15

Lluvia de buñuelos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

libro-leyenda-cueno

Citation preview

Page 1: Lluvia de buñuelos
Page 2: Lluvia de buñuelos

Lluvia debuñuelos

arece ser -según dicen los que saben e

historia- que una vez, en un pueblo de

Corrientes había una pareja de viejito.

Macanaí era el lugar, y no se gasten en buscarlo en el mapa

porque ahí no lo van a encontrar. Los dos vivían en un rancho

que parecía a punto de venirse abajo en cualquier momento, e =-

los postes del alero ladeados y el techo de paja medio pelado.

no porque el hombre fuera un vago que se dejaba estar, ¡por

favor! ¡Si se había deslomado desde chico como peón de camp

Pero había sido siempre medio inocentón y la verdad es que lo:

dueños de la estancia donde estubo trabajando se habían

aprovechado mucho de él. Ahora ya era demasiado viejo y

estaba muy achacoso para trabajar y no había podido ahorrar

peso como para arreglar la casa. Pero él no se desanimaba. Por

eso una mañana, cuando se acordó de que ese era el día de San

Filmarión, el santo patrono del pueblo, le dijo a la esposa:

-Voy a ir a la procesión del santito y vas a ver cómo

nos va a ayudar.

6 CUENTOS Y LEYENDAS DE MI PAls

Page 3: Lluvia de buñuelos
Page 4: Lluvia de buñuelos

y allá se fue, al trote, con el único caballo quetenían y que estaba tan viejo y achacoso como

dueño, huesudo y con tos. Llegó al puebanduvo en la procesión siguiendo la imag

del santo, le dejó una vela encendida en lacapilla y volvió muy esperanzado para la c

cuando ya casi caía el Sol.A las diez cuadras, el viejo tuvo que talan

al caballo para apartarse a tiempo del camino,porque venía un auto a toda velocidad. Antesque lo tapara la nube de tierra que levantó alpasar, pudo ver que era una camioneta biencargada, y que la manejaba el dueño

Page 5: Lluvia de buñuelos

Desmontó, gruñendo unpoco por el dolor de cintura,

levantó la valija y la abrió: ¡estaballena de monedas de oro!

~e la estancia donde él había trabajado. El viejo siguió entre la

lvareda, a ciegas, y así fue como el caballo tropezó. No había

ri to una valijita tirada en medio del camino. Desmontó, gruñendo

poco por el dolor de cintura, levantó la valija y la abrió: [estaba

i.ena de monedas de oro!

-¡Gracias, San Filmarión, gracias! -gritó y de contento volvió

a ubir al caballo volando, como si fuera un muchacho. No

- nsiguió que el animal se apurara gran cosa -eso sí que hubiera

sído un milagro enorme-, pero al fin llegó a la casa.

-¡Vieja! -Ilamó-. ¡Vení pronto a ver! ¡No somos más pobres!

_fuá qué regalo nos ha echado el santo desde el cielo!

Page 6: Lluvia de buñuelos
Page 7: Lluvia de buñuelos

1alumno y los buñuelos

a mujer vio lo que traía el marido. Y así como el

viejo era inocente, ella era viva. La cabeza le

empezó a trabajar a toda velocidad. "¡Qué santo ni cielo!

-pensó-o ¡Esto se le ha caído a alguno, seguro que a los de la

estancia, que son tan ricos! Pero si se lo digo, este va a

empezar a preguntar y nos vamos a quedar sin nada, ¡con lo

que nos hace falta! ¡Se me tiene que ocurrir algo!".

s >, -Pero no, hombre -le dijo-o Vos te ilusionás por nada.

, , . Estas monedas no son de oro. Parecen, porque son

brillosas. Pero son unas fichas para algún juego. Dejalas,

que por ahí le vienen bien a alguna criatura, para

entretenerse. VeTIÍ,tomá unos mates.

El viejo se sentó a matear, con cara de

desencanto, y ella escondió la valijita debajo de la

cama, mientras seguía pensando: "Con esto

gano tiempo, pero ya va a aparecer alguno

preguntando por toda esta plata y el viejo

zonzo va a abrir la boca. Tengo que hacer

algo más".

Entonces, se le ocurrió. Abrió la valija, sacó

.una moneda y se fue caminando hasta el

CUENTOS Y LEYENDAS DE MI PAls 11

Page 8: Lluvia de buñuelos

único negocio que había en el pueblo. Era un almacén de

campo, de esos que venden de todo, y ahí compró un

cuaderno, un lápiz, una goma de borrar, una regla y el

guardapolvo más grande que encontró. Pagó, le dieron el

vuelto y con el paquete abajo del brazo se fue a ver al maestro

jubilado, que vivía en un lugar bastante apartado. Charló un rato

con él y volvió a la casa.

-Viejo -Ie dijo al marido-, estuve pensando que a vos no te

ido bien en la vida porque nunca estudiaste. Pero ya es hora de

dejés de ser un ignorante. Desde mañana vas a ir a la escuela.

El hombre protestó: que a su edad ya no estaba para eso,

cómo iba a entrar a la escuela con los chicos ... Pero ella lo atajó:

-Ya pensé también en eso. Vos no te preocupés, que ya te

conseguí un maestro particular y te espera mañana temprano.

Por más que el viejo renegó, la mujer le dijo que ya estaba

decidido. Y como siempre él hacía lo que le mandaban, al otro día

le hizo poner el guardapolvo -sólo se pudo abrochar el primer boti:lt..

porque le quedaba chico-, le dio el cuaderno y los útiles y lo manoc

clase.

