !a conducta divergente, las

  • consecuencias imprevistas de la accin intencionada, la percepcin social, grupos de referencia, controlsocial, la interdependencia de las instituciones sociales, en lugar de buscar inmediatamente la estructuraconceptual total que sea adecuada para derivar estas y otras teoras de alcance intermedio.

    La teora sociolgica, si ha de avanzar de manera significativa, debe proceder sobre estos planesinterrelacionados: 1) desarrollando teoras especiales de las cuales derivar hiptesis que se puedaninvestigar empricamente y 2) desarrollando, no revelando sbitamente, un esquema conceptualprogresivamente ms general que sea adecuado para consolidar los grupos de las teoras especiales.

    Concentrarse totalmente en las teoras especiales es arriesgarse a salir con hiptesis especficas que sirvenpara aspectos limitados de la conducta social, organizacin y cambio, pero que son mutuamenteincompatibles .

    Concentrarse totalmente es un. esquema maestro conceptual para derivar todas las teoras subsidiarias esarriesgarse a producir equivalentes sociolgicos del siglo X) (de los grandes sistemas filosficos delpasado, con toda su sugestiva variedad, su esplendor arquitectnico y su esterilidad cientfica.El terico sociolgico que se compromete exclusivamente con la explotacin de un sistema total con susabstracciones extremas corre el riesgo de que, al igual que con la decoracin moderna, el mobiliario desu mente ser exiguo e Incmodo.

    El camino hacia los esquemas generales efectivos en sociologa solamente se obstruir, como en losprimeros das de la sociologa, si cada socilogo carismtico trata de desarrollar su propio sistema generalde teora. La persistencia de esta prctica slo puede causar la balcanizacin de la sociologa, con cadaprincipado regido por su propio sistema terico. Aunque este proceso ha marcado peridicamente eldesarrollo de otras ciencias -notablemente la qumica, la geologa y la medicina no necesita reproducirseen sociologa si aprendemos de la historia de la ciencia. Nosotros los socilogos podemos contemplaruna teora sociolgica progresivamente general, que, en lugar de partir de la cabeza de un hombre,consolide gradualmente las teoras de alcance intermedio, de manera que stas se vuelvan casosespeciales de formulaciones ms generales.

    El desarrollo de la teora sociolgica sugiere que es necesario hacer hincapi en esta orientacin.Obsrvese cun pocas, cun diseminadas y cun insignificantes son las hiptesis sociolgicas especificasque se derivan de un esquema conceptual maestro. Las proposiciones de una teora generalizadora vantan adelante de las teoras especiales confirmadas que siguen siendo programas irrealizados y noconsolidaciones de teoras que al principio parecan discretas. Por supuesto, como han indicado TalcottParsons y Pitirim Sorokin (en Sociological Theories of Today), recientemente se ha logrado un avancesignificativo. La convergencia gradual de las corrientes de la teora en sociologa, psicologa social yantropologa, registra grandes avances tericos, y promete an ms. (17) Sin embargo, una gran parte de loque ahora se describe como teora sociolgica consiste en orientaciones generales hacia datos, sugiriendotipos de variables que las teoras deben, de alguna manera, tomar en cuenta, ms que declaracionesverificables, claramente formuladas, de las relaciones entre las variables especificadas. Tenemos muchosconceptos pero pocas teoras confirmadas; muchos puntos de vista, pero pocos teoremas; muchasaproximaciones pero pocas terminaciones. Quizs algunos cambios ulteriores de hincapi sern parabien.

    Consciente o inconscientemente, los hombres destinan sus escasos recursos tanto a la produccin de lateora sociolgica como a la produccin de accesorios de plomera, y su destinacin refleja sussuposiciones subyacentes. Nuestra discusin sobre la teora de alcance intermedio en sociologa pretendehacer explcita una decisin poltica a la que se enfrentan todos los tericos sociolgicos. A cul dedicarla mayor parte de nuestras energas colectivas y recursos?: a la investigacin de las teoras confirmadasde alcance intermedio o a la investigacin de un esquema conceptual que lo incluya todo? Creo -y las

  • creencias estn, por supuesto, notablemente sujetas a error que las teoras de alcance intermedio son lasque prometen ms, con tal que su bsqueda se conjugue con un inters continuo por consolidar lasteoras especiales y convertirlas en grupos ms generales de conceptos y proposiciones mutuamenteconsistentes. Aun as, debemos adoptar la concepcin provisional de nuestros hermanos mayores y deTennyson:

    Nuestros pequeos sistemas tienen su da;tienen su da y dejan de ser.

    RESPUESTAS POLARIZADAS A LAS TEORAS DE ALCANCE INTERMEDIO

    Puesto que la poltica de centrarse en las teoras sociolgicas de alcance intermedio se propugn porescrito, comprensiblemente se han polarizado las respuestas de los socilogos. De manera general,parece que estas respuestas estuvieron regidas ampliamente por las propias normas de trabajo de lossocilogos. La mayora de stos que haban emprendido una investigacin emprica tericamenteorientada estuvieron conformes con una poltica que meramente formulaba lo que ya haba elaborado lafilosofa. Y a la inversa, la mayora de los que estaban comprometidos con el estudio humanista de lahistoria del pensamiento social o que trataban de desarrollar una teora sociolgica total, aqu y ahora,describieron la poltica como un retroceso de aspiraciones correctamente elevadas. La tercera respuestaes intermedia. Reconoce que el hincapi en teora de alcance intermedio no significa la atencinexclusiva a este tipo de teorizacin. En su lugar, ve el desarrollo de una teora ms general, que surgiramediante las consolidaciones de las teoras de alcance intermedio, antes que brotar, de una sola vez, deltrabajo de tericos individuales de gran escala.

    EL PROCESO DE POLARIZACIN

    Como la mayora de las controversias en las ciencias, esta disputa sobre el destino de los recursosintelectuales entre las diferentes clases de trabajo sociolgico, abarca un conflicto social, y no meramenteuna crtica intelectual. (18) Es decir, la disputa es menos una cuestin de contradicciones entre ideassociolgicas substantivas que de definiciones que compiten sobre el papel del socilogo que se considerams efectivo en esta poca.

