Menendez LxenArg Aih 12-1-029

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  • Las teoras lingsticas en la Argentina apartir de su desarrollo en el Instituto deFilologa y Literaturas Hispnicas 'DoctorAmado Alonso' (Facultad de Filosofa yLetras, Universidad de Buenos Aires)Salvio Martn Menndez, Universidad Nacional de Mar del Plata/Universidad de Buenos Aires

    INTRODUCCINSi se puede afirmar 'sin temor a equivocarse que el enfoque estructuralistaes el rasgo saliente de la renovacin lingstica del siglo XX' tambinpuede decirse que el Instituto de Filologa representa un punto defundamental importancia para poder trazar el desarrollo de las ideaslingsticas en la Argentina en particular y en el mundo hispnico engeneral en relacin con esta teora lingstica hegemnica.1

    No es el objeto de la presente ponencia hacer un recorrido histricopormenorizado de las actividades del Instituto sino trazar los conceptosdominantes que subyacen a su produccin a partir de la llegada de AmadoAlonso a su direccin y los efectos que han tenido hasta la actualidad. Sibien el recorrido no pretende ser exhaustivo, s, en cambio, intenta mostrarlas continuidades y modificaciones que marcan un derrotero cuyo puntode inicio es, sin duda, el estructuralismo saussuriano. Nos interesa destacarcmo a partir de ese origen encuentran su punto de partida tres variantesdentro de una teora: la estilstica, el estructuralismo funcional y lasociolingstica (en un sentido amplio entendemos los dos ltimos).

    El Instituto cobra as valor de representante de concepciones lingsticasque marcan puntos de inflexin dentro del tratamiento que se ha hechoen la Argentina de las distintos enfoques que tienen como denominadorcomn justamente al estructuralismo. Fundamentalmente, estas tresvertientes del estructuralismo, la estilstica, el estructuralismo funcionaly la sociolingstica tienen sus representantes ms destacados en AmadoAlonso, Ana Mara Barrenechea y Beatriz Lavandera, respectivamente.

    Es importante aclarar que un panorama de estas caractersticas nopuede evitar la simplificacin pero, a pesar de estos lmites, mostraremoslas continuidades que pueden establecerse a partir de los puntos crticosque cada concepcin tiene con respecto a la anterior. No podemos no seresquemticos. Esta conciencia de los lmites nos permite fijar posiciones

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    sin pretender definirlas en sentido definitivo. Es prioritario, sin embargo,hacer una serie de observaciones prelimares: no restringimos el anlisis lingstico a los fenmenos enmarcados

    dentro del anlisis del sistema sino que pensamos que incluyen surelacin con los distintos tipos de discursos que analizan (desde elliterario al coloquial);

    esta no restriccin nos permite enfocar el problema como unconjunto de continuidades que abre la estilstica de Alonso, continael estructuralismo de Barrenechea y culmina (al menos, hasta elmomento) en la sociolingstica de Lavandera.

    Por lo tanto el discurso de los lingistas (el discurso lingstico, endefinitiva) se transforma, de este modo, en nuestro objeto de estudiopero no en un sentido tradicional (la reflexin metalingstica) sino enrelacin a tres puntos determinados que se agrupan a partir de la relacinentre sistema y uso. Son los siguientes: inscripcin del sujeto en cada una de los modelos que presenta la

    teora. relacin con la evidencia emprica, es decir, los corpora sobre los

    cuales trabajan lo que permite establecer el cotejo literatura-lenguacoloquial que es otra forma de marcar el pasaje del estudio de laescritura a la oralidad.

    relacin de los lmites entre los conceptos base de lengua y hablaque se irn reformulando en funcin de cada perspectiva.

    AMADO ALONSO, TRADUCTOR DE SAUSSURE Y LECTORDEL CRCULO DE PRAGACon la llegada de Amado Alonso a la direccin del Instituto se abre pasoa una estilstica estructural que l inaugura. Alonso parte de la distincin,de ah nuestra denominacin de estilstica estructural, entre una estilsticade la lengua y una estilstica del habla (ya postulada por Bally) y no las vecomo opuestas sino como complementarias. Se acenta en estecomplemento dos caractersticas constitutivas de la nocin de estilo: su dependencia estructural, es decir, su relacin con sistema de

    regularidades que conforma la langue; su produccin: anlisis estilsticos especficos de textos literarios; su efecto: la intencin esttica que produce el anlisis de textos

    literarios en los que la verificacin de ese complemento se lleva acabo.

