158
Los límites de la globalización Los límites de la globalización Ariel Practicum Noam Chomsky, José E. García-Albea, Josep L. Gómez Mompart, Antoni Domènech y D. Comas d’Argemir

Los lÃmites de la globalización - e Systems

  • Upload
    others

  • View
    2

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Los lÃmites de la globalización - e Systems

Los límitesde laglobalización

Los límitesde laglobalización

Ariel Practicum

Noam Chomsky, José E. García-Albea,Josep L. Gómez Mompart, Antoni Domènechy D. Comas d’Argemir

Page 2: Los lÃmites de la globalización - e Systems

L O S L Í M I T E S D E

L A G L O B A L I Z A C I Ó N

N O A M

C H O M S K Y

Page 3: Los lÃmites de la globalización - e Systems

VISÍTANOS PARA MÁS LIBROS:

https://www.facebook.com/culturaylibros

Page 4: Los lÃmites de la globalización - e Systems

Los límitesde la globalización

Page 5: Los lÃmites de la globalización - e Systems

N. Chomsky, J. E. García-Albea, J. L. Gómez Mompart,A. Domènech y D. Comas d’Argemir

Los límitesde la globalización

Coordinadores: José García-Albea,Natalia Catalá y José A. Díez Calzada

Ariel

Page 6: Los lÃmites de la globalización - e Systems

© 2002, José E. García-Albea, Natalia Cataláy José A. Díez Calzada

Derechos exclusivos de edición en españolreservados para todo el mundo:

© 2002, primera edición impresa, Editorial Ariel

© 2005, primera edición virtual, Editorial Ariel

ISBN 1-4135-3576-3

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de lacubierta, pude ser repreoducida, almacenada o transmitida enmanera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permisoprevio del editor.

Page 7: Los lÃmites de la globalización - e Systems

AUTORES

NOAM CHOMSKY, Massachusetts Institute of Tecnology.

JOSÉ E. GARCÍA-ALBEA, Universitat Rovira i Virtili.

JOSEP L. GÓMEZ MOMPART, Universitat Autónoma deBarcelona.

ANTONI DOMÈNECH, Universitat de Barcelona.

DOLORS COMAS D’ARGEMIR, Universitat Rovira i Virgili.

Page 8: Los lÃmites de la globalización - e Systems

ÍNDICE

Autores ........................................................................ 5

Presentación ............................................................... 8

Introducción ............................................................... 11

Capítulo 1. Los mercados y la “sustancia de lasociedad”, NOAM CHOMSKY ....................................... 20

Capítulo 2. El campo mediático y la sociedadde la información, JOSEP LLUÍS GÓMEZ MOMPART .... 50

Pugna comunicativa en el espacio público ............. 50Tramas y estrategias de la globalización ............... 53Más allá de la tecnofobia y la tecnofilia ................. 56Ilusiones y frustraciones de la nueva sociedad ...... 58El nuevo periodismo global .................................... 61Crisis de la información convencional ................... 63Algunas consecuencias en el caso español ............. 66Referencias ............................................................. 68

Capítulo 3. Algunos enigmas de la racionalidadeconómica, ANTONI DOMÈNECH ................................. 70

Page 9: Los lÃmites de la globalización - e Systems

7

Capítulo 4. La globalización, ¿unidad delsistema?: exclusión social, diversidady diferencia cultural en la aldea global,DOLORS COMAS D’ANGEMIR ........................................... 93

La globalización: ¿unidad del sistema? .................. 93Desigualdades: la globalización ha incrementado

la exclusión social ............................................... 101Diversidad: la globalización se presenta de

múltiples formas................................................. 105Fragmentación: la globalización incrementa

la reivindicación de la diferencia cultural .......... 110El papel de la política en los procesos de

globalización ....................................................... 115Observaciones finales sobre globalización

y política ............................................................. 119Referencias ............................................................. 123

Capítulo 5. La responsabilidad social de launiversidad, NOAM CHOMSKY ................................... 126

Capítulo 6. Dignidad intelectual y compromisopolítico: esbozo biográfico de Noam Chomsky,JOSÉ E. GARCÍA-ALBEA ................................................. 140

Page 10: Los lÃmites de la globalización - e Systems

PRESENTACIÓN

A FINALES de octubre de 1998, el Profesor Noam Choms-ky era investido Doctor Honoris Causa de la Univer-sidad Rovira i Virgili (Tarragona). Con tal motivo, seorganizaron unas jornadas de carácter multidisciplinarque, bajo el título “Lenguaje, Ciencia y Sociedad”, pre-tendían sacar provecho de su presencia entre nosotros.Y sacar provecho por partida doble: por tener la opor-tunidad extraordinaria de contar con su participacióndirecta en las mismas, y por lo que su figura y su obrarepresentan en el desarrollo contemporáneo de los trescampos temáticos que se incluían en el título.

El planteamiento de las jornadas quería ser fiel ala forma en que el propio Chomsky se ha movido poresos distintos campos, manteniendo la debida separa-ción entre ellos, como concierne a la especialidad de losproblemas tratados y de la metodología utilizada encada caso. Junto a Noam Chomsky, se contó con laparticipación de destacados especialistas en los ámbitospropuestos. De forma general, se trataba no tanto deconformarse con glosar las aportaciones de Chomskyen esos campos, sino de profundizar críticamente enlas mismas e intentar ir más allá en cuanto a sus posi-

Page 11: Los lÃmites de la globalización - e Systems

9

bles aplicaciones. Asimismo, la presentación separadade los ámbitos temáticos no iba a ser un obstáculo parael planteamiento de cuestiones interdisciplinares deamplio alcance. En último término, es en la propia na-turaleza del ser humano, con sus capacidades y limita-ciones, donde convergen los principales focos de interésdel pensamiento chomskiano, en lo que respecta tantoa la lingüística como a la filosofía de la ciencia y de lamente o como a las disciplinas sociopolíticas.

El impacto que tuvieron las jornadas fue muy no-table y en seguida se presentó la oportunidad de haceruna publicación a partir de sus contenidos. Éstos hanquedado recogidos en dos volúmenes, uno dedicado aaspectos de índole teórica sobre el lenguaje y la cogni-ción, y otro centrado en temas de carácter sociopolíticoy económico. Los títulos que encabezan estos dos volúme-nes son: (1) El lenguaje y la mente humana y (2) Loslímites de la globalización. Cada volumen por separa-do tiene su propia justificación y autonomía, concitandoel interés particular de unos u otros posibles lectores.Lo cual es perfectamente compatible con que los dosvolúmenes, en su conjunto, puedan atraer la atenciónde estos mismos y otros muchos lectores con intereses decarácter más general.

En la hora de los agradecimientos, es preciso ha-cérselos llegar en primer lugar a los propios autores, yen especial al Profesor Noam Chomsky, cuya generosacontribución se ha sobrepuesto a los múltiples compro-misos y demandas a que se ve continuamente someti-do. Y también a la editorial Ariel por el interés y elapoyo ofrecidos en todo momento para preparar estapublicación. Por otra parte, es obligado reconocer elpapel institucional desempeñado por la UniversidadRovira i Virgili tanto en la organización de las jornadascomo en la materialización de este proyecto. De modo

Page 12: Los lÃmites de la globalización - e Systems

10

muy especial, hay que agradecer al Servicio de Publi-caciones de la URV la autorización para incluir en Loslímites de la globalización los discursos del acto de in-vestidura del doctorado Honoris Causa pronunciadospor el Profesor Noam Chomsky y por el Profesor JoséE. García Albea, que aparecen al final de dicho volumencon los títulos de “La responsabilidad social de la uni-versidad” y “Dignidad intelectual y compromiso político:esbozo biográfico de Noam Chomsky” respectivamente.Y por último, se debe reconocer y agradecer aquí la co-laboración prestada por Itziar Laka, como traductorade los capítulos de Chomsky “Indagaciones minimalistas”y “La mente y el resto de la naturaleza”, y de SergioVallhonrat y Sara Martí, que tradujeron los capítulosde Chomsky “Los mercados y ‘la sustancia de la socie-dad’ ” y “La responsabilidad social de la universidad”. ASergio y Sara hay que agradecer además toda la ayu-da prestada para la puesta a punto de los textos y co-rrección de las pruebas, y en todos aquellos detalles deúltima hora exigidos por el proceso editorial.

LOS COORDINADORES

Tarragona, 30 de octubre de 2001

Page 13: Los lÃmites de la globalización - e Systems

UNO DE los aspectos que ha intrigado más de la laborintelectual de Noam Chomsky, y sobre el que ha sidorequerido con más frecuencia a posicionarse, es el decómo compagina su faceta científica especializada enla investigación de la mente y el lenguaje con su face-ta de escritor y activista en el ámbito sociopolítico y eco-nómico. Chomsky ha insistido una y otra vez en que,aparte de la obviedad de que tanto en un caso como enotro está tratando de asuntos que conciernen al serhumano, y de que él, como cualquier otra persona, notiene por qué restringir monotemáticamente sus aspi-raciones e intereses, no hay razones especiales por lasque se deba encontrar una conexión lógica o nomológi-ca —si se quiere— entre las dos facetas. En principio,los problemas, el tipo de datos y la metodología de aná-lisis empleados en uno y otro ámbito son bien distintos.E incluso, en un nivel más profundo, cada ámbito re-presenta un desafío intelectual de naturaleza casi con-trapuesta con respecto al otro. Como ha señalado elpropio Chomsky en repetidas ocasiones, su interés porentender la naturaleza del lenguaje, como rasgo tancaracterístico que es de la mente humana, responde al

INTRODUCCIÓN

por José E. García-Albea

Page 14: Los lÃmites de la globalización - e Systems

12

interrogante planteado desde los filósofos clásicos —éllo llama “el problema de Platón”— de cómo, con tanpoca experiencia y unas condiciones tan pobres del en-torno estimular, somos capaces de adquirir algo tancomplejo y productivo como es la lengua materna (demanera tan fácil, rápida y sin instrucción formalizada).Mientras que por otro lado, su interés y preocupaciónpor los asuntos que afectan directamente a la convi-vencia humana responderían a lo que el propio Choms-ky denomina “el problema de Orwell” (por referencia ala conocida obra 1984 de este autor), es decir, la cues-tión de cómo con tanta experiencia histórica, tantosintentos y fracasos (ensayo y error) de ordenar siste-máticamente la convivencia, con tanto sufrimiento y elprecio de tantas vidas, el ser humano ha sido tan pococapaz de aprender en este campo y de garantizar demanera efectiva el bienestar en libertad y la paz de sussemejantes. Ambos interrogantes plantean serias di-ficultades de cara a dar con respuestas satisfactoriasdesde un punto de vista explicativo. Pero hay una di-ferencia más entre ambos dominios, al menos en cuan-to a la forma de abordar los temas respectivos. En elprimer caso, predomina la perspectiva de las cienciasnaturales, en la medida en que estudiamos propieda-des o funciones, como la mente y el lenguaje, imple-mentadas en el organismo individual de cada ser hu-mano (especialmente, en su sistema nervioso central);en el segundo caso, los fenómenos de interés trascien-den con mucho las fronteras del individuo, el nivel decomplejidad es consiguientemente muy superior, y eltratamiento en términos estrictos de la ciencia naturalparece, hoy por hoy, inviable. Ello no quiere decir queel desarrollo de las llamadas ciencias políticas y socia-les, y especialmente de la ciencia económica, no hayaproporcionado instrumentos útiles para el análisis y la

Page 15: Los lÃmites de la globalización - e Systems

13

sistematización de los fenómenos de interés, sino sim-plemente que las posibilidades de contrastación empí-rica de las teorías, de proyección predictiva y de ade-cuación explicativa, son por ahora muy limitadas. Eneste sentido, parece que hay que seguir dando la razóna Max Weber cuando, al distinguir entre ciencias na-turales y ciencias sociales, proponía para estas últimasuna tarea dedicada más a la comprensión que a la expli-cación causal de los fenómenos. Y en este mismo sentidoes en el que Noam Chomsky considera que, tal comoestán las cosas, el progreso de la comprensión en estecampo no requiere mucho más que una buena dosis desentido común e imparcialidad, la aplicación coherentede la argumentación racional y el contar con la infor-mación relevante, disponible hoy día por múltiples vías,aun cuando se trate de vías alternativas en muchoscasos a las de los medios de comunicación habituales.

Si el volumen que precede a éste se ocupa de te-mas relacionados con la problemática del lenguaje y lamente, de central importancia para las ciencias cog-nitivas, en el presente volumen se abordan de formadecidida temas de máxima actualidad en los asuntosmundanos (en el sentido orteguiano del término), deimportancia capital para entender y mejorar las condi-ciones de supervivencia del ser humano como tal. Eltítulo dado a este volumen no hace sino reflejar aquelloen lo que, sin instrucciones previas especialmente pre-cisas, han venido a converger, de una manera u otra,los distintos trabajos presentados. No es casual ni parti-cularmente sorprendente que el fenómeno (o conjuntode fenómenos) de la globalización ocupe un lugar tandestacado en este libro, dada la actualidad del mismo ysu penetración en los distintos ámbitos de las relacio-nes humanas, hasta constituir el entramado (¿global?)en el que interactúan economía, política, cultura, cien-

Page 16: Los lÃmites de la globalización - e Systems

14

cia y tecnología, educación, medios de comunicación,etcétera. En este sentido, hablar de globalización pue-de ser un buen pretexto para acabar hablando de otrosmuchos temas de interés relacionados con cada uno deestos campos. Y así sucede en este libro. Ahora bien, enlos trabajos que siguen la referencia a la globalizaciónno se reduce a un mero recurso retórico, sino que setoma plenamente en serio como objeto directo de aná-lisis. Se profundiza así en el significado del término,sus antecedentes históricos y las connotaciones en eluso actual —y pretendidamente novedoso— del mismo;más allá de la cuestión semántica, y de su manipula-ción estratégica, se entra también a considerar el fenó-meno de sí mismo, como manifestación de un estadode cosas en el mundo real, fundamentado en dos pila-res básicos, a saber: el desarrollo de los medios y tecno-logías de la comunicación y la hegemonía de la econo-mía capitalista en su versión neoliberal. Además, seexaminan las consecuencias políticas, sobre todo en elorden internacional, socioeconómicas y culturales deri-vadas de dicho estado de cosas, bajo un prisma crítico yconstructivo a la vez, que deja constancia tanto del po-tencial de desarrollo como de los riesgos involutivos quepresenta la globalización. En la tensión dialéctica que sevive en el mundo actual entre los requisitos de la uni-versalidad y las demandas de la diferenciación, los lí-mites de la globalización no son otros que aquellos quevienen impuestos por los valores humanos fundamen-tales —valores supuestamente universales—, aplicadosdesde la circunscripción de cada ser humano indivi-dual y concreto, cuya libertad sólo termina donde em-pieza la de los demás.

En “Los mercados y ‘la sustancia de la sociedad’ ”,Noam Chomsky adopta una perspectiva histórica deamplio alcance para analizar los principales conflictos

Page 17: Los lÃmites de la globalización - e Systems

15

del mundo actual, derivados básicamente de la con-frontación entre los ideales democráticos más genuinosy la lógica conservadora del poder establecido. Así serepasan desde los antecedentes más lejanos de la In-glaterra de finales del siglo XVII, y sus revueltas cam-pesinas reivindicando las tierras comunales, hasta losantecedentes más próximos, con la finalización de laSegunda Guerra Mundial y la configuración del nue-vo orden mundial. Y ello sin olvidar los avatares expe-rimentados por la doctrina liberal, y su manipulaciónestratégica, en los dos últimos siglos, hasta llegar almomento neoliberal en que nos encontramos actual-mente. Chomsky se detiene especialmente a considerarlas contradicciones inherentes al funcionamiento mis-mo de los tres pilares institucionales sobre los que des-cansa el nuevo orden mundial: la Carta de las Nacio-nes Unidas, la Declaración Universal de los DerechosHumanos y el acuerdo entre Estados Unidos y Gran Bre-taña para establecer los principios del orden económicointernacional (el llamado sistema Bretton Woods). Enrelación con esto último, resalta hasta qué punto hasido tergiversada la doctrina liberal más ortodoxa porun sistema de política económica que no tiene reparosen intervenir para proteger a los más poderosos, dejan-do al pairo del mercado libre al resto de los mortales,para los que el concepto de libertad se viene a reduciral de libertad de consumo. Bajo el lema de la globaliza-ción, no parece que se esconda otra cosa, según Choms-ky, que no sea la aceptación sumisa de la ideologíadominante. A él le queda la esperanza, sin embargo,de que, como ha ocurrido en otros momentos históri-cos, el ser humano no se conforme tan fácilmente conese destino.

Desde una perspectiva algo diferente, aun cuandoresulte también enormemente crítica con respecto a la

Page 18: Los lÃmites de la globalización - e Systems

16

globalización, Josep Lluís Gómez Mompart, en “El cam-po mediático y la sociedad de la información”, se va aocupar de los medios de comunicación de masas, anali-zando por dentro y desde dentro sus condicionantes,sus tendencias y su contribución al establecimiento delo que, desde MacLuhan, conocemos ya como “la aldeaglobal”. El trabajo de Gómez Mompart destaca dos as-pectos principales en la caracterización del poder de “losmedios”. Por un lado, lo que constituye su poder instru-mental objetivo, dado fundamentalmente por el desa-rrollo tecnológico y las posibilidades que éste ofrecepara reducir drásticamente el tiempo y el espacio hu-manos y potenciar la comunicación; en este sentido,no hay duda de que estamos en una era nueva, en laque se dan unas condiciones nuevas de interconexiónsocial con repercusiones en todos los ámbitos de la vidahumana. Pero, por otro lado, hay que hablar —y es alo que Gómez Mompart dedica buena parte de su ex-posición— del poder al que están sometidos “los me-dios” y que se ejerce y proyecta a través de ellos. Aquíes donde, una vez más, los intereses socioeconómicos ypolíticos imponen su lógica de la uniformidad, caracte-rizada por el denominado “pensamiento único”, bajo elropaje de la mal llamada “sociedad de la información”(en singular) y la promesa ilusoria de un futuro ciber-nético vacío de contenido. También a Gómez Mompartle queda la esperanza de que “los medios” pueden serobjeto de un uso alternativo de carácter “radicalmentedemocrático”, más atentos a la universalidad (que in-cluye la diferenciación) que a la homogeneidad global.

La preponderancia del factor económico en el mun-do actual es analizada en profundidad por Antoni Do-mènech en “Algunos enigmas de la racionalidad eco-nómica”, donde hace una revisión crítica del estatutoepistemológico de la propia ciencia económica. El pun-

Page 19: Los lÃmites de la globalización - e Systems

17

to de partida es la constatación de que, a pesar del de-sarrollo metodológico alcanzado por esta disciplina encuanto al tratamiento de datos y la parametrización ymodelización de teorías, los niveles de contrastación em-pírica, valor predictivo y adecuación explicativa son, engeneral, bastante bajos. Lo curioso y paradójico de estasituación es, según Domènech, que tal debilidad epis-témica no es óbice, sino todo lo contrario, para que elimpacto de la Economía en todas las facetas del arma-zón social y de la existencia cotidiana sea muy superioral de cualquier otra disciplina científica mucho másconsolidada; y pueda compaginarse además con unaactitud general de autocomplacencia de los supuesta-mente “expertos” del orden económico, actitud que sepropaga a los medios de comunicación en formas acrí-ticas que resultan especialmente preocupantes. Comoconsecuencia de ello, la teoría económica se va aislandocada vez más —y distanciando— de la corriente gene-ral de las demás ciencias. Asunto que es particular-mente grave cuando dicho distanciamiento se producecon respecto a la psicología y, más en general, respec-to a las ciencias cognitivas. Es grave y muy llamativoa la vez, pues, como muestra Antoni Domènech, unode los supuestos básicos de la teoría económica es, pre-cisamente, el de la racionalidad de los agentes econó-micos, cuya explicitación no suele ir más allá de la quepuede ofrecer la psicología popular, a todas luces insu-ficiente para dotar de una base empírica adecuada adicha teoría. A falta de validación empírica, el “poder”de la Economía como ciencia, aun cuando revestido deun gran aparato formal y matemático, queda fácilmen-te sometido a los intereses de los que más poder tienenen el mundo real.

Por su parte, Dolors Comas d’Argemir, en “La globa-lización, ¿unidad del sistema?; exclusión social, diversi-

Page 20: Los lÃmites de la globalización - e Systems

18

dad y diferencia cultural en la aldea global”, se propo-ne desvelar la cara oculta de la globalización, o las carasocultas si se quiere, por cuanto agrupa en tres aparta-dos los efectos contrapuestos a la idea unitaria de glo-balización. Es importante notar, además, que dichosefectos vienen a ser provocados por las propias condi-ciones en que se sustenta la globalización. Dolors Co-mas empieza por examinar las connotaciones del tér-mino, en contraste con las de términos o expresionesusados en épocas precedentes y que, en cierto modo,están relacionados (como “imperialismo”, desarrollo/sub-desarrollo”, “tercer mundo”, “sistema mundial”, etc.); seconstata, en todo caso, la existencia de circunstanciasobjetivas que han hecho aumentar el grado de inter-dependencia que se da a escala mundial y han favore-cido, por tanto, la idea de que hay un sistema unitario.Ahora bien, ni la interdependencia es neutral y simé-trica, ni la supuesta unidad del sistema está libre defisuras. La globalización comporta, pues, tres tipos deefectos: a) el aumento de las desigualdades económicas,con sus correlatos en cuanto a la radicalización de lapobreza, las amenazas a la sostenibilidad ecológica, losmovimientos migratorios, la xenofobia, etc.; b) la diver-sidad de respuestas en cuanto al grado y las formas deintegración en el supuesto sistema global; y c) la reivin-dicación de la especificidad y la consiguiente fragmen-tación cultural. Para Dolors Comas, las consecuenciasnegativas de la globalización podrían ser contrarresta-das por la acción política (¿global?) de regulación delmercado que tendiera efectivamente a la redistribuciónde la riqueza y al progreso social.

Como se ha indicado en la Presentación, en estevolumen se incluyen, junto a los trabajos expuestos enla sesión de las Jornadas dedicadas a los temas socia-les, los discursos del acto de investidura del doctorado

Page 21: Los lÃmites de la globalización - e Systems

19

Honoris Causa otorgado al Profesor Noam Chomsky.El discurso de Noam Chomsky, que aparece aquí conel título “La responsabilidad social de la universidad”,conecta de forma bastante directa con los temas trata-dos en los capítulos anteriores, en cuanto que abordalos retos que se le presentan a la institución universita-ria —en especial, a las universidades públicas— en elmarco de la globalización, es decir, en el marco de lasociedad de la información y del neoliberalismo econó-mico. Chomsky plantea cuál es el dilema básico con elque se enfrenta la universidad pública —fidelidad enla legitimación del orden establecido que la mantieneversus confrontación crítica para el desarrollo social,con el riesgo consiguiente de perder su sustento— yapela a la racionalidad de los planteamientos, como espropio de la labor intelectual científica, y a la responsa-bilidad de todos los integrantes de la comunidad uni-versitaria, para optar de forma decidida y libre de pre-siones externas por la segunda de las alternativas. Eslo que, según él, cabe esperar en una sociedad saluda-ble de la función intelectual y social de la universidad.

Por último, y para completar este volumen, ha pa-recido oportuno incluir también el discurso de “elogiodel candidato”, que forma parte del mismo acto de in-vestidura. Y ello, precisamente, por considerar que, másallá del ritual que acompaña a dicho acto, el propiorelato de la trayectoria de Noam Chomsky podía to-marse como una ilustración, bien cercana a este caso,de cómo son compatibles el trabajo intelectual al máxi-mo nivel de excelencia y el compromiso político a favorde una sociedad más libre y más justa.

Page 22: Los lÃmites de la globalización - e Systems

HAY momentos ocasionales en los asuntos humanos enlos que las relaciones de poder hacen posible establecerarreglos sociopolíticos de tan amplio alcance como paramerecer el término “orden mundial” —un término nosiempre con connotaciones positivas, como la historiarevela—. Uno de los más espectaculares y claros ejem-plos, y de más fácil datación, tuvo lugar hace medio si-glo a raíz de las secuelas de la más devastadora catás-trofe de la civilización occidental. Al final de la guerra,Estados Unidos tuvo una aplastante participación en elpoder y la riqueza globales —algo sin precedentes his-tóricos— y, naturalmente, los elementos dominantesdentro de los EE.UU., en conexión con el poder del Es-tado capitalista, planearon utilizar su poder abruma-dor en el mundo para organizarlo de acuerdo con supropio interés. Hubo, por supuesto, visiones opuestasen los mismos EE.UU. y en todo el mundo, y tuvieronque ser contenidas o —mejor aun incluso— “replega-das” (rolled back), por hacer uso de la retórica conven-

Capítulo 1

LOS MERCADOS Y LA “SUSTANCIA DE LA SOCIEDAD”*

por Noam Chomsky

* La traducción del presente capítulo ha sido realizada por SergioVallhonrat y Sara Martí.

Page 23: Los lÃmites de la globalización - e Systems

21

cional de la guerra fría. Esto se consiguió con diversosgrados de éxito, aunque los conflictos básicos persisteny la razón por la que persisten y por la que continua-rán persistiendo es porque tienen que ver con valoresfundamentales —la libertad, la justicia, los derechoshumanos—. En un mundo con gran desigualdad y granconcentración de poder —esto es, el mundo real— estosvalores constituyen generalmente un terreno de con-flicto entre los centros de poder y el resto. Gran partede la historia gira en torno a estos conflictos y la últi-ma mitad del siglo XX no es una excepción.

Al principio de la era actual, hace medio siglo, loscreadores del nuevo orden mundial de esa época tuvie-ron que afrontar estos desafíos por todas partes. Den-tro de los Estados Unidos, se tuvieron que contener, o“replegar”, los fuertes compromisos de una gran mayo-ría de la población, de ideales generalmente socialde-mocráticos, que el mundo empresarial percibió comouna grave amenaza para su tradicional dominio de lasociedad. Citando sus propias palabras, la AsociaciónNacional de Fabricantes advirtió del “peligro al que seenfrentan los industriales ante el creciente poder polí-tico de las masas”. Hace treinta años, esto se llamó “lacrisis de la democracia”, cuando una asustada élite detodo el mundo industrial tuvo que hacer frente a lapeligrosa perspectiva de que la población general, quees habitualmente apática y obediente, intentara in-troducirse en el ámbito político para insistir en sus de-mandas, planteando una crisis de la democracia quetenía que ser contenida de algún modo. Hace cincuentaaños, surgieron problemas similares en el mundo in-dustrial; éstos se intensificaron por el prestigio y elatractivo de la resistencia antifascista, que a menudotuvo un empuje democrático radical, y por el descrédi-to del orden conservador tradicional que había estado

Page 24: Los lÃmites de la globalización - e Systems

22

vinculado al sistema fascista, como ustedes saben muybien.

Restituir la esencia del orden tradicional fue la ta-rea primordial de los vencedores en los primeros añosde la posguerra y se consiguió en muy alto grado enEuropa y Asia, a menudo con medios particularmentepoco atractivos —de hecho dejando muchos cientos demiles de cadáveres en el camino—. Por lo que respectaa los Estados Unidos, durante los últimos 25 años elproyecto ha tomado nuevas formas bajo el disfraz deneoliberalismo o racionalismo económico de doctrinasde libre mercado —doctrinas que están impregnadas deun gran componente de fraude e hipocresía. Volverésobre esto más adelante.

En el Tercer Mundo hubo problemas similares, quese agravaron por las presiones de todo el mundo paraderrocar los sistemas imperialistas y sus legados de de-pendencia y subordinación. Los problemas básicos fue-ron más o menos los mismos en todas partes, pero po-demos percibirlos con particular claridad en AméricaLatina. La razón de ello es que, en Latinoamérica, losEstados Unidos no encontraron, esencialmente, nin-guna oposición a excepción de la población local, asíque los problemas son, por tanto, claros y puros. La po-blación local de Latinoamérica era vista, en efecto, co-mo una amenaza muy peligrosa. Citaré documentosde Estado, documentos internos que han sido divulga-dos desde entonces. El gobierno de los Estados Unidosestaba profundamente preocupado por lo que llamaron“la filosofía del nuevo nacionalismo” que estaba exten-diéndose por toda Latinoamérica, “abarcando políticasdiseñadas para provocar una más amplia distribuciónde los bienes y para elevar el nivel de vida de las ma-sas [sobre el principio de que] los primeros beneficiariosde los recursos de un país deben ser la gente de ese

Page 25: Los lÃmites de la globalización - e Systems

23

país”. Esto es lo que se conoce como nacionalismo radi-cal o nacionalismo económico en los documentos delEstado y, por supuesto, era considerado inaceptable.Los principales beneficiarios de los recursos de un paísse supone que han de ser los inversores de los EstadosUnidos, sus homólogos de cualquier otro sitio y los so-cios locales que trabajan en su propia tierra para ase-gurar que todo funciona bien.

Pues bien, las relaciones de poder prevalecieron.Los Estados Unidos impusieron lo que se llamó unacarta económica para las Américas, cuya principal tesisfue que era necesario acabar con los nacionalismos eco-nómicos “en todas sus formas”. En la cruel y sangrientahistoria del siguiente medio siglo, esta tesis permaneciócomo uno de los temas centrales, reiterada constante-mente en los documentos internos de planificación ydemostrada sobre el terreno de maneras que no es ne-cesario comentar. Estos conflictos continúan —hoy endía están muy vivos— pero en el marco de una formade “globalización”, como se le llama, una forma especí-fica que está creada principalmente para servir a losintereses de los primeros beneficiarios: las corporacio-nes trasnacionales, las instituciones financieras —pe-ro no a la gente de la región, por supuesto.

En aquella época, la zona más crítica del TercerMundo era —y de hecho sigue siendo— Oriente Me-dio. La razón de ello es porque se trata del lugar delmundo con mayores recursos energéticos y así serádurante un futuro previsible. Aquí es de particular im-portancia el hecho de que los primeros beneficiarios noson la gente de la región. Los recursos deben estar bajoel control efectivo de los Estados Unidos y deben ser ac-cesibles en términos que los EE.UU. consideren apro-piados. Además, y más esencialmente, los enormes be-neficios generados por la producción energética deben

Page 26: Los lÃmites de la globalización - e Systems

24

manar en primer lugar hacia los Estados Unidos y, ensegundo lugar, hacia su “joven socio” británico. Ésefue el término empleado por el Ministerio de AsuntosExteriores Británico en 1945, de forma poco afortuna-da pero precisa, para describir su papel en el nuevoorden mundial —el de joven asociado de los EstadosUnidos— y esto sigue siendo así. Los administradoreslocales, las dictaduras familiares que controlan el siste-ma petrolífero —que en su día los británicos llamaronla “fachada árabe” tras la cual ellos gobiernan— tienencomo trabajo reciclar las ganancias para los beneficia-rios apropiados: las corporaciones energéticas, en pri-mer lugar, las de los EE.UU. y Gran Bretaña, el De-partamento del Tesoro. Hay muchos otros mecanismos.La venta de armas, por ejemplo, es una de las mejoresmaneras de reciclar los petrodólares, los beneficios delpetróleo, para aquellos a quienes corresponden, y asíotros mecanismos de ese estilo.

Naturalmente, estos arreglos generan conflictos deuna forma continuada. Las poblaciones locales, de unmodo u otro, no acaban de comprenderlo, pero eso con-tinúa y es probable que se agrave mucho más en lospróximos años. Hay una sencilla razón para que estosea así, y es que existe consenso entre los geólogos deque, a pesar del bajo precio del petróleo en 1998, hay unproblema que se avecina —quizás un grave problema.

Un análisis de esta cuestión apareció hace unos me-ses en la revista Science —una destacada revista deciencia general— con el título “La próxima crisis delpetróleo se presenta grave y quizás está muy cercana”.1

La crisis consiste en que la proporción de petróleo des-cubierto ha descendido en los últimos treinta años a

1 Título original: “The next oil crisis looms large and perhapsclose”. (N. de los t.)

Page 27: Los lÃmites de la globalización - e Systems

25

pesar de las nuevas tecnologías y demás. La zona delGolfo es, en gran medida, la mayor fuente de reservasdel petróleo conocida, habiendo ahora recuperado lacuota de producción de petróleo que tuvo a principiosde los ’70. Conviene recordar que esto fue suficientepara acabar con la era de la energía superbarata. Fueun final transitorio —bajaron los precios de nuevo y enrealidad ahora son tan baratos como nunca lo habíansido—.2 Pero esto puede ser una ilusión. Ahora existela misma cuota y va a incrementarse. Las previsionesson que dentro de un período corto —quizás una o dosdécadas— habremos consumido alrededor de un 50%de las capacidades explotables de la energía de hidro-carburos. Su utilización está aumentando muy depri-sa. Lo que quedará será, principalmente, el OrienteMedio y esto significa que es de importancia capital ase-gurarse de que el control y los beneficios regresan a losEstados Unidos y a su joven socio, cosa que irá aumen-tando y aumentando, lo cual garantiza más y más con-flictos. En los documentos internos, a esto se le llama elconflicto con el nacionalismo radical, pero para el públicohay otros nombres: terrorismo internacional o el choquede civilizaciones o algo similar. Pero de lo que realmen-te se trata es de quién controla los recursos de la ener-gía mundial y quién se aprovecha de ellos, y esto va acontinuar.

