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Memoria e Identidad de Julia Álvarez: In the Time of the Butterflies
Rachel Klabunde
Aconsejado por Juan Carlos Toledano
Lewis & Clark College Portland, OR Mayo de 2011
Tesis de Honores para Estudios Hispánicos
3
Prólogo
La génesis de esta tesis comenzó hace varios años. En mi último año de colegio en el sur de
Oregón, leí mi primera novela ‘legítima’ en español, que era una traducción de Before We Were Free de
Julia Álvarez. Había leído cuentos y ensayos antes, pero en este momento, me sentí muy orgullosa de
haber leído una novela entera, y no importaba que fuese una novelita para lectores jóvenes. La realidad
que me presentaba la novela servía como introducción a otra cultura y mundo, el de la República
Dominicana. El tema de la novelita Antes de ser libres tiene como protagonista una niña dominicana de
más o menos diez años, y la narración se nos presenta en la forma de su diario personal, escrito durante
un tiempo en el cual su familia experimenta una fuerte represión por el gobierno dictatorial de Rafael
Leónidas Trujillo Molina (1930‐1961). Aprendí mucho en la novela sobre esta dictadura, conocida en la
historia dominicana como el trujillato.
Como estudiante de colegio en los Estados Unidos, había aprendido mucho sobre la historia de
mi propio país y también de Europa. Quizá incluso aprendí un poco sobre Latinoamérica en mis clases
de español, pero nunca antes supe de las realidades dictatoriales que la mayoría de los países de
América Latina habían experimentado en varias épocas de su historia. Me impresionó mucho esta
novela, escrita “con voz de niña,” pero que presenta una realidad difícil y adulta de la violencia, miedo, y
opresión que puede ocurrir bajo el control de este tipo de gobierno. Pronto después, antes de venir a
Lewis & Clark para mi primer año de estudios universitarios, leí otra novela de Álvarez que contaba la
realidad del trujillato de manera distinta y más completa. Esta novela era In the Time of the Butterflies,
que resultaba más impresionante e impactante para mí por la calidad personal de la narración y la
temática madura que contiene.
Durante mis años de estudio en Lewis & Clark y también en Chile, aprendí más sobre las
realidades dictatoriales de otros países latinoamericanos, y encontré que muchas veces las formas más
accesibles y poderosas para aprender sobre este tema eran de la ficción literaria. Cuentos del exilio,
4
novelas de represión y poemas de violencia muchas veces alcanzaban a comunicar más una realidad
humana y palpable tanto de los horrores casi innombrables que ocurrían a manos del gobierno como de
las vidas cotidianas del pueblo durante estas épocas. Por ello, cuando la posibilidad de hacer una tesis
para estudios hispánicos se me presentaba, pensé de inmediato en analizar una representación literaria
de estos procesos, por la fascinación quizá un poco rara que me inspiraban estos textos. Hablé con Juan
Carlos Toledano, mi consejero de tesis inestimable, varias veces sobre cuál obra podría estudiar,
siempre con la idea de In the Time of the Butterflies en la mente, pero pensando que no iba a ser una
posibilidad por el hecho de que fue publicada originalmente en inglés. Por casualidad, mencioné esta
novela una vez, y comenzamos a conversar del cuerpo de literatura al cual pertenece la novela, de
producción literaria por autores latinoamericanos que publican en inglés sobre temática vinculada con
sus países de origen. El hecho de que la novela perteneciera a este grupo me habilitaba a estudiarla y
presentarla para la tesis. A partir de este momento, el enfoque de mi tesis comenzó a desarrollarse.
La evolución de este proyecto ha pasado por varias etapas: desde un enfoque en la historia de la
dictadura de Trujillo en varios textos hasta el estudio de In the Time of the Butterflies como la única
obra; desde la consideración de la novela como miembro del cuerpo de literatura del exilio hasta el
reconocimiento del espacio más allá de este grupo que la novela ocupa; y al final llegó a ser un estudio
más de la autora, su identidad y su memoria, y la manera en que estos elementos están representados
tanto en el texto de la novela como en su publicación en inglés en los Estados Unidos. Una parte
integral de mi estudio era la realización de que la obra de Álvarez, y In the Time of the Butterflies
específicamente, es (o debería ser considerada) representante de la literatura nacional dominicana y
estadounidense. Una visión más inclusiva sobre lo que realmente forma una literatura nacional pasó a
ser parte de mi tesis, tema que me sigue interesando y que me gustaría explorar más en el futuro. Pero,
por ahora, aquí está el resultado de mi presente investigación.
5
Introducción
Las mariposas revolotean y vuelan en el aire dinámico como si no tuvieran peso, dejándose
llevar por cualquier ráfaga vigorosa o brisa liviana que pasa entre las fibras de sus alas. A pasar de
parecer frágiles y delicadas, estas criaturas también poseen de una voluntad determinada para
sobrevivir, adaptándose a su medio ambiente con polimorfismo o cambiando de lugar para poder
prosperar en su existencia. La libertad, belleza y adaptabilidad que estas animales han venido a
representar está presente en el título, el mensaje y la situación de escritura de la obra de Julia Álvarez In
the Time of the Butterflies. Es una novela de una autora plurinacional e híbrida, representativa de la
tendencia en la literatura mundial hacía un arte incluyente y mezclado, que combina perspectivas para
presentar una realidad más completa de la historia de la República Dominicana y el relato de unas
hermanas revolucionarias de allí que luchaban por la libertad y contra la injusticia de su gobierno. Como
exiliada, Álvarez incorpora su memoria en la novela y ocupa la técnica de la memoria narrativa para
construir su texto sobre “las Mariposas” dominicanas. La publicación de la novela en inglés y en los
Estados Unidos no la debería restringir de ser incluida como parte importante de la literatura nacional
dominicana, por su temática vinculada con su país de origen y por los efectos que la novela tiene para el
lector dominicano y estadounidense. Como las mariposas sobre las que escribe, la obra de Álvarez no
puede ser contenida en un ambiente limitado, y atraviesa las fronteras establecidas por la tradición y la
nacionalidad.
El ambiente histórico presente en In the Time of the Butterflies ocurre durante el gobierno
dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo Molina, conocido en la historia dominicana como el trujillato.
Entre los años 1930 y 1961, Trujillo gobernaba la República Dominicana con control total, que incluía el
asesinato y tortura de opositores a su régimen y un culto a la imagen del dictador que le elevaba a la
categoría de dios. Por ejemplo, una de los lemas en la propaganda de su gobierno era “Dios en el cielo,
Trujillo en la tierra”. Las fuerzas violentas de represión que su gobierno ocupaba eran sangrientas y
6
fuertes, y un cálculo aproximado dice que más que 50.000 personas murieron o desaparecieron durante
el trujillato: 20.000 de estos en una masacre de haitianos en la frontera de Haití con la República
Dominicana en 1937 y el resto por asesinatos políticos a lo largo de su gobierno, aunque siempre será
imposible saber el número exacto de muertos (Black 27). La novela In the Time of the Butterflies es una
representación literaria de este periodo histórico oscuro y difícil de la República Dominicana,
reproduciendo la época entera y enfocándose en unas protagonistas históricas específicas.
Publicada por Julia Álvarez en 1994, In the Time of the Butterflies cuenta la historia de las
heroínas nacionales de la República Dominicana, las hermanas Mirabal. Patria, Dedé, Minerva, y María
Teresa (Mate) eran cuatro hermanas que nacieron cerca del comienzo de la dictadura de Trujillo en
1930. Ellas vivieron esta época oscura de la historia de su país, y crecieron con la represión constante.
Con la madurez, tres de las cuatro se involucraron en un movimiento clandestino de resistencia contra el
dictador, lo que provocó su cambio de ser las hermanas Mirabal a ser ‘las Mariposas’, por su
pseudónimo en el movimiento y su lucha para la libertad de su país. Después de ser descubiertas en su
participación contra el gobierno de Trujillo, dos de las hermanas pasaron tiempo en la cárcel y una
experimentó tortura. Toda la familia Mirabal quedó en arresto domiciliario por más de un año.
Finalmente, el 25 de noviembre de 1960 durante un viaje para visitar a sus esposos que estaban en la
prisión, agentes de la policía secreta asesinaron a las tres hermanas, golpeándolas hasta la muerte y
forzando a su auto a caer por un precipicio con los cuerpos dentro, para que pareciera un accidente.
Dedé Mirabal nunca se involucró en la resistencia y no estaba presente en este viaje, siendo la única
hermana que sobrevivió, y sigue aún viva.
El comienzo de la novela está ambientado en la casa de Dedé Mirabal en la República
Dominicana en 1994, año en que fue publicada la novela. Una mujer “gringa dominicana” viene desde
los Estados Unidos para entrevistar a la hermana sobreviviente de las tres ‘Mariposas’ sobre sus vidas y
muertes. A partir de esta entrevista, Dedé comienza un proceso de búsqueda en su memoria de
7
momentos de la vida con su familia para contar a la investigadora (7). Las memorias que describe al
principio están escritas en primera persona, con Dedé narrándolas. No obstante, después del primer
capítulo la perspectiva cambia. La narración sigue en primera persona, pero ahora desde el punto de
vista de Minerva, contando de sus días de colegio en 1938, 1941 y 1944. El capítulo de Minerva termina
y la novela presenta las páginas de un diario personal de María Teresa durante los años 1945 y 1946,
cuando tenía diez años. La primera parte de la novela termina con un capítulo desde el punto de vista
de Patria, la hermana mayor de la familia, en 1946 mientras ella lucha con su fe y creencias cristianas
durante su casamiento y la pérdida de un hijo que nació muerto.
