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  • 1EX CENTRO CLANDESTINODE DETENCIN,

    TORTURA Y EXTERMINIOOLIMPO

  • 2 INSTITUTO ESPACIO PARA LA MEMORIAAVDA. ROQUE SENZ PEA 547, 4 PISOCP 1035 - CIUDAD AUTNOMA DE BUENOS AIRESREPBLICA ARGENTINA(+54-11) 4342-0528/4958/7330INSTITUTOMEMORIA@BUENOSAIRES.GOV.ARWWW.INSTITUTOMEMORIA.ORG.ARPERMITIDA SU REPRODUCCIN CITANDO LA FUENTE.

  • Programa para la Recuperacinde la Memoria sobre el ex Centro Clandestinode Detencin, Tortura y Exterminio (CCDTyE) Olimpo

    Integrantes de la Mesa de Trabajo y Consenso:

    Abuelas de Plaza de Mayo,Abuelos Relatores,Agrupacin Simbiosis Cultural,Asociacin de ex Detenidos Desaparecidos,Centro de Participacin Crtica y Poltica,Colectivo de Telar Comunitario,Comisin de Derechos Humanos Uruguayos en Argentina,Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Polticas,Familiares de Detenidos-Desaparecidos vistos en el Olimpo,Grupo R.E.I.R. - Red de Espacios e Intervenciones Recreativas,H.I.J.O.S. Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio,Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia,Madres de Plaza de Mayo - Lnea Fundadora,Movimiento de Unidad Popular,Raz Natal,Sobrevivientes,Vecinos Autoconvados de Floresta,Vecinos por la Memoria de Olimpo-Orletti,Voces de Barro por la Inclusin Social.v

  • EX CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIN, TORTURA Y EXTERMINIO OLIMPOMesa de Trabajo y Consenso del ex Centro Clandestino de Detencin, Tortura y Exterminio OlimpoUna publicacin del Instituto Espacio para la Memoria

    DISEOMarcelo Lopez

    FOTOGRAFASArchivo ConadepArchivo Ex Centro Clandestino de Detencin, Tortura y Exterminio OlimpoMarcelo Lopez

    DESARROLLO DE CONTENIDOS

    Equipo de Trabajo del programa del Ex CCDTyE OlimpoIntegrantes:Cerrutti Isabel (coordinacin)Joncquel Maryline Lopez Marcelo Maggio RicardoMendez Mara JoseMendizabal Mara EugeniaPortos JoanTacconi Julieta

  • EX CENTRO CLANDESTINODE DETENCIN,

    TORTURA Y EXTERMINIOOLIMPO

  • 6Si uno se contenta con mencionar el suceso sin buscar relacionarlo con otros hechos,en el pasado o en el presente, se hace de l un monumento...La memoria de los campos debe mejor convertirse en un instrumento de informacin para nuestra capacidad de juzgar y analizar el presente....

    Tzvetan Todorov

  • NDICE

    ALAS DE PERSEO EN EL OLIMPO .................................................................................................9LAS PAREDES DEL EX OLIMPO.................................................................................................13LOS SEGUIMOS BUSCANDO! ......................................................................................................14IDENTIFICACIN DE COMPAEROS.............................................................................................16DETENIDOS-DESAPARECIDOS DEL CCDTYE OLIMPO .........................................................18CCDTYE OLIMPO - FUNCIONAMIENTO ....................................................................................25MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA .................................................................................................34LA RECUPERACIN DEL ESPACIO DONDE FUNCION EL CCDTYE OLIMPO ...................42LA EMERGENCIA DE ESTAS VIDAS ............................................................................................46NARRACIONES OTRAS..................................................................................................................52EXPERIENCIAS EDUCATIVAS Y VISITAS EN EL CCDTYE OLIMPO ......................................58BIBLIOTECA PBLICA Y POPULAR CARLOS FUENTEALBA ...............................................63COMUNICACIN .............................................................................................................................68ANEXO..............................................................................................................................................73

  • 8Cuando hicimos el anlisis de las respuestas a las encuestas que realizamos en el barrio, encontramos que las de los vecinos que fueron contemporneos con el funcionamiento del Centro de Detencin y Tortura, se caracterizaron por la cautela y prevencin que el lugar les haba inspirado. Consideraban que el lugar era una desgracia contaminante y se haba llegado a evitar el trnsito por la vereda de ese sitio que MARCABA (lo decan textualmente) al barrio.

    Hoy no pasa semana sin que representantes de alguna agrupacin barrial lleguen a la reunin de la Mesa de Trabajo y Consenso para convenir la realizacin de algn evento en el lugar.

    Nos falta mucho, aunque indudablemente ya estamos para el barrio y no de un modo vergonzante. Esto es bueno

    Este lugar nos ha sido legado como nuestra sede por la muerte y la tortura de los que aqu sufrieron. Pero que esto no nos convierta ni en hroes ni en modelos. Aprovechemos estas circunstancias para establecer fecundas corrientes de comunicacin en la tarea de promover el reconocimiento y ejercicio de los derechos elementales.

    Deberemos investigar, promover, desarrollar, impulsar acciones que tiendan a perfeccionar el conocimiento de los derechos y

    obligaciones como personas y como ciudadanos, procurando evitar que nuestra accin favorezca introducir entre nosotros competencia entre lneas polticas.

    Que no nos interese la exaltacin del herosmo individual sino el fortalecimiento del colectivo social; entendiendo por colectivo social el conjunto de conceptos encarnados masivamente que permiten defender lo que beneficia sin exclusiones y rechazar lo que quebranta las posibilidades de todos en beneficio arbitrario de algunos.

    Para que no ocurran nuevos Olimpos, nuestra misin debiera primordialmente consistir en fomentar una vocacin solidaria, elemento constitutivo indispensable de toda actitud poltica.

    Construyamos una memoria para el futuro potenciando en nuestra medida la libertad y la igualdad. Que lo nuestro sirva para traer a la memoria la actitud de los que desaparecieron reivindicando en toda su dimensin el significado de la militancia en aquellas circunstancias.

    Perfeccionemos la paradoja ocupndonos, en nuestra medida, de acercarnos a los mismos destinatarios que tuvieron ellos para su accin, desde la proximidad que nos da este lugar que su sacrificio nos procur.

    Estamos convencidos que los contenidos ltimos siguen siendo los mismos.

    EDITORIAL

    Julio Lareu(SOBREVIVIENTE DEL CCDTYE OLIMPO)

  • 9La tierra del escritor son pramos de sombrasy bosques de la memoria personal y colectivade donde salen figuras grotescasque slo el mito arcaico nos ayuda a reconocer.

    Suso de Toro

    ALAS DE PERSEO EN EL OLIMPO

    Sub los escalones con la seguridad de saber que por fin algo cambiara. El fogonazo me sobresalt. Tranquila, me dijo el fotgrafo, soy del diario La Unin. Me conceder despus un reportaje? Con los ojos hmedos y un leve movimiento de cabeza, dije que s.

    Tras la presentacin del documento de identidad pas los controles y esper a ser llamada. Me detuve junto a la figura de mrmol. La mir fijamente para que supiera por qu estaba ah.

    El agua de la ducha la roci. Se estremeci bajo las gotas que recorran los surcos de su cuerpo. Alz la cabeza que desde la noche anterior le haban obligado a mantener gacha. Los msculos aliviados, se distendieron doloridos. Se sinti como una barca arrastrada por un aluvin. Se meci con dificultad intentando desentumecerse.

    El agua del cao agujereado cay sobre su cara llevando sus lgrimas. Una mano apretaba la suya mientras le pasaba jabn y calor. Record que no estaba sola y la mirada se llen de cuerpos a los que el interrogatorio haba cubierto de signos de resistencia y orgullo.

    Me llamaron con un gesto. La puerta se cerr tras mis pasos. En la imponencia del recinto, vi a los cinco hombres que cargaran con el peso de la sentencia en medio de la serenidad y la adustez.

    - Jura decir la verdad, toda la verdad y nada ms que la verdad? - me preguntaron.

    - S, juro - me escuch decir.

    La voz a su lado pregunt Cundo llegaste? Me trajeron anoche, soy de Lans, digo por si te vas antes que yo. La voz son dbil. Nunca sabemos si los que se van terminan en su casa. Pero de esa esperanza vivimos, alcanz a decir.

    El fin de la cada del agua trajo nuevamente dolor y silencio. Se visti con dificultad, cubri los ojos con el trapo y con las manos busc el hombro compaero y form parte de la fila que volvi a sus lugares. Intent dormir de costado y lo consigui a ratos. Por entre las fisuras de la venda vea acunarse las sombras de las hojas de un rbol en un cuadrado de sol. Imagin una cancin infantil en el lecho infantil.

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    La penumbra la envolvi.

    Al rato, alguien le pregunt si estaba bien. Contest que no y llor.

    -nimo, que no lo sepan ellos o ser peor. Preparate porque te volvern a preguntar lo mismo. Vos contest lo de anoche; ser lo que evitar maltratos.

    El ruido de pasos la oblig a levantarse. Oy que le preguntaban cmo estaba. Soy mdico. La voz son como un blsamo. Le retiraron la venda de los ojos.

    -Mal, me duele la espalda - mir fijamente al joven y a su acompaante y solloz.

    -Bueno -dijo l- lo de la espalda te va a pasar. Pero record que yo atiendo de ac para abajo - descendi la mano desde el pecho a las piernas- Para arriba no eh?

    Lo vio alejarse, mientras la enfermera llevaba el dedo a la boca indicando silencio y simulaba un bostezo. Comenz a darse cuenta.

    Con los das, uno de esos hombres se hizo cargo de su caso. Entre la medianoche y la madrugada la sentaba a escribir su historia. Cerca de ella, sacuda su pelo enrulado mientras con la mirada fija pareca querer inmovilizarla. Alguien, Medusa, le decan. Le sacaste algo, Medusa. Pero l callaba. Y ella escriba, escriba poniendo alas en su memoria para volar all, a lugares donde pudiera encontrar algo nuevo que se deslizara en el papel acompaando el caer de la tinta azul.

    De regreso a su rincn, entraba al lavabo donde refrescaba cara, manos, lgrimas. El agua era exorcizante. Cicatrizaba los surcos de la espalda, era fuente en la boca reseca; la senta correr, la aliviaba.

    Cuando le preguntaban cmo le haba ido responda: Igual que Perseo con alas, pero no en los pies sino aqu. Las manos mariposeaban alrededor de sus sienes. Medusa no me petrificar mientras mi memoria vuele. Eran los nicos momentos en los que volva a ser ella, que ya no tena esperanzas pero que jams lo confesara por no entristecer a sus compaeros de sufrimiento.

    Una noche la llevaron a otro sector, le dieron ropa y le ordenaron baarse. Crey que sera la prueba de fuego. Mil ideas pasaron por su mente. Qu sera de ella. Adnde la trasladaran. Y otra vez el roco calm el erizamiento en las cicatrices abiertas ahora desde adentro y borr la sal de las mejillas.

    - Es Ud. amiga, enemiga, pariente o deudora de aquellos a los que viene a denunciar?

    - No, nada, seor dije.

    Con la cabeza gacha entr al Falcon verde. Dos adelante, uno a cada lado de ella, atrs. Pasaron los minutos, la oscuridad dio paso al nen a travs de los prpados. A sus odos llegaban las voces admonitorias Esta vez te salvaste, Con nosotros no se juega. Cuid las amistades. Frenadas, vueltas. Ya llegamos, baj y no te des vuelta. Y que no nos enteremos que contaste algo.

