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elcuetodelmoro
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Ruta por el Madrid histórico y misterioso
Cuenta la superstición que, antiguamente, los terrenos situados entre la cuesta de San Vicente y San Francisco el Grande estaban habitados por brujas, duendes y fantasmas, que empezaron a manifestarse durante el
reinado de Alfonso VI y la construcción del antiguo Alcázar
-HACER CLIC CON EL RATON-
EL PALACIO REAL
Felipe V encargó en 1735 erigir el palacio «más grandioso del mundo», según sus propias palabras, sobre las cenizas del
Alcázar.
Al finalizar las obras, y para que el arquitecto no pudiese construir otro palacio igual, Felipe V ordenó que le sacaran
los ojos y le cortaran los brazos y la lengua.
Cuenta la leyenda que una de las cabezas que adorna el frontispicio del Palacio representa al arquitecto y que algunas
noches se oyen voces y ruidos en salas cerradas, provocados por él.
El Campo del Moro también tiene su historia
El rey Juan II, fue muy bien recibido por el pueblo de Madrid.
Se le obsequió con un osezno y su domador, que fueron instalados en el
Campo del Moro. El adiestrador amaestró al animal violentamente.
Una noche, el oso se escapó de su jaula y al día siguiente desapareció su domador.
En las noches de luna llena los centinelas contaban que se oían pisadas, gruñidos y
gritos humanos. Algunos afirmaron haber visto entre los
árboles las sombras de un animal y una persona que huía de sus garras. Esta
leyenda cobró fuerza con el paso de los años
Al estar tan cerca del Palacio Real, Campo del Moro , y todos los edificios y zonas que la acompañan, tambien dicen que pasan cosas extrañas y luces, pero lo
mismo son reflejos de los coches je je
LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA
la historia de la Virgen de la Almudena.
La leyenda nos cuenta que tras la conquista de Madrid por el rey Alfonso VI, en
noviembre de 1085, comenzó la búsqueda de la imagen de la Virgen que, casi cuatrocientos años antes, en el año 712, había escondido un herrero para
evitar que los musulmanes la profanaran a su entrada en Madrid.
Después de nueve días de constantes plegarias, un cubo de la muralla se
resquebrajó dejando al descubierto la imagen de la Virgen y dos cirios que la habían alumbrado durante los 373 años
que había permanecido escondida.
Masonería y Misterios en la plaza de Oriente (Madrid)
El emplazamiento sobre el que reposa el Palacio de Oriente de Madrid siempre ha estado
asociado a fenómenos extraños: apariciones mortales, ruidos aterradores... Pero pocos saben que la plaza de Oriente y el palacio
fueron parte de un proyecto masónico de gran calado simbólico.
la Plaza de Oriente
Los visitantes observan la estatua ecuestre de Felipe IV, que representa al monarca galopando a lomos de su caballo. Pocos son los que saben que esta escultura recibe también el nombre de la estatua de los cuatro genios, porque fue
realizada por Diego Velázquez, que la pintó; Pietro Tacca que lo esculpió; Galileo Galilei, que
aconsejó que se hiciera en dos partes para mantener la posición de las patas hacia arriba y
Martínez Montañés, que realizó el busto.
TEMPLO DE DEBODCuenta la leyenda que, desde que el templo
fue trasladado a Madrid, por las noches aparece en sus alrededores un gato negro
que podría ser una representación del dios Amón
CUIDADO no te cruces con EL
MADRID es todo un misterioPero precioso ¿no?
Gracias a todos los que nos hicisteis una tarde inolvidable
YPARA TERMINAR
UNA PRECIOSA PUESTA DEL SOL EN LOS JARDINES DEL TEMPLO
B a r r io d e la M o r e r ía , se llega a La Casa del Pastor, primer Ayuntamiento de Madrid y Toledo. Desde aquí estaremos bien situados para dirigirnos a las tres plazas que formaban el M a d r id M e d ie v a l : La P la z a d e la P a ja , que fue el foco comercial, la P la z a d e S a n A n d r é s , donde se hallaba una de las más antiguas parroquias de la ciudad, y la P la z a d e C r u z V e r d e , donde se encontraban las caballerías que entraban por la "Puerta de Moros
Es la entrada al Madrid árabe. La ruta se adentra en el barrio de la Morería
para detenerse en la Plaza del Alamillo, en donde se cree que tuvo su sede el
Tribunal Árabe de la Morería, cuando Madrid era Mayrit, la ciudad árabe
fundada en el siglo IX. A pesar de sus orígenes, no está claro si el nombre de esta plaza proviene del árabe alamud
(tribunal), o bien responde simplemente a la especie de los árboles
que en ella se plantaron. Debajo de esta plaza hay gran cantidad de
pasadizos que datan de la época árabe y que tienen su origen en la Calle
Segovia a la altura del actual Viaducto y Casa del Pastor. Por ello, en muchos locales bajos y comercios de la acera impar de la Calle Segovia, pueden observarse grutas y cuevas en sus
sótanos.