El resto de la novela está dividida en dos partes como la primera, cada una con cuatro capítulos,
una que cuenta de cada hermana. La segunda parte describe el periodo entre 1948 y 1959, y la tercera
se enfoca más específicamente en los acontecimientos del año de la muerte de las hermanas, hasta el
día de su muerte. La narración es siempre en primera persona, y los capítulos de María Teresa son
todos en forma de un diario personal. La novela termina, después de la muerte de las hermanas, con un
epílogo desde el punto de vista de Dedé otra vez, en el “presente” de 1994 y contando del periodo
después del asesinato de sus hermanas. Una postdata de la autora está presente después del final de la
novela, describiendo sus motivaciones para escribir la novela y su conexión personal con la historia, que
se relaciona a su biografía.
Julia Álvarez nació en los Estados Unidos en marzo de 1950, hecho que la hace ciudadana oficial
estadounidense. Cuando tenía sólo tres meses de edad, sus padres decidieron volver a su país natal, la
República Dominicana, y vivieron allí por los diez años siguientes, experimentando la última década de la
dictadura de Trujillo. Durante sus años formativos en la República Dominicana, Álvarez estuvo expuesta
al inglés en su escuela primaria, aunque era “classroom English, heavily laced with Spanish” (“About
Me”). El padre de la autora se involucró en el mismo movimiento clandestino de resistencia contra el
gobierno de Trujillo de que las hermanas Mirabal pertenecían. Después de un tiempo algunos de sus
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compañeros en la resistencia fueron descubiertos y encarcelados. El riesgo que existía para la familia
Álvarez después de este evento era demasiado alto para quedarse en su país, y huyeron a los Estados
Unidos en 1960, cuatro meses antes del asesinato de las hermanas Mirabal.
Aunque la dictadura de Trujillo terminó oficialmente en 1961, la turbulencia política y social
continuó, y la familia Álvarez permaneció en los Estados Unidos. La joven Julia Álvarez desarrolló un
interés en la escritura durante su formación educacional en el colegio. Se licenció de Middlebury
College, y después siguió con una maestría en escritura creativa de Syracuse University en 1975. Trabajó
por un tiempo como autora itinerante, viajando y enseñando poesía en una variedad de escuelas
primarias y secundarias mientras publicaba artículos y ensayos y ganaba algunos premios pequeños.
Posteriormente, comenzó a enseñar en el nivel universitario y en 1991 obtuvo titularidad como
profesora en el departamento de inglés de Middlebury College en Vermont, enseñando una variedad de
cursos (“Vita”).
También en 1991 publicó su primera novela, How the García Girls Lost Their Accents, sobre una
familia que inmigra desde la República Dominicana a los Estados Unidos durante la dictadura de Trujillo.
Tuvo mucho éxito con esta novela, y en 1994 publicó In the Time of the Butterflies. En 1998 Álvarez dejó
su puesto como profesora y ahora sirve como “Writer‐In‐Residence”, aconsejando a estudiantes
respecto a cómo escribir bien y ayudando con el grupo de estudiantes latinoamericanos (“About Me”).
En total, Álvarez ha publicado veinte libros de ficción para niños y jóvenes y también de no ficción
autobiográfica, con múltiples ensayos, y todo con mucho éxito en el mercado literario. Visita
frecuentemente su país natal, donde ahora es dueña de una finca de café orgánica con su esposo, en
donde construyeron una escuela al lado de la granja para los trabajadores, y quieren que el café y la
comunidad alrededor sean sostenibles. Sigue escribiendo y publicando, y su novela más reciente es
Return to Sender (2009) que describe la situación de hijos de trabajadores mexicanos en los Estados
Unidos que se encuentran huérfanos cuando sus padres son deportados. Es la primera novela de
9
Álvarez que no trata directamente de un tema dominicano, reflejando la prevalencia que esta temática
siempre ha tenido en la obra de la autora. La vida como autora, inmigrante y exiliada de Julia Álvarez se
incorpora en la escritura de la novela, y su identidad es clave para entender el espacio que su obra
ocupa en la literatura transnacional.
Identidad
La identidad del autor de cualquier obra de arte siempre tiene relevancia e interés en la
interpretación de la obra. En el caso de In the Time of the Butterflies y Julia Álvarez, la consideración
que merece la historia e identidad de la autora es aumentada. La situación de esta obra presenta una
variedad de elementos que implican un estudio de la identidad singular de la autora: es una novela que
relata un tiempo histórico específico y habla de personas reales en la República Dominicana. Está
escrita en inglés por una dominicana exiliada involuntariamente de su país, y que vive afuera de este
lugar por décadas antes de escribir la novela. Estas características provocan una multitud de preguntas
y puntos para considerar. La biografía de Álvarez es iluminadora en la consideración de In the Time of
the Butterflies, y el dominio de la temática relacionada con la República Dominicana en su obra
completa implica el pasado e identidad de la autora en su construcción.
Julia Álvarez pertenece a un grupo creciente de autores latinos/as que ha aparecido en los
Estados Unidos en las últimas décadas. Reconocido tanto por la temática latinoamericana sobre la cual
escribe como por la publicación de su obra en inglés, este cuerpo de autores se compone
principalmente de mujeres, aunque algunos hombres también son miembros. Sandra Cisneros, Cristina
García, y Esmeralda Santiago son algunas de las que pertenecen a este grupo, describiendo sus
experiencias como mexicana‐, cubana‐, y puertorriqueña‐estadounidense a través de sus ficciones. Es
preciso el reconocimiento del espectro diverso de perspectiva que este grupo contiene en medio del
debate sobre la categoría general de ‘latino’ en los Estados Unidos, tema que tiende a negar las
10
diferencias existentes entre las culturas, cosmovisiones e historias de los países latinoamericanos. La
literatura producida por este conjunto de autores, en cambio, se expande sobre la realidad o
perspectiva de una nacionalidad de América Latina, detallando específicamente peculiaridades y
personas únicas de este país en vez de intentar representar una visión genérica de ‘lo latino’. Para
facilitar la referencia en este estudio, referiremos a este grupo como ‘latinoamericanos’, pero con la
consciencia clara de su diversidad de orígenes y puntos de vista.
Dentro de la obra de este grupo de autores también existe una multiplicidad de situaciones
narrativas. Muchas veces las novelas tratan de la experiencia de inmigrantes latinoamericanos en los
Estados Unidos, y las dificultades y diferencias que experimentan con la llegada a un país nuevo. Otras
veces una situación o persona histórica de un país de América Latina aparece como protagonista o
evento central de la obra.
Sea como sea la trama de una novela o cuento específico, el propósito o meta central que estos
autores tienen, alcanzado con sus obras, es exponer una realidad latinoamericana, explícita y palpable
en sus formas variadas, a una audiencia gringa. La manera en que las obras de este grupo están
construidas, con narración en primera persona y dirigida a una base de lectores amplia que incluye a los
más jóvenes, hace que su representación de países latinoamericanos sea más accesible y que el
continente entero se abra al imaginario colectivo estadounidense. Amrita Das analiza este cuerpo de
autores en su artículo “Gaze of the Outsider/Insider: US Latino Authors Writing of Latin America”, y nota
este cambio de perspectiva y sus efectos:
Undoubtedly one of the impacts of this new thematic shift in US Latino writing is to make the
Latin American reality real and accessible to a larger audience, to an audience unaware of these
countries in their neighboring south…[these narratives] create a space for a dialogue within the
United States to talk of Latin America, not as the ‘orientalized’ mass of land, of which little is
taught in classrooms or reported in the mainstream media. Latin America becomes a living
11
place with serious issues, and in many cases, with direct or indirect implications of US
involvement. (164)
Esta realidad se ve por excelencia en In the Time of the Butterflies de Julia Álvarez. La narración del
periodo del trujillato en la República Dominicana en la novela es amplia en temporalidad, y da al lector
una imagen del periodo histórico bastante completo y preciso (Gallego Cuiñas 212). Es muy probable
que el lector norteamericano que lee la novela nunca antes hubiera escuchado de Trujillo ni de las
hermanas Mirabal, y quizá tampoco supiera mucho sobre la República Dominicana. La interacción que
el lector tiene con los personajes y sus historias en las obras, íntimamente escritas, le expone a una
realidad mundial nueva. La novela lleva a cabo una expansión de las costumbres y cultura de la
República Dominicana más allá de sus fronteras o límites convencionales hasta el lector norteamericano,
hecho que tal vez abre las vías de pensamiento e investigación más allá de la novela.
Esta expansión cultural ejemplificada en In the Time of the Butterflies está apareciendo más
frecuentemente en la literatura mundial. Teórico Homi Bhaba, en una exploración de la literatura
postcolonial, explica una tendencia hacía este tipo de narrativa de amplitud global: “Where, once, the
transmission of national traditions was the major theme of a world literature, perhaps we can now
suggest that transnational histories of migrants, the colonized, or political refugees—these border and
frontier conditions—may be the terrains of world literature” (12). Las narrativas que escriben los
autores del grupo latinoamericano en los Estados Unidos, entonces, forman parte de la nueva literatura
mundial en que las culturas ‘transnacionales’ reemplazan a las nacionales.
