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Mario Bunge “Cápsulas”

Textos de Mario Bunge.

Según Bunge, no se puede imponer una dictadura para obligar a todos los ciudadanos a ser iguales.

Textos de Gerald Brenan “El laberinto español”.

Gerald Brenan “El laberinto español”

Una ciudad utópica donde no existe la maldad. Los extranjeros que quieran entrar en la ciudad deben pasar un “examen de maldad” y si lo suspenden, se les niega la entrada.

Dan Barry “Flash Gordon”

El supuesto aburrimiento en que se viviría en una ciudad utópica como ésta es el argumento de los favorables al actual sistema político injusto para mantenerlo: SE ABURRIRÍAN SI NO HICIERAN MALDADES.

MÁS TEXTOS DE GERALD BRENAN :

GERALD BRENAN “EL LABERINTO ESPAÑOL”

José Ingenieros defiende la posición de la derecha según la cual el “orden natural” es la máxima diferenciación de los seres de este universo.

TEXTOS DE JOSÉ INGENIEROS : “EL HOMBRE MEDIOCRE”

JOSÉ INGENIEROS “EL HOMBRE MEDIOCRE”

“Mandrake” de Phil Davis

En esta historieta se nos cuenta cómo un aspirante a astronauta es rechazado en las pruebas de admisión de la NASA

y luego este aspirante , resentido , se dedica a boicotear los lanzamientos de cohetes de la agencia espacial.

El anarquista es muchas veces un individuo al que no se ha dejado entrar en una profesión, en un ambiente, en una institución, en un barrio, en una empresa o en

cualquier otra situación de la vida en la que hay alguien que decide si entras o no en un sitio.

El anarquista es muchas veces un individuo al que por problemas físicos, mentales, de salud, de educación, de dinero, de formación, de origen o por cualquier otra circunstancia, se la ha cerrado el paso a alguna oportunidad en la vida , muchas veces impidiéndole incluso la mera supervivencia.

Como consecuencia, este individuo se vuelve resentido y entra en alguna ideología extrema como el anarquismo, como explicaba Lombroso hace 100 años.

El sistema actual no ha previsto ninguna reparación para este tipo de individuos y su posible inserción en la sociedad y el sistema actual los condena irremediablemente a la marginación, la heterodoxia, la delincuencia y la mala vida o la caída en ideologías radicales,

que siempre han sido la última esperanza de este tipo de individuos arrojados fuera del sistema, expulsados especialmente por la gente de derechas que siempre es la más dura con ellos.

A pesar de que se conoce desde hace cien años o más la existencia de este tipo de individuos que no pueden integrarse en la sociedad por una serie de problemas,

los gobernantes no han hecho ni hacen nada para subsanar esta deficiencia del sistema actual que no encuentra la manera de dar oportunidades a este tipo de individuos abandonados a su suerte.

Ni tan sólo los médicos les ayudan, puesto que son funcionarios de Sanidad que están totalmente dentro del sistema y no hacen nada que no se les haya enseñado en sus Facultades de Medicina y que no esté dentro del sistema.

Parece como si los gobernantes hubieran decidido desde hace 100 años no hacer nada por este sector de la población que se ve forzada a vivir fuera del sistema porque éste no ha hecho ninguna provisión para ellos y sus problemas.

Parece como si los gobernantes hubieran elegido que siempre debe haber un porcentaje de un 10% de población fuera del sistema por sus problemas personales y que esta población debe caer necesariamente en ideologías extremas,

como si estos gobernantes necesitaran que existieran estas ideologías extremas para justificar sus medidas de represión para presentarse ante sus electores como los “salvadores de la ley y el orden”.

Si todos los individuos con problemas tuvieran una esperanza de futuro en el actual sistema, no existirían las ideologías extremistas.

Parece que el anarquismo es la utopía para el futuro.

Deberemos esperar mil años o quizás 5.000 años pero una sociedad anarquista llegará, porque es la única salida hacia adelante que tiene la Humanidad: no existe ningún otro sistema político más avanzado, racional y humano.

El comunismo ya ha demostrado muchas veces que no funciona, las dictaduras siempre son una vuelta a la Edad de Piedra, las democracias contemporáneas están llenas de defectos.

Solamente existe el anarquismo como utopía de sistema político para un futuro en que la Humanidad sea mejor y pueda permitirse un sistema así.

