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Autor: Autor: Autor: Autor: Autor: Francisco Formoso*Francisco Formoso*Francisco Formoso*Francisco Formoso*Francisco Formoso*
*Ing. Agr. M.Sc., Programa Nacional de Pasturas y Forrajes (INIA La Estanzuela hasta Junio 2010).
MANEJO DE MEZCLASFORRAJERAS Y LEGUMINOSASPURAS. PRODUCCIÓN Y CALIDADDEL FORRAJE. EFECTOS DELESTRÉS AMBIENTAL EINTERFERENCIA DE GRAMILLA(Cynodon dactylon, (L) PERS.)
Título: Título: Título: Título: Título:
Autor: Autor: Autor: Autor: Autor: Francisco Formoso
Serie Técnica N° 188
© 2011, INIA
ISBN: 978-9974-38-306-7
Editado por la Unidad de Comunicación y Transferencia de Tecnología de INIAAndes 1365, Piso 12. Montevideo - Uruguayhttp://www.inia.org.uy
Quedan reservados todos los derechos de la presente edición. Esta publicación no sepodrá reproducir total o parcialmente sin expreso consentimiento del INIA.
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS.PRODUCCIÓN Y CALIDAD DEL FORRAJE. EFECTOS DEL ESTRÉS AMBIENTALE INTERFERENCIA DE GRAMILLA (Cynodon dactylon, (L) PERS.)
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria
Integración de la Junta Directiva
Ing. Agr., MSc. Enzo Benech - Presidente
Ing. Agr., Dr. Mario García - Vicepresidente
Dr. Pablo Zerbino
Dr. Alvaro Bentancur
Ing. Agr., MSc. Rodolfo M. Irigoyen
Ing. Agr. Mario Costa
CONTENIDO
Página
I. Evolución de la composición de pasturas sembradas con preparaciónconvencional de suelo sugeridas para utilizar en distintas zonas del paíssobre suelos de texturas pesadas .................................................................... 1
II. Producción estacional y anual de forraje de 113 mezclas forrajeras y seisleguminosas puras sembradas en directa en suelo de textura pesada ........ 11
III. Respuesta al manejo de defoliación estacional y anual de once mezclasforrajeras sembradas en suelo de textura pesada ......................................... 81
IV. Producción y calidad del forraje de especies de leguminosas con distintosmanejos de defoliación ................................................................................. 133
V. Factores relacionados con la composición de mezclas forrajeras,inclusión de gramíneas anuales, aumento de densidades de siembra,fertilización, variables ambientales, tipo de abresurco .............................. 197
VI. Efectos de la frecuencia de defoliación sobre la producción de forraje yraíces en especies forrajeras ........................................................................ 207
VII. Siembras asociadas, impactos sobre la producción y composiciónbotánica de pasturas en siembra directa ...................................................... 213
VIII. Comportamiento productivo de leguminosas forrajeras en situacionesde estrés: sequía, bajas temperaturas e interferencia de gramíneas ......... 219
IX. Performance de pasturas en presencia de gramilla(Cynodon dactylon (L.) Pers) ......................................................................... 233
X. Gramilla : (Cynodon dactylon (L.) Pers), crecimiento, respuesta alnitrógeno y mezclas con festuca ................................................................. 243
XI. Lotus uliginosus (Schk) cv Grasslands Maku: rendimientos de forrajeen siembra pura y en mezclas forrajeras sembradas sobre suelo de textura pesada............................................................................................... 257
XII. Rendimientos de forraje en mezclas forrajeras con gramíneas perennes, incluyendo Lotus uliginosus (Schk) cv Grasslands Maku, sembradassobre suelo de textura pesada ...................................................................... 271
XIII. Formas de siembra de Lotus uliginosus (Schk) cv Grasslands Maku........ 275
XIV. Manejo de defoliación en Lotus uliginosus (Schk) cv Grasslands Maku ... 279
Anexos .................................................................................................................... 287
Bibliografía consultada ........................................................................................... 291
PRÓLOGOEn esta serie de trabajos se integra información con énfasis en mezclas forrajeras.
Mayoritariamente se incluyen trabajos de investigación realizados en INIA La Estanzuela,aunque también se incluyen datos considerados relevantes producidos por otros investiga-dores vinculados a los temas aquí tratados.
En el primer capítulo se compendia información dispersa, antigua, que sirve comoantecedente de los trabajos posteriormente reportados. En el mismo se abarca la temáticade praderas convencionales a nivel del país, con las correspondientes sugerencias de usopara cada región.
El capítulo dos comprende información referente al comportamiento productivo de113 mezclas forrajeras y seis leguminosas puras sembradas con tecnología de siembradirecta. Para la elaboración de las asociaciones se realizó previamente una encuesta aingenieros agrónomos asesores de empresas lecheras y ganaderas, donde los aportes delos técnicos de FUCREA tuvieron significación relevante. Con un enfoque amplio se abarcadesde mezclas para rotaciones cortas de sistemas productivos intensivos, hasta asocia-ciones de mediano y largo plazo. La información muestra consistentemente que mezclasforrajeras compuestas por tres y cuatro especies resultaron notoriamente más productivasque mezclas simples, aspecto que contradice mucha información publicada. Paralelamentese enfatiza la importancia de mezclar algunas especies de leguminosas, que por comple-mentarse adecuadamente, producen más que las siembras puras.
El capítulo tres correspondiente al manejo de defoliación de once mezclas forrajerasde larga duración, con y sin inclusión de gramíneas perennes, así como el capítulo cuatroreferido al comportamiento de leguminosas forrajeras en siembra pura, estudian las res-puestas a distintas frecuencias de defoliación aplicadas por estación y durante toda la vidaútil de las mezclas o leguminosas puras. Estos trabajos resaltaron un enfoque donde sepriorizó la alimentación animal, puesto que las frecuencias de cortes se hicieron a fechasfijas, independientemente de la disponibilidad de forraje que presentaran las mezclas oespecies. Se priorizó este enfoque dado que en el país siempre que se producen períodosde estrés, disminuye el crecimiento y disponibilidad de pasturas en los sistemas de produc-ción y generalmente aumenta en forma importante la frecuencia de pastoreo, tanto más,cuanto más intenso sea el estrés. Mediante la aplicación de frecuencias de corte por esta-ción del año o durante toda la vida útil de las pasturas, cortes cada 30 o 45 días, segeneraron dos intensidades de estrés energético contrastantes, originados por la defoliaciónal retirar gran parte del área fotosintética de las plantas. Esto posibilitó valorar la plastici-dad y capacidad de soportar a los mismos por parte de las forrajeras. Entre las especies deleguminosas sobresalió netamente la alfalfa. Las frecuencias de cortes cada 45 días permi-tieron la obtención de rendimientos muy superiores a los esquemas de defoliación cada 30días y las mezclas simples compuestas por dos especies fueron superadas por las integra-das por tres y cuatro especies. Entre todas las asociaciones, a largo plazo la mezcla conmayores rendimientos fue la integrada por Dactylis glomerata L. cv INIA Oberón más Trifoliumrepens L. cv Estanzuela Zapicán más Medicago sativa L. cv Crioula (multiplicada en LaEstanzuela) bajo el manejo de cortes cada 45 días.
El capítulo cinco hace referencia a variables manejables por el hombre y su impactosobre la composición botánica y producción de las mezclas. Se advierten los efectos de lainclusión de Lolium multiflorum Lam. «raigrás» de ciclo corto y largo en mezclas de largaduración con el objetivo de aumentar precocidad, atributo que se logra, pero que muy fre-cuentemente a partir del segundo año, consecuencia de la interferencia realizada por elraigrás durante el primer año, se originan disminuciones importantes en los rendimientos de
forraje de las mezclas de larga duración. Con relación a las forrajeras de mayor uso seestableció un ranking en la capacidad de crecimiento inicial (competencia) a los efectos deordenar las capacidades de interferencia entre las mismas para ser tenidas en cuenta cuan-do se programan densidades de siembra de especies que integraran mezclas forrajeras.Sobre este aspecto además se hacen referencias del impacto de aumentar densidades desiembra en Trifolium pratense L. y/o Trifolium repens L. sobre otras leguminosas de menorcrecimiento inicial como Medicago sativa L. o Lotus corniculatus L. También se informasobre el impacto de distintos abresurcos sobre la implantación de forrajeras en situacionesde alto contenido de agua en los suelos, así como las modificaciones en la composiciónbotánica de las asociaciones que la aplicación de diferentes dosis de fósforo o nitrógenopuede originar.
El capítulo seis muestra información muy relevante para nuestros sistemas pastoriles.En la medida que en primavera-verano aumenta la frecuencia de defoliación, las especiesbajan la capacidad de producción de forraje, el vigor y resistencia a estreses y pierdenparte de su sistema radical, que además se torna más superficial. Ecofisiológicamentesignifica que frente a altas temperaturas y deficiencias hídricas, las forrajeras templadasdefoliadas más frecuentemente se vuelven más susceptibles al estrés hídrico, aumentan-do las probabilidades de muerte de las mismas, suceso que lamentablemente está ocu-rriendo con frecuencia en el país. Si bien la información correspondió a especies cultiva-das, obviamente que estos procesos también se registran con las especies componentesde los campos naturales.
El capítulo siete generaliza resultados a partir de una secuencia importante de expe-rimentos de siembras asociadas de trigo más pradera con relación a la siembra pura de lapastura. Se comparan rendimientos de primer y segundo año, haciéndose referencias delas ventajas y desventajas de uso de esta tecnología, con el objetivo que los usuariosdefinan en función de las mismas y los riesgos que implican, las opciones más adecuadaspara cada sistema de producción.
El capítulo ocho trata el comportamiento de leguminosas frente a situaciones de estrés,especialmente referido al impacto de la edad de la pastura. Básicamente se referencia elefecto que tiene la edad de cada especie en responder con producción de forraje frente a unmismo nivel de estrés. En este contexto cuanto mayor edad tiene una especie mayor es ladepresión productiva y ésta varía entre especies. Se resalta la importancia de equilibraráreas similares de edades de pasturas dentro de sistemas pastoriles con el objetivo dedisminuir variabilidad originada por estreses ambientales o de otra índole. Se remarcó es-pecialmente la superior capacidad de producción de alfalfa comparativamente con otrasleguminosas frente a períodos secos y también muy fríos. En zonas donde la alfalfa no sepuede sembrar, debería priorizarse la disponibilidad de reservas forrajeras, como se hacíaen épocas pasadas.
Se brindó información relacionada con la interferencia de gramíneas que deprimen laproducción de las leguminosas asociadas en la mezcla cuando ocurren especialmente de-ficiencias hídricas.
El capítulo nueve recopila información dispersa y aporta nueva referente al impactoque tiene Cynodon dactylon L. (Pers), «gramilla» sobre mezclas forrajeras. Se resalta laimportancia de tener en cuenta algunas variables antes de proceder a la siembra de prade-ras permanentes. Se enfatiza en evitar la siembra de praderas sobre chacras con conteni-dos de gramilla de cinco focos en 100m y proceder a su control mediante aplicaciones deglifosato y siembra de verdeos de invierno, principalmente en base a avena y/o raigrás.Cuando se alcanzan contenidos realmente bajos de gramilla se sugiere la siembra deleguminosas con gramíneas perennes de buen crecimiento estival, dactylis o festuca. Se
advierten los efectos alelopáticos de la gramilla sobre las pasturas sembradas sobre zonasinfestadas con la misma. Se resalta la importancia de tener en cuenta absolutamente todoslos eslabones que se requieren para un eficiente control de la maleza, el solo hecho quealguno no se aplique correctamente, condiciona todo el control.
El capítulo diez enfoca al Cynodon dactylon L. (Pers), «gramilla» como una de lasespecies más abundantes en el país, se reporta su capacidad de crecimiento, respuesta alnitrógeno, asociaciones con festuca y calidad del forraje. El crecimiento de la gramilla y surespuesta al nitrógeno está fuertemente condicionada por dos variables ambientales, ocu-rrencia de heladas y/o períodos con bajas temperaturas y disponibilidad de agua en elsuelo. Por estas razones la variabilidad de resultados que se registra puede ser muy alta.
El capítulo once con información recabada sobre chacras con larga historia agrícolaque posibilitó la ausencia de malezas y trébol blanco se realizaron experimentos de siem-bra de Lotus uliginosus (Schk) cv Grassland Maku, puras y asociadas a trigo. La siembrade Maku en líneas alternas con las de trigo, posibilitó rendimientos de Maku similares a lassiembras puras de la leguminosa al tercer año de vida.
En el capítulo doce se reporta una secuencia de quince experimentos de manejo dedefoliación, estacionales, anuales y mixtos, donde se realizan cortes e intervinieron ade-más ovinos, sobre Lotus uliginosus (Schk) cv Grassland Maku con edades de tres a sieteaños. A partir de estos se sugiere mayoritariamente utilizar frecuencias de defoliación entorno a los 45 días. Manejos frecuentes de defoliación en invierno, deprimen aún más labaja capacidad de crecimiento invernal de esta especie. En general, en regímenes de cor-tes frecuentes, disminuciones de la intensidad de defoliación de tres a seis centímetrosaumentaron los rendimientos, bajo esquemas de cortes aliviados, la mayor intensidad, trescentímetros, aumentó las producciones por mayor extracción de forraje, mayor porcentajede utilización. Esta respuesta es la esperable para gran parte de las especies forrajeras, laintensidad es importante, dejar mayor altura de rastrojo residual, cuando la frecuencia depastoreo es alta. Los rendimientos superiores se registraron con alturas del forraje pre-corte de once a doce centímetros, disminuyendo la producción cuando la frecuencia opera-ba con alturas pre-corte de seis a siete centímetros.
Los capítulos trece y catorce, con el objetivo de bajar costos de producción por la víade aumentar la vida útil de mezclas forrajeras reportan información referente a la inclusiónde Lotus uliginosus (Schk) cv Grassland Maku en asociaciones, como integrante de altaperennidad. Lamentablemente, la baja capacidad de crecimiento inicial, asociado a su muyalta intolerancia a la interferencia ejercida por otras especies durante el primer y segundoaño, determinó el fracaso de su implantación. A pesar de ello, se comunican los rendimien-tos de las asociaciones que persistieron, donde Maku fue sembrado pero desapareció muytempranamente de las mezclas a pesar de utilizarse una densidad alta, cinco kg/ha.
En varios capítulos se incorporaron fotos como forma de documentar gráficamente elestado de los tratamientos seleccionados. De esta forma los lectores se ubican fácilmenteen el estado particular de los tratamientos a que los textos hacen referencia.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
I. EVOLUCIÓN DE LA COMPOSICIÓN DEPASTURAS SEMBRADAS CON
PREPARACIÓN CONVENCIONAL DESUELO SUGERIDAS PARA UTILIZAR EN
DISTINTAS ZONAS DEL PAÍS SOBRESUELOS DE TEXTURAS PESADAS
ANTECEDENTES
La mayoría de la información publicadareferente a mezclas forrajeras correspondea trabajos ejecutados en diferentes regionesdel país por técnicos del Centro de Investi-gaciones Agrícolas «Dr. Alberto Boerger». Seprioriza todo lo concerniente a mezclas sem-bradas sobre suelos preparados con laboreoconvencional y dentro de éstos los denomi-nados pesados: praderas pardas, praderasnegras, grumosoles y planosoles.
No se tomará en cuenta la informaciónque involucre especies de leguminosas quepresentaron problemas de plagas, o enfer-medades, o persistencia y que finalmenteno se adaptaron adecuadamente a nuestrosambientes, tales como: trébol barr i l(Medicago tribuloides), carretilla (Medicagopolymorpha L. var. vulgaris), subterráneo(Trifolium subterraneum L.). Esta decisiónimplicó descartar mucha información ya quelas mezclas que contenían trébol subterrá-neo en su constitución fueron numerosas.En otras situaciones, especialmente en zo-nas extensivas, la información generada conalgunas especies tales como alfalfa y susmezclas tampoco fueron tomadas en cuen-ta. Esta decisión se fundamenta en que losbajos rendimientos registrados con esta es-pecie en muchas situaciones se originabana consecuencia de ser una leguminosa alta-mente preferida por liebres, razón por la cualestaba sometida a un manejo de defoliaciónindependiente del experimental, que en lapráctica era extremadamente frecuente ydeprimía en exceso su potencial. Por tantomuchas veces los juicios que se emitíansobre la misma no tenían en cuenta este
aspecto y se inducía a errores. Tampoco seconsideraron las comunicaciones de informa-ción experimental que abarcaban períodosde solamente uno o dos años, se tomaronen cuenta los trabajos escritos científicamen-te que comprendían de tres a cinco años deinformación.
Las mezclas se sembraban al voleo, encobertura o generalmente sobre suelo pre-parado con laboreo convencional, predomi-nando como criterio de la época el uso dedensidades de siembra actualmente consi-deradas bajas. Mayoritariamente se instala-ban los experimentos sobre suelo preparadoa partir de campo natural sin el uso de nin-gún herbicida total, o en escasas oportuni-dades se recurría al paraquat, puesto queen esa época se disponía únicamente dedesecantes. Esta estrategia pre-determina-ba los resultados, puesto que frecuentementereaparecía una fracción importante de lasespecies componentes del tapiz natural yaa partir de fines de la primavera del primeraño o en verano. Estas deprimían los rendi-mientos de las especies introducidas ydistorsionaban en parte la información obte-nida. La excepción fue el litoral agrícola don-de los experimentos se instalaban sobre cha-cras con una historia agrícola previa impor-tante, razón por la cual, las especies queaparecían generalmente eran malezaslatifoliadas.
En una primera etapa se importaban alpaís especies ofrecidas en el mercado inter-nacional y en esa época aún no se valorabaconceptualmente la importancia de definirademás de la especie, el cultivar. Paralela-mente se importaba un rango amplio de es-pecies seleccionadas de ambientes «aproxi-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
madamente similares» a los nuestros enbase a literatura internacional, con el objeti-vo de comenzar a visualizar y cuantificar lasespecies de mejor comportamiento en nues-tro país.
La instalación de redes de experimentosde pasturas a nivel nacional, además de lostemas de especies, variedades, mezclas, fueacompasada por trabajos de respuesta alfósforo y diferentes fuentes del mismo, eva-luadas sobre diferentes tipos de siembra depasturas: coberturas, convencionales, legu-minosas puras y mezclas forrajeras.
En general la mayoría de los experimen-tos se cortaban pocas veces en el año, loque implicaba períodos de rebrote muy pro-longados, aspecto que también distorsionay predetermina los resultados, disminuyen-do los rendimientos de forraje.
En el entorno de 1980 y hasta el momen-to actual, se realizaron muy pocos estudiossobre mezclas forrajeras, utilizándose bási-camente mezclas compuestas por las es-pecies más clásicas surgidas de las prime-ras etapas de investigación: trébol blanco,Lotus corniculatus y trébol rojo dentro de lasleguminosas y principalmente raigrás den-tro de las gramíneas, ya que el uso degramíneas perennes fue bajo en esas épo-cas, entre ellas se utilizaban festuca, fala-ris y dactylis.
Las mezclas con estas especies evolu-cionaron comercialmente, pasando en unaprimera etapa del uso predominante de rai-grás más leguminosas que originan proble-mas de meteorismo, especialmente trébolblanco y en menor proporción trébol rojo, muyutilizadas por ser de bajo costo, al incrementopaulatino del uso de Lotus corniculatus. Éstepor no producir meteorismo, en predios ex-tensivos e intensivos, con potreros grandesy alejados de los cascos de los estableci-mientos, daba tranquilidad a los empresa-rios al no tener que enfrentar riesgos de pér-didas de animales. A nivel comercial, el au-mento sostenido de lotus podría tipificarsecomo una segunda etapa de uso de espe-cies, preferencia que persiste hasta el mo-mento actual.
Frecuentemente en los tratamientos queincluían trébol blanco había un predominio
neto de éste, al extremo que en muchos deellos, con mala implantación de gramíneaspor ser sembradas al voleo, o por no pre-sentar buena adaptación el cultivar sembra-do, podían considerarse las pasturas logra-das prácticamente como cultivos puros detrébol blanco, es decir, con más de 70% deárea cubierta por el mismo. Esta caracterís-tica también determinaba un aumento muyimportante en la variabilidad de los rendi-mientos a medida que aumentaba la edadde la pastura dominada por trébol blanco, va-riabilidad explicada por el enraizamiento su-perficial de esta leguminosa y su gran de-pendencia productiva a las variaciones endisponibilidad de agua del suelo.
Interesa resaltar que en las regiones conpredominio de producción extensiva, en ge-neral los experimentos fueron priorizados ha-cia mejoramientos de campo extensivos, bá-sicamente coberturas y en menor proporciónsiembras a zapata, no consideradas en estetrabajo. En éstas también predominó en unaprimera etapa el uso de trébol carretilla y sub-terráneo, evolucionando y siendo sustituidosposteriormente por trébol blanco y Lotuscorniculatus.
Con respecto a las mezclas forrajeras demejor comportamiento utilizadas en prade-ras convencionales en las distintas zonasdel país, en el cuadro 1 se muestra un resu-men de la información generada a partir dela década de los años sesenta.
Las observaciones corresponden a co-mentarios y/o aclaraciones realizadas por losautores de los distintos trabajos:
1. La inclusión de P (Paspalum) en las pra-deras deprimió fuertemente la presen-cia y producción de leguminosas.
2. Las gramíneas estivales (SA y CG) seutilizaron como fuente de forraje estivalcon nitrógeno (urea).
3. TB fue muy agresivo dominando lasmezclas y LC hacía buenos aportes so-bre todo en verano.
4. En la zona Este se priorizaron los tra-bajos de mejoramiento de pasturas enbase a coberturas. Destacan sobre unnúmero muy alto de especies a LC comola de mayor producción en tres años.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1. Mezclas forrajeras destacadas en distintas regiones del país.
Obs= observaciones de los autores. F=festuca, FA=falaris, P= paspalum, Rg= raigrás, TB=trébol blanco,TR=trébol rojo, TS= trébol subterráneo, LC=Lotus corniculatus, AA=alfalfa, EZ=Estanzuela Zapicán,SA=Setaria anceps, CG=Chloris gayana. RC=rotación corta, RL=rotación larga. G=grumosoles, PN=praderasnegras, PP=pradera parda, R= regosol, BrE=brunosol eútrico, BrSE=brunosol subeútrico, PlSE=planosolsubeútrico, Gl=gley, Pl=planosol, RA=rastrojo de arroz.
Mezclas forrajeras Autores Suelos Obs.
Región basáltica
F + TB + LC; F + TB + TR;
F + TB + LC + P
Castro et al.,1973 PN y G 1
F + TB + LC; F + TB + TR; F
+ FA + TB + LC
Termezana,1978 PN y G 1
Región Noreste
F o FA + TB + LC;
F o FA + TB + TR;
F o FA + TB
Arocena et al., 1973. PP, PN, G -
F o FA + TB + LC; TER 116 Allegri y Formoso, 1978 BE, BS, PP, PN, G, R -
F + TB + LC; TRE 116; LCSG;
TBEZ, SA, CG
Allegri y Formoso, 1978 Gl, P, RA 2
FA + TB + TR (RC),
FA + TB + LC (RL)
Formoso, et al., 1982 (I) y (II). GG, GN 3
FA + TB + LC Formoso, et al., 1982 (III). PP 3
Región Centro Sur
F + TB + LC Risso y Scavino, 1973, 1978 PN y PP sobre cristalino -
Región Este
LC, SA + LC, CG + LC Acevedo et al.,1973 PrPL, P, RA 4
F + TB + LC + SA, F + TB +
LC + CG
P, Gl -
F + TB + TR (RC), F + TB +
LC, F + TB + P + LC, F + TB +
P
Acevedo et al.,1973 PP, zona ondulada de
Garzón
-
F + TB + LC Más, 1978 BrSE, PlSE -
SA + TB + LC RA -
Región Sur Oeste
F + TB + LC, FA + TB + LC, D
+ TB + LC
Symonds, 1969 PP y PN 5
F + TB, F + TB + P, F + TB +
Rg,
Bautes, et al.,1973 PP y PN 6
FA o F + TB + LC, FA o F +
TB + AA, AA
PP y PN 7
F + TB + AA, F + TB + LC, F +
TB + P, TR, AA, Av + Rg +
TR, F + TB + Rg
Symonds y Salaberry,1978 BrE, BrSE, PP, PN 8
FA + LC y F + TB Castro y Escuder, 1972 PP 9
Región Sur y Sur Oeste
F + TB + TR, F + TB + LC, F +
TB + AA, Rg + TR
Chiara y Zarza, 1978 PP, PN -
F + TB + LC + P Santiñaque,1979 BrE 10
FA + TB + LC + P García, 1995 BrE 11
F + TB + AA, F + TB + LC, Rg
+ TB + TR, Rg + TB + LC +
AA
Formoso, 2000, 2006, 2007,
2008.
BrE, BrE. 12
4
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
5. La mezcla con D produce menos que lasque incluyeron F o FA. La inclusión deRg a estas mezclas en el 1er año lesaumentó el rendimiento, pero en el to-tal de 3 años bajó la producción porquedeprimió por competencia a lasgramíneas perennes, la disminución pro-medio fue de 2000 kg MS/ha. TB predo-minó en las mezclas y L hace contribu-ciones menores. En el tercer año lasgramíneas perennes comienzan a do-minar el tapiz y baja la presencia y apor-tes de las leguminosas.
6. El TB dominó las mezclas y cuando seincluyó Rg en las mismas deterioró laproducción de festuca.
7. Se sugirió el uso de AA en siembras aso-ciadas a trigo para minimizar la crisisforrajera estival.
8. Se resalta la importancia de los aportesde TR en rotaciones cortas y para mejo-rar producción invernal y de AA para dis-minuir la crisis estival. La inclusión deRg mejoró la producción del primer añoy en algunas situaciones eliminó la gra-mínea perenne y siempre deprimió el ren-dimiento posterior de la mezcla, por tantoen el primer año las mezclas con Rg rin-dieron más que las sin raigrás, poste-riormente rindieron menos. El agregadode P (Paspalum) a largo plazo afectalas leguminosas y deteriora la perfor-mance de F y FA. En el tercer año lasgramíneas perennes comienzan a domi-nar el tapiz y disminuye la presencia deleguminosas.
9. Resaltan la mayor producción de mez-clas simples FA+LC y F+TB sobre mez-clas con AA o TR y complejas de cuatroespecies donde una de ellas era con TS.Dichos autores recomiendan el uso demezclas simples en sustitución de lasmás complejas.
10. Mezclas de dos especies invernales,tipo F+TB rindieron18,4 TMS/ha en tresaños, las de dos especies estivales P(Paspalum)+L produjeron en forma simi-lar, 17,5 TMS/ha, siendo ambas supe-radas por mezclas complementariasF+TB+P+LC que produjo 21,7 TMS/haen tres años. La inclusión de especies
estivales, LC y P (Paspalum) aumenta-ron rendimientos y disminuyen los con-tenidos de malezas. En diciembre deltercer año los porcentajes de malezasfueron: Rg+TB=52, F+TB=31, P+LC=35y F+TB+P+LC=5%.
11. En cuatro años FA+TB+LC+P fue lamás productiva sembrada en situacio-nes de alta infestación inicial de Cynodondactylon L. (gramilla) y TB+LC fue la querindió menos. Mezclas con leguminosassolamente o con Rg en alto Cynodonduraron solamente dos años producti-vos, en tanto con bajo Cynodon inicialduran cuatro años. La elección de lamezcla está condicionada por la varia-ble Cynodon. Para que las mezclas du-ren más de dos años se sugiere el usode D o F y P (Paspalum).
12. Las mezclas de mayor rendimiento y per-sistencia fueron F+TB+AA, F+TB+LCdestacándose en si tuaciones singramilla Rg+TB+TR especialmente pararotaciones a dos y tres años yRg+TB+LC+AA para rotaciones de cua-tro y cinco años. Con presencia deCynodon se sugiere hacer verdeos o uti-lizar mezclas con F o D más legumino-sas.
Considerando la información del cuadro1, sobre suelos de texturas pesadas, lasmezclas compuestas por tres especies, enbase a gramínea perenne invernal + TB+LCó gramínea perenne invernal +TB+TR resul-taron ser las sugeridas con mayor frecuen-cia. En la región Sur y Sur-Oeste, en variostrabajos se utilizaron mezclas donde se in-cluye AA, del tipo gramínea perenne inver-nal +TB+AA. En suelos bajos, planosoles,gley húmicos, rastrojos de arroz, se sugiere eluso de SA y CG en mezclas con nitrógeno.
Con relación a especies, varios trabajosresaltan los beneficios de la inclusión de P(Paspalum) en las mezclas, aumentando losrendimientos y disminuyendo los contenidosde malezas, especialmente gramil la(Cynodon dactylon L.). En otros se remarcaque el Paspalum origina disminuciones enlos rendimientos de las leguminosas y quedeprime la presencia de las mismas en lasmezclas.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Con respecto a la inclusión de Rg en mez-clas donde además tienen gramíneas peren-nes más leguminosas, frecuentemente se re-gistran mayores rendimientos al primer año,consecuencia de los aportes de Rg. Poste-riormente, a partir del segundo año lasgramíneas perennes, especialmente F o D,pueden desaparecer o realizar aportes ba-jos de forraje debido a pérdidas parciales dela población consecuencia de la interferen-cia del primer año que ejerció el Rg.
Debe considerarse que actualmente secarece de semilla de Paspalum en el mer-cado, consecuencia de los problemas sin re-solver que esta forrajera presenta en variosaspectos relacionados con la producción desemillas y crecimiento inicial muy lento. Tam-bién con FA, gramínea perenne invernal quese destacó en varias regiones, presenta unamarcada tendencia decreciente en su usodebido a dos causas principales, alto costode la semilla originado por un bajo potencialproductivo de semilla cosechable y muy es-caso crecimiento estival (latencia), que po-sibilita infestaciones de gramilla rápidas yconsecuentes disminuciones en el creci-miento de las mezclas cuando esta malezaestá presente.
Interesa acotar que el trabajo de Castroy Escuder (1972) fue tomado como ejemplo,tanto en nuestro país como en Argentina yBrasil con el objetivo de promocionar el usode mezclas simples formadas por dos espe-cies que produjeron rendimientos significati-vamente mayores comparativamente con lasmás complejas. El argumento principal radi-caba en que las mezclas complejas eran muydifíciles de manejar en función de contem-plar los requerimientos que cada especiecomponente tiene a los efectos de realizarun manejo adecuado de defoliación. En di-cho trabajo, las mezclas complejas teníanen su constitución TS. Este por fuerte inter-ferencia afectó en el primer año a las res-tantes especies acompañantes que poste-riormente presentaron menor población y ren-dimientos de forraje muy deprimidos con re-lación a las mezclas de dos especies, sinTS. AA fue la especie que rindió menos. Eneste experimento se realizaron entre siete ydoce cortes en tres años y en AA sólo sietepuesto que se cortaba a floración. El mane-
jo de cortes excesivamente laxo y la com-petencia de TS condicionaron totalmente losresultados obtenidos, especialmente los delas mezclas complejas, razón por la cual lasconclusiones extraídas deben encuadrarseen dicho contexto y no deberían haberse ge-neralizado.
A mediados de la década de los añosochenta, especialmente en el litoral agríco-la, se generaliza en los predios agrícola ga-naderos el uso de tecnologías enfocadas arecuperar fertilidad de suelos, mejorar su con-servación y disminuir costos empresariales:las siembras asociadas, especialmente tri-go más praderas, realizadas en esa etapacon laboreo convencional de suelo.
Una idea de la constitución de laspasturas asociadas se muestra en el cuadro2. Esta surge durante el período 1988 a 1998a partir de un área de trigo de 627.350 ha,localizada en su mayoría en la región agrí-cola del país, donde el 37% del área corres-pondía a siembras asociadas de acuerdo ainformación recabada a partir del Banco dela República Oriental del Uruguay (Informede la Asesoría Técnica y CoordinadoraAgronómica) donde se estudió el perfil delas pasturas sembradas. Si bien esta infor-mación tiene algunos años, ilustra las prefe-rencias en las forrajeras que se utilizaron enempresas agrícola-ganaderas en dicho pe-ríodo. En este cuadro se muestran las ca-racterísticas principales.
Evidentemente LC es la leguminosa másutilizada tanto en siembra pura, como enmezclas forrajeras que lo integran en su com-posición. Dentro de las asociaciones son ma-yoría las compuestas por leguminosas pu-ras y dentro de las mezclas, presentaronmayor frecuencia de uso las compuestas pordos especies comparativamente con las in-tegradas por tres o cuatro. Debe tenerse pre-sente que en siembras asociadas, a medidaque aumenta el número de especies legumi-nosas en las mezclas dificulta y limita losherbicidas que pueden usarse. Este factorseguramente opera en limitar el número deespecies que integraron las mezclas.
La segunda especie en importancia utili-zada principalmente en mezclas fue TB yen último término TR. La ausencia de AA pro-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Tipo de pastura %
Pasturas compuestas solamente por leguminosas 86,8
Pasturas de lotus puro 31,6
Pasturas de trébol blanco puro 2,1
Pasturas de trébol rojo puro 5,9
Mezclas forrajeras que integran lotus 86,8
Mezclas forrajeras que integran trébol blanco 38,8
Mezclas forrajeras que integran trébol rojo 24,5
Mezclas forrajeras que integran festuca 8,9
Mezclas forrajeras que integran achicoria 6,8
Mezclas forrajeras compuestas por 2 especies 38,1
Mezclas forrajeras compuestas por 3 y 4 especies 22,3
Cuadro 2Cuadro 2Cuadro 2Cuadro 2Cuadro 2. Composición de pasturas sembradas asociadas a trigo enproductores asistidos por el BROU. Período 1988-1998. Áreade 232.120 ha.
bablemente se explique por su gran suscep-tibilidad al herbicida 2-4D, el más utilizadoen esa etapa en trigo. También se verificaque el uso de gramíneas perennes en mez-clas fue muy bajo.
La información muestra que ya en la dé-cada de los años ochenta, la leguminosa demayor uso era LC, evidentemente la ausen-cia de riesgo de meteorismo es altamenteponderada por los empresarios.
En la década de los años noventa, co-mienza a aumentar la frecuencia de siste-mas más intensivos de producción, predo-minando netamente los lecheros sobre losde producción de carne vacuna u ovina yconsecuentemente se incrementa paulatina-mente la necesidad de asesoramiento técni-co especialmente con aspectos relaciona-dos a pasturas.
CONSIDERACIONES SOBREMEZCLAS FORRAJERASUTILIZADAS
La presencia muy escasa de trabajos deinvestigación referente a mezclas forrajerasdetermina que la constitución de las mismasesté ligada a: «preferencias personales delos asesores técnicos por determinadas es-pecies» según regiones; o a conceptos aca-démicos emergidos de la literatura dondemuchos de los mismos no tienen respaldo
nacional de investigación, o si lo tienen, lainformación presenta problemas como los re-latados anteriormente. En este marco, engeneral no se disponía de suficiente infor-mación científica que permita orientarse atomar las decisiones sobre una base cientí-fica más cuantitativa y amplia en predios quese están enfocando con criterios más em-presariales.
En este contexto, durante fines de 2003-inicios de 2004, se realizaron dos encues-tas sobre las mezclas que recomendaban losasesores técnicos distribuidos en el país.Una de ellas abarcó asesores no agremiadosy la segunda coordinada y en conjunto conFUCREA donde se encuestaron a los ase-sores de grupos lecheros y algunos ganade-ros asociados a dicha institución. La infor-mación recabada se resumió y distribuyóentre los mismos asesores con el objetivoque se presentaran sugerencias a investi-gar. A partir de las mismas se definieronmuchos de los tratamientos que se presen-tarán en esta publicación.
En el cuadro 3 se muestra un resumende la información recabada sin identificar gru-pos, ni zonas, ni asesores.
Considerando que la mayoría de los ase-sores consultados se encuentran involucra-dos en empresas de producción intensiva,de las mezclas utilizadas surge claramentela priorización de pasturas precoces, con ca-pacidad de ofrecer un primer pastoreo en pe-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Mezclas forrajeras N-P205 Observaciones
RCL 20 + TR 10 27-69 Cultivos en todas las líneas.
SD o LC según predios. Av 60 + TR 10 27-69
Av 40 + Ceb 15 + LC 12 + TB 2 27-69
Av 70 + RCL 20 + TR 8 20-53 Raigrás siembra a surco por medio, TR al
voleo. A veces se adiciona Achicoria 4
kg/ha en SD.
Av 70 + RCC 15 + TR 10 20-53
Tr o C 65 + D 10 + AA 10 27-69 Cultivo y AA en líneas, D voleo. SD
Tr o C 55 + F 10 + TB 1.7 + LC 10 20-53 Cultivo en todas las líneas, Pradera voleo
RCL 6 + TR 5 + TB 3 + LC 8 40-80 SD: Pradera al voleo+rastra. A veces LC.
D 8 + TB 3 + LC 8 40-80
F 10 + TB 3 + LC 8 40-80
D 8 + TR 5 + TB 3 + LC 8 40-80
F 8 + TR 5 + TB 3 + LC 8 40-80
Tr 40 + Ceb 10 + TB 1 + AA 12 26-52 SD, pradera en todas las líneas
Av 50 + TR 6 + TB 1 + LC 8 24-48 SD, pradera en todas las líneas. Si hay
gramilla se adiciona Achicoria 2kg/ha.
Av 50 + D 10 + TB 1 + L 12 24-48 SD, pradera en todas las líneas.
Av 70 + F 7 + TB 1 + AA 7 + TR 3 + LC 5 23-60 SD, pradera en todas las líneas.
Tr 70 + F 7 + TB 1 + AA 7 + TR 3 + LC 5 23-60 SD, pradera en todas las líneas.
RCC 20 + TR 10 22-55 SD, pradera en todas las líneas
Av 90 + F 10 + TR 4 + TB 1 + LC 12 10-50 SD, pradera en todas las líneas
Tr 90 + F 10 + TR 4 + TB 1 + LC 12 10-50 SD, pradera en todas las líneas
Tr 80 + AA 11 + D 8 17-87 SD, cultivo y pradera en todas las líneas
C 80 + AA 11 + D 8 17-87 SD, cultivo y pradera en todas las líneas
Tr 80 + AA 13 0-87 SD, cultivo y pradera en todas las líneas
C 80 + AA 13 0-87 SD, cultivo y pradera en todas las líneas
RCL 10 + TB 1,5 + TR 7 + LC 11 s/i Si se asocian a Tr50 o Av50, los cultivos
se siembran en líneas alternas.
Se utiliza SD o LC
RCL 15 + TB 1,5 + TR 7 + LC 11 s/i
D 8 + TB 1,5 + TR 7 + LC 11 s/i
RCL 10 + TB 1,5 + TR 5 + LC 17 s/i
RCL 15 + TB 1,5 + TR 5 + LC 17 s/i
D 8 + TB 1,5 + TR 5 + LC 17 s/i
F 13 + AA 15 + LC 5 s/i
D 8 + AA 15 + LC 5 s/i
Ceb + AA 15 + LC 5 s/i
F 13 + AA 15 + TB 2 s/i
Cuadro 3. Cuadro 3. Cuadro 3. Cuadro 3. Cuadro 3. Mezclas forrajeras utilizadas por asesores CREA predominando las usadas por gru-pos de productores lecheros. Encuesta INIA-FUCREA, otoño 2004.
RCL=raigrás ciclo largo, RCC=raigrás ciclo corto, Av=avena, Tr=trigo, C=cebada, F=festuca, D=dactylis,TR=trébol rojo, TB=trébol blanco, LC=lotus corniculatus, AA=alfalfa, SD=siembra directa, LC= laboreoconvencional de suelos. Se anexan densidades de siembra, fertilización N-P
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5 a la siembra y algunas
observaciones. s/i= sin información.
ríodos cortos de tiempo. Este aspecto severifica con el uso de: avena, trigo, cebada,raigrás, cebadilla. El 50% de las 34 mezclasutilizadas integran avena, cebada o trigo. Enel caso de los cereales, muchas veces lasmezclas son destinadas para ensilaje.
En 20 opciones aparece el uso de TR,atributo que también indica que entre las le-guminosas se prioriza la más precoz, la demayor capacidad de crecimiento inicial.
En 17 asociaciones se integra agramíneas perennes, nueve utilizan raigrás
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
y en doce AA es un componente de la mez-cla. TB es la leguminosa que se coloca conmayor frecuencia y predominan opciones queintegran TB o TR con LC o AA. Este aspec-to indica que en la confección también seprioriza la necesidad de complementar ci-clos, es decir, una asociación que tenga po-sibilidades de ofertar forraje todo el año, atri-buto coherente en sistemas más intensivosen el uso del suelo. Lo antedicho explica elpredominio neto de las asociaciones com-puestas por lo menos con tres especies, lle-gando las más complejas hasta seis.
Las situaciones de mezclas simples uti-lizadas son escasas e integran TR o AA másotra especie. Este atributo evidencia finesmuy específicos, sea para potenciar conmayor producción una rotación corta median-te el uso de TR, o para asegurar mayor dis-ponibilidad de forraje en períodos secos,caso de AA. Ambos aspectos encuadranperfectamente dentro de esquemas de pro-ducción intensivos donde además de preco-cidad, se busca complementación dentro delas mezclas para un uso de todo el año yadicionalmente se elaboran asociacionescon objetivos muy específicos. Todos estosatributos evidentemente encuadran dentro desistemas de pasturas evolucionados, inten-sivos.
La enumeración de las mezclas utiliza-das no significa que las mismas se vean re-flejadas en las áreas de siembra. A nivel paíspredominan las compuestas por raigrás másleguminosas y dentro de las leguminosas so-bresale LC, siendo mínimas las áreas queincluyen AA.
Otro aspecto a tener en cuenta consisteen que las mezclas usadas por los aseso-res lecheros a nivel país reflejan las opcio-nes que se toman en sistemas en generalmucho más intensivos y exigentes técnica-mente que la mayoría de los sistemas gana-deros o sistemas extensivos, estos debe-rían, por lo menos, tomarse como ejemplo ypunto de partida con el objetivo de mejorarsistemas intensivos ganaderos, lecheros,ovejeros en otras regiones menostecnificadas y más extensivas del país.
Otro aspecto resaltable radica en quedurante el proceso de intensificación impul-
sado principalmente por la lechería, quecomprende actualmente ya un período demás de 20 años, debe ponderarse especial-mente que los asesores técnicos en estetema ya han visualizado en una serie largade años, climáticamente buenos, regularesy malos, los defectos y virtudes de las dife-rentes opciones, en distintas situaciones desuelos, de sistemas productivos y de condi-ciones económicas. Este caudal de conoci-miento práctico adquirido, se debería tomarsiempre muy en cuenta como antecedentepara enfocar futuras investigaciones regio-nales con el objetivo de elevar techos pro-ductivos.
Con relación a los esquemas ganaderosen zonas extensivas, de secano y arroce-ros, los asesores privados utilizan mayori-tariamente mejoramientos extensivos enbase lotus El Rincón o TB o LC o TB + LC.En praderas se utiliza mayoritariamente rai-grás más TB y/o LC. Esta asociación sem-brada mayoritariamente en cobertura es lamás frecuente en sistemas arroceros-gana-deros y eventualmente algunos incluyen endeterminadas situaciones TR. Esta estrate-gia se repite en praderas sembradas en SDo con preparación convencional de suelo. Lomás común es que en estas praderas tam-bién se siembre colocando la semilla al vo-leo, aspecto que muchas veces se traduceen menores rendimientos de las pasturas porproblemas de establecimiento.
En general las praderas convencionalesusadas en las zonas ganaderas extensivaspor la baja superficie que presentan tienenescasa repercusión productiva a nivel de es-tablecimiento, zonal o departamental en ele-var los índices de producción. Además muyfrecuentemente son mal manejadas y gene-ralmente están con limitaciones de fósforo,aspectos que se traducen aún en menoresregistros productivos.
Considerando las menores exigenciasexistentes por elaborar sistemas pastorilesintensivos de producción en las zonas ex-tensivas, la información que se presentará,surgida principalmente de la discusión téc-nica con asesores lecheros y de la investi-gación, debe servir como antecedente y guíapara esquemas productivos pecuarios de
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
menor intensidad ubicados en suelos pesa-dos de cualquier región del país.
El mayor volumen de información cientí-fica cuantitativa que se aporte a los aseso-res técnicos posibilitará ayudar a mejorarlas opciones forrajeras que integran los sis-temas de producción de una forma más cien-
tífica y racional. De esta manera se canali-za en base a conocimiento la posibilidad deincrementar por esta vía los índices de pro-ducto animal por unidad de superficie quetanto necesitan las empresas, las industriasy el país para mejorar sus resultados eco-nómicos.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
INTRODUCCIÓN
La intensificación de los sistemas produc-tivos demanda ajustes en las cadenas fo-rrajeras, donde los asesores técnicos debendisponer de información comparativa, con elobjetivo de mejorar la toma de decisionessobre una base científica, cuantitativa. Nose conoce en la región ni en el mundo, infor-mación comparativa de un número importantede especies puras y mezclas forrajeras sem-bradas con tecnología de siembra directa,en chacra integrada a una rotación dentrode un sistema de producción de carne inten-sivo con alta dotación. En general, lo habi-tual es promocionar el uso de las mezclassimples por sobre las complejas. El argu-mento consiste que la asociación de muchasespecies con requerimientos de manejo di-ferentes, resultan complicadas de utilizar co-rrectamente y se aduce que este inconve-niente determina menores rendimientos ypersistencia, (Blaser et al., 1952; Huston etal., 2000; Wardle et al., 2000; Carámbula,2002; Carrillo, 2003).
Existen escuelas sobre este tópico quedefienden conceptos diferentes, por un ladose agrupan los que promueven el uso de lasmezclas simples y argumentan al respectoy por otro se encuentran los defensores delas mezclas complejas. Dentro de éstas exis-te diversidad en cuanto al número de espe-cies, desde tres o cuatro, a más de 20.
Aumentos en la diversidad de especieses propuesto como medio de incrementar laproductividad, estabilidad y resistencia a lasequía de mezclas forrajeras, (Daly et al.,1996; Skinner et al., 2004; Sanderson, 2005),así como disminuir notoriamente la invasión
de malezas comparativamente con las mez-clas simples (Sanderson 2005; Skinner etal., 2006).
Con relación a la tolerancia a la sequíade las mezclas, Skinner et al. (2004) resal-tan que más importante que el número deespecies, es la capacidad de exploraciónde las mismas, especialmente las deenraizamiento profundo, pero que ademásdeben tener potencial de producir en condi-ciones secas. Las mismas especies sem-bradas puras, comparadas a cuando sonsembradas en mezclas, exploran más su-perficialmente el suelo, (Skinner et al., 2006).Monocultivos de especies sensibles a lasequía, cuando están asociadas en mezclasmejoran su resistencia a la sequía y produ-cen más, (Callaway, 1995).
La diversidad de especies en mezclaspuede actuar como buffer ante extremos am-bientales. En este sentido la diversidad fi-siológica y fenológica en comunidades com-plejas potencian aspectos de complementa-riedad entre especies y por tanto, muchasveces cuando están juntas, realizan un usomás eficiente de los recursos del suelo, agua,luz, comparativamente con comunidadescompuestas por menor número de especies.
La mejora en el uso de nutrientes origi-nada en mezclas complejas aumenta la pro-ducción primaria y estabilidad de la misma,(Sanderson et al., 2004, 2005; Tracy ySanderson, 2004). Una dificultad existentecuando se siembran asociaciones comple-jas radica en las interacciones entre lasplántulas durante las primeras etapas de cre-cimiento que pueden alterar completamentela composición futura de las mezclas,(Skinner, 2005).
II. PRODUCCIÓN ESTACIONAL Y ANUALDE FORRAJE DE 113 MEZCLAS
FORRAJERAS Y SEIS LEGUMINOSASPURAS SEMBRADAS EN DIRECTA EN
SUELO DE TEXTURA PESADA
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Trabajando con animales, Sanderson etal. (2006) determinaron que la estructura deltapiz en mezclas simples y complejas no al-tera la remoción de forraje durante el pasto-reo. Varios autores concluyen que en lasmezclas complejas generalmente se desta-can y explican los aumentos productivosunas pocas especies, en general comple-mentarias entre ellas. En este contexto seresalta que generalmente son más importan-tes las especies en determinar aumentosproductivos, que la complejidad de las mez-clas.
Existen numerosos ejemplos en la biblio-grafía, independientes de la relación gramí-nea leguminosa, que demuestran que mu-chas veces cuando se asocian determina-das especies, a pesar de las relaciones deinterferencia que se originan, se produce unasinergia entre las mismas, que se traduceen mayores registros productivos.
La mayoría de la información del capítu-lo I de esta publicación, indica que las aso-ciaciones más sugeridas para utilizar envarias regiones del país, por lo menos estáncompuestas por tres especies y en la en-cuesta realizada a Ingenieros Agrónomos -Asesores Técnicos de FUCREA, se verificala misma tendencia, uso predominante demezclas integradas por más de tres compo-nentes.
Considerando las diferencias en posicio-namiento con relación al número de espe-cies que debe integrar una mezcla, a las su-gerencias realizadas por asesores técnicosy a la muy escasa y parcial información exis-tente reportada recientemente sobre el temay en especial en condiciones de siembra di-recta, se realizaron varios experimentos conel objetivo de ir aportando información sobrevarios tópicos relacionados con mezclasforrajeras.
Muchos tratamientos se generaron a par-tir de las sugerencias realizadas por aseso-res técnicos en actividad. Además de lasmezclas integradas por dos, tres, cuatro ycinco especies, se incluyeron opciones conleguminosas puras con un doble objetivo,para determinar los rendimientos de éstascomparativamente con el de las mezclas yademás con el objetivo de ayudar a enten-
der y explicar los rendimientos que se regis-tran con distintas mezclas de estas legumi-nosas sometidas a condiciones de interfe-rencia.
MATERIALES Y MÉTODOS
En una chacra del sistema de producciónintensiva de carne de INIA La Estanzuela,cuyos suelos corresponden a Brunosoles,con seis años de siembra directa de prade-ras en rotación con cultivos (trigo y sorgo),se instalaron el 11 de mayo, en siembra di-recta, 119 opciones forrajeras. Se utilizó unasembradora monodisco angulado, J. Deeremodelo 750, sobre un rastrojo bajo de sorgogranífero (30 cm de altura) destinado a ha-cer silo de planta entera. Las densidades yespecies usadas se especifican en el cua-dro 1. En éste se informan fechas de corte,días de rebrote y estaciones del año. Lasleguminosas ut i l izadas fueron: TR =(Trifol ium pratense L.), trébol rojo cvEstanzuela 116, TB = (Trifolium repens L.),trébol blanco cv Estanzuela Zapicán, LC =(Lotus corniculatus L.), lotus cv INIA Draco,AA = (Medicago sativa L.), alfalfa cv Crioulamultiplicada por INIA. Las gramíneas utili-zadas fueron: 284 = (Lolium multiflorum L.),Raigrás cv Estanzuela 284, TI = (Loliummultiflorum L.), raigrás cv INIA Titán, Ce =(Bromus unioloides HBK.), cebadilla cv INIALeona, F = (Festuca arundinácea Schreb.),festuca cv Estanzuela Tacuabé, D =(Dactylis glomerata L.), dactylis cv INIAOberón, FA = (Phalaris tuberosa L), falariscv Estanzuela Urunday. Todas las especiesfueron sembradas en líneas, las legumino-sas en todas las líneas (cada 19 cm) y lasgramíneas en líneas alternas (cada 38 cm).
Las opciones forrajeras con leguminosasfueron 17, estas se indican por su abrevia-tura y además se señalan las densidadesde siembra utilizadas. Seis tratamientos(uno a seis) consistían en monocultivo deuna leguminosa, ocho tratamientos (siete acatorce) estaban constituidos por dos legu-minosas, los tratamientos 15 y 16 por tresleguminosas y el 17 por cuatro. Cada unade las 17 opciones de leguminosas fueronsembradas puras sin gramínea (LP = legu-
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minosas puras), o con una gramínea a sa-ber: Raigrás 284, Titán, Cebadilla, FestucaTacuabé, Dactylis Entre las leguminosas sesembró Lotus ul iginosus (Schk) cvGrassland Maku puro y en asociación conleguminosas y con gramíneas. Este fue sem-brado a 5 kg/ha, se implantó y desapareciórápidamente a mediados de la primera pri-mavera sin aportar forraje, al no tolerar lainterferencia de las especies acompañantesde las mezclas, o el trébol blanco que con-taminó al cultivo puro de Maku. Por tanto, lainformación sobre esta especie se descar-tó.
Las densidades de siembra se calcula-ron en función de los pesos de 1000 semi-llas que expresados en gramos fueron:TR = 2.23, TB = 0.62, LC = 1.32, AA = 2.15,284 = 2.17, Titán = 3.41, Cebadilla = 6.24,Tacuabé = 2.32, Oberón = 0.73 y Urunday =1.53.
Se fertilizó a la siembra con 50 kg/ha de18-46-0 en la línea y posteriormente serefertilizó en otoño del segundo año con40 kg P
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5/ha soluble en agua. El nivel de
fósforo en suelo (Bray 1) en los primeros sie-te centímetros del perfil se mantuvo en va-lores entre ocho y 15 ppm. Cada parcela secomponía de ocho surcos por nueve metrosde largo, se utilizaron cuatro repeticiones ylos tratamientos fueron dispuestos en un di-seño de bloques al azar. Cuando se mues-tran los datos, por tratarse de un número muyalto de tratamientos, con el objetivo depriorizar y simplificar la información, en cadacuadro se indican en azul los rendimientoscomprendidos entre el máximo y 90% delmismo, en rojo entre 89,9 y 80% del máxi-mo y además se indica la mínima diferenciasignificativa al nivel de probabilidad del 5%.
Los cortes se realizaron mediante corta-dora rotativa experimental regulada para de-jar un rastrojo de cuatro centímetros de al-tura. Toda la información corresponde al ren-dimiento de las especies sembradas libresde malezas. El experimento tuvo un esta-blecimiento excelente y recién en el cuartoaño comenzaron a surgir malezas, cuyosaportes fueron descontados. Estas aparecie-ron especialmente en las parcelas donde lasespecies comenzaban a presentar problemas
de persistencia. El diagrama de cortes, fe-chas de realización, intervalo entre los mis-mos, definiciones de estaciones y años seindican en el cuadro 4. Se trató que el inter-valo entre dos cortes se ubicara entre los 30y 45 días, en las cinco situaciones que su-peró los 45 días, tercer y cuarto año, co-rresponde a períodos poco propicios paracrecimiento. En invierno del cuarto año,el exceso de heladas sobre plantas decuatro años determinó crecimiento casinulo, a pesar de ello se cortaba cada 30días sin evaluar, ya que los rendimientosfueron menores a 100 kg MS/ha, simulan-do pastoreo frecuente realizado en un pe-ríodo muy crítico.
Las condiciones de ambiente se informanen el cuadro 5.
El experimento se evaluó hasta el quintoaño. La información sobre el mismo se re-sume priorizando básicamente persistenciapuesto que las condiciones hídricas durante2008 fueron muy limitantes para el crecimien-to vegetal.
RESULTADOS
Precocidad
La precocidad puede tipificarse con cri-terios diferentes, en este tema se priorizaronaquellos que se les otorga más importanciapor su impacto en los sistemas de produc-ción. La misma se cuantificará en funciónde la producción de forraje al primer cortepos-siembra (26/8), al primero más segundocorte (26/8+27/9) y al acumulado de lo quese definió como invierno + primavera, des-de la siembra (11/5) al 6/12, período que com-prende cuatro cortes.
a. Primer corte
En producción total, los mayores rendi-mientos se registraron en las asociacionesque incluyeron raigrás 284. En orden produc-tivo descendente siguen las mezclas de TI,Ce y las que integraron una gramínea peren-ne (F, D o FA). Los menores rendimientostotales correspondieron a las leguminosas,Oberón y Falaris Urunday sembrados a
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 4.Cuadro 4.Cuadro 4.Cuadro 4.Cuadro 4. Fechas de corte, intervalos de corte (n°de días de rebrote), estaciones (O=otoño,I=invierno, P=primavera, V=verano) y años (1-2-3-4).
Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5Cuadro 5. Precipitaciones en mm (P), N° de días con lluvia (N), Temperaturas medias (°C) y N°de heladas (H) en el período 2004-2008. En rojo se resaltan meses con precipitacio-nes por debajo de lo normal, o número de heladas por encima de lo normal. (Climato-logía, INIA La Estanzuela).
Fecha de Fecha de Fecha de Fecha de Fecha de Días de Días de Días de Días de Días de Estación Fecha de Estación Fecha de Estación Fecha de Estación Fecha de Estación Fecha de Días de Días de Días de Días de Días de Estación Estación Estación Estación Estación corte corte corte corte corte Rebrote Rebrote Rebrote Rebrote Rebrote Año Año Año Año Año corte corte corte corte corte Rebrote Rebrote Rebrote Rebrote Rebrote Año Año Año Año Año
- - - 13/3 34 O-3
- - - 17/4 35 O-3
11/5 Siembra O-1 12/6 56 O-3
26/8 107 I-1 31/7 49 I-3
27/9 32 P-1 11/9 42 I-3
8/11 42 P-1 17/10 36 P-3
6/12 28 P-1 20/11 34 P-3
14/1 39 V-1 26/12 36 V-3
17/2 34 V-1 7/2 42 V-3
16/3 27 O-2 19/3 41 O-4
18/4 33 O-2 19/4 31 O-4
23/5 35 O-2 1/8 104 * I-4
6/7 45 I-2 25/9 59 P-4
5/8 30 I-2 5/11 41 P-4
14/9 40 I-2 2/1 58 V-4
19/10 35 P-2 18/2 47 V-4
22/11 34 P-2
21/12 29 V-2
19/1 29 V-2
8/2 20 V-2
* Período con crecimiento casi nulo, apesar de ello se pasaba la cortadora cada30 días
2004 2005 2006 2007 2008 Mes P N °C H P N °C H P N °C H P N °C H P N °C H
1 86 7 23 0 202 5 24 0 201 14 23 0 65 7 23 0 110 7 24 0 2 107 7 21 0 31 7 22 0 155 7 22 0 111 10 23 0 40 10 23 0 3 183 3 22 0 94 6 20 1 118 11 19 1 427 16 20 1 88 12 21 0 4 276 11 18 0 122 9 16 2 23 5 17 3 148 10 18 11 11 3 17 4 5 55 6 12 9 63 10 14 4 15 2 13 9 105 5 11 17 30 6 14 6 6 14 4 12 8 92 12 13 4 266 11 12 9 41 6 9 17 35 7 10 11 7 42 8 10 11 57 9 11 7 39 4 13 3 7 4 8 16 31 6 13 5 8 62 8 13 6 120 8 12 11 40 9 11 14 84 9 9 2 16 6 11 13 9 26 6 14 4 78 8 12 9 25 3 13 7 99 9 16 0 27 7 13 5 10 123 9 15 2 51 5 15 3 171 11 18 0 186 13 17 0 41 9 16 1 11 85 13 18 0 29 6 21 0 50 5 19 0 36 9 18 0 20 4 228 0 12 31 7 22 0 44 9 20 0 199 9 23 0 24 6 22 0 107 2 - 0
Total 1090 89 200 40 983 94 200 41 1302 91 203 46 1333 104 194 64 555 79 390 45
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 6. Cuadro 6. Cuadro 6. Cuadro 6. Cuadro 6. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas en(kgMS/ha), al primer corte (26/8), 107 días pos siembra.
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 118 1807 1162 660 679 432 259 2 TR 12 223 946 1211 752 624 674 714 3 TB 1 100 1280 728 614 421 309 359 4 TB 4 195 839 1232 767 531 616 294 5 LC 12 195 1124 1141 668 421 449 367 6 AA 12 125 1405 830 618 495 399 317 7 TR 12 + TB 2 456 1031 896 776 679 508 809 8 TR 8 + LC 10 223 860 560 544 515 608 859 9 TR 6 + AA 12 158 1124 686 583 562 616 559
10 TB 1 + LC 8 100 1600 847 644 486 358 226 11 TB 2 + LC 12 251 931 623 560 524 558 668 12 TB 1 + AA 10 100 1707 1134 776 562 333 400 13 TB 2 + AA 12 115 1174 596 407 476 482 309 14 AA 10 + LC10 167 1188 763 560 851 441 400 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 260 1216 749 560 656 666 642 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 186 1394 938 844 596 508 519 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 194 1586 1085 868 601 466 610
Medias 186 1248 893 659 569 495 489 Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y
80% del máximo. MDS5%
= 187.
15 kg/ha excepto Oberón que se sembró a10 kg/ha en siembra pura o en mezclas en-tre ellas (cuadro 6).
El aporte productivo de las gramíneas alrendimiento de las mezclas fue semejanteal comentado para rendimiento total. Raigrás284 fue la especie más productiva y de ma-yor precocidad, rindiendo 40% más que TI.Con aportes netamente inferiores siguen Ce,F y en último término D y FA, (cuadro 7).
Para siembras directas de mayo-junio, esesperable que raigrás 284 supere a TI en pro-ducción invernal en valores del orden de 40a 50% de acuerdo a lo reportado por Formoso,2007 sobre datos comparativos entre 176 si-tuaciones durante el período 2001-2005. Sinembargo es importante resaltar que proba-blemente una parte de esta diferencia pro-ductiva podría explicarse por los distintosnúmeros de semillas sembrados. Con den-sidades de 15 kg/ha, en raigrás 284 se siem-bran 135 semillas por metro lineal de surcomientras que con TI fueron 84, sin embargo,los surcos de siembra estaban 100% cu-biertos por plantas en ambos cultivares, atri-buto que descarta en principio la densidad
de siembra como variable determinante delas diferencias en rendimientos de forrajeentre ambos materiales.
Los aumentos en la densidad de siembrade TR de 8 a 12 kg/ha o TB de 1 a 4 kg/ha,determinaron disminuciones en los rendi-mientos de raigrás 284 de 48 y 35% respec-tivamente al primer corte (cuadro 7). Estehecho pone de manifiesto que en determina-das circunstancias puede ocurrir que aumen-tos en las densidades de siembra de unaespecie, aunque esta pertenezca a la frac-ción menos competitiva de la asociacióndeteriore la capacidad de producción de lamás competitiva, raigrás 284 (cuadro 7) ycomo resultado disminuya el rendimiento to-tal de la mezcla al primer corte (cuadro 6).Este aspecto es importante tenerlo presen-te en la práctica, ya que normalmente seincrementan las densidades de siembra conel objetivo de aumentar los rendimientos enlos primeros cortes, situación que general-mente se extiende hasta el segundo o ter-cer corte, ya que posteriormente, a mayorplazo, en general las producciones se equi-paran. Lo inverso también ocurre, muchas
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 7. Cuadro 7. Cuadro 7. Cuadro 7. Cuadro 7. Producción de forraje de Gramíneas (kg MS/ha) al primer corte (26/8), 107días pos siembra.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 105.
N° Mezclas 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 1626 581 132 136 43 26 2 TR 12 851 848 150 62 67 89 3 TB 1 1216 510 123 84 44 36 4 TB 4 797 862 153 106 62 147 5 LC 12 899 913 134 84 45 73 6 AA 12 1334 547 156 113 45 44 7 TR 12 + TB 2 825 358 233 136 51 81 8 TR 8 + LC 10 645 168 163 103 61 86 9 TR 6 + AA 12 899 206 175 112 62 56
10 TB 1 + LC 8 1280 508 193 139 36 23 11 TB 2 + LC 12 745 187 168 105 56 67 12 TB 1 + AA 10 1536 567 233 112 33 40 13 TB 2 + AA 12 939 179 122 95 48 31 14 AA 10 + LC 10 1069 305 168 170 44 40 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 912 225 112 131 67 64 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 1185 469 253 170 51 52 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 1309 607 261 120 47 61
Medias 1063 473 172 116 51 60
veces se incrementan excesivamente lasdensidades de las especies más precocescomo raigrás, que permiten obtener mayo-res rendimientos iniciales y posteriormente,a mayor plazo, la fracción deprimida, me-nos competitiva de la mezcla (leguminosas),puede quedar muy deteriorada, raleada y losrendimientos a futuro disminuyen duranteparte o el resto de la vida útil de la pastura.
Con relación a los rendimientos de las le-guminosas al primer corte (cuadro 5) y sucontribución porcentual a la mezcla se veri-ficó que en general los menores rendimien-tos y contribuciones porcentuales ocurrieronen las mezclas simples compuestas por dosespecies que incluyeron la gramínea anualde mayor producción, raigrás 284. Eviden-temente estas bajas contribuciones se ex-plican por la competencia inicial que ejercióel raigrás 284.
Raigrás TI produjo un nivel de competen-cia inferior sobre las leguminosas razón porla cual éstas aumentaron sus aportes pro-duct ivos, en valores en torno a los
400 kg/ha y contribuciones del orden del 50%(cuadros 6 y 7).
Los aportes de las leguminosas en lasasociaciones con TI, Ce, F, D y FA fueronsuperiores, en general, comparativamente ala siembra de las mismas leguminosas singramínea acompañante (en Anexo).
En general las mezclas con TR desarro-llaron inicialmente los mayores aportes y enlas opciones con Ce y gramíneas perennes,predominaron las leguminosas con aportesporcentuales entre 74 y 90% (cuadro 8).
Un aspecto destacable radica en los ren-dimientos menores registrados cuando sesiembran las leguminosas puras o una mez-cla entre el las, con un promedio de186 kg MS/ha. Sin embargo, cuando las le-guminosas se sembraron asociadas a otrasgramíneas (TI, Ce, F, D y FA) aumentaronsus aportes en rendimiento y su contribu-ción porcentual. Esto indicaría un efectosinérgico del tipo «cultivo protector» sobrela producción inicial de las leguminosas cuan-do se siembran en presencia de alguna gra-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 118 181 581 528 543 389 233 2 TR 12 223 95 363 602 562 607 625 3 TB 1 100 64 218 491 337 265 323 4 TB 4 195 42 370 614 425 554 147 5 LC 12 195 225 228 534 337 404 294 6 AA 12 125 71 283 463 382 354 274 7 TR 12 + TB 2 456 206 538 543 543 457 728 8 TR 8 + LC 10 223 215 392 381 412 547 773 9 TR 6 + AA 12 158 225 480 408 450 554 503
10 TB 1 + LC 8 100 320 339 451 347 322 203 11 TB 2 + LC 12 251 186 436 392 419 502 601 12 TB 1 + AA 10 100 171 567 543 450 300 360 13 TB 2 + AA 12 115 235 417 285 381 434 278 14 AA 10 + LC 10 167 119 458 392 681 397 360 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 260 304 524 448 525 599 578 16 TB 1+ LC 8 + AA 10 186 209 469 591 426 457 467 17 TB 1 + LC 6 +TR 6 + AA 8 194 277 479 607 481 419 549
Medias 186 185 420 487 453 445 429
Cuadro 8. Cuadro 8. Cuadro 8. Cuadro 8. Cuadro 8. Producción de forraje de Leguminosas en (kg MS/ha) al pri-mer corte (26/8), 107 días pos siembra.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y80% del máximo. MDS
5% = 175.
mínea que no ejerza una fuerte competen-cia inicial.
Consideraciones generales
• De las 119 opciones forrajeras estudia-das, en promedio, la mayor precocidady los rendimientos superiores se regis-traron con la inclusión de raigrás 284en la mezcla.
• Las especies acompañantes en la aso-ciación, si ejercen demasiada compe-tencia sobre el raigrás 284, pueden de-primir la precocidad y rendimiento alprimer corte.
• El hecho de aumentar el número de es-pecies en una mezcla, no significa ob-tener mayores rendimientos y precoci-dad al primer corte.
b. Primer corte (26/8) más segundo(27/9)
Cuando se acumulan las producciones delos dos primeros cortes como estimadores
de la precocidad, se repiten gran parte de losresultados reportados para el primer corte.
Los rendimientos medios superiores seregistraron con las asociaciones que inclu-yeron raigrás 284, seguidos por las mezclasque integraron Ce y TI, luego se ubican lasmezclas con F, posteriormente las que inte-graron D y FA, siendo las de menores rendi-mientos medios las constituidas por legumi-nosas solamente (cuadro 9).
Dentro de las asociaciones con raigrás284 se destaca entre las mezclas simplesTR 8 + 284, en las integradas por tres espe-cies, las de TB 1+ LC 8 y TB 1+ AA 10 y enlas complejas, formadas por cuatro o cincoespecies, las tres asociaciones estudiadas.
Entre las restantes mezclas forrajeras seresaltan con rendimientos en el rango entre 80y 89,9% del máximo, dos que integran Ce,TR12 + TB2 y la asociación más compleja in-tegrada por cinco especies (cuadro 9).
En la contribución de las gramíneas alrendimiento de las mezclas sigue destacán-dose el raigrás, especialmente el 284
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 2416 1336 599 581 279 390 934 2 TR 12 1469 1499 1055 408 412 599 907 3 TB 1 2138 1153 659 746 371 495 927 4 TB 4 1564 1774 915 431 383 594 944 5 LC 12 1677 1730 748 367 309 339 862 6 AA 12 2131 1071 676 113 45 44 680 7 TR 12 + TB 2 1596 847 1114 506 361 373 800 8 TR 8 + LC 10 1435 760 870 423 324 508 720 9 TR 6 + AA 12 1847 773 615 455 345 328 727
10 TB 1 + LC 8 2398 1156 902 631 340 314 957 11 TB 2 + LC12 1781 613 983 580 411 488 809 12 TB 1 + AA 10 2637 1198 841 429 162 219 914 13 TB 2 + AA 12 1883 740 665 484 335 250 726 14 AA 10 + LC 10 1912 879 701 567 369 261 782 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1801 803 634 492 354 411 749 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2156 1265 1037 526 248 375 935 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2220 1215 1195 571 288 333 970
Medias 1945 1107 836 489 314 372 844
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 935 3387 2672 2216 2162 1612 1169 2 TR 12 1351 2182 2513 2562 2354 2398 1989 3 TB 1 328 2597 1646 1686 1524 1127 1015 4 TB 4 1399 1935 2535 2672 2155 2219 1412 5 LC 12 963 2235 2162 1896 1364 1328 1254 6 AA 12 125 2401 1485 1415 495 399 317 7 TR 12 + TB 2 1991 2573 2526 2978 2528 2056 2267 8 TR 8 + LC 10 1333 2440 1744 2312 2117 1923 1913 9 TR 6 + AA 12 864 2704 1820 2049 1704 1560 1465
10 TB 1 + LC 8 834 3197 1927 2416 1716 1371 1196 11 TB 2 + LC 12 1420 2411 1689 2190 2107 1741 2070 12 TB 1 + AA 10 536 3280 2185 2295 1617 977 997 13 TB 2 + AA 12 664 2523 1531 1493 1773 1438 1038 14 AA 10 + LC 10 657 2392 1719 1626 1844 1253 1136 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1397 2994 2194 2300 2460 2100 2376 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 918 2781 2265 2412 1783 1495 1595 17 TB 1 + LC6 + TR 6 + AA 8 1261 3241 2445 2939 2103 1673 1967
Medias 999 2663 2062 2203 1871 1569 1481
Cuadro 9. Cuadro 9. Cuadro 9. Cuadro 9. Cuadro 9. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha)al primer (26/8) más segundo corte (27/9).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% delmáximo. MDS
5% = 334.
Cuadro 10. Cuadro 10. Cuadro 10. Cuadro 10. Cuadro 10. Producción de forraje de Gramíneas (kg MS/ha) al primer (26/8) más se-gundo corte (27/9).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 221.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 935 971 1336 1617 1581 1333 779 1270 2 TR 12 1351 713 1014 1507 1946 1986 1390 1426 3 TB 1 328 459 493 1027 778 756 520 672 4 TB 4 1399 371 761 1757 1724 1836 818 1211 5 LC 12 963 558 432 1148 997 1019 915 845 6 AA 12 125 270 414 739 382 354 274 405 7 TR 12 + TB 2 1991 977 1679 1864 2022 1695 1894 1689 8 TR 8 + LC 10 1333 1005 984 1442 1694 1599 1405 1355 9 TR 6 + AA 12 864 857 1047 1434 1249 1215 1137 1157
10 TB 1 + LC 8 834 799 771 1514 1085 1031 882 1014 11 TB 2 + LC12 1420 630 1076 1207 1527 1330 1582 1225 12 TB 1 + AA 10 536 643 987 1454 1188 815 778 978 13 TB 2 + AA 12 664 640 791 828 1289 1103 788 907 14 AA 10 + LC10 657 480 840 925 1277 884 875 880 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1397 1193 1391 1666 1968 1746 1965 1655 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 918 625 1000 1375 1257 1247 1220 1121 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 1261 1021 1230 1744 1532 1385 1635 1424
Medias 999 718 956 1368 1382 1255 1109 1131
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 11. 1. 1. 1. 1. Producción de forraje de Leguminosas (kg MS/ha) al primer (26/8) más segun-do corte (27/9).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 266.
(cuadro 10). Nuevamente, el uso de las ma-yores densidades en TR o TB, determinó des-censos en el rendimiento del raigrás 284 enla fracción gramíneas y se trasladó al rendi-miento total de la mezcla, disminuyéndolo.
Con respecto a los aportes de las legu-minosas, éstas aumentaron sustancialmentesus contribuciones al rendimiento total de lasmezclas (cuadro 11).
Las contribuciones menores de las legu-minosas ocurren en las asociaciones quepresentaron la gramínea de mayor rendimien-to inicial, raigrás 284, aportando en mediaun 27% del rendimiento total, seguidas porraigrás TI con aportes medios de 46%. Conlas gramíneas restantes, Ce, F, D y FA, lasleguminosas predominaron aportando más alrendimiento total de las mezclas, en valoresmedios que variaron entre 62 y 80%, es de-cir, predominio neto de leguminosas.
Entre las mezclas simples compuestaspor dos especies, sobresalen los aportes rea-lizados por TR sembrado en la mayor densi-dad y TB, también en la densidad superior.En el otro extremo, con aportes iniciales ba-jos se ubicó AA.
Entre las mezclas compuestas por tres ycuatro especies, las mayores contribucionesde las leguminosas se explican en las aso-ciaciones que integraron TR en la mezcla.En este contexto, los aportes superiores delas leguminosas al rendimiento total de lamezcla están muy asociados a la presenciasimultánea de TR y TB en la asociación.Estas dos leguminosas de morfología y há-bitos de crecimiento contrastantes, eviden-temente originan una buena complementa-ción, potenciando los rendimientos de forra-je. En este sentido, la asociación TR + TBdentro de leguminosas puras (LP) fue la queregistró el rendimiento superior (cuadro 8).
Consideraciones generales
• Los mayores rendimientos se obtuvie-ron con las asociaciones que incluye-ron raigrás 284 como gramínea.
·• El uso de las mayores densidades enTR o TB, determinó descensos en elrendimiento del raigrás 284 en la frac-ción gramíneaslo que incidió en el ren-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
dimiento total de la mezcla, disminu-yéndolo.
• Las contribuciones menores de las le-guminosas ocurren en las asociacionesque presentan la gramínea de mayor ren-dimiento inicial, raigrás 284, aportandoen promedio un 27% del rendimientototal.
• En las restantes asociaciones congramíneas, en promedio los aportes delas leguminosas (956 kg) fueron muysimilares a los del raigrás TI (1107 kg),en tanto, con Ce, F, D y FA, las legumi-nosas predominaron aportando más alrendimiento total de las mezclas, en va-lores medios que variaron entre 62 y80%, es decir, dominio de leguminosas.
• Entre las mezclas simples compuestaspor dos especies, sobresalen los apor-tes realizados especialmente por TR ytambién TB cuando fueron sembradosen la mayor densidad.
• En el otro extremo, con aportes inicia-les bajos se ubicó AA.
• Entre las mezclas compuestas por tresy cuatro especies, las mayores contri-buciones de las leguminosas se expli-can en las asociaciones que integraronTR en la mezcla y especialmente aque-llas que integraron simultáneamente TRy TB en la asociación.
• Dentro de leguminosas puras (LP), laasociación TR + TB fue la que registróel rendimiento superior, evidenciandouna buena complementación producti-va entre ambas especies conmorfofisiologías muy diferentes.
c. Rendimientos acumulados de loscuatro primeros cortes: 26/8+27/9+8/11+6 /12
Cuando se mide la precocidad a medianoplazo, donde se incluye primavera, se verifi-can cambios en el ordenamiento productivode las mezclas, consecuencia de las capa-cidades de crecimiento temporal diferencialentre especies. Al incluir primavera, raigrás284 de encañazón temprana disminuye sucapacidad de producción hacia el final de lamisma, en tanto TI, de floración más tardía,
potencia su capacidad de crecimiento en estaetapa.
Por otra parte, Ce es un material que ensiembras tardías, durante primavera aumen-ta en forma importante su capacidad de cre-cimiento, al punto que en el acumulado decuatro cortes, las mezclas que la incluyeronfueron las que en media registraron el ma-yor rendimiento (cuadro 12).
Con relación a los rendimientos superio-res acumulados de 4 cortes, se destacannetamente las asociaciones que incluyen TRen su composición y especialmente las queademás presentan TB y/o LC en su integra-ción (cuadro 12). Las asociaciones con TR+ TB sin o con gramíneas (fila 7, cuadro 12)presentaron todos los rendimientos de las 7opciones evaluadas dentro de los rangossuperiores.
Cuando se considera el acumulado decuatro cortes los rendimientos medios deambos cult ivares de raigrás y Ce se«uniformizan», siendo muy superiores, en-tre 80 y 90% más que los aportes de lasgramíneas perennes; dentro de éstas se des-taca F (cuadro 13).
La mayor frecuencia de asociaciones conrendimientos superiores corresponden a lasque incluyeron raigrás 284, seguidas por lasque integran Ce y luego las que presenta-ban TI. Con gramíneas perennes, de menorcrecimiento inicial que las anuales obianuales, tal como era esperable, no se re-gistraron mezclas con rendimientos dentrode los rangos superiores en los primeroscuatro cortes.
Con relación a las leguminosas, éstasincrementaron en forma importante sus apor-tes productivos al rendimiento total de lasmezclas. En este sentido, considerando lasasociaciones que incluían una gramínea, losaportes medios de las leguminosas al rendi-miento acumulado de las mezclas se ubica-ron entre 60 y 79%. Esto permite concluir quela fracción leguminosa fue la más importanteen determinar los rendimientos de las mez-clas en el mediano plazo, cuatro cortes.
La contribución de las leguminosas, cuan-do se incluye la primavera al rendimientototal de las mezclas, se evidencia claramen-
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 2682 2391 2301 1997 1134 1375 2 TR 12 1752 2552 2106 1189 1128 1382 3 TB 1 3236 3100 1841 1799 2353 2538 4 TB 4 1800 2844 2360 1566 1268 1422 5 LC 12 1886 2608 2009 995 932 970 6 AA 12 3003 2193 2004 1233 1055 1058 7 TR 12 + TB 2 2338 2419 3251 1510 1285 1284 8 TR 8 + LC 10 2125 2201 3252 1451 1365 1408 9 TR 6 + AA 12 2420 1831 2334 1352 1091 1170
10 TB 1 + LC 8 3257 2403 2742 1615 1066 1140 11 TB 2 + LC 12 2782 2224 3023 1492 1254 1402 12 TB 1 + AA 10 3298 2824 2071 1320 720 785 13 TB 2 + AA 12 3075 2357 2039 1666 1035 826 14 AA 10 + LC 10 2518 1827 1873 1406 1094 966 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 2794 2194 2720 1441 1200 1230 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2715 2780 2442 1610 1035 1081 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2851 2214 3050 1808 1151 1327
Medias 2620 2409 2436 1497 1186 1257
Cuadro 12. Cuadro 12. Cuadro 12. Cuadro 12. Cuadro 12. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha) en loscuatro primeros cortes pos siembra (26/8+27/9+8/11+6/12).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 623.
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 6156 7247 7943 7095 7796 6528 7047 7276 2 TR 12 5826 6431 6468 7815 7006 6742 6673 6856 3 TB 1 3938 5824 5081 5041 5357 5036 5027 5228 4 TB 4 5594 5560 6540 7910 6417 6641 5551 6437 5 LC 12 4459 5535 5452 6491 5085 5004 4995 5427 6 AA 12 2654 4541 3962 4158 2777 2740 2919 3516 7 TR 12 + TB 2 7373 7844 8268 9103 8289 7449 7992 8158 8 TR 8 + LC 10 6949 7784 7081 9149 8139 8024 7744 7987 9 TR 6 + AA 12 6150 6990 7107 7010 6834 5884 6506 6722
10 TB 1 + LC 8 5967 7235 6459 7553 5782 5513 6123 6444 11 TB 2 + LC 12 6293 7471 6476 8109 7443 6692 7752 7324 12 TB 1 + AA 10 4954 6762 6083 5897 5429 4364 4712 5541 13 TB 2 + AA 12 5240 6978 6259 5592 6682 4933 4812 5876 14 AA 10 + LC 10 5534 5814 5270 5207 5528 4878 5657 5392 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 6066 8234 7417 8424 8095 7201 7821 7865 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 5598 6078 6664 6513 6377 5430 6096 6193 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 7193 8010 7437 8281 7232 6715 8073 7624
Medias 5644 6726 6469 7020 6486 5869 6206 6463
Cuadro 13. Cuadro 13. Cuadro 13. Cuadro 13. Cuadro 13. Producción de forraje de Gramíneas (kg MS/ha) en los cuatro primeroscortes pos-siembra 26/8+27/9+8/11+6/12.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 416.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 14. Cuadro 14. Cuadro 14. Cuadro 14. Cuadro 14. Producción de forraje de Leguminosas (kg MS/ha) en los cuatro primeros cortes possiembra 26/8+27/9+8/11+6/12.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 535.
te al verificar que los rendimientos mediosde mayor magnitud correspondieron precisa-mente a las leguminosas puras (cuadro 14).
Entre las leguminosas se destacónetamente el TR por sus mayores aportesmientras que AA se ubicó en el extremo demenor producción. Sin embargo, al incluirotras leguminosas mezcladas con TR en laasociación, especialmente TB y/o LC severifican sinergias de rendimiento que au-mentan la frecuencia de situaciones de ren-dimientos superiores. Las asociaciones deTR + TB, o TR + L, o TR + TB + L con o sinAA, presentaron las mayores frecuencias deaportes productivos comprendidos entre elmáximo y 80% del máximo (cuadro 14).
Dentro de las leguminosas sembradaspuras, AA fue la especie que presentó me-nor rendimiento acumulado, sin embargocuando es sembrada en mezcla con otra le-guminosa, TB, LC o TR se logra aumentaren forma importante los rendimientos de laasociación (cuadro 14).
Cuando se compara el rendimiento de LCpuro con el de mezclas de LC más otra le-guminosa, también se verifica una situación
similar a lo que sucedió con AA, la produc-ción de la mezcla es superior a la de la legu-minosa pura.
En el cuadro 16 se visualiza claramentela ventaja productiva que se obtiene al aso-ciar por lo menos dos leguminosas, siendoespecialmente evidente con AA. Esta legu-minosa probablemente disminuyó su creci-miento inicial por las precipitaciones muyabundantes ocurridas pos siembra. Los ex-cesos de precipitaciones en las primerasetapas de crecimiento de AA, constituyenun aspecto crítico para esta leguminosa.
Información recabada de otros trabajosde mezclas realizados en el mismo período,permiten advertir que cuando se siembranleguminosas de lento establecimiento, porejemplo AA o LC, el hecho de asociarla aotras leguminosas, si bien aumenta el rendi-miento de la mezcla, debe tenerse la pre-caución que la leguminosa acompañante nosuprima parte de la población de AA o LC.En este sentido, la asociación con TR enprimer lugar y con TB en segundo término,pueden deteriorar en determinadas circuns-tancias las poblaciones de AA o LC. Poste-
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 6156 4565 5552 4794 5799 5394 5672 2 TR 12 5826 4679 3916 5709 5817 5614 5291 3 TB 1 3938 2588 1981 3200 3558 2683 2489 4 TB 4 5594 3760 3696 5550 4851 5373 4129 5 LC 12 4459 3649 2844 4482 4090 4072 4025 6 AA 12 2654 1538 1770 2154 1544 1686 1861 7 TR 12 + TB 2 7373 5506 5849 5852 6779 6164 6708 8 TR 8 + LC 10 6949 5659 4880 5897 6688 6659 6336 9 TR 6 + AA 12 6150 4570 5276 4676 5482 4793 5336
10 TB 1 + LC 8 5967 3978 4056 4811 4167 4447 4983 11 TB 2 + LC 12 6293 4689 4252 5086 5951 5438 6350 12 TB 1 + AA 10 4954 3464 3259 3826 4109 3644 3927 13 TB 2 + AA 12 5240 3903 3902 3553 5016 3898 3986 14 AA 10 + LC 10 5534 3296 3443 3334 4122 3784 4691 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 6066 5440 5223 5704 6654 6001 6591 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 5598 3363 3884 4071 4767 4395 5015 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 7193 5159 5223 5231 5424 5564 6746
Medias 5644 4106 4059 4584 4989 4683 4949
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23
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
TR TB L AA TR 5,8 7,4 6,9 6,1 TB 5,6 6,3 5,2 LC 4,4 5,5 AA 2,6
Cuadro 15. Cuadro 15. Cuadro 15. Cuadro 15. Cuadro 15. Porcentaje de Leguminosas en la mezcla en los cuatroprimeros cortes pos siembra (26/8+27/9+8/11+6/12).
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 63 70 68 74 83 80 2 TR 12 100 73 61 73 83 83 79 3 TB 1 100 44 39 63 66 53 50 4 TB 4 100 68 57 70 76 81 74 5 LC 12 100 66 52 69 80 81 81 6 AA 12 100 34 45 52 56 62 64 7 TR 12 + TB 2 100 70 71 64 82 83 84 8 TR 8 + LC 10 100 73 69 64 82 83 82 9 TR 6 + AA 12 100 65 74 67 80 81 82
10 TB 1 + LC 8 100 55 63 64 72 81 81 11 TB 2 + LC 12 100 63 66 63 80 81 82 12 TB 1 + AA 10 100 51 54 65 76 84 83 13 TB 2 + AA 12 100 56 62 64 75 79 83 14 AA 10 + LC 10 100 57 65 64 75 78 83 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 66 70 68 82 83 84 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 55 58 63 75 81 82 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 64 70 63 75 83 84
Cuadro 16. Cuadro 16. Cuadro 16. Cuadro 16. Cuadro 16. Producción de forraje de Legu-
minosas en (ton MS/ha) en loscuatro primeros cortes pos siem-bra 26/8+27/9+8/11+6/12 sem-bradas puras y en mezclasbinarias.
Verde: leguminosa pura.
riormente se hará mención también a los pro-blemas que se pueden originar sobre el es-tablecimiento y/o producción de legumino-sas, cuando se utilizan densidades altas deraigrás y especialmente con los de ciclo tar-dío. Adicionalmente se mencionarán tambiénsobre algunos problemas productivos quepueden ocurrir debido a métodos de siem-bra. Ya fue indicado que en este experimen-to, además de manejar el nivel de compe-tencia mediante las densidades de siembra,también se distribuyeron especies en sur-cos alternos, técnica que también posibilitamanejar la interferencia.
Consideraciones generales
Entre las gramíneas, en media, las ma-yores frecuencias de situaciones con rendi-mientos superiores acumulados de cuatrocortes se registraron en mezclas que in-cluían: raigrás 284, seguido por Ce y poste-riormente raigrás TI.
Los aportes de las gramíneas perennesal rendimiento acumulado de las mezclasfueron los más bajos, ubicándose entre 1.500y 1.100 kg MS.
La fracción leguminosa fue la más impor-tante en determinar los rendimientos de lasasociaciones en el mediano plazo, cuatro cor-tes, aportando entre el 60 y el 79% del ren-dimiento total.
Entre las leguminosas se destacónetamente el TR por sus mayores contribu-ciones, mientras que AA se ubicó en el ex-tremo de menor producción.
Al incluir otras leguminosas mezcladascon TR en la asociación, especialmente TBy/o LC se verifican sinergias de rendimientoque aumentan la frecuencia de situacionesde rendimientos superiores.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Las asociaciones de TR + TB, TR + LC,TR + TB + LC con o sin AA, presentaronmayores frecuencias de aportes productivoscomprendidos entre el máximo y 80% deéste.
Dentro de las leguminosas sembradaspuras, AA fue la especie que presentó me-nor rendimiento acumulado, sin embargocuando es sembrada en mezcla con otra le-guminosa, TB, LC o TR se logran aumentaren forma importante los rendimientos de laasociación.
Cuando se compara el rendimiento de LCpuro con el de mezclas de LC más otra le-guminosa también se verifica una situaciónsimilar a lo que sucedió con AA, el rendi-miento de la mezcla es superior al de la le-guminosa pura.
Las asociaciones con TR + TB sin o congramínea acompañante presentaron todoslos rendimientos de las siete opciones eva-luadas dentro de los rangos superiores deproducción de forraje.
Producción anual de forraje
a. Primer año
El primer año comprende seis cortes(26/8 + 27/9 +8/11 + 6/12 + 14/1 + 17/2) queabarcan un período desde la siembra al 17/2de 282 días, donde en promedio se aplicóuna frecuencia de cortes cada 35 días, apartir del primero realizado el 26/8.
A pesar de la siembra tardía en mayo,durante el primer año en promedio el conjun-to de las opciones forrajeras evaluadas cre-ció a una tasa media de 30 kg MS/ha/día,suficiente para alimentar una carga animalde 3 unidades ganaderas de 400 kg/ha. Lasalternativas que registraron rendimientos su-periores (cuadro 17, en azul) alcanzaron unaproducción media de 11.740 kgMS/ha, equi-valente a una tasa diaria media de crecimien-to de 41,6 kg MS/ha, en tanto los menoresregistros productivos se ubicaron en torno alos 5.000 kg MS/ha.
Los datos de la producción total anual deforraje de las mezclas, el aporte degramíneas, de leguminosas y la contribución
porcentual de éstas se muestran en los cua-dros siguientes.
Las opciones que presentaron las mayo-res frecuencias en registrar rendimientos to-tales superiores fueron de mayor a menor:mezclas con Ce en diez situaciones, conraigrás 284, ocho casos, raigrás TI y F concuatro asociaciones cada una y las restan-tes con un solo caso por opción (cuadro 17).
Con relación a las contribuciones de lasgramíneas al aporte total de las mezclas sedestacan Ce y raigrás 284, en seis y cincoasociaciones respectivamente (cuadro 17),seguidas por raigrás TI en una mezcla. Conaportes globales muy inferiores a lasgramíneas anuales y bianual, se ubican lasgramíneas perennes, entre ellas F se desta-ca por realizar los mayores aportes.
En el potencial de producción de las le-guminosas se destaca como era de esperar,por su precocidad, capacidad de competireficazmente frente a otras especies y po-tencial de crecimiento en el primer año, TREstanzuela 116.
En siembras puras TR fue la leguminosamás productiva (P<0.05), seguida por LC.En mezclas simples, compuestas por TR yuna gramínea fue la especie que realizó losmáximos aportes. Dentro de las mezclassimples, raigrás 284 fue la gramínea que leejerció mayor competencia y que por tantodeterminó los menores aportes de TR den-tro de las mismas. AA fue la especie conmenores contribuciones productivas el pri-mer año.
TB fue la leguminosa que respondió po-sit ivamente en todas las si tuaciones(P<0.05) con aumentos de producción con-secuencia de incrementar la densidad desiembra de 1 a 4 kg/ha, hecho que no severificó con TR al pasar la densidad de siem-bra de 8 a 12 kg/ha.
Los dos cultivares de raigrás ejercieroncompetencia sobre el TB, pero los momen-tos de mayor presión competitiva se ubica-ron temporalmente en momentos diferentes.En mezclas simples, de todas las gramí-neas, ambos cultivares de raigrás fueron losmás competitivos con TB, disminuyendo susaportes a la mezcla, consecuencia de la
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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25
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42
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35
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08
7 T
R 1
2 +
TB
2
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36
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1
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73
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79
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82
52
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R 8
+ L
C 1
0
978
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A 1
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4
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5
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TB
1 +
LC
8
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6
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2
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LC
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TB
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TB
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AA
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TB
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TB
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
TR TR TR TR TR TB TB TB TB TB L L L L L AA AA AA AA AA
TR 8,9 9,6 (82+18) 9,7(80+20) 8,2 (85+15)
TB - 6,9 8,5 (35+65) 6,5 (48+52)
LC - - 7,0 7,6 (75+25)
AA - - - 5,2
Cuadro 18.Cuadro 18.Cuadro 18.Cuadro 18.Cuadro 18. Producción de forraje de Legumi-nosas (ton MS/ha) en el primer año,sembradas puras y en mezclasbinarias.
Verde: leguminosa pura. Entre paréntesis se indican losaportes de cada especie en %, correspondiendo elprimer número a la especie de la fila, el segundo a lacolumna.
mayor capacidad de crecimiento de 284 eninvierno e inicio de primavera en tanto quecon TI su mayor fuerza competitiva la ejer-ció especialmente en la segunda mitad dela primavera.
Cuando se siembran leguminosas puras,se verifica una sinergia productiva significa-tiva en algunas mezclas comparativamentecon los rendimientos de las especies puras.Esto es especialmente evidente y consis-tente en las mezclas de TR con TB y TRcon LC. Se observa el mismo fenómeno conlas asociaciones LC + TB . También en es-tas situaciones, las mayores produccionesde las mezclas comparativamente con lasleguminosas en siembra pura se explican porlos efectos complementarios entre los inte-grantes de la asociación. Dicha complemen-tación no es similar en todas las mezclas.Cuando se agrega TB al TR, o LC, debe con-siderarse que morfológicamente se verificauna complementación en la explotación delos recursos del ambiente en función de há-bitos de crecimiento muy distintos, el TBcubriendo y aprovechando los recursos enel estrato inferior del tapiz y LC y/o TR porpresentar un porte «semi-arbustivo» utilizan-do mejor los recursos en la parte superiordel estrato vegetal y en las zonas más pro-fundas del perfil del suelo que TB. La posi-ción planófila de las hojas de TB, posibilitana esta especie ser más eficiente en la cap-tación de luz cuando presenta hojas de otrasespecies en el estrato superior del tapiz queinterceptan parte de la radiación. Paralela-mente, parte de la complementación con TBse explica también por los atributos distin-tos que tienen dentro de sus ciclos de creci-miento. TB tiene más limitado su potencialde producción de fines de primavera en ade-lante, período donde las otras especies com-plementarias tienen muy buena capacidad deproducción.
La complementación sinérgica entre lasleguminosas se visualiza claramente en elcuadro 18, donde se comparan en la diago-nal los rendimientos de las leguminosas pu-ras y en los laterales, mezclas de las mis-mas. La composición botánica de las mez-clas de leguminosas al primer año está muyasociada a la capacidad de crecimiento ini-cial y fuerza de competencia que cada es-
pecie genera. Obviamente, en las mezclascon TR, la leguminosa más precoz y com-petitiva dentro de las evaluadas, es el com-ponente dominante de la asociación. En lamezcla TB + LC, la siembra tardía le da ven-tajas comparativas al LC que fue la especiedominante. El lento crecimiento inicial de laAA originó una mezcla equilibrada con TBmientras que con LC, este predominónetamente.
Se resalta que a las densidades de siem-bra utilizadas, cuando estas mezclas de le-guminosas son sembradas temprano en oto-ño, marzo-abril, la supremacía del TR sobrelas otras leguminosas sigue imperando, entanto, con TB en siembras tempranas, a pe-sar que también su crecimiento inicial es len-to, es esperable que aumente su participa-ción en las mezclas con LC.
Con referencia a LC, la bibliografía inter-nacional, especialmente la americana resaltaen general para sus materiales una muy len-ta velocidad de crecimiento inicial y pobrecapacidad de competencia en estas etapas.Trabajos comparativos de cultivares ameri-canos, Viking y otros, con San Gabriel, INIADraco, El Boyero, muestran que el crecimien-to inicial de las variedades utilizadas ennuestro país son netamente superiores, ra-zón por la cual, catalogar estas variedadesen el país como de pobre crecimiento inicial,no condice con la información nacional, salvose trate de semilla de mala calidad.
Con hábitos de crecimiento similares, LCy AA, también en el primer año generaronuna complementación sinérgica. Además delas capacidades de crecimiento distintasfrente el estrés hídrico, LC manifiesta ma-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 74 77 74 80 85 85 2 TR 12 100 81 71 77 86 86 84 3 TB 1 100 56 51 69 72 60 57 4 TB 4 100 73 63 73 78 81 78 5 LC 12 100 78 68 74 85 84 86 6 AA 12 100 58 65 64 72 73 78 7 TR 12 + TB 2 100 78 77 69 85 85 86 8 TR 8 + LC 10 100 82 77 69 85 84 85 9 TR 6 + AA 12 100 77 82 74 84 84 85
10 TB 1 + LC 8 100 68 71 68 77 83 85 11 TB 2 + LC 12 100 73 74 67 83 83 84 12 TB 1 + AA 10 100 64 63 70 80 85 86 13 TB 2 + AA 12 100 67 70 69 79 82 85 14 AA 10 + LC 10 100 73 76 71 81 81 86 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 76 78 72 85 85 87 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 69 68 68 79 84 85 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 74 77 68 79 85 86
Medias 100 72 71 70 81 82 83
Cuadro 19. Cuadro 19. Cuadro 19. Cuadro 19. Cuadro 19. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla, en el primer año.
yor crecimiento inicial que AA especialmen-te cuando se siembra la AA sobre suelos pla-nos, es decir, con mal drenaje superficial yprecipitaciones abundantes enseguida de lasiembra, tal como ocurrió en este experimen-to. Estas situaciones le confieren a LC unaventaja muy importante, por ser una espe-cie de buen comportamiento en situacionesde drenaje superficial pobre.
En las mezclas compuestas por dos le-guminosas más una gramínea también seevidencia claramente que las asociacionesque integran TR más otra leguminosa, seaTB o LC predominan netamente dentro delas mayores frecuencias en registrar rendi-mientos anuales superiores de forraje. Eneste contexto la asociación de TR con AAtambién generó tres rendimientos dentro delos rangos superiores aunque aquí los ma-yores aportes los realiza TR.
Con asociaciones compuestas por tres ocuatro leguminosas, con o sin gramíneaacompañante, también se verifica que lasmezclas que integran TR, desarrollan altasproducciones. En éstas también fue la es-pecie que realizó las contribuciones produc-tivas superiores.
Cuando en la composición de las mez-clas que incluyen gramíneas se expresan losaportes de las leguminosas al rendimientototal de la mezcla, se verifica claramente quela fracción leguminosas fue sin duda el prin-cipal determinante de la producción en elprimer año de las asociaciones, represen-tando en media entre el 70 y 83% del forrajeproducido (cuadro 19).
Evidentemente las asociaciones que in-cluyeron gramíneas con mayor capacidad decrecimiento inicial presentaron en generalcontenidos de leguminosas menores, estoes especialmente evidente en algunas aso-ciaciones que no integraban TR en su com-posición. En éstas, con especies como TBy/o LC y/o AA que tienen menor presión decompetencia inicial que TR, representan si-tuaciones con menores contenidos de legu-minosas, sin embargo, todos los comenta-rios están dentro de un marco donde la frac-ción que predominó y fue la más productivaen las mezclas, fueron las leguminosas.
Los aportes de forraje en cada una de lasopciones estudiadas, realizados por cadaespecie integrante de la asociación para el to-tal del primer año, se incluyen en el literal e.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
b. Segundo año
El segundo año comprendió un períodoque comenzó con el rebrote correspondien-te al corte del 17/2 y f inal izó con ladefoliación del 8/2, abarcando 357 días. Serealizaron 11 cortes ubicados en las fechassiguientes: 16/3, 18/4, 23/5, 6/7, 5/8, 14/9,19/10, 22/11, 21/12, 19/1 y 8/2, implicandoun intervalo promedio de 32 días entredefoliaciones. La frecuencia de cortes apli-cada fue alta, siendo consecuencia de lasbuenas condiciones de ambiente que esti-mularon el crecimiento.
