Más allá de un atraco

Fotografía carátula: Guillermo Silva Fotografía contracarátula: Juan Carlos Higuera

El atraco

Como posiblemente ustedes conocieron por los medios de comunicación, el pasado sábado 5 de mayo ocurrió un doloroso atraco en la montaña.

En la parte más alta, ya llegando al páramo, tres hombres y una mujer con armas de fuego y cuchillos atracaron a 22 caminantes que se encontraban disfrutando.

El atraco se inició a las 6:30. Los atracadores esperaban a sus víctimas y a medida que iban llegando las forzaban a salirse del camino, les robaban sus pertenencias (relojes, celulares, dinero y cámara fotográfica), las obligaban a sentarse y las amarraban entre sí con los cordones de los zapatos. Tres horas después las soltaron, huyendo por la parte de arriba de la montaña. Fueron agresivos, expresando amenazas continuamente y golpeando a uno de los caminantes en la cara.

Al bajar, los caminantes se encontraron con un patrullero de la policía ambiental y los auxiliares en la zona cercana al Claro de Luna quienes subieron hasta el páramo pero ya no encontraron a nadie.

Que veníamos haciendo

A raíz de la solicitud de acompañamiento que, en una carta con 550 firmas, hace unos meses los Amigos de la Montaña hicimos al General Oscar Naranjo, Comandante de la Policía Nacional, y al General Luis Eduardo Martínez, Comandante de la Policía de Bogotá, se asignó la responsabilidad de la coordinación de la seguridad en la zona a la Capitán Julié Reyes, Comandante de la Policía Ambiental. Desde hace unos dos meses ella nos viene acompañando en las reuniones de los martes de la montaña, y hemos venido intentando dar forma a una estrategia de seguridad.

Escogimos 9 senderos como el territorio que gradualmente iría a ser cuidado por la policía, y habíamos definido conformar un primer grupo de dos patrulleros y tres auxiliares para hacerse cargo del acompañamiento en la montaña. El grupo iría creciendo gradualmente en la medida en que se fuera asegurando el territorio y en la medida en que a la Capitán le fueran asignando más recursos para poder cumplir adecuadamente con su responsabilidad.

La Capitán Julié consideró muy importante escoger muchachos a quienes les gustara la montaña, y fue así como se escogió inicialmente al Patrullero Torres Caicedo y a dos auxiliares. Pienso que con un buen criterio la Capitán y los caminantes que asistimos a esas reuniones de los martes de la montaña consideramos que era importante que esos patrulleros y auxiliares tuvieran un

proceso de familiarización con la montaña y con la comunidad en el circuito Avenida Circunvalar – Claro de Luna – La Virgen, antes de avanzar a sitios más lejanos como el Páramo o Las Tres Cruces o el Bosque del Silencio.

Desde Semana Santa nos encontrábamos en ese proceso de familiarización de los patrulleros con el territorio, buscando que su presencia fuera permanente, y el Patrullero Torres ya nos estaba manifestando su deseo de empezar a subir a patrullar al páramo. En ese momento ocurrió el atraco.

Desde hace un poco más de tres años los Amigos de la Montaña hemos hecho una campaña para que las personas víctimas de atraco pongan la denuncia correspondiente ante las autoridades. Encontramos que las personas tenían diversas razones para no hacerlo, como la poca credibilidad que tenían en las instituciones en cuanto a que consideraban inútil hacerlo, o la dificultad que significaba poner la denuncia con esperas de varias horas para poderla presentar.

Aunque solo tres de las víctimas del último atraco presentaron denuncia, sí ha habido un aumento en la presentación de denuncias en los tres últimos años. Ahora le corresponde a la Policía, a la Fiscalía y a las instituciones en general hacer su parte facilitando la colocación de las denuncias, incluyéndolas dentro de las estadísticas de la ciudad y adelantando las investigaciones correspondientes.