Se pueden decir muchísimas cosas sobre todos es-tos temas y sobre aspectos relacionados con el sistemaglobal de la posguerra (II Guerra Mundial), que ni si-quiera he mencionado, pero permítanme que me ocupede un asunto diferente. Se trata de plantearnos el mar-co institucional que se diseñó para el orden mundial

2 Debe tenerse en cuenta que esta conferencia se dio en 1998, unmomento de gran estabilidad de los precios del petróleo. (N. de los t.)

Page 28: Los lÃmites de la globalización - e Systems

26

hace cincuenta años, y de preguntarnos en qué situa-ción se encuentra hoy en día. Dicho orden mundial sebasó en tres instituciones fundamentales. Por un lado,existía un orden político internacional que estaba ex-presado en la Carta de las Naciones Unidas; por otro,un orden de los derechos humanos, que se refería prin-cipalmente a las formas en que se supone que los go-biernos deben comportarse con sus ciudadanos, y queestá articulado en la Declaración Universal de los Dere-chos Humanos (cuyo 50 aniversario celebraremos —oquizá lamentaremos— dentro de unas semanas, en di-ciembre); y por último, un orden económico internacio-nal, el llamado sistema Bretton Woods, que fue diseña-do por los EE.UU. y por su joven asociado, solos en estecaso. Así, éstos son los tres pilares institucionales delorden mundial de la posguerra.

Hablaré principalmente del tercero, pero déjenmehacer algún comentario sobre los dos primeros. Empe-zaré con el orden político internacional, la Carta de lasNaciones Unidas. Ésta tiene una tesis básica que escentral: prohibir la amenaza o el uso de la fuerza enasuntos internacionales, con dos excepciones muy res-tringidas. Una es que se autorice específicamente porel Consejo de Seguridad, después de determinar ésteque los medios pacíficos han fracasado; bien, esto nun-ca ha ocurrido, así que podemos obviarlo. La segunda,y la única otra alternativa, es el artículo 51 de la Car-ta, el cual permite la autodefensa contra un ataquearmado hasta que el Consejo de Seguridad actúe. Así,por ejemplo, si la armada cubana invadiese los Esta-dos Unidos, éstos tienen permiso —tras notificarlo alConsejo de Seguridad— de defenderse hasta que el Con-sejo haga algo para detener el ataque.

El ejemplo debería ser hipotético, aunque no estoyseguro. Recientemente, el Pentágono restó importancia

Page 29: Los lÃmites de la globalización - e Systems

27

a la amenaza cubana, de modo que ya no es tan gravecomo lo fue los últimos 30 o 40 años. Esto enfureció alCongreso y la Casa Blanca rechazó la conclusión delPentágono diciendo que la amenaza de la seguridadinternacional era real. Ésta fue la base por la que Es-tados Unidos rechazó la jurisdicción de la Organiza-ción Mundial de Comercio cuando la Unión Europeaprotestó contra la grave violación de los Estados Uni-dos de los tratados comerciales internacionales y de de-recho internacional, pero los Estados Unidos alegaronuna exención de seguridad nacional a causa de la ame-naza militar de Cuba. Así, si la invasión se produce, elartículo 51 permite que los Estados Unidos se defien-dan hasta que el Consejo de Seguridad actúe. Ésta esla única excepción en el orden político internacional.

Por supuesto, no hay ningún mecanismo para ha-cer cumplir todo esto aparte de las Grandes Potencias,y en el mundo real esto significa los Estados Unidos.Pero Washington rechaza los principios de la Carta delas Naciones Unidas tanto en la práctica como inclusoen la doctrina oficial. No ha habido necesidad de perdertiempo en la práctica en estos últimos cincuenta años.Un ejemplo reciente es el bombardeo de una planta far-macéutica en Sudán, que es trivial —si bien es un cri-men de guerra— pero es trivial en un contexto histórico,aunque supongo que si hubiese habido un bombardeoterrorista que hubiese destruido la mitad de las reser-vas médicas y de fertilizantes de los Estados Unidosquizá se habría tomado más en serio. De cualquier modo,éste es un ejemplo trivial, pero lo menciono porque esuno de los más recientes aunque no es de los que mássobresalen. Es más interesante, quizás, observar quela doctrina oficial también rechaza abiertamente los prin-cipios de la Carta de las Naciones Unidas y de formabastante explícita. Me refiero al hecho de que dichos

Page 30: Los lÃmites de la globalización - e Systems

28

principios se proclamen cuando pueden utilizarse con-tra algún enemigo apropiado aunque oficialmente hayansido rechazados. Esto fue cierto especialmente duran-te la época Reagan cuando el Departamento de Estadoproclamó que el artículo 51, mencionado anteriormen-te, autoriza la “autodefensa contra futuros ataques”.Ésta fue la justificación para bombardear Libia y tam-bién, de acuerdo con el Departamento de Estado, el ar-tículo 5 justifica el uso de la fuerza por parte de losEE.UU. “para defender sus intereses”. Ésta fue la jus-tificación oficial para la invasión de Panamá. Y así secontinúa bajo la administración Clinton, incluso conejemplos todavía más ridículos. En todo ello están sien-do bastante sinceros. La embajadora del gobierno deClinton en las Naciones Unidas, que ahora es la Secre-taria de Estado, la Sra. Albright, comunicó al Consejode Seguridad cuando éste se negó a apoyar algunasactuaciones de los Estados Unidos, que —y cito literal-mente— “los Estados Unidos actuarán multilateralmen-te cuando puedan y unilateralmente cuando deban”para defender sus intereses.

Esto por lo que se refiere a la Carta de las NacionesUnidas, así que podemos dejarla ya a un lado. Tiene elmismo estatus que el Tribunal Internacional, que laOrganización Mundial de Comercio y que otras orga-nizaciones de orden internacional. Es irrelevante en lapráctica a no ser que se use en contra de algún enemi-go débil e indefenso. A veces de usa correctamente pe-ro eso es otra cuestión.

Habrán notado que en los últimos meses ha habi-do muchas discusiones para establecer un TribunalCriminal Internacional en materia de crímenes de gue-rra, el cual ha sido aceptado virtualmente por el mun-do entero. El único país importante que lo rechazó fueEstados Unidos; la razón oficial fue que si hubiera un

Page 31: Los lÃmites de la globalización - e Systems

29

tribunal internacional de crímenes de guerra, podríahaber —y cito— “persecuciones frívolas de los soldadosnorteamericanos en los territorios en los que se llevana cabo misiones pacificadoras”. Pero esto no es muycreíble, pues las fuerzas militares de los EE.UU. ra-ramente toman parte en misiones pacificadoras don-de hay civiles implicados. Hay una muy buena razónpara ello: Estados Unidos está descalificado para lasmisiones de pacificación debido a su doctrina militar. Adiferencia de países como Noruega, Canadá, Irlandau otros, que toman parte en misiones de pacificación,la doctrina militar de los EE.UU. exige que ningún sol-dado americano esté bajo amenaza, lo cual significaque si están en peligro pueden avisar a la fuerza ma-siva para tomar represalias; por ello en Somalia hubouna masacre con cientos de miles de civiles asesinados.Por esta razón, las fuerzas americanas no suelen par-ticipar en misiones de paz a no ser que deban separarejércitos. Así, por ejemplo, están en el desierto del Sinaí,pero la persecución frívola de los soldados en el desier-to del Sinaí no es muy probable. Lo que sí es verosí-mil, no obstante, y que no ha sido mencionado ni co-municado, es lo que está en el fondo de la mente deaquellos que han rechazado aceptar un Tribunal In-ternacional de Crímenes de Guerra: un tribunal inde-pendiente no se parará en el nivel de un soldado quevuela con un helicóptero de combate, subirá en la ca-dena de mandos y, rápidamente, se encontrará en lacasa Blanca. Entonces podría haber un procesamientoque no sería nada frívolo pero que, obviamente, no se-ría aceptable. Así, el rechazo tiene sentido en el mun-do real, aunque sea bastante difícil encontrar a alguienque sea capaz de pensar algo así, y mucho menos deexpresarlo, si bien en gran medida es cierto.

Page 32: Los lÃmites de la globalización - e Systems

30

Pasemos a considerar el segundo pilar del ordenmundial: la Declaración Universal de los Derechos Hu-manos. En las próximas semanas, escucharemos sinduda mucha retórica acerca de la universalidad de suselevados principios y del cuestionamiento relativista delos mismos, planteado por cierta mala gente que apelaa los valores asiáticos o a algún otro interés especial. Yestas acusaciones serán acertadas pero parciales. Espoco probable que escuchemos alguna cosa sobre laadhesión de los países poderosos a la Declaración Univer-sal; por ejemplo, de los EE.UU., tanto en acción comoen doctrina. Manteniéndome en el tema de la doctrina,EE.UU. resulta ser un líder en el terreno del relativis-mo. Una categoría de derechos que está claramenteexpresada en la Declaración Universal y que EE.UU.rechaza abiertamente como si no tuviera ningún esta-tus es la categoría de los derechos socioeconómicos; yrecuérdese que estamos hablando de la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanos, donde cada dis-posición se supone que debe ser igualitaria, ése es suprincipio. Hay disposiciones socioeconómicas que losEE.UU. han rechazado como si no tuvieran ningúnestatus. En palabras de Jeane Kirkpatrick, embajado-ra en las Naciones Unidas del gobierno de Reagan, lasdisposiciones socioeconómicas son “una carta a SantaClaus”; son “absurdas” y “una instigación peligrosa”,dijo el embajador de Clinton hace un par de años, diri-giéndose a la comisión de los derechos humanos de lasNaciones Unidas, la cual estaba considerando, a suvez, a qué se le llamaba oficialmente la Declaración delos Derechos de Desarrollo. Si se analiza su formula-ción, se observa que es una paráfrasis muy próxima alartículo 25 de la Declaración Universal —que es ab-surdo y una instigación peligrosa— y así, los EE.UU.vetaron la Declaración de los Derechos de Desarrollo.

Page 33: Los lÃmites de la globalización - e Systems

31

De nuevo, hay muchas más cosas que decir acercade todo esto, pero déjenme añadir sólo un comentarioque nos puede dar una visión más profunda al respec-to. Aquellos que siguen las cuestiones del derecho in-ternacional estarán más familiarizados con este tema;en derecho internacional existe algo llamado la fórmulade Hull, atribuida al Secretario de Estado de los EE.UU.de la administración de Franklin D. Roosevelt, CordellHull. Esta fórmula plantea lo que se conoce como “elestándar internacional mínimo de civilización”. Ésteno implica hechos como el genocidio, la tortura u otrosproblemas marginales: más bien es —y cito— “el dere-cho a la compensación adecuada, efectiva e inmediata”por las propiedades expropiadas, donde la compensa-ción completa debe ser de un “valor de mercado justo”,determinado por los propietarios que son expropiados.Éste es el estándar mínimo de civilización. En nuestrosdías, dicha fórmula se aplica realmente de manera bas-tante sutil. Es la base —la base oficial— para los em-bargos económicos americanos y para la guerra terroris-ta contra Cuba de los últimos 40 años, llevada a caboa causa del fracaso cubano para alcanzar este mínimoestándar de civilización: es decir, por no poder ofrecerlo que Washington unilateralmente decidió que debíaser la compensación justa para la propiedad naciona-lizada. Por otro lado, el principio no se aplica ni a losinversores ni al gobierno americanos que robaron laspropiedades cubanas a finales de siglo, cuando Cubase encontraba bajo la ocupación militar americana yconsintió… bajo una ocupación militar, esto es, bajo lafuerza. Por tanto, allí la doctrina no se aplicó. Tampocose aplicó al gobierno y los poderes privados americanosque robaron las posesiones británicas y españolas enCuba y en Filipinas. Por ejemplo, la Compañía Ferro-viaria de Manila, que pertenecía a España. Tras la san-

Page 34: Los lÃmites de la globalización - e Systems

32

grienta conquista de las Filipinas, los Estados Unidoseliminaron la concesión española, argumentando queestaba inspirada en motivos imperialistas españoles y,en consecuencia, era nula y vacía, por lo cual era bas-tante justo. Pero este caso es distinto del de las pose-siones que Estados Unidos robó a Cuba y que ahorahan sido nacionalizadas, esgrimiendo el fracaso cuba-no por alcanzar el estándar mínimo internacional decivilización. Estos principios esencialmente inamovibles,nos indican lo que realmente son los derechos huma-nos, lo que realmente son en el mundo real. Dejemosesto, pues, a un lado.

Pasemos al tercer elemento institucional del ordeninternacional y con ello acabaré: el orden económicointernacional —el sistema Bretton Woods—. En reali-dad, es un tema que es primera página de la actualidad.El motivo es que los temores de una fusión global eco-nómica que afectaría a los privilegiados están crecien-do. No que afectaría a las víctimas habituales —ésasno importan—, sino que ahora las tornas han cambia-do y los ricos y privilegiados se ven amenazados, de ahíque exista un buen motivo para hablar de ello. Se dis-cute en las reuniones de G7 —los siete países podero-sos y ricos— y en las instituciones económicas. Estánpreocupados porque ahora se ven amenazadas las víc-timas no habituales. ¡Y éste sí que es un temor real! Nohay duda de que existe una preocupación.

Volviendo al sistema Bretton Woods, éste tenía dosprincipios básicos: el primer principio se basaba en elhecho de que debería haber un esfuerzo para liberali-zar el comercio, y el segundo principio, en que deberíaexistir una regulación del flujo de capital. Así, el comer-cio debería liberalizarse pero los movimientos de capitaldeberían ser controlados y regulados. Y además, el tipode cambio debería estar fijado. Éstos eran los principios

Page 35: Los lÃmites de la globalización - e Systems

33

básicos del Bretton Woods y, de hecho, también se con-templan en las normas del Fondo Monetario Interna-cional (FMI). Están intentando cambiarlas, pero siguenahí. Por supuesto, nunca han aplicado estas reglas—por lo menos en los últimos 25 años— pero siguen es-tando ahí. De acuerdo con las normas del FMI, los paí-ses tienen permiso para regular el flujo de capital si loconsideran necesario y, de hecho, estas normas prohí-ben al FMI conceder créditos para cubrir la evasión decapital. Me parece innecesario comentar de qué modose cumplen estas normas. Ése era el sistema BrettonWoods.

Existían razones para la regulación del flujo decapital, parte de las cuales eran de tipo teórico. Habíauna asunción generalizada por parte de los economis-tas de que la evasión de capital, los flujos especulativosa corto plazo y las fluctuaciones del tipo de cambio ten-derían a socavar la libertad de mercado. Así, que si estose permitía no se podría alcanzar apropiadamente elprimer principio de la liberalización del mercado. Estoera una teoría, pero la experiencia reciente es conse-cuente con ella. La segunda razón no era teórica, erauna perogrullada: el libre flujo de capital socava la de-mocracia y el Estado del bienestar, que era demasiadopopular en la época como para ignorarlo; no se podíadecir: “De acuerdo, nos desharemos de él” y volver a1900, no se podía hacer algo así en ese momento. Y larazón es clara y bien comprensible. La habilidad de unpaís de controlar si el capital se mueve hacia dentro ohacia fuera permite a su gobierno llevar a cabo políti-cas monetarias y tributarias para sustentar el empleo,los ingresos y los programas sociales sin temor de quela evasión de capital mine estos programas. El libre flujode capital crea lo que algunos economistas interna-cionales han llamado un “senado virtual” —un tipo

Page 36: Los lÃmites de la globalización - e Systems

34

de gobierno que no está definido en una estructura gu-bernamental formal— de instituciones financieras quepueden imponer su propia política social mediante laamenaza de la evasión de capital, que desembocará entipos de interés más altos, ralentización económica, re-cortes presupuestarios de la sanidad y la educación,etc., o tal vez una recesión o un colapso total. De estemodo, si hay un libre flujo de capital, existe un senadovirtual que es el que gobierna de hecho y los gobiernosformales no pueden ejecutar sus políticas. En tantoque los gobiernos son democráticos, la población sólotiene un papel reducido en el control de sus propias vi-das; éste es el efecto del libre flujo de capital. De hecho,he estado citando virtualmente a los creadores del Bret-ton Woods: el representante de Gran Bretaña era JohnMaynard Keynes y el de los Estados Unidos era HarryDexter White.

Bien, esta parte no es especialmente controvertidacomo hemos podido observar a lo largo de los últimos25 años; es lo que se ha llamado globalización —volve-ré sobre ello— y es muy importante tenerlo en cuentaal revisar la época actual.

El sistema Bretton Woods, tal como se diseñó real-mente, fue más o menos adecuado durante 25 años—hasta principios de los ’70—. A este período se le sue-le llamar la época dorada del capitalismo de Estado dela posguerra, caracterizado por un ritmo muy elevado—según los estándares históricos— de crecimiento de laeconomía y de la productividad, y la expansión del con-trato social; esto ocurrió aproximadamente en los añoscincuenta y en los sesenta. El sistema fue desmanteladohacia principios de los ’70 —primero cuando RichardNixon abrogó unilateralmente el principio básico y des-pués con la participación de otros centros financierosimportantes—. Por los años ’80, los controles del capital

Page 37: Los lÃmites de la globalización - e Systems

35

habían desaparecido prácticamente de los países ricos;las pequeñas economías, como Corea del Sur, fueronsimplemente obligadas —más o menos por la fuerza—a abandonarlos. Esto sucedió hace sólo unos años, y hasido ampliamente reconocido como uno de los principa-les factores —quizás el más importante— en el recientecolapso de Corea del Sur y de otras economías asiáticas.

Debería añadir, a la luz de la reciente crisis asiáti-ca, que los analistas más serios reconocen que hay unnotable milagro económico, particularmente en el estede Asia —el sudeste asiático es otra historia—. Déjen-me citar al principal economista del Banco Mundial,un reconocido y respetado profesional de la economía,Joseph Stiglitz. Recientemente ha subrayado que elmilagro económico del este asiático fue real; en sus pala-bras, “un logro asombroso sin precedentes históricos”, ytambién que éste se basó en una desviación muy sig-nificativa de la doctrina oficial —el consenso neolibe-ral—. También afirmó que los asombrosos logros debe-rían haber continuado a no ser que fueran destruidospor los irracionales mercados financieros que, como essabido, son muy irracionales. Citando de nuevo a Sti-glitz —recuerden que es el mayor economista del BancoMundial—, en el este asiático los gobiernos asumieronla responsabilidad principal de promocionar el creci-miento de la economía, abandonando la “religión” quebien conocen los mercados e interviniendo para intensi-ficar la transferencia tecnológica, la igualdad relati-va, la educación, la salud, junto con la coordinaciónde la política industrial y los estrictos controles del ca-pital. Y de hecho, comenta que el reciente colapso esfácilmente atribuible al abandono de estas estrategias—no por propia elección, sino porque se vieron obli-gados a abandonarlas—. También menciona que lasmismas sociedades ricas han seguido una línea simi-

Page 38: Los lÃmites de la globalización - e Systems

36

lar —en realidad más de lo que el Banco Mundial hareconocido en sus breves intentos por entrar en la his-toria económica.

Bien. ¿Qué ha ocurrido desde que fracasó el siste-ma Bretton Woods a principios de los setenta? Una delas cosas que ha ocurrido es que el crecimiento de laeconomía y de la productividad se ralentizó notable-mente. Comúnmente, se dice que el comercio se incre-mentó, pero esta afirmación es sólo parcialmente cierta.El crecimiento del comercio se incrementó con respectoal crecimiento de la economía, pero la principal razónes que el crecimiento económico se ralentizó y del mis-mo modo la razón del crecimiento del comercio respectoal económico. De cualquier modo, hubo una ralentiza-ción general desde principios de los años ’70. Los econo-mistas discuten sobre el porqué pero no sobre el hechoen sí. Una segunda consecuencia es que los ingresos seestancaron o disminuyeron para la gran mayoría mien-tras que las condiciones laborales se deterioraron, detal modo que los servicios sociales se han ido deterio-rando, las infraestructuras se han ido colapsando, etc.Esto es dramáticamente cierto en Estados Unidos perotambién en otros países industriales. También ha habi-do un rápido aumento de la encarcelación desde 1980,añadiendo alrededor de un 8% al porcentaje oficial dedesempleo. Hay una razón para ello, según creo. Loscriminalistas profesionales lo comentan. Los EstadosUnidos tienen una población sobrante; si estuviésemosen un país del Tercer Mundo —digamos Colombia—enviaríamos a un escuadrón de la muerte a asesinar-los. Es lo que se ha denominado limpieza social, unabonita expresión latinoamericana. Pero en Estados Uni-dos somos más civilizados, no tenemos escuadrones dela muerte; los mandamos a la cárcel —entre otros mo-dos de deshacernos de ellos—. Esto es un reflejo de los

Page 39: Los lÃmites de la globalización - e Systems

37

cambios sociales generales. En realidad hay mucho másque decir sobre el tema, pero seguiré adelante.

Otro efecto, particularmente en los últimos años, esque los beneficios se han elevado, son enormes, espe-cialmente en los años ’90. Aquellos que lean la prensafinanciera habrán notado que se les han acabado losadjetivos; un año es “deslumbrante”, al siguiente añoes “estupendo”, al siguiente algo más; ya no saben có-mo llamarlo. También ha habido un incremento astro-nómico del flujo de capital. Además, éste ha cambiadoradicalmente en naturaleza. Principalmente, es un flu-jo de capital a muy corto plazo —especulativo, en otraspalabras—. Ahora se estima en cerca de un billón ymedio de dólares diarios,3 lo cual sobrepasa totalmentelos recursos de cualquier país industrial o de la UniónEuropea; y alrededor de un 80% de ello tiene un tiem-po de retorno de una semana o menos; muchas vecesde un día o de pocas horas, por tanto, es una especula-ción a muy corto plazo. Esto significa que no está re-lacionada con la economía real —de hecho, es dañinapara la economía real—. Ha supuesto un gran cambioen los 25 últimos años; por un lado, es un enorme cam-bio en escala pero también en carácter. Si regresamosa los años ’70, alrededor de un 90% del flujo de capitalestaba relacionado con la economía; había inversionesa largo plazo o comercio o algo similar. Ahora se estimatan sólo en un 5%; el resto es especulación y extrema-damente a corto plazo.

Es bien sabido, y así ha sido durante mucho tiem-po, que los mercados financieros son muy irracionales.No hay una buena teoría sobre ellos: es principalmenteuna cuestión de psicología amateur, y no muy profunda.

3 Se ha optado por traducir los valores económicos del original alsistema decimal español, de este modo un billón español equivale aun trillón americano. (N. de los t.)

Page 40: Los lÃmites de la globalización - e Systems

38

Recurriendo a la terminología común de los economis-tas internacionales, están sujetos a “pánicos, manías ydepresiones”. Así es como son los mercados financieros;hay una especie de irracionalidad de “rebaño” que lessupera y que tiene muy poco que ver con lo que se co-noce por fundamentos económicos. Para agravar lasituación, las transacciones financieras especulativasactuales se basan en gran medida en préstamos. Sonlo que se conoce como “altamente apalancadas” (highlyleveraged) en la bibliografía técnica. De este modo, setiene una pequeñísima suma de dinero real y el restoes todo imaginación. Esto se observa espectacularmen-te en los fondos de cobertura. En los periódicos de estamañana se puede leer que George Soros, el gran maes-tro de los fondos de cobertura, ha cancelado uno de sustres fondos, porque ha perdido recientemente alrede-dor de quinientos millones de dólares o una cifra simi-lar. Y uno de los mayores fondos de cobertura tuvo queser avalado por la Reserva Federal, que forzó a los ban-cos a avalarlo, sólo hace unas semanas. Este caso fueparticularmente llamativo porque estaba encabezadopor dos Premios Nobel de Economía, que habían gana-do el Premio Nobel por su teoría de cómo realizar in-versiones a corto plazo en los mercados financieros.Pues bien, esto ha supuesto un problema para los con-tribuyentes en cuanto a sus impuestos, aproximada-mente tres mil quinientos millones de dólares; por cierto,esto es el capitalismo de libre mercado. El Fondo Mone-tario Internacional está formado por unos 180 miem-bros. Realizó un estudio hace aproximadamente unaño y descubrió que más o menos un 80% de sus miem-bros había tenido al menos una crisis bancaria entre1980 y 1995. Y nadie sabe cuándo será la próxima nicuán severa será; son impredecibles, son rápidas. Hahabido fluctuaciones de los tipos de cambio muy rápi-

Page 41: Los lÃmites de la globalización - e Systems

39

das, exactamente lo contrario de las predicciones deeconomistas de mercado libre como Milton Friedman yotros. Y se está descontrolando. Me refiero a lo que loseconomistas internacionales sensatos dicen: “¡No lo en-tendemos!”. En un informe reciente del Banco Interna-cional de Depósitos —ya saben, el banco de los ban-queros, la institución más conservadora que existe—se puede leer: “Miren, no entendemos lo que ocurre. Nohay manera de entender los mercados internacionalesexcepto que están sujetos al pánico, las manías y lasdepresiones”. Y aconsejan “humildad”.

Ahora bien, esto está llegando a las primeras pági-nas de la actualidad porque perjudica a la gente rica—y no porque perjudique a los demás—. Por tanto esuna crisis, en un sentido técnico. Durante estos últimos25 años, también ha habido un “asalto ininterrumpidoal principio del [comercio libre]”, y estoy citando al jefede investigación económica de la Organización Mun-dial de Comercio que, en una monografía de caráctertécnico, describe el asalto ininterrumpido a los mercadoslibres desde el comienzo de los años ’70, principalmen-te debido al incremento de la interferencia de mercado—proteccionismo de algún tipo u otro— en los paísesricos, con los Estados Unidos destacando en la cabeza.De hecho, atribuye a la administración Reagan, al pro-teccionismo de Reagan, un efecto tres veces superior alde otros países industrializados. Aunque esto no es exac-tamente lo que se lee en los titulares, es bastante acer-tado. Durante los años de Reagan la protección vino adoblarse en los Estados Unidos, mucho más que en otrasadministraciones de posguerra. De hecho, alardearonde esto públicamente ante la comunidad empresarial,aunque no ante la gente pobre. La gente pobre se su-pone que debe seguir la disciplina de mercado, pero nolos ricos: éstos deben ser protegidos. Del mismo modo,

Page 42: Los lÃmites de la globalización - e Systems

40

los subsidios se incrementaron sustancialmente y tam-bién las fianzas directas —el gobierno saldaba las cuen-tas de las corporaciones y bancos que estaban a puntode quebrar—. Esto también se incrementó.

El objetivo de este asalto ininterrumpido al comerciolibre fue el de superar serios fracasos —fracasos de ges-tión— en la economía estadounidense que conducíanal declive de la industria americana. Alrededor de 1980había una preocupación por ese declive; hubo una espe-cie de llamamiento para lo que se denominó la “reindus-trialización de América”. Y lo consiguieron con el estilohabitual: en parte a través de la protección, que es elestilo histórico, y también llamando al Pentágono, tam-bién otro estilo histórico. Así, los gastos del Estado bajola administración Reagan aumentaron de modo consi-derable, principalmente los subsidios del Estado a laindustria de alta tecnología, también llamada de auto-defensa o algo parecido. El Pentágono —el llamado De-partamento de Defensa— jugó su papel tradicional alintentar hacer frente a los fracasos de gestión. Inicia-ron un programa llamado “Fabricando Tecnología” —laexpresión es MANTECH, contracción de ManufacturingTechnology—, un panorama que creció muy rápida-mente bajo la administración Reagan dentro del Pentá-gono. El propósito era diseñar lo que se llamó la “fábri-ca del futuro”, lo cual significa desarrollar sistemas defabricación automatizada, adoptando los rápidos siste-mas de producción japoneses que los empresarios ame-ricanos todavía no habían comprendido ni utilizado.Gran parte de estos sistemas fueron mejorados y desa-rrollados con dinero público en el Pentágono y despuésentregados a los empresarios americanos, abiertamente,sin secretos. Los documentos del Pentágono señalan queesto es lo que hacen y, de hecho, lo que se ha estadohaciendo desde el siglo XIX, pero ahora a mayor escala.

Page 43: Los lÃmites de la globalización - e Systems

41

Como resultado de todo esto se consiguió salvar loscomponentes de la economía americana de sus compe-tidores extranjeros, principalmente de los japoneses yotros competidores del este asiático, y colocar a las corpo-raciones estadounidenses en una buena posición paradominar las tecnologías y los mercados emergentes. Hayejemplos espectaculares, quizás el más claro es el casode Internet. Internet está considerada actualmente co-mo un gran triunfo del fuerte individualismo americano,de la libre empresa y de todas esas cosas maravillosas,y se espera que se erija en fuente de enormes benefi-cios en los próximos años. En realidad, Internet —comotodo el mundo sabe— se diseñó y desarrolló por prime-ra vez en el Pentágono; después, a través de la Fun-dación Nacional de Ciencia, parcialmente en el CERN,el Centro Internacional de Investigación de Ginebra,que es de donde procede la idea de la worldwide web,y al cabo de unos treinta años de desarrollo con dineropúblico fue entregado a empresarios como Bill Gates,hace aproximadamente tres años. Gates por lo menoses sincero; atribuye su éxito, en sus propias palabras, auna habilidad para “aprovechar y potenciar las ideasde otros” —normalmente aquellas que provienen delsector público y han sido financiadas con dinero públi-co—. Internet es un ejemplo bien llamativo, pero lahistoria se repite en muchos otros casos: en el mundoinformático y de la electrónica, en la industria aero-náutica —no merece la pena hablar de ello—, en la bio-tecnología y, de hecho, en casi cualquier lugar al que senos ocurra mirar. Y por este motivo observamos que losllamados conservadores —ya saben, gente como NewtGingrich o Trent Lott, los líderes de la revolución con-servadora en el Congreso y en el Senado— cada añoganan el premio de conseguir mayores subsidios fede-rales para sus ricos integrantes. También están a favor

Page 44: Los lÃmites de la globalización - e Systems

42

del incremento del presupuesto para el Instituto Nacio-nal de Salud —y del presupuesto militar, claro está—,porque es el modo de analizar nuevamente los fondospúblicos hacia los beneficiarios adecuados.

Ésta es, pues, la teoría real del libre mercado. Otrode sus aspectos es el proteccionismo directo mediante“barreras no arancelarias”, que ha continuado bajo laadministración Clinton: la intervención radical, en to-das sus variedades, del libre comercio cuando ello esconveniente. Hace aproximadamente un año, los to-mates mejicanos fueron básicamente prohibidos, lo quesupuso unas pérdidas de cerca de mil millones de dóla-res para los productores mejicanos, y se ha confirmadoque la razón es que los consumidores americanos pre-ferían los tomates mejicanos y los empresarios agrícolasde Florida se veían afectados. Muy poco tiempo des-pués, la administración Clinton impuso aranceles ex-tremadamente altos a los superordenadores japoneses—el otro polo de la economía—. La razón era la misma:los ordenadores japoneses eran mucho mejores, de mo-do que hubo que imponerles aranceles muy altos. Enestos momentos se están tratando de prohibir las im-portaciones de acero porque están vendiendo más ba-rato que los productores de acero americanos. Y estono sucede solamente en los Estados Unidos, sino queocurre en todo país industrial. De este modo, los paísesindustriales en su conjunto crearon una especie de cár-tel del aluminio para mantener los precios en un niveladecuado. La Unión Europea lo ha hecho siempre, Ja-pón y otros también y así se repite la historia. La doctri-na del libre mercado es buena para los niños pobres ypara la gente del Tercer Mundo, pues deben aprendercómo terminar con el “ciclo de dependencia” y este tipode cosas, pero no para la gente rica y poderosa. Eso esdistinto.

