Fecha de recepcin: 27.3.2015 Fecha de aceptacin: 3.7.2015

ISSN 0213-9634 Minerva 29 (2016) 323-347

Los inicios del Imperio romano en los formatos contemporneos (I):

Augustos de tinta

The Beginnings of the Roman Empire in Contemporary Formats (I):

Augustus in Comics

Luis Unceta Gmez Universidad Autnoma de Madrid

luis.unceta@uam.es

RESUMEN SUMMARY

El presente trabajo constituye la primera parte de un estudio amplio sobre la presencia de la fi-gura del emperador Augusto en distintos so-portes y manifestaciones de la llamada cultura popular, con especial atencin a sus distintos avatares en el cmic y el cine. Tras una valora-cin de la relevancia y la pervivencia de la figu-ra de Augusto en el terreno ideolgico y polti-co, y una breve introduccin al estudio de la presencia de la cultura clsica en los formatos contemporneos de consumo masivo, se repa-san aqu algunos ejemplos de reelaboraciones populares del emperador en distintos mbitos creativos (iconografa, msica, videojuegos), para analizar a continuacin las representacio-nes del emperador en algunos cmics de tem-tica histrica.

This article is the first part of a more extensive piece of research on the presence of Emperor Augustus in different media and manifestations of the so-called popular culture, paying special attention to the different avatars of Augustus in comic and cinema. After an evaluation of the prominence and the survival of Augustus in the ideological and political domains, and a brief in-troduction to the study of the presence of the classical culture in contemporary massive con-sumption products, this paper studies some ex-amples of appropriations of the Emperor in dif-ferent creative formats (iconography, music, videogames), and it finally offers a prospect of the representations of Augustus in some histor-ical comic books.

PALABRAS CLAVE KEY WORDS

Augusto, Cultura Popular, Recepcin Clsica, Cmic.

Augustus, Popular Culture, Classical Reception, Comic.

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NDICE

INTRODUCCIN | AUGUSTO POLTICO | LOS CLSICOS Y LA CULTURA POPULAR. ALGUNOS APUNTES | AUGUSTOS POP | AUGUSTO EN EL CMIC | ALIX DE JACQUES MARTIN Y ALIX SENATOR DE VALRIE MANGIN | LES AIGLES DE ROME DE ENRICO MARINI | AUGUST DE NEIL GAIMAN | CHRONIQUES DE LANTIQUIT GALACTIQUE DE VALRIE MANGIN | EL ANIME: KUREOPATORA DE EIICHI YAMAMOTO Y OSAMU TEZUKA | REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS.

IN T R O D U C C I N

uriosa pervivencia la del emperador Augusto (63 a.C.-14 d.C.), ascendido a los cielos tras su muerte como diuus Augustus. Es ocioso realizar una valo-racin sobre la importancia y la repercusin en la posteridad de esta figu-

ra, responsable de uno de los puntos de inflexin ms relevantes de la historia de Roma. Sus reformas legislativas, econmicas y religiosas, que cristalizaron en un cambio radical del rgimen poltico romano, su programa urbanstico o la paz que vivi Roma durante su reinado la famosa pax Romana o pax Augusta, a la que dedicara el altar de la paz, Ara Pacis Augustae son solo algunos hitos que dan cuenta de la envergadura de esta personalidad, que nos ha legado incluso el nombre del anhelado mes de agosto.

Se ha analizado extensamente la relevancia del emperador desde un punto de vista histrico e ideolgico. Sin embargo, su repercusin posterior no ha re-cibido tanta atencin, fuera de su influencia en distintos regmenes polticos (segn veremos en el siguiente apartado). Especialmente notoria es esa laguna en lo que se refiere a sus representaciones en los formatos contemporneos, como el cine manifestacin ampliamente abordada desde los Estudios Clsi-cos u otras menos frecuentadas, como el videojuego, el cmic o la animacin, mbitos todos ellos en los que, a pesar de tener una presencia menor, siempre subordinada a la de otras figuras histricas que han resultado ms atractivas, Augusto ha experimentado interesantes mutaciones.

Este trabajo pretende compendiar las representaciones de Augusto en la cultura popular y ofrecer una visin general sobre las dinmicas de representa-cin de esta figura histrica concreta, sus distintas relecturas y los posibles mensajes a las que estas se supeditan en los formatos mencionados. En esta primera parte, adems de presentar una breve introduccin metodolgica y unas pinceladas sobre el rendimiento de Augusto en el mbito poltico, sern analizadas algunas apariciones aisladas de su iconografa en soportes de tipo no narrativo, para centrarnos despus en sus representaciones dentro del humo-rismo grfico, del cmic y de la animacin. La segunda parte del estudio, que se-

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r publicada en el prximo nmero de esta revista, abordar la presencia del emperador en el cine, algo ms amplia. All podrn encontrarse las conclusiones de este anlisis, concebido en principio de manera unitaria, pero escindido en dos por criterios editoriales1.

AU G U S T O P OL T I C O La historia romana ha sido un trmino de comparacin inexcusable en la pol-mica ideolgica en numerosos momentos del devenir de la civilizacin occiden-tal, pero la preeminencia de Augusto marc decisivamente algunos perodos, in-fluyendo incluso en la configuracin de ciertos sistemas polticos. Felipe II, por ejemplo, se sirvi de la imaginera augustea para el diseo de su propio reinado y es muy posible que se inspirara en el templo-palacio del emperador en el Pala-tino para la construccin del palacio de El Escorial2. Y la misma emulacin cons-ciente se llev a cabo en la corte francesa del siglo XVII, donde Luis XIV se con-vierte en un rival moderno de Augusto, o en la Inglaterra de esa misma poca, al proclamar John Dryden la llegada de una nueva edad de oro augustea en Astraea Redux (1660), poema en que celebraba la restauracin de Carlos II de Inglaterra y Escocia3. Del mismo modo, Napolen Bonaparte encontr en l un fecundo mo-delo para su propia propaganda4. Y llegando al siglo XX, la influencia del empe-rador se aprecia de manera muy notoria en los regmenes fascistas, en especial en su manifestacin italiana. Como seala Luciano Canfora, la identificacin Augusto-Mussolini [fue] para el rgimen un ingrediente propagandstico prima-rio5, que culmin en la celebracin del Bimilenario del nacimiento del empera-dor en 1938 y en la Mostra Augustea della Romanit6. Mussolini se presentaba a s