Los medios de comunicación

La noticia llegó a oídos de los medios de comunicación, dándole todos una inmensa importancia y volviéndola de carácter nacional, concentrándose inicialmente en el atraco y desconociendo el contexto de lo ocurrido.

El domingo a las 9:30 de la mañana recibí una llamada del mayor Cubides contándome que él y la Capitán Julié se encontraban en la entrada a la quebrada dando declaraciones a todos los medios de comunicación. Me pedían el favor de apoyarlos contando la historia desde el punto de vista de la comunidad. El despliegue de la noticia duró casi tres días en muchos de los noticieros de televisión, radio, internet y medios impresos.

Fue así como, tristemente, por un atraco, una vez más, los Cerros Orientales y la comunidad de caminantes nos hicimos visibles a la ciudad.

¿Que ha pasado después?

El lunes 7 de mayo estuvo en la montaña el General Martínez, Comandante de la Policía de Bogotá. Subió hasta el Claro de Luna y al bajar, en el Túnel, tuvimos la oportunidad de conversar.

Le conté los pormenores que acabo de narrar del atraco y del trabajo que los caminantes veníamos desarrollando con la Policía

Ambiental y traté de describirle la realidad que se vive en la montaña y el sueño compartido por los caminantes de que algún día todos los Cerros se abran a la ciudad para que esa maravillosa relación que en la cuenca de la Quebrada La Vieja ha sido posible entre la montaña y los ciudadanos también se pueda construir a todo lo largo de la ciudad, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.

El General invitó a los Amigos de la Montaña a que al día siguiente nos reuniéramos con él en su oficina para empezar a trabajar en una estrategia que buscara hacer posible ese sueño compartido.

Además de los Amigos de la Montaña, a esa reunión también fueron invitados los comandantes de diversas fuerzas de la policía de la ciudad, representantes de diferentes entidades distritales como la Secretaría de Ambiente, la Empresa de Acueducto y el Alcalde Local de Chapinero.

El General no pudo estar presente pues había sido citado por el Ministro de Defensa a una reunión de generales, pero fue presidida por el Coronel Castillo, Comandante Operativo de la Policía de Bogotá.

Byron Calvachi, Subdirector de Ecosistemas y Ruralidad de la Secretaría de Ambiente, expresó que la visión que este gobierno de la ciudad tiene de la reserva forestal es la de su conservación pero con presencia de comunidad.

El Amigo de la Montaña Juan Pablo Cardona, caminante y abogado experto en derecho de policía, describió un concepto de la Corte Constitucional que se refiere al principio del autocuidado, que expresa que el primer responsable de la seguridad y de la salud del ciudadano es el mismo ciudadano.

Inés Marcela Romero, en representación de la Empresa de Acueducto de Bogotá, expresó todo el apoyo de la Empresa al proceso que estamos construyendo entre la policía y la comunidad.

Como una primera etapa se definió dar seguridad en los caminos de las cuencas de las quebradas Las Delicias, La Vieja y Rosales, desde la Avenida Circunvalar hasta la cuchilla en el páramo. La intención es que en la medida en que la seguridad se vaya consolidando en esas cuencas, se irá ampliando cada vez más la frontera hasta abarcar los Cerros de la ciudad.

Ese mismo martes por la noche tuvimos nuestro encuentro de los martes de la montaña al que asistimos los Comandantes de la policía Ambiental y de Turismo y cerca de 40 caminantes de las quebradas la Vieja y Las Delicias. Hicimos una narración del proceso que se venía construyendo con la policía, y a medida que avanzaba la reunión aumentaban las ideas de todos los asistentes para la construcción de un concepto amplio de seguridad para los cerros de nuestra localidad, ideas que iremos decantando y que podría sintetizar afirmando que la seguridad la construimos entre todos.

Dos días después, en el comando central de la policía, en una reunión a la que asistieron comandantes de los diferentes cuerpos de la institución, se emitieron varias órdenes de servicio asignando personal de la policía de carabineros, de los cuerpos disponibles, de la policía ambiental, etc. para el patrullaje de las tres cuencas.