Page 45: Los lÃmites de la globalización - e Systems

43

Hay algo que decir acerca de lo que se ha deno-minado el cuento de hadas de la economía americana,que se supone que es maravillosa y todo eso —no en-traré en detalles—. Este cuento es principalmente unfraude —y se sabe que lo es, incluyendo la actual re-cuperación de la economía—. El mejor ejemplo que seda de la economía de cuento de hadas es el mercado dela bolsa; y en efecto, es un cuento de hadas para eluno por ciento más alto de la población que posee lamitad de la bolsa, y también lo es para el diez por cien-to superior de la población, de clase alta, que posee lagran mayoría del resto. Si bajamos al siguiente 10%—es decir, entre el percentil 90 y el 80— éstos han per-dido liquidez, activos menos pasivos. Ésta ha disminui-do en los últimos 20 años porque sus deudas han subidomás rápido que sus activos. Y cuando se va más abajoes mucho peor. Alrededor del 75% de las familias en laeconomía de cuento de hadas deben trabajar muchasmás horas para evitar perder más terreno; ni siquierahan recuperado el nivel de 1989. Esto no tiene prece-dentes en la historia americana durante una época derecuperación económica. El crecimiento se mide percápita, que es lo que importa —los Estados Unidos tie-nen una población creciente, así que, ya se supone quehabrá un crecimiento económico—, pero si se tiene encuenta el crecimiento de la renta per cápita, éste estáaproximadamente al nivel de los países de la OCDE —lospaíses ricos—. Bastante similar es la situación del em-pleo cuando se observa detenidamente.

Así que es una economía de cuento de hadas paraalgunos —no hay duda alguna—: es decir, para aque-llos que nos hablan de ella, como los periodistas queescriben los artículos sobre mí en el New York Timespor ejemplo. Para gente como nosotros es una econo-mía de cuento de hadas, pero no para el 80% o más de

Page 46: Los lÃmites de la globalización - e Systems

44

la población. Pero aquéllos son los que cuentan histo-rias y hablan entre ellos, se reúnen en buenos restau-rantes, etc., a ellos les ha ido muy bien hasta este ve-rano. Ahora no hablan de la economía de cuento dehadas de un modo tan entusiasta.

Las razones de esta economía de cuento de hadasse han explicado de una forma sincera. Quizá la perso-na más influyente en los Estados Unidos y la más res-petada, supongo, es Alan Greenspan, el jefe de la Re-serva Federal, el zar de la economía. Alan Greenspantestificó en el Congreso que una de las razones paraque se diera esta economía de cuento de hadas, de la queél se enorgullecía tanto, era, en sus propias palabras,la de que se daba “un significativo freno en los salariosmotivado por la inseguridad de los trabajadores”. ¿Locomprenden? Los trabajadores se sienten intimidadospara pedir aumentos salariales: ésa es una de las co-sas maravillosas que tiene la “globalización”. Y cuandolos trabajadores tienen miedo —el que se vayan a dor-mir sin saber si tendrán trabajo al día siguiente—, esomejora mucho la salud de la economía. La salud de laeconomía es una expresión técnica, que tiene poco quever con la salud de la gente —en ningún sentido, in-cluyendo su salud médica—. Pero tiene que ver con unacosa: el nivel de beneficios y cosas por el estilo, cosasque realmente importan. El Business Week, una revistade negocios muy importante, realizó una encuesta en-tre los trabajadores en la que se concluyó que el 90%de ellos estaban preocupados por su empleo; y bajo es-tas condiciones, no se puede tener una economía decuento de hadas. Existen muchas razones para ello,incluyendo los tan nombrados “convenios comerciales”,que en realidad no son convenios comerciales, sino quese trata básicamente de convenios de derechos de losinversores.

Page 47: Los lÃmites de la globalización - e Systems

45

Hay mucho más que decir sobre este tema, pero qui-siera abordar una última cuestión. Se reconoce que laeconomía internacional está mal entendida pero, porotra parte, también está bastante claro quiénes son losque se han aprovechado de las contribuciones doctri-nales de los últimos años y de la fe en esta “religión”,que ha sido ridiculizada por el principal economista delBanco Mundial pero vendida a través de los periódicosy de otros medios que intentan llegar a la población.Está claro quién ha sacado provecho y quién ha sufri-do las consecuencias. Está mucho menos claro qué hayque hacer para controlar las fuerzas destructivas quese han desencadenado. En realidad, se han presenta-do propuestas durante muchos años, pero nunca hanestado en la agenda de los poderosos, porque ha sidoun cuento de hadas para la gente que importa, paralos principales beneficiarios de la economía.

Para finalizar, considero útil —e instructivo— pre-sentar una perspectiva de más largo alcance sobre eltema. Estamos viviendo en una fase de lucha que seha prolongado durante siglos, que alcanzó el clímax enla primera revolución moderna, en el siglo XVII en In-glaterra. Se trató de un asunto complejo, pero un as-pecto central del mismo —uno de sus componentes—fue un conflicto sobre el significado del término Liber-tad. Una línea de pensamiento —que fue la que ganó—definió Libertad —y cito— como la libertad para poseery adquirir; esto era la Libertad.4 Y así se entendió laley común de Inglaterra como una ley de la propiedad,que protegía a los terratenientes. Sin embargo, granparte de la población entendió la ley de los terratenien-

4 En el texto original N. Chomsky emplea los términos liberty yfreedom; para respetar la distinción que quiere establecer el autor, seha optado por traducir liberty por Libertad y freedom por libertad. (N. delos t.)

Page 48: Los lÃmites de la globalización - e Systems

46

tes como el enemigo de la libertad —así hubo una ba-talla entre la ley y la Libertad en un sentido popular, yuna batalla bastante enérgica—. Recordemos que éstaera la época de los “cercamientos de las tierras comuna-les”, un período de transformación dura y a menudobastante violenta de la sociedad inglesa que, con elpaso del tiempo, convirtió la población rural en un pro-letariado dominado carente de sus derechos comunalestradicionales —a la tierra, a los bosques, a la solidari-dad popular, a las tradiciones artesanales, etc.—. Tam-poco tenían derechos políticos y estuvieron así hastaprincipios del siglo XX. En la Inglaterra del siglo XVII,una buena parte de la población se opuso a los dos ban-dos de la guerra civil. En realidad, esto no es muy ex-traño; lo mismo ocurrió en la Revolución Americana ytambién en la Guerra Civil Española de hace 60 años,tras la aniquilación de la revolución anarquista de 1937.Después de esto, gran parte de la población optó por notomar parte —no querían a nadie, por buenas razo-nes—. En el siglo XVII, la gente común —ahora cito desus panfletos— quería estar representada por “campesi-nos como nosotros que conocen nuestros males, y no pornobles y caballeros que sólo saben cómo oprimirnos”.

Se perdió la batalla, pero la lucha fue más allá. Lalucha continuó a medida que el sistema industrial seimpuso. Se debía enseñar a la gente disciplina y obe-diencia; sus vidas laborales no tenían valor. Los fun-dadores de la economía moderna dieron una base su-puestamente científica al mensaje —no Adam Smith,que era precapitalista y, en mi opinión, esencialmenteanticapitalista— sino más bien Ricardo y Malthus yotras figuras punteras de principios del siglo XIX. Sedebía enseñar a la gente que no tenían ningún dere-cho aparte de los que podían adquirir en el mercadolaboral. Si no podían sobrevivir, se les daba la opción

Page 49: Los lÃmites de la globalización - e Systems

47

de acudir al asilo de pobres o bien de ir a las nuevascolonias cuya población nativa había sido eliminada yen donde a menudo se convertían en esclavos virtua-les. Hay un estudio clásico de este período que tienemuy buena reputación en el espectro del pensamientoserio: me refiero al libro La gran transformación5 deKarl Polany, en el que encontramos que “la humani-dad se vio forzada a seguir los caminos de un experimen-to utópico”, es decir, la subordinación a los principiosdel mercado. “Quizá nunca en toda la historia moder-na se ha perpetrado un acto de reforma social más des-piadado, aniquilando multitud de vidas”. Pero va másallá: “Casi de inmediato, la autoprotección de la socie-dad se afianzó: las leyes empresariales, la legislaciónsocial y los movimientos políticos e industriales de laclase trabajadora emergieron para rechazar los peli-gros enteramente nuevos del mecanismo mercantil”.La desesperación generalizada y el sufrimiento con-dujeron al desorden y la protesta: primero disturbios,después el surgimiento de movimientos sociales orga-nizados que empezaron a desafiar los principios quehabían elevado la acumulación de capital a la catego-ría de valor humano supremo. Y de manera amena-zante para los patrones, también desafiaron su dere-cho a gobernar. La clase empresaria también reconocióque el experimento del laissez-faire destruiría sus pro-pios intereses. Como apunta Polany, reconocieron queel mercado libre “no podría existir por mucho tiemposin aniquilar la sustancia natural y humana de la so-ciedad; habría destruido físicamente al hombre y ha-bría transformado su entorno en un desierto”.

Mientras tanto, las luchas populares adquirieronnuevas formas. A principios de este siglo se iba a ga-

5 Título original: The Great Transformation. (N. de los t.)

Page 50: Los lÃmites de la globalización - e Systems

48

rantizar el derecho al voto a la población en general.La reacción de la élite fue similar en las dos democra-cias parlamentarias más importantes: en Inglaterra, elPartido Conservador advirtió de que —y cito sus docu-mentos— si se mantenían las reglas tradicionales seríanecesario “aplicar las lecciones [de los sistemas de pro-paganda con más éxito de la Primera Guerra Mundial]a la organización de la guerra política”. Se realizó conmucho éxito. Los liberales wilsonianos de los EstadosUnidos extrajeron las mismas conclusiones por aquellaépoca, incluidos los intelectuales públicos y las figurasdestacadas en la profesión creciente de las ciencias polí-ticas y, más significativamente, en la industria en rá-pido desarrollo de las relaciones públicas.

Los líderes de los negocios comprendieron clara-mente que el sistema industrial estaba forzando a lagente a llevar una vida sin sentido y que podría aca-bar rebelándose y esforzándose por tomar el control desus vidas y de su trabajo. Para evitar tal desastre seríanecesario extender el concepto de Libertad a la mayo-ría de la población de forma restringida. Se vio ense-guida que la mejor manera para conseguirlo era dar alconcepto de Libertad el significado de libertad de con-sumo. Se debía enseñar a la gente a que percibiera susnecesidades en términos de consumo de bienes y notanto de calidad de vida y trabajo —tal como explica-ban los líderes de la industria publicitaria—, y así, laidea de que la gente pudiera controlar su propio traba-jo había que quitársela de la cabeza; esto es, la idea deque —y sigo citando— “aquellos que trabajan en lasfábricas deberían ser propietarios de ellas” y que el tra-bajo remunerado era apenas diferente de la esclavi-tud. Aunque sea difícil de recordar, éstos eran los idea-les destacados en la América de mediados del siglo XIX

entre los movimientos de la clase trabajadora inde-

Page 51: Los lÃmites de la globalización - e Systems

49

pendiente e incluso entre círculos elitistas: por ejem-plo, Abraham Lincoln y el Partido Republicado, inclusotambién en las editoriales del The New York Times —locrean o no y, por supuesto, también en Europa.

Pues bien, todo esto tenía que desaparecer. Eranecesario “anular las costumbres de la época”, comoexplicaron los líderes empresariales hace setenta años,del mismo modo que las medidas de cercamiento de si-glos precedentes habían anulado las costumbres de laépoca y, posteriormente, el experimento radical de in-dustrialización y el incluso más radical del laissez-faire,que fue rápidamente interrumpido.

Los programas neoliberales de la última genera-ción son otra etapa del mismo largo experimento, quedura ya varios siglos, para transformar no sólo los há-bitos y la conducta sino también las mentes y actitudesde modo que la gente acepte la subordinación, la disci-plina y el aislamiento y restrinja sus aspiraciones a ne-cesidades artificiales creadas por la industria de la pu-blicidad y el entretenimiento. Mientras, sus creencias ypensamientos deben ser “gobernados” —y cito, de nue-vo— por instituciones ideológicas donde se supone queintelectuales responsables juegan un papel central.

Es completamente comprensible que la concentra-ción de poder persiga tales fines. Ahora bien, el enten-dimiento puede liberar a la gente para diseñar y seguircaminos muy diferentes que les permitan superar lainjusticia y el sufrimiento innecesario que desfigura la ci-vilización contemporánea, así como para defender yenriquecer “la sustancia de la sociedad” para ellos mis-mos y para otros, y mostrar así que los seres humanosson algo mejor que las criaturas ridículas que son mo-deladas por la ideología contemporánea y por los inte-reses de poder a los que ésta sirve.

Page 52: Los lÃmites de la globalización - e Systems

YA HACE bastante tiempo que se hace muy difícil en-tender social y culturalmente el mundo sin analizar lacentralidad que ocupa la comunicación en el desarrollode múltiples actividades preferentes. Así, por ejemplo,para comprender las diversas esferas de la produccióncultural (el arte, la literatura, la ciencia, la filosofía,etc.) conviene entender cómo éstas se relacionan con latelevisión y cómo este medio de referencia dominantelas condiciona. Más aún, puede decirse cómo, en losúltimos lustros, la lógica televisiva ha impuesto unosmodos a la política formal e, incluso, al funcionamientode la democracia. Decir, pues, que el llamado “campomediático” es uno de los más importantes y, estratégi-camente, decisivos, no es ninguna exageración.

PUGNA COMUNICATIVA

EN EL ESPACIO PÚBLICO

Un campo es un espacio social estructurado y sucondición para que pueda existir es que tenga una cier-ta autonomía de otros campos, o sea, que presente unas

Capítulo 2

EL CAMPO MEDIÁTICO Y LA SOCIEDADDE LA INFORMACIÓN

por Josep Lluís Gómez Mompart

Page 53: Los lÃmites de la globalización - e Systems

51

reglas particulares. Pero como cualquier otro ámbitosocial organizado, un campo es un espacio donde lasfuerzas en presencia compiten entre ellas. El “campomediático” hace referencia al de la comunicación, en elcual se inscriben los medios de comunicación —unosdominantes y otros dominados que luchan por conser-var o transformar su situación—, pero también hay quesituar a los sujetos sociales y a las prácticas comunica-tivas que éstos desarrollan con o sin los medios de co-municación. Y, entre otras razones, hay que hacerloasí porque los estudios más solventes ya hace tiempoque interpretan los nuevos fenómenos comunicativoscomo prácticas culturales complejas.

Desde esta perspectiva, el “campo periodístico” —se-gún Pierre Bourdieu (1997:45)— “es un microcosmoscon leyes propias y que se define por la posición queocupa en el mundo global y por las tracciones y las re-pulsiones que recibe por parte de otros microcosmos”.En este sentido, para entender qué hace un determi-nado medio, por qué trata o no un tema y cómo lo abor-da, no sólo hay que saber quién es su propietario, sinoque hay que conocer la posición que ocupa en ese me-dio en el campo —un índice que se mide por su pesoeconómico, por su cuota de mercado, por su singulari-dad (modelo o formato, impronta tecnológica, forma/fondo, talante) entre otros parámetros—, pero tambiénhay que considerar su peso simbólico, más difícil de eva-luar; o sea, qué representa y si tiene o no influenciasobre los demás medios: por ejemplo, si impone o copiauna modalidad periodística.

Así, del mismo modo que la radio BBC fue durantemuchos años modelo de referencia para muchas emiso-ras de radio de todo el mundo, o el diario Le Monde, es-pecialmente entre los años sesenta y setenta, guía detantos periódicos de los denominados de calidad —de

Page 54: Los lÃmites de la globalización - e Systems

52

manera parecida a El País, en España y en Latinoamé-rica, en los últimos veinte años—, en la década de losnoventa de este fin de siglo, el faro televisivo es la ca-dena “todo noticias” norteamericana CNN. Su modelotelevisivo encarna los trazos característicos del mediode comunicación “urbi et orbi”, paradigma de la inci-piente sociedad de la información.

Asimismo, Bourdieu (1997:53) ha dicho que “el cam-po periodístico debe su importancia en el mundo socialal hecho de que ejerce un monopolio efectivo sobre losinstrumentos de producción y difusión a gran escalade la información y, a través de estos instrumentos,sobre el acceso de los ciudadanos corrientes pero tam-bién del resto de productores culturales —como seanexpertos, artistas, escritores— a lo que a veces se deno-mina ‘el espacio público’, es decir, a la gran difusión”.

Esta lógica refuerza la uniformidad mediática envez de la diversidad, hasta el extremo de imponer alconjunto del campo unos criterios comunes de selección,jerarquía e, incluso, de propuestas de interpretación.Dicha lógica se debe, en buena medida, a que los perio-distas interiorizan reglas y estrategias, mediante pro-cesos de asimilación que se expresan como esquemasde percepción de la realidad y que les lleva a actuar demanera similar a todos ellos. Esas regularidades aso-ciadas producen lo que Bourdieu denomina “habitus”,o sea, un “sistema de disposiciones durables, estructu-ras estructurantes predispuestas a funcionar como es-tructuras estructuradas” (1993:72).

De aquí la importancia de controlar el discurso perio-dístico contemporáneo o de masas, dado que medianteel mismo, la prensa, la radio y la televisión elaboranun universo de representaciones simbólicas con propues-tas de cosmovisiones, a la vez que construyen una rea-lidad propia con pretensiones de ser reflejo de la reali-

Page 55: Los lÃmites de la globalización - e Systems

53

dad social. El hecho de que los medios de comunicacióndestaquen algunos acontecimientos y que fabriquenotros con el fin de fijarlos públicamente es una cuestiónprimordial, y de ahí la importancia de la pugna de losmedios y de las fuentes por el control social de los proce-sos de codificar e interpretar la realidad, puesto que todasociedad instauradora de un orden económico, social,político… también lo es de un orden simbólico y cultural.

TRAMAS Y ESTRATEGIAS

DE LA GLOBALIZACIÓN

La potencia del “campo mediático” alcanza su ceniten los procesos semánticos de globalización, es decir, enlas tramas de instauración de conceptos tácticos queesconden geoestrategias económicas, políticas, milita-res… y cuyos significantes quedan acuñados como ex-presiones técnicas exentas de ideología. Dicho de otromodo, se trata de la purificación de voces y nociones, alas cuales se les desprovee de su carga de sentido, desu significado político-económico y sociocultural, pararellenarlas de otra significación y así rebautizarlas contérminos tecnológicos o científicos, en algunos casos demanera grosera como, por ejemplo, “ingeniería finan-ciera” en vez de “especulación financiera”. En otros, porsupuesto, la maniobra no es tan burda, es mucho mássutil y se inscribe en la construcción y renovación deldiscurso histórico, o sea, en el corolario que el Big Bro-ther de Orwell señalaba en la obra 1984: “quien domi-na el presente, controla el pasado; quien controla elpasado, es el amo del futuro”.

Esa manera de proceder, en los casos aparente-mente más neutros, responde a la lógica cibernética y ala eficacia del aprovechamiento de sinergías: lisa y lla-

Page 56: Los lÃmites de la globalización - e Systems

54

namente, está orientada a lo que los mismos impulsorescalifican del “arte de hacer propaganda del futuro”. Unpar de conocidos representantes serían Nicholas Ne-groponte y Bill Gates, ambos son —sin desmerecer enabsoluto su talento— excelentes vendedores de sus fan-tasías y de sus productos, de forma similar a las pro-ducciones de Steven Spielberg.

Al respecto de este último recordemos un caso pa-radigmático, el de los dinosaurios, cuyo esquema se-cuencial —que constata la lógica y eficacia menciona-das— fue el siguiente: un tema, los grandes saurios, serellena de sensación (de sensacional) más que de senti-do, hasta devenir casi un esbozo conceptual (una idea-fuerza que diría el marketing). A renglón seguido, sehace circular como una moda, a partir de la cual se pro-ducen diversos productos mediáticos, uno de los cuales—el más emblemático— es una película, Parque Jurásico.Ésta se publicita mediante diversas campañas, comple-mentadas con una vasta operación de merchandising(producción, promoción y venta de objetos y gadgetsvariados), resultando de todo ello la inducción de unfenómeno multidifundido, que favorece un éxito de es-pectadores y consumidores, y cuyo resultado general setraduce en un impacto social de considerables dimen-siones económicas y simbólicas. Si se me permite la bro-ma, la cuadratura del círculo de la cultura de masas.

Algunos codificadores profesionales denominarona ese estilo de producción y a su actuación paralelacomo “global”. He aquí uno de los términos emblema alos que me refería que ya ha hecho fortuna y que tanbuena pareja hace con sus sustantivos de primera, for-mando expresiones tales como “sociedad global”, “eco-nomía global” o “cultura global”. El sintagma global —co-mo ha recordado Armand Mattelart (1997:11) viene delos tiempos de la “guerra fría”, dado que el Pentágono

Page 57: Los lÃmites de la globalización - e Systems

55

tildaba a la Unión Soviética nada menos que de “enemi-go global” (cuya reminiscencia nos trae a la memoriadiversas producciones bélicas de la factoría Hollywood).

La entronización de la noción de globalización no ocu-rrirá sino en los años ochenta, bajo los auspicios de lageoeconomía, y no bajo los de la geopolítica, bajo el ti-món del pragmatismo del mercado y no bajo las especu-laciones de sociólogos y politólogos (Mattelart, 1997:12).

Después el término “global” se civilizaría gracias alingenio del comunicólogo Marshall MacLuhan, al fa-bricar la metáfora de la “aldea global”: aparentemente,todos conectados a escala planetaria e intercambiándo-nos información, omitiendo las desiguales posibilidadestecnológicas y el desequilibrio de los flujos comunicati-vos. Desde entonces, los mercaderes del futuro, me-diante refinadas o groseras manipulaciones, como seala prevaricación lingüística (ese fenómeno de usurpa-ción indebida de términos populares por parte de em-prendedores privados), cantan las excelencias de lo“global”, adjetivación que ha impregnado tantas cosas,gracias entre otros a los complejos mediáticos como laCNN, el diario USA Today e Internet. Incluso se hablade un “single global lifestyle” y cuya plasmación másgenuina la muestran algunos anuncios de trasnacio-nales que, para no hacer publicidad, omitiré.

Curiosamente, después del “fin de las ideologías”,del “fin de los bloques” y del “fin de la historia”, y mer-ced a los malabarismos del “pensamiento único” —aho-ra bajo una supuesta visión holística—, los estrategasdel futuro suelen simplificar la complejidad y desigual-dad de los sistemas sociales, a la vez que darles un airede unicidad global (¿comunidad del ciberespacio?, ¿co-munión de internautas?) al hablar de “sociedad de la

Page 58: Los lÃmites de la globalización - e Systems

56

información” o “sociedad digital” como si se tratara deun mundo único o una sociedad mundial homogénea,derivada de una supuesta cultura mundial y relativa-mente acorde con el denominado “pensamiento único”.

MÁS ALLÁ DE LA TECNOFOBIA

Y LA TECNOFILIA

Vayamos por partes, la expresión “sociedad de lainformación”, como hasta hace poco también se em-pleaba el término “sociedad de la comunicación”, es unenunciado equívoco porque, en rigor, toda sociedad porel hecho de serlo es de comunicación e información. Loque varía es, sobre todo, el carácter y la dimensión dela información y de la comunicación, y los cambios queen cada época y sociedad han afectado y afectan a lasformas de relacionarse, de vivir, de aprender y de tra-bajar. Hablar de una sola “sociedad de la información”es cuanto menos reduccionista y querer presentarlacomo algo homogéneo es tramposo, “cuando de lo querealmente se trata es de un conjunto de sociedades di-versas, con múltiples diferencias y desequilibrios, espe-cialmente en sus sistemas de información” (Moragas,1997:24).

Por tanto, sociedades de la información hay y habrátantas como ha habido y hay diferentes sociedades indus-triales, y unas y otras —desde la perspectiva informativo-comunicativa— no sólo se definen por la tecnología sinoen relación con la manera como ésta se inserta en unacultura específica. Por ejemplo, a Bill Gates o a la CNNno les interesamos suficientemente como ciudadanossino, sobre todo, como consumidores y, en consecuencia,su “sociedad de la información” no puede ser la nuestra,la de los ciudadanos libres y conscientes.

Page 59: Los lÃmites de la globalización - e Systems

57

Lo anteriormente dicho no niega que sus serviciosinformáticos y comunicativos no puedan servirnos,pero parece claro que su “sociedad de la información”no es particularmente la de los bienes públicos contex-tualizados o de las informaciones social y culturalmenterelevantes; su propuesta de “sociedad de la información”es la propia de un comercio de datos y acontecimientosque se interesa demasiado por lo supuestamente cos-mopolita, y muy poco por lo universal, por la diferenciay la identidad (salvo, por supuesto, que “el otro” o lo“local” puedan ser negocio, ya que en ese caso la dis-tinción es paternalmente tratada).

Por otra parte —como bien señala García Varela(1999)—, las prácticas, por ejemplo, de la empresa Mi-crosoft de Gates vulneran las libertades políticas y decomercio por el supercontrol en cuanto a organizar eintercambiar información que repercute en la industriay en las finanzas de tal manera que resulta una ame-naza para muchas actividades sociales relevantes y,por supuesto, para la privacidad de las personas.

Como bien recoge Moragas (1997:27), “en el mundocontemporáneo coexisten formas de vida y economíasmuy diversas y aun antagónicas. De manera que másque calificar a nuestra época, en su conjunto, como “lasociedad de la información” deberíamos hablar másbien de los modelos de desarrollo de los países ricos delplaneta que autodefinen sus propias estrategias eco-nómicas e industriales —sus nuevas políticas de comu-nicación— como sociedades de la información”.

De todos modos, sería un error repetir el viejo de-bate de los sesenta entre apocalípticos e integrados antela cultura de masas, en los términos en que lo planteóUmberto Eco. Es estéril plantearse el tema entre tec-nofobia y tecnofilia, ya que ello implica dirimir un asun-to importante y complejo entre quienes sienten terror

Page 60: Los lÃmites de la globalización - e Systems

58

ante las innovaciones tecnológicas por inútiles o per-versas y quienes las contemplan como propiedades idí-licamente transformadoras.

No es suficiente la crítica, deben conocerse y analizar-se sin prejuicios las nuevas tecnologías de la informacióny la comunicación, con el fin de plantearse propuestas deuso alternativo cuyos objetivos políticos y culturales seanradicalmente democráticos, como han manifestado EnricMarín y Joan Manuel Tresserras a propósito del impactosocial de las mismas:

Las tecnologías interactivas de la comunicación (TIC)modifican la experiencia del tiempo, del espacio y de larelación con la información, es decir, las relaciones en-tre las personas y entre las personas y el medio social ynatural. Pero estos cambios no serán “fatalmente” posi-tivos. Con respecto a las tecnologías de la información yla comunicación (TIC), el determinismo social tecnológi-co es una perspectiva atractiva pero falta de fundamen-to. La cualidad de las aplicaciones sociales de las nue-vas tecnologías dependerá de las opciones económicas ypolíticas que consigan abrirse camino. El protagonismocorresponde a las personas, a los sujetos sociales. Dichode otra manera: si queremos que las nuevas tecnologíassirvan para profundizar en la cultura democrática y enla cultura de respecto a la diversidad, es necesario laintervención social. Necesitamos políticas culturales y co-municativas cultas, innovadoras y progresistas (1998:10).

ILUSIONES Y FRUSTRACIONES

DE LA NUEVA SOCIEDAD

De momento, se pueden señalar algunas tenden-cias generales que parecen imponerse con la implanta-ción de las nuevas tecnologías de la información y la

Page 61: Los lÃmites de la globalización - e Systems

59

comunicación, a la vez que cabe recordar que —por ejem-plo— Internet no significa lo mismo en los distintos paí-ses del mundo y para los distintos sectores sociales.

Miquel de Moragas (1997:28-32) apunta cuatro ca-sos, en los que los nuevos procesos de digitalización de lacomunicación van a determinar cambios irreversibles.

1. Las innovaciones tecnológicas afectarán a la difu-sión de la televisión generalista y las formas más con-vencionales de “mediación” periodística.

2. Las nuevas tecnologías abren una nueva era parala ecología de las comunicaciones que, probablemente,comportará una convivencia de procesos comunicativoslocales y globales.

3. La producción de comunicación se incrementarágeométricamente y, en consecuencia, producir adquiri-rá una importancia capital. Porque no es cierto que“todo” está disponible en Internet, sólo está disponibleaquello que alguien ha producido previamente, con al-guna finalidad concreta y que ha puesto al alcance delos buscadores automáticos.

4. La hipertecnificación de la comunicación tal veznos lleve al redescubrimiento y revalorización de lacomunicación interpersonal y comunitaria, sin cachi-vaches digitales sofisticados, porque existe el peligro deque los adictos tecnocomunicativos acaben prisionerosde un “paraíso autista virtual”.

En años recientes ya se han puesto de manifiestoalgunos inconvenientes derivados de la sobreinformacióntecnologizada. Veamos dos asuntos:

I. Los franceses se comunican menos entre sí. Se-gún una encuesta realizada por el Instituto Nacionalde Estadística francés, entre 1983 y 1997 las conversacio-nes directas con vecinos, dependientes de los comerciosdel barrio, amigos, compañeros de trabajo y familiaresse redujeron, mientras otras formas de comunicación

Page 62: Los lÃmites de la globalización - e Systems

60

mediatizadas —como, por ejemplo, a través del teléfo-no— se incrementaron.

II. El uso regular de Internet genera depresión, ais-lamiento y adicción. Un estudio, publicado en septiem-bre de 1998 en The American Psycologist, reveló queusar varias horas a la semana Internet podía generardepresión y aislamiento del individuo, porque las rela-ciones virtuales no ofrecen el apoyo y calor necesariospara el bienestar y la estabilidad. Un año después, laAsociación Americana de Psicología señaló que unosonce millones de personas de todo el mundo —el 6% delos usuarios— sufren adicción (en el sentido médico de lapalabra) a Internet. Según el estudio realizado entre17.251 cibernautas de todo el mundo, los adictos a In-ternet están destruyendo matrimonios, causando pro-blemas a los niños, cometiendo actos ilegales y gastan-do mucho dinero.

Así las cosas, se comprende que haya voces muycríticas con el encantamiento de la “sociedad de la in-formación”, como sea el caso del filósofo José AntonioMarina, quien establece tres formulaciones en respues-ta a lo que él mismo denomina el “timo” de esa socie-dad. “Primera: se presenta como liberadora cuando estáproduciendo sistemas solapados de dominio y sumi-sión. Segunda: parece favorecer la igualdad cuandoestá produciendo o manteniendo todo tipo de desigual-dades. Tercera: aparenta estar al servicio del ser huma-no, pero la ideología que transmite convierte al sistemainformático en autosuficiente, importante, divino, to-dopoderosa es la red, mientras que los hombres quedanreducidos a meros servidores, basura biográfica inter-cambiable” (1998:9). De aquí que este autor reivindi-que una “sociedad del aprendizaje y de la autonomíapersonal”:

Page 63: Los lÃmites de la globalización - e Systems

61

No se trata de conectarse a la red, sino de tener los co-nocimientos necesarios para aprovecharse de ella. Cadavez que alguien sugiere que prescindamos de nuestramemoria personal para confiar en la memoria globaldel ordenador nos está incitando a la esclavitud. Sólodesde lo que sabemos podemos asimilar, comprender,juzgar lo que leemos en la pantalla. La sociedad actualnos exige ser más sabios, más instruidos. Sustituir esacostosa exigencia personal por el mito de la red comopanacea es el núcleo del timo de la sociedad de la infor-mación. Es una llamada a la felicidad absolutamenteengañosa (Marina, 1998:10).

EL NUEVO PERIODISMO GLOBAL

Otro tema relacionado con el denominado “globalis-mo”, dentro del “campo mediático”, y al que me quieroreferir es lo que se conoce como nuevo “periodismo global”,puesto que no sólo ejemplifica algunas de las cuestio-nes hasta ahora planteadas, sino que muestra de ma-nera palmaria los cambios principales en la labor pe-riodística, algunas de cuyas consecuencias nefastas yaempiezan a apreciarse. El llamado nuevo “Global Jour-nalism” hace referencia no a la información de hechosrelevantes internacionales que solían (y suelen) tratarlos diarios de élites, sino a aquel que conforma unaagenda temática inducida por la globalización culturalen tanto que estrategia político-económica mundial.

Ese nuevo periodismo global se forja en torno a 1990debido a ciertas aplicaciones tecnológicas (como son lascámaras autónomas de televisión, los teléfonos celula-res y los equipos ligeros de transmisión vía satélite), enel marco de la trascendencia de ciertos hechos que seconvirtieron, por su envergadura, pero también por sudimensión de noticia mediática mundial, en aconteci-

Page 64: Los lÃmites de la globalización - e Systems

62

mientos históricos transmitidos casi al momento, cues-tión ésta inusual y excepcional hasta entonces.