No hay otro camino aunque cueste mil años en llegar.

MÁS TEXTOS DE JOSÉ INGENIEROS : “EL HOMBRE MEDIOCRE”

José Ingenieros “El hombre mediocre”

TEXTOS DE JAN KOTT :”SHAKESPEARE, NUESTRO CONTEMPORÁNEO”

Jan Kott “Shakespeare , nuestro contemporáneo”

El Yago del “Otelo” de Shakespeare es el modelo de malvado desde hace muchos siglos.

Es un hombre que cree que el Mal siempre triunfa en este Universo y está empeñado en demostrarlo, comportándose él mismo como el provocador del Mal.

Cree que el Bien no existe en este Universo y que aquellas épocas en que parece que hay felicidad, estabilidad, orden, regularidad y permanencia, esas épocas son solamente transiciones engañosas entre dos épocas de Mal.

A todo Mal le sigue otro Mal pero en medio hay a veces etapas de transición en que parece que no se dé el Mal sino el Bien, pero es un engaño: no es el Bien lo que aparece sino solamente un descanso que se toma el Mal para volver otra vez más tarde.

Así piensa Yago y considera que su papel en el Universo es demostrar una y otra vez que el Mal es la esencia del Universo : él lo encarna y debe aplastar a todos aquellos bobalicones que hablan siempre de hacer el Bien y que a veces consiguen que algo parecido al Bien se instaure en este mundo por un breve período de tiempo.

Yago debe destruir una y otra vez a los defensores del Bien.

Yago es una versión renacentista de Loki, el dios nórdico del Mal, la envidia, la discordia, el odio, el conflicto y el engaño.

Loki según Stan Lee en su tebeo “Thor”.

Loki, como Yago, cree que debe subvertir una y otra vez el orden impuesto por Odín y Thor y lo consigue mediante todo tipo de astucias y de maldades.

Goscinny y Uderzo “Astérix y los normandos”

Los anarquistas son los defensores del Bien en este mundo, los que quieren que la sociedad dé oportunidades a todos y las mínimas condiciones de vida para todos: trabajo, comida, sanidad, educación y vivienda.

Los anarquistas son los defensores de la igualdad entre los humanos,

mientras que los seguidores de Loki, Yago, Maquiavelo o de cualquier ideólogo de la derecha, (darwinista social o fascista definitivo) son los defensores del Mal en este Mundo y creen que ese es su papel en la vida.

Buster Keaton “Las tres edades”.

Los anarquistas chocan una y otra vez contra los tiranos que extienden el Mal en este mundo sometiendo a otros hombres, esclavizándolos y haciéndoles la vida imposible para que esos tiranos vivan muy bien, puesto que si necesitan matar a 50 millones de personas para ser felices ellos, lo hacen como lo hizo Hitler y si necesitan militarizar un país y convertirlo en un cuartel mientras exterminan a sus adversarios políticos para ser felices ellos, lo hacen como lo hizo Franco.

Ese es el problema de por qué no ha llegado todavía una sociedad anarquista en este mundo.

Los malvados son demasiados y hasta que no desaparezcan, como desaparecieron los matones de la Edad de Piedra hace miles de años, no llegará una sociedad mejor, aunque tengamos que esperar todavía mil años para que eso ocurra.

Buster Keaton “Las tres edades”

Nada ha cambiado desde la Edad de Piedra, desde hace miles de años. Los más fuertes someten a los débiles y se quedan con la mejor comida, las mejores mujeres y las mejores condiciones de vida.

Hoy en día la sumisión se realiza de formas mucho más sofisticadas pero todo es lo mismo.

Aquellos que son más fuertes porque sus antepasados alcanzaron una gran forma física trabajando duro en el campo o como guerreros o bien porque ellos mismos han alcanzado esa forma mediante el deporte y el estudio,

utilizan al resto de la población que es floja, débil, poco desarrollada o ignorante para vivir ellos bien y apropiarse de los mejores puestos de cada país y además escudándose en la ciencia y en la tecnología y sus dificultades como pretexto para detentar las posiciones que ocupan

( en realidad no tienen ningún interés en la ciencia pura ni en la invención tecnológica excepto como medios para ganar dinero y vivir en una buena posición).