1 Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de investigacin Marginalia Classica Ho-dierna. Tradicin y recepcin clsica en la cultura de masas contempornea (FFI2015-66942-P, MI-NECO/FEDER). Una versin preliminar del mismo se present en forma de conferencia en la Uni-versidad de Las Palmas de Gran Canaria el da 24 de octubre de 2014, en el marco del Seminario Augusto y su tiempo, conmemorativo del bimilenario de su muerte. 2 KALLENDORF (2007) 39. 3 KAMINSKI (2007) 66. 4 HUET (1999) 53-57. 5 CANFORA (1991) 217. 6 CANFORA (1991) 216 plantea que el discurso inherente a esta celebracin se realiza en dos niveles: est orientado no solo a la reconstruccin histrica, sino que, al mismo tiempo, sugerir que el fascismo es una convincente proyeccin moderna de aquella experiencia histrica. Sobre el culti-vo y desarrollo del constructo ideolgico de romanit en el fascismo italiano, vase adems STONE (1999). Sobre el concepto nazi de Roma, cf. LOSEMANN (1999).

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mismo como un nuevo Augusto, unificador de la patria y continuador del impe-rialismo romano tras las campaas de Abisinia7. Y tambin se dej sentir en el caso espaol, especialmente en los presupuestos ideolgicos de la Falange8 y en la tarda celebracin de la Semana Augustea de Zaragoza9 (FIGURA 1), cuya crnica publicada en la revista Emerita comenta lo siguiente:

El da 30 de mayo comenz solemnemente en Zaragoza la Semana Augus-tea. Su fin principal era celebrar el Bimilenario de Augusto que a su tiem-po no haba podido conmemorar Espaa en 1937, por hallarnos todos ocupa-dos en la defensa de la Patria. La nueva ocasin para cumplir en 1940 lo que no se ha podido realizar en 1939 fue la inauguracin de la estatua de Augusto, que el Duce de Roma, Mussolini, regal a la ciudad de Zaragoza, a la que el emperador Csar Augusto dio su nombre10.

De hecho, como ocurre en tantas otras oca-siones, el sentido del influjo se invierte y las reelaboraciones fabricadas en torno a una idea o una personalidad de la Antigedad provocan una matizacin, cuando no una deformacin, de nuestra percepcin de la propia realidad antigua. Este es el caso de la imagen del primer emperador que propor-ciona Ronald Syme en The Roman Revolution (1939), libro de profunda influencia en su

7 En este acontecimiento concreto el referente fue tambin Escipin el Africano, conquistador de Cartago, como se aprecia en la pelcula Scipione lAfricano, de Carmine Gallone (1937), a la que varios decenios despus dar respuesta pardica Scipione detto anche lAfricano (Luigi Magni, 1971). Sobre estas producciones, vase PUCCI (2014) 302-306 y 307-309, respectivamente. 8 DUPL ANSUTEGUI (1999) y (2003). 9 Sobre los actos que se desarrollaron en esta conmemoracin, vase DA SILVA-RUFINO (2014) 353-364. 10 Crnica. La semana augustea de Zaragoza, Emerita 7 (1939 = 1941) 195-198 (195).

FIGURA 1. Augusto de Prima Por-ta, regalo de Benito Mussolini a la ciudad de Zaragoza. Fuente: Proyecto GAZA (Gran Archivo Zaragoza Antigua).

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momento que nos presenta un retrato del emperador notoriamente contami-nado por los regmenes fascistas contemporneos11.

Y a pesar de que el discurso poltico estadounidense no ha encontrado un modelo en la figura de Augusto, considerado ms bien de manera negativa como su padre adoptivo, Julio Csar, convertido en prototipo del dictador o el tirano12, el Imperio romano ha ofrecido un til trmino de comparacin, des-de dentro13 y, sobre todo, desde fuera, para el imperialismo estadounidense14. En clave pardica un diario insular lo expresaba del siguiente modo, en alusin al bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia (24 de marzo-11 de junio de 1999), de-cidido sin la autorizacin del Consejo de Seguridad de la ONU:

Ave Caesar! Despus de haber votado NO a la OTAN y de ver que el nico Muro que per-manece es el de Pink Floyd, nunca cre que vivira para ver, en el cincuente-nario de la OTAN, a los gobernadores de las provincias del Imperio, acudiendo a orillas del Potomac, antes Tber, para, bajo un nuevo Capitolio, cerca de la estatua del emperador Jefferson y del asesinado triunviro solitario Julio Csar Kennedy, rendir pleitesa al augusto dios Clinton y acordar, con la leve disi-dencia del gobernador de la Galia, que enviarn las centurias de Escipin So-lana, antes pacfico sacerdote de la Pax, a donde al divino emperador se le me-ta entre las ingles. Dice la historia que al procnsul de Arkansas ah se le mete todo: Gadafi de Cirenaica, Saddam de Mesopotamia, Milosevic de Dalmacia y hasta una tal Lewinsky, recordada por Cicern como Fellatio Becariae. Y como el Csar piensa con los cataplines, se trata de joder. Ave Caesar! Pasa, que est abierta (la bragueta)15.

11 Otro ejemplo similar de este mismo fenmeno puede encontrarse en la influencia que ejerci la parafernalia nazi, inspirada en representaciones del Imperio romano (pinsese, por ejemplo, en la pelcula propagandstica Triumph des Willens [El triunfo de la voluntad] de Leni Riefenstahl, 1935) so-bre las propias representaciones que de la poca imperial romana se hicieron por aquel entonces en el cine. WINKLER (1998) ha estudiado con detenimiento los elementos evocadores de nazismo en Quo Vadis? (Mervyn LeRoy, 1951). Este tipo de relaciones, por tanto, no siguen exclusivamente un recorrido prospectivo, como hasta hace poco se postulaba que ocurra indefectiblemente. 12 MALAMUD (2009) 17-18. 13 As ocurre por ejemplo en la novela God Bless You, Mr. Rosewater or Pearls Before Swine (1965), en la que el autor de ciencia ficcin Kurt Vonnegut Jr. se sirve de la figura de Augusto para parodiar la hipocresa de la civilizacin estadounidense. 14 La comparacin, como defiende BURTON (2013), se ha visto intensificada en los medios de comu-nicacin durante el primer decenio del siglo XXI. CONDE CALVO (2008) ofrece un excelente y detalla-do compendio de las concomitancias entre los discursos de ambos imperios. 15 Canarias 7, 30.4.1999: Los negocios de Pinochet. Fuente: CREA.