El miércoles 9 de mayo, también en el comando central, con el fin de poder iniciar los patrullajes que se definieron en la etapa inicial, el equipo de cartografía de la policía levantó los mapas de riesgo de los caminos de las cuencas de las tres quebradas.

Las órdenes de servicio que se emitieron se han reflejado en una presencia notoria en los últimos días de patrulleros y auxiliares de policía a lo largo de los caminos de las quebradas Las Delicias, La Vieja y Rosales, desde la Avenida Circunvalar hasta el páramo, desde las cinco hasta las once de la mañana, y de la policía de carabineros en la parte baja de las quebradas.

El acompañamiento en la Quebrada La Vieja se hará los días hábiles de lunes a sábado, que es cuando está abierta la montaña, y en las quebradas Las Delicias y Rosales todos los días, incluyendo los festivos.

Desde nuestro conocimiento de la montaña vemos que al esquema de seguridad hay que hacerle ajustes que seguramente serán el fruto de ese dialogo que estamos teniendo entre los caminantes y la policía de la ciudad.

Los Amigos de la Montaña que nos quieran acompañar a las reuniones de los martes de la montaña para hacer sus aportes son bienvenidos. Me pueden escribir a pozamansa@gmail.com

¿Y ahora qué?

No es fácil que la policía sola pueda establecer una estrategia pues quienes tenemos el conocimiento del territorio y de la forma como este se vive somos los caminantes, y si se quiere hablar realmente de estrategia esta tendrá que ser construida entre ambos, policía y comunidad, como está comenzando a ocurrir.

Ahora es necesario que la policía encuentre la manera de estructurarse internamente para poder garantizar a la Capitán Julié, Comandante de Policía Ambiental, el poder y los recursos necesarios para cumplir con su responsabilidad y para hacer de la estrategia algo permanente, efectivo y sostenible en el tiempo y que no sea una respuesta coyuntural que se vaya apagando hasta el próximo atraco.

No es posible construir una nueva relación entre los Cerros Orientales y la ciudad solamente a punta de comunidad. Es indispensable ese matrimonio de policía, otras instituciones y comunidad, pero para ello es necesario que para los administradores de la ciudad y para los comandantes de la policía los Cerros Orientales sean sinceramente una prioridad.

En estos días el General Palomino, director de seguridad ciudadana de la policía nacional, subió caminando hasta el páramo; el General Martínez, comandante de la policía de Bogotá, subió hasta el Claro de Luna fracturándose una mano al resbalar en la bajada. También subieron el Coronel Castillo, Comandante Operativo de la Policía de Bogotá, el Coronel Pinzón, comandante de los cuerpos especiales (turismo, ambiental, carabineros, etc.) y el Mayor Cubides, comandante de la policía de turismo. La Capitán Julié, comandante de la policía ambiental, también ha estado subiendo continuamente.

Pienso que todos ellos han disfrutado sinceramente la montaña y hoy nos comprenden mejor cuando les hablamos acerca de la importancia que tiene la construcción de ese nuevo vínculo entre los Cerros y la ciudad. Esperamos que esta vivencia haya colocado a los Cerros Orientales en un nivel más alto dentro de su escala de prioridades.

Como la seguridad la construimos entre todos, también depende de nosotros los caminantes difundir la idea de no subir con elementos de valor a la montaña para no hacer de ella un buen negocio para los atracadores.

Dentro de las circunstancias actuales es muy importante que cuando veamos a alguien subir con una cámara fotográfica, o un reloj o un celular finos, amablemente le advirtamos que al hacerlo

está poniendo en riesgo su integridad y la integridad de todos los caminantes.

Para quienes tienen celulares finos y no pueden prescindir de ellos en la montaña la sugerencia sería que se compren un celular barato al que le puedan pasar la Sim Card cuando suban a la montaña.

Andrés Plazas

Amigos de la Montaña Mayo 17 de 2012

Amigos de la Montaña Quebrada La Vieja, Bogotá D.C.

Mayo de 2012