    Escuch lo que poda ser un ruido de armas. Los segundos fueron eternidad. Se prendi al timbre. El coche arranc. La puerta se abri con cuidado y la cara de la hermana le sonri entre lgrimas. La ternura las fundi.

    - La guan a este tribunal deseos de venganza o prejuicios? - me pregunt la voz neutra.

    - Slo de justicia, seor. Y comenc mi declaracin.

    Elsa Lombardo(SOBREVIVIENTE DEL CCDTYE OLIMPO)

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    DETALLE DEL MURAL UBICADO SOBRE AV.OLIVERAFOTO:ML

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    FOTO:MLMURAL PINTADO EN UNA DE LAS PAREDES DEL EX CCDTYE OLIMPO

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    Los grafittis, pintadas y murales son la voz de los sin voz. Cmo no asociar entonces las paredes que rodean el permetro del ex CCDTyE Olimpo a la lucha de nuestro pueblo.

    Si hacemos una recorrida desde nuestra memoria sobre lo escrito en ellas, veremos el grito eterno de nuestro pueblo por la libertad y la justicia. Palabras y murales que rescatan del olvido a aquellos que ofrendaron sus vidas por un pas para todos, sin excluidos. En ellas se traducen momentos histricos, desde la denuncia por lo que fue y sucedi en el lugar, el reclamo de basta! y fuera la polica!, hasta la aparicin con vida de Luciano Arruga y Julio Lpez.

    En las paredes del ex Olimpo, est presente la conmemoracin y el recuerdo de militantes populares asesinados en una base aeronaval (Trelew) en el sur de nuestro pas, hasta el homenaje del barrio a ese hombre heroico (el Che) que muri en otro rincn de nuestra Patria Grande. Recorriendo las paredes observamos y hasta imaginamos el instante: un compaero o una compaera con un aerosol en su mano, escribiendo ligero AQU SE TORTURO, FUERA LA POLICIA ASESINA. Seguramente hubo otros compaeros ms mirando hacia los costados mientras las palabras graban al cemento, consigna breve para tardar lo menos posible y no correr riesgos, palabras breves pero con una dimensin abrumadora. Dndole alegra y futuro a los descascarados paredones de la calle Rafaela, los dibujos de los nios y nias de las escuelas primarias del barrio y un escudo del club de futbol de Floresta que da identidad y pertenencia a los adolescentes de la zona.

    Seguimos caminando y de pronto la realidad del pasado se nos viene a los ojos en toda su dimensin: puertas y ventanas tapiadas que nos hablan y nos hacen sentir el sufrimiento de las compaeras y compaeros que vieron truncos sus sueos, sus proyectos y sus vidas. Imposible no inmutarse, no llorar de rabia, rabia que se transforma en lucha, reafirmacin de convicciones y motor de esperanza, sabiendo que no fue en vano, que hoy los responsables de aquel horror son juzgados con las garantas de igualdad ante la ley que no tuvieron nuestros compaeros.

    En otras paredes, murales que muestran algunas cartas de tarot que hablan de las ambiciones desmesuradas y de injusticias. Todo se mezcla bandas de rock, pintadas de algn viejo partido poltico centenario y sobre la libertad de un lejano dirigente maosta peruano, dan el marco que brinda la democracia para tales manifestaciones.

    Sobre los muros de la calle Olivera, el recuerdo y homenaje a Carlos Fuentealba, docente asesinado en Neuqun por reclamar salarios dignos y mejores condiciones de trabajo. Desde otro mural, el rostro de las compaeras y compaeros que estuvieron detenidos-desaparecidos aqu, exigindonos que no olvidemos, que no perdonemos. Y ah cerca, est Don Julio quin, con su testimonio y el de otros, permiti que un genocida termine entre las rejas. Siguiendo por Olivera, el reclamo de justicia por el joven Luciano Arruga, detenido y golpeado por la polica bonaerense en un destacamento con antecedentes de gatillo fcil.

    Todo traducido a las paredes, stas como testigos y protagonistas, cual parecieran una tapa de diario enorme. En ellas an hoy se ve nuestro pasado reciente como reflejo de lo que acontece a diario. Por un lado, el campo popular dibujando futuro en los murales de colores Por otro, aquellos grupos minsculos que reivindican un pas para pocos, sin justicia y sin memoria, sesgados por el odio al ser humano y a todo lo que signifique cambio.

    Seguramente estas paredes continuarn escribiendo nuestra historia, distintas maneras de ver la realidad, y hasta habr algn te amo en algn lado, como corresponde a las paredes que son apropiadas por el pueblo. Eso nos demuestra que nunca envejecern los corazones de nuestro pueblo que lucha y conquista sus derechos todos los das.

    LAS PAREDES DEL EX OLIMPO

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    LOS SEGUIMOS BUSCANDO!

    Hijo o hija de Luca TartagliaMadre: Luca Rosalinda Victoria Tartaglia. Apodos: La Flaca (familiar) - La Anteojo. Fecha de nacimiento: 6/6/1953.Lugar de nacimiento: Santa Rosa - Provincia de La Pampa.Militancia: JUP.Fecha de desaparicin: 27/11/1977.Lugar de desaparicin: La Plata -Provincia de Buenos Aires.CCDTyE: Club Atltico - Banco - Olimpo.Meses de embarazo: Qued embarazada durante su cautiverio.Fecha estimada en que dio a luz: Fines de diciembre 1978 /principios de enero 1979.Lugar en que dio a luz: Se desconoce.Nio/a que naci a fines de diciembre de 1978 / principios de enero de 1979.

    Fuente: Abuelas de Plaza de Mayo.Luca Tartaglia

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    Hernando Deria

    Marta Ins Vaccaro

    Madre: Marta Ins Vaccaro.Apodo: La Gorda(cautiverio).

    Fecha de nacimiento: 12/7/1956.Lugar de nacimiento: Ciudad de Buenos

    Aires.Militancia: Montoneros.

    Fecha de desaparicin: 28/11/1978.Lugar de desaparicin: Ciudad de Buenos

    Aires - En su domicilio.CCDTyE: Olimpo.

    Meses de embarazo: 7.Fecha estimada en que dio a luz: Enero /

    febrero de 1979.Lugar en que dio a luz: Se desconoce.

    Padre: Hernando DeriaApodo: Tito (militancia).

    Fecha de nacimiento: 7/2/1957.Lugar de nacimiento: Guaymalln - Provincia

    de Mendoza.Militancia: Montoneros.Fecha de desaparicin: 28/11/1978.

    Lugar de desaparicin: Ciudad de Buenos Aires En su domicilio.

    CCDTyE: Olimpo.

    Nio/a que debi nacer en enero / febrero de 1979.

    Fuente: Abuelas de Plaza de Mayo.

    Hijo o hija de Marta Vaccaro y Hernando Deria

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    IDENTIFICACIN DE COMPAEROS/ 2007

    El 16 de Agosto de 2007,convocamos a una conferencia de prensa, en este lugar, ex Centro Clandestino Olimpo, aprovechando que se cumplan 29 aos de su apertura como centro de detencin y tortura., y porque coincidan con nuestros 29 aos de bsqueda, angustia, de preguntas sin respuestas, de caminar para encontrar un por qu, despus de 29 aos de enfrentarnos al horror y de resistirnos a creer que un ser humano? poda daar tanto, tanto a otro ser humano!

    El Equipo Argentino de Antropologa Forense, gracias a un arduo trabajo, transformaron tanto horror y dolor en una cruel verdad: nueve personas que haban sido detenidas desaparecidas, y que fueron encontradas en la costa atlntica argentina a fines de 1978, haban sido identificadas, ellas eran:

    CRISTINA CARREO ARAYA, (Chilena), HELIOS SERRA, (Uruguayo), ISIDORO PEA, y JESS PEA, (Argentinos),CARLOS PACINO, (Argentino),NORA HALIUK, y NSTOR FORLENZA, (Argentinos),CRISTINA PREZ, (Argentina),SANTIAGO VILLANUEVA (Argentino),Y hoy 16 de Agosto del 2008, nosotros sus familiares, nos reunimos

    nuevamente en este lugar para seguir rindindole un homenaje, para decirles a ustedes que de pronto, todo el horror se transform dndole paso a la sorpresa, a la alegra, a la verdad, el mar se haba aliado a nuestra bsqueda yEntonces un da, sonriente y vibrante, volvieron para NO MARCHARSE. Pero todava falta lo ms importante que es la justicia, sin eso no hay ni habr reparacin.

    Justicia y Castigo a los culpables.

    IDENTIFICACION DESARROLLADA POR EL EQUIPO ARGENTINO DE ANTROPOLOGA FORENSE

    Conferencia realizada por el EAAF:

    El trabajo de investigacin que deriv en las identificaciones que se comunicarn, si bien representa una continuidad de aquel que permiti identificar a Ester Ballestrino, Maria Eugenia Ponce, Azucena Villaflor, Angela Aguad y Leonie Duquet, comenz el 21 de diciembre de 2005 , da en que, por orden emanada de la Cmara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de Buenos Aires, integrantes del EAAF viajaron a General Lavalle para localizar un enterramiento secundario realizado en 1993 y registrado en el libro del cementerio como ubicado en el sector B-5-39.

    De acuerdo a la causa N 47.265 del Juzgado Federal N 1 de Dolores llamado ZUETTA, Eladio Delfor estos restos pertenecan a 11 personas cuyos cuerpos fueron enviados al cementerio por la

    PALABRAS DE FAMILIARES DE COMPAEROS DETENIDOS-DESAPARECIDOS DEL CCDTYE OLIMPO

    FOTO

    :ARC

    HIVO

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    Personas identificadas:

    Mara Cristina Prez, desaparecida el 7-7-78.

    Carlos Antonio Pacino, desaparecido el 20-6-78.

    Jess Pedro Pea, desaparecido el 26-6-78.

    Isidoro Oscar Pea, desaparecido el 10-7-78.

    Helios Serra Silvera, desaparecido el 27-6-78.

    Santiago Villanueva, desaparecido el 26-7-78.

    Nora Ftima Haiuk, desaparecida el 2-9-78.

    Oscar Nstor Forlenza, desaparecido el 2-9-78.

    Cristina Magdalena Carreo Araya, desaparecida el 25-7-78.

    Hugo Luna , desaparecido el 17-6-78.

    Polica de Santa Teresita el 18 de diciembre de 1978.

    Estas 11 personas formaban parte de un grupo de quince cuyos cuerpos aparecieron en distintas localidades de la costa entre los das 16 y 18 de diciembre de 1978.

    Once, como se dijo antes, fueron enterrados en el cementerio de General Lavalle, tres en el de General Madariaga y uno en el de Villa Gesell.

    Tal como haba sucedido en los casos anteriores, fue la identificacin dactiloscpica de una de las quince vctimas, ordenada por el Tribunal referido, la que permiti establecer una relacin de correspondencia entre estas apariciones y los traslados registrados a principios de diciembre de 1978 en el Centro Clandestino de Detencin conocido como Olimpo.

    Con fines identificatorios se procedi a la toma de muestras seas para anlisis gentico, y al envo de las mismas al laboratorio LIDMO, solicitndole el cotejo de los perfiles genticos de los restos seos con los de las muestras de sangre de referencia extradas por el EAAF a posibles familiares de las vctimas.

