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Enseñanza
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Manifestando
El poder de Dios
En este mismo Momento
Un estudio sobre como sanar a los enfermos Y echar fuera los demonios
Sangat S. Bains
Traduccin espaola: Juan Luis Molina
2
Las escrituras a travs de las cuales se a llevado a cabo este estudio en su lengua inglesa original han
sido retiradas de la King James Versin, y en su traduccin al castellano se a utilizado para el mismo
efecto la Versin de Casiodoro de Reina (1.569) revisada por Cipriano de Varela. Cualquier explicacin
adicional del autor dentro de una escritura en particular se encuentra siempre marcada por parntesis ( ).
Las palabras griegas estn diseadas en itlico y traducidas en letras romnicas habituales, como por
ejemplo PNEUMA, en espritu. De vez en cuando, las palabras que se citan de una escritura particular se
encuentra enfticamente sealada en resea impresa para resaltar un nfasis personal del autor.
Segunda Edicin
Revisada en Octubre 2004
Copyright 2003 Sangat Singh Bains
M536, 2nd
Floor
Guru Harikishan Nagar
Paschim Vihar, New Delhi 110087
Sangatbatyam.net.in
3
Agradecimientos
Primeramente le doy gracias a Dios, el Padre de nuestro Seor Jesucristo, que me ha ofrecido la
salvacin y me ha dado un corazn para que pudiese indagar y entender Su Camino; l ha abierto mis
ojos para poder contemplar la maravillosa y majestuosa verdad que se encuentra en Su Palabra; en l
habita toda Bondad; l es la Luz y en l no hay ninguna tiniebla. A l sean dadas toda gloria y toda
alabanza por todas las edades.
Agradezco a todos aquellos maravillosos maestros que me han enseado y pacientemente asistido
ayudndome a alcanzar un entendimiento de la Palabra de Dios para que yo pudiese despus ensear
tambin a otros.
Mis agradecimientos a los creyentes de India que han odo y recibido con mansedumbre la Palabra de
Dios que han odo de m. Ellos la han recibido, no como palabra de hombres, sino segn es en verdad,
como Palabra de Dios. Su fe y la aplicacin de lo que yo les he enseado me han mostrado que la
sanidad de los enfermos y el echar fuera los demonios es una obra sencilla y fcil tanto para los
creyentes recientes como para los ms antiguos. Por eso me he propuesto, con mucho entusiasmo y
nimo, ensear estas mismas verdades sobre sanidad y echar fuera los demonios a los Cristianos que se
encuentran a travs de todo el mundo.
Quiero agradecer al reverendo Vince Finnegan por haberme invitado a ir a Albany, Nueva York en 1996
para que pudiese ensear esta materia. All testifiqu que este tremendo poder y autoridad delegados por
Dios pueden ser ejercitados consistentemente y producir resultados efectivos, no solamente en India sino
tambin en los Estados Unidos.
Agradezco a Michael Fitgerald de Williamsburg, Virginia, quien ha hecho un verdadero esfuerzo para
dar a conocer estas verdades sobre Cmo Sanar Enfermos y Echar Fuera los Demonios en los Estados Unidos. Estoy en perfecta unidad con Michael para expandir los deseos de nuestro Dios, el cual, quiere que todos los hombres sean salvos y que vengan al conocimiento de la verdad. Tambin quiero agradecerle haber editado su obra Cartas desde la India y Poniendo los Ojos Solamente en Dios.
Agradezco al Reverendo Ken Petty de Oracle, Arizona cuyo corazn es como el mo y quien, lo que
procura, es lo mismo que yo procuro. l tiene sus ojos siempre fijos en Dios y trabaja junto de Dios y de
Su Hijo y de Su gente. Ken se empea y se esfuerza en perfeccionar a los santos, para la obra del
ministerio y para la edificacin del Cuerpo de Cristo. l, con mucho amor y respeto, me ha abierto
muchas puertas para que pudiese predicar y ensear esta materia en los Estados Unidos.
Tambin quiero agradecer a las mujeres que me han ayudado en los aspectos materiales que hicieron
disponible este estudio de forma impresa:
Nancy Schempp de New Jersey por la obra inicial editada del libro y por darme nimos para realizarla.
A Kathy Brophy de Los ngeles, esposa del Reverendo Mike Brophy, por todo su diligente esfuerzo
diseando y editando el libro y providenciando muchas de las valiosas sugestiones contenidas en el
mismo, sin estas diligencias y sugestiones, este libro no podra haber sido publicado.
Finalmente, agradezco a mi esposa, Beautrice, sin la asistencia de la cual, soporte, igualdad de corazn y
nimo, yo no podra haber estado donde espiritualmente me encuentro para contribuir con esta
revelacin de la Palabra de Dios para el Cuerpo de Cristo.
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ndice
Agradecimientos 3
I. Prefacio
II. Introduccin
III. Nuestra Posicin en Cristo Jess
IV. Principios en la Manifestacin del Espritu Santo
V. Cmo Sanar a los Enfermos:
A. Principios de Sanidad de Enfermos 1. T hablas o proclamas a todos aquellos que necesitan sanidad. 2. Aquel que recibe la sanidad debe tener un gran deseo y creencia para recibir la
sanidad, por eso se dirige y se acerca al sanador para ser sanado. OBSERVA SIEMPRE A SU CREENCIA!
3. Dios te ha dado a ti esta habilidad y autoridad para sanar por tanto no necesitas
orar a Dios para que l sane al que se encuentra enfermo. ERES T EL QUE HACE LA SANIDAD!
4. Debemos creer que podemos sanar y echar fuera los demonios. 5. La operacin de la manifestacin de fe trayendo en evidencia los milagros.
B. Conclusin sobre Cmo Sanar a los Enfermos.
VI. Cmo Echar Fuera los Demonios
A. T eres mayor que los demonios y estos tienen miedo de ti. B. Nosotros somos el Templo de Dios y los demonios tiemblan delante de nosotros. C. La palabra griega echar fuera es EKBALLO.
VII. Un estudio sacado de los Cuatro Evangelios y del Libro de Hechos donde se encuentran los
Registros Relatados de los Espritus Diablicos y Echar Fuera los Demonios.
A. El Estudio en los Cuatro Evangelios. B. El Estudio en el Libro de Hechos.
VIII. Conclusin de Cmo Echar Fuera los Demonios.
Apndice 1: Registros sobre Sanidades en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos
Apndice 2: La Persona que Desee Liberarse se Acerca al Sanador.
Apndice 3: Otros Registros sobre Sanidad.
A. El Antiguo Testamento B. El Libro de Santiago
Apndice 4: Cartas desde la India.
Apndice 5 : Poniendo los Ojos Solamente en Dios.
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I Prefacio
Muy a menudo, lo que las personas simplemente persiguen y hacen es aquello que les ha sido
enseado y lo que han visto hacer, a otros, en muchas reas de sus vidas. Yo tambin, durante
mucho tiempo, segu aquello que me haba sido enseado y lo que haba visto hacer a otros en lo
que dice respecto a sanar enfermos y echar fuera los demonios. Posea algn entendimiento y tena
algn xito sanando a los enfermos, pero careca de una base consistente. En cuanto a la
manifestacin de echar fuera los demonios, pura y simplemente, lo consideraba fuera de mi
alcance.
Entonces, en la dcada de los Noventa, comenc a darme cuenta de que la manera por la que
muchos Cristianos, incluyndome a m, practicaban la sanidad de los enfermos y el echar fuera los
demonios era muy diferente de la que nuestro Seor Jesucristo y sus discpulos tenan cuando
practicaban este poder, como se nos muestra en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos.
Por eso comenc a leer sistemticamente los registros particulares de sanidad y echar fuera a los
demonios que se encuentran en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos.
Me fui dando cuenta gradualmente que la manifestacin de dones de sanidades es algo que
debemos comenzar nosotros a realizar cuando queremos impartir sanidad sobre todos aquellos que
deseen y se nos acerquen para ser sanados. Entonces comenc a practicar y a ensear estas mismas
verdades de la Palabra de Dios a los lderes Cristianos y a los creyentes en India. Y algo
verdaderamente sorprendente comenz a suceder. Muchos de los lderes y de los creyentes
comenzaron tambin a sanar y a echar fuera demonios de una manera consistente. Estamos
capacitados para liberar de la esclavitud fsica y espiritual tanto a los que son salvos como a los
que no son salvos.
En 1996, el Reverendo Vince Finnegan, que me haba expresado el enorme deseo que tena de
saber ms sobre esta materia de sanidad, me convid para que ensease acerca de esto en Albany,
New York. Y posteriormente, el Reverendo Steven Michaels nos invit a ambos, al Reverendo
Finnegan y a m, para que ensesemos sobre la sanidad en Florida. Durante estas dos visitas, que
duraron cerca de tres semanas, las verdades de la Palabra de Dios sobre sanidad se hicieron
claramente evidentes a todos nosotros y sanamos efectivamente a los enfermos y echamos fuera
los demonios. Fue verdaderamente delicioso para m darme cuenta de que, no solamente en la
India, sino tambin en los Estados Unidos, se ejercitaba la misma autoridad y poder con sencillez
consistencia y facilidad produciendo los mismos resultados.
Despus de mi regreso a la India, continu a ensear a la gente de Dios a Poner los Ojos Solamente en Dios y a impartir el conocimiento de lo que Dios haba cumplido por nosotros en Cristo Jess. Como resultado, aquello que haba aprendido y entendido con respecto al tema de las
sanidades lleg a ser todava ms claro en mi mente.
Tambin me comenc a dar cuenta de la importancia que tena que los hermanos y hermanas
alrededor del mundo supiesen cmo llegar a manifestar El Poder y la Autoridad ofrecidos por Dios y que hiciesen las mismas obras de Jesucristo.
La Palabra de Dios es muy simple y precisa en s misma. El Seor Jesucristo profera muy a
menudo la expresin, Escrito est. El modelo que Dios tiene para nosotros se encuentra en Su Palabra escrita. Ha sido con este fundamento de entendimiento espiritual que me he decidido a
colocar las verdades que he aprendido en un formato simple y claro para que tambin otros lo
puedan utilizar y puedan obtener a travs de l un crecimiento.