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En el caso concreto de Augusto, su programa poltico se ha utilizado en los me-dios de comunicacin para explicar la imposicin de la paz por parte del go-bierno de George W. Bush a travs de la ofensiva armada, y del mismo modo el fundamentalismo cristiano de este presidente ha encontrado un parangn en la restauracin de la religin romana tradicional durante el principado16.

Sin embargo, puede decirse que, en los formatos ms extendidos de la lla-mada cultura popular, su repercusin ha sido ms bien escasa, sobre todo en comparacin con el impacto de otros emperadores con mucho ms tirn, como Calgula, Cmodo o, de manera muy particular, Nern17, o con figuras de otras pocas de la historia romana, en especial la tardo-republicana. Pero incluso cuando se ha optado por representarlo, su presencia ha resultado, en la mayor parte de los casos, claramente subsidiaria de otras personalidades tradas a pri-mer plano, como Julio Csar, Marco Antonio o Cleopatra18, que lo han relegado a la funcin de personaje secundario. Incluso dentro de su propia familia, la siem-pre prfida y manipuladora Livia, segn veremos en la segunda parte de este trabajo, ha pretendido siempre usurpar al emperador la importancia que me-rece19.

LO S C L S I C O S Y L A C U LTU R A P O P U L AR. AL G U N O S A PU N T E S

Si bien ante esta, como ante otras tantas realidades, las diferencias generaciona-les se traducen en percepciones diferentes, lamentablemente a da de hoy si-guen siendo necesarias algunas precauciones cuando se pretende hacer un acercamiento acadmico a un tema como la herencia clsica en formatos no sancionados por las instituciones culturales. Cabe decir, en primer lugar, que durante los ltimos aos se ha afianzado una nueva perspectiva de anlisis, la teora de la Recepcin, que viene a enriquecer nuestras visiones sobre la Anti-gedad y que se complementa con otras formas de analizar el mundo clsico

16 BURTON (2013) 22. 17 Puede verse al respecto PUCCI (2011). 18 Vase el estudio comparativo que ofrece GOODMAN (2012) 14. De las cuarenta y ocho representa-ciones en la gran pantalla que ah se tienen en cuenta, cuarenta y una estn ambientadas antes del ao 27 a.C. 19 Lo mismo cabe decir del gnero televisivo del documental histrico, parco en la representacin de este emperador: cf. GOODMAN (2012) 15.

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ms conservadoras y asentadas20. Esta nueva ptica rompe con la brecha entre la interpretacin de los artefactos culturales en sus contextos originarios y su pervivencia posterior, dejando de considerar el significado primigenio de un texto como el nico autntico y vlido. Y en lo tocante a los Estudios Clsicos, que trabajan con un material de una vigencia que, al menos en parte, empieza a rondar los tres milenios, esta afirmacin es ms pertinente que en cualquier otro caso.

Tratar de cine, cmic o videojuegos, formatos propios de la llamada cultura popular, no asegura el hecho de estar realizando un anlisis de Recepcin Clsi-ca, aunque parece que ltimamente la etiqueta se usa para justificar cualquier acercamiento a estos nuevos lenguajes. Sin embargo, la adhesin de los Estudios Clsicos a los modelos de la teora de la Recepcin ha propiciado la asuncin de un aparato terico y metodolgico que legitima en buena medida el anlisis de estos formatos contemporneos desde una disciplina tan conservadora como es esta21. Y de lo que no cabe duda, adems, es de que esta parcela concreta de an-lisis, la de las recepciones clsicas en la cultura popular, nos ofrece la imagen sobre la Antigedad ms extendida en el mundo actual. Mucho ms que las pu-blicaciones acadmicas o de alta divulgacin, por ms que estas ltimas puedan tener cierto impacto en el mercado editorial, que siempre es muy modesto.

Por otra parte, y frente a algunos acercamientos previos, el objetivo priori-tario de este tipo de estudios no es la bsqueda de inexactitudes o imprecisiones en estas nuevas formas de recrear el material clsico, sino ms bien el recono-cimiento de los modos en que la cultura popular representa la Antigedad, se sirve de ella y se implica directamente con ella, ya sea para hablar de esa Anti-gedad y su impacto en el presente o, ms comnmente, para referirse de ma-nera mediada a la cultura y al momento en el que se producen esas recreacio-nes22. Resulta interesante comprobar la efervescencia actual de estos estudios y cmo esta mirada desacomplejada, que no obvia el anlisis de ninguna realidad

20 Cf. LAIRD (2010) 358: To regard reception as irrelevant to our apprehension of [] antiquity is nothing less than a categorical misunderstanding. Conversely, it is unhelpful to see the study of re-ception as something that has to be opposed to the conservative or positivistic practices of con-temporary classical scholarship []. Quite simply, reception amounts to interpretation by means of contextualization. Reception is thus something quite different from the technical tools like epig-raphy, papyrology, and linguistic analysis. 21 La bibliografa de este campo de investigacin ha proliferado sorprendentemente en los ltimos aos, pero resultan muy tiles los acercamientos de HARDWICK (2003) y HARDWICK-STRAY (2008). 22 Vase la introduccin de LOWE-SAHABUDIN (2009).

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en la que pueda reconocerse aun-que solo sea una sombra del mundo clsico, est dando unos frutos muy sugestivos en los l-timos aos.

AU G U S T O S PO P As las cosas, adems del anlisis comprensivo de las recreaciones de Augusto en los medios comi-cogrfico y cinematogrfico que se presentarn en esta y la se-gunda parte del presente traba-jo, vale la pena comenzar sea-lando algunos casos interesantes de recepcin popular de la figura de Augusto en ciertos medios no narrativos.

