Liberalismo vs. Conservadurismo en América Latina durante el siglo XIX

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Llus NOLLA PICOS LIBERALISMO VS. CONSERVADURISMO EN AMRICA LATINA DURANTE EL SIGLO XIX. UNA COMPARACIN DE SUS FUNDAMENTOS Y CUL FUE EL RESULTADO FINAL DE SU ENFRENTAMIENTO EN LA REGIN.

Universidad de DalarnaFacultad de Humanidades Spanska I, Delkurs 3: Kultur och samhlle 2011

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Liberalismo vs. Conservadurismo en Amrica Latina durante el siglo XIX. Una comparacin de sus fundamentos y cul fue el resultado final de su enfrentamiento en la regin.Una vez finalizada la guerra contra Espaa, los pueblos iberoamericanos se organizaron en nuevos estados independientes durante el siglo XIX y a partir de stos, forjaron sus identidades nacionales. La organizacin nacional de los nuevos pases latinoamericanos fue difcil, ya que se tena que, por un lado, reconstruir la sociedad civil y por otro, fijar el sistema de libertades y determinar quines integraban el cuerpo social. La oligarqua estaba dividida en liberales y conservadores, pero lamentablemente para Amrica Latina, ambas fuerzas conceban el Estado como un instrumento al servicio de sus intereses, y ambas crean que Iberoamrica era ingobernable, de ah su nula confianza en la democracia como factor del cambio poltico, y que en la mayora de los casos, caudillos y militares preponderaran (Quesada, 2001: 84). La independencia poltica de Iberoamrica dio como resultado la implantacin de los primeros Estados-Nacin que las ideologas burguesas del viejo continente haban diseado. Sin embargo, crear las consciencias nacionales fue difcil. Durante esos primeros aos, gobernantes tan opuestos como Sucre y Santa Cruz en Bolivia, Rosas en Argentina, Francia en Paraguay, Pez en Venezuela, Portales en Chile o Flores en el Ecuador, buscaban establecer un orden poltico estable que resistiera la pobreza material y los problemas sociales que dificultaban la paz en la regin. Ante esta coyuntura, el poder deba ser autoritario y concentrado. Por lo que la frmula democrtica, que se tuvo en cuenta en la primera fase de la revolucin qued relegada, al igual que sucedi con la alternativa monrquica, inconciliable con el republicanismo de las lites (Orrego Penagos 2003: 70). El liberalismo de estilo francs, ingls o estadounidense, inspir la mayora de las constituciones y de las leyes. En el marco del constitucionalismo liberal, las propuestas buscaban ordenar y racionalizar lo existente antes de construir lo nuevo. El fundamento del orden poltico era la voluntad popular, pero se establecan una serie de requisitos para ejercier el sufragio; tener una propiedad, saber leer y escribir, etc. La estupidez de las masas justificaba la ausencia de un igualitarismo social, ya que las masas eran fcilmente manipulables (Orrego Penagos 2003: 71 y 72).

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Durante y despus de las guerras de independencia, al igual que los europeos, los liberales criollos tenan la conviccin de que el estado se formaba tras el ideal de la homogeneidad tnica, lingstica y cultural, organizando la poblacin desde las lites (Orrego Penagos 2003: 72). Los liberales, tanto en el bando ms conservador como en el ms radical, desconfiaban de las masas, ya que preponderaba un visin elitista de la sociedad. Pero, desde los grupos indgenas, se peda una igualdad social. Desde la perspectiva conservadora, los liberales favorecan la tensin social y perturbaban el orden: iban en contra de la estructura heredada del coloniaje, contra la institucin eclesistica y contra el sagrado derecho a la propiedad, al plantear la liberacin de los esclavos o la abolicin de los mayorazgos. Para ellos, los liberales promovan la anarqua en los estratos ms bajos de la poblacin (Orrego Penagos 2003: 72). Los conservadores no aceptaban todo aquello. Los conservadores estaban en el otro extremo, crean en un orden natural de las cosas, y esto comprenda tambin a la sociedad. En el siglo XIX ser conservador era reconocer ese orden natural, y los nuevos planes liberales no se ajustaban a ese orden. Desde este punto de vista, el esfuerzo que implicaba ejecutar un orden antinatural, terminara infaliblemente en catstrofe, justo lo cantrario de lo que perseguan. Los conservadores crean que en primer lugar haba un orden social desigual. El fundamento de la desigualdad social se hallaba en la desigualdad natural que haba entre los individuos. Como resultado, la sociedad indefectiblemente deba de estructurarse jerrquicamente. As, en segundo lugar, crean en un orden poltico, un gobierno de lites, de minoras selectas, meritocrticas o hereditarias, que seran las nicas en gobernar (Orrego Penagos 2003: 73). En tercer lugar, crean en un orden cultural, que implicaba al apego a una identidad nacional que se cimentaba en el pasado y en las tradiciones. Este orden aunaba el orden social y poltico, pues implicaba gobiernos fuertes, porque esa Amrica Latina se engendr bajo una Monarqua catlica, y por lo tanto, un rgimen de autoridad y fuerte respondera a tal tradicin poltica y, por lo tanto, simplemente se tena que continuar bajo ese cauce. Y por otro lado se desprenda, que la democracia no formaba parte de esa tradicin, ya que eran ideas extraas, y no se poda romper las tradiciones. Pero la defensa de la tradicin no estaba reida con el progreso, siempre y cuando no alterase ese orden natural (Orrego Penagos 2003: 73).