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Mi oracin a Dios tiene por objetivo que l abra los corazones de todos aquellos que estn
hambrientos y sedientos de la verdad; para que puedas contemplar la simplicidad, la exactitud y la
integridad de Su Palabra en lo que dice respecto a andar como nuestro Seor anduvo. Ojal que
este libro te asista e inspire a vivir aquello que el Seor profiri en Juan 14:12 y llegues a ser un
vital y activo miembro llevando a cabo el ministerio de la reconciliacin y extendiendo la Palabra
de Dios sobre el Mundo.
Juan 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en m cree, las obras que yo hago, l las har tambin; y
aun mayores har, porque yo voy al Padre.
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Como Sanar a los Enfermos y Echar Fuera los Demonios
II. Introduccin
Nuestro Padre Dios nos ha llamado a hacer parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia de Dios, en esta
presente Administracin de la Gracia, por lo cual, le estamos profundamente agradecidos.
Todo lo que poseemos se debe a la obra finalizada por nuestro Seor Jesucristo. Nosotros podemos
aprender y conocer las bendiciones y realidades que esa obra nos ha trado consigo leyendo las
siete Epstolas dirigidas a la Iglesia con respecto al Misterio.
Doy por supuesto que te encuentras familiarizado con el conocimiento del Misterio y con el
conocimiento de que cada miembro en el Cuerpo de Cristo puede manifestar la totalidad de las
nueve manifestaciones del espritu santo.
Este estudio se destina a todos los que saben que les ha sido hecho disponible ministrar sanidad y
echar fuera los espritus diablicos para libertar a las personas. Para los que deseen manifestar este
poder en sus vidas, pero que no saben exactamente cmo manifestar este poder y autoridad
otorgados por Dios.
Deseara darte a conocer en este estudio la sencillez de cmo sanar a los enfermos y de cmo echar
fuera los espritus diablicos, para que puedas comenzar a ejercitar el poder y la autoridad que
Dios te ha ofrecido tan simple y fcilmente como hablas en lenguas.
La seccin de introduccin te dir brevemente quin eres t en Cristo para ayudarte a tener la
confianza suficiente en tu posicin espiritual en Cristo. Tambin se muestran los fundamentos
bsicos de las manifestaciones del espritu santo porque es de suma importancia que entendamos los principios envueltos cuando manifestamos el espritu santo.
La primera seccin, que lleva por ttulo, Cmo Sanar a los Enfermos, te dar las llaves y todos los registros que se encuentran en los captulos ocho y nueve del Evangelio de Mateos acerca de
las sanidades fsicas. Esta seccin te ayudar a adquirir un exacto conocimiento acerca de este
tema y para que ministres sanidad a todos aquellos que necesiten y tengan el deseo de ser liberados
fsicamente en sus vidas.
La segunda seccin tratar sobre Echar Fuera los Espritus Diablicos, y te dar las llaves acerca de echar fuera los demonios mostrndote escrituras que dicen respecto a espritus diablicos en los
Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos. Leyendo estas escrituras y sus acontecimientos podrs
saber exactamente lo que Dios dice sobre cmo operar con los espritus diablicos. Eso te ayudar
cuando emprendas la accin de echarlos fuera, si tienes el deseo de hacerlo, de las personas que
necesiten y deseen ser liberados.
Despus, el Apndice 1 contiene todos los registros de sanidad fsica que se encuentran en los
Cuatro Evangelios y en Libro de Hechos. El 2 Apndice contiene los registros en los Cuatro
Evangelios de las personas que desearon y se acercaron a recibir la sanidad. Y en el Apndice 3 se
encuentran algunos registros acerca de sanidad en el Antiguo Testamento y en la Epstola de
Santiago.
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III. Nuestra Posicin en Cristo Jess
Todos nosotros sabemos que podemos manifestar la totalidad de las nueve manifestaciones del
espritu santo; sin embargo, cuando llegamos a tener que ministrar sanidad y a echar fuera los
demonios, no sabemos exactamente como hacerlo, y eso es lo que precisamente nos impide libertar
a muchos de los que desearan ser libertos.
Sabemos que podemos hacer las mismas obras que hizo Jesucristo, y tambin sabemos que todos
tenemos a Cristo dentro de nosotros, pues as nos lo ha hecho saber nuestro Padre Dios a travs de
Su Palabra. Algunas de las promesas y verdades que se refieren a lo que nosotros somos y a lo que
tenemos en Cristo se encuentran en las Epstolas a la Iglesia y las mostraremos en este estudio.
Estas escrituras te ayudarn a llegar a estar muy seguro y confiado y sern tu soporte cuando
comiences a libertar a las personas.
Romanos 8: 9 y 10 Mas vosotros no vivs segn la carne, sino segn el espritu, si es que el espritu de Dios
mora en vosotros. Y si alguno no tiene el espritu de Cristo, no es de l.
10 Pero si Cristo est en vosotros, el cuerpo en verdad est muerto a causa del pecado, mas el espritu vive a causa de la justicia.
El espritu de Dios que habita en nosotros hoy en da es el espritu de Cristo y no el mismo espritu
que habitaba con Elas o el que resida sobre Moiss. Eso es por lo que en el versculo 10 de esta
escritura se nos dice que este espritu de Dios que ahora se encuentra disponible en esta era es
Cristo en ti.
Colosenses 1: 27 A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los
gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.
Nosotros tenemos a Cristo dentro; Tenemos el tremendo poder y la autoridad para ejercitarlo en
este mundo.
Romanos 8: 15 y 16 Pues no habis recibido el espritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habis
recibido el espritu de adopcin (filiacin), por el cual clamamos Abba Padre!
16 El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios.
Nosotros no hemos recibido el espritu de esclavitud. Esta palabra esclavitud es DULIA en
griego que significa servilismo. No, nosotros no hemos recibido el espritu de Dios que estaba disponible en el Antiguo Testamento y que era el espritu de un siervo para servir, y que si no se mantena fiel poda ser perdido. Al contrario, nosotros hemos recibido el espritu de Dios de esta
Nueva Era, es decir, el espritu de filiacin, puesto que la palabra adopcin debera haber sido traducida por filiacin. Por eso el versculo 16 de la escritura nos dice que nosotros somos hijos de Dios, y de hecho lo somos, somos los hijos de Dios debido al espritu de filiacin que nos ha sido otorgado a travs del nuevo nacimiento y mediante el cual hemos pasado a ser los hijos de Dios para siempre.
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Efesios 1:2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo.
Dios no es solamente nuestro Dios sino que tambin es nuestro Padre, y Su gracia y paz son para
nosotros en todo momento.
Efesios 1: 19 Y cual la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, segn la
operacin del poder (del tremendo poder) de su fuerza.
Nosotros poseemos la supereminente grandeza de Su poder.
Efesios 2:6 Y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
(en) Cristo Jess.
De la manera como Cristo se encuentra sentado a la diestra de Dios, as lo estamos nosotros
igualmente en l. As que tenemos su misma autoridad para poder ejercerla ahora en este mundo.
Efesios 1: 20-23 La cual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los lugares
celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y seoro, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino tambin en el venidero;
22 y someti todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Cristo est verdaderamente por encima de todas las cosas que aqu se mencionan, y la iglesia posee
toda su plenitud.
Filipenses 2: 13 Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
Dios opera en nosotros.
Filipenses 4: 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Podemos hacer todas las cosas a travs de la habilidad de Cristo que nos ha sido depositada en
nosotros, y todava hay muchas otras promesas y verdades maravillosas dentro de las Epstolas
dirigidas a la Iglesia que podemos juntar a esta.
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IV. Principios de la Manifestacin del Espritu Santo (el don que nos ha sido
otorgado)
A qu se debe que no hallamos sido consistentes cuando operamos las manifestaciones que dicen
respecto a las sanidades y al echar fuera los espritus diablicos?
Algunas de las razones que producen esta falta de resultados consistentes cuando ministramos
sanidad son:
1 No hemos entendido que todas las manifestaciones, incluyendo los dones de sanidades, se
realizan dentro de los mismos principios que usamos cuando hablamos en lenguas; es decir,
somos nosotros los que hablamos y somos tambin nosotros los que operamos la sanidad, en
vez de ser Dios a hablar o a operar la sanidad.
2 No hemos reconocido claramente que, cuando operamos los dones de sanidades, aquel que
necesita ser sanado debe tener un ardiente deseo y creencia para ser sanado.
3 No hemos entendido que los recin renacidos deben comenzar inmediatamente a hablar en
lenguas y a evidenciar en sus vidas las dems manifestaciones.
Algunas de las razones de la falta de resultados consistentes cuando queremos echar fuera los
espritus diablicos son:
1 No nos hemos dado cuenta que los espritus diablicos se encuentran verdaderamente a
nuestros pies y que, por tanto, tienen obligatoriamente que obedecernos.
2 No nos hemos percatado de que los demonios tienen verdadero pavor de nosotros; ellos
saben el tremendo poder y la gloriosa autoridad que poseemos, y adems, tambin saben que
tenemos la presencia de Dios y de sus ngeles de nuestro lado.
3 Los puntos 1 2 y 3 mencionados anteriormente para el caso de las sanidades tambin se
aplican aqu.
Ahora te dar las instrucciones necesarias respecto a este asunto de los principios de la
manifestacin del espritu santo para que, si lo deseas, puedas inmediatamente comenzar a liberar las personas que lo necesiten.
Lo primero que debes tener en cuenta es que la manifestacin de los dones de sanidades es
exactamente igual que la manifestacin de hablar en lenguas. Haz el favor de mantener este
concepto o verdad bien presente en tu corazn.
Es decir, la manifestacin de dones de sanidades es Tu operacin de la habilidad dada por Dios
por medio de la cual...tu puedes (cuando lo desees) hacer sanidades. La manifestacin de hablar
en lenguas es Tu operacin de la habilidad dada por Dios por medio de la cual...tu puedes (cuando lo desees) hablar en lenguas.
Veamos algunas llaves dentro de las escrituras que nos dan la llave y nos muestran que eres tu quien comienza a ministrar sanidad y a liberar a las personas.
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Hechos 2:4
Y fueron todos llenos del espritu santo, y (ellos) comenzaron a hablar en otras
lenguas, segn el Espritu les daba que hablasen.
Fueron Ellos quienes comenzaron a hablar y, en ese mismo instante, el espritu les dio, aquello
que declaraban, en una lengua desconocida. La clave reside en que comiences tu a sanar, y si te decides a hacerlo, si realmente comienzas a sanar, el espritu entonces imparte la sanidad en ese
mismo instante.