En primer lugar, su lucrativa presencia en el Caesars Palace de Las Vegas, sublimacin del estilo kitsch estadounidense, amalgama

una serie de ideas que resultan de una gran efectividad. Inaugurado en 1966, el Caesars Palace sigue siendo, gracias a sus sucesivas reformas, uno de los hote-les-casino ms populares del mundo. Segn reza la publicidad de su pgina web en espaol, se trata de un Imperio romano contemporneo que lo maravillar con emociones incomparables y que pondr a prueba todas sus habilidades en los juegos de azar23.

De acuerdo con el anlisis que de esta heterotopa24 hacen Malamud y McGuire25, el complejo se inserta en una asentada tradicin estadounidense que recurre a los rasgos arquitectnicos romanos para significar grandeza y magni-ficencia civil, al tiempo que bebe tambin del mito de una Roma opulenta, exce-siva y decadente, visin hollywoodiense que populariz el pplum clsico. En su

23 [consultado: 8.10.2014]. 24 Sobre los casinos como heterotopas, vase ROSE (2014) 177-178. 25 MALAMUD-MCGUIRE (2001).

FIGURA 2. Augusto de Prima Porta ante el Caesars Palace. Fuente:

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delirante amalgama de significantes evocadores de esa idea (confundida a veces con la sofisticacin europea que tanto fascina en Estados Unidos26), el empe-rador Augusto ocupa un lugar de honor en el conjunto. Adems del edificio que lleva su nombre, la Augustus Tower, una rplica de la imagen de Augusto de Prima Porta preside una de sus entradas (FIGURA 2), identificando el proyecto megalmano de su fundador, Jay Sarno, que levant un templo del lujo en las arenas de Las Vegas, con las reformas urbansticas del primer emperador ro-mano, que encontr una ciudad de ladrillo y la convirti en una ciudad de mr-mol27. Desde esa posicin, adems, se opone significativamente a un Nern to-cando la lira, que encarna la vertiente decadente pero excitante de Roma, frente a la sobria y ordenada esencia del rgimen augusteo28.

Aunque no resulte demasiado clebre por sus campaas militares, Augusto protagoniza tambin algn videojuego, como el pack del muy exitoso Total War: Rome II29 (serie Campaign Camps) que lleva su nombre y que aborda el enfren-tamiento del segundo triunvirato, o Shadows of Rome, ambientado en el momen-to del asesinato de Csar, entre otros. En estos juegos, Augusto se contamina de la esencia de los grandes generales y, sobre todo, de los gladiadores romanos, admirados por los pblicos masivos gracias a sus dotes blicas y estratgicas, y cuya popularidad se incardina en la imagen de Roma como potencia imperialis-ta militarizada, que resulta tambin muy popular en Estados Unidos y la dife-rencia de la imagen general de Grecia.

26 Cf. ROSE (2014) 162: White sculpture has been visual shorthand for ancient Greek and Roman culture since the Italian Renaissance. A visitor could also interpret such dcor as sophisticated. Like classicizing architecture, Greek and Roman-looking sculpture used as decoration was and still is associated with wealth and good taste in Western culture today. La autora, significativamente radicada en los Estados Unidos, incluye esta afirmacin en un anlisis del Caesar Atlantic City Hotel and Casino de Nueva Jersey, satlite del complejo de Las Vegas, donde la imagen de Augusto tiene tambin cierta relevancia (especialmente 170). 27 Cf. SVET. Aug. 28, y vase adems la FIGURA 4. 28 MALAMUD-MCGUIRE (2001) 258-259. Precisamente a esta sobriedad y elegancia apela tambin la compaa escocesa Williams Bros Brewing Co., fabricante de cervezas, al dar el nombre de Caesar Augustus a una de sus creaciones, claro argumento de autoridad. Vase [consultado: 16.10.2014]. 29 Sobre la recepcin clsica en el videojuego, vase LOWE (2009), GHITA-ANDRIKOPOULOS (2009), CHRIS-TIANSEN-MACHADO (2011), MACAS VILLALOBOS (2013).

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En el mbito musical, merece tambin una mencin el mixtape del rapero londinense Jay Carter, titulado Caesar Augustus (2013), cuyo primer tema, Mary Shelley, comienza con un fragmento sonoro procedente de la serie Roma30 en el que Octavio es nombrado, gracias al apoyo de las le-giones de Macedonia, el cnsul ms joven de Roma. Esta introduccin, adems de facilitarnos una prueba ms de que los formatos masivos, en este caso una produccin televisiva, constituyen en la actualidad la prin-cipal va de acceso a la Antigedad, proporciona un marco general al l-bum y activa una serie de evocacio-nes populares de esa Roma opulenta y excitante que favorecen una reela-boracin de los valores asociados a la figura del emperador Augusto pre-sente en la portada a travs de su re-presentacin majestuosa (FIGURA 3) y su liderazgo. De este modo, el emperador se convierte en significante y medio de expresin de algunos de los mensajes clave de la cultura hip hop: ambicin, competitividad, afirmacin de las minoras, apreciacin de la juventud o xito con las mujeres y el dinero. El segundo tema, Love of Money, acaba de manera interesante con la afirmacin Im in the empire business31.

Y cabe aadir tambin en esta nmina de recreaciones atpicas el caso del emperador Palpatine, el Seor Oscuro de los Sith, villano de la saga Star Wars, serie que, aunque no lo parezca a primera vista, encierra un buen nmero de ecos clsicos32. Con un nombre que al menos en su pronunciacin inglesa evoca otros muy romanos como Palatinus o Constantinus, el personaje ha sido

30 Vase UNCETA GMEZ (en prensa1). 31 La frase la populariz Walter White, protagonista (interpretado por Bryan Cranston) de la serie Breaking Bad (2008-2013). Curiosamente en 2014 comienza a emitirse una serie que comparte ttulo con otra sobre la que trataremos en la segunda parte de este trabajo, Empire, acerca de una familia en el mundo del hip hop. 32 Hbilmente desentraados por WINKLER (2001).

FIGURA 3. Portada del mixtape de Jay Carter, Caesar Au-gustus. Fuente:

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parcialmente modelado a partir de la figura de Augusto, con el que comparte rasgos como su manipulacin del Senado de la Repblica Galctica, aquejado de corrupcin y de una burocracia excesiva, para que lo nombre canciller supremo (as como Augusto se hizo nombrar cnsul), y la obtencin de poderes excep-cionales (en El ataque de los clones) para combatir a la Federacin de Comercio. En su dimensin religiosa existen igualmente ciertas concomitancias que, en el ca-so de Palpatine, se manifiestan en su papel de Lord de la Orden Sith, seguidores del lado oscuro y enemigos de los Caballeros Jedi33.