En torno a 1990, la televisión relevó definitivamen-te a la prensa escrita —incluso a la de mayor calidad einfluencia— en cuanto a ser el medio informativo nosolamente de mayor audiencia e influencia, aspectosestos que ya venían de lejos, sino que se convirtió endominante y de referencia obligada para los demásmedios, o sea, el que marca las pautas, selecciona mu-chos temas, impone los enfoques, fuerza los debates,escoge los escenarios, legitima a los personajes, etc. Yalgo que es crucial en la cultura periodística, la televi-sión pasó a ser el medio que define el estilo de qué esnoticia, es decir, qué es lo excepcional para los profesio-nales y cómo lo excepcional debe presentarse (GómezMompart y Marín, 1999:251).

De ese modo y a partir de ese momento, el denomi-nado “periodismo global” estará muy pendiente de latelevisión, puesto que este medio describe y ordena la re-presentación del mundo compartido por millones de ciu-dadanos de todo el planeta. Con arreglo a esa matrizperiodística, la mayoría de los profesionales de la in-formación elaboran el discurso sobre el mundo comúncontemporáneo. Y lo hacen sin olvidar algo que tam-bién ha inducido la televisión, la lucha por la audien-cia. Hasta entonces, algunos diarios denominados de“referencia dominante” (como, por ejemplo, The Times,Le Monde, The New York Times o The Washington Post)actuaban de polo de atracción y prescribían lo impor-tante de la información. Finalmente, había llegado elturno de la televisión.

En esta etapa de la historia del periodismo, la ver-sión de la televisión se ha impuesto, en especial, por sucapacidad instantánea de mostrar con emoción el pa-trón verídico de las noticias o, al menos, el más verosí-

Page 65: Los lÃmites de la globalización - e Systems

63

mil. La verdad que se acepta como el hecho noticiosopor excelencia de esta época es, en definitiva, la con-vención cultural de la información televisiva, cuya moda-lidad más potente y actual es la información en “tiem-po real”. Sin embargo, la información en “tiempo real”,habitualmente denominada “en vivo” o “en directo” es,en esencia, la menos real, o sea, la menos profunda yexplicativa. Esa información en “tiempo real” suele sersuperficial y espectacular, en la cual el periodista, amenudo, desaparece e irrumpe la noticia, que no hayque confundir con el hecho. A este respecto, permítase-me recordar que la noticia —en su sentido estricto pe-riodístico— es un artificio que sirve para narrar o des-cribir un hecho, extraído y a veces descontextualizadode la realidad, a través de unas técnicas institucionaliza-das y mediante unas rutinas productivas, con el fin de pre-sentar un mundo verosímil que pretende legitimarse.

CRISIS DE LA INFORMACIÓN

CONVENCIONAL

La información televisiva, en la etapa de la instan-taneidad, cuyo paradigma es la cadena “todo noticias”CNN Internacional, ha impuesto un patrón periodísticoque difícilmente rehúye, desde los primeros años no-venta, ningún canal de televisión. Es decir, el modelode información inmediata y entretenida, marcadamentevisual y emocional, donde apenas hay edición o mon-taje de la noticia y donde el periodista se diluye mien-tras emerge el testigo de los hechos como protagonistay —en buena medida— relato de los hechos.

Dentro del nuevo esquema y tratamiento informa-tivo de la televisión en “tiempo real”, el periodista ape-nas es un filtro honesto o intermediario ético entre el

Page 66: Los lÃmites de la globalización - e Systems

64

acontecimiento y el receptor, dejando al televidente alalbur de visiones y testigos, cuando ver no quiere decirentender ni que los testigos tampoco sean ningunagarantía de que entienden los hechos ni mucho menosque estén capacitados para explicarlos. Ése fue, porejemplo, el caso de los noticiarios de televisión sobre he-chos tales como la caída del dictador Ceauscescu deRumania (1989), la Guerra del Golfo Pérsico (1991), elasalto del Parlamento de Moscú (1993), buena parte dela guerra étnica en la antigua Yugoslavia o los geno-cidios, entre otros, de Ruanda o el Zaire. Una fórmulasimple, pero de consecuencias preocupantes: mostrar ymostrar imágenes dramáticas, sin casi explicar el con-texto, mientras testigos de los hechos, pillados in situ,hablaban de sus percepciones (Gómez Mompart y Ma-rín, 1999:254).

Afortunadamente, algunos largos y buenos repor-tajes de periodistas bien documentados, con el comple-mento de analistas especializados, explicaron despuésel significado de aquellos hechos, así como desmintie-ron muchas de las imágenes y datos, restituyendo elsentido verdadero de acontecimiento y noticia, a la vezque dieron la dimensión acertada de hecho, noticia yacontecimiento. Un ejemplo destacado fue el magníficodocumental de la BBC de cuatro capítulos, emitido en1996, al cumplirse un lustro de la Guerra del Golfo,que abordaba las principales mentiras y medias verda-des de aquel singular conflicto bélico tan mediático.Pero la audiencia de esos excelentes documentales esbastante inferior a la de los telediarios; además, buenaparte de consumidores de esa clase de informativos es-peciales, hechos con seriedad profesional, suelen serlectores asiduos de diarios y de revistas de calidad queprofundizan en los hechos y en las situaciones. Por elcontrario, la gran mayoría de telespectadores se queda

Page 67: Los lÃmites de la globalización - e Systems

65

con aquella primera versión, tan impactante como su-perficial, porque ya hace bastantes años que entramosen la época de las noticias sencillas, rápidas y emotivas.

Algunos de los hechos noticiosos relevantes, ante-riormente aludidos, y un conjunto de factores hicieron,durante la década de los años noventa, que el periodis-mo convencional entrara en crisis hasta el punto deque autores —entre otros, Squires (1993) y Ramonet(1998) — hablaran de la “muerte del periodismo”. Lastransformaciones radicales en el periodismo occidental,cuya transición se inició en los años ochenta pero quesus efectos palpables e inquietantes no se percibieronhasta años después, pueden contemplarse en una do-ble cara como causa y efecto de signo distinto:

a) Frente a los problemas derivados de las innova-ciones tecnológicas, éstas supusieron también amplia-ción de los sistemas informativos.

b) Las crisis políticas (como el fin de los “bloques” yla “guerra fría”) implicaron desconfianza de las ideolo-gías holísticas.

c) Los cambios socioideológicos, que hicieron emer-ger el denominado “pensamiento único”, dispararon lacontestación pacifista-ecologista e hicieron aflorar nue-vas formas de organización y acción social.

d) A la par que aparecían grandes complejos tras-nacionales, derivados de la concentración multimediática,proliferaron los medios de comunicación de proximidad.

e) Las modificaciones en el sector de los periodis-tas (formación, estatus, condiciones de trabajo, moda ycultura profesionales, etc.) evidenciaron el malestar demuchos profesionales por la precarización laboral y larutinización profesional.

f) El auge del valor-noticia sensacional implicó laruptura de la hegemonía de lo noticioso de los medioselitistas de prensa.

Page 68: Los lÃmites de la globalización - e Systems

66

Como resultado de todo ello, se constataron, sobretodo, los aspectos siguientes:

• crisis del periodismo de indagación e investiga-ción;

• crisis del periodista como intermediario;• crisis del periodismo interpretativo-racional;• crisis del periodismo como servicio público en tan-

to que control cívico;• crisis del periodismo informativo de datos/hechos

y de lo nuevo (lo no anunciado);• crisis del periodismo independiente y crítico;• crisis del periodismo de noticias socialmente rele-

vantes, y• crisis del corresponsal y del fotoperiodista de gue-

rra críticos y con background de los hechos a informar.

ALGUNAS CONSECUENCIAS

EN EL CASO ESPAÑOL

Otro tanto podría decirse de los principales factoresintrínsecos a los medios periodísticos españoles que, enlos últimos años, están determinando las orientacionessociocomunicativas de los muchos periodistas, en granmedida, como consecuencia de las batallas que se li-bran en el “campo mediático” y de la coyuntura queéste presenta actualmente. En algunos aspectos, pa-radójicamente, el desarrollo del sector, así como su bo-nanza al menos en términos económicos y publicitarios,más que enriquecer el periodismo en su conjunto parecenempobrecerlo. Veamos algunos ejemplos (Gómez Mom-part, 1999:216-217):

• La liberalización de la actividad informativa, trasla ruptura de los medios estatizados o del monopolio deTVE, no ha supuesto mayor pluralidad, sino el forta-

Page 69: Los lÃmites de la globalización - e Systems

67

lecimiento de complejos multimedia y del efecto queElisabeth Noelle-Neumann (1995) denomina “espiraldel silencio”.

• La proliferación de gabinetes de comunicación noha representado un desarrollo comunicativo, sino elretroceso del “periodismo de calle”, o sea, del periodismoque sale de la redacción a indagar los hechos. Y, por elcontrario, se ha producido una inflación de noticiasinstitucionales vía fax o correo electrónico.

• La regularidad de sondeos de opinión y de estu-dios de audiencia ha reforzado los estereotipos sociopo-líticos y los clichés sobre los ciudadanos (cada vez másdegradados a simples consumidores), contribuyendo aque bastantes periodistas planifiquen sus reportajescon arreglo a unos patrones previamente diseñados.

• El despliegue de medios y modalidades periodísti-cas de todo tipo ha ido emparejado al estrechamientode las prácticas periodísticas y a una estandarización delas rutinas profesionales, hasta el punto de que la prolife-ración de emisoras y cadenas de televisión, en vez deaumentar la pluralidad, ha reforzado la redundancia.

Asimismo, otros factores concretos relacionados conlos cambios socioprofesionales ocurridos en el gremioperiodístico han supuesto resultados contradictorios(Gómez Mompart, 1999:217):

1) a mayor democratización del origen social de losperiodistas, más “pensamiento único”;

2) después de aumentar la formación cultural-pro-fesional de los periodistas, también se ha incrementadola trivialización informativa y temática;

3) pese al notable crecimiento del número de muje-res incorporadas al sector profesional, siguen predomi-nando los enfoques androcéntricos, y

4) a pesar del rejuvenecimiento del gremio perio-dístico, escasea la innovación.

Page 70: Los lÃmites de la globalización - e Systems

68

En definitiva, el aspecto que caracteriza al perio-dista tipo español, precisamente por factores generalesy por la fuerza centrípeta que condiciona el “campomediático” internacional, parece estar en sintonía y ali-neado con los estándares de sus homólogos de socieda-des occidentales convencionalmente desarrolladas. Esuna singularidad que redefine el rol profesional o, si sequiere, lo amplía, y que, sintéticamente, responde al si-guiente esquema:

• el paso de periodista a comunicador;• el cambio de informador a entretenedor, y• la transformación de intermediario en mediador,

que en el caso de los “periodistas estrella” se conviertenellos mismos en medio de comunicación.

REFERENCIAS

Bourdieu, P. (1997): Sobre la televisió, Barcelona, Edi-ciones 62.

Bourdieu, P. (1993): Cosas dichas, Barcelona, Gedisa.García Varela, A. (1999): Stop Gate. Now, Madrid, Fo-

ca Investigación.Gómez Mompart, J.L. (1999): “Transformaciones socio-

comunicativas del periodista en la España democrá-tica”, en C. Barrera (coord..): Del gacetero al profe-sional del periodismo, Madrid, Fragua / AHC.

Gómez Mompart, J.L. y Marín, E. (eds.) (1999): Histo-ria del periodismo universal, Madrid, Síntesis.

Marín, E. y Tresserras, J.M. (1998): Seguiment de l’im-pacte social de les tecnologies de la informació i lacomunicació (1/3), Barcelona, FUS, Grup de Fun-dacions, nº 2, mayo.

Marina, J.A. (1998): “El timo de la sociedad de la in-formación”, Quaderns del CAC, 2.

Page 71: Los lÃmites de la globalización - e Systems

69

Mattelart, A. (1997): “Utopía y realidades del vínculoglobal. Para una crítica del tecnoglobalismo”, enDiálogos de la Comunicación, 50.

Moragas, M. de (1997): “Las ciencias de la comunica-ción en la ‘sociedad de la información’ ”, en Diálo-gos de la Comunicación, 49.

Noelle-Neumann E. (1995): La espiral del silencio. Opi-nión pública: nuestra piel social, Barcelona, Piadós.

Ramonet, I. (1998): La tiranía de la comunicación, Ma-drid, Debate.

Squires, J. (1993): ¡Chantaje a la prensa! La comuni-cación en manos de las grandes multinacionales,Barcelona, Prensa Ibérica.

Page 72: Los lÃmites de la globalización - e Systems

ESTOY muy agradecido por su invitación a los organiza-dores de estos actos de celebración del doctorado Hono-ris Causa concedido por la Universitat Rovira i Virgilide Tarragona al Profesor Noam Chomsky. La gratitudva mucho más allá del protocolo de rigor en estos ca-sos. Pues Noam Chomsky —permítanme que me vayadespojando ya de la etiqueta académica— reúne doscosas muy difíciles hoy de ver juntas, y es a saber: sucondición de sabio, de científico innovador y riguroso,de paladín, si ustedes quieren, de la discusión racio-nal, de la argumentación objetiva y de la honradezintelectual, por un lado; y por el otro, su condición dehombre de acción insobornablemente, radicalmente crí-tico de la injusticia, la opresión, la manipulación de lasconciencias y la explotación.

Quisiera empezar contándoles una anécdota queexplica el tema, un poco raro, que he elegido.

Este simposio, como seguramente todos ustedes re-cordarán, tendría que haberse celebrado en enero, pero

Capítulo 3

ALGUNOS ENIGMAS DE LA RACIONALIDAD ECONÓMICA*

por Antoni Domènech

* Texto elaborado a partir de la transcripción realizada por Mar-ta Domènech de una grabación magnetofónica.

Page 73: Los lÃmites de la globalización - e Systems

71

acabó retrasándose, por los motivos que fueran y queignoro en estos momentos. De modo que he tenido tiem-po bastante para pensar qué podía decir yo en un actocomo éste, aparte de sentirme muy honrado de partici-par en él. Pero la primera vez que el profesor García-Albea me llamó a mi despacho (yo estoy en una facul-tad de ciencias económicas, en una posición un tantoinsólita de profesor de filosofía entre economistas), es-taba un catedrático amigo mío de teoría económica; lecomenté la invitación y salimos a hablar de Chomsky.He de aclarar que se trata de un académico, como lamayoría de catedráticos de teoría económica, más bienconservador. (Dicho sea de paso: hay pocos economis-tas competentes que no sean más bien conservadores;Abba Lerner, uno de los grandes economistas de estesiglo que ahora está acabando, dijo una vez que cuan-ta más teoría económica sabe uno, más de derechas sevuelve. Hay excepciones, por supuesto, como la de Amar-tya Sen, el Premio Novel reciente que la gente de iz-quierda hemos saludado con mucho entusiasmo.)

Pues bien; este profesor y amigo de talante conser-vador me hizo un comentario del siguiente tenor: “estábien, Chomsky, según creo, es un científico de primerorden, que se ocupa de esas cosas raras de la lingüísti-ca y la psicología cognitiva, pero su mente debe estargravemente escindida, porque evidentemente su acti-vidad científica principal no tiene nada que ver con loque hace como pensador social y como publicista políti-co; en este terreno no es científico, dice cosas incohe-rentes, superficiales, etc.”.

Casualmente, me encontré hace 3 o 4 días al mis-mo profesor, que también estaba un poco irritado porla concesión del premio Nobel a Amartya Sen, y vino adecir algo así como que Amartya Sen “sí es un filósofosocial y moral tal vez interesante, pero no ha hecho

Page 74: Los lÃmites de la globalización - e Systems

72

trabajo técnico serio y original en economía”. (Y no deja-ré pasar la ocasión de decir, por mi parte, que eso meparece una falsedad; es un socorrido baldón que se haechado encima del profesor Sen, el cual es un econo-mista matemático estupendo que ha hecho contribucio-nes magníficas y originales. Pero, en fin, los conserva-dores, incluso los distinguidos y honorables —como estecolega mío—, casi siempre buscan una y otra forma—más o menos elegante, según sea la índole de su tra-to social—, pera descalificar al pensamiento no acomo-daticio. Y así, Chomsky sería un gran científico, perosus ideas sociales y políticas estarían totalmente des-conectadas del núcleo duro de su posición científica, yAmartya Sen, un filósofo más bien rarito, acaso intere-sante, pero sin trabajo serio y original en la teoría eco-nómica pura y dura.)

A raíz de esa conversación, pensé que una cosa quepodría tratar de hacer yo aquí era bajarles un poco loshumos a los economistas ortodoxos más coriáceos, y mos-trar que si éstos se interesaran un poco por la psicologíacognitiva y aprendieran algunas de las cosas que losque nos dedicamos a la filosofía de la economía, perono tenemos la estrecha mentalidad de idiotés acadé-mico —ni, todo hay que decirlo, la premeditación par-tidista de los mandarines del stablishment—, hemosaprendido de Chomsky, pues, que esto podría tenerconsecuencias muy serias para el núcleo duro de la teo-ría económica. Así que voy a tratar de hablar un ratode esto, obviamente, sin presuponer que ninguno deustedes sabe muchas cosas sobre el núcleo medular de lateoría económica.

Por lo pronto, lo que posiblemente sí sabrán es queno sólo los economistas de la corriente principal sonmuy soberbios, sino que la teoría económica académica,la teoría económica estándar, es, de todas las teorías

Page 75: Los lÃmites de la globalización - e Systems

73

empíricas, probablemente (esto es una afirmación unpoco aventurada, pero yo me jugaría una gran canti-dad de dinero, y no tengo mucho, a que esto es así), lateoría con mayor impacto práctico en nuestras vidascotidianas. Hay muchas teorías empíricas muy reputa-das y muy fiables epistémicamente; tanto, que todosapostaríamos la vida a que aproximadamente son co-rrectas. La teoría general de la relatividad o la electro-dinámica cuántica, por ejemplo, que tienen resultadosasombrosos en punto a predicción. (La electrodinámicacuántica, por ejemplo, hasta donde yo sé la más infor-mativa y predictiva de las teorías empíricas, puede pre-decir con un margen de error de 11 decimales, que escomo predecir la distancia entre Tarragona y Pekíncon un margen de error inferior al diámetro de un ca-bello humano.) Pero apenas tienen impacto práctico,tecnológico o industrial en nuestras vidas. La teoríageneral de la relatividad, por ejemplo, ninguno; lasnaves que envían al espacio los de la NASA, las man-dan suponiendo básicamente que la mecánica clásicade partículas newtoniana es correcta; la tecnología delas naves espaciales es newtoniana. Y el hecho de quela teoría general de la relatividad no tenga el menorimpacto práctico en nuestras vidas no quita en nadapara que nos parezca una teoría muy fiable. Pero dar-se cuenta de ello impresiona, claro, porque es la teoríacientífica más famosa y popular del siglo XX. (Hay mu-chas otras teorías científicas de nulo o escaso impactopráctico-tecnológico, dicho sea de pasada. Aunque losideólogos seudorrománticos del carácter tecnológico-instrumental de la ciencia parecen no haberse entera-do de eso.)

Con la teoría económica ocurre, en cambio, lo con-trario: es una teoría muy dudosa, epistémica y metodo-lógicamente hablando. La mayoría de los que nos de-

Page 76: Los lÃmites de la globalización - e Systems

74

dicamos profesionalmente al estudio de los problemasmetodológicos de la ciencia económica, con indepen-dencia de la diversidad de diagnósticos, coincidimos,por ejemplo, en que es una teoría sin éxito predictivorelevante alguno, con una tasa de pronósticos acerta-dos mucho más baja, por ejemplo, que la de la biologíaevolucionaria, la cual, como se sabe —y por muy bue-nos motivos— sólo es capaz de anticipaciones o de re-trodicciones relativamente vagas.

Sin embargo, aunque las predicciones de la teoríaeconómica no llegan ni a vagas, esa teoría gobiernanuestras vidas: las tasas de interés que ustedes pagana sus bancos, las hipotecas que les conceden, el que lescongelen el sueldo o no —si son funcionarios—, las in-versiones que se realizan en un país, etc., todo esto ocu-rre, entre otras cosas, porque hay personas con muchopoder que creen que básicamente la teoría económicaortodoxa es correcta.

Tenemos entonces esta situación, caracterizable entres puntos. En primer lugar, la teoría económica tieneun impacto enorme en nuestras vidas, porque hay gen-te con un gran poder de decisión que usa esta teoríacomo guía de su curso de acción. En segundo lugar,sin embargo, todos los especialistas coinciden en que lateoría económica es una teoría poco fiable epistémica-mente (y de forma muy señaladamente crítica, los quecreemos que el de predictibilidad es uno de los criteriosde bondad cognitiva más importantes). La situaciónresulta un poco cómica, porque mientras tenemos unalegión de periodistas, tertulianos y políticos profesiona-les que se llenan la boca con “curvas de indiferencia”,“eficiencia de los mercados libres”, “tasas de descuentodel futuro”, “racionalidad de los agentes económicos”,etc., el grueso de los especialistas de verdad en cienciaeconómica son supremamente cautos y escépticos res-

Page 77: Los lÃmites de la globalización - e Systems

75

pecto de la ciencia por ellos cultivada. A finales de lossetenta, una divertida encuesta realizada entre parla-mentarios británicos, arrojaba como resultado que lagran mayoría de ellos —incluidos los laboristas— des-confiaba completamente de las bondades de la econo-mía pública, según recomienda el análisis económicoortodoxo. Divertidamente, esa misma encuesta, reali-zada entre economistas profesionales, daba por resul-tado que una holgada mayoría de ellos juzgaba muyimportante el papel de la economía pública.

Para hacer más irónica la situación —y éste es mitercer punto—, a pesar de que la teoría económica ge-nera escepticismo epistémico entre muchos de sus cul-tivadores, y precisamente entre los más distinguidos, laprofesión como tal está orgullosa de su disciplina. No esinfrecuente escuchar de labios del mismo economistacrítico, y aun hipercrítico, con su disciplina, que la cien-cia económica es la “reina de las ciencias sociales”, queel edificio matemático que ha construido es admirable,que su grado de precisión y refinamiento conceptual esinmejorable, que la comunidad de economistas es unaverdadera comunidad científica que comparte herra-mientas analíticas y patrimonio conceptual, etc.

El caso es que las tres cosas son verdad: la teoríaeconómica influye decisivamente en nuestras vidas; lateoría económica no es nada fiable como teoría empí-rica; y en el haber de la teoría económica hay que car-gar grandes logros. ¿Cómo se entienden las tres cosasjuntas?

En un estudio bibliométrico famoso sobre una delas más importantes revistas de ciencia económica, larevista Econométrica, se constataba que el 55% de losartículos publicados por ella eran de pura matemática,sin referencia ni pertinencia empírica de tipo alguno. Yotro 22% eran ejercicios matemáticos con datos casual-

Page 78: Los lÃmites de la globalización - e Systems

76

mente recogidos, pero no sistemáticamente dispuestospara poner a prueba la teoría. Traigo este estudio (delque el Premio Nobel de Economía Leontiev se sirvióhace ya unos cuantos años para realizar su devasta-dor diagnóstico sobre el estado actual de la disciplina)a colación para apoyar la siguiente conjetura: que esverdad que la teoría económica y sus cultivadores hanconseguido cosas impresionantes y respetables, perocomo matemáticos, o en el mejor de los casos, como ma-temáticos aplicados, no como científicos empíricos.

No me extenderé en esto, obviamente, salvo parareconocer de muy buen grado que cierto fundamentotiene la arrogancia de los economistas, puesto que sonmagníficos matemáticos aplicados e incluso grandesexportadores de herramientas matemáticas a otrasdisciplinas empíricas que, dicho sea de paso, suelen uti-lizarlas con más éxito que ellos. Por ejemplo, la biologíaevolucionaria ha sido fecundada en los últimos 20 añospor la importación de herramientas de teoría de juegos,que es un instrumento matemático diseñado original-mente por economistas. Hace ya cerca de veinte añosque en un libro hoy famoso el biólogo Maynard Smithdio el tipo de salida, empleando la teoría matemáticade los juegos de estrategia para forjar ideas muy im-portantes en la teoría evolucionaria contemporánea, yseñaladamente, la de las estrategias evolucionariamenteestables.

Precisamente de lo que ahora quisiera hablarlesno es tanto de la pobreza empírica de la ciencia eco-nómica, ni de si es o no importante que sus supuestossean realistas, ni de la debilidad de su poder predictivo,sino de algo que, una vez más, resulta chocante y pa-radójico, y es a saber: que siendo ahora mismo la teoríaeconómica —como rama de la matemática aplicada; nocomo disciplina empírica— una exportadora neta de

Page 79: Los lÃmites de la globalización - e Systems

77

herramientas matemáticas a otras disciplinas —comola biología evolucionaria—, está ella misma en un in-creíble estado de aislamiento respecto del resto de laciencia, y en particular, respecto de las ciencias vecinas.Los economistas, incluso los mejores o los más sensibles,están como cortados del resto del mundo académico. Laciencia económica vive de espaldas a la psicología cog-nitiva, a la biología evolucionaria, a la inteligencia ar-tificial, a la teoría de la computación, y hasta, por in-audito que resulte, a la sociología y a la antropología.A muy pocos economistas les intrigan los resultados delas disciplinas aledañas, y aquellos a los cuales les re-sultan éstas atractivas o llamativas, sólo a título decuriosidad personal; no porque consideren que estopuede ser más o menos importante para el cultivo desu ciencia.

Tanto más sorprendente resulta eso si de reparaen el hecho de que el núcleo científico de la teoría eco-nómica es la hipótesis de que los agentes económicosson individuos racionales. El de racionalidad es, claroestá, un supuesto de comportamiento de los humanos,y por estilizado, abstracto y cauteloso que sea ese su-puesto, es de creer que algo dice sobre la psicología hu-mana. Y bien es verdad que al comienzo de la revolu-ción marginalista de finales del siglo pasado, cuandoprincipió el cambio conceptual y de instrumental ana-lítico que ha acabado dando lugar al tipo de disciplinaque se cultiva ahora, hubo por parte de los marginalistasuna invocación explícita a los resultados de la psicolo-gía académica de su tiempo, a cosas como la ley de Fech-ner-Weber, etc. Todo cambió radicalmente a partir delos años veinte y treinta de este siglo que ahora acaba,es decir, cuando la línea teórica conductista se impusocomo la corriente principal en los ámbitos de la psicolo-gía académica. Por motivos a los que acaso habrá oca-

Page 80: Los lÃmites de la globalización - e Systems

78

sión de aludir más adelante, el prestigio del conduc-tismo llevó a la teoría económica, primero, a introducircuriosos cambios léxicos travestidos de innovacionesconceptuales más o menos radicales (dejó de hablarse,por ejemplo, de “preferencias” de los agentes económicos,para hablar de “preferencias reveladas” por la “con-ducta” de los individuos), y luego, a presentar la hipó-tesis central de la racionalidad en formatos cada vezmás apsicológicos, tendentes a hacer de esa hipótesisalgo de todo punto independiente conceptualmente delos resultados de la psicología empírica.

La idea que subyace a la hipótesis de racionalidadde los agentes económicos es que si tenemos individuosdotados con un conjunto de creencias —representablesmatemáticamente como asignación de probabilidades alos diversos estados posibles del mundo—, un conjunto dedeseos que cumplen determinadas propiedades de ordenmatemático —la más importante de las cuales es que losdeseos son transitivos—, que permiten su representaciónen una función de utilidad continua y continuamentediferenciable en todos sus puntos; si tenemos todo eso,entonces podemos predecir la acción de esos individuosdiciendo que, dadas sus creencias o expectativas y dadossus deseos o preferencias, los agentes elegirán aquelcurso de acción que maximiza su función de utilidad.

En un sentido, y en contra de lo que dicen muchosde sus críticos superficiales, la hipótesis de racionalidadno es muy exigente. Pues para ser racional en esta acep-ción del término, basta que, cualesquiera que ellas sean,las creencias de los individuos sean consistentes (queno haya contradicciones en lo que creen); y que, cua-lesquiera que sean, sus preferencias puedan ser orde-nadas de modo que se respete la transitividad (si yoprefiero A a B y B a C, no es posible que sea racional yprefiera al tiempo C a A).

Page 81: Los lÃmites de la globalización - e Systems

79

Una vez entendido así, el supuesto de racionalidades, al par que poco exigente en apariencia, muy atrac-tivo, porque responde a intuiciones muy bien ancladasen todos nosotros sobre el modo de funcionar la mentehumana en relación con la acción y el comportamientosocial. Navegamos por la vida social —nos demos o nocuenta de ello— atribuyendo constantemente estadosmentales a los demás: estados mentales subjetivos do-xásticos —creencias— y estados mentales subjetivosvolitivos o conativos —deseos, preferencias—. Atribui-dos esos estados a los demás, entendemos su comporta-miento, su acción, nos lo explicamos, y aun podemospredecirlo. Gracias a esa atribución de estados menta-les doxásticos y volitivos a los demás hacemos tambiénotras cosas: condenamos o justificamos su acción, porejemplo. No es lo mismo que alguien llegue tarde a unacita con nosotros, si suponemos que quería llegar pun-tual pero perdió el tren por culpa de una huelga de trans-portes, que si suponemos que no quería llegar puntual.En general, atribuidos creencias y deseos a alguien, po-demos predecir su acción (o condenarla, o justificarla, oexplicárnosla).

También: vista una acción, y atribuidos unos deseosa alguien, podemos inferir sus creencias; vista una ac-ción, y atribuidas unas creencias a alguien, podemosinferir sus deseos. En el triángulo hermenéutico Creen-cias-Deseos-Acción, conocidos dos de sus vértices, pode-mos inferir el tercero. La teoría matemática de la elec-ción racional, que es el núcleo de la teoría económica,es en realidad una formalización refinada de esta psi-cología de sentido común —la folk psychology— quenos habilita para transitar —con relativo éxito— por lavida social.

Y con la teoría matemática de la elección racionalocurre esto, tan singular: que se ríen y maldicen de ella

Page 82: Los lÃmites de la globalización - e Systems

80

como prima facie absurda y desatentada (“¿cómo van aser racionales los individuos?”, “¿quién puede creer quetodos estamos constantemente calculando y maximi-zando utilidades?”, etc.) sólo aquellos a quienes resultaimpenetrable y de todo punto ajeno el aparato formalcon que se presenta; mientras que, en cambio, a aquellosque han conseguido pasar con éxito el —más bien mo-desto— rito iniciático de la disciplina matemática, comoentienden cabalmente que esa teoría no hace en buenamedida sino expresar las verdades del barquero de lavida social cotidiana, esa teoría les resulta la manifes-tación misma del sentido común más elemental y, por lomismo, se le vuelve inatacable con cualesquiera argu-mentos… y, desde luego, con argumentos empíricos.

Comencemos por decir que, en contra de lo que mu-chas veces se piensa, este supuesto de racionalidad —osea, la matematización de la psicología de sentido co-mún, la psicología no científica o folk psichology—,tiene pocas consecuencias, incluso al nivel agregado,para que tenga algunas implicaciones informativas einteresantes. Para que este supuesto de conducta delos agentes pueda convertirse en una teoría de la eco-nomía, son necesarias otras conjeturas auxiliares o másduras o más fuertes o más robustas. Y curiosamente,aun cuando la teoría económica es supuestamente in-dividualista metodológica —porque parte exclusiva-mente de la conducta de individuos y de agentes queinteractúan entre sí—, una de esas conjeturas auxilia-res es que para que los individuos sean racionales de-ben darse un conjunto de propiedad digamos “estruc-turales”. Parece imposible llegar a ser racional en elsentido técnico del concepto (o sea, maximizar funcio-nes de utilidad, elegir cursos de acción que maximicennuestras preferencias), si estamos en situaciones fuerade equilibro general y si no hay competición perfecta.