Romanos 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, segn la gracia que nos es dada, si el de
profeca, sese conforme a la medida de la fe;
Todas las manifestaciones del espritu santo se operan a travs de la fe que tu tienes. Si no posees esa fe, no podrs hablar en lenguas, ni interpretar lenguas, profetizar, etc; puesto que no es
posible realizar ninguna de las manifestaciones si pensamos en trminos de sabidura de los cinco
sentidos. As que solamente las podrs evidenciar si crees y actas literalmente de acuerdo a lo que
dice la Palabra de Dios y descartas el conocimiento que proviene de los cinco sentidos. Al mismo
tiempo debemos tener en cuenta que evidenciars todas las manifestaciones ms eficazmente a
medida que te muestres ms seguro y confiado, lo que implica aquella expresin: conforme a la
medida de la fe.
1 Corintios 14:5
As que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero ms que profetizaseis; porque mayor el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las
interprete para que la iglesia reciba edificacin.
Mateos 10:8
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Estos dos versculos te muestran que eres tu quien hablas en lenguas y que eres tu quien sanas
la enfermedad, limpias a los leprosos , levantas a los muertos y adems, eres tu quien echa fuera los espritus diablicos. Si no actas conforme a la autoridad que te ha sido impartida y no
manifiestas este poder, nunca podrs ver en evidencia estos resultados.
Estas escrituras mencionadas anteriormente nos muestran cmo podemos manifestar el poder que
Dios nos ha otorgado en nuestras vidas. La totalidad de las manifestaciones del espritu santo son
realizadas a travs de nuestra creencia, es decir, actuando conforme a las instrucciones que Dios
nos ha dado. Dios ha dicho que deseara que todos vosotros hablaseis en lenguas. As que, Qu
debemos nosotros hacer? Nosotros simplemente hablamos en lenguas. La Palabra de Dios manda a todos aquellos que poseen Su autoridad que sanen los enfermos, etc. As qu qu
debemos hacer nosotros? Nosotros simplemente sanamos los enfermos. Es tan sencillo!
Antes de que hablsemos en lenguas, algunos de nosotros, razonando, nos preguntbamos, Qu es lo que vamos a decir? Nosotros no poseamos ningn trmino de ninguna lengua desconocida en nuestras mentes. Sin embargo, pusimos nuestra fe en Dios y por eso comenzamos a hablar, y
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fue ciertamente el espritu el que nos dio la declaracin de lo que hablbamos en una lengua
desconocida.
Todas las manifestaciones del espritu santo las traes en evidencia en tu vida en la medida
proporcional de la fe que tu tienes (la seguridad de que tu puedes hacer aquello que Dios te ha
dicho)
Cmo profetizas? Tu simplemente evidencias la profeca (hablas). Cmo interpretas? Tu
simplemente evidencias la interpretacin (hablas) inmediatamente despus de hablar en lenguas en una reunin de creyentes. Nadie sabe lo que va a decir antes de comenzar a hablar, ni cuando
hablamos en lenguas, ni interpretando las lenguas, ni profetizando, sino que, en ese mismo
instante, el espritu le da al que comienza a hablar su declaracin respectiva. As sucede tambin
con los dones de sanidades y con todas las dems manifestaciones del espritu santo.
Dios ya nos ha dicho,
1 Corintios 12 7-10 Pero a cada uno le es dada la manifestacin del espritu para provecho.
8 Porque a ste (provecho) es dada por el espritu palabra de sabidura; a otro (provecho), palabra de ciencia segn el mismo espritu;
9 a otro (provecho), fe por el mismo espritu; y a otro (provecho) dones de sanidades por el mismo espritu.
10 A otro (provecho), el hacer milagros; a otro (provecho) profeca; a otro (provecho), discernimiento de espritus; a otro (provecho), diversos gneros de lenguas; y a otro
(provecho), interpretacin de lenguas.
Todas las nueve manifestaciones del espritu santo que se encuentran entre los versculos ocho a
diez le son dadas a cada creyente en el cuerpo de Cristo para provecho; por tanto, podemos
evidenciarlas con fe (confianza en que podemos hacerlas) Tanto para hablar en lenguas, como para la interpretacin de las lenguas, y para profetizar, tienes que hablar con confianza y
denuedo aunque no sepas lo que vas a decir de antemano. El mismo principio se aplica tambin
cuando ministras sanidad; es decir, antes de ministrar sanidad, tu tampoco sabes lo que vas a hacer.
De acuerdo a la Palabra de Dios, as es como debera ser. La llave reside en la palabra comienza.
As que tu comiences a ministrar sanidad, el espritu imparte sanidad.
Este mismo principio se aplica siempre para evidenciar todas las manifestaciones.
Para llevar a cabo la sanidad, tu comienzas, con todo denuedo y confianza, sabiendo que tienes
todo el poder y autoridad para ejercitar la sanidad. Tu realizas la sanidad con el poder y la autoridad que Dios te ha otorgado en Cristo.
Yo creo que ya has entendido bien estos principios de la manifestacin del espritu santo. Por tanto, vamos a pasar ahora a la primera seccin sobre cmo ministrar sanidad para que puedas
comprender lo que debes a hacer cuando empieces a liberar a las personas de la esclavitud de las
enfermedades.
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V. Cmo Sanar a los Enfermos
A. Principios de Cmo Sanar a los Enfermos Los puntos siguientes deben ser tomados muy en cuenta con respecto a la sanidad.
1 Tu le dices o proclamas a los que necesitan sanidad que ellos pueden ser sanados
en ese mismo momento.
Este es el primer paso y es de suma importancia. Ya hemos visto que todas las manifestaciones del
espritu santo se basan en las mismas llaves que se emplean necesariamente para poder hablar en
lenguas. As que ste siguiente punto de proclamar inmediatamente que est disponible la sanidad
es, de hecho, lo primero que hacemos para proporcionar la liberacin a todos los que precisen ser sanados. Aquellos que necesiten ser sanados deben tener el ardiente deseo y creencia necesaria para ser sanados. Una vez que las personas escuchan que la sanidad se encuentra
inmediatamente disponible, se incrementar su fe o creencia. La fe viene por or la Palabra de Dios.
Romanos 10: 17 As que la fe es por el or, y el or, por la palabra de Dios.
Esta peculiar Palabra de Dios, la Palabra de la promesa, la Palabra especfica del espritu de Dios
que tu hablas, penetra en el corazn de aquel que necesita ser sanado, y le proporciona la fe y la
confianza necesaria para poder ser sanado-a.
Por eso Jesucristo predic las buenas nuevas de liberacin antes de sanar a las personas.
Mateos 4:23 Y recorri Jess toda Galilea, enseando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Ensear y predicar las buenas nuevas precede a la sanidad.
Mateos 9:35 Recorra Jess todas las ciudades y aldeas, enseando en las sinagogas de ellos, y predicando
el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
La declaracin de las buenas nuevas y de lo que est disponible de parte de Dios preceda siempre
a la liberacin de las enfermedades, porque Jesucristo solo poda sanar a las personas que tuviesen
la fe necesaria para ser sanadas. En otras palabras. Jesucristo no poda sanar y libertar a las
personas que no creyeran que podan ser sanados. Tu puedes pasarte el da entero ministrando
sanidad sobre alguien que no tenga fe, o que tenga poca fe, sin conseguir cualquier resultado.
Mateos 13:58 Y no hizo all muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
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Marcos 6:5 Y no pudo hacer all muchos milagros, salvo que san a unos pocos enfermos, poniendo
sobre ellos las manos.
Por supuesto que no deberamos usar esta escritura como una excusa para no sanar a las personas.
No debemos preocuparnos con estas cosas; Hay muchas personas que desean creer y ser sanadas y
que todava no han escuchado la Palabra que les trae la fe necesaria a sus corazones. Por tanto,
nosotros le decimos / proclamamos a las personas que la sanidad est asegurada y se
encuentra disponible en este mismo momento.
Tu tienes que comenzar a proclamar la informacin que dice respecto a la liberacin de la
enfermedad y la dolencia. Y cuando la proclames, debes hacerlo con total confianza y denuedo para que el que la escucha pueda llegar tambin a tener la confianza necesaria para poder recibir la
sanidad.
Cuntales tu testimonio y el testimonio que has odo de otros acerca de la liberacin que se ha
producido en vuestras vidas. Hblales con toda confianza y denuedo de los testimonios de
liberacin que se encuentran en la Palabra de dios. Si estamos inseguros a la hora de esperar
resultados en los que necesitan ser liberados, estos tambin van a sentirse inseguros. Dios es el que
garantiza los resultados. Nosotros simplemente decimos lo que l dice y no debemos preocuparnos
ni pensar que Dios no traer en evidencia aquello que nos promete, pues, desde que el mundo es
mundo, l jams ha faltado en ninguna de Sus promesas.
Hechos 8:5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
Felipe tuvo que declararles primeramente lo que estaba disponible en Cristo Jess.
Las personas tendrn que decidir si quieren o no recibir la sanidad despus de haber odo que la
sanidad se encuentra disponible. Si deciden recibirla y vienen a ti para obtenerla, entonces tu les
impartes la sanidad. La Palabra de Dios declara que fue Felipe quien hizo los milagros.
Hechos 8:6 y 7 Y la gente, unnime, escuchaba atentamente las cosas que deca Felipe, oyendo y viendo las
seales que haca.
7 Porque de muchos que tenan espritus inmundos salan estos dando grandes voces; y muchos paralticos y cojos eran sanados.
Hay que declarar que la sanidad se encuentra absolutamente disponible para todos aquellos que
necesitan ser sanados. Una vez que les proclames esta verdad, incrementars la confianza necesaria
en su corazn para que pueda recibir su liberacin sanitaria y cuando as suceda y se acerquen a ti
para obtenerla, t los sanars.
Por tanto, proclamar y hacer notorio las buenas nuevas respecto a la liberacin de sanidad es el
primer y ms importante paso que debemos dar.
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2 Quien recibe la sanidad debe desear ardientemente y creer para recibir su sanidad,
y debe acercarse al sanador para ser sanado. T no tienes que acercarte a la persona
y ministrarle sanidad solo porque seas consciente de su necesidad de ser sanado.-
OBSERVA DE ANTEMANO SU CREENCIA!