La producción total anual de forraje de lasmezclas, el aporte de gramíneas, de legu-minosas y la contribución porcentual de és-tas se observan en los cuadros siguientes.
Teóricamente, la producción de forraje enel segundo año de las pasturas es esperableque registre los valores máximos, el prome-dio de todas las opciones fue de11.592 kg MS/ha, en tanto la media de lasalternativas más productivas (resaltadas encolor azul) fue de 17.532 kg MS/ha, valorsuperior en un 51% a la media general (cua-dro 20). Este dato resalta la importancia quetiene la asociación adecuada entre las es-pecies con el objetivo de maximizar rendi-mientos anuales, poniendo de manifiestoademás que hacer mezclas productivas noradica en mezclar simplemente semillas dedistintas especies. Adicionalmente la mag-nitud de estas diferencias justifica la nece-sidad agronómica que existía en el país enejecutar experimentos sobre este tema, don-de todas las alternativas fueran estrictamen-te comparables en el espacio, tiempo, ma-nejo, etc. Esta información posibilita a losasesores tomar decisiones racionales cien-tíficamente a nivel de empresas, sin sesgossubjetivos. Además muestra que en situa-ciones de siembra directa, ejecutada con lamaquinaria utilizada normalmente por los pro-ductores es factible registrar rendimientosanuales con algunas alternativas del ordende las 17 ton MS/ha/año, valor que superaampliamente otros resultados reportadossobre el tema en el país.
Durante el segundo año, se verifican al-gunos cambios radicales en determinadasasociaciones, destacándose la desaparición
del raigrás 284 y TI de las mezclas que inte-graban, razón por la cual éstas pasaron aestar constituidas sólo por leguminosas enlas mezclas binarias o por una mezcla deleguminosas en las que incluían más de una(cuadro 20). Interesa resaltar que en algu-nas mezclas se verificó presencia de raigrás,especialmente 284, pero arbitrariamente seasumió como criterio que las especies queaportaban 100 kg MS/ha o menos por corte,no se tomaban en cuenta. Con el manejo dela frecuencia de cortes aplicada en este ex-perimento, los dos materiales de raigrás nosemillaron. La única especie que logró pro-ducir semilla parcialmente, a pesar de la fre-cuencia de cortes aplicada, fue Ce.
En términos globales se verificó que enpromedio las seis opciones de gramíneasmás las leguminosas puras presentaron re-gistros similares de producción de forraje en elsegundo año, con un máximo para las mezclasque integraron Ce, con 12.621 kg MS/ha y unmínimo para las de FA que produjeron 10.653 kgMS/ha (cuadro 20).
Obviamente, dentro de cada familia demezclas (columnas), se verifican diferenciasproductivas muy importantes, aspecto quejerarquiza la importancia individual de las es-pecies que componen las mezclas y deja enun plano secundario el concepto que las mez-clas de determinada gramínea sean mejo-res que las de otra.
Comparando la producción total de las le-guminosas puras, compuestas por una es-pecie, primeras 6 filas de la columna 1, conlas producciones de cada una de las espe-cies de leguminosa que quedaron en las mez-clas con raigrás 284 o TI, primeras 6 filasde las columnas 2 y 3, se verifica que laproducción de LC en mezcla con 284 o TIfue inferior (P<0.05) al equivalente de la le-guminosa sembrada pura. Esto indica quepara las restantes leguminosas, el hecho deasociarlas a raigrás no deprimió el potencialde crecimiento posterior, una vez que estaespecie desaparece de las mezclas. Se re-salta este aspecto porque es frecuente quemezclas de leguminosas con raigrás de ci-clo largo tipo TI, muestren una vez desapa-recido el raigrás disminuciones importantesen la capacidad de crecimiento, consecuen-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 21. Cuadro 21. Cuadro 21. Cuadro 21. Cuadro 21. Producción de forraje de Leguminosas (ton MS/ha)en el segundo año sembradas puras y en mezclasbinarias.
Verde: leguminosa pura. Entre paréntesis se indican losaportes decada especie en %, correspondiendo el primer número a la especie dela fila, el segundo a la columna.
cia de la competencia que dicho tipo de rai-grás ejerce en la primavera. Este fenómenopuede ser especialmente grave cuando enverano se registran períodos estresantes,secos, pudiendo desaparecer las legumino-sas.
En este experimento, la siembra de lasgramíneas en líneas a 38 cm y utilizandosolamente 15 kg/ha como densidad de siem-bra de raigrás, posibilitó manejar la compe-tencia que estas gramíneas anuales ejercensobre las leguminosas que, salvo TR, tie-nen una capacidad de competencia inicialmuy inferior. Posteriormente en otro trabajode esta publicación se retomará este tema.La siembra de materiales de raigrás de ciclolargo, con densidades de 20 o más kilos/ha,puede originar por interferencia, deteriorosimportantes de las leguminosas acompañan-tes, que se extienden por el resto de la vidaútil de las pasturas.
En producción total se destaca netamen-te por sobre las restantes gramíneas lasasociaciones con Ce, que registró siete aso-ciaciones con rendimientos destacados delas 17 mezclas en que interviene.
Cuando se analizan los aportes a lasmezclas de las gramíneas (cuadro 20) sevisualiza claramente a Ce como la más pro-ductiva en el segundo año, seguida con ren-dimientos inferiores por D. En todas las aso-ciaciones F aportó significativamente menosforraje (P<0.05) que D y FA fue la gramíneacon menores contribuciones.
Entre las leguminosas, TR y las mezclasde este con TB, LC, o AA, fue la especieque determinó los rendimientos localizadosentre el máximo y 80% del máximo. Estehecho fue especialmente evidente en las si-tuaciones donde el TR podía expresar más
libremente su capacidad de producción, esdecir las asociaciones donde otras especiesejercían menor competencia, sean las legu-minosas sembradas puras desde el inicio, olas leguminosas puras que quedaron al des-aparecer el raigrás.
Nuevamente en el segundo año se corro-bora la ventaja productiva que se logra cuan-do al TR se lo mezcla con TB o LC y al TBcon TR, AA o LC.
Ya en la producción del segundo año, elmezclar AA con otras leguminosas no gene-ró ventajas evidentes, puesto que disminu-ye el aporte de alfalfa, sustituido por el de laespecie acompañante (cuadro 21). Sin em-bargo, cuando se enfoca la producciónestacional, la adición de AA a TB modificasustancialmente los aportes estacionales deotoño y verano, mientras que en las mez-clas con TR o LC, la AA tiene un rol produc-tivo muy importante en situaciones de se-quía, puesto que TR y LC son especiessustancialmente más sensibles.
En la producción de forraje del segundoaño en las asociaciones que incluyengramíneas bianuales o perennes, se corro-bora que el rendimiento total de las mezclasestá explicado mayoritariamente por los apor-tes de las leguminosas, que se ubicaron en-tre un mínimo de 65% y un máximo de 94%.Dentro de las gramíneas, Ce fue la que ejer-ció más competencia, mayores aportes ypor tanto deprimió las producciones de lasleguminosas, siendo FA la gramínea peren-ne menos productiva.
Los aportes de forraje en cada una de lasopciones estudiadas realizados por cadaespecie integrante de la asociación para eltotal del segundo año se informan en el lite-ral e.
TR TB L AA TR 12,8 15,0 (75+25) 16,4 (85+15) 12,2 (59+41) TB - 7,5 10,7 (52+48) 11,4 (40+60) LC - - 11,0 11,9 (33+67) AA - - - 11,5
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 1.F igura 1.F igura 1.F igura 1.F igura 1. Vista general del experi-mento, 30/6/05, segundoaño, donde se observa la do-minancia de las legumino-sas.
c. Tercer año
El tercer año comprendió un período quese inició con el rebrote correspondiente alcorte del 8/2 y finalizó el 7/2, abarcando 364días en que se aplicó una frecuencia dedefoliación de cortes cada 40 días. Estosse realizaron en las fechas siguientes: 13/3,17/4, 12/6, 31/7, 11/9, 17/10, 20/11, 26/12 y7/2.
Desde el punto de vista de las condicio-nes de ambiente, la media general de pro-ducción total de todas las opciones cuantifi-cadas fue de 10.351 kg MS/ha en tanto queel promedio para las asociaciones con ren-dimientos entre el máximo y 90% del mismofue de 15.222 kg MS/ha. Ambos valores seubicaron en 11 y 15% respectivamente, pordebajo de los registrados en el segundo año.
En el tercer año en abril y mayo se regis-traron 23 y 15 mm de precipitaciones, he-cho que determinó disminuciones importan-tes en las tasas de crecimiento alargando elperíodo entre cortes durante dicha etapa, del17/4 al 12/6.
La producción total del tercer año paratodas las alternativas forrajeras estudiadasse muestran en el cuadro 22. En media lasleguminosas puras registraron el mayor ren-dimiento (última fila de la primera columna,cuadro 22), en tanto los restantes rendimien-tos medios de las opciones con gramíneasanuales, a partir del segundo año inexisten-tes, las bianuales y perennes presentaronvalores relativamente semejantes entreellos.
En el tercer año, se verifican algunoscambios importantes referentes a la capaci-dad de producción de especies y mezclas.Cuando se consideran las leguminosas pu-ras, AA fue la que registró el mayor (P<0.05)rendimiento y además superó (P<0.05) a to-das las mezclas binarias (gramínea + unaleguminosa) y a las leguminosas puras quequedaron en las mezclas que inicialmentecontenían raigrás 284 o TI (cuadro 22). Den-tro de las leguminosas sembradas puras, laotra especie que sigue en nivel de rendimien-to a la AA es LC, por tanto, las dos legumi-nosas de mayor persistencia, AA y LC, enel tercer año reflejan este atributo potencian-do el rendimiento anual.
Cuando se consideran dentro de las le-guminosas puras las asociaciones integra-das por dos leguminosas, se verifica queaquellas que tienen LC y/o AA fueron las queregistraron rendimientos superiores.
Mientras que en el segundo año, TR fuela leguminosa que con su presencia deter-minaba los mayores rendimientos, en el ter-cer año es sustituido por AA y/o LC. En lasasociaciones de tres o cuatro leguminosaspuras, donde AA y LC integran simultánea-mente la mezcla, determinan los mayoresregistros productivos (primera columna, ren-dimientos en azul).
En las asociaciones que quedaron inte-gradas por leguminosas puras, provenientesinicialmente de mezclas con raigrás, tam-bién se destacan por sus mayores rendi-mientos aquellas que incluyen AA y/o LC en
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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su composición. Dentro de estás, las quealcanzan los rendimientos superiores (enazul) integran inexorablemente AA. Con Celas mezclas destacadas también integrabanAA (color rojo) y la de rendimiento máximo (co-lor azul) contenía AA y LC simultáneamente.
Las mezclas con gramíneas perennes noregistraron ningún rendimiento que se ubi-cara por encima del 80% del máximo. Sinembargo también en éstas la presencia deLC y especialmente AA, aumentan los re-gistros productivos y cuando ambas legumi-nosas integran la mezcla, como en las com-plejas, números 16 y 17, se verifican rendi-mientos localizados entre los superiores den-tro de las producciones correspondientes aestas mezclas con gramíneas perennes.
La frecuencia de registros de rendimien-tos entre el máximo y 80% del mismo du-rante el tercer año se concentró en mezclascompuestas por tres, cuatro y cinco espe-cies, con predominio neto de leguminosas ysin gramíneas perennes. Este hecho demues-tra que el concepto académico de uso demezclas simples integradas por dos espe-cies como estrategia más productiva que lasmezclas complejas de tres y cuatro espe-cies debe ser revisado. El cúmulo de aso-ciaciones evaluadas en este trabajo, de-muestra que las mezclas constituidas portres, cuatro y cinco especies producen másforraje y la respuesta animal en primera ins-tancia con este tipo de especies dependeprimariamente de la cantidad de forraje.
Los aportes de las gramíneas al rendi-miento total de las mezclas, también pre-sentaron diferencias comparativamente conla performance del segundo año (cuadro 22).
Durante el tercer año disminuye drásti-camente el aporte de Ce al rendimiento totalde las mezclas, comparativamente con loocurrido en el segundo año, en tanto D sedestacó como la gramínea que realizó lasmayores contribuciones, realizando aportessignificativamente superiores (P<0.05) en 16de las 17 opciones forrajeras de combina-ción de leguminosas estudiadas.
Interesa aclarar que en el tercer año seprodujo un ataque importante de isoca (lar-va de Diloboderus abderus (Sturm), siendoF la gramínea preferenciada, en tanto que
en las restantes la magnitud del problemafue muy inferior, especialmente en D. Se des-conoce la repercusión de esta plaga en tér-minos de afectación del rendimiento de F.
En el tercer año nuevamente las legumi-nosas dominan y explican mayoritariamenteel rendimiento total anual de las mezclas.Con Ce, F y FA, los contenidos de legumi-nosas en las mezclas fluctuaron entre 72 y93%, en tanto con D, la gramínea de mayoraporte durante el tercer año, por efectos decompetencia deprimió los contenidos de le-guminosas ubicándolos en valores entre 58y 80%. Sin embargo, a pesar de disminuirlos aportes de las leguminosas, también si-guen siendo la fracción más importante entérminos productivos.
En el tercer año ocurren variaciones im-portantes respecto a la importancia relativaque tienen las especies de leguminosas, entérminos de capacidad productiva y su re-percusión directa sobre los rendimientosanuales de forraje de las mezclas.
Con leguminosas puras, AA fue la másproductiva (P<0.05) en el tercer año, supe-rando (P<0.05) a todas las mezclas binariasen rendimiento y a las leguminosas purasque quedaron en las mezclas que inicialmen-te contenían raigrás (cuadro 22). LC es laotra leguminosa que sigue en productividada AA, posicionado en un nivel productivo in-ferior (P<0.05) a esta. Resulta lógico quedentro de las leguminosas sembradas pu-ras, las especies de mayor persistencia, AAy LC, reflejen este carácter en los rendi-mientos de materia seca al tercer año.
En mezclas sin gramíneas, compuestaspor dos leguminosas, cuando interviene AAo LC determinan rendimientos destacados enlas asociaciones (datos en rojo o azul, cua-dro 22) superando a TR que fue la legumino-sa más productiva en el primer y segundoaño. Sin embargo en el tercero, disminuyensus aportes porque un porcentaje de las plan-tas mueren y parte de las que persisten tie-nen su sistema vascular afectado porFusarium sp, enfermedad que disminuye lacapacidad de producción de TR, tanto más,cuanto más seco sea el ambiente. Si bien elmenor número de plantas se compensa par-cialmente por mayor crecimiento de cada
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 23. Cuadro 23. Cuadro 23. Cuadro 23. Cuadro 23. Producción de forraje de Leguminosas(ton MS/ha) en el tercer año sembradas pu-ras y en mezclas binarias.
TR TB L AA TR 6,7 10,7 (38+62) 13,7 (37+63) 13,6(27+73) TB - 8,9 13,9 (44+56) 12,9 (29+71) L - - 10,7 14,2 (23+77)
AA - - - 13,0 Verde: leguminosa pura. Entre paréntesis se indican los aportes decada especie en %, correspondiendo el primernúmero a la especie de lafila, el segundo a la columna.
individuo que persiste, la pérdida parcial depoblación determina un balance donde final-mente LC y AA superan a TR en produc-ción.
En mezclas complejas sin gramíneas quetienen AA y LC en su constitución, tambiénsobresalen por registrar rendimientos supe-riores, mezclas 16 y 17, primera columna,rendimientos en azul.
En las asociaciones presentando legumi-nosas puras, inicialmente sembradas con rai-grás, también se destacan por sus mayoresrendimientos aquellas que incluyen AA y/oLC. Dentro de éstas, las que alcanzan losrendimientos superiores (en azul) integranAA.
Las mezclas con Ce que registraron altercer año rendimientos superiores a los10.000 kg MS/ha tenían AA y/o LC en sucomposición.
Las asociaciones con gramíneas peren-nes no presentaron ningún rendimiento quese ubicara por encima del 80% del máximo.Sin embargo, también en estas asociacio-nes la presencia de LC y especialmente AA,aumentan los registros productivos y cuan-do ambas leguminosas integran la mezcla,como en las complejas, números 16 y 17,se verifican rendimientos localizados entrelos superiores dentro de asociaciones congramíneas perennes.
Las asociaciones con D, la gramínea pe-renne de mayor aporte en el tercer año, encontrapartida, determinó menores aportespor parte de las leguminosas, comparativa-mente con F.
Agronómicamente debe resaltarse que entodas las asociaciones que incluyeron mez-clas de dos o más leguminosas, en la medi-
da que dentro de cada una de éstas (compa-ración dentro de la misma fila) se incluyó Ceo una gramínea perenne, los rendimientosde las leguminosas al tercer año disminuye-ron significativamente (P<0.05). Estas mer-mas en la capacidad de producción de lasleguminosas, excluyendo Ce y consideran-do sólo las gramíneas perennes, se trasla-dó al rendimiento total de las mezclas, dis-minuyéndolo P<0.05 (comparaciones dentrode cada fila, cuadro 22).
En el cuadro 23 se informan para el ter-cer año los rendimientos de las legumino-sas puras y sus mezclas binarias.
En el mismo se verifica que para legumi-nosas puras (diagonal en verde) la capaci-dad de producción de TR en el tercer añodisminuyó un 48 % comparativamente conel segundo año (cuadros 21 y 23). En tantoTB y LC presentaron rendimientos similaresentre el segundo y tercer año, mientras queAA aumentó un 13% los rendimientos del ter-cer año comparativamente con el segundo.
Otra variación agronómicamente impor-tante en el comportamiento de las legumi-nosas, radica en las variaciones que se ori-ginan en la fuerza de competencia de lasespecies en relación a su edad. Cuando seanaliza la composición botánica de las mez-clas binarias, las proporciones de TR en lacomposición de las mezclas disminuyen conrelación a TB, LC o AA. TR de ser la espe-cie competitivamente dominante en las aso-ciaciones en el segundo año pasa a ser laespecie deprimida en el tercero. Tal comoya se comentó, las pérdidas de individuos ylas enfermedades vasculares, deprimen sufuerza de competencia.
TB pierde algo de su capacidad de com-petencia con LC, pero ambas especies man-
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tienen un equilibrio relativo entre ellas al ter-cer año. En tanto AA, especie de mayor po-tencial de crecimiento que LC, dominanetamente al TB en la mezcla, sucediendoun hecho similar con LC.
La supremacía de AA en mezcla sobreTR, o TB o LC, en el tercer año se explicaprincipalmente por su muy rápida velocidadde rebrote luego de cada corte, aventajandonotoriamente a cualquiera de las otras legu-minosas, incluyendo al TB. El TB tiene elatributo de presentar folíolos planófilos y«teóricamente» debería aventajar a la alfal-fa en la velocidad de rebrote, al extremo quemuchos especialistas consideran que am-bas especies son incompatibles en su ma-nejo. Sin embargo, la capacidad de compe-tencia de una especie depende de muchosfactores y no se puede ingresar en un es-quema simplista de atribuir el éxito o fraca-so a uno o dos atributos. La característicaque le otorga a alfalfa una mayor capacidadde competencia a partir del segundo vera-no, no se manifiesta en las primeras etapasluego de la siembra. Durante el estableci-miento una competencia excesiva principal-mente de TR o TB puede determinar mer-mas importantes en los porcentajes de im-plantación de AA. En situaciones de mal dre-naje, como puede ser siembras en suelosplanos, la AA se afecta fisiológicamente engran medida por disminución interna de dis-ponibilidad de oxígeno, disminuyendo exce-sivamente su capacidad de competencia ini-cial y los efectos de la interferencia por TRo TB, se maximizan. Del segundo año enadelante el tamaño de la corona, el númerode yemas y la capacidad de almacenaje dereservas de AA determinan mayores veloci-dades de rebrote pos corte que cualquierade las restantes leguminosas. En AA a estaedad, la tasa de rebrote no depende de laluz incidente, sino de las reservas y la con-junción de sustancias de crecimiento queactivan y potencian dichos rebrotes.
Los altos rendimientos registrados pormuchas asociaciones de especies que al-gunos consideran de manejo incompatible,constituyen argumentos científicos irrefuta-bles, que deben hacer rever conceptualmen-te los criterios a tener en cuenta para mez-clar especies.
Los aportes de materia seca en cada unade las opciones estudiadas realizados porcada especie integrante de la asociación parael total del tercer año se reportan en el lite-ral e.
d. Cuarto año
El cuarto año comprendió un período de375 días que abarcó desde el primer rebrotea partir del corte del 7/2, hasta el último cor-te realizado el 18/2. Durante el mismo serealizaron los siguientes cortes: 19/3, 19/4,1/8, 25/9, 5/11, 2/1 y 18/2. Este año presen-tó como atributo extremo, muy por arriba delo normalmente esperado, un alto número deheladas registradas en abril-mayo-junio y ju-lio, con un total de 61. Esto explica que en-tre el 19/4 y 1/8 no se haya realizado ningúncorte de evaluación, aunque se defoliabacada 30-35 días, simplemente para simularlo que ocurre en la realidad toda vez que elcrecimiento disminuye, la frecuencia de pas-toreo normalmente en los predios aumenta.Puesto que durante este período, los rendi-mientos por corte eran menores a100 kg MS/ha, arbitrariamente se definió noconsiderarlos. Adicionalmente, durante elcuarto año se registraron, además, dos pe-ríodos con bajas precipitaciones, junio másjulio con 48 mm y noviembre más diciem-bre con solamente 42 mm acumulados. Nue-vamente, entre mitad de enero y febrero ocu-rrió otro período seco con 40 mm de precipi-taciones. La conjunción de un período fríomuy prolongado, más varias etapas con dé-ficit hídrico, sumado a pasturas de cuatroaños, determinó un crecimiento anual muybajo.
Si bien desde el punto de vista climáticoy experimental, este año representa una si-tuación atípica, en la práctica resultan su-mamente importantes los datos recabadosde las distintas mezclas forrajeras, puestoque ilustran sobre los rendimientos de forra-je factibles de obtener en años realmentecríticos. Una buena interpretación de estainformación llevada al campo real debe ser-vir de guía para estimar necesidades de re-servas forrajeras para afrontar precisamen-te estos períodos críticos. Además, las op-ciones de mayor producción en este año ca-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
racterizado por limitaciones importantes delcrecimiento, indican claramente que median-te la incorporación de las mismas en las ro-taciones forrajeras se puede disminuir enforma muy importante el riesgo económicoa que las empresas pecuarias están someti-das cuando ocurren estreses climáticos dealta intensidad.
La producción total de forraje en el cuartoaño en media para todas las opcionesforrajeras se ubicó en los 2700 kg MS/ha, va-lor realmente bajo.
Las alternativas con mayores registrosproductivos correspondieron a las mezclascomplejas integradas por tres y cuatro es-pecies, indicadas en color azul (cuadro 24)con LC y/o AA en su composición, las cua-les promediaron 5.900 kg MS/ha, cantidadsuficiente para alimentar por un año una car-ga animal de 530 kg de peso vivo/ha. Lasmezclas que siguen con rendimientos de fo-rraje superiores ubicados entre 80 y 90% delmáximo, señaladas en rojo (cuadro 24) ensu mayoría también contienen LC o AA.
A partir de este tipo de información surgerealmente la importancia de incluir algunasespecies en las asociaciones, con cultivaresprobadamente destacados, que minimizanlas crisis forrajeras y por tanto constituyenun seguro dentro de las cadenas forrajeras.
Al acumularse rendimientos, la informa-ción individual de los aportes de cada espe-cie se disipa, pero interesa resaltar que AAsupera ampliamente a LC en producción du-rante estas crisis de origen ambiental.
Se presentó un comportamiento muy errá-tico, con rendimientos muy dispares entreasociaciones y caracterizados porque losmismos fueron en general bajos. Los apor-tes de Ce se originaron por la gran capaci-dad de producir semilla y facilidad dereimplantación que este material mostró apesar del régimen de cortes aplicado.
La gramínea perenne que mayor frecuen-cia de aportes superiores de forraje realizóa las mezclas fue F, aunque también conmucha variación de rendimientos entre lasdistintas opciones evaluadas. Probablementelos ataques de isoca que esta especie enparticular soportó en algunos tratamientos
justifiquen parte de esa variabilidad. En dosmezclas que incluian AA en su composiciónse destacó D por sus contribuciones y engeneral las de FA fueron las menores.
Nuevamente durante el cuarto año, tam-bién las leguminosas fueron la fracción quecontribuyó mayoritariamente a determinar elrendimiento total de las mezclas.
TR desapareció de las asociaciones, per-sistiendo TB, LC y AA. En términos produc-tivos se destacan los aportes de las mez-clas que incluyeron AA, con o sin LC y algu-nas asociaciones con TB. Cuando se anali-zan las producciones de cada leguminosasembrada pura, se destaca netamente AA(P<0.05) por su capacidad de crecimiento apesar del número de heladas y los períodossecos. En este sentido LC, especialmentecuando es de mayor edad, tercer y cuartoaño, disminuye notoriamente su capacidadde crecimiento en el período frío, pudiendoinclusive registrar rendimientos menores de100 kg MS/ha en los 90 días de invierno,característica que no ocurre en dicha mag-nitud con AA. Esta especie a pesar detipificarse como especie estival, puede re-gistrar en invierno tasas de crecimiento fre-cuentemente similar o superior a TB, espe-cie considerada invernal por excelencia. Estees otro concepto académico que deberevisarse y ajustarse a la real idad.Adicionalmente LC, cuando sus individuosson más viejos, tres y cuatro años, frecuen-temente en períodos secos muy estresantesdetiene su crecimiento y lo retoma cuandodesaparece o disminuye el estrés hídrico.Este atributo es positivo para preservar laespecie, pero detiene la capacidad de sumi-nistro de forraje para el ganado. AA con ma-yor capacidad de exploración de suelo, ge-neralmente detiene su crecimiento con ni-veles de estrés hídrico muy intensos y pro-longados.
Las opciones forrajeras que presentaronmayor frecuencia de rendimientos superio-res corresponden a las leguminosas purassembradas inicialmente con o sin raigrás.
Todas las mezclas que incluyengramíneas perennes o Ce produjeronsignificativamente menos (P<0.05) forraje(cuadro 24).
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Cuadro 25. Cuadro 25. Cuadro 25. Cuadro 25. Cuadro 25. Producción de forraje de Leguminosas (tonMS/ha) en el cuarto año sembradas puras yen mezclas binarias.
Verde: leguminosa pura. Entre paréntesis se indican los aportesde cada especie en %, correspondiendo el primer número a laespecie de la fila, el segundo a la columna.
Considerando las leguminosas puras ysus mezclas binarias (cuadro 25) se obser-va que las asociaciones que inicialmente te-nían TR, al cuarto año persistió solamentela leguminosa competitivamente deprimidapor el TR durante los años precedentes.
También se verifica en LC de cuarto añode edad su dificultad de producir en añosestresantes y la primacía productiva de AAen estas condiciones es impactante.Adicionalmente se constata la buenacomplementación de AA con TB, donde lainclusión de este eleva los rendimientos de lamezcla con respecto a la AA pura (cuadro 25).
Nuevamente la frecuencia de mayoresrendimientos se registró con mezclas de tres,cuatro y cinco especies, sin embargo deberesaltarse que más que la complejidad delas mezclas importa la complementacióntemporal de las especies que la componen.
Las gramíneas perennes mayoritariamen-te deprimieron el rendimiento de legumino-sas atributo que se trasladó en una disminu-ción en la producción total de las mezclas,evento considerado indeseable por tratarsede un año especialmente limitante del creci-miento vegetal.
Los resultados obtenidos en este traba-jo, para situaciones sin gramilla y en rota-ciones a cuatro o cinco años de duración,cuestionan los beneficios de la inclusión degramíneas bianuales o perennes en las mez-clas, puesto que los argumentos de mayorproducción no son válidos, así como tampo-co la disminución en la variabilidad de rendi-mientos (información no reportada). Lapredominancia de las leguminosas durantelos cuatro años también atenúa el argumen-to de uso de gramíneas para control demeteorismo.
En rotaciones cortas ya se relataron lasventajas de la inclusión de raigrás o Ce, peroademás no debe desconocerse que en pre-sencia de gramilla, la inclusión de gramíneasperennes pasa a ser un aspecto relevante.
Con relación al cuarto año se realizanlos comentarios siguientes:
• Se caracterizó ambientalmente por ex-ceso de heladas y varios períodos se-cos, que limitaron en forma muy impor-tante el crecimiento vegetal.
• Los rendimientos de las mezclas fue-ron en promedio determinados en un 85%por la fracción leguminosa, por tanto lasgramíneas tuvieron una importancia pro-ductiva secundaria.
• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores, ocurrió con las mezclas in-tegradas por dos, tres y cuatro legumi-nosas que en su origen fueron sembra-das puras, o con raigrás, o con Ce.
• La interferencia que ejercieron las gra-míneas perennes determinaron mayori-tariamente en el cuarto año, depresio-nes en el rendimiento de las legumino-sas acompañantes sin que las gramí-neas compensaran dicha disminuciónproductiva, por tanto, la producción to-tal de las mezclas fue significativamen-te menor.
• Existieron pocas excepciones, solamen-te cuatro mezclas con gramíneas peren-nes que alcanzaron rendimientos entre80 y 90% del máximo, estas asociacio-nes integraban AA en su composición.
• Las especies que realmente aportarondurante el cuarto año fueron AA, LC yTB, este último a pesar de ser un cuar-
TR TB L AA TR 0,0 2,3 (0+100) 2,2 (0+100) 3,8(0+100) TB - 3,0 3,3(52+48) 5,2 (32+68) L - - 1,4 4,4 (30+70)
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
to año y además complicado climática-mente, realizó aportes interesantes.
• A pesar de las limitaciones climáticas,las producciones de algunas mezclasfueron suficientes para alimentar 660 kgde peso vivo/ha/año, AA se destacacomo integrante de éstas.
• Mezclas sin riesgo de meteorismo, enbase a LC con o sin gramínea acompa-ñante presentaron rendimientos dentrodel estrato inferior, corroborando que LCen edades avanzadas, tres y cuatroaños, disminuye en forma importante sucrecimiento durante períodos con estrésabiótico, sea bajas temperaturas o bajadisponibilidad de agua.
• Ninguna opción compuesta por una le-guminosa se destacó por presentar ren-dimientos superiores; cuando se mez-clan por lo menos dos leguminosas, co-mienzan a registrarse altos niveles deproducción.
• La información es consistente y permi-te sugerir que el uso de AA posibilita elmantenimiento de tasas aceptables deproducción a través del año, a pesar delos estreses climáticos de alta intensi-dad, determinando disminuciones impor-tantes del riesgo económico originadopor carencia de forraje.
• En suelos no aptos para AA, la especiea considerar es LC, especialmentecultivares seleccionados por sanidadradicular, teniendo presente que con in-tensidades de estrés mayores detienesu crecimiento, razón por la cual, conesta leguminosa se requiere disponer deotras reservas alimenticias, especial-mente si son de edad avanzada, tres omás años.
e. Composición botánica anual porespecie integrante de cadaasociación
Los aportes de forraje en cada una de lasopciones realizados por cada especie inte-grante de la asociación para el total de cadaaño se informan en términos de contribuciónporcentual (cuadros 26 a 29).
Esta información es una medida de la evo-lución de la persistencia de cada especie através de los años cuantificada por la pro-ducción de forraje.
Considerando que el primer año involucróprimavera más verano se verifica que en lasmezclas simples, una gramínea más una le-guminosa, en todas las situaciones predo-minaron netamente los aportes de las legu-minosas. En TR y TB en las situaciones quese aumentó la densidad de siembra, la res-puesta implica elevar la contribución de laleguminosa y deprimir los aportes del otrointegrante de la asociación (cuadro 26).
Las mezclas compuestas por dos legu-minosas, con o sin gramínea acompañante,siempre que integraron TR, esta fue la es-pecie dominante. En las asociaciones de dosleguminosas, LC dominó a TB y AA, en tan-to AA predominó sobre TB especialmentecuando este fue sembrado a baja densidad.
En las asociaciones de dos leguminosasmás una gramínea, la contribución individualde cada especie disminuye con el aumentodel número de las mismas, sin embargo lasdepresiones variaron con la fuerza de com-petencia de cada especie.
Dentro de las gramíneas, Ce fue la demayor aporte (cuadro 26) y entre las legumi-nosas, TR predominó sobre las restantesdebido a su mayor fuerza de competencia,capacidad de crecimiento, actuando TB, LCy AA como los componentes deprimidos. Enlas mezclas con TB asociado a LC o AA, elTB actuó como componente deprimido, mien-tras que en la integración AA más LC, esteúltimo produjo mayor aporte que AA en elprimer año.
En las asociaciones de tres, cuatro y cin-co especies se verifican relaciones de com-petencia entre leguminosas y gramíneas si-milares a las descriptas en mezclas de dosy tres especies, sin embargo en estas mez-clas más complejas en general las especiesmás deprimidas fueron LC y AA (cuadro 26).
En el segundo año (cuadro 27) desapare-cen las gramíneas anuales, 284 y TI, se si-gue manteniendo el dominio productivo delos aportes de las leguminosas y en generalse mantienen las relaciones de competen-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
cia entre los distintos integrantes de cadaasociación de forma similar a lo descrito parael primer año, aunque comienzan a manifes-tarse algunas variaciones en las relacionesde competencia interespecíficas.
En el transcurso del segundo año,específicamente a partir del primer verano,comienza a verificarse que las especies demayor potencial de crecimiento estival, LCy AA, aumentan sus aportes de forraje alrendimiento total de las mezclas. Las aso-ciaciones con TB y LC muestran aportes decada una de las leguminosas relativamentesimilares, es decir, TB aumenta su partici-pación casi equiparando a LC, aspecto quedifiere de la dominancia de LC sobre TB co-mentada en el primer año.
AA aportó más que LC en las mezclasintegradas por ambas leguminosas, ocurrien-do en las más complejas que LC en generalpasa a ser el componente más deprimido deestas asociaciones.
En el tercer año Ce sigue aportando a lasmezclas y dentro de las gramíneas peren-nes se destaca D, aunque siempre lasgramíneas siguen siendo el componente de-primido de las mezclas, con aportes produc-tivos relativamente bajos (cuadro 28).
Entre las leguminosas el principal cam-bio que se registró consistió en la disminu-ción de la capacidad de competencia de TR,que en las mezclas con otras leguminosasacompañantes, éstas en general superaronal TR en sus aportes al rendimiento total delas mismas (cuadro 28). En varias mezclasTB disminuye sus aportes comparativamen-te con las otras leguminosas integrantes delas asociaciones, mientras que AA y LC si-guen manteniendo su preponderancia.
En las opciones que inicialmente fueronsembradas con raigrás presentaron ambasleguminosas, AA y LC, aportes similares, entanto cuando intervienen gramíneasbianuales o perennes, AA en general predo-mina sobre LC y/o TB. En las mezclas decuatro y cinco especies LC mejoró sus apor-tes con relación al segundo año, debido pro-bablemente a la disminución de la presiónde competencia de TB y TR en el tercer añode vida.
En el cuarto año (cuadro 29) en algunasasociaciones aparece TB y LC consideradoscomo malezas por no haber sido sembradosinicialmente. En este año TR desaparece delas mezclas exceptuando las asociacionesmás complejas, integradas por cinco espe-cies con F o FA donde aún realizó aportes.
La presencia de Ce se explica por sucapacidad de producir semilla pese al ma-nejo de defoliación impuesto y por la facili-dad de reimplantación que presenta.
Las gramíneas perennes, especialmen-te en las mezclas simples aumentaron suparticipación productiva probablemente de-bido a que por edad las leguminosas (TB,LC y AA) disminuyen su capacidad de creci-miento y competencia. A pesar de tratarsede un cuarto año TB realizó aportes muyimportantes.
AA y LC siguen manteniendo su impor-tancia productiva debido a que se trata delas leguminosas más persistentes y en ge-neral AA superó en sus contribuciones aun-que no en todas las situaciones a LC cuan-do están asociadas a gramíneas perennes.
Llama la atención la buena performancede TB en un cuarto año, atributo que se de-fine como un suceso que se registra con bajafrecuencia. Evidentemente, TB en los añosprevios logró semillar y reimplantarse pre-maturamente, de ahí su presencia en el cuar-to año. Lo esperable en mezclas forrajerascon TB, que si existe un banco de semillasen el suelo, éste comience a reimplantarsea partir del quinto año, siendo el cuarto año,caracterizado normalmente por muy baja pre-sencia de esta especie. Este suceso se atri-buye a efectos alelopáticos generados porla propia especie (autotoxicidad), que estánpresentes en un cuarto año y se diluyen delquinto en adelante.
f. Persistencia en el quinto año devida
Se optó por tratar de forma independien-te el quinto año de vida de las distintas op-ciones forrajeras porque las condiciones deambiente, en especial una sequía muy pro-longada e intensa, afectó muy seriamentela producción y persistencia de las distintas
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
especies. Debe considerarse además que elcuarto año también fue muy poco propiciopara el crecimiento vegetal. Las condicio-nes de ambiente mostradas en el cuadro 2,dan una idea de las limitaciones que existie-ron en el cuarto y quinto año, en contraposi-ción con el primero y segundo, que fueronmuy favorables. Sin embargo, el comporta-miento productivo de las forrajeras en perío-dos realmente limitantes para el crecimien-to vegetal, son excelentes para planificar ro-taciones forrajeras de menor riesgo produc-tivo, utilizando las especies y cultivares másseguros.
Entre las gramíneas, en el quinto año nohubo presencia de raigrás, la Ce originadapor resiembra estaba presente en algunasmezclas aunque con presencia baja, menosdel 10% de área cubierta y con mucha hete-rogeneidad entre las distintas asociaciones.Dentro de las gramíneas perennes, la quepresentó mayor área cubierta fue D, con re-gistros superiores al 50% de área cubiertaen las distintas combinaciones de legumi-nosas, en tanto que F y FA no alcanzaronvalores de área cubierta superiores al 20%.Cabe destacar que FA y F fueron dosgramíneas muy afectadas por un ataque im-portante de isoca, especialmente F, proble-ma que deprimió la presencia de las mis-mas. En D no se detectaron problemas ma-yores de esta plaga.
Con respecto a leguminosas, TR no es-taba presente en el quinto año, TB presentóáreas cubiertas entre 20 y 40%, predominan-do los valores superiores en las siembrasde mayor densidad y en las asociacionesmás complejas compuestas de tres a cincoespecies. LC durante el quinto año disminu-yó su población presentando áreas cubier-tas en torno a 20% y AA fue la especie conmayor presencia en el quinto año, con valo-res de área cubierta entre 30 y 60%, realizan-do muy buenos aportes productivos a pesarde las malas condiciones de ambiente.
En el sexto año, extremadamente secosolamente había presencia de AA, F, D yFA, entre éstas, solamente AA logró produ-cir forraje. En el capítulo VIII de esta publica-ción se presentará información al respecto.
Producción estacional de forraje
El conocimiento de la producciónestacional de forraje tiene importancia prác-tica a los efectos de administrar la oferta depasturas a lo largo del año. En este sentidointeresan las alternativas que durante lasestaciones de menor crecimiento, inviernopor bajas temperaturas y verano - otoño porestar muy condicionada la capacidad de pro-ducción a la disponibilidad de agua en elsuelo, es decir etapas de alto riesgo, pre-senten registros productivos superiores. Elobjetivo consiste en disminuir el desbalanceentre la producción de primavera y dichosperíodos de menor o probable menor produc-ción. Las alternativas que posibilitan obte-ner una mayor uniformidad de oferta a tra-vés de las diferentes estaciones del año,permiten simplificar el manejo de la cargaanimal en los predios, así como disminuirlos requerimientos de suministro de reser-vas forrajeras, en general de costos muy su-periores al pastoreo directo de praderas.
Con el objetivo de simplificar la informa-ción, la producción estacional se agruparáen función de rotaciones cortas y más lar-gas, es decir, la producción acumulada enlas estaciones correspondientes a los dosprimeros años y a los dos últimos, así comoel total de cuatro años. Puesto que el cuartoaño fue extremadamente crítico desde elpunto de vista del crecimiento vegetal, esfrecuente que la producción del tercer añoaumente escasamente cuando se le sumael cuarto.
a. Producción de primavera
Las primaveras del primer más el segun-do año comprendieron 171 días en total. Lasproducciones acumuladas por las opcionesde rendimientos entre el máximo y 90% delmismo sumaron 11.660 kg MS/ha, valor queimplica una tasa de crecimiento diaria delorden de 68,1 kg MS/ha, en tanto las aso-ciaciones que rindieron entre 89,9 y 80% delmáximo registraron en promedio 10.463 kgMS/ha, cantidad que implica una tasa de cre-cimiento diaria de 61,2 kg MS/ha (cuadro 30).
44
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 10103 9128 10133 10636 10616 9807 10573 10149 2 TR 12 10116 10475 9777 11976 11371 11275 11446 11053 3 TB 1 5970 6106 6241 6459 6552 6543 6324 6371 4 TB 4 7269 6155 7380 9686 7879 9138 7710 7991 5 LC 12 7978 6345 6150 9290 7033 8492 7605 7486 6 AA 12 5764 5514 5514 7005 4763 4723 5328 5474 7 TR 12 + TB 2 11309 10911 11513 12315 11085 9993 10496 11052 8 TR 8 + LC 10 11962 12009 11563 12381 11233 10420 10339 11324 9 TR 6 + AA 12 9315 9931 10594 10451 9777 8737 9020 9752
10 TB 1 + LC 8 8196 8525 8532 9412 7463 7783 8551 8378 11 TB 2 + LC 12 8727 8928 8437 9643 8637 8132 9335 8852 12 TB 1 + AA 10 8187 9538 8506 8529 7585 6401 6987 7924 13 TB 2 + AA 12 8367 9112 9144 8621 8811 6833 6859 8230 14 AA 10 + LC 10 9067 8402 8772 8925 7709 7073 7458 8057 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 8850 10525 10221 11230 9857 8984 9889 10118 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 8761 7844 9395 9156 8959 7578 7908 8473 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 10862 10132 10061 10892 9806 9160 11104 10192
Medias 8871 8799 8937 9800 8773 8298 8643 8875
Todas las opciones que produjeron losrendimientos superiores presentaron comocaracterística común integrar TR en la com-posición. Considerando las asociaciones deleguminosas, las combinaciones de TR + LCy TR + TB generaron en las siete opcionesevaluadas (columnas), desde LP a FA rendi-mientos superiores (azul y rojo). La siembrade TR a 12 kg/ha (segunda fila, cuadro 30)también determinó en seis de las siete aso-ciaciones (columnas) rendimientos altos.Considerando LP y gramíneas (columnas)las asociaciones con raigrás y Ce fueron lasque registraron mayores frecuencias de ren-dimientos destacados.
Los rendimientos de forraje estuvieronexplicados mayoritariamente por las legumi-nosas, destacándose netamente entre ellasTR. En las mezclas con 284 y TI la contri-bución promedio de leguminosas fue 81 y77% respectivamente, en las de Ce 67% yen las opciones con gramíneas perennes losaportes de las leguminosas fueron en mediadel 81%.
En siembra pura AA comparativamentecon las restantes leguminosas presentó elmenor rendimiento en las primeras dos pri-
Cuadro 27.Cuadro 27.Cuadro 27.Cuadro 27.Cuadro 27. Producción de forraje (kg MS/ha) acumulada de la primera más segunda primavera.
maveras; sin embargo cuando se asocia auna o más leguminosas, los rendimientos delas mezclas con AA aumentan significativa-mente (P<0.05).
Las contribuciones promedio de lasgramíneas a las mezclas fueron de1.550 kg MS/ha para 284, 1.900 para TI,3.100 para Ce, esta fue la gramínea más pro-ductiva en las primeras dos primaveras,1.500 para F y D y 1.200 k gMS/ha para FA.La magnitud de estas contribuciones avalanel comentario que las leguminosas fueron lafracción que explicó mayoritariamente losrendimientos registrados.
La producción de forraje acumulada de latercera y cuarta primavera se muestra en elcuadro 31. Referente a la composición botá-nica, TR prácticamente desapareció de lasmezclas en el cuarto año y Ce, que persis-tió por resiembra, disminuyó sus aportes.En el tercer año TR mantuvo buena capaci-dad de producción hasta fines de primave-ra, al ingresar al verano un porcentaje im-portante de individuos murió y en otoño delcuarto año persistió un número insignifican-te de plantas, especialmente en las mezclascomplejas sin gramíneas.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 726.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Un aspecto relevante radica en que TB,tanto en el tercer como cuarto año presentóuna capacidad de crecimiento sumamenteinteresante. Probablemente, las produccio-nes de TB en el cuarto año se expliquen porresiembra en las parcelas que lo integrarondesde el inicio.
Generalmente en condiciones normalesde producción sobre suelos de texturas pe-sadas no es esperable que TB desarrolle unnivel de producción tan alto, como el verifi-cado en la mezcla 7 (TR 12 + TB 2) dondeen el tercer año aportaron ambas legumino-sas y en el cuarto la contribución correspon-de a TB solamente.
La contribución de las leguminosas alrendimiento total de las mezclas fue muysuperior al de las gramíneas. En el terceraño las 17 mezclas con: Ce, F, D y FA re-
Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 3663 1560 1574 3386 3514 2810 2277 2520 2 TR 12 2104 2736 2670 3307 4714 4295 4229 3658 3 TB 1 6511 4726 5945 4686 5023 3438 3696 4585 4 TB 4 6337 5784 5255 5961 4381 5149 5834 5394 5 LC 12 4758 4232 3649 4375 5036 5860 5381 4755 6 AA 12 6256 4347 4237 5395 4701 4367 4457 4584 7 TR 12 + TB 2 5974 7178 8700 5652 4875 2471 3868 5457 8 TR 8 + LC 10 5821 5041 5977 3620 2603 2981 3564 3964 9 TR 6 + AA 12 5672 3874 5303 4812 4691 5177 3264 4520
10 TB 1 + LC 8 8518 4790 7238 6275 6570 4762 5380 5835 11 TB 2 + LC 12 6580 7694 9094 5675 3260 3624 5274 5770 12 TB 1 + AA 10 7788 8668 8101 8385 6183 5192 6362 7148 13 TB 2 + AA 12 7368 7089 8053 7105 6260 4470 3602 6096 14 AA 10 + LC 10 6381 4195 5124 7687 6228 4847 3600 5280 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 6201 7030 9162 6869 4775 3899 4733 6078 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 8003 7080 7975 8183 6689 4975 5103 6667 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 8508 7833 8149 9738 7338 6314 6131 7583
Medias 6261 5521 6247 5947 5108 4390 4515 5288
Cuadro 31. Cuadro 31. Cuadro 31. Cuadro 31. Cuadro 31. Producción de forraje (kg MS/ha) acumulada de la tercera más cuarta primavera.
gistraron un aporte de leguminosas prome-dio de 75, 81, 67 y 74% respectivamente,en tanto que en el cuarto, para el mismoordenamiento, los valores fueron de 83, 67,63 y 80%, respectivamente. Las produccio-nes promedio en las 17 opciones de legumi-nosas de cada gramínea en las primeras yúltimas dos primaveras se informan en elcuadro 32, donde se verifican en general, re-gistros product ivos bajos para lasgramíneas.
Los rendimientos de raigrás 284 y TI co-rresponden a la primavera del primer año.En el segundo ambos materiales desapare-cieron.
En el tercer y cuarto año con la excep-ción ya comentada de TB, las leguminosascon mayor relevancia en las mezclas porsus niveles de producción fueron LC y AA.
N° Fracción 284 TI Ce F D FA
1 a 17 Gramíneas P1 + P2 1557 1937 3160 1673 1527 1197 1 a 17 Gramíneas P3 + P4 0 0 1130 1298 1533 1134
Cuadro 32. Cuadro 32. Cuadro 32. Cuadro 32. Cuadro 32. Producción de forraje (kg MS/ha) de cada gramínea, acumulada dela primera más segunda (P1+ P2) y tercera más cuarta (P3 + P4) pri-mavera, promedio de las 17 opciones de leguminosas
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 526.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 13766 10688 11707 14022 14130 12617 12850 12669 2 TR 12 12220 13211 12447 15283 16085 15570 15675 14712 3 TB 1 12481 10832 12186 11145 11575 9981 10020 10957 4 TB 4 13606 11939 12635 15647 12260 14287 13544 13385 5 LC 12 12736 10577 9799 13665 12069 14352 12986 12241 6 AA 12 12020 9861 9751 12400 9425 9090 9785 10052 7 TR 12 + TB 2 17283 18089 20213 17967 15960 12464 14364 16510 8 TR 8 + LC 10 17783 17050 17540 16001 13836 13401 13903 15289 9 TR 6 + AA 12 14987 13805 15897 15263 14468 13914 12284 14272
10 TB 1 + LC 8 16714 13315 15770 15687 14033 12545 13931 14214 11 TB 2 + LC 12 15307 16622 17531 15318 11897 11756 14609 14622 12 TB 1 + AA 10 15975 18206 16607 16914 13768 11593 13349 15073 13 TB 2 + AA 12 15735 16201 17197 15726 15071 11303 10461 14327 14 AA 10 + LC 10 15448 12597 13896 16612 13937 11920 11058 13337 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 15051 17555 19383 18099 14632 12883 14622 16196 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 16764 14924 17370 17339 15648 12553 13011 15141 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 19370 17965 18210 18894 16297 13892 17235 17082
Medias 15132 14320 15185 15646 13829 12595 13158 14122
Las mezclas más destacadas están in-tegradas por dos, tres y cuatro leguminosas,ya sea sembradas originalmente puras o congramíneas anuales que desaparecieron alfinal del primer año, o bianual como Ce queen el tercer y cuarto año ejerció muy pocacompetencia.
Cuando a las opciones de leguminosasde mayores rendimientos, indicadas en azuly rojo (cuadro 31) se combinan congramíneas perennes, los rendimientos de lasmezclas disminuyen significativamente(P<0.05) con relación a las asociaciones singramíneas, evidenciando un grado de inter-ferencia alto. Las depresiones mayores ori-ginadas por las gramíneas perennes ocurrenen primer lugar sobre TB, la especie másafectada, le sigue LC y la leguminosa engeneral menos deprimida por la interferen-cia de gramíneas fue AA.
En la tercer y cuarta primavera, las com-binaciones de LC o AA con TB aumentan laproducción con relación a las especies pu-ras, constituyendo asociaciones con buenacomplementación entre las especies debidoa ciclos y hábitos de crecimiento muy dife-
rentes. La inclusión de AA en mezcla conLC mejora los rendimientos comparativamen-te con LC puro, sin embargo la inversa, elagregado de LC a AA no siempre reportamayores producciones.
Comparando la producción total en lascuatro primaveras (cuadro 33) con las de laprimera más segunda como indicador de ro-taciones cortas, y la tercera más la cuartacomo guía productiva para rotaciones largas,se verifica que muchas opciones destaca-das en rotaciones cortas no se destacan enlas largas y a la inversa. Son escasas lasasociaciones con niveles de producción su-periores en ambas situaciones, rotacionescortas y largas. Precisamente, las mezclasque integran este grupo son en general lasmás complejas, constituidas por tres o cua-tro leguminosas, también en general, singramíneas perennes. Adicionalmente, lasmezclas complejas de mejor comportamien-to tienen como atributo adicional una mayorarmonía entre los registros productivos dela primera más segunda primavera en rela-ción a la tercera más la cuarta.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 1618.
Cuadro 33. Cuadro 33. Cuadro 33. Cuadro 33. Cuadro 33. Producción de forraje (kg MS/ha) acumulada de las 4 primaveras (P1 + P2 + P3 + P4).
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
b. Producción de verano
El verano es una estación cuyo poten-cial de producción está muy condicionado ala disponibilidad de agua en el suelo. Cuan-do los rendimientos de forraje en esta esta-ción son bajos, generalmente en los siste-mas de producción se sobre-pastorean laspasturas, se agrava la crisis forrajera esti-val y generalmente como repercusión a cor-to plazo, se deprime la producción del otoñoe invierno siguientes en las pasturas y a lar-go plazo la producción y persistencia de lasmezclas. Se considera que el producto ani-mal por hectárea en los sistemas de pro-ducción del país está muy relacionado conla disponibilidad forrajera en otoño e invier-no y esta se encuentra altamente condicio-nada por la producción estival de las cade-nas forrajeras y el manejo que se le aplica alas pasturas durante esta estación.
Por las razones expuestas la producciónestival y otoñal se consideran de muy altoimpacto económico en los sistemas de pro-ducción y generalmente condicionan fuerte-mente los resultados productivos de todo elaño. La falta de agua limita el crecimiento
de todos los vegetales, en tanto que con frío,muchas especies forrajeras tienen capaci-dad de crecimiento.
En los cuadros 34 y 35 se muestran lasproducciones estivales de los dos primerosy últimos veranos respectivamente. La pro-ducción estival en los dos primeros veranosestá explicada en su mayoría por la produc-ción de las leguminosas. Estas en el primerverano contribuyeron al rendimiento total enporcentajes que variaron entre 85 a 97% enlas mezclas con gramíneas (Ce, F, D y FA),registrándose el mayor porcentaje, 97% enla asociación con FA que prácticamente nocrece en verano. En el primer verano por tra-tarse de una siembra tardía, TB también rea-lizó aportes importantes, destacándose TRy LC, quedando AA en tercer lugar. En elprimer verano y otoño, normalmente AA ca-naliza su mayor porcentaje de energía a de-sarrollar raíz y corona, una vez desarrolla-dos plenamente estos órganos, invierteprioritariamente en crecimiento.
En el segundo verano las mezclas quepresentaban Ce o F tenían en promedio 80%de leguminosas, disminuyendo a 70% en las
Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 4505 4939 4812 5075 4692 4588 4608 4786 2 TR 12 5273 4474 3932 5061 4370 5165 4994 4666 3 TB 1 1336 2237 1882 2566 2164 2395 1611 2143 4 TB 4 1834 1655 1695 2766 1944 2437 1774 2045 5 LC 12 5096 5093 4901 5197 4451 4986 4370 4833 6 AA 12 5622 5404 5032 5304 4432 4936 5017 5021 7 TR 12 + TB 2 5753 4941 5149 6069 5369 4984 4730 5207 8 TR 8 + LC 10 6919 7495 5828 6192 5609 5065 5431 5937 9 TR 6 + AA 12 5330 7248 6415 6275 5303 5443 4700 5897
10 TB 1 + LC 8 3169 5073 4309 4382 3480 3513 3074 3972 11 TB 2+LC 12 4412 5875 4622 4718 3823 3911 3366 4386 12 TB 1 + AA 10 5185 6199 4684 5010 3916 4439 4225 4746 13 TB 2 + AA 12 4449 5276 4932 5048 4016 4144 3447 4477 14 AA 10 + LC 10 5559 6548 6461 6925 5614 5264 4321 5856 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 4509 6056 4767 4981 4407 4059 4180 4742 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 4775 5422 5183 5506 4585 4603 4546 4974 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 4966 5808 5207 5480 4571 4734 4884 5114
Medias 4629 5279 4695 5091 4279 4392 4075 4635
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 480.
Cuadro 34.Cuadro 34.Cuadro 34.Cuadro 34.Cuadro 34. Producción de forraje (kg MS/ha) acumulada del primer más segundo verano (V1 + V2).
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
asociaciones con D, explicado porque estagramínea presentó mayor capacidad de cre-cimiento y competencia en verano.
Entre las leguminosas, TB fue la que rea-lizó los menores aportes en el segundo ve-rano. En éste y los siguientes, AA fue laespecie más productiva, difiriendo con elprimer verano, donde TR y especialmente LCfueron las de mayor producción.
Las contribuciones de las gramíneas fue-ron muy inferiores a las de leguminosas, enel acumulado de los dos primeros veranosCe y D aportaron cada una en promedio delas 17 opciones de leguminosas 700 kg/ha,F 400 kg y FA apenas 50 kg/ha.
La mayor frecuencia de rendimientos es-tivales destacados en el acumulado del pri-mer y segundo verano se registró en mez-clas de dos leguminosas que inicialmentefueron sembradas con raigrás, algunas aso-ciaciones con Ce y una mezcla de dos legu-minosas sin gramínea (cuadro 34). Estas in-tegraban por lo menos a TR, LC y AA, espe-cies que fueron las de mayores aportes indi-viduales, siendo TB la de menor contribu-ción estival.
Dentro de las combinaciones de legumi-nosas de mayor producción en los primeros
Cuadro 35. Cuadro 35. Cuadro 35. Cuadro 35. Cuadro 35. Producción de forraje (kg MS/ha) acumulada del tercer más cuarto verano (V3 + V4).
Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 773 437 509 609 720 1965 863 2 TR 12 1101 1008 1072 1113 1225 2334 1097 3 TB 1 829 242 259 348 386 1895 357 4 TB 4 571 649 759 874 871 2452 618 5 LC 12 2587 2632 2540 2339 2495 3409 2971 6 AA 12 3614 2883 2896 2706 2459 3216 2338 7 TR 12 + TB 2 1563 904 1187 1309 1318 2642 826 8 TR 8 + LC 10 5032 3264 3078 2290 2609 3198 1993 9 TR 6 + AA 12 4202 3900 5146 4001 3938 4649 2229
10 TB 1 + LC 8 3146 1969 1814 1577 1945 2183 2231 11 TB 2 + LC 12 4620 3391 2884 1903 2627 3474 1952 12 TB 1 + AA 10 3819 3877 2966 2916 2413 3061 2425 13 TB 2 + AA 12 3328 3177 3051 2838 3013 3689 1424 14 AA 10 + LC 10 3836 3278 3338 4379 3896 3871 1538 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 2808 2853 2802 2265 2802 3654 2469 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 4153 3369 3458 3134 3792 3724 2552 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 3575 3329 3150 2526 3024 3438 2619
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 371.
dos veranos se encuentran, TR + LC segui-da por TR + AA y AA + LC, estas dos últi-mas opciones con rendimientos estivalesmuy similares entre ellas.
La asociación de TR, especie precoz,muy agresiva en competir con otras legumi-nosas por su mayor capacidad de crecimien-to inicial, con AA, leguminosa de arranquelento, se realizó bajando la densidad de siem-bra de TR de 12 a 6 kg/ha. Frecuentementeen predios con siembras de AA + TR, don-de TR se siembra entre 8 y 12 kg/ha con elobjetivo de dotar de mayor precocidad a lamezcla, puede suceder que por competen-cia inicial muy intensa de TR, muchasplántulas de alfalfa mueran durante los pri-meros períodos de crecimiento. Esto deter-mina que a mayor plazo se pierda potencialde producción de verano y otoño, consecuen-cia de muy bajas poblaciones de AA. Lodescrito previamente se agrava cuando possiembra ocurren condiciones muy húmedas,que limitan el crecimiento de AA en una di-mensión muy superior a TR.
En la producción del tercer y cuarto vera-no se verifican algunos cambios en la im-portancia relativa entre especies en las con-tribuciones al rendimiento total de las mez-clas (cuadro 35).
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Con Ce y FA, en el tercer verano los apor-tes de las leguminosas se ubicaron en 100%,las producciones de dichas gramíneas en losdos veranos fueron de 54 kg MS/ha y 0,respectivamente. Con F las leguminosascontribuyeron en un 84% y F aportó 203 kgMS. D en el acumulado estival del tercer ycuarto verano fue la gramínea de mayor apor-te, 1.033 kg MS/ha, consecuentemente de-primió por competencia los aportes de lasleguminosas a un valor promedio para las17 opciones de 57%. En el cuarto verano,caracterizado por ser muy seco, los rendi-mientos de las distintas opciones se expli-caron en un 100% por las leguminosas. En-tre éstas TR desapareció en el cuarto año,los aportes estivales de TB no superaron los200 kg MS/ha y la producción de forraje enesta estación se explicó por los aportes deLC y especialmente AA, ésta en siembrapura duplicó la producción de LC en el vera-no del cuarto año.
En el cuarto verano, las asociaciones queprodujeron entre 800 y 1.200 kg MS/ha fue-ron tres que incluían LC y 23 cuya principalleguminosa fue AA. Nuevamente se resaltala importancia de LC y especialmente AApara producir en el período crítico estival,especialmente cuando es seco y además,uniformizar en mayor grado la disparidad pro-ductiva existente entre primavera y las res-tantes estaciones.
Debe tenerse presente que el cultivar deLC utilizado fue INIA Draco, que presentauna capacidad de producción estival muysuperior en edades avanzadas de pasturas,que variedades como San Gabriel u otrasusadas en el país. La mayor capacidad pro-ductiva se explica por ser una especie mástolerante al complejo de hongos del géneroFusarium sp, atributo que le otorga mayorpersistencia, sanidad del sistema vasculary consecuentemente mayor producción es-tival, especialmente en períodos secos.
La producción acumulada del tercer ycuarto verano (cuadro 35) presentó siete op-ciones con rendimientos destacados, dondeen todas interviene LC y/o AA como inte-grantes de mezclas compuestas por dos ytres leguminosas, en cuatro situacionessembradas sin gramíneas, una inicialmentesembrada con raigrás, otra con Ce y sola-
mente una con gramínea perenne, D, queaportó solamente en el tercer verano.
Las mezclas de leguminosas números 8(TR + LC) y 9 (TR + AA) se destacaron si-multáneamente en los cuatro veranos. Lasasociaciones de mayores rendimientos en elprimer y segundo verano, acumularon enpromedio 6.566 kg MS/ha en ambos, mien-tras que las opciones más productivas en eltercero y cuarto rindieron en promedio 4543.Esta disminución se explica por mayor edadde las especies y además por haber sidomuy seco el cuarto verano.
c. Producción de otoño
Puesto que el experimento fue sembradoen mayo, el primer otoño de la pastura seubica en lo que arbitrariamente se definiócomo inicio del segundo año. Por tratarsede una estación que tiene mucha relevanciaen los esquemas forrajeros, porque tempo-ralmente se ubica relativamente en una eta-pa próxima a la siembra donde aún la amor-tización del costo de instalación de laspasturas t iene mucha importancia.Adicionalmente es una estación donde lasáreas de pastoreo efectivas disminuyendrásticamente en los sistemas productivos,sea porque recién se están estableciendonuevas pasturas, o porque las anuales esti-vales están culminando su ciclo.
En el cuadro 36 se informan los rendi-mientos de forraje del primer otoño, al iniciodel segundo año. Estas se expl icanmayoritariamente por los aportes de las le-guminosas. Las contribuciones promedio deéstas fueron de 100% en las asociacionesque inicialmente se habían sembrado conraigrás, 76% para las mezclas que incluye-ron Ce y una media de 85% para las opcio-nes que incluyeron gramíneas perennes.
Cuando se acumulan los aportes a lasmezclas de Ce, F, D y FA del segundo mástercer otoño, los rendimientos fueron de1.145, 720, 1.200 y 435 kg MS/ha, respecti-vamente, valores muy bajos comparativa-mente con las contribuciones de las legumi-nosas.
TR, especie de alto potencial de creci-miento en el corto plazo, impuso su atributoy la totalidad de las opciones destacadas
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 3819 3782 3869 4520 3981 4337 3718 4035 2 TR 12 4271 3403 4080 4767 4512 4553 4337 4275 3 TB 1 2591 2491 2717 2995 2707 2763 2331 2667 4 TB 4 2574 2035 2321 2807 2444 2874 2404 2481 5 LC 12 2634 2348 2260 2833 2666 2447 2134 2448 6 AA 12 3317 3127 3048 3560 3166 3324 3000 3204 7 TR 12 + TB 2 4217 4042 4241 4684 4330 4461 4213 4329 8 TR 8 + LC 10 4283 4070 3768 4518 4264 4291 3767 4113 9 TR 6 + AA 12 3400 3639 3967 4414 3794 3682 3418 3819
10 TB 1 + LC 8 2741 3073 2736 3566 3267 3166 2627 3073 11 TB 2 + LC12 3170 3085 2982 3775 3349 2989 2980 3193 12 TB 1 + AA 10 3192 4146 3462 4222 3716 3207 2970 3621 13 TB 2 + AA 12 2816 3293 3138 3347 3143 2948 2597 3078 14 AA 10 + LC 10 3015 2947 2970 3359 3158 2997 2286 2953 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 3595 3882 3959 4231 4075 3638 3953 3956 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2994 3171 3063 3275 3355 3073 2397 3056 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 3713 3389 3477 3741 3793 3676 3449 3587
Medias 3314 3290 3298 3801 3513 3437 3093 3405
con la excepción de dos, por alta produc-ción en el otoño del segundo año, lo integra-ron en su composición.
La media de rendimiento de todas lasopciones forrajeras en el tercer otoño fue de3.082 kg MS/ha (cuadro 37), valor muy si-milar al registrado en el segundo otoño,3.392 kg MS/ha. En esta estación las con-tribuciones de las leguminosas en las mez-clas con Ce, F y FA fueron en promedio del93% y con D del 81%. Todos estos valoresindican una dominancia marcada de las le-guminosas.
Considerando las siembras compuestaspor una leguminosa, AA sobresale por su altacapacidad de producción de otoño, superan-do a LC en un 40%.
Con pasturas de tres años de edad, enotoño se destacaron claramente como lasopciones de mayor rendimiento aquellas queintegraron AA con o sin LC, mezclas com-puestas por dos o tres leguminosas, inicial-mente sembradas con raigrás.
En un nivel inferior de rendimiento, conun piso de 3.900 y hasta 4.371 kg MS/ha,valor correspondiente a 80% del rendimien-
Cuadro 36.Cuadro 36.Cuadro 36.Cuadro 36.Cuadro 36. Producción de forraje (kg MS/ha) de diferentes opciones forrajeras en otoño delsegundo año.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS5% = 324.
to máximo, varias mezclas forrajeras se ubi-caron en dicho rango y todas integraban AAen la composición.
El otoño del cuarto año fue relativamenteseco, las especies ya presentaban cuatroaños de edad, algunas desaparecieron de lasmezclas como TR, otras estaban muy afec-tadas en otoño a la salida del verano tam-bién seco y cálido, como es el caso de TB,de LC con tres o cuatro años de edad y delas gramíneas perennes. Lo antedicho ex-plica las muy bajas producciones registra-das en el cuarto otoño (cuadro 38).
La única especie que presentó buen po-tencial de crecimiento con individuos de cua-tro años de edad, saliendo de un verano secoe ingresando a un otoño también con limita-ciones hídricas importantes fue AA. Sinembargo la capacidad de crecimiento de éstase manifestó solamente cuando fue sembra-da pura o en asociaciones de leguminosassolamente.
Los resultados son consistentes, puestoque se evaluaron muchas opciones simultá-neamente y a pesar que las gramíneas noaportaron forraje, evidentemente ejercieron
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 2269 1775 2390 1727 1945 1941 1779 1926 2 TR 12 2178 2579 2847 2596 2396 2221 2064 2451 3 TB 1 2319 2108 2053 1550 1693 1732 1725 1810 4 TB 4 2901 2721 2492 1932 1948 2021 2049 2194 5 LC 12 2585 2421 2117 2244 2414 2549 1999 2291 6 AA 12 3660 3407 3555 3100 2731 3022 3131 3157 7 TR 12 + TB 2 3284 3512 3587 3023 3334 3039 2998 3249 8 TR 8 + LC 10 3349 3681 3613 2841 3266 2963 2845 3202 9 TR 6 + AA 12 3610 4442 4925 3775 3441 3887 2983 3909
10 TB 1 + LC 8 3409 2977 2898 2600 2859 2784 2545 2777 11 TB 2 + LC 12 3826 3712 3409 2738 2998 2925 2922 3117 12 TB 1 + AA 10 3429 5464 4085 3694 2975 2847 2984 3675 13 TB 2 + AA 12 3450 4556 3933 3297 3207 3079 2770 3474 14 AA 10 + LC 10 4271 4293 4338 4112 3484 3500 2892 3770 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 3307 3551 3278 2968 3058 3133 3130 3186 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 4146 4431 4456 3911 3763 3768 3412 3957 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 3813 4129 4100 3612 3381 3382 3595 3700
Medias 3283 3515 3416 2925 2876 2870 2695 3050 Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.
MDS5% = 423.
Cuadro 37. Cuadro 37. Cuadro 37. Cuadro 37. Cuadro 37. Producción de forraje (kgMS/ha) de diferentes opciones forrajeras en otoño deltercer año.
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA
1 TR 8 0 0 0 0 0 0 0 2 TR 12 0 0 0 0 0 0 0 3 TB 1 0 0 0 0 0 0 0 4 TB 4 0 0 0 0 0 0 0 5 LC 12 435 0 0 0 0 0 0 6 AA 12 2317 25 345 145 50 111 243 7 TR 12 + TB 2 0 0 0 0 0 0 0 8 TR 8 + LC 10 63 0 0 0 0 0 0 9 TR 6 + AA 12 1539 0 39 0 7 100 4
10 TB 1 + LC 8 666 0 0 0 0 0 0 11 TB 2 + LC 12 67 0 0 0 0 0 0 12 TB 1 + AA 10 2273 150 233 7 3 111 229 13 TB 2 + AA 12 1832 7 14 0 14 36 8 14 AA 10 + LC 10 1969 10 12 6 20 233 4 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 79 0 0 0 0 0 0 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2055 14 39 5 28 83 83 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2077 63 145 0 9 68 646
Cuadro 38. Cuadro 38. Cuadro 38. Cuadro 38. Cuadro 38. Producción de forraje (kg MS/ha) de diferentes opciones forrajeras en otoñodel cuarto año.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89.9 y 80% del máximo.
una interferencia muy importante que redujodrásticamente la capacidad de crecimientode AA. Estos resultados deberían servir debase de futuras investigaciones para diluci-
dar en que factor o factores radica la interfe-rencia comentada, puesto que la depresiónde la capacidad de producción de AA fue su-mamente importante. Se resalta que el mis-
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Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 6088 5557 6259 6247 5926 6278 5497 5961 2 TR 12 6449 5982 6927 7363 6908 6774 6401 6726 3 TB 1 4910 4599 4770 4545 4400 4495 4056 4478 4 TB 4 5475 4756 4813 4739 4392 4895 4453 4675 5 LC 12 5654 4769 4377 5077 5080 4996 4133 4739 6 AA 12 9293 6559 6948 6804 5947 6457 6374 6514 7 TR 12 + TB 2 7501 7554 7828 7707 7664 7500 7211 7577 8 TR 8 + LC 10 7695 7751 7381 7359 7530 7254 6612 7315 9 TR 6 + AA 12 8549 8081 8931 8189 7242 7669 6405 7753
10 TB 1 + LC 8 6816 6050 5634 6166 6126 5950 5172 5850 11 TB 2 + LC 12 7063 6797 6391 6513 6347 5914 5902 6311 12 TB 1 + AA 10 8894 9760 7780 7923 6694 6165 6183 7418 13 TB 2 + AA 12 8098 7856 7085 6644 6364 6063 5375 6565 14 AA 10 + LC 10 9255 7250 7320 7477 6662 6730 5182 6770 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 6981 7433 7237 7199 7133 6771 7083 7143 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 9195 7616 7558 7191 7146 6924 5892 7055 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 9603 7581 7721 7353 7183 7125 7690 7442
Medias 7501 6821 6762 6735 6397 6351 5860 6488
mo hecho se produjo en las mezclas que enel primer año tenían raigrás. Esto descartala hipótesis de bajos rendimientos de AA ytambién LC, originados por competencia poragua a pesar que las gramíneas no crecie-ron, ya que en las opciones que inicialmen-te tenían raigrás, AA o LC eran las únicasespecies en las mismas. En la literaturaexisten muchos ejemplos de compuestosfitotóxicos secretados por forrajeras o culti-vos sobre otras forrajeras, temas que en elpaís prácticamente no se han estudiado.
LC, como monocultivo o en asociacióncon TB a baja densidad, acumuló rendimien-tos entre 435 y 666 kg MS/ha, sustancial-mente más bajos que AA, pero acorde a supotencial de crecimiento cuando los indivi-duos tienen cuatro años de edad. Tal comose remarcó en AA, los rendimientos de LCen las mezclas con gramíneas fueron nulos.
La información del cuadro 38 muestra cla-ramente la importancia de incluir especiescon buen potencial de crecimiento en perío-dos críticos, secos y cálidos, verano-otoño,como AA, con el objetivo de asegurar unmínimo de disponibilidad de forraje dentro de
Cuadro 39. Cuadro 39. Cuadro 39. Cuadro 39. Cuadro 39. Producción de forraje (kg MS/ha) de diferentes opciones forrajeras en otoño acu-muladas del segundo, tercero y cuarto año (O
2 + O
3 + O
4).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 692.
los sistemas de producción y evitar el so-bre-pastoreo de praderas con la consecuen-te pérdida de producción y persistencia queéste genera. La inclusión de AA disminuyeriesgos productivos, baja costos ya que lasnecesidades de suplementación en crisisforrajeras originadas por sequía disminuyendrásticamente.
La acumulación de los rendimientos detres otoños se muestra en el cuadro 39.
En los cuatro años de las pasturas, conla excepción de una mezcla (TR 12 + TB 2 +TI), se verificaron 13 situaciones de rendi-mientos entre el máximo y 80% del mismo,en 12 de ellas el aporte principal al rendi-miento otoñal se explica por AA. La frecuen-cia mayor de rendimientos entre el máximoy 90% del mismo, se registró con legumino-sas puras sin gramíneas, en esta franja seencuentra desde el monocultivo de AA has-ta mezclas de dos, tres y cuatro legumino-sas. Esta amplitud muestra también la plas-ticidad entre especies con diferencias im-portantes de morfología, fisiología entreellas, sin embargo, se adaptaron comple-mentándose sin problemas al manejo im-puesto en los cuatro años.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Mezclas 284 TI Ce F D FA G1 (kg MS/ha) 1063 473 172 116 51 60
% L1 15 50 74 79 90 87 G2 (kg MS/ha) 0 0 877 404 489 281
% L2 100 100 69 84 81 87 G3 (kg MS/ha) 0 0 541 171 357 305
% L3 100 100 76 91 81 86 G4 (kg MS/ha) 0 0 0 0 0 0 L4 (kg MS/ha) 0 0 0 0 0 0
Cuadro 40. Cuadro 40. Cuadro 40. Cuadro 40. Cuadro 40. Rendimiento (kg MS/ha) de la fracción gramínea (G) prome-dio de 17 opciones con leguminosas en cuatro inviernos ycontenido promedio de leguminosas dentro de las mezclasde cada gramínea.
La información muestra clara y consis-tentemente que altos rendimientos de oto-ño, a largo plazo, en pasturas de cuatro años,requiere la presencia de AA en las asocia-ciones. Este atributo debería ser especial-mente considerado en las rotaciones forra-jeras que tengan suelos aptos para esta es-pecie, ya que disminuye los riesgos de faltade forraje originados por sequía y ademásmejora la oferta en un período que las áreasefectivas de pastoreo disminuyen.
d. Producción de invierno
Invierno es una estación donde frecuen-temente se registran crisis forrajeras, dondela variable ambiental de mayor impacto endeprimir las tasas de crecimiento de lasforrajeras son las temperaturas bajas. Enalgunos años, además de frío se puede su-mar otro evento que también deprime las ta-sas de crecimiento y es el exceso de preci-pitaciones, que puede originar saturación desuelos con agua y problemas de anoxia anivel radicular. Este estrés disminuye el cre-cimiento de leguminosas siendo especial-mente perjudicial para AA, la especie demayor sensibilidad a limitaciones del sumi-nistro de oxígeno a la raíz y entre lasgramíneas usadas en el país la más sensi-ble a excesos hídricos es D.
Un marco general referente a la situaciónde los inviernos se informa en el cuadro 40.Con relación a las gramíneas se verifica queen el primer invierno raigrás hizo aportes im-
portantes superando 284 netamente en pro-ducción al raigrás de ciclo largo.
Ce fue la gramínea con mayores contri-buciones a la media de rendimiento de las17 opciones de leguminosas durante el se-gundo y tercer año, en tanto las gramíneasperennes presentaron rendimientos muy in-feriores y dentro de éstas, FA fue la que rea-lizó las menores contribuciones. Los apor-tes máximos de las gramíneas perennes severificaron en el segundo año, pero con va-lores de baja significación productiva.
Las leguminosas fueron las especies do-minantes en las mezclas con gramíneas pe-rennes durante los tres primeros inviernos.Con Ce los aportes de las leguminosas dis-minuyeron algo comparativamente con lasgramíneas perennes, simplemente porqueésta ejerció un nivel de competencia máselevado, por mayor crecimiento, especial-mente en el segundo invierno (cuadro 40).
Las gramíneas anuales, aportaron sola-mente en el primer invierno. Los contenidosde leguminosas en las mezclas con raigrásen el primer invierno están relacionadosinversamente con la capacidad de produc-ción invernal de cada cultivar (cuadro 40).Raigrás 284 superó ampliamente en produc-ción invernal a TI y los contenidos de legu-minosas fueron inferiores. Del segundo in-vierno en adelante las asociaciones con rai-grás pasaron a tener 100% de leguminosas.
En el cuarto invierno los rendimientos deforraje fueron menores a 100 kg MS/ha, por
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 2454 4394 3649 3415 3328 3184 2519 3415 2 TR 12 2191 3518 4043 3574 3679 3689 3037 3590 3 TB 1 2516 3665 3318 3415 2931 2848 2431 3101 4 TB 4 2754 3632 3629 3733 3035 3771 3380 3530 5 LC 12 2372 3793 3209 2884 2274 2766 2606 2922 6 AA 12 2029 3626 2878 2907 2577 2430 2259 2779 7 TR 12 + TB 2 3424 4446 4250 4323 3926 3494 3426 3978 8 TR 8 + LC 10 3028 3923 3601 3465 3380 3301 3109 3463 9 TR 6 + AA 12 2441 3723 3521 3446 3154 3162 2708 3286
10 TB 1 + LC 8 2831 4235 3241 3400 3120 2896 2498 3232 11 TB 2 + LC 12 3005 3491 3412 3311 2997 2973 3108 3215 12 TB 1 + AA 10 2529 4535 3835 3910 3294 2655 2774 3501 13 TB 2 + AA 12 2337 3877 3153 3167 2943 2775 2242 3026 14 AA 10 + LC 10 1988 3620 3121 3103 3033 2326 1941 2857 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 2841 3805 3535 3634 3442 3360 3006 3464 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2789 3870 3705 3572 3252 2842 2578 3303 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2801 4151 3840 3730 3513 3242 3250 3621
Medias 2608 3900 3526 3470 3169 3042 2757 3311
Cuadro 41.Cuadro 41.Cuadro 41.Cuadro 41.Cuadro 41. Producción de forraje total de gramíneas más leguminosas (kg MS/ha), acumuladadel primer más segundo invierno (I
1 + I
2).
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 358.
lo que arbitrariamente se redefinieron comorendimiento de forraje igual a cero, conse-cuencia de haber sido un invierno muy frío,con muy alta cantidad de heladas.
Lo registrado productivamente en el cuar-to invierno también constituye un atributomuy importante a considerar dentro de lossistemas de producción, puesto que du-rante un estrés por bajas temperaturas, conpasturas «viejas» de cuatro años, los rendi-mientos de forraje utilizable tanto de lasgramíneas como leguminosas que persistie-ron hasta dicha etapa, fueron prácticamentenulos. Posteriormente, en el capítulo VIIIseinformará sobre el impacto de la edad de laleguminosa en la capacidad de producciónante situaciones de estrés ambiental, seafrío o sequía.
Las producciones de forraje del primermás segundo invierno se muestran en elcuadro 41. Cuando se trató el tema precoci-dad (item 1a) ya se consideraron las produc-ciones del primer invierno razón por la cualse da por informado este aspecto.
Considerando la producción acumuladade los primeros dos inviernos, se destacan
netamente por rendimientos invernales su-periores las mezclas con raigrás 284, 13 aso-ciaciones destacadas de un total de 17, lesigue raigrás TI con siete mezclas de rendi-mientos superiores, identificadas con azul orojo, seguido por Ce con cinco opciones. Lospotenciales productivos invernales de lasgramíneas en mezclas con leguminosas que-dan ordenados claramente en base a la in-formación del cuadro 45. Sin embargo talcomo se ha manifestado, exceptuando lasmezclas con 284 en el primer invierno, enlas restantes asociaciones los rendimientosinvernales están explicados en mayor pro-porción por las leguminosas (cuadro 42). Eneste sentido también surge claramente queen los primeros dos inviernos, TR en primerlugar y TB en segundo, fueron las principa-les leguminosas que determinaron los ma-yores registros de producción invernal. Den-tro de las asociaciones destacadas (marca-das en azul o rojo), aquellas que incluyeronademás de TR y/o TB, AA y/o LC, estas úl-timas especies representaban la fraccióndeprimida de las mezclas con aportes al ren-dimiento total menores en estas etapas.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 1348 1356 1419 1911 1420 1565 1621 1549 2 TR 12 1335 2100 1805 1992 2037 2163 2333 2072 3 TB 1 2317 1601 1881 1813 1603 1753 1878 1755 4 TB 4 2288 2399 1784 1972 1630 2257 2670 2119 5 LC 12 2040 1741 1040 1241 1248 2115 1916 1550 6 AA 12 2148 1822 1761 2100 1718 1656 2072 1855 7 TR 12 + TB 2 2372 2985 2747 2328 1892 1965 1893 2302 8 TR 8 + LC 10 1786 2051 2287 1728 1643 1420 1623 1792 9 TR 6 + AA 12 2504 2650 2907 2530 1871 2133 2086 2363
10 TB 1 + LC 8 2372 2267 2068 2107 1687 1975 2276 2063 11 TB 2 + LC 12 2200 2319 2574 2001 1763 1496 2278 2072 12 TB 1 + AA 10 2527 2683 2532 2754 2067 2006 2810 2475 13 TB 2 + AA 12 2255 2326 2391 2623 2136 1849 2229 2259 14 AA 10 + LC 10 2212 1944 2144 2598 1778 1648 1520 1939 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 2328 2363 2667 2767 2183 1999 2462 2407 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 2705 2300 2621 2695 2519 2097 2357 2432 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2619 2501 2454 2953 2393 2284 2878 2577
Medias 2197 2200 2181 2242 1858 1905 2171 2093
Cuadro 42.Cuadro 42.Cuadro 42.Cuadro 42.Cuadro 42. Producción de forraje total (kg MS/ha) acumulada del tercer invierno.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 293.
Rendimientos invernales destacados, conla excepción de leguminosas puras con unao más especies en que no registraron pro-ducciones superiores al 80% del máximo, enlas restantes asociaciones integradas pordos, tres, cuatro o cinco especies se verifi-caron situaciones de rendimientos superio-res independientemente del número de es-pecies que integran la asociación. Una vezmás, dentro del rango de materiales que com-ponen las opciones forrajeras estudiadas, deuna a cinco especies, los rendimientos máxi-mos se explican por la capacidad de creceren determinados períodos de las especies yno por el número de las mismas que compo-nen la asociación.
Por tratarse de una estación que normal-mente presenta rendimientos bajos de forra-je, por tanto limita la carga animal en lossistemas de producción y además porque enrotaciones cortas, si las mezclas presentanbuen potencial de rendimiento en el segun-do verano-tercer otoño, especialmente en loque a persistencia de TR se refiere, frecuen-temente los asesores optan por alargar lasmezclas de rotación corta hasta fines de in-vierno, para posteriormente seguir con
verdeos o cultivos de verano en primavera.Por estas razones se presenta la informa-ción correspondiente al tercer invierno,priorizada especialmente hacia las mezclasde rotaciones más cortas (cuadro 42).
En condiciones de manejo de la defolia-ción con pautas que no sean excesivamen-te frecuentes y/o intensas, sobre todo en losperíodos más cálidos, fines de primavera-verano y parte de otoño y si además la pra-dera presenta hacia el final del segundo añoalta presencia de plantas de TR, este atribu-to es indicador que TR tiene relativamenteen buen estado su sistema circulatorio radi-cular, es decir, no deteriorado excesivamen-te por el complejo de hongos que lo alteran«Fusarium sp». En estas condiciones esposible que TR persista un tercer año o más,desarrollando buenos niveles de producción,aunque obviamente, a un nivel inferior que elcorrespondiente a un segundo año. Esto fuelo que sucedió en el presente experimento.
De acuerdo a los comentarios realizadosse comprende que la duración de TR es al-tamente dependiente del estado de su sis-tema vascular radicular, dependiente del po-der patogénico de la chacra representado por
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la presencia del complejo de hongos inte-grado por Fusarium sp y del manejo dedefoliación impuesto, que no deteriore ex-cesivamente el vigor de las plantas. Con TB,su persistencia en el segundo verano estácondicionada en parte por estrés calórico yestrés hídrico, especialmente cuando lasplantas fueron defoliadas muy frecuentemen-te y presentan bajo vigor (bajo nivel de re-servas, estolones de diámetro pequeño).Tampoco ha sido el caso ya que TB presen-tó buena producción en el tercer invierno.
En términos de rendimientos de forrajeen el tercer invierno, con pasturas integra-das por una leguminosa interesan resaltaralgunos aspectos: a) se verifica que la ca-pacidad de crecimiento invernal de TR seredujo, aventajándolo significativamente TB;b) se destaca la producción invernal de AAy LC similar a la de TB. Aquí correspondehacer ciertas reflexiones, en primer lugar LCpresenta problemas similares a TR frente alcomplejo de Fusarium sp y cuando el siste-ma vascular de sus plantas está deteriora-do por estos hongos, la producción de forra-je en un tercer invierno es esperable que seamuy baja. Sin embargo el cultivar utilizadofue INIA Draco, seleccionado por toleranciaa Fusarium sp. Normalmente otros materia-les de LC en un tercer invierno producen muypoco. También debe resaltarse que en con-diciones de manejo del pastoreo durante pri-mavera-verano con defoliaciones frecuentes,anulan prácticamente la capacidad de pro-ducción otoño-invernal de LC, independien-temente del grado de tolerancia a Fusariumsp que el cultivar tenga.
Contrastando con LC, AA presenta fre-cuentemente rendimientos invernales simi-lares a TB, especie considerada invernalpor excelencia. Estos resultados avalan lasugerencia que en base a lo informado, conAA además de su tipificación como especietípicamente estival, debería también consi-derarse su capacidad de producción otoño-invernal. Esta sugerencia debería remarcarseen los materiales utilizados normalmente enel país, Estanzuela Chaná y Crioula multi-plicada en Uruguay.
Evolutivamente, en general durante el pri-mer y segundo año, TR y TB son las legumi-nosas de mayor producción invernal. En el
tercer año, frecuentemente TB es superior aTR y AA se equipara a TB, en el cuarto añoAA es la leguminosa de mayor produccióninvernal.
Con la única excepción de la mezcla Ce+ AA + LC, las restantes asociaciones des-tacadas por producción en el tercer inviernopresentaron por lo menos TB y/o TR en sucomposición con o sin LC o AA. La mayorfrecuencia de registros con rendimientos su-periores corresponde a las mezclas que ori-ginalmente estaban compuestas por raigrásy en las que contenían Ce. Las mezclas máscomplejas integradas por tres o cuatro legu-minosas más una gramínea presentaron unafrecuencia muy alta de rendimientosinvernales superiores, mostrando unacomplementación al TB y/o TR por parte deAA y/o LC. En este sentido, la opción 17compuesta la fracción leguminosas por unamezcla de cuatro de ellas, la más compleja,fue la que sobresalió en seis de las sieteopciones cuantificadas (cuadro 39).
Debe destacarse que en las mezclas conrendimientos invernales entre el máximo y80% del mismo que integraban además LCy AA, estas especies complementaron lasmayores producciones de TB y/o TR conaportes importantes.
Ya fue comentado previamente que la pro-ducción en el cuarto invierno de todas lasmezclas forrajeras estudiadas fue muy baja,asignándoseles arbitrariamente el valor ceropor haber presentado producciones en los90 días del invierno inferiores a 100 kgMS/ha, consecuencia de un invierno muyfrío. Por tanto, se reporta la producción acu-mulada de cuatro inviernos, donde debe con-siderarse que efectivamente los rendimien-tos sumados en la realidad corresponden atres inviernos (cuadro 43).
Los rendimientos invernales superiorescorrespondieron a las mezclas inicialmentesembradas con raigrás o Ce, que ademásintegraban como leguminosas por lo menosTR y/o TB. Las opciones que integraron enla fracción leguminosas tres o cuatro espe-cies (alternativas 15 - 16 y 17), presentaronalto destaque en los rendimientos acumula-dos de los inviernos cuando se asociaron agramíneas anuales o bianuales. Solamente
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Nº Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 TR 8 3802 5750 5068 5326 4748 4749 4140 4964 2 TR 12 3526 5618 5848 5566 5716 5852 5370 5662 3 TB 1 4833 5266 5199 5228 4534 4601 4309 4856 4 TB 4 5042 6031 5413 5705 4665 6028 6050 5649 5 LC 12 4412 5534 4249 4125 3522 4881 4522 4472 6 AA 12 4176 5448 4639 5007 4294 4086 4330 4634 7 TR 12 + TB 2 5796 7431 6997 6651 5818 5459 5319 6279 8 TR 8 + LC 10 4814 5974 5888 5193 5023 4721 4732 5255 9 TR 6 + AA 12 4945 6373 6428 5976 5025 5295 4794 5649
10 TB 1 + LC 8 5203 6502 5309 5507 4807 4871 4774 5295 11 TB 2 + LC 12 5205 5810 5986 5312 4760 4469 5386 5287 12 TB 1 + AA 10 5056 7218 6367 6664 5361 4661 5584 5976 13 TB 2 + AA 12 4592 6203 5544 5790 5079 4624 4471 5285 14 AA 10 + LC 10 4200 5564 5265 5701 4811 3974 3461 4796 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 5169 6168 6202 6401 5625 5359 5468 5871 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 5494 6170 6326 6267 5771 4939 4935 5735 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 5419 6652 6294 6683 5906 5525 6128 6198
Medias 4805 6101 5707 5712 5027 4947 4928 5404
Cuadro 43.Cuadro 43.Cuadro 43.Cuadro 43.Cuadro 43. Producción de forraje total (kg MS/ha) acumulada del primer más segundo mástercer invierno. Producción del cuarto invierno fue cero.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 542.
tres opciones con gramíneas perennes sedestacaron en producción invernal, dos deellas con FA, cuyo aporte al rendimiento delas mismas fue muy bajo.
Rendimientos anuales de forrajecomo base para rotacionesforrajeras
Con el objetivo de elaborar rotacionesforrajeras sobre una base cuantitativa nor-malmente se requiere, para la toma de deci-siones por parte de técnicos asesores y/oempresarios, conocer los niveles anuales deproducción capaces de ser alcanzados condiferentes opciones forrajeras. Estas varíanconforme las duraciones de pasturas que seimpongan y los niveles de producción quese desean obtener. Así, las mezclas másproductivas para rotaciones cortas, mediasy largas pueden variar en la composición desus especies. Puede suceder que mezclascapaces de durar de cuatro a cinco años, ensistemas muy intensivos, puedan resultarpoco apropiadas si a partir del tercer año dis-
minuyen excesivamente los rendimientosanuales. En este contexto, puede ser másadecuado seleccionar una opción forrajerade menor vida útil, pero más productiva enlos primeros dos años. En otras circunstan-cias, establecimientos con baja superficie demejoramientos (áreas mejoradas con fertili-zación, o fertilización más introducción deespecies, o pasturas sembradas) puedenrequerir mezclas de larga duración que posi-biliten aumentar el área total de pasturasmejoradas más rápido, en el correr de losaños, aunque la producción de las mismasdisminuya con el tiempo en virtud de la edadde la pastura.
Por las razones previamente expuestas,se resumen las producciones de las diferen-tes pasturas en términos de rendimientosdel primer año, que brinda una idea de la ve-locidad de pago de dicha inversión, rendi-mientos acumulados de los primeros dos otres años que posibilitan definir rotacionescortas y de cuatro años o más, que se utili-zan para rotaciones más largas.
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N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA %L
1 TR 8 8712 10205 10517 10054 10543 8899 9457 79 2 TR 12 8972 9221 8664 10874 9706 9710 9419 81 3 TB 1 4768 7292 6318 6745 6858 6452 6024 61 4 TB 4 6909 6643 7664 9759 7710 8218 6600 74 5 LC 12 7060 8638 8175 9512 7683 7581 7273 79 6 AA 12 5202 7231 6187 6643 4902 4922 5132 68 7 TR 12 + TB 2 9647 10410 10487 12034 10853 9326 9583 80 8 TR 8 + LC 10 9789 11861 9700 12143 10510 9993 9578 80 9 TR 6 + AA 12 8279 10691 9905 9983 9214 8319 8392 81
10 TB 1 + LC 8 7513 10116 8396 9827 7529 7204 7703 75 11 TB 2 + LC 12 8552 10408 8413 10400 9200 8222 9167 77 12 TB 1 + AA 10 6879 9150 7613 7990 6907 5913 6100 75 13 TB 2 + AA 12 6565 9199 7938 7538 8187 6416 5834 75 14 AA 10 + LC 10 7693 9184 7735 8133 8066 6988 7392 78 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 8227 11708 9938 10956 10243 9088 9572 80 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 7291 8719 8645 8835 8179 7163 7530 76 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 9018 10914 9616 10787 9194 8509 9811 78
%G 0 27 28 29 19 18 16
Cuadro 44. Cuadro 44. Cuadro 44. Cuadro 44. Cuadro 44. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha) del primeraño de distintas opciones forrajeras.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 623. %L= aporte de leguminosas promedio a seis mezclas con gramíneas. %G= aporte de gramíneas
promedio a 17 opciones con leguminosas.
Muchas veces resulta de alta importan-cia conocer además la capacidad de pro-ducción estacional de distintas opcionesforrajeras para definiciones más detalladasdentro de las rotaciones, aspecto que se dis-cutió en el item 3.
a. Rendimiento de forraje al primeraño
Los resultados obtenidos en el primer año(cuadro 44) presentaron en muchos aspec-tos similitudes con lo descrito cuando se tra-tó el tema de precocidad, numeral 1 de estetrabajo.
En términos generales se resaltan los as-pectos siguientes:
• Los aportes de las gramíneas al rendi-miento total de las mezclas fueron mi-noritarios, destacándose raigrás y Cecon contribuciones del orden de 27 a29%.
• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores se registraron en las mez-clas con Ce, diez situaciones, segui-
das por raigrás 284 con ocho casossobre un total de 17 combinaciones deleguminosas.
• Las leguminosas fueron las especiesmás productivas aportando en prome-dio de las 17 opciones el 76% del ren-dimiento total de las mezclas.
• Dentro de leguminosas se destacannetamente las mezclas con TR en sucomposición y especialmente las queademás presentan LC y/o TB en su in-tegración.
• El 16% de las mezclas simples, com-puestas por dos especies registraronrendimientos entre 80 y 89,9% del máxi-mo, el 31% de las mezclas integradaspor tres especies y 33% de las asocia-ciones formadas entre tres y cinco es-pecies acumularon rendimientos entreel máximo y 80% de este.
• El aumento de la frecuencia de regis-tros de rendimientos superiores con elincremento de la complejidad de lasmezclas, está estrechamente relacio-
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Cuadro 45Cuadro 45Cuadro 45Cuadro 45Cuadro 45. Producción total de forraje (kg MS/ha) de Gramíneas más Leguminosas, del primermás segundo año.
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA %L
1 TR 8 20881 22243 22463 23646 22617 21916 21418 86 2 TR 12 21851 21870 21832 25378 23932 24682 23814 88 3 TB 1 12413 14499 14158 15435 14354 14549 12697 72 4 TB 4 14431 13477 15025 18992 15302 18220 15268 80 5 LC 12 18080 17579 16520 20204 16424 18691 16715 84 6 AA 12 16731 17669 16471 18775 14937 15412 15603 80 7 TR 12 + TB 2 24703 24340 25153 27391 24710 22932 22865 86 8 TR 8 + LC 10 26192 27497 24760 26556 24486 23077 22646 86 9 TR 6 + AA 12 20486 24541 24497 24586 22028 21024 19846 86
10 TB 1 + LC 8 16937 20906 18818 20760 17330 17358 16750 83 11 TB 2 + LC 12 19314 21379 19453 21447 18806 18005 18789 83 12 TB 1 + AA 10 19093 24418 20487 21671 18511 16702 16956 84 13 TB 2 + AA 12 17969 21558 20367 20183 18913 16700 15145 84 14 AA 10 + LC 10 19629 21517 21324 22312 19514 17660 16006 85 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 19795 24268 22482 24076 21781 20041 21028 85 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 19319 20307 21346 21509 20151 18096 17429 84 17 TB 1+ LC 6 + TR 6 + AA 8 22341 23479 22585 23842 21683 20811 22687 85
Medias 19421 21267 20455 22163 19734 19169 18568
%G 0 0 0 27 16 18 11 Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.
MDS5%
= 1803. %L= aporte de leguminosas promedio a 6 mezclas con gramíneas. %G= aporte de gramíneaspromedio a 17 opciones con leguminosas.
nada con las especies y cultivares quelas integran.
• Existen mezclas que integran una gra-mínea perenne, especialmente F, y ade-más una leguminosa persistente comoLC que presentaron una producción alprimer año entre 80 y 89,9% del máxi-mo explicado por la presencia de TR,que además de buena producción tem-prana aseguran buena persistencia amediano o largo plazo.
b. Rendimientos de forrajeacumulados del primer + segundoaño
Los rendimientos acumulados de los pri-meros dos años son básicos para la progra-mación de esquemas muy intensivos de pro-ducción donde se apuesta a mezclas de ro-taciones cortas y muy alta producción. Du-rante el segundo año los dos cultivares deraigrás desaparecieron de las mezclas. Lainformación se reporta en el cuadro 45.
Las principales características a resaltarson:
• Los rendimientos de las mezclas están,en promedio, determinados en un 85%por la fracción leguminosa, por tanto lasgramíneas tuvieron una importancia pro-ductiva secundaria.
• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores, 47% de las situaciones, ocu-rrió con Ce, seguida por las mezclas queoriginalmente fueron sembradas con rai-grás 284, 41% de los casos, en el se-gundo año constituidas por leguminosassolamente.
• Desde la siembra al final del segundoaño abarcó un período de 639 días, conuna amplitud de producción de un míni-mo de 12413 kg MS/ha a un máximo de27497 kg MS/ha, donde las asociacio-nes de rendimientos superiores «enazul» acumularon 26132 y las de «rojo»23493 kg MS/ha, valores que implicantasas diarias promedio de crecimiento
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de 40.8 y 36.7 kg MS/ha/día respecti-vamente.
• Dentro de las leguminosas, la trascen-dencia del TR como determinante de ren-dimientos superiores queda de manifies-to cuando de 36 mezclas que rindieron en-tre el máximo y 80% de éste, 34 integra-ron TR y dos con AA + TB y AA + LC.
• Las mezclas de mayor producción acu-mulada al segundo año integraban lassiguientes leguminosas: TR + LC, se-guidas por TR + TB, TB + LC + TR + AAy TR + AA.
• Se verifican opciones que además depresentar rendimientos superiores en elacumulado de los primeros dos años, in-tegran LC y/o AA y gramíneas perennes,que constituyen también alternativaspara mediano y largo plazo, opciones 8- 9 y 17.
• Las diferencias productivas registradasentre mezclas forrajeras dejan claramen-te de manifiesto la importancia de defi-nir técnicamente en forma cuantitativay racional las asociaciones mejor adap-tadas a cada sistema de producción es-pecífico.
• Las opciones indicadas en azul o rojoconstituyen las más productivas paraesquemas pecuarios de producción in-tensiva, donde se priorizan rotacionesde corto plazo, dos a dos y medio años,entre ellas predominan las compuestaspor tres o más especies.