Page 83: Los lÃmites de la globalización - e Systems

81

¿Por qué? Pues por un motivo bastante sencillo decomprender: cuando nosotros tratamos de elegir nues-tro curso de acción, de elegir la conducta que maximizanuestra función de utilidad, tenemos muchas restriccio-nes. Algunas de ellas son muy importantes económica-mente, pero no plantean problemas metodológicos. Porejemplo, la restricción de nuestro bolsillo: si vamos acomprar unos zapatos y no tenemos más de 10.000 pts.para comprarlos, eso es una restricción objetiva. Peroluego hay unas restricciones más curiosas, psicológica-mente interesantes, que son las restricciones informa-tivas. Por ejemplo, cuando yo voy a una tienda a com-prar zapatos, si trato de maximizar mi utilidad dadasmis restricciones presupuestarias, ¿cómo sé yo que enla tienda de al lado estos mismos zapatos no son algomás baratos? Si soy un maximizador, no puedo confor-marme con comprar en esta tienda. Entonces visitaréla de al lado; pero una vez visite la de al lado, tampocotendré información sobre lo que ocurre en la tiendaque está cuatro manzanas más abajo, ni en ningunaotra; nunca podré resolverme a comprar, porque aun-que sea más barata la tienda n que todas las tiendasantes visitadas, nunca podré estar seguro de que en latienda n+1 compraría aún más barato, ¿verdad? Y estoes como un regreso infinito, pues la información es unbien costoso económicamente —desplazarnos de unatienda a otra tiene costes—, pero un bien muy especial,porque no podemos valorarlo mientras no disponemosde él. Eso quiere decir que nunca podré hacer un cál-culo coste-beneficio de si me conviene (incurrir en elcoste de) conseguir más información sobre los preciosde la siguiente tienda.

Y esto que parece una nadería, genera un proble-ma muy grave en la teoría de la racionalidad. El pro-blema se resolvió (no se vayan a creer ustedes que los

Page 84: Los lÃmites de la globalización - e Systems

82

economistas son tan tontos como para caer en una trampatrivial), con la teoría del equilibrio general perfecta-mente competitivo. Si vivimos en un mercado perfec-tamente competitivo, estos problemas de imposibilidadde maximizar la propia función de utilidad se desva-necen, porque resulta que si el mercado es perfecta-mente competitivo, los precios son de equilibrio y entodas partes son iguales. Es decir, si yo quiero comprar-me unos zapatos y supongo que actúo en un mercadoperfectamente competitivo, pues entonces los zapatosvalen lo mismo aquí que en Oslo, pongamos por caso.Esto quiere decir que si toda la información que nece-sito para actuar en un mercado está contenida en losprecios, en un mercado perfectamente competitivo, conprecios de equilibro, el coste de la información es prác-ticamente cero. Lo que me permite ser un maximizadorracional. Pero —nótese bien— el que yo pueda ser unmaximizador racional, depende de que el mercado yaesté en equilibrio competitivo perfecto, es decir, el queun individuo pueda ser racional en el sentido técnicode la teoría depende de una propiedad estructural so-cioinstitucional, es decir, de la existencia de un merca-do perfectamente competitivo.

La teoría del equilibrio general es un logro mate-mático maravilloso. Hay que decir, sin embargo, que amenudo —no siempre— se usa adocenadamente conpropósitos ideológicos. Los dos teoremas centrales de laeconomía de bienestar suelen usarse como arietes afavor de una economía completamente competitiva ylibre de regulaciones e intervenciones administrativas.El primer teorema prueba que sólo una sociedad deeconomía libre de mercado, con agentes que descentra-lizadamente compiten entre sí, puede conseguir la efi-ciencia económica. Y al revés, el segundo teorema —elllamado teorema converso— prueba que la eficiencia

Page 85: Los lÃmites de la globalización - e Systems

83

sólo puede conseguirse a través de una sociedad así.En una aproximación superficial al significado de esosdos teoremas, se puede concluir: bueno, si los agentesson racionales, y si les dejamos en total libertad paraque compitan, y si la competición es perfecta, entonces,lograrán cosas maravillosas, colocarán a la economíaen su “núcleo”, como se dice, tendrán una sociedad efi-ciente, instalada en la frontera de los óptimos de Pareto,frontera en la cual nadie podría ya mejorar su posiciónsin que otro perdiera.1

Pero, en realidad, si lo pensamos bien, la cosa fun-ciona más bien a la inversa: no es que los individuosracionales, dejados en total libertad, con derechos depropiedad bien definidos, consigan una sociedad demercado, sino que, al revés, la racionalidad individualmaximizadora sólo es posible si ya existe un mercadoperfectamente competitivo de este tipo, en donde el cos-te de la información sea cero. Huelga decir que no haymercados reales de este estilo, o sea: no hay mercadosperfectamente competitivos. Por muchos motivos. En-tre otros, porque los mercados perfectamente competi-tivos —perfectamente, no puramente competitivos—entrañan imposibles, como, por ejemplo, mercados infi-nitos: tendría que haber precios para todo, para todaslas contingencias futuras que pudieran ocurrir; ten-dría que haber mercados de futuro a precios de equili-brio, mercados que por definición no pueden existir.

De modo que este ideal heurístico regulativo de losmercados perfectamente competitivos, que es condición

1 Este esquema de argumentación no necesariamente desembo-ca en la apología de un capitalismo ultraliberal. También se ha hechopie en él, y con harta frecuencia, para sentar las bases teórico-nor-mativas del socialismo de mercado. Puesto que el capitalismo no con-sigue mercados perfectamente competitivos de este tipo, la tarea delsocialismo sería emularlos.

Page 86: Los lÃmites de la globalización - e Systems

84

necesaria para que se pueda ser racional en el sentidode la teoría económica, pues no existe. Así que la teoríaeconómica estándar, el núcleo idea de la teoría econó-mica, no tiene modelos reales o empíricos. Obviamente,esto lo sabe todo economista, y yo no estoy descubrien-do nada, pero lo que ocurre entonces es que cuandoadmitimos que no vivimos en situaciones de equilibrioperfectamente competitivo y queremos seguir mante-niendo la hipótesis de la racionalidad, hay que hacerequilibrios muy raros. Por ejemplo, si supusiéramos,para que se hagan una idea, un mercado que estuvie-ra en equilibrio, salvo por el hecho de que hubiera unsolo monopolista en una sola rama de la economía, osea, muy cerca del equilibrio general, entonces este mo-nopolista, para poder ser racional, necesitaría tener ensu cabeza una función de demanda completa de todala economía. Y si el mercado fuera, como es, oligopolís-tico, las firmas o las empresas oligopolísticas, para po-der ser racionales, necesitarían tener en la cabeza unmodelo completo de la economía. En cuanto, pues, seabandona el supuesto de la competición perfecta, concostes cero de información para los agentes, para quela racionalidad siga funcionando a pesar de todo, se haceel supuesto de la omnisciencia de los agentes económicos.(Los agentes omniscientes no tienen que enfrentarse alinsoluble problema de hacer un análisis coste/beneficiode la adquisición de información.) Naturalmente, es ésteun supuesto en extremo irrealista. Pero lo que me im-porta aquí no es si es irrealista o no, porque, al fin y alcabo, la ciencia teórica, por su poder de abstracción,hace siempre supuestos irrealistas, y creo que no es unacrítica muy inteligente de la teoría económica el limi-tarse a acusarla de que sus supuestos son irrealistas.

Lo que importa más bien es si ese supuesto irrea-lista es fértil. En realidad, no lo es mucho. Y no lo es

Page 87: Los lÃmites de la globalización - e Systems

85

porque la mayoría de problemas económicos interesan-tes tienen que ver con situaciones en las que los agentesdisponen de lotes limitados de información (situacionesde riesgo y de incertidumbre), y aun de informaciónasimétricamente distribuida entre ellos. Baste con de-cir que la explotación por parte de unos agentes de unainformación de que carecen otros es parte esencial dela dinámica económica real. El supuesto de omniscien-cia de los agentes económicos, introducido precisamen-te para aproximarse al estudio de la vida económicareal, muy lejana del equilibrio competitivo, acaba pordejar fuera de su foco de atención los que seguramen-te son los problemas capitales de las economías real ehistóricamente existentes.

Recapitulando, tenemos entonces 1) que la idea deracionalidad económica de los individuos presupone laexistencia de mercados perfectamente competitivos,con precios de equilibrio; presupone, esto es, una de-terminada estructuración social e institucional. 2) Sinese presupuesto tácito, digamos, social o estructural, laforma más llevadera de salvar la hipótesis de la ra-cionalidad económica maximizadora consiste en ha-cer que los agentes sean omniscientes por fiat. Pero conla omnisciencia desaparecen como por un sumidero al-gunos de los problemas económicos más interesantes ycentrales: todos los que van ligados al riesgo, a la in-certidumbre, a la distribución asimétrica de la infor-mación y a la explotación de esas asimetrías por partede los agentes económicos. Y 3) si se pretende reintrodu-cir en el foco del análisis económico la problemáticaderivada del riesgo, la incertidumbre y la distribuciónasimétrica de la información,2 entonces hay que rein-

2 Como lo pretende la llamada information economics, la nuevateoría económica basada en la información.

Page 88: Los lÃmites de la globalización - e Systems

86

troducir también la dimensión socioinstitucional, el con-texto social, por un lado, y por el otro, las facultadessociocognitivas de los agentes.

La idea de los agentes racionales que actúan concostes cero de información presupone, pues, una estructu-ra social. Y la idea de los agentes racionales omniscien-tes que actúan fuera del equilibrio competitivo, presu-pone una capacidad computacional descomunal. Loque podemos preguntarnos ahora es, independiente-mente del realismo de ellos, si esos presupuestos soncompatibles con los resultados de las disciplinas cientí-ficas aledañas de la ciencia económica: con los resulta-dos, esto es, de la biología evolucionaria, de la psicologíacognitiva, de la inteligencia artificial, de la sociología yde la antropología.

Podemos resumir esos presupuestos en dos: 1) todala información relacional social que procesan los agen-tes es información de proporcionalidad. (En un momen-to aclararemos esto.) Y 2) los agentes procesan infor-mación (en particular, información relacional social) deun modo universal, no dominio-específico. Ambos pre-supuestos son falsos, incompatibles con los resultados,más firmes empíricamente, de las disciplinas académi-cas aledañas, y señaladamente, con los de la psicologíasocial cognitiva.

¿Qué quiere decir que procesamos información so-cial racional en términos de proporcionalidad?

Hay muchas formas de relaciones sociales. Una deellas —pero sólo una de ellas— es la proporcionalidad.Por ejemplo, nosotros vivimos en una democracia, en lacual, como en todas las democracias occidentales, rigeel principio “un hombre un voto”. Lo que significa que,como ciudadanos de Estados democráticos, mantene-mos relaciones sociales de paridad o parigualdad, perono de proporcionalidad. Si tuviéramos relaciones de

Page 89: Los lÃmites de la globalización - e Systems

87

proporcionalidad como ciudadanos, constituiríamos unavida política en la cual los votos, por ejemplo, se podríansubastar.

Dicho sea de paso: eso que dicen tanto ahora, deque la democracia funciona como un mercado competi-tivo, y en lo que insisten los editorialistas de muchosperiódicos distinguidos, bueno, pues en realidad no sa-ben muy bien lo que es un mercado competitivo. Loenuncian acaso como una metáfora pero si esto quisie-ra tomarse en serio, implicaría convertir las relacionesde paridad que tenemos ahora como ciudadanos (paracada uno un voto y no más que un voto, sean cualesfueren sus méritos), en relaciones de proporcionalidad.Entonces los votos se subastarían y eso seguramentetendría, si se llegara a un simulacro de equilibro per-fectamente competitivo aquí, tendría, digo, determina-dos resultados. Si lo piensan un poco, serían resultadosmoralmente repugnantes para todos nosotros, salvopara Mario Conde o alguno de estos magnates, quepodría comprar sin recato y lícitamente muchos votos,arruinando así la democracia.

A la vista de la pluralidad de nuestras relacionessociales, si lo pensamos un momento y hacemos un pocode teoría social cognitiva, o cognitivamente inspirada,nos damos cuenta de que el mundo de la ciencia econó-mica, tal como lo han armado los economistas de ascen-dencia neoclásica, y con independencia de los problemastécnicos que pueda tener, es un mundo provinciano.Pues la vida social alberga varias otras relaciones socia-les, no sólo las de la proporcionalidad. Y muchas veces,no estaríamos dispuestos de ninguna forma a organi-zar ámbitos fundamentales de la vida social —tampo-co de la vida económica, propiamente dicha— en tér-minos de relaciones de proporcionalidad. Supongo queninguno de nosotros querría vivir en una democracia

Page 90: Los lÃmites de la globalización - e Systems

88

en la cual los votos pudieran subastarse, o en una de-mocracia en la cual la ciudadanía pudiera comprarse ovenderse. En este último caso, tal vez los ciudadanosdel primer mundo podríamos hacernos de oro vendien-do nuestra ciudadanía, española o norteamericana, aciudadanos de países del tercer mundo. El derecho desufragio, la ciudadanía, los consideramos como cosaspoco menos que sagradas, en las que no admitimos quesea decente tener relaciones de proporcionalidad. Aquí,en el ámbito de la política, de la conciudadanía demo-crática, queremos relaciones de paridad, y ni por unmomento admitimos la posibilidad de introducir crite-rios o principios o relaciones de mérito: el sufragio uni-versal y la democracia enterraron —esperemos quepara siempre— la idea de regir la vida política con crite-rios de proporcionalidad: enterraron el derecho de votoligado a la riqueza (sufragio censitario), enterraron losgradientes de calificación moral de la ciudadanía (per-feccionismo de impronta más o menos teocrática), o cual-quier otro mérito alegable.

Al revés, si quisiéramos organizar un mercado ex-clusivamente ateniéndonos a un principio racional deparidad, pues sería un desastre, no funcionaría, por-que sería como si quisiéramos organizar la médula dela vida económica según principios de paridad. Imagi-nen que un empresario —privado o público, no impor-ta ahora— cita a dos trabajadores para comunicarle auno que le dobla el sueldo, y al otro, que se lo triplica,conforme a los respectivos méritos laborales de cadauno de ellos. Imaginen que el primero se amarga pro-fundamente —lo que tal vez no sea anormal—, peroque en vez de dejar que la procesión envidiosa vayapor dentro, pleitea abiertamente con el argumento deque sólo son justas subidas pariguales de sueldo, inde-pendientemente del esfuerzo o de la pericia en el tra-

Page 91: Los lÃmites de la globalización - e Systems

89

bajo. En muchos ámbitos de la vida económica y enmuchas zonas del mercado se necesita la proporciona-lidad, se necesitan relaciones sociales de proporcionali-dad, la famosa “igualdad geométrica”, o según el mérito(kat’axén) de los clásicos. Ese tipo de relaciones es fun-damental, tiene propiedades interesantes de eficiencia,y todo lo que Vds. quieran. Pero creer que toda la vidasocial y económica se reduce a eso, pues, aparte proba-blemente de un acto de maldad moral, es con certezaun acto de provincianismo intelectual.

La vida social tiene esferas que no son regulablespor el principio de proporcionalidad, en este caso, el dela conciudadanía democrática, que se regula por unprincipio de paridad. O piensen ustedes en ámbitos comoel de la familia, en ámbitos de vida social comunitaria-mente entreverada, en los cuales regiría la vieja máxi-ma comunista y libertaria del siglo pasado, aquello de“a cada uno según sus necesidades y de cada quiensegún sus capacidades”. Aquí, es decir, en las zonas dela vida social en las que predominan las relaciones co-munitarias, no rige ni la proporcionalidad, ni la pari-gualdad; se trata de un tipo de relaciones que segmen-tan el universo social en relaciones sociales que formangrupos de equivalencia (las “comunidades”: basta per-tenecer a uno de esos grupos para ser tratados segúnnuestras necesidades y para ser solicitados según nues-tras capacidades). En cambio, cuando tejemos relacio-nes de proporcionalidad, funciona más o menos el prin-cipio normativo: “a cada quien según su mérito” (la“igualdad geométrica de Platón y Aristóteles”). En laurdimbre de las relaciones de parigualdad, actuamossegún el principio “a todos y a cada uno, lo mismo”. Yen las relaciones de autoridad, de acuerdo con la divi-sa “a cada quien, según estipule la autoridad habilita-da para ello”.

Page 92: Los lÃmites de la globalización - e Systems

90

Es una hipótesis bastante contrastada de la psico-logía social cognitiva contemporánea el que la arqui-tectura cognitiva humana dispone, entre otros, de unrepertorio de módulos para procesar la informaciónsocial relacional de esos cuatro tipos básicos (el de comu-nidad, el de autoridad, el de parigualdad y el de pro-porcionalidad). Las instituciones que regulan, articu-lan y vertebran la vida social son el complejo resultadode dinámicas en las que se barajan como ingredientesbásicos estos tipos relacionales. El que los agentes pue-dan navegar por la vida social, leer las mentes de otros,imputarles estados mentales subjetivos —tanto doxásticos,como conativos—, predecir su conducta, etc., se debe,sin duda, tanto a su capacidad cognitiva —“innata”,anclada en su arquitectura cognitiva, si así queremosdecirlo— para procesar información social relacional delos cuatro tipos, cuanto a su capacidad —“aprendida”,derivada de su socialización en una determinada cul-tura— para interpretar y decodificar con esa clave elcomplejo institucional y normativo en que se incrusta oencauza su acción social.

Y llegados aquí, y para no abusar más del tiempoque me ha sido concedido, quisiera acabar ya volvien-do a las insinuaciones críticas respecto de Chomsky delprofesor de teoría económica que me incentivó sin pro-ponérselo a organizar esta pequeña charla.

Si no ando errado, me parece que lo que acabo dedecir ilustra sobre dos puntos. El primero, en el que nohace falta insistir ya más, es que la acción de los agen-tes económicos resulta apenas concebible sin atender alcomplejo institucional o estructural en que se incrustao encauza. Y el segundo, es que resulta parroquiano,intelectualmente hablando, el pensar —como hace lateoría económica neoclásica corriente— en agentes eco-nómicos que funcionan como computadores que proce-

Page 93: Los lÃmites de la globalización - e Systems

91

san universalmente la información. Más bien, si aten-demos a las disciplinas aledañas, y particularmente ala psicología social cognitiva —disciplina que es ahoramismo más firme empíricamente, aunque seguramen-te menos solvente en su estructura matemática que lateoría económica—, debemos pensar que la mente hu-mana procesa la información dominio-específicamente.Y que, en punto a procesar información social, la pro-cesa de acuerdo con los cuatro tipos mencionados, irre-ductibles entre sí. Ahora bien, eso que ahora se presen-ta tal vez como una gran novedad para los científicossociales interesados en las propiedades de la acción so-cial, es precisamente lo que nos enseñó a todos, y parti-cularmente a la gente de mi generación, Chomsky haceya más de treinta años.

Pues desde los años sesenta, y gracias a la aporta-ción decisiva de Chomsky, no hemos dejado de pensaren la mente humana como dotada de una arquitecturacognitiva que procesa la información de manera domi-nio-específico, no universal. Y esto tiene la interesanteconsecuencia para quien quiera hacer teoría social noparroquiana, para quien quiera romper el absurdo ycontraproducente aislamiento de la ciencia económicarespecto del resto de la ciencia empírica, de que cuan-do se pretende estudiar el comportamiento de los agen-tes económicos, se está obligado a conjeturar que esosagentes pueden navegar en el mercado y tener relacio-nes de proporcionalidad, sólo porque tienen algo asícomo familias de módulos cognitivos capaces de proce-sar información social relacional en términos de propor-cionalidad. Y porque han sido socializados en un com-plejo institucional y normativo que les ha enseñado ausar esa capacidad precisamente en ese contexto, y noen otros. Así, esos mismos agentes pueden negarse, encambio, a hacer cosas como subastar votos. Porque aquí

Page 94: Los lÃmites de la globalización - e Systems

92

han aprendido a servirse de otros módulos cognitivosque marcan esas relaciones —las relaciones de conciu-dadanía— como relaciones de parigualdad.

Si la teoría económica académica quiere algún díadejar de ser pura matemática aplicada e integrarseplena y armónicamente en el resto de la ciencia empíri-ca, sin duda deberá tener en cuenta cosas como ésta. Yllegado ese día, no sólo tendrán los economistas —comoeconomistas— algo que agradecer a Chomsky en el pla-no estrictamente científico, sino que les resultará mu-cho más difícil también mirar displicentemente por enci-ma del hombro al insobornable combatiente políticoque ha sido y sigue siendo a sus 70 años nuestro home-najeado hoy. Pues a ellos mismos les resultará muchomás difícil convertirse en paladines y apologetas de unorden económico-social injusto y miserable.

Page 95: Los lÃmites de la globalización - e Systems

LA GLOBALIZACIÓN: ¿UNIDAD

DEL SISTEMA?

LOS TÉRMINOS que utilizamos no son neutros: evocandeterminados aspectos de la realidad y no otros; tienensentido en determinados contextos y no en otros, y asíocurre con el término globalización. Este concepto hoyse halla incorporado a nuestro lenguaje cotidiano yforma parte del vocabulario habitual de políticos, pe-riodistas o académicos. Cuando Marshall McLuhanacuñó el término de “aldea global” estaba expresandomuy nítidamente el cambio de escala en la concienciade cuál es el contexto en que vivimos, y es que los me-dios de transporte, las nuevas tecnologías de la comu-nicación y la información, el sistema de mercado y losflujos financieros han hecho de nuestro planeta unsolo mundo, en que todo se halla interrelacionado. Eltérmino globalización evoca la unidad del sistema ydeja en un segundo plano las formas de poder y de des-igualdad existentes en él a pesar de que, ellas también,cristalizan a escala mundial. Hace unos años se habla-ba de “imperialismo” o de “subdesarrollo” y se ponían

Capítulo 4LA GLOBALIZACIÓN, ¿UNIDAD DEL SISTEMA?:

EXCLUSIÓN SOCIAL, DIVERSIDAD Y DIFERENCIACULTURAL EN LA ALDEA GLOBAL

por Dolors Comas d’Argemir

Page 96: Los lÃmites de la globalización - e Systems

94

así en primer plano los mecanismos de dominación po-lítica y económica que conforman la interrelación entresociedades. El cambio de acento resulta evidente y susola constatación justifica que hagamos un ensayo dedeconstrucción del término globalización y que ponga-mos entre interrogantes una de las ideas-fuerza queevoca: ¿unidad del sistema?

Esta reflexión surgió de forma inevitable cuandorevisaba los escritos de Noam Chomsky sobre temaspolíticos y sociales. Y esto mismo me condujo a echaruna mirada retrospectiva hacia el pasado porque meayudaba a reconstruir los cambios de contexto históricoy, con ellos, la genealogía de los conceptos que utiliza-mos. Recordé así los años en que estaba estudiando enla Universidad de Barcelona, que es cuando tuve el pri-mer contacto con la obra de Chomsky. Era finales delos sesenta y principios de los setenta y vivíamos en-tonces los últimos estertores del franquismo, un régi-men que nos había sustraído la capacidad de ser adul-tos como pueblo, siempre tutelados por la mano férreade los que se consideraban poseedores de la verdad yreprimían cualquier divergencia. Entonces el movi-miento estudiantil estaba en pleno auge y actividad ylos jóvenes universitarios ansiábamos respirar aires delibertad en el ámbito académico, el político y el perso-nal. Buscábamos referentes más allá de nuestras fron-teras y, por ello, nos ilusionamos con la “revolución delos claveles” que reinstauró la democracia en Portugaly nos daba un hálito de esperanza, de la misma mane-ra que nos decepcionamos enormemente con los golpesde Estado de Chile y de Argentina, que dieron lugar anuevas dictaduras. Llegaron hasta nosotros los ecos del“mayo del ’68”, y aunque era difícil conocer qué habíaocurrido exactamente en las calles de París, nos identi-ficábamos con los valores que reclamaban los estudian-

Page 97: Los lÃmites de la globalización - e Systems

95

tes y constatábamos que sus movilizaciones habían lo-grado colapsar la mayor ciudad de Francia y mante-nían en tensión al gobierno del país. También fueronun referente importante en aquellos años los movi-mientos pacifistas desarrollados en los Estados Unidoscontra la guerra de Vietnam. Nos llenaba de satisfac-ción comprobar cómo el país más poderoso de la tierraestaba recibiendo serias derrotas en la guerra, que ibanacompañadas de una fuerte contestación interna, en-cabezada por miles y miles de jóvenes que abogabanpor la paz y por valores distintos a los hegemónicos.

Es en este contexto donde tomé contacto con la obrade Noam Chomsky. En las clases de Lingüística y deSemántica nos introdujeron a sus aportaciones a lagramática generativa y a la teoría del lenguaje y nosdestacaron su figura como lingüista y como filósofo.Me admiró comprobar poco después que este académi-co de primera fila se distinguía también por ser un acti-vista político, líder de los movimientos pacifistas, autorde diversos escritos de carácter histórico y político. Enaquellos años corrían por nuestras manos (aparte delos textos de lingüística) un par de libros suyos quemostraban esta otra faceta de Chomsky: ¿Por qué esta-mos en Vietnam? y Conocimiento y libertad. Recuerdoespecialmente las Conversaciones con Chomsky, en quehabla de la ciencia del lenguaje y expone sus ideas entorno a ideología y política, medios de comunicación ymanipulación de la opinión pública en los Estados Uni-dos; y me interesó mucho en su momento la lectura deAmerican Power and the New Mandarins y sus análisiscríticos sobre el papel de los intelectuales. Me ha fascina-do siempre (y actualmente valoro aún más) esta capaci-dad de Noam Chomsky de compaginar la vida acadé-mica y la política, por lo absorbentes que son ambas ypor lo difícil que resulta despuntar en cada una de ellas,

Page 98: Los lÃmites de la globalización - e Systems

96

y también que haya cultivado ininterrumpidamenteesta doble dimensión. Hay que destacar que mientrasNoam Chomsky continúa siendo una figura relevantede la lingüística, sus ensayos filosóficos y políticos ejer-cen por su parte una profunda influencia en el pensa-miento social de la actualidad.1

Me he referido a este contexto, el de los años se-tenta, porque entonces, cuando nos referíamos a lo quepasaba en el mundo, no utilizábamos el término glo-balización, sino otros. Hablábamos de “imperialismo”y en los ámbitos académicos se prefería aludir a la “de-pendencia”, o al “sistema mundial”. Había empezado adifundirse también el término “Tercer Mundo”, en elsentido que hoy conocemos. Estos términos, al igual queel de globalización, aluden a la existencia de interrela-ciones a escala planetaria, pero destacan unos conteni-dos muy diferentes.2 Detengámonos un momento enalguno de estos conceptos.

El concepto Tercer Mundo había sido utilizado porprimera vez por Alfred Sauvy en un artículo publicadoel 14 de agosto de 1952 en L’Observateur, titulado “TroisMondes, Une Planète” y él se refería a la necesidad deencontrar una tercera vía a las opciones políticas de ca-pitalismo y del comunismo asociadas a los dos grandesbloques que se hallaban en confrontación en plenaGuerra Fría. Este término se utilizará pronto para de-signar otras realidades, aunque conservaría parte desu significado original, pues pasaría a designar el gru-po de nuevos Estados que habían surgido como frutode los procesos de independencia colonial. Como nos re-

1 Véanse en las referencias algunas de sus publicaciones másrecientes relativas a temas políticos.

2 En otro lugar he desarrollado más ampliamente el comentariosobre estos conceptos y las corrientes teóricas predominantes enantropología social (véase Comas d’Argemir, 1998).

Page 99: Los lÃmites de la globalización - e Systems

97

cuerda Peter Worsley (1990), autor del libro The ThirdWorld (1967), el mapa político mundial cambió profun-damente como resultado de estos procesos de indepen-dización, que tuvieron como protagonistas iniciales (ymuy significativos) a India y a China y que se incre-mentaron entre los años ’50 y ’60 (recordemos que entan sólo un año, en 1961, se crearon 17 nuevos Esta-dos en África). En este contexto se originó el movimien-to de los denominados “países no alineados”, que noquerían ser identificados con ninguno de los dos gran-des bloques hegemónicos, y fue a este grupo de paísesa los que pronto se denominó “Tercer Mundo”, cosa queellos mismos asumieron. Los nuevos Estados indepen-dientes aspiraban a alcanzar mayores cotas de progre-so y bienestar gracias a la liberación del yugo colonial,que había sometido sus destinos a los intereses de lasmetrópolis. Observemos que en aquellos momentos eltérmino Tercer Mundo tenía unos contenidos estricta-mente políticos y observemos, además, que los paísesde América Latina no se hallaban incluidos en él.

Es significativo que la teoría de la dependencia seoriginara justamente en América Latina, en países quese habían liberado de los lazos coloniales hacía ya mu-chos años y que, a pesar de ello, se encontraban sumi-dos en la pobreza. Las causas no podían ser, pues, denaturaleza estrictamente política, sino también econó-micas. Las comparaciones entre países ponían en evi-dencia el abismo existente entre unos y otros, y en estecontexto no es de extrañar que surgieran las reflexio-nes sobre las causas de estas diferencias. El autor másconocido de la teoría de la dependencia es André G.Frank, quien consideraba que el desarrollo y el sub-desarrollo están estructuralmente ligados y que no esnada evidente que pueda pasarse de una situación a laotra y que los países desarrollados nunca estuvieron

Page 100: Los lÃmites de la globalización - e Systems

98

subdesarrollados y, por tanto, no partieron de las con-diciones de dependencia económica, tecnológica y fi-nanciera que padecen las regiones subdesarrolladas.Esta diferencia desigual se fundamenta en el inter-cambio desigual que se produce en la esfera de la divi-sión del trabajo a escala mundial y en la esfera de lacirculación, lo que conlleva la reproducción dependien-te de las sociedades subdesarrolladas.3 La teoría de ladependencia tuvo muchas derivaciones y aportacionesmás complejas que las de Frank, pero no es aquí el lu-gar para extendernos en ello. Digamos solamente quecon la idea de dependencia se asumía la interconexiónentre sociedades, y se enfatizaba la desigualdad, tan-to como característica de la relación misma, como de lasituación que contribuía a reproducir. Añadiremos tambiénque el término Tercer Mundo, que inicialmente teníaconnotaciones políticas, fue adquiriendo un contenidoeconómico que expresaba las dificultades para alcanzarniveles de renta y de bienestar económico satisfacto-rios, y que con este nuevo significado englobaba a todauna serie de países mucho más numerosos y diversos.4

El concepto de “sistema mundial”, por su parte, pro-cede de I. Wallerstein (1979). Él considera que la ex-pansión del mercado es lo que provoca la creación deuna economía-mundo capitalista.5 Su peculiaridad es

3 Es interesante consultar la revisión comentada que hace elpropio André G. Frank (1991) de sus propias contribuciones a la teo-ría de la dependencia.

4 Este significado predominantemente económico es el que ac-tualmente se aplica al concepto Tercer Mundo. Hay que señalar quehoy tiende a sustituirse por otras denominaciones, como “paísesempobrecidos”, para eliminar el sentido jerárquico implícito en las de-nominaciones que incluyen términos numéricos.

5 Esta idea de que la economía-mundo, de carácter capitalista, seorigina como la expansión del sistema de mercado es discutida porotros autores, que consideran que el capitalismo se fundamenta enlas relaciones de producción y no sólo en el mercado (Wolf, 1987).

Page 101: Los lÃmites de la globalización - e Systems

99

que se trata de una unidad económica que integra múl-tiples sistemas políticos y que, por primera vez en lahistoria, abarca toda la superficie del planeta. En unsistema de esta clase existe una extensiva división deltrabajo, que no es meramente funcional, sino tambiéngeográfica. Las tareas económicas no se distribuyenuniformemente y esto conduce a una jerarquización delespacio, al intercambio desigual a través de la fuerzadel centro que se impone sobre la periferia. Esta ex-pansión geográfica se realiza por medio de la coerciónpolítica, la búsqueda de mercados y la búsqueda demano de obra barata, llegando a producirse una ver-dadera polarización entre las distintas zonas del mundo.Wallerstein no fue el primero en plantear esta dinámi-ca expansiva del capitalismo ni su repercusión mun-dial, pero su obra tuvo mucho impacto en el momentoen que se publicó, al menos en los ámbitos académicos,porque vinculó los planteamientos históricos con pre-ocupaciones existentes en aquellos años, especialmentelas relacionadas con los procesos que contribuían a creardesigualdades a escala mundial.