Cuando él se alejó (con mucha vergüenza de que alguno

fuera a ver así vestido), la mujer corrió a la cocina y se puso a traJ_

Buscó harina, huevos y azúcar; batió, mezcló y frió. Al medio'

volvió el marido. Venía con trompa y refunfuñaba, empacado.

Cuando él se alejó (con muchavergüenza de que alguno lo fuera aver así vestido), la mujer corrió a lacocina y se puso a trabajar.

'12 CUENTOS Y LEYENDAS DE MI PAls

Page 9: Lluvia de buñuelos

-¿Cómo te fue? -le pregut1

-¡Mal me fue! -estaba enojadísi 0-. El guardapolvo me

apretaba tanto el cogote, que creí que me ahogaba, y no aprendí

nada. El maestro me estuvo todo el tiempo fastidiando para que

escribiera letras. Me salían torcidas, se me rompía la punta del lápiz,

borré y se me hizo un agujero en la hoja del cuaderno. Y al final me

trataron de burro.

-Bueno, no tuve buena idea, che. No te preocupés. Vos hiciste

el esfuerzo, pero se ve que tenías razón. Ya estás viejo para eso. No

vayás más. Vení, carné y dormite una siesta tranquilo, nomás.

Y así fue. El hombre comió un churrasco y unas mandiocas

hervidas, y se fue a dormir. Cuando lo oyó roncar, la vieja sacó un

CUENTOS Y LEYENDAS DE MI PAlS 13

Page 10: Lluvia de buñuelos

Entre los dos juntaron todo.El fuentón quedó otra vezlleno y se dieron un atracón.Hasta les sobró para la cena.

fuentón que tenía escondido y envuelto en un mantel. Estaba

lleno de buñuelos, porque eso era lo que había estado hacier

toda la mañana.

Sacó la escalera, la apoyó contra la pared afuera

casa, se trepó con el fuentón y repartió buñ

por todo el techo. Después, bajó ydesparramó los que le quedaban por el y:;;"'- ..u..;...

Al rato, sacudió al marido:

-¡Despertate, viejo perezoso! ¿No has oí

tormenta?

Page 11: Lluvia de buñuelos

rmenta? ¿Qué tormenta, si no hay

-_.o hay nubes ahora -le contestó la mujer-o

_" ubieras visto ... eran unos nubarrones gordos. ¡Ycómo llovió!

raro es que no cayó agua ni granizo. ¡Ha llovido buñuelos!

El hombre salió al patio y vio los buñuelos en el piso. Agarró

e pasó la punta de la lengua para probarlo y después lo~~u..~6 <c.o!\.desconfianza.

-¿Sabés que está bueno, che? -le dijo a la mujer-o ¡l: hasta 'Uene

. mo gusto que los que hacés vos! ¡Qué cosa! En tantos años

o tengo, nunca vi una lluvia así. ¡Yen el techo hay más! ¡Sino lo

, no lo creo! ¡Una granizada de buñuelos! [Esto ha de ser cosa de

tantos viajes espaciales y experimentos raros que hacen!

Entre los dos juntaron todo. El fuentón quedó otra

vez lleno y se dieron un atracón. Hasta les sobró

... ' _ para la cena.~.;- ..... ' -.

Page 12: Lluvia de buñuelos
Page 13: Lluvia de buñuelos

y vino la autoridá

los dos días, al ranchito llegó una camioneta

policía, con dos personas. Frenaron y bajó un

hombre de uniforme y anteojos negros. La m

adelantó para atenderlo.

-Buenos días, doña -dijo el policía-o Acá ando con el se:-a:..

que es el dueño de la estancia Caté Eté y ha extraviado en la

una valija con\valores de su Iegítima propiedad. Así que est.a::l:Jt.

viendo a todo el vecindario para que el que la haya encontr

devuelva inmediatamente.

-Ah, no, por acá no he visto nada -dijo ella-o Y no se e:é::JI

porque salgo tan poco ...

-Ajá. ¿Y el señor que está ahí? -preguntó, señalando

v1eJo.

-No, si el pobre no entiende nada.

-Eso lo decido yo -contestó el otro-o Dígame, don, ¿

vio una valija llena de monedas de oro?

-¡Ahí tenés, vieja, y vos que me decías que eso no valía

nada! Yo la encontré y la traje para acá.

-No le haga caso, comisario -dijo ella-o No sabe lo qu

-¿Cómo que no? -se encocoró el marido-. ¿No te aco

-No.

16 CUENTOS Y LEYENDAS DE MI PAls

Page 14: Lluvia de buñuelos

__ .""•..._,w .••_~,~,~,~ ,-Dl"'"'."1I1111111!1UI

-¡Si fue poquito antes de que yo empezara a ir a la ese ...•~

El otro le dijo, fastidiado:

-¡Eso habrá sido hace como ochenta añ s

hombre! Yo le hablo de algo que pasó -

-¡Es lo que digo! -porfió e

Vea, le doy otro dato:

día antes de la lluvia -

buñuelos.

-¿Llu\' -buñuel _

Page 15: Lluvia de buñuelos

después de unla ·er convendé al marido

de que San Fílmarión les habíadejado una fortuna.

- 'buenísimos. Para chuparse los dedos. ¿Usted no los

policía se metió en la camioneta y le dijo al dueño de la

'~~C1a:

-A este viejo no le queda un tornillo en la cabeza .

.güemos en otra parte.

y así fue como después de un tiempo la mujer convenció al

.do de que San Filmarión les había dejado una fortuna. Se

:- eran para la capital, compraron una casa como la gente y vivieron

anquilos. Ahí el hombre se hizo famoso por una rareza: cada vez

~~~'l~m.atarmenta, se apuraba a dejar un fuentón en el patio yexplicaba: JI ¡Es que llueven tan ricos!".

FIN

i"":