• Dentro de las asociaciones de mayoresrendimientos en dos años, existen mez-clas que por las especies que las inte-gran pueden durar tres y más años,puesto que incluyen LC y/o AA.
c. Rendimientos de forrajeacumulados del primer + segundo +tercer año. Rotaciones intensivas,cortas
Los rendimientos acumulados del primeral tercer año sirven para definir rotacionesintensivas cortas y también de media y lar-ga duración. Interesa resaltar que dentro dela fracción leguminosa, TR especie que hasta
el segundo año fue determinante en definirlos mayores rendimientos de forraje puedepresentar comportamientos altamente de-pendientes del poder patogénico de las cha-cras, interaccionando con el manejo dedefoliación y además con las condicionesde ambiente, especialmente el estréshídrico. En chacras con mucha incidenciadel complejo de hongos del género Fusariumsp que causa podredumbre radicular en TRpuede ocurrir que en el segundo verano y/uotoño del tercer año, la persistencia puedaestar seriamente afectada sobre todo en con-diciones de manejo agresivo del pastoreo yestrés hídrico. En otras situaciones dondeno se constatan problemas de podredumbreradicular y en suelos con bajo riesgo de se-quía, TR puede persistir cuatro a cinco años.En el caso particular del presente trabajo,TR persistió durante el tercer año, así comoCe, especie que si bien disminuyó sus apor-tes con relación al segundo año, también semantuvo durante todo el tercer año.
La información de las producciones delos tres primeros años acumulada se infor-ma en el cuadro 46.
Los aspectos más remarcables de la pro-ducción acumulada en tres años se enume-ran a continuación:
• Los rendimientos de las mezclas es-tuvieron, en promedio, determinadosen un 85% por la fracción leguminosa,por tanto las gramíneas tuvieron unaimportancia productiva secundaria.
• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores, ocurrió con las mezclas in-tegradas por dos, tres y cuatro legu-minosas que en su origen fueron sem-bradas puras, o con raigrás, o con Ce.
• · Las mezclas con F, que además inclu-yen TR y/o AA, se destacaron dentrode las que tienen gramíneas perennes.
• Desde la siembra al final del tercer añose abarcó un período de 1003 días, conuna amplitud de producción de un mí-nimo de 18.312 kg MS/ha a un máxi-mo de 40.520 kg MS/ha, donde lasasociaciones de rendimientos superio-res «en azul» acumularon en promedio38.498 y las de «rojo» 34.168 kg MS/ha,
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA %L
1 TR 8 28925 27222 28355 31062 29468 29755 27684 85 2 TR 12 28559 30293 30226 34386 32970 34683 32718 87 3 TB 1 21576 20362 20473 21273 20024 21907 18312 75 4 TB 4 23426 21955 22164 26374 21638 27855 24023 81 5 LC 12 28791 26721 23662 28323 24746 30286 26140 86 6 AA 12 29819 27645 26469 29810 24090 25461 26022 83 7 TR 12 + TB 2 35476 35515 36306 36460 33263 32608 30705 86 8 TR 8 + LC 10 39934 40400 38437 35432 33726 32376 31007 87 9 TR 6 + AA 12 34181 37391 40520 37764 32930 33748 29232 88
10 TB 1 + LC 8 30349 31145 29015 29709 25960 27138 26615 85 11 TB 2 + LC 12 33237 34413 32366 30694 28228 27693 28416 86 12 TB 1 + AA 10 32878 40075 33343 34595 28681 27047 28064 86 13 TB 2 + AA 12 30934 34414 32830 32031 29400 26949 23516 85 14 AA 10 + LC 10 33884 32484 33238 36994 30854 28859 23682 87 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 31452 35748 34598 34615 31664 30445 30618 87 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 34525 32841 35064 34673 32787 29946 27873 86 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 36883 36422 35322 36584 33168 32240 34737 87
%G 0 0 0 23 14 21 12
Cuadro 46. Cuadro 46. Cuadro 46. Cuadro 46. Cuadro 46. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas en kg MS/ha, del primeral tercer año de distintas opciones forrajeras.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 3394. %L= aporte de leguminosas promedio a seis mezclas con gramíneas. %G= aporte de gramíneas
promedio a 17 opciones con leguminosas.
valores que implican tasas diarias decrecimiento de 38,3 y 34,0 kgMS/ha/día.
• Dentro de las leguminosas, la trascen-dencia de TR como determinante derendimientos superiores queda de ma-nifiesto cuando de 46 mezclas que rin-dieron entre el máximo y 80% de este,30 integraron TR (65%) de las cuales26 tenían entre una y tres legumino-sas adicionales, en tanto que las res-tantes asociaciones con rendimientossuperiores incluyeron AA y/o L.
• Se advierte que no siempre TR presen-ta buena producción y persistencia enel tercer año, como sucedió en estetrabajo.
• Las mezclas de mayor producción acu-mulada al tercer año presentaban lassiguientes leguminosas: TR + AA, TR+ LC, seguidas por TR + TB, TB + LC+ TR + AA, TB + LC + TR y TR en lamayor densidad.
• Con relación al número de legumino-sas que integran las mezclas de regis-tros de producción entre el máximo y80% del mismo se verificó un: 9, 52 y67 % compuestas por una, dos y treso cuatro, respectivamente.
• Dentro de las opciones de mayores ren-dimientos acumulados al tercer año, seencuentran mezclas destacadas porprecocidad y producción a mediano ylargo plazo debido a la integración deAA o LC en su composición.
• Mezclas sin riesgo de meteorismo enbase a LC, con o sin gramínea acom-pañante, no se posicionaron en losestratos superiores de rendimiento.
• Ninguna opción compuesta por una le-guminosa se destacó por presentar ren-dimientos superiores. Cuando se mez-clan por lo menos dos leguminosas, co-mienzan a registrarse altos niveles deproducción.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 47Cuadro 47Cuadro 47Cuadro 47Cuadro 47. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas, (kg MS/ha), acumuladodel primer al cuarto año.
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA %L
1 TR 8 28934 27371 28355 31279 30216 30197 27958 85 2 TR 12 28569 30293 30226 34386 34304 35695 33537 85 3 TB 1 24158 23002 24111 23578 22881 23158 20054 76 4 TB 4 26528 25009 25289 29699 24113 30062 26419 81 5 LC 12 30216 28605 25866 30342 27535 32566 28898 85 6 AA 12 34724 30152 29264 32128 26496 27685 27679 83 7 TR 12 + TB 2 37896 38919 41374 39674 36107 32915 32413 87 8 TR 8 + LC 10 42244 41159 39283 36978 33968 33517 32575 87 9 TR 6 + AA 12 38013 39212 42817 39635 35794 36707 30240 87
10 TB 1 + LC 8 35047 32909 32830 33288 30369 29012 29134 86 11 TB 2 + LC 12 36608 38495 37414 33727 28886 29401 31161 86 12 TB 1 + AA 10 38929 45260 38404 39315 32107 29802 31647 86 13 TB 2 + AA 12 36202 38713 37809 35972 33364 29562 24873 85 14 AA 10 + LC 10 39288 35126 36014 40985 34711 31559 25506 87 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 34518 40065 40391 38882 34286 32581 33721 87 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 40381 37157 39688 39295 36718 32531 30863 87 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 42931 41083 40521 40848 36868 34504 38485 87
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 3.885. %L= aporte de leguminosas promedio a seis mezclas con gramíneas.
d. Rendimientos de forrajeacumulados del primer al cuartoaño. Rotaciones de mediano a largoplazo
Cuando se incluye el rendimiento delcuarto año, evidentemente se está dentro desistemas de pasturas de mediano y largo pla-zo. En éstos la importancia de incluir las le-guminosas más persistentes como LC y AA,así como gramíneas perennes tiene mayorimportancia, especialmente si en los prediosse opta por seguir mejorando zonas sin pra-dera en vez de sustituir las praderas viejasde baja producción por nuevas en la mismaárea. En situaciones sin gramilla, a partir delquinto año las gramíneas perennes y legu-minosas remanentes en las mezclas muyprobablemente tendrán mayor potencial deproducción de forraje y producto animal quela mayoría de los campos naturales.
En el cuadro 47 se muestran los resulta-dos, resaltándose que las condicionesclimáticas imperantes en el cuarto año,estrés hídrico durante tres períodos y muyalto número de heladas restringieron en granmedida la capacidad de crecimiento de las
forrajeras. Las producciones de forraje de lasdistintas opciones, totales, de gramíneas yde leguminosas correspondientes al cuartoaño ya fueron reportadas cuando se tratóespecíficamente dicho tema.
Durante el cuarto año desaparece TR yla Ce hace aportes muy erráticos a las mez-clas, que además son de baja cuantía.
Cuando se observa la contribución de lasleguminosas (%L) al rendimiento acumula-do de los cuatro años, última columna (cua-dro 47) se concluye que fue la fracción másproductiva, ya que en promedio explicó másdel 85% del rendimiento total obtenido en lasdistintas opciones.
Entre las asociaciones con rendimientossuperiores predominan netamente las mez-clas que incluyen dos, tres o cuatro legumi-nosas en su composición y especialmentelas que no tienen presencia de gramíneas,tales como las siembras puras de mezclasde leguminosas, o aquellas en las que lasgramíneas desaparecieron luego del primeraño, casos de las mezclas con raigrás, oque disminuyeron su aporte y competenciadurante el tercer y cuarto año, caso de Ce.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuando se compara la misma composi-ción de leguminosas, mezcla 10: TB 1 + LC8 y la opción 11: TB 2 + LC 12 (cuadro 47)se verifica que el uso de las densidades ma-yores en ambas leguminosas determinó au-mentos significativos en los rendimientos deforraje acumulados al cuarto año, cuandoestas leguminosas inicialmente sufrieron lacompetencia de raigrás, en las mezclas con284 o TI. El hecho de pasar de uno a dos kgen TB y de ocho a doce en LC significó, enlos rendimientos acumulados del cuarto año,en promedio para cada mezcla con raigrás,un incremento de forraje de 5.085 kgMS/ha.
¿Por qué se resalta este aspecto? Ya secomentó que por definición se decidió regu-lar inicialmente la competencia de raigrás dedos formas: limitando las densidades desiembra de estos a 15 kg/ha y además regu-lando la competencia en el espacio al sem-brarlos en líneas a 38 cm. El objetivo de estaestrategia consistió simplemente en mejo-rar en algo la precocidad de estas mezclas,mediante el agregado de raigrás, peropriorizando los componentes importantes demayor plazo, por ejemplo a tres años de pro-ducción, que son TB y LC. Ocurre que cuan-do se bajan las densidades de siembra delas leguminosas en condiciones de fuertecompetencia, por ejemplo en este caso conraigrás, las especies inicialmente deprimi-das por la competencia del raigrás, las legu-minosas, pueden en parte morir y disminuirsu población o quedar con escaso vigor, re-sultando en mermas de rendimiento poste-riores. Consecuentemente, por querer ganaralgo en precocidad con el raigrás, mediantealtas densidades del mismo, se arriesga laproducción de tres o más años, aspecto queconstituye un error conceptual, por el riesgoa futuro que dicha estrategia implica. En si-tuaciones con presencia de gramilla, que noes esta situación, la vida útil y producciónse acortarán drásticamente, ya que la espe-cie que cubrirá los espacios dejados por lasleguminosas que mueren muy probablemen-te será la gramilla.
Cuando se utilizaron las densidades ba-jas en TB y LC en siembras de leguminosaspuras (mezcla 10, primera columna, cuadro47), si bien produjo menos que la opción 11
sembrada a mayor densidad, las diferenciasentre ambas no son estadísticamente signi-ficativas (P>0.05). En esta situación al noexistir una especie dominante como el rai-grás, la siembra pura entre TB y LC pone encondiciones de competencia dos legumino-sas con fuerzas de competencia relativamen-te similares en el período de establecimien-to. Posteriormente, en invierno y la primeramitad de primavera, TB compite exitosamen-te con LC. En tanto, a fines de primavera –verano, la fuerza de competencia es supe-rior en LC con respecto a TB, aspecto tam-bién que se remarca puesto que la fuerza decompetir entre especies está condicionadafuertemente por las capacidades diferencia-les de crecimiento que tienen las mismasen distintos momentos del año, atributo quetambién debe tenerse presente en la elabo-ración y manejo de mezclas, especialmenteen las etapas iniciales.
A escala comercial frecuentemente se uti-lizan, en mezclas con leguminosas, densi-dades de raigrás de 20 o más kg/ha, a losefectos de aumentar precocidad a expensasdel raigrás y posteriormente quedar estable-cida una pradera. Este objetivo puedelograrse si el clima ayuda, es decir, consti-tuye una estrategia de alto riesgo puesto quedepende de las condiciones ambientales,que a priori se desconocen. El hecho de au-mentar las densidades de raigrás puede de-teriorar a la fracción leguminosas (compo-nente deprimido de la asociación) por com-petencia inicial, a un grado tal que cuandoel raigrás no ejerce más competencia por fi-nalización de ciclo, pueden ocurrir ya a finde primavera-inicio de verano condicionesclimáticas de altas temperaturas y/o sequíaque pueden determinar muerte de plantas deleguminosas que ya vienen debilitadas ensu vigor por la competencia previa de la gra-mínea. Finalmente, quedan pasturas de me-diana a baja productividad. Este riesgo de-bería evitarse en el diseño de praderas enlos sistemas de producción de nuestro país.El empleo de altas densidades de materia-les de raigrás de ciclo largo con legumino-sas, frecuentemente deteriora la performan-ce y productividad futura de estas asocia-ciones una vez que el raigrás finaliza el ci-clo. Los raigrases de ciclo largo deterioran
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 48. Cuadro 48. Cuadro 48. Cuadro 48. Cuadro 48. Producción de Forraje acumulado (kg MS/ha) en cuatroaños de Leguminosas, Gramíneas y Total agrupados se-gún la complejidad de las opciones forrajeras.
Mezclas Fracción LP 284 o TI Ce F o D 1 a 6 Leguminosa 28848aB 24792bB 23174bB 22145bB 7 a 14 Leguminosas 37889aA 35990aA 29107bA 26637bA 15 a 17 Leguminosas 39265aA 37226aA 31404bA 28851bA 1 a 6 Gramíneas - 2504 7063aA 6599aA 7 a 14 Gramíneas - 2494 8341aA 5726bB 15 a 17 Gramíneas - 2591 8272aA 5731bB 1 a 6 Total 28848aB 27296aB 30235aB 28742aB 7 a 14 Total 37889aA 38484aA 37447aA 32361bA 15 a 17 Total 39265aA 39817aA 39675aA 34581bA
Letras minúsculas y mayúsculas diferentes indican diferencias significativas al5% dentro de cada fila o columna respectivamente. Cuando se comparangramíneas se excluyó raigrás.
en mayor grado el vigor de las leguminosasque los de ciclo medio a corto, por presentaren general tasas de crecimiento muy altasen primavera que pueden prolongarse hastafines de diciembre.
Evidentemente tener en la misma opciónun verdeo de alta producción y precocidad(sea en base a raigrás, avena o cebadilla) yque posteriormente quede una muy buenapastura productiva para los dos, tres o cua-tro años posteriores constituye una alterna-tiva muy atractiva, sin embargo ambos atri-butos, están frecuentemente relacionadosnegativamente. Buen verdeo en general im-plica pradera de pobre productividad poste-rior y a la inversa. Este aspecto corroboradopor varios experimentos, indica que en lapráctica resulta más eficiente disponer debuenos verdeos en la rotación separados depraderas de mediano o largo plazo, y que siincluyen raigrás, se regule la competenciadel mismo por densidad de siembra y/o mé-todo de siembra, espaciamiento entre sur-cos. Este aspecto reviste más importanciaen raigrás de ciclo largo porque éstos reali-zan una competencia muy fuerte en prima-vera, y las especies acompañantes puedenen parte morir o quedar con menos vigor paraingresar al verano. Si este se presenta ca-liente y seco, puede fracasar la persistenciade muchas especies en verano, o producirmuy por debajo del potencial. Cuando estoocurre se cambia producción de forraje en
primavera, estación en la que generalmentesobra forraje, por producción de verano, don-de frecuentemente falta; por lo que resultaevidente que no es la mejor estrategia.
En el cuadro 48 se resume la producciónacumulada de cuatro años separada por frac-ciones, leguminosas, gramíneas y el totalde gramíneas más leguminosas, agrupadasen función de la complejidad de las mezclas.En este contexto se agruparon las opcionesuno a seis que incluyen monocultivo de le-guminosas (LP) y mezclas de dos legumi-nosas (alternativas 7 a 14) que correspon-den a pasturas con dos y tres especies ylas estrategias 15 a 17 que integran las com-puestas por tres a cinco especies.
Estos agrupamientos pretenden concep-tualizar de forma general la complejidad delas mezclas y los rendimientos de forraje, lasiembra de leguminosas puras, o con gra-míneas anuales, bianuales o perennes. Seresalta que son situaciones sin gramilla yque para concretar específicamente estosresultados en la práctica se deben conside-rar las especies incluidas en cada asocia-ción así como los cultivares usados.
La información resumida en el cuadro 48permite realizar los siguientes comentarios:
• Comparando dentro de cada columna,los rendimientos de cuatro años de lafracción leguminosa o totales fueron su-periores en las asociaciones compues-
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Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA
1 TR 8 8044 4979 5892 7416 7599 8281 6540 2 TR 12 6708 8423 8394 9008 10372 11013 9723 3 TB 1 11745 8503 9953 8143 8527 8609 7357 4 TB 4 12097 11352 10264 10707 8811 11842 11151 5 LC 12 12136 11026 9346 10138 11111 13875 12183 6 AA 12 17994 12483 12793 13354 11559 12274 12076 7 TR 12 + TB 2 13193 14579 16221 12283 11397 9983 9548 8 TR 8 + LC 10 16052 13662 14523 10422 9482 10440 9929 9 TR 6 + AA 12 17527 14671 18320 15049 13766 15683 10394
10 TB 1 + LC 8 18110 12003 14012 12528 13039 11654 12384 11 TB 2 + LC 12 17294 17116 17961 12280 10080 11396 12372 12 TB 1 + AA 10 19828 20842 17917 17644 13596 13100 14691 13 TB 2 + AA 12 18233 17155 17442 15789 14451 12862 9728 14 AA 10 + LC 10 19659 13609 14690 18673 15197 13899 9500 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 14723 15797 17909 14806 12505 12540 12693 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 21062 16850 18343 17786 16567 14435 13434 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 20590 17604 17937 17006 15186 13693 15799
Cuadro 49. Cuadro 49. Cuadro 49. Cuadro 49. Cuadro 49. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), del tercermás cuarto año.
Azul= rendimientos entre 100 y 90% del máximo. En rojo= rendimientos entre 89,9 y 80% del máximo.MDS
5% = 1.540.
tas por dos a cuatro leguminosas (op-ciones 7 a 17) dentro de siembras singramíneas (LP); o más raigrás; o Ce; ogramíneas perennes, comparativamen-te con las estrategias integradas poruna leguminosa (opciones 1 a 6), singramínea (LP) o más gramínea anual,bianual o perenne, respectivamente.
• Comparando dentro de cada fila, los ren-dimientos de cuatro años de legumino-sas puras fueron superiores comparati-vamente a cuando estaban asociadasa raigrás, cebadilla o gramíneas peren-nes, en tanto las mezclas de dos a cua-tro leguminosas presentaron rendimien-tos superiores cuando fueron sembradassin gramíneas o con raigrás, comparati-vamente a cuando estaban integradas acebadilla o gramíneas perennes.
• Los rendimientos totales de monocul-tivo de leguminosa, o una leguminosamas raigrás, o Ce o gramíneas peren-nes fueron similares, mientras que losrendimientos totales de mezclas des-de dos a cuatro leguminosas sin gra-mínea, o asociadas a raigrás o Ce fue-
ron superiores a cuando se asocian agramíneas perennes.
• Los rendimientos totales de cuatroaños superiores correspondieron a mez-clas compuestas por dos a cuatro le-guminosas sembradas puras o con rai-grás o con Ce.
e. Producción de mezclas en eltercer y cuarto año, como indicadorproductivo para rotaciones largas
Los registros más destacados de produc-ción en el tercer y cuarto año se explicanprincipalmente por los aportes de dos legu-minosas, especialmente AA y LC con pro-ducciones inferiores, (cuadro 49). Dentro delas leguminosas, TR no persistió en el cuar-to año.
En general se pueden resaltar los aspec-tos siguientes:
• Considerando las opciones más sim-ples, solamente AA, como leguminosapura, se destaca por presentar rendimien-tos en la faja de 80 a 100% superior.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 50. Cuadro 50. Cuadro 50. Cuadro 50. Cuadro 50. Producción de forraje de Leguminosas (ton MS/ha)en el tercer, cuarto y tercer más cuarto año, en situa-ciones de monocultivo y mezclas binarias.
Verde: leguminosa pura. Entre paréntesis se indican lascontribucionesde cada especie en %, correspondiendo el primer número a la especiede la fila, el segundo a la columna.
TR TB L AA TR3 6,7 10,7(38+62) 13,7(37+63) 13,6(27+73) TR4 0,0 2,3(0+100) 2,2(0+100) 3,8(0+100)
TR3+4 6,7 13,0 15,9 17,4 TB3 - 8,9 13,9(44+56) 12,9(29+71) TB4 - 3,0 3,3(52+48) 5,2(32+68)
TB3+4 - 11,9 17,2 18,1 L3 - - 10,7 14,2(23+77) L4 - - 1,4 4,4(30+70)
L3+4 - - 12,1 18,6 AA3 - - - 13,0 AA4 - - - 4,3
AA3+4 - - - 17,3
• Dentro de las mezclas simples com-puestas por una gramínea más una le-guminosa, ninguna opción rindió lo su-ficiente como para ingresar en el estra-to de rendimientos entre el máximo y80% del mismo.
• Las mezclas compuestas por dos, treso cuatro leguminosas sin gramíneas fue-ron las que presentaron mayor frecuen-cia de rendimientos superiores, segui-das por las mismas asociaciones de le-guminosas pero que inicialmente habíansido sembradas con raigrás, que ya enel primer verano desapareció de lasmezclas. Con Ce también se destaca-ron tres mezclas que obviamente inte-graban AA y/o LC acompañadas gene-ralmente de TB.
• Ninguna asociación que incluyera unagramínea perenne alcanzó rendimientosdel orden de 80% del máximo o supe-riores.
• Todos los rendimientos entre 100 y 90%del máximo se caracterizaron por sermezclas que incluyeron AA acompaña-da de otra u otras leguminosas.
• La información es muy clara y consis-tente, si el objetivo consiste en alcan-zar niveles altos de producción de fo-rraje a largo plazo, tres y cuatro años,las mezclas deben incluir AA y/o LC
acompañados de otras leguminosas,básicamente TB.
Con el objetivo de comprender las rela-ciones de competencia y complementarie-dad entre leguminosas en monocultivo y enmezclas binarias, se agrupan las produccio-nes del tercer y cuarto año independientes,así como el acumulado de ambos, en térmi-nos de rendimientos por unidad de superfi-cie (cuadro 50).
• En el tercer año, siempre que se com-binó TR con otra leguminosa, los rendi-mientos de forraje por unidad de super-ficie aumentaron en forma importante.
• · En el cuarto año, TR desaparece y lasleguminosas acompañantes aportan fo-rraje, entre ellas, LC produce mayor can-tidad en el cuarto año, asociado previa-mente a TR, que en monocultivo.
• · Los rendimientos acumulados por uni-dad de superficie del tercer más cuartoaño de TR fueron duplicados cuando sesembró asociado a otra leguminosa,mostrando efectos de complementa-ción.
• · Con TB se registra una situación simi-lar a la descripta en TR, el monocultivode TB es superado en capacidad de pro-ducción de forraje por unidad de super-ficie cuando se asocia a otra legumino-
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Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA
1 TR 8 1 1 1-2 1 2 TR 12 2 1-2 2 2 2 3 TB 1 4 TB 4 1 5 LC 12 6 AA 12 3-4
7 TR 12 + TB 2 2-T 1-2-T 1-2-4-T 1-2-T 1-2 2 2 8 TR 8 + LC 10 1-2-3-T 1-2-3-T 2-3-T 1-2-T 1-2 1 9 TR 6 + AA 12 3-T 1-2-3-T 1-2-3-T 1-2-3-T T
10 TB 1 + LC 8 3 1 1 11 TB 2 + LC 12 3-T 1-3-T 3-4-T 1 12 TB 1 + AA 10 3- 4-T 2-3-4-T 3-4-T 2-3-T 13 TB 2 + AA 12 3-4 3-T 4-T 14 AA 10 + LC 10 3-4-T 2 2-3-T 2 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1-2-T 1-2-4-T 1-2-T 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 3-4-T T 3-T 3-T T 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2-3-4-T 1-2-3-T 2-4-T 1-2-T T 1-2-T
Cuadro 51Cuadro 51Cuadro 51Cuadro 51Cuadro 51. Mezclas destacadas por registrar rendimientos superiores en cada año (1-2-3-4)y en el total de los cuatro años (T).
Amarillo, mezclas destacadas para rotaciones cortas, largas y en producción total.
sa, en el tercer, cuarto y el acumuladode ambos años. La excepción se verifi-ca en el cuarto año cuando TB estabaasociado a TR, que produjo algo menosque el cultivo puro.
• · LC, en el tercer, cuarto y acumulado deambos años siempre aumentó los ren-dimientos de forraje por unidad de su-perficie cuando fue asociado a otra le-guminosa, comparativamente con el cul-tivo puro.
·• AA comparativamente con la producciónde la siembra pura, solamente aumentóel rendimiento por unidad de superficieen el tercer año cuando estaba asocia-da a LC, y en el cuarto año, cuando seasocia a TB.
• ·Con AA los rendimientos acumulados deltercer y cuarto año por unidad de super-ficie aumentaron en las asociaciones deAA + TB y AA + LC.
• ·Comparativamente con la siembra pura,en el tercer + cuarto año, la asociacióncon otra leguminosa aumentó los rendi-mientos por unidad de superficie en: TR,entre 94 y 160%; en TB un mínimo de 9y un máximo de 52%, en LC, entre 31 y54% y con AA, entre 0 y 7%.
• ·Los rendimientos máximos por unidadde superficie se registraron en el acu-mulado del tercer más cuarto año enmezclas de AA pura y en las mezclasde dos leguminosas, también con AA.
Opciones de producción deforraje, destacadas por año, encuatro años y por estaciones
Considerando los cuatro años de edad decada opción forrajera y la producción total,se muestra para cada alternativa forrajera elposicionamiento en términos relativos de laproducción de forraje, con rendimientos en-tre 100 y 90% del máximo señalado en azuly entre 80 y 89,9% en rojo (cuadro 51). Conel mismo criterio se indican con T las pro-ducciones acumuladas de cuatro años. Estainformación posibilita en forma muy simpleposicionarse en las mejores alternativas pararotaciones cortas, por ejemplo a dos años ymás largas a tres y cuatro años. Tambiénse verifica que hay varias opciones que pre-sentaron buen comportamiento productivo acorto y largo plazo, resaltadas en amarillo.
• En pasturas integradas por una legu-minosa pura, se destacó TR en el pri-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
mer y segundo año y AA en el tercer ycuarto año.
• Con mezclas simples, una gramíneamás una leguminosa, mayoritariamentese destacaron con rendimientos entre80 y 89,9% del máximo las asociacio-nes que presentaban TR, sembrado abaja densidad (8kg/ha) durante el pri-mer año y a mayor densidad (12 kg/ha)en el segundo año.
• Ce más TR en el primer y segundo añopresentó rendimientos ubicados entre 80y 89,9% del máximo, atributo importanteen rotaciones cortas.
• Las asociaciones integradas por dosleguminosas, sin gramínea desde el ini-cio, o que inicialmente en el primer añotenían raigrás y posteriormente queda-ron con dos leguminosas solamente,así como mezclas con Ce, se desta-can netamente en los niveles de pro-ducción anuales y totales en relacióna las leguminosas puras de una espe-cie y a las mezclas compuestas pordos especies (gramínea + legumino-sa). Las asociaciones de leguminosasmás destacadas fueron: TR + TB, TR+ LC, TR + AA y TB + AA.
• Una situación similar a la informada enel párrafo anterior ocurre con las aso-ciaciones integradas por tres o cuatroleguminosas, sin o con gramíneas ta-les como raigrás o Ce. Las mezclasde leguminosas con mayor frecuenciade rendimientos destacados fueron: TB+ LC + TR + AA, TB + LC + AA (estaen el largo plazo y total) y TB + LC +TR en el corto plazo y total.
• En las mezclas más productivas en losdos primeros años predomina la pre-sencia y aportes de TR, mientras queen las de tres y cuatro años, las espe-cies de mayores contribuciones fue-ron LC y AA, destacándose especial-mente en el cuarto año, muy frío yseco, las contribuciones de AA al ren-dimiento de las mezclas.
• Las mezclas con gramíneas perennespresentaron muy pocas situacionescon rendimientos destacados y cuan-do los tienen, la producción se explica
mayoritariamente por el aporte de lasleguminosas.
• En términos de producción total de loscuatro años, ninguna opción de una le-guminosa o una leguminosa más unagramínea registraron rendimientosdestacables del orden de 80% del máxi-mo o superiores, mientras que las aso-ciaciones de dos, tres o cuatro legu-minosas sembradas puras o con rai-grás o con Ce presentaron 34 mezclascon rendimientos totales del 80% delmáximo o mayores, en tanto que lasmezclas con gramíneas perennes másdos, tres y cuatro leguminosas regis-traron solamente cuatro rendimientosentre 80 y 89,9% del máximo.
• El cuarto año fue el más crítico paracrecimiento vegetal (muy frío y seco),AA fue la especie que sobresaliónetamente por mejor comportamientoforrajero.
• Con amarillo se resaltan las mezclasque en conjunto integran mayor canti-dad de aspectos productivos positivos.
• Evidentemente, los resultados descrip-tos en este trabajo muestran que entérminos de rendimientos de forraje lasasociaciones de dos, tres y cuatro le-guminosas con o sin gramínea anual,bianual o perenne superaron consisten-temente a las mezclas simples com-puestas por dos especies, por tanto,algunos conceptos académicamentemuy arraigados respecto a mayorproducción de las mezclas simples conrespecto a las más complejas, hasta cin-co especies, habría que modificarlos.
• A medida que se aumentó el númerode especies en las mezclas, las con-tribuciones individuales de cada com-ponente disminuyeron, sin embargo,las especies deprimidas en uno o dosperíodos del año, pasan a ser domi-nantes en otros donde tienen ventajascomparativas de crecimiento, estascomplementaciones posibilitaron au-mentar los rendimientos globales.
• Morfologías distintas en la parte aé-rea y subterránea, períodos diferen-tes de las especies donde son capa-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ces de desarrollar tasas máximas decrecimiento, capacidad diferencial deproducir en situaciones donde ocurrendistintos estreses abióticos (bajas yaltas temperaturas, déficit y excesosde agua) posibilitan aprovechar mejorlos recursos del ambiente sin que ocu-rran interferencias muy intensas quesupriman especies y permiten coexis-tir a las mismas dentro de sus rangosde plasticidad morfológica y fisiológi-ca, con relaciones de competenciatolerables entre los distintos individuos,explicando los mayores rendimientosde las mezclas integradas con másespecies comparativamente con lassimples.
• Los resultados registrados en este tra-bajo muestran, además, la compatibi-lidad entre todas las especies integran-tes de las distintas asociaciones, in-clusive de aquellas que académica-mente se consideran frecuentementeincompatibles por manejo. La plastici-dad morfológica y fisiológica de loscultivares utilizados muestra consis-tentemente que también se debe mo-dificar el concepto de incompatibilida-des de convivencia por manejo de de-foliación entre algunas especies, comopor ejemplo TB y AA.
Opciones de producción deforraje destacadas porestaciones
Es importante tener en cuenta algunosaspectos adicionales: uno radica en que losresultados relatados se obtuvieron en situa-ciones sin gramilla; otro, en que dentro decada especie las diferencias entre cultivarespueden ser mayores que las existentes en-tre especies y en estos trabajos se eligieronmateriales de probada adaptación y produc-tividad en el país a través de un largo perío-do; un tercer aspecto consiste en que la com-petencia inicial durante las primeras etapasde establecimiento fue regulada por densi-dades de siembra, reducidas en las espe-cies de mayor fuerza de competencia inicialy por manejo de la distribución entre
gramíneas y leguminosas; y finalmente queen el quinto y sexto año (información no in-cluida), las gramíneas perennes ocuparoncasi el 100% del área en las mezclas queintegraban, mientras que en las asociacio-nes sin gramíneas perennes, el suelo fuecubierto por otras especies, en general ma-lezas latifoliadas.
Además de la producción de forraje anualy total, interesan especialmente las produc-ciones por estaciones de las diferentes op-ciones, principalmente ubicadas en un mar-co de equilibrio productivo entre primavera,estación de mayor potencial de produccióny verano-otoño-invierno, períodos que co-múnmente tienen limitaciones para el creci-miento vegetal. Dentro de estos, en vera-no-otoño frecuentemente las principaleslimitantes son: falta de agua y altas tempe-raturas, mientras que en invierno puedenser bajas temperaturas y exceso de aguaen el suelo.
En sistemas de producción dentro de ran-gos de producciones anuales y acumuladasde dos a cuatro años, según sea rotacióncorta o larga, de valores absolutos destaca-dos, adicionalmente también importa por ma-nejo animal y economía de la producción mi-nimizar las diferencias productivas entre pri-mavera y las estaciones que por razones deambiente limitan más el crecimiento. Dentrode éstas es importante acotar que a nivelcomercial, opciones de buen crecimiento in-vernal normalmente se subsanan medianteel uso de verdeos de invierno, que ademásson necesarios a los efectos de rotar confines de controlar malezas, bajar poblacio-nes de patógenos, insectos. En cambio lasproducciones de verano - otoño, presentanimpactos mas gravitantes sobre la oferta glo-bal de forraje al sistema productivo ya quela falta de agua resulta económicamente li-mitada de solucionar en predios, vía riego,además de las complicaciones logísticas quese producen. Con limitaciones hídricas im-portantes, los verdeos de verano tampococrecen y además en verano-otoño normal-mente disminuye en forma importante el áreade pastoreo, como consecuencia que mu-chas áreas se destinan a preparar con elobjetivo de sembrar verdeos de invierno o
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA
1 TR 8 1,21 0,98 1,01 1,18 1,25 0,98 1,17
2 TR 12 0,95 1,15 1,04 1,13 1,29 1,09 1,25
3 TB 1 1,76 1,53 1,76 1,49 1,67 1,14 1,66
4 TB 4 1,73 1,69 1,74 1,87 1,70 1,46 1,98
5 LC 12 0,95 0,85 0,83 1,08 1,00 1,07 1,13
6 AA 12 0,65 0,66 0,66 0,84 0,73 0,62 0,71
7 TR 12 + TB 2 1,17 1,35 1,43 1,19 1,11 0,82 1,13
8 TR 8 + LC 10 0,91 0,92 1,08 1,01 0,88 0,86 0,99
9 TR 6 + AA 12 0,83 0,72 0,78 0,83 0,88 0,78 0,92
10 TB 1 + LC 8 1,27 1,02 1,34 1,29 1,21 1,08 1,33
11 TB 2+LC 12 0,95 1,03 1,26 1,17 0,93 0,88 1,30
12 TB 1 + AA 10 0,89 0,92 1,08 1,07 1,06 0,85 1,04
13 TB 2 + AA 12 0,99 0,99 1,14 1,08 1,13 0,81 1,02
14 AA 10 + LC 10 0,83 0,74 0,81 0,88 0,86 0,75 1,00
15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1,05 1,07 1,31 1,25 1,02 0,89 1,06
16 TB 1 + LC 8 + AA 10 0,93 0,91 1,07 1,10 1,01 0,82 1,00
17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 1,07 1,07 1,13 1,23 1,10 0,91 1,13
Cuadro 52Cuadro 52Cuadro 52Cuadro 52Cuadro 52. Relación entre la producción acumulada de cuatro años de pri-mavera dividido verano más otoño.
Amarillo, mezclas destacadas para rotaciones cortas, largas y en producción total.
praderas. Esto determina que el desbalanceen la oferta forrajera entre primavera y vera-no-otoño se agrave.
Por las razones expuestas, se expresanen términos de cociente los rendimientos deforraje de primavera dividido verano + otoñoy primavera dividido verano + otoño + invier-no. Cuanto más próximo a 1 sea el cocienteimplica un mejor equilibrio interestacional, siel cociente es menor a 1, la situación mejo-ra y cuanto menor sea el cociente mayoresson las producciones de las estaciones demenor crecimiento (cuadros 52 y 53).
El monocultivo de leguminosas marcaclaramente la capacidad de producciónestacional de las mismas, donde TB resaltacomo la especie más desbalanceada, concrecimientos de primavera muy superioressobre los de verano más otoño, cociente 1,7.En el otro extremo, la leguminosa de com-portamiento más uniforme, más equilibradafue AA, cociente 0,6, explicado básicamen-te por el buen potencial de crecimiento enverano-otoño que esta especie tiene. LC y
TR son especies intermedias, LC con com-portamiento más cercano a AA y TR a TB.
Cuando se consideran mezclas de dosleguminosas, las asociaciones de TR + TBse comportaron como las de mayordesuniformidad entre las producciones de pri-mavera y verano+otoño, en tanto que lasmezclas de AA + LC fueron las más unifor-mes.
Considerando en conjunto, las asociacio-nes más destacadas para rotaciones cortaso largas, con altos registros de produccióntotal resaltadas en amarillo (cuadro 56) y queademás presentan mayor uniformidad, me-nores cocientes en las entregas de forrajeentre primavera y verano más otoño, se des-tacan las mezclas de: TR + AA, TB + AA yTR + LC y TB + LC + TR + AA. Todas ellassembradas inicialmente puras o con raigráso con Ce.
Otras mezclas bien balanceadas, comopueden ser las asociaciones de AA + LC oTB + LC + AA fueron asociaciones destaca-das productivamente en general en el tercer
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA
1 TR 8 0,91 0,64 0,70 0,81 0,88 0,72 0,85
2 TR 12 0,75 0,77 0,70 0,80 0,88 0,77 0,88
3 TB 1 1,05 0,88 1,01 0,88 1,01 0,75 0,97
4 TB 4 1,05 0,91 1,00 1,11 1,03 0,90 1,05
5 LC 12 0,72 0,59 0,61 0,82 0,78 0,79 0,81
6 AA 12 0,53 0,49 0,50 0,63 0,55 0,49 0,54
7 TR 12 + TB 2 0,84 0,87 0,96 0,83 0,79 0,61 0,79
8 TR 8 + LC 10 0,73 0,70 0,79 0,76 0,67 0,66 0,74
9 TR 6 + AA 12 0,65 0,54 0,59 0,62 0,67 0,60 0,68
10 TB 1 + LC 8 0,91 0,68 0,92 0,89 0,86 0,76 0,91
11 TB 2 + LC 12 0,72 0,76 0,88 0,83 0,68 0,66 0,88
12 TB 1 + AA 10 0,70 0,67 0,76 0,75 0,75 0,63 0,72
13 TB 2 + AA 12 0,77 0,72 0,83 0,77 0,82 0,61 0,71
14 AA 10 + LC 10 0,68 0,56 0,62 0,68 0,66 0,60 0,76
15 TB 1 + LC 8 + TR 6 0,77 0,78 0,92 0,87 0,73 0,65 0,76
16 TB 1 + LC 8 + AA 10 0,71 0,66 0,77 0,78 0,73 0,62 0,73
17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 0,82 0,77 0,81 0,86 0,79 0,67 0,81
Cuadro 53.Cuadro 53.Cuadro 53.Cuadro 53.Cuadro 53. Relación entre la producción acumulada de cuatro años de pri-mavera dividido verano más otoño más invierno.
Amarillo, mezclas destacadas para rotaciones cortas, largas y en producción total.
y/o cuarto año y/o en el total de los cuatroaños.
Cuando en el balance inter-estacional seconsidera además de verano + otoño el in-vierno, los cocientes se muestran en el cua-dro 53.
Cuando se considera el balance de pri-mavera con verano+otoño+invierno (cuadro53) se siguen manteniendo las mismas op-ciones que las resaltadas cuando no se con-sideró invierno (cuadro 52), por lo que se re-piten los comentarios.
Es muy clara y consistente la informa-ción referente al equilibrio entre P/V+O+I,donde las opciones compuestas por: AA, TR+ AA, LC + AA fueron las que presentaronlos cocientes menores.
CONSIDERACIONESGENERALES
Precocidad
Las opciones de mayores rendimientosde forraje en los primeros dos cortes se ca-
racterizaron por incluir dentro de lasgramíneas a raigrás 284 y entre las legumi-nosas en primer lugar TR, seguido de TB;en el otro extremo, con aportes iniciales ba-jos entre las gramíneas se ubicaron las pe-rennes y en leguminosas AA.
A mediano plazo, primeros cuatro cortes,las mayores frecuencias de situaciones conrendimientos superiores se registraron enmezclas que incluían raigrás 284, seguidopor Ce y posteriormente raigrás TI y con le-guminosas se destacó netamente el TR porsus mayores contribuciones, mientras que AAse ubicó en el extremo de menor producción.
Al incluir otras leguminosas mezcladascon TR en la asociación, especialmente TBy/o LC se verifican sinergias de rendimientopor complementación que aumentaron la fre-cuencia de situaciones de rendimientos su-periores; las asociaciones de TR + TB, TR+ LC, TR + TB + LC con o sin AA, presen-taron mayores frecuencias de aportes pro-ductivos comprendidos entre el máximo y80% del mismo.
La fracción leguminosa fue la más impor-tante en determinar los rendimientos de las
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
asociaciones, aportando entre el 60 y el 79%del rendimiento total de las mismas.
Producción anual
a. Primer año
• Las opciones con gramíneas que pre-sentaron las mayores frecuencias en re-gistrar rendimientos totales superioresfueron las mezclas con Ce seguidas porraigrás 284.
• Entre las leguminosas sobresalieron lasmezclas que incluyeron TR, dentro deéstas las asociaciones de TR + TB oTR + LC con o sin gramíneas acompa-ñantes presentaron los mayores rendi-mientos.
Segundo año
• Desaparecen los cultivares de raigrásen las mezclas y siguen destacándoselas asociaciones con TR y especialmen-te aquellas en que está acompañado porTB o LC.
• Las leguminosas fueron la fracción másimportante en determinar los rendimien-tos de las asociaciones.
Tercer año
• En este año cambian algunos aspectosproductivos, en las leguminosas puras,AA fue la de mayor rendimiento, segui-da en un escalón productivo inferior porLC.
• Mientras que en el segundo año, TR fuela leguminosa que con su presencia de-terminaba los mayores rendimientos, enel tercer año es sustituido por AA y/oLC.
• Las asociaciones donde AA y LC inte-gran simultáneamente la mezcla, pre-sentaron los mayores índices producti-vos.
• Las mezclas con gramíneas perennesno registraron ningún rendimiento que seubicara por encima del 80% del máximo.
• La frecuencia de registros de rendimien-tos localizados entre el máximo y 80%
del mismo se concentró en mezclascompuestas por tres, cuatro y cinco es-pecies, con predominio neto de legumi-nosas y sin gramíneas perennes.
• La inclusión de una gramínea perenneen mezclas con dos o más legumino-sas, determinó una disminución en el ren-dimiento de éstas, trasladándose dichoefecto negativo a la producción total delas mezclas.
• Las leguminosas dominaron y explicanmayoritariamente el rendimiento anualde las mezclas.
• El comportamiento de las leguminosas,las relaciones y fuerzas de competen-cia entre ellas varió en el tercer año, TRde ser el componente dominantecompetitivamente en las asociacionesen el segundo año pasa a ser la especiedeprimida en el tercero cuando se en-cuentra asociado a TB, LC o AA.
• TB con LC pierde algo de su capacidadde competencia pero ambas especiesmantienen un equilibrio relativo armóni-co entre ellas al tercer año, en tanto AA,especie de mayor potencial de creci-miento que LC, domina netamente al TBen la mezcla.
Cuarto año
• Se caracterizó por presentar un númeromuy alto de heladas (64) y varios perío-dos secos, es decir, fue muy limitantedel crecimiento vegetal.
• Los rendimientos de las mezclas fue-ron en promedio determinados en un 85%por la fracción leguminosa, por tanto lasgramíneas tuvieron una importancia pro-ductiva secundaria.
• TR desapareció de las asociaciones,persistiendo TB, LC y AA.
• Las especies que realmente aportarondurante el cuarto año de mayor a menorfueron AA, LC y TB.
• Las alternativas con mayores rendimien-tos correspondieron a mezclas comple-jas integradas por tres y cuatro espe-cies, con LC y/o AA en su composición.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
• Productivamente se destacaron las mez-clas que incluyeron AA, con o sin LC yalgunas asociaciones con TB.
• Cuando se analizan las producciones decada leguminosa sembrada pura, sobre-sale AA por sus rendimientos, a pesardel número de heladas y los períodossecos. Se deduce que AA puede regis-trar en invierno frecuentemente tasas decrecimiento similares o superiores a TBa partir del tercer año.
·• LC cuando es de mayor edad, tercer ycuarto año, disminuye notoriamente sucapacidad de crecimiento en el períodofrío pudiendo registrar rendimientos me-nores de 100 kg MS/ha en invierno.
·• Las opciones forrajeras que presenta-ron mayor frecuencia de rendimientossuperiores correspondieron a las legu-minosas puras sembradas inicialmentecon o sin raigrás.
·• Todas las mezclas que incluyerongramíneas perennes o Ce produjeronsignificativamente menos.
·• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores, ocurrió con las mezclas in-tegradas por dos, tres y cuatro legumi-nosas que en su origen fueron sembra-das puras, o con raigrás, o con Ce, seresalta que más que la complejidad delas mezclas importa la complementacióntemporal de las especies que la compo-nen.
• La interferencia que ejercieron las gra-míneas perennes determinaron mayori-tariamente en el cuarto año, depresio-nes en el rendimiento de las legumino-sas acompañantes sin que las gramí-neas compensaran dicha disminuciónproductiva, por tanto, la producción to-tal de las mezclas fue significativamen-te menor.
• Existieron pocas excepciones, solamen-te cuatro mezclas con gramíneas peren-nes que alcanzaron rendimientos entre80 y 89,9% del máximo, estas asocia-ciones integraban AA en su composi-ción, que fue el componente que real-mente aportó.
• A pesar de las limitaciones climáticas,las producciones de algunas mezclasfueron suficientes para al imentar660 kg de peso vivo/ha todo el año, AAse destaca como integrante de éstas.
• Mezclas sin riesgo de meteorismo, enbase a LC con o sin gramínea acompa-ñante presentaron rendimientos dentrodel estrato inferior, corroborando que LCen edades avanzadas, tres y cuatroaños, disminuye en forma importante sucrecimiento durante períodos con estrésabiótico, sea bajas temperaturas o dis-ponibilidad de agua.
• Ninguna opción compuesta por una le-guminosa se destacó por presentar ren-dimientos superiores. Cuando se mez-clan por lo menos dos leguminosas, co-mienzan a registrarse altos niveles deproducción.
• La buena performance de AA en un añoespecialmente crítico, frío y seco, indu-ce a sugerir que el uso de los buenoscultivares de esta especie debería in-crementarse en los suelos pesados delpaís, aptos para esta especie, con elobjetivo de disminuir las carencias deproducción de otras forrajeras en perío-dos de sequía y/o muy fríos.
Producción estacional
a. Primavera
• En la primera y segunda primavera sedestaca especialmente por sus rendi-mientos TR y las asociaciones de TR +TB.
• En la tercera y cuarta primavera se des-taca LC y especialmente AA, donde enmezclas con TB se potencia la produc-ción total, por complementación de atri-butos entre ambas especies.
b. Verano
• Entre las leguminosas, TB fue la querealizó los menores aportes en el segun-do verano y los siguientes, AA fue laespecie más productiva, difiriendo con
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
el primer verano, donde TR y especial-mente LC fueron las de mayor produc-ción.
• La mayor frecuencia de rendimientos es-tivales destacados en el acumulado delprimer y segundo verano se registró enmezclas de dos leguminosas que inicial-mente fueron sembradas con raigrás, al-gunas asociaciones con Ce y una mez-cla de dos leguminosas sin gramínea,éstas integraban por lo menos a TR,LC y AA, especies que fueron las de ma-yores aportes individuales, siendo TB lade menor contribución estival.
• Dentro de las combinaciones de legu-minosas de mayor producción en los pri-meros dos veranos se encuentran, TR+ LC seguida por TR + AA y AA + LC,estas dos últimas opciones con rendi-mientos estivales muy similares entreellas.
• En el cuarto verano, las asociacionesmás productivas que produjeron entre800 y 1200 kgMS/ha fueron tres queincluían LC y 23 mezclas cuya legumi-nosa principal fue AA.
c. Otoño
• TR, especie de alto potencial de creci-miento en el corto plazo, impuso su atri-buto y la casi totalidad de las opcionesdestacadas por alta producción en el oto-ño del segundo año, lo integraron en sucomposición, especialmente asociado aTB y/o LC
• Con pasturas de tres años de edad, enotoño sobresalieron como las opcionesde mayores rendimientos aquellas queintegraron AA con o sin LC, mezclascompuestas por dos o tres leguminosas,inicialmente sembradas con raigrás.
• En un nivel inferior de rendimiento,con un piso de 3900 y hasta 4371 kgMS/ha, valor correspondiente a 80%del rendimiento máximo, varias mez-clas forrajeras se ubicaron en ese ran-go y todas integraron AA en la compo-sición.
• La única especie que presentó buenpotencial de crecimiento con individuos
de cuatro años de edad, saliendo de unverano seco e ingresando a un otoñotambién con limitaciones hídricas impor-tantes fue AA, sin embargo la capaci-dad de crecimiento de esta se manifes-tó solamente cuando fue sembrada purao en asociaciones de leguminosas so-lamente.
• Las gramíneas ejercieron una interferen-cia muy importante que redujomarcadamente la capacidad de creci-miento de AA y en algunas opciones deLC.
• La información muestra que altos ren-dimientos en otoño, a largo plazo, es-tán relacionados con la presencia de AAen las asociaciones.
d. Invierno
• En la producción acumulada de los pri-meros dos inviernos, se destacannetamente por rendimientos invernalessuperiores las mezclas con raigrás 284,13 asociaciones destacadas de un totalde 17.
• Exceptuando las mezclas con 284 enel primer invierno, en las restantes aso-ciaciones los rendimientos invernalesestán explicados en mayor proporciónpor las leguminosas
• En los primeros dos inviernos, TR enprimer lugar y TB en segundo, fueronlas principales leguminosas que deter-minaron los mayores registros de pro-ducción invernal.
• La capacidad de crecimiento invernal delas especies varía con el tiempo, en TRal tercer invierno se redujo, aventaján-dolo significativamente TB, destacándo-se la producción invernal de AA y LCsimilar a la de TB.
• Evolutivamente, en general durante elprimer y segundo año, TR y TB son lasleguminosas de mayor producción inver-nal, en el tercer año, frecuentemente TBes superior a TR y AA se equipara a TB,en el cuarto año AA es la leguminosade mayor producción invernal.
• Los rendimientos invernales superiorescorrespondieron a las mezclas inicial-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
mente sembradas con raigrás o Ce, queademás integraban como leguminosaspor lo menos TR y/o TB.
• Las opciones que en la fracción legumi-nosas tenían tres o cuatro especies pre-sentaron alto destaque en los rendimien-tos acumulados de los inviernos cuan-do se asociaron a gramíneas anuales obianuales.
• Solamente tres opciones con gramíneasperennes se destacaron en produccióninvernal.
Rendimientos anuales de forrajecomo base para rotacionesforrajeras
a. Primer + segundo año.(Rotaciones cortas)
• Los rendimientos de las mezclas fuerondeterminados, en promedio, en un 85%por la fracción leguminosa, por tanto lasgramíneas tuvieron una importancia pro-ductiva secundaria.
• Considerando la mayor frecuencia derendimientos superiores, en 47% de lassituaciones, ocurrió con Ce, seguida porlas mezclas que originalmente fueronsembradas con raigrás 284, 41% de loscasos, en el segundo año constituidaspor leguminosas solamente.
• Dentro de las leguminosas, la trascen-dencia del TR como determinante de ren-dimientos superiores queda de manifies-to cuando de 36 mezclas que rindieronentre el máximo y 80% de este, 34 inte-graron TR y dos con AA + TB y AA +LC.
• Las mezclas de mayor producción acu-mulada al segundo año integraban lassiguientes leguminosas: TR + LC, se-guidas por TR + TB, TB + LC + TR + AAy TR + AA.
• En las opciones más productivas paraesquemas pecuarios de producción in-tensiva donde se priorizan rotaciones decorto plazo, dos a dos y medio años,predominan las compuestas por tres omás especies.
• Dentro de las asociaciones de mayoresrendimientos en dos años, existen mez-clas que por las especies que las inte-gran pueden durar tres y más años,puesto que incluyen LC y/o AA.
b. Primer + segundo + tercer año(Rotaciones de mediano plazo)
• En los rendimientos acumulados de tresaños, el 85% del mismo para las distin-tas opciones fue determinado por las le-guminosas.
• La mayor frecuencia de rendimientossuperiores, ocurrió con las mezclas in-tegradas por dos, tres y cuatro legumi-nosas que en su origen fueron sembra-das puras, o con raigrás, o con Ce.
• Las mezclas con F que además inclu-yen TR y/o AA se destacaron dentro delas que fueron sembradas con gramíneasperennes.
• Dentro de las leguminosas, la trascen-dencia de TR como determinante de ren-dimientos superiores queda de manifies-to cuando de 46 mezclas que rindieronentre el máximo y 80% de este, 30 inte-graron TR (65%) de las cuales 26 te-nían entre una y tres leguminosas adi-cionales, en tanto que las restantes aso-ciaciones con rendimientos superioresincluyeron AA y/o L.
• Las mezclas de mayor producción acu-mulada al tercer año presentaban las si-guientes leguminosas: TR + AA, TR +LC, seguidas por TR + TB, TB + LC +TR + AA, TB + LC + TR y TR en la ma-yor densidad.
• Con relación al número de leguminosasque integraron las mezclas con produc-ciones entre el máximo y 80% del mis-mo se verificó un: 9, 52 y 67 % com-puestas por una, dos y tres o cuatrorespectivamente.
• Dentro de las opciones de mayores ren-dimientos acumulados al tercer año, seencuentran mezclas destacadas por pre-cocidad y producción a mediano y largoplazo debido a la integración de AA oLC en su composición.
• Mezclas sin riesgo de meteorismo enbase a LC con o sin gramínea acompa-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ñante, no se posicionaron en los estra-tos superiores de rendimiento.
• Ninguna opción compuesta por una le-guminosa se destacó por presentar ren-dimientos superiores. Cuando se mez-clan por lo menos dos leguminosas, co-mienzan a registrarse altos niveles deproducción.
• Se advierte que no siempre TR presentabuena producción y persistencia en el ter-cer año, como sucedió en este trabajo.
c. Primer + segundo + tercer +cuarto año. (Rotaciones de medianoa largo plazo)
• Los rendimientos de cuatro años de le-guminosas puras fueron superiores com-parativamente a cuando estaban asocia-das a raigrás, Ce o gramíneas peren-nes, en tanto las mezclas de dos a cua-tro leguminosas presentaron rendimien-tos superiores cuando fueron sembradassin gramíneas o con raigrás, comparati-vamente a cuando estaban integradasa Ce o gramíneas perennes.
• Los rendimientos totales de monoculti-vo de leguminosa, o una leguminosamas raigrás, o Ce o gramíneas peren-nes fueron similares, mientras que losrendimientos totales de mezclas desdedos a cuatro leguminosas sin gramínea,o asociadas a raigrás o Ce fueron supe-riores a cuando se asocian a gramíneasperennes.
• Los rendimientos totales de cuatro añossuperiores correspondieron a mezclas com-puestas por dos a cuatro leguminosas sem-bradas puras o con raigrás o con Ce.
d. Tercer + cuarto año comoindicador de rotaciones largas
• Considerando las opciones más sim-ples, solamente AA como leguminosapura, se destaca por presentar rendi-mientos en la faja de 80 a 100% supe-rior.
• Dentro de las mezclas simples com-puestas por una gramínea más una le-guminosa, ninguna opción rindió lo sufi-ciente como para ingresar en el estrato
de rendimientos entre el máximo y 80%del mismo.
• Las mezclas compuestas por dos, treso cuatro leguminosas sin gramíneas fue-ron las que presentaron mayor frecuen-cia de rendimientos superiores, segui-das por las mismas asociaciones de le-guminosas pero que inicialmente habíansido sembradas con raigrás, que ya enel primer verano desapareció de lasmezclas. Con Ce también se destaca-ron tres mezclas que obviamente inte-graban AA y/o LC acompañadas gene-ralmente de TB.
• Ninguna asociación que incluyera una gra-mínea perenne alcanzó rendimientos delorden de 80% del máximo o superiores.
• Todos los rendimientos entre 100 y 90%del máximo se caracterizaron por sermezclas que incluyeron AA acompaña-da de otra u otras leguminosas.
• Si el objetivo consiste en alcanzar nive-les altos de producción de forraje a largoplazo, tres y cuatro años, las mezclas de-ben incluir AA y/o LC acompañados deotras leguminosas, principalmente TB.
e. Mezclas entre leguminosas yrendimientos de forraje
• En el tercer año, siempre que se combi-nó TR con otra leguminosa, los rendi-mientos de forraje por unidad de super-ficie aumentaron en forma importante.
• En el cuarto año TR desaparece y lasleguminosas acompañantes aportan fo-rraje, entre ellas, LC produce mayor can-tidad en el cuarto año asociado previa-mente a TR que en monocultivo.
• Los rendimientos acumulados por uni-dad de superficie del tercer más cuartoaño de TR fueron duplicados cuando sesembró asociado a otra leguminosa,mostrando efectos de complementa-ción.
• Con TB se registra una situación simi-lar a la descripta en TR, el monocultivode TB es superado en capacidad de pro-ducción de forraje por unidad de super-ficie cuando se asocia a otra legumino-sa, en el tercer, cuarto y el acumulado
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 1 1 1-2 1 2 TR 12 2 1-2 2 2 2 3 TB 1 4 TB 4 1 5 LC 12 6 AA 12 3-4
7 TR 12 + TB 2 2-T 1-2-T 1-2-4-T 1-2-T 1-2 2 2 8 TR 8 + LC 10 1-2-3-T 1-2-3-T 2-3-T 1-2-T 1-2 1 9 TR 6 + AA 12 3-T 1-2-3-T 1-2-3-T 1-2-3-T T
10 TB 1 + LC 8 3 1 1 11 TB 2 + LC 12 3-T 1-3-T 3-4-T 1 12 TB 1 + AA 10 3- 4-T 2-3-4-T 3-4-T 2-3-T 13 TB 2 + AA 12 3-4 3-T 4-T 14 AA 10 + LC 10 3-4-T 2 2-3-T 2 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 1-2-T 1-2-4-T 1-2-T 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 3-4-T T 3-T 3-T T 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2-3-4-T 1-2-3-T 2-4-T 1-2-T T 1-2-T
Amarillo, mezclas destacadas para rotaciones cortas, largas y en producción total.
Cuadro 54.Cuadro 54.Cuadro 54.Cuadro 54.Cuadro 54. Mezclas destacadas por registrar rendimientos superiores en cada año(1-2-3-4) y en el total de los cuatro años (T).
de ambos años. La excepción se verifi-ca en el cuarto año cuando TB estabaasociado a TR, que produjo algo menosque el cultivo puro.
• LC, en el tercer, cuarto y acumulado deambos años siempre aumentó los rendi-mientos de forraje por unidad de superfi-cie cuando fue asociado a otra legumino-sa, comparativamente con el cultivo puro.
• AA comparativamente con la producciónde la siembra pura, solamente aumentóel rendimiento por unidad de superficieen el tercer año cuando estaba asocia-da a LC, y en el cuarto año, cuando seasocia a TB.
• Con AA los rendimientos acumulados deltercer y cuarto año por unidad de super-ficie aumentaron en las asociaciones deAA + TB y AA + LC.
• Comparativamente con la siembra pura,en el tercer más cuarto año, la asocia-ción con otra leguminosa aumentó losrendimientos por unidad de superficieen: TR, entre 94 y 160%; en TB un mí-nimo de 9 y un máximo de 52%, en LC,entre 31 y 54% y con AA, entre 0 y 7%.
• Los rendimientos máximos por unidadde superficie se registraron en el acu-mulado del tercer más cuarto año en le-
guminosas puras con AA y en las mez-clas de 2 leguminosas, también con AA.
Resumen de mezclas destacadasen cada año y en el total, conrendimientos entre el máximo y80% del mismo
A fin de ubicar con facilidad los rendimien-tos registrados por las diferentes estrategiasforrajeras evaluadas, a través de cada añoy en el total, se indican las opciones másproductivas discriminadas por años y en eltotal (cuadro 54). Dentro de éstas se resal-tan (color amarillo) las más destacadas enpor lo menos tres años y el total de los cua-tro años evaluados, es decir las que en con-junto integraron mayor cantidad de aspec-tos productivos positivos.
• En pasturas con una leguminosa (op-ciones uno a seis) se destacó solamen-te AA en el tercer y cuarto año.
• Con mezclas simples, una gramíneamás una leguminosa, mayoritariamentesobresalieron con rendimientos entre 80y 89,9% del máximo las asociacionesque presentaban TR, sembrado a bajadensidad (8kg/ha) durante el primer año
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
y a mayor densidad (12 kg/ha) en elsegundo año.
• Ce más TR en el primer y segundo añopresentó rendimientos ubicados entre80 y 89,9% del máximo, atributo impor-tante en rotaciones cortas.
• Las asociaciones integradas por dos le-guminosas (opciones 7 a 14), sin gra-mínea desde el inicio, o que inicialmen-te en el primer año tenían raigrás y pos-teriormente quedaron con dos legumino-sas solamente, así como mezclas conCe, se destacaron en los niveles de pro-ducción anuales y totales en relación alas leguminosas puras de una especiey a las mezclas compuestas por dosespecies (gramínea + leguminosa). Lasasociaciones de leguminosas con ren-dimientos superiores fueron: TR + TB,TR + LC, TR + AA y TB + AA.
• Una situación similar a la reportada pre-viamente ocurre con las asociaciones in-tegradas por tres o cuatro leguminosas(opciones 15 a 17), sin o con gramíneastales como raigrás o Ce, las mezclasde leguminosas con mayor frecuenciade rendimientos destacados fueron: TB+ LC + TR + AA, TB + LC + AA (esta enel largo plazo y total) y TB + LC + TR enel corto plazo y total.
• En las mezclas más productivas en losdos primeros años predomina la presen-cia y aportes de TR, mientras que enlas de tres y cuatro años, las especiesde mayores contribuciones fueron LC yAA, sobresaliendo en el cuarto año, elmás crítico para crecimiento vegetal, porhaber sido muy frío y seco, las contri-buciones de AA al rendimiento de lasmezclas.
• Las mezclas con gramíneas perennespresentaron muy pocas situaciones conrendimientos resaltables y cuando lost ienen, la producción se expl icamayoritariamente por el aporte de las le-guminosas.
• En términos de producción total de loscuatro años, ninguna opción de una le-guminosa o una leguminosa más unagramínea presentaron rendimientos
destacables del orden de 80% del máxi-mo o superiores.
• Asociaciones con dos, tres o cuatro le-guminosas sembradas puras, o con rai-grás, o con Ce, presentaron 34 mezclascon rendimientos totales del 80% delmáximo o mayores.
• Las mezclas con gramíneas perennesmás dos, tres y cuatro leguminosas re-gistraron solamente cuatro rendimientostotales entre 80 y 89,9% del máximo.
• Las opciones con buenos rendimientosen el tercer y/o cuarto año incluyeronAA y/o LC.
Balance de producción entreestaciones, cociente deprimavera dividido verano +otoño + invierno
Otro atributo importante desde el puntode vista del manejo animal dentro de las dis-tintas opciones forrajeras evaluadas, consis-te en el equilibrio existente entre la produc-ción de primavera, la estación ambientalmen-te más favorable para crecimiento, y las res-tantes que generalmente presentan limitacio-nes de rendimiento. El cociente entre losrendimientos de primavera dividido la sumade las producciones de las restantes esta-ciones da una idea del equilibrio entre lasmismas (Cuadro 53).
• Las mayores capacidades de producciónde forraje de verano más otoño de LC yprincipalmente de AA determinan un ma-yor equilibrio con los rendimientos de pri-mavera, por tanto el cociente P/V+O+Idisminuye marcadamente cuando lasasociaciones incluyen AA.
• Considerando a las leguminosas, AA esla que registra el menor cociente (0,53)y TB el superior (1,05).
• En las mezclas destacadas en rotacio-nes cortas, largas y en producción total(color amarillo, cuadro 51), las asocia-ciones que presentaron el cocienteP/V+O+I entre 0,54 y 0,70 fueron de me-nor a mayor: TR + AA asociados a 284o TI o Ce, TB + AA + 284 y TR + LC +284; con cocientes entre 0,73 y 0,90 se
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ubican : TR + LC, TR + LC + Ce, TB +LC + TR + AA + 284, TB + LC + TR +AA, TR + TB + Ce y con cociente de0,92 se encuentra TB + LC + TR + TI yde 0,96 TR + TB + TI.
COMENTARIOS FINALES
Los resultados descriptos en este traba-jo muestran que en términos de rendimien-tos de forraje la mayoría de las asociacio-nes integradas por dos, tres y cuatro legu-minosas con o sin gramínea anual, bianualo perenne superaron consistentemente a lasmezclas simples compuestas por dos espe-cies.
En función de lo precedente, algunos con-ceptos académicamente muy arraigados res-pecto a mayor producción de las mezclassimples con respecto a las más complejas,hasta cinco especies, habría que modificar-los, de acuerdo a los resultados obtenidos.
A medida que se aumentó el número deespecies en las mezclas, las contribucionesindividuales de cada componente disminu-yeron, sin embargo, las especies deprimi-das en uno o dos períodos del año, pasan aser dominantes en otros donde tienen ven-tajas comparativas de crecimiento, estascomplementaciones posibilitan aumentar losrendimientos globales de las asociaciones.
Morfologías distintas en la parte aérea ysubterránea, capacidades diferentes de ex-ploración de suelo, períodos diferenciadosde las especies donde son capaces de de-sarrollar tasas máximas de crecimiento, ca-pacidad diferencial de producir en situacio-nes donde ocurren distintos estresesabióticos (bajas y altas temperaturas, défi-cit y excesos de agua), posibilitan aprove-char mejor los recursos del ambiente sin queocurran interferencias muy intensas que su-priman especies y permitan coexistir a lasmismas dentro de sus rangos de plasticidadmorfológica y fisiológica, con relaciones decompetencia tolerables entre los distintosindividuos. Estos son los factores que ex-plican los mayores rendimientos de las mez-clas integradas con más especies compara-tivamente con las simples (ver anexo págs.287-289).
Los resultados registrados en este traba-jo muestran además la compatibilidad entretodas las leguminosas integrantes de las dis-tintas asociaciones, inclusive de aquellasque también se consideran frecuentementeincompatibles por manejo, evidentemente laplasticidad morfológica y fisiológica de loscultivares utilizados muestra consistente-mente que también se debe modificar el con-cepto de incompatibilidades de convivenciapor manejo de defoliación entre algunas es-pecies, como por ejemplo, TB y AA. En rea-lidad, tal vez el manejo de defoliación debapriorizarse en el sentido de manejo de la plas-ticidad morfo-fisiológica de cultivares den-tro de las mezclas.
Considerando en conjunto, las asociacio-nes más destacadas para rotaciones cortas,largas, con altos registros de producción to-tal resaltadas en amarillo y que además pre-sentan mayor uniformidad, menores cocien-tes en las entregas de forraje entre primave-ra y verano más otoño, se destacan las mez-clas de: TR + AA, TB + AA, TR + LC y TB +LC +TR +AA; todas ellas sembradas inicial-mente puras o con raigrás o con Ce.
Otras mezclas bien balanceadas, comopueden ser las asociaciones de AA + LC o TB+ LC + AA fueron asociaciones destacadasproductivamente en general en el tercer y/ocuarto año y/o en el total de los cuatro años.
La inclusión en las mezclas de legumi-nosas con buen potencial de crecimiento enverano y otoño, casos principalmente de AAy LC originan mayor uniformidad de rendi-mientos entre estaciones del año.
Los resultados comentados se refieren alcomportamiento de distintas opcionesforrajeras en situaciones sin gramilla hastael cuarto año, en otras situaciones no debedescartarse el uso de gramíneas perennes,festuca o dactylis.
En el capítulo V se advierte de las pre-cauciones que se deben tomar en la instala-ción de pasturas cuando se mezclan espe-cies de diferente capacidad de crecimientoinicial, como pueden ser TR y TB, compara-tivamente con AA y LC a los efectos de con-cretar con especies bien implantadas lasmezclas que inicialmente se sembraron.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Las depresiones del rendimiento de legu-minosas en edades avanzadas cuando es-tán asociadas a gramíneas anuales y espe-
cialmente perennes, comparativamente acuando se siembran sin ellas, deberían es-tudiarse en un futuro.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
III. RESPUESTA AL MANEJO DEDEFOLIACIÓN ESTACIONAL Y ANUAL
DE ONCE MEZCLAS FORRAJERASSEMBRADAS EN SUELO DE
TEXTURA PESADA
INTRODUCCIÓN
La información relativamente reciente so-bre manejo de defoliación de mezclasforrajeras es escasa en el país y se concen-tra principalmente en trabajos de tesis degraduación, Santiñaque, 1979; Mora, 1980;Tafernaberry y Zanoniani, 1989; Llado et al.,1994; Carlevaro y Carrizo, 2004. En estosexperimentos generalmente se utilizaroncultivares de gramíneas perennes distintosa los usados actualmente, salvo algunas ex-cepciones. Con los materiales actuales, serealizaron trabajos de manejo de mezclasforrajeras por parte de García, 1995;Formoso, 2006, 2007, 2009, donde se infor-ma que mediante distintas prácticas de ma-nejo de cortes aplicados, se pueden generardiferencias de rendimientos de forraje muyimportantes. En este sentido, frecuentemen-te se considera que el manejo de defoliaciónaplicado constituye una de las principalesvariables que determinan la capacidad deproducción de las pasturas y consecuente-mente el producto animal obtenible.
Los objetivos del presente trabajo con-sistieron en comparar la producción de dis-tintas mezclas forrajeras integradas por es-pecies persistentes sometidas a dos fre-cuencias de defoliación, dentro de un con-texto de cuantificar opciones forrajeras delarga duración que posibiliten disminuir cos-tos en la cantidad de forraje producido.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sobre un Brunosol (Pradera parda) conseis años de siembra directa de praderas enrotación con cultivos (trigo y sorgo), corres-pondiente a una chacra del sistema de pro-
ducción intensiva de carne de INIA LaEstanzuela se instaló el 11 de mayo, un en-sayo con once mezclas forrajeras utilizandouna sembradora J. Deere modelo 750 parasiembra directa con tren de siembramonodisco angulado, sobre un rastrojo bajo(35 cm) de sorgo granífero. Estas estabanintegradas por: Dactylis glomerata cv INIAOberón a 8 kg/ha + trébol blanco cvEstanzuela Zapicán a 2 kg/ha (DTB), Dactylisglomerata cv INIA Oberón a 8 kg/ha + trébolblanco cv Estanzuela Zapicán a 1 kg/ha +Lotus corniculatus cv INIA Draco a 12kg/ha(DTBLC), Dactylis glomerata cv INIA Oberóna 8 kg/ha + trébol blanco cv EstanzuelaZapicán a 1 kg/ha + alfalfa cv Crioula (multi-plicada por INIA La Estanzuela) a 12 kg/ha(DTBAA). Las mezclas con dactylis se repi-t ieron con Festuca arundinácea cvEstanzuela Tacuabé sembrada a 10kg/ha (F+ TB, F + TB + LC, F + TB + AA) y conPhalaris tuberosa cv Estanzuela Urundaytambién sembrado a 10 kg/ha (FA + TB, FA+ TB + LC, FA + TB + AA). Se evaluarondos mezclas más, una compuesta sólo porleguminosas e integrada por trébol blanco cvEstanzuela Zapicán a 1 kg/ha + Lotuscorniculatus cv INIA Draco a 8 kg/ha + alfal-fa cv Crioula (multiplicada por INIA LaEstanzuela) a 10 kg/ha (TB + LC + AA) y laotra, similar a la anterior pero con raigrás cvINIA Titán a 12 kg/ha (TI + TB + LC + AA).Entre paréntesis en negrita se indican lascodificaciones de las mezclas.
Todas las mezclas simples integradas poruna gramínea perenne + trébol blanco fue-ron sembradas inicialmente, además, conLotus uliginosus cv Grasslands Maku a5 kg/ha. Al fracasar el establecimiento deéste, quedaron mezclas simples compues-tas por dos especies. Las once asociacio-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
2004 2005 2006 2007 2008 Mes P N °C H P N °C H P N °C H P N °C H P N °C H
1 86 7 23 0 202 5 24 0 201 14 23 0 65 7 23 0 110 7 24 0 2 107 7 21 0 31 7 22 0 155 7 22 0 111 10 23 0 40 10 23 0 3 183 3 22 0 94 6 20 1 118 11 19 1 427 16 20 1 88 12 21 0 4 276 11 18 0 122 9 16 2 23 5 17 3 148 10 18 11 11 3 17 4 5 55 6 12 9 63 10 14 4 15 2 13 9 105 5 11 17 30 6 14 6 6 14 4 12 8 92 12 13 4 266 11 12 9 41 6 9 17 35 7 10 11 7 42 8 10 11 57 9 11 7 39 4 13 3 7 4 8 16 31 6 13 5 8 62 8 13 6 120 8 12 11 40 9 11 14 84 9 9 2 16 6 11 13 9 26 6 14 4 78 8 12 9 25 3 13 7 99 9 16 0 27 7 13 5 10 123 9 15 2 51 5 15 3 171 11 18 0 186 13 17 0 41 9 16 1 11 85 13 18 0 29 6 21 0 50 5 19 0 36 9 18 0 20 4 23 0 12 31 7 22 0 44 9 20 0 199 9 23 0 24 6 22 0 107 2 22 0
Total 1090 89 17 40 983 94 17 41 1302 91 17 46 1333 104 16 64 555 79 17 45
Cuadro 57Cuadro 57Cuadro 57Cuadro 57Cuadro 57. Precipitaciones en mm (P), N° de días con lluvia (N), Temperaturas medias (°C) yN° de heladas (H) en el período 2004-2008.
En rojo se resaltan meses con precipitaciones por debajo de lo normal, o número de heladas por encima de lonormal.
nes fueron manejadas en dos frecuencias dedefoliación, cortes cada 30 y 45 días, simu-lando un esquema frecuente con bajas eda-des de rebrote y supuestamente buena cali-dad (30 días) y otro más conservador, conintervalos entre cortes de 45 días. Las oncemezclas por dos manejos de cortes fueronevaluadas en un esquema denominado anualy otro estacional. El esquema definido comoanual consistió en que a partir del primercorte una vez establecidas las pasturas,durante todo el período de evaluación del ex-perimento, siempre se cortó cada 30 ó 45días independientemente de la disponibilidadde forraje existente. En el ensayo estacionalse manejaba cada 30 o 45 días en una esta-ción y el resto del año se defoliaba cada45 días. En éste, luego de realizado el ma-nejo estacional de cortes cada 30 días, secuantificaba en la siguiente estación losefectos residuales del mismo.
Todas las especies fueron sembradas enlíneas, las leguminosas en todas las líneas(cada 19 cm) y las gramíneas en líneas al-ternas, cada 38 cm, con el objetivo de regu-lar la interferencia que ellas ejercen.
Se fertilizó a la siembra con 50 kg/ha de18-46-0 en la línea y posteriormente serefertilizó en otoño del segundo año con40 kg P
20
5/ha soluble en agua. El nivel de
fósforo en suelo (Bray 1) en los primeros sie-te cm del perfil se mantuvo en valores entre8 y 15 ppm. Cada parcela se componía deocho surcos por nueve metros de largo, se
utilizaron cuatro repeticiones y los tratamien-tos fueron dispuestos en un diseño de bloquesal azar. El experimento desde el inicio y hastael final del mismo nunca presentó gramilla.
Por tratarse de un número alto de trata-mientos, con el objetivo de priorizar y sim-plificar la información, en cada cuadro seindican en azul los rendimientos comprendi-dos entre el máximo y 90% del mismo, enrojo entre 89,9 y 80% del máximo y ademáscuando se indica la mínima diferencia sig-nificativa es al nivel de probabilidad del 5%.
Los cortes se realizaron mediante corta-dora rotativa experimental regulada para de-jar un rastrojo de cuatro centímetros de al-tura. Toda la información corresponde a ren-dimientos expresados en materia seca, delas especies sembradas, libres de malezasya que estas fueron práct icamenteinexistentes. El experimento tuvo un esta-blecimiento muy bueno. Las estaciones fue-ron definidas de la siguiente manera: otoño= O (marzo-abril y mayo), invierno = I (junio-julio y agosto), primavera = P (setiembre-oc-tubre y noviembre) y verano = V (diciembre-enero y febrero).
Adicionalmente se informan contenidosde minerales y calidad del forraje conjunta-mente con datos de las pasturas a los efec-tos de ubicar la composición química con elestado de las mezclas.
Las condiciones de ambiente se mues-tran en el cuadro 57.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
RESULTADOS
Las especies persistentes que posibili-tan disponer de mezclas de larga duraciónfueron dentro de las leguminosas: alfalfa (AA)o Lotus corniculatus (LC) o Lotus uliginosus.Esta última pese a utilizarse una densidadde siembra elevada, 5kg/ha, determinó lagerminación de un número importante deplántulas/m2, que murieron debido a la muybaja capacidad de competir de éstas frentea las especies acompañantes. Por tanto lasmezclas que esta leguminosa componía, setransformaron en mezclas simples de gra-mínea perenne más trébol blanco (TB). Den-tro del esquema de mezclas de larga dura-ción también se compararon opciones congramíneas perennes, dactylis (D) o festuca(F) o falaris (FA) y éstas con una mezclaintegrada por un raigrás de ciclo largo (TI) yademás, todas las mezclas con gramíneas,fueron comparadas contra una integrada porleguminosas puras (LP).
La inclusión de una mezcla compuestasolamente por leguminosas se sustenta pordisponer de antecedentes que cuanto me-nor es el contenido de gramíneas, sean anua-les o perennes en mezclas forrajeras, don-de la gramilla está ausente, el producto ani-mal obtenido, kg de peso vivo/ha, incrementacon la proporción de leguminosas (alfalfa,trébol blanco y lotus) y consecuentementedisminuye con incrementos en la proporciónde raigrás, o dactylis, o festuca en la mez-cla. Todas las mezclas evaluadas presenta-ban en su composición trébol blanco y lasvariaciones se originan por la inclusión o node LC o AA dentro de las leguminosas, o porlas tres gramíneas perennes, el raigrás, o laausencia de gramíneas.
Para la presentación de resultados se co-menzará por el experimento anual, es decir,aquel que durante toda la vida útil de las mez-clas se cortó sistemáticamente cada 30 o45 días, independientemente de la disponi-bilidad de forraje. Se iniciará con los rendi-mientos acumulados en distinto número deaños simulando duraciones de rotación dife-rentes. Tal como se aclaró en trabajos pre-vios de esta publicación, el enfoque de cor-tes a intervalo fijo prioriza los animales so-
bre las pasturas, dado que se cortan inde-pendientemente de la disponibilidad, es de-cir, el concepto es utilizar el forraje existen-te independientemente de la condición de lapastura. Esta estrategia puede llegar a sermuy perjudicial sobre las plantas dentro delsistema animal-planta ya que implica unestrés energético por retiro sistemático, enperíodos cortos, del área foliar, pero posibi-lita cuantificar mejor la capacidad o plastici-dad de las especies cuando se las somete aperíodos de estrés intensos. De hecho enlos predios, cada vez que disminuye la dis-ponibilidad de pasturas, frío, sequía, exce-so de carga animal, la frecuencia de pasto-reo normalmente aumenta.
Como hecho favorable, para evaluar re-sistencia a estreses ambientales de lasforrajeras, en el tercer año se produjo un pe-ríodo seco prolongado, en el cuarto, el in-vierno fue muy riguroso con un número deheladas muy alto y desde final del cuartoaño y durante el quinto, se produjo una se-quía muy intensa y prolongada. Estosestreses ambientales son muy importantesa los efectos de evaluar las capacidades deproducción de las distintas forrajeras, pues-to que aquellas que logran producir más endichas condiciones, evidentemente son lasmás seguras para incorporar en sistemas deproducción, ya que minimizan riesgos pro-ductivos y obviamente, económicos.
Experimento anual
Rendimientos de forraje anualesacumulados
Las producciones anuales acumuladas endistintos números de años posibilitan ubicarlos rendimientos de forraje de las distintasopciones en esquemas de rotación desdecortos, a dos años, medios, tres años y lar-gos, cuatro y cinco años, (cuadro 58).
Las mezclas presentaron diferencias derendimiento importantes entre ellas (P<0.05),al igual que las frecuencias de corte, verifi-cándose que los efectos de las dos frecuen-cias de cortes variaron con la composiciónde las mezclas (interacción significativa,mezclas por manejo, P<0.05).
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En los primeros dos años, los rendimien-tos acumulados superiores fueron alcanza-dos en orden decreciente por las siguientesasociaciones: D + TB + AA, F + TB + LC, D+TB + LC, TI + TB + LC + AA, TB + LC + AA,todas ellas cortadas cada 45 días y D + TB +AA en cortes cada 30 días, (cuadro 58).
En la mezcla que inicialmente fue sem-brada con raigrás Titán, a partir de diciem-bre del primer año, desapareció la gramíneaanual de la asociación, quedando integradasólo por leguminosas.
Cuando se consideran los rendimientossumados de los primeros tres años, la aso-ciación D + TB + AA en cortes cada 45 díasacumuló 36.540 kg MS/ha, rendimiento queda una media anual muy alta, de12.180 kg MS/ha/año. Otras asociacionesque superaron las 30 toneladas de materiaseca en tres años fueron: TI + TB + LC +AA, D + TB + LC, TB + LC + AA, F + TB +AA y F + TB + LC, todas estas asociacio-nes cortadas cada 45 días, (cuadro 58).
El cuarto año se caracterizó por presen-tar un invierno con un número muy alto deheladas, 61, que redujo sustancialmente elcrecimiento de todas las especies y ademásen noviembre y diciembre se registró un pe-ríodo muy seco. Estos estreses deprimie-ron los rendimientos anuales, razón por lacual las producciones acumuladas de loscuatro años, en varias asociaciones aumen-taron poco en relación a los acumulados delos tres años (cuadro 58).
A pesar de los problemas climáticos delcuarto año, mayoritariamente las mezclasmás destacadas en el acumulado de loscuatro años presentaban AA en su integra-ción, la más productiva persiste ubicada enprimer lugar, D + TB + AA, seguida por TI +TB + LC + AA, TB + LC + AA y D +TB + LC,todas ellas cortadas cada 45 días. Por lotanto, para todas las asociaciones que pre-sentan LC o AA en su composición, los ma-nejos frecuentes cada 30 días deprimen laproducción a un nivel que las aleja de losrendimientos situados en los estratos supe-riores. La excepción la constituye la mezclade D + TB + AA cortada cada 30 días, cuyorendimiento acumulado de cuatro años selocalizó entre el 80 y 89,9% del rendimiento
máximo. Esta característica denota unamayor plasticidad de manejo, atributo queen la práctica tiene mucha importancia pues-to que a nivel de predios frecuentemente lascondiciones de ambiente pueden deprimirfuertemente las tasas de crecimiento de lasespecies, obligando a realizar pastoreos másfrecuentes, (cuadro 58).
El quinto año fue extremadamente seco,sequía que se inició ya en los dos últimosmeses del cuarto año. Las asociaciones des-tacadas en el acumulado de los cinco añosfueron exactamente las mismas que sobre-salieron en la suma de rendimientos de loscuatro primeros años, (cuadro 58).
Las mezclas con rendimientos superio-res y ordenadas en forma decreciente fue-ron: D + TB + AA, TB + LC + AA, TI + TB +LC + AA, D + TB + LC, todas ellas someti-das a un manejo de cortes cada 45 díassistemáticamente durante los cinco años.Con rendimientos entre 89,9 y 80% del máxi-mo se ubican las asociaciones compuestaspor: F + TB + AA en el sistema de cortescada 45 días, D + TB + AA bajo cortes cada30 días y F + TB + LC cortada cada 45 días.
La única asociación que se destacó pro-ductivamente cuando fue sometida a un ma-nejo de cortes cada 30 días durante los cin-co años fue la asociación compuesta por D+ TB + AA.
Cuando se compara la respuesta entreleguminosas a manejos frecuentes, cortescada 22 y 30 días aplicados continuamentedurante cuatro o más años, AA fue la legu-minosa de mejor comportamiento producti-vo, tal como se muestra en el capítulo IV. Elhecho que la mezcla más productiva corta-da cada 30 días integrara AA en su compo-sición, concuerda con la información reca-bada en el trabajo de manejo de legumino-sas y constituye un argumento más a favorde la buena resistencia de AA a sistemasde cortes frecuentes. Obviamente este con-cepto no invalida los incrementos producti-vos que se obtienen cuando se alarga el in-tervalo entre cortes a 45 días. En este ma-nejo fue la especie más productiva, espe-cialmente cuando se asocia solamente conleguminosas o con una gramínea perenne dela morfología de D. Este fue sembrado en
86
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
líneas alternas a 38 cm y además presentaun porte muy erecto, atributos que dejanmayor espacio para el crecimiento de AA,leguminosa que capitalizó muy eficientemen-te este aspecto.
La información presentada hasta el mo-mento referente al experimento anual permi-te realizar los siguientes comentarios gene-rales:
• Las mezclas simples compuestas poruna gramínea perenne más TB, fueronlas que registraron las menores produc-ciones de forraje comparativamente conlas que integraban en su composiciónademás de TB, LC o AA.
• Nuevamente, tal como se expresó en eltrabajo de mezclas forrajeras II, las aso-ciaciones integradas por tres especiesproducen más forraje que las mezclascompuestas por dos especies.
• Dentro de las mezclas simples, la deproducción superior fue la compuesta porD + TB, en tanto la de F + TB y FA + TBprodujeron rendimientos similares entreambas pero muy inferiores a las de D +TB.
• A medida que los rendimientos acumu-lados integraban más años, las diferen-cias en rendimiento de forraje a favorde la mezcla D + TB aumentaron conrelación a F + TB y FA + TB.
• D fue la gramínea perenne con mayorcrecimiento, F fue intermedia y FA fuela que realizó menores contribuciones.
• Los rendimientos de forraje de lasgramíneas perennes indican la capaci-dad de competir de las mismas, por tan-to, los aportes del TB a las mezclas sim-ples fueron menores con D, intermediosen F y los mayores con FA.
• En las mezclas simples las contribucio-nes del TB variaron inversamente conla interferencia, medida a través del cre-cimiento de cada gramínea perenne.
• En este contexto, D fue la gramínea quecreció más y que ejerció mayor compe-tencia, determinando que TB, en prome-dio, realizara una contribución del 43%,con F pasó a aportar en promedio un63% y en FA un 81%.
• Con relación a las frecuencias de cor-tes dentro de las tres mezclas simplesevaluadas, los rendimientos registradosentre ambos manejos de cortes fueronsimilares en los cuatro períodos en quese acumuló forraje, tanto a nivel de laproducción total de forraje (gramínea +leguminosa) como de los rendimientosdel TB (fracción leguminosa) dentro decada una de las mezclas estudiadas. Porlo tanto, para las frecuencias de 30 o 45días, cuando se deja un rastrojo resi-dual de cuatro centímetros no se afectaal TB ni a las gramíneas perennes.
• Dentro de las mezclas con D, la com-puesta por D + TB en general produjoentre 22 y 34% menos forraje que la másproductiva, que fue D + TB + AA bajomanejo de cortes de 45 días.
• D + TB + AA en las producciones acu-muladas de dos, cuatro y cinco añosprodujo en el estrato entre el rendimien-to máximo y 90% de este, al igual quela asociación compuesta por D + TB +LC también cortada cada 45 días, aun-que esta última rindió menos (P>0.05)excepto en el acumulado de cinco años,cuyo rendimiento fue inferior (P<0.05).
• Los rendimientos de la mezcla F + TBse ubicaron entre un 44 y 48% por de-bajo de las mezclas más productivascon F.
• Con F el ordenamiento varió según losaños que se acumuló forraje, mientrasen los primeros dos años sobresalió lamezcla F + TB + LC, posteriormente,en los restantes períodos que se acu-mularon, LC fue sustituido por AA, am-bas asociaciones en la frecuencia decortes cada 45 días.
• Dentro de FA, la mezcla FA + TB, pro-dujo entre 25 y 40% con relación a lamás productiva, que con esta gramíneafue FA + TB + LC cortado cada 45 díashasta el acumulado de tres años y pos-teriormente, esta mezcla no se diferen-ció de la que incluía AA.
• Con respecto a las mezclas compues-tas por gramínea perenne más TB, conLC o AA, se verifica que en rendimien-tos totales, la menos productiva fue la
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
integrada por FA, que en ningún momen-to alcanzó rendimientos entre el 80 y89,9% de los máximos indicados encolor rojo.
• En las mezclas con D, los rendimientossuperiores se ubicaron en las asociacio-nes D + TB + AA y en D + TB + LC enel manejo de cortes cada 45 días.
• La diferencia entre ambas integracionesde mezclas con D se produce con elmanejo de la frecuencia de cortes cada30 días, donde la mezcla con AA tam-bién localiza rendimientos entre el 80 y89,9% del máximo (color rojo), en tantoLC solo en el acumulado de los prime-ros dos años ubica también un rendi-miento destacado (color rojo) en el ma-nejo de cortes cada 30 días.
• Posteriormente en los restantes perío-dos de acumulación en el manejo decortes cada 30 días, donde se acumulaun tercer, o cuarto o quinto año, es de-cir plantas más viejas, ya LC en estasetapas resiente su producción en un gra-do muy superior a AA, coincidiendo conlos resultados obtenidos en el trabajoreferente a manejo de cortes en legumi-nosas.
• La mezcla D + TB + AA en la frecuen-cia de 45 días presentó un nivel medioanual de producción de 9453 kg MS/ha/año, el mayor de todas las asociacio-nes evaluadas.
• Con rendimientos inferiores a las mez-clas con D se encuentran las asociacio-nes de F + TB + LC y F + TB + AA,ambas con rendimientos destacadossolamente en el manejo de cortes cada45 días.
• En el tercer y cuarto año, pero espe-cialmente en este último que fue suma-mente estresante desde el punto de vis-ta climático, se destacaron los aportesde AA en la mezcla con F.
• La mezcla F + TB + LC presentó rendi-mientos entre el máximo y 90% del mis-mo en el acumulado de los dos prime-ros años, tanto en rendimiento total comode leguminosas, verificándose nueva-mente los buenos aportes de LC en lasprimeras etapas que superan a los de
AA, aspecto ya comentado en otros tra-bajos de esta publicación.
• En el trabajo II de esta publicación semostró información de la sinergia en laproducción de materia seca que se ori-gina cuando tanto a la AA como al LCse les mezcla con cantidades adecua-das de TB. En estas situaciones se vuel-ven a corroborar estos hechos y ade-más se repite la característica quemayoritariamente la producción de lasmezclas está determinada por la frac-ción leguminosas.
• Las leguminosas aportaron un mínimode 52% del rendimiento total en la mez-cla D + TB + LC manejada cada 30 días,aumentando las contribuciones cuandoel manejo pasa a ser de cortes cada 45días.
• Tal como previamente se indicó, losaportes de las leguminosas al rendimien-to total de las mezclas aumentan de Da F y de esta a FA, es decir, seincrementan en la medida que lasgramíneas perennes crecieron menos.
• La mezcla que incluyó raigrás INIA Ti-tán a fines del primer año pasó a estarcompuesta solo por leguminosas, razónpor la cual a partir de ese momento estaasociación y la integrada por legumino-sas puras presentaron el 100% del fo-rraje aportado por las leguminosas.Ambas mezclas presentaron en el ma-nejo de cortes cada 45 días rendimien-tos destacados en todos los años en quese acumuló forraje, 1+2, 1+2+3,1+2+3+4 y 1+2+3+4+5. Excepto lasacumulaciones de rendimientos de lostres primeros años donde estos se ubi-caron entre el 80 y 89,9% del máximo,en los restantes períodos siempre pro-dujeron en el estrato superior de rendi-mientos, o sea, entre 90 y 100%, resal-tados en color azul.
• La muy buena performance de mezclasintegradas por leguminosas puras o queen el primer año tenían raigrás y poste-riormente quedaron formadas por legu-minosas puras, ya fue reportado en eltrabajo II. En ambas situaciones se re-saltó que se caracterizaron por estar li-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
bres de gramilla (Cynodon dactylon) du-rante todo el período de evaluación.
• Las mezclas con rendimientos acumu-lados a dos años entre el máximo y 90%del mismo fueron: D + TB + AA cortadacada 45 o 30 días y en cortes cada 45días D + TB + LC, F + TB + LC, TI +TB + LC + AA y TB + LC + AA.
• Con rendimientos acumulados en dosaños entre 89,9 y 80% del máximo seubicaron las asociaciones cortadas cada45 días compuestas por F + TB + AA,D + TB + LC y F + TB + LC.
• En tres años D + TB + AA cortada cada45 días registro el rendimiento máximo.Entre 80 y 89,9% de este se localizaronlas siguientes mezclas: D + TB + AAbajo cortes cada 30 días y en el esque-ma de cortes cada 45 días D + TB +LC, F + TB + LC, F +TB + AA, TI + TB+ LC + AA y TB + LC + AA.
• En el acumulado de cuatro años con ren-dimientos entre el máximo y 90% de éstese destacaron cuatro asociaciones cor-tadas cada 45 días, D + TB + AA, D +TB + LC, TI + TB + LC + AA y TB + LC+ AA, en tanto con producciones entre80 y 89,9% del máximo están las mez-clas compuestas por D + TB + AA bajocortes cada 30 días y en el esquema decortes cada 45 días, F + TB + AA y F +TB + LC.
• Bajo cortes cada 45 días, las mezclasintegradas por D + TB + AA, D + TB +LC, TI + TB + LC + AA y TB + LC + AAacumularon en cinco años los rendimien-tos superiores, seguidas con produccio-nes entre 80 y 89,9% del máximo porlas mezclas F + TB + AA bajo cortescada 45 y D + TB + AA en cortes cada30 días.
• En las mezclas simples, gramínea pe-renne más TB los rendimientos en cor-tes a 30 y 45 días fueron similares(P>0.05) mientras que en las asociacio-nes que incluían LC o AA en generallos manejos de cortes cada 30 días de-primieron los rendimientos (P<0.05) com-parativamente a los producidos bajo elrégimen de cortes cada 45 días.
• D + TB + AA fue la mezcla que en lasocho situaciones (cuatro períodos dife-rentes de acumulación por dos manejosde cortes) presentó siempre rendimien-tos entre el máximo y 80% de este, encinco situaciones fue D + TB + LC y encuatro fueron: TB + LC + AA, TI + TB +LC + AA, F + TB + AA y F + TB + LC
Experimento estacional
Rendimientos de forraje anualesacumulados
El experimento estacional (E) posibilitamedir el efecto que tiene en cada mezcla elmanejo más frecuente de cortes, cada 30días aplicado en solamente una estación delaño, sobre plantas vigorosas que vienen deser cortadas en las restantes estacionescada 45 días, comparativamente con los ren-dimientos que se obtienen cuando siemprese maneja la asociación bajo una frecuen-cia de cortes cada 45 días. Esto permiteademás, determinar si en alguna estacióndel año los manejos frecuentes cada 30 días,aplicados durante 90 días originan mayoresdaños que repercuten sobre la producciónfutura, daños que se cuantifican con la medi-ción de los efectos residuales del manejo fre-cuente en una estación sobre la siguiente.
Para independizarse de los valores ab-solutos de rendimiento que se relacionan conlos ciclos de las especies y las condicionesde ambiente, se utilizaran porcentajes quemiden, independientemente de las condicio-nes climáticas, el nivel de estrés energéticoque se produce cuando en una estación, 90días, se defolia tres veces cada mezcla. Lainformación recabada se muestra en el cua-dro 59 donde además de la estrategiaestacional se colocó la anual (A). Esta últi-ma implica en el manejo de cortes cada 30días aplicado durante toda la vida de la pastu-ra un nivel de estrés energético muy superior.
Los efectos del estrés energét ico(defoliación) sobre los rendimientos de fo-rraje se expresan en porcentaje (% en ver-de) donde se toma como 100% el rendimien-to registrado en el sistema de cortes cada45 días y se refiere en porcentaje de dismi-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Años acumulados 1+2 1+2+3 1+2+3+4 1+2+3+4+5
MEZCLA Manejo E A E A E A E A
D + TB C30 14648
- 4 15631
- 8 21592
- 4 24000
- 4 25140
- 7 29955
- 2 28444
- 4 33760
0 D + TB C45 15267 16887 22438 24876 26280 30504 29600 33699
F + TB C30 13460
+6 12872
+8 19723
+4 18171
+2 23329
+4 21476
+7 26163
+2 23324
+5 F + TB C45 12695 11888 18919 17780 22386 20061 25634 22168
FA + TB C30 14198
- 5 11501
- 8 22792
- 6 16736
- 9 27256
- 5 19355 - 10
30562 - 4
21651 - 9
FA + TB C45 14898 12480 24141 18455 28724 21535 31929 23796
D + TB + LC C30 17249 - 11
17410 - 17
26029 - 11
26654 - 18
31222 - 12
32022 - 19
34866 - 11
35276 - 18
D + TB + LC C45 19263 21032 29361 32300 35427 39245 39103 42740
F + TB + LC C30 17988
- 4 17709 - 17
26562 - 5
25439 - 17
32396 - 5
29701 - 14
35488 - 2
32359 - 13
F + TB + LC C45 18795 21251 27936 30620 34021 34637 36404 37016
FA + TB + LC C30 17637 - 11
14757 - 14
26902 - 12
19878 - 18
32847 - 10
23375 - 17
35813 - 9
26443 - 13
FA + TB + LC C45 19722 17132 30640 24252 36506 27970 39152 30246
D + TB + AA C30 19064
- 4 19571 - 10
28760 - 10
29835 - 18
34873 - 9
36217 - 16
39121 - 8
40358 - 15
D + TB + AA C45 19822 21707 31788 36540 38451 43142 42639 47265
F + TB + AA C30 17522 +11
16773 - 12
26852 +2
24503 - 22
33096 +3
28406 - 26
37223 +4
30813 -16
F + TB + AA C45 15723 19023 26245 31519 32215 38401 35653 41682
FA + TB + AA C30 18357
- 1 13495
- 4 31460
- 1 18843 - 17
40344 +4
21243 - 26
45417 +5
23368 - 27
FA + TB + AA C45 18442 14000 31904 22599 38641 28489 43054 31872
TB + LC + AA C30 20379
- 2 16642 - 17
33500 - 2
26558 - 17
41854 - 3
33653 - 16
46725 0
37639 - 15
TB + LC + AA C45 20807 19937 34028 31779 42975 39933 46826 44288
TI + LC + AA + TB C30 20294
- 6 16878 - 19
31663 - 10
25153 - 23
39588 - 9
30614 - 24
44579 - 7
34265 - 22
TI + LC + AA + TB C45 21542 20793 35001 32605 43513 40075 47892 44058
Cuadro 59Cuadro 59Cuadro 59Cuadro 59Cuadro 59. Rendimientos anuales de forraje (kg MS/ha) de 11 mezclas forrajeras (gramíneas +leguminosas), acumulados en distintos números de años, cortadas cada 30 y 45 días,en dos estrategias de manejo a largo plazo, experimento anual (A) y estacional (E).
En verde % de disminución (-) o aumento (+) del rendimiento bajo cortes cada 30 días, tomando como base100% el rendimiento cada 45 días dentro de c/mezcla. En azul los rendimientos comprendidos entre el máximoy 90% del mismo, en rojo entre 89.9 y 80% del máximo.
nución (-) o aumento (+) el rendimiento obte-nido en la frecuencia de cortes cada 30 días,(cuadro 59).