Por ltimo, la conocida y ya varias veces mencionada imagen de Augusto de Prima Porta, que suele ser datada en un momento posterior a la muerte del emperador (FIGURAS 1, 2 y 3), al igual que su representacin como pontifex maxi-mus (Museo Nazionale Romano, Roma), realizada hacia el ao 20 a.C., cuando el emperador tendra en torno a se-tenta aos, representan una ima-gen idealizada del dirigente, en la que se ha eliminado cualquier rasgo que avejentara su aspecto y se han potenciado, en cambio, los elemen-tos que lo identifican como un hombre joven, fuerte y saludable. Esta imagen, que se quiso canoni-zar, en detrimento del realismo, como proyeccin de su perfeccin para la posteridad, ha sido interpre-tada como un rasgo de vanidad masculina e incluso como un pre-cedente del concepto moderno de metrosexualidad34.

AU G U S T O E N E L C M I C Antes de abordar las representa-ciones de Augusto en el cmic, el terreno del humorismo grfico nos proporciona un interesante ejemplo. El responsable es el ilustrador Rubio, tambin conocido por el sobrenombre Antn Zape, cuyo

33 Los argumentos son los propuestos por KEEN (2012), quien seala igualmente algunas diferencias. Ms adelante hallaremos un Augusto galctico con un referente ms difano. 34 Tal es la propuesta de VAN BREE (2004) 4.

FIGURA 4. Octavio Augusto (29), de Suetonio, plancha de Rubio. Fuente:

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nombre real es Jess Rubio Villaverde (Sevilla, 1968). A travs de su blog Los clsicos molan35, subtitulado Un repaso a los clsicos esos que nos daban tanto miedo, con una pizca de humor, Rubio ha adaptado en vietas la Eneida y algu-nas vidas de grandes hombres, como Alejandro, Csar o Augusto, segn la na-rracin de Plutarco, en el caso del primero, o la de Suetonio, para los otros dos. Cada vieta de la vida de nuestro emperador incluye un fragmento de cierta ex-tensin procedente del texto de Suetonio, acompaado de una pincelada de humor, con frecuencia alusiva a nuestra propia realidad (FIGURA 4).

En lo que al cmic propiamente dicho respecta36, y al igual que ocurre con las adaptaciones cinematogrficas, entre los ttulos que representan la Antige-dad, la mayora con una fuerte influencia de la tradicin del pplum flmico, no son muchos los que han optado por representar la figura de Augusto. Dado el extenso desarrollo de la bande dessine en Francia37 y su igualmente amplio inte-rs por el mundo clsico, no extraa que sean de esa nacionalidad la mayora de los ttulos en los que nuestro emperador posee cierto protagonismo.

AL I X D E JA CQ U E S MAR TIN Y AL I X S E N A T O R D E VA L R I E MA N G I N

Las aventuras de Alix, obra de Jacques Martin (1921-2010), es junto con las histo-rias de los galos Astrix y Oblix uno de los cmics de tema histrico ms cono-cidos, al menos para determinadas generaciones. El acierto de Martin consisti en convertir al nio galo-romano que da ttulo a su creacin en protagonista de una serie de historias ambientadas en los momentos finales de la Repblica ro-mana38, con un gran preciosismo en las ilustraciones y cierto empeo en el deta-lle histrico, aunque no exento de anacronismos cuando las circunstancias lo requieren: sus viajes junto a su gran amigo, el egipcio Enak, lo llevan por todo el mundo conocido entonces, pero tambin hasta China o la Guerra de Troya.

35 [consultado: 18.10.2014]. 36 Los anlisis sobre Recepcin Clsica en el cmic son cada vez ms frecuentes en los ltimos aos, de modo que resulta inviable ofrecer aqu una bibliografa completa. En cualquier caso, adems de las referencias que iremos presentando en las siguientes pginas, resulta muy til la consulta de los volmenes editados por KOVACS-MARSHALL (2011) y (2016). Sobre cmic de tema histrico romano, vanse los trabajos reunidos por CARL (2014) y GALLEGO (2015). 37 Sobre el cmic francs de temtica romana, vase DINTER (2011). 38 Analizan aspectos de esta obra LILLO REDONET (1995) 138; RODRIGUES (2003) 59-64; BECERRA ROMERO-JORGE GODOY (2008) 782-783; CORBELLARI (2010); DINTER (2011) 184; FLAMERIE DE LA CHAPELLE (2012); HELLY (2015).

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Dado el marco cronolgico de la serie, Augusto no puede aparecer ms que como Octavio, amigo del fiel y valiente Alix Graccus. Uno de sus primeros episo-dios, La tumba etrusca (Le Tombeau trusque, 1967-1968)39, en el que el joven se en-frenta a una secta de adoradores de Baal-Moloch, presenta una interesante re-escritura del prodigio, narrado por Suetonio, del guila de Jpiter que sealaba a aquel que estaba destinado a gobernar el mundo:

Otra vez que desayunaba en un bosque junto al cuarto mojn de la va Cape-na, de repente un guila le arrebat el pan de la mano y, tras elevarse a gran altura, descendi suavemente de nuevo y se lo devolvi40.

En algo menos de dos pginas del mencionado lbum (FIGURA 5), se representa el acontecimiento, que un noble que asiste a la escena, amigo del padre adoptivo de lix y del to de Octavio, interpreta en los siguientes trminos:

Oh! Prodige!... Jupiter le Grand est venu dsigner ainsi le matre du monde!... Octave, tu seras le plus grand des plus grands Jupiter est laigle du ciel, toi, tu seras laigle de la terre!... (Le Tombeau trusque, 5).

39 Sobre el cual puede verse MARIE (2015). 40 SUETONIO, Augusto 94,7, trad. Vicente PICN, Madrid, Ctedra, 1998.

FIGURA 5. Alix 8. Le Tombeau trusque, 1968, 4-5. ( Martin / Casterman.)