Plaza de Alamillo
Junto a la Plaza del Alamillo comienza la calle del Toro que no fue nombrada así por los encierros que en
siglos pasados se celebraron en ese barrio, sino que
cuentan que uno de los vecinos de la calle colgaba de su ventana unas astas de toro con el fin de atemorizar a
los transeúntes, imitando el bramido
del animal.
Cuenta OTRA DE LAS LEYENDAS que gobernaba Madrid el moro Aliatar,
enamorado de la bella mora Zaida, y para conquistarla organizó unos juegos y
festejos en la plaza del Alamillo. Comenzó la fiesta de alancear a un toro.
Resultó el astado bravísimo, y cada moro que intentaba clavar su lanza al animal, terminaba volteado y por los
suelos.Apareció un caballero cristiano que quiso probar suerte, y Aliatar se lo
permitió pensando que correría la misma suerte que los demás. Pero el caballero
alanceó al toro con gran precisión y acabó con la vida del animal. el caballero
se desprende del casco y enseña su rostro: era el Cid Campeador.
Tras su victoria, el caballero abandonó la ciudad, pero ya había inflamado el pecho
de la bella mora Zaida que, enamorada del cristiano, mandó disecar la cabeza del toro en recuerdo y colocarla en la
fachada de su casa (en la actual calle del Toro). Cuentan que cada vez que Zaida
suspiraba de amor, el toro mugía…
Al llegar a la Plaza de la Paja, se recuerda al visitante que en el
pasado, la que hoy conocemos como Plaza Mayor era en realidad una plazuela en los arrabales de la
ciudad, mientras que la primera era el verdadero núcleo de Madrid. En ella, los capellanes subastaban el
grano obtenido de las cosechas para pagar su manutención, por esa
razón, se conoce desde entonces como la Plaza de la Paja.
Plaza de la Paja
La Plaza de la Paja, Al fondo, la Capilla del Obispo y las cúpulas de San Andrés, la iglesia barroca más antigua de Madrid y de las más antiguas de Europa.
Desde la misma plaza se divisa la torre mudéjar de la iglesia de San Pedro ‘El Viejo’, datada en el siglo XIV. Además de su interés
religioso y artístico, esta iglesia es conocida porque dicen que la primera campana que colgó de su torre se colocó sola.
La leyenda asegura que cuando los hombres cargaban con ella para subirla a lo alto, la campana se quedó atascada entre las paredes de la torre. Sorprendidos
e incapaces de moverla, los hombres decidieron abandonar el trabajo para descansar, pero cuando volvieron al día siguiente, su sorpresa fue mayor al comprobar que la campana ya se encontraba en su
lugar.
En san Pedro el Viejo se guarda una de las imágenes
religiosas de mayor devoción entre los católicos
madrileños. La talla de Jesús el Pobre, llamado así para
diferenciarlo de la imagen de Jesús de Medinaceli En el
interior del templo se encuentra la capilla del
Cristo de las Lluvias, que tiene su origen en una
tradición de la Edad Media. Según la leyenda, el repicar de las campanas conseguía desviar las tormentas y, con ello, se lograba salvaguardar
las cosechas de las adversidades
PALACIO DEL PRÍNCIPE DE ANGLONA Precisamente en esos bajos acogieron en su día
los túneles secretos que comunicaban con el Palacio Real.
El jardín del Príncipe Anglona, junto a la casa-palacio del mismo nombre, estuvo cerrado al público hasta hace pocos años. Ahora es un lugar tranquilo desde el que divisar los barrios que rodean
la Plaza de la Paja
En la Plaza de San Andrés,
nos encontramos la iglesia que da
nombre a esta plaza, la Iglesia de San
Andrés. En esta plaza se alzaba, en la época del medievo, una iglesia medieval
ubicada en el cementerio donde
fueron encontrados los restos de San
Isidro
Plaza de San Andrés, de paso obligado. En dicha plaza se
encentra la capilla de San Isidro, el museo de San Isidro y la parroquia de
San Andrés. Es bonita una parada aqui, por sus fachadas y por su ambiente, muy
madrileño.
La de Puerta de Moros
es una plaza que une de la de la Cebada y la calle de San Francisco, y antiguamente estaba allí una de las puertas de la muralla cristiana de Madrid
La Plaza del Humilladero El nombre de esta plaza viene de esta costumbre
En la Edad Media, éste era el límite de Madrid, a pocos pasos se encontraba una de las puertas de entrada a Madrid, hoy
desaparecida pero que conserva el nombre original; Puerta de Moros.
Humilladero significa: lugar devoto que suele haber en las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, en los que
colocaba una cruz o imagen de algún santo o de la Virgen. Los antiguos cristianos tenían la costumbre de humillarse cuando
pasaban inclinando la cabeza o doblando la rodilla ante la imagen o la cruz.