Dentro de cada mezcla simple, gramíneaperenne más TB, los rendimientos acumula-dos dentro de cada período de acumulaciónen los distintos años, no se diferenciaron(P>0.05) entre ambos manejos, tanto en laestrategia estacional como anual. Ya fue co-mentado que fueron las asociaciones conmenores rendimientos, (cuadro 59). En to-das las situaciones, mezclas, manejos yaños de acumulación las diferencias superio-res se ubicaron en torno al 10% o inferiores.
Interesa resaltar el contraste generado porlos manejos en F. Mientras que con D y FA,gramíneas de porte más erecto, especial-mente D, el manejo de cortes cada 30 díasen general deprimió (P>0.05) el rendimientode forraje, con F se produjo la situación in-versa. El porte menos erecto y mayor plas-ticidad morfológica de F, en la medida quese corta más frecuentemente favorece elcrecimiento de la asociación, atributo que setradujo como tendencia en mayores rendi-mientos (P>0.05) de forraje en esta mezcla.
Las mezclas integradas por gramíneaperenne + TB + LC, en la estrategia de ma-
90
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
nejo anual, siempre la frecuencia de cortescada 30 días originó un estrés energético im-portante sobre LC, el cual resiente su capa-cidad de producción disminuyendo el rendi-miento de la asociación. Las disminucionesen el rendimiento de estas mezclas variaronentre 13 y 19%.
Para las mismas asociaciones pero conel sistema de manejo estacional, que impli-ca un estrés importante en solamente unaestación del año, en las mezclas con D oFA, se evidencia que LC es una leguminosamuy sensible al manejo, ya que basta quese aplique una frecuencia de cortes cada 30días en una estación del año para que losrendimientos de dichas mezclas disminuyanentre 9 y 12% (P>0.05), obviamenteparámetros inferiores a los que se registra-ron en el esquema anual, que es de mayoragresividad.
Con la mezcla de F + TB + LC, el manejoestacional determinó que los rendimientosen las frecuencias cada 30 y 45 días dentrode los diferentes períodos de acumulaciónfueran similares (P>0.05). Porque dentro delmanejo estacional, la respuesta obtenida conF fue diferente a la determinada con D yFA, se explica porque los cortes cada 30días deprimieron más la capacidad de com-petir de F comparativamente con D y FA. Alcrecer menos la F, las leguminosas aumen-taron su producción, especialmente TB, ra-zón por la cual exceptuando los primeros dosaños, las producciones son prácticamenteiguales entre frecuencias de 30 y 45 días,(cuadro 59).
En las mezclas integradas por gramíneaperenne + TB + AA, en el manejo anual, elmás agresivo en términos de estrés, hastael acumulado de dos años, donde las plan-tas de AA aún son jóvenes, el manejo siste-mático de cortes cada 30 días no determinódepresiones productivas muy acentuadas,bajas de 10% con D y 12% en F. Sin embar-go, con plantas más viejas, a partir de losacumulados de tres años en adelante las mer-mas de rendimiento se ubicaron entre 15 y27%. La menor susceptibilidad al manejo decortes frecuentes, cada 30 días en AA conrelación a LC se verifica dentro de la estra-tegia estacional, ya que la aplicación de trescortes cada 30 días en solo una estación
del año, cuando en el resto se maneja cada45 días, no determinó ninguna depresión pro-ductiva significativa (P>0.05). Esto pruebaque AA bajo un esquema de manejo adecua-do, cortes cada 45 días, es capaz de sopor-tar durante 90 días esquemas más frecuen-tes de manejo sin que se altere la producti-vidad futura de esta especie en las mezclas.
En todas las asociaciones con gramíneasperennes el componente principal y más pro-ductivo de las mezclas fueron las legumino-sas, TB en las mezclas simples, TB y LCen las que incluían a ambas, siendo los apor-tes equilibrados entre ellas, en tanto las deTB y AA, esta última fue el componente deaportes superiores en las asociaciones, tantomás, a partir de fines del tercer año en ade-lante.
Las asociaciones compuestas inicialmen-te por raigrás o solo integrada por legumino-sas, ambas destacadas por ser altamenteproductivas solamente deprimieron sus ren-dimientos entre un 15 y 24% bajo la estrate-gia anual de manejo, en tanto, con laestacional los rendimientos bajo el manejode 30 días no se diferenciaron de los de45 (P>0,05).
Los aportes promedios de las gramíneasy leguminosas a las mezclas se indican enel cuadro 60.
Se destaca por sus contribuciones den-tro de las gramíneas el D y entre las legumi-nosas los aportes de TB, realizados en elestrato inferior del tapiz en las mezclas conLC y AA, mostrando la buena complementa-ción entre las leguminosas de porte erectocon TB, aspecto que ya fue comentado.
Considerando los resultados obtenidosen la estrategia estacional se observó que:
• Las asociaciones con rendimientos en-tre 80% y el máximo en el experimentoestacional fueron coincidentes con losresultados registrados en el experimen-to anual.
• En los distintos años en que se acumu-laron rendimientos, las mezclas integra-das por leguminosas puras o aquella ini-cialmente sembrada con raigrás, siem-pre se destacaron por registrar rendi-mientos entre el máximo y 90% de este.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Especies
1+2 1+2+3 1+2+3+4 1+2+3+4+5
E A E A E A E A D 6005 6261 11135 11743 14391 15768 17398 18771 F 3253 3232 5518 5339 7528 6251 10027 7970
FA 1678 1251 3738 2581 4390 2907 6874 3964 TI 960 916 960 916 960 916 960 916
TB* 4733 4373 8376 7983 9925 9843 13046 11960 LC* 2827 3200 5598 5751 7738 7514 10006 9350 AA* 3376 3170 6417 5928 8646 7569 11247 9394
Cuadro 60. Cuadro 60. Cuadro 60. Cuadro 60. Cuadro 60. Contribuciones de gramíneas y leguminosas (*) en el experimentoestacional y anual en diferentes años con rendimientos acumulados.
* aportes de las leguminosas dentro de las mezclas con gramíneas perennes solamente.
• Dentro de las mezclas compuestas porgramínea perenne + TB + AA sobresa-lieron las integradas con FA + TB + AAy D + TB + AA en ambas frecuencias,30 y 45 días, atributo que una vez másmuestra la plasticidad de AA y resisten-cia a esquemas de manejo de cortescada 30 días.
• Los aportes de FA a las mezclas queintegró con TB + AA fueron en promediode las dos frecuencias de cortes, en cua-tro años de 7.300 kg MS/ha, en tantolos de D fueron de 16.800 kg.
• Las asociaciones con rendimientos másbajos fueron las simples.
Rendimientos de forraje porestación del año y anuales
Primer año
Los rendimientos de P, V y el total parael primer año fueron explicados mayoritaria-mente por las contribuciones de las legumi-nosas, (cuadro 61; figura 2). Con plantas jó-venes, en P1 (primavera primer año) dentrode cada mezcla los rendimientos no se dife-renciaron entre las frecuencias aplicadas de30 o 45 días, sin embargo en V1 y en el totaldel primer año, la gran mayoría de las aso-ciaciones que incluyeron LC en su integra-ción, dentro de cada mezcla, diferenciaronsus rendimientos (P<0.05) a favor del ma-nejo de cortes cada 45 días. Con AA, estaespecie durante el primer año, con plantasjóvenes, presentó comportamiento producti-vo similar entre las dos frecuencias de cor-
tes, denotando mayor plasticidad y rustici-dad comparativamente con LC, (cuadro 61).
Las asociaciones con mayor producciónen P1 fueron F + TB + LC donde las legumi-nosas aportaron el 90% del forraje, por tantoel alto rendimiento esta explicado básica-mente por TB + LC. La otra mezcla destaca-da con rendimiento entre el máximo y 90%de este fue la integrada por TI + TB + LC +AA. Las restantes asociaciones con rendi-mientos destacados (color rojo) estaban com-puestas por TB + LC o TB + AA con gramí-nea perenne o TB + LC + AA.
Las mezclas de rendimientos estivalessuperiores (color azul) se ubicaron en la fre-cuencia de cortes cada 45 días.
Con rendimientos anuales destacados enla producción total del primer año se en-cuentran las mezclas compuestas por legu-minosas puras o la que fue sembrada ini-cialmente con raigrás. Con rendimientosanuales entre el máximo y 90% del mismoestán las formadas por D + TB + LC y F +TB + LC en el manejo de cortes cada 45días, seguidas por D + TB + AA tanto enmanejo de 30 como 45 días, F + TB + LCcon intervalos entre cortes de 30 días y FA+ TB + LC en la frecuencia de 45 días. To-das las mezclas simples acumularon rendi-mientos inferiores (P<0.05) (cuadro 61).
Segundo año
En el segundo año las mezclas simplesy todas las que integraron falaris no presen-taron performance productiva destacada, engeneral fueron las de menores rendimientos(cuadro 62).
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
MEZCLA Manejo Primavera Verano Año 1
T % L % T % L % T % L %
D + TB C30 4557 89 2734 60 2815 73 1689 60 7372 82 4423 60
D + TB C45 4800 93 2880 60 3317 86 1990 60 8118 90 4870 60
D + TB + LC C30 4871 95 4384 90 3275 84 2292 70 8145 90 6676 82
D + TB + LC C45 4810 94 4329 90 4702 121 3291 70 9512 105 7620 80
D + TB + AA C30 5392 105 4853 90 3499 90 2449 70 8892 99 7302 82
D + TB + AA C45 5144 100 4629 90 3879 100 2715 70 9023 100 7344 81
F + TB C30 4825 108 3378 70 2030 57 1624 80 6855 85 5002 73
F + TB C45 4046 90 2832 70 2249 63 1799 80 6295 79 4631 73
F + TB + LC C30 5399 121 4859 90 2974 84 2825 95 8373 104 7684 92
F + TB + LC C45 6107 136 5496 90 4218 119 4007 95 10325 129 9503 92
F + TB + AA C30 4835 108 3868 80 3185 90 3025 95 8020 100 6893 86
F + TB + AA C45 4476 100 3581 80 3543 100 3366 95 8019 100 6947 87
FA + TB C30 4281 104 3425 80 1660 54 1660 100 5941 82 5085 85
FA + TB C45 3639 88 2911 80 2021 66 2021 100 5660 78 4932 87
FA + TB + LC C30 5269 128 4742 90 2660 86 2660 100 7929 110 7402 93
FA + TB + LC C45 4583 111 4124 90 4354 141 4354 100 8937 124 8478 95
FA + TB + AA C30 4620 112 4158 90 2471 80 2471 100 7091 98 6629 93
FATBAA C45 4127 100 3714 90 3085 100 3085 100 7212 100 6799 94
TB + LC + AA C30 4988 4988 3375 3375 8363 8363
TB + LC + AA C45 4753 4753 4967 4967 9720 9720
TI + TB + LC + AA C30 5628 4502 3043 3043 8670 7545
TI +TB + LC + AA C45 5307 4245 4348 4348 9654 8593
Cuadro 61Cuadro 61Cuadro 61Cuadro 61Cuadro 61. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) por estación y acumulado del segundo año de11 mezclas forrajeras, totales (T= gramíneas + leguminosas) y de la fracción legumi-nosas (L), manejadas en dos frecuencias de corte, 30 y 45 días.
Figura 2Figura 2Figura 2Figura 2Figura 2. Mezcla forrajera F + TB + AA en diciembre delprimer año, mostrando para ambas frecuenciasde corte, domino neto de leguminosas. Experi-mento anual.
%: Rendimiento relativo dentro de cada mezcla con la misma gramínea perenne tomando como base 100 lacompuesta por TBAA en la frecuencia de 45 días. %: contribución de L al total de la mezcla. En azul losrendimientos comprendidos entre el máximo y 90% del mismo, en rojo entre 89.9 y 80% del máximo.
La mezcla que en todas lasestaciones del año y en el totaldel segundo año presentó ren-dimientos entre el máximo y90% de este fue la compuestapor D + TB + AA en el manejode cortes cada 45 días, aunquela cortada con intervalos entrecortes de 30 días presentó ren-dimientos menores pero locali-zados entre 80 y 90% del máxi-mo (cuadro 62; figura 3). Otraasociación que presentó rendi-mientos destacados fue la com-puesta por D + TB + LC en cor-tes cada 45 días.
Las asociaciones de F + TB+ LC, F + TB + AA, TB + LC +AA y TI + TB + LC + AA en elmanejo de cortes cada 45 días,
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 3.Figura 3.Figura 3.Figura 3.Figura 3. Mezcla de D + TB + AAel 28/07/05, bajo cortescada 30 y 45 días.
Figura 4.Figura 4.Figura 4.Figura 4.Figura 4. D + TB + LC en abrildel tercer año, parcelascortadas cada 30 y 45días.
también en varias oportunidades y en el ren-dimiento total del segundo año alcanzaronproducciones entre 80 y 89,9% del máximo.
Tercer año
El tercer año presentó los meses de abril,mayo, julio, agosto, septiembre y noviem-bre muy secos (cuadro 57), evento que limi-tó en forma importante el crecimiento de laspasturas. En situaciones de sequía, la es-pecie con mayor potencial de crecimiento esAA, independientemente de la estación delaño en que se registre la limitación hídrica.
En otoño del tercer año, AA presentó bue-na capacidad de crecimiento. Con el nivelde lluvia registrado en marzo, esta especiedesarrolló altas tasas de producción a pesarde que los meses de abril y mayo fueron muysecos. En las figuras 4 a 8 se muestra elestado de algunas mezclas en abril del ter-
cer año, donde se resaltan los buenos apor-tes de AA en primer término, LC en segun-do, y dentro de las gramíneas a D.
Especialmente en invierno y también enprimavera, estaciones caracterizadas porhaber sido secas, las mezclas manejadascada 45 días que incluían AA, tales como D+ TB + AA, F + TB + AA, TB + LC + AA, TI+ TB + LC + AA presentaron rendimientosdestacados (cuadro 63).
Las contribuciones de las leguminosas eninvierno aumentaron en forma inversa conlos aportes de las gramíneas, por tal con Dse verifican los menores aportes y con F yFA los mayores.
En las figuras 9 a 14 se indican los creci-mientos del último período de 30 y 45 díasde la primavera del tercer año para diferen-tes asociaciones. El corte del 24 de noviem-bre corresponde al final de la primavera. Com-
parativamente con el segundoaño, en las mezclas congramíneas perennes en esta eta-pa del tercer año se nota clara-mente la presencia tanto de Dcomo F. Evolutivamente estastienden a aumentar con los años,
INIA
95
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 5.Figura 5.Figura 5.Figura 5.Figura 5. D + TB + AA en abril deltercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
Figura 6.Figura 6.Figura 6.Figura 6.Figura 6. F + TB + LC en abril deltercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días
Figura 7. Figura 7. Figura 7. Figura 7. Figura 7. F + TB + AA en abril deltercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
aunque en el segundo período de 45 días enprimavera las gramíneas perennes desarro-llan las tasas de crecimiento máximas, co-rrespondientes a la etapa de alargamientode entrenudos. En este período ejercen lainterferencia mayor sobre las otras especies
acompañantes especialmente en la frecuen-cia de cortes cada 45 días. Se muestra ade-más el contraste existente entre las acumu-laciones de 30 y 45 días, donde continúasobresaliendo AA.
96
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 8.Figura 8.Figura 8.Figura 8.Figura 8. TB + LC + AA en abrildel tercer año, parce-las cortadas cada 30 y45 días.
Figura 9.Figura 9.Figura 9.Figura 9.Figura 9. D + TB + AA el 24/11/06,tercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
Figura 10.Figura 10.Figura 10.Figura 10.Figura 10. D + TB + LC el24/11/06, tercer año,parcelas cortadascada 30 y 45 días.
En las figuras 13 y 14 se aprecian lascontribuciones de las tres leguminosas com-ponentes de las mismas, donde evidente-mente AA es la que realiza los aportes pro-ductivos superiores.
En todas las figuras se destaca la cober-tura total del suelo que realizan las espe-cies constituyentes de las asociaciones, enambas frecuencias de corte. Evidentemen-te, los manejos de 45 días en la segunda
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 11.1.1.1.1. F + TB + AA el 24/11/06,tercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 12.2.2.2.2. F + TB + LC el 24/11/06,tercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
Figura 13.Figura 13.Figura 13.Figura 13.Figura 13. TB + LC + AA el 24/11/06,tercer año, parcelas cor-tadas cada 30 y 45 días.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 14.Figura 14.Figura 14.Figura 14.Figura 14. TI + TB + LC + AA el24/11/06,tercer año,parcelas cortadas cada30 y 45 días.
mitad de la primavera del tercer año, impli-caron acumulaciones excesivas de forrajeespecialmente con AA y LC. En términosprácticos, excepto se planifique el pastoreoen franjas horarias estrechas, esto implicabajas eficiencias de utilización por parte delos animales, sobre todo en primaveraambientalmente favorable.
En verano, las mezclas de D tanto conTB + LC como con TB + AA se destacaronen ambos manejos, la de F + TB + AA sola-mente en el intervalo de 45 días, en tantolas integradas por leguminosas, con o sinraigrás, en general también presentaron ren-dimientos elevados (cuadro 63).
Para el total del tercer año la asociaciónmás productiva fue D + TB + AA con unatasa de crecimiento media diaria para todoel año de 41kg MS/ha/día, ubicándose ensegundo lugar F + TB + AA, ambas bajo elrégimen de cortes cada 45 días. La muybuena producción de la mezcla que integraAA se explica porque esta leguminosa res-ponde muy positivamente a los períodossecos moderados, especialmente en invier-no. En primavera, donde ocurrió el segundoperíodo seco, acumuló en 90 días casi 6000kgMS/ha en la asociación D + TB + AA. Estacaracterística debería ser mejor ponderadaen el país dentro de la estructura de pasturasque se realizan en los establecimientos, don-de AA pese a sus virtudes productivas, si-gue siendo una especie de uso muy limitadoaún.
Con rendimientos anuales superiores alos 10.000 kg/ha se ubicaron las siguientes
asociaciones: TB + LC + AA, TI + TB + LC+ AA, D + TB + LC todas cortadas cada 45días y además D + TB + AA cortada cada30 días (cuadro 63).
Cuarto año
El cuarto año, desde el punto de vistaambiental también presentó durante junio, ju-lio, noviembre y diciembre, precipitacionesmensuales muy por debajo de lo normal, ra-zón por la cual la disponibilidad de agua enestos meses actuó limitando el crecimientovegetal, especialmente la sequía de fines deprimavera, que son las que originan las mer-mas productivas anuales superiores, preci-samente porque ocurren en el período delaño con mayor potencial de crecimiento delas pasturas. Sin embargo, la característicade mayor destaque climático de este añoconsistió en las 61 heladas que se registra-ron durante abril, mayo, junio y julio.
En el cuarto año, la gramínea perenneque siguió manifestando mayor capacidad decrecimiento fue D, aspecto que se traduceen ser la especie que originó mayores de-presiones en los contenidos de leguminosasen las mezclas (figuras 15 y 16). Con D, lasasociaciones que en el cuarto año presenta-ron mayores contenidos de leguminosas fue-ron las integradas por D + TB + LC y D + TB+ AA, ambas en el manejo de cortes cada45 días. En los aportes totales realizadospor leguminosas en el cuarto año, AA fue lamás productiva (cuadro 64).
Al 21/9, momento en que se reporta elestado de algunas mezclas, luego de un in-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 15.Figura 15.Figura 15.Figura 15.Figura 15. D + TB + LC el 21/9/07,cuarto año, parcelascortadas cada 30días.
Figura 16.Figura 16.Figura 16.Figura 16.Figura 16. D + TB + AA el 21/9/07,cuarto año, parcelascortadas cada 30días.
vierno y parte de otoño riguroso, con muybajas tasas de crecimiento, las especiesretoman rápidamente la capacidad de desa-rrollar muy altas tasas de crecimiento, ex-plicadas por buenas condiciones de ambientey un período previo de reposo fisiológico, ba-jas tasas de crecimiento y un período defríos intensos (figuras 15 a 19). Nuevamen-te, la especie que se destaca por producirmayor cantidad de forraje en períodos cor-tos de tiempo fue AA, atributo muy impor-tante en condiciones de producción «preco-cidad de entrega de forraje pos estrés» es-pecialmente cuando en la asociación no haygramíneas perennes (figura 19) o si las hay,caso de F, están deprimidas y ejercen bajonivel de interferencia (figura 18).
Las mezclas compuestas por legumino-sas puras en las frecuencias de corte de 30y 45 días y además la que fue sembradainicialmente con raigrás en la frecuencia de45 días, fueron las que produjeron los rendi-
mientos mayores en el total del cuarto año(figura 19). En esta se visualiza claramentela cobertura total del suelo en primavera delcuarto año.
Los mayores rendimientos de estas mez-clas integradas por leguminosas puras en si-tuaciones sin gramilla indican que las aso-ciaciones entre leguminosas posibilitan laobtención de rendimientos superiores deforraje cuando compiten entre ellas, compa-rativamente a cuando se les incluye la inter-ferencia ejercida por una gramínea perenne.Estas asociaciones fueron las que presen-taron con mayor frecuencia rendimientosdestacados. Estos se registraron en: oto-ño, primavera, verano y en el total del cuar-to año (cuadro 64). La superioridad producti-va de mezclas formadas por leguminosas,comparativamente a las que se les incluyeademás una gramínea perenne es un resul-tado que se repitió en otros trabajos de estamisma publicación. Obviamente que cuan-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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Figura 17.Figura 17.Figura 17.Figura 17.Figura 17. F + TB + LC el 21/9/07,cuarto año, parcelascortadas cada 30 días.
Figura 18. Figura 18. Figura 18. Figura 18. Figura 18. F + TB + AA el 21/9/07,cuarto año, parcelascortadas cada 30 días.
Figura 19.Figura 19.Figura 19.Figura 19.Figura 19. TB + LC + AA el 21/9/07,cuarto año, parcelascortadas cada 30 días.
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103
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 20.Figura 20.Figura 20.Figura 20.Figura 20. D +TB + LC el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 21.Figura 21.Figura 21.Figura 21.Figura 21. D + TB + LC el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
do se asocian leguminosas, deben conside-rarse las características que presentan lasespecies o cultivares de que se trate. Otra aso-ciación que sobresalió en el cuarto año fue lade TB + AA, con D o F.
En noviembre del cuarto año se inició unperíodo seco que se prolongó durante el quin-to año. Hacia fines de primavera del cuartoaño (figuras 20 a 29) se muestran ya dife-rencias visuales importantes entre asocia-ciones, aparte de las cuantitativas mostra-das en el cuadro 64.
A fines de la cuarta primavera, la asocia-ción D + TB + LC muestra un predominio deD (figuras 20 y 21), gramínea perenne quepresentó mayor crecimiento y por tanto ca-pacidad de interferencia sobre las legumino-sas acompañantes. En el manejo frecuente,
cada 30 días, (figura 20), las leguminosasprácticamente desaparecieron al momentodel corte, en tanto que en el intervalo entrecortes cada 45 días, se visualiza la presen-cia de TB y especialmente de LC, especiemuy sensible al sistema de manejo frecuen-te de cortes cada 30 días (figura 21).
Los intervalos entre cortes, además dela composición de las mezclas, pueden ge-nerar diferencias sustanciales entre la fre-cuencia de las especies que las integran.En este sentido, algunas mezclas congramíneas perennes con buen desempeñoproductivo tal como D, en asociación conLC, leguminosa sensible a los manejos fre-cuentes, pueden adelantar y acelerar la evo-lución degradativa de la mezcla forrajera yconvertirse en pasturas compuestas casi
104
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 22.Figura 22.Figura 22.Figura 22.Figura 22. D + TB + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 23.Figura 23.Figura 23.Figura 23.Figura 23. D + TB + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
exclusivamente por la gramínea perenne. Lafigura 20 muestra un ejemplo referente a esteaspecto.
Con AA (figuras 22 y 23), se nota unaevolución relativamente similar a la comen-tada para LC (figuras 20 y 21), con la dife-rencia que AA tiene mayor presencia y apor-tes productivos tanto en la frecuencia de 45como de 30 días. Debe tenerse presente quea fines de primavera se registra el períododonde las gramíneas perennes tienen ma-yor fuerza de competencia y predominansobre las leguminosas, tanto más, cuantomayor edad tenga la pastura.
F al haber presentado una capacidad decrecimiento inferior a D y además estar afec-tada por isoca, desarrolló una menor capa-cidad de interferencia sobre las legumino-sas acompañantes que D, posibilitando un
mayor crecimiento y presencia de éstas (fi-guras 24 a 27).
La respuesta productiva de las legumi-nosas a la menor frecuencia de cortes con-trasta claramente con el manejo dedefoliación cada 30 días, tanto en LC comocon AA, sobre todo en edades avanzadasde las pasturas. El impacto de manejos decortes sobre las especies, varía con la edadde las mismas, cuanto mayor es la edad,las diferencias entre manejos se magnifican.Obviamente, las distintas especies puedenresponder diferencialmente, LC es más sen-sible que AA, y la presencia o ausencia degramíneas perennes es otra característicaque también modifica las respuestas. En estetrabajo hay varios ejemplos donde las mez-clas entre leguminosas resultan menosestresantes comparativamente a cuando seintegra una gramínea perenne frente a dis-
INIA
105
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 24.Figura 24.Figura 24.Figura 24.Figura 24. F + TB + LC el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 25.Figura 25.Figura 25.Figura 25.Figura 25. F + TB + LC el 26/11/07,cuarto año, parcelas corta-das cada 45 días.
Figura 26.Figura 26.Figura 26.Figura 26.Figura 26. F + TB + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 27.Figura 27.Figura 27.Figura 27.Figura 27. F + TB + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
106
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 28.Figura 28.Figura 28.Figura 28.Figura 28. TB + LC + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 29. Figura 29. Figura 29. Figura 29. Figura 29. TB + LC + AA el 26/11/07,cuarto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
tintos manejos de defoliación, posibilitandouna mejor coexistencia entre las legumino-sas. En este sentido, cuando LC está ma-nejado cada 30 días y se encuentra asocia-do a AA y TB, tiene mayor frecuencia de in-dividuos al cuarto año, comparativamente acuando se lo integra con gramíneas peren-nes. En el trabajo de manejo de defoliaciónde leguminosas se manejan argumentos queposibilitan una mayor armonía de las mez-clas entre algunas leguminosas, en tanto enel trabajo II se informaron ejemplos concre-tos de mezclas entre leguminosas, donde enmuchas situaciones se corroboró una siner-gia productiva entre las mismas, es decir, lamezcla produce más que la suma de las es-pecies sembradas puras.
La performance productiva de las legu-minosas puras fue muy buena en el cuartoaño, (cuadro 64) tanto en la frecuencia decortes de 30 o 45 días (figuras 28 y 29). Den-
tro de ellas existe una predominancia de AA,maximizada por el período seco existente.Las LP, especialmente en el sistema de cor-tes cada 45 días siguen cubriendo comple-tamente el suelo.
Un aspecto que productivamente mere-ce destacarse lo constituyen las produccio-nes de forraje durante invierno de estasmezclas forrajeras cuyas especies se en-contraban en el cuarto año de edad.
Mayoritariamente todas las asociaciones,ante un invierno muy helador y frío produje-ron rendimientos de forraje durante los 90días del mismo absolutamente insuficientesy bajos para cualquier sistema de produc-ción animal, evento que cuantitativamentedebería servir de advertencia a los efectosde tomar los recaudos necesarios ante estetipo de estreses (disponibilidad de reservasforrajeras suficientes). Sin embargo, el im-pacto de estreses ambientales en determi-
INIA
107
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
nar la capacidad de crecimiento de lasforrajeras está muy ligado a la edad de laespecie. Así mientras que con LC INIA Dracoen el invierno helador de 2007 con dos añosde edad produjo 1.630 kg MS/ha, esa pastu-ra con cuatro años, solamente acumuló 288kg. Con AA Estanzuela Chaná se registróen el mismo invierno un proceso similar, condos años de edad produjo 1.568 kg MS/ha,mientras que con cuatro años acumuló sola-mente 473 kg en los 90 días del invierno.Esta información se desarrollará posterior-mente en el capítulo VIII.
La asociación más destacada, F + TB +AA bajo esquema de cortes cada 45 días,donde básicamente los rendimientosinvernales estuvieron explicados en su ma-yoría por la AA y un aporte menor de TB y F,que alcanzó una producción de 517 kgMS/ha, valor que significa una tasa prome-dio de crecimiento de 5,7 kg MS/ha/día, ape-nas suficiente para mantener 190kg de pesovivo bovino/ha durante invierno.
Quinto año
El quinto año se caracterizó por haber sidoextremadamente seco, de abril a fines denoviembre se registraron precipitaciones quepromediaron 26 mm por mes. Este estrés,déficit hídrico, determinó una marcada dis-minución en las tasas de crecimiento de lasforrajeras, pero las mismas variaron con lasespecies y el tipo de mezclas.
Durante este año la única estación conrendimientos esperados dentro de un rangonormal fue otoño, en las restantes, comoconsecuencia de la sequía, los rendimien-tos fueron bajos (cuadro 65).
En otoño las dos mezclas con rendimien-tos superiores, D + TB y D + TB + AA en lafrecuencia de cortes cada 30 días explica-ron sus rendimientos por los aportes de D,especialmente en la pastura con TB, ya queesta leguminosa no aportó. Otra asociacióndestacada FA + TB + LC, también bajo cor-tes cada 30 días presentó altos rendimien-tos, explicados en un 100% por las legumi-nosas. Con producciones entre 80 y 89,9%del máximo se ubicaron las pasturas com-puestas por TB + LC + AA en ambas fre-
cuencias de corte y la que integró en el pri-mer año raigrás.
En invierno, las mezclas que acumula-ron mayores rendimientos estaban compues-tas por TB + AA acompañadas por unagramíneas perenne, dentro de estas la demayor relevancia fue D con aportes del 70%,seguido por F con una contribución del 40%y en último lugar FA con sólo 30% de contri-bución al rendimiento total de la mezcla, to-das ellas manejadas cada 45 días. En lamisma frecuencia de cortes también con ren-dimiento entre el máximo y 90% de este seubicó TB + LC + AA (cuadro 65).
En primavera la sequía prosiguió intensi-ficándose y en estas condiciones de sumi-nistro de agua limitado las mezclas que so-bresalen productivamente son las integradaspor AA ya que TB no aportó forraje. D enesta situación realizó contribuciones impor-tantes, incluyendo la mezcla con TB dondeel 100% de los aportes al rendimiento co-rresponden a D.
En las figuras 30 a 39 se visualiza el es-tado de las mezclas forrajeras previo al cor-te de fines de primavera del quinto año, don-de se observa el deterioro causado por laintensidad y duración de la sequía (cuadro57), con presencia de plantas muertas pordeshidratación en ambos intervalos de cor-tes y abundante suelo desnudo.
Si bien en el manejo de 45 días, la AA seencuentra deprimida a consecuencia de lafalta de agua en el suelo (figura 33), se ob-serva una presencia importante de plantas,que realizan aportes de forraje, duplicandofácilmente a los de LC (figura 31). En condi-ciones de sequía intensa y prolongada LCalcanza un umbral en un período de tiempomuy inferior a AA, donde la especie prácti-camente enaniza su parte aérea, detiene prác-ticamente su crecimiento de forraje y sus es-fuerzos se dirigen a mantener viva la planta.
En F el deterioro y muerte de plantas fuemayor a D, consecuencia de daños radica-les muy superiores originados por isoca (fi-guras 34 a 37 a).
La mayor presencia y aportes de AA enla asociación F + TB + AA es evidente (figu-ra 37), especialmente en el intervalo de 45días comparativamente a LC (cuadro 65).
108
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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TB
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23
3254
79
41
2 13
D +
TB
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C45
13
06
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646
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34
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538
15
D +
TB
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A
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17
17
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22
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83
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41
100
957
23
D +
TB
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A
C45
13
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30
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10
0 55
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1275
31
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TB
C
30
1024
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0 36
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25
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21
17
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18
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270
15
F +
TB
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45
856
74
0 0
409
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24
0 0
2107
64
28
6 14
F +
TB
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C
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12
17
105
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10
209
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46
8 18
F +
TB
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C
C45
11
66
101
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68
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12
12
31
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73
57
4 24
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TB
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A
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98
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110
10
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33
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64
6 27
F +
TB
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A
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11
58
100
116
10
740
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10
0 63
0 60
33
2 10
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1 42
32
81
100
1331
41
FA
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B
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12
64
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10
0 29
5 41
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20
60
8 64
0
0 12
9 30
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25
22
96
68
1355
59
FA
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B
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11
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86
1104
10
0 35
6 49
71
20
72
9 77
0
0 71
17
0
0 22
60
67
1175
52
FA
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C
30
1840
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100
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110
65
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77
FA
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B +
LC
C
45
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2 13
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244
34
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194
30
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17
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77
FA
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AA
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79
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TB
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1596
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AA
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1491
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109
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 30. Figura 30. Figura 30. Figura 30. Figura 30. D + TB + LC el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 31.Figura 31.Figura 31.Figura 31.Figura 31. D + TB + LC el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
Figura 32.Figura 32.Figura 32.Figura 32.Figura 32. D + TB + AA el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
110
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 33.Figura 33.Figura 33.Figura 33.Figura 33. D + TB + AA el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
Figura 34.Figura 34.Figura 34.Figura 34.Figura 34. F + TB + LC el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 30 días.
Figura 35.Figura 35.Figura 35.Figura 35.Figura 35. F + TB + LC el 26/11/08,quinto año, parcelas cor-tadas cada 45 días.
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111
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 36.Figura 36.Figura 36.Figura 36.Figura 36. F + TB + LC el 26/11/08, quintoaño, parcelas cortadas cada 45días.
Figura 37.Figura 37.Figura 37.Figura 37.Figura 37. F + TB + AA el 26/11/08, quintoaño, parcelas cortadas cada 45días.
Figura 38.Figura 38.Figura 38.Figura 38.Figura 38. TB + LC + AA el 26/11/08, quin-to año, parcelas cortadas cada30 días
Figura 39.Figura 39.Figura 39.Figura 39.Figura 39. TB + LC + AA el 26/11/08, quintoaño, parcelas cortadas cada 45días.
112
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Las especies muertas por desecacióncorresponden a malezas (figuras 38 y 39).La mezcla formada por LP, sin gramíneasperennes fue la que presentó mayor presen-cia y aportes productivos por parte de la AA.Si bien LC estaba presente, la intensidad dela sequía anuló prácticamente su capacidadde crecimiento. Con relación a la respuestaa períodos secos, también la edad de lasplantas influye marcadamente. Así, en la pri-mavera del quinto año, mientras que un LCINIA Draco de tercer año produjo 2.638 kgMS/ha durante setiembre-octubre y noviem-bre, el de quinto año solamente registró 765kg. Con AA cv Estanzuela Chaná de terceraño en la misma primavera acumuló 6.266kg MS/ha, la de quinto año solamente pro-dujo 1.349 kg. Esta información estrictamen-te comparativa se ampliará en otro trabajo,sin embargo se informa, ya que de forma si-milar al invierno helador, deja de manifiestola importancia de la edad de la pastura enreaccionar productivamente en forma dife-rencial frente a distintos tipos de estrés.Estas características deben tomarse encuenta cuando se elaboran rotacionesforrajeras, a los efectos de planificar paratener simultáneamente dentro de los esque-mas forrajeros, pasturas de distintas edadesen superficies armónicas entre ellas. El he-cho de considerar prácticamente este aspec-to, disminuye el impacto negativo de estresesambientales sobre la producción global detodo el sistema de producción. Justamente,las distintas edades operando simultánea-mente disminuyen riesgos productivos yeconómicos.
En verano prosiguió la sequía y se resal-ta que las mezclas con AA cuyos conteni-dos variaron entre 30 y 58% según la gramí-nea perenne que la acompañe, ya que TBno realizó aportes, presentó una marcada de-presión (P<0.05) en su capacidad de produc-ción cuando se encontraba acompañada poruna gramínea perenne comparativamente alas asociaciones integradas solamente porleguminosas, tales como TB + LC + AA y TI+ TB + LC + AA. En estas los rendimientosse explican por AA en el 100%, puesto queLC estaba presente pero sin aportar al rendi-miento de la mezcla.
Los rendimientos estivales de forraje deAA se multiplicaron prácticamente por 10 o4, según haya estado acompañada por F oD, comparativamente con el crecimiento acuando fue sembrada solamente acompaña-da por otras leguminosas. Este suceso seregistró e informó en el capítulo II de estapublicación y merece se estudie con mayorprofundidad a los efectos de esclarecer conprecisión las causas de esta interferencia.La repercusión productiva y económica anivel de sistemas de producción es obvia,por tal deberían destinarse esfuerzos a losefectos de conocer con más profundidadestos aspectos.
En la producción total del quinto año, lasmezclas que alcanzaron los rendimientossuperiores fueron: D + TB + AA y TB + LC +AA tanto en las frecuencias de 30 como 45días y la asociación TI + TB + LC + AA en elmanejo de cortes cada 45 días. Con produc-ciones destacadas pero ubicadas entre 80 y90% del rendimiento máximo están las in-tegradas por: TI + TB + LC + AA en el ma-nejo de cortes cada 30 días, D + TB en igualmanejo, donde las producciones se explicancasi totalmente por D y D + TB + LC en elmanejo de cortes cada 45 días, donde tam-bién la mayor contribución al rendimientototal de la asociación está dado por D.
Rendimientos por estación paradiferentes duraciones de larotación
En la planificación de sistemas de rota-ción forrajeros en predios, normalmente lasdisponibilidades de forraje en invierno, vera-no y otoño constituyen períodos donde porproblemas climáticos o disminuciones de lasáreas de pastoreo, caso del otoño, la ofertaforrajera puede disminuir dramáticamente,limitando la carga animal del sistema y con-secuentemente el producto animal obtenible.En este trabajo ya se resaltó el efecto de uninvierno muy frío durante el cuarto año queprácticamente anuló durante 90 días la ca-pacidad de producción de las forrajeras y dela sequía que se instaló en forma intensa engran parte del quinto año. Bajas temperatu-ras, excesos o déficit de agua son los prin-cipales problemas que resienten la oferta
INIA
113
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 66Cuadro 66Cuadro 66Cuadro 66Cuadro 66. Resumen de las asociaciones con la frecuencia de cortes impuesta que presenta-ron rendimientos de forraje superiores en rotaciones de tres a cinco años, ordena-das en términos relativos (%) tomando como base 100 la de rendimiento superior.
Rotación a 3 años Rotación a 4 años Rotación a 5 años % Mezcla-Frecuencia % Mezcla-Frecuencia % Mezcla-Frecuencia
100 D + TB + AA-45 100 D + TB + AA-45 100 D + TB + AA-45 89 TI + TB + LC + AA-
45 93 TI + TB + LC + AA-
45 94 TB + LC + AA-45
88 D + TB + LC-45 92 TB + LC + AA-45 93 TI + TB + LC + AA-45
87 TB + LC + AA-45 91 D + TB + LC-45 90 D + TB + LC-45 86 F + TB + AA-45 89 F + TB + AA-45 88 F + TB + AA-45 84 F + TB + LC-45 84 D + TB + AA-30 85 D + TB + AA-30 82 D + TB + AA-30 80 F + TB + LC-45 - - Junto a cada mezcla se indica la frecuencia de corte aplicada.
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2000
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Figura 40Figura 40Figura 40Figura 40Figura 40. Producción de forraje (kg MS/ha) en Otoño (O), Invierno (I) yVerano (V) de una rotación a tres años de distintas mezclasforrajeras cortadas siempre cada 30 ó 45 días.
forrajera, por tanto, en la planificación prediallos rendimientos factibles de obtener en lasestaciones más vulnerables generalmenteson la causa principal en condicionar el re-sultado económico del sistema.
Por las razones expuestas se seleccio-naron las mezclas que presentaron mayo-res producciones de forraje en este trabajo(cuadro 66) con diferentes duraciones de larotación.
En el cuadro 66 se define dentro de cadarotación el ordenamiento productivo de lasasociaciones en términos porcentuales.
Dentro de las mezclas más productivasse jerarquizaron los rendimientos de las tres
estaciones del año que pueden ser las máscríticas, graficándose además las produccio-nes de forraje en las dos frecuencias de cor-te con el objetivo de visualizar rápidamentelas variaciones productivas originadas por elimpacto de variaciones en el manejo de cor-tes. Paralelamente se incluyó para F y D, lamezcla simple con TB que permite percibirfácilmente sus rendimientos menores. Seexcluyó la producción de primavera, ya queen esta estación generalmente el problemaprincipal es utilizar bien el exceso de forrajedisponible, siempre que no se instale unasequía intensa durante la misma.
En una rotación a tres años (figura 40)las cuatro asociaciones con rendimientos to-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
20000
25000
30000
35000
40000
45000
50000
Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5
D TB LC D TB AA D TB
Especies
Fo
rraje
(kg
MS
/ha)
45 dias
30 dias
Figura 41Figura 41Figura 41Figura 41Figura 41. Producción de fo-rraje (kg MS/ha)de mezclas de le-guminosas con Den rotaciones detres, cuatro y cin-co años, con cortescada 30 y 45 días,ensayo anual.
15000
20000
25000
30000
35000
40000
45000
Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5
F TB LC F TB AA F TB
Especies
Fo
rraje
(kg
MS
/ha)
45 dias
30 dias
Figura 42Figura 42Figura 42Figura 42Figura 42. Producción de forra-je (kg MS/ha) de mez-clas de leguminosascon F en rotacionesde tres, cuatro y cin-co años, con cortescada 30 y 45 días, en-sayo anual.
tales superiores, ordenadas en forma decre-ciente fueron: D + TB + AA, TI + TB + LC +AA, D + TB + LC y TB + LC + AA en unesquema de cortes cada 45 días (cuadro 66).Las cuatro mezclas presentaron rendimien-tos estivales muy altos. Por esta razón enlas mezclas que incluyen AA esta estaciónno reviste un riesgo importante ante unaeventual sequía estival. Sin embargo, conla asociación D + TB + LC se podría originardéficit de forraje si la sequía fuera intensa,ya que LC es más sensible que AA.
Otoño es otra estación que bajo cortescada 45 días, especialmente en la mezclaD + TB + AA, produjo los rendimientosacumulados superiores (8.20 0kg/ha), aunquecon las restantes asociaciones se registraronacumulaciones superiores a los 7.000 kg/ha.
La asociación D + TB + AA fue la de ma-yor rendimiento invernal, seguida por las deleguminosas puras sin o con raigrás inicial-mente, ubicándose con menor rendimientoinvernal la asociación D + TB + LC. Si bienmayoritariamente los aportes productivos enlas asociaciones fueron realizados por las le-guminosas, D hizo buenas contribuciones enotoño e invierno. De acuerdo a los registrosproductivos presentados el invierno fue la es-tación de menores rendimientos.
Con estas mezclas interesa resaltar queel manejo de la frecuencia de cortes deter-minó un impacto productivo importante enaumentar la producción de las rotaciones (fi-guras 41, 42 y 43). En las mismas tal comoya fue analizado, la respuesta productiva alaumento del intervalo entre cortes de 30 a45 días se registra básicamente con las queincluyen LC y/o AA, mientras que las en base
INIA
115
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
15000
20000
25000
30000
35000
40000
45000
50000
Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5 Rot 3 Rot 4 Rot 5
TB LC AA TI LC AA TB D TB F TB
Especies
Fo
rraje
(kg
MS
/ha)
45 dias
30 dias
Figura 43Figura 43Figura 43Figura 43Figura 43. Producción de fo-rraje (kg MS/ha)de leguminosaspuras, mezcla deleguminosas conTI, con D y con F,en rotaciones detres, cuatro y cin-co años con cortescada 30 y 45 días,ensayo anual.
a gramínea perenne más TB no diferencia-ron (P>0.05) rendimientos entre las frecuen-cias aplicadas.
Durante invierno las mezclas D + TB +AA, TI + TB + LC + AA, D + TB + LC y TB +LC + AA aumentaron, respectivamente, laproducción en 56, 49, 29 y 38% en la fre-cuencia de 45 días comparativamente conla de 30 (figura 40).
Generalmente en las empresas cuandola oferta forrajera disminuye, lo que normal-mente ocurre en primer término es un incre-mento en la frecuencia de pastoreo dentrodel sistema y a veces se recurre a lasuplementación cuando el problema común-mente ya es grave. El aumento de frecuen-cia de defol iación generalmente seincrementa a medida que la disponibilidadde forraje disminuye, por ejemplo con el pro-greso del período frío. Este proceso en rea-lidad se traduce en un agravamiento de lacrisis forrajera invernal, puesto que el au-mento de la frecuencia de defoliación dete-riora la capacidad de crecimiento de las es-pecies en valores muy significativos cuan-do se emplean mezclas que incluyen alfal-fa, especie con buen rendimiento invernal.Las depresiones productivas en las mezclasque integran LC son menores porque estaespecie naturalmente tiene menor potencialde producción invernal.
La información referente al manejo decortes o pastoreo en invierno muestra entreotros aspectos que se debe mejorar sustan-
cialmente la administración del forraje en elperíodo frío, de no actuar inteligentemente,disminuye en mayor escala la oferta forraje-ra, atentando contra el producto animal ob-tenible y la rentabilidad del rubro.
En la rotación a cuatro años, (figura 44),se repiten aproximadamente los resultadoscomentados en la de tres años, de mayor amenor las mezclas más rendidoras en el to-tal de cuatro años se ordenaron de la si-guiente forma: D + TB + AA, TI + TB + LC +AA, y TB + LC + AA, D + TB + LC y F + TB+ AA en la frecuencia de cortes cada 45 días(cuadro 66).
Considerando en forma conjunta la pro-ducción de otoño más invierno, las asocia-ciones con rendimientos acumulados supe-riores a los 11.000 kg MS/ha fueron D + TB+ AA y F + TB + AA, donde los aportes prin-cipales fueron de la AA. Con rendimientosen torno a 10.500 kg MS/ha se ubicaron lasmezclas compuestas por TB + LC + AA y TI+ TB + LC + AA, teniendo rendimientos algoinferiores D + TB + LC, 9.600 kg MS/ha.
Cualquiera de las asociaciones, al estarintegradas especialmente con AA aunquetambién LC tuvo buena performance, presen-taron rendimientos estivales altos. En estasasociaciones, evidentemente el período demenor producción es invierno y se resaltanuevamente la mejora en la producción in-vernal bajo el manejo de cortes cada 45 días,comparativamente con el de 30, principal-mente con AA.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
DTBLC DTBAA DTB FTBLC FTBAA FTB TBLCAA TILCAATB
Especies
kg
MS
/ha
O30
I30
V30
O45
I45
V45
Figura 44Figura 44Figura 44Figura 44Figura 44. Producción de forraje (kg MS/ha) en Otoño (O), Invierno (I) y Verano(V) de una rotación a cuatro años de distintas mezclas forrajeras cor-tadas siempre cada 30 o 45 días.
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
DTBLC DTBAA DTB FTBLC FTBAA FTB TBLCAA TILCAATB
Especies
kg
MS
/ha
O30
I30
V30
O45
I45
V45
Figura 45Figura 45Figura 45Figura 45Figura 45. Producción de forraje (kg MS/ha) en Otoño (O), Invierno (I) y Verano (V)de una rotación a cinco años de distintas mezclas forrajeras cortadassiempre cada 30 ó 45 días.
La inclusión de AA en las mezclas posi-bilita tener rendimientos de otoño e inviernosuperiores (cuadros 67-72).
Cuando se consideran los cinco años, laasociación de mayor rendimiento de forrajetotal y otoño-invernal sigue siendo la inte-grada por D + TB + AA, mientras que lascompuestas por leguminosas puras desdeel inicio o con raigrás presentaron produc-ciones totales e invernales muy similares (fi-gura 45). El ordenamiento de las mezclasen rotaciones de cuatro y cinco años fue si-milar.
Conceptualmente en la rotación a 5 años,se repiten los mismos atributos y comenta-rios que los relatados en la de 4 años.En los cuadros 67 a 72 se informan rendi-mientos por estación y anuales, en rotacio-nes de tres a cinco años para mezclas inte-gradas por TB + LC y TB + AA, con D o F,solo compuestas por leguminosas o inicial-mente con raigrás. Con excepción de las in-tegradas con F, las restantes en general seposicionaron con las mejores performancesproductivas (cuadro 66). Las representacio-nes gráficas de los rendimientos de las mez-
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
D + TB + LC
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 4871 3275 8145
45 1 S 0 4810 4702 9512
30 2 2943 1175 2962 2185 9265
45 2 3326 1483 4356 2356 11520
30 3 1871 813 3010 3550 9244
45 3 2496 1075 4488 3209 11268
30 4 1281 42 2804 1241 5367
45 4 1118 133 4086 1608 6945
30 5 1289 231 989 746 3254
45 5 1306 646 1070 474 3496
30 Total de 3 años
4813 1988 10843 9010 26654
45 5821 2558 13654 10267 32300
30 Total de 4 años
6094 2030 13646 10251 32022
45 6939 2690 17740 11875 39245
30 Total de 5 años
7383 2261 14635 10997 35276
45 8246 3336 18810 12349 42740
Cuadro 67. Cuadro 67. Cuadro 67. Cuadro 67. Cuadro 67. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumulados porestación para rotaciones de tres a cinco años de una mezclacompuesta por D + TB + LC.
clas con distinta duración de la rotación sepresentan en las figuras 41, 42 y 43. En lasmismas se incluyen las asociaciones sim-ples con un objetivo comparativo y se resal-tan las diferencias que originaron las dos fre-cuencias de corte en las asociaciones queintegraron TB + LC y TB + AA.
La información mostrada en los cuadros67 a 72 posibilita en forma simple dictami-nar productivamente en términos cuantitati-vos virtudes y defectos de cada asociación,según el o los esquemas productivos quese seleccionen para cada situación predial.
Dentro de la información de los cuadros67 a 72 se destacan dos aspectosgravitantes a nivel productivo empresarial,el primero consiste en las muy bajas pro-ducciones de todas las asociaciones en sucuarto año durante un invierno muy heladory el segundo se refiere a la sequía intensaque imperó durante invierno, primavera yverano del quinto año.
Con relación a los rendimientos acumu-lados de invierno + primavera + verano del
quinto año, en el que en 270 días ocurrieronprecipitaciones que totalizaron solamente170 mm, las mezclas con producciones su-periores promedio para los manejos de cor-tes de 30 y 45 días fueron: D + TB + AA, TB+ LC + AA y TI +TB + LC + AA con 2500 a2600 kgMS/ha, D + TB + LC con 2000, F +TB + AA con 1700 kg y F + TB + LC con1.300 kg MS/ha. Las mezclas con F presen-taron las menores producciones de forrajedurante el período seco.
Con la información mostrada, resulta claroque las condiciones de ambiente que impe-ran en nuestro país son altamente variablesy pueden generar estreses de muy larga du-ración. Estos pueden ser suficientes comopara que en aquellos sistemas productivosque no dispongan de reservas en cantidadadecuada a la dotación existente en el mis-mo, se produzca un colapso productivo y eco-nómico de dimensiones trascendentes. Los90 días de un invierno muy helador que anu-laron prácticamente la capacidad de creci-miento de las forrajeras, y una sequía extre-
118
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
D + TB + AA
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 5392 3499 8892
45 1 S 0 5144 3879 9023
30 2 3070 1242 3577 2790 10679
45 2 3168 1929 4398 3190 12684
30 3 2378 966 3308 3613 10264
45 3 3570 1527 5997 3739 14833
30 4 1946 60 2832 1544 6382
45 4 1611 131 3457 1402 6602
30 5 1717 460 1130 834 4141
45 5 1352 680 1380 712 4124
30 Total de 3 años
5448 2208 12277 9902 29835
45 6738 3455 15538 10808 36540
30 Total de 4 años
7394 2268 15109 11446 36217
45 8349 3587 18996 12210 43142
30 Total de 5 años
9111 2728 16239 12281 40358
45 9702 4266 20376 12922 47265
Cuadro 68. Cuadro 68. Cuadro 68. Cuadro 68. Cuadro 68. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumula-dos por estación para rotaciones de tres a cinco años deuna mezcla compuesta por D + TB + AA.
Cuadro 69. Cuadro 69. Cuadro 69. Cuadro 69. Cuadro 69. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumu-lados por estación para rotaciones de tres a cinco añosde una mezcla compuesta por F + TB + LC.
F + TB + LC
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 5399 2974 8373
45 1 S 0 6107 4218 10325
30 2 2880 1268 3321 1865 9335
45 2 2800 1246 4085 2796 10926
30 3 2079 939 2539 2173 7730
45 3 2544 1092 3234 2499 9369
30 4 594 135 2880 651 4261
45 4 356 122 3061 478 4017
30 5 1217 373 860 209 2659
45 5 1166 463 712 39 2379
30 Total de 3 años
4959 2207 11260 7013 25439
45 5343 2338 13425 9513 30620
30 Total de 4 años
5554 2343 14140 7664 29701
45 5699 2460 16486 9991 34637
30 Total de 5 años
6771 2716 15000 7873 32359
45 6865 2923 17199 10030 37016
INIA
119
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
F + TB + AA
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 4835 3185 8020
45 1 S 0 4476 3543 8019
30 2 2897 1179 2982 1694 8753
45 2 2361 1709 4175 2759 11004
30 3 2297 957 2351 2125 7730
45 3 3105 1521 4351 3518 12496
30 4 746 282 2381 495 3904
45 4 1792 517 3258 1315 6882
30 5 1098 324 676 310 2407
45 5 1158 740 1051 332 3281
30 Total de 3 años
5194 2136 10169 7004 24503
45 5466 3230 13002 9821 31519
30 Total de 4 años
5940 2418 12550 7499 28406
45 7258 3747 16260 11136 38401
30 Total de 5 años
7038 2742 13225 7808 30813
45 8416 4487 17310 11468 41682
TB + LC + AA
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 4988 3375 8363
45 1 S 0 4753 4967 9720
30 2 2584 952 2759 1984 8279
45 2 2621 1329 3703 2565 10217
30 3 2232 1196 3368 3120 9916
45 3 2733 1599 4538 2973 11842
30 4 1899 259 3127 1810 7095
45 4 1989 341 4184 1640 8153
30 5 1596 468 767 1154 3986
45 5 1491 740 1123 1001 4355
30 Total de 3 años
4817 2148 11115 8479 26558
45 5354 2927 12993 10505 31779
30 Total de 4 años
6716 2406 14242 10288 33653
45 7342 3268 17177 12145 39933
30 Total de 5 años
8312 2875 15009 11443 37639
45 8834 4008 18301 13145 44288
Cuadro 71. Cuadro 71. Cuadro 71. Cuadro 71. Cuadro 71. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumula-dos por estación para rotaciones de tres a cinco años deuna mezcla compuesta por TB + LC + AA.
Cuadro 70. Cuadro 70. Cuadro 70. Cuadro 70. Cuadro 70. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumula-dos por estación para rotaciones de tres a cinco añosde una mezcla compuesta por F + TB + AA.
120
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
TI + TB + LC + AA
Cortes Año O I P V Total
30 1 S 0 5628 3043 8670
45 1 S 0 5307 4348 9654
30 2 2417 979 2826 1985 8207
45 2 2797 1491 4061 2789 11138
30 3 1951 1075 2629 2621 8275
45 3 2742 1571 4134 3364 11812
30 4 1326 210 2528 1397 5461
45 4 1662 318 3591 1900 7471
30 5 987 433 1057 1174 3651
45 5 1628 426 1204 725 3983
30 Total de 3 años
4368 2054 11082 7649 25153
45 5540 3063 13502 10500 32605
30 Total de 4 años
5694 2264 13610 9046 30614
45 7201 3381 17093 12400 40075
30 Total de 5 años
6681 2696 14668 10220 34265
45 8829 3807 18297 13124 44058
Cuadro 72.Cuadro 72.Cuadro 72.Cuadro 72.Cuadro 72.Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumula-dos por estación para rotaciones de tres a cinco años deuna mezcla compuesta por TI + TB + LC + AA.
ma durante 270 días que eliminaron la capa-cidad de crecimiento de las especies, conexcepción de AA, deben servir de adverten-cia para dimensionar cantidades de reser-vas necesarias para que las empresas per-sistan productiva y económicamente. Ade-más, cuando en las pasturas no se integraAA, sea por limitaciones de ambiente u otrasrazones, las consecuencias pueden ser másgraves aún, ya que en general ante sequíasmuy prolongadas la única especie que lograpersistir satisfactoriamente es AA. Ya fuecomentado, que una opción tecnológica paradisminuir el impacto de estreses ambienta-les consiste en equilibrar de forma armóni-ca, distintas edades de pasturas.
Persistencia de especies yasociaciones luego de la sequía
A comienzos de 2009 se registraron pre-cipitaciones que determinaron el reinicio oaceleración de las tasas de crecimiento delas especies que lograron persistir a la se-
quía. Con el objetivo de visualizar persis-tencia, se muestra información fotográficacomo método de medir esta variable. Debetenerse presente que todas las figuras serefieren al experimento anual, es decir, aquelque sistemáticamente fue cortado cada 30o 45 días durante toda la vida del mismo ylas figuras corresponden a mayo del sextoaño.
Entre las gramíneas perennes, D fue laque presentó mejor persistencia, en parte ex-plicado también porque esta gramínea no fueatacada por isoca, la figura 46 permitevisualizar este aspecto.
La sequía, más una frecuencia de cortescada 30 días en condiciones de alta interfe-rencia desarrollada por D, determinó una bajapoblación de AA (figura 46), ésta aumentanotoriamente cuando el intervalo entre cor-tes pasa a ser de 45 días (figura 47).
Con F, gramínea perenne afectada porisoca y que originó menor interferencia, lasproporciones de AA se incrementaron (figu-ra 48), siendo las mayores, cuando esta le-
INIA
121
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 46.Figura 46.Figura 46.Figura 46.Figura 46. D + TB + AA en mayo de 2009,sexto año, parcelas cortadascada 30 días.
Figura 47.Figura 47.Figura 47.Figura 47.Figura 47. D + TB + AA en mayo de 2009,sexto año, parcelas cortadas cada45 días
Figura 48.Figura 48.Figura 48.Figura 48.Figura 48. F + TB + AA en mayo de 2009,sexto año, parcelas cortadas cada45 días.
Figura 49.Figura 49.Figura 49.Figura 49.Figura 49. TB + LC + AA en mayo de 2009,sexto año, parcelas cortadas cada45 días.
122
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
guminosa fue sembrada con TB y LC sin gra-mínea perenne (figura 49).
La especie dominante pos sequía fue AAy en las asociaciones de LP, o sea, sin gra-mínea perenne, fue donde se verificó la po-blación superior. TB desapareció de las aso-ciaciones y LC presentó muy baja población.
En términos de intervalos entre cortes,el manejo de cortes cada 45 días fue el queposibilitó, en las especies que persistieron,el mayor número de plantas por unidad desuperficie.
Relación entre alturas de corte yrendimientos de forraje
La relación entre la altura del forraje conlos rendimientos que se registraron en lasdistintas asociaciones posibilita manejar lasfrecuencias de cortes en función de la alturadel forraje que alcanza la asociación o algúncomponente específico dentro de ésta.
Debe considerarse que la producción depasturas puede ser evaluada de muchas for-mas, lo más común es en base a rendimien-tos de forraje expresados en kg de materiaseca por hectárea, pero también académi-camente, en especial en trabajos deecofisiología vegetal, la altura es otro crite-rio simple y de bajo costo, muy utilizado paramedir crecimiento. En la medida que las es-pecies erectas o semierectas crecen en al-tura, están también acumulando mayoresrendimientos de forraje, hasta el momentoen que comienza a perderse forraje por se-nectud, sombreado por excesos de acumu-lación, enfermedades. En este sentido, laaplicación del criterio de altura para manejarpasturas está relacionado con los índices deárea foliar, óptimos y topes, con la gran ven-taja que el manejo por altura del tapiz es muysimple, económico, rápido y no ofrece com-plicaciones.
A los efectos de brindar una idea del ma-nejo de las mezclas en función de la altura,debe recordarse que estas fueron evaluadasa intervalos fijos de cortes, de 30 y 45 díasindependientemente de las alturas alcanza-das. Sin embargo, a pesar de las diferen-cias que se generan en altura entre las dis-tintas estaciones del año y especies, pue-
de considerarse que en general existe unaaltura promedio que puede indicar pautas demanejo generales con el objetivo de poten-ciar las producciones de forraje. Sobre elpunto, las referencias se van a realizar enfunción de las mezclas que acumularonmayores rendimientos de forraje y dentro deellas a las dos especies erectas que sonclaves en el manejo de la altura, LC y AA.Tal como se ha comentado las principalescontribuciones al rendimiento total de lasmezclas fueron realizados por las legumino-sas y dentro de estas, LC y AA presentaronun rol protagónico. Con relación a TB, otraleguminosa de mucha importancia en deter-minar los rendimientos de materia seca, seconsidera que por tratarse de una especiede hábito de crecimiento más postrado, suproducción se ubica generalmente en el es-trato más bajo del tapiz, razón por la cual,las especies que deben servir de guía parael manejo de altura son LC y AA. Con la queno cabe ninguna duda es con AA, ya queesta es la forrajera que presenta mayoresvelocidades de rebrote pos-corte o pastoreoy por tal es la que gobierna la altura de lamezcla, puesto que es el componente demayor crecimiento. Con LC muchas vecesesto no ocurre especialmente cuando a lasmezclas se les aplica un manejo frecuentede cortes o pastoreo, frente al cual LC re-siente su capacidad de crecimiento.
Las alturas promedio para LC y AA enlos manejos de 30 y 45 días se muestranen el cuadro 73 para las mezclas indica-das en el mismo. Las asociaciones inte-gradas conjuntamente con LC y AA no fue-ron incluidas, sin embargo a los efectosdel manejo de defoliación en estas mez-clas la especie a tener en cuenta es AA,debido a que su velocidad de crecimientoen altura es superior a la de LC. Con elobjetivo de dar una idea referente a la re-lación altura-rendimiento, no se tomaronen cuenta las alturas en invierno, ni lasdel cuarto y quinto año.
En la asociación que integra F o D + TB+ LC el pasar de manejar la frecuencia decortes de 19,7 a 25,6 cm implicó un aumen-to (P<0.01) de la producción anual de forrajedel 27%, lo que significó un incremento anualde 290 kg MS/ha por cada cm de aumento
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123
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 73. Cuadro 73. Cuadro 73. Cuadro 73. Cuadro 73. Alturas promedio (cm) de LC y AA en distintos períodos parafrecuencias de cortes de 30 y 45 días en mezclas con D + TB+ AA, D + TB + LC, F + TB + AA y F + TB + LC.
* excluye I2 e I3.
de altura al realizar el corte, en el rango es-tablecido.
Con el mismo criterio, pero considerandolas asociaciones de F o D + TB + AA el he-cho de cortar cuando la altura es de 32,9comparativamente con 25,6 cm significó unincremento productivo por año de produccióndel 30% (P<0.01), donde por cada cm de au-mento de altura en el rango considerado, 25,6a 32,9 cm se produjeron 276 kg MS/ha máspor año. Este criterio de manejo, tal comofue desarrollado en los cinco años del expe-rimento, solamente consideró los intervalosde corte de 30 y 45 días, los cuales se rela-cionaron con alturas promedio de las legu-minosas y no se tomó en cuenta altura derebrote basal. Para el manejo impuesto, don-de el más conservador permitió una alturapromedio de 33 cm, en general los rebrotesbasales de AA tenían muy poca altura.
La información presentada referente al cri-terio de manejo de la frecuencia de cortesen función de las alturas señaladas, estánen armonía con los datos presentados refe-rentes al manejo de la frecuencia de cortesen las mismas leguminosas sembradas pu-ras, en este sentido LC debería tender a ma-nejarse entre 20 y 25 cm y AA entre 30 y40 cm.
Evolución de las característicasdel tapiz de la mezcla forrajera ycomposición química del forraje
La composición química del forraje, tan-to desde el punto de vista de su calidadmedida a través de: PC = proteína cruda,FDA = fibra insoluble en detergente ácido,FDN = fibra insoluble en detergente neutro yDMO = digestibilidad de la materia orgáni-
ca; como de su contenido mineral, C = ceni-zas, P = fósforo, Ca = calcio, Mg = magne-sio, K= potasio, Na = sodio, S = azufre yCl = cloro fueron cuantificados según lasasociaciones mayoritariamente en los prime-ros tres años, exceptuando las mezclas confalaris donde al segundo invierno se suspen-dió el muestreo debido al pobre comporta-miento productivo de esta asociación.
En los tres años, dentro de cada esta-ción la composición química fue analizadapara las dos frecuencias de cortes aplica-das, 30 y 45 días. Esto significa que la in-formación referente a calidad y composi-ción mineral en el manejo de 30 días corres-ponde a un promedio de los tres cortes rea-lizados por estación, en tanto la de 45 díasa los dos cortes.
Para que el usuario relacione los aspectosquímicos con el estado de la pastura, se re-porta el M = intervalo entre cortes,E = estación del año, A = altura en cm deG = gramínea y L = leguminosa, los rendimien-tos de forraje kg MS/ha acumulados por esta-ción para G = gramíneas, L = leguminosas yel Total = G+L, los porcentajes de materia secadel forraje en promedio para los cortes realiza-dos en la estación y la densidad del tapiz ex-presada en kg MS/cm de altura a partir delnivel del suelo, independientemente medidapara G = gramíneas y L = leguminosas. Serecuerda que los cortes de forraje se realiza-ban dejando un rastrojo residual de 4 cm.
Debe tenerse presente que las mezclasen general fueron dominadas por la fracciónleguminosas, aspecto gravitante en la com-posición química de las asociaciones.
En términos generales lo esperable conrelación a PC y DMO es que aumenten conlas menores edades de rebrote, frecuencia
P1+V1+O2 I2 P2+V2+O3 I3 P3 + V3 Medias*
TB + LC-30 20,8 11,0 17,7 12,5 20,5 19,7
TB + LC-45 27,5 14,5 21,8 16,0 27,5 25,6
TB + AA-30 24,0 15,0 24,6 16,0 28,2 25,6
TB + AA-45 30,8 18,0 30,1 20,5 38,0 32,9
124
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
de 30 días, mientras que la fibra deberíaincrementarse con las edades del rebrote.
Evolutivamente, la fibra, independiente-mente de las variaciones existentes por es-tación del año, tiende a aumentar con la edadde las pasturas, mientras que dentro del año,la DMO y PC en general t ienden aincrementarse hacia invierno y disminuyenhacia verano.
Con relación a la composición de algu-nos minerales, magnesio y calcio, presen-tan una evolución global en el transcurso delaño relativamente similar, mientras que lasconcentraciones de fósforo evolucionan engeneral en sentido contrario a la presentadapor calcio y magnesio (cuadros 74-80).
CONSIDERACIONES FINALES
Se analizó el comportamiento de mezclasforrajeras en rotaciones de tres a cinco años,así como la persistencia en el sexto año lue-go de una sequía muy intensa y prolongada.Se abarcaron los temas de frecuencias dedefoliación comparando intervalos de 30 y45 días entre cortes, aplicados sistemática-mente durante cinco años, o durante una es-tación del año manejada cada 30 días y lasrestantes cada 45 días. Se presentó infor-mación de producción estacional y anual deforraje, así como la calidad y composiciónmineral del mismo.
En las condiciones de este experimen-to, libre de gramilla, se hacen las siguientesconsideraciones:
• las mezclas simples, constituidas porgramínea perenne más trébol blanco pre-sentaron los menores rendimientos deforraje,
• las asociaciones más productivas enpromedio para rotaciones de tres a cin-co años, ordenadas en términos relati-vos de mayor a menor fueron: D + TB +AA (100%), LP con o sin raigrás a lasiembra (91%), D + TB + LC (89%), F +TB + AA (87%), F + TB + LC (84%),todas en la frecuencia de cortes cada45 días y D + TB + AA (83%) cortadacada 30 días,
• dentro de las mezclas con gramíneasperennes se destacó la compuesta porD + TB + AA y D + TB + LC,
• las mezclas sin gramíneas perennes in-tegradas sólo por leguminosas, presen-taron muy buena performance producti-va, fueron las que produjeron más enperíodos de sequía intensa y las queposibilitaron llegar con mayor proporciónde leguminosas, mayor persistencia, es-pecialmente AA a medida que progresa-ban en edad,
• el intervalo entre cortes de 45 días, de-terminó aumentos productivos importan-tes en las mezclas con LC y tambiéncon AA,
• AA fue la leguminosa más productivaglobalmente, la más persistente, másplástica al manejo frecuente y de mayorproducción en períodos secos,
• AA bajo un esquema de manejo de cor-tes cada 45 días, es capaz de soportardurante 90 días esquemas más frecuen-tes de manejo, cortes cada 30 días, sinque se altere la productividad futura deesta especie en las mezclas, mientrasque LC resiente su producción,
• en todas las asociaciones congramíneas perennes el componente prin-cipal y más productivo de las mezclasfueron las leguminosas, TB en las mez-clas simples, TB y LC en las que in-cluían a ambas, siendo los aportes equi-librados entre ellas, en tanto las de TBy AA, esta última fue el componente deaportes superiores en las asociaciones,tanto más, a partir del final del terceraño en adelante,
• las asociaciones con LC, pero especial-mente con AA, presentaron rendimien-tos de verano y otoño altos, siendo in-vierno el período de menor producción,aunque la inclusión de AA en las mez-clas posibilita tener rendimientos de oto-ño e invierno superiores,
• la producción invernal mejora en formaimportante con el manejo de cortes cada45 días, comparativamente con el de 30,principalmente con AA,
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125
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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V2
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3,
33C
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
• en la asociación que integra F o D +TB + LC el pasar de manejar la frecuen-cia de cortes en función de la altura deLC de 19,7 a 25,6 cm implicó un aumen-to de la producción anual de forraje dela mezcla del 27%,
• las mezclas con F o D más TB más AAel hecho de cortar cuando la altura deAA es de 32,9 comparativamente con25,6 cm significó un incremento produc-tivo por año de producción del 30%,
• el aumento del uso de cultivares produc-tivos de AA en ambientes aptos para lamisma, determinará aumentos importan-tes en la producción total de forraje, enla persistencia de las pasturas, minimi-
zará las crisis de producción en verano-otoño, se dispondrá de buenos rendi-mientos invernales y el impacto produc-tivo y económico negativo de las se-quías será bajo,
• entre las gramíneas D presentó mejorpersistencia que F, dado que esta últi-ma soportó ataques severos de isoca,entre las leguminosas AA fue la espe-cie de mejor persistencia estando en unescalón muy inferior LC, mientras queTB desapareció de las mezclas,
• la frecuencia de cortes cada 45 díascomparativamente con la de 30, posibi-litó que la población de AA pos sequíafuera muy superior.
INIA
133
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
IV. PRODUCCIÓN Y CALIDAD DELFORRAJE DE ESPECIES DE
LEGUMINOSAS CON DISTINTOSMANEJOS DE DEFOLIACIÓN
INTRODUCCIÓN
Las respuestas productivas obtenidasfrente a la aplicación de distintos manejosde la frecuencia de defoliación en legumino-sas, posibilita conocer los resultados a ob-tener cuando a nivel de campo se aplicandeterminadas estrategias. La mayoría de losexperimentos llevados a cabo en este temay reportados en forma dispersa, muchasveces parcial en distintas publicaciones, fue-ron realizados en años, chacras, ambientesdiferentes. Por tal razón y dentro de un es-quema integral de evaluación de distintasmezclas forrajeras, cuyos resultados se vie-nen presentando en esta publicación, se in-cluyó simultáneamente con la cuantificaciónproductiva de los rendimientos de distintasasociaciones, los impactos diferenciales quemanejos de la frecuencia de defoliación podíantener sobre leguminosas, instaladas en la mis-ma chacra muy próximas a los experimentosanteriormente comentados y conducidos en lasmismas condiciones de ambiente.
Se estableció como criterio la cuantifica-ción de frecuencias de defoliación a tiempofijo, independientemente de la disponibilidadde forraje existente, dado que a nivel de es-tablecimientos, las necesidades de alimen-tación del ganado son diarias e indepen-dientes de la capacidad de crecimiento delas forrajeras. Generalmente, cuando las con-diciones de ambiente se vuelven más estre-santes, disminuye la capacidad de creci-miento de las especies y concomitantemen-te, el ganado aumenta la frecuencia e inten-sidad de defoliación sobre las pasturas. Estaestrategia en condiciones de competenciaintraespecífica, posibilita una mayor com-prensión de las respuestas que se obtienencuando se mezclan leguminosas y por talmotivo están sometidas a interferencia inte-respecífica. La aplicación de frecuencias
contrastantes, desde muy agresivas con re-lación al vigor y estructura morfofisiológicade las especies, cortes cada 22 ó 30 días,hasta relativamente laxas, 45 o más días,posibilitan cuantificar la plasticidad de lasespecies en producir y persistir bajo unagama amplia y contrastante de ambientes.
La evaluación simultánea de leguminosasmuy distintas en varios aspectos producti-vos, tales como trébol blanco, rojo, Lotuscorniculatus, Lotus uliginosus y alfalfa, po-sibilita comprender mejor el comportamien-to de las mismas y por ende utilizar dichosconocimientos para potenciar la producciónanimal en los establecimientos.
Dentro del manejo se priorizó profundizaren la frecuencia de cortes sobre la intensi-dad de los mismos, puesto que para estasleguminosas existen antecedentes experi-mentales que indican en general a la frecuen-cia como variable más importante que la in-tensidad de defoliación, excepto bajo esque-mas de cortes muy frecuentes, donde conalgunas leguminosas el dejar mayor superfi-cie foliar residual, o sea, cortes menos in-tensos, mejora la producción y persistencia,en otras simplemente disminuye el porcentajede utilización (Formoso, 1996, 2003, 2006).
Cuando se realizan defoliaciones con di-ferente frecuencia, debe encararse el temaconsiderando que los cortes por sí mismosimplican el retiro de prácticamente todo elaparato fotosintético de las forrajeras, talcomo son realizados mediante pasteras ro-tativas donde no existe selectividad. Por tal,los distintos manejos que se aplican, signi-fican fisiológicamente que las plantas estánsometidas a distintas frecuencias de estrésenergético, producido por el retiro de la casitotalidad del aparato foliar. A medida que seaumenta la frecuencia de este estrés, lasplantas deben readaptarse morfológica yfisiológicamente, redireccionando las seña-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 50. Figura 50. Figura 50. Figura 50. Figura 50. Experimento de mane-jo de defoliación en le-guminosas 24/11/06.....
les internas de las mismas, para generar através de yemas y reservas orgánicas re-manentes, cuanto antes, la recomposiciónde su aparato foliar como máxima prioridad,ya que del mismo depende la viabilidad delas células, tejidos, órganos y en última ins-tancia los individuos.
Los manejos de corte tal como se reali-zan, se asocian con pastoreos rotativos decambio diario de parcela con altos porcenta-jes de utilización, puesto que permanece unrastrojo residual de 4 cm de altura. El factorque está excluido es el pisoteo.
MATERIALES Y MÉTODOS
En la misma chacra descripta en el capí-tulo II, se instaló el 13 de mayo, en siembradirecta, en líneas a 19 cm, trébol blanco cvEstanzuela Zapicán (TBTBTBTBTB) y Lotus uliginosuscv Grasslands Maku (LMLMLMLMLM) a 5 kg/ha cadauno, trébol rojo cv Estanzuela 116 (TRTRTRTRTR),Lotus corniculatus cv INIA Draco (LCLCLCLCLC) y Al-falfa cv Estanzuela Chaná (AAAAAAAAAA), a una den-sidad de 15 kg/ha.
La fertilización, dosis de mantenimien-to, manejo global del experimento se rea-l izó de forma s imi lar a los t rabajosdescriptos previamente. Se aplicaron cua-tro frecuencias de cortes: cada 22, 30, 45y 60 + 30 días, de tal forma de completarlos 90 días de cada estación. Se descartóla frecuencia de 90 días por existir ante-cedentes que indicaron importantes pérdi-das de forraje consecuencia de un inter-valo muy prolongado.
Las estaciones fueron definidas como enlos trabajos previos y se aplicaron simultá-neamente dos estrategias, una denominadaanual, donde se cortó sistemáticamente du-rante todo el período de evaluación en lasfrecuencias indicadas y otro experimento, lin-dero al anterior, denominado estacional dondese aplicaban las cuatro frecuencias en una es-tación del año y en las restantes se cortabacada 45 días. En cada estación, una vez apli-cadas las cuatro frecuencias impuestas, en lasiguiente mediante un manejo de dos cortescada 45 días, se recogían los efectos de losmanejos en la estación previa, estos se deno-minaron efectos residuales.
Los rendimientos corresponden a las es-pecies sembradas, libres de malezas. El es-tablecimiento del experimento fue excelen-te y solamente LM presentó con el correrdel tiempo competencia por TB, cuyo forra-je fue descontado.
Cada especie se ubicó en una parcela gran-de, los manejos en la chica, los tratamientosfueron dispuestos en bloques al azar con 4repeticiones. Cada parcela constaba de ocho sur-cos separados a 19 cm por 8 m de longitud.
Las condiciones climáticas se mostraronen el cuadro 5 del capítulo II.
RESULTADOS
En la presentación de resultados se tra-tará cada especie individualmente y poste-riormente se realizarán algunas comparacio-nes entre especies. La figura 50 muestra unavisión general del experimento.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Trébol blanco cv EstanzuelaZapicán
Los resultados se reportan en los cua-dros 81 y 82. TB persistió hasta la primave-ra del cuarto año en las cuatro frecuenciasde corte aplicadas, posteriormente conse-cuencia de un período muy seco y prolonga-do la población murió. Interesa destacar quelo esperable generalmente es que esta es-pecie persista tres años y al verano del ter-cer año o en algunas situaciones otoño delcuarto, las plantas mueran.
A partir de la información del cuadro 81,cuando TB se somete sistemáticamente ala misma frecuencia de cortes durante todasu vida útil (experimento anual), que en estetrabajo persistió hasta la primavera del cuar-to año:
• Los rendimientos superiores acumula-dos de todo el período se registraron enlas frecuencias de cortes de 30 días,seguida por las de 45 días.
• El intervalo entre cortes de 22 días, de-terminó una disminución productiva de12% con respecto al de 30 días,
• El sistema de cortes más laxo, 60 + 30días, significó una merma de 21% conrelación al esquema de 30 días, dichadisminución se explica por pérdidas derendimiento, básicamente de hojas som-breadas, consecuencia de intervalos tanlargos entre cortes. Las pérdidas supe-riores de forraje en el intervalo 60+30se registraron especialmente en prima-vera y otoño y principalmente en lasedades más jóvenes que fue donde estaespecie acumuló más forraje estacional-mente.
• Las mayores producciones en el segun-do, tercer y cuarto invierno se ubicaroncon mayor frecuencia en el intervalo decortes cada 45 días, ocurriendo en eltercer y cuarto otoño una situación si-milar.
• En términos relativos los rendimientosde forraje de los manejos de cortes cada22, 30, 45 y 60 + 30 días en el acumula-do de cuatro años fueron respectivamen-te 88, 100, 93 y 77%.
En el experimento estacional, donde du-rante tres estaciones del año, TB se cortacada 45 días, y solamente en una estaciónde aplican las 4 frecuencias, se observa que:
• El hecho de cortar cada 22 ó 30 díasdurante una estación, cuando en las res-tantes se corta cada 45 días, determinaque con las dos mayores frecuenciasaplicadas, mayoritariamente se registranlos rendimientos estacionales y totalesde cuatro años superiores.
• En el segundo, tercer y cuarto inviernola aplicación de intervalos de 45 díasdeterminó rendimientos superiores.
• Los manejos de cortes cada 22 ó 30días en la estación previa, no originaronninguna merma de la producción de fo-rraje en la estación siguiente.
• En TB, manejos de cortes muy frecuen-tes en una estación, no deterioraron sucapacidad de producción cuando el mis-mo en las estaciones precedentes a laque se aplican los manejos de cortesde 22 ó 30 días, se aplican intervalosde 45 días.
• Cuando se miden efectos residuales,en el invierno del segundo y cuarto año,los rendimientos superiores se registra-ron en la frecuencia de 45 días, o en lade 60+30, estos no correspondieron aefectos residuales sino a mayores in-tervalos en el período frío.
Comentarios generales
TB cv Estanzuela Zapicán acumula losmayores rendimientos anuales con interva-los de 30 días, seguido por los de 45 días.Cuando en estaciones previas se corta cada45 días, la aplicación de intervalos de 22días durante una estación, 90 días, posibili-ta obtener los rendimientos mayores en di-cho período, sin que este manejo aplicadoen una sola estación origine efectos negati-vos en la capacidad de producción de forra-je de la siguiente. En otoño, pero especial-mente en invierno, TB acumula los mayoresrendimientos con intervalos de 45 días y aveces en el de 60+30 días, especialmentecon mayores edades de la pastura. Interva-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 82Cuadro 82Cuadro 82Cuadro 82Cuadro 82. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumulados de trébol blanco enrespuesta a cuatro manejos de cortes aplicados continuamente durante la vida pro-ductiva de la especie (anual).
Trébol Blanco. Anual Cortes 1 2 3 4 (O4+ I4+ P4 ) 1+2+3 1+2+3+4 22 6569 6343 7060 4214 19972 24186 30 7097 7257 8202 4711 22556 27267 45 5796 7054 8154 4251 21004 25254 60+30 4363 5766 7231 4396 17360 21756 MDS 5% 595 653 778 466 2320 2042
En azul se resaltan rendimientos superiores.
los superiores a los 45 días en este materialen general determinan pérdidas importantesde rendimiento.
Considerando toda la información presen-tada, en términos prácticos, a nivel de sis-temas de producción TB debería manejarsecon intervalos entre 30 y 45 días,preferenciando en invierno la aplicación delintervalo de 45 días.
Trébol rojo cv Estanzuela 116
TR persistió tres años completos, regis-trando rendimientos muy bajos en otoño delcuarto año (experimento anual), y con pro-ducciones algo superiores pero erráticas enel experimento estacional, (cuadro 83). ConTR, lo normalmente esperable en chacrascomo las que se estableció el experimento,con larga historia de uso de leguminosas,entre ellas TR y LC, es que TR persista has-ta verano del segundo año u otoño del terce-ro. La persistencia de TR durante todo eltercer año, evidencia que los problemas defusariosis no fueron graves, de lo contrarioen el verano del segundo año la poblaciónhabría disminuido sustancialmente.
Durante los primeros dos años, TR se pre-sentó como una leguminosa muy plástica almanejo, puesto que las producciones tota-les del primer año fueron similares entre losintervalos de cortes de 30 y 45 días, en tan-to que en el segundo año los rendimientosno se diferenciaron entre 22, 30 y 45 días.En el tercer año, último de vida de la espe-cie, con plantas envejecidas, el manejo máslaxo, 60 + 30 días fue el que registró el ren-
dimiento superior. Esto demuestra que amedida que las especies envejecen, la fre-cuencia de defoliación debería disminuir sise pretende incrementar la producción de lasespecies.
Estacionalmente, considerando los dosprimeros años en el experimento anual, so-lamente en el primer verano se verificó unregistro de rendimiento destacado en la fre-cuencia de 45 días mientras que en el se-gundo verano fue en las frecuencias de cor-tes de 30, 45 y 60 + 30 días. Con plantasenvejecidas, tercer año del experimentoanual, la menor frecuencia de cortes, 60+30días, posibilitó en invierno, primavera y ve-rano alcanzar los rendimientos superiores.En otoño del segundo y tercer año, la menorfrecuencia de cortes determinó pérdidas deforraje con la consecuente disminución delos rendimientos (cuadro 83). Plantas másjóvenes, que tienen mayor potencial de pro-ducción, con intervalos entre cortes prolon-gados, pueden perder rendimiento conse-cuencia de mayores acumulaciones de fo-rraje y/o tapices más compactos, debido aque es esperable que presenten mayor nú-mero de sitios de crecimiento, yemasaxilares, etc., que concretan el desarrollo delos órganos, hojas, ramificaciones, etc.
Cuando se considera el experimentoestacional, donde solo en una estación seaplican las cuatro frecuencias de corte y enlas restantes se maneja con un intervalo de45 días, se observa que la mayor frecuen-cia de rendimientos superiores ocurrió du-rante el tercer año. En éste se puede resal-tar que las menores frecuencias de corte,
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 84Cuadro 84Cuadro 84Cuadro 84Cuadro 84. Rendimientos de forraje (kgMS/ha) anuales y acumuladosde trébol rojo en respuesta acuatro manejos de cortes aplica-dos continuamente durante lavida productiva de la especie(anual).
Trébol rojo. Anual Cortes 1 2 3 1+2 1+2+3 22 7848 9306 5445 17154 22599 30 8416 9926 6082 18342 24424 45 8802 9560 6353 18362 24715 60+30 7691 8611 7486 16302 23788
MDS 5%
680
871
664 NS NS En azul se resaltan rendimientos superiores.
30, 45 y 60 + 30 días, determinaron en plan-tas viejas, una mayor frecuencia de rendi-mientos superiores.
En el experimento estacional, en el pri-mero, segundo y tercer año así como en lasuma total del período, los rendimientosanuales superiores ocurrieron en las frecuen-cias de 30 y 45 días aplicados en una esta-ción y en las restantes se utilizó el manejode cortes cada 45 días.
Cuando se estudian los efectosresiduales que generan los manejos usadosen una estación sobre la siguiente, se verifi-ca nuevamente que durante los primeros dosaños, los intervalos menores de corte, fre-cuencias de 22 y 30 días, no generaron nin-guna disminución de los rendimientos de fo-rraje en la estación siguiente puesto que nose detectaron diferencias (P>0.05) con rela-ción a los manejos más laxos, 45 y 60 + 30días. Estos resultados muestran que duran-te los primeros dos años, durante una esta-ción TR tolera intervalos muy frecuentes decortes, cada 22 y 30 días, cuando en lasestaciones previas a la aplicación de éstos,se manejó en un esquema de cortes de 45días.
Nuevamente con plantas de tres años deedad, se registran rendimientos superiorescuando en la estación previa se manejó enla frecuencia más laxa, 60 + 30 días, (cua-dro 83).
Cuando se considera el ensayo anual, lasfrecuencias de cortes en términos de acu-mulación de forraje utilizadas durante los pri-meros dos o tres años (cuadro 84), se ob-serva que ninguno de los manejos presenta-ron efectos que diferenciaran los rendimien-tos acumulados, razón por la cual en estostérminos, también se verifica que TR puedeser utilizado con mucha plasticidad en dis-tintas frecuencias de corte, cuadro 84.
Interesa resaltar que también en el ensa-yo anual, en los intervalos de cortes cada30 y 45 días se verificaron las mayores fre-cuencias de rendimientos destacados conesta leguminosa durante los primeros dosaños, mientras que en el tercer año, la pro-ducción mejora con los esquemas de mane-jo de cortes cada 45 y 60 + 30 días.
La información obtenida permite sugerirque cuando TR se somete durante toda suvida al mismo intervalo entre cortes (ensa-yo anual) presentó:
• alta plasticidad a la frecuencia de cor-tes durante los primeros dos años,
• las producciones totales del primer añofueron similares entre los intervalos decortes de 30 y 45 días,
• en el segundo año los rendimientos nose diferenciaron entre 22, 30 y 45 días,
• con plantas envejecidas de tres años deedad, el intervalo mayor, cortes cada 60más 30 días fue el que registró rendi-miento superior,
• las producciones acumuladas de los pri-meros dos o tres años no se diferencia-ron entre las cuatro frecuencias aplica-das, como tendencia, las mayores pro-ducciones ocurrieron en las frecuenciasde cortes de 30 y 45 días,
• en términos relativos los rendimientosde forraje de los manejos de cortes cada22, 30, 45 y 60 + 30 días fueron respec-tivamente 91, 99, 100 y 96%.
En el experimento estacional donde enuna estación se aplican las cuatro frecuen-cias de corte y en las restantes se manejacon intervalos de 45 días, en este esquemade manejo se observa que:
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
• la aplicación de frecuencias de cortescada 22 o 30 días en una estación nogeneró durante los primeros dos añosde vida de la especie ninguna disminu-ción de la producción de forraje en lasiguiente, cuando en ésta se cortó cada45 días,
• con plantas viejas, de tres años deedad, se registran rendimientos superio-res cuando en la estación previa semanejó en la frecuencia más laxa, 60 +30 días,
• la aplicación de frecuencias de corte de30 y 45 días generalmente determinórendimientos superiores explicados pormayor extracción de forraje en esos in-tervalos, consecuencia de manejos másaliviados, cortes cada 45 días en las es-taciones restantes, sumado a que la fre-cuencia de 22 días deprimió la capaci-dad de crecimiento de TR y la de 60 díasoriginó pérdidas de producción.
Comentarios generales
A nivel de predios, TR debería manejar-se con intervalos entre 30 y 45 días,preferenciando el intervalo de 45 días enplantas de tres años.
Frecuentemente con plantas envejecidas,se registran mayores rendimientos en el in-tervalo de 60 días, en estos muchas vecespuede perderse forraje, calidad y complicael manejo animal en los predios por muy bajafrecuencia de utilización.
Lotus corniculatus cv INIA Draco
LC fue evaluado hasta fin de invierno delquinto año, demostrando su mayor capaci-dad de persistencia que TB y TR. En las fre-cuencias de 45 y 60 + 30 días, esta especiepersistió al sexto año (información no repor-tada). La evaluación se finalizó en el quintoaño como consecuencia de una sequía muyprolongada e intensa, donde las plantas deesta especie prácticamente no crecían.
A esta leguminosa, Formoso, 1993, 1996,la definió como una de las más sensibles ala frecuencia de defoliación, especialmentecuando se aplican intervalos entre cortes re-
ducidos. Estos no solamente disminuyen rá-pidamente la capacidad de producción sinoque además determinan aumentos en la tasade muerte de individuos, consecuencia delestrés de energía causado por defoliacionesfrecuentes y la baja cantidad de reservasenergéticas que esta especie normalmentealmacena y dispone. En el experimentoanual, desde el verano del segundo año enadelante, la población se redujo a menos dela mitad en las frecuencias de cortes de 22y 30 días, información que se muestra en latemática de persistencia (cuadro 85).
Tanto en el experimento anual como enel estacional, consistentemente la aplicaciónde las mayores frecuencias de cortes, 22 y30 días, deprimieron en forma importante lacapacidad de producción de esta especie,registrándose los mayores rendimientos conlos intervalos entre cortes más espaciados,45 y 60 + 30 días. En el experimento anual,la respuesta del manejo más laxo, 60 + 30días, fue superior que en el ensayoestacional, donde solamente en una esta-ción se maneja en forma frecuente, 22 y 30días, y en las restantes se hace cada 45días.
Cuando se miden los efectos residualesse observa que el solo hecho de aplicar unmanejo frecuente de cortes de 22 o 30 díasen una estación del año, 90 días, ya deter-mina efectos residuales negativos, es decir,disminuciones en la capacidad de produc-ción en la estación siguiente. Este fenóme-no fue especialmente evidente a fines delsegundo año (verano) y en el tercer año.
Otro aspecto a destacar de esta especieradica en su relativamente baja capacidadde producción en invierno, donde a partir deltercer invierno en adelante sus registros pro-ductivos invernales en las dos frecuenciasde cortes superiores, 22 y 30 días, práctica-mente anulan la capacidad de crecimientoinvernal de esta especie. Este aspecto yahabía sido remarcado también por Formoso(1993).
Por tratarse de la especie forrajera mássembrada en el país, interesa resaltar quelas depresiones por la aplicación de frecuen-cias altas de corte son menores cuando setrata de plantas jóvenes, por ejemplo prime-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 86Cuadro 86Cuadro 86Cuadro 86Cuadro 86. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumulados de Lotuscorniculatus en respuesta a cuatro manejos de cortes aplicados con-tinuamente durante la vida productiva de la especie (anual).
Lotus cv INIA Draco. Anual Cortes 1 2 3 4 5 1+2+3 1+2+3+4 1+2+3+4+5
22 6369 7703 4118 4050 741 18190 22240 22981 30 7315 9164 7985 5378 681 24464 29842 30523 45 9033 10778 10460 5853 1384 30271 36124 37508
60+30 7965 11342 13516 5953 1451 32823 38776 40227 MDS 5% 924 996 1165 634 264 3158 3570 4223
En azul se resaltan rendimientos superiores.
ros dos años, tendencia que ocurre de for-ma similar a otras forrajeras. Sin embargoen lotus, las frecuencias de 22 y 30 díasdisminuyen en forma importante la capaci-dad de producción otoñal y prácticamenteanulan la invernal. Desde el punto de vistade manejo animal y considerando a nivel paísel área importante que ocupa esta legumi-nosa, estos efectos negativos del manejofrecuente durante 90 ó 180 días según lassituaciones, pueden originar distorsionesmuy importantes en el manejo animal espe-cialmente dentro de predios intensivos.
Una vez establecidas estas situacionescomplicadas, generalmente el problema decrisis forrajera global del predio se agrava,ya que comúnmente se sobrepastorean otraspasturas, bajando también sus potencialesde producción. Predios que tienen áreas im-portantes con esta especie, deberían consi-derar especialmente este problema.
Por tratarse de una leguminosa con ma-yor persistencia, se presentan para el expe-rimento anual los rendimientos anuales y acu-mulados de distintos períodos (cuadro 86).
La sensibilidad del lotus a los manejosfrecuentes queda en evidencia cuando en elacumulado de tres y cuatro años, los rendi-mientos de los manejos de cortes de 22 y30 días disminuyeron la capacidad producti-va en 40 y 20%, comparativamente con losrendimientos obtenidos en el manejo de cor-tes cada 45 días. La característica de alma-cenar baja cantidad de reservas de esta es-pecie, determina que el nivel de estrés ener-gético originado por cortes frecuentes, de-primen el vigor de los individuos, sus reser-vas energéticas, determinando tasas de
muerte más elevadas, tanto más, cuantomayores problemas de fusarium existan.
La información recabada permite sugerirque Lotus corniculatus se comportó como:
• una leguminosa poco plástica e intole-rante a esquemas de manejo muy fre-cuentes,
• consistentemente la aplicación de lasmayores frecuencias de cortes, cada 22y 30 días, deprimieron en forma impor-tante los rendimientos comparativamen-te con los intervalos entre cortes másespaciados, 45 y 60 + 30 días,
• cuando se miden los efectos residualesse observa que el solo hecho de aplicarfrecuencias de 22 o 30 días en una solaestación del año, 90 días, ya en formafrecuente determina efectos residualesnegativos, es decir, disminuciones en lacapacidad de producción en la estaciónsiguiente, siendo este fenómeno espe-cialmente evidente a fines del segundoaño (verano) y en el tercer año,
• es una leguminosa con baja capacidadde producción en invierno, donde a par-tir del tercer invierno en adelante, la apli-cación de las dos frecuencias de cortessuperiores, 22 y 30 días, prácticamenteanulan la capacidad de crecimiento in-vernal,
• considerando los rendimientos de forrajeacumulados de tres y cuatro años, losrendimientos de los manejos de cortes de22 y 30 días disminuyeron la capacidadproductiva en torno al 40 y 20% compara-tivamente con los rendimientos obtenidosen el manejo de cortes cada 45 días,
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
• en términos relativos los rendimientosde forraje de los manejos de cortes cada22, 30, 45 y 60 + 30 días fueron respec-tivamente 55, 74, 92 y 100%,
• teniendo en cuenta que es la legumino-sa de mayor uso en el país, las mermasproductivas originadas por manejos fre-cuentes tanto en producción total comoinvernal impactan fuertemente en depri-mir el producto animal obtenible en losestablecimientos.
Comentarios generales
En los establecimientos debería progra-marse el manejo de pastoreo de LC con in-tervalos en torno a los 45 días, teniendo pre-sente que el solo hecho de pastorear fre-cuentemente, 22 a 30 días en períodos de90 días, ya origina depresiones importantesde rendimiento, dada su escasa tolerancia aestos esquemas.
A medida que las plantas progresan enedad los cortes frecuentes originan mayo-res daños productivos (capacidad de produc-ción de forraje y persistencia). Con plantasviejas, se registran mayores rendimientos enel intervalo de 60 días, en estos muchasveces puede perderse producción, se pierdecalidad y complica el manejo animal en lospredios por muy baja frecuencia de utiliza-ción. Especial ponderación debe asignarsea la baja capacidad de producción invernalde plantas de tres o más años, que se agra-va hasta prácticamente anular el crecimien-to invernal cuando se aplican regímenes decortes frecuentes, 22 a 30 días. En las con-diciones del país, pese a la facilidad que estaespecie tiene al no originar problemas demeteorismo, superficies excesivas dentro desistemas productivos, determinarán deficien-cias de forraje importantes en invierno, as-pecto que debe tenerse muy en cuenta en laplanificación de rotaciones forrajeras.
Lotus uliginosus cv GrasslandsMaku
Cuando se realizan siembras puras de LMen suelos sin mayores problemas de male-
zas se logran buenos establecimientos, encontraposición a lo que ocurre con esta es-pecie cuando es sembrada en mezclasforrajeras donde en general se pierde, talcomo fue comentado en el capítulo II, debi-do a baja capacidad de soportar competen-cia interespecífica. El hecho de disponerdentro de esquemas forrajeros de una legu-minosa que no produzca meteorismo y queademás sea realmente muy persistente,constituye un factor muy atrayente para ba-jar costos de producción.
La lenta capacidad de establecerse de LMdeterminó que a diferencia de TB, TR y LCdurante la primavera pos siembra (P
1), esta
especie no fue sometida a los manejos decorte, ya que presentaba poco crecimiento,priorizándose que se concretara un buen es-tablecimiento de la misma. Por esta razónse realizó un corte en las cuatro frecuenciasa fin de primavera (30 de noviembre) (cua-dro 87).
Durante el período de establecimiento quetambién comprendió a V
1, LM respondió po-
sitivamente al manejo de cortes cada 45días, en tanto con el manejo más laxo, seperdió forraje consecuencia de un intervaloexcesivamente prolongado, disminuyendo elrendimiento en el mismo, ensayo anual (cua-dro 87).
Durante el segundo año, con plantas jó-venes, los rendimientos superiores se alcan-zaron con el manejo de cortes cada 30 días.Esto fue especialmente importante duranteel primer otoño, donde esta especie presen-ta alta capacidad de crecimiento, especial-mente explicado por un gran desarrollo derizomas y estolones, eventos que temporal-mente se ubican en esa etapa. Estos órga-nos, con una disponibilidad de yemas im-portante, se tradujeron en que en los esque-mas entre 45 y 22 días, se lograra mayorextracción de forraje durante este primer oto-ño. Con plantas conformadas con estructu-ras de mayor edad, tercer año en adelante,comienza a verificarse que los rendimientosde forraje superiores se registran con la apli-cación de intervalos de 30 – 45 y 60+30 días(cuadro 87).
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Lótus cv Maku. Anual Cortes 1 2 3 4 5 1+2+3 1+2+3+4 1+2+3+4+5
22 1596 6118 7833 3599 62 15547 19146 19208 30 1693 7422 9111 4929 437 18226 23155 23592 45 1966 6246 9044 5588 518 17256 22844 23362
60+30 1656 5452 9867 5521 370 16975 22496 22866 MDS 5% 258 1130 1080 637 73 2040 2654 2722
Cuadro 88Cuadro 88Cuadro 88Cuadro 88Cuadro 88. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumulados deLotus Maku en respuesta a cuatro manejos de cortes aplicados con-tinuamente durante la vida productiva de la especie (anual).
En azul se resaltan rendimientos superiores.
Con inviernos rigurosos LM tiene baja ca-pacidad de crecimiento invernal (I
2 -I
4 – I
5),
mientras que cuando estos son más benig-nos registra altos rendimientos (I
3), respon-
diendo positivamente la capacidad de pro-ducción invernal en estas situaciones al in-tervalo entre defoliaciones más largo, en-sayo anual (cuadro 87). La característica deLM de presentar muy altas variaciones desus tasas de crecimiento en respuesta acambios de las condiciones climáticas, bá-sicamente disponibilidad de agua y tempe-raturas, originan que este material presentealtos coeficientes de variación en sus rendi-mientos de forraje. En este contexto, sucomportamiento es similar al de TB.
