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LORD ACTON. Lectures on Modern History. Londres 1906 Llamo Historia Moderna aquella que comienza hace 400 años, que se halla dividida por una línea evidente e inteligible del tiempo inmediatamente precedente, y desarrolla durante su curso características propias, distintivas y específicas. La edad moderna no procedió de la medieval por medio de una sucesión normal, con signos externos de descendencia legítima. Sin aviso previo (unheralded), fundó un nuevo orden de cosas, bajo la ley de la innovación, socavando el antiguo reino de la continuidad. En aquellos días, Colón subvirtió las nociones del mundo y revirtió las condiciones de producción, riqueza y poder; en aquellos días, Maquiavelo liberó al gobierno de las restricciones de la ley; Erasmo desvió la corriente del saber antiguo de los canales profanos hacia los cristianos; Lutero rompió la cadena de autoridad y tradición en su eslabón más fuerte; y Copérnico erigió un invencible poder que instauró para siempre la marca del progreso al tiempo que había de venir. “La unidad del (mundo) moderno se manifiesta en el universal espíritu de investigación y descubrimiento que no cesó de operar y resistió a los recurrentes esfuerzos de la reacción, hasta que, por el advenimiento del reino de las ideas generales que llamamos la Revolución, terminó por prevalecer. Esta liberación sucesiva y este pasaje gradual, para bien y para mal, de la subordinación a la independencia, es un fenómeno de la máxima importancia para nosotros, por cuanto la ciencia histórica ha sido uno de sus instrumentos. Si el Pasado ha sido un obstáculo y una carga, el conocimiento del Pasado es la manera más clara y segura de emanciparse de l. Y su ardiente búsqueda es une de los signos que distinguen a las cuatro centurias de que he hablado de aquellas que las precedieron. La Edad Media, que dio buenos escritores de narrativa contemporánea, fue descuidada e impaciente respecto de los hechos del pasado. Se contentó con ser engañada, con vivir en un crepúsculo de ficción, bajo nubes de falsos testimonios, inventando según su conveniencia y feliz de acoger al falsario y a su engaño. A medida que transcurrió el tiempo, se espesó la atmósfera de mentira acreditada, hasta que, en el Renacimiento, surgió el arte de exponer las falsedades en agudas mentes italianas. Fue entonces que la Historia, tal como la entendemos, comenzó a ser comprendida y surgió la ilustre dinastía de investigadores hacia la que aún miramos para buscar material y método. Contrariamente al soñador mundo prehistórico, el nuestro

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LORD ACTON. Lectures on Modern History. Londres 1906Llamo Historia Moderna aquella que comienza hace 400 aos, que se halla dividida por una lnea evidente e inteligible del tiempo inmediatamente precedente, y desarrolla durante su curso caractersticas propias, distintivas y especficas. La edad moderna no procedi de la medieval por medio de una sucesin normal, con signos externos de descendencia legtima. Sin aviso previo (unheralded), fund un nuevo orden de cosas, bajo la ley de la innovacin, socavando el antiguo reino de la continuidad. En aquellos das, Coln subvirti las nociones del mundo y revirti las condiciones de produccin, riqueza y poder; en aquellos das, Maquiavelo liber al gobierno de las restricciones de la ley; Erasmo desvi la corriente del saber antiguo de los canales profanos hacia los cristianos; Lutero rompi la cadena de autoridad y tradicin en su eslabn ms fuerte; y Coprnico erigi un invencible poder que instaur para siempre la marca del progreso al tiempo que haba de venir.

La unidad del (mundo) moderno se manifiesta en el universal espritu de investigacin y descubrimiento que no ces de operar y resisti a los recurrentes esfuerzos de la reaccin, hasta que, por el advenimiento del reino de las ideas generales que llamamos la Revolucin, termin por prevalecer. Esta liberacin sucesiva y este pasaje gradual, para bien y para mal, de la subordinacin a la independencia, es un fenmeno de la mxima importancia para nosotros, por cuanto la ciencia histrica ha sido uno de sus instrumentos. Si el Pasado ha sido un obstculo y una carga, el conocimiento del Pasado es la manera ms clara y segura de emanciparse de l. Y su ardiente bsqueda es une de los signos que distinguen a las cuatro centurias de que he hablado de aquellas que las precedieron. La Edad Media, que dio buenos escritores de narrativa contempornea, fue descuidada e impaciente respecto de los hechos del pasado. Se content con ser engaada, con vivir en un crepsculo de ficcin, bajo nubes de falsos testimonios, inventando segn su conveniencia y feliz de acoger al falsario y a su engao. A medida que transcurri el tiempo, se espes la atmsfera de mentira acreditada, hasta que, en el Renacimiento, surgi el arte de exponer las falsedades en agudas mentes italianas. Fue entonces que la Historia, tal como la entendemos, comenz a ser comprendida y surgi la ilustre dinasta de investigadores hacia la que an miramos para buscar material y mtodo. Contrariamente al soador mundo prehistrico, el nuestro ha dedicado sus mejores energas a detectar el error y a vindicar la verdad.