Plaza de la Cruz Verde
Su nombre corresponde a
que aquí se ajusticiaban a
reos de la Inquisición, y
según marcaba la costumbre, en estos lugares solía ponerse una gran cruz
verde de madera señalando este
hecho.
La Fuente de Diana Cazadora, También es conocida como Fuente de la
Cruz Verde, por el nombre de la plaza donde está ubicada, formada por un
ensanche de la calle de Segovia, al que confluyen las calles del Rollo ,Sacramento
y Madrid.
El viaducto es una de las estampas más conocidas de la ciudad, no sólo por las
estupendas vistas que permite disfrutar de los tejados madrileños, sino también por ser un lugar elegido en demasiadas ocasiones
por los suicidas. Se trata de una sórdida tradición –a la que se ha puesto solución con unas mamparas de seguridad- con tanta
historia como el propio viaducto. Cuenta la leyenda que ya en el siglo XIX, una joven quiso morir porque su familia no consintió
que se casara con su enamorado. Sin embargo, esta primera historia del viaducto terminó con final feliz, ya que la joven sólo sufrió algunas magulladuras, gracias a que sus faldas frenaron la
caída. La joven moriría mucho después, al dar a luz a su decimocuarto hijo.
El viaducto que tanto se admira a pesar de sus tristes historias de suicidios y leyendas de almas en pena
Calle del RolloEs una calle con bastante historia. En un origen se llamó Calle de los
Arcos y Calle de la Parra al último tramo, en clara referencia a los frutos que había plantados. Como anécdota, CUENTA LA
LEYENDA que tal parra fue quebradero de cabeza para el maestro López de Hoyos, quien en su estudio cercano en el Pretil de los Consejos, veía cómo sus alumnos hacían novillos para robar la fruta de este arbusto. Uno de estos alumnos a quien castigó en repetidas ocasiones por su ausencia escolar fue el mismísimo
Cervantes.• El nombre actual es en honor al rollo jurisdiccional de la Villa,
que estaba ubicado en esta calle. Su principal característica es la forma escalonada de su trayecto final, acabando en la Plaza de la
Cruz Verde.
Cuenta la leyendaen la calle Sacramento en la manzana enclavada entre esta calle y las del
Rollo y la de Madrid, Que una desapacible noche, el guardia de Corps don Juan de Echenique,
caminaba por la calle Sacramento, cuando una voz de mujer proveniente de un balcón llamó su atención. El apuesto caballero no se lo pensó dos
veces y atravesó el umbral, subió la escalera y accedió a la lujosa casa donde encontró a la desconocida dama y pasó con ella una gran noche de
amor.Horas después, medio adormilado, el reloj de la Iglesia de San Justo le
recordó que debía volver al Palacio Real para el relevo. Salió con prisa del edificio y a la altura de la calle Mayor se percató de que había olvidado el espadín en el salón de su amante. Regresó sobre sus pasos y al llegar a la
puerta descubrió que la lustrosa casa lucía entonces un aspecto abandonado, un vecino salió a la ventana y le informó de que en esa casa
no vivía nadie desde hacía más de cincuenta años.Ignorando al informador, Juan de Echenique forzó la cerradura y accedió al lugar donde horas antes había yacido junto a su amante. Sin embargo, se encontró con un escenario muy diferente: muebles tapados y cubiertos
de telarañas y suciedad.De pronto, reconoció un cuadro que ilustraba el retrato de la mujer con la que había pasado la noche. La fecha no dejaba lugar a dudas, fue pintado
hacía más de cincuenta años.En ese instante, abandonó la casa no sin antes descubrir su espadín, ya mugriento.
Calle sacramento
Plaza de la Villa El recorrido por las viejas historias de la ciudad termina a las espaldas de la Plaza de la Villa, en
la calle Madrid. Es el momento de escuchar algunas de las leyendas madrileñas más
tenebrosas, sembradas de misterios y muertes, con los fantasmas como protagonistas. Por
ejemplo, la del alma del marqués de Cañete a la que se le atribuyen los primeros fenómenos
paranormales de la villa
En el antiguo Palacio de Cañete ahora edificio que ocupa el Patronato de
Turismo. Cuentan que el espíritu del marqués asesinado se paseó por los pasillos de su
mansión, lamentándose, hasta que se descubrió al verdadero autor de su muerte.
Torre de los Lujanes, una edificación de estilo mudéjar que sobresale a la vista del transeúnte por su altura. Según cuenta una tradición oral, en su interior vivió en cautiverio el rey Francisco I de Francia, que fue raptado
tras la batalla de Pavía.
Monumento a Daoiz y Velarde, oficiales deArtilleria del cuartel de Monteleón.Se sumaron al levantamiento del 2 de Mayo
de 1808. Plaza del 2 de Mayo.Obra de Antonio Sola.