En general, LM resintió su capacidad deproducción cuando fue sometido al esque-ma de cortes cada 22 días.
En el experimento estacional se visualizaque existe una marcada respuesta en la es-tación donde se aplican las cuatro frecuen-cias de cortes al manejo de 45 días, en elcual predominan rendimientos destacados.También se verifica que en inviernos que noson excesivamente rigurosos, las menoresfrecuencias posibilitan mayor capacidad decrecimiento invernal.
En el experimento estacional, el mayorregistro productivo del forraje acumulado paratodo el período estudiado, cuatro años y me-dio, ocurre en la frecuencia de cortes cada45 días, la cual no se diferenció de la de30 días.
Con relación a los efectos residuales quelos manejos aplicados en una estación tie-nen sobre la siguiente, se verifica que en
general predomina la situación donde la apli-cación de manejos de cortes cada 45 díasen la estación donde se aplican las cuatrofrecuencias de corte generan rendimientossuperiores en la estación siguiente. Por otraparte, con mayores edades de la pastura,cuatro y cinco años, aumenta la frecuenciade casos donde los dos manejos más laxos,45 y 60+30 días, presentan mayores rendi-mientos que los de menores intervalos, 22 y30 días (cuadro 87).
Los rendimientos de forraje anuales y acu-mulados de tres, cuatro y cinco años, mues-tran que los registros productivos superio-res se obtienen con los manejos de cortescada 30, 45 y 60 más 30 días (cuadro 88).
Asumiendo que el intervalo de 60 díasrepresenta un inconveniente práctico gran-de dentro de los sistemas productivos debi-do a una muy baja frecuencia de utilizaciónanual de la pastura y que el intervalo entrecortes de 22 días deprime la producción,resulta que los intervalos de corte queglobalmente presentaron mayores frecuen-cias con rendimientos superiores, en losexperimentos anual, estacional y en lacuantificación de efectos residuales, fueronlas que aplicaron intervalos entre 30 y 45días. Entre éstas, la frecuencia de cortescada 45 días, posibilitó la obtención de ren-dimientos de forraje superiores en un núme-ro mayor de situaciones (cuadro 87).
Maku, como consecuencia de la ocurren-cia de un período seco, a partir del cuartoverano deprimió fuertemente su capacidadde producción, la cual permaneció disminui-da hasta el invierno del quinto año debido ala intensificación del período seco, este
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
evento finalmente originó la marchitez ymuerte de prácticamente toda la poblaciónde esta leguminosa.
En términos de manejo de la frecuenciade cortes en Maku:
• durante el segundo año, con plantas jó-venes, los rendimientos superiores sealcanzaron aplicando el manejo de cor-tes cada 30 días,
• con plantas conformadas con estructu-ras más viejas, tercer año en adelante,comienza a verificarse que los rendi-mientos de forraje superiores se regis-tran con la aplicación de intervalos de30 – 45 y 60+30 días,
• en general disminuyó su capacidad deproducción cuando fue sometido al es-quema de cortes cada 22 días,
• en el esquema de manejo del experimen-to estacional, el mayor registro produc-tivo del forraje acumulado para todo elperíodo estudiado, cuatro años y medio,ocurrió en la frecuencia de cortes cada45 días, la cual no se diferenció de lade 30 días,
• con relación a los efectos residuales,con mayores edades de la pastura, cua-tro y cinco años, aumenta la frecuenciade casos donde los dos manejos máslaxos, 45 y 60+30 días, presentaronmayores rendimientos que los menoresintervalos, 22 y 30 días,
• los manejos de cortes que globalmentepresentaron mayores frecuencias conrendimientos superiores, en los experi-mentos anual, estacional y en lacuantificación de efectos residuales,fueron las que aplicaron intervalos en-tre 30 y 45 días, entre estas, la frecuen-cia de cortes cada 45 días, posibilitó laobtención de rendimientos de forraje su-periores en un número mayor de situa-ciones,
• en términos relativos los rendimientosde forraje de los manejos de cortes cada22, 30, 45 y 60 + 30 días fueron respec-tivamente 85, 100, 95 y 93%.
• a partir del cuarto verano deprimió fuer-temente su capacidad de producción, lacual permaneció disminuida hasta el in-
vierno del quinto año debido a la inten-sificación de un período seco, eventoque determinó la marchitez y muerte deesta leguminosa.
Comentarios generales
A partir de la información mostrada, la apli-cación de frecuencias de corte cada 45 díasy eventualmente en algunos períodos cada30 días, armonizan un buen número de posi-bilidades de utilización del forraje en el añocontemplando además los requerimientos dela especie.
Alfalfa cv Estanzuela Chaná
AA es otra especie que tiene una veloci-dad de crecimiento inicial lenta pos siem-bra, razón por la cual durante la primera pri-mavera (P
1) se optó por asegurar un buen
establecimiento de la misma, por tanto losmanejos de defoliación comenzaron a apli-carse a partir del primer verano, iniciado el30 de noviembre.
AA presentó una respuesta a los mane-jos de cortes aplicados sistemáticamente du-rante todo el período de evaluación (ensayoanual) muy clara, donde mayoritariamente losrendimientos anuales superiores se registra-ron en la frecuencia de cortes cada 45 días,seguida por la de 60 + 30 días (cuadro 9).En esta última, por tener un período largo decrecimiento imperturbado, 60 días, en variasoportunidades los rendimientos disminuyencomparativamente con la frecuencia de 45días, consecuencia de pérdidas, especial-mente de hojas. Estas durante períodos pro-longados de crecimiento, envejecen y portanto se pierden hojas situadas en el estratoinferior del tapiz, o son atacadas por hon-gos, que muchas veces originan la muerte ydesprendimiento de las mismas.
Interesa resaltar por tratarse de AA, unaespecie generalmente catalogada como al-tamente sensible a la frecuencia de cortes,que con los manejos más frecuentes dedefoliación, cortes cada 22 ó 30 días, apli-cados durante toda la vida del cultivo, si biendeterminaron disminuciones en la capacidadde crecimiento de 27 y 18% respectivamen-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
te comparativamente con el manejo de 45días, en el acumulado de todo el período,dichos rendimientos en el cuarto y quinto añofueron superiores a los del lotus Draco.
Otro aspecto interesante a destacar radi-ca que en el experimento estacional (cuadro89), donde en solo una estación se aplicanlos cuatro manejos de corte y en las restan-tes se defolia cada 45 días, los rendimien-tos anuales a partir del segundo año en ade-lante no se diferenciaron entre manejos. Estehecho demuestra que si esta especie vienesiendo manejada con intervalos de 45 días,la aplicación de esquemas más frecuentesde cortes, cada 22 ó 30 días durante unaestación o período de 90 días, no deprimenla producción anual del segundo año en ade-lante, es decir, las plantas toleran este estrésenergético sin repercusiones productivas ne-gativas posteriores. La excepción se verifi-ca en el primer verano, donde los cortes cada22 o 30 días determinan mermas producti-vas (P<0.05) con respecto al manejo de 45días. Este suceso es comprensible ya queAA aún no culminó de desarrollar completa-mente sus órganos subterráneos, especial-mente la corona y raíz pivotante en el pri-mer verano.
Cuando se aplica el manejo estacional,se verifica en varias situaciones (O
2, V
2, P
3,
O4, O
5) que los esquemas de cortes cada 30
días, o algunas veces además cada 22 días,posibilitan la obtención de mayores rendi-mientos de forraje. Este hecho se explicaporque cuando se viene manejando en lasestaciones previas con cortes cada 45 días,las plantas presentan muy buen vigor, talcomo lo demuestra el ensayo anual. Cuan-do se dispone de plantas vigorosas el he-cho de cortar a intervalos menores implicaque se está retirando forraje en las etapasde crecimiento acelerado lineal, o sea, seextrae más forraje y en 45 días con plantasvigorosas, la curva de crecimiento entra enuna etapa donde las tasas de velocidad decrecimiento ya son decrecientes, es decir,con áreas foliares por encima del óptimo ymás próximas al tope.
Con relación a los efectos residuales delmanejo aplicado en una estación sobre lasiguiente, se observa que no son muchaslas situaciones donde los manejos más fre-
cuentes de cortes cada 22 ó 30 días gene-ran depresiones productivas importantes enla estación siguiente. En este sentido cuan-do se comparan con las producciones regis-tradas en el intervalo de 45 días, se obser-van depresiones productivas con respecto aéste, consecuencia de cortes cada 22 díasen la estación previa en los siguientes pe-ríodos: 48% en I
2, 11% en V
2, 41% en I
3,
20% en O4, 24% en V
4 y 56% en I
5.
Esta información muestra que cortes cada22 días aplicados en otoño determinan fre-cuentemente disminuciones productivas im-portantes en la capacidad de producción in-vernal de alfalfa.
Los rendimientos de forraje acumuladosen el experimento anual muestran que en ge-neral los manejos de cortes cada 45 días, ode 60+30, fueron los que acumularon másforraje (cuadro 90).
En rotaciones cortas a tres años, o máslargas a cuatro años, las depresiones deaplicar sistemáticamente durante toda lavida del cultivo, frecuencias de 22 o 30 días,implicaron comparativamente con los inter-valos a 45 días, disminuciones productivasde 27 y 18% en esquemas de tres años y de26 y 17% en rotaciones a cuatro años.
La aplicación de distintas frecuencias decorte en AA mostró:
• que mayoritariamente los rendimientosanuales superiores se registraron en lafrecuencia de cortes cada 45 días, se-guida por la de 60 +30 días (ensayoanual),
• que frecuentemente períodos de creci-miento imperturbado de 60 días, en va-rias oportunidades originaron disminu-ción en los rendimientos de forraje com-parativamente con la frecuencia de 45días, consecuencia de pérdidas de fo-rraje, especialmente de hojas,
• que cortes cada 22 ó 30 días, aplica-dos durante toda la vida del cultivo, sibien determinaron disminuciones en lacapacidad de crecimiento de 27 y 18%respectivamente comparativamente conel manejo de 45 días en el acumuladode todo el período, dichos rendimientosen el cuarto y quinto año fueron supe-riores a los de Lotus Draco,
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76
1463
14
04
2868
3970
2
MD
S 5
%
76
5
765
36
4
178
53
2
427
13
30
364
43
6
723
65
1
1624
19
7
NS
38
4
388
91
6
298
27
8
408
46
40
Alf
alf
a cv
Est
anzu
ela
Ch
an
á. E
stac
ion
al
22
40
74
4074
25
35
1775
42
25
3843
12
378
22
86
2356
50
04
4563
14
209
12
93
509
4182
29
15
8899
16
48
1131
27
79
4234
0
30
39
33
3933
29
52
2090
40
85
4018
13
145
21
09
2255
58
10
4375
15
029
23
00
517
4377
33
85
1057
9
1568
13
67
2935
45
621
45
4600
46
00
2473
24
39
4792
24
84
1218
825
8921
98
5432
4533
14
549
23
8059
239
1528
15
9702
17
69
1362
31
3143
360
60
+30
3302
33
02
1373
33
23
4984
34
95
1317
6
2679
26
93
6067
42
43
1568
2
1847
85
739
56
3086
97
46
1248
16
91
2939
45
377
M
DS
5%
536
53
6
332
27
6
585
51
3
NS
33
2
308
73
2
NS
N
S
273
10
3N
S
NS
N
S
232
21
6
NS
N
S
Alf
alf
a cv
Est
anzu
ela
Ch
an
á. R
esid
ual
22
2622
82
6
4302
41
37
1188
7
1994
97
2
4907
49
83
1285
6
1358
19
130
69
1519
61
36
2224
46
6
2690
30
24
95
1043
42
17
4249
12
003
21
00
1206
43
38
4907
12
551
16
25
191
3260
13
25
6401
21
88
521
27
09
45
2548
15
60
4341
46
18
1306
7
2323
17
15
4333
54
71
1384
1
1682
19
135
01
1981
73
55
2300
10
55
3356
60+
30
2802
12
40
4830
49
55
1382
624
6820
58
5258
5163
14
948
21
2719
133
4619
55
7618
24
52
1082
35
34
MD
S 5
%
N
S
171
N
S
667
16
57
NS
2
26
N
S
NS
N
S
25
5
NS
N
S
238
82
0
NS
12
4
430
INIA
149
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 90Cuadro 90Cuadro 90Cuadro 90Cuadro 90. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) anuales y acumulados de alfalfaen respuesta a cuatro manejos de cortes aplicados continuamentedurante la vida productiva de la especie (anual).
En azul se resaltan rendimientos superiores.
• en términos relativos los rendimientosde forraje de los manejos de cortes cada22, 30, 45 y 60 + 30 días fueron respec-tivamente 72, 82, 98 y 100%,
• en el experimento estacional donde ensolo una estación se aplican los cuatromanejos de corte y en las restantes sedefolia cada 45 días, los rendimientosanuales a partir del segundo año en ade-lante no se diferenciaron entre las dis-tintas frecuencias de cortes,
• si esta especie viene siendo manejadacon intervalos de 45 días, la aplicaciónde esquemas más frecuentes de cortes,cada 22 ó 30 días durante una estacióno período de 90 días, no deprimen la pro-ducción anual del segundo año en ade-lante, es decir, las plantas toleran esteestrés energético sin repercusiones pro-ductivas negativas posteriores,
• la excepción al comentario precedentese verificó en el primer verano, dondelos cortes cada 22 o 30 días determina-ron mermas productivas con respecto almanejo de 45 días, explicado porque aúnlas plantas estaban desarrollando su raízy corona,
• con relación a los efectos residuales delmanejo aplicado en una estación sobrela siguiente se observa que no son mu-chas las situaciones donde los mane-jos más frecuentes de cortes cada 22 o30 días generan depresiones productivasimportantes en la estación siguiente,
• los efectos residuales del manejo de cor-tes cada 22 días aplicados en otoño de-terminan frecuentemente disminucionesproductivas importantes en la capacidadde producción invernal de alfalfa, com-parativamente con esquemas cada 45días,
• en rotaciones cortas a tres años, o máslargas a cuatro años, las depresionesde aplicar sistemáticamente durantetoda la vida del cultivo, frecuencias de22 ó 30 días, implicaron comparativa-mente con los intervalos a 45 días, dis-minuciones productivas de 27 y 18% enesquemas de tres años y de 26 y 17%en rotaciones a cuatro años.
Comentarios generales
AA maximizó sus rendimientos de forrajeen regímenes de cortes cada 45 días, sinembargo en algunos períodos de 90 díaspodrían incrementarse las frecuencias decortes a 30 días sin mayores problemas paraque las plantas persistan. La excepción fueotoño, que de cortarse frecuentemente de-prime el potencial productivo de invierno.
Las respuestas mostradas de AA frentea los diferentes manejos de cortes aplica-dos deben hacer rever el concepto que setiene de esta especie de su mayor sensibili-dad a manejos frecuentes de defoliación com-parativamente con las otras leguminosas es-tudiadas.
Alfalfa cv Estanzuela Chaná. Anual Cortes 1 2 3 4 5 1+2+3 1+2+3+4 1+2+3+4+5
22 2710 7668 11290 5694 2300 21668 27362 29662 30 2829 9350 12527 6165 2284 24706 30871 33155 45 3338 10945 15114 7553 3456 29397 36950 40406
60+30 2247 11260 16551 6776 2868 30058 36834 39702 MDS 5% 765 1330 1624 916 408 3770 4950 4640
150
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Especie Días LS TB LS LS LS A E A E
LM 22 80 20 100 - - 90 0 Marchito Sequía intensa LM 30 70 30 100 - - 60 20
LM 45 60 40 100 - - 40 20 LM 90 50 50 100 - - 20 20 AA 22 100 - 85 110 - 90 100 40 50 39 21 AA 30 100 - 90 105 - 60 100 40 60 37 30 AA 45 100 - 95 109 - 40 100 60 90 34 46 AA 90 100 - 95 125 - 20 100 60 90 34 45 LC 22 100 - 20 32 90 90 10 10 10 17 31 LC 30 100 - 20 63 60 60 10 10 10 23 35 LC 45 100 - 70 95 40 40 80 60 60 50 50 LC 90 100 - 70 84 20 20 80 60 60 55 42 TB 22 100 - 100 - - 90 0 - - - - TB 30 100 - 100 - - 60 0 - - - - TB 45 100 - 100 - - 40 0 - - - - TB 90 100 - 100 - - 20 0 - - - -
TR 22 100 - 40 21 - 0 0 - - - - TR 30 100 - 40 21 - 0 0 - - - - TR 45 100 - 40 19 - 0 0 - - - - TR 90 100 - 70 20 - 0 0 - - - -
Cuadro 91. Cuadro 91. Cuadro 91. Cuadro 91. Cuadro 91. Persistencia de leguminosas medida como porcentaje de área cubiertapor la leguminosa sembrada (%AC), o por el número de plantas por m2
(N°). Siembra, mayo 2004.
COMPARACIONES DEDIVERSAS VARIABLESAGRONÓMICAS ENTRELEGUMINOSAS
Persistencia
La especie que mostró menor persisten-cia fue TR que al inicio del tercer año (2006)presentaba un contenido alto de contamina-ción con TB, donde prácticamente la mitadde la población estaba constituida por TB yla restante por TR. En TR, en el segundoaño no se verificaron diferencias en áreacubierta por el número de plantas del mismoentre manejos (P>0.05). En verano del ter-cer año, murieron por fusariosis todas las
plantas de TR remanentes (cuadro 91). Lasinfecciones radiculares con fusarium en TRya a partir de fines de la primera primaveray verano, determinan disminuciones en sufuerza de competencia, posibilitando la in-festación de otras especies, como fue TBen esta situación.
TB persistió hasta primavera del cuartoaño (2007), para desaparecer definitivamen-te en el verano de 2007-2008. En esta espe-cie a fines de primavera del tercer año, enlas cuatro frecuencias de cortes se verificóun 100% de área cubierta por TB (cuadro 91).
LM inicialmente en el segundo año (2005)presentó infestación con TB, siendo la pre-sencia del contaminante tanto menor cuan-to más frecuente se aplicaba el manejo decortes. En los dos esquemas de manejo más
N°= número de plantas por m2. Amarillo (50%TR y 50%TB). SD= suelo desnudo en %. A=ensayoanual, E= ensayo estacional. LS=% área cubierta por la leguminosa sembrada en el ensayoanual.
%AC %AC N %AC %AC N %AC %AC N %AC %AC N %AC %AC N° SD %AC %AC %AC N%AC %AC %AC N%AC %AC %AC N%AC %AC %AC N%AC %AC %AC N°
12/5/05 18/12/10 24/9/07 14/2/08 24/11/08
INIA
151
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
laxos, la presencia de TB fue prácticamentela mitad (12 de mayo de 2005). Posterior-mente, durante el tercer y hasta fines de pri-mavera del cuarto año, LM cubre completa-mente el suelo, para que ya a partir del ve-rano de 2008, consecuencia de la ocurren-cia de una sequía con intensidad creciente,el cultivo se marchitara y muriera en los cua-tro manejos (cuadro 91).
Las dos leguminosas más persistentesfueron LC y AA, con diferencias muy impor-tantes (P<0.05) entre ambas, en respuestaa los manejos aplicados.
LC, ya desde el inicio del tercer año, 2006,presentaba diferencias grandes entre lasáreas cubiertas de los cuatro manejos dedefoliación aplicados, denotando una faltaimportante de individuos especialmente enlos esquemas de cortes cada 22 y 30 días.Esta tendencia se verifica claramente en laevaluación de diciembre de 2006, donde enlas dos mayores frecuencias de corte el áreacubierta por LC disminuyó a 20% y la pobla-ción bajó a menos de la mitad comparativa-mente con los manejos de 45 y 60 + 30 días.La gran disminución del número de plantasde LC en los manejos de 22 y 30 días enrealidad se produjo en el verano del segun-do año (2005) y prosiguió en menor escalaen otoño del tercero (2006). En el cuarto yquinto año de vida en los dos manejos másfrecuentes la pastura podría considerarsecomo perdida, con áreas cubiertas de ape-nas 10%.
Interesa destacar que los efectos de losmanejos frecuentes, 22 y 30 días, en elimi-nar plantas de LC se manifestaron indistin-tamente en la estrategia de manejo anual,que implica un estrés energético de alta fre-cuencia durante toda la vida de la pastura,así como en la estrategia estacional dondesolo se aplican los manejos frecuentes enuna estación del año. En éste, los valorespresentados en el cuadro 91 son el prome-dio de las cuatro estaciones del año dondese aplicaron dichos esquemas. Esta infor-mación revela que LC es una especie muysensible a los manejos frecuentes de cor-tes, intervalos de 22 ó 30 días, en cualquierestación del año que se apliquen. Sin em-bargo, ya fue reportado por Formoso (1993,1996), que cuanto más altas sean las tem-
peraturas de la época en que se aplicanmanejos frecuentes, menor será la persis-tencia, especialmente en verano.
AA se presentó como una especie mástolerante al manejo de cortes frecuentes queLC. En este sentido, hasta fines del 2006(tercer año), no se verificaron entre manejosdiferencias (P>0.05) entre las áreas cubier-tas o los números de plantas por unidad desuperficie. A partir del cuarto año (2007) co-menzaron a verificarse diferencias en áreascubiertas entre las dos mayores frecuenciasde cortes y las dos menores. En el 2008,quinto año de vida, las diferencias entre lasdos mayores y menores frecuencias de cor-tes persisten no solamente en términos deáreas cubiertas sino además en los núme-ros de plantas por unidad de superficie.
Con AA al quinto año, 2008, se verificandiferencias en áreas cubiertas o poblaciona-les, dentro de cada manejo cuando se com-paran la estrategia anual con la estacional.En este sentido se observa que en el es-quema de manejo estacional, AA desarrollabuenos índices de área cubierta y poblacio-nes que posibilitan que este cultivo siga sien-do altamente productivo. De hecho, persis-tió perfectamente durante el 2009, sexto año(información no reportada).
Con relación a la persistencia de las le-guminosas:
• TR fue la especie que mostró menor per-sistencia, con alto porcentaje de plan-tas con raíces atacadas por fusarium,problema que favoreció la contaminacióncon TB, donde al inicio del tercer año(2006) presentaba un contenido de 50%de TB, en verano del tercer año, murie-ron todas las plantas de TR remanen-tes,
• en el segundo año no se verificaron di-ferencias en área cubierta por TR ni enel número de plantas del mismo entrelos manejos de cortes, se comportócomo la leguminosa más plástica a lasfrecuencias de corte,
• TB persistió hasta fines de primaveradel cuarto año, para desaparecer defini-tivamente en el verano del cuarto alquinto año, esta especie a fines de pri-mavera del tercer año, en las cuatro fre-
152
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
cuencias de cortes se verificó un 100%de área cubierta por TB por lo que tam-bién se comportó como una especie muyplástica en este sentido,
• LM, caracterizado por ser la legumino-sa más persistente en el país de las uti-lizadas hasta el momento, superó la con-taminación y competencia inicial con TBy hasta fines de primavera del cuartoaño cubrió completamente el suelo, apartir de fines del cuarto año, inicio delquinto, como consecuencia de una se-quía con intensidad creciente, el cultivose marchitó y murió en los cuatro ma-nejos de cortes,
• las dos leguminosas más persistentesfueron LC y AA, con diferencias muy im-portantes entre ambas, en respuesta alos manejos aplicados,
• LC, ya desde el inicio del tercer año mos-tró una disminución importante del nú-mero de plantas, a fines del tercer añola población en los manejos de cortescada 22 y 30 días disminuyó a menosde la mitad comparativamente con losmanejos de 45 y 60+30 días,
• estrictamente la gran disminución delnúmero de plantas de LC en los mane-jos de 22 y 30 días se produjo en el ve-rano del segundo año, en el cuarto yquinto año de vida en los dos manejosmás frecuentes la pastura podría consi-derarse como perdida, con áreas cubier-tas de apenas 10%,
• los efectos de los manejos frecuentes,22 y 30 días, en eliminar plantas de LCse manifestaron indistintamente en laestrategia de manejo anual, que implicaun estrés energético de alta frecuenciadurante toda la vida de la pastura, asícomo en la estrategia estacional dondesolo se aplican los manejos frecuentesen una estación del año,
• a fines del quinto año, a pesar de la se-quía ya instalada, en los manejos de cor-tes cada 45 y 60+30 días, LC mantuvo60% de área cubierta y una buena po-blación,
• AA se comportó como una especie mástolerante al manejo de cortes frecuen-tes que LC, hasta fines del tercer año
no se verificaron entre manejos diferen-cias entre las áreas cubiertas o los nú-meros de plantas por unidad de superfi-cie , evidenciando hasta este período unarespuesta en persistencia similar a TBde tercer año y TR de segundo año, atri-butos que son muy diferentes al consen-so generalizado que sobre AA se tieneen relación al deterioro que los manejosde cortes frecuentes originan,
• a partir del cuarto año comenzaron a ve-rificarse diferencias en áreas cubiertasentre los dos mayores y los dos meno-res intervalos entre cortes, en el quintoaño de vida las diferencias entre las dosmayores y menores frecuencias de cor-tes persisten no solamente en términosde áreas cubiertas sino además en losnúmeros de plantas por unidad de su-perficie,
• con AA al quinto año se verifican dife-rencias en áreas cubiertas o poblacio-nales, dentro de cada manejo cuando secomparan la estrategia anual con la es-tacional,
• en el esquema de manejo estacional, AAdesarrolla buenos índices de área cu-bierta y poblaciones que posibilitan queeste cultivo siga siendo altamente pro-ductivo durante el quinto año a pesar dela sequía, de hecho persistió y fue muyproductiva en el sexto año (informaciónno reportada).
RENDIMIENTOS DE FORRAJE(kg MS/ha) ACUMULADOSBAJO LA ESTRATEGIA ANUALDE MANEJO DE CINCOLEGUMINOSAS SOMETIDASDURANTE TODA SU VIDA ÚTILA CUATRO FRECUENCIAS DECORTES
En leguminosas con hábitos de creci-miento, morfologías y fisiologías en muchosaspectos diferentes, la interacción especiespor manejo fue significativa (P<0.01). Sin em-bargo, cuando se comparan distintas espe-cies, con los mismos manejos y en el mis-
INIA
153
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 92Cuadro 92Cuadro 92Cuadro 92Cuadro 92. Rendimientos acumulados (kg MS/ha) de tres o cuatro años de diferentes legumino-sas sometidas a cuatro manejos de corte aplicados continuamente durante toda lavida útil de las mismas, experimento anual.
Rojo Blanco Maku Draco Alfalfa
Frecuencia 1+2+3 1+2+3 1+2+3 1+2+3 1+2+3
22 22599 a 100 19972 bc 88 15547d 69 18190 c 80 21668 ab 96
30 24424 a 99 22556 a 91 18226 b 74 24464 a 99 24706 a 100
45 24715 b 82 21004 c 69 17256 d 57 30271 a 100 29397 a 97
60+30 23788 b 72 17360 c 53 16975 c 52 32823 a 100 30058 a 91
MDS 5% NS 2320 2040 3158 3770
Frecuencia 1+2+3+4 1+2+3+4 1+2+3+4 1+2+3+4 22 - 24186 ab 88 19146 c 70 22240 bc 81 27362 a 100
30 - 27267 a 88 23155 b 75 29842 a 97 30871 a 100
45 - 25254 b 68 22844 b 62 36124 a 98 36950 a 100
60+30 - 21756 b 56 22496 b 58 38776 a 100 36834 a 95
MDS 5% - 2042 2654 3570 4950
Letras diferentes dentro de la misma fila significa que las medias difieren al 5%.Dentro de cada fila, los números en rojo indican el rendimiento en % del máximo.
mo ambiente la información posibilita resol-ver una de las primeras interrogantes quetécnicamente deberían formularse cuando seelaboran sistemas forrajeros; ¿en determi-nado esquema de manejo, cuál es la espe-cie más productiva? En este contexto semuestra información acotada a duracionesde la pastura de tres y cuatro años (cuadro92), considerando que previamente ya seinformó que LC en los dos manejos máslaxos y AA en los cuatro manejos persistie-ron un quinto año, en tanto AA en el sextoacumuló importante cantidad de forraje pesea la sequía existente.
Comparando los rendimientos de las dis-tintas leguminosas dentro de cada frecuen-cia de corte se puede sugerir que:
• en rotaciones medias a cortas, a tresaños, en la mayor frecuencia de cortes,22 días, los rendimientos máximos seregistraron con TR y AA; con intervalosde 30 días, se siguen destacando AA yTR, pero además presentaron rendimien-tos similares TB y LC,
• LM fue la especie que acumuló menorrendimiento en las frecuencias de cor-tes cada 22 y 30 días,
• en los manejos más laxos, cortes cada45 y 60+30 días, AA y LC fueron las dosespecies más productivas, seguidas en
un escalón inferior por TR, con menorproducción que éste TB y la legumino-sa de menor rendimiento acumulado si-guió siendo LM,
• los análisis comparativos de especiespor frecuencias, entre otros aspectosmostraron que AA presenta un desem-peño productivo muy destacado en cual-quiera de las frecuencias de cortes es-tudiada,
• los sistemas pastoriles de corta dura-ción, en general asociados a predios in-tensivos con altas cargas, el empleo demezclas con predominio de TR otorgaen general rendimientos superiores (tra-bajo II de esta publicación), asociadosademás a alta precocidad, atributo queAA no tiene, y a que TR no diferenciórendimientos entre frecuencias, lo queindica muy alta plasticidad y consecuen-temente flexibilidad de manejo. Esto anivel de predios, constituye una carac-terística muy resaltable, dado que fre-cuentemente por razones climáticas seestá obligado a sobrepastorear,
• LC si bien se destaca productivamenteen manejos laxos, tiene como atributonegativo ser muy sensible a esquemasfrecuentes de cortes, inclusive aplica-dos en períodos de 90 días o menos; en
154
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
esquemas intensivos de carga animalelevada, las variaciones climáticas muya menudo obligan a pastorear con fre-cuencias altas cuando ocurren situacio-nes de estrés que bajan las tasas decrecimiento, esto disminuye la capaci-dad de rebrote posterior de LC, aspectoque deteriora la oferta forrajera en estossistemas y por tanto, es una caracte-rística negativa,
• en rotaciones más largas a cuatro o másaños, AA se destaca netamente en tér-minos productivos en cualquiera de lasfrecuencias de manejo estudiadas, se-guida por LC, con el defecto de su muyalta sensibilidad a deprimir su capaci-dad de producir ante manejos frecuen-tes,
• en estos esquemas, la capacidad de TB,con producciones próximas a las máxi-mas, cuando se defolia frecuentemen-te, 22 ó 30 días, constituye un atributoimportante a tener en cuenta dentro delos sistemas productivos, dado que fre-cuentemente por razones climáticas sedebe recurrir a pastorear con intervalosreducidos,
• LM fue la leguminosa con menores ren-dimientos de forraje en cualquiera de lasfrecuencias aplicadas, sin embargo debeconsiderarse que salvo sequías muy ex-tremas en términos de intensidad y du-ración que lo marchitan, es una especieque no produce meteorismo y es la demayor perennidad dentro de las que seusan en el país, aspecto que evita pér-didas de área efectiva de pastoreo porno ser necesario restablecerlo, salvo si-tuaciones muy extremas.
Cuando se realizan comparaciones entreleguminosas dentro de cada manejo de cor-tes, la información es clara en mostrar queAA fue la única especie que siempre se des-tacó por presentar rendimientos superioresen cualquiera de los esquemas de manejoconsiderados, desde los más frecuentes,hasta los más laxos. Estos resultados mues-tran la tolerancia de AA ante la aplicaciónde bajos intervalos entre cortes.
Los ensayos comparativos entre espe-cies sirven para reubicar a las mismas en
términos comparativos de sensibilidad a ma-nejo y como ocurrió en este trabajo, eviden-temente algunos criterios deberán cambiary readaptarse.
Tal como ya fue comentado que dentrode la misma especie, por ejemplo AA, la di-ferencia en tres años entre cortes cada 22 y45 días, fue de casi 8.000 kg MS/ha, canti-dad superior a la que producen muchaspasturas por año, no descarta que bajo ma-nejos frecuentes, pese a que disminuye supotencial de crecimiento, sea la leguminosamás productiva de las cinco especies com-paradas.
RENDIMIENTOS DE FORRAJE(kg MS/ha) ACUMULADOSBAJO LA ESTRATEGIAESTACIONAL DE MANEJO DECINCO LEGUMINOSASSOMETIDAS DURANTE UNAESTACIÓN A CUATROFRECUENCIAS DE CORTES YEN LAS RESTANTES A CORTESCADA 45 DÍAS
Este sistema de manejo trata de repre-sentar un esquema conservador donde lasespecies teóricamente se encuentran vigo-rosas debido a la simulación de un manejorotat ivo donde se real izan cortesestacionales cada 45 días durante tres es-taciones del año y en una estación se apli-can las dos estrategias más frecuentes, con-sistentes en cortes cada 22 y 30 días (cua-dro 93).
Dentro de cada especie, los rendimien-tos del experimento estacional acumuladosde tres años muestran:
• en TR, el manejo de cortes cada 22 díasdeprimió la producción un 16% con res-pecto al de 45 días, y el de 60+30 días,en igual valor consecuencia de pérdidasde materia seca, las frecuencias de 30y 45 días registraron los rendimientossuperiores,
• con TB, los sistemas de cortes cada 22y 30 días acumularon más forraje en tres
INIA
155
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
TR TB LM LC AA
Frecuencia 1+2+3 1+2+3 1+2+3 1+2+3 1+2+3
22 27073b 26157b 17562c 25731b 30661a
30 32402a 26321b 20723c 30215a 32107a
45 32099a 23964b 23359b 36445a 31337a
60+30 27074b 20208c 19982c 34392a 32160a
MDS 5% 4030 2644 3118 3824 NS
Frecuencia 1+2+3+4 1+2+3+4 1+2+3+4 1+2+3+4
22 - 31334b 22197c 31904b 39560a
30 - 31255b 27124b 38043a 42686a
45 - 28503b 30388b 44550a 41039a
60+30 - 25117b 25914b 42264a 41906a
MDS 5% - 3316 3654 5495 NS
Cuadro 93Cuadro 93Cuadro 93Cuadro 93Cuadro 93. Rendimientos acumulados (kg MS/ha) de tres o cuatro años de dife-rentes leguminosas sometidas a cuatro manejos de corte aplicadossolamente en una estación del año, experimento estacional.
Letras diferentes dentro de la misma fila significa que las medias difieren al 5%.
años, aunque sin diferenciarse (P>0.05)del de 45 días aunque produjo menos,el esquema más laxo, deprimió la pro-ducción por pérdidas de forraje conse-cuencia de períodos de crecimientoimperturbado muy prolongados,
• en LM, tanto los manejos frecuentes,cortes cada 22 y 30 días, como el másaliviado, los primeros por pérdidas devigor, el último por pérdidas de materiaseca, acumularon menos forraje que elesquema de cortes cada 45 días,
• con LC, el solo hecho de aplicar en unaestación del año manejos de cortes cada22 o 30 días, fue suficiente para depri-mir los rendimientos en 30 y 18% com-parativamente con el sistema de cortescada 45 días,
• AA fue insensible, no modificó sus ren-dimientos con relación a esquemas decortes cada 45 días, si en una estacióndel año se maneja en forma más fre-cuente, cada 22 ó 30 días.
Cuando se analizan los rendimientos acu-mulados de los cuatro años, se repiten losresultados obtenidos con tres años.
De acuerdo a los resultados precedente-mente comentados, AA se presentó comola especie más tolerante en no modificar sucapacidad de crecimiento cuando en una es-
tación del año se aplican esquemas muy fre-cuentes de cortes, cada 22 ó 30 días.
En el experimento estacional con rendi-mientos acumulados de tres años, compa-rando leguminosas dentro de cada frecuen-cia de cortes se observa que:
• en el manejo más frecuente, cortescada 22 días, AA acumula los rendimien-tos superiores, LM los menores y TR,TB y LC sin diferenciarse entre ellos pro-ducciones intermedias,
• con el esquema de 30 días, TR y LC seequiparan con AA en registrar los mayo-res rendimientos, LM el menor y TB fueintermedio,
• con cortes cada 45 días, TR, LC y AAsiguen siendo las leguminosas más pro-ductivas y en un estrato inferior se ubi-can TB y LM que mejora su comporta-miento equiparando al TB,
• en el sistema más laxo, 60+30 días, AAy LC superaron a TR y éste a TB y LM.
Cuando se comparan los rendimientosacumulados de 4 años, entre leguminosasen la estrategia estacional de manejo, se ve-rifica que:
• AA en las cuatro frecuencias sigue des-tacándose por presentar rendimientossuperiores,
156
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 94Cuadro 94Cuadro 94Cuadro 94Cuadro 94. Rendimientos acumulados (kg MS/ha) de tres años de leguminosas sometidas acuatro manejos de corte aplicados continuamente durante toda la vida útil de lasmismas, experimento anual y alturas promedio (cm) dentro de cada manejo.
En LM y LC no se consideró para el promedio la altura del forraje el invierno por producir muy poco en esaestación. Las alturas se miden desde el nivel del suelo. En el manejo de 60+30 días, la altura correspondesolo al rebrote de 60 días. Números en rojo dentro de cada columna indican rendimientos relativos conrelación al máximo =100%.
• LC, deteriorado productivamente por laaplicación del manejo más frecuente,cortes cada 22 días en una estación delaño, mientras que en los manejos res-tantes se equiparó con AA en presentarlos rendimientos más altos,
• TB no se diferenció en las tres menoresfrecuencias de corte con LM, en tantoen la mayor, cortes cada 22 días, LMdeprimió su rendimiento con relación aTB.
RELACIONES ENTRE LOSRENDIMIENTOS DE FORRAJEACUMULADOS (kg MS/ha)BAJO LA ESTRATEGIA ANUALDE MANEJO DE CINCOLEGUMINOSAS Y LAFRECUENCIA DE CORTES,EXPRESADA EN FUNCIÓN DELA ALTURA DE PLANTAS (cm)
En términos prácticos, sin duda que ma-nejar las pasturas en base a la altura del fo-rraje existente constituye una tecnología muysimple y que además permite contemplar lafisiología de la especie forrajera. La alturade una especie sea postrada o erecta estávinculada con el grado de crecimiento quealcanzó y se relaciona con el tamaño delaparato foliar y éste con la captación de ener-gía para los individuos. El manejo de pastu-ras por altura contempla prioritariamente alas plantas, en tanto, cuando se aplica el
criterio de fecha fija, se está contemplandoen primera instancia a los animales.
Sin embargo, dentro de ciertos rangos,los cortes a fecha fija y las alturas que lo-gran las plantas en los intervalos entre cor-tes, están también relacionados. Lasdistorsiones de esta relación en general seexplican por razones de ambiente, en unmismo intervalo si mejoran las condicionesde ambiente, las plantas crecen más y tie-nen mayor altura comparativamente a cuan-do hay un estrés.
La estación del año que originó mayoresdiferencias para hacer el promedio anual dealtura entre estaciones fue el invierno conaquellas especies que crecen poco duranteel mismo, estas fueron LC y LM. Por estarazón con LM y LC, el promedio anual dealturas no involucró el invierno, en tanto, conlas otras especies, TB, TR y AA, con bue-nas tasas de crecimiento invernal, para elpromedio anual de alturas se consideraronlas cuatro estaciones del año.
Las relaciones entre la altura promediode cortes dentro de cada manejo con los ren-dimientos acumulados de los primeros tresaños (cuadro 94) brindan una idea de la res-puesta en crecimiento vegetal (kg MS/ha)de los rebrotes a medida que se posibilitacrecer por mayor período de tiempo la espe-cie. La relación entre los rendimientos acu-mulados de cuatro años y la altura de lasespecies es similar a la que se reporta paratres años, con la ventaja que en esta aún per-siste TR, razón por la cual se seleccionó.
La morfología de las leguminosas incidedirectamente en determinar la altura de las
TR TB LM LC AA
Cortes kg MS cm kg MS cm kg MS cm kg MS cm kg MS cm 22 22599- 91 9 19972 - 88 7 15547 - 85 5 18190 - 55 10 21668 -72 14
30 24424- 99 13 22556-100 9 18226-100 9 24464 - 74 15 24706 -82 21
45 24715-100 18 21004- 93 12 17256 - 95 12 30271 - 92 20 29397 -98 29
60+30 23788- 96 27 17360- 77 16 16975 - 93 20 32823-100 27 30058-100 43
MDS 5% NS - 2320 - 2040 - 3158 - 3770 -
INIA
157
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
y = -148.2x2
+ 3060.6x + 6193.4
R2
= 0.9181
0
5000
10000
15000
20000
25000
0 5 10 15 20
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
y = 6193 + 3060x – 148.2 x2
R2 = 0.91
y = -148.2x 2 + 3060.6x + 6193.4
R 2 = 0.9181
0
5000
10000
15000
20000
25000
0 5 10 15 20
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
y = 6193 + 3060x – 148.2 x2
R2 = 0.91y = -20.792x
2+ 805.23x + 17167
R2
= 0.9417
22000
22500
23000
23500
24000
24500
25000
25500
0 5 10 15 20 25 30
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
Trébol Rojo
y = 17167 + 805x – 20.7 x2
R2 = 0.94
y = -20.792x2
+ 805.23x + 17167
R2
= 0.9417
22000
22500
23000
23500
24000
24500
25000
25500
0 5 10 15 20 25 30
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
Trébol Rojo
y = 17167 + 805x – 20.7 x2
R2 = 0.94
y = 17167 + 805x - 20.7 x2
R 2 = 0.94
Figura 51Figura 51Figura 51Figura 51Figura 51. Relaciones entre los rendimientosde forraje acumulados de tres añosy las alturas promedio de manejode cortes.
mismas, mientras TB es una especie pos-trada, de porte bajo, LM es intermedio, semi-postrado, en tanto TR y LC presentan portesemi-arbustivo y AA arbustivo. Estas dife-rencias determinan que las especies estánespecializadas en hacer una mejor utiliza-ción y conversión de la radiación fotosintéti-camente activa en diferentes alturas del es-trato vegetal. Estas diferencias explicanporque frecuentemente las mezclas de le-guminosas realizan un aprovechamiento máseficiente de la luz y producen más forrajecomparativamente con las siembras puras,tal como se relató en el trabajo II.
Con TR cv Estanzuela 116 cortado du-rante dos años cada 10, 20 y 30cm equiva-lente a cortes cada 34, 45 y 60 días en pro-medio, Gardner et al. (1966) obtuvieron ren-dimientos relativos de 82, 100 y 76% res-pectivamente. En el presente trabajo, ya fuecomentado que TR no modificó sus rendi-mientos significativamente (P>0.05) entrelas cuatro frecuencias de corte estudiadasy que en términos de tendencia las diferen-cias en rendimientos entre manejos fueronmuy inferiores a las reportadas por Gardneret al. (1966). A pesar de lo expuesto se pre-sentan las curvas ajustadas (figura 51).
Se verifica una buena coincidencia conel trabajo de Gardner et al. (1966), en el sen-tido que los rendimientos máximos de forra-je se ubicaron cuando TR se cortaba próxi-mo a los 20 cm de altura, en tanto, manejosde defoliación con alturas próximas a 10 o30 cm, deprimen los rendimientos de forra-je.
Con TB del tipo Estanzuela Zapicán cor-tado cada 7, 14 y 21 cm, alturas que impli-caron cortes cada 25, 37 y 42 días se pro-dujeron en 27 meses rendimientos relativosde 100, 84 y 89% respectivamente, Gardneret al. (1966).
La información recabada en este trabajose grafica en la figura 52. En este, los efec-tos generales son muy similares, ya que TBEstanzuela Zapicán respondió positivamen-te a manejos con bajas alturas de forraje.Mientras en el trabajo de Gardner et al.(1966), la altura para registrar rendimientosmáximos fue de 7cm, en este experimentose ubicó en los 9 cm. Las alturas de 14 cmo superiores deprimieron los rendimientos deforraje, tendencia similar entre ambos traba-jos. La diferencia radica en que los cortesexcesivamente frecuentes, cada 22 días, ocon alturas del forraje cada 7cm en el pre-sente trabajo deterioró el vigor de TB, atri-buto cuanti f icado por el diámetro deestolones, que disminuyó y consecuente-mente bajó la capacidad de producir forraje.
LM manejado con frecuencias que posi-bilitan alcanzar una altura promedio de 5 cm,correspondiente a la frecuencia de 22 díaspresentó los menores rendimientos de forra-je, en tanto los manejos de la frecuencia decortes con alturas medias de 9, 12 y 20 cmno diferenciaron (P>0.05) las produccionesentre los mismos. En la figura 53 se repre-senta la tendencia productiva de esta espe-cie en función de las alturas pre-corte dedefoliación, caracterizada por ser la que pre-sentó el menor ajuste.
Figura 52.Figura 52.Figura 52.Figura 52.Figura 52. Relaciones entre los rendimientosde forraje acumulados de tres añosy las alturas promedio de manejo decortes.
Trébol Blanco
158
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
y = 293.19x + 18614
R2 = 0.8391
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
0 10 20 30 40 50
Altura (cm)
Fo
rraje
(kg
MS
/ha)
y = 18614 + 293x
R2 = 0.83
Alfalfa
y = 293.19x + 18614
R2 = 0.8391
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
0 10 20 30 40 50
Altura (cm)
Fo
rraje
(kg
MS
/ha)
y = 18614 + 293x
R2 = 0.83
Alfalfa
y = 18614 + 293x
R 2 = 0.83
R2 = 0.933
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
0 5 10 15 20 25 30
Altura (cm)
Fo
rraje
(kg
MS
/ha) R2 = 0.93
Lotus corniculatus
R2 = 0.933
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
0 5 10 15 20 25 30
Altura (cm)
Fo
rraje
(kg
MS
/ha) R2 = 0.93
Lotus corniculatus
y = 10825 + 867x
R 2 = 0.93
y = -28.789x2
+ 791.27x + 12580
R2
= 0.6557
15000
15500
16000
16500
17000
17500
18000
18500
0 5 10 15 20 25
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
Maku
y = 12580 + 791x – 28.7 x2
R2 = 0.65
y = -28.789x2
+ 791.27x + 12580
R2
= 0.6557
15000
15500
16000
16500
17000
17500
18000
18500
0 5 10 15 20 25
Altura (cm)
Fo
rra
je(k
gM
S/h
a)
Maku
y = 12580 + 791x – 28.7 x2
R2 = 0.65
y = 12580 + 791x - 28.7 x2
R 2= 0.65
Figura 53.Figura 53.Figura 53.Figura 53.Figura 53. Relaciones entre los rendimien-tos de forraje acumulados de tresaños y las alturas promedio demanejo de cortes.
Figura 54. Figura 54. Figura 54. Figura 54. Figura 54. Relaciones entre los rendimien-tos de forraje acumulados de tresaños y las alturas promedio demanejo de cortes.
En el experimento realizado, la repercu-sión productiva de aumentar la altura de cor-tes fue más dramática, ya que por cada cmde altura que se le permitió al cultivo crecerpara hacer el corte en el rango entre 10 y27 cm, los rendimientos de forraje aumenta-ron 867 kg de materia seca por cada cm deaumento en altura pre-corte (figura 54). Lamagnitud de este valor indica la enorme de-pendencia que tiene lotus de alcanzar unaalta superficie fotosintéticamente activa an-tes del corte, si se pretende que desarrollebuenas tasas de rebrote posteriormente.Este aspecto también indica, que esta es-pecie, al almacenar bajas cantidades de re-servas en raíz y corona, depende excesiva-mente del tamaño y calidad del aparato foliar.Este atributo, bajo las condiciones norma-les de manejo del pastoreo en nuestro país,constituye un problema en esta especie, yaque se limita su capacidad de producciónfrente a manejos rotativos con intervalosentre pastoreos cortos. A nivel país, la su-perficie importante de pasturas que integraesta especie, representa un factor limitantemuy negativo.
La respuesta de AA al manejo de cortesen función de la altura pre-corte mostró unarespuesta lineal positiva de forma similar aLC. Sin embargo, difiere de este en que losincrementos en los rendimientos de forrajeque se obtienen a consecuencia de realizarlos cortes con alturas del forraje pre-cortemayores, es de dimensión menor, del orden
de 293 kg MS por cada cm de altura pre-corte del forraje en el intervalo entre 14 y43 cm, figura 55.
Figura 55.Figura 55.Figura 55.Figura 55.Figura 55. Relaciones entre los rendimientosde forraje acumulados de tres añosy las alturas promedio de manejo decortes.
Las respuestas menores de AA con rela-ción a LC a las alturas pre-corte se explica-rían porque esta especie desarrolla una raízpivotante con una corona de tamaño muysuperior a LC, lo que posibilita disponer deuna mayor cantidad de yemas iniciadoras derebrote, abastecidas de una cantidad de ener-gía almacenada muy superior. AdicionalmenteAA es más eficiente que LC en desarrollartasas fotosintéticas superiores, sobre todocuando las especies se apartan de las con-diciones ideales de manejo.
INIA
159
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
PRODUCCIÓN ESTACIONAL DELEGUMINOSAS EN ESQUEMASDE CORTES CADA 22, 30, 45 Y60+30 DÍAS EN ROTACIONESDE TRES Y CUATRO AÑOS
Tal como se ha comentado en otros ex-perimentos de esta publicación II, III, IV yV, fueron sembrados con muy poca diferen-cia en días entre ellos, en mayo. Por estarazón los rendimientos de otoño e inviernofueron nulos consecuencia que las especiesse estaban estableciendo. Aquellas de cre-cimiento inicial más lento, casos de LM yAA recién comenzaron a evaluarse en vera-no ya que se optó por asegurar un buen es-tablecimiento, que en estas especiesinvolucró también primavera.
Debe tenerse presente que con siembrasde mayo, las forrajeras presentan un creci-miento en el primer año que difiere con rela-ción a siembras de marzo-abril. Las siem-bras más tardías, como se realizaron enestos trabajos, en mayo, determinan que noexista crecimiento otoñal, que en generalinvierno y/o primavera, según las especies,corresponden al período de establecimien-to, por tanto con rendimientos de forraje de-primidos. En contraposición, las siembrastardías potencian el crecimiento de veranoy/u otoño.
También fue aclarado que inicialmente elmanejo más laxo implicaba cortes cada 90días, definición que se modificó luego de laprimera estación de crecimiento adefoliaciones cada 60+30 días, consecuen-cia que un período de 90 días de crecimien-to imperturbado significaba pérdidas de fo-rraje, básicamente desprendimiento de ho-jas y además disminuciones importantes enla calidad del forraje.
Realizadas las aclaraciones precedentes,en los cuadros 95 a 99 se reportan los rendi-mientos estacionales para las cinco legumi-nosas estudiadas en los cuatro manejosevaluados. Además se incluyeron los rendi-mientos acumulados por año y las produc-ciones estacionales según los manejos parasistemas de rotación de tres y cuatro años
de duración. Ya fue aclarado que AA y losdos manejos más laxos de LC persistieronel sexto año.
En el primer verano, V1, TR supera enrendimiento a TB, a pesar de que éste pre-senta buenos rendimientos, explicados porla siembra tardía. En otoño del segundo año,TR sigue superando a TB (cuadros 95 y 96).Los buenos potenciales de producción quese registran con TR en V1 y O2 constituyendos características muy importantes dentrode sistemas de producción. Estos normal-mente constituyen períodos deficitarios deforraje, sea por sequía o disminuciones delárea efectiva de pastoreo, donde TR ade-más de aportar forraje, su flexibilidad de re-gistrar buenos rendimientos ante una gamade frecuencias de corte amplia, actúa facili-tando el manejo dentro de los sistemaspastoriles. Sus aportes productivos, más fle-xibilidad de manejo, disminuyen las posibili-dades de sobre-pastoreo o manejo excesi-vamente frecuente sobre otras especies mássensibles, como puede ser LC.
En las figuras 56 a 61 se muestra la evo-lución gráfica de TR en distintas estacionesy años.
En la primavera del tercer año, indepen-dientemente de la frecuencia de cortes quese seleccione, TB invade en forma impor-tante los espacios dejados por las plantasmuertas o con menor vigor y capacidad decompetencia de TR.
En invierno del segundo año, I2, TR enbase a su plasticidad produce en forma si-milar en las cuatro frecuencias, mientras queTB en los dos manejos de las frecuenciasde cortes más laxas, los rendimientosinvernales superan a los de TR (cuadros 95y 96). En invierno del segundo año, en TBse manifestó claramente el aumento en sucapacidad de producción invernal cuando sele maneja con intervalos entre cortes máslargos, por ejemplo 45 días. Cuando se com-para en I2 los rendimientos obtenidos en elmanejo de 30 días, se verifica que al pasara la frecuencia de cortes cada 45 días, sibien se pasa de tres a dos utilizaciones deforraje, la producción invernal aumenta un90%, es decir, casi se duplica.
160
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 95. Cuadro 95. Cuadro 95. Cuadro 95. Cuadro 95. Producción estacional y anual de trébol rojo defoliado durante toda su vida útil(experimento anual) en cuatro frecuencias de cortes. Rendimientos estacionalesen rotación a tres años.
TR
Cortes Año O I P V Total
22 1 S 0 4661 3187 7848
30 1 S 0 4804 3612 8416
45 1 S 0 4592 4210 8802
60+30 1 S 0 5195 2496 7691
22 2 2703 1068 3765 1770 9306
30 2 2946 1176 3870 1934 9926
45 2 2687 1267 3503 2103 9560
60+30 2 2037 1267 3454 1853 8611
22 3 1417 1280 1660 1088 5445
30 3 1547 1218 1902 1415 6082
45 3 1449 1362 2076 1466 6353
60+30 3 1285 1546 2714 1941 7486
22
Total de 3 Años
4120 2348 10086 6045 22599
30 4493 2394 10576 6961 24424
45 4136 2629 10171 7779 24715
60+30 3322 2813 11363 6290 23788
En verano del segundo año, V2, TR aven-taja sustancialmente en producción a TB,leguminosa de menor capacidad de produc-ción estival. Sin embargo, en otoño del ter-cer año, TR resiente su capacidad de pro-ducción con relación a TB y éste sigue res-pondiendo en magnitud importante con ren-dimientos superiores cuando la frecuenciaes igual o superior a los 30 días (cuadro 96).Si bien TB es una especie morfo-fisiológicamente adaptada a pastoreos fre-cuentes, evidentemente el manejo de cor-tes cada 22 días es lo suficientemente fre-cuente para deprimir en magnitud conside-rable su capacidad de producción, especial-mente en estaciones importantes como esel otoño.
En el tercer invierno, nuevamente TB pre-senta rendimientos de forraje muy superio-res a TR, mientras que en verano del terceraño, se invierte la situación, superando TRa TB (cuadros 95 y 96).
LM presentó buenas tasas de crecimien-to, especialmente en otoño del segundo año,
con excepción del manejo más laxo. Se ex-plica porque en este período esta especiedesarrolla un muy alto potencial de creci-miento pr incipalmente de r izomas yestolones. Estos con muchos tej idosmeristemáticos, "yemas", que cuando lascondiciones de ambiente son favorables ori-ginan estructuras vegetativas abundantes yconsecuentemente desarrolla altas tasas decrecimiento. Sin embargo, esta especie esde las cinco estudiadas, la más sensible aestreses ambientales, deficiencias hídricas,altas y bajas temperaturas. Esta baja tole-rancia a este tipo de estreses determinacambios importantes en los rendimientosestacionales, tal como se observa en invier-no y verano del segundo año, otoño-inviernoy verano del cuarto año (cuadros 89 y 97.Producción estacional y anual de lotus Makudefoliado durante toda su vida útil (experi-mento anual) en cuatro frecuencias de cor-tes. Rendimientos estacionales en rotacióna tres y cuatro años 7).
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
TB
Cortes Año O I P V Total
22 1 S 0 4786 1783 6569
30 1 S 0 5087 2010 7097
45 1 S 0 4001 1795 5796
60+30 1 S 0 2791 1572 4363
22 2 1799 848 2116 980 5743
30 2 2508 918 2755 501 6682
45 2 2202 1745 2678 428 7053
60+30 2 1311 1745 2314 397 5767
22 3 1421 1639 2757 1243 7060
30 3 2292 2025 3119 522 7958
45 3 1933 2227 3367 627 8154
60+30 3 2061 2174 2474 766 7475
22 4 884 158 3172 - 4214
30 4 1127 182 3403 - 4712
45 4 953 458 2840 - 4251
60+30 4 1027 361 3009 - 4397
22
Total de 3 Años
3220 2487 9659 4006 19372
30 4800 2943 10961 3033 21737
45 4135 3972 10046 2850 21003
60+30 3372 3919 7579 2735 17605
22
Total de 4 Años
4104 2645 12831 4006 23586
30 5927 3125 14364 3033 26449
45 5088 4430 12886 2850 25254
60+30 4399 4280 10588 2735 22002
Cuadro 96.Cuadro 96.Cuadro 96.Cuadro 96.Cuadro 96. Producción estacional y anual de trébol blanco defoliado durante toda su vidaútil (experimento anual) en cuatro frecuencias de cortes. Rendimientosestacionales en rotación a tres y cuatro años.
Figura 56.Figura 56.Figura 56.Figura 56.Figura 56. Trébol rojo a mediados de otoño del segundo año, 20/4/05.
162
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 57.Figura 57.Figura 57.Figura 57.Figura 57. Trébol rojo en la fre-cuencia de cortes cada30 días en invierno deltercer año, 21/7/06.
Figura 58.Figura 58.Figura 58.Figura 58.Figura 58. Trébol rojo en la fre-cuencia de cortes cada22 días a fines de pri-mavera del tercer año,24/11/06.
Figura 59. Figura 59. Figura 59. Figura 59. Figura 59. Trébol rojo en la fre-cuencia de cortescada 30 días a finesde primavera del ter-cer año, 24/11/06.
INIA
163
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 60.Figura 60.Figura 60.Figura 60.Figura 60. Trébol rojo en la fre-cuencia de cortescada 45 días a finesde primavera del ter-cer año, 24/11/06.
Figura 61. Figura 61. Figura 61. Figura 61. Figura 61. Trébol rojo en la fre-cuencia de cortescada 60 días a finesde primavera del ter-cer año, 24/11/06.
Figura 62. Figura 62. Figura 62. Figura 62. Figura 62. Trébol blanco al fina-lizar el segundo pe-ríodo invernal de 30días, el 21/7/06.
164
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 63.Figura 63.Figura 63.Figura 63.Figura 63. Trébol blanco al finalizar elcuarto período de rebrote de22 días en primavera del ter-cer año, 24/11/06.
Figura 64.Figura 64.Figura 64.Figura 64.Figura 64. Trébol blanco al finalizar el ter-cer período de rebrote de 30días a fines de primavera deltercer año, 24/11/06.
Figura 65. Figura 65. Figura 65. Figura 65. Figura 65. Trébol blanco al finalizar elsegundo período de rebrotede 45 días a fines de prima-vera del tercer año, 24/11/06.
Figura 66.Figura 66.Figura 66.Figura 66.Figura 66. Trébol blanco a fines de pri-mavera del tercer año, 24/11/06 en el manejo de cortes de60 + 30 días.
INIA
165
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 67. Figura 67. Figura 67. Figura 67. Figura 67. Trébol blanco al fi-nalizar el primer pe-ríodo de rebrote de30 días de prima-vera del cuarto año,21/9/07.
Figura 68. Figura 68. Figura 68. Figura 68. Figura 68. Trébol blanco al fi-nalizar el cuarto re-brote de 22 días afines de primaveradel cuarto año,26/11/07.
Figura 69. Figura 69. Figura 69. Figura 69. Figura 69. Trébol blanco al fi-nalizar el segundorebrote de 45 díasa fines de primave-ra del cuarto año,26/11/07.
166
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 97. Cuadro 97. Cuadro 97. Cuadro 97. Cuadro 97. Producción estacional y anual de lotus Maku defoliado durante toda su vida útil(experimento anual) en cuatro frecuencias de cortes. Rendimientos estacionalesen rotación a tres y cuatro años.
LM
Cortes Año O I P V Total
22 1 S 0 0 1596 1596
30 1 S 0 0 1693 1693
45 1 S 0 0 1966 1966
60+30 1 S 0 0 1656 1656
22 2 2568 475 1730 1344 6117
30 2 2899 461 2758 1304 7422
45 2 2585 442 2078 1142 6247
60+30 2 1294 442 2406 1309 5451
22 3 1692 1822 1771 2549 7834
30 3 1783 2083 2747 2498 9111
45 3 1908 2006 2624 2506 9044
60+30 3 1816 2509 2653 2889 9867
22 4 716 94 2688 101 3599
30 4 969 235 3423 303 4930
45 4 1146 258 3981 204 5589
60+30 4 958 235 4134 193 5520
22
Total de 3 Años
4260 2297 3501 5489 15547
30 4682 2544 5505 5495 18226
45 4493 2448 4702 5614 17257
60+30 3110 2951 5059 5854 16974
22
Total de 4 Años
4976 2391 6189 5590 19146
30 5651 2779 8928 5798 23156
45 5639 2706 8683 5818 22846
60+30 4068 3186 9193 6047 22494
Figura 70.Figura 70.Figura 70.Figura 70.Figura 70. Lotus Maku en otoño del segundo año, 20/4/05 mostrando el esta-do de la leguminosa en las cuatro frecuencias de corte.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 71.Figura 71.Figura 71.Figura 71.Figura 71. Lotus Maku al final del se-gundo rebrote de 30 días, eninvierno del segundo año,21/7/06.
Figura 72.Figura 72.Figura 72.Figura 72.Figura 72. Lotus Maku mostrando el cuar-to rebrote de 22 días, a finesde primavera del tercer año,24/11/06.
Figura 73. Figura 73. Figura 73. Figura 73. Figura 73. Lotus Maku mostrando el ter-cer rebrote de 30 días, a finesde primavera del tercer año,24/11/06.
Figura 74.Figura 74.Figura 74.Figura 74.Figura 74. Lotus Maku mostrando el se-gundo rebrote de 45 días, afines de primavera del terceraño, 24/11/06.
168
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 75.Figura 75.Figura 75.Figura 75.Figura 75. Lotus Maku mostrando elrebrote de 30 días, a finesde pr imavera del terceraño, 24/11/06 en la frecuen-cia de 60+30 días.
Cuando se compara el estado de la legu-minosa entre el ensayo anual (figura 76) yestacional (figura 77), se observa la respues-ta positiva en vigor, crecimiento, población,en el estacional, consecuencia de un mane-jo de cortes menos frecuente que el anual.
Figura 76.Figura 76.Figura 76.Figura 76.Figura 76. Lotus Maku mostrando el pri-mer rebrote de 30 días, a fi-nes de septiembre del cuartoaño, 21/9/07 del experimentoanual.
En la figura 78 se observan plantas deLM marchitas por la sequía, contrastandocon plantas de TB, afectadas por el déficithídrico pero aún vivas. LM se comporta comouna especie más sensible al déficit hídricoque TB.
Figura 77Figura 77Figura 77Figura 77Figura 77. Lotus Maku mostrando elprimer rebrote de 30 días, afines de septiembre delcuarto año, 21/9/07 del ex-perimento estacional.
INIA
169
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 78.Figura 78.Figura 78.Figura 78.Figura 78. Lotus Maku mostrando el cuar-to rebrote de 22 días, a finesde primavera del cuarto año,26/11/07, donde se nota clara-mente el impacto de la sequíaimperante, aun leve.
Figura 79.Figura 79.Figura 79.Figura 79.Figura 79. Lotus Maku mostrando el se-gundo rebrote de 45 días, a fi-nes de primavera del cuartoaño, 26/11/07.
Figura 80.Figura 80.Figura 80.Figura 80.Figura 80. Lotus Maku mostrando al sexto año algunaplanta rebrotando luego de la sequía inten-sa y prolongada, 20/5/09.
170
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
LC presentó rendimientos totales altos,sin embargo su principal carencia se regis-tra en invierno, donde la producción invernalcon inviernos fríos es muy baja, tanto más,cuanto más frecuente se corta o pastorea,tal como se verifica con las produccionesregistradas en las frecuencias de corte de22 y 30 días (cuadro 98). Este cultivar, INIADraco, presenta alta capacidad de produc-ción en verano y otoño, especialmente enotoño del segundo año. Este atributo de pre-sentar buenas producciones en el primer
Cuadro 98.Cuadro 98.Cuadro 98.Cuadro 98.Cuadro 98. Producción estacional y anual de lotus INIA Draco defoliado durante toda su vidaúti l (experimento anual) en cuatro frecuencias de cortes. Rendimientosestacionales en rotación a tres y cuatro años.
LC
Cortes Año O I P V Total
22 1 S 0 3217 3152 6369
30 1 S 0 4223 3092 7315
45 1 S 0 4767 4266 9033
60+30 1 S 0 5210 2755 7965
22 2 1615 512 3218 2358 7703
30 2 2005 565 3804 2590 8964
45 2 2447 547 4950 2834 10778
60+30 2 2247 547 5534 3014 11342
22 3 829 50 769 2471 4119
30 3 1174 127 3262 3422 7985
45 3 1687 1107 3646 4021 10461
60+30 3 1986 1658 5063 4809 13516
22 4 477 31 2818 726 4052
30 4 1014 82 3197 1085 5378
45 4 1030 245 3518 1060 5853
60+30 4 941 209 3657 1145 5952
22
Total de 3 Años
2444 562 7204 7981 18191
30 3179 692 11289 9104 24264
45 4134 1654 13363 11121 30272
60+30 4233 2205 15807 10578 32823
22
Total de 4 Años
2921 593 10022 8707 22243
30 4193 774 14486 10189 29642
45 5164 1899 16881 12181 36125
60+30 5174 2414 19464 11723 38775
verano y otoño del segundo año, constituyeuna característica importante dentro de lasrotaciones forrajeras, principalmente en lasmás intensivas.
LC cuando se maneja en forma frecuentedeprime marcadamente su capacidad de cre-cimiento. El manejo de cortes cada 45 díasaumentó en las rotaciones a tres y cuatroaños con relación al sistema de cortes cada30 días, en seis y siete toneladas los rendi-mientos de forraje (cuadro 98).
INIA
171
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En LC, ya a fines de primavera del se-gundo año, los manejos más frecuentes co-mienzan a mostrar la sensibilidad de esta
especie a los mismos, principalmente el de22 días (figuras 82 y 83), en éstos, los espa-cios vacíos comienzan a ser ocupados por TB.
Figura 81.Figura 81.Figura 81.Figura 81.Figura 81. LC mostrando en verano delprimer año, 29/12/04 el cre-cimiento de los rebrotes cor-tados previamente a fin deprimavera, 28/11/04.
Figura 82.Figura 82.Figura 82.Figura 82.Figura 82. LC mostrando el cuarto re-brote de 22 días, a fines deprimavera del segundo año,21/11/05.
Figura 83.Figura 83.Figura 83.Figura 83.Figura 83. LC mostrando el tercer re-brote de 30 días, a fines deprimavera del segundo año,21/11/05.
172
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 84.Figura 84.Figura 84.Figura 84.Figura 84. LC mostrando el segundorebrote de 45 días, a finesde primavera del segundoaño, 21/11/05.
Figura 85.Figura 85.Figura 85.Figura 85.Figura 85. LC mostrando el rebrote de30 días, a fines de primaveradel segundo año, 21/11/05del manejo de cortes de 60+ 30.
Figura 86. Figura 86. Figura 86. Figura 86. Figura 86. LC mostrando el cuarto re-brote de 22 días, a fines deprimavera del tercer año,24/11/06.
Figura 87.Figura 87.Figura 87.Figura 87.Figura 87. LC mostrando el tercer re-brote de 30 días, a fines deprimavera del tercer año,24/11/06.
INIA
173
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 88.Figura 88.Figura 88.Figura 88.Figura 88. LC mostrando el segundo re-brote de 45 días, a fines depr imavera del tercer año,24/11/06.
Figura 89. Figura 89. Figura 89. Figura 89. Figura 89. LC mostrando el rebrote de30 días, a fines de primaveradel tercer año, 24/11/06, enel manejo de 60 + 30 días.
Figura 90. Figura 90. Figura 90. Figura 90. Figura 90. LC mostrando el primer re-brote de 30 días, el 21/9/07,cuarto año, exper imentoanual.
Figura 91. Figura 91. Figura 91. Figura 91. Figura 91. LC mostrando el primer re-brote de 30 días, el 21/9/07,cuarto año, experimento es-tacional.
174
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
La comparación al mismo momento delLC cortado sistemáticamente cada 30 díasen el experimento anual, frente al estacional,muestra claramente el mejor estado de laleguminosa en el estacional, consecuenciade un nivel de estrés energético inferior.
La degradación de la pastura a fines deprimavera en el manejo de cortes cada 22
días (figura 93), contrasta claramente cuan-do la misma es manejada con una frecuen-cia de 45 días, experimento anual (figura 94).El contraste entre ambas figuras muestra elimpacto del inadecuado manejo de cortes,que además de deprimir producción, degra-da la pastura por pérdida excesiva de vigor.
Figura 92Figura 92Figura 92Figura 92Figura 92. LC mostrando el primer re-brote de 45 días, el 11/10/07,cuarto año, en el experimen-to estacional.
Figura 93.Figura 93.Figura 93.Figura 93.Figura 93. LC mostrando el cuartorebrote de 22 días, el26/11/07, cuarto año, finde primavera.
Figura 94.Figura 94.Figura 94.Figura 94.Figura 94. LC mostrando el segundo re-brote de 45 días, el 26/11/07,cuarto año, fin de primavera.
INIA
175
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 95.Figura 95.Figura 95.Figura 95.Figura 95. LC mostrando el cuarto re-brote de 22 días, el 26/11/08,quinto año, fin de primavera,con sequía instalada.
Figura 96.Figura 96.Figura 96.Figura 96.Figura 96. LC mostrando el segundo re-brote de 45 días, el 26/11/08,quinto año, fin de primavera,con sequía instalada.
Figura 97 a. Figura 97 a. Figura 97 a. Figura 97 a. Figura 97 a. LC mostrando el primer rebrotede 30 días, el 31/3/09, sextoaño, posterior a la sequía, conprecipitaciones de otoño abun-dantes.
Figura 97 b. Figura 97 b. Figura 97 b. Figura 97 b. Figura 97 b. LC mostrando el primer rebrotede 22 días, el 31/3/09, sexto año,posterior a la sequía, con preci-pitaciones de otoño abundantes.
176
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 98. Figura 98. Figura 98. Figura 98. Figura 98. LC mostrando el primer rebro-te de 45 días, el 31/3/09, sextoaño, posterior a la sequía, conprecipitaciones de otoño abun-dantes e importante ataque deisoca.
Figura 99.Figura 99.Figura 99.Figura 99.Figura 99. LC mostrando el primer re-brote de 60 días, el 31/3/09,sexto año, posterior a la se-quía, con precipitaciones deotoño abundantes e impor-tante ataque de isoca.
AA, es una especie de arranque lento pos-siembra, sin embargo tiene otros atributosmuy destacables. Es una especie de altacapacidad de crecimiento en verano y otoño(cuadro 99). En invierno en los dos mane-jos más laxos, cortes cada 45 y 60+30 días,superó en producción invernal a TR y seequiparó con TB, especie invernal por exce-lencia.
AA a fines de primavera del tercer añoconserva una muy buena población y vigorde plantas en todas las frecuencias de cor-tes aplicadas, incluyendo las que se cortancada 22 y 30 días sistemáticamente desdeel inicio del experimento. En estos interva-los de cortes más frecuentes, se verifica queen los surcos de siembra no hay espaciosvacíos dejados por plantas que mueren.
AA a fines de primavera del tercer añoconserva una muy buena población y vigorde plantas en todas las frecuencias de cor-tes aplicadas, incluyendo las que se cortancada 22 y 30 días sistemáticamente desdeel inicio del experimento. En estos interva-los de cortes más frecuentes, se verifica queen los surcos de siembra no hay espaciosvacíos dejados por plantas que mueren.
Cuando se comparan gráficamente almismo momento el experimento anual y elestacional (figuras 110 y 111), se observaun mejor estado de la pastura en elestacional. Si bien las diferencias no sonmuy marcadas como en otras leguminosas,por ejemplo LC, el estado del estacional esmejor a consecuencia del manejo menos fre-cuente que el anual.
INIA
177
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
AA
Cortes Año O I P V Total
22 1 S 0 0 2710 2710
30 1 S 0 0 2829 2829
45 1 S 0 0 3338 3338
60+30 1 S 0 0 2247 2247
22 2 1721 757 2705 2486 7669
30 2 2797 877 2885 2791 9350
45 2 2587 1500 3914 2944 10945
60+30 2 1664 1500 4749 3346 11259
22 3 1962 1354 3947 4027 11290
30 3 2220 1607 4305 4395 12527
45 3 2751 2149 4807 5407 15114
60+30 3 2707 2765 6233 4846 16551
22 4 1091 127 2470 2006 5694
30 4 1077 212 2211 2668 6168
45 4 1688 198 3143 2524 7553
60+30 4 1397 330 2606 2443 6776
22
Total de 3 Años
3683 2111 6652 9223 21669
30 5017 2484 7190 10015 24706
45 5338 3649 8721 11689 29397
60+30 4371 4265 10982 10439 30057
22
Total de 4 Años
4774 2238 9122 11229 27363
30 6094 2696 9401 12683 30874
45 7026 3847 11864 14213 36950
60+30 5768 4595 13588 12882 36833
Cuadro 99.Cuadro 99.Cuadro 99.Cuadro 99.Cuadro 99. Producción estacional y anual de alfalfa defoliada durante toda su vidaútil (experimento anual) en cuatro frecuencias de cortes. Rendimientosestacionales en rotación a tres y cuatro años.
A fines de primavera del cuarto año, apesar de conservar aún una población queposibilita el registro de buenos rendimientos(2470 kgMS/ha en primavera, cuadro 19), senota ausencia de algunas plantas en los sur-cos correspondientes a la mayor frecuenciade cortes aplicada, 22 días (figura 63) y con-trasta con el buen estado en el mismo mo-mento del manejo de cortes cada 45 días(figura 64) que en primavera produjo3143 kg MS/ha (cuadro 99).
La evaluación de las leguminosas paraesta publicación finalizó a fines de inviernodel quinto año, puesto que las únicas espe-cies que conservaron poblaciones producti-vas pos sequía fueron AA, en las cuatro fre-cuencias aplicadas, y LC en los intervalosde 45 y 60 + 30. Se reporta fotográficamenteel estado de algunas parcelas, con el objeti-vo de dar una idea de persistencia de lasleguminosas, luego de la aplicación de cincoaños de cuatro frecuencias de corte y la ocu-rrencia de una sequía intensa y prolongada.
178
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 100. Figura 100. Figura 100. Figura 100. Figura 100. Alfalfa, estado de las parce-las en las cuatro frecuenciasde corte, al 29/12/04, vera-no.
Figura 101Figura 101Figura 101Figura 101Figura 101. Alfalfa de segundo año, afines de primavera, 21/11/05,en el manejo de cortes cada22 días.
Figura 102.Figura 102.Figura 102.Figura 102.Figura 102. Alfalfa de segundo año, afines de primavera, 21/11/05, en el manejo de cortescada 30 días.
Figura 103.Figura 103.Figura 103.Figura 103.Figura 103. Alfalfa de segundo año, afines de primavera, 21/11/05,en el manejo de cortes cada45 días.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 104.Figura 104.Figura 104.Figura 104.Figura 104. Alfalfa de segundo año, afines de primavera, 21/11/05,en el manejo de cortes de 60+ 30 días.
Figura 105.Figura 105.Figura 105.Figura 105.Figura 105. Alfalfa de tercer año, se-gundo rebrote de inviernoen la frecuencia de cortescada 22 días, 21/7/06.
Figura 106.Figura 106.Figura 106.Figura 106.Figura 106. Alfalfa a fines de primave-ra del tercer año, cuarto re-brote de 22 días, 24/11/06.
Figura 107. Figura 107. Figura 107. Figura 107. Figura 107. Alfalfa a fines de primave-ra del tercer año, tercero re-brote de 30 días, 24/11/06.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 108. Figura 108. Figura 108. Figura 108. Figura 108. Alfalfa a fines de primaveradel tercer año, segundo re-brote de 45 días, 24/11/06.
Figura 109. Figura 109. Figura 109. Figura 109. Figura 109. Alfalfa a fines de primaveradel tercer año, segundo re-brote de 30 días, en el ma-nejo de cortes de 60+30días, 24/11/06.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 110.10.10.10.10. Alfalfa de tercer año, primerrebrote de 30 días en prima-vera correspondiente al ex-perimento anual, 21/9/07.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1111111.1.1.1.1. Alfalfa de tercer año, pri-mer rebrote de 30 días enprimavera correspondien-te al experimento estacio-nal, 21/9/07.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 112.12.12.12.12. Alfalfa de cuarto año, cuar-to rebrote de 22 días a fin deprimavera, 26/11/07.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 113.13.13.13.13. Alfalfa de cuarto año, se-gundo rebrote de 45 días afin de primavera, 26/11/07.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 114. 14. 14. 14. 14. Alfalfa de quinto año, cuar-to rebrote de 22 días a finde primavera, 20/11/08.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 115.15.15.15.15. Alfalfa de quinto año, se-gundo rebrote de 45 días afin de primavera, 20/11/08.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 116. 16. 16. 16. 16. Alfalfa y LM de quinto año, a fin de primavera, 20/11/08,comparación de las pasturas en plena sequía.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 117. 17. 17. 17. 17. Alfalfa y LC de quinto año, a fin de primavera, 20/11/08,comparación de las pasturas en plena sequía.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 118.18.18.18.18. Alfalfa de sexto año, 20/5/09, par-celas correspondientes a la fre-cuencia de cortes cada 22 días.
Figura 1Figura 1Figura 1Figura 1Figura 119.19.19.19.19. Alfalfa de sexto año, 20/5/09, par-celas correspondientes a la fre-cuencia de cortes cada 30 días.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Las plantas marchitas de las figuras 114y 115 corresponden a malezas y gramíneas,no a AA.
Las plantas verdes dentro de las parce-las de LM, son de AA. La población de LMmurió en casi 100%.
Se observan diferencias importantes depoblación y crecimiento entre AA y LC.
La capacidad de AA de persistir producti-vamente seis años, pese al invierno muy ri-guroso de 2007, la sequía que abarcó desdeverano a fin de primavera de 2008, dondese registraron solamente 573mm, y losestreses energéticos originados por los cor-tes continuos cada 22 o 30 días duranteseis años en el experimento anual, se mues-tran gráficamente en las figuras 118 a 121.
Luego de la sequía del 2008, en el paísse perdieron prácticamente todas laspasturas, originando un perjuicio económi-co considerable a las empresas, por con-
Figura 120. Figura 120. Figura 120. Figura 120. Figura 120. Alfalfa de sexto año, 20/5/09,parcelas correspondientes ala frecuencia de cortes cada45 días.
Figura 121.Figura 121.Figura 121.Figura 121.Figura 121. Alfalfa de sexto año, 20/5/09,parcelas correspondientes ala frecuencia de cortes cada60+30 días.
cepto de muerte de ganado, ventas a muybajo precio con el objetivo de bajar carga,suplementación abundante suministrada alos animales para que persistieran vivos ynecesidad de rehacer toda la rotación depasturas. Si bien la AA disminuyó su capa-cidad de crecimiento, a consecuencia de lasequía, los predios que disponían de áreasimportantes de esta leguminosa permanecie-ron con la estructura y productividadpasturas, sin requerimientos excesivos de:suplementación, disminución de carga ani-mal y muertes. En el país existen áreas muyimportantes de suelos aptos para la siem-bra de esta especie, su uso deberáincrementarse si se quieren minimizar ries-gos productivos y económicos en los siste-mas de producción. Las AA nacionales(Estanzuela Chaná y Crioula multiplicadasen Uruguay) pueden implantarse en suelosde profundidad media a partir de pH de 5,5.La principal limitante para el uso de la mis-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ma radica en que no admite anegamiento nisuelos excesivamente mal drenados.
PRODUCCIÓN ESTACIONAL DELEGUMINOSAS EN ESQUEMASDE CORTES CONFRECUENCIAS DE 30 Y 45DÍAS EN ROTACIONES DETRES Y CUATRO AÑOS
Se seleccionaron dos sistemas que si-mulan pastoreo rotativo con períodos cortosde utilización en cada pastoreo, uno muy fre-cuente, que implica 12 utilizaciones anua-les, cortes cada 30 días, y otro más conser-vador, donde en general la mayoría de las
Cuadro 100.Cuadro 100.Cuadro 100.Cuadro 100.Cuadro 100. Producción estacional y anual total de diferentes leguminosas cortadas durantetoda su vida útil (experimento anual) cada 30 y 45 días en rotación a tres y cuatroaños.
Cortes Especie O I P V Total
Rotación a 3 años
30 TR 4493-18 2394-9 10576-45 6961-28 24424
45 TR 4136-16 2629-10 10171-43 7779-31 24715
30 TB 4800-22 2943-13 10961-51 3033-14 21737
45 TB 4135-20 3972-19 10046-48 2850-13 21003
30 LM 4682-26 2544-14 5505-30 5495-30 18226
45 LM 4493-26 2448-14 4702-28 5614-32 17257
30 LC 3179-13 692-3 11289-47 9104-37 24264
45 LC 4134-14 1654-5 13363-44 11121-37 30272
30 AA 5017-20 2484-10 7190-30 10015-40 24706
45 AA 5338-18 3649-12 8721-30 11689-40 29397
Rotación a 4 años
30 TB 5927-22 3125-12 14364-55 3033-11 26449
45 TB 5088-20 4430-17 12886-52 2850-11 25254
30 LM 5651-24 2779-12 8928-39 5798-25 23156
45 LM 5639-25 2706-12 8683-38 5818-25 22846
30 LC 4193-14 774-3 14486-49 10189-34 29642
45 LC 5164-14 1899-5 16881-47 12181-34 36125
30 AA 6094-20 2696-9 9401-30 12683-41 30874
45 AA 7026-19 3847-10 11864-33 14213-38 36950
especies desarrollan las tasas de crecimientomás altas, que implica ocho utilizaciones enel año, consecuencia de aplicar un esque-ma de cortes cada 45 días. Las produccio-nes estacionales en sistemas de rotación atres y cuatro años se reportan en el cuadro100.
La exclusión de primavera, (figuras 122y 123) se sustenta en que durante dicha es-tación, dentro de los sistemas de produc-ción, el objetivo principal consiste en utili-zar y convertir eficientemente los excesosde forraje producidos normalmente en ésta.Para cumplir con este objetivo en términosde producción animal se requiere disponerde cargas animales adecuadas, las cualesbiológicamente están limitadas por las me-nores producciones que se registran en las
Números en rojo: distribución estacional anual de los rendimientos de forraje en porcentaje. Números en azul:rendimientos estacionales entre el máximo y 90% del mismo. TR=trébol rojo, TB=trébol blanco, M=lotus Maku,LC=lotus Draco, AA= alfalfa.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
estaciones del año con potenciales de cre-cimiento de forraje más bajos. La segundalimitación existente radica en que durante losperíodos de menor crecimiento, económi-camente deben priorizarse las opciones queminimizan el uso de suplementos ymaximizan el pastoreo directo, la opción mássimple y económica.
A partir de la información del cuadro 20,se concluye que:
• Los rendimientos superiores totales, entres y cuatro años se registraron con LCy AA en los manejos de cortes cada 45días, destacándose en segunda instan-cia en ambas especies los rendimien-tos de los manejos de cortes cada 30días.
• En otoño los rendimientos máximosfueron acumulados por AA en los mane-jos de 30 y 45 días en la rotación a tres
0
2000
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TR TB LM LC AA
Especies
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Figura 122. Figura 122. Figura 122. Figura 122. Figura 122. Rendimientos de forraje, kg MS/ha de una rotación a tres años, en otoño, invier-no y verano de cinco leguminosas cortadas cada 30 y 45 días durante toda lavida útil.
0
2000
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TB LM LC AA
Especies
kg
MS
/ha
O30 I30 V30 O45 I45 V45
Figura 123. Figura 123. Figura 123. Figura 123. Figura 123. Rendimientos de forraje, kg MS/ha de una rotación a cuatro años, en otoño,invierno y verano de cinco leguminosas cortadas cada 30 y 45 días durantetoda la vida útil.
186
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
años y por AA en el manejo a 45 días enel sistema de rotación a cuatro años.
• En invierno se destacó TB en el ma-nejo de cortes cada 45 días en ambossistemas de rotación y AA bajo cortescada 45 días en el esquema a tres años,en tanto fue la segunda leguminosa másinvernal en la rotación a cuatro años bajocortes a 45 días, acumulando un 13%menos forraje que TB, leguminosa con-siderada invernal por excelencia.
• LC, en los dos sistemas de rotacióncortado cada 45 días, acumuló los ren-dimientos de primavera máximos.
• En verano, LC y AA cortados cada 45días en la rotación a tres años y AA cada45 días en el esquema a cuatro años,fueron las situaciones de rendimientosestivales superiores.
• LC fue la especie con menores rendi-mientos invernales en ambos manejos ysistemas de rotación y especialmente enel manejo frecuente, cortes cada 30 días.
• AA fue la única especie en la que enambas rotaciones y manejos, su produc-ción estival superó a la primaveral.
• LM, con rendimientos inferiores a AA yésta fueron las dos especies que produ-cen los menores porcentajes de forrajeen primavera.
• Considerando las cuatro estaciones delaño y la producción total, en ambos sis-temas de rotación, AA fue la legumino-sa más productiva, la que presentó unadistribución de forraje más equilibradaentre las cuatro estaciones y donde eninvierno el forraje fácilmente utilizableposibilita teóricamente alimentar a cua-tro unidades ganaderas de 400kg/ha.
LC y AA fueron las dos especies que pro-dujeron los mayores rendimientos totales porhectárea en sistemas de rotación a tres ycuatro años, bajo un esquema de cortes cada45 días (figuras 122 y 123). En dichos ma-nejos, la producción de forraje estival de am-bas especies también es la más alta, muysimilar a los rendimientos de primavera y AAen verano superó las producciones de pri-mavera.
La información permite concluir, en prin-cipio, que con ambas especies, verano noes una estación limitante de la carga ani-mal, especialmente con AA que como semostró produjo más en verano que en pri-mavera. Un aspecto a resaltar, referente aproducción de forraje estival con estas dosleguminosas, radica en que ante la ocurren-cia de períodos muy secos y con altas tem-peraturas, AA mantiene tasas de crecimien-to elevadas, mientras que con LC puedendisminuir en forma importante, tanto máscuanto mayor sea su edad (Formoso, 2002,2006), por tanto, AA brinda mayor nivel deseguridad, confiabilidad en su producciónestival. Fisiológicamente AA es, de las le-guminosas utilizadas en el país, la más adap-tada a soportar temperaturas altas, mientrasque LC se ubica en el extremo opuesto
Otra estación donde generalmente la ofer-ta de forraje en el sistema es baja, y portanto limita la carga animal, es otoño. Enesta estación, frecuentemente la ocurrenciade altas temperaturas y carencia de agua,especialmente al comienzo de la misma,marzo, limita el reinicio del crecimiento oto-ñal de las forrajeras. Además, durante esteperíodo las áreas de pastoreo disminuyencomo consecuencia de la preparación desuelos y siembra de verdeos y praderas,consecuentemente la oferta de forraje al sis-tema disminuye en forma importante. Nue-vamente en otoño, tanto en rotaciones a treso cuatro años, la especie con mayores ren-dimientos fue AA, tanto en el manejo de cor-tes cada 45 como cada 30 días. Debe tener-se en cuenta, que AA es la forrajera que otor-ga mayor seguridad de rendimientos altosfrente a períodos secos y temprano en oto-ño, donde frecuentemente se registran pe-ríodos secos que retardan el reinicio del cre-cimiento en las otras forrajeras.
En términos de producción invernal, lasleguminosas con mayor capacidad de creci-miento en el período frío fueron TB y AA enel esquema de cortes cada 45 días en la ro-tación a tres años (figura 122). Ya fue co-mentado que la capacidad de producción in-vernal de TB disminuye en esquemas de cor-tes más frecuentes, 22 ó 30 días.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En la rotación a cuatro años, sigue man-teniendo el mayor registro productivo TB enel manejo de cortes cada 45 días y en se-gundo término, con rendimiento inferior, seubica AA (figura 123).
Se destaca la pobre producción invernalde LC (figuras 122 y 123), sobre todo mane-jado con cortes frecuentes, siendo la espe-cie más desbalanceada en este sentido. Porser la más utilizada en el país, sería la quemás necesidades de suplementación inver-nal requiere, tanto más cuanto mayor seasu proporción en la rotación, con el objetivode armonizar las ofertas de forraje entre es-taciones.
TR en rotaciones de tres años (figura122), presenta buenos niveles de producciónen verano - otoño, sin decaer excesivamen-te su capacidad de producción invernal.
LM fue la leguminosa con menores rendi-mientos en ambos sistemas de rotación, sinembargo se resalta que es la de mayor pe-rennidad. Como atributo también resaltable,presentó los registros productivos más si-milares entre primavera-verano-otoño. Debeconsiderarse que ante períodos secos, esmás sensible que TB en deprimir tasas decrecimiento.
EVOLUCIÓN EN EL TIEMPO DELA CONCENTRACIÓN DEMATERIA SECA Y DENSIDADDEL TAPIZ
En general, las concentraciones de ma-teria seca son más bajas con las menoresedades de rebrote, material vegetal más jo-ven, en relación con los intervalos de 45 y60 días, compuestos por forraje de mayoredad (cuadro 101). Comparativamente en-tre estaciones, lo esperable es que lasuculencia sea mayor en invierno y otoño,aumentando los tenores de materia seca enprimavera y verano. Considerando que con-centraciones de materia seca inferiores al18% pueden afectar el consumo, se verificaque en primavera, P1 y segunda mitad deotoño, O2, fueron las estaciones con mayorfrecuencia de valores menores a 18%. AAno presentó ningún valor inferior a 18%.
El promedio de las frecuencias de 22 y30 días representa bajas edades de rebrote,y las de 45 y 60 días, altas.
Comúnmente las densidades de forrajesuperiores se registran en primavera - vera-no y disminuyen hacia invierno, sin embar-go existe variabilidad con valores que seapartan mucho de lo esperado.
AA fue la leguminosa con menores den-sidades de tapiz y la que presentó un pa-drón menos variable durante el período deevaluación.
La información recabada sobre densidaddel tapiz mostró una muy alta variabilidadque no permitió realizar estimacionesconfiables y consistentes con el objetivo deestimar rendimientos de forraje.
EVOLUCIÓN TEMPORAL DE LACALIDAD Y CONTENIDOMINERAL DEL FORRAJE DELEGUMINOSAS SOMETIDAS ADISTINTAS FRECUENCIAS DECORTE
La cuantificación simultánea de legumi-nosas en el mismo ambiente en varios ma-nejos posibilita evaluar la calidad del forrajey contenido mineral sin mayoresdistorsiones. Adicionalmente en otro trabajode esta publicación (manejo de mezclasforrajeras) ubicado muy próximo al de legu-minosas, sembrado y manejado de la mis-ma forma, donde los cortes se realizaban elmismo día o con uno o cinco días de diferen-cia se muestra el mismo tipo de información.
En el experimento de manejo de mezclasse utilizaron los mismos cultivares y lotesde semilla que en el de manejo de legumino-sas. Lo precedente determina que las com-paraciones en las variables medidas mini-mizan problemas de sesgos que probable-mente se registran cuando la informaciónproviene de ensayos diferentes en el espa-cio, tiempo, manejo, fertilidad de suelo, ni-veles de fertilización, etc.
Entre primavera y verano del segundo añola cuantificación de calidad y contenido mi-neral del forraje, por razones económicas,
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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INIA
189
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
se redujo a un manejo frecuente, representa-do por cortes cada 30 días y uno menos fre-cuente, cortes cada 45 días, que en generalfue el que determinó los mayores rendimien-tos de forraje de las especies.
Con relación a la calidad se informan da-tos expresados en g/kg de proteína cruda(PC), fibra insoluble en detergente ácido(FDA), fibra insoluble en detergente neutro(FDN), cenizas (C), digestibilidad de la materiaorgánica (DMO). Respecto a la composiciónmineral se informan contenidos en g/kg de fós-foro (P), calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio(K), sodio (Na), azufre (S) y cloro (Cl).
Con el objetivo que los usuarios de la in-formación de calidad y contenido mineral delforraje se ubiquen en el estado de la pastura,en cada caso, y puedan extrapolar la mismacon mayor grado de seguridad, se anexaronpara cada situación una serie de variablescon sus correspondientes parámetros des-criptivos del estado de la pastura en cadaperíodo del año y la edad del o los rebrotescorrespondientes. Por las razones expues-tas se presenta información respecto al fo-rraje en términos de: frecuencia de corte apli-cada (F), estación (E) del año (V=verano,O=otoño, I=invierno y P=primavera, seguidapor un número que indica la edad de la pas-tura, 1=primer año, 2=segundo año, etc.), laaltura (A) de la pastura en cm desde el niveldel suelo, promedio de los cortes realizadosdentro de cada manejo por estación, rendi-miento de forraje por estación (R), porcenta-je promedio de materia seca para los cortesrealizados, densidad del forraje en kgMS/cmde altura por encima de los 4 cm desde elnivel de suelo, es decir, dentro del horizontede pastoreo. En las situaciones que no sedispone de información se indica sin dato(sd). En el manejo de cortes de 60+30 días,la altura y densidad del forraje correspondenal primer rebrote de 60 días, la informaciónrestante comprende el promedio ponderadode los dos rebrotes (60+30días).
Los datos sobre calidad del forraje fueronrealizados por el Laboratorio de NutriciónAnimal y la de minerales por el Laboratoriode Suelos, ambos de INIA La Estanzuela.
En los cuadros102 a 106 se muestra lainformación obtenida para las cinco legumi-nosas.
En el cuadro 107 se compara cada va-riable de calidad del forraje entre las cincoleguminosas. En la parte inferior se contras-tan las medias de cada año entre manejosy las dos últimas filas comparan medias ge-nerales de los tres años para las dos fre-cuencias de corte seleccionadas.
Con relación a la PC, con la excepciónde un solo valor, en TR-V3, manejo de cor-tes cada 45 donde la concentración fue muybaja, 109 g/kg, en las restantes situacio-nes todos los valores fueron iguales o ma-yores a los 160 g/kg (cuadro 107).
En promedio, a menores edades de re-brote las concentraciones de PC son ma-yores. Para los tres años evaluados LM fuela leguminosa de mayor concentración enPC, seguida por TB, siendo TR la que pre-sentó tenores menores. LM y TB en variassituaciones presentaron concentraciones dePC muy altas, entre 250 y 297 g/kg. La altaconcentración de PC en LM es un atributomuy resaltable por ser una leguminosa utili-zada en zonas extensivas donde las caren-cias proteicas son muy frecuentes. En ge-neral, las menores concentraciones de PCen el forraje se ubican en verano para TR,TB y LC y las mayores en invierno. LM pre-senta los contenidos superiores de PC enverano-otoño y AA tuvo comportamiento si-milar.
Con relación a la fibra, TB fue la legumi-nosa con menores tenores de FDA y FDNexplicado porque la mayoría del forraje co-sechado corresponde a los folíolos, conbajos tenores de fibra, siendo los pecíoloslos que aportan la fibra mayoritariamente enesta especie.
En general, las mayores edades de re-brote determinan un enriquecimiento en FDAy FDN, es decir en tejidos estructurales, sinembargo se verifican excepciones. En LMmuchas veces los rebrotes de 45 días posi-bilitan la aparición de nuevas hojas y tallosjóvenes comparativamente con el régimende cortes más estresante, cada 30 días. Eneste por limitaciones energéticas, cortes fre-cuentes, a pesar de tener menores edadesde rebrote, el forraje se enriquece en tallos,consecuencia de pequeños alargamientosde entrenudos existentes y por falta de cre-cimiento y/o desarrollo de nuevos brotes de-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
F E A R MS D g/kg
PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl
22 P1 19 4786 16 83 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 P1 23 5087 17 93 267 323 358 146 720 3,11 12,8 2,5 30,8 0,4 2,34 1,6 45 P1 25 4001 15 93 251 291 368 123 734 2,76 12,2 2,5 30,4 0,3 2,24 1,7
60+30 P1 31 2791 12 103 249 356 382 125 696 3,49 12,5 2,5 29,0 0,3 2,31 1,6
22 V1 10 1783 27 151 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 V1 11 2010 23 101 251 302 362 117 737 3,26 15,7 3,2 33,1 0,5 2,11 3,2 45 V1 14 1795 33 109 203 355 383 131 675 2,62 15,9 3,0 27,6 0,5 2,16 2,7
60+30 V1 21 1572 18 92 250 311 319 137 725 3,26 19,0 4,6 37,6 0,6 2,30 3,3
22 O2 11 1799 17 66 301 274 319 133 732 4,43 12,8 2,8 30,0 0,4 2,68 3,8 30 O2 15 2508 15 76 267 282 343 131 667 3,69 11,0 2,6 30,5 0,3 2,01 2,7 45 O2 21 2202 14 67 275 296 349 119 746 4,10 11,4 2,6 32,2 0,3 2,17 3,0
60+30 O2 25 1311 12 62 272 322 408 110 757 4,21 12,1 2,7 33,5 0,4 2,41 1,9
22 I2 9 848 18 48 326 267 352 115 768 4,49 11,6 2,6 27,0 0,2 2,36 2,8 30 I2 10 918 19 48 281 237 324 99 795 4,40 10,3 2,1 24,3 0,1 2,08 1,8 45 I2 15 1745 19 75 265 263 344 122 785 4,39 12,2 2,1 24,7 0,3 2,12 2,9
60+30 I2 sd 1745 19 sd 261 227 309 98 815 4,01 12,6 2,3 25,7 0,1 1,92 2,8
30 P2 12 2755 34 133 219 275 398 105 734 3,85 11,8 2,2 25,5 0,2 1,68 2,2
45 P2 14 2678 43 126 194 310 454 103 730 4,07 10,7 2,0 25,6 0,2 1,47 2,0
30 V2 6 501 29 114 201 331 429 174 723 3,31 15,1 3,0 20,5 0, 5 1,97 2,3
45 V2 6 428 23 98 169 396 467 161 738 2,71 18,3 3,7 22,7 1,0 sd 1,8
30 O3 13 2292 21 72 247 270 420 118 788 3,31 14,7 3,2 29,3 0,9 1,97 2,9
45 O3 16 1934 23 96 240 305 491 110 772 3,25 16,0 3,4 30,5 0,9 1,94 2,9
30 I3 12 2026 20 85 278 274 415 131 784 3,73 16,2 3,0 29,2 0,8 2,08 2,9
45 I3 13 2227 18 147 265 240 346 115 796 3,68 16,9 3,1 32,1 0,8 2,50 3,1
30 P3 14 3118 22 106 219 297 361 97 790 3,15 14,0 2,7 30,3 1,0 sd 3,7
45 P3 17 3366 25 134 205 320 392 101 756 3,09 14,7 2,6 30,3 0,9 sd 3,5
30 V3 9 522 26 32 184 442 545 166 623 3,76 12,2 3,3 30,5 0,3 1,46 3,5
45 V3 12 627 24 39 188 469 529 280 664 3,53 08,6 3,0 35,8 0,2 1,49 3,6
Cuadro 102. Cuadro 102. Cuadro 102. Cuadro 102. Cuadro 102. Trébol blanco cv Estanzuela Zapicán. Calidad y contenido mineral del forraje endistintas estaciones del año y frecuencias de corte.
bido a las limitaciones energéticas dentro dela planta (FDA y FDN en P2, V2, O3). ConLC y AA puede ocurrir algo similar. En estasdos leguminosas de porte arbustivo, losrebrotes cada 45 días pueden dar oportuni-dad a una mejoría en la calidad del forrajeexistente determinada por un nuevo creci-miento basal, a partir de la corona, que seintegra al tapiz. Obviamente este rebrote, esde edad muy inferior al que se originó a par-tir del corte de 45 días, previo. Los creci-mientos de nuevos rebrotes a partir de lacorona generalmente se originan a conse-cuencia que el intervalo de manejo de 45días posibilita acumular buena cantidad dereservas a nivel de tallos, yemas, raíz ycorona y en general no deja envejecer exce-sivamente el área foliar. Concentraciones deFDN superiores a los 550 g/kg, que podríanlimitar el consumo voluntario, se registraronen pocas situaciones.