Como explicamos en nuestros libros “Darwinlandia” , la genética actual no ha demostrado que los más fuertes sobrevivan ni que la selección natural tenga algún papel en las mutaciones que se dan en los genes.

La genética actual no sabe todavía qué produce esos cambios en los genes pero todo parece indicar que la selección natural y la lucha por la supervivencia darwinianas no tienen ningún papel en la “evolución” o mutaciones en los genes.

La selección natural solamente sirve para que los más fuertes vivan mejor que los débiles y se monten un tinglado a su gusto para ese fin, al tiempo que se sacan de encima a sus posibles competidores por una buena vida.

Por supuesto, los que viven muy bien en el actual sistema económico y político siempre defenderán al darwinismo decimonónico con sus selecciones naturales y sus supervivencias de los más fuertes, porque es la ideología que sustenta sus buenas posiciones que disfrutan actualmente.

Will Eisner “Spirit”.

El 10 % de la población que siempre queda fuera del sistema en cada generación por problemas de salud, físicos, mentales , de formación o de malas compañías en malos barrios siempre acaba cayendo en una ideología extrema como última esperanza en su vida.

En esta historieta de “Spirit” de Will Eisner titulada “Splinter”, se nos cuenta la historia de un chico enfermo al que su brutal padre obligaba a trabajar cogiendo fruta.

El chico desarrolló odio hacia toda la especie humana y de adulto se convirtió en un ser insensible a los problemas del resto de la humanidad.

Creciendo en la miseria y estando enfermo, el chico desarrolló una personalidad asocial y al margen del sistema.

La historia de “Splinter” es la misma de miles de anarquistas que han sufrido todo tipo de problemas ya desde la infancia y que no han tenido la oportunidad de encarrilar sus vidas bien, siempre luchando contra sus deficiencias de salud, de dinero, de formación, de oportunidades.

Con frecuencia, los chicos que han pasado una infancia de miseria y de privaciones, de adultos se vuelven serviles al sistema , el mismo sistema que no les dio una buena infancia

y se convierten en aduladores de los jerarcas del sistema y de sus instituciones, en una reacción psicológica muy conocida y parecida al “síndrome de Estocolmo”,

mucho más si el chico sufrió palizas y represión por motivos políticos y desde entonces teme ya de por vida a la policía y a las represalias que le puedan caer encima por cualquier motivo.

Por esa razón se convierte en un defensor del sistema establecido porque le tiene un miedo atroz, pues ya lo ha sufrido desde que nació.

De esta manera se crían ciudadanos egoístas solamente preocupados en su bienestar personal, en su dinero y en su puesto de trabajo. La mayoría de gente de los países “ democráticos” es así y además la mitad de ellos son fachas.

Republicanos en los USA, conservadores en Inglaterra, neofascistas en Italia, Front National en Francia. En todos los países el fenómeno es el mismo.

La mitad de la población es facha porque se agarra como una lapa al pasado, a las estructuras del siglo XX que proporcionaron a ella y a sus padres y abuelos una buena vida, aunque fuera en un sistema que sabían injusto y mal diseñado.

En todos los países encontramos el mismo patrón: la mitad de la población es facha y el resto es egoísta, temeroso de los castigos que le puedan caer encima si protesta y viciado en un egoísmo de puertas adentro de su casa donde hace lo que le da la gana.

Siendo así el mundo actual, se comprende que no llegue nunca un país anarquista. Deberemos esperar mil años todavía.

Como en la película “Freaks” de Tod Browning, hay que preguntarse si los anarquistas no serán también unos tarados que quieren rebajar al resto de la gente a su nivel, cortándoles las alas, la libertad.

En la película, los tarados de un circo cortan las piernas a la malabarista “normal” que se burlaba de ellos y al trapecista” normal” lo castran.

Así consiguen que todos sean tarados como ellos.

¿Es eso lo que buscan lo anarquistas, igualar a todos los hombres , rebajándolos a su nivel de tarados , como nos acusan los de derechas que se ponen nerviosos cuando escuchan la palabra “ anarquismo”?

Asimismo, como en la película “Yo robot” donde todos los seres son robots idénticos, hay que preguntarse si lo que buscan los anarquistas es que todos los hombres sean tan iguales como robots, sin diferencias entre ellos y si una vida así sería insoportable o no para los humanos.