    Es importante, sin embargo, sealar la ubicacin de Alonso dentro de laestilstica en relacin al concepto de autor. Es ese autor el que se 'desvade la norma' y en ese desvo est la marca de su subjetividad. El estiloincorpora el habla a partir de mostrar las relaciones necesarias que

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    condicionan el desvo aludido, es decir, las materialidades formales ysignificativas que conforman el sistema. Dice Alonso:

    La estilstica estudia, pues, el sistema expresivo de la obra o del autoro de un pariente de autores, entendiendo como sistema expresivodesde la estructura de la obra (contando con el juego de calidades delos materiales de la obra) hasta el poder sugestivo de las palabras.2

    Hay, entonces, una nueva consideracin de la lingstica del sistema, ensentido estricto, por una lingstica que pone en tensin al sistema consus usuarios (si bien ellos tienen determinadas particularidades como elhecho de ser autores literarios).

    El sujeto de la estilstica es individual pero esa individualidad puedeconstituirse como tal en funcin del sistema de opciones que la lengua lepermite. Esta posicin claramente funcionalista (la lengua como sistemade opciones) se complementa perfectamente con la posicin que piensaen trminos de hablantes (autores) que toman particularidades del sistemapara hacer un uso particular de l (el estilo) sobre textos particulares (losliterarios). No discute la estilstica la unidad de anlisis ni el gnero sobreel que trabaja; ambos estn dados (los textos literarios). Tampoco suscaractersticas (representa tanto a la lengua como produccin, enrgeia,a partir de la seleccin particular del autor de los recursos que le proveeen tanto producto, rgon, es decir, el sistema) ni la metodologa para suabordaje (las oposiciones manifiestas a partir de las relacionessintagmticas y paradigmticas). De hecho, en la estilstica de Alonso sefunden el estudio individual con el social. Lengua y habla entran en unarelacin de dependencia en la que el estilo acta como una sntesis quepermite dar cuenta de la naturaleza de dicha relacin.

    La estilstica est ya preanunciando los tpicos que las teorassociolingsticas y pragmticas problematizarn en relacin con el lenguajecomn y las estrategias utilizadas para su anlisis en trminos interactivos.Fundamentalmente, me refiero a tres categoras que son centro de todapragmtica lingstica y/o discursiva: uso, contexto e intencin. Peroantes deber analizarse exahustivamente el sistema y extender sus lmitesformales. Ana Mara Barrenechea ser la encargada de llevarlo a cabo.

    ANA MARA BARRENECHEA: EL SIGNIFICADO A TRAVSDE LA FORMA: LA FUNCINBarrenechea plantea continuar la lnea de Alonso aunque modificaparcialmente sus alcances. El sistema de opciones que compone la lenguaes considerado centro de la reflexin lingstica y literaria y susconsideraciones tienen proyecciones semntico-pragmticas (que ella

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    denomina semnticas). Sus anlisis funcionales de base estructural se hacentanto en el plano del sistema de la lengua como en el de los diversostextos que son objeto de sus anlisis.

    La concepcin de sujeto vara ya que el centro de reflexin pasa ahorafundamentalmente por las caractersticas del sistema que el hablante usa(o que el escritor utiliza). El pasaje va desde estudios sintcticos como elclsico 'Las clases de palabras en espaol como clases funcionales' hasta'Operadores pragmticos de actitud oracional: los adverbios en -mente yotros signos'.3 Y el Corpus se extiende ms all de la literatura (sin poreso dejarla de lado, ver por ejemplo, el estudio de 1968 'La estructura deRajuela de Julio Cortzar')4 al trabajar sobre la lengua coloquial dentrodel 'Proyecto de estudio coordinado de la norma lingstica culta de lasprincipales ciudades de Iberoamrica y de la Pennsula Ibrica' patrocinadopor el Programa Interamericano de Lingstica y Enseanza de idiomas(PILEI) dirigido por ella en el rea de Buenos Aires.