Las mayores concentraciones de mate-ria orgánica digestible (DMO) se registraronen TB, leguminosa con menores contenidosde órganos estructurales en el horizonte depastoreo, en tanto las menores ocurrieron enLM. Estacionalmente, en TR los valores su-periores de DMO se ubican en invierno y losmenores a fines de primavera-verano, con-secuencia de altas temperaturas y mayorproporción de tallos. En LM los registrossuperiores se ubican en otoño y los meno-res en primavera. En LC y AA en general laDMO disminuye en verano, sin embargo elcrecimiento de rebrote basal puede generardistorsiones.
Mayoritariamente los rebrotes de mayoredad deprimen la DMO, aunque con TB estono siempre se cumple. Muchas veces, eda-des de rebrote de 45 días enriquecen conmayor número de folíolos el forraje y estosson generalmente de mayor tamaño, conse-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
F E A R MS D g/kg
PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl 22 P1 20 4661 20 74 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 P1 28 4804 21 69 216 391 426 184 662 2,68 13,2 2,6 27,1 0,3 1,51 1,6 45 P1 34 4592 20 75 199 430 478 129 626 2,82 12,6 2,5 32,6 0,3 1,83 1,7
60+30 P1 46 5195 16 124 186 462 489 127 597 2,66 14,7 2,5 30,7 0,5 1,75 1,9 22 V1 16 3612 29 83 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 V1 18 3187 26 76 205 460 470 203 565 2,65 18,2 2,8 23,5 0,3 1,15 1,3 45 V1 26 4210 32 103 183 415 430 163 611 2,36 15,6 2,5 24,6 0,3 1,12 1,0
60+30 V1 28 2496 32 104 175 556 564 204 498 1,95 17,0 2,4 22,1 0,3 0,75 1,0 22 O2 16 2703 17 58 272 357 360 184 684 4,37 14,9 3,6 31,9 0,3 2,65 2,4 30 O2 20 2946 16 61 234 395 420 238 665 3,37 13,1 3,0 24,5 0,5 1,77 2,3 45 O2 28 2687 14 57 239 413 434 197 667 3,66 14,7 3,1 30,7 0,4 1,42 2,4
60+30 O2 35 2037 14 66 248 433 460 118 625 4,45 14,0 2,9 31,1 0,2 2,27 2,6 22 I2 9 1069 19 57 289 358 398 180 673 4,71 13,4 3,0 28,0 0,4 2,41 3,0 30 I2 12 1176 18 46 282 274 361 109 741 4,31 13,9 2,6 25,2 0,7 2,17 2,7 45 I2 12 1268 20 75 259 294 394 131 737 4,24 13,4 2,5 27,0 0,1 2,18 3,1
60+30 I2 sd 1267 19 sd 248 268 390 106 765 4,12 12,5 2,5 30,7 0,2 1,89 2,4 22 P2 11 3765 26 141 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 P2 15 3870 33 117 213 294 411 117 723 3,71 16,2 2,9 32,0 0,1 1,83 2,6 45 P2 22 3503 29 98 178 322 402 121 686 2,81 16,2 2,4 23,1 0,2 1,44 2,2
60+30 P2 35 3454 31 86 254 319 411 105 744 3,39 13,0 2,3 29,0 0,1 1,56 2,4 30 V2 16 1770 30 45 199 430 507 134 630 3,15 18,1 3,3 24,0 0,5 1,68 2,3
45 V2 19 2103 29 71 166 507 534 116 561 2,67 17,1 3,0 25,0 0,7 sd 3,2
30 O3 11 1548 24 72 246 356 478 140 682 2,99 18,6 3,6 24,5 0,7 1,68 2,9
45 O3 16 1285 27 61 226 400 491 140 665 2,87 23,0 3,9 26,7 0,9 1,73 2,4 30 I3 8 1218 20 108 266 291 429 125 731 3,66 16,8 3,5 30,0 0,8 2,34 3,0
45 I3 11 1280 20 91 247 341 397 125 753 3,41 18,2 3,4 30,0 0,8 2,51 2,9
30 P3 16 1903 23 56 190 340 491 107 727 3,13 11,6 2,9 31,3 0,8 2,33 3,6
45 P3 20 1660 25 53 165 404 515 103 672 2,96 15,8 2,5 30,1 0,9 sd 3,4
30 V3 18 1089 27 24 164 478 605 182 586 3,13 13,2 2,9 25,4 0,3 1,12 3,4
45 V3 16 1466 34 63 109 626 588 475 534 1,73 9,9 3,0 15,7 0,2 1,44 2,2
Cuadro 103.Cuadro 103.Cuadro 103.Cuadro 103.Cuadro 103. Trébol rojo cv Estanzuela 116. Calidad y contenido mineral del forraje en distintasestaciones del año y frecuencias de corte.
cuencia de buenos niveles de reservas a ni-vel de los nudos de los estolones próximosa las yemas foliares.
DISTRIBUCIÓN EN EL ESPACIOY EVOLUCIÓN EN EL TIEMPODE LA CALIDAD Y CONTENIDOMINERAL DEL FORRAJE DELEGUMINOSAS SOMETIDAS ADISTINTAS FRECUENCIAS DECORTE
Frecuentemente en producción animalpuede requerirse aumentar las tasas de pro-ducción de carne, leche, lana, por animal,para lo cual generalmente se aumenta la ofer-ta de forraje por unidad de peso vivo. Conesta estrategia se permite que el animal se-
leccione, aumenta la calidad del forraje con-sumido y consecuentemente la producciónpor cabeza. Con este objetivo se seleccio-nó para el manejo de cortes cada 45 días,en cuatro leguminosas y en distintos momen-tos del año la cuantificación de la calidaddel forraje y contenido mineral en tres estra-tos del tapiz. Estos representan la parte in-ferior, entre 1 y 5 cm, la zona media, (9 cm)y superior (14 cm) del mismo (cuadro 108).
Las concentraciones de PC y DMO au-mentan hacia los estratos superiores del ta-piz, donde se ubica el forraje de menor edad,en tanto, la fibra, FDA y FDN se incrementanhacia la parte basal del mismo, donde seubican las estructuras de sostén del forraje,tallos.
Nuevamente TB fue la especie con me-nores diferencias dentro del tapiz, especial-mente en DMO. Las especies de morfología
30 V3 9 522 26 32 184 442 545 166 623 3,76 12,2 3,3 30,5 0,3 1,46 3,545 V3 12 627 24 39 188 469 529 280 664 3,53 08,6 3,0 35,8 0,2 1,49 3,5
192
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
F E A R MS D g/kg
PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl
22 V1 9 1596 32 93 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 V1 12 1693 27 105 232 450 467 140 537 3,96 11,6 3,0 27,1 0,4 2,29 2,1 45 V1 17 1966 32 102 198 502 525 188 501 3,32 11,8 2,9 23,1 0,4 1,98 1,5
60+30 V1 24 1656 19 83 224 425 439 140 570 2,92 12,5 3,7 39,5 0,6 2,42 4,3
22 O2 12 2568 15 81 280 365 431 131 756 4,42 11,5 2,6 32,4 0,6 2,36 2,0 30 O2 14 2899 14 96 291 316 365 127 693 4,14 10,3 2,5 31,8 0,4 2,41 2,5 45 O2 20 2585 13 81 274 352 448 121 711 3,34 11,4 2,8 31,6 0,4 2,12 2,6
60+30 O2 26 1294 11 59 263 358 461 123 676 4,36 12,7 2,5 30,5 0,3 2,26 2,7
22 I2 5 475 18 141 304 314 447 132 698 4,19 12,3 2,4 26,9 0,4 2,45 2,4 30 I2 5 461 16 144 268 294 415 125 717 4,00 11,3 2,1 23,2 0,3 2,33 2,4 45 I2 7 442 23 70 264 325 430 125 673 4,07 11,0 2,2 24,8 0,4 2,22 2,5
60+30 I2 sd 442 21 sd 227 290 325 94 794 3,26 12,7 2,0 22,7 0,4 1,78 3,1
22 P2 8 1730 24 104 310 280 385 115 717 3,96 10,4 2,3 30,7 0,2 2,79 2,2 30 P2 12 2758 23 113 257 292 388 112 662 3,54 9,6 2,5 27,4 0,2 2,58 1,7 45 P2 12 2078 24 115 247 298 422 113 688 3,85 10,3 2,7 31,7 0,2 2,52 1,8
60+30 P2 23 2406 30 116 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd
30 V2 11 1304 27 73 206 476 558 147 536 3,81 11,3 2,6 25,5 0,6 1,97 2,5
45 V2 14 1142 23 50 218 426 509 118 572 3,47 13,2 2,6 23,7 0,9 2,03 2,2
30 O3 12 1783 20 80 256 469 549 181 605 3,35 14,8 3,3 34,2 1,1 2,47 3,2
45 O3 16 1908 22 98 250 415 524 131 596 3,57 14,5 3,0 37,2 1,1 2,39 3,2
30 I3 8 2083 18 203 297 328 405 112 762 3,85 13,4 2,9 30,4 0,9 2,57 2,2
45 I3 10 2006 17 172 281 290 386 120 759 3,98 14,4 2,5 31,0 0,8 2,66 2,4
30 P3 14 2747 19 100 257 357 414 112 663 3,28 10,3 2,9 32,6 1,3 sd 3,9
45 P3 16 2624 22 105 239 380 422 124 630 3,02 11,7 2,8 36,0 1,3 sd 4,2
30 V3 17 3498 23 70 208 508 563 179 494 3,52 12,0 3,0 27,6 0,3 1,47 3,0
45 V3 18 2007 22 87 198 556 584 233 428 3,69 9,8 3,6 22,4 0,3 1,35 3,1
Cuadro104.Cuadro104.Cuadro104.Cuadro104.Cuadro104. Lotus uliginosus cv Grasslands Maku. Calidad y contenido mineral del forraje endistintas estaciones del año y frecuencias de corte.
F E A R MS D g/kg
PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl
22 P1 18 3217 16 59 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 P1 25 4223 17 69 235 376 381 158 638 3,32 10,8 2,5 33,6 0,3 2,06 2,1 45 P1 28 4767 16 91 212 367 380 122 634 2,78 11,6 2,5 30,5 0,2 2,25 2,4
60+30 P1 40 5210 18 145 192 460 465 115 568 1,94 09,5 2,1 31,4 0,2 1,99 1,8 22 V1 16 3152 24 69 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 V1 20 3092 19 66 220 367 400 148 622 3,02 13,4 2,8 29,7 0,3 2,10 1,7 45 V1 28 4266 29 109 160 446 457 141 579 2,29 10,8 2,5 29,0 0,3 1,01 1,5
60+30 V1 36 2755 25 86 176 467 476 144 547 2,22 13,0 2,5 31,4 0,2 1,26 1,8
22 O2 12 1615 18 51 256 338 363 174 696 5,60 11,3 2,8 37,6 0,5 3,10 3,4 30 O2 14 2005 18 68 246 374 424 163 682 4,21 11,0 2,4 33,8 0,4 2,55 3,2 45 O2 22 2447 15 72 248 382 405 160 625 4,08 12,6 3,0 33,5 0,3 2,52 3,1
60+30 O2 26 2247 17 102 225 499 517 116 524 3,77 13,6 2,7 27,8 0,3 2,41 2,8
22 I2 6 512 20 69 274 396 407 153 614 4,59 11,8 2,4 28,7 0,5 2,93 3,4 30 I2 7 565 21 59 264 317 364 122 693 4,03 10,2 2,2 26,8 0,3 2,61 3,1 45 I2 8 547 22 65 252 331 362 133 684 4,03 10,8 2,3 31,7 0,8 2,67 3,9
60+30 I2 sd 547 19 sd 233 235 317 112 742 3,75 12,5 2,3 26,8 0,3 2,12 3,7
22 P2 13 3218 21 85 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 P2 19 3804 21 83 255 299 346 136 720 3,49 9,1 2,2 34,5 0,2 2,40 2,4 45 P2 29 4950 23 102 194 380 424 122 660 2,18 8,0 1,8 25,8 0,2 1,77 1,7
60+30 P2 37 5534 24 96 207 341 386 134 692 2,96 8,5 1,8 36,2 0,2 2,28 2,1 30 V2 18 2358 29 43 174 448 549 132 617 2,72 11,1 2,5 24,0 0,5 1,75 2,4
45 V2 21 2590 23 75 179 418 533 109 642 2,62 8,6 2,8 24,6 0,7 1,93 2,1
30 O3 12 1174 24 52 241 387 509 148 667 3,30 14,7 3,4 30,0 0,8 2,02 3,4
45 O3 20 1686 27 49 241 401 510 126 696 3,32 14,8 3,6 35,5 0,7 2,10 3,8 30 I3 5 127 18 42 259 367 419 152 692 3,98 13,9 3,0 34,9 1,1 2,73 2,7
45 I3 13 1107 20 60 238 388 515 155 646 3,82 14,2 3,1 31,6 0,9 2,58 2,7
30 P3 20 3262 22 67 234 328 434 116 747 3,19 10,7 2,3 28,8 0,9 sd 4,0 45 P3 27 3646 21 79 223 362 436 121 711 2,90 10,2 2,3 33,7 0,9 sd 4,1
30 V3 24 3422 22 58 169 469 552 130 597 3,35 11,0 2,8 28,1 0,2 1,28 3,2
45 V3 28 4021 28 92 160 472 593 103 545 2,97 12,4 2,8 22,5 0,1 1,06 2,7
Cuadro 105. Cuadro 105. Cuadro 105. Cuadro 105. Cuadro 105. Lotus corniculatus cv INIA Draco. Calidad y contenido mineral del forraje en distin-tas estaciones del año y frecuencias de corte.
INIA
193
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
F E A R MS D g/kg
PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl
22 V1 20 2710 28 50 sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd sd 30 V1 26 2829 24 44 225 339 352 156 671 3,42 16,9 2,3 31,8 0,3 2,57 1,3 45 V1 35 3338 33 sd 193 382 399 192 649 2,53 15,7 2,3 26,0 0,4 1,61 1,1
60+30 V1 45 2247 27 55 202 366 434 136 622 2,98 16,5 2,2 31,6 0,2 2,02 1,5
22 O2 16 1721 18 36 276 261 343 168 651 5,54 13,3 2,7 33,9 0,2 3,41 3,4 30 O2 25 2797 19 46 240 334 394 172 627 4,59 14,7 2,3 31,5 0,4 2,16 3,0 45 O2 35 2587 22 42 232 338 443 153 644 4,42 18,0 2,4 32,1 0,4 2,46 3,4
60+30 O2 38 1664 25 49 219 386 475 123 598 4,11 13,8 2,2 26,1 0,4 2,47 2,6
22 I2 10 757 19 32 292 311 359 183 652 4,39 13,8 2,6 30,5 0,5 2,96 2,7 30 I2 16 877 20 23 294 263 344 128 736 4,15 13,6 2,2 28,7 0,4 2,80 2,4 45 I2 18 1499 21 51 252 317 415 152 680 3,78 12,9 2,1 26,7 0,4 2,09 2,5
60+30 I2 sd 1500 22 sd 241 264 349 124 708 3,60 13,5 1,9 28,5 0,4 2,34 2,3 30 P2 22 2885 29 51 248 294 354 149 728 3,18 13,7 2,1 30,4 0,2 3,13 2,4
45 P2 28 3914 36 84 198 342 401 148 701 2,64 15,3 1,9 28,5 0,2 2,29 2,0
30 V2 25 2791 29 40 205 383 458 150 680 3,29 19,8 2,4 27,0 0,6 2,44 2,3 45 V2 39 2486 27 41 203 437 511 126 661 3,26 18,3 2,1 25,0 0,8 2,10 1,9
30 O3 25 2751 24 50 242 367 461 145 683 3,79 19,8 3,1 34,9 0,9 2,34 3,4
45 O3 29 2220 29 59 206 414 522 142 681 3,48 22,8 2,8 32,0 0,9 1,93 3,6
30 I3 16 1607 20 46 275 351 445 173 690 3,93 16,9 3,1 30,5 0,8 2,63 3,1
45 I3 23 2149 19 61 262 337 380 149 700 4,01 18,3 3,0 32,6 0,9 2,91 3,3
30 P3 29 4305 24 76 242 319 356 132 762 3,07 14,5 2,2 32,6 0,9 2,90 3,7
45 P3 44 4807 25 61 227 327 382 126 754 3,05 17,5 2,1 30,8 0,8 2,91 3,9
30 V3 34 4027 26 47 175 461 515 161 585 3,83 15,3 2,3 27,9 0,2 1,32 3,3
45 V3 38 5407 32 79 194 490 549 177 577 3,83 15,7 2,4 26,8 0,2 1,44 3,2
Cuadro 106. Cuadro 106. Cuadro 106. Cuadro 106. Cuadro 106. Alfalfa cv Estanzuela Chaná. Calidad y contenido mineral del forraje en distintasestaciones del año y frecuencias de corte.
TR TB LM LC AA TR TB LM LC AA TR TB LM LC AA TR TB LM LC AA F E PC PC PC PC PC FDA FDA FDA FDA FDA FDN FDN FDN FDN FDN DMO DMO DMO DMO DMO
30 P1 216 267 232 235 225 391 323 450 376 339 426 358 467 381 352 662 720 537 638 671
45 P1 199 251 198 212 193 430 291 502 367 382 478 368 525 380 399 626 734 501 634 649
30 V1 205 251 291 220 240 460 302 316 367 334 470 362 365 400 394 565 737 693 622 627
45 V1 183 203 274 160 232 415 355 352 446 338 430 383 448 457 443 611 675 711 579 644
30 O2 234 267 268 246 294 395 282 294 374 263 420 343 415 424 344 665 667 717 682 736 45 O2 239 275 264 248 252 413 296 325 382 317 434 349 430 405 415 667 746 673 625 680
30 I2 282 281 257 264 198 274 237 292 317 342 361 324 388 364 401 741 795 662 693 701
45 I2 259 265 247 252 205 294 263 298 331 383 394 344 422 362 458 737 785 688 684 680
30 P2 213 219 206 255 203 294 275 476 299 437 411 398 558 346 511 723 734 536 720 661
45 P2 178 194 218 194 242 322 310 426 380 367 402 454 509 424 461 686 730 572 660 683
30 V2 199 201 256 174 206 430 331 469 448 414 507 429 549 549 522 630 723 605 617 681
45 V2 166 169 250 179 275 507 396 415 418 351 534 467 524 533 445 561 738 596 642 690 30 O3 246 247 297 241 262 356 270 328 387 337 478 420 405 509 380 682 788 762 667 700 45 O3 226 240 281 241 242 400 305 290 401 319 491 491 386 510 356 665 772 759 696 762
30 I3 266 278 257 259 227 291 274 357 367 327 429 415 414 419 382 731 784 663 692 754
45 I3 247 265 239 238 175 341 240 380 388 461 397 346 422 515 515 753 796 630 646 585 30 P3 190 219 208 234 194 340 297 508 328 490 491 361 563 434 549 727 790 494 747 577 45 P3 165 205 198 223 225 404 320 556 362 339 515 392 584 436 352 672 756 428 711 671 30 V3 164 184 232 169 193 478 442 450 469 382 605 545 467 552 399 586 623 537 597 649
45 V3 109 188 198 160 240 626 469 502 472 334 588 529 525 593 394 534 664 501 545 627 Medias
30 Año 1 211 259 262 228 233 426 313 383 372 337 448 360 416 391 373 614 729 615 630 649
45 Año 1 191 227 236 186 213 423 323 427 407 360 454 376 487 419 421 619 705 606 607 647
30 Año 2 232 242 247 235 225 348 281 383 360 364 425 374 478 421 445 690 730 630 678 695
45 Año 2 211 226 245 218 244 384 316 366 378 355 441 404 471 431 445 663 750 632 653 683
30 Año 3 217 232 249 226 219 366 321 411 388 384 501 435 462 479 428 682 746 614 676 670
45 Año 3 187 225 229 216 221 443 334 432 406 363 498 440 479 514 404 656 747 580 650 661 30 222 241 250 230 224 371 303 394 373 367 460 396 459 438 423 671 736 621 668 676
45 197 226 237 211 228 415 325 405 395 359 466 412 478 462 424 651 740 606 642 667
Cuadro 107.Cuadro 107.Cuadro 107.Cuadro 107.Cuadro 107. Comparación de parámetros de cuatro variables relacionadas con calidad deforraje (g/kg) en cinco leguminosas cortadas cada 30 y 45 días.
194
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 108. Cuadro 108. Cuadro 108. Cuadro 108. Cuadro 108. Distribución de la calidad y contenido mineral en tres estratos del tapiz para cuatroleguminosas en distintos momentos del año en la frecuencia de cortes cada 45días.
Estrato en cm Mes
g/kg PC FDA FDN C DMO P Ca Mg K Na S Cl
TR 1 5 Mayo 248 408 556 125 706 3,56 15,1 3,2 34,9 0,2 1,92 4,3 TR 5 9 Mayo 320 310 425 112 773 3,11 15,5 3,2 32,2 0,2 2,16 3,7 TR 9 14 Mayo 319 232 359 94 798 3,58 14,3 3,0 25,7 0,2 2,13 2,5 TR 1 5 Julio 183 437 559 209 621 2,62 12,0 2,9 19,9 0,2 1,54 2,5 TR 5 9 Julio 220 300 421 114 728 2,85 12,8 3,0 25,2 0,1 1,49 2,8 TR 9 14 Julio 246 248 484 98 762 3,02 13,2 3,1 23,7 0,1 1,84 2,5 TR 1 5 Marzo 176 459 544 112 573 2,89 14,0 2,6 29,3 0,5 1,83 3,4 TR 5 9 Marzo 233 385 472 114 704 3,40 14,5 3,2 34,9 0,5 2,45 4,0 TR 9 14 Marzo 293 348 469 112 734 3,20 15,2 3,3 30,3 0,5 3,31 3,6 TR 1 5 Junio 198 393 430 118 681 2,79 16,2 2,6 30,5 0,6 2,55 5,1 TR 5 9 Junio 244 254 335 117 757 2,98 15,6 2,8 30,8 0,7 2,50 4,8 TR 9 14 Junio 308 260 372 97 778 3,61 14,2 2,9 28,1 0,6 3,21 3,8 TR 1 5 Octubre 166 403 528 113 610 3,30 18,2 2,5 28,2 0,5 1,74 3,9 TR 5 12 Octubre 181 327 437 119 741 3,64 17,5 2,6 36,3 0,5 1,82 3,5 TR 12 16 Octubre 236 286 394 103 740 3,29 14,4 2,6 32,1 0,4 2,28 3,4 TB 1 5 Mayo 253 308 494 107 794 3,33 12,3 2,7 36,1 0,2 1,78 3,1 TB 5 8 Mayo 262 241 310 103 807 3,33 12,5 2,6 32,1 0,3 1,75 3,3 TB 8 12 Mayo 290 233 371 98 795 3,14 14,7 2,9 34,4 0,4 2,44 2,6 TB 1 5 Julio 225 360 472 114 791 3,68 13,8 2,6 34,0 0,2 1,46 3,1 TB 5 12 Julio 238 318 397 109 831 3,73 12,8 2,6 35,3 0,2 1,43 3,2 TB 12 18 Julio 285 229 413 96 832 3,75 11,7 2,5 28,8 0,2 1,95 2,4 TB 1 5 Marzo 294 216 399 98 804 3,26 11,9 2,9 4,34 0,05 1,97 4,0 TB 5 9 Marzo 247 279 442 113 801 3,51 12,4 3,0 4,01 0,05 2,51 4,0 TB 9 15 Marzo 205 342 455 121 771 3,86 11,4 3,0 3,31 0,05 3,06 2,9 TB 1 5 Junio 192 342 348 118 789 3,08 14,7 2,4 3,73 0,06 1,96 5,7 TB 5 12 Junio 211 278 363 118 817 3,22 14,2 2,6 3,94 0,07 2,13 6,3 TB 12 20 Junio 278 223 382 108 820 3,75 13,9 2,8 3,53 0,06 2,61 5,1 TB 1 5 Octubre 178 363 408 103 743 3,81 14,8 2,4 3,26 0,04 1,75 4,3 TB 5 15 Octubre 181 386 394 111 776 3,91 14,4 2,4 3,60 0,04 1,70 4,6 TB 15 23 Octubre 243 287 304 96 764 4,05 11,7 2,4 3,22 0,04 2,16 3,1 LC 1 5 Mayo 240 375 460 116 711 3,22 11,3 2,8 3,73 0,02 2,31 3,4 LC 5 9 Mayo 265 260 389 112 789 3,53 12,0 2,8 3,76 0,02 2,42 3,4 LC 9 13 Mayo 302 208 327 110 779 3,62 10,0 2,5 3,66 0,02 2,50 3,3 LC 1 5 Julio 218 365 565 120 689 3,66 10,0 2,5 3,20 0,02 1,84 3,0 LC 5 9 Julio 245 255 499 110 784 3,82 11,1 2,7 3,54 0,02 2,32 3,5 LC 9 13 Julio 256 254 400 103 805 3,30 12,4 2,6 3,13 0,02 2,50 3,3 LC 1 5 Marzo 151 491 582 95 499 3,04 09,9 2,1 3,13 0,05 1,81 3,8 LC 5 10 Marzo 226 378 518 120 707 3,25 12,2 2,8 3,54 0,05 3,06 5,3 LC 10 18 Marzo 293 259 484 110 783 3,77 12,2 2,9 4,01 0,05 3,57 4,8 LC 1 5 Octubre 180 507 559 101 558 3,19 11,0 2,2 3,24 0,04 2,52 3,7 LC 5 16 Octubre 214 362 429 106 709 3,38 09,8 2,4 4,22 0,04 2,41 4,3 LC 16 24 Octubre 27 300 335 103 773 3,72 09,1 2,5 3,94 0,04 2,97 5,1 AA 1 5 Mayo 212 424 577 122 639 3,16 13,2 2,2 3,47 0,03 1,68 2,5 AA 5 15 Mayo 225 380 583 126 713 3,18 15,4 2,7 4,35 0,05 2,21 3,5 AA 15 25 Mayo 306 300 580 121 769 3,69 15,5 2,5 3,72 0,03 2,69 2,7 AA 25 33 Mayo 336 291 512 113 808 3,75 15,5 2,4 3,33 0,03 3,40 2,6 AA 1 5 Julio 219 453 546 151 656 3,58 12,7 2,2 2,86 0,03 1,95 1,9 AA 5 15 Julio 237 419 509 116 706 3,24 13,2 2,3 3,81 0,02 2,59 2,6 AA 15 25 Julio 304 348 462 111 807 3,78 13,3 2,6 3,70 0,02 2,61 3,2 AA 25 33 Julio 355 299 438 101 816 3,36 13,1 2,4 2,73 0,02 2,94 2,1
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
AA 1 5 Marzo 159 508 610 112 501 2,98 16,3 1,8 2,90 0,06 2,03 2,7 AA 5 15 Marzo 172 439 556 118 628 3,55 12,6 1,8 4,39 0,06 2,03 3,8 AA 15 25 Marzo 200 411 507 121 684 3,60 12,7 2,1 3,83 0,05 2,57 4,0 AA 25 37 Marzo 298 240 394 112 781 3,33 15,1 2,6 3,81 0,05 3,82 4,0 AA 1 5 Junio 224 419 504 106 621 2,89 14,9 1,8 2,88 0,05 2,76 4,1 AA 5 15 Junio 265 322 394 118 747 3,29 21,8 1,9 3,06 0,06 3,89 5,0 AA 15 25 Junio 291 237 432 117 774 3,20 20,7 1,8 2,92 0,06 3,69 4,9 AA 1 5 Octubre 154 552 618 89 473 3,42 13,4 1,6 2,37 0,04 1,41 2,4 AA 5 16 Octubre 158 480 540 110 618 3,90 12,0 1,7 3,91 0,04 1,25 3,8 AA 16 27 Octubre 236 396 423 126 723 3,85 16,8 2,2 4,23 0,04 2,12 4,5 AA 27 37 Octubre 311 313 358 114 785 4,08 16,6 2,2 3,58 0,04 2,58 4,1
Cuadro 108 continuación
arbustiva, incrementan las diferencias encalidad entre los distintos estratos del forra-je en la medida que la altura del tapizincrementa.
COMENTARIOS GENERALES
Este trabajo brinda elementos para reali-zar comparaciones estrictas entre las bon-dades y carencias de las leguminosas másutilizadas en el país, no solamente en térmi-nos de aspectos relacionados con la produc-ción de forraje y sus respuestas frente a laaplicación de distintas estrategias de mane-jo, sino que además otorga elementos sobreaspectos relacionados con la calidad del fo-rraje y contenido mineral, donde se trataronde minimizar los factores que originandistorsiones cuantitativas.
La información referente a rendimientostotales y estacionales de forraje, en siste-mas de rotación de corta, media o de largaduración, la plasticidad y sensibilidad pro-ductiva diferencial frente a estreses ambien-tales generados por el clima o el hombre delas distintas leguminosas, posibilita a losasesores técnicos sobre una base cuantita-tiva, establecer además de niveles de pro-ducción en los cuales se quiere actuar endeterminado sistema productivo, los nivelesde seguridad o riesgo que se quieran asu-mir.
No debe pasar desapercibido, que conti-nuamente se resaltan argumentos que inten-tan que a nivel país, en suelos aptos paraalfalfa, que cubren una superficie muy su-perior a la que comúnmente se piensa, semaximice y generalice el uso de buenoscultivares de alfalfa. Con esto, los produc-tores y el país, elevarán significativamenteel potencial de producción, se deprimirán lasnecesidades del uso de suplementos mejo-rando las economías, y se minimizarán losdos principales estreses para la producciónde forraje: deficiencias hídricas y altas tem-peraturas. El uso de cultivares adecuadosde esta especie bajará riesgos productivosy consecuentemente económicos, mejoran-do la rentabilidad de los sistemas y el país.
En los suelos con limitaciones para alfal-fa, se documentó con algunas falencias ynecesidades de mayor cuidado en el mane-jo del pastoreo, que existen especies comoLotus INIA Draco que también posibilitan al-tos registros productivos, ayudado por otrasmás plásticas e insensibles como trébol blan-co y rojo.
Probablemente la investigación deba in-tensificarse en el tema de leguminosas per-sistentes para ambientes limitantes en zo-nas que deberán pasar de la extensividadactual a niveles de producción animal inten-sivos mediante la concreción de nuevas op-ciones.
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INIA
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V. FACTORES RELACIONADOS CON LACOMPOSICIÓN DE MEZCLAS
FORRAJERAS, INCLUSIÓN DEGRAMÍNEAS ANUALES, AUMENTO DE
DENSIDADES DE SIEMBRA,FERTILIZACIÓN, VARIABLES
AMBIENTALES, TIPO DE ABRESURCO
INTRODUCCIÓN
Cuando se siembran mezclas forrajerascuyo objetivo principal es de larga duración,frecuentemente se adiciona un segundo as-pecto consistente en aumentar la precoci-dad de las primeras entregas de forraje y losrendimientos en el primer año, para lo cualse les adiciona avena o trigo o raigrás, tantode ciclo corto como largo.
Los ciclos de crecimiento de los mate-riales de raigrás y consecuentemente losmomentos de máxima interferencia e inten-sidad de la misma, medida por las capaci-dades de crecer en determinado período pue-den ser muy diferentes.
Tomando como referencias representati-vas de esos grupos un raigrás de ciclo cor-to y de floración temprana como Estanzuela284 y otro de ciclo largo y floración más tar-día como INIA Titán; en el cuadro 109 semuestra la producción estacional promediode varios años (García, 2003).
La muy alta capacidad de producción delraigrás de ciclo largo del tipo INIA Titán du-rante primavera y hasta fines de la misma,sumado a la alta densidad del tapiz que ori-
gina, determina un sombreado e interferen-cia muy importante sobre las especies me-nos competitivas, con menor crecimientoinicial. Una vez que estos materiales culmi-nan su ciclo a fines de primavera, las espe-cies de crecimiento inicial más lento, queconstituyen la fracción deprimida por la in-terferencia, entran al inicio de verano conbajo vigor, crecimiento y desarrollo, tantoaéreo como radicular. De registrarse duran-te verano períodos secos y con altas tem-peraturas, muchas de las especies remanen-tes con bajo vigor pueden morir o crecer amuy baja tasa. Estos eventos repercutensobre la capacidad futura de producción dela mezcla y obviamente sobre el riesgo deinversión en determinada tecnología.
Según las situaciones, la performanceposterior de la asociación puede ser normalsi la interferencia previa no fue excesiva yel ambiente posterior fue favorable, mientrasque en ambientes menos favorables (factorpoco predecible) la capacidad productivaestará por debajo de lo normal, tanto máscuanto mayor haya sido el estrés previo,hasta el extremo que con alguna frecuencialas praderas fracasan por exceso de morta-lidad de sus componentes.
Cuadro 109. Cuadro 109. Cuadro 109. Cuadro 109. Cuadro 109. Producción estacional de verdeos en siembra con preparación convencio-nal del suelo. Datos promedio de 1995 a 2001. Adaptado de García, J. 2003.
Avena 1095a Raigrás LE 284 Raigrás INIA Titán Otoño 1448 829 863
Invierno 2497 3418 3205 Primavera 2691 3117 4748
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Otro de los aspectos a considerar cuan-do se siembran juntas gramíneas y legumi-nosas radica en la probable existencia deefectos alelopáticos entre las mismas,
Hoveland (1964); Cheng y Millar (1995);Peters y Luu (1985). Por razones de simpli-cidad operativa, frecuentemente cuando seplanta en líneas se mezcla previamente lasemilla de gramíneas y leguminosas, razónpor la cual se siembran mezclas. La separa-ción de las leguminosas de las gramíneas,implica la siembra en surcos alternos. Ge-neralmente con esta tecnología se bajandensidades de siembra, se disminuyen oevitan algunos efectos alelopáticos iniciales,bajan los costos de instalación y se obtie-nen mejores poblaciones. Sin embargo, lasiembra en surco alterno muchas veces noes una técnica usada debido al argumentoque los animales en pastoreo son selecti-vos. Este tema se soluciona con el manejode la carga animal, pastoreo rotativo y asig-nación de forraje, de tal forma que se dismi-nuya la posibilidad de seleccionar por partede los animales. Esta estrategia de pasto-reo, además, posibilita mayores registros deproducción de forraje y producto animal porunidad de superficie.
Otras veces, para aumentar precocidady producción al primer año se mezclan legu-minosas con alto o mayor potencial de cre-cimiento inicial, por ejemplo trébol rojo y/oblanco, especies de rotaciones cortas omedias, donde además con el mismo objeti-vo se aumentan las densidades de siembra,con otras leguminosas de larga duración ymenor crecimiento inicial como pueden serlotus y/o alfalfa. Evidentemente en estassituaciones se pretenden altos rendimientosiniciales y además praderas productivas delarga duración. Es frecuente que generalmen-te se logre cabalmente uno de estos objeti-vos. Evidentemente, si esta alternativa fun-cionara siempre sería excelente, puesto quese obtienen dos objetivos contrastantes, pre-cocidad y larga duración en un solo operati-vo; lamentablemente en la práctica, loesperable es que se consiga en la mayorparte de las situaciones, lograr plenamentesolo uno de los objetivos.
A continuación se analizan una serie detrabajos realizados con objetivos simples que
se detallarán en los mismos, pero de altarelevancia práctica, a modo de advertenciaa los efectos de que por lo menos se losconsidere durante las etapas que implica latoma de decisiones para definir estrategiasa seguir y bajar riesgos de inversión.
DESCRIPCIÓN DE LOSEXPERIMENTOS
Las especies componentes de las mez-clas y las densidades de siembra utilizadasse detallan en los cuadros 110 y 112 (expe-rimentos E1 a E8). La producción de forrajeque se muestra corresponde a la acumula-ción de los rendimientos de otoño + invierno+ primavera del primer año (OIP), mientrasque la del segundo comprende verano + oto-ño + invierno (VOI). Las producciones se ex-presan en términos relativos tomando cadatestigo, representado por la mezcla sin rai-grás, como base 100%. Las especies ycultivares utilizados fueron: festuca cvEstanzuela Tacuabé (F), dactylis cv INIAOberón (D), trébol blanco cv EstanzuelaZapicán (TB), Lotus corniculatus cv SanGabriel o INIA Draco (LC), alfalfa cvEstanzuela Chaná o Crioula multiplicada porLa Estanzuela (AA), raigrás de ciclo cortocv Estanzuela 284 (RCC) y raigrás de ciclolargo cv INIA Titán (RCL). Las especies siem-pre fueron sembradas en líneas, a 19 cm,mediante sembradora de directa J. Deeremodelo 750, sobre suelo preparado en for-ma convencional (LC) o en directa (SD). Entodas las situaciones se fertilizó pre siem-bra, al voleo con fertilizadora de platos, con25-25-0 a razón de 100 kg/ha. Los sueloscorrespondían a brunosoles de los sistemasde producción, utilizados en rotación agrí-cola ganadera y pastoreo con bovinos parainvernada.
En tres experimentos (E9-10 y 11) seestudió el impacto de aumentar las densida-des de siembra de TB o TR, sobre los con-tenidos de AA o LC. En estos se utilizaronlos mismos procedimientos que en los ex-perimentos anteriores (E1 a E8), con la úni-ca diferencia que se utilizó como fertilizante100 kg/ha de 0-39-40-0.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En un experimento (E12) realizado de lamisma forma que los precedentes se con-trastó el efecto de la ocurrencia de altas pre-cipitaciones pos siembra, mediante simula-ción con riego, sobre distintas especiesforrajeras sembradas con dos tipos deabresurcos, monodisco angulado y doble dis-co desfasado.
Se informan también resultados de expe-rimentos donde se evaluó el impacto demejorar el nivel de nutrición mineral, concre-tamente nitrógeno en gramíneas y fósforoen leguminosas durante el año de instala-ción, sobre la producción y composición bo-tánica a futuro.
RESULTADOS
Inclusión de raigrás de ciclocorto o largo en mezclas de largaduración
La inclusión de raigrás en las mezclassiempre originó aumentos en la producciónde forraje en el primer año, estos variaronentre un mínimo de 9 a un máximo de 44%.La información confirma que el objetivo porel cual se introduce la gramínea anual enlas mezclas se cumple. Mientras que la adi-ción de 10 kg/ha de RCC incrementó enpromedio la producción del primer año en
25%, el hecho de pasar a una densidad a20 kg/ha, determinó en media un incremen-to de 35% (cuadro 110).
La inclusión de la menor densidad deRCL, 15 kg/ha, cantidad que en número desemillas por unidad de superficie es equiva-lente a los 10 kg del material de ciclo cortooriginó un aumento de rendimientos de fo-rraje en el primer año de 23%, en tanto quela mayor densidad del mismo incrementó laproducción en 39%.
Los momentos e intensidades de com-petencia variaron en los dos materiales deraigrás usados. En promedio para los expe-rimentos realizados (información no reporta-da) 284 produjo un 35 y 22% más que Titánen otoño e invierno respectivamente, sinembargo en primavera y hasta el final de lamisma, Titán produjo un 36% más que 284.Estas diferencias entre los cultivares de rai-grás referentes al momento que realizan lamayor interferencia es muy importante paralos componentes perennes de las mezclasforrajeras.
Existe información referente al manejo deestas especies en nuestro país que indicaque cuanto mayor es el nivel de interferen-cia que se aplica tarde en primavera y/o enverano, las repercusiones productivas nega-tivas sobre las especies deprimidas seincrementan. Precisamente, los mayores
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 110. 10. 10. 10. 10. Rendimientos relativos de mezclas forrajeras sin y con agregado de raigrás
Experimentos E1 E2 E3 E4 Año 1 2 1 2 1 2 1 2
Estaciones OIP VOI OIP VOI OIP VOI OIP VOI F 6 TB 2 LC 10 100 100 100 100 100 100 100 100
F 6 TB 2 LC 10 RCC 10 124 78 135 94 117 82 131 71 F 6 TB 2 LC 10 RCC 20 135 69 133 73 141 74 136 64 F 6 TB 2 LC 10 RCL 15 111 71 129 69 109 66 128 61 F 6 TB 2 LC 10 RCL 30 139 53 - - 137 58 - -
MDS 5% 11 9 13 10 14 12 15 8 Experimentos E5 E6 E7 E8
D 6 TB 2 LC 10 100 100 100 100 100 se 100 100 D 6 TB 2 LC 10 RCC 10 129 92 114 102 131 se 119 86 D 6 TB 2 LC 10 RCC 20 137 72 129 76 139 se 133 73 D 6 TB 2 LC 10 RCL 15 117 65 122 70 129 se 144 62 D 6 TB 2 LC 10 RCL 30 142 46 - - - - - -
MDS 5% 14 12 13 9 12 - 13 8
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rendimientos explicados por las contribucio-nes del raigrás en el primer año, determina-ron un grado superior de interferencia sobrelas forrajeras perennes. Consecuentementeéstas en el segundo año, en respuesta almayor estrés producido en el primero, depri-mieron su capacidad de producción, tantomás, cuanto mayor fue el grado de interfe-rencia previo. Es así que mientras el RCC,determinante del menor nivel de estrés com-petitivo en el primer año, deprimió solamen-te un 14% la producción en VOI del segundoaño con respecto al testigo (mezcla sin rai-grás), el hecho de aumentar la densidad deeste de 10 a 20 kg/ha, originó una disminu-ción superior, ubicada en 29%.
Teniendo presente que los niveles de dañoaumentan cuanto más tarde se realiza elestrés competitivo, resulta fácil entender quelos 15 kg/ha del RCL, originaron disminucio-nes de las mezclas en el segundo año delorden de 34%. El nivel máximo de interfe-rencia fue originado por los 30 kg/ha del RCL,equivalente en número de plantas a los20 kg del RCC. Las mermas de la alta den-sidad del RCL sobre la producción de lasmezclas en el segundo año fue en promediode 48%, o sea, las pasturas pasan a produ-cir prácticamente la mitad de su potencial.Los efectos de este material en alta densi-dad se cuantificaron solamente en tres si-tuaciones, puesto que los daños producti-vos que originan fueron consistentemente demagnitudes tan importantes, que anulan elobjetivo productivo principal que se definecuando se opta por una mezcla de larga du-ración.
Básicamente las menores produccionesdel segundo año originadas por la interferen-cia ejercida por el RCL en alta densidad seexplica por un raleo importante de plantasdurante fines de primavera y verano, que-dando, las que logran permanecer vivas,debilitadas y con bajo vigor. Se resalta quelas menores producciones se verifican enverano del segundo año y que en los experi-mentos durante este período se priorizó nodebilitar aún más el vigor de las plantas vi-vas remanentes, por lo cual la primeradefoliación fue realizada recién a fines deverano, decisión muy difícil de asumir a ni-vel de sistemas de producción.
Obviamente, si en condiciones comercia-les de producción sobreviene un verano ca-luroso y relativamente seco y estas plantasdebilitadas se pastorean durante el mismoantes que restablezcan su vigor, es altamen-te probable que la productividad futura deestas mezclas disminuya más aún. Eviden-temente que el pastoreo en estas etapas conpasturas debilitadas por interferencia,incrementarán las disminuciones de vigor ymermas productivas a futuro, de pasturasque por su composición deberían durar pro-ductivamente cuatro años o más.
Aparentemente, con mezclas forrajerasintegradas por especies que aseguran me-diana o larga duración, la inclusión de rai-grás sin duda que aumenta la precocidad yproducción del primer año. Sin embargo, losefectos depresivos residuales de la compe-tencia ejercida por estas especies anuales,una vez que desaparecen, sobre las espe-cies perennes cuestionan seriamente o porlo menos advierten los riesgos que se asu-men con la aplicación de esta tecnología,especialmente con materiales de RCL y al-tas densidades.
Seguramente que los aportes que reali-zan las especies anuales en el primer año,incluidas en mezclas de mediana a largaduración, podrían sustituirse por áreas deverdeos altamente productivos con el obje-tivo de obtener la misma cantidad de forrajeque aportan en las mezclas en superficiesequivalentes y de esta forma disminuir losriesgos y asegurar la productividad futura deestas asociaciones.
Alternativas para controlar la interferen-cia ejercida por raigrás sobre las restantesespecies componentes de las mezclas radi-can en no excederse en las densidades desiembra utilizadas de estas especies y ade-más controlar la interferencia mediante ladistribución de las especies en el espacio.En este sentido las leguminosas podríansembrarse en líneas separadas de lasgramíneas, tal como se mostraron resulta-dos en el capítulo II.
Mermas productivas en el segundo y ter-cer año originadas por la inclusión de rai-grás en mezclas forrajeras de mediana a lar-ga duración ya habían sido encontradas por
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Symonds (1969, 1978). En la misma temáti-ca, aumentos en las densidades de siembrade algunos componentes de las asociacio-nes también pueden elevar la capacidad deinterferencia de los mismos y deprimir a loscomponentes restantes. En este sentido, tra-bajos desarrollados por Zappe (1965); Díazy Moor (1980) referentes a incrementos enla densidad de siembra de gramíneas peren-nes corroboran estos hechos.
En la integración de mezclas forrajerasexisten muchos factores que pueden apar-tar en magnitud importante la composiciónde la asociación que se obtiene en la reali-dad, de la que se planificó. Sensibilidad di-ferencial a variables de ambiente, períodosmuy fríos o calientes, secos, excesivamen-te húmedos, encharcamiento, encostramien-to, tipo de suelos, sustancias provenientesde descomposición de rastrojos, o de espe-cies acompañantes, densidades de siembraentre las especies componentes de las aso-ciaciones, velocidades diferenciales de cre-cimiento entre las mismas, son factores quepueden ser neutros o incidir en forma impor-tante, positiva o negativamente, sobre los oalgunos componentes de las asociaciones.
Capacidad de crecimiento inicialdiferencial entre especies comofactor de interferencia
A partir de una secuencia amplia de ex-perimentos en siembra directa desarrolladasobre un número importante de años y si-tuaciones desarrollados en condiciones co-merciales de producción, estrictamente com-parativas entre especies (Formoso, 2007),puede establecerse un ordenamiento relati-vo entre las capacidades de crecimiento ini-cial en situaciones de chacras entre distin-tas especies forrajeras con calidades desemilla dentro del estándar (cuadro 111).
A partir de siembras de otoño y conside-rando como variable indicadora de capaci-dad de competencia el crecimiento acumu-lado desde la siembra hasta fin de invierno(30 de agosto) se verifica que AA en primerlugar y LC en segundo constituyen las dosespecies con menores tasas de crecimientoinicial (cuadro 111), es decir, especies quetienen menor capacidad de competencia enlas etapas iniciales de implantación.
Sin duda que la capacidad de crecimien-to inicial es solamente un atributo a tener encuenta referente a fuerza de interferencia delas especies y que existen muchos más, sinembargo este es simple de medir y brindauna idea general sobre este aspecto. Seobserva claramente que las diferencias decrecimiento inicial entre especies alcanzanmagnitudes lo suficientemente importantescomo para determinar ya desde la siembra,si no se utilizan densidades de siembra ade-cuadas entre las mismas, componentes al-tamente dominantes y otros deprimidos (cua-dro 111).
Impacto de la variación en lasdensidades de siembra sobre lafuerza de competencia
En el cuadro 112 se verifica que siempreque se aumentaron las densidades de siem-bra de TB o TR, se registraron disminucio-nes en los aportes productivos de las dosleguminosas restantes, LC y AA, de menorcapacidad de crecimiento inicial. Estos he-chos ya fueron comentados en el capítuloII. Debe tenerse presente que tanto LC comoAA, se comportan como especies comple-mentarias de TB o TR, especialmente de TB,por lo cual, durante verano del segundo año,presentan ventajas comparativas sobre lostréboles desarrollando mayores tasas de cre-
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1111111.1.1.1.1. Ordenamiento relativo a raigrás Estanzuela 284 tomado como base 100, de espe-cies forrajeras ordenadas en función del crecimiento acumulado entre la siembrade otoño y el 30 de agosto
Especie % Especie % Especie % Raigrás E. 284 100 Dactylis INIA Oberón 44 T. Rojo E 116 46 Raigrás INIA Titán 71 Festuca E. Tacuabé 37 Lotus INIA Draco 39 Avena LE 1095a 84 T. blanco E. Zapicán 41 Alfalfa E. Chaná 22
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MEZCLAS E9 E10 E11 P2 P2 P2
TB 1 + AA 12 33-67 36-64 24-76 TB 3 + AA 12 61-39 49-51 58-42 TR 4 + AA 12 36-64 47-53 39-61 TR 8 + AA 12 60-40 86-14 62-38
TR 8 + AA 12 (sa) 50-50 - - TB 1 + LC 12 34-66 39-61 39-61 TB 3 + LC 12 58-42 73-27 66-34 TR 4 + LC 12 31-69 - 35-65 TR 8 + LC 12 59-41 88-12 71-29
TR 8 + LC 12 (sa) 50-50 - -
Abresurco Raigrás 284
Festuca Tacuabé
Dactylis Oberón
T.rojo E116
T.blanco Zapicán
Lotus Draco
Alfalfa Chaná
Disco doble 91 55 51 45 64 66 22 Monodisco 100 82 69 66 72 73 39
cimiento, mejorando sustancialmente losaportes al rendimiento total de las mezclas.
Sin embargo, muchas veces los efectosde la interferencia inicial pueden determinarmuerte de individuos de los componentesdeprimidos, en cuyo caso, los efectosdetrimentales persisten durante el resto dela vida útil de la asociación. De aquí que elmanejo de la interferencia constituye un ele-mento importante a considerar con el objeti-vo de no aumentar riesgos a futuro de la pro-ductividad de las pasturas que se siembrancon determinados objetivos productivos es-pecíficos.
Entre los tres experimentos, el impac-to depresivo sobre el segundo componentede la asociación de aumentar las densida-des de siembra de TB o TR, varió, probable-mente debido a la incidencia que tienen so-bre las tasas de crecimiento de las espe-cies, modificaciones de ambiente, térmicos,hídricos u otros factores.
Factores del ambiente comomodificadores diferenciales de lafuerza de competencia entreespecies
Cuando pos siembra se registran perío-dos con altas precipitaciones, donde el sue-lo presenta elevados tenores de humedad yconsecuentemente disminuye la tasa de di-fusión del oxígeno y/o su contenido en elsuelo, muchas especies resienten su creci-miento (cuadro 113). En este aspecto, deta-lles como el tipo de abresurco empleado, porla forma en que trabajan y dejan los costa-dos laterales del surco, pueden generar di-ferencias importantes (cuadro 113). Informa-ción sobre estos aspectos fueron informa-dos por Formoso, 2007.
Considerando las especies, raigrás 284se comportó como la menos afectada porlos excesos de agua en el perfil de suelo,seguido por F y luego D (cuadro 113). Entre
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 112.12.12.12.12. Incidencia de la densidad de siembra deTB o TR, sobre los contenidos de AA o LCexpresados en porcentaje en la asociación.
P2 = rendimiento en setiembre+octubre+noviembre del segundoaño expresados en % de la contribución de cada especie.(sa)= siembra de cada componente en líneas alternas.
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 113.13.13.13.13. Producción relativa de forraje 100 días pos siembra en condiciones de suelosaturado, tomando como base 100 al raigrás 284 sembrado con abresurcomonodisco angulado.
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las leguminosas, AA es la menos tolerantea este tipo de situaciones, LC y TB presen-taron mejor comportamiento y TR fue inter-medio. En todas las situaciones el abresurcotipo doble disco desfasado que se utilizó,generó pátinas en los laterales del surco,determinando un ambiente con peor drena-je, donde todas las forrajeras disminuyeronsu producción con respecto al abresurco deltipo monodisco angulado. En este aspecto,raigrás fue la especie más tolerante. La in-formación presentada muestra como tambiénvariaciones de ambiente, por ejemplo sue-los muy húmedos, pueden generar cambiosen los equilibrios entre especies, debido adiferencias en los grados de tolerancia. Mues-tra además que "detalles" como el tipo deabresurco utilizado, también pueden gene-rar cambios importantes.
Efecto del nivel de nitrógeno ofósforo en alterar las relacionesde interferencia
En una misma asociación las dosis defertilización pueden originar cambios sustan-ciales en la composición botánica de lasmezclas, modificando los niveles de produc-ción en el primer año y repercutiendo pro-ductivamente sobre los siguientes.
En el cuadro 114 se muestran los efec-tos de la fertilización con distintas dosis deurea (46-0-0), o superfosfato concentrado(0-39-40-0) en el año de siembra sobre unamezcla sembrada en la última semana demarzo, en directa, compuesta por raigrásINIA Titán (12 kg/ha) y festuca Estanzuela
Tacuabé (8 kg/ha) sembradas ambasgramíneas en la misma línea y alternadascon líneas de trébol blanco EstanzuelaZapicán (2 kg/ha) y lotus INIA Draco(8 kg/ha) sembrados juntos en el mismo sur-co. El fósforo se aplicó al voleo previo a lasiembra, mientras que con urea se fertilizóal voleo a la siembra y luego de cada pasto-reo. Todas las parcelas correspondientes alos tratamientos de dosis de nitrógeno fue-ron fertilizadas con 40 kg P205/ha. Se usa-ron novillos de 325 kg de peso vivo duranteotoño e invierno. Las dosis aplicadas seespecifican en el cuadro 114. El suelo co-rrespondió a un brunosol con 4.8 ppm de fós-foro determinado por Bray 1, pertenecientea la unidad de producción intensiva de car-ne de INIA La Estanzuela.
Aumentos en las dosis de fósforo en elprimer año incrementaron la producción deforraje, explicada principalmente por los apor-tes superiores de TB en la medida que au-mentaba la dosis de fósforo (cuadro 114).Estos incrementos en la proporción de TB,determinaron disminuciones en las contribu-ciones de raigrás. F y LC operaron como es-pecies netamente deprimidas dentro de laasociación. Pese a que TB y LC presentanpotenciales de crecimiento inicial similares(cuadro 113), TB presenta alta capacidad derespuesta al fósforo potenciando con el cre-cimiento vigoroso de sus estolones la colo-nización de nuevas zonas. El hábito de cre-cimiento de sus folíolos con disposiciónplanófila y el crecimiento en altura de lospecíolos le permite cubrir con su área foliartotalmente el suelo y superponer su aparato
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 114.14.14.14.14. Efectos de dosis de fertilización con fósforo a la siembra o nitrógeno en otoño-invierno sobre la producción y composición botánica de una mezcla forrajera.
AÑO 1 AÑO 2 Dosis de P205 kgMS/ha Rg+F+TB+LC kgMS/ha F+TB+LC
0 5230 65-5-25-5 6820 11-35-54 40 6340 50-2-40-8 7540 15-44-41 80 7120 35-2-60-3 8960 9-67-24 120 7570 20-2-75-3 10830 7-78-15
Dosis de N 0 6340 50-2-40-8 7540 15-44-41
11.5+11.5+11.5 6990 60-2-27-11 7390 9-54-37 23+23+23 7440 69-1-21-9 6885 6-69-25 46+46+46 8120 81-0-18-1 6215 1-78-21
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foliar por encima de las restantes especies,sombreándolas y deprimiendo el crecimien-to de las mismas por carencia de luz. Deesta forma el fósforo lo convierte en el com-ponente dominante de la asociación. La in-tensidad de sombreado que TB puede ejer-cer sobre las restantes especies, principal-mente con LC y AA puede ocasionar un raleoprematuro de dichas especies debido a muer-te por estrés lumínico, especialmente en si-tuaciones de siembras tempranas.
En el segundo año, los rendimientos deforraje aumentan con las dosis de fósforoaplicadas en el primer año, también explica-dos por las contribuciones superiores de TBoriginadas por mayor disponibilidad de fós-foro. El dominio del TB determina depresio-nes en los aportes de F y LC, componentesdeprimidos de la asociación. Las mayoresdosis de aplicación de fósforo evolutivamen-te inducen a una dominación creciente deTB en desmedro de los restantes componen-tes de la mezcla. En estas situaciones losaportes de LC ocurren principalmente a fi-nes de primavera y verano, momentos quetemporalmente TB disminuye su fuerza decompetencia por efectos de altas tempera-turas y menores disponibilidades de agua enel suelo.
Con relación al incremento en la disponi-bilidad de nitrógeno en el primer año, ocu-rren procesos similares. En esta situaciónla especie privilegiada es el raigrás, cuyosaportes incrementan con las dosis de nitró-geno, en desmedro de los restantes compo-nentes de la mezcla, donde F y LC, realizanmuy bajos aportes. En el segundo año la si-tuación se invierte puesto que los tratamien-tos que menores tasas de fertilizaciónnitrogenada recibieron en el primer año, sonlos que realizan mayores aportes en el se-gundo año. La desaparición del raigrás a fi-nes del primer año, deja las mezclas congran distorsión de su composición botánica,tanto más cuanto mayor fue la dosis de fer-tilización con nitrógeno el primer año, esdecir cuanto mayor fue la presencia y con-tribución del raigrás en el mismo.
Con las mayores dosis de fertilizantenitrogenado aplicado el primer año, TB deberecolonizar nuevamente los huecos dejadospor el raigrás ausente, estos procesos has-
ta que no se completan determinan mermasproductivas (cuadro 114).
En asociaciones que no incluyen raigrás,compuestas por gramíneas perennes, F o Dmás leguminosas, aumentos en la disponi-bilidad de nitrógeno en las etapas inicialespueden determinar una dominancia prema-tura exagerada de las gramíneas sobre lasleguminosas y acelerar la degradación de lasmezclas hacia el dominio del componentegramínea. Este normalmente se registra enel tercer, cuarto o quinto año según la inte-gración y manejo de las mezclas, sin em-bargo con abundante disponibilidad de nitró-geno, ya a fines del segundo año, otoño deltercero puede registrarse dominancia abso-luta de estas gramíneas y consecuentementedisminuye la producción de la mezcla y elproducto animal potencialmente obtenible.
CONSIDERACIONESGENERALES
Se identificaron una serie de factores quepueden distorsionar completamente la com-posición botánica y productividad a futuro demezclas forrajeras integradas para cumplircon determinados objetivos trazados previa-mente. Las alteraciones que se pueden pro-ducir como consecuencia de anexar másobjetivos a lograr, o por distorsiones climáticaspoco o no predecibles, apartan a la mezclaforrajera del objetivo inicial definido.
Entre las variables consideradas seenfatizó de los riesgos que se asumen cuan-do se siembra una mezcla de mediana o lar-ga duración y además se incorpora un se-gundo objetivo, precocidad y alta producciónal primer año, mediante el agregado de es-pecies anuales, que posibilitan amortizarmás rápido la inversión. En este contexto,para el caso concreto de la adición de rai-grás anual, se enfatiza en limitar las densi-dades de siembra a utilizar y especialmenteevitar o minimizar la inclusión de materialesque tienen potencial de ejercer fuertes pre-siones de competencia durante primavera oinicio de verano. El debilitamiento del vigorde los componentes de las mezclas inclui-dos para que tengan larga duración puedeningresar al verano sumamente debilitados por
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la competencia que dichos materiales soncapaces de ejercer en primavera y de estaforma arriesgar el objetivo principal de la in-versión. Debe tenerse en cuenta que cuan-do se adiciona el factor precocidad median-te la inclusión de especies anuales, no sedispone de información con un mínimo deconsistencia como para saber si desde fi-nes de primavera y especialmente en vera-no-otoño el ambiente puede atentar median-te altas temperaturas y sequía contra la su-pervivencia de individuos debilitados porexcesos de competencia previa, originadospor la inclusión de especies anuales consuperior fuerza de competencia.
En otros trabajos de esta publicación tam-bién fue comentado que el uso de densida-des adecuadas de especies anuales, comoRCC, avena en baja densidad o trigos condestino a ensilaje pueden oficiar muchasveces positivamente como cultivos protec-tores durante las etapas iniciales de implan-tación de pasturas de larga duración, espe-cialmente si durante las mismas las condi-ciones de ambiente son poco propicias paracrecimiento vegetal.
También se hace referencia al impactoproductivo negativo que se asume con elaumento exagerado de densidades de legu-minosas dotadas con mecanismos que lesposibilitan ejercer mayores presiones decompetencia, caso de TR y TB, especiesde corta y media duración, sobre otras conmenor capacidad de competencia inicial,caso de LC y AA, destinadas a hacer apor-tes productivos a mediano y largo plazo. Sien una asociación se opta por incluir LC oAA probablemente se definió un objetivo dealta producción a mediano y largo plazo, siademás se quiere dotar de mayor precoci-dad agregando densidades mayores de TRo TB, se asumen riesgos que ponen en pe-ligro el cumplimiento del objetivo principalde la inversión. En estas situaciones tam-bién gran parte de los resultados están alta-mente condicionados por variables con
predecibilidad muy baja, como pueden serlas condiciones de ambiente que se regis-trarán a fines de primavera-verano-otoño, quea priori se desconocen.
Aunque se utilicen densidades adecua-das de especies con mayor capacidad decompetir, la utilización de cantidades exce-sivas de fertilizantes nitrogenados para elcaso de gramíneas, o fósforo con legumino-sas de alta y menor fuerza de competenciamezcladas, también pueden originardistorsiones muy importantes que puedenllegar a anular el objetivo principal definidocuando se optó por invertir en determinadamezcla forrajera.
También se hace referencia al impactode factores no manejables por el hombre,tales como excesos de precipitaciones, ca-rencias de oxígeno en suelo, encostramiento,como variables que de acuerdo con lasensibilidad diferencial que las especies tie-nen frente a determinado estrés, pueden ori-ginar también alteraciones de la composiciónbotánica de las asociaciones muy apartadasde lo inicialmente definido.
Con respecto a otros detalles como em-pleo de determinado tipo de abresurco, sehizo mención para el caso de especiesforrajeras, como según las condiciones dehumedad del suelo al momento de utiliza-ción de trenes de siembra se pueden gene-rar distorsiones por efectos mecánicos so-bre el suelo, que también alteran la compo-sición botánica por grados de tolerancia adeterminado estrés, diferenciales entre es-pecies.
Otro factor causante de cambios en lacomposición botánica sin duda es el régi-men de defoliación que se impone sobredeterminada mezcla forrajera compuesta porespecies muy contrastantes en requerimien-tos de manejo; sin embargo, en otros capí-tulos de esta publicación se aporta informa-ción sobre el tema como para tomar deci-siones coherentes.
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INTRODUCCIÓN
Los cortes o pastoreos significan el reti-ro parcial o total del aparato fotosintético delas forrajeras. Las hojas son las principalesresponsables de procesar la radiaciónfotosintéticamente activa y fijarla en ener-gía, la disminución del tamaño del aparatofoliar por defoliación implica un estrés ener-gético sobre las plantas, tanto mayor cuan-to más frecuente e intensa sea la depresiónde la cantidad de área foliar retirada. Con-secuencia de este retiro, las plantas inme-diatamente modifican su sistema de seña-les internas, en el sentido de orientar losesfuerzos fisiológicos a recomponer el áreafoliar, "refoliación", es decir, reabastecersecuanto antes de energía con el objetivo demantener vivos todos los sistemas que com-ponen los individuos. En este contexto lasraíces son afectadas por dicho evento, cesala elongación, actividad radicular, etc. y seproduce muerte de raíces, principalmente lasmás activas, en proporciones dependientesde la severidad y duración del estrés. En lamedida que aumenta la frecuencia y/o in-tensidad de la defoliación, incrementa lacarencia de energía y los individuos modifi-can el tamaño de la parte aérea y radicular,para alcanzar un nuevo estado de equilibrioentre ambas, a menor nivel. Pos defoliación,la primera prioridad de las plantas es resta-blecer la capacidad de fijar radiación comoenergía, en una segunda etapa, se recom-pone el sistema radicular.
En nuestras forrajeras templadas, frentea defoliaciones realizadas en períodos dealtas temperaturas, en la medida que elestrés energético por defoliación aumenta,los daños que se producen incrementan. Está
VI. EFECTOS DE LA FRECUENCIADE DEFOLIACIÓN SOBRE LA
PRODUCCIÓN DE FORRAJE YRAÍCES EN ESPECIES
FORRAJERAS
demostrado, en una secuencia de experimen-tos importante, donde generalmente se con-cluye que los cortes frecuentes de fines deprimavera y verano son en general los quedeprimen en mayor proporción el vigor y cre-cimiento posterior de las plantas, tanto más,cuanto más caluroso y seco se encuentre elambiente. Los efectos negativos de los cor-tes frecuentes en estos períodos se agra-van si se aumenta la frecuencia, y/o la in-tensidad de los mismos y/o la duración delperíodo en que se aplican. Muchas veces,en plantas de dos a tres años, se puede ter-minar en muerte de los individuos compo-nentes del tapiz.
En general, a medida que las temperatu-ras aumentan, los gastos originados por res-piración incrementan en mayor dimensión ymás rápido que la fijación de energía por fo-tosíntesis, resultando que en situaciones dealtas temperaturas, el balance neto de ener-gía que le queda a las especies forrajerastempladas para mantenimiento, crecimien-to, desarrollo y almacenamiento de reservasde los sobrantes, es menor, hecho que seagrava si además se suman períodos condisponibilidad de agua limitante. Existen di-ferencias muy importantes entre especies,mientras lotus Maku y trébol blanco tipoZapicán son las especies más sensibles,alfalfa es por lejos la más tolerante tanto atemperaturas altas como a deficienciashídricas, por atributos morfológicos y meca-nismos fisiológicos que esta especie presen-ta en forma muy diferencial frente a otrasforrajeras.
También fue demostrado en esta publi-cación que la edad de las pasturas incidemarcadamente en el deterioro de los indivi-duos que un determinado estrés puede cau-
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sar. En este sentido, en la medida que au-menta la edad de las plantas los efectosnegativos que un estrés origina generalmen-te incrementan. Este hecho puede ser espe-cialmente grave si los individuos presentansu sistema vascular, especialmente a nivelradicular dañado por hongos, tal como fre-cuentemente ocurre en lotus y trébol rojo.
En esta publicación también se demues-tra que en situaciones de sequía, con plan-tas de tres o más años, muchas forrajerastolerantes a períodos secos, cesan su cre-cimiento cuando están asociadas en mez-clas forrajeras a gramíneas, por lo que sepresume que dicha interferencia pueda seroriginada por efectos alelopáticos. Es fre-cuente que ante un estrés, por ejemplo se-quía, una planta trate de disminuir la com-petencia de los vecinos y de esta forma de-fenderse para mejorar su posibilidad de su-pervivencia, "secretando hacia el ambientepor diversos mecanismos" sustancias quelimitan el crecimiento o matan a sus veci-nos.
El objetivo de este trabajo consiste enpresentar el impacto que cuatro manejosaplicados en primavera produjeron sobre lacapacidad de producción de forraje y el pesode raíces en cuatro especies forrajeras, fa-laris cv Estanzuela Urunday, festuca cvEstanzuela Tacuabé, trébol blanco cvEstanzuela Zapicán y lotus cv INIA Draco.
DESCRIPCIÓN DE LOSTRABAJOS
Las especies: falaris cv EstanzuelaUrunday (FA), festuca cv EstanzuelaTacuabé (F), trébol blanco cv EstanzuelaZapicán (TB) y lotus cv INIA Draco (LC)estaban al inicio de su segunda primavera ycada una corresponde a un experimento dis-tinto. Los manejos de cortes fueron: 1) corteal final del período simulando un manejo decosecha de semillas; 2) cortes cada 45 días;3) cortes cada 30 días y 4) cortes (dos cada22 y dos cada 23 días). En todas las situa-ciones se dejó un rastrojo residual de 4 cm.En F y FA, el manejo de un corte en prima-vera consistió en hacer un corte de limpiezael 30 de agosto y posteriormente se cortaba
al momento de cosecha de la semilla, 28 denoviembre en F y 21 de diciembre en FA. Seutilizaron cinco repeticiones y las raíces semuestrearon a fines de enero. Se hicieroncon pala tres pozos de 40 x 40 x 40 cm deprofundidad por parcela. Las raíces fueronlavadas, secadas y los resultados se expre-san en kg MS/ha. En FA se cuantificó pro-ducción de forraje en primavera y en elotoño+invierno posterior, peso de raíces ybulbos. En esta especie, los pesos de bul-bos y raíces se hicieron sobre un volumende 30 x 30 x 20 cm de profundidad de sueloa partir de cinco muestras por parcela. Lainformación de FA es promedio del segundoal cuarto año, en las restantes especies co-rresponde al período desde el 30 de agostodel segundo año al 30 de enero. A fines demayo, otoño del tercer año se realizó unaevaluación de persistencia. En LC y F lapersistencia se expreso como porcentaje desurco sin plantas y en TB como porcentajede suelo desnudo en la parcela.
RESULTADOS
La producción de forraje de primavera enlas gramíneas disminuyó cuando se proce-dió a aumentar la frecuencia de cortes a in-tervalos de 30 y 22 días. El régimen másfrecuente deprimió los rendimientos en 49 y40% para FA y F respectivamente. En FA elhecho de realizar tres o cuatro cortes en pri-mavera determinó, además, efectosresiduales del manejo de primavera, muynegativos sobre la producción de forraje enotoño + invierno, en promedio decrecieron35 y 57% respectivamente (cuadro 115).
La respuesta al manejo de la frecuenciade cortes en primavera, varió con las espe-cies. En TB los rendimientos superiores deprimavera ocurrieron en las frecuencias decortes cada 45 y 30 días, disminuyendo lasproducciones en el manejo más laxo (1 cor-te) y en el más frecuente (4 cortes), cuadro115. El rendimiento menor del manejo de pri-mavera tipo semillero, un corte al final de lamisma se explica por pérdidas de forrajesuperiores, consecuencia del período deacumulación muy largo para una especieplanófila, con hojas de alta calidad, fácilmen-te degradables.
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LC, especie altamente sensible a la fre-cuencia de cortes, redujo sus rendimientosde primavera con la disminución de los in-tervalos entre cortes.
Con relación a la persistencia, las espe-cies también presentaron diferencias. En FA,resultados promedio de cuatro años, el he-cho de impedir el desarrollo pleno de lasinflorescencias como en el manejo de semi-llero (tratamiento 1) deteriora el vigor de lasplantas, disminuyendo el área cubierta (AC)por FA, siendo ocupada por gramilla,(Cynodon dactylon). Una diferencia importan-te de susceptibilidad se registró con F, don-de la aplicación de los cuatro manejos decorte en la primavera del segundo año, nodeterminó muertes de plantas en esta situa-ción. La aplicación de los manejos más fre-cuentes realizados sólo en una primavera,que además corresponde al segundo año delas plantas, es decir, teóricamente donde
desarrolla el potencial máximo, no determi-nó efectos permanentes en F. Sin embargo,trabajos reportados por García et al (1985);García (1995), Formoso (1988, 1996, 2003,2007), demuestran que esta especie puededeteriorar su vigor, producción y persisten-cia frente a manejos frecuentes de primave-ra y especialmente de verano.
TB en los dos intervalos menores entrecortes, 30 y 22 días, disminuyó su área cu-bierta (cuadro 115), en tanto en LC,sistemáticamente con cada aumento de lafrecuencia de cortes, se elevaba el númerode plantas muertas y consecuentemente elporcentaje de surco sin LC. La zona dondese ubicó el experimento presentaba alta can-tidad de inóculo de Fusarium en el suelo,que determinó ataques graves en las raícesde la leguminosa, incluyendo el manejo deun solo corte. A comienzos del tercer año,enero, LC en la mayor frecuencia de cortes,
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 115.15.15.15.15. Rendimientos de forraje acumulados (RF) expresados en (kg MS/ha) y pesosradiculares (PR) expresados en gramos (g) de cuatro especies forrajeras sometidasa cuatro manejos de defoliación en primavera.
Especie Variable Número de cortes en primavera 1 corte 2 cortes 3 cortes 4 cortes
Falaris Estanzuela
Urunday
kgMS/ha en P 3575 a 3430 a 2090 b 1820 b % 100 96 58 51
kgMS/ha en O+I 2125 a 1985 a 1375 b 920 c O+I (%) 100 93 65 43
Peso bulbos (%) 37.1g=100a 47.8 b 26.8 c 18.3 c Peso raíces (%) 9.9g=100 a 48.3 b 18.2 c 13.5 c
AC por falaris (%) 91 a 65 b 31 c 24 c AC por gramilla (%) 9 35 69 76
Festuca Tacuabé
RF 3470a 3406a 2410 b 2090 c RF (%) 100 98 69 60
PR 5140a 4163a 2724 b 2415 b PR (%) 100 81 53 47 Persistencia 0 0 0 0
Trébol Blanco
Zapicán
RF 2314 b 2678a 2755a 1916 c RF (%) 100 116 119 83
PR 1487a 1294ab 1012 bc 803 c PR (%) 100 87 68 54 Persistencia 0 0 15 25
Lotus Inia
Draco
RF 4434 a 3950 b 2706 c 2459 c RF (%) 100 89 61 55
PR 2756 a 2122ab 1626 bc 1047 c PR (%) 100 77 59 38
Persistencia 10 25 35 55 P= primavera; O+I= otoño+invierno, AC=área cubierta. En la fila, letras diferentes indican diferencias
significativas al nivel P<0.05.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
presentó un 55% de los surcos sin plantasde lotus, hecho que muestra el nivel de de-terioro que los cortes muy frecuentes origi-nan en esta planta, que acompañados desituaciones con alta cantidad de inóculo deFusarium pueden determinar una muerte tem-prana de la pastura.
Armónicamente con la parte aérea, losPR respondieron en forma similar al aumen-to en la frecuencia de cortes, aunque lamagnitud de las depresiones fue superior enla parte subterránea con respecto a la aé-rea. Las frecuencias de tres y cuatro cortesdeterminaron disminuciones significativas enlos PR de todas las forrajeras, en FA, 82 y87%; en F, 47 y 53%; en TB, 32 y 46% y enLC, 41 y 62%, respectivamente.
FA y LC fueron las especies más afecta-das en su parte subterránea con el manejode cuatro cortes, deprimiendo un 87 y 62%los PR comparativamente con el manejo deun corte. TB también registró una caída im-portante en su PR (46%) cuando se manejócon la máxima frecuencia aplicada. Esta le-guminosa, caracter izada por tenerenraizamiento superficial, en la medida quese le deteriora su sistema radicular quedaextremadamente vulnerable a cualquierestrés hídrico.
Sin embargo, si bien todas las especiesdeprimieron sus PR en respuesta a las ma-yores frecuencias de corte, la magnitud dela depresión impacta en forma distinta se-gún la forrajera en cuestión. La evaluaciónde persistencia realizada en mayo del terceraño corrobora lo precedentemente expresa-do. Mientras que en F no se verificó muertede plantas pese a que presentó depresionesen sus PR de 50%, LC con tres y cuatrocortes, a fines de otoño tenía 35 y 55% desus surcos sin plantas, por muerte de lasmismas durante verano, ocurre que en estaespecie, además del estrés por defoliación,que disminuye la energía y defensas de laplanta, había presencia de Fusarium en elsuelo, que determinó lesiones en el sistemavascular de la leguminosa.
TB en los dos manejos más frecuentestambién resintió su persistencia, dejando un15 y 25% de suelo descubierto para los re-gímenes de tres y cuatro cortes respectiva-mente. Esta especie además, en las mayo-
res frecuencias tenía menor número y diá-metro de estolones (información no reporta-da), características que indican depresionesde vigor importantes.
La información es clara en mostrar losimpactos de los manejos frecuentes, no so-lamente sobre el rendimiento de la parte área,sino también sobre los pesos radicales. Es-tos deterioros morfológicos y fisiológicosdeben servir de advertencia, ya que en lamedida que se manejan en forma más fre-cuente las especies en primavera y verano,el marcado deterioro que se origina en susistema radicular, donde disminuye el núme-ro y peso de raíces y además éstas se ubi-can mucho más superficialmente en el sue-lo, Formoso (2007). En estas condiciones,la sensibilidad de las forrajeras al estréshídrico aumenta marcadamente. Consecuen-temente, en períodos cálidos y secos, lossistemas de producción que exageran en lasfrecuencias de cortes que se aplican, van apresentar un grado de inestabilidad produc-tiva muy superior, ya que las especies dis-minuirán o detendrán su capacidad de cre-cer, con estrés hídricos moderados o leves,si la intensidad del estrés se eleva, los indi-viduos mueren y se puede perder definitiva-mente la pastura.
CONSIDERACIONESGENERALES
• Las frecuencias de tres y cuatro cor-tes deprimieron las producciones deforraje en todas las especies y deter-minaron disminuciones significativasen los pesos radiculares.
• La magnitud de las depresiones fue su-perior en la parte subterránea con res-pecto a la aérea.
• Las frecuencias de tres y cuatro cor-tes en primavera, comparativamentecon las frecuencias menores, deter-minaron disminuciones en los PR detodas las forrajeras: en FA, 82 y 87%;en F, 47 y 53%; en TB, 32 y 46% y enLC, 41 y 62% respectivamente.
• El marcado deterioro del sistemaradicular que se origina por altas fre-cuencias de corte o pastoreo aplica-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
das, debería servir de advertencia enlos sistemas de producción, ya queaumenta en forma importante la pro-babilidad de ocurrencia de menores anulas tasas de crecimiento frente acualquier estrés hídrico que se regis-tre, aunque este sea moderado, enotras palabras, se está incrementandomarcadamente la inestabilidad, ries-gos productivos y económicos del sis-tema de producción.
• De aumentarse excesivamente la fre-cuencia e intensidad de pastoreo enperíodos cálidos y secos, las plantaspueden morir, especialmente aquellasque además presentan su sistemavascular, conductor de agua, dañadopor enfermedades.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
VII. SIEMBRAS ASOCIADAS, IMPACTOSSOBRE LA PRODUCCIÓN Y
COMPOSICIÓN BOTÁNICA DE PASTURASEN SIEMBRA DIRECTA
INTRODUCCIÓN
La siembra de pasturas asociadas a cul-tivos de invierno es una tecnología que po-sibilita disminuir costos en la implantaciónde pasturas. Esta se generalizó rápidamen-te en el período en que los cultivos de in-vierno se sembraban mayoritariamente conpreparación convencional del suelo.
Actualmente la siembra de cultivos deinvierno, trigo, cebada, se realiza principal-mente usando tecnología de siembra direc-ta. La siembra de semillas pequeñas comolas de forrajeras, ubicadas sobre suelo sinlaborear mecánicamente, o apenas movidopor los abresurcos cuando se siembran encobertura, o en las líneas de siembra de loscereales cuando se siembran en surcos,constituyen ambientes para las semillas, porlo menos en principio, diferentes a las ca-mas de siembra que se logran con prepara-ción convencional del suelo.
Información referente a establecimientode pasturas en siembra directa y conven-cional, estudiando factores como: tipo deabresurcos, contacto semilla-suelo, calidadde semilla, peso de mil semillas, especiesforrajeras, etc., recientemente fueron publi-cados por Formoso (2006a, 2006c, 2007); sinembargo, la información disponible con unenfoque práctico del tema aún es limitada.En este contexto se desarrollaron diversostrabajos con el objetivo de adicionar infor-mación sobre el tema.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los trabajos se realizaron en INIA LaEstanzuela, en chacras del sistema de pro-ducción intensiva de carne o de leche, utili-zándose una sembradora J. Deere modelo750, provista de abresurcos monodisco-an-
gulado, con control de la profundidad desiembra. La elección de este tipo de tren desiembra se sustenta en trabajos de estable-cimiento de forrajeras donde este superónotoriamente en número de plantas por me-tro lineal de surco al abresurcos del tipo do-ble disco. En todos los experimentos se fer-tilizó con 100 kg/ha de 18-46-0 aplicado pre-vio a la siembra, al voleo mediante fertiliza-dora de doble plato, y a los trigos en setiem-bre con 100 kg/ha de urea. Todas las espe-cies fueron sembradas en la línea, con fo-rrajeras solamente la profundidad de siem-bra se reguló a 9 mm, cuando se sembrabanconjuntamente en la misma línea con trigo,esta fue de 18 mm. Las densidades de fes-tuca (F), dactylis (D) y trébol rojo (TR) fue-ron de 8 kg/ha. Las de alfalfa (AA) y lotus(LC) fueron de 10 kg/ha, en tanto para trébolblanco (TB) fue de 1,5 kg/ha.
RESULTADOS
Estrictamente, en la evaluación del com-portamiento de pasturas sembradas en for-ma asociada a cereales de invierno, compa-rativamente contra la pastura testigo sin aso-ciar, se está evaluando el impacto del estréscompetitivo que origina el cereal, especie decrecimiento sustancialmente superior al delas forrajeras, sobre la performance produc-tiva de éstas.
La interferencia originada por los cerea-les sobre la pastura puede ser manejada tec-nológicamente, modificando las densidadesde siembra del cereal, por ejemplo disminu-yéndolas, o variando la disposición espacialcomo sucede cuando se siembra el cerealen líneas alternas con la pastura, o cruzan-do las direcciones de siembra del cereal conla pastura en operaciones separadas. Tra-bajos en siembra directa referentes a estos
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Año 1 Año 2 E kgMS/ha
Tratamientos Noviembre V+O+I Tr+DTBAA cruzado 90°. Mirlo 120 kg/ha 8010 a 6610 a 1
Tr+DTBAA. Mirlo 120 kg/ha. Todo a 19 cm 7930 a 7215 a DTBAA todo a 19 cm 3700 b 7210 a
D a 38 y TBAA a 38 cm alternados. 2920 b 6830 a Tr+FTBAA. Todo 19 cm. Churrinche 80 9790 a 6570 c 2 Tr38cm+FTBAA a 1 9cm. Churrinche 80 9070 a 8363 b
FTBAA. Todo a 19 cm 3520 b 10730 a FTBLC a 19 cm 3670 c 7508 a 3
Tr19cm + FTBLC a 19 cm. Tijereta 120 kg 6990 b 7721 a DTBLC a 19 cm 3365 c 6471 a
Tr+ DTBLC todo 19cm. Tijereta 120 kg 7455 b 6937 a DTBAA19 cm 3552 c 6828 a
Tr+ DTBAA. Todo 19 cm. Tijereta 120 kg 8884 a 6891 a DTBLC a 19 cm 4140 c 6813 a 4
Tr+ DTBLC. Todo 19 cm. Tijereta 120 kg 9542 a 608 c Tr38cm+ DTBLC a 19 cm. Tijereta 60 kg 7992 b 1242 b
DTBTR 19 cm 6150 c 6796 a 5 Tr+ DTBTR. Todo 19 cm. Torcaza 120 kg 11052 a 6243 a Tr38cm+ DTBTR a 19 cm. Torcaza 60 kg 8995 b 6009 a Tr19cm+FTBLC a 19 cm. Torcaza 120 kg 11020 a 1220 c 6 Tr38cm+FTBLC a 19 cm. Torcaza 60 kg 9807 b 3530 b Tr19cm + FTBLC a 19 cm 2 pastoreos en
invierno. Torcaza 120 kg 7220 c 5630 a
Tr38cm + FTBLC a 19 cm 2 pastoreos en invierno. Torcaza 60 kg
6850 c 6020 a
Tr+FTBLC. Todo 19 cm. Tijereta120 kg 12224 a 9671* c 7 Tr38cm +FTBLC a 19 cm. Tijereta 60 kg 10390 a 11580* b
FTBLC a 19 cm 3890 b 14065* a
tópicos fueron realizados por Formoso(2007), donde se estudia con más detalle unasecuencia de numerosas situaciones.
En el cuadro 116 se resume informaciónde siete experimentos realizados en condi-ciones comerciales de producción. En el añode siembra, cuando éstas se realizaron enjunio o julio, se informan los rendimientosde los trigos más pasturas al momento de
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 116.16.16.16.16. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) al momento de ensilado en trigos +praderas (mes de noviembre) y rendimiento de forraje de praderas de loscortes realizados hasta el momento del ensilado. Producción de las pasturasen el segundo año o estaciones dentro del mismo.
V= verano, O=otoño, I=invierno, *comprende además primavera. E= experimentos.Dentro de cada columna de cada experimento, letras diferentes implican diferencias al nivel de P<0.05%.
ensilado, que se ubicó en el mes de noviem-bre. A ese momento se informan los rendi-mientos acumulados de los cortes realiza-dos en las pasturas sin asociar. Los efectosde las formas de siembra se cuantificaronpor los rendimientos registrados en el se-gundo año.
A partir de la información del cuadro 116en la figura 123 se muestran los resultadospromedios registrados.
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100
88
42
0
20
40
60
80
100
120%
Trigo + Pradera a 19 cm
Trigo a 38 cm + Pradera a 19 cm
Pradera
Figura 123. Figura 123. Figura 123. Figura 123. Figura 123. Rendimientos de materia seca relativos de trigo +pradera sembrado el trigo a 38 cm, pradera sinconsociar y trigo más pradera sembrados a 19 cmentre líneas tomado como base 100%. Compara-ción de situaciones.
En media, la estrategia de disminuir elnivel de interferencia sembrando el trigo enlíneas a 38cm determinó una disminución delos rendimientos de forraje de la pastura almomento de ensilado de 12%, con una mer-ma mínima de 7% y una máxima de 16%.
La tecnología de sembrar la praderaconsociada determinó en promedio la obten-ción de 58% más de forraje al momento deensilado, comparativamente con la siembrade la pastura sin asociar. Los rendimientosde la pastura pura en toda la secuencia decomparaciones se ubicaron entre un míni-mo de producción de 30% con relación a lasiembra asociada a 19cm y un máximo pro-ductivo de 56%.
Cuando se define potenciar en el año desiembra los rendimientos de forrajeras, siem-bras asociadas permiten alcanzar este ob-jetivo. Ya fue demostrado que si tecnológi-camente se conduce la siembra asociadapara maximizar los rendimientos del trigo, elcomponente deprimido de la asociación, lapastura, puede sufrir daños extremos con-secuencia de la interferencia del cereal yperderse, (Formoso, 2007). Por tanto, el usode esta tecnología implica manejar adecua-
damente los niveles de interferencia del ce-real sobre la pastura.
El comportamiento de la pastura en elsegundo año fue evaluado desde el momen-to de ensilaje del trigo hasta fines de agos-to, final de invierno. También en otro trabajosobre este tema, ya fue mostrado que mu-chas veces la pastura durante el segundoaño hace un crecimiento compensatorio,desarrollando tasas de crecimiento superio-res a la de la mezcla sembrada inicialmentesin asociar (Formoso, 2007). En la secuen-cia de situaciones evaluada, el comporta-miento de la pastura está muy determinadopor el nivel de competencia que realizó elcereal en el año de siembra y por las condi-ciones de ambiente que ocurran luego deretirado el cereal y especialmente duranteverano-otoño.
Como es de esperar en las condicionesde nuestro país, los rendimientos de laspasturas variaron hasta fines de invierno. Seregistraron tres casos (situaciones 1-3 y 5)donde las producciones de la pastura sem-brada pura produjeron en forma similar a lasdos opciones de siembra asociada evalua-das, trigos a 19 o 38 cm entre líneas.
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En dos casos, situaciones 2 y 7, la pro-ducción de la mezcla forrajera se escalonóacorde al nivel de interferencia del año desiembra, donde el rendimiento superior deforraje se registró en la pradera sembradasin asociar, con valor intermedio se ubicó lapastura sembrada con trigo a 38cm y el ren-dimiento menor correspondió a la siembradel trigo en todos los surcos, o sea a 19cm.Sin embargo, a pesar de las diferencias exis-tentes (P<0.05) detectadas hasta fines deinvierno, ya a fines de primavera las produc-ciones fueron similares entre las tres situa-ciones (información no reportada).
En la situación 6 (cuadro 116), los rendi-mientos del segundo año también se orde-naron en función del nivel de interferenciaocurrido en el primer año. Es así que los ren-dimientos superiores de la pastura se regis-traron cuando los trigos fueron pastoreados,en un nivel intermedio se localizó la pasturaproveniente de un trigo sin pastorear perosembrado en líneas a 38cm y el rendimientomenor de forraje correspondió a la pasturacon el trigo sembrado en todas las líneas.Este tratamiento, al registrarse un períodomuy caluroso y seco durante verano, deter-minó muy bajos rendimientos de la pastura.Sucede que en este tipo de praderas, unode los efectos de la competencia del cerealradica en que las forrajeras realizan susmáximos esfuerzos en captar luz, quedan-do el sistema radicular de las mismas comosegunda prioridad. Estos son generalmentemuy superficiales y poco desarrollados, ra-zón por la cual, cuando sobrevienen perío-dos estresantes en verano, estas situacio-nes resienten mucho su producción, ya quemuchas plantas mueren durante verano. Unejemplo de esto, donde la pastura asociadaa un trigo sembrado a 19 cm prácticamentepuede considerarse perdida, lo representa lasituación 4. En ésta, la sequía intensa quese ubicó desde fines de primavera y verano,determinó la muerte de gran cantidad deplantas en verano ya que por sombreado ysequía presentaban poco desarrollo de suparte aérea y radical al momento de ensilajedel trigo. Este es uno de los riesgos que seasumen cuando se siembran pasturas aso-ciadas si posteriormente a la cosecha delcereal sobrevienen períodos excesivamen-te estresantes, tal como sucedió en el 2008.
CONSIDERACIONESGENERALES
• En el año de siembra, los rendimientosde forraje en situaciones de siembrasasociadas con trigo y pastura sembra-dos en directa en líneas a 19 cm fueronen media superiores en 58% comparati-vamente a la siembra de la pastura sinasociar y en 12% a cuado se disminuyóla interferencia del trigo al sembrarlo enlíneas espaciadas a 38 cm.
• La producción de las pasturas en el se-gundo año dependió del nivel de interfe-rencia causado por el cereal en el pri-mer año y las condiciones de ambiente,especialmente disponibilidad de agua ytemperaturas en verano, luego deensilado el cereal.
• Ocurrieron situaciones donde a fines deagosto las pasturas que el año previofueron sembradas puras o asociadas atrigos en líneas a 19 o 38 cm fueron pro-ductivamente similares.
• Se produjeron otras situaciones dondelos rendimientos de la pradera hasta finde invierno se ordenaron en función delnivel de interferencia registrado el añode siembra, rendimientos superiores enla pradera sembrada pura, intermediosen las asociadas con trigo en surcos a38cm e inferiores en las consociadascon trigos en líneas a 19 cm.
• El pastoreo de los trigos disminuyó elgrado de interferencia, mejorando la per-formance de las pasturas al segundoaño, aunque también se deprime el ren-dimiento del tr igo al momento deensilaje.
• Cuando las pasturas se siembran conel nivel máximo de interferencia, trigosa 19 cm, si luego del ensilaje del trigose registran períodos extremadamentesecos y con altas temperaturas, puedeocurrir que gran parte o el total de lapastura muera durante verano.
• Cuando se evalúa el impacto de la siem-bra asociada comparativamente con lapura en un plazo mayor, segundo año,pueden ocurr ir o no procesoscompensatorios por parte de las espe-
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cies forrajeras. Estos varían con lasespecies, condiciones ambientales eintensidad y duración del estrés compe-titivo que soportó la forrajera en el añode siembra.
• Las respuestas determinadas siguieronun modelo definido. A pesar de detec-tarse diferencias entre años, entre es-pecies, se verificó una tendencia globalconsistente.
• En términos generales se puede con-cluir que para las condiciones de estosexperimentos, exceptuando casos extre-
mos, la mayoría de las especies en elperíodo posterior a la cosecha del trigo,se recuperan del estrés competitivo dela siembra asociada a este cereal, pro-duciendo rendimientos de forraje quetienden a ser similares a los de las siem-bras sin asociar.
• Para que la siembra asociada tengaéxito, deben manejarse correctamentelas relaciones de competencia entre elcereal y la pastura, de tal forma queambos integrantes coexistan con nive-les productivos satisfactorios, que noson los máximos posibles.
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VIII. COMPORTAMIENTO PRODUCTIVODE LEGUMINOSAS FORRAJERAS
EN SITUACIONES DE ESTRÉS:SEQUÍA, BAJAS TEMPERATURAS E
INTERFERENCIA DE GRAMÍNEAS
INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista ambiental, lasdisminuciones del crecimiento de pasturasoriginadas por limitaciones en el suministrode agua se registran frecuentemente. La in-tensidad y duración de este estrés puede lle-gar a originar la muerte de los componentesde la misma. La concreción de estos even-tos determina carencias muy importantes enla disponibilidad de forraje en los establecimien-tos pecuarios, distorsionando completamen-te, según la gravedad del estrés, las cadenasforrajeras por muerte de individuos, tanto anivel de pasturas sembradas como naturales.
Dentro de las especies sembradas enpraderas existen diferencias anatómicas yfisiológicas que determinan comportamien-tos muy distintos en términos de capacidadde producción de forraje en situaciones delimitaciones de suministro de agua. Normal-mente los déficits se registran con mayorfrecuencia en verano. Generalmente la bajadisponibilidad de agua se asocia con la ocu-rrencia de altas temperaturas, factor delambiente que en especies templadas cons-tituye, luego de superar determinado umbral,variable con las especies, la adición de otroestrés (estrés térmico) que puede llegar aser muy nocivo. Este conjuntamente con elhídrico puede determinar dentro de la plantael agotamiento de las reservas de energíanecesario para el mantenimiento y supervi-vencia de los individuos. En la medida queaumentan las temperaturas y principalmen-te cuando además simultáneamente fallanlos mecanismos de refrigeración de los ve-getales, sea por falta de agua, demandasexcesivas del ambiente, o por enfermeda-des fúngicas o de otro orden que alteran el
sistema vascular de las plantas, éstasincrementan sus temperaturas. El aumentotérmico intra-planta origina a partir de supe-rar ciertos límites, disminución de las tasasde fotosíntesis de las especies templadas,aumentos importantes del consumo de ener-gía por respiración y consecuentemente, elbalance neto de energía dentro de la plantapuede llegar a ser negativo. En estas situa-ciones se consumen las reservas energéti-cas, (primero carbohidratos y luego com-puestos nitrogenados), disminuye el vigor delos individuos, cae marcadamente la capa-cidad de producción de forraje y según laintensidad y duración de estos problemas,finalmente se puede terminar en la muertede los individuos.
Tal como se comentó previamente, laslimitaciones hídricas y excesos térmicosestán ocurriendo en forma frecuente, aspec-tos que determinan la realización de even-tos para técnicos y productores donde seenfatiza sobre estos aspectos.
Existe actualmente en el medio una mar-cada priorización referente a incentivar tec-nologías relativas al riego, especialmente porpersonas relacionadas con dicho rubro, peroque generalmente desconocen o ignoran al-gunos aspectos tecnológicos que deben serresueltos previamente antes de iniciar inver-siones de riego. El monto de la inversiónrequerido por los equipos de riego más lainfraestructura necesaria para que éste fun-cione, los requerimientos de conocimientostécnicos del personal responsable para lle-var adelante en forma racional y adecuadaesta tecnología, determina que a los preciosque reciben las empresas por los productosque venden (carne, leche, lana) se torne di-ficultoso el pago de estas inversiones.
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En el país predominan situaciones don-de las empresas disponen de reducida áreade praderas, con carencias marcadas de fós-foro por uso de subdosis de fertilizantesfosfatados, desconocimiento de manejo ade-cuado de pasturas para potenciar los nive-les de producto animal obtenible a partir delas mismas, o sea, aspectos que necesaria-mente deberían ser encarados y soluciona-dos antes que invertir en equipos de riego.En las décadas de los 60 a los 80 a nivelpaís y especialmente en los establecimien-tos que presentaban áreas importantes desuelos superficiales o con baja capacidadde almacenaje de agua, se hacía muchoénfasis por instituciones oficiales, especial-mente el Plan Agropecuario con el BROU enpromocionar planes estructurados con ase-soramiento técnico con el objetivo como unseguro económico para las empresas pecua-rias, de disponer de suficiente cantidad dereservas, a los efectos de disminuir riesgosfrente a limitaciones climáticas.
En este contexto se resumirá en formasimple información aislada que se está su-ministrando en forma de charlas técnicas.Sobre el tema se enfatizarán principalmentealgunas virtudes y defectos que presentanlos cultivares especialmente de leguminosasforrajeras más utilizados en el país en sucomportamiento productivo frente a estresestérmicos, hídricos y originados por interfe-rencia de otras especies.
RESULTADOS
Crecimiento de leguminosas ensituaciones de sequía
Entre los años 1998 a 2001 se realizaroncomparaciones entre las capacidades decrecimiento de especies forrajeras a medi-da que progresaba en intensidad y duraciónuna sequía. Las especies fueron sembradassobre un suelo (Brunosol subéutrico) prepa-rado con laboreo convencional, en líneas dis-tanciadas a 15cm el 4 de junio de 1998. Lasdensidades de siembra fueron de 15 kg/ha paraalfalfa Crioula (AA) multiplicada en INIA LaEstancuela; 12 kg/ha para Lotus corniculatusINIA Draco (LC) y 10 kg/ha para trébol rojoINIA Mizar (TR) y para festuca EstanzuelaTacuabé (F). El nivel de fósforo (Bray 1) enel suelo se mantuvo en los primeros 10 cmdel perfil entre 8.6 y 12.4 ppm. En F a inicioy mitad de cada estación del año se fertili-zaba con 50 kg urea/ha. El experimento eva-luaba la producción de forraje en secano com-parativa con tratamientos de riego cuyosumbrales correspondían a la media históri-ca de cada mes. Los cortes se realizabancon rotativa experimental provista derecolector de forraje y se dejaba un rastrojoresidual de 4cm de altura. En el cuadro 117se informan los rendimientos de forraje re-gistrados.
Período Alfalfa Lotus T. Rojo Festuca P mm 4/8 a 30/9/99 2040 2150 3250 2160 169 Octubre 1999 2780 1590-57 820-29 1905-68 13 Noviembre 1999 1330 560-42 340-25 816-61 24 Diciembre 1999 1700 880-52 220-13 350-20 58 Enero 2000 1230 720-58 203-16 0 34 Febrero 2000 960 310-32 257-27 0 50 Marzo 2000 650 330-51 0 0 44 Abril 2000 1320 440-33 0 1140-86 131 1/5 a 5/10/00 2280 2710 0 3320 643 Octubre 99 - abril 2000 9970 4830-48 1840-18 4211-42
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 117. 17. 17. 17. 17. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) de especies forrajeras ensecano durante distintos períodos del segundo (1999) y terceraño (2000) de vida de las especies.
Rojo: Período seco. Amarillo: Rendimiento relativo tomando a AA como 100%.P mm = precipitaciones reales en mm.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En el inicio de la sequía, octubre de 1999,las forrajeras se encontraban en primaveradel segundo año, teóricamente en una etapadonde presentan el mayor potencial de ren-dimiento de forraje durante la vida útil de lasmismas. LC ya en el primer mes de sequía,octubre, deprime su producción con respec-to a alfalfa en 43%, TR en 71% y F en 32%(cuadro 117). A medida que la sequía se in-tensifica las diferencias entre AA y las res-tantes especies incrementan. La especiemás sensible fue TR, que a partir de noviem-bre presentó una pérdida importante de plan-tas por marchitez y a fines de febrero la pas-tura estaba totalmente marchita. En contra-posición con TR, LC resintió mucho su ca-pacidad de crecimiento durante la sequía,pero con escasa pérdida de plantas. Estaespecie, en condiciones de déficit hídrico,prioriza la conservación de las plantas so-bre el crecimiento. Una vez restablecida ladisponibilidad de agua en el suelo, abril de2000, la población retoma su capacidad decrecer. LC es una especie que almacena bajacantidad de reservas energéticas y ademáses muy sensible a altas temperaturas, portanto prioriza la conservación de los indivi-duos que disminuyen notoriamente el tama-ño de sus órganos aéreos, especialmentealtura de tallos, reduciendo sus requerimien-tos de mantenimiento y conservando un áreade hojas al mínimo para supervivencia. Estaestrategia de las plantas de LC desde elpunto de vista forrajero no es la mejor op-ción para disponer de forraje durante perío-dos secos. TR a pesar de que se utilizó unmaterial seleccionado por mayor capacidadde producción estival y mejor performancefrente a enfermedades fúngicas, al final delsegundo año se marchitó. F en condicionesde deficiencias hídricas severas reducesustancialmente su capacidad de crecimientoestival, estación que para este material esla de menor potencial de crecimiento. Sinembargo en otoño cuando se restablecenbuenas condiciones hídricas, retoma su rit-mo normal de crecimiento. Esta especie deforma similar a AA y LC no presentó muertesignificativa de plantas por marchitez.