La pertenencia de los autores del grupo a culturas transnacionales habilita su exposición de
estos ambientes con autenticidad. Álvarez y la mayoría de los otros autores en el conjunto son parte de
lo que Rubén Rumbaut llama “the 1.5 generation”, que significa que son inmigrantes en los Estados
Unidos pero que llegaron al país como niños jóvenes y maduraron aquí (qtd en Pérez Firmat 4). Por eso,
no pertenecen ni a la primera generación (que llegó a los EE.UU. como adulta), ni tampoco a la segunda
12
(que nacíó en los EE.UU.). Para Rumbaut, este hecho les impone una gran desventaja por la
marginalización que experimentan en la cultura de origen tanto como en la cultura nueva. Pérez Firmat,
cubano‐estadounidense que pertenece a esta generación, está en desacuerdo, subrayando las ventajas
potenciales que él y sus contemporáneos tienen:
Although it is true enough that the 1.5 generation is ‘marginal’ to both its native and its adopted
cultures, the inverse may be equally accurate: only the 1.5 generation is marginal to neither
culture. The 1.5 individual is unique in that, unlike younger and older compatriots, he or she
may actually find it possible to circulate within and through both the old and new cultures.
While one‐and‐a‐halfers may never feel entirely at ease in either one, they are capable of
availing themselves of the resources—linguistic, artistic, commercial—that both cultures have to
offer. In some ways, they are both the first and second generation. (5)
Las características que Pérez Firmat ve en el individuo de la generación 1.5 son aplicables a los autores
latinoamericanos que discutimos, especialmente a Álvarez. Su contacto continuo con su país natal a lo
largo de la vida después del exilio y su formación como adulta en los Estados Unidos, le ofrece una
perspectiva privilegiada con respecto a la cultura e historia de la República Dominicana. Tanto como los
otros autores de su grupo, la afiliación de Álvarez a la generación 1.5 le da la capacidad de hablar sobre
la cultura y el ambiente dominicanos al lector a través de su obra, mientras también se refiere al ámbito
estadounidense. Usando palabras de Ilan Stavans, todos los miembros de la generación 1.5 podrían ser
“latinos agringados” o “gringos hispanizados” por el contacto con los dos mundos (10). La hibridez de
identidad que esta generación representa podría sugerir que los autores latinoamericanos poseen de
una autoridad especial para hablar de las dos culturas.
El tema de la autoridad cultural de estos autores es problemático con respecto a la definición de
los límites de este privilegio. El derecho de los autores de ser representantes de sus países
latinoamericanos para el lector angloparlante es un asunto no poco polémico entre los críticos. La
13
verdad de la situación del exilio y la separación física del autor del país del que habla en su narrativa es
incómodo cuando el autor es considerado como un experto que puede crear una representación
verídica de la realidad de su país natal. Amrita Das describe el debate, diciendo que “…[the author’s]
positioning as a US citizen or resident writing to a US readership creates the problem of a presumed
cultural authority of a geographical space outside the author’s own, presumed space” (161). En el caso
de Álvarez, la duda sobre su autoridad se manifiesta especialmente en el hecho de que pasaron más que
treinta años desde el momento cuando inmigró por primera vez a los Estados Unidos y cuando ella
publicó su novela. Es imposible negar la influencia que este cambio de ambiente tuvo en su perspectiva
sobre su país, cultura, y vida (“Contesting” 511). La influencia que tiene la condición singular del exilio
sobre la psique de cualquier individuo y en relación con la producción artística de un autor es amplia y
fuera del alcance de este estudio. Sin embargo, es preciso reconocer que esta influencia no puede ser
ignorado en la consideración de la autoridad del autor latinoamericano escribiendo sobre su país y
cultura natal.
La distancia del autor de la cultura y situación sobre la cual escribe se vuelve más problemática
aún cuando se hacen generalizaciones sobre el poder del autor por parte del lector. Marta Carminero‐
Santangelo describe un problema fundamental posible con este tipo de texto:
Writers are often called upon to ‘represent’ their ethnic groups in the slippery sense…It is not
simply that an ethnic writer is viewed as a ‘representative’ of a particular culture (in the simplest
sense of speaking from within that culture to a larger audience that lies, in part, outside of it),
but that she is assumed to be representative of that culture (On Latinidad 73).
Esta presunción sobre el autor como representativo definitivo de una cultura entera, idea que sería
reconocida rápidamente como falsedad si no fuera por el hecho de que estos autores tienen publicados
múltiples libros con temática relacionada a esta cultura, se produce más en el público lector que en
algún tipo de proclamación de autoridad del autor en su texto. Además, en la obra narrativa de Álvarez,
14
Carminero‐Santangelo reconoce una atención especial en que ella “continuously resist[s] the guise of
authority in her speech (whether the authority that comes with ‘identity’ or the Western authority so
often assumed)” (On Latinidad 77). En In the Time of the Butterflies, a través del personaje de la gringa
dominicana y su actitud de auto‐desprecio, la cual discutiremos más tarde, Álvarez evita la apariencia de
tener demasiada confianza en su autoridad, lo cual resulta “an expression of solidarity with those whose
subject positions she represents, across lines of difference she acknowledges” en su obra (On Latinidad
92). Lo necesario como lector, entonces, es ser consciente del hecho de que las perspectivas de los
autores latinoamericanos presentadas en sus obras ocurren principalmente en medios de ficción (novela
o cuento), pero que también son productos de autores que habitan un espacio cultural único y
privilegiado en su hibridez.
Esta hibridez de las identidades de los autores del grupo latinoamericano en los Estados Unidos
es representada por excelencia por Álvarez y su obra. Las teorías postmodernas y postcoloniales sirven
para explicar el contexto en que Álvarez y su grupo aparecen, especialmente considerando el concepto
de la etnicidad. Werner Sollors explora el concepto de la etnicidad como una invención social o
‘collective fiction’, sin base científica, nacional, o natural con la que había sido correlacionado en
tiempos anteriores (xi). Esta realización reciente está reflejada en la literatura postmoderna, y Sollors
cita al antropólogo Michael Fischer quien dice al respecto, “What the newer works [of American ethnic
literatur] bring home forcefully is…the paradoxical sense that ethnicity is something reinvented and
reinterpreted in each generation by each individual and that it is often something quite puzzling to the
individual” (qtd en Invention xi). La obra de Álvarez y otros autores latinoamericanos similares enfatizan
este debate de etnicidad, y consecuentemente de nacionalidad, con sus identidades mezcladas y
plurinacionales y la temática internacional que ofrecen.
Las identidades de autores latinoamericanos como Julia Álvarez están visibles en sus obras,
creando un formato nuevo para exploración del concepto mismo de la identidad en el presente
15
contexto mundial. Fatima Mujcinovic describe la nueva narrativa latina en los Estados Unidos como
creadora de “emancipated subjectivities” que son independientes de las restricciones impuestas antes
de la época postmoderna (3). A continuación, dice que estas subjetividades
…depart from the previous nationalist and exclusive paradigms of self‐imagining by embracing
transnational and multiple identities. They also depart from the traditional humanist notions of
identity as unified and stable by insisting on the concepts of hybridity and mobility: the new
identities are syncretic, multiple, diasporic, and ambiguous, reflecting the postmodern
conditions of mass migrations, globalizations, post‐coloniality, and technological development.
(3)
La identidad, y consecuentemente la obra, de Julia Álvarez se destaca adentro de este contexto socio‐
histórico por la variedad de elementos que conlleva. Como parte‐dominicana, parte‐estadounidense,
mujer, latina, exiliada y autora, tiene la oportunidad de representar su hibridez en su obra, y lo hace
exitosamente. Kelli Lyon Johnson dice que Álvarez “erases borders imposed from the outside,
transcends the artificial borders around the spaces she inhabits…and includes, rather than excludes, the
multiple aspects of her identity” (xiv). Una narrativa como la de Álvarez viene de una perspectiva
autorial que es auténticamente mezclada y entrelazada con su identidad, y esto es evidente en In the
Time of the Butterflies. La ‘subjetividad emancipada’ de mujer plurinacional, exiliada, y dinámica está
presente en la narración y los personajes tanto como en la temática.
En la crítica sobre In the Time of the Butterflies, las referencias a Álvarez como escritora varían,
desde su categorización como autora dominicana hasta llamarla una autora ‘foránea’ al trujillato, con
una mezcla impresionante de combinaciones intermedias (Valerio Holguín, Gallego Cuiñas). La
preocupación especial con la etnicidad o nacionalidad de Álvarez está provocada por el aspecto de su
identidad como exiliada que publica sus ficciones sobre la República Dominicana en inglés. Una
característica típica que ya vimos del grupo de autores latinoamericanos en los Estados Unidos, el uso
16
del inglés en la escritura se produce por la formación educativa de estos autores en inglés, lo cual facilita
más la escritura formal en este idioma que en español. Sin embargo, la decisión de usar inglés también
es consciente por el parte de los autores, una que irónicamente hace mucho menos accesible la obra a
lectores en el país natal del autor.