El segundo punto importante que precisas reconocer en la Palabra de Dios acerca de ministrar
sanidad es que aquel que necesita sanar debe desear ardientemente y creer para recibir la sanidad. Las personas se acercarn a ti para que las sanes despus de haber escuchado las buenas
nuevas respecto a la inmediata disponibilidad de sanidad. Entonces, cuando ellos se hayan
acercado a ti para ser sanados, t debes procurar saber cul es su grado de creencia.
Te podrs dar cuenta de su grado de creencia cuando escuches aquello que dicen. Es de esencial
importancia que hables con la persona que desee ser sanada. Escucha atentamente lo que te estn
diciendo y eso te revelar lo que estn creyendo. La revelacin de Dios vendr solamente cuando
tu no puedas recibir la informacin necesaria a travs de tus cinco sentidos. Dios espera que sepas,
por ti mismo, todo lo que puedes averiguar por tus cinco sentidos.
Cuando la persona que desee ser sanada deje ver su fe a travs de las palabras que te hable, por
ejemplo, Yo s que voy a ser sanado, yo s que t puedes sanarme, etc., entonces comienza a sanarla y recibir su sanidad. Si lo que te dice est mezclado con dudas o si no tiene la suficiente
confianza para recibir la sanidad, entonces debes trabajar y edificarle su creencia. Dios trabajar
contigo y te mostrar como podr atingir el grado de creencia necesario para que puedas impartirle
la sanidad.
La Palabra de Dio nos muestra que cuando aquellos que necesitaban sanidad crean y deseaban ser
sanados (despus que saban lo que estaba disponible), ellos se acercaban siempre al sanador para obtener su liberacin. Adems, otra cosa que observamos en la Palabra de Dios, es que el
sanador (con algunas excepciones que veremos ms tarde) nunca se acercaba a la casa del enfermo
para sanarlo solamente porque escuchase o llegase a saber por otra va que una persona enferma
habitaba en aquella casa.
Hay muchos registros en la Palabra de Dios donde se nos muestra que aquellos que necesitaban
sanidad deseaban ardientemente ser sanados, por eso se acercaban a quien estaba capacitado
para sanarlos y le rogaban que los sanasen, porque crean que poda hacerlo.
Estas son algunas escrituras que hacen referencia y ensean estos principios.
Mateos | Marcos Lucas Hechos 8:2, 5 y 6, 16 1:40 4:38 y 39, 40 y 41 3:1-8
9:2, 18, 20 y 21, 5:23 5:12-14, 17-26 4:22
27 y 28, 32 6:54-56 6:17-19 5:15-16
12:22 7:24-35 7:3 9:38
14:35 y 36 8:22 8:41-44
15:22, 29 y 30 9:17-29 9:11, 38-43
17:14-21 10:47, 51 11:13-16
19:1 y 2 17:12-13
20:30-34 18:38
21:14
16
Por tanto, debemos considerar este como un punto importante a la hora de ministrar sanidad en las
personas. Sana a todos aquellos que respondan a la Palabra y deseen, esperen, crean y se
acerquen para ser sanados.
Te habrs dado cuenta a medida que estudias los versculos previamente sealados de que Jess
casi nunca se acercaba a la casa de alguien que precisase ser sanado solo porque supiese que en
aquella casa habitaba un enfermo. Los pocos casos donde nos encontramos que Jess fue a sanar a
alguien sin que le pidiesen se debi a que l supo por revelacin que tenan la suficiente creencia
para ser sanados. (Juan 5:2-15; 9:1-7)
La verdad de Dios nos muestra en Su Palabra que aquellos que recibieron sanidad siempre
obedecan a este modelo.
Vamos a ver ahora algunos ejemplos de personas que necesitaban sanidad. Estas personas, como
veremos, deseaban, crean, y se acercaban al sanador, y reciban su sanidad. Te mostrar algunas escrituras del Evangelio de Mateos captulo ocho y nueve para que te aclaren este punto.
Mateos 8:1 y 2 Cuando descendi Jess del monte le segua mucha gente.
2 Y he aqu vino un leproso y se postr ante l, diciendo: Seor, si quieres, puedes limpiarme.
Este leproso debi tener un ardiente deseo de ser sanado. Deba tener una enorme esperanza de
que, si se acercase a Jess, l podra ciertamente sanarlo. Por ser un leproso, muchos de la multitud
que rodeaban a Jess debieron haberle dicho que se marchara de all y no se acercase a ellos. Pero
eso no fue lo suficiente para pararlo. De alguna manera se introdujo entre la multitud (y dice
grandes multitudes) y se acerc a Jess. Talvez te des cuenta de la dificultad que se experimenta al introducirse cualquiera entre una multitud para llegar hasta una cierta persona. Dios dice que
eran grandes multitudes.
Tu debes ministrar sanidad a la persona que se te acerque con un gran deseo y esperanza de que va
a ser sanada. En semejante caso puedes estar absolutamente cierto de que lo sanars. Ahora bien,
Cmo llegamos a obtener personas que tenga ese gran deseo y esperanza de ser sanados para que
se acerquen a ti para que t los sanes? La respuesta se encuentra en el primer punto que hemos
expuesto anteriormente; es decir, T les hablas / proclamas / predicas a las personas que la sanidad
se encuentra completamente disponible ahora mismo.
Mateos 8:5 Entrando Jess en Capernaum, vino a l un centurin rogndole,
Este centurin, que era un Gentil, debe haber odo a travs de alguien que Jess poda sanar a los
enfermos. Tena un ardiente deseo de ver sanado a su siervo y debe de haber credo que Jess
poda sanarlo. Por eso debi haber averiguado donde se encontraba Jess en aquel da y lo busc
hasta encontrarlo. Lo que implica la enorme fe que posea. Jess le dijo simplemente, V, y como creste, te sea hecho. El siervo de este centurin fue sanado en ese mismo instante. Jess siempre procuraba ver el grado de creencia que posea la persona que se le acercaba con el deseo de ser
sanada.
17
Mateos 8:16 Y cuando lleg la noche, trajeron a l muchos endemoniados; y con la palabra ech fuera a
los demonios, y san a todos los enfermos;
Estas personas que necesitaban ser sanadas fueron tradas a la presencia de Jess por sus amigos o
familiares, los cuales deseaban y crean que Jess poda sanarlos. Jess debi haber odo acerca de
muchos otros enfermos que residan en aquella ciudad, pero no fue a sus casas. Todos los que
alcanzaron sanidad fueron los que se acercaron o fueron trados a la presencia de Jess..
Mateos 9:2 Y sucedi que le trajeron un paraltico, tendido sobre una cama; y al ver Jess la fe de ellos,
dijo al paraltico: Ten nimo, hijo, tus pecados te son perdonados.
Estas personas debieron haber odo las buenas nuevas de liberacin o, entonces, alguien debe
haberles dado un testimonio de su propia liberacin. Tanto si oyeron como si vieron el mensaje,
eso les llev a creer que aquel que sufra de parlisis poda ser sanado. Estaban tan ansiosos de que
se produjera la sanidad que, en vez de invitar a Jess para que fuese a casa del paraltico, ellos
cogieron a este hombre y, ponindolo en una cama, se lo llevaron a Jess. Andar mientras se
transporta un enfermo en una cama no es nada fcil.
No sabemos exactamente como lleg esta gente al lugar donde Jess se encontraba, pero sabemos
que no tenan una furgoneta para transportar al enfermo. Lo que s deban tener era un enorme
deseo y creencia de que este hombre sera sanado, porque dice que, Jess, viendo su fe... Jess siempre procuraba el grado de creencia de la persona que deseaba ser sanada. Nosotros debemos
tambin seguir las instrucciones que la Palabra de Dios nos seala. Cuando seguimos las
instrucciones que Dios nos muestra alcanzamos con xito siempre los objetivos.
Una vez que sabemos que la personas tienen fe para ser sanadas, les proporcionamos la sanidad.
Les dirs que se pongan en pie y ellos se pondrn de pie. Les dirs que extiendan sus mano y
extendern su mano.
Mateos 9:18 Mientras l les deca estas cosas, vino un hombre principal y se postr ante l, diciendo: Mi
hija acaba de morir; mas ven, y pon tu mano sobre ella, y vivir.
Muchos de los lderes de la sinagoga, Fariseos, Saduceos y sacerdotes estaban en clara oposicin
contra Jess. Sin embargo, este gobernador tuvo el denuedo de venir a la presencia de Jess.
Deseaba ardientemente la sanidad fsica de su hija y por eso dejo su trabajo de lado. ste hombre
debi de perder su puesto de trabajo por acercarse a Jess. Posea un gran deseo de ver sanada a su
hija y por eso procur diligentemente a Jess y le pidi para que se acercara a su casa, para que
pusiese sus manos sobre su hija, porque crea que, si Jess as lo hiciese, su hija sera levantada de
los muertos.
Este hombre principal se acerc a Jess en aquellas circunstancias. Jess entendi lo que le estaba sucediendo y se dio cuenta del gran deseo y fe que tena, por eso se fue con l a su casa.
Puede que hubiese habido ms casos de muerte en aquella ciudad y en aquel momento, pero Jess
no fue a ninguna otra casa en donde se diese una tal circunstancia. Jess fue a casa del hombre
principal porque ste se acerc primero a l y le rog que as lo hiciese. Jess saba que la persona
en cuestin tena un ardiente deseo y esperanza para que la sanidad se efectuase. La persona que
18
sana debe procurar saber siempre cul es el grado de deseo de la persona que desea recibir
liberacin y entonces trabajar con la fe de la persona conforme sea la necesidad del caso. Si tiene
fe para ser sanada, entonces, inmediatamente debes sanarlo. Si un hombre no tiene la fe suficiente
como para ser sanado, entonces procura trabajar y edificarle su fe. Una vez que la fe necesaria se
sobrepone y est seguro de que va a ser sanado, entonces minstrale la sanidad.
Mateos 9:20 y 21 Y he aqu una mujer enferma de flujo de sangre desde haca doce aos, se le acerc por
detrs y toc el borde de su manto;
21 porque deca dentro de s: Si tocare solamente su manto, ser salva.