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Desde esta perspectiva conservadora, los liberales se podran definir como los imitadores de lo forneo y los encargados de arremeter contra las tradiciones, y por lo tanto, negar la identidad hispana (catolicismo incluido), los ideales Dios-rey-patria, la visin nacional de gobierno y la herencia poltica de regmenes de orden y autoridad, los que seran la condicin, segn ese orden natural (social, poltico y cultural) para la prosperidad y el progreso de cada pas (Orrego Penagos 2003: 74). El espritu conservador estaba antes de que existieran los partdos polticos, y por ello, la poltica de Estado la deba de llevarse a cabo mediante gobernantes autoritarios que no pretendieran complacer, ni ganarse el aplauso de las masas. Si no que simplemente se limitaran a educar y mejorar las condiciones de vida del pueblo. La razn de ser era pedaggica y no demaggica. Al pueblo se le educaba para capacitarlo, ya que era fcil de manipular (Orrego Penagos 2003: 74). El fundamneto liberal era radicalmente distinto al conservador. Los liberales se sentan hijos del Siglo de las Luces. No crean en el orden natural de las cosas. Ellos crean que la sociedad inebitablemente iba quemando etapas, de ms simples a ms complejas, y en consecuencia mejores y ms racionales; es decir, un progreso segn el ideal de modernidad (Orrego Penagos 2003: 75). Los liberales crean que el progreso era algo indefinido. Por ello, el progreso humano avanzara cuando los hombres, liberndose de prejuicios y de la ignorancia, se volvieran seres racionales y capaces de actuar segn lo dictado por la razn. Por consiguiente, la realidad era susceptible de ser modelada por la racionalidad humana. En cambio, para los conservadores, la realidad vena dada por el orden natural, y la alteracin de este orden causara el desastre (Orrego Penagos 2003: 75). Los ideales liberales eran aplicables a la sociedad, ya que la razn poda modelar un orden social, poltico y econmico. En el proyecto liberal lo ms importante era libertad individual en estos tres rdenes. Y esto se traduca en un sistema constitucional y en el gobierno impersonal de la ley, que se fundamentaba en el consentimiento de cada individuo. Por lo tanto, el origen de la soberana se hallaba en la voluntad popular y las leyes se originaban por el consenso de los ciudadanos. As cada individuo, dispona de una serie de garantan inherentes a su persona, por el simple hecho de serlo como las de propiedad, libertad, pensamiento, etc.concebidas como derechos fundamentales que la Constitucin les otorga (Orrego Penagos 2003: 75).

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Observamos que el individualismo en el liberalismo contrasta con el comunitarismo del conservadurismo. Esta visin individualista del mundo, vena de la mano de las propuestas de Locke, Rousseau y Montesquieu (Orrego Penagos 2003: 76). Muchos liberales, como el chileno Victorino Lastarria o el poeta argentino Esteban Echevarra, criticaron el legado de Espaa y se ampararon en el mito de la Leyenda Negra. Este nuevo oscurantismo, los llev a volverse contra su propia herencia cultural. Incluso llegaron a glorificar a las sociedades prehispnicas, motivados por el deseo de minimizar la importancia de la participacin ibrica en la formacin de las nuevas naciones. Lo que les condujo a glorificar al indio como supuestamente haba sido antes de la llegada del hombre blanco al Nuevo Mundo. Lo que provoc que a partir de 1840, los liberales latinoamericanos, en una gran cantidad de aspectos, persiguieran lo mismo que sus progenitores de la Independencia -los de la dcada de 1820-. Los nuevos, tenan unas concepciones individualistas, si cabe, ms absolutas, ya que reclamaron la libertad de conciencia, de prensa, de educacin y de comercio, haciendo nfasis en el ideal de la igualdad ante la ley, algo que haba quedado pendiente tras la independencia (Orrego Penagos 2003: 75). A nivel econmico, queran racionalizar la economa. Se oponan al intervencionismo y proteccionismo econmico de los gobiernos conservadores y defendan el libre comercio, el librecambio, y la libertad de mercado. Lo que supuso abolir muchos impuestos (alcabalas, diezmos y monopolios gubernamentales) que dificultaban las actividades econmicas. A nivel religioso, la igualdad supona eliminar los privilegios de la Iglesia (Orrego Penagos 2003: 76). La afirmacin de estos ideales se plasm en la divisin de los poderes del Estado, el sufragio universal, la secularizacin de los gobiernos, la defensa de la propiedad, la tolerancia de los cultos religiosos, la igualdad entre los hombres y la abolicin de la esclavitud (Orrego Penagos 2003: 76). Tras el triunfo del liberalismo en la dcada de 1860 las consecuencias fueron catastrficas. El liberalismo econmico transform la economa colonial de Iberoamrica en capitalista. El cambio benefici a los inversores extranjeros y a las oligarquas locales, pero empeor las condiciones de vida de los trabajadores. La economa se bas fundamentalmente en la explotacin de la mano de obra, en la produccion y exportacin de materias primas, en la financiacin y en las inversiones extranjeras. La satisfaccin de la demanda extranjera exigi la roturacin y colonizacin de nuevas tierras y la extensin de los monocultivos. Estos factores,6

aadidos a la deuda externa, se tradujeron en indefensin de las economas latinoamericanas ante los intereses extranjeros y en su extrema vulnerabilidad ante las oscilaciones del mercado. El liberalismo econmico aument las diferencias entre ricos y probres y foment la extensin de nuevas formas de trabajo obligatorio (Quesada, 2001: 85).

Bibliografa7

ORREGO PENAGOS, J.L., Liberales y conservadores en el siglo XIX: Un viejo debate., Historia del Caribe., vol. 3, nmero 008, Universidad del Atlntico., Barranquilla, Colombia., 2003. QUESADA, S., Imgenes de Amrica Latina., Edelsa., Madrid., 2001.

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