El concepto de globalización resalta la idea de in-terdependencia a nivel mundial. Esta interdependen-cia no es nueva, ciertamente, pero lo que sí es nuevo ysin precedentes es la amplísima escala que posee la in-terconexión entre sociedades, la inmediatez de la comu-nicación a distancia, así como el aumento exponencialde la rapidez de los medios de transporte. Todo ello hasignificado una ruptura respecto a la forma de conce-bir y de organizar el tiempo y el espacio. Hoy concede-mos mayor importancia a lo efímero que antaño, porquetodo evoluciona muy deprisa; además, se ha ampliadoconsiderablemente nuestro universo de experiencias,ya que en pocas horas podemos desplazarnos a cual-quier rincón del mundo, en pocos minutos podemos ver

Page 102: Los lÃmites de la globalización - e Systems

100

en nuestros televisores sucesos ocurridos a miles dekilómetros y en pocos instantes podemos conectar conalguien situado en nuestras antípodas. Hoy en día lolejano está tan próximo como lo cercano y la informa-ción que se genera cada día es ingente, tanto que unsolo número de The New York Times contiene tantainformación como la que podía acumular una personadel siglo XVIII durante toda su vida (Ramonet, 1997).Esto ha producido sin duda una ampliación enormedel campo de experiencias de la gente. Así lo expresa-ba uno de nuestros informantes en Andorra, refirién-dose al enorme cambio que había experimentado estepequeño país pirenaico:

Semblava que vivíem en un amón molt gran i ara, pues,amb tot això se’ns ha fet petit. Ha crescut per una par-te, però se’ns ha fet petit per l’altra.

A medida que aumenta la escala de referencia, elmundo resulta más pequeño, y esto va acompañado porla conciencia de pertenecer a un mismo mundo que nosengloba a todos. Así es como Roland Robertson (1992:8)define este fenómeno: “La globalización se refiere tanto ala comprensión (el empequeñecimiento) del mundo comoa la intensificación de que el mundo es una totalidad”.

El término globalización denota algo que existe,ciertamente, pero tenemos que reconocer que tiene uncontenido mucho más “light”, más “descafeinado” encomparación con los términos anteriores. En efecto, laglobalización evoca la unidad del sistema, como resul-tado de que se hayan incrementado las conexiones, loque nos hace tener hoy a nuestro alcance cosas muylejanas, y, por tanto, hay más proximidad, más senti-do de comunidad, más reciprocidad. Es como una es-pecie de idilio a escala mundial. Y el mundo no es así.

Page 103: Los lÃmites de la globalización - e Systems

101

Hay determinados aspectos que quedan en un segundoplano y que son importantes para la comprensión de loque sucede en esta “aldea global” en la que habitamos.

En los próximos apartados me propongo comentaralgunas dimensiones asociadas a la globalización querompen con la idea de unidad del sistema. Intentarémostrar que la globalización 1) comporta la creaciónde desigualdades; 2) se manifiesta de múltiples for-mas; 3) incrementa la reivindicación de la diferenciacultural. Y esto no es contradictorio con la existenciade interconexiones de alcance mundial. Hay un siste-ma unitario, es verdad, pero hay también desigualda-des, diversidad y fragmentación cultural. Se trata dedos caras de la misma moneda, dos partes constitutivasde una misma realidad. Discutiré por último el dogmabásico del neoliberalismo, a saber, la economía dominatodo el sistema, para centrarme en el papel de la políti-ca como factor que define el carácter y dirección de es-tos procesos.

DESIGUALDADES: LA GLOBALIZACIÓN

HA INCREMENTADO LA EXCLUSIÓN

SOCIAL

La globalización implica que nuestras vidas estáncada vez más influidas por hechos que ocurren lejosdel entorno en que desarrollamos nuestras actividades.Todo el mundo forma parte de un único sistema, en elque todo está relacionado. Todos los pueblos del mun-do forman parte de este sistema: incluso la existenciade tribus remotas y ancladas en sistemas de vida pri-migenios debe explicarse en términos del sistema glo-bal. Veamos un ejemplo.

Page 104: Los lÃmites de la globalización - e Systems

102

En la provincia de Veraguas, en Panamá, vivendiversas comunidades de campesinos mestizos empobre-cidos. Se trata de una región de bosque húmedo tro-pical y estos grupos practican una agricultura de talay quema orientada a la autosubsistencia, que al cabode unos pocos años les obliga a desplazarse a otras zo-nas de la selva y a roturar nuevas parcelas. Al observa-dor externo puede parecerle que estos grupos represen-tan las típicas formas de vida tradicionales intocadasdurante siglos, y que se hallan fuera de las corrientesde la globalización. Adentrándonos en la lógica de suexistencia a partir del estudio realizado por StephenGudeman (1978), se descubren algunos aspectos muysignificativos. Así, por ejemplo, resulta que las tierrasque cultivan estas comunidades no son suyas, sino degrandes hacendados ganaderos, aunque antiguamentehabían sido comunales. Éstos permiten que los campe-sinos vivan en sus tierras y que vayan abriendo nue-vas parcelas por el sistema de rozas, obligándoles, acambio, a sembrar hierba cuando declina la fertilidad,lo que les permite utilizarlas después como lugar depasto para el ganado. La carne producida por las gran-des explotaciones ganaderas se dirige a la exportaciónhacia los Estados Unidos. Así, aunque no lo sepan, losagricultores panameños están conectados con los nor-teamericanos que consumen hamburguesas y, comoellos, forman parte también del sistema global.

Podemos extraer algunas conclusiones de este ejem-plo. La economía de subsistencia de estas comunidadesno es un rasgo prototípico de su particular cultura, sinouna expresión de su relación desigual con los propieta-rios ganaderos, que son los que obtienen beneficios sus-tanciales a expensas de que quienes viven como indí-genas se mantengan al límite de la supervivencia. Estarelación desigual (de clases) se inscribe en otra de al-

Page 105: Los lÃmites de la globalización - e Systems

103

cance más amplio, que también es desigual: la gran de-manda de carne de un país rico influye en lo que su-cede en los países o regiones pobres que la suministran(es lo que en antropología social se ha denominadocomo la “tesis de la hamburguesa”). Todo ello tiene re-percusiones ecológicas negativas, puesto que la defores-tación de esta zona de bosque tropical se produce deforma muy acelerada. La degradación ambiental incre-menta la pobreza de los campesinos, pues éstos vansiendo marginados a áreas cada vez menos fértiles, sinque puedan hacer otra cosa que seguir roturando laselva para poder vivir. Es así que los más pobres delmundo se ven obligados a destruir a corto plazo los re-cursos que les permitirían vivir a largo plazo. Y todoello incrementa su marginación y pobreza dentro de supaís y también en el marco del sistema global.

Este encadenamiento produce un incremento de laexclusión global y ésta no ha hecho más que aumentaren los últimos años. El Informe sobre Desarrollo Hu-mano de 1998 efectuado por la ONU proporciona datosescalofriantes. Un 20% de la humanidad posee un 84%de la riqueza del mundo, mientras que 1/5 parte de lapoblación empobrecida sólo dispone de un 0,5% de losrecursos. Esta polarización ha tendido a ir en aumento.Efectivamente, hoy 225 multimillonarios poseen unafortuna superior a los ingresos de 2.500 millones depersonas (el 47% de la población del planeta) cuandohace tan sólo dos años debían sumarse las fortunas de358 personas par alcanzar un monto equivalente. Así,forma parte de una misma lógica la progresiva concen-tración de riqueza, por un lado, y, por otro, el hambrey la miseria del sur, las bolsas de paro estructural delnorte o los 50 millones de pobres de la Unión Europea.

Estas diferencias en riqueza se traducen en unaespecie de clasismo ambiental que, a su vez, se inscri-

Page 106: Los lÃmites de la globalización - e Systems

104

be en el sistema de exclusión global. Las crisis ecoló-gicas han hecho surgir la conciencia de globalidad res-pecto a los problemas ambientales y han puesto de ma-nifiesto que no es posible continuar con un crecimientoilimitado (en esto se basa la idea de que hay que ten-der a la sostenibilidad). Pero el enorme consumo de lospaíses ricos hace que éstos hagan más y más deman-das de recursos de forma claramente insostenible, loque repercute en los países más pobres. La depreda-ción de la naturaleza exacerba la competencia social,ya que la falta de recursos se traduce en pobreza, enhambre y en la explosión de la violencia. Los límitesecológicos son también límites sociales y el sistema dedesigualdades se expresa también en este punto.

La globalización es un resultado de la expansióndel capitalismo y de su hegemonía en el mundo. La mun-dialización de la economía y las finanzas está siendoutilizada para aumentar los desequilibrios económicos,sociales y políticos a escala planetaria, y ocasiona se-rias dificultades de adaptación de algunas sociedades asu impacto. Las grandes migraciones internacionales,que obligan a miles y miles de personas a desplazarsedesde los países pobres a los países ricos, son una con-secuencia de las enormes diferencias en riqueza, ga-rantías sociales y bienestar entre el norte y el sur, oentre los países del este europeo, cada vez más alejadosentre sí. Éstos son los nuevos “parias de la tierra”, yaque se está incrementando en definitiva el empobreci-miento de una parte muy sustancial de la humanidad.

¿En qué consiste pues la unidad del sistema global?Hay universalización del mercado, actividades trasna-cionales de grandes empresas, flujos mundiales de ca-pital, y una mayor interrelación económica, política ysocial entre países. No niego la importancia de estosfactores ni su influencia en la construcción de una cir-

Page 107: Los lÃmites de la globalización - e Systems

105

cunstancia global. Enfatizo en todo caso que esto esuna parte de la realidad. La otra parte, la otra cara dela moneda, está conformada por las tendencias centrí-fugas asociadas a la creación de desigualdades y a laexclusión social.

DIVERSIDAD: LA GLOBALIZACIÓN

SE PRESENTA DE MÚLTIPLES FORMAS

La globalización no debe identificarse con la unifor-mación de las diferentes partes del sistema. Hay diver-sidad de respuestas ante la globalización. Hay heteroge-neidad, formas muy distintas y variadas de concretarselocalmente. Apuntaré tan sólo algunas consideraciones:

1) La globalización no es un fenómeno nuevo. Lasinterconexiones entre sociedades han estado siemprepresentes a lo largo de la historia. No podemos pensarque existían antes sociedades totalmente independien-tes y aisladas. Ha habido en la historia de la humanidadmuchos sistemas globales (Imperio Romano, la antiguaChina, o cualquiera de las grandes civilizaciones: andi-na, maya, azteca, india…): Lo que es nuevo es el al-cance planetario de las conexiones. Es la expansión dela economía de mercado lo que le ha dado una dimen-sión mundial y son los nuevos medios de comunicacióny de transporte los que han hecho adquirir concienciade globalidad.

2) La globalización no es un fenómeno constanteni homogéneo: avanza y retrocede. Es importante in-sistir en esta dimensión, porque de otra forma se trans-mite una imagen simplificada de un proceso que es muycomplejo. Además, la expansión de la economía de mer-cado no sólo ha afectado a las economías locales, sinotambién a la organización social, las formas de vida y

Page 108: Los lÃmites de la globalización - e Systems

106

la identidad de los pueblos. Además, podría discutirsecuál es el nivel de abstracción que sitúa como parte deun mismo sistema global a sistemas económicos y socia-les muy diversos. Worsley (1990), por ejemplo, discuteque el Segundo Mundo, el bloque comunista, haya for-mado parte de la “economía-mundo”. Wallerstein (1974)o Godelier (1991a), por su parte, consideran que el capi-talismo no sólo ha absorbido para su propia lógica dis-tintos sistemas económicos y sociales, sino que ademáses hegemónico incluso para los que no ha logrado ab-sorber, ya que necesariamente se confrontan con él yno pueden prescindir de él.

3) La globalización, ya lo hemos dicho, supone unincremento de las conexiones, pero éstas no son homo-géneas ni tienen la misma intensidad. Así, por ejemplo,el grado de conexión de los agricultores panameños esmuy débil, si lo comparamos con quienes dominan loscircuitos comerciales del mercado internacional de lacarne. Este factor se relaciona con los mecanismos quegeneran desigualdades y, con ellos, las formas de po-der y posibilidades de aprovechar el sistema de oportu-nidades existente. Es muy difícil, por ejemplo, que unchamán amazónico pueda llegar a patentar sus sabe-res; sí es posible, en cambio, que estos saberes le seanexpropiados y que las industrias farmacéuticas los in-tegren en los circuitos mercantiles.

4) Las conexiones son múltiples y de distinta natu-raleza. Debe pensarse más bien en flujos, en conjuntosde interconexiones que sobrepasan las configuracionessociales. Podemos pensarlo, como sugiere Appadurai(1990), en forma de conjuntos, sin límites fijos ni deli-mitados, de alcance diferente, que conforman una es-pecie de “paisajes” diferentes: económicos, tecnológicos,culturales, mediáticos, étnicos. El mundo de la óperano integra al mismo conjunto de personas que el mun-

Page 109: Los lÃmites de la globalización - e Systems

107

do de las finanzas; o, en otro orden de cosas, el alcan-ce e influencia de la CNN no puede compararse con elde una emisora de televisión local.

5) Quiero resaltar especialmente la enorme diver-sidad de formas que adopta la participación de distin-tos pueblos del mundo de la globalidad. No hay sóloexpansión del mercado, no hay sólo occidentalizacióndel mundo o modernización, en una especie de influen-cia en una sola dirección y con la recepción pasiva delos flujos económicos y culturales hegemónicos. Wolf(1987) hizo una importante contribución en este senti-do, al advertir que cuando se habla de economía-mundo(o de su equivalente hoy, globalización) hay una ten-dencia a considerar que existe un sistema hegemónicoque se impone de forma unilateral y anula a los demás.En su obra, él pone al descubierto la historia de aquellosgrupos y pueblos que habitualmente han sido conside-rados meros agentes pasivos, víctimas y testigos silencio-sos de la expansión de la economía de mercado. Mues-tra que no sólo la expansión europea ha cambiado lavida de muchos pueblos del mundo, sino que ellos mis-mos han contribuido también a forjar tales cambios. Laimposición de la economía de mercado no deriva de fuer-zas unilaterales, sino que deben considerarse las histo-rias específicas de los grupos concretos para entenderque existe, de hecho, una gran diversidad y multiplici-dad de respuestas. Y esto no anula que existan al mis-mo tiempo procesos de dominación y dependencia.

Veamos como ejemplo el caso de los baruya. Se tra-ta de un pueblo de Nueva Guinea, que fue descubiertopor los blancos en el año 1951, fue sometido al ordencolonial en 1960 y se integró al Estado de Papuasiacuando se formó en 1975. En el transcurso de estosaños se produce un proceso de occidentalización de losbaruya, concretado en la monetarización de su econo-

Page 110: Los lÃmites de la globalización - e Systems

108

mía, la pérdida de soberanía política sobre su territorioy la evangelización por parte de diversas iglesias cris-tianas. Se ha producido, pues, una inserción a los me-canismos asociados a la globalización que se traduce enuna subordinación económica, política y cultural de losbaruya a la lógica de Occidente. Los baruya no des-aparecen como sociedad, incluso aumentan en númeroy conservan parte de sus rasgos culturales, pero, nosdice Godelier (1991b), ya no dominan los mecanismos dereproducción de su propia sociedad y, además, pierdensu autonomía cultural. Son fuerzas exteriores las quepenetran, someten y dirigen un proceso de cambio que esirreversible y que sitúa a los baruya en una relaciónde subordinación. La reproducción de los baruya comosociedad es una reproducción dependiente. Pero los baru-ya no se quedan pasivos ni indiferentes ante los cam-bios y hay que señalar que algunos cambios incluso lospropician ellos mismos, lo cual no es contradictorio conque, al mismo tiempo, se refuercen los mecanismos iden-titarios y hagan esfuerzos por mantener y recuperarcostumbres ancestrales y rasgos distintivos de su cultu-ra. Lo que guardan, lo que conservan se combina conla práctica de ideas venidas de Occidente, de maneraque el sistema social y cultural resultante es único ydiferente del que acontece en otros pueblos y en otraspartes del mundo.

La globalización, por consiguiente, no es un fenó-meno unitario y homogeneizador: genera también va-riedad y diversidad, iniciativas y estrategias localiza-das (Friedman, 1990). Por consiguiente, no se puedeconsiderar la transformación de las sociedades sólo ensu sentido negativo, enfatizando todo lo que han “per-dido”, sino que hay que tener en cuenta también todolo que permanece, se crea y se reformula. No podemosignorar las comunidades preexistentes, los valores y

Page 111: Los lÃmites de la globalización - e Systems

109

tradiciones que se reelaboran en una síntesis entre loviejo y lo nuevo y que generan sentido de comunidad,por fraccionada y jerarquizada que ésta sea. Lo cualno niega el que prácticamente ninguna sociedad en elmundo actual puede reproducirse sin incorporar algúnelemento proveniente de Occidente; útiles, armas, téc-nicas, ideas o relaciones sociales, y esto es así inclusopara aquellos pueblos que defienden vigorosamente suidentidad (Godelier, 1993:54). Ni niega tampoco la pre-ponderancia de la economía de mercado y el que la ex-pansión del capitalismo se haya hecho a expensas decrear centros y periferias, dominación y subordinaciónentre sociedades. Pero que el centro sea motor de loscambios no presupone que las periferias sean merosagentes pasivos a ellos. Tal como advierte Ortner (1984:143), suponer eso implica reducir otras realidades cul-turales a la experiencia y a la historia de Occidente.

6) Finalmente hay que destacar otra clase de di-versidad. La globalización no impide sino que, por elcontrario, propicia el reforzamiento de los ámbitos loca-les (entendidos como comunidades localizadas de dife-rente amplitud: municipios, regiones, naciones) y quelas ciudades adquieran un nuevo protagonismo, talvez porque son los referentes inmediatos y concretosante unas realidades globales que son abstractas y ale-jadas de las experiencias cotidianas. Es a partir de estacomplementación que Borja y Castells (1997) otorgan unagran importancia estratégica al ámbito local como centrode gestión de lo global en el nuevo sistema tecnoeconó-mico en tres ámbitos principales: el de la productividady competitividad económicas, el de la integración so-ciocultural y el de la representación y gestión políticas.

Page 112: Los lÃmites de la globalización - e Systems

110

FRAGMENTACIÓN: LA GLOBALIZACIÓN

INCREMENTA LA REIVINDICACIÓN

DE LA DIFERENCIA CULTURAL

El sistema global es el contexto en el que emergela conciencia de diferencia, la identidad de los gruposhumanos como pueblo. Es el marco, pues, en el quesurge la configuración de lo que denominamos “cultu-ras”. La especificidad cultural, por tanto, nunca puedeser explicada como un dominio autónomo, o como unconjunto de rasgos propios. Lo que podemos delimitarcomo una configuración cultural específica es, de hecho,un resultado de la articulación de determinados gru-pos humanos con el sistema global. El propio procesode globalización conduce a la fragmentación de las iden-tidades. De ahí que mientras se insiste en la homoge-neización cultural que parece estar produciéndose enel mundo, resulta que aparecen nuevos movimientosque reivindican la especificidad. La cultura no es frutode una esencia, sino de la práctica; no es fruto de unadeterminada organización del comportamiento, sino delas relaciones sociales que transfieren proposiciones acer-ca del mundo (Friedman, 1994:206-207).

Tal como indica Worsley (1990), es imposible com-prender las características del mundo contemporáneosin los nacionalismos, los factores religiosos, los movi-mientos indígenas, los conflictos étnicos, o las actitudesracistas o xenófobas, que han pasado a ser más impor-tantes que el internacionalismo y el secularismo. Ade-más, algunos de estos fenómenos se sobreponen entreellos. No es fácil explicar, por ejemplo, el surgimientode las modernas versiones del Islam, a menudo etique-tadas esquemáticamente como “fundamentalismos”, nies fácil tampoco explicar las contradicciones entre elhecho de que esta religión (el Islam) abogue por con-

Page 113: Los lÃmites de la globalización - e Systems

111

formar una comunidad universal y la realidad de su-bordinar este objetivo a los intereses de la nación-Esta-do, como sucedió durante la guerra entre Irán e Irak.

En el contexto de la globalización la diferencia cul-tural ha pasado a tener nuevo sentido y nuevas for-mas de expresión. Dos tendencias parecen contrapo-nerse: la que conduce a una uniformación de los estilosde vida y las formas culturales y la que, por el contra-rio, sitúa en primer plano la especificidad como basepara la reivindicación de la diferencia cultural.

La mayor interconexión entre sociedades está di-fundiendo estilos de vida, gustos musicales, formas devestir, objetos materiales, etc., que pueden procederde lugares muy remotos que hemos incorporado contoda naturalidad a nuestras vidas y que nos asemejancada vez más. Algunos han llamado a este fenómeno la“macdonalización” de la sociedad, debido a la hegemo-nía de los modelos norteamericanos. Junto a ellos, ycomo parte de la misma lógica, se han difundido tam-bién los productos culturales “étnicos”, percibidos comoalternativos al consumo de masas, pero que no existi-rían sin el consumo de masas, que es lo que otorgavalor añadido a su origen diferencial (al igual que suce-de con los productos artesanales frente a los proceden-tes de la fabricación industrial) ni con las conexioneseconómicas extraordinariamente complejas que deri-van de la globalización. Claro que estos productos estánsometidos previamente a una especie de “pasteurización”que los hace acordes con los gustos occidentalizados.

Mientras tienen lugar estas tendencias uniformiza-doras, o paralelamente a las mismas, se ha incremen-tado también la conciencia de especificidad, lo cual po-see múltiples manifestaciones. La especificidad cultural(es decir, la manera diferente de hacer cosas similares)es invocada para marcar los límites y diferencias de

Page 114: Los lÃmites de la globalización - e Systems

112

un grupo respecto a otro. Insisto en la idea, que losantropólogos no nos cansamos de repetir, de que la cul-tura no es algo que haga “naturalmente” diferentes alos grupos humanos, sino que es la necesidad de diferen-ciación la que conduce a utilizar rasgos de la culturacomo marcadores de especificidad. Por esto la noción deunidad cultural (etnia) suele vincularse a unidades po-líticas o a unidades que desean tener un papel político(Goody, 1992). Éste es el caso de los nacionalismos o delos movimientos indigenistas, por ejemplo, que en sulucha por reivindicar derechos sociales, económicos o po-líticos, ponen en primer plano la especificidad cultural.

Una muestra de lo que decimos son los conflictosdesatados entre bosnios, serbios, croatas y albaneses,que se produjeron con el desmoronamiento del régi-men político yugoslavo y que actualmente se han re-novado una vez más. Las dificultades económicas yla falta de un futuro esperanzador provocaron un ma-lestar general que encontró su salida en la exaltaciónde las virtudes identitarias y en un cruento conflictoétnico todavía inacabado. Evidentemente, los naciona-lismos no responden a una única causa o factor y pue-den ser de naturaleza muy distinta. Etiquetarlos bur-damente como emancipatorios o como excluyentes esuna simplificación y deben interpretarse en el contextoen que se originan.

El racismo y la xenofobia, por su parte, son fenó-menos que en los últimos años han aumentado enEuropa de forma preocupante. Están relacionados conla etnización de la fuerza de trabajo y la integraciónde trabajadores inmigrados en un mercado de trabajosegmentado que los sitúa en los últimos tramos de laescala laboral. Hoy puede hablarse de nuevas formasde racismo que se esconden bajo la idea de una supues-ta irreductibilidad cultural, pues no se apela tanto a los

Page 115: Los lÃmites de la globalización - e Systems

113

rasgos físicos como factor de diferenciación como a losfactores religiosos y culturales. La diferencia culturalse aduce como mecanismo legitimador de la exclusiónsocial y salvaguarda de determinados derechos econó-micos, sociales y políticos.

También se ha incrementado la “indigenización” y,con ella, se han multiplicado los movimientos indíge-nas. En Estados Unidos, por ejemplo, la población indí-gena se dobló entre 1970 y 1980, pasando de 700.000a 1.400.000, y en este período se crearon también nue-vas tribus, lo cual no se debe a razones estrictamentedemográficas, sino que en muchos casos está relaciona-do con la reivindicación de los derechos como pueblo y,con ellos, poder alcanzar reconocimiento, obtener dere-chos de propiedad, recuperar el lugar que histórica-mente les ha sido negado o salir de la marginación. Lomismo ha sucedido en algunos países de América Lati-na, donde el reconocimiento de los derechos de los pue-blos indígenas ha contribuido a que hayan conservadoe incluso aumentado su demografía, puesto que su es-tatuto como indígenas les sitúa en una situación másfavorable que la de los mestizos.

Un ejemplo significativo de esta reindigenizaciónlo podemos mostrar en el caso de los záparo, habitan-tes de la Amazonia ecuatoriana (Espinosa, 1998). Estepueblo consiguió que le fueran reconocidos sus dere-chos de propiedad sobre una vasta extensión de la sel-va tropical amazónica (250.000 km2) después de quese efectuara la denominada Marcha por el Territorio yla Dignidad que contó con el apoyo de los movimientosindígenas del país. La comunidad que finalmente ocu-pó el territorio asignado cuenta con un total de unas120 personas de ascendencia diversa, que integra ha-blantes de záparo, quichua, shuart y achuar. Hay quedestacar que sólo tres personas eran hablantes de zá-

Page 116: Los lÃmites de la globalización - e Systems

114

paro, tres ancianos que actualmente están enseñandola lengua a las jóvenes generaciones. Se está producien-do así una “zaparización” de este grupo, porque sólo lacontinuidad como záparos da derecho al territorio delque eran originarios. Los záparos viven según las an-tiguas formas de explotación de los recursos, la agricul-tura y tala y quema. Y esto mismo es lo que permite alos záparos contar con una fuente adicional de recur-sos. Los que obtienen del “canje de bonos de CO2”, esdecir, de la asignación procedente del mercado de emi-siones que se instauró a partir del Acuerdo por el Cam-bio Climático. Y es que el bosque húmedo tropical es unárea protegida, como depositaria de bienes estratégicoscomo son los recursos genéticos y la biodiversidad, así co-mo de servicios ambientales (fijación de CO2, provisiónde agua dulce y humedad ambiental). La “zaparización”no sólo deriva de ser indígenas, sino también de vivircomo indígenas, lo que en la Amazonia constituye unrecurso valorado por las nuevas políticas ambientalesrelacionadas con la sustentabilidad.6 Es éste un ejem-plo más de cómo se articula la especificidad cultural conlas fuerzas derivadas de la globalidad.

La reivindicación de derechos e identidades se si-túa frecuentemente en el marco de la globalización.Hoy en día es cada vez más corriente que los pueblosque intentan promocionar derechos locales (nacionales)incrementen las relaciones globales y busquen apoyo

6 La preocupación internacional por los problemas ambientaleshace que en la Amazonia se hayan desarrollado numerosas inter-venciones públicas y privadas de carácter conservacionista. Así, delos 180 proyectos que se estaban ejecutando en la Amazonia ecuato-riana en el año 1998, 64 son proyectos de conservación. De los 92 mi-llones de dólares que se invirtieron en proyectos en este mismo año,el 38% se dedicaron a tareas de conservación y manejo de áreas pro-tegidas (Espinosa, 1998:29).

Page 117: Los lÃmites de la globalización - e Systems

115

en la opinión mundial. Existen muchos ejemplos quepermiten ilustrar lo que decimos. Hace unos diez años,un líder indígena kayapo, Raoni, hizo una gira por elmundo acompañado por el popular cantante Sting parasensibilizar a la opinión mundial acerca de los peligrosde deforestación de la selva amazónica y de la destruc-ción de las comunidades indígenas. El movimiento za-patista, en Chiapas, utilizó desde sus mismos inicios losrecursos que proporcionan las nuevas tecnologías de lainformación para difundir sus reivindicaciones y paraque el conflicto fuera seguido más allá de las fronterasdel Estado mexicano. Y al igual que los kayapos y loszapatistas, otros movimientos indígenas buscan en laopinión mundial un refuerzo a sus luchas. Tambiénalgunos nacionalismos siguen esta estrategia. Sin irmás lejos podemos citar cómo la celebración de los Jue-gos Olímpicos en Barcelona el año 1992 fue una pla-taforma para dar a conocer al mundo y legitimar unadeterminada imagen de la especificidad catalana.

EL PAPEL DE LA POLÍTICA

EN LOS PROCESOS DE GLOBALIZACIÓN

Enfatizo el papel de la política porque ésta suelequedar en segundo plano cuando se habla de globali-zación. Efectivamente, el concepto de globalización re-posa en dos paradigmas que estructuran la forma depensar y nos hacen ver unas determinadas cosas y nootras. Uno de estos paradigmas es el mercado, la ideade que la economía posee el máximo poder y protago-nismo en los sucesos contemporáneos. El otro paradig-ma es la comunicación, ya que el control de la informa-ción está sustentando nuevas formas de poder.

Page 118: Los lÃmites de la globalización - e Systems

116

El protagonismo que se asigna a la economía se asien-ta en la evidencia de que los Estados han ido perdien-do poder frente a la actividad trasnacional de las grandesempresas o los flujos de capital, o frente a los gigantesde la informática, la telefonía y la televisión. Además, seha ido instalando la idea de que frente a estas fuerzaseconómicas tan poderosas poco pueden hacer los gobier-nos de cada país y de que, por tanto, no hay grandesdiferencias en la práctica entre lo que puede hacer ungobierno de izquierdas o de derechas, debido al escasomargen de maniobra que tienen para desarrollar supolítica. Ésta es la base del denominado “pensamientoúnico”, que es el nuevo catecismo de nuestro tiempo.Frente a todas estas evidencias, y frente al fracaso delas experiencias comunistas, ¿no parece imponerse lalógica del mercado? Se sienten así legitimados quieneshoy afirman que debe haber más economía y menosEstado, más concurrencia y eficacia y menos obstáculosderivados de lo social. Y esto mismo, ¿no tiene nada quever con la política? ¿No responde a los viejos principiosdel liberalismo formulados con un nuevo lenguaje?

Pero vayamos por partes. De hecho la política nun-ca ha perdido su papel, ni siquiera en los países o enlos períodos en que se ha dado mayor protagonismo alas fuerzas del mercado, porque tanto papel tiene lapolítica por acción como por omisión. En el libro Lucha declases, Chomsky muestra de forma nítida que los Esta-dos Unidos, donde ha reinado la ideología del liberalis-mo, han sido siempre pioneros y bastión del proteccio-nismo practicado, eso sí, de forma selectiva. El Estadoprotege y subvenciona a los más poderosos mientrasdeja a los pobres al arbitrio del mercado. Y es que sesabe muy bien que la política de libre mercado es undesastre. Lógicamente esto tiene en sí mismo un tras-fondo eminentemente político.

Page 119: Los lÃmites de la globalización - e Systems

117

También la política ha jugado un papel decisivo enla escena mundial. No olvidemos justamente el papeldesempeñado por los Estados Unidos en la construc-ción del sistema global, tal como analiza Noam Choms-ky en El miedo a la democracia. Con la Segunda Gue-rra Mundial, los Estados Unidos se convirtieron porprimera vez en una potencia global con influencia de-cisiva en el mundo y la Unión Soviética les proporcionóun enemigo (que se magnificó, pues en la práctica erauna superpotencia de alcance muy limitado) que justi-ficaba su papel de defensores del orden mundial. Noimportaba el tamaño y la amenaza real de los conside-rados como enemigos del país, pues bajo tales justifica-ciones se invadió Vietnam de Sur, se ayudo a mantenerla brutal dictadura de Mobutu, se respaldó a Trujillo,a Somoza, a Pinochet, a Marcos o a Suharto, así como alos dirigentes racistas de Sudáfrica. Recordemos tam-bién que se hicieron intervenciones militares en Cuba,Nicaragua, la pequeñísima isla de Grenada y Panamá,aunque sea bien difícil explicar qué amenaza real sig-nificaban estos pequeños Estados para el país más po-deroso del mundo, excepto que les permitían defenderintereses geoestratégicos o seguir encontrando enemigosexternos para desviar la atención respecto a problemasinternos. Algo parecido sucedió con los episodios de laGuerra del Golfo, que pudimos seguir en directo, comosi de un espectáculo se tratara, tranquilamente senta-dos ante el televisor, así como con los bombardeos enAfganistán y Sudán, que se realizaron “casualmente”pocas horas después de que Bill Clinton declarase anteel Gran Jurado por sus relaciones con Mónica Lewins-ky. Por cierto, el “peligro comunista” ya no existe desdehace años y hoy aparece al desnudo la voluntad de losEstados Unidos de tener un papel hegemónico en lapolítica mundial.

Page 120: Los lÃmites de la globalización - e Systems

118

Es constatable, en todo caso, que economía y políti-ca han seguido procesos de naturaleza muy distinta, yque la mundialización de la economía no se correspon-de con la creación de instancias políticas equivalentesa escala planetaria. Así, en los últimos decenios se haido produciendo un imparable agigantamiento de lasempresas y empequeñecimiento de los Estados (Vidal-Beneyto, 1999). Si en la década de los ochenta se produ-jeron numerosas concentraciones empresariales me-diante agresivas políticas de absorción y de fusión desectores industriales y de servicios, en los años noventahan sido las entidades financieras las que han seguidoeste camino, creándose grandes megabancos que aspi-ran a tener el oligopolio, lo que ha supuesto la entroni-zación del dinero como mercancía principal y la conso-lidación de la mundialización del mercado de capitales.