El vínculo innegable entre la cultura, la nacionalidad y el idioma es otra consideración relevante
al tema del lenguaje en las obras latinoamericanas escritas en los Estados Unidos. El debate sobre la
identidad de Álvarez como autora se centra en este vínculo. Durante una conferencia para los Estudios
del Caribe en Santo Domingo, Julia Álvarez fue invitada como oradora, junto con una mujer erudita y
conocida de la República Dominicana, Doña Aída Cartagena Portalatín. Durante una ceremonia,
Cartagena reprendió a Álvarez por haber elegido el inglés como su idioma de expresión literaria,
diciendo, “Eso parece mentira que una dominicana se ponga a escribir en inglés. Vuelve a tu país,
vuelve a tu idioma. Tú eres dominicana” (“Doña” 821). La conexión hecha por la mujer dominicana
entre la nación dominicana, el idioma del español, y la identidad de Álvarez que “debe” asumir estos dos
elementos es representante de una visión bastante limitada de la cultura nacional dominicana, en la
cual no existe la posibilidad de la hibridez resultante de una situación de migración o exilio. En un
ensayo corto y apasionado en que defiende su identidad múltiple y el idioma de sus publicaciones,
Álvarez responde a esta crítica y afirma que su identidad pertenece enteramente a ninguno de los dos
países donde ha vivido (“Doña”). El idioma es solamente un elemento de la multifacética identidad que
la define, y no debería ser el único que tiene peso en la crítica de su obra.
Por otra parte, hay que considerar que el inglés que ocupa Álvarez es, como su identidad,
híbrido. In the Time of the Butterflies es intercalado con palabras en español, aspecto que tiene una
variedad de efectos para la obra y el lector. Muchas veces, las ‘palabritas’ presentes en castellano son
del tipo cognado o de palabra común, fácilmente entendibles por un lector angloparlante: “promesa”,
“Dios”, “Mamá”, etc. Sin embargo, en otras instancias, las palabras requieren otro nivel de comprensión
17
del lector, si quiere entender completamente la frase o referencia (“cédula”, “sancocho”, “gavillero”).
Guillermina Walas identifica las ‘palabritas’ en español en textos como Butterflies como un reflejo de un
tipo de “acento hispano” que, en los textos, “llevan a postular la idea de frontera lingüística” como
representación de la identidad ambigua del autor (13). Los autores que ocupan esta técnica de insertar
palabras españoles a sus narrativas afirman de manera patente sus identidades mezcladas.
Otra interpretación de la incorporación parcial del español en obras de literatura y poesía por
autores latinoamericanos se refiere a una subversión de las normas literarias del inglés para hacerlo
“tropicalizado”. Frances Aparicio nombra el uso de calcos, traducciones literales de expresiones
idiomáticas, como una de las técnicas usadas para esta subversión. Los ejemplos de esta técnica no son
muy abundantes en la novela de Álvarez, apareciendo más en el uso de apodos que en otro lenguaje en
la novela (“my heart”, “little love”). Igualmente, la combinación del uso de palabras en español y calcos
en inglés ofrece lo que Aparicio describe como una lectura “privilegiada” al lector bilingüe: “The
bilingual and bicultural texture of many U.S. Latino and Latina works—in its subversive function—
privileges the bilingual/bicultural ideal reader as it simultaneously achieves a balance negotiating
between an Anglo monolingual audience and a Latino bilingual readership. However, a monolingual
reading can only be a partial, limited one” (800). Componentes culturales y lingüísticos de la novela, que
no necesariamente la hace no entendible para el lector angloparlante, la eleva en significado y
relevancia al lector bilingüe que tiene familiaridad con culturas latinoamericanas.
Por todos los elementos positivos—hibridez de identidad, idioma y cultura—presentes en la
obra de Álvarez y otros autores de su grupo, el carácter transnacional, mezclado e indefinido de ello
sirve para dividirlo entre las literaturas ‘nacionales’ de los Estados Unidos y de los países
latinoamericanos. En el ámbito estadounidense, esta literatura está considerada como ‘étnica’ o ‘de
exilio’ más que una parte de la literatura perteneciente a sus tierras, a pesar de la gran prevalencia de
esta literatura y de ser un país compuesto mayormente y originalmente de inmigrantes. El hecho de la
18
escritura en inglés, como vimos, muchas veces hace que las literaturas nacionales de los países del
marco cultural presente en las obras las excluyen. Hay una variedad de factores determinantes que
marcan dónde un autor es celebrado y reconocido como propio, o sí está considerado como alguién
ajeno en su país natal. Guillermina Walas comenta sobre este debate central, diciendo, “Una de las
dificultades que, desde mi punto de vista, enfrentan los escritores latinos por situarse en un espacio
intermedio respecto del inglés y del español así como de las literaturas correspondientes, es el hecho
que no encuadran ni en uno ni en otro espacio, lo que hace que sean excluidos del canon tanto de la
literatura latinoamericana como de la norteamericana” (13). La influencia de una obra en particular, o
de un grupo o generación de autores, depende muchas veces de su recepción crítica y su incorporación
en el canon, y esta ha resultado difícil para los autores latinoamericanos en los EEUU. A pesar de que
muchas veces reciben crítica excelente, la incertidumbre sobre inclusión o exclusión deja atrás obras
importantes y de alto carácter literario.
En el caso específico de Álvarez y In the Time of the Butterflies, la crítica ha confirmado la calidad
de la obra y la temática parece ser bastante nacional. Con escenario solamente en la República
Dominicana y protagonistas basados en heroínas nacionales de este país, la pregunta por resolver es:
¿Por qué la respuesta correcta es su exclusión de la literatura nacional? Consciente de esta posibilidad,
en la postdata de la novela, Álvarez habla casi disculpándose a sus compatriotas dominicanas, “To
Dominicans separated by language from the world I have created, I hope this book deepens North
Americans’ understanding of the nightmare you endured and the heavy losses you suffered—of which
this story tells only a few” (324). Esta declaración por parte de la autora define un propósito en la
escritura de la novela que quiere comunicar una tragedia nacional y también provocar empatía
internacional para la República Dominicana. La perspectiva privilegiada de la autora hacía la realidad
dominicana, provista por su identidad heterogénea, está muy presente en la novela. La combinación de
este punto de vista con la forma en que fielmente se representa y expande la historia de su país natal,
19
unida a sus intenciones en la creación de la novela alcanza convencernos que esta novela, a pesar del
idioma original en que se publicó, debería ser considerada como parte del cuerpo de literatura nacional
dominicana.
La exclusión o inclusión de la novela de Álvarez en la literatura nacional de más de un país tiene
que ver con los aspectos de su identidad y la obra que los conecta a la República Dominicana y los
Estados Unidos. Como discutimos, varios elementos de su identidad e historia personal se manifiestan
en la novela y hacen que tenga relevancia al lector dominicano y estadounidense. Una parte integral de
la identidad de la autora, su memoria, establece otra vez el vínculo entre la República Dominicana y su
literatura. La memoria dinámica que la autora tiene de su tiempo en su país natal informa e se integra
en la construcción de la novela.
Memoria
La memoria de la niñez de Álvarez tiene que ser una híbrida y fracturada, dividida entre sus
primeros años en la República Dominicana y los subsiguientes en los Estados Unidos. La formación
intelectual y personal de la autora que ocurre en un ambiente estadounidense y la perspectiva única
que proviene de esta situación le provee con la distancia necesaria para analizar y describir la situación
de las hermanas Mirabal de manera singular. Una faceta en que la perspectiva excepcional de Álvarez
se manifiesta en la novela es la inclusión de un personaje ‘gringa dominicana’ escritora. Esa mujer
aparece de inmediato en el primer párrafo de la novela, en el cual Dedé Mirabal, la hermana
sobreviviente de las cuatro, está esperando a la ‘gringa dominicana’ en el año 1994 para ser
entrevistada sobre sus hermanas famosas. La descripción del personaje que sigue llama la atención del
lector por las semejanzas que parece tener con la autora Álvarez: “She is originally from here but has
lived many years in the States, for which she is sorry since her spanish is not so good” (Butterflies 3). Un
ejemplo de este español torpe que la novela describe aparece poco después, junto con evidencia de la
20
distancia que la investigadora tiene de las costumbres y cultura dominicanas. A primera vista, la imagen
de este personaje no parece nada más que una extranjera curiosa que quiere aprender más sobre unas
heroínas de su país natal.
Sin embargo, para cualquier lector que conoce la historia personal biográfica de Julia Álvarez, la
tentación es aceptar a este personaje como la figura de la autora en la novela sin cuestionarlo. No
obstante, para evitar un análisis superficial de la obra es preciso analizar más la presencia de este
personaje en la novela y cuál propósito podría servir. Primero, la figura de la ‘gringa dominicana’ sirve
de manera estructural y utilitaria en la novela: es la motivación de la narración de la historia heroica de
las hermanas Mirabal. Ella viene de los Estados Unidos para entrevistar a Dedé Mirabal sobre la vida,
muerte y trabajo de sus hermanas, y esta entrevista es la que provoca las memorias que están narradas
en el resto de la novela. Para cumplir con este papel, no es necesario que el personaje tenga
semejanzas con la autora.
