En el siguiente texto encontraran un breve recuento de lo que me sucedió para ser

reconocido como víctima del conflicto armado en Colombia, además de una

contextualización de la situación de violencia en el país.

MEMORIAS DE UN DESPLAZAMIENTO

Cuando Salí de Cartagena para el Departamento de Santander más exactamente

Bucaramanga, nunca pensé vivir los acontecimientos más dolorosos de mi vida cual es el

desplazamiento forzado.

Viví en Bucaramanga alrededor de 2 años y medio, en los cuales realice labores de

comerciante independiente ya que inicie un negocio de pequeño autoservicio (micro

mercado), en la urbanización de Villa Firenze zona metropolitana de la ciudad; vivía cerca

del negocio en el barrio Ciudad Valencia con mi mujer y mis dos hijos en aquel entonces,

además de un cuñado que llego posteriormente a trabajar.

La situación no fue la mejor, no me sentía bien trabajando ya que las cosas iban

encareciendo cada día más y los ingresos no justificaban la labor; por esta razón tuve que

finalizar el negocio y buscar otra forma de trabajo que garantizara la seguridad de mi

familia.

Nos fuimos de Bucaramanga para un municipio cercano a la ciudad, el municipio de

Lebrija la capital de la piña en Colombia, una tierra de gente amable y cordial que nos

recibieron de buena forma, allí gracias a la ayuda de mi hermana; quien adquirió una

pequeña finca de una hectárea aproximadamente, empecé una nueva etapa de mi vida

como trabajador de finca, por primera vez en mi vida hacia una labor de dicha índole. Me

sentí bien ya que el contacto con la tierra, la naturaleza, los animales etc. Me hicieron sentir

lo que el campesinado Colombiano vive muy injustamente. En esas labores del campo me

fue bien en lo que trabajar la tierra se refiere no obstante cuando regíamos el producto de la

cosecha para su posterior venta estaba el problema los intermediarios arruinaban nuestro

trabajo ya que no teníamos los medios para vender nosotros mismos nuestra cosecha; así

pues me vi en la necesidad de buscar otra actividad comercial. Me convertí en empresario

de restaurante bar, iniciamos un nuevo negocio en asocio con mi hermana el restaurante bar

donde Jorge el sitio in en el municipio de Lebrija.

Yo administraba el negocio con mi mujer y mi cuñado; sin descuidar las labores en la finca

así duramos alrededor de un tiempo, las cosas marchaban bien por esta razón nos mudamos

para el pueblo de Lebrija ya que vivíamos en la finca, así mejoro la vida de mi familia ya

para ese tiempo tenía dos hijos más, sentía que mi vida marchaba por buen camino por

consiguiente pasaba por un buen momento.

Todo marchaba bien hasta que un día del mes de Abril del año 2002 de cuya fecha no

quiero acordarme ya que nos marcó para toda la vida. Un grupo armado al margen de la

ley, irrumpió sin consideración de niños, de mujeres, de ancianos que Vivian en la vereda

donde estaba la finca; llegaron amenazantes y repartiendo panfletos donde manifestaban el

desalojo del territorio si queríamos seguir con vida, a varias personas que en el momento en

que ellos entran se oponen a las agresiones físicas y verbales a que son sometidas, estos

hombres les quitan la vida sin ningún tipo de consideración. Estos hombres tenían nombres

completos de las familias que habitábamos la región señalada por esta razón nos vimos en

la obligación de dejar todo, mal vender lo teníamos y retornar a Cartagena ya que no

teníamos otra alternativa.

Para terminar, todo este acontecimiento que me sucedió no solo me afecto a mí sino

también a mi familia ya que hoy día no cuento con recursos económicos para poder

solventar las necesidades que mi familia tiene, también a falta de un empleo.

Colombia es un país que vive una situación de orden público muy delicado, la violencia, la

violación de los derechos humanos, la intolerancia que existe entre las personas, la

delincuencia común, la corrupción que existe en nuestros entes administrativos todos estos

flagelos hacen que nuestro país se estanque y no tenga un desarrollo progresivo sin

embargo no perdamos la esperanza de que por nuestros esfuerzos y sacrificios podamos

sacar a un país sufrido adelante.