Isaac Asimov “Yo robot”

Otro dibujo de Will Eisner sobre tipos marginales o con problemas en esta sociedad, como era habitual encontrar como protagonistas de sus tebeos.

¿Es el anarquismo solamente un exabrupto que lanzan aquellos individuos más desfavorecidos por la vida, esperando que si cambia la sociedad hacia una de anarquista, sus problemas se resolverán?

¿No es el anarquismo un sistema político válido?

¿Es solamente aquella solución más o menos loca que los individuos más hundidos por la mala suerte en la vida vislumbran como la única que podría mejorar su situación personal?

En esta viñeta de Morris “Lucky Luke” se puede ver a Jesse James imitando a Robin Hood, roba bancos y trenes para repartir el dinero entre los pobres. Pero el hermano de Jesse James le propone que le dé el dinero a él, que es pobre y así todo se queda en la familia.

Ese es el peligro del anarquismo, según la derecha. Que hagan una revolución, se queden con las propiedades de los otros y luego las repartan entre sus parientes y amiguetes. Y que con el paso de los años, esos antiguos anarquistas, enriquecidos ahora con todo lo que han robado a los ricos mediante una revolución cruenta, se conviertan a su vez en los nuevos ricos, cayendo en los mismos errores y vicios que los ricos de antaño.

Según Aristóteles en su “Política”, esa es la dinámica de la vida social y política. Hay un trasvase constante de individuos de la clase baja a la alta y de individuos de la clase alta a la baja, por revoluciones, por méritos propios, por tener más capacidad, talento o fuerza.

Según Aristóteles, el desprecio que resienten los individuos de la clase baja cuando tratan con ellos los de la clase alta ( especialmente sus hijos que son siempre los más engreídos de las familias ricas) son el desencadenante de las revueltas y de las luchas por parte de algunos individuos de la clase baja para llegar a formar parte de la clase alta del Estado.

Y según Aristóteles, esa es la vida social “natural”, la que tiene que ser, porque así el Estado se asegura que en la clase alta siempre habrán individuos capaces y no le importa que provengan de la clase baja si han demostrado que son más fuertes, capaces y con más talento que los cada vez más degenerados tipos de la clase alta.

Y el proceso volverá a empezar en pocas generaciones, cuando los descendientes de la nueva clase alta del país hayan degenerado y otros individuos más válidos provenientes de la clase baja los vayan echando de sus poltronas.

Los economistas capitalistas llevan siglos sumándose a estas ideas de Aristóteles, según las cuales éste es el orden natural de la vida social y política.

Por supuesto, los anarquistas defienden todo lo contrario: que es posible una igualación de todos los individuos sin que aparezcan unos cuantos listillos que se coloquen en la clase alta del país y degeneren rápidamente en tiranos para someter otra vez a la gente com antes de la llegada del orden anarquista.

Pero la gente de la derecha no se fía y cree que eso es lo que ocurriría si efectivamente triunfara el anarquismo en un país : aportan los hechos que ocurrieron en las colectivizaciones anarquistas durante la Guerra Civil en Aragón y Cataluña

como pruebas de que el anarquismo no funciona como sistema político porque pronto unos cuantos aprovechados vuelven a convertirse en tiranos y someten a los demás, de la misma manera en que lo habían hecho los ricos del pasado.

Morris “Lucky Luke”

Jesse James se pregunta si debe repartir el dinero que ha robado entre los pobres o dárselo a su hermano, que también es pobre, y así todo se queda en la familia.

El anarquismo del futuro debería defender la opción política de la igualación de todos los ciudadanos y de que sean dotados con las condiciones mínimas de vida todos ellos.

En los próximos siglos va a darse mucha discusión acerca de si el “orden natural” consiste en que todos los seres de este universo deben ser diferentes o si por el contrario los hombres deben buscar una igualación entre todos ellos porque ese “orden natural” que hace a todos los seres distintos es, en realidad, un Mal que perjudica a los hombres, como nos perjudican las inundaciones, las enfermedades, los mosquitos, los ríos anchos, las montañas infranqueables o cualquier inconveniencia de las que abundan en este planeta.

Para resolver esos problemas, los hombres han construido puentes, túneles, canales, han inventado la medicina y han levantado diques y presas.

Por la misma razón, porque la diferenciación que se da en este mundo es un Mal que conduce a unos hombres a someter a los otros, es necesario controlarlo como hemos controlado tantas otras cosas de este planeta que nos hacían la vida imposible.