En el análisis del personaje “gringa dominicana”, es importante recordar que la novela es
simplemente eso: una obra de ficción. Entonces es imposible que la escritora en la novela sea
exactamente Álvarez narrando sus investigaciones de las Mirabal. La inteligencia y calidad entretejida
de la narración de la novela es demasiada alta para que caiga en narración autobiográfica. Teniendo
esto en cuenta, hay que reconocer que sí existe una variedad de semejanzas entre el personaje y la
autora. Durante el proceso de escribir la novela, Álvarez hizo investigaciones bastante exhaustivas,
incluyendo entrevistas con algunos miembros de la familia Mirabal (Gallegos Cuiñas 212). También,
como discutimos ya, la autora se define exactamente como una “gringa dominicana”. Pero
específicamente las descripciones de la falta de conciencia cultural dominicana o facultad con el español
son elementos que deberían llamar la atención del lector por su desacuerdo con la persona real de
Álvarez. El contacto constante de la autora con su lengua materna y país natal es conocido, haciendo
poco probable la pérdida de estas cualidades, incluso en una situación de exilio como la de ella.
21
La función del personaje de la escritora no es representar exactamente a Álvarez en la novela,
aunque las semejanzas entre los dos hacen imposible negar la conexión entre personaje y autor. El
propósito, entonces, debe ser más complicado y múltiple. La presencia de esta figura que la representa
y al mismo tiempo no lo hace, deja a la autora examinar facetas de su propia identidad a través de la
novela. Mediante la inclusión del personaje “gringa dominicana”, Álvarez puede enfatizar y reflexionar
sobre los elementos que perdió o no en su exilio. Junto a eso, el personaje posee características
exageradas y estereotípicas del inmigrante que sale de la República Dominicana y no recuerda con
precisión ni su idioma, ni las costumbres, ni la cultura de su país. En su análisis de la obra de Álvarez,
Marta Caminero‐Santangelo explica que estas características, e incluso la presencia misma del personaje
de la entrevistadora, sirven para destacar la identidad exiliada de la autora y enfatizar cómo esto
afectaría a la escritura de la novela. Describe, “…the function of the ‘Americanized Dominican woman’
in the novel is to remind readers of how Alvarez’s perspective on her country of origin is highly
conditioned by her having been ‘Americanized’” (511). Obviamente, por su identidad plurinacional y las
memorias que tiene de la República Dominicana y los Estados Unidos, Álvarez tendría una perspectiva
distinta sobre las mujeres, la cultura y la dictadura de Trujillo, entre otros temas, que una persona
dominicana. La “gringa dominicana” sirve de una manera para destacar este hecho por el lector
norteamericano y generalmente angloparlante. Sus memorias y pasado afectan cómo construye la
novela.
Finalmente, el personaje de la escritora también sirve para definir a Álvarez como autora. Por
un lado, llama la atención del lector sobre el hecho del exilio y la distancia entre la autora y la realidad
dominicana. Sin embargo, la narración de la novela en las voces de las hermanas Mirabal presenta al
lector con una versión precisa y correcta de las costumbres, historia y cultura de la República
Dominicana. Esta exactitud la distingue de la “gringa dominicana” en la novela, mostrando que Álvarez
sí tiene conocimiento de estas cosas y no va a equivocarse como hace su personaje. La figura de la
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escritora sirve, entonces, para un doble propósito: reconocer la separación entre la autora y la realidad
dominicana por su exilio, pero también subrayar que esta distancia puede ser superada por las
memorias y experiencias en su país natal.
La memoria que Álvarez tiene de la República Dominicana y el tiempo anterior a su inmigración
a los EE.UU. es subjetiva e indefinida, como toda memoria. Las incertidumbres de la memoria quizá
están aumentadas en esta situación debido al hecho de que es una memoria formada durante su
temprana juventud, antes de los diez años. Igualmente, no es posible que no recuerde esta época de su
vida, y tampoco que los recuerdos no influyan, por lo menos un poco, en la construcción de la novela.
La presencia de estas memorias de la joven Álvarez existe en las descripciones de la gente, ambiente y
cultura dominicanas. Aunque separada de este país por mucho tiempo, con las visitas y vacaciones que
Álvarez pasa en la República Dominicana, su contacto con la cultura nunca terminó.
Por otra parte, con la perspectiva de emigrante a los Estados Unidos, sería capaz de comparar
más profundamente las culturas de sus ‘dos países’. Consecuentemente, Álvarez tiene un
entendimiento mucho más profundo de los conflictos culturales que existen entre estos dos lugares y
puede comunicarlos al lector, subrayando los elementos que demuestran tanto distinción como
similitud de ambiente a un lector norteamericano. Lejos de perder perspectiva, Álvarez es una
observadora privilegiada de estos dos mundos, con una capacidad de análisis, crítica y evaluación única
y profunda.
Con esta observación aventajada, entonces, las semejanzas entre el mundo dominicano y
estadounidense representadas en la novela destacan elementos que comunican la universalidad de la
condición humana. Las hermanas Mirabal están descritas, a veces, como cualquier otra niña o mujer en
el mundo occidental. Las luchas entre esposo y esposa, el primer beso y amor, y los ensueños de las
hermanas como niñas son experiencias comunes, y sirven para borrar la noción de radical diferencia
23
entre el ambiente del lector y el de la novela. Para construir una representación verosímil de eventos
universales, Álvarez sólo tiene que consultar su propia vida y las memorias que tiene.
La creación del ambiente dominicano en la novela también viene en parte de las memorias de la
vida que Álvarez ha tenido allí. Sin embargo, es necesario hacer elaboración de los detalles que sus
memorias le proveen, porque no es el ambiente donde ha pasado la mayoría de su tiempo vivido.
Usando a la vez elaboración y memoria, Álvarez construye una representación de la realidad dominicana
que enseña al lector sobre este país. Las partes de la sociedad y cultura dominicana que son distintas de
la estadounidense y son claves para entender a las hermanas son enfatizadas varias veces, llamando la
atención del lector. Elementos culturales como la actitud relajada sobre el tiempo y horario de la vida
cotidiana, la vida familiar íntima, y la religiosidad y el machismo de la sociedad dominicana, son
ejemplos de las diferencias entre los mundos de las Mirabal y del lector norteamericano, y Álvarez es
capaz de reconocer y representarlos por su contacto con los dos mundos, usando su memoria como
referencia.
La memoria de Álvarez quizá está presente en otra manera más explícita en la novela. Como
niña en la República Dominicana durante la tiranía de Trujillo, es imposible que no estuviera expuesta a
la propaganda y esfuerzos del gobierno para promover la imagen positiva del dictador, como un tipo de
dios que estaba salvando al país. Una cultura de adoración del líder estaba impuesta en la sociedad
dominicana, y este hecho está descrito varias veces en la novela. El miedo a decir cualquier cosa sobre
Trujillo que no sea de carácter positivo o un elogio está siempre presente, y a lo largo de la novela una
fotografía del dictador cuelga en un lugar público en la casa Mirabal (Butterflies 17, 202). Obviamente,
la adoración forzada no parece tal a los niños, y unos de los momentos más poderosos de la novela
ocurren cuando Minerva y María Teresa se dan cuenta por primera vez de la realidad de su gobierno
opresivo y tiránico. Las dos describen, al principio, una creencia inocente en Trujillo como líder
benevolente y bueno. Durante un festival de celebraciones en que el país entero está obligado a dar
24
honor a Trujillo, María Teresa comenta, “I am taking these few minutes to wish El Jefe Happy
Benefactor’s Day with all my heart. I feel so lucky that we have him for a president” (37). Como niña
muy joven, la verdad de su situación en un país represivo y violento no es obvia ni pertinente a su vida.
En otro momento, Minerva comenta que, “At home, Trujillo hung on the wall by the picture of Our Lord
Jesus with a whole flock of the cutest lambs” (17). La capacidad del gobierno para adoctrinar a la
población, especialmente a los niños, a través de propaganda y celebraciones era poderosa.
La profundidad de este poder y control de la opinión pública sobre el dictador se refleja también
en la reacción de las niñas al descubrir por primera vez la realidad de Trujillo. Las deja completamente
estupefactas y tristes, y sirve en la novela como un tipo de pérdida de la inocencia para las dos.
Minerva, la hermana que era la primera en involucrarse en la resistencia contra Trujillo, escucha la
historia trágica de una amiga en su escuela, cuya familia había perdido a casi todos los hombres a manos
de la policía secreta y represión mortal del gobierno. Al describir la noche cuando su amiga le contó la
verdad de su familia, la novela narra, “’Bad things?’ I interrupted. ‘Trujillo was doing bad things?’ It was
as if I had just heard Jesus had slapped a baby” (Butterflies 17). La revelación se intensifica a cada
momento, hasta que su amiga le dice, “You still don’t get it? Minerva, don’t you see? Trujillo is having
everyone killed!” (19). La información que aprende la joven Minerva la deja casi sin dormir esa noche
por preocupación y impacto. De a poco, ella va dándose cuenta de las variadas manifestaciones del
gobierno opresivo, y su sorpresa se transforma en desdén y odio al presidente, hasta que tenga la
oportunidad de actuar y juntarse con un movimiento de resistencia contra la tiranía.