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Sin embargo, Alix, algo mayor que Octavio, duda poco despus de la naturaleza prodigiosa del acontecimiento: Est-ce vraiment un oracle?... Pourvu quOctave ne se prenne pas dsormais pour un phnomne!... (ibid. 7). En un lbum pos-terior, El fantasma de Cartago (LEspectre de Carthage, 1977), Bruto, un personaje sin base histrica que se presenta con el rostro completamente desfigurado por unas garras, pone en duda el prodigio de manera an ms palmaria al afirmar: Laigle! Cet clair que vous avez appel le feu de Jupiter le grand et qui ntait rien dautre quun rapace dress (ibid. 41)41.

Unas pocas vietas ms de La tumba etrusca bastan para hacer el retrato psi-colgico del amigo de Alix, cuya naturaleza se hace patente cuando los tres jve-nes ven horrorizados los restos calcinados de un nio y Octavio espeta impasible: Un Romain doit apprendre demeurer insensible (ibid.). A lo que Alix replica: Peut-tre, Octave, mais un homme doit aussi sindigner devant un crime!. Y Au-gusto concluye: Cest la guerre civile Alix! Partons, la nuit va tomber.

Esta misma imagen de insensible frialdad se retoma y desarrolla en Alix se-nator, continuacin del personaje en la edad adulta, que lo ha recuperado para las nuevas generaciones. La obra est firmada por Valrie Mangin42, guionista de cmic francesa (Nancy, 1973), cuya formacin como historiadora (es doctora por lcole National des Chartes43) la ha llevado a firmar lbumes en los que fun-de la representacin de diferentes momentos histricos con motivos proceden-tes de los gneros de la ciencia ficcin y la fantasa. Su secuela sobre Alix, con-vertido ahora en senador, consta de tres volmenes, con una gran presencia de Augusto y en los que se juega tambin con el simbolismo del guila, claramente inspirado en el episodio legendario de Le Tombeau trusque y en su cuestiona-miento de LEspectre de Carthage.

El primer volumen de la serie, Las guilas de sangre (Les Aigles de sang, 2012)44, desarrollado en el ao 12 a.C., arranca con la terrible muerte del sumo pontfice Marco Emilio Lpido, el ltimo rival de Augusto, y el nombramiento del empe-rador en ese cargo por el colegio de augures, lo que supone la consumacin de su

41 Inmediatamente despus califica el prodigio como une farce sinistre et terrible. Vase al res-pecto MARIE (2015) 157 y GALLEGO (en prensa), para quien el episodio se interpreta claramente como un cuestionamiento de la legitimidad del primer dirigente del Imperio. Agradezco a la autora que me haya proporcionado el manuscrito de su trabajo antes de su publicacin. 42 Dibujo de Thierry Demarez. 43 En la pgina oficial Mangin.tv ( [consultado: 14.10.2014]) puede en-contrarse informacin sobre la biografa y la obra de esta autora. 44 Le siguen Le Dernier pharaon (2013), desarrollado en Egipto, y La Conjuration des rapaces (2014), que explora la posibilidad de que Cesarin no hubiese muerto y se dirigiera a Roma a reclamar su poder.

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poder: Maintenant et maintenant seulement, Auguste, tu succdes vraiment Jules Caesar (Les Aigles de sang, 5), le dir el primer augur. Inmediatamente despus, un guila con garras metlicas acaba con la vida de Agripa y ser Alix, acompaa-do por su hijo y el de Enak, igual de inseparables que sus padres, el encargado de desvelar el misterio que se esconde tras las terribles muertes.

Mangin presenta aqu un Augusto que contina siendo amigo de Alix, pero que responde an ms a su representacin negativa en los medios populares: manipulador y fro como nadie, y tan inteligente que, en el tercer volumen, se adelanta incluso a los maquiavlicos planes de su esposa Livia. Reconocindose su fiel amigo, Alix es plenamente consciente de su carcter y su falta de piedad, y as lo expresa en ms de una ocasin a lo largo de los tres volmenes. Todos estos rasgos se aprecian claramente en diferentes pasajes, como el momento en que espeta a Alix, desconsolado porque cree haber perdido a sus hijos:

Allons, Alix! Reprends-toi! Tu es un snateur! Si tes fils sont morts, tu en adopteras dautres, comme moi! (ibid. 46).

FIGURA 6. Alix Senator 1. Les Aigles de sang, 2012, 48. ( Martin / Mangin / Dmarez / Casterman.)

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El final del primer lbum constituye una inversin completa de la profeca del reinado de Augusto, que se interpreta como una mera artimaa poltica. El pri-mer augur revela al emperador que el prodigio del guila no fue ms que una as-tucia de Julio Csar para asegurar su sucesin, algo que se destaca con la cita in-tertextual a una de las vietas de La tumba etrusca que veamos ms arriba, re-presentada en sepia, como si de un flashback cinematogrfico se tratara (FIGURA 6)45. La pretensin de Augusto de ser el elegido de los dioses, de nuevo, no es ms que una patraa, el producto de una manipulacin poltica interesada. Y de esta manera, el relato de Mangin y Dmarez culmina la duda que veamos esbo-zada en los lbumes de Jacques Martin.

L E S AI G L E S D E R O M E D E EN R I C O MA RI N I

FIGURA 7. Les Aigles de Rome 1, 2007, 11. ( Marini / Dargaud.)

Por su parte, Las guilas de Roma (Les Aigles de Rome), de Enrico Marini46, narra la amistad de dos soldados romanos en poca de Augusto47. Tras haber sometido Druso a los brbaros de Germania, el prncipe Sigmar entrega a los romanos a su

45 Vase GALLEGO (en prensa). El primer tomo de la serie La Dernire prophtie, Voyage aux enfers, de Gilles Chaillet (2002), se sirve tambin de este motivo, algo que MARIE (2015) 157-158 denomina memoria iconogrfica. Como seala GALLEGO (en prensa), les quelques mots de Sutone sur ce prodige de laigle, parmi dautres annonant la destine exceptionnelle du futur Auguste, ont donc marqu durablement la bande dessine historique. 46 Cuatro volmenes, publicados entre 2007 y 2013. Marini es autor de nacionalidad italiana, nacido en la regin suiza de Ble en 1969. 47 DINTER (2011) 192.