El anarquismo es la ideología que controla esta sed de diferenciación que llena el Universo y la reprime para que los hombres seamos lo más iguales posibles y nadie mande sobre otro.

En los próximos siglos se dará mucha discusión acerca de si la selección natural y la lucha por la supervivencia tienen algún papel en la “evolución” de los genes o si por el contrario, éstos mutan por razones que los genetistas actuales todavía no conocen bien.

Si se demuestra al 100 % ( y nosotros creemos que será así) que la selección natural no tiene nada que ver, entonces todo lo que diferencia a un hombre de otro proviene de un desarrollo lamarckiano, favorecido por una buena infancia, una buena alimentación, una buena salud, una

buena formación, un buen ambiente.

En esas condiciones se crían los cachorros de las élites que dirigen el país cuando son adultos. Si todas las personas dispusieran de esas condiciones de vida, también se desarrollarían en la mejor dirección posible.

El anarquismo aspira a que toda la población disfrute de esas condiciones óptimas para el desarrollo personal, tanto físico como mental.

Pero aquellos que actualmente ya disponen de ese desarrollo completo gracias a características secundarias heredadas de sus antepasados o gracias a haber crecido en una buena situación, no quieren ni oir hablar de que toda la población pueda desarrollarse como lo han hecho ellos, porque saben que entonces perderían sus privilegios, sus buenos puestos en la sociedad y sus chanchullos para ganar dinero.

Son estos individuos los que están retrasando la llegada de una sociedad anarquista.

Son este tipo de individuos los más fachas también porque se aferran al pasado, a estilos de vida de otras épocas que ya no tienen sentido en el siglo XXI, cuando el sistema económico y político se nos aparece tan primitivo, especialmente durante esta crisis económica tan fuerte.´

Los próximos siglos van a ver la lucha política entre los primitivos que quieren seguir gozando de privilegios por su mejor desarrollo físico y mental y que se aferran desesperadamente al actual sistema primitivo económico y político ,

contra los anarquistas del futuro que siempre defenderán la igualación de todos los hombres.

a

Como el Ricardo III según Shakespeare, hay gente mala que no soporta vivir en épocas de paz, felicidad y bienestar. Se aburre pues necesita que haya caos, guerra entre empresas, competición entre los trabajadores, crisis económicas, guerras comerciales, mal ambiente, lo que sea

para que él pueda desplegar toda su genialidad en ganar dinero siendo más listo que los demás, pueda aplicar sus tretas, trucos y ardides en los que es es el mejor para hundir a la competencia y para triunfar en cualquier empresa que acometa.

Es evidente que el sistema económico actual le favorece , aunque todos sepamos que este sistema es una monstruosidad que obliga a los agricultores a vender sus hortalizas por cuatro duros para que los mercados las puedan vender a un precio barato ( si no , no las compra la gente),

y que los empresarios obligan a los trabajadores a trabajar muchas horas en trabajos duros, repetitivos y malsanos para que los productos sean lo más baratos posibles o no los compra nadie y que los empleados se vendan a la empresa que sea para tener un empleo y un futuro, compitiendo contra otros por tener mejor curriculum y conseguir el puesto,

aunque sea convirtiéndose en monstruos, pues un sistema económico monstruoso como el actual no puede crear más que monstruos que solamente piensan en triunfar, en conseguir ese empleo, cueste lo que cueste y no tiene cabida en su cabeza ningún otro pensamiento más. De hecho no se enteran de nada más de lo que pasa en el mundo.

Todo esto ya lo denunciaron los teóricos de la izquierda en el siglo XIX como Marx o Bakunin pero nada cambia, todo se prolonga años y años sin ninguna mejora y las crisis económicas tan vergonzosas como la actual que pone en evidencia los defectos del actual sistema económico ,

se suceden sin que a nadie importe, esperando la mayoría de la gente la próxima época de riqueza económica que será seguida algún día por la siguiente crisis inevitable. En el Antiguo Egipto, podemos encontrar ejemplos de literatura pesimista, los primeros escritos de tipo apocalíptico que se conocen, según los cuales el país está enfermo, todo se hunde, extranjeros invaden la tierra que ya no produce cosechas, es el caos y el faraón es un inepto, todos se odian y las plagas se ensañan con la gente. Este escrito egicio, que copió muchos siglos más tarde San Juan para su propio Apocalipsis, nos habla de una época de Estado del Malestar, de caos , de guerra de todos contra todos, de enfrentamiento , es decir, de todo lo contrario de lo que debería ser un

Estado del Bienestar. Hay individuos malvados que provocan o promueven que se den estas épocas de caos, como la actual, porque ellos se aburren en las épocas de bienestar en las que todo el mundo es feliz y no pasa nada malo.