A la hermana más chica de la familia, María Teresa (o Mate), la familia la deja vivir en su
inocencia por más tiempo, y sólo descubre la verdad cuando ella misma se da cuenta de las actividades
clandestinas de Minerva y le pregunta sobre qué está haciendo y pasando. Cuando su hermana le
cuenta, es obvio que es un momento importante en su vida, uno que transforma su manera de ver el
mundo:
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I see a guardia, and I think, who have you killed. I hear a police siren, and I think who is going to
be killed. See what I mean? I see the picture of our president with eyes that follow me around
the room, and I am thinking he is trying to catch me doing something wrong. Before, I always
thought our president was like God, watching over everything I did. (39)
La propaganda del régimen había conseguido que ella creyera que Trujillo era un dios, y la destrucción
que ocurre mediante su descubrimiento de la verdad destroza tanto esta idea como la de su seguridad y
libertad en su propio país. Su manera de vivir, hablar y pensar en su país y sobre su realidad nunca sería
igual después de este día.
Es muy probable que los ejemplos de adoración forzada de Trujillo y el impacto de la revelación
de una dictadura violenta y propia que aparecen en la novela vengan, por lo menos en parte, de las
experiencias y memorias de Álvarez en su niñez. Aunque tienen que ser elaboradas y cambiadas para la
novela, es imaginable que uno no olvide una experiencia tan fuerte y profunda, y las memorias de la
autora sin duda proveían parte de la inspiración de estas escenas en la novela. Quizá también es
significativo que María Teresa tenga diez años cuando su hermana le cuenta la verdad sobre el gobierno,
la misma edad que Julia Álvarez tenía cuando tuvo que huir del país con su familia. De todas maneras,
los detalles y sentimientos descritos en estas escenas contribuyen mucho a la verosimilitud que tienen y
su impacto sobre el lector, cosas que podrían haber venido de la memoria de Álvarez.
La memoria de la autora también contribuye a la novela implícitamente, en su motivación para
escribir sobre la historia de los Mirabal. En su ensayo “Chasing the Butterflies”, Álvarez describe su
fascinación, poco después de llegar a los Estados Unidos, con una copia de la revista Time en que
estaban publicadas las noticias de la muerte de las hermanas Mirabal. Aunque en este momento no
conocía a las hermanas, descubriría después que su padre era parte del mismo movimiento clandestino
de resistencia en que ellas también participaban. Su familia también tenía otra conexión con la familia
Mirabal: el esposo de Minerva tenía un nombre muy parecido al nombre del tío de Álvarez. Ambos
26
hombres estaban en el mismo momento en la misma cárcel, y a veces la comida que la tía de Álvarez
introdujo para su esposo era recibida por el esposo de Minerva. Después de salir de la prisión, Manolo
Tavárez, el esposo de Minerva, agradeció esta ayuda accidental a la familia de Álvarez. La autora
describe su reacción a esta historia, diciendo en el ensayo, “These were the ways, then, that my family’s
story intersected with the story of the Mirabal family. The three heroic sisters and their brave husbands
stood in stark contrast to the self‐saving actions of my own family and other Dominican exiles”
(“Chasing” 331). Esta conexión familiar con las hermanas, su pasado de niña durante el régimen de
Trujillo, y las experiencias que tuvo en un viaje a la República Dominicana que la puso en contacto con la
familia sobreviviente de las Mirabal, se combinaron para motivar a Julia Álvarez a escribir una novela
sobre las hermanas y su historia. La memoria de la autora afecta evidentemente a varios niveles de la
novela.
La utilización de la memoria como herramienta literaria es también central en In the Time of the
Butterflies. La técnica narrativa que elige Álvarez en la construcción del texto, con el uso de las
memorias de las hermanas en primera persona y durante varias épocas de sus vidas tiene diferentes
propósitos en la novela. Primero, establece un fuerte vínculo con la tradición del testimonio, que según
April Shemak, es “…a genre that arose out of Caribbean and Central American social and political
movements as a way to foreground the voices of the oppressed” (83). Uno de los ejemplos más
conocidos de este género es Me llamo Rigoberta Menchú y asi me nació la conciencia (1983) que
describe la violencia del gobierno de Guatemala contra los grupos indígenas durante un periodo largo de
tensiones conocido como la Guerra Civil de Guatemala. Un propósito grande de este y todo tipo de
testimonio ha sido, históricamente, dar voz a los grupos marginados de la sociedad: las mujeres, los
indígenas, los pobres, etc. (Hickman 103). Recientemente, Shemak nota, un cuerpo de literatura ha sido
publicado que imita al testimonio, y In the Time of the Butterflies es parte de este grupo (83‐84). La
narración en primera persona de las hermanas Mirabal sobre su opresión y experiencias personales
27
durante el periodo de dictadura en la Republica Dominicana califica la novela exactamente como un tipo
de testimonio ficcional.
Existe una relación interesante y un poco problemática en la manera en que están entretejidos
los conceptos de la novela como testimonio inventado y como producto de entrevista. Cualquiera de los
dos conceptos funcionaría perfectamente bien con el propósito de Álvarez en la construcción de ello,
pero combinados provocan un estado de confusión. Como comentamos antes, la novela se entiende
perfectamente como novela de testimonio por su estructura y temática. El hecho de que la motivación
de producción de los testimonios sea una entrevista entre Dedé y una periodista es lo complicado. La
escritora viene para la entrevista en el comienzo de la novela, y Dedé empieza a recordar varios
episodios de su vida. De repente el lector se zambulle en las historias de sus otras hermanas. Esto hace
que el lector crea que las historias siguientes en la novela fueron relatadas por parte de Dedé a la
entrevistadora. El hecho de que tres de los cuatro ‘testimonios’ presentados en la novela sean los de
mujeres muertas crea duda sobre el aspecto fidedigno de las historias. Esta duda está aumentada aún
más por la impresión de que las historias estaban creadas por la memoria de Dedé, una tercera. La
memoria, en la literatura como en la vida real, nunca es fidedigna.
Las historias o ‘memorias’ de las hermanas contadas en la novela tienen un alto grado de
detalles específicos, hecho que las da verosimilitud y las hacen entendibles por un gran cuerpo de
lectores. Sin embargo, estos detalles son precisamente los que enfatizan la imposibilidad de que sean
fidedignas las memorias. En la vida real, si uno considera las memorias de momentos lejanos en el
pasado (o incluso más recientes), aunque algunos detalles quizá se presentan de forma veraz, lo que va
a predominar es una imagen general y distante de lo ocurrido. El tipo de detalle como el que Álvarez
describe en los capítulos de In the Time of the Butterflies llega a un nivel tan específico que tiene que
haber sido inventado. Las conversaciones citadas palabra por palabra y las descripciones de elementos
mínimos en el ambiente de una pieza en la casa de los Mirabal son sólo ejemplos de este tipo de detalle
28
que no existiría en la memoria de Dedé más de treinta años después de la muerte de sus hermanas para
describírselo a una mujer que la está entrevistando. La memoria no tiene la capacidad para este tipo de
recuerdo. Para describir las dificultades presentes en la novela y las técnicas que ocupa Álvarez en la
construcción de su narrativa, Lucía M. Suárez explica, “How does the writer tell a story she does not
know? How can she make a history that she has not lived known to others? It [the novel] is, thus, a
testimony of the contradictions of memory” (138). El hecho de que Álvarez está creando una historia
con personajes históricos reales y haciéndolo con el formato de testimonio aunque su texto sea ficción
pone la novela en un lugar difícil, donde tiene que enfrentarse a las dificultades que presentan la
memoria como fuente de información o Historia.
La novela reconoce la calidad fugaz, difícil, e incierta de la memoria varias veces en la narración
de Dedé, la hermana sobreviviente. Al comienzo de la novela, cuando llega la mujer “gringa
dominicana” para entrevistarla y después de un tiempo de conversación sobre su familia y su historia, la
mujer le pregunta sobre la tragedia de su situación y de cómo Dedé puede evitar estar abrumada por
todo. En su respuesta, Dedé describe una técnica que usa para recordar los momentos felices y
concentrarse en ellos para dejar afuera de su mente lo malo que ha ocurrido. En esta instancia, existe
cierto poder por parte de la persona sobre sus memorias, con la designación de una memoria específica
para enfocarse, “the moment she has fixed in her memory as zero” (7). A pesar de esta confianza en su
control, piensa directamente después de cuándo esta técnica no funciona, “I get stuck playing the same
bad moment” (7). Entonces, desde el comienzo de la novela, la teoría de la memoria que se nos
presenta es tan confusa e incierta como la memoria misma.
La explicación de esta memoria ideal y feliz que Dedé usa para escapar cuando la realidad es
demasiada difícil, agrega otras ideas a la teoría de la memoria en la novela. La memoria que elige es un
momento en 1943, cuando toda la familia Mirabal todavía vivía en la misma casa y las hermanas eran
niñas, y están conversando todos en su patio. En la descripción, Álvarez afirma otra vez el poder de la
29
persona sobre su memoria, pero esta vez Dedé controla y puede alterar sus memorias. Dice el texto, “It
is difficult to imagine Patria unmarried without a baby on her lap, but Dedé’s memory is playing dolls
with the past” (9). Esa frase confirma tanto la imposibilidad de recordar momentos del pasado sin la
influencia del presente, como la calidad completamente subjetiva de la memoria. La hermana Patria, en
el momento en que Dedé está recordando esta escena familiar, se había casado y tenido hijos antes de
su muerte, y esta realidad se impone sobre la realidad del momento recordado. Pero, como continúa el
texto, Dedé tiene la habilidad de cambiar su memoria para que sea lo que ella desea. Ella quiere
recordar un momento especial con sólo su familia inmediata y nadie más, “no one added, no one taken
away” (9). Entonces, su memoria cambia el recuerdo para satisfacer lo ideal, lo que ella desea en el
momento. Con poderes así, ninguna memoria debe ser considerada como fidedigna, porque la mente
humana puede alterar lo sucedido en el pasado para coincidir con la situación del presente, y estos
cambios son imposibles de evitar.