    Este desplazamiento del sujeto obedece a una posicin estructural msslida ya que se acenta el sistema y se lo extiende incorporando categorassemnticas y pragmticas en relacin al uso que los hablantes hacen desu lengua en contextos de uso determinados. Sin duda, su posicin es lade un estructuralismo funcional que va ms all del mero relevamientoformal y se encuentra enunciado en el artculo mencionado sobre lasclases de palabras. Ms all de la caracterizacin de ndole formal(sintctica) que de ellas se hace, precisa:

    Si tomamos la doble posicin de que la lengua es un sistema y de quela clasificacin debe basarse en la forma lingstica (con referencia ono al sentido organizado en sistema por dicha forma), es indudableque nos inclinamos por lo ltimo (Barrenechea, 'Las clases', p. 10).

    La 'opcin por el sentido organizado en sistema' marca un punto deinflexin dentro del pensamiento estructuralista ya que lo incorporanecesariamente como elemento dentro del sistema.

    Otro artculo clsico 'El pronombre y su inclusin en el sistema decategoras semnticas' es, desde su ttulo, claro con respecto al alcanceque el sistema tiene dentro de su concepcin.5 Y su definicin de dichacategora no hace sino proyectar su actualidad ya que:

    El pronombre es una clase de palabras no descriptivas y de significacinocasional orientada por circunstancias lingsticas (el coloquio y elhilo del discurso) (Barrenechea, 'El pronombre', p. 70).

    Definicin que adelanta ya los estudios sociolingsticos que encuentranen el contexto un elemento relevante para las posibles interpretacionesdel material lingstico. Si bien Barrenechea todava restringe lasignificacin ocasional a lo que denomina 'circunstancias lingsticas'

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    son ellas, justamente, el punto de partida de la lingstica que tiene enlas relaciones entre el uso que los hablantes llevan a cabo en contextossociales determinados su centro de atencin.

    Es, sin duda, importante, recordar tambin su nocin de lengua:

    Nuestra nocin de lengua es la del sistema coherente de oposicionespero no rgido en un un doble sentido, porque permite a) La existenciade zonas intermedias de gradacin entre los polos extremos de laoposicin, y b) La contigidad o deslizamiento semntico, es decir,que una pareja de signos pase a marcar una oposicin x a marcar unaoposicin z semnticamente cercana a la primera. Este deslizamientosemntico puede acarrear tambin un cambio de funcin sintctica.6

    Deslizamientos semnticos que deben ser interpretados en funcin de suconcepcin funcionalista de los niveles de anlisis lingsticostradicionales:

    Partimos de la hiptesis de que un sistema gramatical de signos seconstituye con oposiciones de rasgos semnticos. Cada signo tiene,pues, un significante asociado a un significado, que est constituidopor el conjunto de los rasgos que lo caracterizan en relacin deoposicin con los otros miembros del sistema, y sa es la nicainformacin con que ese signo contribuye al mensaje. Pero al figurarincluido en una emisin que forma parte de un acto comunicativo, seaade otra informacin contextual y situacional que permite inferir,por las relaciones de la totalidad, mensajes con informacin ms variaday compleja que la que aporta el signo en s. Por lo tanto, creemos, deprimordial importancia hacer una distincin entre el significado delsigno y los sentidos de los mensajes. (Barrenechea, 'Problemas', p. 8)(Cursivas nuestras)

    Planteo de dos tipos de significados que sern centrales para laproblemtica sociolingstica y pragmtica en general (y que ya el propioAlonso haba adelantado en su distincin entre significacin comoreferencia intencional al objeto y expresin como contenido psquicoindicado en el que se pueden distinguir lo afectivo, lo activo, lo fantsticoy lo valorativo)7 ya que ambas trabajan con el significado no como unanocin unvoca sino como distintos planos que guardan distintos tiposde relaciones entre s (cf., por ejemplo, la distincin de Grice entresignificado de la palabra, de la oracin y de la emisin).8

    Es importante, entonces, sealar el paso de la estilstica estructural deAlonso al estructuralismo funcional de Barrenechea porque ambos,teniendo como base el estructuralismo saussuriano, permiten dar cuentade la sociolingstica que, tanto en trminos estrictos (variacionistas)como amplios (interactiva e interdisciplinaria), plantear Lavandera.