    En conclusin, de las 15 personas cuyos restos fueron recuperados en los cementerios municipales de General Lavalle, General Madariaga, y Villa Gesell, y que segn la investigacin preliminar procederan de un mismo traslado desde el Centro Clandestino Olimpo, se logr identificar hasta el momento a 9 de ellas (dos en General Madariaga, una en Villa Gesell, y seis en General Lavalle).

    Seguimos trabajando en la identificacin de las seis vctimas aun no identificadas.

  • DETENIDOS-DESAPARECIDOS VISTOS EN EL

    CCDTYE OLIMPO

  • PRESENTES COMPAEROS, HOY Y SIEMPRE!

    LUIS ALFREDO ALEGRE08.06.78

    MARA DEL CARMEN ARTERO 10.10.78

    VICENTE BALMACEDA30.06.78

    ENRIQUE LUIS BASILE10.11.78

    GRACIELA BONIFACE06.12.78

    ANA LUCA BOSSI12.12.78

    JORGE GUSTAVO BRENNAN08.07.78

    CRISTINA MAGDALENA CARREO25.07.78

    SERGIO VCTOR CETRNGOLO02.10.78

    OSCAR MANUEL COBACHO01.12.78

    JUAN ADOLFO COLOMA MACHUCA11.12.78

    GUSTAVO ISIDORO CRUZ13.09.78

    CARLOS DE ALBURQUERQUE11.07.78

    EMILIO JOS DE LORENZO25.08.78

    HERNANDO DERIA28.11.78

    ALBERTO ELISEO DONADO06.12.78

    CARLOS GUILLERMO FASSANO11.10.78

    JUAN CARLOS FERNNDEZ26.10.77

    ALFREDO RODOLFO FEUILLETSENILLIANI 03.12.78

    ADOLFO NELSON FONTANELLA23.11.78

    OSCAR NSTOR FORLENZA02.09.78

  • ROBERTO GAITN14.06.78

    ALFREDO MARIO GARCA05.07.78

    ALFREDO GIORGI27.11.78

    LUCIO GOIZUETA06.07.78

    MARA ELENA GMEZ01.12.78

    SUSANA GONZLEZ16.02.78

    NORA FTIMA HAIUK02.09.78

    GERTRUDIS MARA HLACZIK28.11.78

    CECILIA MNICA IBARRA10.12.78

    GUILLERMO PABLO JOLLY13.12.78

    SUSANA ALICIA LARRUBIA11.12.78

    ROBERTO LAZZARA11.10.78

    JORGE CLAUDIO LEWI11.10.78

    HUGO JULIN LUNA17.06.78

    JOS ABELARDO LUNA10.12.78

    RUBEN JOS MACOR04.12.78

    MABEL VERNICA MAERO10.07.78

    ESTELA GUADALUPE MALDONADO02.12.78

    MARA TERESA MANZO30.11.78

    JESS JOS MARCIANO08.12.78

    EDUARDO ALBERTO MARTNEZ31.10.78

  • CARLOS GUSTAVO MAZUELOS01.07.78

    ABEL HCTOR MATEU01.07.78

    JORGE OMAR MINA12.12.78

    SALVADOR ALFREDO MOLE26.07.78

    GUILLERMO MARCELO MLLER24.06.78

    MARTA SUSANA MUOZ19.07.78

    IRMA NESICH14.06.78

    FLIX EDGARDO NEZ21.12.78

    CARLOS ANTONIO PACINO26.06.78

    GUILLERMO PAGES LARRAYA08,12,77

    PABLO PAVICH08.07.76

    ISIDORO OSCAR PEA08.07.78

    JESS PEDRO PEA26.06.78

    MARA CRISTINA PREZ07.07.78

    ANA MARA PIFFARETTI28.06.78

    JOS LIBORIO POBLETE28.11.78

    RICARDO CSAR POCE09.12.78

    FERNANDO ROBERTO PRIETO15.12.78

    LUCILA ADELA REVORA11.10.78

    MARIO OSVALDO ROMERO10.08.78

    GRACIELA PASSALACQUA21.12.78

  • BENJAMN ROSETTI SENN01.09.78

    JUAN CARLOS RUGILO21.08.78

    MARA VICTORIA SALGADO15.12.78

    IGNACIO SAMANIEGO18.06.78

    FRANCISCO GENARO SCUTARI18.10.78

    JOS RUBN SLAVKIN10.09.77

    GUILLERMO MARIO SOIBELMAN29.11.78

    MARA CRISTINA SOLS10.08.78

    HELIOS HERMGENES SERRA27.06.78

    ANA MARA SONDER11.10.78

    CARLOS ALBERTO SQUERI11.10.78

    RICARDO NSTOR TAJES09.12.78

    LUCA ROSALINA TARTAGLIA24.11.77

    MARTA ELVIRA TILGER12.10.78

    JORGE ALBERTO TORNAY NIGRO01.09.78

    JORGE MARIO TOSCANO30.01.78

    ALFREDO AMILCAR TROITERO12.10.78

    MARTA INS VACCARO28.11.78

    JOS EDUARDO VIDAL26.06.78

    JOS RAL VZQUEZ08.12.78

  • AQU ESTS COMPAERO, A MI LADO,LA VOZ QUE INTENTO DAR NO ES SLO LA MA,

    ES TAMBIN LA TUYA QUE ME VIENE,PORQUE NO ES POSIBLE OLVIDAR TU LUCHA,

    TU AMOR, TU VIDA.

    AQU ESTS,TU PRESENCIA ENCARNADA EN CADA CAUSA ORGANIZADA,

    EN CADA BSQUEDA DE JUSTICIA,EN CADA NUEVO MILITANTE,

    EN TODOS LOS LAZOS DE AMOR Y SOLIDARIDAD.

    ISABEL CERRUTI,SOBREVIVIENTE DE LOS CCDTYE BANCO Y OLIMPO,

    SANTIAGO BERNARDO VILLANUEVA26.07.78

    MARCELO GUSTAVO WEISZ16.02.78

    ROBERTO ALEJANDRO ZALDARRIAGA20.06.78

    JULIA ELENA ZAVALA21.11.78

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    FOTO: ARCHIVO CONADEPESQUINA LACARRA Y FERNANDEZ

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    1 Compaero Juan Carlos Fernndez, detenido-desaparecido, militante del FR-17. Estuvo mantenido ilegalmente en cautiverio en los centros clandestinos Club Atltico, Banco y Olimpo.

    Guarincho1

    La necesidad de enmascarar los campos llev a que fueran instalados en lugares de escasas dimensiones. Por esas razones como parte de la tortura el aislamiento se lo intenta con recursos squicos ms que fsicos: que cada uno se convierta en su propio carcelero. Aunque a veces entre nosotros estemos al alcance de la mano. Saber ante quin ests se vuelve tan imperioso como saber dnde estspero siempre implica riesgos.

    ...conoca solamente retazos de vos por debajo del tabique y nunca cruzamos ni media palabra, pero como al descuido en la puerta de la celda te arriesgas a dejar prendido un susurro: Guillermo, cuidate de.... Comprend entonces que era posible. Que detrs de los tabiques continuaban las miradas, que en las bocas amordazadas seguan fermentando las palabras....

    Roberto Ramrez, el viejo Guillermo (SOBREVIVIENTE DE CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIN)

    CENTRO CLANDESTINO DE DETENCIN TORTURA Y EXTERMINIO OLIMPO. DESCRIPCIN DE SU FUNCIONAMIENTO.

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    En este apartado damos cuenta del funcionamiento del CCDTyE Olimpo. En ese sentido, es necesario resaltar que el contenido y la construccin de este informe es realizado a partir de los testimonios aportados por los sobrevivientes del CCDTyE Olimpo. Todo lo que sabemos acerca del funcionamiento del lugar, acerca de los compaeros que estuvieron aqu detenidos y permanecen desaparecidos, y acerca de los represores que actuaron, proviene de los testimonios de las experiencias que los ex detenidos-desaparecidos vivieron.

    El Olimpo funcion entre el 16 de agosto de 1978 y fines de enero de 1979. Fue uno de los Centros Clandestinos de Detencin, Tortura y Exterminio que funcionaron en la Ciudad de Buenos Aires durante la ltima dictadura cvico-militar Argentina (1976-1983). Este Centro Clandestino de Detencin fue parte de un circuito represivo mayor, por las vinculaciones que tuvo con otros dispositivos similares, y en particular porque form parte del circuito compuesto sucesivamente por los Centros Clandestinos Club Atltico, El Banco, Olimpo (1) Estos tres Centros funcionaron bajo la rbita del Primer Cuerpo del Ejrcito, y en ellos actuaron los mismos represores. Los detenidos-desaparecidos fueron trasladados de uno a otro Centro Clandestino.

    El traslado del 16 de agosto

    El 16 de Agosto de 1978 todos los detenidos-desaparecidos que estaban secuestrados en el Centro Clandestino El Banco tuvieron que enrollar sus colchones y esperar casi todo el da para luego ser trasladados al Olimpo. Esa noche fueron engrillados de dos en dos, y cargados en un camin con sus pertenencias, que consistan en una goma espuma (que era utilizada como colchn) y en el mejor de los casos, una frazada. Todos los detenidos permanecan con los ojos vendados.

    El transporte utilizado fue un camin del Ejrcito, cuya caja era de madera -tapada con una lona- y realiz dos viajes, siempre custodiado por tres o cuatro automviles. En el segundo viaje, junto con los detenidos, los represores pusieron los muebles y la vajilla. De esta manera, llegaron a un lugar recientemente construido, lleno de polvillo, donde el fro era insoportable.

    Segn establecen los testimonios, las condiciones en que fueron tratados y lo vivido en ese traslado fue uno de los momentos ms liminales del cautiverio debido al miedo, al terror de no conocer el destino. Decir trasladado era no saber, creer que los iban a matar. Ese miedo vivido se repetira luego cuando eran llamados algunos compaeros y se iba organizando un traslado. La incertidumbre de su destino, reviva ese traumtico traslado de El Banco al Olimpo.

    Una vez en el Olimpo los detenidos mantenan las letras y

    Pequi

    De a dos, engrillados, / cargando cada uno / el colchn y la manta / en medio de un gran despliegue / con gritos y amenazas, / esperamos el traslado. / () Los represores vacan El Banco (...).

    El traslado es completo: / los torturados / los torturadores / la tortura. / casi todos sentados en el suelo / en una vigilia / que dura varias horas, / y una mano / acaricia suavemente mi cabeza / para darme nimo, / como al pasar para no ser vista ().

    SECTOR INCOMUNICADOSFOTO: CONADEP

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    nmeros que las fuerzas represivas les haban asignado, siendo sta la forma prctica del intento de supresin de la identidad de los detenidos-desaparecidos.

    Nuevas detenciones se fueron llevando a cabo desde el 16 de agosto de 1978 en adelante. Las personas eran secuestradas en sus domicilios, lugares de trabajo o en la va pblica. Una vez que llegaban al Olimpo los autos entraban por el portn ubicado sobre la calle Ramn Falcn y eran ingresados a lo que se denominaba Pozo (eufemismo para denominar Centro Clandestino de Detencin, Tortura y Exterminio). Los detenidos eran luego conducidos a la sala de tortura, que era el mtodo de interrogatorio propio de la represin desplegada por el terrorismo de Estado.

    La estructura edilicia y funcionamiento El predio donde funcion el CCDTyE Olimpo estaba ubicado en

    el barrio de Floresta de la Capital Federal (entre las calles Ramn Falcn, Lacarra, Rafaela, Olivera y Fernndez, ocupando toda la manzana). Se emplazaba en el interior de un garaje, que haba sido construido a principios de siglo para que funcione una terminal de tranvas. Luego fue estacin terminal de colectivos y en el ao 1976 ya se encontraba en manos de la Polica Federal.