Y es que nadie sabe cómo reformar o cambiar el actual sistema económico: hasta que no aparezca un genio de la economía del calibre de Adam Smith que nos explique con detalle cómo se puede mejorar el actual sistema económico, nada va a cambiar, porque los economistas que tenemos ahora, incluidos los premios Nobel, son un desastre.

La mayoría de la población actual solamente espera que vuelvan los años de riqueza de Aznar y no le importa nada más, le da igual las causas de la actual crisis y solamente piensa en colocarse en un buen trabajo o en amontonar un

curriculum lleno de estudios para un buen futuro.

Así es como se veían a los anarquistas y los comunistas durante la Guerra Civil en el bando nacional y así es como la mayoría de la gente actual sigue viendo a los anarquistas: como unos criminales que van a robarles todas sus propiedades para quedárselas ellos y para que ellos anarquistas manden en el país.

Con esta concepción de los anarquistas, es imposible que algún día la gente pueda voluntariamente abrazar las ideas anarquistas.

Hay que reconocer que los “anarquistas” españoles se han ganado a pulso la mala fama que tienen, desde finales del siglo XIX y sobretodo durante la Guerra Civil, con sus expropiaciones a punta de pistola, sus crímenes y su nihilismo, puesto que el “anarquismo” español pocas veces ha sido auténtico anarquismo sino un nihilismo que buscaba la destrucción del Estado, la supresión de la propiedad privada, la destrucción de la actual civilización y no se sabe qué más para empezar de cero no se sabe cómo.

Eso es nihilismo y no anarquismo y ha retrasado muchos años la posibilidad de que el auténtico anarquismo pudiera abrirse paso en la sociedad.

El anarquismo auténtico es el de mediados del siglo XIX con Bakunin, Proudhon y Propotkin y buscaba que todos los trabajadores tuvieran unas condiciones mínimas de vida, en lo que llamamos hoy un Estado del Bienestar.

Incluso los teóricos del capitalismo en el siglo XIX recomendaban que los empresarios dotaran a sus trabajadores de buenas condiciones de trabajo y de vida ( por ejemplo, Alfred Marshall en su libro “Principios de economía”) pero muy pocos empresarios de entonces y de ahora hicieron caso a sus propios economistas capitalistas.

Por ello, los malos de esta película no son los obreros sino los empresarios que nunca han hecho caso ni de lo que les decían sus economistas capitalistas respecto al trato a dar a los obreros.

En la Grecia Antigua, cuando la clase baja, la chusma, hacía una revolución y tomaba el poder en alguna ciudad-estado griega, se decía que había llegado una “democracia”,

que en aquellos días quería decir que la peor gente de la ciudad, la más mala, la más ignorante, la más zafia, la que tenía peor nivel cultural se había adueñado de la ciudad y la gobernaba según sus confusas mentes llenas de odio, envidia y de sed de poder, así como de falta de formación en todos los campos.

La democracia era el gobierno de la chusma, de la peor gente. Mucha gente actual cree que si los anarquistas gobernaran sería eso mismo, el gobierno de la peor gente del país y que pronto los anarquistas se pelearían entre ellos por el poder y movidos por sus ambiciones personales.

Hasta que el anarquismo no se saque de encima esta mala fama que tiene, nunca saldrá adelante por medios democráticos y siempre tendrá que esconderse en la marginalidad.

Chicos y chicas representativos de Terrassa, con su estilo de vida formal y “com cal” en cada época según lo que esté de moda y sea oficial en cada época.

La clase alta de la ciudad se dedicaba a jugar a hockey en los clubs de las afueras. Como explica Josep María Ballarín en uno de sus libros, la mayoría de estos hijos de empresarios textiles eran descendientes de payeses catalanes que habían emigrado a Terrassa para montar una fábrica textil en el siglo XIX y luego se habían enriquecido,

cayendo en los típicos defectos de los nuevos ricos, construyendo casas señoriales en el centro de la ciudad, jugando al hockey y entrando en la derecha de Alfons Sala o en el franquismo.

