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Los ojos del dragón

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LOS OJOS DEL DRAGÓN

Historieta:::::::

En el Templo de la Paz y la Felicidad estaba abarrotado de gente.

El emperador LIEU TIEN-MING había mandado a pintar un dragón en el muro del templo.

CHANG SENG –yu un celebre pintor se entregaba a su arte, todo era posible una multitud se había congregado a contemplar su trabajo, el dragón iba tomando forma.

Sus amarillos resplandecientes, sus intensos dorados, brillaban desde los bigotes hasta el extremo de la cola sus curvas elegantes sus líneas perfectas embellecían el ya esplendoroso salón del templo.

Mi querido discípulo respondió el célebre artista la morada del dragón se halla en el cielo, sobre las nubes. Si el dragón sagrado pudiera ver, nada le impediría ir en busca de su hogar en las alturas.

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Honorable maestro han hecho tu trabajo con primor e inspiración. Tu obra honra el gran salón del TEMPLO DE LA PAZ Y LA FELICIDAD. Pero me gustaría saber por qué has dejado los ojos del dragón en blanco. Majestad si el dragón tuviera ojos , no se sentiría satisfecho con lo que viera en la tierra, y volaría hasta el cielo en busca de su hogar. Mientras siga ciego permanecerá aquí sin enojo.

El gran salón del templo estaba desierto LU SHI pensó que ésa era una buena oportunidad de demostrar que SENG –YU y el mismo emperador estaban equivocados. Así que se dirigió al templo antes de entrar levantó la vista y permaneció absorto, con la mirada perdida en la inmensidad del cielo. Yo mimos pintaré los ojos del dragón y desterraré para siempre esas supersticiones propias de la gente ignorante.

LU SHI cogió unos cuencos, una escalera y una lámpara y entró al gran salón sumergió el pincel en la pintura negra, un relámpago atravesó el cielo y un trueno, el aprendiz sintió un escalofrío en la espalda un primer trazo, y al instante el temor se apoderó de él. Con el segundo la pared comenzó a temblar y un sudor frío empapo la frente y la espalda y dijo pero mi razón debe imponerse una vez más logró completar un ojo; se dispuso a pintar el otro se perdió en el aire la enorme cabeza del dragón se había desprendido de la pared y se volvió hacia él muy desafiante.

El emperador, ministros y el maestro fueron a visitar las ruinas del templo se habían volatilizado ambos costados del edificio las huellas dejadas por las alas del dragón. Entre los escombros los restos carbonizados del aprendiz. Estaba seguro dijo con tristeza CHANG SENG – YU – de que LU SHI nunca llegaría a ser pintor.

FIN