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    BEATRIZ LAVANDERA: LA SISTEMATIZACIN SOCIALDEL HABLA

    Beatriz Lavandera ser la encargada de marcar la inscripcin sistemticade la subjetividad del hablante en el sistema a partir del estudio de lavariacin sociolingstica. Intenta desarrollar 'semntica sociolingsticadescriptiva, que se propone el anlisis del significado de la variacinparadigmtica (sustitucin) en interaccin con la variacin sintagmtica(secuencia)'.''1

    Marco terico y corpus quedan claramente delimitados. Dice:

    El marco terico es bsicamente funcionalista. Participa de una visindel lenguaje que cuestiona la homonimia gramatical y reconoce unadistancia entre la oracin y la frase (llamando as a la oracin emitidaen el ejercicio del lenguaje) mediada por un problema de inferencia.El objeto de anlisis es la lengua oral, en un corpus grabado,representativo de una amplia gama de estilos situacionales ysocioeconmicos del espaol de Buenos Aires. [....] En todos los casosse trata de llegar al anlisis semntico de la variacin (que tambinpodramos llamar 'opcionalidad') inherente al funcionamiento dellenguaje. (Lavandera, Variacin, p. 14).

    El sujeto-autor de la estilstica, parcialmente relegado por elestructuralismo funcional pasa ahora a ocupar un lugar central comoaquel que, efectivamente, hace uso del sistema de opciones en funcinde determinado tipo de variables sociales que le permiten transmitirmensajes particulares con distintos tipos de significados sociales. Elcondicionamiento contextual es evidente ya que el estilo no esconsiderado como 'desvo' sino como opcin socialmente condicionadae interpretable en funcin de ella. Esto lleva al establecimiento de variablessociolingsticas. A partir del relevo de datos de discurso coloquial serncuantificadas y explicadas e interpretadas en funcin de esa cuantificacin.Este tipo de sociolingstica variacionista de base laboviana tendr suspropios lmites y ser Lavandera quien los sealar en 'Los lmites de lavariable sociolingstica' en la que polemiza sobre los alcances delparadigma en el que ella est inscripta.10 Cambia la pregunta que marcael centro de inters de Labov 'por qu alguien dice algo?' por la queconsidera que sita al anlisis sociolingstico dentro del marcofuncionalista: 'para quin alguien dice algo?'. El propsito del trabajoqueda claro desde el comienzo ya que quiere demostrar que:

    en el estado actual de la investigacin sociolingstica, resultainadecuado extender a otros niveles de anlisis de la variacin, lanocin de variable sociolingstica desarrollado originalmente sobrela base de datos fonolgicos. Los estudios cuantitativos de variacin

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    que se ocupan de alternancias morfolgicas, sintcticas y lxicas sufrende la falta de una teora bien organizada de los significados. Si bien elanlisis de variacin en fonologa mediante la definicin de variablesfonolgicas, puede aceptarse como una contribucin a una mejorcomprensin de los tipos de informacin que pueden comunicar lasdiferencias formales, en muchos casos la extensin de la nocin devariable a la de la variacin no-fonolgica deja de ser reveladora.(Lavandera, Variacin, p. 37)

    Propondr un principio de reinterpretacin como opcin para explicarla variacin no-fonolgica en los siguientes trminos:

    Para dos o ms formas alternantes que tienen el mismo sentido peroque difieren en cuanto al significado estilstico, este ltimo puedereinterpretarse como una seal de significacin social y situacional.(Lavandera, Variacin, p. 49)

    Y aclara que 'los significados estilsticos estn indicados por formativoslingsticos mientras que reservo el trmino "significacin social ysituacional" para hablar del tipo de informacin que deriva de lacorrelacin de la frecuencia de determinadas formas lingsticas con ciertoscontextos sociales y situacionales' (Lavandera, Variacin, p. 49), sealandoas la necesidad de plantear el anlisis del discurso para resolverdeterminado tipo de problemas. El pasaje de un modelo variacionistalaboviano a uno no variacionista marca, de manera efectiva, como ya lahaba anunciado Benveniste, el pasaje de una lingstica del sistema auna lingstica del discurso que necesariamente devendr, de acuerdocon la concepcin de Lavandera, interdisciplinaria.11