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hijo Ermanamer. Csar encarga la educacin del nio a Tito Valerio Falco, casa-do con una princesa germnica, y este lo cra junto a su propio hijo, Marco, de la misma edad que el germano. Lo que en un principio es un odio recproco dar lugar, con el paso del tiempo, a un vnculo indisoluble forjado en la introduccin conjunta a los secretos y peligros de la vida adulta. La serie, con una fuerte carga sexual y una frecuente representacin de la genitalidad que bebe directamente de los cdigos de series como Roma o Espartaco: Sangre y arena48, incluye numero-sos hallazgos y aciertos, pero se sirve de la figura de Augusto (FIGURA 7) en el primer episodio como un mero encuadre cronolgico de una historia de forma-cin y aventuras que podra haberse ambientado en muchas otras pocas.

AU G U S T D E NE I L GA I M AN A diferencia del ejemplo anterior, el conocido guionista Neil Gaiman nos pro-porciona un interesante retrato psicolgico del emperador en su obra The Sandman, complejo universo ficcional protagonizado por Sandman, personifica-cin del Sueo e integrante de un panten moderno de abstracciones antropo-mrficas, los Eternos. La obra se sirve de un inmenso arsenal de referencias eru-ditas y, entre ellas, son muy numerosas las alusiones a la historia, la literatura y la mitologa grecorromanas49. El captulo 3050, titulado August en referencia al mes al que dio nombre el emperador, presenta una interesante conversacin entre Augusto y un actor enano, Licio51, que se hacen pasar por mendigos en el foro de Roma. A travs de sus palabras, conocemos algunas de las motivaciones y los traumas del primero. El engarce del episodio con la trama principal de la obra se justifica por el hecho de que Sandman se le aparece en sueos al empe-rador y le recomienda que un da al ao se disfrace de mendigo, pues es la nica forma de pasar desapercibido y escapar al control de los dioses, y de ese modo poder meditar sobre todo aquello que no desea que estos sepan.

48 Spartacus: Blood and Sand (Starz, 2010), con tres temporadas ms (subtituladas Gods of the Arena, Vengeance y War of the Damned). 49 Su inters desde este punto de vista se cifra en el nmero de trabajos que se le han dedicado ya. Tratan distintos aspectos de la obra ESPINO MARTN (2002) 46-49, PITCHER (2009) 33-34, GONZLEZ DEL-GADO (2010), MARSHALL (2011) 91-96, los trabajos editados en BURDGE-BURKE-LARSEN (2012), UNCETA GMEZ (2013) y ZANN FERNNDEZ (2013). 50 Dibujo de Bryan Talbot. 51 Personaje con base histrica en SVET. Aug. 43,3. STRONG (2011) ofrece un completo anlisis de este episodio de The Sandman.

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La influencia de Yo, Claudio en el episodio es muy evidente, no solo en la es-ttica general y en la fisonoma de algn personaje, especialmente Livia52, sino tambin por el hecho de que la historia se presenta en la ltima pgina como la narracin que de ese da hace el enano en sus memorias, tal y como el retrato de Augusto se transmite a travs de las memorias de Claudio en la serie televisiva britnica. Por medio de sus intervenciones, Augusto se nos presenta nuevamen-te en estas vietas como un personaje duro y calculador, pero siempre al servi-cio de su proyecto de Roma. I have done many evil things, but they were all to preserve Rome. And I will be a god (10), dice en un momento; y tambin: This name I have taken: Augustus. It was not taken from vanity, but from piety, trusting that my reign would augur well for Rome (13). Incluso demuestra su fuerza y resolu-cin matando una rata con sus propias manos.

Con todo, la ar-timaa narrativa de las memorias del enano resulta defec-tuosa, puesto que este personaje no llega a saber cul es el motivo del enfado y el temor de Au-gusto, que se llev su secreto a la tum-ba. Pero nosotros, los lectores, s tomamos conciencia de ese secreto, que no es otro que la viola-cin a la que le someti su to Julio Csar, cuando l tena tan solo diecisis aos (FIGURA 8). La idea la encontramos ya en las fuentes antiguas. Suetonio53 refiere que Marco Antonio lo acus de haber comprado la sucesin de su to con el pre-

52 STRONG (2011) 176. 53 SVET. Aug. 68.

FIGURA 8. The Sandman 30. August, 1999, 23. ( Gaiman / Talbot / Woch / Vertigo.)

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cio de su deshonra (stuprum)54. De este modo, segn lo formula Strong55, Gaiman transforma las decisiones de un gobernante cruel e inmisericorde en la resis-tencia de la vctima de una violacin. Y por ello decide restringir con su testa-mento los lmites geogrficos del Imperio para evitar el abuso imperialista del que l mismo fue vctima. As pues, Gaiman redime la imagen dura y despiadada del emperador, al proporcionar una justificacin para el comportamiento que lo caracteriza en las producciones francesas. A diferencia del personaje infantil de Alix o el que presenta la serie televisiva Roma, segn veremos, se establece aqu un fuerte contraste entre el nio inocente y el gobernante despiadado, que es en realidad un ser doliente.

C H R O N I Q U E S D E L AN T I Q U I T G A L A C T I Q U E D E VA L R I E MA N G I N

Un ltimo Augusto basado en la figura histrica, pero reconvertido en un empe-rador futurista, es el personaje que presentan tambin Valrie Mangin y Thierry Dmarez en sus Crnicas de la Antigedad galctica (Chroniques de lAntiquit Galac-tique), donde se desarrolla la idea de un Imperio Romano Galctico, el Orbis. Tras publicar la Clera de los dioses (Le Flau des Dieux, 2000-2006), en la que se traduce a los cdigos de la ciencia ficcin el enfrentamiento entre Atila, rey de los hu-nos, y el Imperio romano, liderado por el general Flavio Aecio, el mundo de las Crnicas fue continuado en la serie El ltimo troyano (Le Dernier Troyen, 2004-2008, seis volmenes), una de las ms originales reescrituras de la Eneida y la Odisea de los ltimos tiempos, en la que se narran los orgenes mticos de este reino56.