Cuando se acumulan los rendimientos deforraje de las distintas especies durante todoel período seco, octubre 1999-abril 2000, LC
produjo un 52% menos que AA, F un 58% yTR un 82%. En TR la pastura se perdió apartir de marzo del 2000.
Desde el punto de vista de alimentaciónanimal, AA durante la sequía siempre pro-dujo mensualmente rendimientos de forrajesuperiores a los necesarios para alimentarpor lo menos dos unidades ganaderas de400kg/ha bajo condiciones de buen manejodel pastoreo.
Otro trabajo realizado sobre un Brunosolcorrespondiente a la unidad 5.02b desarro-llada sobre basamento cristalino y conduci-do de forma similar al anterior, compara losrendimientos de forraje registrados en seca-no con los normales que se obtendrían silas precipitaciones se ubican en la mediamensual histórica (cuadro 118). En esta si-tuación se utilizó AA cv Estanzuela Chaná,LC cv INIA Draco, TB cv EstanzuelaZapicán, TR cv Estanzuela 116. Las espe-cies estaban en su segundo año.
Las producciones acumuladas de las cua-tro leguminosas, comparando la situación desequía con la normal se informan en el cua-dro 119, donde además se incluyen los ren-dimientos de los meses de enero y febrero.Durante estos las precipitaciones fueronnormales, posibilitando observar el grado derecuperación de las especies luego de lasequía.
La sensibilidad de las leguminosas me-dida en términos de disminución en la capa-cidad de crecer, a medida que la intensidaddel estrés hídrico progresa, de octubre a di-ciembre, queda de manifiesto en la informa-ción del cuadro 118. Ya en octubre, cuandocomienza el déficit hídrico con precipitacio-nes 56% inferiores a las normales, TB dis-minuye su producción en octubre un 37% yTR solamente un 11%. Las leguminosas res-tantes (LC y AA), a pesar de la disminuciónde las precipitaciones en octubre continúanproduciendo normalmente.
En noviembre se intensifica marcada-mente el déficit hídrico en el suelo, solamen-te se registraron 29 mm y todas las espe-cies disminuyeron su capacidad de creci-miento, con diferencias de magnitud muyimportantes entre ellas. La especie más sen-sible, TB, baja un 71% su capacidad de cre-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Leg. kgMS/ha % kgMS/ha % Normal Sequía Normal Sequía
TB 2850 1191 59 390 0 # TR 3810 2220 42 960 0 # LC 3330 2580 23 810 240 71 AA 5400 4740 13 2220 1410 37 mm 324 124 262 262 mes 10+11+12 enero+febrero
cer, seguida por TR con un 48%. Las legu-minosas más tolerantes a sequía, LC y AAen virtud de la intensidad y duración de lalimitación en el suministro de agua, comien-zan a deprimir sus rendimientos, LC con un25% y AA, sólo un 11%.
En diciembre continúa la sequía, las dosespecies más sensibles, TB y TR, con granparte de su población marchita, prácticamen-te no aportan forraje, con depresiones en lacapacidad de crecer de ambas del 95 y 80%respectivamente, (cuadro 118). Las dos le-guminosas menos sensibles, en diciembrese diferencian claramente en el grado de to-lerancia, LC deprime su capacidad de cre-cer en un 56% y AA en 22% solamente.
Desde el punto de vista de alimentaciónanimal, a pesar de transcurrir tres meses desequía, AA en diciembre conserva una ca-pacidad de crecimiento suficiente para ali-mentar correctamente en condiciones debuen manejo del pastoreo 5,3 unidades ga-naderas de 400 kg durante diciembre.
Las diferencias en tolerancia de las legu-minosas a la sequía progresiva se explicanpor varias razones: morfológicas, anatómi-cas y fisiológicas. Una de ellas ya fue infor-mada por Formoso (2007), referente a la ca-pacidad de exploración radical de distintasespecies forrajeras donde AA fue la que pre-sentó raíces ubicadas a mayor profundidadseguida por LC, luego TR y TB fue la espe-cie de enraizamiento más superficial. Sinembargo, otros aspectos revisten muchaimportancia sobre este tema. Así TB conhojas situadas en posición planófila dondela radiación impacta verticalmente en lashoras de máxima radiación y temperatura tie-ne además muy baja capacidad para controlarefectivamente la transpiración, aspecto quedetermina rápida senescencia y marchitamien-to. En el otro extremo se localiza AA. LC y TRson especies de comportamiento intermediocon el agravante que hongos del complejo deFusarium sp. pueden alterar profundamente elsistema vascular, originando dificultades en laabsorción y transporte de agua.
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 118.18.18.18.18. Rendimientos de forraje (kgMS/ha) de leguminosas en condiciones de precipita-ciones normales y con sequía y depresiones de los rendimientos (%) originadaspor menores precipitaciones. Año 1999.
Leg. kgMS/ha % kgMS/ha % kgMS/ha % Normal Sequía Normal Sequía Normal Sequía
TB 1380 870 37 1020 300 71 450 21 95 TR 1410 1260 11 1500 780 48 900 180 80 LC 1380 1380 0 1080 810 25 870 390 56 AA 1410 1410 0 1950 1740 11 2040 1590 22 mm 114 51 115 29 95 44 mes octubre noviembre diciembre mm=Precipitaciones en milímetros. %= disminución de rendimientos debido a las menores precipitaciones
tomando el normal como 100%.
Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 1Cuadro 119. 19. 19. 19. 19. Rendimientos acumulados (kg MS/ha) en situación nor-mal (sin sequía) y con sequía (octubre + noviembre + di-ciembre) y recuperación de los mismos pos sequía (enero+ febrero).
mm=Precipitaciones en milímetros. %= disminución de rendimientos debido a lasmenores precipitaciones tomando el normal como 100%.# = pasturas marchitas.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Los rendimientos de forraje acumuladosen los tres meses en que se registraron pre-cipitaciones por debajo de lo normal se mues-tran en el cuadro 3, donde las disminucio-nes de la capacidad de producción de forra-je en relación a lo esperado sin deficienciashídricas ordena a las especies de la más amenos sensible: TB, TR, LC y AA. Una vezrestablecida la disponibilidad de agua, con-secuencia de precipitaciones normales, laperformance durante enero y febrero mues-tra la pérdida de las pasturas de TB y TRpor marchitez total, la depresión importante
en la capacidad de crecer de LC, mermasde 71%, consecuencia que los individuos deesta especie priorizan en recomponer ana-tómica y fisiológicamente a las plantas para,una vez cumplido este objetivo, producir fo-rraje, eventos que están determinados porrelaciones internas de distintas sustanciasde crecimiento que dirigen estos procesos yAA que se encuentra de forma similar a LC,priorizando la recomposición de sus plantas,pero con una merma productiva muy infe-rior, 37%, precisamente porque es la espe-cie más tolerante a sequía (cuadro 119, fi-guras 124 y 125).
Figura 124.Figura 124.Figura 124.Figura 124.Figura 124. Alfalfa en marzo luego de una sequía intensade primavera, sobre un Brunosol localizado so-bre Basamento Cristalino correspondiente a laUnidad San Gabriel Guaycurú (5.02b).
Figura 125. Figura 125. Figura 125. Figura 125. Figura 125. Alfalfa y lotus a fines de diciembre luego de una sequía intensa deprimavera, sobre un Brunosol localizado sobre Basamento Cristali-no correspondiente a la Unidad San Gabriel Guaycurú (5.02b).
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Sobre un Brunosol de la unidad deinvernada intensiva de INIA La Estanzuelafue sembrado en mayo de 2006, con prepa-ración convencional de suelo, ubicando lasemilla en líneas a 0.17 m, un experimento,donde se comparó la producción de forrajede distintos materiales de lotus y alfalfa (fi-gura 126). Nunca se fertilizó con fósforo de-bido a que el suelo presentaba contenidosde 15ppm (Bray 1) en los primeros 7 cm delperfil.
Se presentará información parcial de ren-dimientos durante el período seco, cuandolas plantas tenían tres años de edad (cua-dro 126). Las precipitaciones acumuladas enel tercer año de vida de las forrajeras totali-zaron solamente 451mm, valor que lo definecomo año muy seco. Una idea del déficithídrico existente en el suelo se visualiza enla figura 127. El objetivo del trabajo consis-tió en evaluar las performances productivasde distintos materiales de lotus disponiblesen el mercado, comparativamente entre ellosy con dos materiales de alfalfa.
Figura 126. Figura 126. Figura 126. Figura 126. Figura 126. Vista general del experimento comparativo entre materiales de lotus (a) y alfalfa (b)en su segundo año.
aaaaa bbbbb
Figura 127.Figura 127.Figura 127.Figura 127.Figura 127. Vista general de los caminos existentesentre los cultivares de lotus, durante la se-quía.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Los rendimientos del primer año (PV1) seinforman con carácter orientativo, mostran-do el establecimiento y producción de losmateriales evaluados durante primavera ve-rano, donde además se registraron precipi-taciones muy importantes, (cuadro 126). Elperíodo seco comenzó en otoño del terceraño y continuó durante todas las estacionesdel mismo con precipitaciones inferiores ala media histórica.
Durante todas las estaciones del terceraño, ambos cultivares de AA, sin diferen-ciar los rendimientos estacionales de forrajeentre los mismos, produjeron rendimientossuperiores de forraje (P<0.05) que cualquie-ra de los materiales de lotus evaluados.Durante primavera y verano del tercer añolos rendimientos de los dos cultivares de AA,duplicaron en magnitud la mayor producciónregistrada con lotus. Estas tendencias seregistran frecuentemente ya que dentro deciertos límites, en la medida que progresaen intensidad una sequía, lotus comienza adeprimir sus potenciales de producción y AAa incrementarlos.
Dentro de los cultivares de LC, SanGabriel multiplicado en Uruguay presentó losrendimientos menores, destacándose un
Cuadro 126.Cuadro 126.Cuadro 126.Cuadro 126.Cuadro 126. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) en el primer año (PV1) y durante el tercer año,con sequía intensa y prolongada.
Especie PV1 O3 I3 P3 V3 O4 A3
LC cv San Gabriel 13991 949 796 2209 1790 0 5743
LC cv INIA Draco 14185 1000 809 2802 2125 0 6736
LC LE 212 (Rigel) 15223 1726 1092 3104 2551 468 8473
LC cv Cruz del Sur 14017 1211 946 2529 2071 0 6757
LC cv Agrosan Trueno 14562 1590 938 2723 2920 313 8170
LC cv San Gabriele 14251 1358 719 2486 1916 0 6479
LC cv Sanson 15251 1315 695 2611 1744 0 6365
LP cv Maku NZ 4667 1126 1165 1117 0 0 3407
LP. cv Sunrise 4926 578 926 1285 0 0 2790
LOTUS Tenuis Larrañaga 12489 278 506 1941 0 0 2725
ALFALFA cv Crioula 18569 2845 2745 6372 6200 8102 18162
ALFALFA E. Chana 17405 2960 2693 6160 6058 7674 17871
MDS P<0.05 2305 294 194 437 385 - 934
Precipitaciones en mm 1023 129 82 88 152 170 451 LC= Lotus corniculatus, LP= Lotus pedunculatus = Lotus uliginosus, A3 = año 3 (O3+I3+P3+V3). O4= marzo
+ abril.
nuevo material de INIA de pronta liberación,LE 212 (Rigel) y Agrosan Trueno.
Tanto Lotus pedunculatus = Lotusuliginosus como Lotus tenuis, con rendi-mientos muy inferiores, no lograron persistirante la sequía, marchitándose en verano deltercer año (cuadro 126).
En términos de persistencia existemucha información mostrada en otros capí-tulos de esta publicación que muestra a Makucomo un material muy sensible a la sequía,presentando el cv Sunrise, una sensibilidadsimilar a Maku.
Maku rápidamente en la medida que seregistre un déficit hídrico moderado y si ade-más simultáneamente ocurren temperaturaselevadas frente a las cuales también presen-ta alta sensibilidad, tiene como primera es-trategia morfofisiológica para escapar deestos estreses el marchitar rápidamente suparte aérea, protegiéndose de esta forma enuna primera etapa de la desecación de susórganos subterráneos por exceso de trans-piración. La velocidad de este proceso esmuy similar a TB ya que Maku también pre-senta de forma similar a TB dificultades im-portantes en regular su tasa transpiratoriafrente a demandas atmosféricas elevadas.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Maku con dicha estrategia actúa protegien-do la hidratación de sus órganos subterrá-neos, rizomas, estolones y coronas, sinembargo de perpetuarse la sequía, dichosórganos se desecan y las plantas mueren.Fue lo que se verificó a fines de primaveradel tercer año. Las plantas no rebrotarondurante el cuarto año, por marchitez perma-nente.
La tolerancia a la sequía de AA quedaclaramente de manifiesto en la informaciónmostrada en el cuadro 126. Su tolerancia aeste estrés no solamente es importante porla persistencia de dichas pasturas, sino por-que además tiene una muy alta capacidadde crecimiento en estas situaciones.
Esta forrajera tiene mecanismos muy efi-cientes en regular internamente sus tasasde pérdidas de agua, pero además es capazde extraer agua en forma muy eficiente delsuelo desde zonas muy profundas del perfil.Estos atributos de AA, desde el punto devista de producción animal en períodos deestrés hídrico y/o altas temperaturas tienengran importancia, por posibilitar buenos re-gistros productivos durante estos períodosy comportarse como seguro económico pro-ductivo en las empresas pecuarias.
Lamentablemente en Uruguay las áreascon esta forrajera son escasas, hecho queno se comprende, puesto que AA origina pro-blemas de meteorismo similares a TB y TRy como fue demostrado en el capítulo IV ,es una especie tolerante a manejos rotati-vos relativamente frecuentes y de persisten-cia superior a TB, TR y LC. Los resultadospresentados (cuadro 126) muestran clara-mente que a nivel de empresas pecuariascon suelos aptos para AA, antes que enca-rar inversiones en equipos de riego, deberíadisponerse de importantes áreas de pasturascuya principal especie sea un cultivar de AAadaptado a nuestro país. De adoptarse estatecnología, los problemas originados por losfrecuentes períodos secos que se registrany/o de altas temperaturas, van a ser amino-rados a un grado tal, que pasarán a conside-rarse como problemas casi secundarios.
Impacto de la frecuencia dedefoliación e interferencia degramíneas en los rendimientosde forraje de pasturas ensituación de sequía
Otros aspectos a considerar en situacio-nes de sequía consisten en: a) los manejosde defoliación impuestos a las especiesforrajeras y b) la composición botánica delas pasturas. Parte de estos temas se ilus-tran en el cuadro 127, donde se muestranpara dos frecuencias de corte aplicadas du-rante toda la vida útil de distintas opciones,los rendimientos de forraje registrados ensiembras puras de leguminosas, siembrasde mezclas entre leguminosas y siembrasde mezclas de leguminosas más gramíneaperenne.
Ante el inicio de un estrés hídrico, lo pri-mero que sucede con las forrajeras de usomás generalizado en el país, es una dismi-nución de las tasas de crecimiento y bajala disponibilidad de forraje para el ganadoexistente. Como resultado aumenta la fre-cuencia de defoliación sobre las pasturas, ymuere una alta proporción de las raíces másactivas, con lo que se agrava para las plan-tas la situación de sequía. Estos eventosdesencadenan procesos en cascada que ter-minan agravando la situación, las plantaspresentan un estrés hídrico exacerbado, y alos animales les disminuye la oferta de fo-rraje y se ingresa rápidamente en un esque-ma de sobrepastoreo generalizado.
La información referente a frecuencias dedefoliación y tipos de pasturas, desde legu-minosas puras, a mezclas de leguminosassin o con gramíneas perennes (GP) se mues-tran en el cuadro 127. La agrupación degramíneas perennes es la media de asocia-ciones con dactylis INIA Oberón y festucaEstanzuela Tacuabé.
Uno de los efectos de aumentar las fre-cuencias de defoliación consiste en la pér-dida de raíces de las plantas, aspecto queya fue tratado en otro capítulo. Si estas pér-didas de raíces se registran además en pe-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Pasturas Cortes cada 30 días Cortes cada 45 días V4 O5 V4+O5 V4 O5 V4+O5
AA 3090 1550 4640 3390 1670 5060 LC 2350 610 2960 2140 1380 3520 TB + LC + AA 1810 1200 3010 1900 1630 3530 GP + TB + AA 650 910 1560 1320 1040 2360 GP + TB + LC 500 800 1300 480 970 1450
mm 177 129 306 177 129 306
Cuadro 127. Cuadro 127. Cuadro 127. Cuadro 127. Cuadro 127. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) de cinco opciones forrajeras, en dos frecuen-cias de cortes, durante verano del cuarto y otoño del quinto año, con precipitacio-nes por debajo de las medias históricas. Situación sin gramilla.
AA=Crioula, LC= INIA Draco, GP= promedio de festuca Tacuabé y dactylis INIA Oberón, TB= trébol blancoEstanzuela Zapicán, mm =precipitaciones en mm. V4= verano del cuarto año (diciembre+enero+febrero), O5 =otoño del quinto año (marzo+abril+mayo).
ríodos con limitaciones hídricas, seguramen-te las consecuencias se agraven, especial-mente si esto ocurre en especies más sen-sibles al manejo de defoliación como puedeser LC comparativamente con AA, o en aque-llas que presentan enraizamiento más su-perficial como TB.
Brevemente se mencionaron una serie decaracterísticas que pueden modificar las res-puestas durante períodos secos a aumen-tos en la frecuencia de defoliación, talescomo: sensibilidad diferencial entre espe-cies, profundidad de enraizamiento y en si-tuaciones de mezclas forrajeras, se sumael grado de interferencia que se origina en-tre especies.
En el cuadro 127, se observa que la dis-minución de la frecuencia de cortes de 30 a45 días, aumentó la producción de forrajeen verano-otoño en 9, 19, 17, 51 y 11% res-pectivamente para AA, LC, TB + LC + AA,GP + TB + AA y GP + TB + LC. AA en siem-bra pura es la que presentó menores aumen-tos en la menor frecuencia, apenas 9%, in-dicando su mayor tolerancia a estos regí-menes de corte.
Cuando las leguminosas se encuentranasociadas a gramíneas perennes, enpasturas de edad avanzada, las gramíneasperennes pueden ejercer un grado de in-terferencia importante sobre las legumino-sas, lo que implica un estrés adicional alde sequía y la frecuencia de defoliación.Esto en pasturas con mayor potencial decrecimiento como pueden ser las mezclasde GP + TB + AA, pueden originar aumen-tos importantes al disminuir la frecuencia,
para esta situación fue de 51%. En la si-tuación de mezclas que integran GP + TB+ LC, esta última leguminosa referenciadafrecuentemente en la literatura como sen-s ib le a in te r fe renc ia por d is t in tasgramíneas perennes, la disminución de lafrecuencia a 45 días, apenas significó unaumento productivo del 11%, explicadoporque muy probablemente con LC elestrés de interferencia es muy importan-te.
En situaciones de limitaciones hídricascon plantas de edades avanzadas, 4 y 5años, las leguminosas puras tolerantes (AA)a estrés hídrico sembradas en siembra puratienen el mayor potencial de producción enestas situaciones, el cual se ubica en posi-ción intermedia cuando se usan mezclas deleguminosas sin presencia de gramíneas yque con la adición de gramíneas perennesen las asociaciones los rendimientos dismi-nuyen drásticamente (cuadro 127). Esta de-presión se explica porque la capacidad decrecimiento de la leguminosa disminuye con-siderablemente por la interferencia de la gra-mínea perenne y ésta, además, no contribu-ye con aportes al rendimiento de la asocia-ción, consecuentemente, la producción to-tal cae.
El estrés sobre las leguminosas origina-do por la interferencia de gramíneas en aso-ciaciones forrajeras se ejemplifica nueva-mente con los rendimientos registrados enotoño del cuarto año de 98 opcionesforrajeras (cuadro 128). Durante el otoño delcuarto año las precipitaciones alcanzaron los680mm y ocurrieron 29 heladas.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 128.Cuadro 128.Cuadro 128.Cuadro 128.Cuadro 128. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) de 98 opciones forrajeras enotoño del cuarto año.
LP= leguminosas puras, 284=raigrás Estanzuela 284, TI= raigrás INIA Titán, Ceb= cebadillaINIA Leona, F= festuca Estanzuela Tacuabé, D= dactylis INIA Oberón, FA= falaris EstanzuelaUrunday.
La interferencia originada por la presen-cia de gramíneas en épocas previas, comoes la situación de raigrás 284 o TI que per-sistieron el primer año, o Ceb, gramínea queal cuarto año no existía, o las que aún seencontraban, caso de F, D y FA, pero queno realizaron aportes de forraje al rendimien-to de las mezclas en otoño del cuarto año,muestra la importante depresión productivade este fenómeno. El mismo se repitió con-sistentemente en prácticamente todas lasasociaciones que en algún momento tuvie-ron presencia de gramíneas, o actualmentecon las perennes. La capacidad de produc-ción de las leguminosas evidentemente estádeprimida si se comparan los rendimientosregistrados por las leguminosas sembradassin gramíneas versus con gramínea (cuadro128). Básicamente los rendimientos de lasleguminosas están explicados mayoritaria-mente por AA y LC. Fenómenos de este tiposon informados frecuentemente en la litera-tura, en trabajos enfocados hacia el estudiode efectos alelopáticos.
Efecto de la edad de la pasturasobre la respuesta enrendimiento de forraje frente a undeterminado estrés
Otro aspecto a resaltar por los impactosproductivos frente a la acción de determina-do estrés se relaciona con la edad de la pas-tura. Esto es muy poco referenciado en laliteratura nacional e internacional, sin em-bargo tiene gran importancia en determinarmagnitud de respuestas frente a distintostipos de estrés. Sobre el tema se hará refe-rencia a respuestas diferenciales en LC yAA de distinta edad frente a estreses origi-nados por temperaturas bajas y por sequía(cuadro 129).
La información surge a partir de experi-mentos donde además de las repeticionesen el espacio se hacen repeticiones en eltiempo, mediante siembras realizadassistemáticamente durante tres o cuatro añosseguidos. Esta estrategia permite disponer
Mezclas Forrajeras LP 284 TI Ceb F D FA
LC 12 435 0 0 0 0 0 0 AA 12 2434 28 133 67 100 100 459 AA 12 2200 22 556 222 0 122 28 TB 1 + LC 8 666 0 0 0 0 0 0 TB 1 + AA 10 2273 150 233 7 3 111 229 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2060 89 208 0 6 89 1140 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 2095 36 81 0 12 47 153 TB 1 + LC 8 + AA 10 2055 14 39 5 28 83 83 AA 10 + LC10 1969 10 12 6 20 233 4 TB 2 + AA 12 1832 7 14 0 14 36 8 TR 6 + AA 12 1539 0 39 0 7 100 4 TB 1 + LC 8 + TR 6 79 0 0 0 0 0 0 TB 2 + LC 12 67 0 0 0 0 0 0 TR 8 + LC 10 63 0 0 0 0 0 0
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en un mismo ambiente, edades de pasturasdiferentes y consecuentemente medir res-puestas. El sistema de cortes y los momen-tos de realización de los mismos fueron idén-ticos en las dos especies.
Con relación al impacto de bajas tempe-raturas, en otoño-invierno, con el registro de64 heladas, período referenciado en amari-llo (cuadro 129), se muestra para LC que losrendimientos de otoño + invierno con plan-tas de segundo año (O2+I2) acumularon 3568kgMS/ha, en tanto con el mismo ambiente,las plantas de cuatro años acumularon sola-mente 1.067 kg MS/ha, es decir, una dismi-nución en la capacidad de crecimiento de70%.
Para la misma situación, pero con AA,las plantas de segundo año acumularon enotoño + invierno del segundo año 4.320 kgMS/ha, mientras que las de cuarto, registra-ron apenas 812 kg MS/ha, representando unadisminución de 81%.
Para el siguiente período otoño invernal(marcado en verde), mientras LC de tres añosprodujo 2.163 kg MS/ha, el de quinto alcan-zó solamente 1.064 kg, o sea, por efectoedad ocurrió una disminución productiva de51%. Para la misma situación pero con AA,se pasa de 5.622 kg con la de tres años, a
Cuadro 129. Cuadro 129. Cuadro 129. Cuadro 129. Cuadro 129. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) de LC y AA frente a sequía y heladas condistintas edades de las especies. Información estrictamente comparativa.
LC INIA Draco AA Crioula P mm
N°H E R E R E R E R
P 1 6198 3 3325 1 5536 3 4620 246 0 V 2 8299 4 3385 2 12451 4 4396 200 0 O 2 1934 4 779 2 2752 4 1537 680 29 I 2 1634 4 288 2 1568 4 473 132 35 P 2 5348 4 2715 2 5207 4 2171 321 0 V 3 5131 5 1004 3 5256 5 2410 174 0 O 3 1307 5 799 3 2903 5 1721 129 10 I 3 856 5 265 3 2719 5 1006 82 29 P 3 2638 5 765 3 6266 5 1349 88 6 V 4 2160 6 1557 4 6129 6 1803 393 0 O 4 112 4 7159 0
E= edad en años, 1 (primer año), 6 sexto año. R=kgMS/ha, P= precipitaciones en mm, N° H= número deheladas. P=primavera, V=verano, O=otoño, I=invierno. Período con precipitaciones inferiores a la mediahistórica (rojo).
2.727, con la de cinco años, es decir unadisminución de 52%.
En otro experimento similar a los comen-tados, están creciendo en condiciones es-trictamente comparativas las cuatro legumi-nosas más utilizadas en el país. En el cua-dro 8 se reportan producciones de forraje paraAA Estanzuela Chaná, LC INIA Draco, TBEstanzuela Zapicán y TR Estanzuela 116durante el primer y segundo año, donde du-rante otoño-invierno y primavera del segun-do año se verificaron precipitaciones pordebajo de lo normal y entre abril y julio delsegundo año se registraron 62 heladas.
TR se destaca por su precocidad en pro-ducir los mayores rendimientos de forrajeluego de la siembra (período P1), (cuadro130). Sin embargo interesa resaltar por serun concepto no asumido y en generaldistorsionado, la buena capacidad de produc-ción invernal (I2) frente a un invierno connúmero alto de heladas, de AA comparativa-mente con las otras leguminosas y especial-mente con TB y TR, especies reconocidaspor su producción invernal. Mucha de la in-formación presentada en esta publicaciónresaltando la capacidad de producción inver-nal de AA, debería hacer cambiar el conceptogeneralizado que de ella se tiene en el país,
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
P1 V1 O2 I2 P2 V2 AA 1631 1259 3098 1542 4328 3495 LC 1624 1754 759 1404 3585 3113 TB 1801 0 0 1169 1158 153 TR 2376 881 925 1397 2093 807 mm 321 174 129 82 88 393
Cuadro 130. Cuadro 130. Cuadro 130. Cuadro 130. Cuadro 130. Rendimientos por estación (kg MS/ha) de cuatro leguminosas con ocurrencia desequía y alto número de heladas en otoño invierno del segundo año.
mm=precipitaciones en mm. Precipitaciones por debajo de lo normal (rojo). Estaciones con alto n° de heladas(verde).
al no considerar su potencial productivo in-vernal. La supremacía de AA con relación alas otras especies durante el período con llu-vias por debajo de lo normal, corrobora con-ceptos anteriormente desarrollados, (cuadro130).
Se comprenderá que cuando se hace re-ferencia a edad de la pastura, probablemen-te también se registren diferencias en dis-tintos aspectos del suelo, propiedades físi-cas, químicas, problemas de hongos, insec-tos, etc., sin embargo sin desconocer laposible existencia de más factores apartede la edad de las forrajeras que inciden, lasdiferencias de rendimiento se simplifican conel criterio de "efecto edad de la pastura".
Con relación a la capacidad de crecimien-to que presentan las plantas en función dela edad de las mismas frente a otro estréscomo puede ser el originado por sequías pro-longadas (señalizado con rojo en el cuadro129), se observa para LC que mientras lasplantas de tercer año produjeron 9.932 kgMS/ha año, las de quinto alcanzaron sola-mente 2833kg, valor que implica una caídade la capacidad de crecimiento de 72%. EnAA se verifica una respuesta similar, las plan-tas de tres años rindieron 1.7144kg, las decinco años 6.486 kg, cantidad que implicaun 63% menos.
Nuevamente, otro aspecto que interesaresaltar es la diferencia entre los registrosproductivos superiores de AA frente a LC,tanto en condiciones de precipitaciones pordebajo de lo normal, como durante períodosexcesivamente fríos.
Los resultados previamente comentadospermiten concluir que la edad de una forrajeraincide marcadamente en los rendimientos deforraje factibles de obtener frente a un estrés,sea por bajas temperaturas o sequía.
Los conceptos comentados precedente-mente representan una importancia marca-da cuando se elaboran esquemas forrajerosdentro de empresas pecuarias. Normalmen-te se hace hincapié en especies y/ocultivares a utilizar, dejándose con prioridadsecundaria la edad de las pasturas. De acuer-do a lo mostrado, muchas veces la edad deuna pastura repercute productivamente enmayor magnitud que un cultivar. Por las ra-zones expuestas, dentro de esquemasforrajeros, cuando se elaboran, con el obje-tivo de disminuir la variabilidad productivafrente a eventos estresantes, debería apli-carse el criterio de tratar dentro de la rota-ción de conservar armónicamente igualdadde áreas de pasturas de distinta edad, esdecir, equilibrar en términos de áreas, dis-tintas edades de pasturas. Esto sin duda,amortiguará variaciones climáticas, hará másestables las cadenas forrajeras. En las si-tuaciones de ambiente que lo permitan, lainclusión de áreas importantes con AA, po-sibilitará aumentar en magnitud importantela oferta anual y estacional de forraje,atemperando las disminuciones en la capa-cidad de producción de forraje consecuen-cia de bajas temperaturas, pero especial-mente de períodos secos. Estos hechosdeben traducirse en mayor producto animalobtenible por unidad de superficie, más es-table a través de los años, más seguro ycon menores riesgos económicos.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
CONSIDERACIONES FINALES
Tolerancia a sequía
• Durante todo el período seco, octubre1999 a abril 2000, LC, F y TR rindieronun 52, 58 y 82% menos forraje que AA,donde TR se marchitó.
• En tres meses de sequía de octubre adiciembre, TB bajo su crecimiento en95%, TR en 80%, LC en 56% y AA ape-nas en 22%. Desde un punto de vistade alimentación animal, con tres me-ses de sequía, AA en diciembre conser-vó una capacidad de crecimiento sufi-ciente para alimentar correctamente bajocondiciones de buen manejo del pasto-reo 5,3 unidades ganaderas de 400 kg.
• En suelos sobre basamento cristalino,con sequía durante octubre a diciembre,TB deprimió sus rendimientos en 59%,TR 42%, LC 23% y AA 13%, donde TBy TR se marchitaron pos sequía y AArecuperó su capacidad de producir nor-malmente más rápido que LC.
Impacto productivo defrecuencias de defoliación, edadde las plantas e interferencia degramíneas en situaciones desequía o bajas temperaturas
• Con sequía, disminución de la frecuen-cia de cortes de 30 a 45 días, aumentóla producción de forraje en verano-oto-ño en 9, 19, 17, 51 y 11% respectiva-mente para AA, LC, TB + LC + AA, GP+ TB + AA y GP + TB + LC respectiva-mente. AA en siembra pura es la quepresentó menores aumentos en la me-nor frecuencia, apenas 9%, indicando sumayor tolerancia a estos regímenes decorte.
• Con limitaciones hídricas y plantas deedades avanzadas, 4 y 5 años, AA ensiembra pura tiene el mayor potencialde producción en estas situaciones, dis-minuye ubicándose en posición interme-dia cuando se mezcla con otras legumi-nosas sin presencia de gramíneas, mien-
tras que en asociaciones con gramíneasperennes los rendimientos disminuyendrásticamente.
• Esta depresión se explica porque la ca-pacidad de crecimiento de la legumino-sa disminuye considerablemente por lainterferencia de la gramínea perenne yésta además no contribuye con aportesal rendimiento de la asociación, conse-cuentemente, la producción total cae.
• La capacidad de producción de las le-guminosas puras disminuye cuando secomparan los rendimientos registradospor las leguminosas sembradas singramíneas versus con gramínea.
• Bajas temperaturas en otoño-invierno,con la registración de 64 heladas, LCcon plantas de segundo año acumuló3.568 kg MS/ha, en tanto en el mismoambiente, las plantas de cuatro añosprodujeron solamente 1.067 kg MS/ha,es decir, una disminución en la capaci-dad de crecimiento de 70%.
• Para la misma situación, pero con AA,las plantas de segundo año acumularonen otoño + invierno del segundo año4.320 kg MS/ha, mientras que las decuarto, registraron apenas 812 kgMS/ha, es decir, una merma de 81%.
• Para el siguiente período otoño invernal,mientras LC de tres años produjo2.163 kg MS/ha, el de quinto alcanzósolamente 1064 kg, o sea, por efectoedad ocurrió una disminución producti-va de 51%, con AA, se pasa de 5.622kg con la de tres años, a 2.727, con lade cinco años, es decir una merma de52%.
• AA presentó buena capacidad de pro-ducción invernal en invierno del segun-do año, con elevado número de heladas,comparativamente con TB y TR, espe-cies reconocidas por su producción in-vernal.
• Con relación a la capacidad de crecimien-to que presentan las plantas en funciónde la edad de las mismas frente a otroestrés como puede ser el originado porsequías prolongadas, LC con plantasde tercer año produjo 9.932 kg MS/ha
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
año, las de quinto alcanzaron solamen-te 2.833 kg, valor que implica una caídade la capacidad de crecimiento de 72%.
• Con AA se verifica una respuesta simi-lar, las plantas de tres años rindieron17.144 kg, las de cinco años 6.486 kg,cantidad que implica un 63% menos.
• La edad de una forrajera incide marca-damente en los rendimientos de forrajefactibles de obtener frente a un estrés,sea por bajas temperaturas o sequía.
COMENTARIOS FINALES
Agronómicamente los conceptos comen-tados precedentemente representan una im-portancia grande cuando se elaboran esque-mas forrajeros dentro de empresas pecua-rias. Normalmente se hace hincapié en es-pecies y/o cultivares a utilizar, dejándose conprioridad secundaria la edad de las pasturas.De acuerdo a lo informado, la edad de unapastura es una variable de alta repercusión
productiva dentro de las cadenas forrajeras.Cuando se elaboran rotaciones forrajeras,con el objetivo de disminuir la variabilidadproductiva frente a eventos estresantes,debería aplicarse el criterio de tratar dentrode la rotación de conservar armónicamenteigualdad de áreas de pasturas de distintaedad, es decir, equilibrar en términos deáreas, distintas edades de pasturas. Esto,amortiguará variaciones climáticas y harámás estables los rendimientos de toda larotación.
En situaciones de ambiente que lo per-mitan, la inclusión de áreas con AA, posibi-litará aumentar en magnitud importante laoferta anual y estacional de forraje,atemperando las disminuciones en la capa-cidad de producción de forraje consecuen-cia de bajas temperaturas, pero especial-mente de períodos secos. Estos atributosdeben traducirse en mayor producto animalobtenible por unidad de superficie, más es-table a través de los años, más seguro ycon menores riesgos económicos.
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IX. PERFORMANCE DE PASTURAS ENPRESENCIA DE GRAMILLA (Cynodon
dactylon (L.) PERS)
RECOPILACIÓN RESUMIDA DEINFORMACIÓN DISPERSA
Los trabajos sobre producción y manejode mezclas forrajeras y leguminosas puras,incluidos previamente en esta publicación serealizaron en ambientes sin gramilla. La au-sencia de gramilla en los mismos fue con-secuencia de su control total mediante el usode varias aplicaciones de glifosato en dosisy momentos adecuados, intercaladas den-tro de una rotación agrícola ganadera plani-ficada, donde entre otros objetivos se priorizóel control de dicha maleza.
Esta característica reviste importanciaespecial ya que cuando se tratan temas deproducción de pasturas, uno de los prime-ros aspectos que deben aclararse es el ni-vel de gramilla existente. Esto se debe a queambientes con o sin gramilla determinan pro-ducciones y persistencia de las especiescompletamente diferentes. La importancia deeste aspecto en la producción de pasturasen el país determina que se realice una pe-queña revisión referente a los principalestópicos que sobre el tema se han informadoen publicaciones, jornadas o charlas.
Un primer aspecto a resaltar radica en quedurante la época previa a la disponibilidad anivel comercial del glifosato, donde solamen-te se contaba con graminicidas, se definióuna estrategia de producción de pasturas encondiciones de "convivencia" con la gramilla.Esta opción determinaba una claudicaciónimportante de los niveles de producción rea-les alcanzables en los predios, con los fac-tibles de lograr si se excluía la gramilla delas pasturas.
Actualmente, con la posibilidad de usode glifosato a nivel de predios, la investiga-ción nacional aportó mucha información re-ferente a pautas a seguir para lograr un con-trol eficiente de la gramilla (Rios 2001, 2006).
Estas no solamente implican el uso adecua-do de todas las acciones a tener en cuentaen aplicaciones de glifosato, sino que ade-más integran conceptos de rotaciones, tan-to agrícola ganaderas, como exclusivamen-te pastoriles, uso de cultivares y determina-das especies forrajeras, manejo dedefoliación de las mismas, es decir, nece-sariamente un control eficiente de esta ma-leza implica a nivel de empresas la aplica-ción cuidadosa de un paquete tecnológicoque involucra muchos aspectos. La agresi-vidad y capacidad de interferencia de lagramilla, determina que si se falla en ape-nas un aspecto del paquete tecnológico,especialmente en esquemas donde entra lafase pastoril, seguramente fracase todo elsistema y se termine nuevamente engramillales.
Relaciones entre la composiciónbotánica de mezclas forrajeras ycontenidos de gramilla
Sobre una secuencia importante de ex-perimentos de mezclas forrajeras llevadosa cabo entre 1960 a 1980 en varias regionesdel país, con las especies sembradas alvoleo sobre suelo preparado en forma con-vencional, generalmente partiendo de cam-pos naturales excepto en el litoral agrícoladonde se disponía de chacras dedicadaspreviamente a la agricultura y dondemayoritariamente en los materiales sembra-dos se especificaba la especie y no el cul-tivar que generalmente se desconocía, serealizó un resumen relacionando tipo demezcla forrajera, contenidos de trébol blan-co y de gramilla en las mismas (cuadro 131).Debe tenerse presente que en esas etapasen general predominaban situaciones conmal establecimiento de las gramíneas pe-rennes que se utilizaban, básicamentefestuca, falaris y dactylis, donde además
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Mezcla forrajera PR % TB % gramilla
F + TB + L 100 44 17 D + TB + L 86 61 24 F + TB + L + P 106 47 13 (F ó D + TB) + TR ó TR + L 112 41 22 (F ó D + TB) + TR ó L 91 53 27 F + TB 71 69 31 (Rg + TB) + L ó TR ó TR + L 93 72 51 (Rg + TB) ó TR ó L 77 79 69 Rg + TB + L 82 76 64 Rg + TB 59 87 72 Rg + TR 71 88 66
generalmente las mezclas eran dominadaspor trébol blanco, puesto que ya se utiliza-ban materiales adaptados a la región, sien-do en esas épocas el cultivar de uso gene-ralizado, Estanzuela Zapicán o similar.
La información muestra que las mezclassin gramínea perenne, compuestas con rai-grás más leguminosas fueron las que pre-sentaron en enero del tercer año los mayo-res contenidos de gramilla (Figura 128) y enprimavera del segundo año, los tenores su-
Cuadro 131. Cuadro 131. Cuadro 131. Cuadro 131. Cuadro 131. Efecto de la composición botánica de mezclasforrajeras sobre los contenidos de trébol blan-co en octubre del segundo año, de gramilla enenero del tercer año y producción relativa deforraje en tres años. Adaptado de Formoso(1988, 2006, 2008).
F = festuca, D = dactylis, P = paspalum, RG = raigrás anual,TB = trébol blanco, TR = trébol rojo, L = Lotus corniculatusPR=producción relativa de forraje.
periores de leguminosas, básicamente TB.Se resalta que las siembras al voleo de lasgramíneas perennes en esta secuencia deexperimentos, si bien se establecían par-cialmente, sus contenidos distaban de lo quese obtiene actualmente con siembras en lí-neas. Sin embargo, a pesar de este proble-ma la información muestra la relación opues-ta existente entre contenidos de gramíneasperennes invernales o estivales con capaci-dad de producción estival y gramilla.
Figura 128.Figura 128.Figura 128.Figura 128.Figura 128. Evolución del nivel de gramilla con la edad enpasturas de raigrás más leguminosas. TB = trébolblanco, LC = Lotus corniculatus.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
En la producción relativa de las mezclascon raigrás, debe considerarse que los apor-tes absolutos mayores de forraje ocurrenen el primer y segundo año, en tanto que altercero los rendimientos disminuyen marca-damente.
El impacto de las especies que integranlas pasturas es consistente con los resulta-dos que se reportan de varios trabajos de-sarrollados en forma independiente, experi-mentos 1, 2, 3, 4 y 5 (cuadro 132). Si bien lainclusión de gramíneas perennes invernalesen las asociaciones deprime la velocidad deavance de la gramilla, debe tenerse presen-te que lo realmente importante es que dichasgramíneas tengan buen potencial de creci-miento e interfieran a la gramilla durante elperíodo que la maleza también crece. Eneste sentido, el trabajo 5 de García (1995)
muestra claramente las diferencias entregramíneas perennes. Mientras falaris conmuy baja capacidad de crecimiento estivalposibilitó un área cubierta de gramilla de58%, dactylis INIA Oberón, con muy buenpotencial de crecimiento estival, simplemen-te por este atributo bajó la gramilla a sola-mente 8%, ubicándose festuca EstanzuelaTacuabé en una posición intermedia (cuadro132). En el mismo trabajo, considerando lasmezclas simples, el menor contenido degramilla se registra con achicoria, especieque presenta crecimiento estival.
Con relación a la capacidad de produc-ción estival de gramíneas perennes utiliza-das como estrategia para disminuir el avan-ce de la gramilla en mezclas, en varios tra-bajos, Santiñaque (1979), Mora (1980),García (1995), se enfatiza que en general la
Tipo de pasturas
Rotativo cada 8-10cm
Rotativo cada 15-20cm
Experimento y autor
LC Gramilla V3 (%) 48 15 1. Formoso ( 2007, 2008) F + TB + LC 36 5
Rg + TB + LC 59 17 LC
kgMS/ha tercer año 3260 6270 2. Formoso ( 2008)
kgMS/ha O3+I3 430 1390 Gramilla V3 (%) 67 24
Gramilla en el tercer año (%)
Nivel inicial de gramilla, a la siembra Bajo Alto
F (5c) MF(3c) F (5c) MF(3c) 3. García (1988,1995) GP + TB + LC 7 5 96 82 A + TB + LC 40 65 100 98 Rg + TB + LC 57 23 98 88 kgMS/ha en 3 años
17.2 18.7 12.5 14.7
kgMS/ha tercer año
4.6 6.2 1.1 2.2
Rendimientos de forraje kgMS/ha en el tercer año
Nivel inicial de gramilla 4. Formoso (2007) Bajo Medio Alto
F + TB + TR (SD) 7450 6900 5520 F + TB + TR (PC) 7880 7160 6340 D + TB + TR (SD) 8240 7730 6240 D + TB + TR (PC) 8860 8030 7250 Rg + TB + TR (SD) 6600 3160 2180 Rg + TB + TR (PC) 6860 4440 3300
Mezcla Gramilla (%) Mezcla Gramilla (%) 5. García (1995) Rg + TR 60 Fa + TB + LC 58 Ho + TR 52 F + TB + LC 24 A + TR 26 D + TB + LC 8
F=festuca, Fa=falaris, Rg=raigrás, Ho= Holcus, GP=gramínea perenne, TB= trébol blanco, TR= trébol rojo,LC= Lotus corniculatus, SD= siembra directa, PC=preparación convencional del suelo. F=frecuente=5c,MF=menos frecuente=3c), 5c y 3c= número de cortes entre setiembre y febrero. V3 = tercer verano, O3 + I3 =otoño + invierno del tercer año.
Cuadro 132. Cuadro 132. Cuadro 132. Cuadro 132. Cuadro 132. Resumen de resultados de cinco experimentos independientes que relacionangrado de infestación de gramilla con composición botánica de mezclas, frecuen-cia de cortes, niveles iniciales de gramilla, siembra directa o con preparaciónconvencional de suelo.
T.
T.
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inclusión de Paspalum dilatatum en las aso-ciaciones se traduce frecuentemente en quelas mismas presentan los menores conteni-dos de gramilla en verano del tercer año. Estagramínea requiere de escarificar la semillapara que se establezca, generalmente co-mienza a aportar forraje a fines de la segun-da primavera y verano y su crecimiento es-tival limita el desarrollo de la gramilla. Sinembargo, esta especie origina un grado deinterferencia muy importante sobre las legu-minosas, que finalmente las termina exclu-yendo o los aportes productivos que las mis-mas realizan son muy bajos. La interferen-cia del Paspalum dilatatum sobre las legu-minosas, especialmente tréboles, sumado ala inexistencia de semillas en el mercado ysus aportes muy tardíos al rendimiento delas asociaciones determinó que no fuera con-siderado.
Frecuencia de defoliación yaumento en la infestación degramilla
El manejo de cortes o pastoreo es otravariable que incide en la evolución de la re-lación entre las especies sembradas y lagramilla. En la medida que las frecuencias
de defoliación aumentan, traspasado deter-minado umbral, en general, el vigor de lasespecies sembradas disminuye, en gradosvariables según la sensibilidad de cadaforrajera ya que presentan diferencias entreellas, desciende la capacidad de competen-cia de las mismas y concomitantemente lostenores de gramilla se elevan. En el cuadro132, se muestran varios ejemplos (experi-mentos identificados como 1, 2 y 3) que ra-tifican consistentemente los conceptos co-mentados. En la figura 129, se resumen losresultados de la aplicación de tres frecuen-cias de pastoreo aplicadas en un sistemade invernada de novillos, sobre una mezclade Festuca cv El Palenque + trébol blancoEstanzuela Zapicán + Lotus San Gabriel.
Con novillos de invernada manejados conaltas cargas, en pastoreo rotativo y conduraciones del pastoreo de tres días, el ini-cio del pastoreo con menores disponibilida-des de forraje al ingreso, determinó meno-res producciones de forraje anuales y en oto-ño-invierno. Además la infestación degramilla aumentó linealmente con la frecuen-cia de pastoreo. Esta información es similara los resultados que se obtienen medianteexperimentos de cortes (cuadro 132, experi-mentos 1, 2 y 3).
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Otoño (4° Año)
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4.4 ton/ha
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Prod. Ot.-Inv.
Gramilla (%) en
Otoño (4° Año)
8.4 ton/ha
4.4 ton/ha
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8.4 t/ha = 100%
4.4 t/ha = 100%
Prod. otoño + invierno
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Prod. Anual
Prod. Ot.-Inv.
Gramilla (%) en
Otoño (4° Año)
8.4 ton/ha
4.4 ton/ha
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(%)
Prod. Anual
Prod. Ot.-Inv.
Gramilla (%) en
Otoño (4° Año)
8.4 ton/ha
4.4 ton/ha
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kgMS
8.4 t/ha = 100%
4.4 t/ha = 100%
Prod. otoño + invierno
Disponibilidad de forraje X (
Figura 129. Figura 129. Figura 129. Figura 129. Figura 129. Efecto del manejo de la frecuencia de pastoreo, definida como disponibili-dad de forraje pre-pastoreo y su impacto en la producción anual y otoñoinvernal del tercer año y del grado de infestación de gramilla.
)
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Puesto que la gramilla reinicia su creci-miento al inicio de primavera y es sensibleal sombreado, una alternat iva paraenlentecer el grado de infestación consisteen disminuir las frecuencias de cortes du-rante primavera-verano. Esta opción semuestra en el experimento 3 (García, 1995).En el mismo, en situaciones de bajo nivelde gramilla en la chacra pre-siembra de laspasturas, se verifica que en la asociaciónRg + TB + LC mientras en el régimen fre-cuente de cortes, que impl icó cincodefoliaciones, los contenidos de gramilla al-canzaron un 57%, cuando solamente se rea-lizaron tres cortes, la infestación de gramilladisminuyó a 23%. Obviamente que si bienel tenor de gramilla disminuyó, el hecho derealizar 3 cortes entre setiembre y febrero,implica pérdidas de materia seca y calidadde la misma, además de una complicaciónpráctica en el manejo animal de un prediopor muy bajo número de utilizaciones en unperíodo prolongado de tiempo. Sin embargo,la estrategia apl icada es út i l paraconceptualizar la sensibilidad de la gramillaal sombreado por otras especies.
Contenido inicial de gramilla
Entre los aspectos que condicionan fuer-temente la evolución y posterior capacidadde rendimiento de las asociaciones es elcontenido de gramilla inicial al momento dela siembra. En este contexto se muestrandos experimentos, 3 y 4, (cuadro 132) quepermiten resaltar algunos aspectos.
El experimento 3, (García 1995), mues-tra claramente que en situaciones de siem-bra de pasturas con alto nivel inicial de gra-milla, se llega al tercer año con produccio-nes de forraje en las mezclas forrajeras ex-cesivamente bajas y contenidos de gramillamuy altos. De hecho se puede considerarque las mezclas en estas situaciones per-sisten solamente dos años, atributo no sus-tentable económicamente. Adicionalmente lainformación muestra que partiendo de nive-les iniciales altos de gramilla, la inclusiónde gramíneas perennes y el manejo de defo-liación son de baja relevancia, es decir, lavariable que domina y determina la producti-vidad del sistema es la gramilla. Cuando se
parte de niveles bajos de gramilla, los ma-nejos de defoliación menos frecuentes y/ola inclusión de gramíneas perennes con ca-pacidad de crecimiento estival constituyenalternativas que mejoran sustancialmente lassituaciones, tanto en rendimientos de forra-je al tercer año como en el grado de infesta-ción de gramilla (situación 3, cuadro 132).
Cuando se parte inicialmente desde lasiembra de una situación con un contenidoalto de gramilla viva (cuadro 2, caso 4), setermina rápidamente en un gramillal conáreas cubiertas por la maleza muy impor-tantes. En estas condiciones, la composi-ción de las mezclas, con gramínea perenne,raigrás, achicoria, o el manejo de cortes opastoreo tienen poco efecto. Cuando estoocurre la decisión económicamente coheren-te consiste en controlar la gramilla con her-bicida con dosis adecuadas, sembrarverdeos de invierno, avena, raigrás y cuan-do estos finalicen su ciclo reaplicar herbici-das antes de volver a sembrar una pradera.Cuando se parte de niveles iniciales bajosde gramilla, la inclusión en las mezclas degramíneas perennes y manejos cuidadososde la pastura posibi l i tan menoresinfestaciones de gramilla al tercer año ymayores niveles de producción durante elmismo (cuadro 2, caso 4).
Siembra de praderas luego decultivos estivales realizados ensiembra directa y con laboreoconvencional
En otro trabajo, (situación 4, cuadro 132),para siembras realizadas luego de la cose-cha de sorgo para ensilaje de grano húme-do, comparando dos tipos de siembra, di-recta y con laboreo convencional de suelo ytres mezclas forrajeras, se muestran los ren-dimientos del tercer año. La informaciónmuestra que en general en el tercer año losrendimientos de las siembras con laboreoconvencional superaron a las de directa, quelas mezclas con dactylis INIA Oberón comogramínea perenne superaron a las de festucaEstanzuela Tacuabé, tanto más cuanto ma-yor es el nivel inicial de gramilla del cual separte y que las mezclas sin gramínea pe-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
renne, con raigrás, con contenidos inicialesmedios o altos de gramilla presentaron pro-ducciones muy bajas en el tercer año. Estasituación concuerda con la información ob-tenida en el caso 3.
Siembra de praderas a partir deuna aplicación de glifosato sobreun gramillal
Lamentablemente es generalizada la si-tuación donde se siembran pasturas peren-nes a partir de una chacra con una sola apli-cación de glifosato, donde por la pérdida deverdor y "quemado" de la gramilla, lostomadores de decisiones llegan a la conclu-sión que la gramilla está totalmente contro-lada (figura 130).
El control requerido para sembrar unamezcla perenne, sobre un gramillal con so-lamente una aplicación de glifosato, gene-ralmente se encuentra muy lejos de ser su-ficientemente efectivo. Lo común es que apartir de la primavera verano del primer osegundo año la pastura se reinfeste acele-radamente con gramilla y en el tercer año lapradera se encuentre invadida por gramilla ysus rendimientos sean excesivamente ba-jos, no sustentables desde el punto de vista
Figura 130. Figura 130. Figura 130. Figura 130. Figura 130. Siembra de una pastura luego de una aplicaciónde 4 litros/ha de glifosato.
económico, tal como se observa en la ma-yoría de los casos mostrados (cuadro 129).
Siembra de praderaspermanentes sobre cultivos overdeos de verano
Otro de los errores que frecuentementese cometen consiste en sembrar praderaspermanentes luego de cultivos forrajeros deverano.
Con relación a las especies estivales uti-lizadas en tambos y predios ganaderos (maí-ces y sorgos para silo, sorgos híbridos ysudan para pastoreo), se evaluó la infesta-ción de gramilla que presentaron durante elperíodo noviembre de 2005 a comienzos defebrero de 2006, 47 chacras ubicadas en losdepartamentos de Río Negro, Mercedes,Colonia, San José, Canelones y Florida.
En general estas situaciones terminan afin de verano-otoño con infestaciones degramilla lo suficientemente altas como parasugerir que no se siembren praderas perma-nentes, se priorice el control de gramilla conherbicidas y se siembren verdeos de invier-no densos. Esta aseveración surge de la in-formación mostrada en el cuadro 133.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 133.Cuadro 133.Cuadro 133.Cuadro 133.Cuadro 133. Infestación de gramilla (%) de presencia de la maleza por 100 metros. Datospromedio para maíces, sorgos y sudan. (Formoso, 2006, 2008).
Rangos de metros infestados con gramilla en 100 metros lineales
Porcentaje de chacras con determinado grado de infestación de gramilla
0 a 2 1,5 3 a 10 20,5 11 a 30 59,0 31 a 100 19,0
La información revela que el problema deengramillamiento en los predios, a pesar dedisponerse de opciones tecnológicas comoglifosato, es muy grave. Solamente el 1,5%de las chacras presentaron infestacionesbajas, 2 metros de gramilla en 100 metroslineales (cuadro 133). Estas por su escasocontenido, serían en principio las únicasaptas para sembrar praderas permanentesen otoño con buenos potenciales producti-vos a futuro, es decir, que no se infesten yapartir de la segunda primavera-verano contenores prematuros excesivos de gramilla.
El 78% de las chacras, cada 100 metros,presentó un mínimo de 11 metros con pre-sencia de gramilla. Estos contenidos tan ele-vados a fines de primavera-verano, permi-ten realizar una serie de comentarios.
El primero, es considerar como principalobjetivo bajar el nivel de gramilla viva. Tra-bajos de seguimiento en praderas del creci-miento de cada foco de gramilla (Formoso,F, sin publicar) indica que según las condi-ciones de ambiente, especialmente el nivelde precipitaciones en verano, un foco degramilla generalmente consistente en un frag-mento de estolón con dimensiones prome-dio para 34 situaciones de chacra entre 4 y32 cm, en el verano del segundo para el ter-cer año, el diámetro superior que ocupó cadafoco inicial de gramilla varió entre un míni-mo de 3,8 metros y un máximo de 7,2 me-tros, siendo el promedio ponderado de las34 situaciones de 6,1 metros. Esta informa-ción permite ejemplificar que si en 100m severifican cinco fragmentos vivos dispersosde gramilla, al inicio del tercer año abarca-rán próximo a los 30 metros, lo que puedeimplicar un tercio de la superficie de unapastura. El progreso temporal acelerado dela infestación de las praderas con presenciaabundante de esta maleza, tal como la in-
formación mostrada lo demuestra, permitesugerir que en este tipo de situaciones dechacras con infestación inicial de gramillade cinco focos en 100 metros, deberíapriorizarse un mayor grado de control, siem-bra de verdeos de invierno y posponer lasiembra de praderas hasta que se logre unadecuado control de la maleza. Se resaltanuevamente que se debería evitar la siem-bra de verdeos de verano como cabeza derotación a partir de praderas engramilladas.
Efectos alelopáticos de lagramilla
Un aspecto a considerar cuando se reali-zan siembras sobre chacras engramilladasdonde la maleza fue controlada con glifosatoy persisten áreas, manchones densos degramilla controlada, consiste en los efectosalelopáticos que la misma ejerce sobre lasespecies sembradas sobre los mismos. So-bre el tema se realizaron una secuencia deexperimentos en las unidades de invernada,lechería y ovinos de INIA La Estanzuela. Lostrabajos se realizaron sobre chacras con pra-deras engramilladas, donde se realizaron dosaplicaciones espaciadas en el tiempo deglifosato (2,5 i.a. por hectárea cada una) yentre febrero, marzo o abril se procedió a lasiembra directa de distintas especiesforrajeras. Se utilizó una sembradora provistade un tren de siembra monodisco anguladocon control estricto de la profundidad de siem-bra. El objetivo de los trabajos consistió encontrastar el crecimiento de distintas espe-cies forrajeras en tres situaciones: 1) sobrelos manchones de gramilla controlados conglifosato, 2) sobre los manchones de gramillacontrolados con glifosato y posteriormentequemados, 3) sobre gramilla verde y final-mente 4) sobre suelo desnudo, es decir, sin
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presencia de gramilla. No siempre se eva-luaron las cuatro situaciones. La informaciónrecabada se resume en el cuadro 134.
La información recabada muestraconsistentemente que los rendimientos su-periores se registran en ausencia de gramilla,es decir, cuando la siembra se realiza sobresuelo desnudo. En el extremo inferior seubican las siembras sobre gramilla controla-da o que aún está verde. Las situacionesdonde luego del control con glifosato se eli-minó la parte aérea de la gramilla mediantequema, mejora el rendimiento de forraje auna posición intermedia, sin alcanzar losvalores del suelo desnudo. La mejora de ren-dimiento mediante quema, indica que partede la interferencia es eliminada por el fuego.
CONSIDERACIONES FINALES
La información recabada a partir de dis-tintos trabajos realizados con diferencias enel espacio y tiempo fueron muy consisten-tes en los resultados obtenidos. A partir deestos datos se pueden realizar las siguien-tes sugerencias:
Especie Días pos siembra
1. Gramilla controlada
2. Gramilla controlada y quemada
3. Gramilla
verde
4. Suelo desnudo
Avena 1095a 110 713 c 1389 b - 2044 a Avena 1095a 89 230 c 590 b - 960 a
TA. INIA Calipso
97 150 c 570 b 138 c 790 a
TA: INIA Calipso
138 369 c 749 b 324 c 897 a
Rg INIA Titán 77 334 c 505 b - 645 a Rg INIA Titán 95 309 c 578 b - 740 a Trébol Blanco
EZ 165 464 c 777 b - 895 a
Trébol Rojo E 116
153 565 c 856 b 430 c 1094 a
Lotus INIA Draco
144 330 b 574 a - 598 a
Alfalfa E. Chaná
172 170 c 333 b - 396 a
Cada fila corresponde a un experimento. Letras diferentes dentro de la misma fila indican diferencias derendimiento al nivel de P<0.05%. TA = trébol alejandrino, Rg = Raigrás, EZ = Estanzuela Zapicán, E116 = Estanzuela 116.
• El contenido inicial de gramilla viva almomento de siembra de una pastura in-tegrada por gramíneas y leguminosas,condiciona en grado superlativo la pro-ducción a futuro de la asociación, el ni-vel de infestación de gramilla y los re-sultados económicos de la inversión.
• Cada foco inicial de gramilla no contro-lada, en media de 34 situaciones depasturas ocupó un diámetro de 6,1 me-tros en el verano del segundo u otoñodel tercer año.
• Si una chacra presenta cinco o más fo-cos de gramilla cada 100 metros, gradode engramillamiento medio a alto, se su-giere dilatar la siembra de praderas,priorizar el control de gramilla medianteaplicación de herbicidas y sembrarverdeos de invierno, ya que esos cincofocos al inicio del tercer año se trans-formarán en un 30 % o más de área cu-bierta por gramilla.
• Contenidos iniciales en chacra mediosa altos de gramilla determinan bajos ren-dimientos de las mezclas forrajeras in-dependientemente del manejo de pas-
Cuadro 134. Cuadro 134. Cuadro 134. Cuadro 134. Cuadro 134. Crecimiento de especies forrajeras (kg MS/ha) en función de distintascamas de siembra en siembra directa.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
toreo que se realice y de la integraciónde las asociaciones, con gramíneasperennes o sin ellas.
• Evitar la siembra de praderas luego decultivos de verano, maíz, sorgos, sudan,excepto que en los mismos se corrobo-re con seguridad ausencia de gramillaviva.
• Con niveles iniciales bajos de gramillaen la chacra, priorizar la siembra depasturas con gramíneas perennesinvernales con crecimiento activo deverano, jerarquizando especies del tipodactylis INIA Oberón sobre festuca tipoTacuabé.
• Con niveles iniciales bajos de gramillaen la chacra evitar la siembra de raigrásmás leguminosas, puesto que segura-mente los rendimientos de forraje altercer año serán muy bajos y la pasturapresentará infestación muy alta degramilla.
• Además de la integración de las mez-clas forrajeras, priorizando el empleo degramíneas perennes invernales con cre-cimiento estival, el manejo del pastoreo,especialmente las frecuencias dedefoliación altas, debilitan el vigor de lasforrajeras sembradas, pierden fuerza decompetencia y posibilitan una acelera-ción de la infestación con gramilla.
• Evitar la siembra de praderas sobre cha-cras engramilladas, ya que distorsionala rotación del predio, disminuye los ren-dimientos de forraje y obviamente la pro-ducción de carne, leche o lana, aumen-ta los costos del forraje producido y ge-neralmente lo que se obtiene de produc-to en dichas situaciones no es susten-table económicamente.
• La siembra de semillas de especiesforrajeras sobre manchones controladosde gramilla determina tasas de creci-miento iniciales de las especies sem-bradas, comparativamente muy inferio-res a la siembra sobre suelo desnudosin gramilla, o cuando ésta fue elimina-da además por fuego.
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INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
X. GRAMILLA: (Cynodon dactylon (L.)PERS), CRECIMIENTO, RESPUESTA AL
NITRÓGENO Y MEZCLAS CON FESTUCA
INTRODUCCIÓN
En el capítulo IX se mostró informaciónreferente a las disminuciones productivasque la gramilla origina en diferentes pasturas.Las pérdidas que origina esta maleza en lossistemas de producción tienen una doblefaceta, por un lado se deprime el productoanimal obtenible, por otro se incrementan loscostos de producción, mayores necesidadesde aumentar el número de aplicaciones deherbicidas, de dosis de aplicación, de reque-rimientos de combustible por parte de lamaquinaria que trabaja en situaciones deengramillamiento. Esto determina que loscostos del forraje producido se eleven con-siderablemente, consecuentemente los re-sultados económicos de las empresas dis-minuyen y pueden llegar a tener balanceseconómicos netos negativos.
En predios con alto nivel de infestaciónde gramilla, ésta termina incidiendo en lamayoría de las decisiones tecnológicas pro-ductivas que se toman, por lo que podríadecirse que indirectamente termina dirigien-do las decisiones empresariales.
En los comentarios finales del trabajo IXse sugirió que ante situaciones con chacrasinfestadas de gramilla, se dilatara la siem-bra de praderas y se orientaran los esfuer-zos a controlar gramilla mediante aplicacio-nes correctas de glifosato y siembra deverdeos de invierno (avena y/o raigrás deciclo corto o largo), como pasturas que po-sibil i tan hacer varias aplicaciones deglifosato antes de sembrar la pradera coninclusión de leguminosas.
Actualmente la disponibilidad de sojasRR es una alternativa controladora degramilla en predios con este problema, don-de adicionalmente posibilita la obtención, ge-neralmente, de mejores ganancias que las
obtenidas con producto animal sobregramillales. Sin embargo, esta estrategia engeneral es aplicada en predios con superfi-cies medianas a grandes.
También deben destacarse dos aspectospositivos, uno radica en que la gramilla pue-de ser usada como pastura para producircarne y una segunda faceta radica en quesu rápida cobertura de los suelos posibilitaun control muy eficiente de la erosión. Pro-bablemente, si no existiera la gramilla en lazona agrícola de nuestro país, especialmentecuando se laboreaban en forma convencio-nal los suelos, gran parte del horizonte A delos mismos, estaría actualmente en arroyosy ríos.
ANTECEDENTES
Los problemas de gramilla son antiguosen el país. En 1990 Bautes realizó un traba-jo que implicó tres años de inspecciones deun número elevado de situaciones que seresumen en el cuadro 135.
En un número muy importante de situa-ciones cuantificadas (1938) el 95% de lasmismas presentó problemas graves degramilla (cuadro 135). También a pesar deque solo se constató apenas un 5% de ca-sos sin gramilla, este valor tan escaso alien-ta a que es posible tener situaciones lim-pias.
Actualmente se cuenta con la posibilidadde utilizar glifosato, establecer con éxito enmezclas forrajeras gramíneas perennes, di-señar rotaciones agrícolas o agrícola gana-deras con la inclusión de sojas RR, espe-rándose que a corto plazo en el país se pue-dan sembrar otros cultivos también RR, as-pecto que ayudaría a controlar mejor estamaleza y mejoraría la economía de empre-sas con este problema.
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Cuadro 135.Cuadro 135.Cuadro 135.Cuadro 135.Cuadro 135. Infestación de gramilla en porcentaje del área de chacra, en 1938 situaciones enel litoral agrícola ganadero del país. Muestreos en 1980-1987-1990, (Bautes, 1990).
Área con gramilla
Praderas Cultivos Rastrojos Laboreos Total
N° % N° % N° % N° % N° %
0 10 1 59 20 4 1 23 5 96 5
Hasta 25% 131 18 78 26 18 4 81 20 308 16
Entre 25 y 75% 226 30 98 33 78 16 104 25 506 26
Entre 75 y 100%
373 51 62 21 388 79 205 50 1028 53
Total 740 297 488 413 1938
Debe tenerse presente además que lamayoría de las pasturas naturales incluyengramilla en su composición. Actualmente, encampos ubicados en la zona de influenciade La Estanzuela y en el resto del país, seobserva en predios ganaderos la instalaciónde verdeos de invierno, básicamente raigrás,en chacras que previamente fueron camposnaturales. Estas se preparan mediante apli-caciones de glifosato para controlar el tapiznatural y sembrar la gramínea anual. El usode sub-dosis de glifosato, aplicaciones queno siguen las pautas indicadas para un usocorrecto del glifosato, rápidamente determi-nan que se pase de campo natural, a un ver-deo en general de media a baja productivi-dad, más primaveral que invernal y se ter-mine en un gramillal. Esto ocurre porque antemalas aplicaciones, las gramíneas compo-nentes del tapiz natural son generalmentede más fácil control que la gramilla. Estaque permanece viva en alta proporción utili-za muy eficientemente el nitrógeno prove-niente de la descomposición del tapiz con-trolado.
Opciones tecnológicas que frecuentemen-te son altamente potenciadoras de la gramillason los mejoramientos de campos naturalesmediante siembra de leguminosas, especial-mente de trébol blanco, Lotus corniculatusy Lotus uliginosus cv Grasslands Maku.Estos se establecen sobre campos natura-les, se fertiliza con fósforo aumentando laproducción de forraje, consecuentementeaumenta la fijación de nitrógeno y la dispo-nibilidad de este en el suelo. Como la gramillaes notoriamente más eficiente que las res-tantes especies componentes del tapiz en
captar y transformar en forraje ese nitróge-no, aumenta su presencia e invade. Lascoberturas de trébol blanco y lotus se dete-rioran con los años, entre el tercero y cuartopersisten pocas leguminosas, el suelo pre-senta mayor disponibilidad de nitrógeno, nohay suficientes gramíneas que capten a fi-nes de primavera y verano ese excedentede nitrógeno y generalmente el mejoramien-to inicial termina en gramillal. En general elmanejo de pastoreo continuo al que son so-metidos mayoritariamente los mejoramien-tos, determina un debilitamiento del vigor delas especies sembradas, preferenciadas porel ganado frente a la gramilla, aspecto quele otorga mayores ventajas competitivas ala gramilla para que progrese más rápida-mente aún.
Ecológicamente, de los sucesos previa-mente comentados se pasa de campo natu-ral, a un mejoramiento con leguminosas y elciclo termina generalmente en un gramillal.Cabe la pregunta: ¿En definitiva, se mejoró,o empeoró la situación? Con mejoramientosen base a Maku, leguminosa de mayor pe-rennidad sucede algo similar ya que sucapacidad de interferencia tal como ya secomentó en otros trabajos de esta publica-ción, frente a otras especies y la gramillaes muy baja, siendo la especie deprimidaen esas asociaciones.
También deben considerarse los efectosde la gramilla frente a otras especies, as-pecto también mostrado en el capítulo IX.Su interferencia sobre las mismas no sólose explica por su potencial de cubrir áreasobre el suelo mediante estolones y bajo elsuelo con raíces y rizomas (Rios, 2001,
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
2006), sino también por sus capacidades fi-siológicas de uso eficiente del agua, del ni-trógeno, y además por su potencial de inter-ferir sobre otras especies, especialmenteleguminosas y gramíneas. Interferir implicala utilización de dos estrategias, alto podery fuerza de competencia y depresión o su-presión de vecinos por alelopatía.
Con gramilla, además de la muy superioreficiencia de uso del nitrógeno que las es-pecies C3, también las supera ampliamenteen capacidad de crecimiento a éstas, en si-tuaciones de muy alta disponibilidad de aguao de sequía. Ante casos de buen suministrode agua, la supremacía de gramilla se expli-ca por dos causas, además de ser una es-pecie C4, de superior eficiencia fotosintéticaque las C3, es muy eficiente en el uso deagua. Su despegue en condiciones secasse explica por su doble mayor eficiencia, enel uso del nitrógeno que aumenta su dispo-nibilidad en el suelo con sequía y en la su-perior conversión del agua escasa por se-quía, en rendimiento de forraje. Evidentemen-te todos estos atributos definen a la gramillacomo una invasora muy eficiente.
En el caso de rotaciones agrícolas gana-deras, el control mediante pautas a seguiren las pasturas, ya indicadas en otros capí-tulos, más el uso correcto de glifosato ycultivos RR, posibilitan alcanzar nuevamen-te situaciones sin gramilla. En los capítulosII y III de esta publicación se sembraron lostratamientos en chacras convertidas en cerogramilla, indicando que se puede. En la en-cuesta mostrada en el cuadro 135, aunqueminoritariamente, un 5% de las situacionesno presentaban gramilla.
Cuando dentro de pasturas, especialmen-te en situaciones de campos naturales, sepromueve el uso de mejoramientos extensi-vos, se hace mucho hincapié en mejorar enbase a coberturas con leguminosas. Lo pre-visible, tal como ha sido comentado, es quela mayoría de estos mejoramientos terminenen gramillales.
En el país para las zonas extensivas nohay casi trabajos que orienten con pautasclaras para solucionar este problema, man-tener equilibrios armónicos entre las dospartes del mejoramiento, las especies intro-ducidas y el campo natural. Comúnmente
cuando se llega a estas situaciones se su-giere el uso de glifosato seguido por verdeos.Deberían estudiarse opciones armónicas demejoramientos con leguminosas y gramíneasperennes que convivan en equilibrio con ladiversidad de gramíneas del campo natural.Si bien se han realizado algunos trabajos deincorporación de gramíneas perennes enmejoramientos, el uso de sembradoras noadecuadas por tipo de abresurco utilizado, oausencia de mecanismos que controlan conprecisión la profundidad de siembra paragramíneas perennes, o siembras realizadasdonde inicialmente el tapiz tiene un gradode infestación de gramilla, determinó fraca-sos o resultados pobres de estos intentos.
Es frecuente la promoción del aumentoen las dosis aplicadas de fertilizantesfosfatados en mejoramientos de legumino-sas, porque generalmente aumentan los ren-dimientos de forraje. Esta estrategia puedellevar al dominio de leguminosas y cuandoéstas desaparecen por un estrés ambiental,exceso de frecuencia y/o intensidad de pas-toreo, sequía, edad de la pastura, es alta-mente probable que se termine en ungramillal, es decir, en un desmejoramiento.
En el país hay una relación directa entrepredios promovidos, "empraderados",mejorados con coberturas y grado alto deengramillamiento. Esto indica que no seestán manejando correctamente las opcio-nes tecnológicas existentes para evitar esteproblema.
En la década pasada ante este problemase argumentaba la teoría de convivenciapermanente con la gramilla, hoy con las al-ternativas tecnológicas disponibles, si lasempresas lo deciden se puede revertir el pro-blema a situaciones sin o con muy bajo ni-vel de gramilla.
En el cuadro 136 se muestra la evolu-ción en el tiempo de distintos mejoramien-tos realizados sobre Brunosoles y sueloshidromórficos, variando las leguminosas, losniveles de fósforo, el manejo de pastoreo yla inclusión o no de festuca como gramíneaperenne. Las determinaciones de áreas cu-biertas se realizaron por el autor de éstecapítulo entre el 15 de octubre y 15 de no-viembre.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 136. Cuadro 136. Cuadro 136. Cuadro 136. Cuadro 136. Evolución de la composición botánica de distintos mejoramientos en diferen-tes situaciones de ambiente y suelos. Zona litoral y centro-sur.
Caso Especie Suelo Composición botánica 1 LR B 3-70-0 4-85-0 6-80-5 SP 2 LR B 3-50-10 4-55-5 5-60-25 -
3 (AP) TB + LC B 3-60-25 4-35-55 5-10- 85 6-5-95 3 (MP) TB + LC B 3-60-25 4-55-30 5-35- 45 6 -30-60
5 TB + LC SH 3-85-10 4-35-55 6- 10-85 - 6 M B 4-70-5 5- 50-25 6- 15-60 7- 0-85 7 M SH 4- 55-5 5- 85-5 6-70-30 SP 8 F + TB + LC SH 4- 40- 15 5-55-35 6-45- 40 -
Números en azul=edad en años del mejoramiento; en negro=área cubierta en % de la o las especies sembradas;en rojo=área cubierta en % por gramilla. Los % que faltan para completar 100% corresponden a especies decampo natural. SP= sobrepastoreado. LR= lotus El Rincón, TB+LC= trébol blanco + Lotus corniculatus,M=Maku, F+TB+LC= festuca+trébol blanco+ Lotus corniculatus. B=brunosol, SH= suelo bajo, hidromórfico.Situación 3 = AP (alto fósforo, fertilización inicial con 60 kg P
20
5/ha + 40 kg P
20
5/ha todos los años y MP= nivel
medio de fósforo, 40 kg P20
5/ha iniciales y 40 kg P
20
5/ha c/2 años. Fuente de fósforo utilizada superconcentrado
0-39-40-0.
En el cuadro 136 se verifica que sola-mente tres mejoramientos sobre Brunosoles,casos 1 y 2 con lotus El Rincón, y el 7 so-bre un suelo bajo mejorado con Maku, entreel quinto y sexto año, tienen áreas cubiertaspor las leguminosas sembradas de 60% omás, con engramillamientos menores al30%. Las dos situaciones sobrepastoreadas,casos 1 y 7, pero especialmente el 1 dondese sembró Rincón en cobertura sobre situa-ción sin gramilla, al 6° año sigue mantenién-dose con muy escaso contenido de gramilla,5%, y buen nivel de producción. Con Makusobre un suelo bajo, situación 7, a pesardel sobrepastoreo que evita la formación demanchones de gramilla de elevada disponi-bilidad de forraje, los cuales una vez "que-mados por las heladas", el ganado a pesarde utilizar altas cargas los rechaza, ya pre-senta un área cubierta del 30% de gramilla.Esta área de gramilla implica que se avanzaaceleradamente hacia un gramillal.
En estas situaciones, cuando se formanmanchones de gramilla de alta disponibili-dad quemados por las heladas, el ganadono consume el forraje de estos lugares inde-pendientemente de la carga animal que seuse, por lo cual el manchón aumenta en áreacon el tiempo. Dentro del mismo en generalno crece ninguna otra especie (alelopatía)por tanto pueden considerarse como áreasimproductivas.
Los mejoramientos de TB + LC, ya a par-tir del cuarto año, donde disminuye la pro-porción de las leguminosas sembradas, lagramilla comienza a manifestarse como laespecie que domina lo que fue un mejora-miento y se desemboca en lo tipificado comogramillal.
En la situación 3 se contrastaron dos es-trategias, una de alto y otra con nivel mediode fósforo. En la situación de alto fósforo(AP), la producción de forraje hasta el terceraño fue un 53% superior al nivel medio defósforo (MP) y presentó un mayor númerode casos con meteorismo y 3 muertes (da-tos no reportados), mientras que en MP nose registró ninguna muerte. El hecho de dis-poner de mayor suministro de fósforo en elcaso de (AP) determinó que el mejoramien-to en primavera fuera prácticamente un cul-tivo puro, dominado por TB y los aportes deLC se producían básicamente en verano yotoño. Las mayores producciones de TB, enAP, implican mayor fijación de nitrógenopuesto que esta variable se relaciona con lacantidad de forraje producido. A mayor dis-ponibilidad de nitrógeno en el suelo, una vezque el TB al cuarto año disminuye en formaimportante su área cubierta, deja el caminoabierto para que progrese la infestación degramilla. Ésta aumenta su proporción al pun-to que al sexto año cubre el 95% del área.En la situación de menor disponibilidad de
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
fósforo, se produjo menos forraje, el TB per-siste más años como pastura y elengramillamiento es menor. En la medida quese aumenta la disponibilidad de fósforo y con-secuentemente el TB es potenciado paracrecer más, se produce un "desgaste fisio-lógico" más acelerado de las plantas y elTB desaparece prácticamente al final deltercer año. Con menor suministro de fósforola situación se diferencia claramente (cua-dro 136).
En la situación 8, se sembró la pasturaen un suelo bajo con gramilla viva inicial-mente. En el cuarto año, la especie sembra-da que persiste es F y el mejoramiento setransforma en una mezcla de F más gramilla.Esta mezcla, mediante un manejo "inteligen-te" puede persistir y ser productiva duranteperíodos muy prolongados en años. En USAy otras partes del mundo, donde la gramilla
prospera rápidamente, se utilizan mezclasde gramíneas perennes invernales másgramil la. En USA, se usan diversoscultivares de festuca, siendo el más frecuen-te Kentucky 31 (Fribourg y Overton, 1973;Hallock et al., 1965).
La información muestra (cuadro 136), quetambién con mejoramientos extensivos sem-brados en zonas con gramilla desde el ini-cio, terminan también evolucionando agramillales.
ASOCIACIÓN FESTUCA MÁSGRAMILLA
En situaciones de F más gramilla, es po-sible obtener registros productivos interesan-tes por períodos prolongados de tiempo, es-pecialmente en zonas bajas, hidromórficas(figuras 131-132).
Figura 131. Figura 131. Figura 131. Figura 131. Figura 131. Asociación Festuca Tacuabémás gramilla de 11 años deedad en un suelo bajo.
Figura 132.Figura 132.Figura 132.Figura 132.Figura 132. Festuca Tacuabé másgramilla a mediados deagosto.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Ambas especies, si no existen inunda-ciones prolongadas, responden muy bien alsuministro de agua. Evidentemente, paraaprovechar eficientemente esta asociacióndebe manejarse el pastoreo de tal forma queposibilite la expresión de las capacidades decrecimiento de ambas gramíneas, de ciclosproductivos parcialmente complementarios.En este contexto se muestran resultados delcrecimiento de ambas gramíneas obtenidasen INIA La Estanzuela, resultados de mane-jo del pastoreo en esta asociación y respues-tas a la aplicación de fertilizantes nitrogena-dos.
Curvas de crecimiento mensual de festu-ca fueron realizadas por García, (2003) yFormoso, (2010), y para la asociación fes-tuca Estanzuela Tacuabé y gramilla semuestran curvas de crecimiento en la fi-gura 133.
Excepto invierno, donde la gramilla prác-ticamente no crece por bajas temperaturas,en las restantes estaciones tanto F comogramilla tienen capacidad de crecer, de ahíla tipificación que los ciclos de crecimientode ambas gramíneas son parcialmente com-plementarios. Si mediante manejo del pas-toreo, frecuencia e intensidad, no se permi-
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
Oa Ob Ia Ib Pa Pb Va Vb
Estación
kg
MS
/ha
F0
G0
F46
G46
F92
G92
F184
G184
Figura 133.Figura 133.Figura 133.Figura 133.Figura 133. Crecimiento estacional (kg MS/ha) de festuca Estanzuela Tacuabé (F) y gramilla,(G) en respuesta a dosis de nitrógeno como urea de 0, 46, 92 y 184 kg aplicados alinicio y mitad de estación, considerando cada estación en forma independiente.
te que la gramilla forme manchones de altadisponibilidad, esta asociación puede man-tenerse armónica por períodos prolongadosde tiempo. Se requiere que al inicio de oto-ño, mediante pastoreo intenso se consumala mayor cantidad de gramilla posible, deforma de posibilitar la llegada de luz a la F yposibilitar un buen macollaje y crecimientode la misma, Formoso, (2010). F deberíadominar la asociación en gran parte de oto-ño, en invierno y hasta casi fines de prima-vera. Según las condiciones de ambiente delos años, en noviembre y durante verano einicio de otoño, la gramilla realizará los ma-yores aportes. Excepto en verano, en losrestantes períodos, F aumentó su dominan-cia en la medida que se incrementó el sumi-nistro de nitrógeno (figura 133). Con esta aso-ciación sobre suelos hidromórficos en INIALa Estanzuela se han producido entre 320 y380 kg de peso vivo/ha en base a recría denovillos, y con niveles de nitrógeno por hec-tárea máximos de 46 kg (información nopublicada). Con gramilla han sido reporta-das producciones de peso vivo por hectáreade 460 kg (Godbey et al., 1959), de 650 kgcon 330 kg N/ha (Henderson, 1969), cantida-des que muestran el potencial de la misma.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
GRAMILLA. RESPUESTA A LAFERTILIZACIÓN NITROGENADA
Producción anual de forraje endos frecuencias de cortesdefinidas por altura del tapiz
Con respecto a las respuestas al nitróge-no de gramilla, en el cuadro 137 se muestrainformación adaptada a partir del trabajo deBautes y Zarza (1983).
En gramilla, para una misma dosis de ni-trógeno, la variabilidad de rendimientos deforraje entre años se explica por la disponi-bilidad diferencial de agua especialmente enprimavera y verano y básicamente por elmomento que se registran las primeras he-ladas de otoño.
Cuando se comparan los manejos de fre-cuencias de cortes, se verifica que los cor-tes cada 10 cm versus los de 20 cm, en mediapara todas las situaciones cuantificadas,años y dosis de nitrógeno producen un 13%menos de forraje. Se constatan variacionesimportantes de la respuesta a las frecuen-
Cuadro 137.Cuadro 137.Cuadro 137.Cuadro 137.Cuadro 137. Producción de forraje (kg MS/ha) en la estación de crecimiento de gramilla,en tres dosis de fertilización nitrogenada fraccionadas en un tercio al iniciode primavera, verano y otoño sobre un Brunosol de la unidad Ecilda Paullier-Las Brujas. Información adaptada de Bautes y Zarza (1983).
N= kg nitrógeno/ha, R= rendimiento de forraje en kg MS/ha, E=eficiencia del nitrógeno, kg MS/kgN, P=primavera(9-10-11), V=verano (12-1-2), O=otoño (3-4-5).
cias de cortes entre situaciones diferentes(cuadro 137).
En producción de forraje, se cuantificóuna respuesta promedio para todas las si-tuaciones de 26 kg de materia seca por kgde nitrógeno aplicado, con una amplitud quecomprendió desde un valor mínimo de 12 aun máximo de 43 kg MS/kgN.
Los valores de digestibilidad de la mate-ria seca para la frecuencia de cortes cada10 cm variaron entre 45 a 58%, mientras quepara la de 20 cm se ubicaron entre 39 y 53%,en tanto la proteína cruda aumentólinealmente desde 9% en los testigos hastacasi 20% con dosis de 200 a 250 kg N/ha(Bautes y Zarza, 1983).
Producción de forraje porestación del año, en frecuenciasde cortes cada 30 y 45 días
Sobre un Brunosol en la unidad de pro-ducción intensiva de carne de INIA LaEstanzuela se evaluó sobre un "gramillal" larespuesta estacional, independiente paracada estación del año, a distintas dosis de
Frecuencia de cortes: cada 10 cm de altura del tapiz 1969-70 1971-72 1972-73 1970-71 Media
N R E R E R E R E R E 0 1010 - 2520 - 1620 - 2740 - 1972 - 75 1935 12 3620 15 3085 19 5770 40 3602 22 150 6045 33 5660 21 5270 24 6880 28 5963 27 300 10575 32 8510 20 10185 28 10145 25 9853 26
Frecuencia de cortes: cada 20 cm de altura del tapiz 0 2450 - 2040 - 1830 - 4860 - 2795 - 75 3615 15 4030 26 5050 43 7880 40 5143 31 150 4610 14 5693 24 7250 36 10565 38 7029 28 300 6565 14 8373 21 10250 29 13005 27 9548 22
Precipitaciones por estación en mm
P 138 - 184 - 305 - 265 - 223 - V 151 - 243 - 518 - 561 - 368 - O 412 - 193 - 188 - 181 - 243 -
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cortes cada 30 días Cortes cada 45 días P
mm Número
de Heladas 0 46 92 184 0 46 92 184
Oa1 560 510 646 950 540 828 1096 1922 129 1 Ob1 0 0 0 0 0 0 0 0 26 12 Oc1 560 510 646 950 540 828 1096 1922 155 13 Oa2 908 1385 1596 1535 735 989 1038 1225 301 6 Ob2 157 305 351 470 127 213 232 378 179 23 Oc2 1065 1690 1947 2005 862 1202 1270 1603 480 29 Oa3 385 857 930 966 676 1194 1558 1907 93 4 Ob3 0 0 0 0 0 0 0 0 35 6 Oc3 385 857 930 966 676 1194 1558 1907 128 10 Oa 618 917 1057 1150 650 1003 1230 1684 174 3.7 Ob 52 101 117 157 42 71 77 126 80 13.6 Oc 670 1018 1174 1307 692 1074 1307 1810 254 17.3 Pa1 57 99 80 103 82 108 134 199 110 7 Pb1 240 320 360 380 336 335 541 678 135 0 Pc1 297 419 440 483 418 443 675 877 245 7 Pa2 560 1030 987 1230 746 1275 1349 1642 192 2 Pb2 599 1048 1278 1383 762 1224 1746 1846 129 0 Pc2 1159 2078 2265 2613 1508 2499 3095 3488 321 2 Pa3 300 660 540 730 427 602 488 761 47 6 Pb3 444 674 1108 1005 632 657 1017 1044 40 0 Pc3 744 1334 1648 1735 1059 1260 1505 1805 87 6 Pa 306 596 535 687 418 661 657 867 116 5 Pb 427 680 915 922 576 738 1101 1189 101 0 Pc 733 1276 1450 1609 994 1399 1758 2056 217 5 Va1 400 491 483 460 434 522 466 486 231 0 Vb1 1980 3450 4066 4945 2171 3669 4313 5499 143 0 Vc1 2380 3941 4549 5405 2605 4191 4779 5986 374 0 Va2 260 354 404 578 242 564 379 622 79 0 Vb2 724 789 846 771 673 703 825 831 95 0 Vc2 984 1143 1250 1349 914 1266 1204 1453 174 0 Va3 272 257 213 249 359 267 285 229 138 0 Vb3 1620 1702 1862 1830 1610 1720 1614 1676 255 0 Vc3 1892 1959 2075 2079 1969 1987 1899 1905 393 0 Va 310 367 366 429 345 451 376 445 149 0 Vb 1442 1981 2258 2515 1484 2030 2251 2669 164 0 Vc 1752 2347 2624 2944 1829 2481 2627 3114 313 0
A1 3237 4870 5635 6838 3563 5462 6550 8785 774 20
A2 3208 4911 5462 5967 3284 4967 5569 6544 975 31
A3 3021 4150 4653 4780 3704 4441 4962 5617 608 16
Cuadro 138. Cuadro 138. Cuadro 138. Cuadro 138. Cuadro 138. Rendimientos de forraje (kg MS/ha) en respuesta a distintas dosis estacionales defertilización nitrogenada en gramilla.
0 - 46 - 92 y 184 = kgN/ha, media dosis aplicada a inicio de estación, media dosis en mitad estación. P mm =precipitaciones en mm. O=otoño (marzo, abril y mayo), P=primavera (setiembre, octubre y noviembre), V=verano.(diciembre, enero y febrero). A = primeros 45 días de cada estación, b = segundos 45 días, c = 90 días, en rojo.En azul= rendimientos promedio por estación. A1, A2 y A3, rendimientos acumulados en año 1, 2 y 3.
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
nitrógeno aplicado como urea, en dos fre-cuencias de cortes, cada 30 y 45 días. Elsuelo se mantuvo con un nivel de fósforo(Bray 1) entre 8 y 12 ppm en los 8cm supe-riores del perfil. El nitrógeno correspondien-te a cada estación se aplicaba la mitad de ladosis al inicio de la misma y la otra mitad amediados de estación. Además de evaluar
Cortes cada 30 días Cortes cada 45 días
0 46 92 184 0 46 92 184
Oa1 560 sd 1,8 4,2 540 12,4 12,0 15,0
Oa2 908 20,6 14,8 6,8 735 11,0 6,6 5,4
Oa3 385 20,4 11,8 6,2 676 22,4 19,2 13,4
Oa 618 13,0 9,5 5,8 650 15,3 12,6 11,2
Pa1 57 1,8 0,5 0,5 82 1,1 1,1 1,3
Pb1 240 3,5 2,6 1,5 336 0,0 4,4 3,7
Pc1 297 2,6 1,5 1,0 418 0,5 2,8 2,5
Pa2 560 20,4 9,3 7,3 746 23,0 13,1 9,7
Pb2 599 19,5 14,8 8,5 762 20,0 21,4 11,8
Pc2 1159 20,0 12,0 7,9 1508 21,5 17,2 10,8
Pa3 300 15,6 5,2 4,7 427 7,6 1,3 3,6
Pb3 444 10,0 14,4 6,1 632 1,1 8,4 4,5
Pc3 744 12,8 9,8 5,4 1059 4,4 4,8 4,0
Pa 306 12,6 5,0 4,1 418 10,6 5,2 4,9
Pb 427 11,0 10,6 5,4 576 7,0 11,4 6,7
Pc 733 11,8 7,8 4,8 994 8,8 8,3 5,8
Va1 400 3,9 1,8 0,6 434 3,8 0,7 0,5
Vb1 1980 63,9 45,3 32,2 2171 65,1 46,5 36,1
Vc1 2380 33,9 23,5 16,4 2605 34,4 23,6 18,3
Va2 260 4,1 3,1 3,4 242 14,0 2,9 4,1
Vb2 724 2,8 2,6 0,5 673 1,3 3,3 1,7
Vc2 984 3,4 2,9 2,0 914 7,6 3,1 2,9
Va3 272 0,0 0,0 0,0 359 0,0 0,0 0,0
Vb3 1620 3,6 5,3 2,3 1610 4,8 0,0 0,0
Vc3 1892 1,4 2,0 1,0 1969 0,4 0,0 0,0
Va 310 2,4 1,2 1,3 345 4,6 0,7 1,0
Vb 1442 23,4 17,7 11,7 1484 23,7 16,7 12,9
Vc 1752 12,9 9,5 6,5 1829 14,2 8,7 7,0
Cuadro 139. Cuadro 139. Cuadro 139. Cuadro 139. Cuadro 139. Eficiencia de conversión del nitrógeno (kg MS/kg N) aplica-do, en dos manejos de cortes y rendimientos de forraje enlos testigos (kg MS/ha).
rendimientos de forraje, se cuantificó la "cali-dad" y contenido mineral del mismo. La infor-mación se muestra en los cuadros 138 y 139.
Considerando toda la información reca-bada, la frecuencia de cortes cada 45 díasposibilitó la obtención de un 12% más deforraje (P<0.05) comparativamente con la de30 días. Este incremento es similar al repor-
Sd= sin datos.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
tado por Bautes y Zarza 1983, donde loscortes cada 20cm produjeron un 13% másde forraje que los de 10 cm.
Con relación a la distribución anual delforraje, los manejos de cortes cada 30 y 45días no se diferenciaron, la mayor cantidadde forraje producido se localizó en verano(49%), seguido por primavera con 28% y 23%en otoño (cuadro 138).
La producción total de los tres años eva-luados (2006 a 2008) fue muy inferior (cua-dro 138) a lo obtenido por Bautes y Zarza(1983), (cuadro 137). Mientras que para elperíodo 2006 a 2008, se acumularon anual-mente en media 4.725 y 5.287 kg MS/ha paralos manejos de cortes de 30 y 45 días res-pectivamente, en el trabajo de Bautes y Zar-za (1983) son frecuentes los rendimientosde 10.000 kg MS/ha registrándose un máxi-mo de 13.000.
Las diferencias se explican en función delas condiciones de ambiente, disponibilidadde agua y heladas, dos variables que inci-den directamente en determinar las tasas decrecimiento de la gramilla.
En el período 2006 a 2008, dentro de cadaestación, para cada año se ajustaron las res-puestas al nitrógeno. Todos los ajustes co-rrespondieron a respuestas lineales con co-eficientes de correlación altos. Ésta infor-mación no se presenta debido a que las va-riaciones de ambiente entre años para unamisma estación fueron tan importantes quelas respuestas no brindan mejor idea que laseficiencias de conversión de nitrógeno en fo-rraje, tal como se informan en el cuadro 139.
De los tres otoños evaluados, la gramillaprodujo en los primeros 45 días de los mis-mos, (Oa, cuadro 138), mientras que en lossegundos períodos de 45 días, Ob, en dossituaciones gramilla no produjo forraje con-secuencia de la ocurrencia de heladas y/ofalta de agua en el suelo. En el único perío-do que produjo, Ob2, los rendimientos fue-ron bajos. De mediados de abril a fines demayo, segundos 45 días del otoño, en si-tuaciones normales las temperaturas duran-te el mismo limitan en forma importante lacapacidad de fotosíntesis y crecimiento deesta especie megatérmica.
Con relación a las respuestas a la fertili-zación nitrogenada de otoño, si las condi-ciones de ambiente son propicias, el perío-do a fertilizar sería durante los primeros 45días del otoño, Oa. La eficiencia de conver-sión máxima de nitrógeno en materia secase registró en el manejo de cortes cada 45días, y en la menor dosis de nitrógeno apli-cada, 23 kg N/ha, el valor de eficiencia máxi-ma fue de 22,4 kg MS/kg N (cuadro 139). Amedida que la dosis de fert i l izaciónnitrogenada aumenta, disminuyen las res-puestas y la eficiencia de conversión del ni-trógeno.
En media para los tres períodos Oa, enlas dos menores dosis aplicadas, 23 y46 kg N/ha, las eficiencias de conversión delnitrógeno se ubicaron entre 15,3 y 12,6 kgMS/kgN (cuadro 139).
Durante invierno la gramilla no creció, ra-zón por la cual no se muestran resultados,sin embargo la aplicación de nitrógeno origi-nó algunas diferencias con relación a lostestigos. Entre éstas se resalta que duran-te el segundo período de otoño y el primerode invierno, es notorio que el nitrógeno alar-ga el ciclo de crecimiento e incrementa laintensidad del color verde del área foliar dela misma.
Otro aspecto a resaltar por su importan-cia en la nutrición animal radica en que du-rante otoño e invierno, en la medida que au-mentan las dosis aplicadas de nitrógeno, loscontenidos y producciones de raigrás pro-veniente de semillas existentes en el sueloaumentaron en forma importante. El hechoque aumentos en la disponibilidad de nitró-geno a nivel de suelo, sea detectado porsemillas de raigrás, que a partir de deter-minado umbral de nitrógeno, mediante seña-les internas se induce al inicio de los proce-sos de germinación, los cuales finalmente au-mentan la disponibilidad de forraje en dichosperíodos a partir de esta gramínea. La infor-mación de la producción del raigrás no semuestra ya el mismo era eliminado congraminicida con el objetivo que no interfirieraen la producción de primavera de la gramilla.
Durante los primeros 45 días de cada pri-mavera, Pa, siempre se verificaron heladas,
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
acompañadas o no de baja disponibilidad deagua en el suelo. Por estas causas en Pa1y Pa3 los rendimientos fueron muy bajos.La excepción fue Pa2 donde se registraronsolamente dos heladas y hubo buena dispo-nibilidad de agua en el suelo, consecuente-mente los rendimientos de forraje (cuadro138) y eficiencias de uso del nitrógeno (cua-dro 139) se destacaron.
Con relación a los segundos 45 días deprimavera, Pb, solamente en Pb2 ocurrie-ron condiciones termo-hídricas más adecua-das para el crecimiento de la gramilla (cua-dro 4) y fue durante este donde se registra-ron los mayores rendimientos de materiaseca y eficiencias de conversión del nitró-geno en forraje (cuadro 139). La eficienciamáxima fue de 21,5 kg MS/kg N, correspon-diéndole a la menor dosis (23 kgN/ha) en elmanejo de 45 días.
Para los 90 días de primavera, la eficien-cia global de uso del nitrógeno se ubicó en-tre 11,8 y 7,8 kg MS/kg N para las dos dosismenores utilizadas, 46 y 92 kgN/ha (cuadro5). Debe tenerse presente que también du-rante primavera en general predominarondurante el período de realización de estostrabajos, condiciones de crecimientolimitantes, sea por heladas o déficit hídricos.
Verano fue la estación del año donde lagramilla desarrolló su mayor capacidad decrecimiento. Durante los tres veranos eva-luados no se registraron heladas aunque silas condiciones hídricas del suelo fueron muydistintas entre años. El primer verano Vc1puede ser considerado desde el punto devista de agua en el suelo como no limitante,el segundo período fue muy limitante y eltercero se inicia a partir de una primaveramuy seca. La disponibilidad hídrica determi-nó la eficiencia de uso del nitrógeno. Mien-tras que en el segundo y tercer verano laseficiencias de uso de nitrógeno fueron muybajas, puesto que la principal limitante parael crecimiento de la gramilla fue el agua dis-ponible, en el primer verano, con buena dis-ponibilidad hídrica y además fertilizaciónnitrogenada, se verifica el muy alto poten-cial de crecimiento y eficiencia de conver-sión de nitrógeno en materia seca de
gramilla, alcanzando una conversión máxi-ma de 65,1 kg MS/kg N (cuadro 139).
En general la máxima eficiencia de con-versión del nitrógeno fue de 14,2 kg MS/kgN para el manejo de cortes cada 45 días yen la menor dosis de nitrógeno aplicado,46 kg N/ha.
La información de los veranos (cuadro139), muestra que ante carencias hídricas,de nada vale agregar nitrógeno con el objeti-vo que crezca la gramilla, puesto que lalimitante principal es el agua.
En primavera, especialmente en los se-gundos 45 días y en verano, son períodosdonde en general las temperaturas son al-tas y pueden frecuentemente ocurrir ademáslimitaciones importantes en el suministro deagua a las plantas, debe tenerse en cuenta,tanto en gramilla como en cualquier forrajera,que para que las plantas respondan al nitró-geno, no deben verificarse otras carencias,especialmente de agua.