    CONCLUSIONES

    Dentro del esquema que nos propusimos seguir para marcar las relacionesde continuidad entre los tres tipos de enfoques podemos decir:(1) Los tres reconocen una base estructuralista ya sea en trminos de

    estilo, de estructura semntica o de variacin.(2) Los objetos de estudio se modifican en relacin con los intereses de

    cada propuesta. Para la estilstica es el estilo individual del autor;para el estructuralismo, el sistema semntico de oposiciones que semanifiesta tanto en la lengua como en los textos; para lasociolingstica, la variacin en tanto opciones que el hablante utilizadel sistema y as puede dar cuenta de la relacin entre el lenguaje yla sociedad.

    (3) La metodologa es similar en todos los casos; parten del principioestructural clsico de las relaciones opositivas. Cambian, en cada

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    uno de ellos, los trminos que oponen. La estilstica opondr lenguay habla; el estructuralismo, las relaciones semnticas dentro delsistema; la sociolingstica las relaciones dentro del sistema enrelacin con variables sociales.

    (4) Los corpora sobre los que trabajarn marcarn el pasaje de escrituraa oralidad entendida en los siguientes trminos: la estilstica trabajarsobre el discurso literario; el estructuralismo sobre el discurso literarioy el coloquial; la sociolingstica sobre el coloquial.

    En conclusin, las cadenas de desplazamiento que hemos intentadomostrar no hacen sino poner en evidencia la necesidad de sistematizar elhabla no en trminos de la lengua o del estilo individual sino en funcinde las relaciones que se establecen entre el hablante usando el sistema confines determinados; es decir produciendo discursos y con ellos, estrategiasque permiten dar cuenta de ellos.

    NOTAS1 A. M. Barrenechea y M. M. de Rosetti (eds.) Estudios de gramtica

    estructural, (Buenos Aires: Paids, 1969).2 A. Alonso, Materia y forma en poesa (Madrid: Gredos, 1955), p. 82.

    3 A. M. Barrenechea, 'Las clases de palabras en espaol como clases

    funcionales', en Barrenechea y Rosetti, Estudios de gramtica pp. 9-26;y A. M. Barrenechea, 'Operadores pragmticos de actitud oracional: losadverbios en -mente y otros signos', en Barrenechea et al. (eds.), Estudioslingsticos y dialectolgicos. Temas hispnicos (Buenos Aires: Hachette,1979), pp. 39-58.

    4 A. M. Barrenechea, 'La estructura de Rayuela de Julio Cortzar', en

    Festschrift Litterae Hispanae et Lusitanae zum Fnfzigzhrigen Besthendes Ibero-Amerikanischen Forschungsinstituts der Universitt Hamburg(Munich: Max Hueber Verlag, 1968), pp. 69-84.

    5 A. M. Barrenechea, 'El pronombre y su inclusin en el sistema de categoras

    semnticas', en Barrenechea et al. Estudios lingsticos, pp. 27-70.6 A. M. Barrenechea, 'Problemas semnticos de la coordinacin', en

    Barrenechea et al., Estudios lingsticos, p. 7.7 Alonso, Materia, p. 98.

    8 H. P. Grice, Studies in the tvay of words (Harvard: Harvard University

    Press, 1978).9 B. Lavandera, "Variacin y significado (Buenos Aires: Hachette, 1984), p.

    14.10

    W. Labov, Sociolinguistic patterns (Philadelphia: University of PennsylvaniaPress, 1972); B. Lavandera, 'Where does the sociolinguistic variable stop?',Language in Society, 7 (1978), 171-82, reproducido en Lavandera,Variacin, como 'Los lmites de la variable sociolingstica', pp. 37-46.

    11 E. Benveniste, 'Los niveles del anlisis lingstico', en Problemas de

    lingstica general (Mxico: Siglo XXI, 1978).

    CampoTexto: AIH. Actas XII (1995). Actas XII. AIH. Las teoras lingsticas en la Argentina a ... SALVIO MARTN MENNDEZ.