Aqu, una vez ms, podemos observar que aquellos que reciben sanidad, todos aquellos conque
Dios se toma el tiempo suficiente para mostrarnos en Su Palabra, son aquellos que haban odo
acerca de la liberacin que estaba disponible, los que respondieron con un gran deseo y
expectacin de ser sanados, y una vez que tenan ese ardiente deseo de ser sanados, en vez de
quedarse en casa esperando al sanador para que los sanase, ellos se acercaron para recibir la sanidad
Mateos 9:27-30 Pasando Jess de all le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten piedad de
nosotros, Hijo de David!
28 Y llegado a la casa, vinieron a l los ciegos; y Jess les dijo: Creis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: S Seor.
29 Entonces les toc los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos...
Estos ciegos se propusieron seguir a Jess. Acercarse a Jess no debe haber sido una tarea fcil
para estas dos personas. Pero como posean ese enorme deseo y expectacin de ser sanados,
consiguieron llegar hasta donde l haba ido. Jess supo que posean ese enorme deseo de ser
sanados y debi haber entendido la expectacin que tenan de ser sanados.
l les pregunt, Creis que puedo hacer esto? Examin si crean, o no, para poder
recibir. Eso es lo que debe hacer el sanador. Despus de saber que aquellos ciegos crean, les toc sus ojos y les dijo, Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Primeramente debes hablarle a las personas acerca de la liberacin, entonces, cuando ellos
respondan, se acercarn a ti para obtener la sanidad que tu impartes. Observa la fe que tengan, y si
tienen la fe necesaria para recibir sanidad, entonces, no esperes ms, snalos. Si su fe no ha
alcanzado un determinado grado, entonces debes trabajar con ellos para edificarla
convenientemente. A medida que comience a trabajar con ellos irs incrementndole la fe
necesaria, Dios te mostrar cmo hacerlo si es necesario, lo que t les digas y lo que hagas podr
edificarles su fe de manera que puedas darles la sanidad.
Mateos 9:32 y 33 Mientras salan ellos, he aqu, le trajeron un mudo endemoniado.
33 Y echando fuera el demonio, el mudo habl; y la gente se maravillaba, y deca: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel.
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Los mismos principios se aplican en este relato tambin. Ellos trajeron a Jess al hombre posedo por un demonio. Yo estoy seguro de que deba haber ms personas posedas por demonios en
muchos hogares dentro de aquella misma ciudad. Jess no se dirigi a ninguno de esos hogares
para sanarlos, sino que san a quien haba sido trado a su presencia, tal vez por sus amigos o
algunos de sus parientes. Aquellos que lo trajeron a su presencia deben haber tenido un gran deseo
de que este hombre fuese libertado y adems, una gran expectacin de que Jess lo sanara.
Juan 9 es uno de los pocos registros donde Dios nos muestra un caso excepcional, donde la sanidad
fue impartida sobre alguien que no se acerc al sanador ni le pidi que lo liberase.
Juan 9:1, 6,7 y 11 Al pasar Jess, vio a un hombre ciego de nacimiento.
6 Dicho esto, escupi en tierra, e hizo lodo con la saliva, y unt con el lodo los ojos del ciego,
7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Silo (que traducido es Enviado). Fue entonces, y se lav, y regres viendo.
11 Respondi l y dijo: Aquel hombre que se llama Jess hizo lodo, me unt los ojos, y me dijo: V al Silo, y lvate; y fui, y me lav, y recib la vista.
Jess encontr a este hombre ciego, se dirigi a l, y le pidi que emprendiese una accin
determinada. Aqu, en estos versculos, no se nos dice que el hombre creyera; sin embargo, podemos observar que tampoco cuestionase nada de lo que Jess hizo con sus ojos ni nada de la
accin que Jess le pidi que emprendiese. Este hombre ciego acept todo lo que Jess le haba
hecho y dicho. El debi creer en todo lo que Jess le pidi que hiciese.
Ahora bien, aqu tenemos una excepcin dentro de los muchos registros que existen en la Palabra
acerca de sanidad, porque, por norma general, todos aquellos que necesitaban ser liberados se
acercaban a Jess para ser sanados.
Cmo pudo saber Jess que este hombre ira a creer y hacer exactamente lo que le pidiese? Debe
haberlo sabido porque Dios se lo revel, Dios le inform de que este hombre posea la fe necesaria
para recibir la sanidad. Podemos ver que este hombre ciego no argument con Jess acerca de lo
que hizo con sus ojos ni cuestion el por qu tena que ir hasta el estanque de Silo para que los
lavase. l simplemente actu exactamente como Jess le pidi que actuase.
Hechos 14:7-10 Y all predicaban el evangelio.
8 Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jams haba andado.
9 Este oy hablar a Pablo, el cual, fijando en l sus ojos, y viendo que tena fe para ser sanado,
10 dijo a gran voz: Levntate derecho sobre tus pies, y l salt, y anduvo.
Este es otro de los casos excepcionales donde observamos que una persona necesitada de sanidad,
en vez de acercarse al sanador, es el sanador quien comienza la sanidad de la persona. En este
registro se nos dice que Pablo predicaba el evangelio en aquel lugar, y yo creo que una de las cosas
que enseaba era la sanidad que estaba disponible. Este hombre paraltico debi haber escuchado a
Pablo, pues tena fe para ser sanado. Las personas no pueden creer por algo hasta que no se les
ensee que lo tienen disponible.
20
El hombre paraltico no se acerc a Pablo ni le dijo nada acerca de su deseo de ser sanado, pero
Dios le mostr a Pablo que este hombre tena fe para ser sanado. Cuando recibas revelacin para ir a la casa de alguien para sanar o recibas revelacin acerca de una persona en particular en
una reunin y que tenga fe para ser sanada, entonces debes comenzar a sanarla.
Cuando una persona posee la fe suficiente, tanto da si lo sabes por revelacin o porque se te ha
acercado con el deseo y la expectacin de ser sanada, en ambos casos, tu simplemente le pedirs
que tome la accin apropiada. En Hechos captulo 14, Pablo le dijo al hombre paraltico ,
Levntate derecho sobre tus pies, El que haba sido paraltico no argument nada ni le dijo , Ser que puedo hacerlo? Sino que simplemente sigui fielmente las instrucciones y recibi su completa sanidad.
No tienes por qu ir a la casa de las personas a ministrar sanidad simplemente porque hayas odo a
tu vecino decir que all se encuentra una persona enferma. S, puedes ir y hablarle acerca de la
sanidad que se encuentra disponible. Reltale los testimonios que has odo acerca de sanidades
efectuadas; pero ten en cuenta siempre las instrucciones que Dios nos ha dado, aquel que necesita
sanidad se debe acercar a ti para ser sanado.
Los modelos que se encuentran en la Palabra de Dios nos dicen que no debemos acercarnos a la
casa de una persona enferma basados simplemente en la informacin que alguien nos haya dado, a
menos, por supuesto, que Dios nos diga que vallamos. Generalmente, lo sanars despus de l
haber respondido a la Palabra de liberacin que t le hayas referido y se acerque a ti para ser sanado. Si alguno responde a las buenas nuevas que tu le hayas dado y te llama por telfono
pidindote que lo sanes, debes averiguar si tiene, o no, la fe suficiente para recibir sanidad a
medida que hablas con esa persona. Si ves que la posee, entonces snalo.
El modelo en la Palabra de dios para ministrar sanidad nos muestra que debemos proclamar con
denuedo y confiadamente que la liberacin de sanitaria se encuentra disponible en este mismo instante. Por qu debemos proclamarlo con denuedo? Porque la promesa no proviene de ti mismo,
sino del Dios Todopoderoso. Cuando las personas responden con deseo y expectacin para ser
sanados, se acercarn a ti para ser liberados. Cuando alguien se te acerca para ser sanado, escucha bien lo que tiene para decirte y observa el deseo y la fe que tenga para ser sanado. Las
palabras que pronuncie y las acciones que tome te revelarn el deseo y la fe que posea. Cuando
veas que la persona que se te acerca tiene el deseo y la fe necesaria junto con la expectacin de ser
sanada, entonces, a esa tal persona, Minstrale t la sanidad.
21
3 Dios ya te ha dado a ti esta habilidad y autoridad para sanar; por tanto, t no
precisas de orar a Dios para que sea l quien sane al que se encuentra enfermo.
ERES T EL QUE SANA A LOS ENFERMOS!
Este es el tercer punto a tener muy en cuenta. Esta es una de las razones por la cual las personas no
estn a ser sanadas y por lo que no ests viendo resultado alguno en las personas que se te acercan
con el propsito de recibir su sanidad completa. Qu es lo que escuchamos generalmente o
decimos cuando alguien se encuentra enfermo y desea ser sanado? Por favor, ora por m, para que pueda ser sanado, o entonces Vamos a orar para que sane.
Estas expresiones han dominado completamente nuestro vocabulario con respecto a la sanidad.
Siempre oramos y le pedimos a Dios que sane a los enfermos.
En esta administracin de la Gracia de Dios que comenz en el da de Pentecosts, eres t quien
sana al enfermo con la enorme autoridad que Dios ya te ha conferido. Si consigues entender esto y comienzas a hacer exactamente lo que Dios ya te ha dicho que tienes poder para hacer,
inmediatamente elevars el porcentaje de tu suceso a la hora de impartir sanidad de una manera
significativa.
Por tanto, despus de que hayas completado el primer paso de proclamar denodada y
confiadamente la Palabra de liberacin a la gente y adhieras al segundo paso de ministrar a las
personas que respondan a dicha Palabra y se acerquen a ti con el deseo y la fe necesarias para ser
sanadas, entonces no te pongas a orar a Dios para que haga algo que te ha dicho que debes ser t quien lo haga.
No se supone que ores a Dios para sanar a las personas enfermas, porque eso es lo que la Palabra de Dios nos declara.
Mateos 10:1 Entonces llamando a sus doce discpulos, les dio autoridad (exousia) sobre los espritus
inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos versculos nos declaran que los discpulos recibieron la autoridad necesaria para echar fuera
los demonios y para sanar todo tipo de enfermedades y de dolencias. Una vez que alguien recibe
tal autoridad, no necesita orar a Dios ni pedirle que sane o eche fuera los espritus diablicos de
quien precise. Eran los discpulos los que sanaban todo tipo de enfermedad y echaban
fuera los demonios.