    Esta controversia sigue el curso clsicamente identificado del conflicto social. El ataque va seguido porel contraataque, con la alienacin progresiva entre las partes en conflicto. A su debido tiempo, puestoque el conflicto es pblico, se convierte en un combate de categoras ms que en una bsqueda de laverdad. Las actitudes se polarizan, y entonces cada grupo de socilogos empieza a responder en granparte a versiones estereotipadas de lo que el otro dice. Los tericos de alcance intermedio sonestereotipados como meros olfateadores o descubridores de hechos o como meramente socigrafosdescriptivos. Y los tericos cuyo objetivo es la teora general son estereotipados como inveteradamenteespeculativos, completamente desinteresados de la apremiante evidencia emprica o comocomprometidos inevitablemente con las doctrinas que estn formuladas de tal manera que no puedencomprobarse.

    Estos estereotipos no estn totalmente desligados de la realidad; como la mayora de los estereotipos,son exageraciones inflexibles de las tendencias o atributos reales. Pero en el curso del conflicto social,llegan a ser estereotipos auto-confirmados a medida que los socilogos se apartan de la experiencia quepodra obligarlos a modificarlos. Los socilogos de cada campo desarrollan percepciones altamenteselectivas de lo que realmente sucede en el otro campo. Cada campo ve en el trabajo del otroprimordialmente lo que el estereotipo hostil le ha preparado a ver, y entonces toma una observacinocasional como filosofa permanente, un hincapi como un compromiso total. En este proceso, cadagrupo de socilogos llega a estar cada vez menos motivado a estudiar el trabajo del otro, puesto que, de

  • manera patente no contiene ninguna verdad. Escudrian los escritos del grupo externo nada ms paraencontrar municiones para nuevas descargas de fusilera.

    El proceso de alienacin y estereotipacin recproca probablemente se refuerza por el gran aumento dela publicacin de escritos sociolgicos. Como muchos otros cientficos y acadmicos los socilogos nopueden mantenerse al paso de lo que se est publicando en ese campo. Deben hacerse ms y msselectivos en su lectura. Y esta creciente selectividad lleva de inmediato, a aquellos que inicialmente eranhostiles a un tipo particular de trabajo sociolgico, a dejar de estudiar las publicaciones que podanhaberlos llevado a abandonar su estereotipo.

    Estas condiciones tienden a estimular la polarizacin de las ideas. Las orientaciones sociolgicas que noson sustancialmente contradictorias son consideradas como si lo fuera. Conforme a ests posiciones detodo o nada, la investigacin sociolgica debe ser estadstica o histrica; o bien las grandes cuestiones yproblemas de la poca deben ser los nicos objetos de estudio, o bien estas cuestiones reacias debenevitarse totalmente porque no son propias para la investigacin cientfica, etc., etc.

    El proceso del conflicto social se detendra a la mitad y se convertira en una crtica intelectual si sepusiera un alto al desdn recproco que a menudo caracteriza estas polmicas. Pero las batallas entresocilogos ordinariamente no ocurren dentro del marco social que se requiere para que la noreciprocidad del afecto acte con regularidad. Este contexto requiere una diferenciacin conjuntamentereconocida de categora entre las partes, al menos con respecto al asunto en cuestin. Cuando estadiferenciacin de categora est presente, como en el caso del abogado y su cliente o el psiquiatra y supaciente, una norma tcnica ligada a la categora de ms autoridad de la relacin impide la reciprocidadde los sentimientos expresados. Pero la controversia cientfica, tpicamente, tiene lugar dentro de unacompaa de iguales (por mucho que las situaciones de las partes puedan diferir) y, an ms, tiene lugaren pblico, sujeta a la observacin de iguales. As, la retrica se enfrenta a la retrica, el desdn aldesdn, y las soluciones intelectuales se subordinan a la batalla por la categora.

    Todava ms, en las controversias polarizadas no hay lugar para un tercero no comprometido quepudiera convertir el conflicto social en una crtica intelectual. Cierto, algunos socilogos no adoptarn laposicin de todo o nada que se espera en el conflicto social. Pero, tpicamente, stos seran los nocombatientes atrapados en el fuego cruzado de los campos hostiles. Se les cuelga la etiqueta de meroseclcticos, haciendo as innecesario para los dos campos el examinar lo que esta tercera posicin afirma,o cun vlida es; o, se les llama renegados que han abandonado las verdades doctrinarias; o quizs lopeor de todo, son tibios o simples mirones, y por timidez o conveniencia, huyen del conflictofundamental entre el bien sociolgico puro y el mal sociolgico puro.

    Pero las polmicas en la ciencia tienen sus funciones y sus disfunciones. En el curso del conflicto social,los asuntos cognoscitivos se tergiversan al ponerse al servicio de la victoria sobre el contrario. S inembargo, cuando el conflicto se regula por una comunidad de iguales, incluso las polmicas con susdistorsiones, que agotan las energas de los enfrascados en remedos de batallas intelectuales, puedenayudar a enderezar el desequilibrio acumulativo en la ciencia. No hay una forma fcil de determinar elempleo ptimo de los recursos en un campo de la ciencia, en parte debido al desacuerdo esencial queexiste sobre los criterios de los ptimo.(19) El conflicto social suele enconarse en sociologa siempre queuna lnea particular de investigacin -digamos, de grupos pequeos o de sociedades mundiales-, o ungrupo particular de ideas -digamos, anlisis funcional o marxismo-, o un modo particular de investigar -digamos, encuestas sociales o sociologa histrica- ha absorbido la atencin y las energas de un nmerorpidamente creciente de socilogos. Esta lnea de desarrollo podra llegar a ser popular debido a que hademostrado ser efectiva al tratar ciertos problemas intelectuales o sociales, o porque es ideolgicamenteanloga. Los campos o tipos de trabajo actualmente impopulares se quedan con pocos reclutas decalidad , y, con conocimientos disminuidos , este tipo de trabajo llega a ser menos atractivo. Si no fuera

  • por estos conflictos, el reino de las ortodoxias y los desequilibrios tericos en la distribucin del trabajosociolgico sera, incluso, ms notable de lo que es. As las ruidosas protestas que aseguran queproblemas, mtodos y orientaciones tericas descuidados merecen una atencin ms concertada-inclusocuando esas protestas van acompaadas por ataques extravagantes contra la lnea dominante dedesarrollo- pueden ayudar a diversificar el trabajo sociolgico al modificar la tendencia a concentrarse enun rango estrecho de problemas. Una mayor heterodoxia, a su vez, aumentan las perspectivas deaventuras cientficamente productivas, hasta que stas se convierten en nuevas ortodoxias.