    El CCDTyE Olimpo se encontraba en evidente cercana con el afuera urbano. Un afuera del que los detenidos tenan noticias por los sonidos que venan desde la calle o por la escasa visualizacin que tenan gracias a la seccin no tapiada de las ventanas ojivales. Distintos testimonios dan cuenta de que se escuchaban voces de nios y de trnsito automotor sobre una calle empedrada.

    El Olimpo tena dos secciones de celdas: Incomunicados y Poblacin. La primera, contaba con cinco celdas y una sala de torturas denominada quirfano. La segunda, estaba compuesta por cuatro hileras de celdas, cada una separada entre s por pasillos. Estas celdas conformaban dos sectores, y en el medio de stos, haba otros espacios destinados para la ropera, el lavadero y las duchas.

    En otro sector, se ubicaban la cocina, sala de internacin, enfermera, comedor, laboratorio de fotografa e impresiones, capilla, sala de tortura, sala de situacin e inteligencia y oficinas del personal represivo y los auto-denominados grupos de tareas (GT). Los grupos de tareas que operaron en el CCDTyE Olimpo estaban formados por personal del Ejrcito, de la Polica Federal, Polica de la Provincia de Buenos Aires, Servicio Penitenciario, Gendarmera y personal civil encargado de tareas de inteligencia.

    Este CCDTyE tena capacidad para aproximadamente ciento cincuenta personas y, segn refieren los liberados, durante su funcionamiento habran pasado por all alrededor de quinientas.

    Una de las particularidades de este CCDTyE es que fue construido especficamente para su uso como dispositivo concentracionario. A las antiguas edificaciones existentes se les sumaron nuevas. Apenas trasladados a este sitio los detenidos pudieron percibir que se trataba de una construccin reciente. Parte de las nuevas estructuras fueron complementadas con materiales que provenan del CCDTyE Atltico. Las puertas y los herrajes de las celdas haban sido trados de ese campo, y fueron reconocidos por detenidos-desparecidos que haban permanecido secuestrados previamente en ese CCDTyE.

    El pozo era una construccin nueva de casi tres metros de altura. Estaba construido bajo un tinglado que se prolongaba sobre todo el predio. Este tinglado era de chapa y tena aproximadamente diez metros de altura. No existan indicios de luz natural ni de ninguna otra manifestacin climtica, salvo el extremo calor en verano y el fro en invierno.

    La nueva construccin estaba montada sobre el piso existente con elementos premoldeados de hormign armado al igual que las paredes en el sector de celdas de Poblacin y tenan como cubierta - bajo la existente de chapas cabreadas- una loza de hormign. En el techo, que era de cemento, haba permanentemente dos o tres guardias.

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    Mori

    por debajo del tabique / alcanza a ver / hasta el fondo del pasillo. / Una escenografa a la que se / asoman / girones de vida / en busca de otras vidas.

    Y all te encuentro, Mori, / erguida / con los brazos cruzados, / apoyada en el marco de la puerta, / el tabique resaltando tu joven / cabeza y / esa generosa sonrisa / que el terror no consigue apagar .

    Personal represivo

    Al igual que en el CCD El Banco, las fuerzas represivas estaban divididas en distintos grupos de tareas. La diferencia con este Centro Clandestino fue una mayor organizacin y una aparente flexibilizacin en el trato con los secuestrados, situacin que se revierte luego en un trato endurecido y despiadado. Las fuerzas intervinientes estaban bajo el control y supervisin de la jefatura del Primer Cuerpo de Ejrcito con asiento en Palermo, Capital Federal, a cargo de Pajarito (Guillermo) Surez Mason.

    Los Grupos de Tareas con base en este CCDTyE dependan del Batalln de Inteligencia 601 del Ejrcito, actuaron previamente en el CCDTyE Club Atltico y El Banco, y operaban en combinacin con otros CCDTyE, como la E.S.M.A.

    Dentro del CCDTyE Olimpo las guardias eran realizadas por personal de la Gendarmera Nacional. Esto no implicaba que esta fuerza no participara activamente del resto de las actividades represivas (secuestros, robos, torturas).

    Las guardias que se realizaban en este Centro Clandestino eran de 24 x 48 hs y estaban encargados de la seguridad del campo. Los jefes de esta fuerza eran tambin torturadores e interrogadores. Los subalternos golpeaban a los secuestrados, y en otras oportunidades los hacan hacer flexiones o cuerpo a tierra. Tres o cuatro gendarmes permanecan dentro del pozo y otros estaban en el techo, armados a modo de custodia.

    Por otra parte se usaba una terminologa propia de cuartel. En determinados momentos, coincidentes con los mximos malos tratos, se elevaba tambin al mximo la potencia de los equipos de audio que haba en el lugar.

    Condiciones de vida:

    Los secuestrados eran llevados mediante el aislamiento, la tortura directa o indirecta siempre presente, a un estado psicolgico donde el miedo pasa a gobernar sus conductas, con todo lo que ello implica. Unos son llevados a esa situacin a travs de la tortura prolongada y de interrogatorios por varios meses, como en el caso del Informante, otros combinando la tortura en meses de aislamiento. Pero estn tambin los que a pesar de no haber sido torturados excesivamente, en general por evaluaciones de la inteligencia del campo (no se habla de aquellos que colaboran voluntariamente) llegan a esa prdida de control a lo largo de meses de vivir en un marco general de terror () En El Banco y El Olimpo no hay escapatoria para nadie, la tortura en sus ms variadas formas es aplicada todos los das y de tal manera que todos los secuestrados sin excepcin o la deben soportar en carne propia o la deben presenciar, porque transcurre al alcance de su vista o la escuchan desde el lugar donde se encuentran. As todos los das, sin ms lgica que la del terror constante dirigido no slo a la extraccin de informacin sino tambin al quebramiento de todos los planos de la voluntad de resistir. En esos campos es imposible conciliar el sueo prolongado, ya sea por los gritos de los torturados, ya por el miedo que cada secuestrado lleva consigo respecto a la posibilidad de que en cualquier momento vuelva a ser torturado o castigado. (...) por lo pronto en ambos campos los Quirfanos donde se tortura con energa elctrica estn ubicados de tal manera que los gritos de dolor son escuchados indefectiblemente por el conjunto de los secuestrados. Frecuentemente se tortura con golpes de cadenas en lugares prximos a las celdas o directamente delante de estas () En El Olimpo, hacia fines de 1978 y principios del 79, cuando es evidente que se est produciendo un resquebrajamiento a niveles de conduccin militar del campo, la tortura alcanza grados elevados de violencia y degradacin humana. (Testimonio de Roberto Ramirez)

    Despus de la cena les hacan abandonar las celdas, tomar distancia con el brazo derecho y los dirigan hacia las duchas, donde les permitan sacarse las vendas y podan ver a los otros secuestrados. Este procedimiento se repeta a la maana, con el fin de que se lavasen la cara y los dientes. El dentfrico de envase azul, tena una leyenda que deca Ejrcito Argentino.

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    Trabajo esclavo

    Muchas de las tareas de la vida cotidiana, limpieza, cocina, distribucin de alimentos, trabajos de carpintera, electricidad, enfermera, lavadero, mantenimiento del lugar, etc, eran desarrolladas por los mismos detenidos. Las condiciones en las que los detenidos se encontraban los ponan en muchos casos en situacin de aceptar la realizacin de dichas tareas. Por haber sido estas tareas realizadas por personas que se encontraban en condicin de privacin ilegal de la libertad, bajo una lgica de represin y tortura permanente, denominamos los trabajos por ellos realizados como trabajo esclavo.

    La Enfermera

    La enfermera fue montada en funcin de atender a los detenidos que llegaban heridos de afuera o a aquellos que necesitaran rehabilitacin luego de las sesiones de tortura. Tambin ha sido el lugar de internacin y donde se han vistos a las detenidas embarazadas. Una detenida, que oficiaba de enfermera, y un detenido mdico, eran los encargados de asistir a los detenidos que all se encontraban. De acuerdo a los testimonios los remedios utilizados llevaban marcas del Ejrcito y otra propia de las Fuerzas Armadas.

    La Carpintera

    Los secuestros en los domicilios tambin resultaban en el robo de todo aquello que los represores consideraban valioso. Era una prctica constante el robo de autos, electrodomsticos, muebles, etc. Es en funcin de esto que los represores deciden montar lo que se llamara carpintera, donde los secuestrados deban reparar los muebles que provenan de los robos, as como otros pertenecientes a los mismos represores. En algunas oportunidades tambin se les encomendaban tareas de confeccin de muebles nuevos.

    Alimentacin

    La comida consista en mate cocido y pan para el desayuno, sopa con fideos en el almuerzo y mate cocido o sopa en la cena. Eran inexistentes los huevos, las frutas, las verduras, el queso, la manteca, el azcar, etc. En El Olimpo los guisos a veces contenan pedacitos de tocino y una especie de chorizo colorado. El pan sola faltar por das y el mate cocido tambin. La comida era preparada por los secuestrados, quienes deban hacer malabares para poder garantizarla con los mnimos recursos disponibles. Con un carrito que encima llevaba las ollas, la comida era repartida por los mismos detenidos dos veces al da en las celdas, en jarros enlozados

    Clemente

    Clemente, /para ellos sabes / de radio y TV, / no importa tu cortsima vista / si se arregla con una lupa / adherida al anteojo.

    Para nosotros / sabes de la vida / porque vives / y la generas, / aqu en estas tinieblas / donde todo parece / lanzado hacia la muerte.

    Cuca

    lo cierto es que un da / apareces en la enfermera / en la cama contigua a la ma. / Te veo tan nia, / pareces tan indefensa, / que me pregunto: / Cmo vino a parar a este infierno?

    () Nos animamos de a poquito / a intercambiar palabras. () Por la vida que crece / y no se nota en tu vientre jovencito / entre llantos buscas consuelos / imposibles all dentro. / Te propongo / hagamos un muequito de trapo / Para tu reencuentro con Pablito .

    Elas-Horacio

    hay 8 pancitos y somos 14. / Comeremos la mitad / y la otra para cuando el hambre / retuerza las tripas. / Cmo guardarlos, / en quin confiar? / por unanimidad / -casi un reflejo instintivo- / Elas y Horacio / sern los custodios.

    Es la hora acordada, / el pan se reparte / sin una migaja de menos, / imagino en los ojos de todos / un destello de triunfo.

    Mariano

    Mariano, el cocinero, / nombre que lleg / portando tus valores / mucho antes que vos: / no falla / ni en la peores condiciones. () A tu paso / crece nuestra fuerza / a tu paso / enfurecen los represores.

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    con cuchara. La porcin para cada secuestrado era un jarro, que normalmente alcanzaba para aplacar el hambre momentneamente. En algunas oportunidades haba repeticin de otro medio jarro ms, y cuando haba pan, serva para compensar la escasez de comida. Los secuestrados sufran de una rpida prdida de peso, con agravamientos fsicos y casos de anemia.

    Trato a las embarazadas

    El trato no era diferente a los dems. En ningn momento se les daba alimento especial o adicional, como un vaso de leche o carne. No tenan mayores comodidades para descansar y tampoco tenan atencin mdica. En el Olimpo hubo dos detenidas que fueron desaparecidas luego de dar a luz.