Una vez que tu jefe te da la autorizacin necesaria de firmar los cheques para efectuar los pagos de
su empresa, t no vas a pedirle que los asigne l cada vez que te aparezca una cuenta para pagar,
Por qu? Pues porque l ya te ha dado su autorizacin para que lo hagas t.
Veamos lo que Jess orden en el versculo ocho
Mateos 10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia.
22
Los doce discpulos recibieron autorizacin para sanar a los enfermos. A ellos no se les mand
que orasen por los enfermos o que le pidiesen a Dios que los sanase. Sino que fueron mandados para que, ellos mismos, sanasen a los enfermos y para que echasen fuera los espritus
diablicos.
Marcos 16:17 y 18 Y estas seales seguirn a los que creen: En mi nombre echarn fuera demonios; hablarn
nuevas lenguas;
18 tomarn en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les har dao; sobre los enfermos pondrn sus manos, y sanarn.
Jess dijo que seran ellos, los que creyesen, quienes echaran fuera los demonios. No dice que oraran a Dios y que, entonces, sera Dios quien sanara o echase fuera lo demonios en vez de
ellos.
Tambin se nos dice que seran ellos los que hablaran nuevas lenguas, no que oraran a Dios y entonces Dios hablara con nuevas lenguas a travs de ellos.
Jesucristo recibi el espritu de Dios para que l propio sanase a las personas y echase fuera los demonios.
Mateos 8:5-7 Entrando Jess en Capernaum, vino a l un centurin, rogndole,
6 y diciendo: Seor, mi criado est postrado en casa, paraltico, gravemente atormentado.
7 Y Jess le dijo, Yo ir y le sanar.
Dios ya le haba dado la autoridad necesaria, por eso dijo, yo ir y le sanar.
Mateos 8:2 y 3 Y he aqu vino un leproso y se postr ante l, diciendo: Seor, si quieres, puedes limpiarme.
3 Jess extendi la mano y le toc, diciendo: Quiero; se limpio. Y al instante su lepra desapareci.
Jess no tuvo que orarle a Dios para que sanase al leproso. Jess san al leproso diciendo ,
Quiero, s limpio.
Hemos incluido un estudio suplementar, Apndice 1, donde se encuentra una lista de todos los
registros acerca de sanidad de los Cuatro Evangelios y del Libro de Hechos. Puedes leer estos
registros y observar por ti mismo todos los puntos que acabamos de mencionar.
Mateos 9:6-8 Pues para que sepis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar
pecados (dice entonces al paraltico): Levntate, toma tu cama, y vete a tu casa.
7 Entonces l se levant y se fue a su casa.
8 Y la gente, al verlo, se maravill y glorific a Dios, que haba dado tal potestad (exousia, autoridad) a los hombres.
23
Las multitudes se dieron cuenta de que Jess haba sanado a este hombre paraltico y se
maravillaron de lo que Jess haba hecho, no de lo que Dios haba hecho. Yo creo que las personas no se hubiesen maravillado tanto si hubiese sido Dios el que lo hubiera sanado, puesto
que todos saban, como nosotros tambin sabemos, que sanar a alguien es algo muy fcil para
Dios. Este versculo nos muestra que las personas se maravillaron y glorificaron a Dios debido a
la autoridad que le haba conferido a los hombres, y fue un hombre que realiz la sanidad con la autoridad que le haba sido otorgada por Dios.
Jess no or a Dios para que sanase a las personas, sino que ejercit la autoridad que Dios le haba
conferido para librarlas de sus males. l saba perfectamente que aquel que necesitaba ser sanado
deba poseer la creencia necesaria para recibir la sanidad. Jess posea autoridad para sanar, y el
hombre paraltico tuvo que creer cuando Jess le dijo Levntate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
En la Administracin de la Gracia, en la cual vivimos, nosotros tenemos a Cristo en nosotros, y ahora somos nosotros lo que ocupamos su lugar, es decir, actuamos en su lugar y por su cuenta. La
traduccin de 2 Corintios 5:20, de acuerdo a la Revised Versin Bible, declara:
2 Corintios 5:20 As que somos embajadores por cuenta de Cristo, como si Dios rogase por medio de
nosotros; os rogamos por cuenta de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Nosotros, los que formamos el Cuerpo de Cristo, ocupamos aqu y ahora el lugar que le corresponda cuando estaba aqu sobre la tierra. A nosotros se nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jess, es decir, a la diestra de Dios, con la autoridad que representa la mano
derecha de Dios.
Efesios 2:6 Y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jess.
Por qu las personas no alcanzan la sanidad en muchas de las ocasiones que oras a Dios para que
las sane? Aunque hayas recibido revelacin y sepas exactamente la causa que les aflige, Por qu
no obtienen la sanidad? Por las escrituras sabemos que la razn por la cual no reciben nada es
porque tu le ests pidiendo a Dios que los sane en vez de ejercitar t la autoridad que Dios te ha
conferido para sanarlos. As que, una vez que sabes la verdad que contiene la Palabra de Dios,
Qu es lo que debes hacer Sanarlos t.
Otras veces, sin embargo, habrs notado que, algunas personas, si que recibieron sanidad cuando
oraste a Dios para que los sanase. Esto sucedi as porque aquellos que se acercaron a ti para
recibir sanidad posean la fe suficiente para ser sanados. No les importaba nada aquello que tu
hicieses o dijeses, porque lo que ellos crean es que, si se acercasen a ti, ellos seran sanados. Se
aferraron a la sanidad que provena de ti exactamente igual que hizo aquella mujer que sufri de
flujo de sangre durante doce aos. Ella crey en su corazn que si tocase tan solamente el manto
de Jess sera sanada. Marcos 5:30 dice as:
Marcos 5:30 Luego Jess, conociendo en s mismo el poder que haba salido de l, volvindose a la
multitud, dijo, Quin ha tocado mis vestidos?
24
La correcta manera de sanar en esta Administracin es que seas t quien sane a los enfermos con la tremenda autoridad que has recibido de parte de Dios.
Una vez que sabemos que ya no tenemos que orar a Dios por sanidad, nosotros
simplemente sanamos a los enfermos y echamos fuera los demonios.
4 Debemos creer que podemos sanar a los enfermos y echar fuera los demonios.
Ahora sabemos que cuando sanamos a los enfermos o echamos fuera los espritus diablicos, no
tenemos que orar a Dios para que lo haga por nosotros. El cuarto paso que debemos tener en
cuenta es que debemos creer que nosotros podemos de hecho sanar a los enfermos y echar
fuera los demonios.
Cuando pronuncias las palabras para impartir sanidad o echar fuera los demonios, debes creer aquello que dices que va a suceder. Tu posees la autoridad y la habilidad necesarias para impartir
sanidad de la misma manera que tambin tienes la autoridad y la habilidad de hablar en lenguas,
interpretar, profetizar, etc.
Refirindonos a hablar en lenguas, Tienes alguna duda de que puedas hacerlo siempre y cuando
lo desees? La manifestacin de dones de sanidades es tan real como la manifestacin de hablar en
lenguas. T posees la autoridad y la habilidad de traerla en evidencia.
Cuando surja una oportunidad de poder sanar a alguien, es decir, cuando aparezca una persona que
tenga el deseo y la expectacin de ser sanado y se te acerque, entonces t debes comenzar a
ministrarle sanidad. Cuando te dirijas a la enfermedad, dolor de cabeza, corazn, hgado, o
cualquier miembro que sientas o tengas la inspiracin de hablarle, dilo con la confianza y el
denuedo necesario para que, lo que t ordenes en ese instante, ocurra con toda seguridad.
Ahora bien, puede que ser que tengas este tipo de preguntas antes de comenzar a sanar, Qu debo tener que hacer?
La respuesta simplemente es, simplemente, comienza a sanar al enfermo. Pero es que yo no se exactamente lo que tengo que hacer cuando una persona que desee ser
sanada se me acerque De nuevo la respuesta es, simplemente, comienza a sanar al
enfermo.
Antes de que hablases en lenguas por primera vez, o mismo despus de haber experimentado
hablar en lenguas, Sabas t lo que iras a hablar antes de comenzar a hacerlo? Y con respecto a
la interpretacin de lenguas en una reunin de creyentes o antes de que hicieses profeca? Sabas
lo que ibas a decir interpretando o profetizando? Estoy seguro que la respuesta es No!
Lo mismo sucede con la sanidad. Tu no sabes lo que se supone que hagas antes de comenzar a
sanar. Exactamente igual que hablar en lenguas o profetizar, cuando tu comiences, el espritu te dar el contenido.
25
No existen modelos acerca de lo que se supone que hagas. El caso es que tu tomes la decisin de
comenzar a ministrar la sanidad.
Por favor, lee los registros que dicen respecto a ministrar sanidad y que se encuentran en los
Cuatro Evangelios y en Libro de Hechos del Apndice 1.
Cuando tu te decidas a sanar y comiences a ministrar sanidad, hablars, hars preguntas, de una manera inspirada, o, entonces, obtendrs informacin a travs de revelacin acerca de lo se supone
que digas o hagas al impartir la sanidad a quien precise, desee y espere ser sanado.
Hechos 3:6-8 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo
de Nazaret, levntate y anda.
7 Y tomndole por la mano derecha le levant; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entr con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Lo que tengo (el don de sanar completamente), te doy. T tambin tienes la autoridad en el nombre de Jesucristo. Tu puedes decir al hombre cojo, Levntate y anda. Eso es lo que har con que el hombre crea para recibir su sanidad.
Tu tienes el poder de donar sanidad exactamente del mismo modo que tambin tienes el
poder de hablar en lenguas. En ambos casos, tu no sabes de antemano lo que irs a realizar o
a decir. Cuando tu te decidas y comiences a manifestar, el espritu te dar tanto el contenido de lo que hables como la sanidad de quien precise ser sanado. Si hay algo que precises saber, y que no
puedas averiguar por tus cinco sentidos, el espritu te dar la informacin que necesites para que
puedas impartir la sanidad con xito.
La Palabra de Dios dice que, a cada uno de nosotros, se nos han dado las manifestaciones del
espritu para provecho, as que Qu vamos a hacer? Cuando se dan las condiciones necesarias, es
decir, cuando la persona que necesite sanidad se te acerque, desee y espere que la sanes, entonces
Tu pura y simplemente debes comenzar a sanarla y creer que puedes
hacerlo.