    RECONOCIMIENTO DE LA POLTICA DE LA TEORA DE ALCANCEINTERMEDIO

    Como hemos observado previamente, la resonancia del hincapi hecho en la teora de alcanceintermedio es especialmente notable entre los socilogos que estn realizando investigaciones empricasorientadas tericamente. Por ello, la poltica de las teoras sociolgicas de alcance intermedio ha tomadoarraigo hoy da, mientras que las primeras versiones -que examinaremos ahora- no lo hicieron. Es unsentido bastante preciso de la frase familiar, el tiempo no haba llegado. Es decir, hasta las dos ltimasdcadas, con excepciones notables, los socilogos tendan a dedicarse ms a la bsqueda de la teoratotalizadora, unificada o al trabajo emprico descriptivo, con poca orientacin terica en ambos casos. Elresultado era que pasaran inadvertidos los alegatos en pro de la poltica de la teora de alcanceintermedio.

    Empero como lo he observado en otra parte,(20) esta poltica no es nueva ni extraa; tiene raceshistricas bien establecidas. Ms que nadie antes que l, Bacon hizo hincapi en la primordialimportancia de los axiomas intermedios en la ciencia:

    Sin embargo no conviene permitir que la inteligencia salte y se remonte de los hechos a las leyes mselevadas y generales (tales como los primeros principios de la naturaleza y de las artes, como se lesllama), y dndoles una incontestable autoridad, establezca segn esas leyes generales, las secundarias,como siempre hasta ahora se ha hecho, a causa de estar inclinado el espritu humano por tendencianatural, y adems por estar formado y habituado a ellos desde largo tiempo por el uso de demostracionescompletamente silogsticas. Mucho habr que esperar de la ciencia cuando el espritu ascienda por laverdadera escala y los grados sucesivos, de los hechos a las leyes menos elevadas, despus a las leyesmedias, elevndose ms y ms hasta que alcance al fin las ms generales de todas.

    Las leyes menos elevadas no difieren mucho de la simple experiencia; pero esos principios supremos ymuy generales que la razn en la actualidad emplea, estn fundados sobre nociones abstractas y carecende solidez. Las leyes intermedias, al contrario, son los principios verdaderos, slidos y vvidos en ciertomodo, en los que descansan todos los negocios y las fortunas humanas; por encima de ellos, finalmente,estn los principios supremos, pero construdos de tal suerte, que no sean abstractos y que los principiosintermedios los determinen. (21)

    Bacon a continuacin, cita una versin ms antigua:

    Y Platn, en su Teetetes, observ: Que los particulares son infinitos, y las generalidades ms elevadasno dan la suficiente direccin; y que el meollo de todas las ciencias, lo que hace que difiera el artista delinexpertos estn en las proposiciones intermedias, las que, en todo conocimiento particular estntomadas de la tradicin y la experiencia. (22)

    As como Bacon cita a Platn como su predecesor, as lo hacen John Stuart Mill y George CornewallLewis citando a Bacon como el suyo. Si bien Mill difiere de Bacon sobre el modo lgico de conectar lasleyes ms generales con los principios intermedios, le hace eco en estas palabras:

  • Bacon ha observado juiciosamente que los axiomata media de toda ciencia constituyen principalmentesu valor. Las generalizaciones ms bajas, en tanto explicadas y resueltas por los principios intermedios delos que son las consecuencias, tienen slo la imperfecta exactitud de las leyes empricas; mientras que lasleyes ms generales son demasiado generales e incluyen demasiado pocas circunstancias para darsuficiente indicacin de lo que sucede en los casos individuales, donde las circunstancias son casisiempre sumamente numerosas. Por tanto, en la importancia que Bacon asigna, en toda ciencia, a losprincipios intermedios, es imposible estar en desacuerdo con l. Pero considero que ha estadoradicalmente equivocado en su doctrina respecto a la forma en que ha de llegarse a estos axiomata media... (es decir, la inveterada adiccin de Bacon a la induccin total, que no deja lugar alguno para ladeduccin) (23)

    Escribiendo casi al mismo tiempo que Mill, pero, como lo muestra la experiencia histrica, sin tener elmismo efecto sobre sus contemporneos, Lewis recurre a Bacon para fundamentar las teoraslimitadas en la ciencia poltica. Plantea la idea ulterior de que un gran nmero de teoremas vlidospueden desarrollarse al restringir la observacin a determinadas clases de comunidades:

    . . . podemos formar teoras limitadas, predecir tendencias generales y leyes predominantes de causas lasque podran no ser ciertas en su mayora, si se hacen extensivas a toda la humanidad, pero que poseenuna presunta verdad si se limitan a ciertas naciones...

    ...es posible ampliar la regin de las polticas especulativas, consecuentemente con la verdadera expresinde los hechos, al estrechar el grado de la observacin, y al confirmarnos nosotros mismos a una claselimitada de comunidades. Mediante la adopcin de este mtodo, podemos aumentar el nmero de losverdaderos teoremas polticos los cuales pueden tomarse de los hechos, y, al mismo tiempo, darles msplenitud, vida y sustancia. En lugar de ser meras generalidades vacas y pobres, se parecen a los MediaAxiomata de Bacon, los que son expresiones generalizadas del hecho, pero que sin embargo, estn losuficientemente cerca de la prctica para servir de guas en las cuestiones de la vida. (24)

    Aunque estas primeras formulaciones difieren en los detalles -el contraste entre Bacon y Mill esparticularmente notable- todas hacen hincapi en la importancia estratgica de una serie graduada deteoras intermedias empricamente confirmadas.

    Despus de aquellos primeros das, formulaciones similares, aunque no idnticas, han sido avanzadaspor Karl Mannheim, en su concepto de principia media por Adolf Lowe, en su tesis de que losprincipios sociolgicos intermedios relacionan lo econmico con el proceso social; y por MorrisGinsberg, en su examen del tratamiento que da Mill a los principios intermedios en la ciencia social. (25)Por el momento, pues, existen suficientes pruebas para indicar que las teoras de alcance intermedio ensociologa han sido defendidas por muchos de nuestros antecesores intelectuales. Pero para modificar elcredo de los oscurantistas, si la filosofa funcional encarnada en esta orientacin no es totalmente nueva,es por lo menos cierta.

    Casi nadie discute que las formulaciones bien conocidas de Bacon no fueron adoptadas por lossocilogos porque no haba socilogos para examinar la pertinencia de sus concepciones. Apenas es msproblemtico que las formulaciones de Mill y Lewis, casi 240 aos despus, tuvieran poca resonanciaentre los cientficos sociales; las disciplinas estaban entonces solamente en sus inicios. Pero por qu lasformulaciones de Mannheim, Lowe y Ginsburg, hechas en los treinta de este siglo, encontraron tan pocarespuesta en la bibliografa sociolgica del perodo inmediatamente siguiente? Slo despus deformulaciones similares hechas por Marshall y por m en los ltimos aos de la dcada de los cuarentas,encontramos una amplia discusin y aplicacin de esta orientacin a la teora sociolgica. Sospecho,aunque no he realizado todo el trabajo necesario para investigar esta cuestin, que la difundida

  • resonancia de la teora de alcance intermedio en las ltimas dcadas se debe en parte al surgimiento deuna gran nmero de investigadores sociolgicos que realizan investigaciones basadas empricamente ytericamente aplicables.