Mientras esto ocurre, los Estados han seguido unproceso inverso de fragmentación. En menos de un si-glo se ha multiplicado por cuatro el número de Estadosnacionales y en el caso de Europa, en tan sólo 60 añosse ha pasado de 23 a 50 Estados. Es cierto que pesanfactores simbólicos y afectivos, como son los que sub-yacen en todo nacionalismo, pero es cierto también quela política sigue un camino opuesto al de la globaliza-ción económica. No hay un poder político mundial yhoy por hoy las instituciones supranacionales o no tie-nen poder efectivo o poseen déficits democráticos im-portantes, como sucede con las instituciones europeas,por ejemplo. No existen formas de integración políticaa escala global. Se va muy por detrás de la lógica eco-nómica y la consecuencia de ello es que en la prácticase está dejando que el sistema global funcione al arbi-trio de las leyes del mercado. Y el hecho de otorgar unmayor protagonismo a la economía, ¿no es político?

Page 121: Los lÃmites de la globalización - e Systems

119

OBSERVACIONES FINALES SOBRE

GLOBALIZACIÓN Y POLÍTICA

El término globalización indica el proceso de inter-nacionalización de la economía, la tecnología, las fi-nanzas, las comunicaciones o la producción cultural;expresa, en definitiva, la escala mundial de muchos fe-nómenos. La globalización no impide, sino que por elcontrario propicia, que los ámbitos locales adquieranun nuevo protagonismo y una gran vitalidad, como tam-poco impide la eclosión de múltiples formas de identi-dad y el surgimiento de nuevos episodios y expresionesdel nacionalismo. Hoy vivimos, pues, en un sistema glo-bal y esto, que tiene muchas ventajas e inaugura nue-vas potencialidades, no garantiza la igualdad entre laspersonas, ya que continúan existiendo mecanismos deexclusión y se han agudizado incluso las diferencias yfracturas entre grupos sociales, países y zonas del pla-neta. Desigualdades, heterogeneidad y fragmentaciónson actualmente componentes indisociables de la glo-balización. De ahí la necesidad de reflexionar acerca dela naturaleza de un proceso con vertientes aparente-mente tan contrapuestas.

En términos específicamente económicos la globali-zación se corresponde con el proceso de expansión delmercado, relacionado con la implantación hegemónicadel capitalismo como sistema económico y social. La eco-nomía de mercado ha penetrado en distintos pueblosdel mundo, ha impregnado la lógica de distintas formasde producción y ha modificado, a menudo sustancial-mente, la vida de la gente. No se trata de un fenóme-no homogeneizador, ya que si bien el mercado es globaly, por tanto, de alcance mundial, la fuerza de trabajono lo es, pues está dividida en múltiples fragmentos enbase a su adscripción a determinados países, origen cul-

Page 122: Los lÃmites de la globalización - e Systems

120

tural o racial, diferencias de sexo, clases sociales, etc.No se trata tampoco de un proceso en una sola direc-ción, sino que existe una gran variedad de respuestaslocales, que suponen una síntesis particular y distinti-va entre las grandes corrientes económicas y las pro-pias tradiciones culturales existentes en cada lugar. Setrata, además, de un proceso que incrementa la reivin-dicación de la diferencia cultural, que es el contrapun-to a las tendencias homogeneizadoras.

La expansión de la economía de mercado supone,por otro lado, modificaciones importantes en el uso delos recursos naturales y esto comporta un impacto am-biental considerable, ya que el incremento del consu-mo y la lógica de la ganancia a corto plazo llevan a quemuchos recursos se destruyan a un ritmo superior a sucapacidad de regeneración. Los problemas derivadosde la contaminación ambiental, la deforestación, el ca-lentamiento del planeta o los accidentes nucleares hanobligado en estos últimos años a cuestionar las basesde un crecimiento económico ilimitado y a plantear laidea de sustentabilidad. Los fenómenos de degradaciónambiental, amenazan gravemente las formas de pro-ducción y las condiciones de vida de distintos pueblosdel planeta y se relacionan con factores sociales y polí-ticos. Es significativo el surgimiento de una concienciaglobal de los problemas sociales y de los problemas am-bientales, lo que caracteriza la forma de reflexividadsocial de nuestro contexto contemporáneo (Giddens,1996).

Actualmente hablar de imperialismo o de depen-dencia parece anticuado y apenas se utilizan estos tér-minos. Se insiste, en cambio, en la interdependencia yla unidad global del mundo y se dejan en segundo pla-no las formas de dominación y de desigualdad existen-tes en el sistema global, a pesar de que ellas también

Page 123: Los lÃmites de la globalización - e Systems

121

cristalizan a escala mundial. Se imponen así los para-digmas de la ideología neoliberal, que es la que modelael pensamiento único, afirma el fin de la historia, datodo el protagonismo al mercado y a sus leyes, y relega elpapel de la política a un segundo plano. Estos paradig-mas constituyen el rearme ideológico del neoliberalis-mo. De ahí la importancia de desvelar las caras ocultasde la globalización: la desigualdad, la fragmentación,la diversidad.

Estas consideraciones no suponen rechazar el tér-mino globalización, pues no se trata de ser nominalis-tas: no cambiamos las cosas por cambiar el nombre. Esnecesario, en todo caso, que cuando lo utilicemos tenga-mos presente que la globalización no comporta hoyintegración política ni supone la igualdad social ni launidad cultural.

Hay que destacar además el papel de la políticacomo factor de transformación de las situaciones deinjusticia y desigualdad existentes en el mundo. Por-que en esto no hay inevitabilidad, ya que los procesoshistóricos no siguen una dirección preconfigurada yporque, además, también se han conseguido conquistassociales que antaño podían parecer objetivos utópicos.Por esto hoy en día significa nuevos retos para quienesintentan romper con la hegemonía de las posturas neo-liberales y obliga a nuevos compromisos entre la lógicadel mercado y la intervención pública garantizada porel Estado. De hecho se demuestra constantemente elfracaso del funcionamiento libre de mercado, y el casomás reciente ha sido la crisis financiera que hace pocosmeces afectó a los denominados tigres asiáticos y reper-cutió gravemente en las economías de América Latina.7

7 Hay que destacar que esta crisis financiera no tiene preceden-tes por su tamaño, por su celeridad con la que transmitió a los paísesimplicados y por su extensión geográfica. Puede decirse que es la cri-

Page 124: Los lÃmites de la globalización - e Systems

122

La urgencia hoy es la regulación del mercado no su des-regulación y asegurar a través de la política los meca-nismos de redistribución de la riqueza para garantizarla cohesión de las sociedades.

Los principios y reglas de la globalización no pue-den ser ignorados. Las posibilidades abiertas por la ma-yor interrelación entre pueblos y el mayor acceso a lainformación son un potencial que puede orientarse ha-cia la consecución de una mayor igualdad y progresosocial en el mundo. Pero esto implica avanzar en unapolítica global, hacia instituciones supranacionales dota-das de la fuerza moral y jurídica necesarias para resol-ver los problemas que afectan a la seguridad y a la paz,regular los movimientos especulativos de capital, inci-dir en la mejora de las condiciones de vida, y velar porla preservación ambiental, los derechos humanos y losderechos democráticos.

La globalización es un proceso inacabado y hoy nosabemos en qué dirección irá. Y por ello quiero acabareste artículo con unas palabras de Noam Chomsky, dequien me he dejado impregnar pasando del discursoacadémico al político como discursos complementarios yno incompatibles. “No sabemos si el instinto de libertades o no real”, dice Chomsky, al final de El miedo a lademocracia (1992:401), después de exponer los movi-mientos de lucha por las libertades. “Es difícil —conti-núa— hallar o no motivos para afirmar una u otra pers-pectiva. Y, por tanto, no podemos hacer nada mejor queelegir de acuerdo con nuestra intuición y nuestras es-peranzas. Las consecuencias de tal elección están cla-

sis financiera global que ha puesto de manifiesto, además, la necesi-dad de regulación de los mercados de capitales a fin de frenar loscomportamientos especulativos de los grandes inversores internacio-nales. Por ello constituye un ejemplo del fracaso de la política neoli-beral basada en la libertad de mercado.

Page 125: Los lÃmites de la globalización - e Systems

123

ras. Negando el instinto de libertad, demostraremos quelos humanos son una mutación letal, un punto muer-to evolutivo. Alimentándolo, si es real, podemos hallarmaneras de abordar tragedias y problemas humanosde enorme magnitud”. Personalmente me inclino porla segunda opción: la elección por las libertades, queconfía en el progreso social y en las potencialidades dela acción humana. Es la opción que permite pensar que laglobalización ofrece un horizonte abierto a la posibili-dad de resolver problemas sustanciales, y que permitetener la esperanza de que la interdependencia mundialsea la base de la emancipación global.

REFERENCIAS

Appadurai, A. (1990): “Disjuncture and Difference in theGlobal Cultural Economy” en Public Culture, 2, 1-24.

Borja, J. y Castells, M. (1997): Local y global. La ges-tión de las ciudades en la era de la información,Madrid, Taurus.

Chomsky, N. (1969): American Power and the NewMandarins, Nueva York, Pantheon Books.

Chomsky, N. (1971): ¿Por qué estamos en Vietnam?,Barcelona, Galerna.

Chomsky, N. (1971): Conocimiento y libertad, Barcelo-na, Ariel.

Chomsky, N. (1984): La segunda guerra fría, Barcelo-na, Crítica.

Chomsky, N. (1992): Los vencedores. Una ironía de laHistoria, Tafalla, Txalaparta.

Chomsky, N. (1992): El miedo a la democracia, Barce-lona, Grijalbo.

Chomsky, N. (1995): Los guardianes de la libertad,Barcelona, Crítica.

Page 126: Los lÃmites de la globalización - e Systems

124

Chomsky, N. (1996): El nuevo orden mundial (y el vie-jo), Barcelona, Crítica.

Chomsky, N.(1997): Lucha de clases. Conversacionescon David Barsamian, Barcelona, Crítica.

Chomsky, N. (1998): Autodeterminación y nuevo orden.Los casos de Timor y Palestina, Tafalla, Txalaparta.

Chomsky, N. y Dieterich, H. (1997): La aldea global,Tafalla, Txalaparta.

Comas d’Angemir D. (1998): Antropología económica,Barcelona, Ariel.

Espinosa, M. F. (1998): “La amazonia ecuatoriana: co-lonia interna” en Iconos, 5, 28-34.

Frank, A. G. (1991): El subdesarrollo del desarrollo.Un ensayo autobiográfico, Madrid, IEPALA.

Friedman, J. (1990): “Being in the World. Globalizationand Localization”, en M. Featherstone (ed.), GlobalCulture. Nationalism, Globalization and Moder-nity, Londres, Sage, 311-328.

Friedman, J. (1994): Cultural Identity and Global Pro-cess, Londres, Sage.

Godelier, M. (ed.) (1991a): Transitions and subordi-nations au capitalisme, París, Éditions de la Maisondes Sciences de l’Homme.

Godelier, M. (ed.) (1991b): “Les baruya de Nouvelle Gui-née. Un exemple récent de subordination économi-que, politique et culturelle d’une société ‘primitive’a l’Occident”, en M. Godelier (ed.), Transitions andsubordinations au capitalisme, París, Éditions dela Maison des Sciences de l’Homme, 379-400.

Godelier, M. (1993): “El Occidente: espejo o espejismode la evolución de la humanidad”, en Discursos iIliçons. Inauguració del curs 93-94, conferenciainaugural de la Facultad de Letras, Tarragona, Uni-versitat Rovira i Virgili, 45-59.

Page 127: Los lÃmites de la globalización - e Systems

125

Giddens, A. (1996): Más allá de la izquierda y la dere-cha, Madrid, Cátedra.

Goody, J. (1992): “Culture and its Boundaries: A Euro-pean View”, en Social Anthropology, 1, 9-32.

Gudeman, S. (1978): The Demise of a Rural Economy.From Subsistence to Capitalism in a Latin AmericaVillage, Londres, Routledge and Kegan Paul.

Ortner, S. (1984): “Anthropological Theory since theSixties”, en Comparative Studies in Society andHistory, 26, 126-166.

Ramonet, I. (1997): Un mundo sin rumbo. Crisis defin de siglo, Madrid, Debate.

Robertson, R. (1992): Globalization. Social Theory andGlobal Culture, Londres, Sage.

Vidal-Beneyto, J. (1999): “Gigantes económicos, ena-nos políticos”, en El País, 23 de enero, 8.

Wallerstein I. (1979): El moderno sistema mundial,Madrid, Siglo XXI.

Worsley, P. (1990): “Models of the Modern World Sys-tem”, en M. Featherstone (ed.), Global Culture.Nationalism, Globalization and Modernity, Lon-dres, Sage, 83-96.

Worsley, P. (1967): The Third World, Londres, Wei-denfeld and Nicolson.

Page 128: Los lÃmites de la globalización - e Systems

HACE unos cuantos años que me invitan a hablar enceremonias académicas. Siempre me hace sentir incó-modo, y últimamente he rehusado las invitaciones muya mi pesar. Una de las razones es porque estas ceremo-nias pretenden ser celebraciones, ocasiones de alegría,un sentimiento que comparto plenamente, pero me en-cuentro hablando de temas que no son ni muy alegresni alentadores.

Cuando se me presenta la oportunidad de hablarsobre asuntos humanos, me cuesta dejar de pensar que,mientras hablo, se morirán mil niños de enfermedadesque se podrían prevenir fácilmente y que más de dosmil mujeres se morirán o sufrirán una grave incapaci-dad durante el embarazo o el parto por falta de reme-dios sencillos y de atención médica. Según las mejoresestimaciones, estas tragedias se podrían evitar y el ac-ceso universal a los servicios sociales básicos se podría

* Discurso pronunciado por el Profesor Noam chomsky en el actode investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Rovirai Virgili.

1 La traducción del presente capítulo ha sido realizada por Ser-gio Vallhonrat y Sara Martí.

Capítulo 5

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD*1

por Noam Chomsky

Page 129: Los lÃmites de la globalización - e Systems

127

asegurar con la cuarta parte del presupuesto militaranual de los países en desarrollo, un 10% del presu-puesto militar de los Estados Unidos. Y esto es tan sólola punta del iceberg.

Espero que no les moleste si sucumbo a estos senti-mientos y hablo de algunas de las crisis de la sociedadcontemporánea. La palabra crisis se ha empleado tana menudo y tan a la ligera en los últimos años que susignificado ha quedado distorsionado. Pero a veces sepuede aplicar el término con su significado auténtico.Las crisis del mundo moderno son muy reales y e inclu-yen las armas de destrucción masiva, para las que nohay ningún control serio a la vista, y desastres ecoló-gicos que quizá no tardarán mucho en llegar, con conse-cuencias imprevisibles.

Quisiera decir cuatro palabras sobre crisis menoresque también son muy reales: las crisis de las institucio-nes. Me limitaré a una única perspectiva, restringidapero no sin importancia: el papel y los problemas delas instituciones de educación superior y de investiga-ción avanzada. Esta perspectiva está limitada en otroaspecto importante: me referiré sobre todo a los Esta-dos Unidos, el caso que me es más familiar y que, por lodemás, no resulta nada inapropiado; su predominioglobal y sus instituciones relativamente estables y de-mocráticas hacen que sea el mejor modelo que tenemosde una democracia capitalista estatal.

Nos estamos acercando al cincuenta aniversario dela fundación de las instituciones básicas del orden mun-dial. No es ningún secreto que afrontan graves proble-mas. No se pueden, por supuesto, considerar fuera delcontexto de las relaciones de poder en un mundo denaciones-Estado. Una evaluación realista debe colocar-las también en conexión con las instituciones de poderprivado, las megacorporaciones que administran las

Page 130: Los lÃmites de la globalización - e Systems

128

interacciones económicas. En los últimos veinte años,han tenido una importancia especial las institucionesfinancieras que han dominado el orden internacional,creando lo que algunos economistas describen comouna economía mundial de “casinos globales sin Esta-do”, en la que las actividades depredadoras sustituyencada vez más a la producción real. La escala de todoesto es asombrosa y las tendencias podrían ser catas-tróficas si no se controlan. Últimamente esta cuestiónse ha convertido en una de las preocupaciones másgrandes de los centros de poder político y económico.Aunque demasiado tarde: los problemas eran suficien-temente claros hace años.

Como todos los sistemas de autoridad y dominio, losque forman parte de nuestras vidas dependen crucial-mente de estructuras de doctrina y creencia que lesproporcionan legitimación. Ello requiere institucionesideológicas subordinadas y también personas para tra-bajar en ellas, lo que Antonio Gramsci llamaba “exper-tos en legitimación”. Enfocando la cuestión desde otropunto de vista, Henry Kissinger explicó que el papel de“el experto” es “elaborar y definir a un alto nivel el con-senso de los que tienen intereses creados en las opinio-nes mayoritariamente compartidas”, y de este modo,asegurar que su consenso sea el marco tácito de dis-curso general. No es necesario añadir que el poder deimponer el consenso no está igualmente distribuido.Todos los que aspiren al estatus de “expertos reconoci-dos” deben reconocer debidamente estos hechos ele-mentales de la vida. George Orwell advertía en unaocasión que, en las sociedades libres, para poder con-trolar la opinión pública es necesaria una “buena edu-cación”, que inculque la comprensión de que hay cier-tas cosas que “no estaría bien decir” —ni pensar, si laeducación realmente tiene éxito—. Los que rechazan

Page 131: Los lÃmites de la globalización - e Systems

129

este papel no pueden ser considerados “expertos” o,mejor dicho, “expertos en legitimación”.

Desde siempre se ha aceptado que cuando las per-sonas no pueden ser controladas por la fuerza, deberecurrirse a métodos más sutiles para asegurar queobedezcan a la autoridad. De la misma manera que lasluchas populares han aumentado el reino de la liber-tad en este siglo, ha habido una explosión correlativade industrias y profesiones que se dedican a lo que seconoce como “control de la mente pública” —las relacio-nes públicas, la publicidad, la psicología industrial yaplicada, las artes gráficas—. De hecho, existe unaamplia gama con programas bien articulados e inclusocon lo que denominan una “filosofía de la vida”.

Si aspiramos a crear un mundo del mañana quesea más justo y humano, debemos empezar compren-diendo el mundo de hoy. Debemos examinar las insti-tuciones de orden, autoridad y dominio, y preguntar sisirven o, contrariamente, socavan los derechos y nece-sidades humanas fundamentales. Y si fracasan, debe-mos preguntar cómo pueden ser modificadas o comple-tamente sustituidas, tal como ha ocurrido a lo largo dela historia. De un modo ideal, cuestiones como éstasdeberían estar en el corazón de la educación universi-taria, que debería hacer un esfuerzo cooperativo paradescubrir estos temas tan básicos, a menudo escondi-dos, y para investigar e intentar entenderlos.

Pero aparece en seguida un dilema: las institucio-nes educativas se encuentran dentro del sistema gene-ral de poder y dominio, y se mantienen allí en la medidaen que ayudan a legitimarlo y a avanzar sus objetivos,los cuales sólo accidentalmente se corresponden con losobjetivos de comprender y crear un mundo mejor; dehecho, a menudo están en conflicto, por razones quedeberían ser obvias.

Page 132: Los lÃmites de la globalización - e Systems

130

Es frecuente describir la historia reciente en térmi-nos de una transición económica desde la agricultura ylos artesanos a la industria y, más recientemente, auna nueva fase cuya fuerza motriz es el conocimiento.Esta descripción tiene mérito y es probable que se pue-da aplicar aún más en el mundo del mañana. En estecontexto, las universidades han venido a tener un pa-pel cada vez más destacado.

En gran parte, la educación superior masiva es unfenómeno posterior a la Segunda Guerra Mundial, y lainvestigación universitaria ha sido una de las fuentesprincipales del crecimiento económico. Desde otro pun-to de vista, la investigación subvencionada por el go-bierno ha servido como uno de los métodos principalesde socializar el coste y el riesgo mientras promueve elbeneficio y el poder privados. Éstas son característicasimportantes de las economías contemporáneas, la deEstados Unidos incluida, donde casi todos los sectoresdinámicos de la economía han dependido de este méto-do para crecer económicamente y proteger a los pode-rosos y privilegiados de la disciplina del mercado. Sepuede decir lo mismo de las sociedades industrializadasen general, y ha sido así desde los orígenes de la revo-lución industrial en Inglaterra.

En Estados Unidos, más que en otros lugares, lasuniversidades han estado en el corazón de estos desa-rrollos. A título de ejemplo, los principales centros de laindustria de alta tecnología son filiales de las universi-dades. Los más importantes son el complejo tecnológi-co de ordenadores, electrónica e información que hayalrededor de Boston y que, en gran parte, es un deri-vado del Instituto de Tecnología de Massachussets y,por otra parte, Silicon Valley (Valle del silicio), que tie-ne una relación semejante con Stanford y la Universi-dad de California. En los dos casos, también hay una

Page 133: Los lÃmites de la globalización - e Systems

131

red de universidades estatales de apoyo que se dedicana la formación y a la investigación.

A pesar de que el cambio hacia una sociedad basa-da en el conocimiento se describe con gran admiración,hay muchos aspectos dudosos. Las preguntas “conoci-miento para qué” y “conocimiento para quién” debe-rían estar siempre por delante y las respuestas no sonsiempre muy atractivas. Todo el concepto es defectuo-so de un modo más fundamental. Por muy abundanteque sea el conocimiento no es lo mismo que la compren-sión auténtica, incluyendo alguna comprensión e intui-ción de nuestro propio lugar en el mundo material ysocial y la comprensión de cómo deben vivirse nuestrasvidas. Si no hay una transición hacia una sociedadbasada en la comprensión en este sentido, las perspec-tivas de tener un tipo de mundo en el que una perso-na decente podría querer vivir no son buenas, ni tansiquiera para la supervivencia humana.

A lo largo de la historia ha habido una distinciónentre dos líneas de investigación: la investigación dequé es el mundo y cómo funciona, y la investigaciónde cómo debe vivirse una vida humana decente. Éstoshan sido temas destacados de la cultura intelectual, conuna variedad de perspectivas. A medida que el mundose mueve hacia un orden intelectual y social basado enel conocimiento —o como esperaríamos, basado en lacomprensión—, las responsabilidades de las universi-dades incrementan y sus dilemas también. De un modoideal, deberían intentar desarrollar el pensamiento, lasideas, las explicaciones de la ciencia y de la vida humana,el conocimiento y la amplia comprensión que podríanayudarnos a encontrar un camino hacia un futuro máshumano. Para contribuir a este fin, las universidadesdeben estar libres de presiones externas. Además, estalibertad debe estar distribuida: no pertenece sólo a las

Page 134: Los lÃmites de la globalización - e Systems

132

administraciones ni a los profesores, sino a todo el queparticipe en la vida universitaria —los estudiantes, elprofesorado y los demás empleados—. Puede tratarsede un objetivo difícil de lograr, pero debería ser un idealque se buscase activamente.

La vida universitaria no sólo debería ser liberado-ra para todos sus participantes sino que también debe-ría tener un impacto en la sociedad en general. En unsentido profundo, el papel social e intelectual de la uni-versidad debería ser subversivo en una sociedad sana.

En las ciencias esto se da por descontado, aunqueno empleen estas palabras. Se entiende que la cienciasobrevive gracias al desafío constante de la manera depensar establecida, que se acepta —siempre de maneraprovisional— si aguanta el desafío y, si no, se revisa.Una buena educación en las ciencias pretende que losestudiantes inicien y desarrollen estos procesos de desa-fío. Los individuos y la sociedad en general se beneficiande ello en la medida en que estos ideales liberadores ysubversivos se extienden a través de todo el sistemaeducativo —y, de hecho, mucho más allá.

Pero en el mundo real de sistemas de poder alta-mente concentrados surgen problemas graves. Es nor-mal que las instituciones poderosas, tanto estatalescomo privadas, utilicen este poder para conformar elmundo social e intelectual según sus propios intereses.Económicamente, las universidades son parasitariasporque dependen del apoyo externo. Mantener esteapoyo y cumplir su función liberadora y subversivaplantea problemas concretos e inmediatos que se acer-can a la contradicción.

Piensen en la investigación en ciencia y tecnología.Hasta la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos noestaba en cabeza, a pesar de su preponderancia econó-mica. Pero la iniciativa estatal, a menudo a través del

Page 135: Los lÃmites de la globalización - e Systems

133

sistema militar, tuvo un papel significativo desde elprincipio. En el siglo XIX, “el sistema americano de fa-bricación” sorprendió a sus competidores británicos porsus métodos originales de imponer la uniformidad y elorden en el comportamiento y en los componentes, queeran intercambiables y estandarizados como los traba-jadores que los empleaban. El sistema fue diseñado ydesarrollado en los arsenales de armas gubernamenta-les, donde fue protegido de las presiones del mercadohasta que quedó lo suficientemente refinado como parapasarlo a los fabricantes privados para sacarle rendi-miento. Se puede decir los mismo del trabajo fundamen-tal en la metalurgia y en otras tecnologías decisivas y,no menos importante, en las técnicas de dirección paracontrolar y estandarizar a los trabajadores.

Entre tanto, la educación masiva se diseñó en par-te para convertir a los agricultores independientes enherramientas eficientes de producción dentro del siste-ma de fabricación, que se desarrolló paralelamente enlas prisiones de un modo similar, como reconocen mu-chos observadores de la época y muchos criminalistasdestacados de hoy día. Antes de la Segunda GuerraMundial, el gasto más importante de la investigacióniniciada y subvencionada por el Gobierno iba a parar ala agricultura, sobre todo en las universidades. Muchosaños más tarde, esta acción comportó un aumento enor-me en la productividad a causa de los avances en lainvestigación biológica y química.

Todo el sistema cambió radicalmente después de laSegunda Guerra Mundial y creció de uno modo des-mesurado. La historia de la producción del siglo XIX serepitió, aunque a escala mucho mayor. Por ejemplo, elsistema militar de Estados Unidos se responsabilizó deldesarrollo de herramientas controladas por ordenadory otras formas de automatización, y las diseñaba de tal

Page 136: Los lÃmites de la globalización - e Systems

134

forma que los trabajadores redujeran sus habilidades yque el control patronal incrementase, resultados queno son inherentes a la tecnología, como algunos estudiostécnicos han demostrado. Después de un largo períodode diseño, desarrollo y de logros en el sector estatal, sepasaron los resultados a la industria privada para ob-tener beneficio y para el control efectivo de la mano deobra.

Se puede decir lo mismo de los ordenadores y de laelectrónica en general, las telecomunicaciones y la tec-nología de la información, la industria aeronáutica,etc. El estudio académico más reciente e importantesobre la economía industrial avanzada describe el pro-grama militar como “antes que nada, un ejercicio deplanificación industrial, con el poder de decisión bienestablecido en el Pentágono”, y con las universidadessituadas en el centro del proceso. Las industrias biotec-nológicas están creciendo rápidamente y siguen un cur-so muy parecido, dependiendo de otros componentesdel complejo Estado-universidad.

Un ejemplo reciente es Internet, ahora aclamadapor todo el mundo como el triunfo del individualismoindestructible y los valores emprendedores de EstadosUnidos. En realidad, Internet se diseñó y desarrollódurante casi treinta años dentro del sector estatal, prin-cipalmente en el Pentágono. Hubo una participacióncorporativa con la financiación federal y una ampliainiciativa universitaria desde el principio. Se pasó alsector privado hace pocos años y se cree que será fuen-te de unos beneficios enormes.

Pero aún hay grandes problemas, que sobre todoestán relacionados con la fiabilidad y la seguridad. Unestudio reciente elaborado por el Gobierno y la indus-tria, iniciado por el Pentágono, concluye que la inves-tigación necesaria es “de demasiado alcance y demasia-

Page 137: Los lÃmites de la globalización - e Systems

135

do arriesgada para interesar a las empresas y, por lotanto, el Gobierno federal debe dar su apoyo”, esto es,la sociedad, que no sabrá nada de ello. Las universida-des asumirán su responsabilidad habitual, tanto en lainvestigación como en la formación, a cuenta del gastopúblico.

Quizás estas decisiones tengan una utilidad social,quizá no. Sea cual sea la respuesta, el gran público nodecidirá. Él sólo debe obedecer mientras todo esto selleva a cabo bajo “el velo del secreto”, como en el casode los acuerdos comerciales y otras decisiones que tie-nen un gran impacto sobre la naturaleza y la calidadde vida.

La importancia del engaño se ha comprendido des-de el principio. Hace cincuenta años el secretario de lasFuerzas Aéreas del presidente Truman recomendó queno empleásemos la palabra subsidio sino seguridad:de esta forma se puede vender la amenaza de la de-mocracia. El presupuesto actual del Pentágono, el des-tacado ejemplo del Convenio Multilateral sobre Inver-siones y muchos otros casos reflejan la misma actitud.

A veces, los hechos se articulan con lucidez en el mun-do académico. En un estudio muy prestigioso sobre lapolítica de Estados Unidos, el catedrático de Ciencia deGobierno en Harvard destacó que “los arquitectos delpoder deben crear una fuerza que se sienta pero queno se vea. El poder es fuerte mientras permanece en laoscuridad; cuando se expone a la luz del día, empiezaa evaporarse”.

En la propaganda militar del Gobierno de Reagan,el mismo académico aplicó la lección explicando que“quizá se deba vender la intervención o acción militarde tal modo que se cree la falsa impresión de que seestá luchando contra la Unión Soviética. Esto es preci-samente lo que hace Estados Unidos desde la doctrina

Page 138: Los lÃmites de la globalización - e Systems

136

Truman”. Para asegurar la ignorancia o la apatía delpúblico, no sólo es necesario engañarlo sobre la políti-ca, sino que también es preciso ocultar a los auténticosarquitectos de la vista del público o de su escrutinio.

Es responsabilidad de las universidades, y de los in-telectuales en general, llevar a cabo esta ingente tarea.

He citado la conclusión del estudio iniciado recien-temente por el Pentágono sobre la necesidad de que lasociedad asuma los riesgos y los gastos de mejorar In-ternet. Esto se puede generalizar de una forma muchomás amplia. Una corporación farmacéutica, normal-mente no subvencionará la investigación universitariasobre biología fundamental, que podría proporcionarun buen rendimiento económico, pero en algún mo-mento incierto del futuro y con beneficios librementeaprovechables. Es mucho más probable que subven-cione proyectos aplicados a corto plazo, con unos con-troles que aseguren que tiene la prioridad en cuanto alos resultados e incluso la publicación. El problema noera demasiado grave mientras la investigación estabasubvencionada sobre todo por el gobierno, el Pentágo-no incluido. Hoy día resulta más grave, con la expan-sión del poder privado irresponsable.

Los problemas surgen de un modo especialmentegrave en lo que podríamos llamar “las disciplinas ideoló-gicas” —es decir, aquellas que pretenden seguir el con-sejo del catedrático de Ciencia de Gobierno que he cita-do de construir una cultura intelectual y un marco deactitudes y creencias que favorezcan las necesidadesde los sistemas de poder externos—. Aquí es grave lacontradicción entre el carácter parasitario de la univer-sidad y la función liberadora y subversiva que deberíatener en una sociedad libre y sana, probablemente másgrave que en las ciencias duras.

Page 139: Los lÃmites de la globalización - e Systems

137

Hay dos razones principales. La primera s que losresultados de la investigación que sea realmente librey que no tenga restricciones pocas veces se puedenutilizar para incrementar el poder privado, en con-traste con lo que sucede a menudo en la ciencia y latecnología. La segunda razón es que las universidades,en el centro de la cultura intelectual, pueden tener unpapel esencial en “la reglamentación de la mente pú-blica del mismo modo que un ejército reglamenta loscuerpos de sus soldados” —cito al respetado liberal Ed-ward Bernays, del tipo Roosevelt-Kennedy, en su ma-nual clásico para la industria de las relaciones públi-cas, de la que era uno de los fundadores y una de lasfiguras destacadas.

Desde los orígenes de la revolución industrial, seha entendido que el control del pensamiento y del com-portamiento es esencial para poder introducir nuevasformas revolucionarias de disciplina y también para“crear deseos” —crear “necesidades imaginarias”, comoa veces se denomina, con toda sinceridad, a este proce-so—. Para que el poder privado con apoyo estatal fun-cione efectivamente, la gente debe estar dispuesta aconvertirse en herramientas de producción que siganórdenes y átomos aislados de consumo que acepten unadisciplina estricta en sus vidas cotidianas, en virtud delas presuntas recompensas del consumo general.