Los anarquistas en Terrassa durante la Guerra Civil según Joan Duch en su libro “Anys negres”.

Jacint Morera “A toc de pito”

En definitiva, durante el siglo XIX se habían ido reuniendo las condiciones para que en Terrassa coincidieran nuevos ricos del sector textil juntamente con inmigrantes aragoneses, catalanes pobres, murcianos, andaluces y otros.

El conflicto entre todos ellos era inevitable y ha marcado la historia de la ciudad durante todo el siglo XX, con el punto extremo de los crímenes de la Guerra Civil y el dominio por el miedo de los franquistas en los 40 años siguientes.

El libro :Calvari d' una ciutat” publicado por la delegación local de Hispania Martyr en Terrassa en 1996, es un documento escalofriante con cientos de fotografías y reseñas de personas asesinadas durante la Guerra Civil en Terrassa por los comunistas y los anarquistas.

Hemos escogido una página del libro al azar y las personas que aparecen en éstas y las otras páginas son todas gente importante o bien establecida de Terrassa cuyo único delito era ser de derechas, o ser guapo, o tener una buena profesión, o tener una esposa bonita, o tener coche o cualquier otra cosa que levantara las envidias de los “rojos” y su odio personal hacia los mentados.

Es evidente , y todo el mundo lo sabe, que detrás de la mayoría de los crímenes de los “rojos” en la Guerra Civil había envidias personales, venganzas y rencores inconfesables y del tipo más rastrero.

Para los que no vivimos la Guerra Civil y crecimos con el franquismo y su desarrollismo de los años 60, todas estas historias nos parecían muy lejanas y tan terribles que era mejor olvidarlas y pasar página.

Los que nacimos en los años 60 esperábamos que la lección de todo lo que ocurrió en la Guerra Civil era que las matanzas tanto de las cuadrillas comunistas y anarquistas como de los moros y legionarios del bando nacional enseñaran hasta qué punto de bestialidad puede llegar el español cuando odia y está libre de toda reflexión moral y coacción por las leyes.

a

Martí “Taxista”,

con el retrato del típico empresario del franquismo, presumiendo siempre de haber salido de la nada con su solo esfuerzo.

Este tipo de empresario ha gozado durante mucho tiempo en España ( y en USA) de la admiración y el culto del público que quería ser como él pero no sabía cómo hacerlo.

Por supuesto, este tipo de empresario siempre comenta lo mal que está el mundo y cómo ha cambiado todo para empeorar y cómo de desagradecida es la gente a la que dió empleo.

Tiene puesta su esperanza en la siguiente generación que volverá al país al franquismo.

Este tipo de empresarios siempre presumen de lo mucho que han luchado en la vida ( con ribetes heroicos) y de que ahora no van a dejar que la chusma les quite lo que les ha costado tanto trabajo de ganar.

Además , todos estos grandes empresarios se odian entre ellos y buscan hundir al otro ( por eso los libros de dirección de empresas están llenos de explicaciones sobre estrategias para hundir a la competencia).

Carles Sentís “Viatge en el transmiseriá”

Según Sentís, los murcianos de los años 20 y 30 estaban llenos de enfermedades y de problemas de todo tipo debido a las malas condiciones de vida, entre las que destaca la abundancia de tracoma en esa población por la mala higiene.

Detrás de toda ideología extrema o revolucionaria siempre hay un problema personal, una venganza contra alguien que nos ha quitado el puesto de trabajo, contra un desprecio de un mandamás o contra quien sea que nos haya causado un perjudicio.

Pero el anarquismo no debe ser una ideología para las revanchas personales ( y lo fue durante la Guerra Civil) porque eso sería rebajarlo al nivel de una república bananera donde el pueblo a veces está con el General Tapioca y otras veces con el General Alcázar según le convenga.

El general Alcázar nombra coronel a Tintín y degrada a cabo a su anterior coronel, que jura vengarse , entrando en una organización terrorista contra Alcázar.

Pero el vendedor de armas de un país extranjero, al que el coronel Tintín ha echado de su despacho por intentar sobornarlo, se venga a su vez dando informes malísimos acerca de Tintín al general Alcázar, que se los cree , cayendo en desgracia Tintín.