    Los trasladosLos represores del Olimpo hacan circular la idea de que las

    personas eran trasladadas a una Granja de recuperacin. Fue aos despus, fuera de los dispositivos concentracionarios, que los ex detenidos-desaparecidos comprendieron que la palabra traslado era, en realidad, un eufemismo de asesinato. Los testimonios dan cuenta de tres momentos distintos en los que se produjeron estos traslados.

    Ninguna de las personas era informada sobre lo que ocurrira ni su destino. Tampoco los que quedaban en el pozo saban lo que ocurrira con los trasladados, no se hablaba de ello ni fueron testigos de lo sucedido posteriormente del traslado. En el CCDTyE Olimpo exista la modalidad de incomunicar a los detenidos das antes de la realizacin de los traslados. Sin embargo, los sobrevivientes pudieron recordar las tres fechas en las que trasladaron a un grupo grande de compaeros.

    Sobre la bsqueda de sentido y las resistencias dentro del campo:

    Los testimonios de los sobrevivientes dan cuenta de las modalidades de solidaridad desplegada entre los detenidos, siendo sta una forma de resistencia singular que les permiti sostener la dignidad dentro de

    las condiciones de encierro que les eran impuestas. En ese sentido cabe recuperar un fragmento del testimonio de Roberto Ramrez:

    Esta disposicin frente a los hechos permite revalorar la cuestin fundamental de la vida en el interior de los campos de concentracin, en general poco conocida, como es la lucha que minuto a minuto libra el secuestrado para no sucumbir como persona en su concepcin ms trascendente y para preservar su escala de valores en lo moral e ideolgico, una actitud de resistencia al terror y la degradacin imperante que el secuestrado libra la mayor parte del tiempo en los vericuetos de su interioridad. Pero que tambin tiene expresiones ms concretas en cada acto suyo, por insignificantes que estos puedan parecernos fuera del contexto represivo (...) En general el quebramiento de la disciplina interna como expresin de resistencia por otra parte severamente castigada- pasa por la violacin del aislamiento imperante. Ello consiste por ejemplo en espiar por debajo de la venda o de la capucha, en mantenerse comunicado a travs de seales o mensajes, en ofrecer algn tipo de estmulo moral o material a los que estn siendo torturados o incomunicados. Todo un sinnmero de iniciativas dirigidas a neutralizar el terror y el aislamiento, adems de lo que cada uno hace para evitar ser aniquilado como persona(...).

    Sobre la libertad vigilada de los ex detenidos-desaparecidosSe realizaron en el Olimpo varias liberaciones de detenidos. La

    liberacin no significaba disfrutar de plena libertad. Una vez fuera del campo, diversos modos de control de la libertad recientemente otorgada haca que los ex detenidos desaparecidos tuvieran que mantenerse bajo el ejido de los represores. Esta libertad vigilada supona recibir llamadas de los represores a las casas y/o que los liberados tuvieran que llamar a un nmero que los represores les haban dado para que se comunicaran. Tambin implicaba encuentros con citas previas en bares u otros lugares pblicos. Y en muchos casos visitas por parte de los represores a las casas de los sobrevivientes.

    El objetivo era mantener controlados a los ex detenidos-desaparecidos y mantener un seguimiento de la forma de vida de cada uno. Esta prctica realizada con fines coercitivos, en lneas generales, dur hasta que se levantara el Estado de Sitio hacia fines de 1983, es decir con la finalizacin de la dictadura.

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    Esta prctica form parte del sistema represivo de la dictadura, que en el caso de los sobrevivientes del CCDTyE Olimpo se prolong por 5 aos luego de la liberacin. El ex detenido entonces, senta que esa libertad no era tal y que en cada uno de estos encuentros o llamados telefnicos se reviva de alguna manera el terror, porque implicaba el encuentro con el represor y con la incertidumbre acerca de qu era lo que poda llegar a pasar a partir de ese encuentro o llamada.

    (*) Los Centros Clandestinos de Detencin Atltico, Banco y Olimpo son considerados por el Juez Rafecas, quien tiene a su cargo la instruccin del juicio al Primer Cuerpo del Ejercito, como Circuito ABO. El Atltico funcion del 18 de enero de 1977 al 28 de diciembre de 1977. El Banco funcion del 28 de diciembre de 1977 al 16 de agosto de 1978. PASILLO INTERNO DEL EX CCDTYE

    FOTO:CONADEP

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    RECONOCIMIENTO DEL EX CCDTYE (1984)FOTO:CONADEP

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    ACCESO AL EX CCDTYEFOTO:ML

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    Los lugares que funcionaron como Centros Clandestinos de Detencin fueron denunciados, en algunos casos ya en dictadura, y con el paso del tiempo fueron considerados como prueba material de la existencia y funcionamiento del plan sistemtico de aniquilamiento de opositores polticos desplegado por el estado terrorista que gobern Argentina desde 1976 a 1983.

    El funcionamiento del Centro Clandestino de Detencin, Tortura y Exterminio Olimpo, fue denunciado pblicamente en el exterior en el ao 1979; en ese mismo ao la Comisin Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visit el lugar y realiz una inspeccin ocular para dar cuenta de las marcas edilicias de su existencia. En 1983, en el marco del juicio iniciado a raz de la desaparicin de Alfredo Giorgi, quien estuvo detenido en el Olimpo, la justicia dictatorial realiz una nueva inspeccin ocular al lugar. Un ao despus, y en el marco de las tareas realizadas por la Comisin Nacional sobre Desaparicin de Personas (CONADEP), el predio del barrio de Floresta fue nuevamente visitado por los miembros de dicha Comisin y por sobrevivientes, que dieron cuenta de las marcas e instalaciones que haban sido utilizadas por los represores para mantenerlos en cautiverio.

    En la actualidad, luego del desalojo de la Polica Federal Argentina del predio donde funcion el CCDTyE Olimpo y del inicio de su activacin como sitio de memoria, entendemos que lo que hacemos cotidianamente va de la mano de una paradoja que consiste en la persistencia de un fuerte vaco: mientras ocupamos el espacio -y realizamos tareas tendientes a trabajar con la comunidad las implicancias, consecuencias, continuidades y rupturas que nos quedan como doloroso legado de la dictadura- el sistema judicial y los avatares polticos muestran un desarrollo muchas veces adverso para el devenir de la justicia. La desaparicin de Jorge Julio Lpez, el 18 de septiembre de 2006, testigo en el marco del enjuiciamiento al represor Miguel Etchecolatz, es el sntoma ms duro de que ese vaco est lleno de causas polticas e ideolgicas que pujan por la perpetuacin del silencio y la impunidad.

    Para comprender la naturaleza paradojal que se cie sobre nuestra posibilidad de apropiarnos del ex CCDTyE como sitio de memoria

    y el contexto en el que nos encontramos, es necesario resumir en primera instancia, los momentos paradigmticos de la lucha contra la impunidad que marcaron el camino de estos ltimos aos. Luego, se presentarn algunas reflexiones en torno al Juicio Oral y Pblico que se desarroll en el ao 2010, contra 17 represores que actuaron en el circuito denominado Atltico-Banco-Olimpo.

    Un juicio que se inicia en dictaduraLa detencin y desaparicin de Alfredo Antonio Giorgi, secuestrado

    el 27 de noviembre de 1978, mientras trabajaba en el Instituto Nacional de Tecnologa Industrial (INTI) y trasladado al CCDTyE Olimpo, dio lugar a infinitas gestiones realizadas por parte de sus familiares, abogados e integrantes de organismos de derechos humanos ante Comisaras, Juzgados, Corte Suprema de Justicia, Ministerios, Embajadas, Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos en el pas y en el extranjero, tal como sucedi con otros miles de casos de detenidos-desaparecidos en el pas.

    La familia tuvo conocimiento del CCD donde estuvo detenido Alfredo, por los testimonios de detenidos-desaparecidos que haban sido liberados, as como por el informe publicado por Amnista Internacional en 1980 (1). En 1983 la causa fue reabierta, se realiz la primera inspeccin judicial al lugar, y el diario La Voz del 27 de septiembre de 1983 inform sobre la inspeccin bajo el siguiente titular La justicia ratific la existencia de un centro clandestino de detencin en la Capital Federal. Concluyente comprobacin. En la causa por Alfredo Giorgi, se logr el procesamiento de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramn Agosti, Ramn Camps, Guillermo Surez Mason, Reynaldo Bignone, Santiago Riveros y la detencin por primera vez de Roberto Eduardo Viola.

    CONADEP y el informe Nunca msEl 15 de diciembre de 1983, fue creada la Comisin Nacional

    sobre Desaparicin de Personas, que tuvo la responsabilidad de investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante

    MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIAAvances y demoras en el proceso judicial

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    la ltima dictadura militar. Luego de tomar testimonio a sobrevivientes, familiares y otros testigos, el 20 de septiembre de 1984 la Comisin entreg el informe Nunca Ms al entonces Presidente de la Nacin, Ral Alfonsn. All se document la accin represiva de la dictadura, la existencia de numerosos Centros Clandestinos de Detencin (2), la identidad de las vctimas y se recomendaron iniciativas ante los distintos poderes del Estado Nacional, con la finalidad de prevenir, reparar y finalmente evitar la repeticin de conculcaciones a los derechos humanos en nuestro pas.

    El Juicio a las Juntas MilitaresEl Juicio a las Juntas fue un hito paradigmtico en la lucha por

    la verdad y la justicia. El siguiente texto de Emilio Mignone da cuenta de los modos a partir de los cules se accedi a ese juicio histrico, al tiempo en que explicita los lmites de su alcance.

    Por razones de coherencia jurdica y por la magnitud de las acusaciones, la cmara decidi utilizar el procedimiento sumario en tiempo de paz del Cdigo de Justicia Militar, lo que implic la realizacin de un juicio pblico y oral. De haberse atenido al procedimiento civil todo hubiera sido por escrito y prcticamente secreto y el proceso hubiera sido interminable o imposible de manejar por la multitud de delitos y probanzas. Por dicha circunstancia el pas pudo conocer en detalle las horrendas violaciones a los derechos humanos cometidos por la dictadura militar. El proceso se desarroll entre el 4 de octubre y 9 de diciembre de 1985, fecha en la cual se dict la sentencia, que fue ratificada con modificaciones mnimas por la Corte Suprema de Justicia de la Nacin. En ese lapso desfilaron casi 1000 testigos, se acumularon decenas de miles de documentos y las audiencias orales y pblicas tuvieron una extraordinaria cobertura de prensa en el pas y en el extranjero. Se lleg a imprimir un peridico semanal, el diario del juicio con una tirada de 20000 ejemplares. El gobierno dificult la transmisin radial y televisiva para atenuar el malestar militar por el espectculo diario de los testimonios, con horribles relatos, que ponan en evidencia la aplicacin del terrorismo de Estado. El fallo de una extensin de 3200 carillas sobre una acumulacin de 47000 fojas de pruebas, conden a cinco de los acusados, entre ellos dos a prisin perpetua (Videla y Massera) y absolvi al resto. Viola recibi

    una condena de diez y siete aos, Lambruschini de ocho y Agosti de cuatro y medio(3).

    Leyes de impunidad: Punto Final, Obediencia Debida e Indultos (4)

    En el transcurso del ao 1986, el entonces presidente Ral Alfonsn pact con la cpula castrense, y a fines del mismo ao hizo aprobar la Ley de Punto Final, que planteaba que slo quedaban sesenta das para presentar denuncias, tras los cuales todas las causas prescriban. Se trataba de una tergiversacin jurdica donde el Gobierno violaba todos los principios del derecho internacional, pues lo que se juzgaba eran delitos de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptibles. La presin de los sobrevivientes, familiares, los organismos de Derechos Humanos fue tal que, en los escasos sesenta das dispuestos, se presentaron ms denuncias y se citaron ms militares que en los tres aos anteriores.