Más tarde en la novela, la misma situación de memoria comunica otro ejemplo de confusión de
Dedé en sus memorias. Durante un tiempo de dificultades con su esposo y después de los arrestos de
sus hermanas por su participación en acciones de resistencia, Dedé comienza a sentirse sobrepasada y
loca. Para evitar la pérdida de sus sentidos, la novela describe, inventa el juego de recordar los
momentos buenos como un escape, que describimos del comienzo de la novela:
Dedé could not run away. Courage! It was the first time she had used that word to herself and
understood exactly what it meant. And so, as Jaimito snored away, Dedé began devising a little
exercise to distract her mind and fortify her spirit. Concentrate, Dedé! she was saying.
Remember a clear night a lot like this one. You are sitting under the anacahuita tree in the front
yard… And she began palying the happy memory in her head, forcing herself to imagine the
scent of jasmine, the feel of the evening on her skin, the green dress she was wearing, the tinkle
of ice in Papá’s glass of rum, the murmured conversation.
30
‐‐‐‐‐‐‐
But wait! Dedé didn’t make up that memory game the night of the arrests. In fact, she didn’t
invent it at all. It was Minerva who taught her how to play it after she was released from prison
(198)
Dedé como personaje que narra sus propias memorias se equivoca aquí, atribuyendo el juego de la
memoria feliz a su propia invención y no la de su hermana. Aunque reconoce el hecho de que está
equivocada, la novela no provee una explicación de qué pasó realmente esa noche en vez del error que
describe. Es posible que Dedé realmente no sepa, porque ha reemplazado tantas veces la realidad con
otra idea equivocada que ahora quizá no recuerde lo que realmente hizo esa noche para evitar los
sentimientos de locura. Si ella está tan equivocada hasta llegar a la invención en la narración de su
propio testimonio o memoria, es muy probable que tampoco sea una fuente fidedigna de las memorias
de sus hermanas. A través de las memorias de Dedé descritas en la novela, Álvarez propone la memoria
como un discurso problemático para constituir una historia fidedigna por su calidad cambiante y fugaz,
sumisa a los deseos de la mente y emociones humanas. Ya que la autora subraya este hecho varias
veces mediante múltiples ejemplos, el uso de las técnicas de testimonio y memoria en la novela,
entonces, debe de tener otra motivación que la de intentar ser documento o archivo histórico fidedigno.
Esta motivación se manifiesta en la representación de las Mirabal y la definición de la novela como
ficción histórica.
La llamada novela histórica, categoría en la cual In the Time of the Butterflies está insertada, no
es necesariamente un texto o documento histórico oficial por el hecho de que contiene en su interior
una variedad de información ficticia. Elementos inventados en este tipo de novela se combinan con
personas y situaciones reales que sí ocurrieron en el pasado para representar un momento histórico. La
novela de Álvarez recrea el periodo histórico del trujillato en la Republica Dominicana a través de la
historia de las hermanas Mirabal. Los elementos inventados o elaborados en la novela, ya sea inspirada
31
por la imaginación o por la memoria de Álvarez, están incorporados con el propósito de que la novela
pueda ofrecer una mirada más profunda y personal del episodio histórico que un texto puramente
‘oficial’ podría haber ofrecido. En su análisis de la novela, Ana Gallego Cuiñas, autoridad sobre el género
de ‘la novela del trujillato’, subraya este concepto, diciendo que la novela “…se mueve en los celajes de
la nueva novela histórica, pues revela una visión distinta de la HISTORIA (sic), una visión desde dentro,
no la ‘oficial pública’, sino la personal y privada…se propone una historia que es una relación de
historias” (213). En vez de ser construida por números, eventos y fechas como un texto histórico, la
visión del gobierno de Trujillo y las figuras de ‘las Mariposas’ es contada de forma que involucre el
interés y las emociones del lector. El estilo testimonial de la narración contribuye aún más a este efecto,
haciendo muy intimistas las historias de las hermanas.
La presencia de elementos creados por Álvarez no niega el valor histórico que In the Time of the
Butterflies tiene en la representación del trujillato y su resistencia. Es tan imposible tener una historia
imparcial como es imposible tener una memoria objetiva, y la perspectiva desde la cual uno considera la
Historia afecta la versión de los hechos que da. En respuesta a crítica sobre la embellecimiento histórica
en su representación de las hermanas Mirabal, lo que provocó como respuesta la publicación de una
biografía histórica de las hermanas por otro autor dominicano‐estadounidense, Álvarez siempre ha
indicado que su intención en la escritura de la novela no era crear una representación históricamente
verídica de esas mujeres dominicanas (Valerio Holguín 99).
En la postdata de la novela, la autora describe su deseo de crear una representación más allá de
la Historia en la novela para “immerse my readers in an epoch in the life of the Dominican Republic that
I believe can only finally be understood by fiction, only finally be redeemed by the imagination. A novel
is not, after all, a historical document, but a way to travel through the human heart” (324). Para ella, el
trauma del trujillato no puede ser descrito ni entendido por hechos puramente históricos. Hablando al
respecto en su análisis de la novela, Trenton Hickman dice:
32
By telling her readers and critics that she refuses to be true to the history of things but that she
will surpass history by being true to the spirit of the Mirabals…Alvarez generates a
maneuverability of signification whose ameliorative project outstrips the mere historiography
and creates a work that can’t effectively be critiqued by pointing out its inaccuracies of person,
place, or event. (118)
El texto de Álvarez, entonces, es irreprochable con respecto a detalles históricos aunque la trama
principal es mayormente verídica y constable. La novela, en cambio, debería estar calificada por la
representación de ‘las Mariposas’ que provee, y la manera en que esta es ‘true to the spirit of the real
Mirabals’ (Butterflies 324).
Esta representación más “fiel” de las hermanas Mirabal que Álvarez presenta en In the Time of
the Butterflies tiene una variedad de elementos que le da esta “fidelidad”. Abundan interpretaciones
distintas sobre cuál aspecto es más importante para la imagen general de las mujeres que el lector
recibe después de leer la novela, y cada uno merece consideración. La desmitificación de ‘las
Mariposas’ tanto en la mente del lector como la memoria e imaginario colectivo de la República
Dominicana es una de los principales efectos de la novela. Es por esta imagen nueva de las hermanas
que muchos análisis en la crítica de la República Dominicana hablan de las cualidades feministas de la
novela, y de una corriente nueva para la representación de estas mujeres. Finalmente, la novela
presenta una celebración de las acciones y figuras de las hermanas Mirabal que quiere inspirar al lector
a imitarlas en la vida real.
La manera en que puede estar medido el éxito de la novela con respecto a la meta de ser más
fiel a las Mariposas verídicas tiene en parte que ver con una comparación contra las representaciones e
imágenes colectivas de las Mirabal que existían antes de la publicación de la novela. Ignacio López‐
Calvo, en “God and Trujillo”, su estudio sobre el cuerpo de representaciones literarias y culturales del
trujillato, comenta sobre el efecto que la represión política contra las hermanas Mirabal tuvo en la
33
República Dominicana, diciendo, “Trujillo grossly underestimated the potential call for insurrection that
the assassination of the three sisters would come to represent: while their incarceration made them
icons of courage and opposition, their death turned them into historic martyrs and saints in the people’s
eyes” (100). La imagen popular de las hermanas después de su muerte ha sido, desde los años 60, casi‐
sagrada. Para una nación que ha sufrido el trauma de una dictadura sangrienta y cruel, tener heroínas
nacionales como las Mirabal que están representadas como perfectas, y deshumanizadas en su
perfección, no deja al público interactuar con su historia en manera productiva. Gallego Cuiñas comenta
que, “…habían publicado obras sobre las heroínas que reproducían la leyenda, y donde aparecían
cargadas de superlativos que las elevaban a ese estadio de mitificación” (215). La mitificación llevó a las
heroínas a una parte de la memoria e imaginario colectiva donde no pueden tener un impacto
significante. En vez de ser inspiración para la población general como ejemplo del coraje y
determinación posible por personas comunes y de resistencia popular a un trauma en su pasado, la
perfección implícita en estas representaciones de las hermanas las hizo intocables y distantes.
Álvarez comenta sobre esta mistificación en la postdata de la novela, diciendo que, “I realized,
too, that such deification was dangerous, the same god‐making impulse that had created our tyrant.
And, ironically, by making them myth, we lost the Mirabals once more, dismissing the challenge of their
courage as impossible for us, ordinary men and women” (324). Su representación de las hermanas,
entonces, debería contener unas mujeres más reales y humanas que en las “leyendas” anteriores.