    Una pequea nuestra del reconocimiento de la poltica de la teora de alcance intermedio ilustrar la basede esta resonancia. Revisando el desarrollo de la sociologa en las pasadas cuatro dcadas, Frank Hankinsconcluye que:

    Las teoras del alcance intermedio parecen ... tener mayor significacin explicativa [que las teorassociolgicas totales]. Aqu se ha hecho mucho en relacin con la comunicacin de masas, laestratificacin de las bases, la burocracia, los grupos pequeos de varios tipos y otros aspectosimportantes de la totalidad social. [Y entonces, en la forma polarizante de todo o nada, Hawkinsconcluye]: Acaso encontremos que solamente sas tengan un valor realista y prctico. (26)

    Esta resonancia de la teora del alcance intermedio acontece entre los socilogos con una variedad deorientaciones tericas generales, con tal de que tengan inters en la importancia emprica de la teora.As, Arthur K. Davis, orientado hacia la teora marxista, sugiere que el caso de

    las teoras de alcance intermedio en contraste con el enfoque ms general de Parsons, estaba bienconcebido ... Un enfoque de alcance intermedio -anlisis emprico en un medio conceptual limitado-parece asegurar ms firmemente el contacto continuo necesario con las variables empricas. (27)

    Hace una dcada, Peter H. Rossi, hombre profundamente dedicado a la investigacin emprica yobservador de la historia reciente de la sociologa, observ las complejas consecuencias de unaformulacin explcita del caso en pro de las teoras de alcance intermedio:

    La concepcin de las teoras de alcance intermedio logr amplia aceptacin tanto entre los socilogosorientados primordialmente hacia la investigacin, como entre los interesados en la teora. An es muypronto para poder estimar el grado en que esta idea afectar las relaciones entre teora e investigacin enla sociologa norteamericana. Hasta ahora, su aceptacin ha trado consigo ventajas condicionadas. En ellado negativo, los investigadores que han sido vulnerables a la acusacin de meros empiristas tienen,en esta concepcin de la teora, una forma conveniente de elevar la categora de su trabajo sin cambiar suforma. En el lado positivo, ha tendido a mejorar la categora de la investigacin que se gua porconsideraciones tericas de naturaleza limitada; por ejemplo, el estudio de grupos pequeos. En opininde quien esto escribe, se puede obtener un gran beneficio esencialmente reorientando la actividad tericade los amplios esquemas tericos a niveles que estn ms estrechamente ligados con las capacidadesactuales de nuestra tcnica de investigacin. (28)

    En esta serie de observaciones es de gran inters la abstencin de Rossi de tomar una posicinpolarizada. El concepto de las teoras de alcance intermedio no ha sido, en ocasiones, de lo msapropiado para justificar un conjunto de investigaciones descriptivas, las cuales no reflejan de maneraalguna una orientacin terica. Pero el mal uso de una concepcin no constituye una prueba de su valor.Al final, Rossi, en tanto que socilogo comprometido con la investigacin sistemtica emprica por susimplicaciones tericas, apoya esta poltica como alguien que capta el inters aunado de la investigacinemprica con la importancia terica.

    Suicidio, la monografa de Durkheim, es quizs el ejemplo clsico del empleo y desarrollo de la teora dealcance intermedio. Por tanto, no tiene nada de sorprendente que socilogos de la tradicin deDurkheim como Armand Cuvillier (29) hayan apoyado esta reorientacin terica. La discusin de Cuvilliernos recuerda que la teora de alcance intermedio se ocupa de la investigacin microsociolgica ymacrosociolgica, de los estudios experimentales de los grupos pequeos as como del anlisis

  • comparativo de aspectos especficos de la estructura social. Que las investigaciones macrosociolgicasno presuponen un sistema total de la teora sociolgica es la opinin tambin adoptada por DavidRiesman, quien sostiene que es mejor estar trabajando en el rango intermedio; hablar menos degrandes descubrimientos o de la investigacin bsica y tener menos por doquiera. (30)

    Podra suponerse que las tradiciones europeas duraderas de trabajar hacia los sistemas totales desociologa llevaran a repudiar la teora de alcance intermedio como orientacin preferida. Sin embargo,no es exactamente as. Al examinar la historia reciente del pensamiento sociolgico y al hacer conjeturassobre los desarrollos futuros, un observador ha expresado la esperanza que las teoras del rango medoreducirn las puras polmicas entre las escuelas del pensamiento sociolgico y contribuirn a sucontinua convergencia. (31) Otros han realizado anlisis detallados de la estructura lgica de este tipo deteora; es pecialmente, Filippo Barbano, en una extensa serie de monografas y artculos dedicados a latheorie di media portata. (32)

    Quizs el anlisis ms minucioso y detallado de la estructura lgica de la teora de alcance intermedio hasido desarrollado por Hans L. Zetterberg en su monografa Teora y verificacin en la sociologa (33) ypor Adrzej Malewski en su libro Verhalten und lnteraktion. (34) Lo ms importante es que tantoZetterberg como Malewski trascienden la tendencia polarizadora de considerar la teora de alcanceintermedio como una serie de desconectadas teoras especiales. Indican, mediante preceptos y ejemplosdetallados, cmo las teoras especiales han venido consolidndose en grupos de teoras que se amplansucesivamente. Esta misma orientacin manifiestan Berger, Zelditch, Anderson y sus colaboradores,quienes consideran las teoras de alcance intermedio como aplicables a todas las situaciones quemuestran aspectos especficos de los fenmenos sociales, y que pasan a demostrar el empleo de unavariedad de dichas teoras. (35)