Si tu no principias la sanidad, nunca podrs evidenciar el poder y la autoridad que se te han
otorgado para sanar. De la misma manera que, si t no comienzas a hablar en lenguas, nunca
podrs saber que tienes el poder y la autoridad necesarias para hablar en lenguas. No te pongas a
pensar demasiado acerca de lo que sea supuesto hacer cuando comiences a sanar. En vez de pensar
tanto, simplemente comienza a ministrar sanidad; confa que Dios obra en ti durante todo el
tiempo en que ests impartiendo la sanidad sobre aquel que desea ser liberado. Eres t quien
decide y comienza la sanidad!
5 La operacin de la manifestacin de fe para que sucedan los milagros de sanidad.
Me gustara tratar este tema de una manera sencilla para que puedas comenzar a efectuar sanidades
y a echar fuera demonios. Esta informacin debe simplificar y no complicar tu entendimiento.
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La simplicidad de las sanidades te alentar a que comiences a sanar los enfermos que se te acerquen para recibir sanidad.
La informacin que ahora impartimos es ofrecida desde un punto de vista terico. Haz el favor
de tener en cuenta la sencillez de sanar, hablar en lenguas, interpretacin de lenguas, etc. A medida que vayas manifestando ms y ms el don del espritu santo, llegars a estar ms seguro y
tu confianza y tu fe irn aumentando.
Marcos 16:18
Tomarn en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les har dao; sobre los
enfermos pondrn sus manos, y sanarn.
Marcos 11:23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Qutate y chate en el mar, y
no dudare en su corazn, sino creyere que ser hecho lo que dice, lo que diga le ser hecho.
A medida que ministres sanidad sobre las personas, te irn surgiendo naturalmente diferentes
situaciones.
Una de las circunstancias ms comunes se da cuando la persona que se te acerca tiene alguna
fe, pero no la suficiente, en ese caso el sanador precisa tener fe para impartir la sanidad. Ya hemos hablado acerca de cmo puedes edificar tu fe para impartir sanidad.
En otras situaciones, la persona que precisa de un milagro de sanidad y tiene la fe suficiente se
acerca a ti para que le ministres. En ese caso, esa tal persona recibir la sanidad debido a su fe y no se precisa que tu tengas fe para que la reciba. Hemos visto este mismo caso cuando la mujer
que sufra del flujo de sangre se acerc a Jess y recibi la sanidad por la enorme fe que tena
simplemente por tocar su manto.
Algunas veces, podemos encontrarnos en un punto de creencia muy bajo. Entonces si una
persona se te acerca con fe para ser sanada, pero tiene solamente alguna fe, y el sanador no tiene su propia fe necesaria para impartir la sanidad, entonces el creyente debe creer para operar la
manifestacin de fe.
Repetimos, cuando tu no poseas un alto grado de creencia o fe, entonces debes operar la
manifestacin de fe, tanto para impartir sanidad como para que se pueda dar el milagro de sanidad.
Esta es una explicacin resumida de la manifestacin de fe:
La Manifestacin de Fe
Es tu operacin de la habilidad dada por Dios por medio de la cual tu puedes tener fe (la absoluta confianza proveniente del espritu santo en ti) para hacer suceder lo imposible, a tu
mandato, bien de acuerdo con la Palabra escrita o bien de acuerdo a lo que Dios te ha
revelado por palabra de conocimiento, palabra de sabidura y discernimiento de espritu.
Tambin inspira fe en otros.
Es el conocimiento garantizado dentro de ti de que, a tu mandato, suceder
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La Palabra la denomina como la manifestacin de fe. En griego, la palabra que se traduce fe es pistis. Es un nombre, por eso, Es el conocimiento garantizado que t tienes interiormente de que, a
tu mandato, lo que tu deseas suceder.
Cmo puedes operar esta manifestacin? Creyendo simplemente que, aquello que te resultara
difcil que sucediese inicialmente, tienes ahora la absoluta seguridad de que suceder.
Si no posees tu propia fe para que resulte efectiva la sanidad a quien ministres, entonces debes evidenciar esta manifestacin de fe del espritu de Dios que te dar la energa suficiente y
creers. Debes comenzar a creer para obtener esta fe proveniente del espritu que t tienes en
ti. As que comiences a creer, el espritu producir esta fe dentro de ti. El espritu opera en ti por la misma va que tu operas las manifestaciones de profeca, interpretacin de lenguas, etc. T no
sabes lo que irs a decir de antemano, pero, as que comiences a hablar, el espritu te dar el
contenido de lo que hables.
Una vez que alcanzas esta fe espiritual, es decir, la manifestacin de fe, tu impartirs la sanidad hablando audiblemente.
Cul es la diferencia entre la manifestacin de milagros y la manifestacin de fe?
La Operacin de Milagros
Es tu operacin de la habilidad o capacidad dada por Dios por medio de la cul tu puedes, a travs de tu creencia, o por la manifestacin de fe, traer en evidencia milagros de acuerdo a
lo que Dios te ha revelado en su palabra escrita o a travs de palabra de ciencia, palabra de
sabidura, y discernimiento de espritus.
Una manera fcil de entender cmo se opera la manifestacin de fe en combinacin con la
operacin de milagros es la siguiente:
A travs de la manifestacin de fe - la cual supone el previo conocimiento garantizado de
que t puedes realizar lo imposible, y a travs de la manifestacin de milagros, tu dices u
ordenas que suceda lo imposible.
La confesin o mandato de que suceda lo imposible, junto con la manifestacin de fe, o mismo solo con tu propia fe (si es que tienes la suficiente, un alto grado de fe, etc.) es la operacin de
milagros.
Esta es otra definicin de la manifestacin de dones de sanidades que te doy para tu informacin.
Dones de Sanidades
Es tu operacin de la habilidad o capacidad dada por Dios por medio de la cual a travs de tu fe, o de la manifestacin de fe, tu impartes sanidad a aquellos que tienen fe para recibir
sanidad. Debes recibir revelacin para edificar la fe de aquellos que tengan falta de fe, pero
que posean un fuerte deseo de liberacin, a tal grado que puedan recibir sanidad. Si tu fe no
posee el grado necesario, debes creer para operar la manifestacin de fe para impartir sanidad
o un milagro de sanidad.
Quiero que te des cuenta de algunas cosas. Antes que nada, los ejemplos en la Biblia son sanidades
instantneas. Eso quiere decir que son milagros de sanidad. Por lo menos son operadas dos
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manifestaciones: la operacin de milagros y los dones de sanidades. Estos resultados inmediatos
pueden ser producidos tanto por tu elevado grado de creencia como por la manifestacin de fe. No
importa por cual de las dos vas sea. Lo verdaderamente importante es ofrecer la sanidad a la
persona que se te acerca con deseo y expectacin, con fe, de ser liberada.
Habr muchas veces, dentro de nuestras propias experiencias, en las cuales no veamos una sanidad
instantnea. Pero lo que s veremos es el don de sanidades impartido removiendo la causa de la
enfermedad, etc. para que, posteriormente, el cuerpo inicie su curso natural de restablecimiento.
Muchas personas, sin embargo, pensarn entonces que no han sido sanadas porque no ha sido
instantneo. Pero eso no es verdad. Les ha sido impartido el don de sanidad. Desde ese momento,
esas personas necesitan mantenerse confesando y creyendo que han sido sanadas, y los resultados
sern seguramente evidenciados. No permitas que la duda se instale y se pierda la sanidad.
Encoraja a las personas a que se mantengan enfocando lo que la Palabra de Dios les dice, es decir,
que han sido sanados en Cristo y a travs del don de sanidades que t les has impartido, y a su
tiempo (corto o largo) ellos comprobarn los resultados deseados.
T, como sanador que eres, debes continuar a crecer en tu fe para operar milagros que impartan
sanidad instantnea a las personas que se te acerquen con el deseo y la fe necesarias para ser
liberados. La Palabra de Dios dice respecto a quien eres t en Cristo Jess y a la autoridad que
detienes estando sentado a la diestra de Dios, esa Palabra providenciar la fe necesaria a tu
corazn. La fe viene por el or y or por la Palabra de Dios. Existen muchos textos en los cuales
Romanos 10:17 se refiere a nosotros como siendo la Palabra de Cristo o las palabras que
conciernen a Cristo. Eso es lo que ha hecho por nosotros siendo Cristo, el ungido de Dios. Las
siete Epstolas dirigidas a la Iglesia nos dan ciertamente las buenas nuevas de lo que poseemos
debido a lo que Cristo a cumplido por nosotros. Al introducir estos pensamientos y realidades en
nuestras mentes y corazones se incrementar con toda seguridad nuestra fe para que operemos los
milagros junto con los dones de sanidades que traigan la liberacin a la gente.
Como hemos dicho al principio de esta seccin, Deseara que mantengas la simplicidad dentro de
este asunto as como nuestro Seor Jesucristo fue muy simple dando las instrucciones respecto a sanidad y echar fuera los demonios.
Mateos 10:1, 7 y 8 Entonces llamando a sus doce discpulos, les dio autoridad sobre los espritus inmundos, para
que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Jess les dio la autoridad de sanar a los enfermos y echar fuera los demonios, y simplemente les
dijo Sanad enfermos.
Por tanto, de lo que se trata es de que cuando tu hables para impartir sanidad, creas que lo
que digas suceder. Adems, cree que, cuando ministras sanidad a las personas, esas
personas con toda seguridad recobrarn su sanidad. Cuando haya una persona que necesite
sanidad y espere ser sanada, cree simplemente que ser sanada al ministrarla. Cuando hables, habla con la confianza y fe de que, lo que dices, con toda seguridad suceder.
En el momento de impartir sanidad, dilo con fe. No tengas dudas de que lo que tu digas suceder,
cuando hables, cree en tu corazn que, con toda certeza, suceder.
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B. Conclusin de Cmo Sanar Enfermos
Qu debes hacer?
Predica las buenas nuevas de liberacin confiada y denodadamente a todos los que necesiten ser
librados con sanidad. Si esas personas responden positivamente a las buenas nuevas de liberacin,
desearn y esperarn ser liberadas, y se te acercarn para recibir su sanidad. Entonces observars
su grado de creencia escuchando lo que te estn diciendo y viendo lo que hacen. Si su grado de
creencia es bajo, entonces trabaja con ellos para edificrsela. Dios operar en ti a medida que
hables y operes con la gente. Una vez que su fe obtenga el grado necesario, Tu debes sanarla.