In the Time of the Butterflies representa un cambio importante en la manera en que ‘las
Mariposas’ están presentadas al público, para ser integradas en el imaginario colectivo. López‐Calvo
nota que la novela señala “a major discontinuity from the previous narratives” sobre las hermanas
Mirabal por su carácter relacionable (103). Muchos críticos denominan la representación de Álvarez
como una ‘desmitificación’ de las hermanas, y Gallego Cuiñas está de acuerdo, diciendo que la novela
incluye la “cabal desmitificación de estos, destacando su verdadero lugar y contribución indiscutible a la
34
cultura dominicana y universal” (214). De nuevo, las mujeres valientes de la familia Mirabal pueden
inspirar acción, valentía y perseverancia en el público.
Álvarez alcanza la desmitificación de las Mirabal a través de sus técnicas narrativas de
testimonio y memoria y los detalles imaginados e inventados que crea sobre las hermanas. En su
estudio sobre la novela postdictatorial y la memoria histórica, Emilia Deffis nota que, “…la literatura le
pone a la memoria colectiva una dosis indispensable de imaginación, o sea, abre múltiples vías de
acceso a un saber humanizante. Ella resulta ser, en última instancia, una de las herramientas más
eficaces contra los efectos perversos de la represión y la amnesia a lo largo del tiempo” (18). En la
novela, están relevados los pensamientos personales e íntimos de las hermanas, y detalles como la
primera menstruación, el primer amor y beso, la lucha interna con la fe, y la motivación personal de
cada una por unirse al movimiento de resistencia o no hacen aún más realista la representación de las
mujeres. Sin el acceso tan cercano y profundo a las hermanas humanas que Álvarez provee en su
narración, su recreación no sería posible. Esta desmitificación ocurre tanto en la mente del lector como
en el imaginario colectivo de las hermanas en la República Dominicana.
Esta nueva imagen de las hermanas que se presenta en la novela no sólo refleja el proceso de
desmitificación, sino que también comunica una visión distinta del periodo de la dictadura en que ellas
vivían. La relación entre la narración de las hermanas en In the Time of the Butterflies y su realidad
histórica está descrita por Nereida Segura‐Rico:
…[the novel is involved in] engaging historical discourse from the point of view of the witnesses
that acquire roles as subjects through the illocutionary power of their accounts, that is, through
their testimony. It is the act of bearing witness that transforms the individualized protagonist[s]
of certain events into a meditation on historical processes and their effects on individual lives
that, under the control of these historical forces, becomes par of a collectivity. (175)
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Vista desde esta perspectiva, la novela y la narración desmitificadora transforman no solamente la
manera en que están representadas las hermanas Mirabal, sino también el impacto que tienen en la
sociedad como reflejo del periodo del trujillato y la memoria colectiva de esta época.
Además de reformar la memoria colectiva del trujillato en la República Dominicana, In the Time
of the Butterflies también cambia el imaginario colectivo de las hermanas Mirabal a través de su nueva
representación. En su estudio de la novela histórica hispanoamericana, Peter Elmore dice que,
“La insistencia en desmitificar íconos patrióticos o reconsiderar periodos cruciales es, en sí misma,
reveladora de una crisis de consenso: las novelas históricas contemporáneas delatan con su propia
existencia que las mitologías nacionales latinoamericanas han perdido su poder de persuasión, su
capacidad convocatoria” (12). Aunque Elmore se refiere a las novelas históricas que recrean las
realidades de los movimientos de independencia en el siglo XIX, su análisis es pertinente también en la
situación del trujillato. La versión mitificada de la historia de las Mirabal no servía para motivar ni
inspirar a la población, y tampoco llegaba afuera del ambiente dominicano. La reescritura de esta
historia por Álvarez revela esta situación histórica de la Republica Dominicana a un cuerpo lector
norteamericano y también funde la imagen personal, humana y heroica de ‘las Mariposas’ en una
manera que cambia el imaginario colectivo de ellas en la sociedad dominicana.
Una parte integral de la nueva visión de ‘las Mariposas’ en la imagen popular tiene que ver con
la connotación feminista de la novela. Están presentadas como mujeres que toman las riendas de sus
propios destinos: Minerva y Mate eligen ir a educarse afuera del pueblo donde crecían, Patria usa su fe
para defender sus creencias sobre la dictadura a su esposo, las tres actúan en resistencia secreta contra
la opresión del gobierno, y Dedé decide dejar a su esposo y cuenta la historia de sus hermanas. Gallego
Cuiñas dice que la temática de la novela es perfecta para hacer una representación feminista: “La
elección femenina en En el tiempo de las mariposas se debe a que el asesinato de las hermanas Mirabal,
en el contexto de la dictadura de Trujillo como ‘trauma histórico’, constituye una trama ideal para una
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novela feminista. Y esto es así porque Trujillo es la máxima expresión del patriarcado y del machismo
hispanoamericano” (219). Las acciones de las hermanas tanto en contra de su gobierno como sus
esposos y su padre, están alineadas con una agencia feminista en la novela. Este elemento de In the
Time of the Butterlies la distingue como única en la narrativa, masivamente masculinista, del trujillato.
Con todas estas características, de desmitificación en el imaginario colectivo de la República
Dominicana y la representación feminista de las hermanas por primera vez, la narrativa de Álvarez
también conmemora a las hermanas y sus vidas. Según David Middleton y Derek Edwards en su libro
Memoria compartida: La naturaleza social del recuerdo y olvido:
Una persona debe ser considerada ‘conmemorable’ por la gente a la que le interesa destacar y
celebrar lo que interpretan como la grandeza localizada de las acciones…un concepto de la
conmemoración [existe] como organizada retóricamente para cumplir la función de marcar la
continuidad al preservar el pasado y, a la vez, alterarlo según los intereses del presente. (29)
Álvarez realiza una conmemoración de las hermanas exactamente de acuerdo con esta descripción:
quiere preservar la memoria de las hermanas Mirabal como heroínas tanto en la República Dominicana
como en los Estados Unidos, y cambiar su imagen anterior para que se convierte en una más relevante
al presente en su forma desmitificada y feminista. Esta es, entonces, la representación de ‘las
Mariposas’ que quedará en el imaginario colectivo.
Otra clasificación reveladora de la conmemoración presente en In the Time of the Butterflies
comunica una meta importante de Álvarez en su representación de las hermanas: una llamada a la
acción. Trenton Hickman denomina la novela como una ‘hagiographic commemorification’ que sigue las
normas postmodernas en la representación de figuras históricas y la narrativa, pero que incluye también
una ‘progressive ideology’ que eleva a las hermanas al nivel de santas seculares y humanas para servir
como ejemplos de comportamiento al lector. Describiendo esta idea más profundamente, Hickman dice
que, “…because Alvarez stubbornly wishes to retain the sisters’ humanity even as she advocates that the
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sisters ‘serv[e] as models for women fighting against injustices of all kinds,’ she finds a way to make
these sisters iconic through a postmodern hagiography, a mode that allows them all their quirks and
weaknesses even as it honors their lives as ones worth emulating (Butterflies 324)” (103). Con la
desmitificación de ‘las Mariposas’ y la recreación de un imaginario colectivo nuevo que las humaniza en
su intimismo y feminismo, Álvarez quiere que sean imitadas y apreciadas, y que su representación de
ellas sirva como la inspiración. En la postdata de la novela, Álvarez menciona el 25 de noviembre, el día
del asesinato de las hermanas, como Día Internacional Contra la Violencia Contra las Mujeres (324). Este
hecho muestra al lector que ya está ocurriendo cierto nivel de reconocimiento de las hermanas, y el
impacto deseado de la novela es que esta imitación y activismo aumente con la profundización de
información sobre las Mirabal, logrado con la publicación de la novela.
Conclusión
La situación de Álvarez como autora híbrida y plurinacional no es única en el mundo literario, y
los debates sobre idioma, pertenencia y derecho de hablar o escribir sobre un tema van a continuar
aumentando con la globalización e interconexión del mundo. Las divisiones que han separado países y
literaturas en el pasado están desapareciendo, provocando una consideración más profunda sobre el
tema de una literatura ‘nacional’. La incorporación de autores inmigrantes, exiliados o refugiados en
estas literaturas tanto nacionales como transnacionales tiene como consecuencia la inclusión también
de sus recuerdos del pasado, y toda forma de integración de estas memorias con y en los ambientes de
sus vivencias a través de sus obras.
Julia Álvarez y In the Time of the Butterflies ejemplifican la condición posmoderna e integrante
en que la literatura mundial se encuentra. Con las memorias de su pasado y presente parcial en la
República Dominicana como guías, la autora lleva a cabo una reinterpretación de un periodo histórico y
de mujeres nacionales históricas de su país natal, creando un imaginario colectivo nuevo de unas
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Mariposas ahora desmitificadas para el lector dominicano, unido a una nueva representación y de su
país natal para el lector norteamericano. La hibridez de su identidad está presente en la novela tanto en
su publicación en inglés en los Estados Unidos como en la temática dominicana y feminista que
contiene. Todos estos elementos definen su obra como parte de las literaturas nacionales de la
República Dominicana y los Estados Unidos. Álvarez crea una novela inspiradora y poderosa que puede
destruir los límites tradicionalmente aceptados en la literatura nacional y provocar un discurso nuevo y
emocionante sobre la pluralidad que debe existir en la expresión literaria presente y del futuro.
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