    Un inventario sistemtico de las teoras de alcance intermedio desarrolladas en las ltimas dcadas estarafuera del marco de estas pginas. Pero quiz un empleo pequeo y arbitrario pueda mostrar la diversidadde problemas y temas que tratan. El punto esencial es que stas son teoras fundamentadasempricamente -que abarcan grupos de- y no slo datos descriptivos organizados o generalizacionesempricas o hiptesis que lgicamente son dispares y desconectadas. Un grupo acumulativo de dichasteoras ha surgido en la investigacin de las burocracias; especialmente por Selznick, Gouldner, Blau,Lipset-Trow-y-Coleman, Crozier, Kahn y Katz, y una larga lista de otros investigadores. (36) RaymondMack ha desarrollado una teora de alcance intermedio del subsistema ocupacional; Pellegrin, una teoradel ascenso a las posiciones ms altas en los grupos; Junkichi Abe, una teora intermedia basada en losdatos microscpicos y macrosociolgicos que relaciona las pautas de la conducta divergente con laestructura de I as comunidades; Hyman, la consolidacin de las uniformidades empricas en la opininpblica en una teora compleja; Hillery, una consolidacin de las uniformidades demogrficas. (37)

    Existe, sin embargo, una base mucho ms considerable que esta lista de escasos ejemplos para evaluar lapresente orientacin de los socilogos hacia las teoras de alcance intermedio. Es simblico que Sorokin,aunque comprometido personalmente con el desarrollo de la teora sociolgica en gran escala, repetidasveces otorga un lugar importante a la teora de alcance intermedio. En su ltimo libro, peridicamentereconoce los desarrollos tericos actuales por su capacidad para ser tomados en cuenta para lasuniformidades de gama media. Por ejemplo, revisa una serie de investigaciones estadsticas ensociologa y las encuentra insuficientes porque no nos dan uniformidades generales o de gamaintermedia, leyes causales, o frmulas vlidas para todos los tiempos y para las diferentes sociedades.En otra parte utiliza Sorokin este criterio para valorar la investigacin contempornea, que serareivindicada si hubiera descubierto un grupo de uniformidades universales, o. por lo menos ... de gamaintermedia aplicables a muchas personas, grupos y culturas. Y en otro sitio ms considera aceptableslas tipologas seleccionadas de sistemas culturales si como ... generalizaciones de gama intermedia ...no son exageradas y generalizadas excesivamente. En su revisin de la reciente investigacin ensociologa, Sorokin diferencia categricamente entre descubrir hechos y uniformidades de

  • generalidad de grado-medio. Lo primero engendra material puramente local, temporal, informativo,sin valor cognoscitivo general. Lo segundo, hace

    inteligible una selva de acontecimientos histricos caticos que de otra manera son incomprensibles. Sinestas generalizaciones, estamos completamente perdidos en esa selva y sus hechos interminables tienenpoco sentido en sus cmo y sus porqu. Con unas cuantas reglas principales que nos sirvan de gua, nospodemos orientar en la oscuridad de la selva. Tal es el papel cognoscitivo de estas reglas y uniformidadeslimitadas, aproximadas y prevalecientes. (38)

    Sorokin repudia as esa formidable pasin por los hechos que antes bien oscurece que revela las ideassociolgicas que estos hechos ejemplifican; recomienda las teoras de gama intermedia como guas parala investigacin; y contina prefiriendo, para s mismo, la bsqueda de un sistema de sociologa general .

    RECHAZO DE LA TEORA DE ALCANCE INTERMEDIO

    En virtud de que tanta tinta sociolgica se ha derramado en el debate sobre las teoras de alcanceintermedio, puede ser til examinar las crticas que se le han hecho. A diferencia de los sistemas sencillosde la teora sociolgica, se ha dicho, las teoras de alcance intermedio apelan a las bajas ambicionesintelectuales. Pocos han expresado esta opinin con ms elocuencia que Robert Bierstedt, cuandoescribe:

    Hasta nos ha invitado a renunciar a aquellos grandes problemas de la sociedad humana en que seocuparon nuestros antecesores en la historia del pensamiento social y, en su lugar, buscar lo que T. H.Marshall denomin, en su conferencia en la Universidad de Londres peldaos intermedios y otrossocilogos a partir de entonces, teoras de alcance intermedio. Pero qu ambicin tan anmica essta! Nos empearemos en obtener una victoria a medias? Dnde estn las visiones que nos atrajeroninicialmente al mundo del conocimiento? Siempre haba pensado que los socilogos tambin sabansoar y que crean, con Browning, que la ambicin de un hombre debera exceder a su capacidad. (39)

    Se podra inferir de esta cita que Bierstedt preferira aferrarse a la optimista ambicin de desarrollar unateora general totalizadora antes que aceptar la ambicin anmica de la teora de alcance intermedio. Oque considera las soluciones sociolgicas a los grandes y urgentes problemas de la sociedad humanacomo la piedra de toque tericamente importante de la sociologa. Pero ambas inferenciasevidentemente serian equivocadas, pues la teora de alcance intermedio a menuda. es aceptada poraquellos que ostensiblemente la rechazan. As, Bierstedt contina para decir que en mi opinin una delas obras ms grandes de la investigacin sociolgica jams conducida por alguien es The ProtestantEthc and the Spirit of Capitalism, de Max Weber. Yo no cuestiono esta apreciacin de la monografade Weber -aunque yo propondra Suicidio, de Durkheim para esa elevada posicin pues, al igual quemuchos otros socilogos familiarizados con la biblioteca de crticas que se ha acumulado en torno altrabajo de Weber, contino considerndola una contribucin importante. (40) Pero encuentro difcilreconciliar la apreciacin de Bierstedt sobre la monografa de Weber con la retrica que desterrara a lasteoras de alcance intermedio por ser enfermizante plidas y singularmente sin ambicin, ya queseguramente esta monografa es un excelente ejemplo de teorizar en el rango medio; trata un problematajantemente delimitado, que resulta ejemplificado en una poca histrica particular con implicacionespara otras sociedades y otros tiempos; emplea una teora limitada sobre las formas en que estnrelacionados el compromiso religioso y la conducta econmica; y contribuye a una teora en cierta formams general de los modos de interdependencia entre las instituciones sociales. Se ha de acusar a Weberde ambicin anmica, o emular su esfuerzo por desarrollar una teora empricamente fundamentada dealcance delimitado?

  • Bierstedt rechaza dicha teora, sospecho que por dos razones; primera: su observacin de que las teorasde alcance intermedio estn alejadas de las aspiraciones de nuestros antecesores intelectuales da aentender claramente que este concepto es comparativamente nuevo, y por tanto nos es ajeno. Sinembargo, como previamente ya he observado en este captulo y en otras partes, (41) la poltica de la teorade alcance intermedio ha sido repetidamente anticipada.

