Tenka KiranoEmilia Lloret

Tsáchilas

Definitivamente estuve en otra realidad. El mundo acontece como por primera vez, indómito, indescifrable, rebelde ante mis esquemas y verdades.

Cuestiona profundamente a todas a mis ambiciones y respuestas.

Floto y todo lo que alcanzo a observar esta pintado de un color especial, lúcido, acogedor. Se proyecta con el amarillo, con el rojo, con el azul, entre las risas de los niños y dentro del calor húmedo del lugar.

Este color refleja a la obscuridad y a la luz por igual, con la misma pureza y nitidez. Lo puedo sentir y respirar, me atrapa, me confunde y me pinta incluso a mí, que recién llegué, sin anunciar.

Los Pones navegan hasta llegar al sol, en busca de fuerza y entendimiento, al retornar nos traen respuestas y sabiduría para usar en nuestro mundo material, amplían la realidad.

Estos viajes impregnados de formas y colores crean sonidos que nacen y mueren ahí, no pueden habitar en otro lugar.

Noto que tienen otra forma de mirar, una mirada eterna, llena de claridad. Tenka Kirano les enseñó a ver en total obscuridad, lo hacen con cada respiración y con cada latido.

El mundo les devuelve destellos de mucha intensidad.

El esperado día de fiesta llegó y Suyun fue, muchas se enamoraron de él, sin medir como esto las iba a transformar.Ahora estas mujeres se proyectan al lado del sol, usando el agua y la lluvia para aparecer y desaparecer.

Pero no todo es alegría y tranquilidad, hay peligros pintados con ese mismo exacto color.Los luban oko habitan en la misma realidad, cambian el color del cielo para asustar.

Se esconden, merodean, esperan pacientes que la señal roja les avise que es hora de salir y atacar.

Todos

Todos comparten una fuerza poderosa que aparece al momento de nacer, habita incluso en los seres que no tienen cuerpo material, en los niños, en las estrellas, en los arboles. Siempre presente, esta fuerza les permite conversar entre todos ellos en silencio, sin tener que hablar.

El lugar me detiene lentamente, de repente siento que es más fácil respirar. Poco a poco, mi mente deja la angustia y comienza a saborear, a apreciar.

Amo esta realidad, desearía no tener que despertar.Hay tanta luz, inundando todo el lugar.

Pero se necesita mucha discreción, algunos animales quieren apropiarse de tu identidad, de la de tu hermano, de la de tu mamá y, cuando lo logran, solo ciertas sutilezas lo revelarán.

Si los descubres, van a huir, van a volar avergonzados y nunca regresar.

No sé si esta realidad va a desvanecerse dentro de otra, si la van a ahogar, no sé si a todos sus sonidos los callarán,

si todos los colores que sentí se van a apagar, si su eternidad continuará. Solo sé que las infinitas dimensiones siguen ahí, palpitando; las veo

y las siento como reflejos, en los ojos, en la lengua, en la risa y en la serenidad de quienes todavía conocen sus portales, caminan sus senderos y se purifican en sus aguas.

Pintando siempre el mundo con ese color especial que solo ahí revela los misterios de la existencia.

Epilogoasjjaskaslkakjkdasjdkasaskdasdaklsjkasjdklasjdlkasjd-klasjdlkasjdlakdjalkdjalksdjalskdjlaksjdlkasdjasdjkfjal-skjdlasdlasjdlkasjdkajdlkajdlkajdlkasjdlkajdlkajdlkas-jdlkasjdklajdlakjdaksjdlaksdjlaksnsfuyegfsm,mdños-dlansdkasdasncnzckjzsnasjdbzkjn,mZXnKZJXZX-;MNZXmnZBXmnZBXnmZBXnmzBxmnZBjDiahfi-anc,zmnczxcbcnzxcaosdjdhkjhdkzx.