La gente entra en organizaciones terroristas muchas veces por razones personales antes que ideológicas.

En cuatro dibujos Hergé ha explicado un proceso que se ha dado y se sigue dando en todos los países y en todos los regímenes , proceso por el cual ascienden y caen innumerables cargos políticos y entran en la lucha clandestina otros muchos más por razones de venganzas personales.

Al mismo tiempo, los funcionarios van cambiando de chaqueta según si gana Alcázar o Tapioca.

Además, otro factor que retrasa la llegada

de una sociedad mejor es la presencia en

este planeta de una serie de países

tercermundistas que recién empiezan a

desarrollarse, imitando los pasos que los

países occidentales dieron desde el siglo

XVIII en su industrialización y

modernización.

Todavía les quedan 200 años por delante a

estos países atrasados para llegar a

nuestro nivel y , mientras tanto, van a

cometer los mismos errores que

cometimos nosotros en el desarrollo del

capitalismo salvaje.

Por lo tanto, deberemos esperar durante

200 años que estos países se vayan

industrializado y luego a que aparezcan

en esos países generaciones rebeldes o

críticas con todos los horrores del

capitalismo salvaje.

Por entonces, todo el planeta podrá

avanzar juntamente hacia una sociedad

mejor porque no quedará ningún país

atrasado en el planeta que lo impida.

Mientras tanto, muchos inmigrantes de

estos países seguirán llegando a los

países occidentales donde ya estamos de

vuelta de todo, porque quieren ganar

dinero y vivir bien en un

país avanzado.

Se sumarán a la mayoría de nuestros

ciudadanos de nuestros países que le

importa un comino la justicia social y la

mejora del mundo y solamente atiende a

su bienestar personal , su empleo y su

dinero. La mayoría de inmigrantes es de

este tipo.

La China, que mantiene sus estructuras

comunistas mientras funciona como el

país más capitalista salvaje del momento,

todavía tiene por delante cien o

doscientos años de “experiencia

capitalista”, de revueltas de los

descontentos y de críticas de una

oposición que ahora mismo es aplastada

sin contemplaciones.

Hasta que la China no haya pasado por lo

que hemos pasado nosotros en Occidente,

poco va a cambiar en el mundo porque la

China controla y controlará todavía más el

mercado mundial de casi todos los

productos y no dejará que nada mejore en

el actual sistema económico.

Asimismo, todos sabemos que la China es

uno de los culpables de la crisis en España

al llevar a la ruina a miles de empresas y

comercios españoles que no pueden

competir con los productos chinos de

“todo a cien”.

La China va a seguir comportándose igual,

con la misma cara, durante mucho tiempo,

hundiendo nuestros países mientras

declara hipócritamente que está

preocupada por la deuda española ( que

ellos han causado) y va comprando todo lo

que puede en los países occidentales,

hasta que un día lo controlará todo.

La China no dejará que nada mejore por al

menos durante cien o doscientos años. La

única esperanza es que aparezcan

movimientos de oposición dentro de la

misma China que acaben con la locura a la

que está llevando al mundo la China.

Tebeos de los dos bandos

“Auca del moro feixista”

“Hay que elegir entre dos desfiladeros, o el de la izquierda o el de la derecha”

El pequeño Franco necesita dos zancos (Alemania y Italia) para reinar sobre las calaveras.

Está claro que la Guerra Civil es lo peor que ha pasado en España nunca, empezando a contar desde hace 5.000 años.

Es el momento más bajo de la Historia de España, la peor catástrofe nacional cuyas consecuencias todavía estamos sufriendo, 70 años después.

Dos ideologías extremas y violentas, opuestas e incompatibles ( el nazismo-fascismo y el comunismo-anarquismo)

se enfrentaron en España ( podría haber ocurrido en cualquier otro país en aquellos años de radicalización extrema en todo el mundo) para imponer su propia dictadura por la fuerza.

Este tipo de cataclismos cósmicos solamente ocurren una vez cada mil o dos mil años, afortunadamente.

Esto significa que los franquistas van a tener que esperar ese tiempo para volver a tener una ocasión excepcional y muy mala en la Historia de España para dar otro golpe de estado y volver a mandar en el país según sus tonterías y sus caprichos.