    Segunda: Bierstedt parece suponer que la teora de alcance intermedio excluye completamente lainvestigacin macrosociolgica en que una teora particular genera hiptesis especficas para serexaminadas a la luz de datos sistemticamente reunidos. Como hemos visto, este supuesto es infundado.En realidad, el trabajo principal en la macrosociologa comparativa se basa, hoy da, principalmente enteoras especficas y delimitadas de las interrelaciones entre los componentes de la estructura social quepueden someterse a la prueba emprica sistemtica, utilizando la misma lgica y casi los mismos tipos deindicadores que los empleados en la investigacin microsociolgica. (42)

    La tendencia a polarizar los problemas tericos en trminos de todo-o-nada la expresa otro crtico, quienconvierte la posicin del terico de alcance intermedio en la pretensin de haber encontrado unapanacea para una teora sociolgica contempornea. Despus de reconocer que la mayora de lostrabajos de Marshall y Merton s muestran el tipo de inters en los problemas por el que yo abogo aqu,Dahrendorf contina diciendo: Mi objecin a sus formulaciones no est, por tanto, dirigida contraestos trabajos sino contra su suposicin explcita [sic] de que todo [sic] lo que est mal en la teorareciente es su generalidad y que simplemente [sic] reduciendo el nivel de la generalidad, podemosresolver todos [sic] los problemas. (43)

    Empero, debe estar claro, por lo que hemos dicho de que los tericos del alcance intermedio nosostienen que las deficiencias de la teora sociolgica sean exclusivamente resultado de que seaexcesivamente general. Lejos de ello. Las verdaderas teoras de alcance intermedio -teora de ladisonancia, teora de la diferenciacin social o teora de los grupos de referencia- tienen una grangeneralidad, extendindose ms all de una poca histrica o cultura particular. (44) Pero estas teoras nose derivan de un sistema nico y total de la teora. Dentro de lmites vastos, concuerdan con unavariedad de orientaciones tericas. Las confirma una variedad de datos empricos, y si cualquier teorageneral en efecto asevera que tales datos no pueden ser, tanto peor para esa teora.

    Otra crtica sostiene que las teoras de alcance intermedio fragmentan el campo de la sociologa enteoras especiales y desconectadas. (45) Es cierto que en sociologa se han desarrollado tendencias hacia lafragmentacin. Pero esto difcilmente puede ser resultado de trabajar hacia las teoras de alcanceintermedio. Por el contrario, las teoras de gama media consolidan, no fragmentan, los hallazgosempricos. He intentado mostrar esto, por ejemplo, con la teora del grupo de referencia, la cual unehallazgos de campos tan dispares de la conducta humana como la vida militar, la raza y las relacionestnicas, la movilidad social, la delincuencia, la poltica, la educacin y la actividad revolucionaria. (46)

    Estas crticas representan claramente los esfuerzos por situar a la teora de alcance intermedio en elesquema contemporneo de la sociologa. Pero el proceso de polarizacin empuja a la crtica mucho msall de este punto, a la distorsin de la informacin ya disponible. Por otra parte, parecera imposible quealguien pudiera observar la posicin anunciada por Riesman en apoyo a la teora del alcance intermedio yseguir sosteniendo que las estrategias de gama intermedia de exclusin incluyen un

    ataque sistemtico dirigido contra aquellos artesanos sociolgicos contemporneos que tratan detrabajar en los problemas de la tradicin clsica. Este ataque generalmente toma la forma de clasificardicho trabajo sociolgico como especulativo, impresionista o incluso directamente periodstico.As los sutiles esfuerzos por interpretar la sociedad moderna hechos por hombres como C. Wright Millsy David Riesman, los cuales estn en una relacin orgnica con la tradicin clsica solamente porque se

  • atreven a tratar problemas que estn en el centro de la tradicin, sistemticamente son menospreciadosdentro de la profesin. (47)

    Segn esta pretensin, Riesman es sistemticamente menospreciado por los defensores de, mismotipo de teora que l defiende. Asimismo, aunque esta afirmacin sugiere que es la estrategia deexclusin de alcance intermedio la que menosprecia el trabajo de C. Wright Mills, es un hecho queuno de los tericos de la teora de alcance intermedio dio fuerte apoyo a esa parte del trabajo de Millsque ofrece anlisis sistemticos de la estructura social y de la psicologa Social, (48)

    Los ltimos socilogos soviticos han llegado a interpretar la conocida teora del alcance intermedio como una concepcin positiva. Segn G. M. Andreeva, dicha teora est concebida

    al nivel de un orden relativamente bajo de abstraccin, el cual en principio no va ms all de los datosempricos. El conocimiento terico a este nivel est nuevamente en la categora del conocimientoemprico, pues la propia teora se reduce en esencia al nivel de las generalizaciones empricas... (49)

    Esta falsa idea sobre la teora de alcance intermedio requiere aqu poca discusin. Despus de todo, elcaptulo sobre el influjo de la teora sociolgica sobre la investigacin emprica reimpreso en estevolumen est en prensa desde hace cerca de un cuarto de siglo. Desde entonces, yo distingua entre unateora, un grupo de suposiciones lgicamente interrelacionadas del cual se derivan ,hiptesiscomprobables empricamente, y una generalizacin emprica, una proposicin aislada que resume lasuniformidades observadas de las relaciones entre dos o ms variables. Empero, los acadmicos marxistasconstruyen teoras de alcance intermedio en trminos que estn deliberadamente excludos por estasformulaciones.

    Esta idea falsa puede basarse en un compromiso con una teora sociolgica total y en el miedo a que estateora sea amenazada por el papel de las teoras de alcance intermedio. Debe observarse, sin embargo,que en la medida en que la orientacin terica general proporcionada por el pensamiento marxista llega aser una gua para la investigacin emprica sistemtica, debe hacerlo as mediante el desarrollo de teorasespeciales intermedias. De otra manera, como parece haber sido el caso de estudios como !ainvestigacin de Sverdlov de las actitudes y conducta de los obreros, esta orientacin llevara cuando msa una serie de generalizaciones empricas (como la relacin del nivel de educacin logrado por lostrabajadores con el nmero de sus afiliaciones organizativas, nmero de libros ledos, y cosas semejantes)

    El captulo precedente sugera que los socilogos que estn convencidos de que existe una teora totalque abarca el alcance completo del conocimiento sociolgico pueden creer que la sociologa debeadecuarse aqu y all a todas las demandas prcticas que se le hacen. Esta concepcin est por el rechazode la teora de alcance intermedio, como se ve en la siguiente observacin de Osipov y Yovchuk:

    Es bien conocida la opinin de Merton de que la sociologa an no est para una teora comprensivaintegral y que solamente hay unas cuantas teoras disponibles en un nivel intermedio de abstraccin, cuyasignificacin es relativa y temporal . Nos sentimos justificados a creer que esta definicin no puedeaplicarse a la sociologa cientfica marxista. La comprensin materialista de la historia! descrita por vezprimera por Marx hace aproximadamente 125 aos, ha sido comprobada por el tiempo y por todo elproceso del desarrollo histrico. La comprensin materialista de la historia se basa en el estudio concretode la vida social. El surgimiento del marxismo en la dcada de 1840 y su ulterior desarrollo se ha ligadoorgnicamente y apoyado en la investigacin de problemas sociales especficos. (50)

    Esta investigacin de problemas sociales especficos -lo que los socilogos soviticos denominaninvestigacin sociolgica concreta- no se deriva lgicamente de la orientacin terica general delmaterialismo histrico. Y cuando no se han desarrollado teoras intermedias, estas investigaciones hantendido hacia el empirismo prctico; la recoleccin metdica de slo la informacin suficiente para

  • tomarse en cuenta al tomar decisiones prcticas. Por ejemplo, ha habido varios estudios de presupuestodel tiempo de los trabajadores, parecidos a los estudios de Sorokin en los primeros aos de la dcada de1930. Se pidi a los trabajadores que llevaran un registro de cmo distribuan su tiempo entre categorascomo horas de trabajo, deberes caseros, necesidades fisiolgicas, descanso, tiempo dedicado a los niosy trabajo social til (incluyendo la participacin en consejos civiles, tribunales obreros, asistencia aconferencias o trabajo cultural de masas). El anlisis de los presupuestos de tiempo tiene dosobjetivos: el primero identificar y luego eliminar los problemas en la eficiente distribucin del tiempo.Por ejemplo, se encontr que un obstculo para la educacin en escuelas nocturnas para los trabajadoresera que el tiempo fijado para los exmenes requera que se liberara a ms trabajadores de sus trabajos delo que se poda hacer. El segundo objetivo de los presupuestos es hacer planes guas para cambiar lasactividades de los trabajadores. Por ejemplo, cuando los datos de los horarios se ligaron con lainvestigacin de las motivaciones de los trabajadores, se concluy que poda contarse ms con lostrabajadores jvenes para estudiar y ser ms activos para elevar la eficiencia del trabajo. Estosejemplos demuestran que es empirismo prctico, ms que formulaciones tericas, lo que impregna estainvestigacin. Sus hallazgos estn en el mimsmo bajo nivel de abstraccin, como el de la investigacin delos mercados en otras sociedades. Deben incorporarse a teoras ms abstractas de alcance intermedio siha de salvarse la brecha entre la orientacin general del pensamiento marxista y las generalizacionesempricas.(51)

    RESUMEN Y CONSIDERACIONES

    La revisin precedente de los pros y contras polarizados de las teoras de alcance intermedio essuficiente para llegar a una conclusin: cada uno de nosotros es vulnerable perpetuamente al farisesmo.Damos gracias por no ser como otros socilogos que nicamente hablan en lugar de observar, o sloobservan en vez de pensar, o solamente piensan en lugar de poner sus pensamientos a prueba con lainvestigacin emprica sistemtica.

    Dadas estas interpretaciones polarizadas de la teora sociolgica de alcance intermedio, puede ser deutilidad reiterar los atributos de esta teora:

    1. Las teoras de alcance intermedio consisten en grupos limitados de suposiciones, de las que se derivanlgicamente hiptesis especficas y son confirmadas por la investigacin emprica.

    2. Estas teoras no permanecen separadas, sino que se renen en redes ms amplias de teoras, como seilustra con las teoras del nivel de aspiracin, grupo de referencia y estructura de oportunidad.

    3. Estas teoras son lo bastante abstractas para tratar diferentes esferas de la conducta social y de laestructura social, de modo que trascienden la mera descripcin o la generalizacin emprica. La teora delconflicto social, por ejemplo, ha sido aplicada a conflictos tnicos y raciales, al conflicto de clases y aconflictos internacionales.

    4. Este tipo de teoras para al travs de la distincin entre problemas microsociolgicos, como l odemuestra en la investigacin de pequeos grupos, y los problemas macrosociolgicos, como se pruebacon los estudios comparativos de la movilidad social y la organizacin formal, y la interdependencia delas instituciones sociales.

    5. Sistemas sociolgicos totales de las teoras -como el materialismo histrico de Marx, la teora de lossistemas sociales de Parson y la sociologa integral de Sorokin. representan orientaciones tericasgenerales, ms que sistemas rigurosos y bien construdos, contemplados en la bsqueda de una teoraunificada en fsica.

  • 6. Como resultado, muchas teoras de alcance intermedio concuerdan con toda una variedad de sistemasdel pensamiento sociolgico.

    7. Las teoras de alcance intermedio estn tpicamente en lnea directa de continuidad con el trabajo delas formulaciones tericas clsicas. Todos somos herederos residuales de Durkheim y Weber, cuyostrabajos proporcionan ideas a seguir, ejemplifican tcticas de teorizacin, aportan modelos para saberseleccionar los problemas, y nos instruyen a plantear cuestiones tericas que se desarrollan a partir de lasde ellos.

    8. La orientacin de alcance intermedio conlleva la especificacin de la ignorancia. En lugar de pretenderun conocimiento donde en realidad est ausente, reconoce expresamente lo que debe aprenderse an,con el objetivo de sentar las bases para un mayor conocimiento. No supone, por s misma, que est a lapar de dar soluciones tericas a todos los problemas prcticos urgentes del da, sino que se aboca aaquellos problemas que podran esclarecerse ahora a la luz del conocimiento existente.

    PARADIGMAS: LA CODIFICACIN DE LA TEORA SOCIOLGICA

    Como hemos observado previamente, el principal inters de este libro radica en la codificacin de lateora esencial y de los procedimientos del anlisis cualitativo en sociologa. Como se elabora aqu, lacodificacin es la disposicin ordenada y compacta de los procedimientos frtiles de la investigacin y delos resultados esenciales que se obtienen con esta utilizacin. Este proceso contina la identificacin yorganizacin de lo que ha estado implcito en el trabajo del pasado, y no la invencin de nuevasestrategias de investigacin.