    Las numerosas presentaciones judiciales realizadas, desataron la crisis de Semana Santa de 1987.En la provincia de Crdoba, el mayor Barreiro se neg a presentarse ante el juez. Al da siguiente, Aldo Rico se declar solidario, atrincherndose en Campo de Mayo con cien oficiales fuertemente armados. En pocas horas el Ejrcito se fractur, con la mayora de las unidades negndose a reprimir a los sublevados.

    Alfonsn, que el jueves convoc a movilizarse en defensa de la democracia declarando que no haba nada que negociar, con el correr de los das fue cambiando de opinin, ante la magnitud de la movilizacin popular: Si se atreven, les quemamos los cuarteles, cantaba la multitud. El domingo de Pascua se alcanz el pico de la movilizacin. A media maana, la Plaza de Mayo estaba colmada y se anunciaba un paro general para el da siguiente. En ese marco, Alfonsn, rodeado por toda la dirigencia poltica de entonces, firm el Acta de Compromiso Democrtico, donde se consagraba la peticin central de Rico y los carapintadas: el debido reconocimiento de los niveles de responsabilidad de las conductas y hechos del pasado.

    En junio de 1987 se aprueba la Ley de Obediencia Debida, que estableca que del grado de teniente coronel para abajo, nadie es

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    culpable de participacin en el genocidio sin admitirse prueba en contrario. Adems, extendi esta presuncin para los oficiales superiores que no fueran jefes de zona o subzona. La ley absolvi a los militares de rango intermedio y menor, acusados de violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura, por haber cumplido rdenes como subordinados.

    Dando continuidad a las leyes de impunidad, en octubre de 1989, el entonces presidente Carlos Menem, mediante decretos indult a militares y policas acusados por crmenes de lesa humanidad. Ms adelante, en diciembre de 1990, hizo lo mismo con los condenados y con el ex Ministro de Economa de la dictadura, Jos Alfredo Martnez de Hoz. Indult adems, a los militares sublevados contra el gobierno de Alfonsn y a la Junta Militar que inici y condujo la Guerra de Malvinas. Se complet as la impunidad diseada e iniciada por Ral Alfonsn, fortaleciendo la teora de los dos demonios. A partir de all, se da comienzo a otra etapa en la lucha por Verdad y Justicia.

    Los juicios por la verdad y la justicia posibleAnte la imposibilidad de iniciar procesos judiciales tendientes a la

    condena de los represores por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la ltima dictadura, y luego de un inagotable proceso de lucha, a partir de finales del ao 1998 comenzaron a realizarse los llamados Juicios por la Verdad. Tuvieron lugar primero en la ciudad de La Plata, luego la experiencia se replic en el resto del pas. El objetivo de estos juicios era averiguar qu haba pasado con los detenidos-desaparecidos y determinar quines fueron los responsables de los crmenes cometidos. Producto de los testimonios brindados en estos juicios, surgieron procesos penales contra distintos represores como Christian Von Wernich y Miguel Etchecolatz.

    Un tiempo despus, en marzo de 2001 el juez Cavallo determin que los delitos de los que fueron vctimas Jos Poblete y Gertrudis Hlaczik, pareja secuestrada en el CCDTyE Olimpo junto a su beba, se dieron en el marco de la ejecucin del plan sistemtico de exterminio de la disidencia poltica implementado por la dictadura, por lo que constituyen crmenes de lesa humanidad. En virtud de ello declar invlidas, inconstitucionales y nulas las leyes de obediencia debida y punto final, y resolvi citar a prestar declaracin indagatoria a Julio Simn, Turco Julan y Juan Antonio Del Cerro, Colores.

    Con posterioridad, desde la presidencia de Nstor Kirchner, se promovi la nulidad parlamentaria de las leyes de impunidad que reclamaba el movimiento de Derechos Humanos y vastos sectores de la sociedad. As se logr, con la movilizacin popular, el avance

    judicial y la voluntad poltica, la aprobacin de la ley 25.779 en el ao 2003, que declara insanablemente nulas las leyes de obediencia debida y punto final.

    Estos avances habilitaron que vctimas, familiares, organizaciones de Derechos Humanos y partidos polticos se presentaran como querellantes, a partir de lo cual un gran nmero de jueces en todo el pas debieron reabrir las causas cerradas por las leyes de impunidad. Sin embargo, las investigaciones avanzaban sin el aval definitivo de la Corte Suprema.

    En mayo de 2005 el entonces Procurador General de la Nacin, Esteban Righi, consider que las leyes de punto final y obediencia debida son contrarias a los principios establecidos en la Constitucin Nacional, la Convencin Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. En junio del mismo ao la Corte Suprema de Justicia, en un fallo histrico con mayora de siete votos contra uno, se pronunci en el caso del matrimonio Poblete y zanj definitivamente los escollos legales para juzgar los crmenes de la dictadura. Declar la invalidez e inconstitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida, reafirm la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y sostuvo la imposibilidad de amnistiar estos crmenes, as como la consecuente obligacin estatal de prevenir, investigar y sancionar toda violacin de los derechos humanos.

    Finalmente, el Tribunal Oral Federal N 5 llev adelante el proceso oral y pblico contra Julio Simn. Slo pudo juzgarse a este represor en la causa Poblete porque Juan Antonio Colores Del Cerro haba fallecido. El 4 de agosto de 2006 el Tribunal conden a Julio Simn, a veinticinco aos de prisin por los delitos cometidos contra Jos Poblete, Gertrudis Hlaczik y la hija de ambos, Claudia Victoria. Este fallo constituy un punto de inflexin en el proceso de juzgamiento a los represores, ya que es la primera sentencia que se recuesta en la nulidad de las leyes de impunidad.

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    La megacausa Primer Cuerpo del Ejercito y el Juicio ABOEn la llamada megacausa Primer Cuerpo del Ejrcito se

    investigaron los crmenes cometidos en ms de sesenta Centros Clandestinos ubicados en jurisdiccin de ese comando del ejrcito, que abarca la Ciudad de Buenos Aires y parte de las provincias de Buenos Aires y La Pampa.

    La instruccin de esta megacausa estuvo a cargo del juez de primera instancia Daniel Rafecas. Respecto a los delitos cometidos especficamente en el CCDTyE Olimpo, Rafecas consider que los Centros Clandestinos Atltico, Banco, Olimpo formaron parte de un circuito represivo especfico, todos ellos bajo la rbita del Primer Cuerpo de Ejrcito y compuestos por los mismos Grupos de Tareas. Los detenidos-desparecidos fueron trasladados de un Centro a otro sucesivamente . Por ello, en la elevacin a juicio oral y pblico se reagruparon 184 casos correspondientes a los delitos cometidos en los tres Centros Clandestinos, imputando a 17 represores que actuaron en estos campos. Cabe aclarar, que se trat de una elevacin parcial, puesto que no abarca la totalidad de los delitos que se encuentran denunciados en la causa ABO.

    Condenas: Samuel Miara, Polica Federal Argentina, Alias Cobani.

    Oscar Augusto Isidro Roln, Polica Federal Argentina, alias Soler.

    Julio Hctor Simn, Polica Federal Argentina, alias Turco Julin.

    Ral Gonzlez, Polica Federal Argentina, alias Mayor Ral o El Negro.

    Juan Carlos Avena, Servicio Penitenciario Federal, alias Centeno.

    Eufemio Jorge Uballes, Polica Federal Argentina, alias Anteojito Quiroga o Fhrer.

    Eduardo Emilio Kalinec, Polica Federal Argentina, alias Dr. K.

    Roberto Antonio Rosa, Polica Federal Argentina, alias Clavel.

    Juan Carlos Falcn, Polica Federal Argentina, alias Kung Fu.

    Luis Juan Donocik, Polica Federal Argentina, alias Polaco Chico.

    Guillermo Vctor Cardozo, Gendarmera Nacional, alias Corts.

    Eugenio Pereyra Apestegui, Gendarmera Nacional Argentina, alias Quintana.

    Ral Antonio Guglielminetti, ex agente civil de inteligencia del Ejrcito Argentino, alias Gustavino o Mayor Gustavino.

    Ricardo Taddei, Polica Federal Argentina, alias Cura o El Padre.

    Enrique Jos Del Pino, capitn del Ejrcito Argentino, Batalln de Inteligencia 601, alias Miguel.

    Carlos Alberto Roque Tepedino, Jefe del Batalln de Inteligencia 601 del Ejrcito Argentino.

    Mario Alberto Gmez Arenas, Segundo jefe de la Central de Reunin del Batalln de Inteligencia 601.

    Las audiencias por el denominado Juicio ABO comenzaron el 24 de noviembre de 2009, se presentaron 46 querellas de organizaciones y particulares. El proceso judicial estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N 2, integrado por los jueces Dr. Jorge Alberto Tassara, Dra. Ana Mara DAlessio y la Dra. Mara Laura Garrigs de Rbori.

    En 2007 fueron identificados los restos de los compaeros detenidos-desaparecidos Cristina Magdalena Carreo Araya, Isidoro Oscar Pea, Jess Pedro Pea, Oscar Nstor Forlenza, Nora Ftima Haiuk de Forlenza, Helios Serra, Santiago Villanueva, Mara Cristina Prez y Carlos Antonio Pacino. Los casos de cinco de esos compaeros -J. Pea, I. Pea, H. Serra, C. Carreo Araya y S. Villanueva- fueron incorporados a este juicio oral, lo que constituye un logro muy importante, puesto que ampla la acusacin y los represores son juzgados tambin por homicidio. Los cuatro compaeros restantes no fueron incluidos en esta elevacin y formarn parte del segundo Juicio ABO.

    Los represores nombrados en las audiencias por los testimoniantes, excede ampliamente el nmero de represores procesados. Se mencionaron ms de 70 represores pertenecientes a las fuerzas involucradas en el Circuito ABO: Aeronutica, Batalln 601, Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata, Ejrcito, Gendarmera, Marina, Polica Federal Argentina, Polica de la Provincia de Buenos Aires, Servicio Penitenciario. Los crmenes cometidos en el circuito ABO, as como en los ms de 500 Centros Clandestinos de Detencin que funcionaron en todo el pas, se encuentran mayoritariamente impunes.

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    Las voces que se abrieron paso en el juicioDurante las numerosas audiencias que se desarrollaron en los

    Tribunales de Comodoro Py, familiares, amigos, compaeros de militancia de los detenidos-desaparecidos vistos en los Centros Clandestinos Atltico, Banco y Olimpo, as como sobrevivientes que permanecieron secuestrados en estos campos, se presentaron para declarar. Sus palabras, son prueba de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la ltima dictadura cvico-militar, y son mucho ms: son ancdotas de lo vivido, son cuentos de infancia y adolescencia, son historias de militancia, son reflejos de lo que no han podido borrar.

    Las palabras brotan de los testigos para que los presentes en la sala escuchen aquello que no es prueba judicial pero es parte del delito. Porque hablar de militancia y participacin poltica, es hablar del delito de genocidio: a ellos, a ese grupo especfico se destin la maquinaria del terror y exterminio.