No te preocupes pensando que vas a fracasar o que no tienes la habilidad suficiente para sanar.
Ponte simplemente en una posicin en la cual impartes la sanidad proclamando la promesa de que
est disponible para cualquiera en ese mismo momento. No te preocupes si, al hacer esa
declaracin, se te acerca mucha gente para que t las sanes.
Avisa las buenas nuevas de liberacin, y cuando aquellos que necesiten sanidad se te acerquen,
comienza a sanarlos. A medida que contines as, ciertamente ganars experiencia y conocimiento,
y llegars a estar ms confiado ministrando sanidades.
No te pares con los fracasos. Puede que fracases algunas veces, pero sigue sanando, y ensale a
los dems a que hagan lo mismo.
Ensea a los creyentes principiantes a sanar los enfermos y echar fuera los demonios desde el
mismo momento que son renacidos, as como les instruyes a que hablen en lenguas. Por qu se debe encorajar e instruir a los nuevos creyentes a que comiencen a operar estas manifestaciones
desde el momento en que renacen? Porque ministrar sanidades es tan sencillo como hablar en
lenguas, y los nuevos creyentes te sorprendern. Por qu? Porque no tendrn dificultades en sanar
enfermos y en echar fuera los espritus diablicos desde ese mismo momento si as se les explica.
El resultado de todo esto ser que Dios obtendr la gloria que demanda, y muchos ms querrn ser
salvos y vendrn al conocimiento de la verdad. Y por aadidura, tambin ellos proclamarn Su
Palabra y ganarn a otras personas para Dios.
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VI Cmo Echar Fuera los Demonios
Hay algunas veces que las personas estn enfermas, ciegas, cojas, paralticas, mentalmente
incapaces, libidinosas, alcohlicas, temerosas, depresivas, etc., debido a la posesin de espritus
diablicos y no por fsicas razones.
Dios ha hecho disponible todo tipo de liberacin para la humanidad. Ha pagado el altsimo precio
que costaba esta liberacin a travs del sacrificio de Su Hijo, Jesucristo, cuando su cuerpo fue
quebrado para nuestra sanidad y liberacin. Isaas 53:1-12; 1 Pedro 2:21-24
La Sabidura que Dice Respecto a Tu Posicin Superior Las siguientes verdades te ayudarn a encarar a los demonios y que los demonios te teman.
A. T eres mayor que todos los demonios y ellos tienen miedo de ti. Una de las cosas ms importantes que debes saber para tu liberacin y para la de otros acerca de la
posesin de espritus diablicos es que t eres mucho ms grande que todos los demonios. Ellos
tienen miedo de ti porque saben que t eres un hijo de Dios que est sentado a la diestra del Padre
en Cristo Jess. A ti se te ha otorgado el mismo nombre y la misma autoridad que le fue otorgada a
Jesucristo cuando le fue dado sentarse a la diestra de Dios. Le fue dado un nombre que se
encuentra por encima de todo nombre, que denota su autoridad sobre todas las cosas del universo,
incluyendo que los demonios le sean sujetos y se mantengan humillados en su presencia. Esta es la
misma autoridad que se te ha otorgado a ti y ellos reconocen absolutamente la grandiosa autoridad
que tu posees. Ellos se encuentran aterrorizados y temblorosos ante tu presencia. Y adems, la
hueste de ngeles va contigo donde quiera que t vallas.
Filipenses 2:9-11 Por lo cual Dios tambin le exalt hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo
nombre,
10 para que en el nombre de Jess se doble toda rodilla de los que estn en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Seor, para gloria de Dios Padre.
Efesios 1:20-23 La cual oper en Cristo, resucitndole de los muertos y sentndole a su diestra en los lugares
celestiales.
21 sobre todo principado y autoridad y poder y seoro, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino tambin en el venidero.
22 Y someti todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Hebreos 1:13 y 14 Pues a cul de los ngeles dijo Dios jams: Sintate a mi diestra, hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies?
14 No son todos espritus ministradores enviados para servicio a favor de los que sern herederos de la salvacin?
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Nosotros somos Personas Muy Importantes y los poderosos ngeles de Dios estn destinados a
servirnos, as como a proteger nuestras vidas.
Lucas 10:17-19 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Seor, aun los demonios se nos sujetan en tu
nombre.
18 Y les dijo: Yo vea a Satans caer como un rayo.
19 He aqu os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os daar.
Los demonios se nos sujetan porque poseemos la plenitud de Cristo. Nos ha sido otorgada la
autoridad de hollar serpientes y escorpiones, as como toda la fuerza del enemigo y nada podr
daarnos.
Salmos 91:10 y 11 No te sobrevendr mal, ni plaga tocar tu morada.
Pues a sus ngeles mandar (Jehov) acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
Jehov le ha dado la responsabilidad a sus ngeles de guardarnos en todos nuestros caminos; por
tanto, jams debemos temer absolutamente nada.
Efesios 2.6 Y juntamente con l nos resucit, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con
Cristo Jess.
Nosotros estamos muy por encima de todos los demonios porque estamos sentados a la diestra de
Dios en Cristo y poseemos toda la autoridad y poder que confieren su nombre, la plenitud de
Cristo dentro de nosotros.
B. Nosotros somos el Templo de Dios y los demonios tiemblan en nuestra presencia.
Efesios 2:21 y 22 En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Seor;
22 en quien vosotros tambin sois juntamente edificados para morada de Dios en el espritu.
Santiago 2:19 T crees que Dios es uno; bien haces,. Tambin los demonios creen, y tiemblan.
Este punto es muy importante - los demonios se encuentran debajo de tu poder y tiemblan cuando
los miras cara a cara. El mundo de hoy en da, con sus pelculas y representaciones, a causado que
las personas, y mismo la gente de Dios, tenga miedo de los demonios. Se nos ha mostrado
fraudulentamente a estos diablos como siendo tan poderosos que, hasta los propios sacerdotes,
pueden ser destruidos y las personas asesinadas por ellos sin ninguna misericordia. Pero eso no
es verdad! La verdad nos muestra que los diablos tienen miedo de nosotros y tiemblan con tu presencia porque saben que Dios ya te ha sentado a Su diestra en Cristo, muy por encima de todo
el poder y la autoridad que posean, y adems, tambin saben que t eres la mismsima morada del
Dios Todopoderoso. Esa es la verdad.
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Eso es por lo que t puedes hacer las mismas obras que Jesucristo, una de las cuales es echar fuera
los espritus diablicos.
Mateos 4:24 Y se difundi su fama (de Jess) por toda Siria; y le trajeron todos los que tenan dolencias,
los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunticos y
paralticos; y los san.
Marcos 1:39 Y predicaba (Jess) en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Esto no era algo inusual en su ministerio, lo ejercitaba con bastante frecuencia.
Mateos 10:1 Entonces llamando a sus doce discpulos, les dio autoridad (Exousia) sobre los espritus
inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Nosotros tenemos la autoridad y el poder de la mano derecha de Dios. Todos los espritus
inmundos se nos sujetan y podemos echarlos fuera.
C. La palabra echar fuera en griego es ekballo.
La palabra ekballo est compuesta por dos palabras griegas, ek, fuera y ballo, lanzar o
expulsar; por eso, ekballo se podra traducir tanto lanzarlos o expulsarlos para fuera como, echarlos fuera.
En Mateos 10:1, que hemos visto anteriormente, las palabras echarlos fuera son esta sola palabra griega, ekballo. Jesucristo le dio a sus discpulos la autoridad de enfrentar a los espritus
inmundos y de lanzarlos fuera. Podramos usar la misma palabra dando a entender la manera como un portero de un equipo de ftbol lanza fuera de su rea la pelota, l no la manda fuera con una simple patadita. La manda tan lejos como pueda para alejar el peligro de su rea. Nosotros
ocupamos el lugar de Cristo Jess hoy en da aqu en la tierra, as que no nos ponemos a pedirle a
los diablos , Por favor, si no os importa , podrais amablemente salir fuera de esta persona?
NO! T lanzas a los espritus inmundos fuera. A ti se te ha dado la autoridad para
Expulsarlos afuera. Espero que llegues al punto y que entiendas la exactitud de la Palabra de Dios y la voluntad que
Dios tiene para ti. La actitud que mantienes enfrente de estos espritus inmundos es muy
importante. T ests muy por encima de ellos y ellos tienen que humillarse a tus pies. No hay
contestacin posible entre t y los diablos cuando t les ordenas que se marchen. No son nada en
tu presencia, por tanto, lnzalos afuera!
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VII. Un Estudio de los Registros en Los Cuatro Evangelios y en el Libro
de Hechos donde se Relatan a los Espritus Inmundos y cmo Echarlos
fuera.
Voy a mostrarte todos los relatos que aparecen en los Cuatro Evangelios y en el Libro de Hechos
donde se relatan espritus inmundos y cmo se echan fuera para que puedas saber las llaves que se
encuentran envueltas, en qu circunstancias debes echar fuera los demonios y cmo lanzarlos
fuera.
A medida que estudiemos estos registros me gustara que distinguieses las siguientes categoras:
1 De la misma manera que cuando sanamos a los enfermos, despus de haber dado a
conocer la Palabra de Dios respecto a la liberacin sanitaria disponible, todos aquellos que
precisen de ser libertados de la posesin de espritus diablicos, deben responder con el
deseo y la expectacin necesarias para ser libertados. Ellos deben acercarse al sanador y
obtener la expulsin de los demonios. Los mismos cinco puntos que hemos tratado en los
Principios Envueltos en Sanar a los Enfermos (paginas 13 a 26) se aplican aqu tambin. La
persona que se encuentra poseda, o sus familiares, precisan creer para que se de la
liberacin. La persona que ministra necesita creer en su autoridad sobre el espritu(s)
diablico(s) para que sea expulsado de la persona. Ambas partes, es decir, tanto los que
desean la sanidad como el que echa fuera los demonios deben tener la suficiente fe para que
se realice.
2 La segunda categora se nos presenta cuando un espritu(s) diablico(s) quiera molestarte
dando voces, gritando o diciendo cosas, con la intencin de impedirte hacer lo que desearas
hacer en una reunin de creyentes o en tu rutina diaria. En ese caso, t simplemente le
ordenas al espritu(s) diablico(s) que se marche fuera de la pe