    El siguiente captulo, que trata del anlisis funcional, propone un paradigma como base para codificar eltrabajo previo en este campo.(52) Creo que tales paradigmas tienen un gran valor propedutico. En primerlugar, exponen a la vista el conjunto de supuestos, conceptos y proposiciones bsicas que se emplean enun anlisis sociolgico. De esta suerte, reducen la tendencia inadvertida a ocultar el ncleo del anlisisdetrs de un velo de comentarios y pensamientos hechos al azar, aunque posiblemente muy ilustrativos.A pesar de la apariencia de inventarios de proposiciones, la sociologa todava tiene pocas frmulas; esdecir, expresiones simblicas muy abreviadas de relaciones entre variables sociolgicas. Enconsecuencia, las interpretaciones sociolgicas tienden a ser discursivas. La lgica del procedimiento, losconceptos clave y las relaciones entre variables se pierden no pocas veces en un alud de palabras.Cuando esto ocurre, el lector crtico tiene que buscar laboriosamente por s mismo los implcitossupuestos del autor. El paradigma reduce esta tendencia del terico al empleo de conceptos y supuestostcitos.

    A esta tendencia de la exposicin sociolgica a hacerse prolija y no lcida contribuye la tradicin -heredada un poco de la filosofa, sobre todo de la historia, y buena parte de la literatura- que sostieneque las exposiciones sociolgicas deber escribirse vivaz e intensamente, manifestando toda la ricaplenitud de la escena humana. El socilogo que no rechaza esta elegante pero extraa herencia seapasiona en buscar la excepcional constelacin de palabras que expresen mejor la particularidad del casosociolgico de que se trate, y no en destacar los conceptos y relaciones objetivos y generalizables queejemplifica; el ncleo de una ciencia, como distinta de las otras. Con excesiva frecuencia, lo animan enese mal uso de sus verdaderas habilidades artsticas los aplausos de un pblico profano, que le dice,agradecido, que escribe como un novelista y no como un superdomesticado y acadmicamente sumisoDoctor en Filosofa. No raras veces, paga por ese aplauso popular, porque cuanto ms se acerca a laelocuencia ms se aleja de la inteligencia. Pero hay que reconocer, como sugiri San Agustn hace muchotiempo en una suave refutacin, que ...una cosa es necesariamente cierta porque est mal dicha, ni falsaporque est magnficamente dicha.

  • Sin embargo, en forma notoria se oscurecen las exposiciones cientficas con cosas si n importancia. Encasos extremos, el duro esqueleto de hechos, inferencias y conclusiones tericas se recarga con la carneblanda de la ornamentacin estilstica. Pero otras disciplinas cientficas -la fsica y la qumica van aquacompaadas por la biologa y la estadstica- escaparon de este inters desplazado por las graciasliterarias. Aferradas a los propsitos de la ciencia, esas disciplinas prefieren la brevedad, la precisin y laobjetividad a tipos exquisitamente rtmicos de lenguaje, a la riqueza de connotaciones y a la imagineraverbal sensible. Aun si no se est de acuerdo con la teora de que la sociologa debe en todos respectosajustarse a la lnea sealada por la qumica, la fsica o la biologa; no se necesita argumentar que debeemular a la historia, a la filosofa discursiva o a la literatura. Cada uno a su tarea, y la tarea del socilogoes presentar con lucidez el derecho a proposiciones lgicamente interconectadas y empricamenteconfirmadas acerca de la estructura de la sociedad y sus cambios, la conducta del hombre dentro de estaestructura y las consecuencias sociales de esa conducta. Los paradigmas para el anlisis sociolgicotienen por objeto ayudar al socilogo a realizar su tarea.

    Puesto que la interpretacin sociolgica slida implica de manera inevitable algn paradigma terico, loms discreto parece exponerlo al aire libre. Si el verdadero arte consiste en ocultar todas las huellas delarte, la verdadera ciencia consiste en revelar su andamiaje as como su estructura terminada.

    Sin pretender que esto sea toda la historia, sugiero que los paradigmas para el anlisis cualitativo ensociologa tienen por lo menos cinco funciones estrechamente relacionadas entre s. (53)

    En primer lugar, los paradigmas tienen una funcin anotadora. Proporcionan una ordenacin compactade los conceptos centrales y de sus interrelaciones tal como se utilizan para la descripcin y el anlisis. Elexponer los conceptos en una extensin lo bastante pequea para permitir su inspeccin simultnea esuna ayuda importante para la autocorreccin de las interpretaciones sucesivas, meta difcil de alcanzarcuando los conceptos estn diseminados por toda la exposicin discursiva. (Como lo indica el trabajo deCajori, sta parece ser una de las funciones importantes de los smbolos matemticos: proporcionan lonecesario para la inspeccin simultnea de todos los trminos que entran en el anlisis.)

    En segundo lugar, los paradigmas disminuyen la probabilidad de incluir sin advertirlo supuestos yconceptos ocultos, ya que cada nuevo supuesto y cada concepto nuevo lgicamente debe derivarse delos componentes previos del paradigma o introducirse explcitamente en l. El paradigma suministra asuna gua para evitar hiptesis ad hoc (es decir, irresponsables desde el punto de vista lgico) .

    En tercer lugar, los paradigmas promueven la acumulacin de interpretacin terica. En efecto, elparadigma es la base sobre la cual se construye un edificio de interpretaciones. Si no puede construirseun nuevo piso directamente sobre estos cimientos, entonces debe tratrsele como una nueva ala de laestructura total, y la base de los conceptos y supuestos debe ampliarse para sostener esta ala. Adems,cada nuevo piso que pueda construirse sobre los cimientos originales fortalece nuestra confianza en sucalidad esencial, as como cada nueva ampliacin, precisamente porque requiere cimientos adicionales,nos mueve a sospechar de la solidez de la estructura original. Un paradigma que merezca gran confianzasoportar en el momento oportuno una estructura interpretativa de dimension es de rascacielos,testimoniando cada piso sucesivo de la calidad sustancial y bien sentada de los cimientos originales, entanto que un paradigma defectuoso soportar una destartalada estructura de un solo piso, en la cual cadaconjunto nuevo de uniformidades requiere que se echen cimientos nuevos, ya que el original no puedesoportar el peso de pisos adicionales.

    En cuarto lugar, los paradigmas, por su disposicin misma, sugieren la tabulacin cruzada sistemtica deconceptos importantes y pueden sensibilizar al analista para problemas empricos y tericos que de otromodo podra no advertir. (54) Los paradigmas promueven el anlisis ms que la descripcin de detallesconcretos. Dirigen nuestra atencin, por ejemplo, hacia los componentes de la conducta social, a los

  • posible s esfuerzos y tensiones entre los componentes, y de ah a las fuentes de desviacin de laconducta prescrita en forma normativa.

    En quinto lugar, los paradigmas favorecen la codificacin del anlisis cualitativo de una manera que seacerca al rigor lgico, si no al rigor emprico del anlisis cuantitativo. Los procedimientos para computarmedidas estad