    Esas palabras, pudieron hacerse un lugar en el relato producto de la lucha de tantos aos. Algunas de ellas, y slo a modo de ejemplo, son las siguientes:

    Vernica cuenta en la sala que su padre, Roberto Zaldarriaga, tena las convicciones muy marcadas. l me deca que ningn chico tena que morir de hambre, quera la igualdad. l estaba en la JP, Pequi (Irma Nesich) en el ERP. bamos a la villa juntos. La idea de mi pap era que no existieran ms villas. Eso por ahora, no se cumpli.

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    Julia, hija de Julia Zavala Rodriguez, cuenta que su madre era de pensamiento socialista y que milit en la Juventud Peronista hasta el ao 73. Finalizando su testimonio dice: agradezco poder hablar ante la justicia. Es importante porque por mucho tiempo el miedo no me permiti hablar.

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    Eduardo, cuenta que su madre, Lucila Revora, naci en Mercedes, que era una de los diez hermanos de la familia. Relata que en 5 ao, Lucila fue elegida mejor compaera, que luego se mud a Buenos Aires y empez a estudiar psicologa y a militar en la JUP y Montoneros. Luego cuenta que a fines del ao 77, Lucila tiene la oportunidad de irse del pas, pero que en una carta expres que se quedaba por todos los otros y que conoca el riesgo, porque

    estaban matando a muchos jvenes. Luego declara Carlos, hermano de Lucila, quien ante la pregunta del Fiscal sobre la militancia de su hermana, responde: era montonera gracia a dio!.

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    Dora cuenta que su hermana, Cristina Carreo, era una persona muy sensible, muy clida, muy generosa. Que sus amigos la recuerdan como una persona muy sonriente. Se fue de Chile a Europa en un contexto muy duro para la familia, porque su padre haba sido asesinado y saban de la situacin general del pas y de Latinoamrica. Cuenta que Cristina sale para buscar solidaridad para el pueblo de Chile. Cuenta tambin que su padre era un obrero, un hombre tranquilo, con una consciencia que no tena lmites, era como un ocano. Entregar toda esa sensibilidad social, fue la que nos hered mi padre. Finaliza su testimonio diciendo: Nosotros queremos Verdad y Justicia, y lo que buscamos es la reparacin social de los pueblos latinoamericanos.

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    Ada Marquat relata que su compaero, Enrique Basile, estudiaba derecho y militaba en una agrupacin universitaria. Luego, ambos debieron abandonar la carrera, y l empez a trabajar y a militar en la JTP. Juntos empezaron a militar tambin en el Movimiento de Inquilinos Peronistas en el barrio Balvanera. Cuenta que Enrique empez a trabajar en la fbrica Ravana, como obrero: llegaba a casa con las manos todas llagadas porque haca trabajo forzoso, forzado, levantando peso. Cuenta que en esa fbrica organiz al grupo de trabajadores, porque la verdad que trabajaban en situacin de explotacin. Lo terminaron echando, por supuesto Luego empez a trabajar en la Fbrica de la leche Las Tres Nias, y cuenta Ada que Enrique volvi a armar el sindicato de lecheros, que se encontraba desorganizado. Tambin de esta fbrica lo echaron, y luego consigui trabajo haciendo el mantenimiento de un edificio.

    En las audiencias se mencionaron las ocupaciones de los compaeros y compaeras: Abogada, Actor, Arquitecto, Artista, Piloto de Aerolneas Argentinas, Bancario, Cajero en una carnicera, Carpintero, Cirujano, Cocinero, Colectivero, Cura Capuchino, Docente, Empleada en la Caja Nacional de Autoseguro, Empleado del Banco Nacin, Empleado de comercio, Empleado de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, Empleado de la Editorial Abril, Empleado fabril, Empleado municipal, Empleado del Registro de Propiedad del Inmueble, Empleado de SEGBA, Ingeniero, Maestra Catequista, Mdico, Obrero, Psiclogo, y tantas otras.

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    Adems, se relataron las carreras que estudiaban, dando cuenta en muchos casos que debieron abandonar su cursada como resultado de la clandestinidad a la que fueron arrojados: Ciencias Econmicas, Derecho, Antropologa, Enfermera, Historia, Ingeniera, Medicina, Arquitectura, Ciencias Exactas, Psicologa, Fsica y Matemtica, Ciencias Naturales, Educacin Fsica, y Bachiller secundario.

    Pero fundamentalmente, tanto familiares como sobrevivientes, mencionaron la militancia y participacin poltica propia o de los compaeros detenidos-desaparecidos que se recuerdan. Se trata de un relato diferente, en muchos casos, a los primeros testimonios dados ante la justicia. En las audiencias se mencionaron las siguientes organizaciones polticas: ERP - 22 de Agosto, Frente de Lisiados Peronistas, Frente Revolucionario 17 de Octubre, JP FR 17 LIC (Liberacin Igualdad Cristiana), Juventud Guevarista, Juventud Peronista, Juventud Trabajadora Peronista, Juventud Universitaria Peronista, Montoneros, Movimiento de Liberacin Nacional Tupamaros, Organizacin Comunista Poder Obrero (OCPO), Partido Comunista, Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), Partido Liberal, Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Resistencia Libertaria, Unin de Estudiantes Secundarios (UES), Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Madres de Plaza de Mayo, as como Delegados Sindicales de distintos gremios.

    A pesar de las demoras en el inicio de distintos juicios orales y pblicos pendientes en todo el pas, a pesar de las demoras propias del proceso judicial, a pesar del nmero importantsimo de represores que an no estn procesados, la reapertura de los juicios configura una respuesta a tantos aos de lucha por Memoria, Verdad y Justicia llevada a cabo por movimientos sociales, sindicales, polticos y organismos de Derechos Humanos. Los juicios son una realidad y pueden darse un espacio en la vida poltica actual, gracias al esfuerzo y valor de tantos y tantos sobrevivientes de Centros Clandestinos de Detencin que, a lo largo de estos aos se han presentado en varias oportunidades a contar nuevamente los sufrimientos causados por el Terrorismo de Estado.Tantos aos de lucha -llevada adelante de distintas maneras, organizadas, espontneas y con devenires- contra la impunidad por parte de familiares, sobrevivientes, exiliados, organismos nacionales e internacionales, y agrupaciones de distinta ndole, hacen que lleguemos a pensar-nos a entender-nos como parte constitutiva de este momento esperanzador, manteniendo la certeza de que no hay esperanza sin lucha, y que hay que seguir luchando por Memoria, Verdad y Justicia (5).

    Reflexiones sobre la justicia

    Yo ahora no tengo ningn problema en decir que militaba en determinada cosa, y que supongo que me habrn secuestrado por eso. Y sabemos que era una persecucin ideolgica( no haberlo hecho antes) Yo lo atribuyo a que haban pasado pocos aos de la dictadura, a temores personales, pero tambin a la teora de los dos demonios que se haba instalado de esa manera.

    Cuando yo vi las caras de los compaeros que se quedaban adentro del pozo, que estaban atrs de la reja, que nos saludaban, que algunos estn, que fueron los liberados despus, y otros no estn Yo no tengo ninguna duda Lo que decan siempre los compaeros que pudieron escribir cartas y dems, y que saban que iban a morir, en general dicen esto de que, dicho de una u otra manera, no se olviden de m!. Entonces, yo puedo pensar horas y horas en los compaeros Pero me parece que lo mejor que podemos hacer por su memoria, ms all de recordarlos, de escribir algo, de tener alguna foto, es seguir yendo a declarar pidiendo justicia por ellos. A ver, es lo que todos quisiramos que los dems hagan por nosotros, o que toda sociedad quisiera que se haga por frente a las injusticias, digamos. No hay otra no creo que haya otra motivacin.

    Me parece que no me pasa solamente a m, nos pasa a varios compaeros, como que hay un mensaje que queremos dar a la sociedad, que tenemos el deber hacia los familiares, el recuerdo de los compaeros

    Sobreviviente y testimoniante del Juicio ABO

    (1) En febrero de 1980, Amnesty Internacional public el informe Testimonio sobre campos secretos de detencin en Argentina, basndose en el testimonio de detenidos-desparecidos liberados que permanecieron secuestrados en Olimpo y en otros Centros Clandestinos. A pocos das, el Gobierno Nacional desminti la publicacin.(2) Los das 20 de febrero y 26 de mayo de 1984 los integrantes de la CONADEP, junto a detenidos-desaparicin liberados, se presentaron en la Divisin de Automotores de la Polica Federal a efectos de establecer el funciona-miento del Centro Clandestino de Detencin Olimpo en el lugar. (3) Emilio Mignone, Derechos Humanos y Sociedad. El caso argentino, Ediciones del Pensamiento nacional, Centro de Estudios Legales y Sociales, Buenos Aires, 1991(4) La Ley de Punto Final fue sancionada el 23 de diciembre de 1986, la Ley de Obediencia Debida el 4 de junio de 1987, y los Indultos se efectuaron entre octubre de 1989 y diciembre de 1990. (5) Para conocer el listado completo con los nombres de los represores que actuaron en el Centro Clandestino de Detencin, Tortura y Exterminio Olimpo, remitirse al Anexo de la presente publicacin

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    ACCESO AL EX CCDTYEFOTO:ML

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    Durante los ltimos meses de 1983, hacia el final de la dictadura militar, comenzaron a aparecer en los medios de comunicacin noticias haciendo referencia a la existencia del Olimpo como Centro Clandestino de Detencin. Esto se daba a raz del inicio de la investigacin judicial por la desaparicin de Alfredo Giorgi, quien fue visto con vida por ltima vez en este lugar. Esta es una de las primeras instancias en la que el sitio comenz a ser escrachado. Luego, gracias a los testimonios aportados por sobrevivientes ante la Comisin Nacional sobre la Desaparicin de Personas (CONADEP) y diferentes organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales y el posterior Juicio a las Juntas, el Olimpo sigui siendo eje de diversos informes periodsticos. Durante esos aos, en 1984, se llev a cabo la primera marcha de denuncia sobre el ex CCD organizada por varios organismos de Derechos Humanos (Familiares, CELS, Fedefam). Este recorrido desde la invisibilidad a la visibilizacin del sitio quizs sea similar al de otros lugares que cumplieron similares funciones durante la dictadura militar. El ex CCDT y E Olimpo tuvo una caracterstica distintiva en torno a cmo fue que se convirti en lugar de Memoria: la fuerte participacin que tuvieron diferentes grupos de vecinos organizados en la lucha por el desalojo de la Polica Federal y la continua denuncia de los hechos all ocurridos.

    Desde mediados de la dcada del 90 grupos de vecinos comenzaron a realizar escarches al lugar, festivales, encuentros y marchas. As lo recuerda uno de los primeros organizadores:

    Empezamos, 5 o 6 Vecinos Solidarios de Floresta y nos reunamos todos los sbados en Lacarra y Rivadavia, hacamos todos los sbados un volante, llegamos a hacer un boletn, lo repartamos y hablbamos con los vecinos y les decamos eso la gente vena y nos planteaba los problemas del barrio... y nosotros les decamos

    no lo vamos a resolver nosotros, () hagmoslo juntos, juntmonos 5, 6, 10 vecinos y vamos a la municipalidad a pedir. Y dentro de estas discusiones, all por el ao 93 as, estaba el tema del Olimpo estaba ac en la esquina, nos haba pasado, reflexionbamos, estaba la planta verificadora, nos indignaba que sigan estando ah (...) Se nos ocurri un da, y siendo militantes con aos. convocar a una marcha para desalojar a la polica del Olimpo y hicimos una publicidad escasa, fue nuestra primera marcha. () La cuestin es

    que fue un da de semana a las cinco de la tarde, las seis de la tarde. Yo no s cunta gente estaba todo cortado, estaba todo cortado todo el permetro de unas dos manzanas alrededor no se poda acceder, haba todo un grupo de gente en Lacarra y Rivadavia, pero yo no saba si eran vecinos que no podan entrar, gente que pasaba a ver qu estaba pasando Lo que s que ramos 5: ..., julio, miguel, lu (tena tres aos) y yo. () Despus as fue como empezamos un marzo, del 94 y empezamos a organizarnos un poco ms con volantes y esas cosas. Pero no sabamos en ese momento, no tenamos consigna seguamos trabajando por el barrio.