El argumento puede resumirse como sigue. En el ao 3300, cuarenta y seis aos despus de la fundacin del Imperio Romano Galctico y la coronacin del nuevo emperador Augusto, Virgilius Secundus compone para el primero una nueva Eneida, cuya intencin es borrar la memoria de la atroz guerra civil que

54 Tambin el episodio 5 de Roma juega ambiguamente con esta cuestin, cuando, tras asistir Octa-viano a uno de los ataques de epilepsia de su to, su madre lo felicita por haberlo seducido. Sobre el papel de esta acusacin en el comic de Neil Gaiman, cf. STRONG (2011) 179-181. 55 STRONG (2011) 182. 56 RODRGUEZ (2008) 142, en su taxonoma de las reescrituras del material literario del enfrentamien-to troyano, propone que esta obra debe ser considerada una transposicin, es decir, un boule-versement de la structure traditionnelle de loeuvre source de rfrence, a travs de su introduc-cin en un contexto completamente ajeno al de la obra original. UNCETA GMEZ (en prensa2) presen-ta un anlisis de la serie.

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dio origen al Orbis. Con este marco narrativo, cada episodio de El ltimo troyano57 presenta una etapa del viaje de un Eneas espacial, fundador mtico de ese reino, que sale del planeta Troya en busca de la tierra prometida por los dioses. Las seis entregas estn demarcadas por un prefacio y un eplogo protagonizados por el propio Virgilio en su recitacin de su obra. Con esta manipulacin, semejante a la de sus homlogos en el mundo antiguo, el nuevo Augusto pretende hacer de ese mtico y glorioso pasado un modelo y una justificacin de la grandeza del Imperio galctico; esto es algo que se observa claramente en la galera de anti-gedades que Augusto posee, con reliquias de las aventuras de este Eneas espa-cial. Todas esas historias y vestigios remiten de manera secundaria a la verdade-ra Roma antigua, de la que los protagonistas tienen plena conciencia (tanto en el presente de Virgilio como en el pasado mtico, protagonizado por Eneas, que narra el primero) y que acta como molde para la configuracin del Orbis.

Aunque no son muchas las apariciones de Augusto en esta serie, su proyec-to est implcito a lo largo de toda la narracin y es plenamente consciente de la naturaleza humana del mismo. En respuesta a los halagos de Virgilio, le dir: Je nai pas encore la prtention dtre un dieu (Carthago 48).

Y sin embargo, el desenlace de la serie nos descubre ciertas intenciones ti-rnicas en sus acciones. Como se nos informa en el captulo que cierra la serie, Augusto est demoliendo hasta el ltimo vestigio urbanstico de la Roma de an-

57 1. Le Cheval de Troie (2004); 2. La Reine des Amazones (2004); 3. Les Lotophages (2005); 4. Carthago (2006); 5. Au-del du Styx (2007); 6. Rome (2008).

FIGURA 9. Le Dernier Troyen 6. Rome, 2008, 3. ( Mangin / Dmarez / MC Productions.)

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tes del Imperio, pues quiere olvidar los tiempos de hierro previos a su reinado (FIGURA 9). Sin embargo, Virgilio se encarga de sealarle que se equivoca en no seguir el ejemplo que l mismo ha elegido:

Mon empereur, je te connais depuis trs longtemps, tu agirais de mme avec les vestiges dun pass glorieux. Tu es le grand vainqueur de la guerre civile: ta russite a montr que tu avais raison. Alors tu te sens choisi par les dieux pour refonder le gouvernement de la galaxie et pour refonder mme sa civili-sation. Et tu crois que ce qui tait l avant ta Rome stellaire na plus le droit de cit et na qu disparatre. Tous les fondateurs sont tents dagir de mme. Pourtant ton anctre ne a su, lui, accepter le pass de la nouvelle plante que les destins lui avaient donne. Il a prfr lintgrer son tat plutt que le rejeter et le faire disparaitre des mmoires (Roma 4).

Su ejemplo tirnico ser continuado por el protagonista de Imperator, serie adi-cional del universo de las Crnicas de la Antigedad galctica inspirada esta vez en el fascismo italiano y de la que finalmente solo se ha publicado un nmero que lleva por ttulo Les fascistes sont ternelles. En este episodio, el Duce galc-tico, dirigente del Partido Fascista del Renacimiento, se inspira tambin en el ejemplo de Augusto, que conoce en un viaje a la Tierra original de la humani-dad, tal y como hicieron los dirigentes fascistas del siglo XX.

EL A N I M E : KU R E O P A T O R A D E EI I CH I YA M A M O T O Y OS A M U TE Z U K A

Como bisagra entre estos Augustos de tinta y los Augustos de celuloide que ana-lizaremos en la continuacin de este trabajo, merece una mencin especial el anime dirigido por Eiichi Yamamoto y Osamu Tezuka, Kureopatora (1970). Titula-do en Estados Unidos Cleopatra: Queen of Sex y autoclasificada X como estrate-gia comercial, se trata en realidad de una recreacin soft-core y en clave pardica en lnea con Astrix y Cleopatra de Ren Goscinny y Albert Uderzo de la his-toria de Cleopatra consagrada cinematogrficamente. Esta inslita creacin de uno de los ms reconocidos maestros del manga el padre de Astro Boy arranca con el viaje que realizan tres individuos desde el futuro hasta el Egipto de la poca de Cleopatra. A partir de ah se suceden los gags visuales y todo tipo de anacronismos conscientes al servicio del humor.

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Al margen del inters que plantea un anlisis pro-fundo sobre la visin que de la Antigedad clsica se tiene en el pas del sol na-ciente, an por hacer, el papel que tiene Octavio, caracterizado nuevamente como villano, resulta muy similar al que se aprecia en la pelcula de Joseph L. Mankiewicz58, aunque la actitud de esta Cleopatra sea mucho ms sumisa y seductora que la de Liz Taylor. Sin embargo, en este caso, el motivo de la indiferencia de Augusto hacia la reina egipcia no es otro que su orientacin sexual, que lo inclina ms hacia uno de los viajeros del futuro (metamorfoseado en el atractivo cuerpo de un soldado de Csar para poder vivir en ese mundo antiguo; FIGURA 10), que hacia la propia reina del sexo egipcia.

Un Augusto atpico pero con el que Japn se hace eco de la negativa carac-terizacin que de este emperador han hecho mayoritariamente en Occidente los formatos de la cultura popular. El anlisis de sus recreaciones en celuloide nos conducir de manera an ms evidente a unas conclusiones en este sentido.

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58 Sobre la cual, vase la segunda parte de este trabajo.

FIGURA 10. Desenlace de Kureopatora (Yamamoto & Tezuka, 1970).

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