La gente debe ser “civilizada”: debe aprender a per-cibir sus necesidades en términos de consumo de bienesmás que de calidad de vida y de trabajo. Podemos leeresto en los estudios principales de la industria de lapublicidad, que se convirtió en una fuerza importanteen los años veinte con estos objetivos conscientes y ar-ticulados. Es necesario “invalidar las costumbres de si-glos” y “crear nuevas concepciones de alcance indivi-dual y de deseo comunitario”. Ésta era la autoimagen

Page 140: Los lÃmites de la globalización - e Systems

138

aprobada que debía ser impuesta por los nuevos siste-mas de control de la mente y de las actitudes.

Un importante economista financiero observó queel sistema industrial impone una “filosofía de lo inútil”.Pero esta “falta de propósito en la vida” tiene su valor,explicó: los directores de la economía la pueden explotarpara “concentrar la atención humana en las cosas mássuperficiales que componen una gran parte del consu-mo de moda”. Así, la gente aceptará, e incluso acogerácon agrado, sus vidas subordinadas y sin sentido.

Para las universidades, estos elementos de la socie-dad moderna crean graves dilemas. Por un lado, reco-nocen que de algún modo deben dedicarse a los idealesliberadores —y, por lo tanto, a menudo subversivos—para provecho de los estudiantes y de la sociedad engeneral. Por otro lado, están sujetas a presiones ex-ternas que pueden ser bastante fuertes: la tortura no,evidentemente, pero sí la pérdida de oportunidades yde una parte del privilegio y del prestigio que las so-ciedades ricas pueden ofrecer como recompensa por lasubordinación.

Estas cuestiones deben afrontarse de una manerasobria y realista. Pero el realismo también da motivospara ser optimistas. Cuesta decirlo después de este te-rrible siglo, pero es un hecho comprobado que ha habi-do muchas mejoras en distintos aspectos de la vida yla conciencia humana, que han continuado una histo-ria anterior de progreso —que va muy despacio y a ve-ces da marcha atrás, pero que, a pesar de todo, es real—.Los logros no han sido regalos del cielo, sino el resulta-do de luchas ganadas, al menos parcialmente. Sólo enestos últimos años hemos visto caer tiranías brutales,crecer el conocimiento científico, que es muy promete-dor, y muchas otras razones por las que podemos mi-rar al futuro con optimismo.

Page 141: Los lÃmites de la globalización - e Systems

139

Sobre todo en las sociedades más privilegiadas, quehan ganado una parte importante de libertad, hay mu-chas opciones disponibles, incluyendo el cambio insti-tucional básico si se considera que ésta es la maneracorrecta de proceder. No hay razón alguna para quedebamos aceptar el sufrimiento y la injusticia que nosenvuelven, ni la posibilidad, que no es poca, de que losseres humanos demuestren ser el resultado de un “errorde la evolución”, que aparecen de golpe en el registroevolutivo, desaparecen muy pronto y provocan muchosdaños por el camino.

Page 142: Los lÃmites de la globalización - e Systems

EL CÁNTICO de júbilo con que se ha iniciado este actorefleja, sin duda, la satisfacción que debe sentir nuestracomunidad universitaria ante la concesión del DoctoradoHonoris Causa al Profesor Noam Chomsky. Esta dis-tinción, así como la aceptación por parte del candidato,constituyen un buen motivo de alegría para esta jovenuniversidad, por la oportunidad de acoger en su senoa quien ha sido considerado, en repetidas ocasiones,como uno de los intelectuales más importantes de nues-tro tiempo. El significado histórico de este acto vienedado además por el hecho de ser él el primer candidatode fuera de nuestras fronteras que nombra Doctor Ho-noris Causa la Universidad Rovira i Virgili, y por serésta la primera universidad del Estado español que tie-ne el privilegio de otorgar dicho título al Profesor NoamChomsky.

El encargo recibido del Excmo. y Mgfco. Sr. Rector,Dr. Lluís Arola, de apadrinar en este acto al Profesor

* Tomado del discurso de “elogio del candidato” pronunciado enel acto de investidura del Profesor Noam Chomsky como DoctorHonoris Causa de la Universidad Rovira i Virgili.

Capítulo 6

DIGNIDAD INTELECTUAL Y COMPROMISO POLÍTICO:ESBOZO BIOGRÁFICO DE NOAM CHOMSKY*

por José E. García-Albea

Page 143: Los lÃmites de la globalización - e Systems

141

Chomsky, suscita en mí dos sentimientos en cierto modocontrapuestos. Por una parte, el de un sincero agradeci-miento, al darme la ocasión de reconocer públicamentela deuda contraída, en el orden intelectual y moral,con quien ha sido mi maestro desde los tiempos en que,como becario posdoctoral, fui alumno suyo en el MIT

(hace ya unos 20 años). Y por otra parte, un sentimien-to de perplejidad y apabullamiento (en términos pare-cidos a los que recientemente expresaba el autor de subiografía, Robert Barsky), por la dificultad que encierrala tarea asignada de glosar en un tiempo limitado unhistorial tan amplio y fecundo como el de Noam Choms-ky. La situación se complica debido a que, por su talan-te personal y por razones derivadas de su compromisopolítico, Chomsky rehúye el protagonismo y tiende asentirse especialmente incómodo con las alabanzas ylos elogios.

A la vista de todo ello, y sin renunciar a la funciónque debe cumplir esta presentación, trataré de orien-tarla de acuerdo con el propio estilo chomskiano de con-vertir el elogio de la persona y sus méritos en la expo-sición de unos hechos e ideas que, por su propia fuerzay coherencia, nos puedan enriquecer a todos; con lapretensión, en el último término, de contribuir a queeste acto resulte útil para nuestro posicionamiento an-te la ciencia y ante el mundo que nos rodea. Así pues,me serviré del propio relato biográfico para examinarel desarrollo de sus principales aportaciones científicas,filosóficas y políticas.

Avram Noam Chomsky nació el 7 de diciembre de1928 en Filadelfia, en el seno de una familia judía deorigen ruso. Su padre, William Chomsky, había emi-grado de la Rusia zarista a los Estados Unidos en 1913,dedicándose al estudio y la enseñanza de la lengua he-brea, por lo que llegó a ser reconocido como uno de los

Page 144: Los lÃmites de la globalización - e Systems

142

hebreístas más significados de su época. De talanteabierto y cordial, y con una profunda vocación pedagó-gica, influyó sin duda en la temprana afición de su hijoNoam por la lectura y en su interés posterior por el es-tudio del lenguaje. Su madre, Elsie Simonofsky, algomás reservada y de apariencia distante, fue tambiénprofesora de hebreo, aun cuando su influencia sobreNoam estuvo más bien ligada a su especial sensibili-dad por los problemas sociales y a su compromiso activoen los temas políticos. El ambiente familiar que compar-tió Noam con su hermano menor, David, era enorme-mente estimulante desde el punto de vista de la tole-rancia, el diálogo y la contrastación de puntos de vistasobre temas de actualidad, en medio de unas condicio-nes económicas bastante restringidas (agravadas porlas consecuencias de la Gran Depresión) y en medio deuna cierta marginación social (por un entorno urbanode marcado predominio antisemita y pronazi en la Fi-ladelfia de los años ’30).

Junto al ambiente familiar inmediato, hay que des-tacar dos aspectos importantes del medio educativo enque se desarrolló la infancia y primera adolescencia deNoam Chomsky. Por un lado, la escuela a la que fuedesde los 2 a los 12 años, Oak Lane Country Day School,con un sistema pedagógico innovador que, siguiendolas pautas progresistas del psicólogo y filósofo JohnDewey, se orientaba principalmente a fomentar lascapacidades exploratorias y creativas del alumno, sinnecesidad de recurrir a sistema alguno de evaluacióncompetitiva. En el periódico de esta escuela es, precisa-mente, donde Chomsky publicó su primer artículo alpoco de cumplir los diez años, una editorial sobre la caí-da de Barcelona ante las tropas franquistas de la gue-rra civil española. El otro aspecto a destacar es el de lasrelaciones con sus parientes de Nueva York, judíos de

Page 145: Los lÃmites de la globalización - e Systems

143

clase obrera y de orientación izquierdista a los que vi-sitaba con frecuencia, aprovechando además sus via-jes a la gran metrópoli para rastrear las librerías y ha-cer buen acopio de libros de segunda mano. Fueronespecialmente instructivas para él las tertulias que seformaban junto al quiosco de periódicos que tenía untío suyo en el centro de Manhattan, convertido en unauténtico foro de debate literario y político. Su tío, queacabó ejerciendo de psicoanalista por libre, le introdujoen la lectura de Freud, Marx, Rosa de Luxemburgo yotros autores marxistas críticos con el bolchevismo. Tam-bién inició ya desde los 13 o 14 años contactos con pu-blicaciones y grupos anarquistas que, curiosamente, lellevaban a corroborar y ampliar sus primeras impresio-nes (esbozadas en su editorial sobre la caída de Barcelo-na) acerca del papel decisivo que había tenido el anar-cosindicalismo en la Segunda República Española. Lalectura de obras como las de Abad de Santillán (Afterthe Revolution), Rudolf Rocker (The Tragedy of Spain) y,sobre todo, la de George Orwell (Homage to Catalonia)tuvo un impacto indeleble en la formación del ideariopolítico de Noam Chomsky.

Mientras tanto, Noam ya había dejado la escuelaprimaria y cursaba el bachillerato en un Instituto deFiladelfia (Central High School), dentro del sistemaconvencional educativo, donde vino a descubrir lo quesuponían las notas, el control, la competitividad y elsometimiento. Aparte de permitirle comprobar que eraun buen estudiante, la orientación pedagógica del Insti-tuto, como la que podía darse en la mayoría de los cen-tros, se caracterizaba, en palabras del propio Chomsky,“por la manera y el estilo de impedir y bloquear el pen-samiento creativo e independiente, imponiendo la je-rarquía, la competitividad y la necesidad de sobresalir,no en el sentido de que uno lo haga lo mejor que pue-

Page 146: Los lÃmites de la globalización - e Systems

144

da, sino de que lo haga mejor que la persona de al lado”.(R. Barsky (1977): Noam Chomsky: A Life of Diseent, 22).

En 1945 comienza los estudios superiores en la Uni-versidad de Pensilvania, en la misma Filadelfia, quepuede costearse gracias a que sigue viviendo en la casapaterna y tiene la oportunidad de impartir clases en laescuela hebrea. Inicialmente se matricula en un pro-grama de estudios generales (o comunes), que incluyematerias de historia, filosofía, lógica y lenguaje, ade-más de elegir la asignatura de Árabe, en la que resultaser el único alumno matriculado. A pesar del primerentusiasmo con que entró en la universidad, y de losprovechosos contactos que mantuvo con alguno de susprofesores (a veces, más en el ámbito político que en elacadémico), pronto cundió el desencanto, al comprobarque se reproducían las formas pedagógicas estanca-das que había tenido que soportar en la enseñanza secun-daria. Empezó así a implicarse cada vez más en la acti-vidad política, vinculándose a los movimientos sionistasde cooperación árabe-judía, de tendencia anarcosindi-calista y opuesta al establecimiento del Estado judío enPalestina. Llegó incluso a plantearse la posibilidad dedejar la universidad y marchar a la propia Palestinapara participar en el desarrollo de los primeros kibbutzagrarios.

Sin embargo, sus planes se iban a ver alteradospor el encuentro en 1947 con el profesor de lingüísticaZellig Harris, uno de los principales baluartes de laescuela estructuralista, con el que iba a mantener unaestrecha relación tanto en el orden académico como enel de la actividad política. Harris había creado el De-partamento de Lingüística de la Universidad de Pen-silvania (parece que el primero que hubo como tal enlos Estados Unidos), en el que predominaba un climaabierto, informal y nada jerarquizado, para el inter-

Page 147: Los lÃmites de la globalización - e Systems

145

cambio de ideas y la discusión de todo tipo de temas, in-cluidos los lingüísticos. El carisma personal y la sólidaformación de Harris atrajeron la atención del jovenNoam Chomsky, que tomó entonces la decisión de pro-seguir en la universidad y hacer la carrera de lingüís-tica, completada, por indicación del propio Harris, conestudios específicos de filosofía, lógica y matemáticas.Aun cuando empezó su investigación tratando de desa-rrollar los métodos del análisis estructural —aplicables,en principio, a todos los niveles de descripción lingüís-tica, desde los fonemas hasta el discurso—, Chomskyvio en seguida que las posibilidades de avanzar en esecampo estaban agotadas y adoptó una perspectiva dife-rente, orientada hacia la evaluación global de las gra-máticas, en un sentido realista que contrastaba con eloperacionalismo imperante. Este cambio de perspecti-va, no bien apreciado en su momento, se plasmó ya en sutesis de licenciatura, presentada poco después de cum-plir los 20 años, y que, con algunos refinamientos, pre-sentó también como tesis para el título de Master en1951, con el título de “Morphophonemics of ModernHebrew”. Ese mismo año consigue una beca de la So-ciedad de Becarios de Harvard para proseguir en estauniversidad sus estudios de posgrado. Para entonces,ya había contraído matrimonio con Carol Schatz, conla que, además de compartir múltiples intereses e in-quietudes, pasado el tiempo, llegaron a tener dos hijasy un hijo.

La beca de Harvard suponía para Chomsky la pri-mera oportunidad de poder dedicarse enteramente alestudio y la investigación, sin necesidad de trabajarfuera para cubrir los gatos. Aun cuando no renunció asus compromisos políticos, en lo que se refería princi-palmente a la cooperación árabe-judía en Palestina(llegó a pasar seis semanas en un kibbutz israelita en

Page 148: Los lÃmites de la globalización - e Systems

146

1953), fueron cuatro años de intensa actividad intelec-tual y creadora que le sirvieron para desarrollar losfundamentos y la metodología de su nueva forma deentender la lingüística, de lo que sería la lingüísticagenerativa. Su labor en solitario, aunque abierta alcontinuo debate con los dogmas del neopositivismo, eloperacionalismo y el conductismo (tan presentes en elambiente intelectual de Harvard en aquel momento),quedó plasmada en su obra de cerca de mil páginasThe Logical Structure of Linguistic Theory, completadaen 1955 y de la que utilizó un capítulo titulado “Trans-formational Analysis” para presentarlo ese mismo añocomo tesis doctoral de la Universidad de Pensilvania,de la que recibió el grado de Doctor en Lingüística. Laprecocidad y procacidad de su obra quedan reflejadasen el hecho de que, en el contexto de los estudios lin-güísticos de la época, no va a encontrar una acogidafavorable, quedando relegada a un situación marginal(el propio Zellig Harris la consideraba como la expre-sión de un “hobby” particular de su discípulo). Ello vaa dificultar su difusión por los canales habituales de ladisciplina (hasta 20 y 30 años después no vieron la luzen forma de libro sus dos grandes tratados de juven-tud, el de The Logical Structure… y la tesis de Master,respectivamente). Pero pronto, y de la misma forma na-da convencional que había caracterizado su trayecto-ria anterior, el nuevo enfoque irá superando los obstácu-los para llegar a tener, en poco tiempo, un impacto querevolucionará por completo el campo de la lingüística.

Cuando, al terminar la beca de Harvard, se habíavuelto a plantear la posibilidad de trasladarse con suesposa Carol a Israel, en el mismo año de 1955, RomanJakobson —bien conocido por sus contribuciones a lalingüística estructural y a la crítica literaria— le consi-gue un contrato en el MIT, para trabajar en un proyecto

Page 149: Los lÃmites de la globalización - e Systems

147

de traducción automática en el Laboratorio de Investi-gación Electrónica (RLE) y dar clases en el Departa-mento de Lenguas Modernas. El proyecto no le interesademasiado y así se lo hace saber al director del Labo-ratorio, Jerome Wiesner, que le permite investigar porsu cuenta. En el ámbito de la docencia, y aparte de al-gunas clases de idiomas, tiene asignado un curso ge-neral sobre lenguaje, con libertad para orientarlo a sumanera, cosa que aprovecha para desarrollar en in-teracción con los alumnos su idea de la gramática ge-nerativa, como intento de dar con los fundamentos dela capacidad humana del lenguaje. Parte de sus apun-tes para estas clases acabó convirtiéndose, precisamen-te, en lo que fue su primera publicación monográficacon el título de Syntactic Structures en 1957. Mientrastanto, en septiembre de 1956, había tenido la oportuni-dad de participar en un simposio organizado por el MIT

sobre teoría de la información, donde presentó un tra-bajo titulado “Three models for the description of lan-guage”. Su impacto fue comparable al que tuvieron lospresentados por autores ya conocidos en los campos dela psicología (George Miller) y de la Inteligencia Artifi-cial (Allen Newel y Herbert Simon), contribuyendo asía que, por su enorme repercusión posterior, este simpo-sio haya merecido ser considerado como el punto de par-tida de esa tarea interdisciplinar llamada ciencia cog-nitiva (H. Gardner (1985): The Mind’s New Science: AHistory of the Cognitive Revolution).

Los años siguientes fueron de una actividad cientí-fica y divulgadora trepidante hasta conseguir, con pocomás de treinta años, dejar definitivamente asentadaslas bases de la nueva lingüística. En 1958 y 1959 im-partió múltiples cursos y conferencias, siendo profesorvisitante en las Universidades de Pensilvania, Colum-bia y Princeton. Participó en los dos Congresos anuales

Page 150: Los lÃmites de la globalización - e Systems

148

que se organizaron en la Universidad de Texas bajo losauspicios de la Sociedad Americana de Lingüística, don-de hizo tambalearse con sus argumentos y su nuevo pro-grama de investigación los cimientos del orden (estruc-turalista) establecido, convenciendo a algunos escépticosy ganándose, asimismo, las invectivas de otros muchosoponentes. Por otra parte, en el MIT y junto a su colegaMorris Halle, ponía en marcha el primer programa deestudios graduados de lingüística, fermento de lo queiba a ser, en unos años, el nuevo Departamento de Lin-güística y Filosofía, al que Noam Chomsky ha pertene-cido hasta la actualidad. Aquel programa de lingüísticaatrajo la atención de un variado grupo de estudiantes,algunos para hacer la tesis doctoral y otros en calidadde becarios posdoctorales procedentes de distintas disci-plinas. En particular, la nueva forma de hacer lingüís-tica, abierta al desarrollo de teorías y a la contrastaciónempírica, ejerció especial influjo sobre toda una seriede psicólogos, con buena formación experimental y am-plia perspectiva teórica, que se habían mostrado críti-cos con el paradigma conductista entonces dominante.De entre ellos, destacaron, además del ya mencionadoGeorge Miller, Jerry Fodor y Merrill Garrett, que vi-nieron a crear el primer laboratorio de Psicolingüísticaen el MIT, el cual, a su vez, constituyó el centro aglu-tinador de la nueva generación de psicolingüistas deinspiración generativista, precursora de toda la psico-lingüística moderna (con investigadores tan destacadoscomo Tom Bever, Dan Slobin, Jacques Mehler, Pim Levelt,Lila Gleitman o Ken Forster). Las implicaciones psico-lógicas del cambio de enfoque en la lingüística ya lashabía hecho explícitas Chomsky para entonces, en surevisión de libro de Skinner Verbal Behavior y en loscapítulos escritos para el Handbook of MathematicalPsichology.

Page 151: Los lÃmites de la globalización - e Systems

149

A finales de 1961, Chomsky obtiene la posición decatedrático (“Full Professor”) y, con ello, el respaldoinstitucional del MIT a su programa de lingüística. Ladécada de los ’60, que algún autor ha considerado co-mo “el período clásico” de la gramática generativa, esuna etapa de consolidación y desarrollo. Su interven-ción como conferenciante invitado en el IX CongresoInternacional de Lingüística de 1962 —precisamentepara sustituir a última hora a Zellig Harris— le con-vierte en el portavoz de la nueva lingüística norteame-ricana y le da una proyección internacional que susci-ta, a partes iguales, el interés y las críticas. Es invitadoa dar numerosas conferencias, entre las que destacanlos ciclos que impartió en la Sociedad Americana deLingüística, así como en las universidades de Berkeley,Harvard, Princeton, Chicago, Los Ángeles, de California,y en las universidades británicas de Oxford y Cambridge.En este período aparecen publicadas obras de tantarepercusión como Current Issues in Linguistic Theory(1964), Aspects of the Theory of Syntax (1965), Topicsin the Theory of Generative Grammar (1966), Carte-sian Linguistics (1966) —considerada por la revistaTime como uno de los 10 mejores libros de no ficción dela década— y Language and Mind (1968), obras enlas que elabora y lleva a sus últimas consecuencias ladenominada teoría estándar de las transformaciones,al tiempo que profundiza en los antecedentes históri-cos y las implicaciones filosóficas y psicológicas de la gra-mática generativa. También a este período pertenece sumagna obra sobre fonología —The Sound Pattern ofEnglish (1968)— en colaboración con Morris Halle, quehabía sido iniciada ya en los años ’50 y que supuso elaldabonazo definitivo a los últimos reductos de la gra-mática estructuralista.

Page 152: Los lÃmites de la globalización - e Systems

150

En la esfera sociopolítica, la década de los ’60 fueigualmente crucial para Noam Chomsky. La estabili-dad y el reconocimiento alcanzados en el ámbito acadé-mico, no fueron óbice —sino todo lo contrario— paraasumir un compromiso activo en la denuncia de todaforma de totalitarismo, tanto dentro de la órbita delimperialismo norteamericano como dentro de la órbitacomunista. En consonancia con sus ideas acerca de laresponsabilidad social de los intelectuales, tuvo espe-cial relieve su participación en las campañas de protes-ta contra la guerra de Vietnam, con la llamada a ladesobediencia civil activa, que le valieron más de unadetención. Su obra más influyente a este respecto es ellibro American Power and the New Mandarines, publi-cado en 1969, en el que se incluye además un exhaus-tivo análisis de las relaciones de poder entre comunis-tas y anarquistas durante la guerra civil española.

En adelante, el trabajo científico y la actividad po-lítica van a seguir cursos paralelos, sin apenas inter-ferencias, pero que conducen, en ambos casos, a unainmensa productividad intelectual marcada por el rigory la coherencia.

En 1966, Chomsky ya había sido designado paraocupar la Cátedra “Ferrari P. Ward” de Lenguas Mo-dernas y Lingüística, y en 1976 será nombrado “Insti-tute Professor”, máxima categoría del profesorado delMIT, a la que sólo accede un número muy reducido desus miembros. Si la década de los ’60 había sido unaetapa de consolidación y desarrollo de la gramáticagenerativa, en los años ’70 se podría hablar de un pe-ríodo de expansión y, a la vez, de revisión crítica de losprimeros desarrollos teóricos. La teoría estándar vienea ser remplazada por la llamada “teoría estándar am-pliada” (Extended Standard Theory), en la que se in-corporan nuevos elementos explicativos (como la “teo-

Page 153: Los lÃmites de la globalización - e Systems

151

ría de la huella”) y se va reduciendo progresivamenteel peso de las transformaciones por las que se deriva laestructura superficial de las oraciones de la estructuraprofunda (conceptos éstos igualmente sometidos a revi-sión). Es un período en el que abunda el trabajo empí-rico y se empiezan a tomar en consideración los datosprocedentes de la variación lingüística a través de losdiferentes idiomas. Junto a numerosos artículos en las re-vistas especializadas, destacan, como más representa-tivos del momento, los libros titulados Studies on Se-mantics in Generative Grammar (1972), Reflections onLanguage (1975) y Essays on Form and Interpretation(1977). Todo ello, acompañado de un número cada vezmayor de conferencias invitadas (destacan las de B.Russell en la Universidad de Cambridge, así como lasde las Universidades de Nueva Deli, Leiden Columbiay Stanford) y de tesis doctorales dirigidas. Las impli-caciones psicológicas de la teoría lingüística son cadavez más patentes, manifestándose de forma especial enel área de la adquisición del lenguaje. A este respecto,es importante destacar las jornadas celebradas en laabadía francesa de Royaumont en 1975, en las que tuvolugar un debate a gran escala entre Noam Chomskyy el renombrado psicólogo evolutivo Jean Piaget, conla participación de un selecto grupo de colegas más omenos inclinados por una u otra visión del desarrollocognitivo y del lenguaje. El contenido de dicho debatequedó reflejado en la obra preparada por M. Piattelli-Palmerini Théories du language, théories de l’appren-tissage (1979).

El trabajo desarrollado en la década de los ’70 con-tribuyó a preparar el terreno para el gran cambio quese iba a producir dentro del propio paradigma choms-kiano a partir de 1980 y que, con algunos refinamien-tos, dejará sentir sus efectos hasta el momento actual.

Page 154: Los lÃmites de la globalización - e Systems

152

El nuevo programa de investigación, pergeñado ya ensu obra Rules and Representations (1980), toma formadefinitiva en sus Conferencias de Pisa, publicadas conel título de Lectures on Government and Binding (1981),y en obras sucesivas como Some Concepts and Conse-quences of the Theory of Government and Binding (1982),Barriers (1986), Knowledge of Language: Its Nature,Origin, and Use (1986) y Language and Problems ofKnowledge (1988). Dicho cambio supone un intentodecidido por dotar a la teoría gramatical de una mayoradecuación explicativa (más allá de la meramente des-criptiva), mediante el descubrimiento de principios ypropiedades generales que permitían caracterizar lanaturaleza misma de la facultad del lenguaje. Estosprincipios y propiedades tendrían un carácter univer-sal (como lo es la capacidad humana para el lenguaje),e incluirían aquellos parámetros que, dentro de un es-trecho margen de variación (normalmente de tipo bi-nario), darían cuenta asimismo de la diferenciación lin-güística. La adquisición de la propia lengua consistiría,entonces, más que en el desarrollo de un sistema de re-glas concretas para esa lengua (como se postulaba enla primera teoría transformatoria), en el proceso de fi-jación de los valores concretos que adoptarán los pará-metros de la facultad del lenguaje, al interaccionar éstacon los datos que proporciona la experiencia en un me-dio lingüístico determinado.

La investigación guiada por el nuevo enfoque de“principios y parámetros” va a proponer un buen nú-mero de descubrimientos, contrastados empíricamentea través de las lenguas, los cuales llevan a plantear, yadentro de la década de los ’90, la posibilidad de aumen-tar aún más el poder explicativo de la teoría gramatical,aumentando, por consiguiente, su simplicidad y gene-rabilidad. Chomsky vuelve a liderar este —por ahora—

Page 155: Los lÃmites de la globalización - e Systems

153

último desarrollo de la lingüística generativa, que havenido a conocerse con el nombre de “programa mini-malista” y que se expone en sus trabajos más recientes:A Minimalist Program for Linguistic Theory (1992), Lan-guage and Thought (1993), The Minimalist Program(1995), y en los diferentes trabajos reunidos en la obraque acaba de publicarse en castellano con el título deUna aproximación naturalista a la mente y al lenguaje(1998). De lo que se trata, en último término, es de po-ner a prueba la hipótesis de que las propiedades de lafacultad del lenguaje sean las que se corresponden conun “diseño óptimo” de dicha facultad, de cara a satis-facer las condiciones impuestas por los sistemas exter-nos con los que está conectada: el sistema perceptivo-articulatorio y el sistema conceptual-intencional. Esésta una propuesta en la que, por primera vez, se rela-ciona de forma explícita el sistema cognitivo específicodel lenguaje (la competencia) con los sistemas de proce-samiento responsables de la actividad lingüística (laactuación), y ello tanto en el ámbito de la adquisicióncomo en los de la comprensión y la producción del len-guaje. Sus implicaciones psicológicas de cara a cons-truir modelos computacionales del funcionamiento lin-güístico humano, no pueden ser más evidentes.

En el ámbito sociopolítico, la labor de Noam Choms-ky no sufre interrupciones. Junto a su participaciónactiva en múltiples manifestaciones y adhesiones a losmovimientos disidentes en favor de la paz, la justicia yla libertad, recurre a aquello para lo que, desde su es-tatus profesional, está más capacitado, a saber, las con-ferencias y los escritos de análisis crítico, con una pro-fusión y variedad de temas difíciles de igualar. Ademásde proseguir en la denuncia de la guerra de Vietnam yde la política norteamericana en Indochina, vuelve so-bre las razones del conflicto de Oriente Medio y la de-

Page 156: Los lÃmites de la globalización - e Systems

154

fensa de los derechos de los palestinos; profundiza enel análisis del papel de los intelectuales en la sociedad,así como en la contribución de éstos al mantenimientodel orden establecido; del mismo modo, lleva a cabo, encompañía de su colega Edward Herman, una críticaradical sobre el sistema de propaganda y la manipula-ción de la opinión ejercida por los medios de comunicación.Por otra parte, se ocupa de las consecuencias de la gue-rra fría —y, más adelante, de las de su conclusión— enel orden mundial; de la incursión de las grandes po-tencias en los asuntos de los países del tercer mundo,con un énfasis particular sobre Latinoamérica; de laevolución (o, más bien, involución) del liberalismo eco-nómico y sus consecuencias en el marco de la globali-zación. Como exponente de sus escritos políticos, bastecon destacar obras como At War with Asia (1970), ForReasons of State (1973), Peace in the Middle East? (1974),Intelectuals and the State (1977), Human Rights andAmerican Foreign Policy (1978), On Power and Ideo-logy: The Managua Lectures (1987), ManufacturingConsent (1988), Necessary Illusions (1989), Year 501:The Conquest Continues (1993) o Class Warfare (1996),así como los artículos contenidos en las obras editadaspor James Peck The Chomsky Reader (1987) y CarlosOtero Noam Chomsky: Critical Assessments (1994).

A la hora de tener que hacer un rápido balance dela vida y obra de Noam Chomsky, y en un momentotan emotivo como éste, sólo se me ocurre apuntar queestamos ante una persona íntegra, que ha sabido com-binar de forma única el trabajo científico original y ri-guroso, en busca de los rasgos más característicos de lamente humana, con una actitud vital enteramente com-prometida con el destino de sus semejantes. Un ejem-plo de dignidad intelectual y moral para todos los que,queriendo saber más acerca de nosotros mismos y del

Page 157: Los lÃmites de la globalización - e Systems

155

mundo que nos rodea, no podemos volver la espaldaante sus problemas y necesidades.

Antes de concluir y de solicitar formalmente el nom-bramiento como Doctor Honoris Causa para el ProfesorNoam Chomsky, es preciso hacer mención de las prin-cipales distinciones que ha recibido, a las que se unirádesde hoy esta que le ofrece la Universidad Rovira iVirgili para satisfacción de todos los miembros de la co-munidad universitaria.

Desde los primeros doctorados honoríficos que NoamChomsky recibió, hace ya 30 años, de las Universidadesde Londres y Chicago, cabe destacar los otorgados ade-más por la Universidad Loyola de Chicago, el Swarth-more College, la Universidad de Nueva Deli, el BardCollege, la Universidad de Massachusetts, la Univer-sidad de Pensilvania, la Universidad Georgetown deWashington, el Amherst College, el Gettysburg Collegey la Universidad de Cambridge.

Entre los premios y otras distinciones que ha reci-bido, destacan los siguientes: el Premio de la SociedadAmericana de Psicología (APA) en reconocimiento a sucontribución científica (“Distinguished Scientific Con-tribution Award”), en 1984; el Premio Kyoto de Cien-cias Básicas de la Fundación Inamori de Japón, en 1988;el Premio Orwell del Consejo Nacional de Profesores deInglés, en 1987 y 1989; además, el Premio “Chicago Me-lon” de la Universidad Loyola, el Premio “Homer Smith”del Centro Médico de Nueva York; el premio literario“Lannan” para obras no-ficción; también ha sido nombra-do miembro honorario de la Fundación Alemana parael Estudio del Lenguaje y miembro de honor “WilliamJames” de la propia Sociedad Americana de Psicología,ambos en 1990. Muy recientemente, y por llegar has-ta el momento actual, se le acaba de conceder el Premioal Mérito Científico del Instituto Franklin de Filadelfia.

Page 158: Los lÃmites de la globalización - e Systems

156

Por último, Noam Chomsky es miembro pleno de laAcademia Americana de las Artes y las Ciencias, asícomo de la Academia Nacional de Ciencias. Perteneceademás a otras muchas sociedades académicas y profe-sionales de dentro y fuera de los Estados Unidos. Es,asimismo, miembro del Consejo de la Confederación In-ternacional para la Paz y el Desarme.