    Luego, las convocatorias fueron creciendo hasta confluir en una gran movilizacin, por los 20 aos del golpe militar en 1996, organizada por diversas organizaciones y partidos polticos. Toda esta participacin popular encontr un gran impulso luego de diciembre de 2001, con la creacin de mltiples asambleas barriales en la zona. De esta manera, mucha gente encontr nuevos canales de participacin y lucha en el barrio. Quienes participaron de las movilizaciones en esa etapa suelen sostener que El Olimpo era una espina que tenamos clavada. Uno de los protagonistas de esa etapa nos comentaba:

    Nosotros somos parte del grupo fundador, si se puede decir, que empez con una agrupacin de vecinos para recuperar el predio. En

    LA RECUPERACIN DEL ESPACIO DONDE FUNCION EL CCDTYE OLIMPO

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    realidad la historia viene desde las asambleas del 2001. Participamos un grupo grande de vecinos en las asambleas del Parque Avellaneda que en un primer lugar se recuper lo que era el bar La Alameda que est en Lacarra y Directorio. Y ah recuperamos ese espacio con un grupo de vecinos, empez a funcionar un comedor, bueno, con toda la situacin catica del 2001, de un momento de crisis. Y en un momento de mucho fervor social, de mucha participacin. Nosotros estuvimos bastante tiempo () Y despus por diferencias, como otras asambleas, se fue un poco diluyendo y algunos grupos nos fuimos o nos fueron por distintas concepciones sobre lo que es la participacin y la construccin de un espacio as. Y cuando nos fuimos quedamos conectados varios de los que habamos participado en la asamblea y entonces decidimos seguir trabajando en cosas del barrio y el Olimpo era una espina que tenamos todos clavada en el centro del estmago y del corazn, y era algo como que no podamos eludir ms esa presencia. Tambin haba un grupo que se llam Vecinos Solidarios de Floresta donde haban participado y venan organizando marchas desde el Olimpo y Orletti, que es otro centro clandestino de detencin que est a 5 cuadras del Olimpo, o 7. Entonces haba bastante historia en la participacin, y consideramos que la fuerza que haba en ese momento, la apertura social daba como para empezar a hacer un trabajo serio para sacar a la polica de ah. Ya no era ms posible que siga la polica en tiempos de democracia.

    Desde la dcada del 90 se dieron en el barrio actividades y proyectos territoriales centrados en la Memoria sobre lo sucedido durante la ltima dictadura militar y en particular en este Centro Clandestino de Detencin. Uno de los proyectos educativos ms significativos fue el iniciado por la Escuela Primaria N 2, emplazada a metros del ex Olimpo, y que const en la realizacin de talleres, encuentros, actividades y actos, a pesar de no contar con la normativa

    necesaria para incluir formalmente la temtica en la rutina escolar. La entonces directora de la escuela, nos relataba:

    Cuando plante la idea de empezar a trabajar con todo esto, que era mucho, indefinido, muy grande, era un acto no un acto, una conmemoracin, el 24 de marzo que no estaba establecido en ninguna agenda educativa, que uno no poda como ciudadano negar... Bueno, las opiniones fueron diversas, diversas desde los maestros, diversas desde los paps... fueron mltiples. Y en ese

    abanico de sensaciones y sentimientos, de ideas, estaba vigente todo lo clandestino (como tambin) el miedo, el silencio, los cuestionamientos, de por qu y para qu.

    Desde mediados de 2005, fecha en que la Polica Federal fue desalojada del predio, a la actualidad, hemos venido haciendo mucho, aprendiendo mucho, discutiendo mucho y sin embargo sabemos que esto recin empieza. Articular de manera permanente y a largo plazo entre organizaciones y actores polticos diversos, para arribar a consensos fuertes, desde dnde realizar la recuperacin de la memoria sobre este sitio, ha sido y es un

    desafo importante. Nos hemos juntado decenas de veces, hemos aprendido a escucharnos, a respetarnos, a construir en el disenso y subrayando lo comn. Aprendimos tambin a conocernos haciendo. Hacer, es tambin discutir, es tambin pensar. Aprendimos que hacer, es en el trnsito colectivo.

    El consenso generalizado de no comprender a este sitio como Museo ha sido un puerto de partida. La idea de Museo iba (y va) de contramano con la idea-fuerza de los actores polticos que conforman esta Mesa, y que se basa en comprender a este sitio como referenciado no slo en el pasado sino en el presente. Que es lo mismo que decir, que la Memoria que estamos construyendo tiende al presente, a re-situarnos en la actualidad, a ser atravesados por la conflictividad y las luchas del hoy. As, las actividades emprendidas

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    por esta Mesa de Trabajo y Consenso se rigen por el vector que une al pasado con el presente, a lo conmemorativo con lo combativo, a la recuperacin del pasado desde un posicionamiento en el hoy y con la esperanza plantada sobre el devenir.

    Muchas veces oscilamos entre considerar que las paredes del sitio hablaban por s solas y pensar que era necesario estipular cada una de las cosas que se dicen aqu. As tambin, muchos, muchsimos interrogantes trazaron estos aos de actividad: cmo recordamos a nuestros compaeros detenidos-desaparecidos desde este sitio que represent el extremo de la crueldad represiva?, cmo se construye un proyecto de recuperacin de un sitio de memoria cuando sigue siendo difcil sitiar a la impunidad?, qu dilogo nos damos con esa realidad en que estamos insertos desde un proyecto con estas singulares caractersticas?, cmo abrirnos a la comunidad y damos espacio para que el sitio sea un lugar donde otros (nos-otros) se puedan referenciar?, cul es el lugar de la recuperacin de este sitio en la lucha por la plena vigencia actual de los derechos civiles y polticos, econmicos, sociales y culturales, todos ellos derechos humanos, y contra la impunidad?, cmo se conversa y se sita la recuperacin de este sitio con las otras experiencias de recuperacin? Y el interrogante enmarcado en un plano ms general: cmo se sita dentro de contextos en los cules la violencia estructural del sistema se plantea de forma aguda y despojada, cuando quienes personifican la astuta mezquindad del sistema son refrendados por los medios de prensa aun cuando expresan su carcter desestabilizador y antidemocrtico?

    Construyendo qu? Vallas contra el autoritarismo, vallas contra la impunidad, un espacio de memoria reflexiva (no cristalizada), un espacio de encuentro entre diferentes generaciones, entre diferentes trayectorias de la crtica, la lucha y la esperanza. Trabajamos desde lo poltico, desde lo cultural, desde lo simblico, identificando la importancia que estas dimensiones tienen para los objetivos que nos hemos trazado.

    La apertura a la comunidad de este sitio viene enmarcada histricamente, puesto que, como se menciono anteriormente, los vecinos organizados del barrio, junto a sobrevivientes, familiares y

    los organismos de derechos humanos, fueron los que lucharon para sacar de aqu a la Polica. As, la pronta apertura a la comunidad era una premisa incuestionable por parte de la Mesa de Trabajo y Consenso. Encontramos en una serie de actividades detalladas en el presente material- claves para esa apertura y espacio para la apropiacin comunitaria. Apropiarse de este sitio no es meramente ocupar un espacio, es tomar un rol activo en la vida comn y poltica de nuestro pueblo, es implicarnos y comprometernos en el devenir ya no slo del sitio sino de la comunidad en la que participamos, es reconocernos en nuestros compaeros detenidos-desaparecidos, sobrevivientes y militantes del campo popular de nuestro pas. Apropiarse es eligir nuestro legado que se nos presenta como imperativo de ser, reconocindonos en los otros, involucrndonos con nuestra realidad para cambiarla.

    Como dice Galeano:

    Para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida.

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    DETALLE DEL MURAL UBICADO SOBRE AV.OLIVERAFOTO:ML

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    LA EMERGENCIA DE ESTAS VIDAS

    PROYECTO: HISTORIAS DE VIDA DE LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS VISTOS EN EL CCDTyE OLIMPO

    Hay un camino abiertoall vamos

    con das, noches y solesdonde rebrotan presencias

    a lo largo y a su ancho

    Por ese camino vamoscreando amorespidiendo manos

    dando cancionesy en todo ello y con cada paso

    ests compaero

    Que diste todos tus pasos e hiciste todoel sendero

    y hoy vives en mis pasosy all vamos.

    Isabel(Sobreviviente del CCDTyE Banco yOlimpo)

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    Desde los comienzos de desarrollo del Programa de Recuperacin de la Memoria Histrica del ex CCDTyE Olimpo se tena en claro, entre otras cosas, que era necesario hacer del sitio un lugar de vida. Se estableca tambin que era necesario, asimismo, honrar a quienes fueron vistos en este sitio, detenidos-desaparecidos sobre cuyos destinos aun no tenemos informacin oficial de ninguna clase.

    Entre las muchas acciones que llevamos adelante en pos de ir realizando estos objetivos se encuentra la de triangular las listas de los detenidos-desaparecidos vistos por los sobrevivientes. A ello, sobrevino luego el trabajo de bsqueda de las fotografas de cada uno de ellos. Algunas de esas fotos estaban disponibles, otras no y encontrarlas fue (y en algunos casos aun es) un desafo, as como lo sigue siendo el conocer el nombre de todos los detenidos-desaparecidos que fueron mantenidos en cautiverio en el CCDTyE Olimpo.

    Una vez iniciado el proyecto, consideramos que era necesario comenzar a realizar un trabajo sistemtico a travs del cual recuperar las identidades de cada uno de los detenidos-desaparecidos vistos en el Olimpo. Nuestra idea era poder conocer, y luego dar a conocer, las diversas trayectorias de cada uno de ellos. Y a travs de esto, traer, conocer y reponer el proyecto social y poltico al que adheran, los deseos y sueos del colectivo del que formaban parte. Al hacerlo se da cuenta, adems, de los muchos sentidos que su desaparicin implic e implica para sus seres queridos y para nuestra sociedad toda, generando un legado de testimonios y materialidades desde donde las futuras generaciones puedan aproximarse a los compaeros para comprenderlos y entender as, aun ms, lo que el plan de desaparicin y muerte del estado terrorista de la ltima dictadura cvico militar intentaba borrar al desaparecerlos. Es decir, reponer una memoria de los detenidosdesaparecidos que apunte a la reconstruccin de las biografas, resistindonos activamente y mancomunadamente al intento de borramiento de sus vidas, de la experiencia individual y a la vez social de sus trayectorias, de la urdimbre de proyectos polticos y de cambio social que desarrollaban por medio de sus militancias y mltiples compromisos. La idea es ir generando un legado para que las jvenes generaciones puedan

    asirse del testimonio de las vidas de los detenidos-desaparecidos.

    En este trabajo realizamos, por un lado, entrevistas audiovisuales a familiares, compaeros de militancia, amigos, compaeros de trabajo, y a otras personas que puedan dar cuenta de diferentes aspectos de las vidas de los detenidos-desaparecidos. Los materiale