CALIDAD DEL FORRAJE YCOMPOSICIÓN MINERAL
Paralelamente con los cortes realizados,se cuantificaron algunas variables relacio-nadas con la calidad del forraje, tales comodigestibilidad de la materia orgánica (DMO),proteína cruda (PC), fibra insoluble en de-tergente ácido (FDA) y neutro (FDN) y con-tenido de algunos minerales: cenizas (C),fósforo (P), calcio (Ca), magnesio (Mg), po-tasio (K), sodio (Na), azufre (S) y cloro (Cl).
La información recabada para los tresaños se promedió por dosis de nitrógeno,dentro de cada frecuencia de cortes y esta-ción del año, mostrándose los datos en elcuadro 140.
En cada estación, los resultados son pro-medio de tres o dos cortes según sea el ma-nejo de la frecuencia, cortes cada 30 o 45días. Además se indican los rendimientosde forraje dentro de cada estación con elobjetivo que el usuario de la informaciónpueda tener mejor idea de la información decalidad y composición mineral.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 140.Cuadro 140.Cuadro 140.Cuadro 140.Cuadro 140. Calidad y composición mineral del forraje de gramilla en dos frecuencias decortes, cada 30 y 45 días, en otoño (O), primavera (P) y verano (V), en cuatrodosis de nitrógeno, 0, 46, 92 y 184 kg N/ha.
N F E R
DMO PC FDA FDN C P Ca Mg K Na S Cl g/kg
0 30 O 550 541 126 422 688 153 2,31 5,18 1,43 13,5 0,34 2,75 2,29
0 45 O 550 555 132 413 674 145 2,44 6,10 1,53 15,8 0,35 3,96 2,74
46 30 O 550 602 140 403 665 153 2,50 5,44 1,53 15,3 0,40 3,35 3,27
46 45 O 850 563 139 400 666 137 2,51 5,23 1,43 16,3 0,35 3,27 3,35
92 30 O 650 611 169 372 661 127 2,77 5,09 1,44 18,0 0,30 3,34 3,61
92 45 O 1100 590 154 393 670 147 2,61 5,68 1,58 18,0 0,38 3,36 3,82
184 30 O 950 624 183 362 658 124 2,88 4,81 1,47 19,5 0,38 3,88 3,82
184 45 O 1950 605 171 383 658 126 2,68 5,35 1,55 19,7 0,35 3,41 3,81
0 30 P 300 595 135 412 632 132 2,41 6,80 1,75 14,1 0,70 2,50 3,29
0 45 P 450 613 120 424 615 137 2,72 8,00 2,00 20,8 0,30 3,20 4,55
46 30 P 450 600 145 385 629 124 2,52 7,50 1,75 16,6 0,50 3,09 4,83
46 45 P 450 594 127 410 605 135 2,71 8,75 2,15 22,4 0,35 2,81 5,07
92 30 P 450 600 155 386 642 118 2,47 6,40 1,45 16,4 0,30 2,98 3,40
92 45 P 900 593 130 439 627 197 2,70 9,05 2,55 24,4 0,30 2,91 4,71
184 30 P 500 585 159 366 648 118 2,48 6,25 1,40 16,9 0,20 2,94 3,36
184 45 P 700 621 144 419 597 181 2,60 8,75 2,45 27,0 0,35 2,55 4,85
0 30 V 2400 471 82 427 745 98 1,96 3,80 1,17 12,7 0,10 2,36 1,80
0 45 V 2600 474 70 421 741 78 1,81 3,10 1,00 14,8 0,20 2,89 3,15
46 30 V 3950 529 105 379 698 97 2,02 4,10 1,10 14,9 0,10 2,49 3,12
46 45 V 4200 475 83 411 731 93 1,93 4,30 1,20 17,1 0,20 2,00 4,12
92 30 V 4550 519 113 376 721 95 2,02 4,10 1,27 16,3 0,13 2,31 3,40
92 45 V 4800 478 94 398 737 85 1,77 3,90 1,30 18,6 0,30 2,59 4,54
184 30 V 5400 518 126 394 707 127 1,89 4,37 1,20 15,3 0,13 2,37 2,61
184 45 V 6000 529 106 399 728 114 1,80 4,10 1,20 17,9 0,20 2,04 5,04 N= kgN/ha, F= frecuencia de cortes, E= estaciones del año.
Estacionalmente, las concentracionesmenores de MOD ocurren en el período don-de se registran las temperaturas más altas,verano. Durante primavera se verificó la me-nor variabilidad en MOD entre tratamientos,aumentando en verano y más aún en otoño.En general, aunque con excepciones, lasdosis superiores de nitrógeno elevaron lasconcentraciones de MOD. Teóricamente lasmenores edades de rebrote deberían mejo-rar la MOD, en general en la mayoría de lassituaciones se verifica que la MOD del inter-valo de 30 días fue superior al de 45 días,pero se registraron algunas excepciones(cuadro 140).
Con los contenidos de PC del forraje severifican tendencias similares a las comen-tadas para la MOD, en general, la menor edadde rebrote y los incrementos en las dosis de
fertilización nitrogenada elevan las concen-traciones de PC (cuadro 140).Dentro de cadaestación, el manejo de cortes cada 45 díasposibilitó mayores concentraciones de PCfrente a incrementos en la tasa de fertiliza-ción nitrogenada que la frecuencia de 30días. Los aumentos en las concentracionesde PC siempre fueron lineales y ajustaronpara las frecuencias de cortes cada 30 y 45días las siguientes regresiones: otoño, (y30=2,89x - 366 con R2=0,92 ; y45= 4,5x - 591con R2=0,98), primavera, (y30= 6,82x - 933con R2=0,87 ; y45= 7.73x - 927 con R2=0,90)y verano (y30= 4,01x - 347 con R2=0,89 ;y45= 5.01x - 361 con R2=0,96).
Con FDA las concentraciones presenta-ron una dispersión grande entre estaciones,y aunque ocurrieron excepciones, en gene-ral las mayores edades de rebrote aumenta-
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255
MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ron la concentración de FDA, tendenciaesperable y los aumentos en las dosis defertilización con nitrógeno la disminuyeron(cuadro 140).
Las concentraciones de fibra insoluble endetergente neutro (FDN) fueron superiorescon la mayor edad de los rebrotes y en ge-neral disminuyeron con aumentos en lasdosis de fertilizante nitrogenado aplicado. Lasconcentraciones de FDN dentro de una mis-ma estación presentaron una menor variabi-lidad que la FDA entre tratamientos (frecuen-cias de cortes por dosis de nitrógeno) (cua-dro 140).
Las menores concentraciones de fósfo-ro, calcio y magnesio ocurren en verano, peromientras los contenidos de fósforo aumen-tan en forma importante en el otoño, calcioy magnesio incrementan en menor dimen-sión sus concentraciones en el otoño, (cua-dro 140).
En potasio las concentraciones máxi-mas se registraron en primavera, mientrasque en verano y otoño permanecieron bajas(cuadro 140).
Sodio presentó tendencias globales simi-lares a calcio y magnesio, menores concen-traciones en verano y aumentos moderadoshacia otoño, cuadro 140.
Con azufre, si bien sus concentracionesdisminuyen desde primavera a verano, sediferencia claramente de los restantes mi-nerales en que de verano hacia otoño au-mentan en forma importante sus contenidosen el forraje (cuadro 140).
La evolución de las concentraciones decloro no mostró tendencias claras entre losdistintos tratamientos aplicados, en térmi-nos generales con algunas excepciones sepuede indicar que las concentraciones dis-minuyen en otoño con respecto a primave-ra, mientras que en verano, estación inter-media, para algunos tratamientos los conte-nidos de cloro con respecto a primavera semantuvieron o en otros disminuyeron.
CONSIDERACIONES FINALES
• En 1938 situaciones estudiadas, sola-mente el 5% de las mismas se encon-traban libres de gramilla (Bautes, 1990).
• Siembras de verdeos principalmente enbase a raigrás sobre campos naturales,o siembras en coberturas con legumi-nosas, mayoritariamente terminan engramillales.
• La asociación festuca+gramilla es fac-tible de manejar por largos períodos so-bre suelos hidromórficos con interesan-tes registros de producción de peso vivopor hectárea.
• La gramilla produce aproximadamenteun 12% más de forraje manejada confrecuencias de cortes cada 20 cm o 45días, comparativamente con 10 cm ointervalos de 30 días.
• Las respuestas a la fert i l izaciónnitrogenada de gramilla están fuertemen-te condicionadas por la disponibilidad deagua y la ocurrencia de heladas.
• En producción de forraje y en condicio-nes de ambiente relativamente favora-bles se cuantificó una respuesta mediade tres años de 26 kg de materia secapor kg de nitrógeno aplicado, con unaamplitud que comprendió desde un va-lor mínimo de 12 a un máximo de 43 kgMS/kgN, (Bautes y Zarza, 1983).
• Con relación a la distribución anual delforraje, los manejos de cortes cada 30y 45 días no se diferenciaron, la mayorcantidad de forraje producido se locali-zó en verano (49%), seguido por prima-vera con 28% y 23% en otoño.
• La producción total de los tres añosevaluados (2006 a 2008) fue muy infe-rior a los datos mostrados por Bautes yZarza (1983), mientras que para el perío-do 2006 a 2008, se acumularon anualmen-te en media 4.725 y 5.287 kg MS/ha paralos manejos de cortes de 30 y 45 días
256
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
respectivamente; en el trabajo de Bautesy Zarza (1983) son frecuentes los rendi-mientos de 10.000 kg MS/ha registrán-dose un máximo de 13.000.
• En media para los tres períodos de losprimeros 45 días de otoño (Oa), entre2006 a 2008, en las dos menores dosisapl icadas, 23 y 46 kgN/ha, laseficiencias de conversión del nitrógenose ubicaron entre 15,3 y 12,6 kgMS/KgN.
• Desde el punto de vista de la nutriciónanimal durante otoño e invierno, en lamedida que aumentan las dosis aplica-das de nitrógeno, los contenidos y pro-ducciones de raigrás proveniente desemillas existentes en el suelo aumen-taron en forma importante.
• En primavera la eficiencia máxima fuede 21,5 kg MS/kgN, correspondiéndolea la menor dosis (23kgN/ha) en el ma-nejo de 45 días.
• Para los 90 días de primavera, la efi-ciencia global de uso del nitrógeno seubicó solamente entre 11,8 y 7,8 kg MS/kgN para las dos dosis menores utiliza-das, 46 y 92 kgN/ha, consecuencia delpredominio de condiciones de crecimien-to limitantes, sea por heladas y/o défi-cit hídricos.
• Verano fue la estación del año donde lagramilla desarrolló su mayor capacidadde crecimiento.
• En el primer verano, con buena disponi-bilidad hídrica y además fertilizaciónnitrogenada, se verifica el muy alto po-tencial de crecimiento y eficiencia deconversión de nitrógeno en materia secade gramilla, alcanzando una conversiónmáxima de 65,1 kg MS/kgN.
• En general para los 90 días del veranoen media la máxima eficiencia de con-versión del nitrógeno fue de 14,2 kgMS/kgN para el manejo de cortes cada 45días y en la menor dosis de nitrógenoaplicado, 46 kgN/ha, debiéndose consi-derar también las limitaciones ambien-tales importantes que existieron.
• Con relación a la DMO y PC, en generalen verano se registraron las concentra-ciones más bajas, en tanto que para laFDN fue donde ocurrieron los conteni-dos más altos.
• Mayoritariamente, para los distintosminerales cuantificados, en general tam-bién en verano se registraron las con-centraciones más bajas.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
XI. Lotus uliginosus (Schkuhr) cvGrasslands Maku: RENDIMIENTOS DE
FORRAJE EN SIEMBRA PURA Y ENMEZCLAS FORRAJERAS SEMBRADASSOBRE SUELO DE TEXTURA PESADA
INTRODUCCIÓN
Lotus Maku ha presentado buen compor-tamiento productivo en diversas regiones delpaís, siendo utilizado mayoritariamente enmejoramientos de campo natural mediantesiembras en cobertura. Las zonas dondeexiste mayor frecuencia de coberturas conMaku son básicamente las dedicadas a ga-nadería extensiva, principalmente en la zonaeste, centro y noreste.
Como aspectos relevantes de esta legu-minosa, que alientan la profundización deestudios sobre la misma, se encuentran susatributos morfofisiológicos, especialmente lapresencia de rizomas, estolones y coro-nas, órganos que en muchas forrajeras po-sibilitan niveles de perennidad muy impor-tantes y gran capacidad de colonización.
Para producción de forraje, disponer deuna especie de leguminosa que no producemeteorismo, que tiene alta calidad y quepueda persistir muchos años, representadescensos muy importantes en los costosde producción del forraje producido, simple-mente porque disminuye la necesidad dereimplantar la pastura.
La estrategia de esta especie de esca-par a la sequía es mediante marchitamientorápido de todo su aparato foliar, si bien lepermite asegurar persistencia, representa unatributo negativo desde el punto de vista dela producción animal, ya que con déficithídrico medio, donde generalmente disminu-ye la disponibilidad de pasturas en los esta-blecimientos, esta leguminosa no produceforraje.
Otros elementos negativos de la mismaradican en su lento crecimiento inicial su-mado a una pobre capacidad de competen-
cia inicial, aspectos que pueden condicio-nar fuertemente algunas estrategias de insta-lación de pasturas, tales como su uso enmezclas forrajeras o siembras sobre cha-cras enmalezadas, o con presencia de tré-bol blanco.
En el litoral la información referente a estaespecie es muy escasa y dado que las ca-racterísticas de perennidad y ausencia deriesgo de meteorismo son de alto impactoeconómico, se desarrollaron una serie de tra-bajos con el objetivo de cuantificar su pro-ducción en cultivo puro y en mezclasforrajeras, para ubicarla comparativamentecon las restantes opciones de pasturas y asídisponer de información útil para poder to-mar decisiones empresariales sobre una basecuantitativa.
MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento se instaló con siembra di-recta, se manejó y analizó de la misma for-ma que el descrito en el capítulo II, estandoubicado muy próximo al mismo. Para los re-sultados que se muestran se siguió la mis-ma estrategia que en dicho trabajo. Loscultivares de forrajeras empleados y las abre-viaturas utilizadas son idénticas que las re-portadas en el capítulo II. En este trabajose incluyó lotus Maku, indicado como M. Losnúmeros luego de cada abreviatura de lasespecies indican las densidades de siembraen kg/ha.
Las opciones de leguminosas evaluadasfueron siete: 1 (M 5), 2 (TR 8 + M 4), 3 (TB 1+ M 4), 4 (AA 12 + M 4), 5 (TB 1 + LC 8 + M3), 6 (TB 1 + AA 10 + M 3), 7 (TB 1 + LC 6 +TR 6 + AA 8 + M 3). Cada una de las sieteopciones de leguminosas fueron sembradas:
258
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
puras sin gramínea (LP = leguminosas pu-ras), o con una gramínea a saber: raigrás284 (284), raigrás INIA Titán (TI), cebadillaINIA Leona (Ce), festuca EstanzuelaTacuabé (F), dactylis INIA Oberón (D), fala-ris Estanzuela Urunday (FA). Ce, F, D y FAfueron sembrados en surcos alternos a lasleguminosas, distanciados 38 cm, sembra-dos a 15 kg/ha excepto D que se sembró a10 kg/ha. Los pesos de 1000 semillas ex-presados en gramos fueron: TR = 2,23, TB= 0,62, LC = 1,32, AA = 2,15, M = 0,61, 284= 2,17, TI = 3,41, Ce = 6,24, F = 2,32, D =0,73 y FA = 1,53.
Los cortes realizados y la informaciónambiental se mostraron en los cuadros 141y 142 respectivamente, en materiales y mé-todos del trabajo II.
Con el objetivo de priorizar y simplificarla información, en cada cuadro se indicanen azul los rendimientos comprendidos en-tre el máximo y 90% del mismo, en rojo en-tre 89.9 y 80% del máximo y además se in-dica la mínima diferencia significativa al ni-vel de probabilidad del 5%.
Se resalta que el experimento estaba yse mantuvo completamente libre de la pre-sencia de gramilla, Cynodon dactylon.
RESULTADOS
Rendimientos de forrajeacumulados de cuatro años
El establecimiento de todas las opcionesforrajeras fue excelente, ya que las condi-ciones de la cama de siembra y lasclimáticas fueron muy buenas. El objetivoprincipal de este trabajo consistió en some-
ter a M a diferentes niveles de interferencia,desde el cultivo en siembra pura hasta aso-ciaciones con una a cuatro leguminosas, cony sin gramínea acompañante.
Los resultados obtenidos mostraron cla-ramente la muy baja capacidad de crecimien-to inicial y especialmente de competenciaque presentó M desde la siembra realizadael 12 de mayo y durante todo el primer año.Estos atributos son señalados por la biblio-grafía y corroborados plenamente en esteexperimento, al extremo que sólo logró ins-talarse satisfactoriamente en la siembrapura. Cualquier agregado de una especieacompañante en la mezcla, determinó quese convirtiera en el componente altamente de-primido de las asociaciones, determinando unmuy pobre comportamiento productivo.
En razón de lo expuesto se reportan losaportes porcentuales (cuadro 141) y de ma-teria seca de M (cuadro 142) en el acumula-do de los cuatro años, así como los rendi-mientos totales de las mezclas en el mismoperíodo.
Se resalta que M noduló perfectamente,dicha aclaración se realiza puesto que fre-cuentemente en el país se argumenta de fra-casos de M en zonas de Lotus corniculatus(LC) debido a problemas de interferenciaentre los mismos en la nodulación. En LaEstanzuela y el litoral del país se han insta-lado semilleros de M, en chacras que prove-nían de semilleros de LC, sin verificarsenunca problemas en M de nodulación u otraíndole.
La información mostrada (cuadros 141 y142) permite en función de las contribucio-nes realizadas por M realizar los siguientescomentarios:
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 85 79 77 49 42 39 47 55 2 TR 8 + M 4 3 13 4 14 3 2 3 6 3 TB 1 + M 4 8 11 8 11 4 3 5 7 4 AA 12 + M 4 6 11 10 7 15 7 7 9 5 TB 1 + LC 8 + M 3 1 10 3 2 3 2 2 4 6 TB 1 + AA 10 + M 3 2 1 1 1 0 1 1 1 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 0 0 0 0 0 0 0 0
Cuadro 141.Cuadro 141.Cuadro 141.Cuadro 141.Cuadro 141. Contribución de lotus Maku al rendimiento de forraje en las diferentes opciones,expresado como porcentaje de Maku en las mismas en cuatro años.
MDS 5% = 8.3.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
• Los rendimientos máximos se obtuvie-ron en siembra pura, seguidos en un es-calón productivo inferior por las mezclassimples con raigrás o Ce y disminuyen-do aún más sus rendimientos en aso-ciación con gramíneas perennes.
• En las restantes opciones, desde lasasociaciones con una a cuatro legumi-nosas, en siembra pura (LP) o congramíneas, las contribuciones porcen-tuales y los rendimientos de forraje apor-tados por M en cuatro años, son muybajos, considerándolos de muy pocarelevancia productiva.
• Dentro de las leguminosas, los mayo-res aportes de M, aunque a bajo nivel,ocurren en mezclas con AA, pura o conuna gramínea adicional.
• Los resultados permiten verificar la muybaja capacidad de crecimiento inicial ycompetencia que esta especie presen-ta en sus primeras etapas, característi-cas que determinaron fracasos de esta-blecimiento o muy baja presencia, quese tradujo en escasas contribuciones alrendimiento de las mezclas.
• Cuando se instala en forma pura o conraigrás, que al segundo año la gramíneadesaparece de la asociación, nunca lo-gró aportar el 100% del rendimiento,debido a competencia por distintas ma-lezas especialmente latifoliadas, quetambién interfieren en forma importantea los efectos de obtener un buen esta-blecimiento.
• M en siembra pura o con gramíneas, fue-ron las únicas opciones que presentaronmalezas latifoliadas, en las restantes si-tuaciones no se registró presencia demalezas hasta fines del tercer año.
• El máximo rendimiento acumulado deM en cuatro años, 11.301 kg MS/ha ensiembra pura, denota una performancemuy inferior a LC INIA Draco, sembradoen el experimento reportado en el capí-tulo II, que en situación y período simi-lar acumuló 30.216 kg MS/ha.
Rendimientos anuales de forraje
Como comentarios adicionales se haráreferencia a las restantes opcionesforrajeras, ya que aportan mayor volumen deinformación sobre el tema de mezclasforrajeras. Excepto la siembra pura de M,en las restantes opciones los aportes de Mfueron bajos (cuadro 142), tanto más bajos,cuanto mayor número de especies acompa-ñantes integran la asociación.
En la producción total de las distintasopciones durante el primer año se destaca-ron las mezclas que incluyeron TR (Nº 2) yla asociación más compleja que integró cua-tro leguminosas (Nº7) y además dos mez-clas que asociaron TB + LC y una con TB +AA (cuadro 143).
En el primer año (información no reporta-da) se destacaron de mayor a menor losaportes de 284, seguido por TI y luego Ce yentre las leguminosas en primer término TRseguido por TB. Ce y LC hicieron buenascontribuciones en verano, siendo AA la es-pecie, excluyendo a M, de menor crecimien-to en el primer año.
Con relación a los rendimientos regis-trados en el segundo año (cuadro 144) M si-gue con muy bajos niveles de producción,TR siguió produciendo a buen nivel y AA in-gresa al estrato de rendimientos superiores.
Cuadro 142.Cuadro 142.Cuadro 142.Cuadro 142.Cuadro 142. Rendimientos de forraje acumulados de lotus Maku en cuatro años, expresado enkg MS/ha.
MDS 5% = 1033.
N° Mezclas L P 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 11301 8560 9362 9343 6403 6740 6180 7765 2 TR 8 + M 4 868 3481 1205 4379 755 453 699 1829 3 TB 1 + M 4 2012 2433 1883 2502 922 759 916 1569 4 AA 12 + M 4 2045 3106 3152 2572 3576 1768 1807 2664 5 TB 1 + LC 8 + M 3 350 3373 903 750 836 581 657 1183 6 TB 1 + AA 10 + M 3 681 566 480 493 80 224 318 360 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 0 0 0 0 0 0 0 0
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
El aspecto de algunas pasturas a finesde junio del segundo año se muestran en lasfiguras 137 a 142.
Ya en invierno del segundo año, TB con-tamina las parcelas sembradas con M purotal como fue comentado en otros trabajos yprogresivamente lo irá sustituyendo.
Las mezclas de TR con M (figura 138) oTB con M (figura 139) muestran gráficamen-te la supresión total de M tanto por TR comopor TB. Ambos tréboles en virtud de su ex-celente establecimiento y muy superior cre-cimiento inicial prácticamente no permitenpasar luz fotosintéticamente activa al estra-to inferior donde se ubica M, siendo suprimi-do éste por una carencia energética de susplantas en virtud de la falta de luz.
Con AA + M (figura 140), pese a que elporte de AA y su siembra en líneas a 19cm,posibilitan una mayor penetración de la luzen el estrato vegetal, la presencia de M esmínima.
Dentro de las opciones que sobresalie-ron en el segundo año se encuentran dosmezclas que incluyeron TR, mientras que lasrestantes asociaciones integraron AA en sucomposición.
Excluyendo a M, entre las opciones derendimientos superiores se registran las com-puestas por dos y cuatro leguminosas singramíneas, casos de LP, o con raigrás, am-bos cultivares, o con Ce o gramíneas peren-nes. Todas las mezclas más complejas,constituidas por mayor número de especies(Nº 7) presentaron rendimientos destacados,entre 80 y 90% del máximo. En esta sobre-salen por sus aportes TR y en otoño y vera-no, AA y LC. La conjunción de la buena per-formance de las distintas leguminosas en porlo menos una o dos estaciones, determinóque se complementaran los aportes de ren-dimiento a la mezcla, originando rendimien-tos anuales destacados en las siete opcio-nes (cuadro 144).
En el segundo año, los rendimientos seexplican en más del 70% por las contribu-ciones de las leguminosas (información noreportada), sin embargo, las figuras 141 a143 corroboran este aspecto.
Ambos cultivares de raigrás a partir defines de primavera del primer año desapare-cen de las mezclas, quedando en la asocia-ción 6, TB + AA + M. En ésta, en inviernodel segundo año, TB y M se ubican en elestrato inferior del tapiz, constituyendo los
Cuadro 143. Cuadro 143. Cuadro 143. Cuadro 143. Cuadro 143. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), en el primeraño.
MDS 5% = 949.
Cuadro 144.Cuadro 144.Cuadro 144.Cuadro 144.Cuadro 144. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), en el segun-do año.
MDS 5% = 1083.
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 3129 5138 4928 6340 4943 4645 3149 4857 2 TR 8 + M 4 8712 10205 10517 10054 10543 8899 9457 9946 3 TB 1 + M 4 4768 7292 6318 6745 6858 6452 6024 6615 4 AA 12 + M 4 4222 6914 6076 6336 4733 4534 5180 5629 5 TB 1 + LC 8 + M 3 7513 10116 8396 9827 7529 7204 7703 8463 6 TB 1 + AA 10 + M 3 6879 9150 7613 7990 6907 5913 6100 7279 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 8893 11066 9813 10589 8751 8516 10260 9833
Medias 6302 8554 7666 8269 7181 6595 6839 7517
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 4938 2333 2558 7273 5055 6030 5039 4715 2 TR 8 + M 4 12169 12038 11946 13592 12074 13017 11961 12438 3 TB 1 + M 4 7645 7207 7840 8690 7496 8097 6673 7667 4 AA 12 + M 4 11097 10265 10745 13220 9431 10173 10418 10709 5 TB 1 + LC 8 + M 3 9424 10790 10422 10933 9801 10154 9047 10191 6 TB 1 + AA 10 + M 3 12214 15268 12874 13681 11604 10789 10856 12512 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 13341 12390 12689 13067 12337 12360 13503 12724
Medias 10118 10042 9868 11494 9685 10089 9642 10137
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 137.Figura 137.Figura 137.Figura 137.Figura 137. M en invierno del segundo año,30/6/05, en siembra pura (LP).
Figura 138. Figura 138. Figura 138. Figura 138. Figura 138. TR + M en invierno del segun-do año, 30/6/05, mezcla 2.
Figura 139Figura 139Figura 139Figura 139Figura 139. TB + M en invierno del segundoaño, 30/6/05, mezcla 3.
Figura 140Figura 140Figura 140Figura 140Figura 140. AA + M en invierno del segundoaño, 30/6/05, mezcla 4.
262
INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
componentes deprimidos de la asociación,especialmente M cuyos aportes son insigni-ficantes, en tanto, AA es la leguminosa do-minante que realiza mayoritariamente losaportes de forraje invernales de la mezcla(figura 141).
Dominancia absoluta de leguminosas enla mezcla 7 con D, donde la gramínea pe-renne no se visualiza, teniendo los aportessuperiores de forraje en invierno del segun-do año, AA, TR y TB (figura 142). En el es-trato superior del tapiz, domina AA y TR, enel inferior se ubican TB y LC con aportesmenores, especialmente LC en esta estacióny M casi inexistente. La ubicación del folla-je de las diferentes leguminosas muestra lacomplementación existente entre ellas en lacaptación de la luz.
Los rendimientos inferiores del tercer añole correspondieron a M y sus mezclas sim-ples con una gramínea (opción N°1). Las
producciones de forraje superiores se verifi-caron en las mezclas 7 y 6 (cuadro 145) quefueron las que integraron mayor número deespecies en su composición, siendo AA laque realizó las mayores contribuciones deforraje al rendimiento total de las mezclas(información no mostrada referente a la com-posición botánica).
Dentro de esas asociaciones las confor-madas como LP y aquellas inicialmentesembradas con raigrás, o Ce, fueron las demás frecuentes destaques (cuadro 5). Sola-mente una asociación que presentaba a FAcomo gramíneas perenne entró en el estratode rendimientos destacados, sin embargo,más del 80% de los aportes fueron realiza-dos por las leguminosas, especialmente AAen primer lugar, seguida por LC.
En el otoño del tercer año, TB como es-pecie contaminante domina la mezcla conM, a pesar de ser otoño, estación donde M
Figura 141. Figura 141. Figura 141. Figura 141. Figura 141. Raigrás 284 + TB + AA + Men invierno del segundoaño, 30/6/05, mezcla 6.
Figura 142. Figura 142. Figura 142. Figura 142. Figura 142. TB + LC + TR + AA + M + Den invierno del segundoaño, 30/6/05, mezcla 7.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
debería tener ventajas competitivas sobreTB que está en su tercer año y saliendo delverano (figura 143).
La asociación de mayor rendimiento enel tercer año, 284 + TB + AA + M, integradaen el otoño de dicho año solamente por TB+ AA presentó un alto potencial de produc-ción temprana en otoño, cubriendo ademáscompletamente el suelo (figura 144). Bási-camente, la otra mezcla compleja destaca-da, la Nº 7, presentó una composición y per-formance similar a la 6, dado que lasgramíneas anuales, bianuales, TR y M esta-ban ausentes y las gramíneas perennes do-minadas por las leguminosas.
El cuarto año se caracterizó por serclimáticamente muy limitante del crecimientovegetal, 61 heladas en el período frío y va-rios intervalos con escasas precipitaciones.En éste, TR desapareció de las mezclas yM presentaba muy baja población, explica-da por una mortandad elevada de los indivi-
Figura 143. Figura 143. Figura 143. Figura 143. Figura 143. M en otoño del tercer año,con contaminación de TB.
Figura 144. Figura 144. Figura 144. Figura 144. Figura 144. TB + AA + M en otoño deltercer año, mezcla 6.
duos remanentes de los años previos, con-secuencia de ataques graves de Fusariumsp en los sistemas radiculares. Sumado aeste problema, el escaso vigor de las plan-tas determinó que prácticamente desapare-ciera de las mezclas donde aún tenía pre-sencia, por interferencia de las especiesacompañantes y períodos secos.
Las leguminosas que persistieron fueronAA en primer lugar, seguida por LC con ren-dimientos inferiores y TB con produccionesaún menores. Dentro de las gramíneas sola-mente las perennes persistían, en tanto Cepresentó presencia escasa y muy erráticaen las distintas asociaciones.
Todas las mezclas que se destacaron eneste año climáticamente adverso presenta-ban AA en su constitución (cuadro 146) y secaracterizaron por no tener gramíneas acom-pañantes, o sea, fueron sembradas como LP,o inicialmente con raigrás.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Cuadro 145.Cuadro 145.Cuadro 145.Cuadro 145.Cuadro 145. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kgMS/ha), en el terceraño.
Cuadro 146.Cuadro 146.Cuadro 146.Cuadro 146.Cuadro 146. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas en kgMS/ha, en el cuar-to año.
MDS 5% = 1279.
MDS 5% = 841.
De forma similar al experimento comen-tado en la sección II, en éste AA y LC de lasmezclas 4 y 5 presentaron depresiones im-portantes en sus producciones en las situa-ciones que estuvieron asociadas agramíneas (cuadro146). En tanto, lasgramíneas perennes y especialmente D, lagramínea de mayor crecimiento y por tantocapacidad de interferir, en general tambiéndeprimieron significativamente los rendimien-tos en el cuarto año de las leguminosas enlas mezclas más complejas, Nº 6 y 7.
El estado de las distintas asociacionesa fines de setiembre del cuarto año, 21/9 seobservan en las figuras 145 a 151.
Mezcla degradada, donde persiste D,escasas plantas de TR, ausencia de M ycontaminación con TB (figura 145).
Mezcla que evolucionó a una pasturaprácticamente pura de TB en su cuarto año,cubriendo el suelo y libre de malezas (figura146).
Mezcla con alta proporción de D, escasapresencia de LC, con mayor proporción deTB, estando M ausente. La interferencia de
D determinó bajos rendimientos de estaasociación en el cuarto año (cuadro 146, fi-gura 147).
M sembrado puro (opción 1), con muyescasa presencia, dominado por TB conta-minante (figura 148).
Primavera del cuarto año, estado de laAA con 21 días de rebrote, que permanececon una muy buena cobertura de suelo, don-de M está ausente. Esta opción se ubicóentre las de rendimientos superiores (cua-dro 146, figura 149).
Con predominio de AA, teniendo comoespecies dominadas TB y LC en el estratoinferior, con ausencia de TR y M, esta op-ción dentro de LP fue de las que presentómayores rendimientos de forraje en el cuar-to año (cuadro 146, figura 150).
Asociación que por desaparición de M,quedó integrada por TB + AA, dos especiesque posibilitan la registración de rendimientoselevados, cuadro 6, dada la buenacomplementación entre ambas, cuando sesiembra TB a densidades adecuadas, figura 151.Se observa la buena cobertura del suelo.
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 125 209 982 658 1278 1002 883 835 2 TR 8 + M 4 9 149 0 217 748 442 274 366 3 TB 1 + M 4 2813 2814 3823 2559 3035 1460 2041 2622 4 AA 12 + M 4 5453 1495 2941 2655 2194 2080 1003 2061 5 TB 1 + LC 8 + M 3 4698 1764 3815 3610 4431 1924 2567 3019 6 TB 1 + AA 10 + M 3 6051 5185 5061 4832 3471 2872 3702 4187 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 5867 5332 5524 4762 4016 2601 4501 4456
Medias 3574 2421 3691 2756 2739 1769 2139 2586
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 5103 3225 3651 4993 3970 5606 4078 4254 2 TR 8 + M 4 8044 4979 5892 7416 6851 7839 6266 6541 3 TB 1 + M 4 9163 5863 6315 5838 5670 7358 5615 6110 4 AA 12 + M 4 13311 8935 11756 13269 8307 10416 11200 10647 5 TB 1 + LC 8 + M 3 13412 10239 10197 8949 8630 9780 9865 9610 6 TB 1 + AA 10 + M 3 13785 15657 12856 12924 10170 10345 11108 12177 7 TB 1 + L C 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 14566 12979 12694 12590 11436 11879 13139 12453
Medias 11055 8840 9052 9426 7862 9032 8753 8827
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 145.Figura 145.Figura 145.Figura 145.Figura 145. TR + M + D el 21/9/07, cuartoaño.
Figura 146. Figura 146. Figura 146. Figura 146. Figura 146. 284 + TB + M el 21/9/07, cuar-to año, opción 3 de mezcla deleguminosas.
Figura 147. Figura 147. Figura 147. Figura 147. Figura 147. TB + LC + M + D el 21/9/07,cuarto año.
Figura 148.Figura 148.Figura 148.Figura 148.Figura 148. M el 21/9/07, cuarto año.
Rendimientos de forrajeacumulados
Los rendimientos acumulados de distintonúmero de años, permiten visualizar rápida-mente las opciones con mejores rendimien-tos para rotaciones forrajeras de dos, tres ycuatro años. La información se resume enlos cuadros 147, 148 y 149.
En rotaciones cortas a dos años, se des-tacaron por presentar rendimientos superio-res todas las opciones que contenían TR ensu constitución. Es así que las mezclas N°2y N° 7, presentaron cada una de ellas en lassiete estrategias evaluadas, desde la siem-bra pura de leguminosas (LP) a asociacio-nes con las diferentes gramíneas, rendimien-tos acumulados de los primeros dos añosubicados entre el 100 y 80% de los máxi-mos registrados. TR fue la especie que aportó
más a las asociaciones, su muy buena per-formance se verifica en el rendimiento delTR sembrado puro (cuadro 147). Otras mez-clas destacadas fueron las compuestas porAA+Ce, TB+LC con raigrás 284 o Ce yTB+AA con ambos cultivares de raigrás, oCe. No se hace mención a M por sus esca-sas contribuciones.
En las mezclas con LC y/o AA, estasespecies aumentaron fuertemente sus con-tribuciones en primavera - verano del segun-do año.
Entre las gramíneas se destacaron porpresentar mayor frecuencia con rendimien-tos superiores las mezclas con Ce, que rea-liza aportes muy importantes en el primerverano y raigrás 284 que contribuye fuerte-mente en invierno y primavera del primer año,para posteriormente desaparecer de las aso-ciaciones.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Figura 149.Figura 149.Figura 149.Figura 149.Figura 149. AA + M, 21/9/07, cuartoaño.
Figura 150.Figura 150.Figura 150.Figura 150.Figura 150.TB + LC + TR + AA el21/9/07, cuarto año.
Figura 151. Figura 151. Figura 151. Figura 151. Figura 151. TB + AA + M, el 21/9/07,cuarto año.
En términos absolutos se destaca el apro-vechamiento de las buenas condiciones deambiente registradas en los primeros dosaños, que posibilitaron alcanzar en las mez-clas destacadas rendimientos superiores alos 20.000 kg MS/ha (cuadro 147).
Cuando se consideran rotaciones máslargas, a tres años (cuadro 148), si bien TRcontinuó realizando buenos aportes de fo-rraje, la importancia relativa en términoscuantitativos de producción varía, ya queespecialmente AA y luego LC fueron las es-
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 8067 7471 7486 13613 9998 10675 8188 9572 2 TR 8 + M 4 20881 22243 22463 23646 22617 21916 21418 22384 3 TB 1 + M 4 12413 14499 14158 15435 14354 14549 12697 14282 4 AA 12 + M 4 15319 17179 16821 19556 14164 14707 15598 16338 5 TB 1 + LC 8 + M 3 16937 20906 18818 20760 17330 17358 16750 18654 6 TB 1 + AA 10 + M 3 19093 24418 20487 21671 18511 16702 16956 19791 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 22234 23456 22502 23656 21088 20876 23763 22557
Medias 16421 18596 17534 19762 16866 16683 16481 17654
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 13170 10696 11137 18606 13968 16281 12266 13826 2 TR 8 + M 4 28925 27222 28355 31062 29468 29755 27684 28924 3 TB 1 + M 4 21576 20362 20473 21273 20024 21907 18312 20392 4 AA 12 + M 4 28630 26114 28577 32825 22471 25123 26798 26985 5 TB 1 + LC 8 + M 3 30349 31145 29015 29709 25960 27138 26615 28264 6 TB 1 + AA 10 + M 3 32878 40075 33343 34595 28681 27047 28064 31968 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 36800 36435 35196 36246 32524 32755 36902 35010
Medias 27475 27436 26585 29188 24728 25715 25234 26481
N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA Medias 1 M 5 13295 10905 12119 19264 15246 17283 13149 14661 2 TR 8 + M 4 28934 27371 28355 31279 30216 30197 27958 29229 3 TB 1 + M 4 24389 23176 24296 23832 23059 23367 20353 23014 4 AA 12 + M 4 34083 27609 31518 35480 24665 27203 27801 29046 5 TB 1 + LC 8 + M 3 35047 32909 32830 33319 30391 29062 29182 31282 6 TB 1 + AA 10 + M 3 38929 45260 38404 39427 32152 29919 31766 36155 7 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 + M 3 42667 41767 40720 41008 36540 35356 41403 39466
Medias 31049 29857 29749 31944 27467 27484 27373 28979
MDS 5% = 1988.
pecies que determinaron mayoritariamentelos aportes superiores a las asociaciones(cuadro 148).
Dentro de las mezclas simples sobresa-lió productivamente AA + Ce, ya que M nose considera, y en la mezcla más compleja(N°7) se destacaron las siete estrategiasevaluadas, donde AA fue la especie conmayores aportes, seguida por las asociacio-nes de TB+AA en las opciones de LP o conraigrás, especie que desapareció al final delprimer año, o con Ce.
Considerando las gramíneas perennes,solamente se destacaron en la mezcla máscompleja que integraba cuatro leguminosas,
Cuadro 147. Cuadro 147. Cuadro 147. Cuadro 147. Cuadro 147. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), acumuladoen los dos primeros años.
Cuadro148. Cuadro148. Cuadro148. Cuadro148. Cuadro148. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), acumuladoen los tres primeros años.
MDS 5% = 2867.
Cuadro 149.Cuadro 149.Cuadro 149.Cuadro 149.Cuadro 149. Producción de forraje total, Gramíneas más Leguminosas (kg MS/ha), acumuladoen los cuatro años.
MDS 5% = 3040.
ya que en esta M no se estableció y se rei-tera que los rendimientos estánmayoritariamente explicados por las legumi-nosas (cuadro 148).
Queda claramente demostrado, cuadro148, que las asociaciones más destacadasson las más complejas, donde además lamayoría de los comentarios son coinciden-tes con los expresados en el capítulo II.
En el acumulado de los cuatro años (cua-dro 149) con varias de las opciones se veri-fican rendimientos de forraje relativamentesimilares a los acumulados de los primerostres años (cuadro 148) explicado por las ma-las condiciones para crecimiento vegetal ocu-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
rridas durante el cuarto año. Se resaltan losaportes productivos importantes que básica-mente realizó AA como integrante de lasmezclas más complejas, N° 6 y N° 7, y fun-damentalmente por tratarse de un añoclimáticamente extremo.
En los rendimientos acumulados de loscuatro años las contribuciones promedio delas leguminosas a las mezclas, con excep-ción de M, fueron en promedio del 83%, ra-zón por la cual fue la fracción notoriamentemás productiva.
Considerando las leguminosas, M fue lade menor rendimiento y AA la de mayor, ubi-cándose TB y TR con producciones inter-medias. AA mezclada con otras legumino-sas (TB o TB + LC + TR) por efectos decomplementariedad inter - específicos deter-mina aumentos significativos (P<0.05) de losrendimientos de las asociaciones con rela-ción al monocultivo de leguminosas. Estose verifica tanto en las asociaciones de LPcomo con raigrás, Ce y dos mezclas queintegraron F o FA. Estos efectos tambiénfueron mostrados en el capítulo II.
CONSIDERACIONESGENERALES
• M presentó muy baja capacidad de cre-cimiento y competencia inicial, carac-terísticas que determinaron fracasosparciales o totales de establecimientoque se tradujeron en muy poca o nulapresencia en las mezclas, consecuen-temente, aportes de rendimientos bajoso nulos según las situaciones y gradosde interferencia a que fue sometido.
• M sembrado puro o mezclado con rai-grás, donde al final del primer año la gra-mínea desaparece, nunca logró aportarel 100% del rendimiento, debido a la in-terferencia ejercida por distintas male-zas especialmente latifoliadas.
• De todas las opciones evaluadas, losmayores rendimientos de M se registra-ron en la siembra pura, seguida por ren-dimientos inferiores en las mezclas conraigrás o cebadilla y un tercer estrato,
con menores rendimientos, cuando seasoció a gramíneas perennes.
• En la producción total de las distintasopciones durante el primer año, sin con-siderar a M, se destacaron las mezclasque incluyeron TR y la asociación máscompleja que integró cuatro legumino-sas.
• En el segundo año M sigue con muybajos niveles de producción, TR siguióproduciendo a buen nivel y AA ingresaal estrato de rendimientos superiores.
• Excluyendo a M, en el segundo año lasopciones de rendimientos superiores es-tán compuestas por dos y especialmentetres leguminosas, estas últimas que sonlas integradas por mayor número de es-pecies presentaron en las siete estrate-gias evaluadas rendimientos destaca-dos, ubicados entre 80 y 90% del máxi-mo.
• Al tercer año, los rendimientos superio-res se registraron en las mezclas com-puestas por mayor número de especies,siendo AA la que realizó las mayorescontribuciones.
• Al cuarto año TR desapareció de lasmezclas y M presentaba muy baja po-blación, explicada por una mortalidadelevada de los individuos remanentesde los años previos, consecuencia deataques graves de Fusarium sp en sussistemas radiculares, bajo vigor de plan-tas que determinó que prácticamentedesapareciera de las mezclas donde aúntenía presencia, por interferencia de lasespecies acompañantes y períodos se-cos.
• Todas las mezclas que se destacaronen el cuarto año, climáticamente adver-so, presentaban AA en su constitucióny se caracter izaron por no tenergramíneas acompañantes, o sea, fue-ron sembradas como LP, o inicialmentecon raigrás.
• De forma similar al experimento comen-tado en el capítulo II, la presencia delas gramíneas perennes también gene-ralmente deprimieron significativamente
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
los rendimientos en el cuarto año de lasmezclas más complejas.
• El máximo rendimiento acumulado deM en cuatro años, 11.301 kg MS/ha ensiembra pura, denota una performancemuy inferior a LC INIA Draco, sembradoen el experimento comentado en el ca-pítulo II, que en situación y período si-milar acumuló 30.216 kg MS/ha.
• En rotaciones cortas a dos años, sedestacaron por presentar rendimientossuperiores todas las opciones que con-tenían TR en su constitución, sean sim-ples o complejas.
• En el acumulado de tres años, TR con-tinuó realizando aportes importantes deforraje, sin embargo la importancia re-lativa en términos cuantitativos de pro-ducción varió, ya que especialmente AAy luego LC fueron las especies que rea-lizaron los mayores aportes de las aso-ciaciones.
• En los tres años, sin tener en cuenta aM, dentro de las mezclas simples so-bresalió productivamente AA + Ce y enla mezcla más compleja compuesta porcuatro leguminosas, se destacaron lassiete estrategias evaluadas, donde AAfue la especie que realizó los mayoresaportes al rendimiento de las mezclas.
• En los rendimientos acumulados de loscuatro años, sin considerar M, las con-tribuciones medias de las leguminosasa las mezclas fueron del 83%, razón porla cual, fue la fracción notoriamente másproductiva.
• Considerando las leguminosas, M fuela de menor rendimiento y AA la de ma-yor, ubicándose TB y TR con produc-ciones intermedias.
• AA mezclada con otras leguminosas(TB o TB + LC + TR) por efectos decomplementariedad inter-específicosdetermina aumentos significativos de losrendimientos de las asociaciones conrelación a la siembra pura.
• Para siembras de M, se sugiere su usocomo especie pura, considerando ade-más chacras l impias de malezas,gramíneas, latifoliadas y trébol blanco,ya que estás pueden interferir seriamen-te y afectar la persistencia de la espe-cie.
• Referente a la constitución, evolucióninteranual, rendimientos acumulados endiversos períodos de las mezclas eva-luadas, sin tener en cuenta a M, se co-rrobora una concordancia muy alta conlos resultados informados en el capítu-lo II.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
INIA
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
XII. RENDIMIENTOS DE FORRAJE ENMEZCLAS FORRAJERAS CON
GRAMÍNEAS PERENNES, INCLUYENDOLotus uliginosus (Schkuhr) CV
GRASSLANDS MAKU, SEMBRADASSOBRE SUELO DE TEXTURA PESADA
INTRODUCCIÓN
Con objetivos similares a los descriptosen el capítulo III, se instaló un experimentopara evaluar el comportamiento de lotusMaku en mezclas de larga duración. La ideabásica consistió en asociarlo a gramíneasperennes aprovechando la alta persistenciade las mismas y del Maku, de tal forma dedisponer de mezclas de gramíneas y legu-minosas que presentaran alta persistencia.Esta opción tecnológica, de tener éxito, po-sibilitaría disminuir en forma importante loscostos del forraje producido mediante estra-tegias con menores riesgos de meteorismo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El experimento se instaló en siembra di-recta el 7 de junio de 2004 y se manejó dela misma forma que el descrito en los capí-tulos II y XI, estando ubicado muy próximoa los mismos. Para los resultados que semuestran se siguió la misma estrategia queen dichos trabajo. Las especies y cultivaresde forrajeras empleados fueron: dactylis cvINIA Oyeron (D), festuca cv EstanzuelaTacuabé (F) y falaris cv Estanzuela Urunday(FA) dentro de las gramíneas. Estas se sem-braron en líneas distanciadas a 38 cm, a unadensidad de siembra de 8 kg/ha. Las legu-minosas utilizadas fueron trébol blanco cvEstanzuela Zapicán (TB) y Lotus uliginosuscv Grasslands Maku (M). Las densidades desiembra fueron de 0,5 y 5 kg/ha respectiva-mente para TB y M. Estas se sembraronmezcladas en la misma línea, ubicándosealternadas con las de gramínea perenne. Los
pesos de 1.000 semillas expresados en gra-mos fueron: TB = 0,62, M = 0,61, F = 2,32,D = 0,73 y FA = 1,53.
La información ambiental se reportó enel cuadro 151 ubicado en materiales y mé-todos del trabajo II. Se aplicó un manejo decortes, que comprendió entre dos y tres cor-tes por estación de acuerdo al crecimientoque presentaran las mezclas. Las estacio-nes se definieron como: otoño (O) = marzo-abril y mayo; invierno (I) = junio-julio y agos-to; primavera (P) = setiembre-octubre y no-viembre y verano (V) = diciembre-enero yfebrero. Los cortes dejaban un rastrojo de4 cm de altura.
Para priorizar y simplificar la información,en cada cuadro se indican en azul los rendi-mientos comprendidos entre el máximo y90% del mismo, en rojo entre 89.9 y 80%del máximo y además se reporta la mínimadiferencia significativa al nivel de probabili-dad del 5%.
Se resalta que el experimento estaba yse mantuvo completamente libre de la pre-sencia de gramilla, Cynodon dactylon.
RESULTADOS
Nuevamente, con performance similar ala descripta en el trabajo correspondiente alcapítulo XI, M en ninguna de las mezclasque se sembró, pese a utilizarse densida-des de 5 kg/ha, logró alcanzar áreas cubier-tas superiores al 5%. Este hecho corroboranuevamente su muy lento crecimiento ini-cial y muy baja capacidad de competencia,atributos que determinaron que en la prácti-
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
ca fracase su establecimiento cuando sesiembra en mezcla con otras forrajeras.
En función de lo expuesto, se presentarála información global de los rendimientos lo-grados por las mezclas, considerando a Mcomo un componente totalmente irrelevanteen términos productivos. Cuando se indicala cantidad de leguminosas éstas en su casitotalidad son TB.
En los cuadros 150 a 153 se muestra laproducción estacional y anual correspondien-te a los cuatro primeros años. En el primeraño se resaltan las excelentes condicionesambientales de primavera (cuadro 150) quedeterminaron que fuera el período, a pesarde estar próximo a la siembra, con registrosproductivos muy superiores, inclusive a laprimavera del segundo año. Este hecho re-presenta lo que realmente ocurre en nuestropaís con el crecimiento de pasturas, alta-mente condicionado a la variabi l idadclimática. En este sentido se resalta tam-bién otro extremo, donde condiciones muyfrías, consecuencia de un alto número deheladas, determinaron rendimientos excesi-vamente bajos durante el invierno del cuartoaño (cuadro 153), que en la práctica puedenconsiderarse nulos desde el punto de vistade la oferta de forraje a animales.
Durante el primer año (cuadro 150) pre-dominó en las mezclas el aporte de TB, pre-sentando las menores contribuciones en lasmezclas con D, que fue la gramínea de ma-yor crecimiento, consecuentemente la queejerció mayor interferencia, en tanto que lamezcla con FA en la práctica puede consi-derarse como un cultivo puro de TB. La mez-cla con F presentó comportamiento interme-dio, pero con rendimiento significativamenteinferior a la de D.
Durante el segundo año se mantienen lastendencias del primero, siguen predominan-do las contribuciones de TB al rendimientoestacional y anual de las mezclas. Las con-tribuciones máximas fueron en la asociacióncon FA, presentó un contenido intermedioen las de F y con los menores aportes en lamezcla con D, que siguió siendo la gramí-nea que ejerció mayor interferencia por pre-sentar una capacidad de crecimiento supe-rior (cuadro 151).
Durante el segundo año las mezclas rin-dieron más en otoño que en primavera, des-tacándose D, especialmente por producciónestival superior.
Los contenidos máximos de TB ocurrie-ron en el primer año, en el segundo sus apor-tes disminuyen y en el tercero continúa esta
Cuadro 150.Cuadro 150.Cuadro 150.Cuadro 150.Cuadro 150. Producción estacional (kg MS/ha)y total del primer año.
MEZCLA Primavera Verano Año 1 D + TB + M 4402-60 2709-60 7111-60 F + TB + M 3990-70 2046-80 6036-75 FA + TB + M 3794-80 1971-100 5764-90 MDS 5% 570 350 890
Cuadro 151.Cuadro 151.Cuadro 151.Cuadro 151.Cuadro 151. Producción estacional (kg MS/ha) y total del segun-do año.
MEZCLA Otoño Invierno Primavera Verano Año 2 D + TB + M 2822-60 1530-55 2545-50 1600-8 8498-43 F + TB + M 2641-70 1338-75 1984-70 729-18 6692-58 FA + TB + M 2923-90 1229-85 2489-80 864-88 7505-86 MDS 5% 335 260 302 186 945
En rojo = % trébol blanco en la mezcla.
En rojo = % trébol blanco en la mezcla.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
tendencia. Sin embargo las contribucionesde TB estuvieron relacionadas inversamentecon la capacidad de crecimiento de lasgramíneas perennes. En este sentido, D fuela gramínea con mayor crecimiento en el ter-cer año y por tanto su mezcla fue la queregistró menores contenidos de TB, la mez-cla con FA, sigue estando dominada por laleguminosa, en tanto la asociación con F fuela de menor rendimiento. F decae fuertemen-te en primavera y sus bajos rendimientosprosiguen en verano, por problemas de isoca(larva de Diloboderus abderus (Sturm), quela prefirieron en relación a las otras dosgramíneas perennes.
En el tercer año, las mezclas en base aD y FA no se diferenciaron en sus rendimien-tos (P>0.05), pero mientras que D dominó laproducción total del tercer año, en la mezclacon FA, los mayores aportes los ejerció TB.Esta leguminosa, presentó un grado de plas-ticidad adaptativa muy importante, condicio-nado a la capacidad de competencia de cadagramínea perenne.
El cuarto año presentó varios períodoscon precipitaciones por debajo de lo normal(cuadro 5, capítulo II), que determinó dismi-nuciones en los crecimientos estacionalesy además un invierno extremadamente frío,que en pasturas de cuarto año, determinócrecimientos prácticamente nulos durantelos 90 días del mismo. Este evento adviertede los extremos que se pueden alcanzar conla variabilidad climática existente. Eviden-temente, crecimiento prácticamente nulodurante 90 días, puede hacer colapsar cual-quier sistema de producción (cuadro 153).
Verano fue otra estación de bajos rendi-mientos, determinados por precipitacionespor debajo de lo normal, donde la mezclacon D fue la de mayor rendimiento y menorcontenido de TB.
En la producción acumulada del cuartoaño, la mezcla D + TB + M fue la de mayorproducción. Los aportes de TB fueron inver-sos con los de las gramíneas perennes, amayor rendimiento de estas, menores con-tenidos de TB.
Cuadro 152. Cuadro 152. Cuadro 152. Cuadro 152. Cuadro 152. Producción estacional (kg MS/ha) y total del tercer año.
MEZCLA Otoño Invierno Primavera Verano Año 3 D + TB + M 1893-20 1034-24 2516-28 2174-24 7618-24 F + TB + M 2119-40 1034-48 1860-55 906-63 5920-51 FA + TB + M 2374-70 1335-64 2350-58 1204-85 7262-69 MDS 5% 290 195 226 168 778
MEZCLA Otoño Invierno Primavera Verano Año 4 D + TB + M 1223-35 50-40 2662-45 808-10 4743-33 F + TB + M 662-90 60-70 2154-50 290-20 3165-58 FA + TB + M 393-100 211-83 2604-66 477-98 3686-87 MDS 5% 340 ns 360 255 608
Cuadro 153.Cuadro 153.Cuadro 153.Cuadro 153.Cuadro 153. Producción estacional (kgMS/ha) y total del cuarto año.
Cuadro 154.Cuadro 154.Cuadro 154.Cuadro 154.Cuadro 154. Producción acumulada de forraje (kgMS/ha)en distintos años.
MEZCLA Año 1+2 Año 1+2+3 Años 1+2+3+4 D + TB + M 15609-52 23226-42 27970-40 F + TB + M 12729-67 18648-61 21813-60 FA + TB + M 13269-88 20531-82 24218-83 MDS 5% 1360 2140 2476
En rojo = % trébol blanco en la mezcla.
En rojo = % trébol blanco en la mezcla.
En rojo = % trébol blanco en la mezcla.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Los rendimientos acumulados en diferen-tes años, que brindan una idea para siste-mas de rotación cortos, medianos o más lar-gos se presentan en el cuadro 154.
Los rendimientos acumulados de la mez-cla con D en todos los períodos considera-dos fueron los mayores (P<0.05), no dife-renciándose entre ellos los correspondien-tes a las mezclas con F o Fa. En estas últi-mas, las contribuciones de trébol blanco alrendimiento total de la mezcla fueron muysuperiores en la de FA que en la de F. Loscontenidos y aportes al rendimiento de lasmezclas de TB fueron inversos con los apor-tes que realizó cada gramínea perenne, lade mayores rendimientos fue D, la de meno-res FA y en posición intermedia se ubicó F.
En las tres mezclas, las gramíneas pe-rennes fueron las únicas especies que per-sistieron hasta el sexto año (información nomostrada), destacándose D entre ellas.
CONCLUSIONES
• El crecimiento inicial lento sumado a labaja capacidad de competencia inicialde Maku, determinó que en las mezclasapenas presentara una presencia del 5%durante el primer año, para posterior-mente desaparecer de las asociaciones.
• Las dificultades de establecimiento deMaku en mezclas con otras especies,no se solucionan mediante el uso de al-tas densidades de siembra como laempleada, 5 kg/ha, por tanto, no seaconseja el uso de Maku en mezclasforrajeras en suelos de texturas pesa-das, las mezclas compuestas inicial-mente por tres especies, quedaron comomezclas simples integradas por TB yuna gramínea perenne.
• Entre estas, la integrada por D + TB engeneral fue la que alcanzó mayores ren-dimientos de forraje en todos los perío-dos cuantificados.
• Las contribuciones al rendimiento totalde las mezclas de TB fueron inversoscon la capacidad de producción de lasgramíneas, menores en asociación conD, mayores con FA, intermedios con F.
• Al sexto año de vida de las mezclas,solamente persistieron las gramíneasperennes, dentro de ellas, D en primerlugar seguido por F, fueron las que pre-sentaron mayores áreas cubiertas, su-periores al 60%.
• El establecimiento de Maku en suelospesados requiere que sea sembradopuro, en chacras limpias de malezas yde TB.
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
XIII. FORMAS DE SIEMBRA DE Lotusuliginosus (SCHKUHR) CV
GRASSLANDS MAKU
INTRODUCCIÓN
En esta publicación se mostraron traba-jos realizados en INIA La Estanzuela sobresuelos tipificados como Brunosoles, referen-tes a manejo de defoliación de lotus Maku,así como su inclusión en una gama ampliade mezclas forrajeras integradas por espe-cies con capacidades muy distintas de in-terferencia. El objetivo de realizar trabajosradica en lograr establecer una especie alta-mente persistente y de esta forma disponerde una opción más para bajar costos de pro-ducción en praderas por la vía de necesida-des menores de resiembra de la pastura.
En todas las situaciones en que Maku fuesembrado en mezclas forrajeras, inclusiveutilizando densidades muy altas de hasta5kg/ha, su muy baja capacidad de compe-tencia y lento crecimiento inicial determinóque no se estableciera, o en las pocas si-tuaciones donde algunas plantas llegaron ainstalarse, estas no persistieron por la inter-ferencia originada por las otras forrajerasintegrantes de las asociaciones. La idea enestas situaciones consistía en que una vezdesaparecidas las leguminosas usadas co-múnmente, TR, TB, LC y AA, Maku y la gra-mínea perenne acompañante asegurara lapersistencia de la mezcla forrajera a largoplazo.
Una segunda alternativa consistió en op-tar por la siembra de Maku puro, en potrerosque al momento de la siembra se encontra-ban sin malezas, pero que posteriormentecomenzaron a surgir, como hecho natural queocurre en chacras del litoral con amplia his-toria agrícola y forrajera previa. Ante la di-versidad de malezas de hoja ancha y espe-cialmente de trébol blanco, Maku terminabasiendo dominado, presentando finalmenteproducciones muy bajas, no acordes con losrequerimientos mínimos de productividad
que los empresarios en zonas del litoralnecesitan.
Insistiendo sobre el tema, se seleccio-naron chacras con una prolongada historiaprevia de producción de semillas de trigo ocebada intercalados con cultivos de maíz osoja RR. En estas, en función del paquetetecnológico de herbicidas utilizado, se logródisponer de una situación limpia de todo tipode malezas y además sin trébol blanco. Apartir de esta situación y considerando elestablecimiento lento de Maku y bajos ren-dimientos que se obtienen en el año de siem-bra, atributos que no entusiasman a empre-sarios del litoral, se evaluaron diferentesestrategias de introducción, donde las siem-bras asociadas constituían una de las op-ciones evaluadas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sobre chacras conducidas previamentepara estar muy limpias de malezas y sin tré-bol blanco, se implantaron una secuencia deensayos en siembra directa, mediante sem-bradora provista de abre surco monodiscoangulado con control estricto de profundidadde siembra. Las situaciones seleccionadaspresentaban entre 9 y 16 ppm de fósforo(Bray 1) razón por la cual se optó por no fer-tilizar ni refertilizar los experimentos. Lostratamientos aplicados en los distintos ex-perimentos se detallan en los cuadros depresentación de resultados. En las siembrasde Maku se compararon situaciones de siem-bra al voleo (V), donde se desconectabanlos tubos de descarga y la semilla quedabasembrada al voleo y la siembra en la línea(L). La sembradora cuando era equipada conuna rastra pesada de cadenas en su parteposterior, se indica con R. Se presentaranlos resultados de cuatro experimentos, E 1a E 4, todos conducidos dentro de INIA La
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Estanzuela. En los experimentos E 1 y E 4se utilizó trigo INIA Mirlo sembrados el27 de junio y 13 de mayo respectivamente,mientras que en E 2 y E 3 la variedad fueINIA Tijereta sembrados el 19 de junio y 16 demayo respectivamente. Cuando se sembrabatrigo (Tr) en todas las líneas, a 19 cm, la den-sidad utilizada era de 120 kg/ha, cuando sesembraba a surco alterno era de 70 kg/ha. Lasdensidades de siembra de Maku (M) utiliza-das fueron de 3 y 1.5 kg/ha. Los porcenta-jes de área cubierta de Maku fueron someti-dos a transformación angular, previo análi-sis de variancia. Los experimentos no teníaninfestación de gramilla.
RESULTADOS
En el cuadro 155 se muestran los resul-tados obtenidos. Las cuatro situaciones E1a E4 evaluadas presentaron información con-sistente. En general las siembras de Maku
sembrado asociado a trigo en todas las lí-neas, o sea a 19cm, que representa la si-tuación de máxima interferencia, determinólos valores pos siembra más bajos de áreacubierta y posteriores de rendimientos deforraje (cuadro 155).
Las siembras asociadas de Maku con tri-go sembrado a 38cm, posibilitaron una me-jora en la instalación del mismo en la prime-ra evaluación pos siembra de área cubierta.Dicha mejoría se incrementa marcadamentecuando la leguminosa es sembrada en líneasy alternas con las de trigo. Las siembras al-ternas de Maku con trigo en líneas a 38cm,al tercer año, la leguminosa colonizó el sue-lo y produce de forma similar a las siembraspuras (figura 152).
En esta opción, el segundo año represen-ta una etapa intermedia, donde Maku mejo-ra sustancialmente su cobertura y posibilitaque al tercer año produzca de forma similara la siembra pura. El hecho de no tener pre-
Cuadro 155. Cuadro 155. Cuadro 155. Cuadro 155. Cuadro 155. Formas de siembra de Lotus Maku, área cubierta por la leguminosa(AC %) y rendimientos de forraje (kg MS/ha) en diferentes períodos.
AC= Maku, % de área cubierta; sa= surco alterno. Tr=trigo; 19 y 38 = separación entre surcos en cm;V= voleo; L= semilla en la línea; M3 y M1,5= Maku sembrado a 3 y 1,5 kg/ha. Letras diferentes dentrode cada columna de cada experimento indica diferencias significativas al 5%.
E 1 Mes 2 Año 2 Año 3 AC (%) kg MS/ha AC (%) mes 9
Tr 19 + M 3 - V (19) 26 b 810 d 40 b Tr 38 + M 3 – V (19) 32 b 2640 c 90 a
M 3 – V (19) 90 a 3890 ab 70 a M 3 – L (19) 91 a 4738 a 100 a
M 1.5 – V (38) 87 a 4176 ab 80 a M 1.5 – V + R (38) 94 a 3780 b 90 a
E 2 Mes 6 Año 3 AC (%) kg MS/ha kg MS/ha
Tr 19 + M 3 – V + R (19) 54 b 590 d 2350 b Tr 38 + M 3 – V + R (19) 41 b 1097 c 9645 a
M 3 – V + R (19) 97 a 1893 b 9110 a M 1,5 – L (38) 89 a 2234 ab 8880 a
E 3 Mes 2 Año 2 Año 3 AC (%) kg MS/ha kg MS/ha
Tr 19 + M 3, V (19) 8 c 1160 c 3665 b Tr 38 + M 3, L (38) sa 65 b 5230 b 9770 a
M 3, L (19) 80 a 7320 a 10930 a E 4 Mes 3 Año 2 Año 3
AC (%) kg MS/ha kg MS/ha Tr 19 + M 3 - V (19) 20 c 1782 c 3330 b
Tr 38 + M 3 - L (38) sa 55 b 6425 b 9240 a M 3, L (19) 85 a 8150 a 10070 a
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
sencia de malezas y trébol blanco, posibili-ta que cuando se siembra con mayorespaciamiento, Maku se dedique a coloni-zar espacios de suelo aún descubierto es-pecialmente durante el primer otoño y pro-ducir sin que le interfieran malezas.
Las siembras puras presentaron el mejorcomportamiento productivo y dentro de ellaslas siembras en la línea, inclusive con den-sidades de 1,5 kg/ha. Estas al tercer añofueron similares las sembradas a 3 kg/ha.Generalmente a igualdad de densidades desiembra, el hecho de sembrar en líneas me-joró con respecto a la siembra al voleo, aúncuando no haya diferencias (P>0.05) entrelas mismas en rendimientos de forraje al ter-cer año.
CONSIDERACIONESGENERALES
Para lograr siembras exitosas de Makuen chacras del litoral se sugiere:
• Seleccionar aquellas que por historia pre-via garanticen muy baja presencia de ma-lezas lati fol iadas, trébol blanco y
gramilla, puesto que se va a instalar unaespecie de muy alta perennidad y esca-sa capacidad de competencia en lasfases iniciales.
• En siembra directa preferenciar el usode sembradoras con abresurco monodisco angulado y control estricto de pro-fundidad de siembra,
• Densidades de siembra de 3 a 1,5 kg/ha, preferentemente en líneas o al voleopermiten obtener buenas pasturas deesta especie.
• Maku puede sembrarse asociado a tri-go, cuando este se dispone en líneas a38cm y priorizar dentro de esta opciónlos surcos alternos entre el cereal y laleguminosa.
• No se aconsejan siembras asociadas acereales de invierno, sembrados en lí-neas a 19 cm.
Como sugerencia final, con los requisi-tos de chacra previamente relatados, lassiembras puras posibilitan la obtención debuenas pasturas desde el otoño del segun-do año.
Figura 152. Figura 152. Figura 152. Figura 152. Figura 152. Lotus Maku en diciembre del segundo año, destina-do para producción de semillas, que fue sembradoen líneas a 38 cm alternadas con trigo. ExperimentoE 3.
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
INTRODUCCIÓN
Maku por su atributo de perennidad y noproducir meteorismo constituye una legumi-nosa a tener en cuenta para la zona del lito-ral, ya que de presentar productividades ade-cuadas, puede ser interesante para dismi-nuir costos de producción, por la vía demenores requerimientos de instalación depasturas, dado sus exitosos mecanismos depersistencia. Sin embargo trabajos de Maku,referentes a conocer mejor su manejo dedefoliación son imprescindibles con el obje-tivo de maximizar su producción y persis-tencia. En este contexto, en esta mismapublicación ya se incluyó información de untrabajo donde se compararon cuatro frecuen-cias de cortes durante varios años. En elmismo se sugirió la aplicación de frecuen-cias de corte cada 45 días y eventualmenteen algunos períodos cada 30 días, puestoque las mismas posibilitan un buen númerode posibilidades de utilización del forraje enel año y contemplan además los requerimien-tos de la especie para mantener altos nive-les de producción y persistencia. Sin em-bargo, para conocer mejor el comportamien-to de especies forrajeras se requiere de laejecución de varios trabajos bajo condicio-nes climáticas diferentes, puesto que con-diciones de ambiente variables entre años,pueden modificar las conclusiones. Por estarazón se estableció una secuencia de expe-rimentos desfasados en el tiempo con el ob-jetivo de mejorar el conocimiento de respues-tas a distintas estrategias de defoliación.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los experimentos se llevaron a cabo so-bre pasturas de tres años en adelante, quequedaron instaladas cuando se realizaron losestudios de formas de siembra de lotus cv
Grasslands Maku (M), ya informados en elcapítulo XIII.
Una secuencia de experimentos consis-tió en evaluar durante todo el tercer año dosfrecuencias de defoliación que se aplicabanestacionalmente, es decir independientemen-te en cada estación del año, lo cual implicóla ejecución de cuatro experimentos, uno porestación del año (experimentosestacionales). En cada uno de ellos, poste-riormente en la siguiente estación a que seaplicaban las dos frecuencias de corte, semanejaba de forma uniforme para cuantifi-car posibles efectos residuales del manejoaplicado en una estación sobre la siguiente.
Paralelamente con los experimentosestacionales se evaluó un ensayo denomi-nado anual, donde las frecuencias de cortese aplicaron sistemáticamente durante todoel tercer año.
En ambos, estacional y anual, las fre-cuencias aplicadas se aclaran en los cua-dros que se reportan los rendimientos deforraje. Los cortes siempre dejaban un ras-trojo residual de 4 cm desde el nivel del sue-lo. Una vez realizada la evaluación con cor-tes la pastura se pastoreaba por períodoscortos de tiempo con lanares en carga alta.Posteriormente si las condiciones del tapizlo requerían, se uniformizaba la altura delrastrojo a 4 cm.
Durante el quinto y sexto año se evalua-ron otros dos experimentos, también unodenominado estacional y otro anual, midién-dose además los efectos residuales de lasfrecuencias estacionales, de forma similara los comentados precedentemente. En es-tos, las frecuencias de cortes aplicadas serealizaron a tiempo fijo, intervalos de 22, 30,45 y 60+30 días.
En el sexto y séptimo año de una pastu-ra de M se cuantificó en cuatro experimen-tos estacionales independientes entre ellos
XIV. MANEJO DE DEFOLIACIÓN EN Lotusuliginosus (SCHKUHR) CV
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INIAMANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
y un ensayo anual, la incidencia de dos fre-cuencias de cortes, denominadas frecuente(F) consistente en cortes aproximadamentecada 30-35 días y menos frecuente (MF)con cortes en el entorno de los 45 días, don-de además para cada intervalo entre cortesse cuantif icaron dos intensidades dedefoliación consistentes en dejar un rastrojoresidual bajo de 3cm y otro alto de 6cm. Enlos experimentos estacionales se cuantifi-caron en la estación siguiente los efectosresiduales. Para evaluar estos efectos, des-de el comienzo de cada estación se dejabaun rastrojo de 3 cm.
Los suelos donde se desarrollaron losexperimentos fueron Brunosoles subeútri-cos, con niveles de fósforo determinado porBray 1, en los primeros 8 cm del suelo quevariaron entre 7.5 y 10.6 ppm. Los experi-mentos nunca fueron fertilizados.
RESULTADOS
En el cuadro 156 se muestran los rendi-mientos de dos frecuencias de corte aplica-das en cada estación del año y anualmente,así como los efectos residuales del manejo
estacional. Información adicional de los nú-meros de cortes aplicados en cada estación(N°C), porcentajes de materia seca del fo-rraje colectado (% MS), altura de la legumi-nosa al momento del corte (A cm) y densi-dad del tapiz (kg MS/cm), se informan endicho cuadro.
En los experimentos estacionales dondeen las cuatro estaciones del año se contras-taron el régimen frecuente de cortes, con-sistente en tres cortes por estación, con in-tervalos de aproximadamente 30 días cadauno, contra dos cortes, que implica interva-los de 45 días entre los mismos, solamenteen invierno la menor frecuencia aplicadadeterminó el registro de rendimientos de fo-rraje superiores (P<0.05). La producción acu-mulada de los experimentos estacionales enel total del año fue similar entre ambas fre-cuencias de cortes (cuadro 156).
El hecho de aplicar intervalos entre cor-tes de 30 versus 45 días durante una esta-ción del año, no generó diferencias de rendi-mientos en la estación siguiente (P>0.05)cuando durante la misma se maneja en for-ma uniforme, tal como se verifica en los efec-tos residuales.
Cuadro 156.Cuadro 156.Cuadro 156.Cuadro 156.Cuadro 156. Lotus Maku de tercer año, rendimientos (kg MS/ha) de dos frecuencias decorte aplicadas estacionalmente y efectos residuales de las mismas. Pro-ducción de forraje en el experimento anual.
O=otoño, I=invierno, P=primavera, V=verano.
Experimentos estacionales Estación O I P V TOTAL
Frecuencia F MF F MF F MF F MF F MF kg MS/ha 2897 2513 1111 1499 2946 2649 2779 3170 9733 9825
%MS 20.3 20.2 17.7 13.0 19.3 13.0 19.1 17.0 Nº C 3 2 3 2 3 2 3 2 12 8 A cm 8.8 13.2 4.3 11.8 7.3 14.6 9.6 17.4
kg MS/cm 109 95 86 63 134 90 96 91 Efectos residuales
Estación I P V O Frecuencia F MF F MF F MF F MF kg MS/ha 1988 1992 3231 3230 1798 1916 2420 2517
Experimento anual Estación O I P V TOTAL
Frecuencia F MF F MF F MF F MF F MF kg MS/ha 2641 2509 1099 1427 2494 2928 2386 2818 8620 9682
%ms 16.5 18.0 17.7 14.0 15.8 12.5 20.3 16.7 Nº C 3 2 2 1 3 2 4 2 12 7 A cm 10.4 13.5 3.1 8.5 7.5 16.1 7.4 16.7
kg MS/cm 84 95 177 167 111 90.9 80 84
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MANEJO DE MEZCLAS FORRAJERAS Y LEGUMINOSAS PURAS
Mes 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 Tasa de
crecimiento (kg MS/ha/día)
50.0 28.6 7.2 12.5 13.6 15.6 26.0 37.7 27.3 25.5 25.7 35.5
Rendimiento (kg MS/ha)
Otoño 2574 Invierno 1260 Primavera 2730 Verano 2601
Cuando se aplicó un estrés de defoliaciónmás riguroso, como lo representa la situa-ción del experimento anual (cuadro 1), Maumentó significativamente (P<0.05) susrendimientos en invierno, primavera y vera-no, con la menor frecuencia de cortes apli-cada, sin embargo, la producción de forrajeanual no se diferenció entre ambos interva-los entre cortes (cuadro 156).
Los mayores rendimientos de invierno enla menor frecuencia de cortes, tienen unarespuesta semejante a la registrada en tré-bol blanco en esta estación, mientras queen primavera y verano, los rendimientos su-periores ocurrieron con la aplicación de in-tervalos entre cortes de 45 días con rela-ción a los menores, respuesta que coincidecon lo obtenido en el capítulo IV. En dichotrabajo también se relacionó la altura del fo-rraje pre-defoliación con los rendimientos,verificándose que cortes con alturas meno-res a los 9cm desde el suelo, deprimen laproducción de forraje de M. En estas situa-ciones (cuadro 156), en el experimento anual,siempre con alturas menores de 9cm, corres-pondientes al manejo de cortes frecuentes, Mdiminuyó sus rendimientos de forraje.
En el cuadro 157 se informan las tasasdiarias de crecimiento que presentó en me-dia esta leguminosa durante su tercer año,en los experimentos ya comentados.
El rendimiento acumulado anual fue de9165 kgMS/ha, valor que para un tercer añoresulta interesante comparativamente conotras leguminosas para el litoral agrícola. Enverano y los primeros 45 días de otoño lasprecipitaciones posibilitaron buenas produc-ciones de esta leguminosa. A fines de oto-ño, mayo y en invierno, con temperaturasbajas, M disminuye en mayor magnitud sucapacidad de crecimiento.
En el cuadro158 se reportan los resulta-dos registrados durante el quinto y sexto año,en que M fue sometido a cuatro frecuen-cias de cortes estacionales, donde se cuan-tificaron los efectos de las mismas en expe-rimentos independientes y además se mi-dieron posibles efectos residuales de los dis-tintos intervalos entre cortes en la estaciónsiguiente, en que se cortaba en forma uni-forme cada 45 días.
En los experimentos estacionales, duran-te otoño M respondió positivamente con losrendimientos superiores obtenidos, en la fre-cuencia de 45 días (O5) y de 60 días en O6,sin ocurrir efectos residuales negativos enla estación siguiente (RO5 y RO6) donde lasproducciones registradas no difirieron entrefrecuencias dentro de cada una de ellas,cuadro 158. En O5, el intervalo entre cortescada 22 días, determinó que se registraranrendimientos de forraje inferiores (P<0.05) alos restantes manejos.
Durante invierno, estación de crecimien-to donde esta leguminosa tiene bajos rendi-mientos, solamente en I6 se registró laproducción máxima en el mayor intervalo en-tre cortes estudiado, 60 días. Tampoco las fre-cuencias aplicadas en invierno, afectarondiferencialmente la producción de primavera.
En primavera, los mayores índices pro-ductivos se dieron en los manejos de cortesde 45 y 60 días, mientras que los intervalosde 22 días deprimieron (P<0.05) los rendi-mientos de forraje en relación con las dosfrecuencias menores de cortes aplicadas.Los efectos residuales de los manejos apli-cados en primavera evaluados en verano,RP5 y RP6, no registraron diferencias entremanejos.
Las frecuencias de 45 y 60 días determi-naron los mayores rendimientos estivales,
Cuadro 157. Cuadro 157. Cuadro 157. Cuadro 157. Cuadro 157. Lotus Maku de tres años, tasas de crecimiento promedio mensual (kg MS/ha/día)y rendimientos de forraje estacionales (kg MS/ha).
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mientras que el intervalo de 22 días depri-mió significativamente (P<0.05) las produc-ciones de forraje, tanto en el quinto comosexto verano. Los manejos de verano noafectaron los rendimientos de otoño.
En función de los rendimientos estacio-nales de Maku, donde se aplican los mane-jos durante los 90 días de cada estación, sepueden hacer algunas consideraciones pre-liminares: en general la mayor frecuencia decortes aplicada, cortes cada 22 días, depri-me los rendimientos de forraje, en tanto, losintervalos de 45 y 60 días en general lo au-mentan. La aplicación de los cuatro interva-los de cortes en una estación nunca generódiferencias productivas en la siguiente, peseal contraste entre manejos, desde cortescada 22 a 60 días. Aparentemente, debido ala cantidad de yemas vegetativas que pre-sentan a partir de rizomas, estolones y ta-llos aéreos, dispone de una importante can-tidad de las mismas que lo tornan muy plás-tico, frente a estreses energéticos importan-tes como son los cortes aplicados cada 22días. A pesar de la intensidad de de dichoestrés, evidentemente la duración del mis-mo no alcanza para deteriorar productivamen-te en la siguiente estación a la leguminosa.Probablemente si al estrés originado por
defoliaciones muy frecuentes se le adicionesequía, probablemente la leguminosa sedeteriore. En los experimentos conducidos,no se registraron períodos secos importan-tes.
Cuando la severidad del estrés energéti-co que implican los cortes incrementa, comoes la situación del experimento anual, don-de las frecuencias de cortes se aplicarondurante el quinto y sexto año, los resultadosque se obtienen varían. En este sentido,excluyendo los inviernos, donde M eviden-temente tiene muy disminuida su capacidadde crecimiento consecuencia de las bajastemperaturas, en las restantes estaciones,siempre la frecuencia de cortes cada 22 díasdeterioró (P<0.05) la capacidad de crecimien-to, mientras que casi siempre los intervalosentre 45 y 50 días, determinaron los rendi-mientos superiores (cuadro 159).
Cuando se consideran los rendimientosde forraje acumulados en el quinto y sextoaño se verifica que si se toma en cuenta unintervalo de defoliación de 45 días comobase 100%, las frecuencias de 22, 30 y 60representan mermas de 39 o 15% y aumen-tos del 20%, respectivamente en el quintoaño y para el sexto año mermas de 52, 37 y2 %, respectivamente.
Cuadro 158. Cuadro 158. Cuadro 158. Cuadro 158. Cuadro 158. Incidencia sobre los rendimientos de forraje (kg MS/ha) de la apli-cación de cuatro intervalos entre cortes en cada estación de año,durante el quinto y sexto año y efectos residuales ( R ) en la esta-ción siguiente de los mismos.
O=otoño, I=invierno, P=primavera, V=verano.
Manejos Otoño Invierno
O5 O6 RO5 RO6 I5 I6 RI5 RI6 C22 1641 1690 158 316 194 347 3389 2044 C30 2086 1965 178 297 201 396 3556 2266 C45 2572 1937 178 334 291 372 3742 2457 C60 2068 2803 296 369 398 604 3824 2389 MDS5% 363 297 NS NS NS 84 NS NS Manejos Primavera Verano
P5 P6 RP5 RP6 V5 V6 RV5 RV6 C22 1502 2217 814 1340 1438 1670 1269 1027 C30 2240 2425 960 1532 1599 1927 1396 898 C45 2520 3292 1012 1544 1834 3131 1260 940 C60 2804 2650 917 1488 1708 3363 1282 1090 MDS5% 437 395 NS NS 224 385 NS NS
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Asumiendo que un intervalo entredefoliaciones de 45 días posibilita ochopastoreos al año, M podría manejarse en di-cha frecuencia con el objetivo de armonizarun buen número de utilizaciones anuales yaltos rendimientos de forraje.
Una última secuencia de experimentos,también con un enfoque estacional y la co-rrespondiente medición de efectos residualesy otro aplicando un criterio anual se repor-tan en el cuadro 160. El régimen frecuentede cortes varió entre 12 y 13 cortes por año,mientras que al menos frecuente le corres-pondieron ocho o nueve defoliaciones poraño.
Cuando se comparan dos intensidades decorte, rastrojos residuales de 3 o 6cm, es-trictamente se están cuantificando dos ex-tracciones o porcentajes de utilización de la
Cuadro 159. Cuadro 159. Cuadro 159. Cuadro 159. Cuadro 159. Incidencia sobre los rendimientos de forraje (kg MS/ha) de la aplicación continuade cuatro intervalos entre cortes durante el quinto y sexto año.
O5 I5 P5 V5 A 5 O6 I6 P6 V6 A 6 C22 1269 160 1605 1174 4208 722 64 1998 1445 4229 C30 1658 190 2499 1459 5806 1010 88 2592 1849 5539 C45 2045 266 2959 1553 6823 1449 107 3920 3219 8695 C60 2000 273 4485 1459 8217 1605 251 3386 3303 8545 MDS5% 344 NS 512 176 865 223 NS 532 392 1080 O=otoño, I=invierno, P=primavera, V=verano, A= año.
Cuadro 160.Cuadro 160.Cuadro 160.Cuadro 160.Cuadro 160. Incidencia de dos frecuencias y dos intensidades de corte sobre la producción deforraje (kg MS/ha) de lotus Maku. Resultados promedio del sexto y séptimo año.
Maku, estacional O I P V TOTAL F3 3103 1273 2913 2490 9779 F6 2203 1029 2575 2310 8117 A3 3618 2520 3272 2837 12247 A6 2763 2019 2739 2650 10171
MDS5% 437 359 603 488 1615 Maku, residual O I P V -
F3 1854 3141 1989 sd - F6 1853 3321 1809 sd - A3 1926 3166 2192 sd - A6 1859 3495 1941 sd -
MDS5% NS NS NS Maku, anual O I P V TOTAL
F3 2560 1093 3394 1866 8913 F6 2678 1150 3543 2186 9557 A3 2762 2078 3117 2687 10644 A6 1819 1814 2952 2325 8910
MDS5% 408 212 483 405 1109
leguminosa diferentes. Por esta razón, en lamayoría de las situaciones, a igualdad defrecuencia de cortes, en general los mayo-res rendimientos de forraje correspondierona la mayor intensidad de cortes, 3cm, he-cho que se explica por una extracción deforraje superior (cuadro 160).
Cuando se comparan frecuencias dedefoliación, dentro de una misma intensidadde cortes, se verifica que los rendimientossuperiores se registran en los manejos ali-viados, aunque no siempre los aumentossean significativos.
Interesa resaltar que los incrementossuperiores entre frecuencias de cortes seregistraron en invierno, donde los manejosaliviados duplican en producción a los fre-cuentes. Esta característica es en la prácti-ca muy importante, puesto que Maku duran-
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te el período frío disminuye marcadamentesu capacidad de producción con relación aotras estaciones del año. Si además en in-vierno se lo maneja en forma frecuente, suproducción disminuye a la mitad (cuadro 160).
La aplicación de frecuencias e inten-sidades distintas durante 90 días, correspon-diente a los experimentos estacionales, nogeneraron ningún efecto negativo entre tra-tamientos en la siguiente estación, cuando enesta se maneja con la misma frecuencia e in-tensidad los cuatro tratamientos (cuadro 160).
Con relación al experimento anual, don-de se aplicaron los manejos de frecuencia eintensidad de defoliación durante el sexto yséptimo año de Maku, lo primero a destacarson los rendimientos que se registraron contan altas edades de la pastura, una mediade 9506 kg MS/ha, hecho que avala el atri-buto de alta perennidad de esta especiecuando se encuentra en chacras limpias demalezas y sin trébol blanco.
En el experimento anual, los resultadosobtenidos presentaron una respuesta diferen-te con relación a los estacionales y acordecon lo que en principio se espera en pasturassometidas durante períodos prolongados afrecuencias e intensidades de defoliacióncontrastantes. En este contexto, las res-puestas encontradas aunque en muchas si-tuaciones las diferencias no alcanzan valo-res significativos (P>0.05), pero como ten-dencia se puede concluir que: bajo regimenesde defoliación frecuentes, el hecho de au-mentar la altura del rastrojo residual de 3 a 6cm, determinó una tendencia consistente aaumentar los rendimientos de forraje con lamayor altura de césped residual dejada. Entanto, cuando se aplican frecuencias de cortealiviadas, la situación se invierte, puesto quelos mayores rendimientos de forraje se re-gistran en las mayores intensidades de cor-te, rastrojos de 3cm, o en otras palabras,con los porcentajes de utilización del forrajeexistente, superiores (cuadro 160).
En general, los rendimientos anuales su-periores se registraron con frecuencias decorte aliviadas (entorno a cortes cada 45días), y con utilizaciones importantes, ras-trojos residuales de 3 cm.
En el experimento anual, vuelve acorroborarse la importancia de un manejo decortes aliviado en el período frío, con el ob-jetivo de elevar significativamente los rendi-mientos de forraje durante el mismo, com-parativamente con manejos de cortes fre-cuentes.
Cuando se contrastan las frecuencias decortes de todos los experimentos incluidosen este trabajo, en función de la altura pro-medio de Maku al momento de corte, conrelación a los rendimientos de forraje obte-nidos, se verifica que en los manejos alivia-dos de los distintos experimentos comenta-dos, la altura promedio pre-corte de Makuse ubicó en 11,7 cm, mientras que a losregimenes frecuentes les correspondió unaaltura media de 6,5 cm. La información dealtura no fue reportada en los diferentes tra-bajos, sin embargo presenta una alta coinci-dencia con los resultados mostrados en eltrabajo de manejo de leguminosas puras. Ahíse estableció que los rendimientos de forra-je superiores de Maku se ubicaban cuandose manejaba con alturas pre-corte de 9 a 12cm y que en la medida que la frecuencia decortes incrementaba de tal forma que loscortes disminuían la altura de Maku a valo-res de 5 a 7cm, la capacidad de producciónse deterioraba.
Interesa destacar que generalmente encondiciones de producción, variaciones enaltura de 5 a 12 cm no son tenidas en cuen-ta o son tomadas groseramente como simi-lares, sobre todo teniendo en cuenta queMaku es capaz de generar tapices con unadensidad muy alta de forraje y sin embargo,esas diferencias en altura pueden generarproducciones muy distintas.
CONCLUSIONES
En base al conjunto de información demanejo mostrada en este capítulo, teniendopresente que son situaciones sin gramilla,se pueden realizar las siguientes considera-ciones:
• En situaciones de chacras limpias demalezas latifoliadas y trébol blanco,Maku produjo en condiciones de am-
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biente favorables entre 9 y 10 tonela-das de materia seca por hectárea en unsexto y séptimo año.
• Los cortes frecuentes durante períodosfríos deprimen marcadamente la capa-cidad de producción de forraje de la es-pecie durante los mismos, atributo quese verificó consistentemente en muchascomparaciones.
• Frecuencias de cortes en torno a los 30días aplicadas en períodos largos, ex-perimentos anuales, frecuentementeademás de invierno deprimen los rendi-mientos de forraje en otras estacionescomparativamente con intervalos deaproximadamente 45 días.
• A partir de experimentos estacionales,frecuencias aplicadas solamente duran-te los 90 días de cada estación, en ge-neral ya en ese lapso los cortes cada22 días pueden determinar depresionesen la producción, en tanto, los interva-los de 45 y 60 días en general la au-mentan.
• La aplicación de frecuencias de cortesentre 22 y 60 días durante una estacióndel año, 90 días, nunca generó diferen-cias productivas en la siguiente, es de-cir efectos residuales positivos o nega-tivos, pese a la amplitud de contrasteentre frecuencias.
• Si al estrés originado por defoliacionesmuy frecuentes, 22 a 30 días, se le adi-ciona un período seco, probablementela leguminosa deprima su capacidad deproducción.
• A partir de información de experimen-tos anuales donde las frecuencias decortes se aplicaron durante el quinto ysexto año, en invierno en una magnitudmuy importante, pero también en lasrestantes estaciones del año, la frecuen-cia de cortes cada 22 días deterioró lacapacidad de crecimiento comparativa-mente con los intervalos entre 45 y 60días, ambos con rendimientos superio-res.
• Los rendimientos de forraje acumuladosen el quinto y sexto año, considerandoal intervalo de defoliación de 45 días
como base 100%, las frecuencias de 22,30 días determinaron mermas de 39 o15% en el quinto y 52, 37% en el sextoaño respectivamente.
• Cuando se cuantifican frecuencias eintensidades de cortes simultáneamen-te, en la mayoría de las situaciones, aigualdad de frecuencia de cortes, engeneral los mayores rendimientos deforraje correspondieron a la mayor inten-sidad, 3cm, hecho que se explica poruna extracción de forraje superior.
• Cuando se comparan frecuencias dedefoliación, dentro de una misma inten-sidad de cortes, se verifica que los ren-dimientos superiores se registran en losmanejos aliviados comparativamentecon los más frecuentes, aunque no siem-pre los aumentos fueron significativos.
• En pasturas de cinco o seis años, laaplicación de frecuencias e intensidadesdistintas solamente en períodos de 90días (experimentos estacionales), nogeneraron ningún efecto residual nega-tivo entre tratamientos en la estaciónsiguiente.
• La aplicación de frecuencias e intensi-dades distintas en períodos prolongados(experimento anual), determinaron unarespuesta diferente con relación a losestacionales.
• En los experimentos anuales, bajo unesquema de cortes frecuentes, el hechode aumentar la altura del rastrojo resi-dual de 3 a 6 cm se verificó un aumentoen los rendimientos de forraje con lamayor altura de césped residual o áreafoliar remanente dejada; en tanto, cuan-do se aplican frecuencias de corte ali-viadas, la situación se invierte, puestoque los mayores rendimientos de forra-je se registran en las mayores intensi-dades de corte, rastrojos de 3 cm, o enotras palabras, con los porcentajes deutilización del forraje existente, superio-res.
• En general los rendimientos anualessuperiores se registraron con frecuen-cias de corte aliviadas (próximas a cor-tes cada 45 días), y con utilizaciones
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importantes, rastrojos residuales de3 cm.
• Para los manejos aliviados de los dis-tintos experimentos comentados, la al-tura promedio pre-corte de Maku se ubi-có en 11,7cm, mientras que a losregimenes frecuentes les correspondióuna altura media de 6,5 cm.
• Asumiendo que un intervalo entredefoliaciones de 45 días posibilita ochopastoreos al año, Maku podría manejar-se en dicha frecuencia con el objetivode armonizar un buen número de utiliza-ciones anuales y altos rendimientos deforraje.
COMENTARIOS GENERALES
Con plantas jóvenes, los rendimientossuperiores se alcanzan con frecuenciasdefoliación de 30 días, en tanto, con plantas
conformadas con estructuras de mayor edad,tercer año en adelante, comienza a verifi-carse que los rendimientos de forraje supe-riores se registran con la aplicación de inter-valos de 45 y 60 días.
A partir de la información reportada, laaplicación de frecuencias de corte cada 45días y eventualmente en algunos períodoscada 30 días, armonizan un buen número deposibilidades de utilización del forraje en elaño contemplando además los requerimien-tos de la especie.
La información de manejo de la frecuen-cia de defoliación en función de la altura precorte o pastoreo del tapiz indica que los ren-dimientos de forraje superiores de Maku seubicaban cuando se maneja con alturas pre-corte próximas a 11,7 cm y que en la medi-da que la frecuencia de cortes incrementabade tal forma que los cortes disminuyen laaltura a valores entre 5 y 7cm, la capacidadde producción se deteriora.
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N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 10 50 80 80 90 90 2 TR 12 100 10 30 80 90 90 88 3 TB 1 100 5 30 80 80 86 90 4 TB 4 100 5 30 80 80 90 50 5 LC 12 100 20 20 80 80 90 80 6 AA 12 100 5 34 75 77 89 86 7 TR 12 + TB 2 100 20 60 70 80 90 90 8 TR 8 + LC 10 100 25 70 70 80 90 90 9 TR 6 + AA 12 100 20 70 70 80 90 90
10 TB 1 + LC 8 100 20 40 70 71 90 90 11 TB 2 + LC 12 100 20 70 70 80 90 90 12 TB 1 + AA 10 100 10 50 70 80 90 90 13 TB 2 + AA 12 100 20 70 70 80 90 90 14 AA 10 + LC 10 100 10 60 70 80 90 90 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 25 70 80 80 90 90 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 15 50 70 71 90 90 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 17 44 70 80 90 90
Medias 100 15 50 74 79 90 87
ANEXOS CORRESPONDIENTES AL CAPÍTULO II
Cuadro 1.Cuadro 1.Cuadro 1.Cuadro 1.Cuadro 1. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla al primer corte (26/8).
Cuadro 2. Cuadro 2. Cuadro 2. Cuadro 2. Cuadro 2. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla al primer (26/8) mássegundo corte (27/9).
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 29 50 73 73 83 67 2 TR 12 100 33 40 59 83 83 70 3 TB 1 100 18 30 61 51 67 51 4 TB 4 100 19 30 66 80 83 58 5 LC 12 100 25 20 61 73 77 73 6 AA 12 100 11 28 52 77 89 86 7 TR 12 + TB 2 100 38 66 63 80 82 84 8 TR 8 + LC 10 100 41 56 62 80 83 73 9 TR 6 + AA 12 100 32 58 70 73 78 78
10 TB 1 + LC 8 100 25 40 63 63 75 74 11 TB 2 + LC 12 100 26 64 55 72 76 76 12 TB 1 + AA 10 100 20 45 63 73 83 78 13 TB 2 + AA 12 100 25 52 55 73 77 76 14 AA 10 + LC 10 100 20 49 57 69 71 77 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 40 63 72 80 83 83 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 22 44 57 70 83 76 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 32 50 59 73 83 83
Medias 100 27 46 62 73 80 74
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N° Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 63 70 68 74 83 80 2 TR 12 100 73 61 73 83 83 79 3 TB 1 100 44 39 63 66 53 50 4 TB 4 100 68 57 70 76 81 74 5 LC 12 100 66 52 69 80 81 81 6 AA 12 100 34 45 52 56 62 64 7 TR 12 + TB 2 100 70 71 64 82 83 84 8 TR 8 + LC 10 100 73 69 64 82 83 82 9 TR 6 + AA 12 100 65 74 67 80 81 82
10 TB 1 + LC 8 100 55 63 64 72 81 81 11 TB 2 + LC 12 100 63 66 63 80 81 82 12 TB 1 + AA 10 100 51 54 65 76 84 83 13 TB 2 + AA 12 100 56 62 64 75 79 83 14 AA 10 + LC 10 100 57 65 64 75 78 83 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 66 70 68 82 83 84 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 55 58 63 75 81 82 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 64 70 63 75 83 84
Medias 100 60 61 65 76 79 79
Cuadro 3.Cuadro 3.Cuadro 3.Cuadro 3.Cuadro 3. Porcentaje de Leguminosas en la mezcla en los cuatroprimeros cortes pos siembra (26/8+27/9+8/11+6/12).
Cuadro 4. Cuadro 4. Cuadro 4. Cuadro 4. Cuadro 4. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla, en el segundo año.
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 100 100 80 90 84 93 2 TR 12 100 100 100 84 90 86 94 3 TB 1 100 100 100 65 74 68 89 4 TB 4 100 100 100 67 80 76 90 5 LC 12 100 100 100 74 84 79 90 6 AA 12 100 100 100 73 82 78 90 7 TR 12 + TB 2 100 100 100 75 89 84 94 8 TR 8 + LC 10 100 100 100 74 89 84 94 9 TR 6 + AA 12 100 100 100 76 89 83 94
10 TB 1 + LC 8 100 100 100 74 87 81 92 11 TB 2 + LC 12 100 100 100 73 86 82 92 12 TB 1 + AA 10 100 100 100 75 87 81 94 13 TB 2 + AA 12 100 100 100 76 87 80 94 14 AA 10 + LC 10 100 100 100 76 87 79 93 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 100 100 74 88 83 93 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 100 100 76 87 81 94 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 100 100 76 89 85 94
Medias 100 100 100 75 86 81 93
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Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 100 100 100 80 84 65 83 2 TR 12 100 100 100 79 81 66 81 3 TB 1 100 100 100 72 80 62 80 4 TB 4 100 100 100 79 82 58 81 5 LC 12 100 100 100 88 89 79 86 6 AA 12 100 100 100 83 88 72 87 7 TR 12 + TB 2 100 100 100 83 90 62 92 8 TR 8 + LC 10 100 100 100 86 90 75 93 9 TR 6 + AA 12 100 100 100 87 90 75 86
10 TB 1 + LC 8 100 100 100 83 89 80 88
11 TB 2 + LC 12 100 100 100 86 90 74 89 12 TB 1 + AA 10 100 100 100 84 90 72 85 13 TB 2 + AA 12 100 100 100 84 90 67 87 14 AA 10 + LC 10 100 100 100 87 91 78 90 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 100 100 87 91 72 88 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 100 100 84 90 77 88 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 100 100 86 90 77 88
Medias 100 100 100 83 88 71 87
Cuadro 5.Cuadro 5.Cuadro 5.Cuadro 5.Cuadro 5. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla, en el tercer año.
Cuadro 6.Cuadro 6.Cuadro 6.Cuadro 6.Cuadro 6. Porcentaje de Leguminosa en la mezcla, acumulado del cuarto año.
Nº Mezclas LP 284 TI Ce F D FA 1 TR 8 0 0 0 0 0 0 0 2 TR 12 0 0 0 0 0 0 0 3 TB 1 100 100 100 90 66 47 71 4 TB 4 100 100 100 100 44 70 52 5 LC 12 100 100 100 88 52 58 65 6 AA 12 100 100 100 85 58 44 62 7 TR 12 + TB 2 100 100 100 93 97 70 89 8 TR 8 + LC 10 100 100 100 85 50 75 85 9 TR 6 + AA 12 100 100 100 88 67 65 88
10 TB 1 + LC 8 100 100 100 93 90 69 88 11 TB 2 + LC 12 100 100 100 94 83 80 91 12 TB 1 + AA 10 100 100 100 82 74 72 91 13 TB 2 + AA 12 100 100 100 89 73 57 85 14 AA 10 + LC 10 100 100 100 83 69 69 91 15 TB 1 + LC 8 + TR 6 100 100 100 94 79 78 84 16 TB 1 + LC 8 + AA 10 100 100 100 89 70 92 91 17 TB 1 + LC 6 + TR 6 + AA 8 100 100 100 99 73 80 92
Medias 100 100 100 85 70 68 82
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