Martín Gambarotta Para un plan primavera

Goles Rosas

Colección suplementario

Para un plan primavera

Martín Gambarotta

Goles Rosas

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Y para terminar, y para terminar, y para terminar.

Tres veces ganó la misma corona porque se la quitaron dos veces y ahora no para de croar en las arenas de su mundo, en una arena croa con la corona puesta, en otra arena croa sin la corona, en una arena croa para que le saquen la corona en otra arena croa para que le pongan la corona, en otra arena croa como si le hubieran quitado la corona y en otra arena croa como si le hubieran puesto la corona y en otra arena croa como si quisiera que le devuelvan la corona y en otra arena, siempre en su mundo, croa como si quisiera devolver la corona y en otra arena croa como devolviéndola y en otra arena croa como reclamando su corona.

A lo que me responde le respondo a lo que le respondo me responde a lo que me responde reclamando a lo que le respondo rechazando.

La camarada duerme en otro lado un hombre piensa en comprar un pequeño cepillo de dientes mientras se prende los botones de carey de su camisa acaso tu mentor no te enseñó el asunto de la buena estrella, no te enseñó a ser preciso mientras otros filmaban felicidad con sus video cámaras e inventaban historias sobre el alce volador de Klaus la vida acá es pan ansioso, casi envidia todos son lentos o son santos, ningún trineo se desliza por la nieve negra del cielo dejando a su paso una ingrávida estela de sal plateada que se torna ultra blanca justo antes que la oscuridad la absorba.

Hay criaturas afuera que le dicen dulce reno o alce descansa tu cabeza sobre un almohadón de tersa piel el trineo que ara la compacta nieve zarista no tiene nada de interestelar.

Tanta cámara preanuncia la muerte de la foto sacada a quemarropa en un lugar llamado Alaska que no es el territorio llamado Alaska pero tiene una iluminación alasquense que encandila cerca de la verdadera Alaska la nieve fosforecía de noche, en esa luz lunar dada por el cielo al hielo y por el hielo devuelta en un acto reflexivo al cielo fumaba con Níjenson que hablaba de irse a vivir a un lado tan frío como el monte de pinos en que estábamos.

Los anestesistas están de huelga: primavera antagónica. El agua mineral tiene gusto a kerosén: primavera neutra. Salió campeón el equipo del ejército. Niños demoníacos de toda Tasmania aprenden a decir estrella en rumano. Mensajes de texto vuelan por los aires. Sintonizo radio alfa blondi en onda corta. El musicalizador de la edad de polvo queda supeditado al oro. En todo el burgo se bebe ron subsidiado. La neocelandesa de uñas naranjas ansía cloro. Es tentador declararse rumano pero, a no temer, no voy a caer en la tentación dede clararme rumano.

Más rumano que todos los rumanos el más rumano sin ser del todo rumano ruego que no lave los vasos de donde bebimos el licor conspirativo por antonomasia es ruego es un ruego riguroso que reluce entre manos igual me lava los vasos con los anillos puestos.

Me quedaría toda la tarde. Pero en esta parte el anestesista inhala de su tubo anestésico. Desenchufo artefactos antes de salir. Bajo el efecto de ese adormilado elixir, toc toc toco a las puertas de Rumanía. Negocio mi propia negación. Niego que todo es negociación. Una nevisca rocía las explanadas. Los odeones arden. Soy una hoja de puerro. Huelo a pasto quemado. Paseo un perro que no es mío.

La paramédica que después de trabajar vuelve a su casa y lo primero que hace con el uniforme verde agua o blanco cisne sucio todavía puesto es prender el equipo de música para escucharlo croar mientras fuma mirando el fenecer del día por la ventana merece que le saquen la corona, merece que le pongan la corona, merece croar por la corona: con el uniforme todavía puesto le sacaría la corona, le pondría la corona, le daría consejos al oído para que en las arenas de su mundo croe pidiendo croe rechazando, croe con la corona puesta.

O el radiólogo que después de manejar horas una máquina de rayos equis detrás de una pared de plomo todo el día, trank, radiografiando cráneos rótulas, fémures, trank, un tórax, trank se sienta a fumar con una compañera en la entrada de la clínica y también croa por lo bajo su testamento específico para que venga alguien bueno a ponerle la corona, para que venga alguien muy pero muy bueno a sacarle la corona dos veces perdida, tres veces ganada por todos en nombre de uno por uno en nombre de todos.

Alcen sus vasos por este plan, dancen. Dancen la danza primordial.

En el baño están rompiendo vasos en la cocina están rompiendo huevos en la calle están rompiendo autos todos los días son de reyes, todos los miércoles son de ceniceros, todos los jueves son de margaritas los viernes, festival maya para carniceros el burgo es un caldito de vegetales la calle es un caldito de astrolabios la pieza es un caldito de pollo enero es la eclosión de dinares febrero es un caldito de enero, prima la calma a las puertas de marzo los guardaespaldas de la primavera lloran al ver llover los camilleros con cara de gatilladores hablan de River Plate los demiurgos sacralizan las heladerías del conurbano los zumbos echan un matambrito al fuego como si en Zárate las chiquilinas quisquillosas escupen en la fuente los contadores plateados discuten de cantores de tango los tipos sin casa se tiran al sol como viejos leones resacados las panaderas tocan sus panderetas no sin cierto enfado los taximetreros tartamudos le dicen muchacho los trotamundos le dicen mmm-uch-mu-chacho los paralíticos en su ápice le dicen muchacho los vendedores de lápices le dicen hermano.

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